Logo Studenta

DE BODAS- ELIO PALENCIA

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

17
DE BODAS
Piezas breves de Elio Palencia
“CARIBEAN FREUD”
“COMO DIOS MANDA”
“EL TESORO DEL GALLEGO”
“CARIBBEAN FREUD”
Pieza breve de Elio Palencia.
Personajes:
					NOVIO, blanco.
					NOVIA, negra.
				PADRE, zambo.
				MADRE, morena clara.
 				ABUELA, mulata.
				BISABUELA, cetrina.
	 
El NOVIO junto a su MADRE. Esperan impacientes.
MADRE.- ¡Siempre igual de necio! ¡Qué empeño en que viniera tu abuela!
NOVIO.- Desde que volví no la he visto, mamá. Quiero que esté aquí.
MADRE.- ¡Ahí están!
Aparece el PADRE llevando a la octogenaria ABUELA. 
ABUELA.- ¡Al fin se casa! ¿Y la novia? ¿Dónde está la novia? 
PADRE.- Ya viene. Estaban esperando por usted, mamá.
ABUELA.- ¿Por mí? ¡Ni que yo fuera el cura!
El NOVIO los mira con satisfacción y hace un gesto para indicar el comienzo de la ceremonia. Acordes de la marcha nupcial. Tras unos instantes, aparece la NOVIA. La ABUELA la mira, boquiabierta, lleva las manos al pecho y se desmaya. Alarma general.
PADRE.- ¡Mamá! ¡Rápido! ¡Mi mamá!
Los NOVIOS corren hacia la ABUELA.
NOVIO.- ¡Abuela! ¡Abuela! (A LA NOVIA) ¡Mi amor! ¡Parece un infarto! (A LOS PADRES) ¡Apártense! ¡Llamen a una ambulancia!
Los NOVIOS enseguida se disponen para atender la emergencia. El NOVIO comienza a darle masajes en el pecho.
NOVIO.- ¡No te nos puedes morir, abuela! ¡Arriba, abuela, arriba!
Mutación: Treinta años antes. PADRE y MADRE junto al NOVIO NIÑO.
PADRE.- Aunque Su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia.
NOVIO/NIÑO.- Papá…
PADRE.- ¿Sabes por qué no vinieron tus tíos y tus abuelos a tu cumpleaños?
El NOVIO NIÑO asustado niega con la cabeza.
PADRE.- Le dijiste a tu abuela que no querías negros en tu fiesta.
NOVIO/NIÑO.- ¡No, papá, eso no es verdad, yo…!
PADRE.- (SÚBITA IRA) ¡¿No?! ¡¿Le estás diciendo mentirosa a mi mamá?!
NOVIO/NIÑO.- Papá, yo no…
PADRE.- ¡Vamos! ¡Tienes que aprender!
El PADRE conduce al niño hacia el centro, lo desnuda y encadena a un tronco. 
MADRE.- ¡Sólo tiene cuatro años! ¿Y si tu mamá…?
PADRE.- ¡Con mi mamá no te metas! ¡¿Cómo un hijo mío va a decir que no quiere negros en su fiesta?!
Surgen sombras de una familia multicolor encabezada por la ABUELA. El PADRE saca su correa y se prepara para aleccionar en público:
PADRE.- Aunque su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia. (LATIGAZO)
NOVIO.- Usted, abuela, con sus brazos cruzados y su mirada de soslayo, sus várices serpenteando hacia los juanetes. El dedo índice de papá...
PADRE Y ABUELA.- Aunque su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia. (LATIGAZO)
NOVIO.- Su patio de mangos deja de ser inocencia. Duele. Hiede a sospecha y se esfuma el tecnicolor. Todo se reduce al Blanco y Negro... 
ABUELA Y PADRE.- Aunque su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia. (LATIGAZO)
NOVIO.- Yo, trece kilos de palidez enceguecida por ojos lacerantes, incisivos, incómodos, asqueados, compasivos. Usted, turgente, impasible matriarca. Un yo otro. Ridículo. Niño anciano sangrando preguntas en el estómago.
PADRE.- Aunque su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia. (LATIGAZO)
NOVIO.- Quiero volver a ser fecundado, regresar a tu espermatozoide, papá y gritarle al negligente gen de la negritud “¡Domina! ¡No seas recesivo, domina!” Pero abro los ojos y aquí está mi crispada palidez. condenándome... y usted, abuela, no me mira.
PADRE.- Aunque su familia sea negra, verde, roja o amarilla, usted tiene que quererla porque es su familia. (LATIGAZO) ¡Y esta es su familia! 
La MADRE desata al niño. Todos empiezan a salir.
NOVIO.- Entiendo que ya no habrán más piñatas de cumpleaños.
ABUELA.- ¡Acuérdense de mí: ese niño un día va a sacar las uñas!
Sale. Soledad del niño.
NOVIO.- Decido comerme las uñas, devorar cualquier posibilidad de cumplir la sentencia. Me las como y al hacerlo, afilo mis colmillos en un único deseo: ser otro.
Mutación: El NOVIO, creciendo, pinta su rostro de negro, mientras la ABUELA lava, enjuaga, tiende ropa. Él intenta llamar su atención, pero no lo logra. Canta:
“La gente dice que soy el muñeco de la ciudad
porque soy negro negrito con la bemba colorá”
ABUELA.- ¡Necio!
El NOVIO se encasqueta una gran peluca Afro. Acordes de salsa. Baila. La ABUELA lo ignora. Desesperado, se pone una peluca rasta.
NOVIO.- ¡Rasta, abuela! ¡Como Bob Marley!
Se oye Reague y baila. La ABUELA indiferente en sus labores.
NOVIO.- ¡Horas y horas al sol en pueblos de pasado esclavista y dioses Yoruba! (SE CUELGA COLLARES DE SANTERO. CANTA) “¡Látigo, sudor y látigo/ a quien cacao sembró/ Aroa es palma y bebida/ el blanco siente el sabor/ De la caña dulce y fresca/ que amarga la siento yo!”
Tambores. Baila y, ante el desdén de la ABUELA, se corta, frustrado. Comienza a quitarse el maquillaje y los accesorios. 
NOVIO.- Sólo logro quemaduras de Segundo Grado. Y usted no me mira.
Silencio. Tristeza. De pronto, se entusiasma.
NOVIO.- ¡Abuela! ¡Terminé el bachillerato! ¡Voy a estudiar Medicina! ¡Para curar a los pobres, como el doctor José Gregorio Hernández! 
Ella levanta la vista. Tuerce el gesto. Él la mira interrogante.
ABUELA.- ¿Sabes por qué no han canonizado al doctor José Gregorio Hernández? Según dicen “El Siervo de Dios” odiaba a los negros.
Y sale. El NOVIO, frustrado, se quita el maquillaje y sus accesorios.
Mutación: ira de los PADRES. El NOVIO prepara una maleta.
MADRE.- ¡Cría cuervos!
PADRE.- Ya lo dice el dicho: “Eleva a tu hijo unos centímetros del suelo y lo perderás para siempre”.
MADRE.- ¿Dónde vas a estar mejor que aquí?
PADRE.- ¡Ateo y comunista!
NOVIO.- ¡Anarquista, papá, como Bakunin: a la conquista del pan! ¡Edipo necesita zapatos ortopédicos y una mirada menos sangrante! ¡Me voy! 
PADRE.- ¿Te volviste loco o te metieron cilantro en la marihuana?
Cruza la ABUELA.
ABUELA.- ¡Yo lo dije: que un día iba a sacar las uñas!
NOVIO.- ¿Qué uñas, abuela, si siempre me las he comido? 
ABUELA.- ¡Necio!
NOVIO.- ¿Necio por qué? ¿Porque no soy como sus hijos y sus otros nietos, esos que desrizan sus cabellos o los tiñen de rubio, que veneran las marcas y las propiedades, que confunden el llegar a ser alguien con el tener? (Esto lo estoy pensando, abuela, pero no me atrevo a decírselo)
La ABUELA cruza.
ABUELA.- ¡En vez de médico, parece chichero! ¡Un chichero melenudo. malandro y marihuanero! ¿Quién va a confiar en un doctor así?
NOVIO.- De médico rural a una especialización en Canadá. Un avión y otro. Una universidad y otra. Y el mundo no tan ancho ni tan ajeno, lleno de otros que te saben otro... y el mundo reflejándome en el espejo: extranjero, hispanic, negro, indio, rojo, verde y amarillo... otro que a veces ríe y a veces se duele del frío de un buzón mezquino de postales... ganas de hogar ¿qué hogar? Ansia y rechazo de sol caribe y pecho de abuela.
Mutación: diván de un sicoanalista.
NOVIO.- ¡Definitivamente, no puedo seguir huyendo, doctor! Tengo que regresar al país: la gran madre, la abuela, la tierra, ya se sabe... tengo que enfrentar el temor a ese rechazo que reproduzco y me hace sentir en deuda ¿con qué? Tengo que ir y decirle: “abuela (¡gran madre, tierra, país, ya se sabe!) hoy por hoy, he logrado entender, acepto y hasta agradezco esa expulsión del paraiso que usted...” ¡No! ¡Mentira, no acepto ni agradezco un carajo! Me duele tanto desarraigo... ¿Cómo voy a agradecer esta adicción al rechazo? ¡Sí, inconscientemente hago que los demás me expulsen, que me vean como defectuoso! ¡Y, aunque lo sé, no puedo evitarlo! Si ya hasta me he hecho a la idea de que usted, doctor, me diga “¡Ya! ¡Se acabó! ¡No puedo seguir con esta terapia! ¡Vaya a otro analista!” ¡Y yo lo entendería, doctor! Entendería que pensara “¡A ver si termina de decidirse a volver a su país y echa un polvo con su abuela de una puta vez!” Sí, ya lo tengo asumido, doctor... y así será, echar el polvo no, claro, pero ir sí,aunque para gritarle eso que reprimí a los cuatro años: “¡Me jodiste con tu mentira y tu exclusión, abuela!” ¿Sabe una cosa, doctor? No tengo memoria de que dije lo que ella dijo que dije, pero tampoco la tengo de no haberlo dicho. La memoria es selectiva, ya se sabe. No sé si la perdono o me perdono -¿me estoy poniendo un poco ridículo y Nueva Era, doctor?-. En cualquier caso el pasado es pasado y soy quien soy, entre otras cosas por eso ¿no? ¡Pero es que sigue sin gustarme lo que soy y ya no aguanto la imposibilidad de ser lo que me hubiera gustado ser! ¡Ya! ¡Freud, Jung y Lacan debieron haber viajado al Caribe y ver cómo casa El complejo de Edipo con el mestizaje ¿no cree? Un lugar en el que nada más nacer te manosean los testículos para saber si serás blanco o negro y entonces ver cómo te tratarán: ¡Puro pansexualismo freudiano! ¡Estoy harto, doctor. Hice todas mis tareas: me acosté con mi madre, maté a mi padre, pero con mi abuela ¿qué hago? ¿No ha oído que en el Caribe la madre es lo más grande y padre puede ser cualquiera? Entonces, la abuela es doblemente madre y su rechazo es una excomunión. ¡Dios mío, además de todo, sacrílego! ¡No! ¡No puedo seguir así! ¡Se acabó! ¡Me voy! (Pausa. Duda) Pero no al Caribe, no... a Africa. ¡A Africa, que está llena de negritos! ¡A ver si ahora me curo del racismo que nunca tuve! ¿O sí? ¿Qué cree usted? ¡Dígame algo, doctor! 
Pero no hay respuesta. Mutación: PADRE y MADRE leen una carta.
PADRE Y MADRE.- ¿Tanzania?
MADRE.- ¡Termina la especialización y se va a Tanzania con unos Médicos... ¿Sin fronteras?!
PADRE.- ¿Y por qué a Africa?
MADRE.- Hay muchos pobres. 
PADRE.- ¿Y aquí no? ¿Cuándo va a madurar? ¿Cuántas parejas no nos ha traído? ¡Sólo le ha faltado acostarse con un orangután! ¡Mira, quien sabe si en Tanzania…! ¡Más de treinta años y ¿qué tiene?! ¡Ni una relación le ha durado dos semanas! ¡Y en Africa, ya me dirás tú! Tanzania debe ser puro negrito y si de niño dijo que en su casa no quería...
MADRE.- ¿Cuántas veces te dijo que él jamás...?
PADRE.- ¡Mi mamá...!
MADRE.- ¿Cómo iba a inventar eso tu mamá, claro? (LLOROSA) ¡Africa! ¡Tan lejos! ¡Ahora sí que no vuelve!
Mutación: NOVIO y NOVIA, turistas en África, surgen desde un túnel. Se oyen las olas.
NOVIA.- ¿Así que por este hueco salían los negros esclavos? 
NOVIO.- Este hueco era lo último que veían, cuando salían los barcos hacia América. Tus antepasados. Los míos...
NOVIA.- Está bien conocer esto, pero la verdad es que ese lío de la raza ya me agota. Tanto querer demostrar que no eres malo te ha vuelto racista.
NOVIO.- ¿Racista?
NOVIA.- ¡No te dejas en paz por el hecho de haber nacido blanquito y no negro! ¡Ya está bueno, por tu vida! ¡Ni que la codicia y la mezquindad, la bondad o la maldad tuvieran que ver con un color de piel! ¿Acaso aquí en Africa los que joden no son del mismo color que los que están jodidos? 
Silencio. Oleaje. Miran al horizonte.
NOVIO.- De aquí salían.
NOVIA.- No sé si me harta o me conmueve tu apego a tanta incomodidad. ¡Si hubieras nacido en La Habana y crecido en el Período Especial, como yo...! Si pudiera convencerte de que vivir bien puede ser un arte, mi negro. ¡Calobiótica lo llaman! ¡Y uno tiene que hacer lo posible por intentarlo! 
Él la mira. Un beso. Silencio.
NOVIO. - De aquí salían. (PAUSA) Creo que...
NOVIA.- ¿Qué?
NOVIO.- Ya me cansé de África.
NOVIA.- Somos dos. 
Silencio.
NOVIO.- ¿Te gustaría venir conmigo? Estaríamos cerca de La Habana... y podríamos seguir juntos con eso de la Calobiótica...
Ella sonríe en silencio, luego lo mira con complicidad.
 
NOVIA.- ¿Te importa si te respondo después de que vayamos al hotel y echemos un polvo, mi negro?
Desaparecen por el túnel, entre risas. 
Mutación: Aparecen los PADRES con otra carta.
PADRE.- ¿Volver ahora? ¿Justo cuando esto está tan revuelto? ¡Está loco!
MADRE.- ¿A trabajar en un cerro? ¿En un ambulatorio entre ranchos y marginales? ¿Se cree José Gregorio Hernández?
PADRE.- ¡Y ahora con su Teresa de Calcuta!
Mutación: El día de la boda. Los NOVIOS junto a la ABUELA que reacciona, balbucea.
NOVIO.- Está reaccionando... Tranquila, abuela. Respira. Aquí estamos mi mujer y... soy yo, tu nieto. Mírame. Estoy contigo.
La ABUELA lo mira. Trata de reconocerlo.
ABUELA.- Mi nieto, sí... mi mamá te quería. Te quería mucho, sí...
Mutación: La memoria de la ABUELA salta a más de treinta años atrás. Habitación de hospital. La anciana BISABUELA carga en sus brazos un bebé. LA ABUELA los mira con impaciencia. 
BISABUELA.- ¿Por qué tanto apuro? 
ABUELA.- ¡Vamos ligero! Lleva horas haciéndole carantoñas. Es tarde.
BISABUELA.- Es mi primer biznieto.
ABUELA.- Salió a la mamá. 
BISABUELA.- Habrá que ver. Todos los recién nacidos son iguales.
ABUELA.- Ya le revisé las bolitas: son rosadas. Salió blanco.
BISABUELA.- ¡Qué preciosura! (AL BEBÉ) ¡Vas a ser médico! ¡Como el doctor José Gregorio Hernández! ¡Para curar a los pobres! ¿Verdad que sí?
ABUELA- ¡Ya, mamá, vámonos! Mis hijos, sus nietos, que también existen, deben estar llegando de la escuela y no he preparado almuerzo. 
BISABUELA.- ¡Está bien! (AL BEBÉ) Esta vieja se va. ¡Que Dios me lo bendiga, me lo favorezca y me lo libre de todo mal y peligro. Amén! 
Dejan al bebé y van de salida.
ABUELA.- ¡A ése sí lo abraza, claro: como es blanco! ¡En cambio a los míos como me salieron negros...!
BISABUELA.- ¿Hasta cuándo, hija? Eres una vieja ya, ¿vas a seguir con esa necedad? 
ABUELA.- Igual que con mi hermana, que en paz descanse: a ella siempre la quiso porque salió blanca como usted. En cambio a mí... ¿A que hubiera preferido que me muriera yo y no ella?
La BISABUELA voltea y la mira con violencia y va a responder algo, pero finalmente desiste y suspira con pesar. 
BISABUELA.- Necia. ¡Bien necia!
Mutación. El día de la boda. La ABUELA balbuceante, aturdida.
NOVIO.- ¡Ya está volviendo en sí! ¡Ya podemos empezar!
ABUELA.- ¿Empezar con qué?
NOVIO.- Con mi matrimonio, abuela. Estamos aquí para eso. 
ABUELA.- ¿Para eso? ¡No! ¡Que me lleven a mi casa!
Se levanta y avanza, decidida a irse. El NOVIO va tras ella. 
NOVIO.- ¡Abuela! ¿Qué pasa? ¿Cómo que se va? ¡Es mi boda! 
La ABUELA voltea y lo mira. Un silencio con sombras a la expectativa.
ABUELA.- ¿Tú crees que yo voy a ver cómo te casas con esa negra tan renegra? (PAUSA) ¡Yo no quiero más negros en mi familia!
Sale. El NOVIO perplejo. La NOVIA va hacia él. 
NOVIO.- Mi abuela...
NOVIA.- Déjala. 
NOVIO.- Pero... Yo quería... 
NOVIA.- ¿Qué?
NOVIO.- ¿Y si yo lo que quería era que...? ¿Si regresar, si esta boda...? ¿Y si yo sólo iba a casarme contigo por...? 
Ella lo mira y sonríe con un gesto de paciencia.
NOVIA.- ¿Importa algo?
Él la mira un tanto avergonzado, pueril.
NOVIO.- Es... necio ¿no? 
NOVIA .- ¡Tú eres necio, mi amor! ¡Y hasta un poquito racista como tu abuela pero ¿qué le vamos a hacer? Eres así y yo te quiero. Porque a mí me enseñaron que aunque mi familia fuera blanca, verde, roja o amarilla, yo tenía que quererla... Y tú hace rato que eres mi familia. Así que, por tu vida, vamos a dejarnos de necedades, ¡y a casarnos de una puta vez, mi negro!
Enérgica, conduce al novio hacia el altar y con un gesto indica el comienzo de la ceremonia. Él se deja llevar en medio de sus interrogantes. Ella sonríe triunfadora. Se oye la marcha nupcial. 
Oscurece lentamente.
FIN de CARIBEAN FREUD
“COMO DIOS MANDA”
Monólogo de una novia plantada 
escrito por Elio Palencia
Personaje:
SONIA
Texto escrito para el proyecto Novi@s –Teatro de Calle- dentro del marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas 2006.
El personaje de SONIA fue interpretado por la actriz
Maritza Cabello
Producción:
Juan Carlos Azuaje
Dirección
Mario Sudano
JUNTO A LA CAPILLA DE SAN MIGUEL DE GUARIRE, SE ENCUENTRA, ENFUNDADA EN SU TRAJE DE NOVIA, SONIA, INTENTA CON DIFICULTAD, SER DISCRETA MIENTRAS ATRAVIESA POR LA MUCHEDUMBRE (EL PÚBLICO) Y HABLA POR SU CELULAR., PARA UBICARSE CERCA DE UN ARBOL DE LA PLAZA.
¡Alex! ¡Alex, soy yo! ¡Haz el favor de dar la cara! Aunque no te lo voy a perdonar,¿oíste?! ¡Nunca! ¡Cobarde! ¡Mariquito!
Y CUELGA RABIOSA. PIENSA. NO SABE QUÉ HACER. SE OYE EL CELULAR. CONTESTA.
 No, mamá, no me he ido. Aquí estoy, al lado de la capilla, bajo el samán (…) No, no me he arrancado el vestido, ni el velo. Sigo con los tacones y no he estrellado contra el suelo las flores ni las perlas de mi abuela. ¡Aunque ganas no me faltan! (…) ¿Y a mí qué me importa que el padre García no haya llegado, mamá? A mí quien me tiene mal es Alex y esta vergüenza que (…) ¿Tiempo para qué, mamá? Alex es más puntual que cobrador de Electrolux: si no ha llegado es porque no viene (…) No, no me voy y tú organiza a los invitados para rezar los rosarios que quieras, pero yo… ¡Y no me digas “pobrecita” que yo…! (SE CORTA LA COMUNICACIÓN. EN SU DECEPCIÓN) ¿Por qué Alex? Me dijiste que sí, que todo chévere, que montábamos este show, complacíamos a nuestros padres, le tapábamos la boca a todo San Miguel de Guarire y hasta nevera y cocina nos quedaba ¿Por qué? ¿Me saliste cobarde, al final? ¡Yo creí que te conocía mejor que nadie! (CELULAR) ¿Martha? No, estoy aquí, bajo el samán. (…) No lo encuentro (SIN ENTENDER) ¿Una señal? ¿Qué señal, Martha? ¡Esto no es más que una raya más! (LLOROSA) ¡Con lo que todo San Miguel de Guarire ha hablado de mí y encima ahora cargar con la etiqueta de “novia plantada”! ¿Cómo no me voy a poner así, mamita, si me siento decepcionada, traicionada? ¿Cómo iba a suponer yo que Alex, mi mejor amigo, me iba a salir con esto? ¡A mí, que ante todo soy su amiga! ¡Más: confidentes, cómplices! ¿No te he contado la historia mil veces? Desde el liceo, donde éramos los raros… él por calladito, con sus culos de botella leyendo por los rincones… y yo, por esta cara de ovario atragantado, siempre discutiendo y soltando gritos en la cancha de basquet… Él por sus revistas de diseño y sus lentejuelas para cualquier acto cultural y yo por mi ‘Mecánica Popular’ metiéndole mano a la Vespa de mi hermano (MÁS TRISTE) Amigos desde que cantábamos en la parroquia y no había convivencia, ni rosario en familia, ni retiro espiritual en el que no nos juntáramos para huir de tanto jueguecito de oligofrénicos y tanto “Alabaré, alabaré”, y compartíamos lo que sufríamos por sentirnos tan solos, tan marginados, tan…(…) ¿Señal de qué? De que tenías razón y debíamos irnos tú y yo a Canadá a “vivir libres” ¿Libres qué? ¿Sirviendo hamburguesa y limpiando baños? ¿trabajando de putas? ¿Qué libertad es esa? ¡No, mi amor, te lo repito: yo soy de aquí y no me he quemado las pestañas para ser una inmigrante de tercera categoría! ¡Déjate de señales, Martha. Señal la que tendríamos las dos de por vida, viviendo juntas en San Miguel de Guarire ¡sería insoportable! “Mira, allá viven las tortilleras! ¡No! ¡La gente puede justificar cualquier cosa: que robes, que mates, que trafiques, que engañes, pero que seas maricón o lesbiana, no! (OFENDIDA) ¡No me digas cobarde! ¡Estás hablando como Alex! (SE LE OCURRE ALGO) Oye, ¿sería por eso? ¿Sería que…? Hasta ahora había creído que Alex se había cagado ante todo esto… pero ahora que lo pienso… (SE CORTA) ¡Martha! (PENSATIVA) ¿Qué pasó de verdad? 
SE SIENTA. NOSTÁLGICA.
 ¿Te acuerdas, Alex? Los dos en la moto yendo al río, leyendo, hablando, o simplemente mirando el cielo o intentando hacer una fogata que siempre se apagaba... (SONRÍE CON TERNURA) ¿Recuerdas aquella botella de canelita que nos bajamos, el día que nos confesamos el uno al otro? Yo, que no podía evitar las taquicardias y los sudores cada vez que la profesora de Educación Física, me agarraba los muslos cuando hacía la parada de manos; y tú que… ¡que ibas al grupo de catequistas nada más que porque el padre García cuando te miraba te hacía sentir unas cosquillas muy sabrosas en el pipí! (SONRÍE) Te convencí de que nos hiciéramos novios para que nos dejaran en paz… y años después, nada más graduarnos “¡Cuando se casan? ¡Novio es para casarse! ¿hasta cuándo la maduradera de cambur?” (TRISTISIMA) ¿No estábamos de acuerdo? ¿No habíamos llegado a la conclusión de que si queríamos permanecer en San Miguel de Guarire, lo mejor era jugar a la doble vida? ¿Tú irte a tus aventuras en los pueblos de al lado y yo mantener mi relación con Martha, mientras ante los ojos de todos éramos una pareja “como Dios manda”? A lo mejor, un día, encontrabas tú también tu amor… Si podíamos haber sido el matrimonio perfecto, uno que jamás hubiera perdido la pasión, ni correría el riesgo de agredirse, de aburrirse o de no tener ganas… Habríamos seguido siendo compañeros libres, hasta que la muerte nos separara, Alex… ¡Incluso tenido hijos! Y tus novios y mis novias los hubieran bautizado, y ellos les hubieran llamado padrinos, tíos o lo que fuera. Y nosotros juntos, amigos, cómplices, como siempre… me duele mucho esta decepción… (SECA SUS LÁGRIMAS. PIENSA) Aunque, ¿será que…? ¡Pero has podido decírmelo, Alex y no dejarme así!… (MÁS CONVENCIDA) Sí, puede que… (MARCA EL CELULAR) ¿Sabes qué, Martha? Ahora que lo pienso, Alex tal vez no lo hizo por cobarde. Él será maricón pero cobarde, no. A lo mejor hizo esto para que yo me enfrentara. Para que de una vez saliera del closet ante mis padres… y decidiera dar la cara ante todo San Miguel de Guarire, irme a vivir contigo a plena luz del día y empezar a hacer que nos respeten tal y como somos. Lesbianas, que no es decir criminales (…) ¡No, en Canadá no, Martha, aquí! ¡Aquí y sin miedos, ni hipocresías, sin hacerle el juego a la doble moral, defendiendo nuestro derecho a vivir en paz siendo quienes somos de verdad!… Ahora lo entiendo, Martha. Ese es el mensaje de Alex con este embarque (VALEROSA) ¡Voy a llamar a mi mamá y a mi papá! Y se lo voy a decir, les voy a decir que soy “eso” que no quieren nombrar y que ellos saben ¡Los padres siempre saben! Saben más que el arroz chino, pero como mientras algo no se nombra, no existe, pues… Y uno por miedo les sigue la corriente. Que lo sepan: soy Lesbiana, tortillera, cahapera, marimacha, machorra ¡del otro lado! ¡Lo que quieran, pero existo y soy un ser humano digno! ¡Y no me caso y les digo que te adoro y que me voy a vivir contigo porque no me importa lo que digan porque que de ignorancia está repleto el mundo! (PREOCUPADA) ¿Martha? ¿Martha, estás ahí? (ENTERNECIDA) ¿Estás emocionada, mi vida? ¡Te amo, te amo, te amo! Hablamos ahora, mamita, voy a ir y decírselo, ¡pero ya! ¡Nada lo va a impedir! (DECIDIDA VA HACIA LA IGLESIA CUANDO SE OYE EL CELULAR) ¿Papá? Sí, bajo el samán, pero iba para adentro a hablar con ustedes porque… (PACIENTE) Sí, ya sé que se gastaron un realero, el vestido, la misa, los anillos y la fiesta en la Asociación de ganaderos con la torta de tres pisos, pero... (ALGO INDIGNADA) ¡¿Por mí?! No, ya va, papá, ustedes lo hicieron porque quisieron, para que a todo San Miguel de Guarire le quedara claro que sus hijos, después de quince años de novios y un millón de murmuraciones se casaban “Como Dios manda”, porque la verdad es que…! (…) ¡Pues, se devuelven los regalos, papá! Sí, ya sé que el padre García no ha llegado, que todavía hay tiempo, pero el asunto es que esto me ha hecho pensar y acabo de tomar una decisión: quiero dejarme de mascaras y mentiras y… (SORPRESA. SE DESCOMPONE) ¿Una casa? Espérate, papá, ¿cómo es eso de una casa? ¿Qué nos tenían esa sorpresa a Alex y a mí? ¿Una casa? (DESARMADA) Claro, claro… si no hay matrimonio, no hay… (EN UN HILO) casa… 
EL PADRE HA COLGADO. ESTÁ TAN ATURDIDA QUE TARDA EN ESCUCHAR EL CELULAR. CASI AUTÓMATA, LO TOMA Y RESPONDE.
¿Sí? 
AL ESCUCHAR, GRITA SOBRESALTADA. FURIOSA.
 ¡Alex! ¡¿Dónde coño te…?! ¿Cómo has sido capaz…? Yo no entiendo nada: primero pensé que te habías arrepentido, y eras un mariquito cagón, después creí que querías darme una lección de valentía, que te habías convertido en un militante gay y ya te veía en las calles con una pancarta “Gays y Lesbianas de San Miguel de Guarire: Uníos!” (SORPRENDIDA) ¿Ahora resulta que estabas echando un polvo en un hotel de carretera? Entonces, Alex ¿por qué estás llamando? Mira que todavía hay tiempo de que nos casemos porqueel padre García no ha llegado y… (EN INCRÉDULO GRITO) ¿Quéééé? ¡¿Que pasaste la noche con… el padre García?! (PERPLEJA, REACCIONANDO) Entonces, ¿eso quiere decir que nos casamos o no nos casamos? Porque ¿sabes? mi papá acaba de decirme que nos tienen una sorpresa: ¡una casa, Alex, una casa en “Los Aguacaticos”! ¿te das cuenta? ¡Pagadita chín chín! Complacemos a todos, Martha se viene a vivir con nosotros y si se entusiasma el curita García podría tener una sucusal de su sacristía en tu habitación. ¡Y quien sabe si más adelante nos da por convertir el garage en la primera Asociación gay de San Miguel de Guarire! ¿Qué te parece? (…) ¡Perfecto! ¡Entonces, dénle clavo! (SE PERCATA DEL DOBLE SENTIDO) Bueno, quiero decir, que se apuren- que aquí se le ha acumulado trabajo a tu novio, porque hay un gentío esperando para que él los case! ¡Corran!
CUELGA FELIZ Y DA UN ORDINARIO SILBIDO LLAMANDO LA ATENCIÓN DE LOS DEMÁS) 
¡Ya llega el padre García! ¡Ya llega! ¡Y mi novio también! El padre estaba en un entierro ¡qué digo! en una extrema unción pero enseguida está aquí. ¡A prepararse que la boda va! 
DENTRO DE LA MUCHEDUMBRE (EL PÚBLICO), UBICA A “ALEX” Y VA A SU ENCUENTRO.
¡Alex, mi vida! ¡Qué susto me diste! ¡Ahora sí, que todo San Miguel de Guarire se engrape esas bocas, porque tú y yo, el mariquito y la tortillera, nos casamos con casa propia ¡ y por amor!… (CÓMPLICE. PÍCARA) Yo por amor a Martha y tú por amor a nuestro párroco, que también tiene derecho. Y todo ¡Como Dios manda!
SE OYE LA MARCHA NUPCIAL. LA CEREMONIA VA A COMENZAR.
FIN de “COMO DIOS MANDA”
“el tesoro del gallego”
Monólogo para un novio plantado 
escrito por Elio Palencia
Personaje:
XAVI
Texto escrito para el proyecto Novi@s –Teatro de Calle- dentro del marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas 2006.
El personaje de XAVI fue interpretado por el actor
William Goite
Producción:
Juan Carlos Azuaje
Dirección
Mario Sudano
XAVI, desconcertado y triste, CON SU TRAJE de novio, habla con un acento gallego en extremo suave y cadencioso, COMO CON MILENARIA TRISTEZA Y ETERNO ASOMBRO; CON LA DULZURA DE UN tosco ANGEL SONRIENTE. 
Se dirige a un grupo de espectadores a los que identifica como su familia.
¡Qué vergüenza!… no tenía idea de que algo así iba a pasar. Madre, padre, hermanos… ¡Con todo el esfuerzo que habéis hecho! Viajar de Lobeira a Ourense, de Ourense a Santiago para tomar el avión, gastarse la cosecha para venir a esta, mi boda, al otro lado del mar… todo para este plantón… ¡lo siento, lo siento mucho! 
Pero les juro que yo soy el primer sorprendido. Hasta ayer mismo Mileidy estaba tan contenta que… ¡y su familia! Su mamá terminándole los trajecitos a los pajes y los hermanos diciéndome “Javi, cuñado, galleguiño, una cervecita para el musiú de la familia” –musiú, porque aquí llaman musiú a los fuereños como uno- (DESCONCERTADO)… No sé qué pudo pasar… Y la culpa ha de ser mía, seguro. Sí, mía. Y ustedes bastante que dijéronme: “¡Cuidado, Xavi, cuidado con ese afán de mujer en las Américas!” Pero, algo tenía que hacer ¿no? Pensar en seguir sin mujer, en esas montañas, entre castañas, cerdos y cabras… ¡La soledad es tan mala consejera! Por eso lo decidí ¿recordáis? Y seguí tu consejo, Luisiño: “¡Vete al Caribe, Xavi, viaja!” y me fui a esa agencia en Ourense y pagué aquel viaje a Cuba… ¿Turismo sexual? ¡Pues, sí, hombre sí, qué más da! ¡Uno se cansa de tanta cabra y tanto puticlub! ¡De tanto desprecio, tanto feminismo y tanta hostia! Tres veranos seguidos en La Habana y Varadero y las mulatas que muy bien, pero terminan jineteándolo a uno. Sí, alíviante las ganas, ligerito quédaste, pero los bolsillos también quédanse hechos una pena… entonces, vi aquello de la televisión y Venezuela con el orgullo de sus mujeres y sus misses 90-60-90 y dígome: “Vete para allá, Xavi, que quien quita que encuentres mujer” ¡Y la encontré! ¡Mileidy es “demasiado”, como dicen aquí! (A UNO) ¿Verdad que las mujeres de aquí son las mejores? ¿Verdad que sí? (SUSPIRA EN SU SUEÑO HERIDO) ¡Era verdad! ¡Cualquier sueño que haya tenido allá en el pueblo se queda corto, padres! ¡Os lo juro! Porque no sólo son bellas, sino a la usanza suya, madre, como las que ya no hay. Parecen modernas, claro, pero en el fondo fondo siguen siendo como hace siglos como cuando no sabían se sabía de esas tontería del feminismo y la igualdad… ¡Viven por uno y para uno! ¡Si no están con un hombre no existen, no son, se sienten nada! Y como no leen sino revistas de farándula, no entran en profundidades. Eso las diferencia de las cubanas, que me hacían sentir un burro con euros… (SONRÍE CÁNDIDO, MARAVILLADO) Por ejemplo Mileidy jura que es muy independiente, ¡pero ella y sus amigas siempre hablan de “un tipo que las resuelva”! ¿No es maravilloso? ¡Saben que solas pueden resolverse! Para ellas la liberación de la mujer es comprar todo lo que puedan, saber que pueden hacerse las tetas (¡con perdón, madre!) Ponerse más de aquí y de allá, tener muchos cosméticos, trapos y soñar que a los cuarenta podrán hacerse la liposucción y ponerse silicona. ¡Mira qué liberación más infantil! Y te llaman “Papito” “Papichurri” Claro, porque aquí muchos padres brillan por su ausencia y siempre te ven como hijas sedientas de un papá que las cuide ¿No es hermoso? Además están tan dispuestas a ser tu mamá, les encanta que les digas “Mamita” “Mamacita” y están muy preparadas, porque como la mayoría de los hombres son niños grandes, con miedo a la responsabilidad y al compromiso, buscan que su mujer sea también una mamá que los consienta y les perdone hasta la peor falta de respeto. ¡Es estupendo! (MÁS MARAVILLADO) ¡Y la decencia! ¡Madre, adoran la virginidad, siguen pensando que es un cofrecito de mucho valor! ¡Por eso me enamoré mucho más cuando Mileidy me dijo: “Por detrás, Xavi, por detrás, mira que quiero llegar blanca y pura al matrimonio!” ¿No es una dulzura? Además, les encanta sufrir, como antaño, porque mientras más sufren más se parecen a las protagonistas de las telenovelas. Y ellas mismas construyen a sus machitos. Dicen: “Yo tengo mi toro suelto, allá las que tienen que amarrar a sus vacas”… ¡Adoran a sus hijos varones! ¡Pueden celarlas y explotarlas como les dé la gana! ¡Y ellas tan felices, madre! ¡Es un privilegio ser varón aquí! ¡Hagas lo que hagas, “sigues siendo el rey”! Y las niñas. Las crian para que su destino sea el mismo: un hombre… ¡sí, todavía las llaman “hembras””! Ni se han enterado de que “hembra” es una palabra que se aplica a animales y vegetales y no a personas. Ellas son “hembras”, como las perras y las gatas, y ellos “varones” que sí quiere decir persona… Imagináos que hace poco salió una canción que decía “Eres mi cachorrita, mamá, yo soy tu perro y voy a morderte” ¿Creéis que se alborotaron para protestar y gritar ofendidas como lo hubieran hecho en Europa? ¡No, la bailaban con orgullo! ¡El orgullo de ser hembras! ¿No es increible? ¡Sí, para ellas no ha pasado el pensamiento del siglo XX con respecto a la mujer! (AÚN MÁS MARAVILLADO, EN SU SONRISA) ¡Siguen creyendo que si no tienen un hijo no están completas! ¡Aunque no tengan con qué mantenerlos o darles educación y después vayan a ser pobres o frustrados! ¿No es alucinante? Además, aquí el macho es sagrado y siempre inocente: por ejemplo, si las maltrata o las traiciona, ellas no van a culparlo a uno, no, ellas van a por la otra hembra que les ha quitado su macho. Puede que te insulten y se quejen, pero, a la larga, siempre el reclamo y la culpa es para otra mujer: la suegra, la compañera de trabajo, la jefa. Se creen libres cuando en realidad están esclavizadas a unas creencias antiquísimas –¡como de la época de abuela, madre! ¡Y felices!- Y como aquí se glorifica tanto la juventud, con tal de no quedarse solas, se operan y hasta son capaces de humillarse y soportarte todo con tal de que no las dejes! ¡Para uno es fantástico! Y si acaso llegara otra mujer –un especimen raro- a hablarles de la verdadera libertad, no hay nada qué temer porque ellas mismas la descalifican enseguida: “¿Qué va asaber esa si ni se pinta? ¿No ves que es gorda? ¡Esa lo que está es loca, amargada o falta de macho! ¡Seguro es tortillera!” Hasta las más fuertes, que crian solas siete hijos y trabajan de sol a sol, se sienten nada sin un hombre al lado ¡aunque sea un bestia!… Por eso yo me sentía tan afortunado, porque había encontrado un tesoro de esos, ¡mi Mileidy!… Para ella levantarse a un extranjero blanco era como sacarse la lotería. ¡Aunque sea un criador de cerdos y cabras como yo, madre! ¡Y no por racismo, no, pero dicen que así “mejoran la raza”! (RÍE CON TERNURA) ¿No es divertido? 
(PAUSITA. SUSPIRA MELANCÓLICO) ¡Mileidy Estaba tan ilusionada con conoceros y con tener su pasaporte de la Unión Europea! ¡Con venir a Galicia y parir sus “carajitos café con leche o, preferiblemente rubios” ¡Soñaba con conocer la nieve y con enviar euros a su familia! Ayer mismo le decía a sus amigas “¡Muérete, ¿quién me aguanta a mí en España!” ¡Tan linda! (LLORA QUEDITO)
Esto es una tristeza, madre… un dolor muy grande, porque no me lo esperaba, de verdad, yo creí en ella. En Mileidy, mi tesoro, una mujer como las que no hay: hembra, hecha para su macho. ¡Una mujer dotada con tantas virtudes, ¿eh?! Mileidy, mi Mileidy! (SE SECA LAS LÁGRIMAS)
Bueno, nos tendremos que ir ¿no? Un hombre no debe llorar. Ni siquiera por una mujer como Mileidy. (JUSTIFICÁNDOLA TIERNO) Tal vez, le dio morriña de su terruño y se arrepintió de irse a una montaña gallega con un pobre campesino, inculto y cuarentón como yo. Dejar esta tierra tan calentita… 
Y VA A MARCHARSE CABIZBAJO CUANDO SUENA EL CELULAR.
¡¡Mileidy!! (A LOS OTROS) ¡Es Mileidy! (AL TELÉFONO. DULCISIMO) Tesoro, cariñín, yo comprendo este plantón, pero creo que has podido decírmelo y… (SORPRESA) ¿Qué? ¿Qué estáis subiendo a los coches? ¡que digo! ¿a los carros? ¿Qué venís ya? ¡Claro, claro, aquí estamos esperandóos: madre, padre, mis hermanos, mis cuñadas de Lobeira, todavía alucinando con el Trópico! Cariñín, Tesorín, yo pensaba que… que te habías arrepentido y que… por la hora, claro. Te espero, sí, os espero, mi rapaciña, mi cachorrita… (CUELGA FELIZ. EN INCONTENIBLE EMOCIÓN) ¡Viene! ¡Ya viene! Es que… lo había olvidado, pero hay un pequeñín defecto de aquí que había olvidado, la impuntualidad y más en las mujeres. Se creen importantes si llegan tarde: Y, claro: “mujer que no llega tarde, no es mujer” ¡¿Tiene gracia, eh?!
AL MOMENTO DE LAS BODAS COLECTIVAS, SELECCIONA A UNA “MILEIDY” y VA HACIA ELLA.
¡Mileidy, tesoro, cariñín! 
BODA.
FIN de EL TESORO DEL GALLEGO

Continuar navegando

Materiales relacionados

Preguntas relacionadas