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Tema: Las Guerras Celtíberas y la conquista de Hispania Introducción: Las Guerras Celtíberas fueron una serie de conflictos militares que enfrentaron a la República Romana con los pueblos celtíberos en la península ibérica (la actual España) durante los siglos III y II a.C. Estos conflictos fueron cruciales para la expansión romana en Hispania y marcaron un período de intensa lucha por el control del territorio y los recursos en la región. Contexto histórico: A fines del siglo III a.C., los romanos comenzaron a expandirse hacia Hispania, que estaba poblada por diversas tribus celtas e íberas, colectivamente conocidas como celtíberos. Los romanos buscaban recursos naturales, esclavos, riquezas y un mayor prestigio militar y político. Además, había estados celtíberos que eran aliados de Roma, mientras que otros se mostraban hostiles o en conflicto. Desarrollo de las Guerras Celtíberas: 1. Primeras campañas en Hispania (218-179 a.C.): Las primeras incursiones romanas en Hispania se realizaron durante la Segunda Guerra Púnica. La ciudad de Sagunto, aliada de Roma, fue asediada por el líder celtíbero Viriato, lo que provocó una intervención militar romana para proteger a sus aliados y expandir su control en la región. Sin embargo, las campañas iniciales fueron en gran parte inconclusas y se prolongaron durante décadas. 2. Guerra Numantina (154-133 a.C.): La Guerra Numantina fue una de las guerras celtíberas más importantes y prolongadas. Numancia era una ciudad celtíbera que resistió tenazmente el avance romano durante más de dos décadas. Fue famosa por su valentía y resistencia ante los ejércitos romanos, dirigidos por generales como Quinto Cecilio Metelo y Cayo Hostilio Mancino. Finalmente, en el año 133 a.C., Numancia cayó tras un asedio prolongado y se convirtió en una símbolo de la resistencia celtíbera. 3. Dominio romano en Hispania (133-27 a.C.): Después de la caída de Numancia, Roma logró extender su dominio sobre la mayor parte de Hispania. Sin embargo, las campañas militares y la pacificación de la región continuaron durante varias décadas. Los celtíberos y otros pueblos hispánicos se rebelaron en varias ocasiones, lo que llevó a nuevas guerras y luchas por el control. Consecuencias y legado: Las Guerras Celtíberas consolidaron la presencia romana en Hispania y allanaron el camino para la anexión de la península ibérica al Imperio Romano. La conquista de Hispania proporcionó a Roma importantes recursos y riquezas, incluido el mineral de plata de la región de Sierra Morena, que se convirtió en una fuente importante de ingresos para el tesoro romano. Sin embargo, la conquista de Hispania también fue costosa y sangrienta. Las guerras celtíberas implicaron un alto costo en términos de vidas humanas y recursos. Además, la resistencia y la desconfianza hacia el dominio romano persistieron en la región durante mucho tiempo después de las guerras. La anexión de Hispania marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia de la península, que sería profundamente influenciada por la cultura y las instituciones romanas. La presencia romana en Hispania perduraría durante siglos y dejaría un legado duradero en la lengua, la cultura y el desarrollo político de la región, que se mantendría incluso después de la caída del Imperio Romano de Occidente.
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