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1 LAS NUEVAS TEORÍAS DEL COMERCIO ENTRE PAÍSES INDUSTRIALES1, 2 Paul Krugman3 Desde hace un tiempo la mayoría de los estudiantes de comercio internacional tiene, como mínimo, una sospecha oculta de que los modelos convencionales sobre ventajas comparativas no explican de manera adecuada el comercio mundial. Esto es particularmente verdadero en lo que atañe al comercio de bienes manufacturados. Tanto al nivel macro de los flujos agregados de comercio, como al nivel micro de las estructuras de mercado y las tecnologías, es difícil reconciliar lo que vemos en el comercio de manufacturas con los supuestos de la teoría del comercio estándar. En particular, gran parte del comercio mundial de manufacturas es un comercio entre países industriales con similares dotaciones relativas de factores; es más, gran parte del comercio entre estos países involucra intercambios de doble vía entre bienes producidos con proporciones factoriales similares. ¿Dónde está la fuente de la ventaja comparativa? Aún más, la mayoría de las industrias manufactureras se caracterizan por tener al menos algún grado de retornos crecientes (especialmente si incluimos a las economías de escala dinámicas asociadas con la I+D4 y la curva de aprendizaje). Asimismo, la mayoría de las industrias manufactureras son imperfectamente competitivas, al menos hasta algún punto. ¿Puede un modelo que supone retornos constantes, tecnología exógena y competencia perfecta dar una guía adecuada para la política comercial en estas industrias? En respuesta a estas preguntas, muchos economistas han propuesto alternativas a la teoría convencional del comercio. Las alternativas incluyen la visión del "ciclo de producto", con el acento en la innovación endógena y la difusión de tecnología; el argumento de muchos observadores que sostienen que gran parte del comercio entre países industriales está basado en economías de escala más que en ventajas comparativas; y el argumento común de que un 1 Publicado originalmente en idioma inglés como Krugman, Paul (1983), "New Theories of Trade Among Industrial Countries", The American Economic Review, Vol. 73, No. 2, Papers and Proceedings of the Ninety‐Fifth Annual Meeting of the American Economic Association (May 1983), pp. 343‐347. 2 Traducción al castellano realizada por el Prof. Carlos Bianco, docente‐investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). 3 Massachussets Institute of Technology (MIT). 4 Aclaración del traductor: Investigación y Desarrollo (I+D) 2 mercado doméstico protegido puede promover exportaciones. Hasta hace muy poco, sin embargo, ninguna de estas alternativas fue presentada de una forma en que los economistas la llamarían propiamente un modelo: esto es, una estructura formal en la que el macro‐ comportamiento se deriva a partir de micro‐motivaciones. Aunque plausibles, esta falta de formalización esencialmente les negó la entrada como alternativas de la ventaja comparativa en la corriente principal de la economía internacional. Sin embargo, en los últimos cinco años aproximadamente, se ha producido un cambio significativo. Un buen número de teóricos han comenzado a aplicar al comercio internacional métodos tomados de la teoría de la organización industrial, de modo de producir un nuevo género de modelos de comercio. Estos modelos ofrecen una nueva forma de mirar al comercio, particularmente al comercio de manufacturas entre países industriales. Un rasgo característico de los nuevos modelos es que a menudo se basan en supuestos muy especiales. Esto probablemente sea inevitable: dada la inherente complejidad del mundo, una vez que se cae el gran artilugio simplificador de los retornos constantes, solo bajo ciertos supuestos especiales tendrá lugar un análisis manejable. Sin embargo, a pesar del carácter especial de los modelos individuales, la nueva literatura sobre comercio está comenzando a dar lugar a conceptos que lucen más generales que los modelos particulares utilizados para ilustrarlos. El propósito de este artículo es reseñar dos de tales conceptos que considero importantes y más generales en la aplicación, en relación con los modelos individuales en que han sido expresados. El primero es la teoría del comercio "intraindustrial", una visión que incorpora a las economías de escala además de las ventajas comparativas como las principales causas del comercio y de los beneficios del comercio. El segundo (aunque menos desarrollado) se trata de la teoría de la competencia tecnológica, que puede comenzar a echar alguna luz sobre la dinámica de la competencia internacional en industrias intensivas en investigación. I. La Teoría del Comercio Intraindustrial El hecho de que los retornos crecientes puedan ser una alternativa a las ventajas comparativas a la hora de explicar el comercio ha sido ampliamente reconocido como punto teórico. Muchos economistas también han sospechado que las economías de escala de hecho juegan un rol importante en el comercio de manufacturas entre países industriales, quizás más importante que las diferencias en la dotación de factores. El problema para hacer de esto más que 3 una sabia observación ha sido la dificultad de introducir las economías de escala en modelos formales de comercio. La forma tradicional de hacerlo es suponer que los retornos crecientes son completamente externos a las firmas. Sin embargo, los modelos resultantes de este supuesto nunca han tenido mucha influencia. Las economías externas son demasiado vagas y difíciles de medir como para ser una explicación atractiva de los patrones comerciales. Parecería que para lograr el "sentido" correcto, una formalización del rol de las economías de escala debe poner el acento en las economías de escala internas; y esto, hasta hace muy poco, no ha sido algo que los teóricos del comercio supieran hacer. Sin embargo, en los últimos años finalmente ha emergido una visión relativamente coherente del rol de las economías de escala en el comercio. Esta visión ‐que podríamos denominar solemnemente como "la teoría del comercio intraindustrial"‐ fue desarrollado por un conjunto de autores que encontraron las técnicas de modelización necesarias en los desarrollos recientes de la teoría de la competencia monopolística. La idea básica de la teoría es extremadamente simple. Distinguimos entre dos clases de comercio: el comercio interindustrial basado en las ventajas comparativas, y el comercio intraindustrial basado en las economías de escala. La estructura industrial de la producción de un país estará determinada por su dotación de factores. Sin embargo, al interior de cada industria se supone que existe un amplio rango de productos potenciales, cada uno producido bajo condiciones de retornos crecientes. A causa de estas economías de escala, cada país producirá solo un subconjunto limitado de productos en cada industria, con un patrón de especialización intraindustrial ‐qué país produce qué producto‐ esencialmente arbitrario. Las implicancias para el patrón de comercio son directas y empíricamente plausibles. Cada país será un exportador neto en aquellas industrias en las que tenga ventajas comparativas, tal como sugiere la teoría convencional. Sin embargo, a causa de la especialización intraindustrial, cada país importará algunos productos aún en industrias en las cuales es un exportador neto, y viceversa; esto es,habrá comercio intraindustrial además de comercio interindustrial. Es más, cuanto más similares sean los países en términos de su dotación de factores, menos diferentes serán sus estructuras industriales, y por lo tanto una mayor parte de su comercio tendrá un carácter intraindustrial. 4 Si la teoría del comercio intraindustrial es tan simple, ¿por qué se trata de un desarrollo novedoso? La respuesta, en parte, es que no lo es: la historia básica recién descripta puede ser encontrada en muchas discusiones informales sobre comercio en los 1960's. Sin embargo, un modelo formal de comercio intraindustrial debe lidiar con el problema de la estructura del mercado. La existencia de economías de escala significa que los mercados pueden no ser perfectamente competitivos. Estos mercados pueden ser caracterizados por la competencia monopolística chamberliniana, y de hecho la historia de la diferenciación de productos cum economías de escala parece encajar muy naturalmente con este enfoque. Nótese que no necesitamos creer que el equilibrio chamberliniano es realmente una descripción realista del mundo. El punto es que se trata de un artilugio útil para cerrar el modelo, y es en algún sentido menos irreal que la competencia perfecta en este contexto. De esta forma, un conjunto de economistas, incluyendo a Avinash Dixit y Victor Norman, Kelvin Lancaster, Elhanan Helpman, Wilfred Ethier, y yo (1981) hemos presentado modelos chamberlinianos que formalizan la historia arriba descripta. Estos modelos difieren en detalles, pero poseen una fuerte semejanza familiar entre ellos, lo que justifica que nos refiramos a una "teoría". Por lo tanto, la teoría del comercio intraindustrial provee una explicación prolija de los rompecabezas empíricos puestos por el comercio de manufacturas entre países industriales. Explica tanto por qué los países similares comercian tanto entre sí, como por qué una parte importante de su comercio se trata de intercambios de doble vía de productos similares. También provee algunas nuevas e interesantes percepciones sobre los efectos del comercio sobre el bienestar y la distribución del ingreso. Los modelos tradicionales tienen efectos distributivos muy fuertes: aún cuando la liberalización del comercio puede hacer mejorar potencialmente a todos, el movimiento de la distribución del ingreso es siempre suficiente como para garantizar que caiga el ingreso real de los factores de producción escasos. Sin embargo, en presencia de retornos crecientes a escala, esto no sucede necesariamente. Las economías de escala producen algunas ganancias extra, en la forma de una mayor producción y de una mayor variedad de productos. Si los cambios en la distribución del ingreso no son tan grandes ‐si, por ejemplo, la liberalización del comercio tiene lugar entre países con dotaciones relativas de factores semejantes‐ las ventajas de un mayor mercado pueden pesar más que los efectos distributivos del comercio. Esto significa que los efectos distributivos del comercio pueden depender de sus causas. Si las economías de escala son poco importantes en términos relativos y los países difieren sustantivamente en su dotación de factores, tendremos el resultado convencional de Stolper‐Samuelson de que los factores 5 escasos pierden con el comercio. Por otro lado, si las economías de escala son importantes y la dotación de factores es similar, todos los factores ganan del comercio. ¿Pero bajo qué circunstancias tendrían lugar estas condiciones? La combinación de economías de escala significativas con débiles ventajas comparativas es precisamente la que se produce en el comercio de manufacturas entre países industriales. Si creemos que la liberalización del comercio se hace más fácil cuando nadie resulta herido, esto puede ayudar a explicar por qué la gran liberalización comercial del período de posguerra se ha concentrado en el comercio de manufacturas entre naciones avanzadas. II. La Teoría de la Competencia Tecnológica La teoría del comercio intraindustrial parece sugerir que el comercio en bienes manufacturados entre países industriales es algo benigno, que probablemente cause menos problemas de ajuste que otro tipo de comercio, y por lo tanto mucho más fácil de liberalizar. Sin embargo, otra derivación de la teoría reciente sugiere que en ciertos sectores manufactureros ‐ específicamente aquellos en donde la I+D juega un rol crucial‐ puede ser una fuerte tentación para los países a la hora de involucrarse en políticas proteccionistas o intervencionistas. Nuevamente, el concepto básico es bien simple. Aquí adopto una visión más parcial que en la última sección, enfocándome en una sola industria; supongo que en la industria hay sólo dos firmas, una doméstica y una extranjera. Suponga que estas firmas pueden competir tecnológicamente, invirtiendo en I+D para reducir sus costos, desarrollar nuevos productos, o ambas cosas. El monto que gastan en I+D determina su posición en una posterior competencia en mercados de productos. Es posible imaginar una variedad de modelos particulares de este tipo: la I+D puede aplicar a la mejora de productos o procesos, puede ser eficaz o ineficaz en sus resultados, el desarrollo de productos puede tener un resultado de que "el ganador toma todo" o deja espacio para "segundos premios", etcétera. Pero para una amplia variedad de modelos particulares, la competencia tecnológica básica puede ser resumida en un diagrama como en el de la Figura 1. La inversión óptima en I+D de cada firma será declinante en la inversión de la otra, tal cual lo indican las dos funciones de reacción; el equilibrio no cooperativo se dará en donde las rectas se cruzan. 6 Figura 1 Debería notarse también que un análisis similar podría ser aplicado cuando la tecnología es mejorada, no a través de I+D formal, sino a través de procesos de "aprender al hacer"5. En tales casos, la competencia tecnológica debería entonces tomar la forma de una inclinación a aceptar bajas ganancias iniciales para poder moverse rápidamente a lo largo de la curva de aprendizaje; el carácter cualitativo de los resultados sería probablemente más de lo mismo. Como en el caso de los modelos de comercio intraindustrial, la simplicidad es en cierta forma engañosa. Para derivar estas rectas se requiere explícitamente un análisis de un tipo que solo recientemente llego a ser bien comprendido, a través de trabajos de autores tales como Dixit. Debemos resolver el modelo hacia atrás: primero derivando el equilibrio post I+D condicionado a los niveles de gasto en I+D, luego usando los resultados de este análisis para derivar la relación de los beneficios esperados respecto de la I+D, lo que nos permite dibujar las funciones de reacción. De esta forma, detrás de la simplicidad de la figura yace un proceso competitivo complejo. He dibujado el diagrama con "buenas" propiedades: las curvas tienen pendientes negativas, existe un único equilibrio, y será estable bajo esquemas de ajuste plausibles. Mostrar que las curvas realmente tienen esas propiedades, o encontrar las restricciones sobre los parámetros necesarios para asegurar que lo hacen, distará mucho de ser trivial. 5 Nota del traductor: "learning by doing". Inversión en I+D de firmas extranjeras Inversión en I+D de firmas domésticas Función de reacción extranjera Función de reacción doméstica 7 Sin embargo, suponga que asumimos que la competencia tecnológicaen algunas industrias puede estar razonablemente bien representada de esta forma. Entonces podemos usar el diagrama para pensar en una temática que es central para debatir sobre la política comercial, pero que se encuentra virtualmente intacta por los teóricos del comercio. Esta es el efecto de la política comercial sobre la tecnología. Lo que tengo en mente, en particular, es el argumento de que un mercado doméstico protegido puede dar a las empresas de alta tecnología de un país una ventaja que eventualmente les da también una superioridad en los mercados de exportación. Parece claro de la Figura 1 que este argumento tiene mucho sentido. Suponga que el gobierno extranjero le niega a la firma doméstica el acceso a todo o a parte de su mercado. Lo que esta negación de acceso hará en una variedad de modelos particulares es elevar los retornos esperados de un dólar marginal invertido en I+D por la firma extranjera, y reducir el retorno marginal esperado de la I+D por la firma doméstica. De esta forma, las funciones de reacción cambiarán en las funciones indicadas por las líneas punteadas. La I+D extranjera será mayor de lo que de otra forma hubiese sido; la I+D doméstica será menor. Como consecuencia de que la posición tecnológica relativa de la firma extranjera mejora, puede incrementar tanto su porción de mercados no protegidos como de mercados protegidos. En otras palabras, la protección a la importación se transformará en una forma de promoción de exportaciones. ¿Es esto deseable desde el punto de vista del gobierno extranjero? El trabajo reciente de Barbara Spencer y James Brander sugiere que podría, aunque los subsidios a la I+D sean probablemente mejores. Tal como señalan, en mercados imperfectamente competitivos hay una cierta renta monopólica por la cual las firmas compiten. La acción del gobierno puede posibilitar a las firmas domésticas apropiarse de una porción mayor de estas rentas que de lo que de otra manera hubieran podido conseguir. Por consiguiente, la introducción de la competencia tecnológica en la teoría del comercio parece dar cierto justificativo al tipo de política industrial de la cual se acusa a Japón de llevar adelante. O, de todas formas, ofrece apoyo a la idea de que la protección de las industrias intensivas en I+D puede ser realmente una política de "empobrecer al vecino", y no simplemente una política de "empobrecerse a sí mismo", tal como la teoría convencional sugeriría. De ninguna forma esto pone punto final a la discusión sobre el proteccionismo, pero da algunas razones para 8 estar más preocupado por el impulso extranjero a las industrias de alta tecnología que por otras prácticas distorsivas. Este artículo ha reseñado dos nuevos enfoques al comercio entre países industriales, basados en la reciente aparición de una literatura que aplica conceptos de la teoría de la organización industrial al comercio internacional. De las dos, la teoría del comercio intraindustrial se trata de un producto relativamente terminado, mientras que la teoría de la competencia tecnológica se encuentra todavía en un estado rudimentario. Espero que ambas sean de utilidad para pensar sobre temas ‐incluyendo importantes asuntos de políticas‐ que no pueden ser abordados por la teoría tradicional. REFERENCIAS Brander, James and Spencer, Barbara, "Strategic Commitment with R&D: The Symmetric Case," mimeo., 1982. Dixit, Avinash, "The Role of Investment in Entry‐Deterrence," Economic Journal, March 1980, 90, 95‐106. Dixit, Avinash and Norman, Victor, Theory of International Trade, Oxford University Press, 1980. Ethier, Wilfred, "National and International Return to Scale in the Modern Theory of International Trade, American Economic Review, June 1982, 72, 389‐405. Helpman, Elhanan, "International Trade Under Economies of Scale and Imperfect Competition: A Chamberlin‐Heckscher‐Ohlin Model", Journal of International Economics, August 1981, 11, 305‐40. Krugman, Paul, "Intraindustry Specialization and the Gains from Trade", Journal of Political Economy, October 1981, 89, 959‐73. Krugman, Paul, "Import Protection as Export Promotion", in Henrik Kierzkowski, ed., Monopolistic Competition in International Trade, Oxford University Press, forthcoming. Lancaster, Kelvin, "Intra‐Industry Trade Under Perfect Monopolistic Competition, Journal of International Economics, May 1980, 10, 151‐75. 9 Spencer, Barbara and Brander, James, "International R&D Rivalry and Industrial Strategy", mimeo., 1982.
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