El Capital

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El capital/Tomo 1/Capítulo 24.
Karl Marx.
En esencia, de lo que se habla en este capítulo es, como en el mismo texto se menciona, de la “prehistoria del capitalismo”, sus orígenes y procesos que ocurrieron para que se consolidara este sistema económico.
Una inmensa parte de los campesinos fueron echados de sus tierras, de los feudos donde habitaban y laboraban, por parte de la burguesía y la iglesia, para volverse proletariados y posteriormente regresar a trabajar esas tierras pero ahora como obreros. A partir de aquí, lo que producían con su trabajo ya no les pertenecía, se volvieron asalariados, por esto mismo les resultaba imposible producir sus alimentos, así que debían consumir los productos resultados del capital industrial. Esto creó un círculo vicioso, un mercado interno.
Al ser expulsados tan masivamente, la oferta de trabajo no lograba cubrir la demanda, así que una gran parte de los despojados quedó sin oportunidad de un puesto de trabajo y se convirtieron en indigentes y/o delincuentes.
Se crean leyes con el fin de prolongar la jornada laboral y fijar un salario máximo, mas no uno mínimo y resumidas cuentas, la conversión de la “poca tierra de muchos” en “mucha tierra de pocos”, constituye la prehistoria del capitalismo.
Normalmente cuando me piden que opine sobre algún acontecimiento histórico, me cuesta hacerlo, y no porque no me guste sino porque en realidad, me cuesta trabajo formular una opinión, al ser algo que ya ocurrió qué puedo decir, “Sí, qué pena”, “fue una desgracia”, “las cosas debieron ser de otra forma”, poco más. Y realmente no es que tenga algo que opinar directamente al respecto sobre los acontecimientos aquí mencionados, pero sí algo que se menciona sobre ellos, se podría decir que es una opinión de una opinión:
En el párrafo final, Marx plasma algo que despertó en mí cierto sentimentalismo, lo citaré tal cual:
“La transformación de la propiedad privada dispersa y basada en el trabajo personal del individuo en propiedad privada capitalista fue, naturalmente, un proceso muchísimo más lento, más duro y más difícil, que será la transformación de la propiedad capitalista, que en realidad descansa ya sobre métodos sociales de producción, en propiedad social. Allí, se trataba de la expropiación de la masa del pueblo por unos cuantos usurpadores; aquí, de la expropiación de unos cuantos usurpadores por la masa del pueblo.”
Y tiene toda la razón, ¿por qué no lo hacemos? ¿Por qué no se ha hecho? ¿Desorganización? ¿Desinformación? ¿Desinterés? ¿Conformismo? Conformismo… sí, yo creo que principalmente es esta última.
¿Por qué a pesar de conocer la situación económica mundial, no actuamos? ¿Por qué seguimos siendo esclavos voluntarios? Porque creemos ser felices aún sin tener una vida plena, estando trabajando para alguien más en lugar de para nosotros mismos, conformándonos con “falsos lujos”, ignorando al más pobre, envidiando al más rico. Pero en fin, esta situación solo cambiará hasta que nos quitemos la pereza de encima y comencemos a hacer algo al respecto, porque esperando a que el cambio ocurra solo, esto seguirá igual.