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La_multifuncionalidad_del_lenguaje

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UNaM
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Licenciatura en Educación
Material del Seminario: Comunicación y educación: discursos y sentidos.
La multifuncionalidad del lenguaje
Lic. Marcela Wintoniuk
 
Durante mucho tiempo se pensó la lengua como un instrumento de comunicación
centrado casi exclusivamente en lo referencial, es decir, aquello (cosa, asunto o persona) de
lo que se habla, pero la comunicación no sólo es la conceptualización de la experiencia del
mundo. En 1933, el filósofo alemán Karl Bühler1, retomando la idea platónica2 del lenguaje
como “instrumento” de comunicación e influenciado por las innovaciones técnicas3 de la
información de la época, elabora un modelo en el que advierte y distingue un esquema
comunicativo basado en tres funciones: emotiva, conativa y referencial correspondientes a
la primera persona del emisor (yo, es decir el que habla), la segunda persona del receptor
(tú, o sea el que escucha) y, finalmente, la tercera persona, (el-ella-eso-aquello; alguien o
algo de lo que se habla), respectivamente. 
Frente a este primer planteo basado en el modelo informativo, en una disertación en
19564 Roman Jakobson advierte tempranamente que el lenguaje debe estudiarse desde el
abordaje de todas sus funciones y es en el extenso y complejo terreno de la comunicación
verbal donde se observan “todos los factores constitutivos del acontecimiento de habla”. El
autor retoma críticamente el antecedente teórico del modelo tríadico de Karl Bühler. Para
Jakobson este primer y elemental modelo es acotado ya que no considera otros aspectos
1 El modelo aparece publicado por primera vez en 1934 en su obra denominada Teoría del lenguaje
(Sprachtheorie), traducida al español por Julián Marías.
2 En el Crátilo (360 a. C) Platón dice que el lenguaje es un órganon (όργανον, "instrumento") que sirve para
que una persona le diga a otra algo sobre las cosas.
3En 1924 Vladimir Kosma Zworkyn patenta el iconoscopio, que fue el primer tubo de imagen para cámara
de televisión. Un año más tarde, en 1925 se desarrolla la válvula de filamento que da origen al primer radio –
receptor electrónico. En 1927 se hacen las primeras transmisiones de televisión por línea telefónica entre
Nueva York y Washington DC. En 1935, Edwin H. Amstrong realiza una demostración de un radio de FM
con gran éxito, ya que era una gran calidad de recepción (para la época).
4 La disertación fue presentada en el marco de la reunión anual de la Linguistic Society of America y
publicada veinte años después en un compendio del autor denominado “El Marco del Lenguaje”
La multifuncionalidad del lenguaje
fundamentales que forman parte de la comunicación y que se relacionan con otros usos
además del meramente descriptivo referencial, por tanto añade a ese modelo inicial tres
funciones más: Poética, correspondiente u orientada al mensaje; Fática relacionada con el
contacto y Metalingüística cuya orientación corresponde al código.
¿Comunicar es solamente informar? o...
Al hablar o escribir ponemos en acción un complejo entramado lingüístico y
semiótico para comunicarnos con otros, estos actos comunicativos involucran en su
realización muchos y variados aspectos que no solamente aluden a la función referencial,
describir el mundo, etc. En la comunicación cotidiana transmitimos información, pero
también, expresamos sentimientos, estados de ánimo, damos excusas, enseñamos a hacer
una tarta, contamos un chisme, mentimos, engañamos, inventamos, entre otras muchas
acciones comunicativas. 
En cada acto comunicativo es posible constatar la presencia de más de una función
aunque siempre hay una que predomine. Así mismo, si bien el esquema de Jakobson no lo
plantea explícitamente, la comunicación cotidiana no es unidireccional, ni se realiza sólo
mediante la palabra hablada cara a cara, hablamos de a dos o con más personas a la vez por
múltiples y variados canales, charlamos por teléfono con un amigo, enviamos un mensaje
de texto, chateamos con varias personas, inventamos una excusa a nuestro jefe porque
llegamos tarde, mandamos un email, entre otras tantas actividades comunicativas en las que
participamos diariamente. 
Aunque distinguimos seis aspectos básicos del lenguaje difícilmente
podríamos encontrar mensajes variables que llenaran únicamente una
función. La diversidad reside no en un monopolio de alguna de estas
varias funciones, sino en su diferente orden jerárquico. La estructura
verbal de un mensaje depende ante todo de la función predominante.
Pero aún cuando el enfoque (Einstelsung) hacia el referente, una
orientación hacia el contexto –en una palabra, la llamada función
referencial “denotativa”, “cognitiva” – es la función directriz de
numerosos mensajes, la participación accesoria de las otras funciones
debe ser tomada en cuenta por el lingüista observador. (cfr. Op.cit. Pág
82).
 Es necesario considerar también, que la comunicación incluye en sus variadas
realizaciones otros aspectos, además de los componentes y las funciones del circuito
comunicativo desarrollado por Jakobson, como las entonaciones, los gestos, los modos del
decir, las distancias, las miradas, complejos y variados conjuntos de prácticas semióticas. 
 Usamos el lenguaje para muchas cosas todos los días, para ordenar, para contar, para
informar, entre otra gran variedad de acciones; el autor sostiene que la estructura verbal de
un mensaje depende, básicamente, de la función (emotiva, poética, etc.) que predomina
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La multifuncionalidad del lenguaje
según esté orientada a uno u otro componente de la comunicación (emisor, mensaje, etc.),
es decir, todo acto de comunicación verbal tiene un propósito que alude a la intención del
hablante, pedir, contar un chisme, una anécdota, suplicar, mentir, escribir una novela, etc.
Nos encontramos así con textos expresivos, informativos, narrativos, entre otros, en los que
si bien predomina una función, ésta no es exclusiva y es posible ver en un mismo texto-
mensaje-comunicación otras funciones presentes.
Y sí, la comunicación es informar sobre el mundo, pero...
La función referencial, centrada u orientada hacia la tercera persona (el, ella,
aquello), es decir, alguien o algo de lo que se habla, dominó muy extensamente el campo de
los estudios del lenguaje, pero también los de las teorías comunicacionales y los de la
lógica formal que observaban su importancia en la relación verdad-falsedad. Retomando el
modelo de Bülher, Jakobson adviere que la referencia habilita inferir otras funciones
derivadas de este modelo como por ejemplo la función mágica encantatoria, que opera una
transformación de la tercera persona ausente invocándola en forma conativa como una
segunda persona:
“Así la función mágica, encantatoria, es principalmente alguna clase de
transformación de una ‘tercera persona’ ausente o imaginaria en una
segunda persona de un mensaje conativo. ‘Que esta pocilga se seque, tfu,
tfu, tfu, tfu’. (Ensalmo lituano). ‘¡Agua, no, reina, aurora! Manda la pena
más allá del mar azul, al fondo del mar, como una piedra gris que nunca ha
de alzarse del fondo del mar, que la pena no venga nunca a apesadumbrar
el corazón ligero del servidor de Dios, que la pena se vaya y se hunda
lejos’. (Encantamiento del norte de Rusia) (…)” (Cfr. Pág. 83-84).
La descripción de Jakobson sobre la función mágica encantatoria de este canto, que
no es susceptible de un juicio valorativo en términos de verdad y falsedad, nos advierte que
la referencia y por tanto la comunicación también es ficción, invención, creatividad; en este
sentido por ejemplo, contamos a un amigo sobre un enigmático lugar con seres
“indescriptibles”, valga el oxímoron, azules, sin orejas y de ocho patas que habitan en un
particular sueño que tuvimos la noche anterior. 
La función referencial, entonces, no sólo no se ajusta a los márgenes de los juiciostaxativos de verdadero o falso, tampoco agota sus posibilidades comunicativas en la
validación comprobativa de existencia empírica, sino que juega el rol de las múltiples y
variadas formas de comunicar: la mentira, el chisme, el rumor y las exageraciones, entre
otras tantas prácticas, son claros ejemplos de una referencia que se presenta distorsionada
para esos cánones prístinos, pero que son totalmente válidas en el ejercicio cotidiano de
comunicarnos.
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La multifuncionalidad del lenguaje
La comunicación también es expresión... ¿expresar es comunicar?
 La primera función analizada por Jakobson es la que corresponde, o se orienta, al
Emisor (yo, el que habla): función emotiva o “expresiva” en la que predomina la actitud
(emoción, sentimiento, creencia, etc.) del hablante sobre la materia-tema de su discurrir
enunciativo, sean estos sentimientos reales o no. La función expresiva permite al hablante
opinar, demostrar enojo, alegría, pena, euforia, decepción, etc. Como recurso lingüístico
característico de esta función, las interjecciones, dice Jakobson, “son el estrato puramente
emotivo en el lenguaje”. Las particularidades sonoras y sintácticas de las interjecciones5 las
diferencian del lenguaje referencial manteniendo, asimismo, su caudal informativo. Así por
ejemplo: 
1)- Uuuyyy!!
- Te lo dije la semana pasada
- Sí, pero me olvidé completamente
2) – nooo lo pueedoo creer!!!
 Pero la función expresiva no se limita al recurso-uso de las interjecciones, ya que
comunicamos nuestro parecer, sentimientos y deseos de muchas y variadas formas, la
ironía, el sarcasmo, entre otros, son modos distintos, e incluso creativos, de hacer saber al
otro cómo o qué sentimos, por ejemplo, qué opinamos del auto nuevo que se compró
nuestra vecina: 
 -“Che! Viste el auto que se compró fulanita, yo creía que ella era maestra nomás”.
En este sentido, tanto las historietas como las formas textuales que circulan por las
redes sociales explotan estos recursos poniendo el énfasis incluso en modalidades
comunicativas expresivas desde lo gestual como las miradas o las risas, e incluso los
silencios. Ejemplos:
 
5 La interjección es una clase de palabras que se especializa en la formación de enunciados exclamativos.
Con la interjección se comunican sentimientos e impresiones, se ponen de manifiesto diversas reacciones
afectivas o se induce a la acción. Asimismo, algunas constituyen fórmulas que codifican verbalmente
determinados comportamientos sociales convencionales, como los saludos y despedidas, las felicitaciones o
los agradecimientos. Son interjecciones adiós, ay, epa, olé, uf o vaya, entre otras. Por su elementalidad,
muchas de ellas se han interpretado a veces como voces naturales. Aun así, están codificadas y poseen, como
otros signos lingüísticos, propiedades fonéticas, morfológicas y sintácticas. Las interjecciones constituyen
Actos de Habla. Como los demás actos verbales, no se usan para describir contenidos, sino para llevar a cabo
acciones, tales como saludar, brindar, jurar, manifestar sorpresa, asentimiento o rechazo, entre otras muchas.
Así el que dice ¡Ay! No describe alguna sensación de pena, dolor o resignación, sino que expresa o manifiesta
esas mismas emociones. (Cfr. Nueva gramática de la lengua española. 2010. Pág. 623).
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La multifuncionalidad del lenguaje
 
La función expresiva entonces, al igual que la referencial, habilita un sin fín
combinatorio de posibilidades comunicativas que diariamente ponemos a prueba en los
intercambios comunicativos con los otros e incluso con nosotros mismos. 
 Apelar es comunicar o …. la comunicación está orientada
La función conativa, apelativa se orienta al receptor (segunda persona, tú, el que
escucha), que predomina sobre los otros componentes de la comunicación y de quien se
espera o se requiere una respuesta. Por medio de la función apelativa se intenta actuar,
influir sobre el que escucha dándole una orden, persuadiéndolo, pidiendo, suplicando. Entre
las formas lingüísticas que caracterizan la función conativa-apelativa, se encuentran el uso
imperativo, el vocativo y las interrogaciones. Jakobson explica que lo que caracteriza o
diferencia a las oraciones imperativas de las declarativas es la posibilidad de ser sometidas
a pruebas de verdad. Frente a un pedido de ayuda: ¡Auxilio! no cabe la pregunta de si es
verdadero o falso, que si estaría admitido para oraciones tales como “Alguien estaba en
peligro” o incluso “Alguien estaba pidiendo auxilio”.
 Otra propiedad admitida de los declarativos es la posibilidad de ser convertidas en
oraciones interrogativas, conversión que los imperativos no admiten, por ejemplo:
Declarativa: “Estaba pidiendo auxilio encerrado en el ascensor”
Interrogativa: “¿Estaba pidiendo auxilio de verdad o era sólo una broma?”
 “¿Había alguien en el ascensor atrapado pidiendo auxilio?”
Imperativa: “Auxilio”, “Ayuda, por favor”.
Pero apelamos al otro de múltiples maneras posibles. Muchas formas cotidianas y
coloquiales operan sobre la función apelativa, en algunos casos sin esperar una respuesta
práctica inmediata:
 “te lo dejo picando”, le dice una chica a su amiga en el colectivo luego de pedirle si
puede considerar la idea de ayudarla a “levantar” chico que le gusta.
 “no sé, pensalo y después vemos”
En otros casos, incluso explicando-informando las formas apelativas empleadas
 “Che, hace rato que te estóy tirando señales”
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La multifuncionalidad del lenguaje
 “yo meta mandarte señales de humo y vos tipo nada, ni un cargo”
Por otro lado, lo apelativo puede ser diferido, ya que apelativa también es una receta
de cocina, así como el inagotable mundo de los instructivos: “primero haga esto, luego
ponga esto, finalmente enganche esto otro....” que aunque no participan en la mayoría de
los casos del contacto cara a cara intentan una reacción o un modo de particular de acción-
comportamiento del otro. Lo apelativo no es sólo verbal o lingüístico, en este sentido
también es comunicativo el inagotable universo de la señalética urbana, que apela a una
determinada acción en función de la información brindada por la iconicidad de la imagen:
 
Y a la falta de respuesta, el humor y la ironía responden...
La comunicación también es contacto o... el contacto es comunicativo
A partir de la re-explicación y ampliación de las tres funciones que componían el
modelo de Bülher, Jakobson influenciado por los avances tecnológicos y cibernéticos de la
época, pero también por los estudios culturales y antropológicos elabora un esquema de la
comunicación en el que incluye otras tres funciones. En este sentido, el autor retoma la
denominación de B. Malinowski6 sobre la función fática, que está orientada hacia el
6 Bronislaw Kasper Malinowski, (1884-1942) fue un antropólogo y etnólogo británico de origen polaco. Es
considerado fundador del funcionalismo en antropología, dirección que pretendía analizar las instituciones
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La multifuncionalidad del lenguaje
contacto en los actos de comunicación. De vital importancia en el proceso de adquisición
del lenguaje, la función fática es la primera función que adquieren los niños que tienden a
la comunicación, incluso antes de poder producir mensajes informativos u otros. La
necesidad de corroborar el contacto es fundamental para el desarrollo de la comunicación
cotidiana, saber que la otra persona sigue ahí, que todavía me está escuchando, “escuchaste
lo que te dije”, “estás ahí”, “no me dejes hablando sola”, son algunas de las formas casi
ritualizadas que a diario empleamos para verificar que la comunicación no haya finalizado,
que el canal siga vigente.
“Hay mensajes que sirven principalmente para establecer, prolongar o
interrumpir la comunicación, para verificar si el canal funciona (‘hola
¿me oye?’), para llamar la atención del interlocutor o para confirmar su
continua atención (‘me estas escuchando’) (…) Esta orientaciónhacia el
contacto, (…) puede desplegarse mediante un profuso intercambio de
fórmulas ritualizadas, por medio de diálogos enteros con el mero
objetivo de prolongar la comunicación”. (Cfr. Op.Cit. Pág. 84).
La función fática irrumpe en el diálogo cotidiano buscando el consenso en la
continuidad del contacto verbal: “escuchaste, o necesitas que te lo repita”, “¿vos podés
creer lo que te acabo de contar?”, “holaaa, dejá de volar y escucha lo que te digo”,
“contestáme para que sepa que me entendiste” pero también aparece para dar por
finalizada una charla: “como no sé en qué andas no te sigo contando”, “porqué no prestas
atención, mejor lo dejamos ahí”, “si no me decís nada no sé para que me gasto”, entre
otras muchas formas de continuar, prolongar o dejar de conversar.
Pero la función fática en estrecha relación con la apelativa no es sólo o
exclusivamente verbal, así también para establecer al contacto recurrimos a modos,
maneras y gestos, por ejemplo: tocar el hombro a la persona que esta de espalda para que
sepa que quiero decirle algo; o levantar la mano en el aula como un gesto de respeto y
contacto visual para poder iniciar el contacto verbal que le precede, en este mismo sentido,
el docente golpea las manos para “llamar la atención” de sus alumnos, entre otras tantas
posibilidades que cotidianamente pasan casi inadvertidas en nuestras diversas maneras de
comunicarnos. 
 
La comunicación es poética
 Otro de los aportes fundamentales de Jakobson es la función poética centrada u
orientada hacia el mensaje. Es ingenuo pensar que solamente empleamos recursos poéticos
sociales en términos de satisfacción colectiva de necesidades individuales (principalmente biológicas),
considerando cada sociedad como un sistema cerrado y coherente; por este motivo se opuso a la aplicación
reduccionista de ciertos planteamientos evolucionistas a las sociedades humanas. El objetivo del
funcionalismo y su base es considerara que todas las partes sociales de un grupo humano están relacionadas
entre sí y cumples una función dentro de un sistema.
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La multifuncionalidad del lenguaje
cuando recitamos una poesía. La función poética atraviesa todos nuestros intercambios
comunicativos sin que reparemos en ello. Hablamos y empleamos metáforas alucinantes
para que el que escucha, entienda la impresión arrolladora que nos causó el suceso de
nuestro discurso:, “ese nene es un dulce de leche”, o llevamos al extremo de la hipérbole
las descripciones “Estaba tan pálida como una hoja de papel, realmente me asusté mucho,
era transparente”, “dio vuelta como un trompo toda la noche, hasta los pensamientos se le
desacomodaron”.
“Esta función no puede estudiarse productivamente sin referencia a los
problemas generales del lenguaje, y, por otra parte, el escrutinio del
lenguaje requiere una consideración exhaustiva de su función poética.
Toda tentativa de reducir la esfera de la función poética a la poesía o de
confinar la poesía a la función poética sería una engañosa
simplificación”. (Cfr. Pág. 84) 
 
 En el arte verbal (poesías, cuentos, frases románticas, canciones, etc.) predomina la
función poética pero no es la única, asimismo, en la comunicación cotidiana la función
poética cumple una función subsidiaria y accesoria, dice Jakobson, por ello la lingüística
debe ampliar su mirada analítica para entender los variados procesos que intervienen en los
intercambios comunicativos. “Siempre vivió de su trabajo”, explicamos metonímicamente,
es decir de lo que gana por su trabajo; “perdió el ceso”, o sea, no tiene sentido común;
“entregó el alma en esa empresa”, o sea, trabajó mucho. Y así podemos encontrar infinidad
de ejemplos comunes que muestran cómo la poesía lejos de ser algo externo, alejado de
trajín comunicativo de todos los días, está instalada en la dinámica comunicativa.
Sinestesia, rosa chicle, verde manzana, rosa viejo
Los trabalenguas son un ejemplo elocuente de los distintos usos poéticos para diversos
fines de la actividad diaria:
Poquito a poquito Paquito empaca 
poquitas copitas en pocos paquetes.
 Por otro lado, la imaginación popular apela continuamente a varios recursos poéticos
con los piropos: 
Ayer pasé por tu casa y me tiraste un autito, yo me agache y le cayó a Tito.
Ayer pasé por tu casa y me tiraste un helado, yo por suerte lo esquivé y cayó en la casa de
al lado.
"Una pica lleva al hombro
porque su suegra le dijo
que ha de ganar por la pica 
lo que perdió por el pico" (paronomasia)
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La multifuncionalidad del lenguaje
 
 
La comunicación también habla de sí misma
 Finalmente, pero no menos importante, sino todo lo contrario, Jakobson retoma la
distinción de la lógica moderna en su necesidad de diferenciar el lenguaje que habla de
cosas ajenas al lenguaje, del mundo, de la realidad, etc., -lenguaje lógico-, y el lenguaje
que habla del lenguaje, es decir que toma al lenguaje como objeto, Jakobson denomina a
éste último como metalenguaje o función metalinguística. Traducción de un término
polaco elaborado por Alfred Tarski7 en 1930. Casi tan inadvertida en la comunicación
cotidiana como la función poética del lenguaje, el metalenguaje está presente en muchos de
nuestros intercambios comunicativos de todos los días. La función metalingüística hace del
lenguaje su objeto de reflexión ocupando el mismo material lingüístico sobre el cual centra
su atención: el lenguaje. El autor asigna al metalenguaje una función glosadora del
lenguaje y del discurso, es decir, una función explicativa, aclarativa, e incluso,
reformulativa, y de traducción. 
Ej. -Estoy fundida!
- Porqué, qué pasó, necesitas plata?
- Nooo, estuve dos horas en el gimnasio ayer y después salí a correr y me mató, me
duele todo el cuerpo.
- Ahhhh!!!!!!
- No doy más, estoy destruida
- Mami te lastimaste?
- No mi amor, destruida quiere decir que mami está muy cansada
 
 Como vemos en los ejemplos, la función metalingüística, que centra su atención en
el lenguaje (código), no se circunscribe únicamente a ámbitos académicos como la clase de
lengua (en la que explícita y acordadamente reflexionamos sobre el lenguaje), ni a usos
7Alfred Tarski. Lógico, filósofo y matemático estadounidense de origen polaco. Realizó importantes
investigaciones sobre fundamentación de la matemática (teoría numérica, de los conjuntos y álgebra), lógica
polivalente, conceptos semánticos y niveles de lenguaje y metalenguaje. Autor de Introducción a la lógica y a
la metodología de las ciencias deductivas (1936) y La concepción semántica de la verdad y los fundamentos
de la semántica (1972).
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especializados como las gramáticas, las definiciones de los diccionarios, etc. la función
metalingüística glosadora está presente en nuestros intercambios comunicativos de todos
los días de manera espontánea e inadvertida.
El autor retoma la tesis de C. S. Peirce para explicar la cadena de significaciones
que están implicadas en los distintos modos de traductibilidad de los signos:
(…) la tesis de C. S. Peirce en el sentido de que todo signo se traduce a
otros signos en los que está más plenamente desarrollado (…) Peirce
considera a los signos como equivalentes ‘cuando cualquiera de ellos
podría considerarse como un interpretante del otro’. (…) No puedo dejar
de estar de acuerdo con su visión del significado como traducibilidad de
un signo en una red de otros signos y con su reiterada insistencia en la
inherencia de un ‘significado general’ en todo símbolo genuino’ (Cfr.
Op. Cit. Pág. 87.)
 La reflexividad o recursividad de los signos que se explican en otros signos no es
simplemente otro modo de decir lo mismo, sino que vemos cómo se trasladan y enlazan
sentidos entre las palabras y significados en diferentes contextos de uso y se re-explican
constantemente.
Ej. No es lo mismo una choza chica en Caprique una chica caprichosa.
 La función metalingüística glosadora y de traducción es una práctiva semiótica
fundamental de los distintos Universos de discurso desde los cuales nos comunicamos. Así
por ejemplo, contamos un cuento de duendes verdes y peludos pertenecientes al magnífico
universo de discurso de los seres imaginarios, o nos explican en una galería de arte el
‘oculto significado’ del cuadro que nos llamó la atención, significando de este modo, el
universo de discurso de las artes, entre otras muchas y variadas formas en las que la
función glosadora explica, aclara, traduce universos de discurso.
 Lejos de lo que se pudiera pensar, los universos de discurso no son lugares físicos
de existencia real, sino que son posibilidades de sentidos en los que reconocemos voces,
ecos de significación particulares. Su virtualidad se actualiza constantemente en los
diálogos de todos los días, es decir, sabemos que los duendes verdes y peludos no existen
pero somos capaces de describirlos y definirlos en el universo de discurso ficcional de los
cuentos fantásticos. Así mismo vemos y oímos a Superman, el superhéroe que nos viene a
salvar en el increíble universo de discurso de las películas de Hollywood.
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La multifuncionalidad del lenguaje
 
 
Los universos de discurso permiten y habilitan múltiples procesos de significación:
ficcionales, reales, hipotéticos, increíbles, imposibles desde los que comprendemos-
traducimos y retraducimos las experiencias comunicativas en un contínuum. Podemos
ensayar modos de clasificar los universos de discurso como, científicos, familiares,
artísticos, vulgares, entre otras muchas posibilidades de distinción, pero hay que considerar
que son zonas inestables de sentidos mutables y cambiantes con límites difusos que
constantemente se van moviendo, conforme las modas, las épocas e incluso los gustos. 
Para el autor la metalengua es un factor fundamental, de vital importancia del
desarrollo verbal ya que posibilita al niño la reflexión sobre algunos aspectos de su propio
uso del lenguaje y le permite comparar así mismo con el uso de los demás. Esta operación
metalingüística, realizada y facilitada por la conversación, posibilita los cambios y
progresos en el aprendizaje de la lengua. 
Ej. 
- Mamaaa Elena dijo pordido y no se dice así… 
- ¿Y cómo se dice Agus?
- PO-DRI-DO
Bibliografía
Jakobson, Roman. “El metalenguaje como problema lingüístico” en El Marco del
lenguaje. México, F. C. E. 1988.
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