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Transición Epidemiológica Transición epidemiológica (o de qué moríamos, morimos y moriremos) 1911 • Neumonías • Gripes • Diarreas • TBC • Enfermedades cardíacas 2011 • Oncológicas • Accidentes de transito • Enfermedades cardiovasculares • A este cambio en los patrones de enfermedad y en las causas de muerte —en que se pasa de una mortalidad infantil elevada y epidemias infecciosas a una mayor prevalencia de enfermedades crónicas degenerativas— se le conoce bajo el nombre de transición epidemiológica y tiene importantes implicancias en el diseño de políticas de salud pública. ¿Por qué? Esta transición epidemiológica es el resultado de varios factores relacionados entre sí: • Cambios demográficos: la reducción en mortalidad infantil conlleva a una reducción en las tasas de fertilidad. Como consecuencia, un mayor porcentaje de la población llega a la edad adulta y desarrollará enfermedades típicas de adultos. • Cambios en los factores de riesgo: esto incluye cambios en la abundancia, distribución y/o virulencia de microorganismos patógenos, factores ambientales —frecuentemente causados por la actividad humana— que pueden causar enfermedades, y factores sociales y culturales, como por ejemplo estilo de vida y tipo de dieta. • Prácticas de la medicina moderna: las vacunas constituyen sin duda el mayor logro de la salud pública —cada año evitan de 2 a 3 millones de muertes por enfermedades como la difteria y el tétanos ; han permitido erradicar la viruela, y prácticamente erradicar la polio. El descubrimiento de la penicilina en el siglo 20 fue otro punto de inflexión en la medicina moderna y desde entonces los antibióticos han salvado cientos de millones de vidas. La doble carga de enfermedad • A pesar de los éxitos en salud logrados en el último siglo y las tendencias globales en los estilos de vida, las poblaciones más vulnerables del planeta siguen muriendo de enfermedades infecciosas prevenibles, una carga amplificada por la desnutrición y la pobreza. Para muchos países de ingresos bajos y medios, esto significa una doble carga de enfermedad: problemas “viejos” de salud incluyendo enfermedades infecciosas y mortalidad materna e infantil elevada junto con problemas “emergentes” de salud por enfermedades crónicas asociadas a un estilo de vida occidental y al envejecimiento general de la población. • Estas diferencias son evidentes al comparar países desarrollados y países en desarrollo, pero también existen dentro de un mismo país, donde la mortalidad y morbilidad debida a enfermedades infecciosas es mucho mayor en ciertas poblaciones. Irónicamente, esas mismas poblaciones, cuyo denominador común es la pobreza, también serán víctimas de obesidad, enfermedad cardiovascular y diabetes, mientras que los estratos sociales más acomodados —que fueron los primeros en sufrirlas— ya han comenzado a adoptar tratamientos y hábitos para prevenir dichas enfermedades. La teoría de la transición epidemiológica • En 1969, Frederiksen propuso que los patrones de mortalidad, morbilidad, fertilidad y la organización de los servicios de salud, ocurrían en estrecha relación con procesos económicos, configurando una transición epidemiológica (TE) en cuatro etapas, las cuales correspondían a su vez a cuatro estadios de la sociedad: la tradicional la transicional temprana la transicional tardía la moderna. - En 1971, Abdel R. Omran publicó su artículo Transición epidemiológica, una teoría epidemiológica del cambio poblacional, en el que analizaba la situación europea y concluía que las poblaciones pasan de una etapa donde los niveles de mortalidad son elevados, especialmente por acción de las enfermedades infecciosas, a otra etapa donde la mortalidad se reduce notablemente y las enfermedades degenerativas son la principal causa de muerte. • Al analizar los cambios en la mortalidad, la TE supone que existen patrones de salud y enfermedad susceptibles de tipificación, los cuales configuran un sistema complejo en estrecha interacción con determinantes demográficos, económicos y sociológicos; dichos patrones se suceden unos a otros en etapas claramente definidas. • En un principio la teoría caracterizaba tres etapas: 1. La etapa de pestilencia y hambrunas. Caracterizada por mortalidad elevada sujeta a fuertes fluctuaciones, alta fecundidad , esperanza de vida baja y también fluctuante, y crecimiento poblacional determinado más por la reducción de la mortalidad que por el incremento en la fecundidad. Esta etapa se observa en poblaciones en que las hambrunas son comunes y la desnutrición severa; las epidemias son frecuentes, como también son elevados los niveles endémicos de enfermedades parasitarias y carenciales. La mortalidad se concentra en los niños y las mujeres jóvenes, en los primeros, por complejos patológicos en que se destacan la neumonía y la diarrea, y en las segundas, por tuberculosis y fiebres puerperales. • 2. La etapa de descenso y desaparición de las pandemias. En esta etapa, que sucede a la anterior, la desnutrición es menor, desaparecen progresivamente las enfermedades transmisibles y predominan los niveles endémicos elevados de enfermedades parasitarias y deficitarias. Los grupos más afectados siguen siendo los niños y las mujeres jóvenes, ambos afectados por patologías del período materno-infantil, especialmente de tipo infeccioso. La progresiva reducción de la frecuencia de enfermedades infecciosas implica que aumentan proporcionalmente las enfermedades no infecciosas. Esta etapa presenta tres características: La mortalidad disminuye debido a la reducción y desaparición de las epidemias; aumenta la esperanza de vida; y ocurre crecimiento poblacional debido tanto a la reducción de la mortalidad como a la elevada fecundidad. • 3. La etapa de las enfermedades degenerativas y producidas por el hombre. Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer predominan sobre las infecciosas. La morbilidad comienza a eclipsar a la mortalidad como indicadora de salud. Aumenta la prevalencia de enfermedades mentales, adicciones y problemas de contaminación. Esta etapa presenta las siguientes características: la mortalidad continúa descendiendo y se estabiliza en niveles bajos; la esperanza de vida al nacer aumenta y supera los 50 años; y el crecimiento poblacional se hace más dependiente de la fecundidad que de la mortalidad. • En 1986, Olshansky y Ault propusieron una cuarta etapa a la teoría de la TE: • la etapa de las enfermedades degenerativas tardías, caracterizada por un aumento en la esperanza de vida que beneficia las edades más avanzadas y se distribuye, de forma más o menos homogénea, entre hombres y mujeres, y un retraso en las edades en que las principales enfermedades degenerativas causan la muerte. Los patrones de mortalidad y morbilidad por grupos de edad son similares a los de la tercera fase de Omran, pero se observa incremento de la mortalidad por enfermedades degenerativas en edades avanzadas. Olshansky y colaboradores describieron posteriormente una quinta etapa caracterizada por la emergencia de las enfermedades infecciosas. • Pero no es tan simple… • En 1969, la máxima autoridad médica de EEUU, William Stewart, declaró frente al congreso que era “momento de cerrar el capítulo de enfermedades infecciosas como amenaza grave a la salud pública”. Evidentemente, no previó la epidemia global de VIH/sida, o de otros patógenos emergentes como el ébola o el zika, ni los retos que representa la resistencia antimicrobiana. La realidad actual es que la desnutrición y la pobreza, aunadas a los desequilibrios ambientales, la explosión demográfica y la globalización, son un terreno fértil para la emergencia de nuevos patógenos (previamente limitados a ciclos selváticos) o el aumento de infecciones que estaban bajo control (como por ejemplo, la tuberculosis, con la aparición de cepas multirresistentes, o el dengue, con la reaparición del vectoren las Américas). • Si bien estamos viviendo una transición epidemiológica hacia enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades infecciosas emergentes (sobre todo aquellas transmitidas por vectores) y reemergentes (las bacterias resistentes a antibióticos) representan una amenaza real y presente a nivel global. • La distinción entre enfermedad infecciosa y crónica no está tan claramente marcada como pensábamos • De hecho, los agentes infecciosos y los procesos inflamatorios causados por los mismos juegan un papel importante en el origen de enfermedades crónicas como el cáncer cervical (asociado al virus del papiloma humano), la úlcera gastrointestinal (asociada a la bacteria H. pylori). • Estudio Framingham - Factores de Riesgo • Este estudio supone un cambio en la Medicina Epidemiológica, considerando “los factores de riesgo” como elementos que aumentan la frecuencia de una enfermedad con carácter predictivo. Se inicia en 1948 el Estudio del Corazón, por el Instituto Nacional Cardiaco NHLBI y la Universidad de Boston, identifica los factores comunes que contribuyen a enfermedades cardiovasculares (CVD), siguiendo por 3 generaciones a los participantes. • Framingham es una ciudad situada en el estado de Massachusetts con una población de 68.000 habitantes. Al haberse realizado anteriormente un estudio en dicha población sobre la tuberculosis en 1918 y por la proximidad a Boston, se inicio el estudio en medicina que lleva dicho nombre. • Es un Estudio de Cohortes (epidemiológico, observacional, analítico), longitudinal prospectivo, comparando la frecuencia de la enfermedad entre dos poblaciones, que inicialmente no tienen la enfermedad, expuestos a un determinado factor de riesgo un grupo y otro no. Propio de estudios con grandes tamaños muestrales, con gran duración en el tiempo. • El estudio comenzó en 1948 con una Cohorte Original de 5.209 hombres y mujeres de Franmingham, entre 30 y 62 años, sin sufrir síntomas de ninguna enfermedad cardiovascular o sufrido un ataque al corazón o accidente cerebrovascular. Global Burden of Disease 2015 The Lancet Estudio de la carga de enfermedades en el mundo • Más del 95 % de la población del mundo tiene algún problema de salud y en muchos casos hay personas con hasta cinco enfermedades, según un análisis del llamado Estudio global de la carga de la enfermedad (GBD) en el periodo 1990- 2013 publicado hoy en la revista británica "The Lancet". • La investigación indica, además, que la proporción de años de vida saludable perdidos por diversas dolencias aumentó al pasar del 21 % en 1990 al 31 % en 2013. • A medida que la población mundial aumenta y se incrementa el número de ancianos, las personas que viven en condiciones no totalmente saludables puede verse incrementada en los próximos años, agrega el estudio, presidido por Theo Vos, del Instituto de Sanidad y Evaluación de la Universidad de Washington (EE.UU.). • Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar en detalle distintos aspectos del estado de la salud de la población en todo el mundo entre los años 1990 y 2013. • En los últimos 23 años, agregan, las principales causas del deterioro de la salud ha cambiado considerablemente. • En 2013, la artritis, los dolores de espalda, la depresión, la ansiedad, el consumo de alcohol y las drogas contabilizaron casi la mitad de los problemas de salud de la población. • Además, los autores señalan que, por ejemplo, el fuerte incremento de los casos de diabetes -que han aumentado un 43 % en los últimos 23 años- contrastó con el incremento de muertes por esta enfermedad, que fue de tan sólo el 9 %. • "El que la mortalidad esté descendiendo más rápido que las enfermedades no mortales y que prevalezcan las lesiones es otra prueba de la importancia de prestar atención al aumento de la pérdida de salud (...) y no centrarse simplemente en reducir la mortalidad"
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