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Relaciones industriales en la empresa moderna ALBERTO J. ARMSTRONG V. Ingeniero Comercial U. de Chile, Profesor de Relaciones Industriales Facultad de Economía y Administra- ción (Sede Occidente) U. de Chile, Gerente RR. II. de C.T.I. Compañía Tecno Industrial S. A. FENSA-MA- DEMSA. Desde hace algún tiempo los estudiosos delCampo de Trabajo han estado intercambiando opiniones respecto al nombre y contenido de esta área de estudio. Algunos se refieren a él como el campo de economía laboral; otros lo han lla- mado relaciones del trabajo, relaciones laborales, administración de personal, administración de re- cursos humanos, relaciones industriales, etc. Ob- viamente se han presentado muy buenos argu- mentos para defender una y otra denominación, pero lo cierto es que no se ha llegado a unconsenso al respecto. En todo caso, cualquiera sea el nombre que se le conceda, es claro que toma, por decirlo así, dos niveles: uno macro', que serefiere a los elementos que operan a nivel na- cional, regional y rama industrial o fuera de las empresas, y el otro, que actúa dentro de cada una de las organizaciones productivas. Quizás los términos más utilizados hasta el momento son los de administración de personal y relaciones industriales. El primero ha tenido una connotación restringida a las llamadas téc-nicas de administración de personal (recluta- miento, selección, promociones, evaluación decargo, capacitación, etc.), lo que deja de lado aspectos tales como situación sindical, seguridad social y fuerza de trabajo, entre otros. De aquí que el término que se ha venido utilizando ha sido fundamentalmente el de relaciones industria- les, ya que lleva implícitos una connotación y uncontenido más amplio que el anterior. En razón de ello es que es preferible utilizar las palabras"relaciones industriales" para identificar este cam- Po de estudio, ya sea a nivel nacional como a nivel de las empresas. El cuadro adjunto pretende mostrar en forma gráfica y esquemática los distintos elementos que conforman el campo y el sistema de relaciones in- dustriales al nivel de una empresa, como asimis- mo las relaciones entre ellos. Cualquier organización productiva está com- puesta fundamentalmente por dos elementos: los materiales y los humanos. Entre estos últimos se distinguen aquellos que cumplen funciones direc- tivas a distinto nivel (grupo dirigente que admí- nistra la organización) y aquellos que realizan casi exclusivamente funciones operativas y de ru- tina. Obviamente estos últimos constituyen el grupo mayoritario en una empresa, por lo cual es en él donde se concentra la mayor cantidad de pro- blemas laborales. Al mismo tiempo constituye el grupo que en la gran mayoría de los casos se encuentra organizado en o afiliado a organiza- ciones sindicales. Además de requerir elementos materiales y hu- manos, una organización necesita objetivos. Im- portante es contestar interrogantes tales como: ¿Para qué existe la empresa?, ¿es su objetivo ser- vir de medio para satisfacer necesidades de la comunidad?, ¿para que algunos ganen dinero?, ¿para que todas las personas que la componen ganen dinero? Desde el punto de vista de relaciones indus- triales, la contestación a las preguntas menciona- das es de vital importancia, pues el objetivo de 2.- Trabujo Social REVISTA TRABAJO SOCIAL una empresa, en la medida en que sea compartido por todos los que la integran, constituye uno de los principales elementos que permitirán la for- mación de equipos, sentirse parte de ella. Es obvio que distintas organizaciones tienen distintos objetivos y que mucho se puede disputir sobre la naturaleza de los mismos, coimo también respecto de quién o quiénes son los que deben definirlos; si los dueños del capital, si los traba- jadores o ambos en conjunto. Incluso, hay mu- chos que señalan que "la comunidad" y/o el Gobierno deben intervenir en tal decisión. Lo más importante es, quizás, reconocer que cualesquie- ra sean los objetivos e independientemente de quién los determine, toda organización debe cum- plir dos requisitos: ser efectiva y ser eficiente. Ser efectiva implica cumplir o lograr los objetivos. No obstante, ello no basta, pues hay que ser tam- bién eficiente, ya que nada se obtiene con lograr los objetivos (ser efectivo) a altos costos, desper- diciando material, tiempo o cometiendo errores. Muchos son los factores o elementos que in- fluyen en la efectividad y eficiencia organiza- cional. Para nuestros fines, y con el objeto de sim- plificar el esquema, los dividiremos sólo en dos grupos: uno, que dice relación con los aspectos materiales, la calidad de los procesos productivos, la tecnología empleada, los recursos financieros disponibles, etc., y el otro, que involucra al per- sonal, o al elemento humano. Centrándonos en este último factor, el elemen- to humano puede contribuir u obstaculizar la efec- tividad y eficiencia organizacional según sea el tipo de conducta que tome. En razón de ello podemos clasificar el comportamiento o la con- ducta del personal que integra una empresa co- mo positivo en la medida en que dicha conducta contribuya a la efectividad y eficiencia, o como negativo, en la medida en que consciente o in- conscientemente la obstaculice u obstruya. Este último tipo de comportamiento (negati- vo) es el que normalmente se define como com- portamiento conflictivo, que implica la existencia de problemas laborales, aun cuando debemos re- conocer que algunos tipos de conflictos (como la competencia entre individuos o entre grupos) au- mentan la efectividad y eficiencia organizacional. Los conflictos del trabajo pueden ser, según in- volucren a una o varias personas, individuales o colectivos. Mientras mayor sea el número de per- sonas que tome un comportamiento negativo (es- té en conflicto), mayor será el impacto sobre la efectividad y eficiencia organizacional. Parale- lamente, y considerando que todo conflicto se manifiesta en alguna forma, los conflictos pueden ser encubiertos, en la medida en que el grado de intensidad del conflicto sea leve e impercep- tible a simple vista, o abierto, en la medida en que el conflicto sea claramente visible y no se requiera de mayor estudio para determinar su existencia. Entre los primeros podemos nombrar el trabajo lento, el desgano, las actitudes negati- vas, el derrotismo, la baja moral, el ausentismo, la alta rotación del personal, las quejas, los atrasos, etc., y entre los seguridos, la presentación de plie- gos de peticiones, las huelgas, el boicot y el sabo- taje, entre otros. De lo expuesto es posible deducir, conside- rando el presente enfoque, cuáles deben ser las líneas generales de acción de relaciones indus- triales. En efecto, cabría señalar que la misión fundamental de esta área es proponer y llevar a la práctica todas las medidas y acciones que tien- dan a reducir los conflictos en una empresa y, por tanto, el comportamiento negativo, tratando de transformarlo en positivo. Para ello es necesario que relaciones industriales actúe esencialmente de una manera preventiva, es decir, evitando que el conflicto se produzca, lo que no quiere decir que no deba actuar también en forma curativa, o sea, resolviendo los problemas cuando éstos se produzcan. Se trata más bien de énfasis, siendo obvio que lo preventivo debiera ser mucho más importante que lo curativo. Actuar en forma pre- ventiva implica necesariamente hacerlo sobre las causas de los conflictos o problemas laborales o, dicho de otro modo, sobre las variables que los influyen o contribuyen a generarlos. Estas varia- bles pueden ser o surgir desde fuera (externas) o dentro (internas) de la organización. En todo caso, debemos reconocer que poco o nada puede hacer una organización (empresa) por sí sola para eliminar o actuar directamente sobre las varia- bles externas. Estas conforman, junto a muchas otras, el medio dentro del cual una empresa se desenvuelve. No obstante, en la medida en que una empresa actúe integralmente sobre las varia- bles internas, podrá mitigar o disminuir en gran medida el impactode las variables externas, por lo menos sobre aquellas que conforman el campo laboral. Muy esquemáticamente el contenido de estos dos grupos de variables es el siguiente: A) VARIABLES EXTERNAS 1. Características y tendencias del mercado de trabajo Las empresas reclutan y seleccionan a su per- sonal en el mercado de trabajo y, por tanto, se- gún sean sus características repercutirá de una u A. ARMSTRONG / RELACIONES INDUSTRIALES otra forma sobre ellas. En este mercado influyen rincipalmente la cuantía y las características defá oferta y la demanda y, obviamente, el precio(remuneraciones). Ya que son las empresas lasque demandan trabajo, las características de estefactor dependerán de las necesidades de personal:cantidad de personal requerido, especialidades, experiencia, calificaciones, etc. Respecto a laoferta, se la debe analizar en cuanto al tamañode la misma, su localización geográfica, edad, sexo,nivel de capacitación y experiencia, profesión uoficio, etc. En la medida en que las característi- cas de la oferta sean completamente distintas alas necesidades de las empresas, éstas no contra-tarán personal, y si lo hacen, será mucho másnecesario el desarrollo de programas de capa- citación y más difícil la adecuación de este per-sonal a su trabajo o que laboren eficientemente, entre otros. Ahora, si bien la demanda y la ofertase influyen mutuamente y ambas lo hacen sobreel precio, éste también influye sobre aquéllas.Al hablar de precio o remuneraciones, es pre-ciso considerar fundamentalmente su nivel, distin-géndolo según tipo de trabajo, rama de activi-ad económica, profesión u oficio y ubicación geográfica, entre otros. Debemos completar elcuadro de relaciones entre oferta, demanda yprecios, el impacto que el movimiento sindical porintermedio de la negociación colectiva tiene sobreestos últimos. Una empresa cuyo nivel de re-muneraciones esté muy por debajo del nivel del mercado podría tener dificultades para reclutar re-cursos humanos calificados, como asimismo paramantener a aquellos que ya hubiese contratado. 2. Sistema Nacional de Seguridad Social Todo ser humano busca satisfacer, entre otras,la necesidad de "seguridad". Fundamentalmente, y en el mundo industrial de hoy, esta necesidaddice relación con la mantención del flujo de in-greso que constituye el medio a través del cualse satisfacen otras necesidades, como la de alimen-tación, habitación, vestuario, etc., tanto del in-dividuo como de su grupo familiar. Esta necesi-dad de seguridad está constantemente amena-zada; en otras palabras, se enfrentan diariamenteuna serie de riesgos, muchos de los cuales no sólocortan el flujo de ingresos, sino que obligan alindividuo a solventar gastos adicionales. Estos sonlos riesgos de: a) La pérdida del empleo; b)Accidente y enfermedad profesional; c) Enfer- medad; d) Vejez, y e) Muerte. Salvo los dosúltimos, vejez y muertenatural, que sólo pueden tratarse de una manera "curativa", los tres prime-ros son atacados tanto «preventiva" como cura- tivamente". Ello significa que pueden desarro- llarse reglas y programas tendientes a evitar quela gente pierda su empleo, que se accidente oque se enferme como consecuencia o no del tra- bajo que desempeña. Significa, también, que esposible tomar medidas para reducir los efectos cuando alguno de los riesgos mencionados setransforma en realidad, o sea, cuando el indivi-duo pierde su empleo, se accidente o se enferme.Las políticas nacionales, la legislación y las ins-tituciones que las a lican y administran, es decir,el o los sistemas de seguridad social pretendenresolver los problemas que derivan de los riesgosde seguridad que enfrentan los individuos. Sinembargo, en la medida que las medidas a estenivel fallen o sean insuficientes, ello repercutirásobre las empresas. Esto explica en parte el sur-gimiento de la llamada indemnización por añosde servicio, de los servicios médicos a nivel delas empresas, de los beneficios por enfermedad,recetas médicas, etc. 3. Movimiento Sindical Nacional Un sindicato afiliado e integrado a la estruc-tura sindical nacional, más que influirla, es in-fluenciado por ésta. Debido a lo anterior, paraexplicarse el surgimiento de conflictos a nivel delas empresas es menester analizar las políticas yestrategias del movimiento sindical al cual los tra-bajadores están afiliados. En todo caso, el gradoen que los trabajadores y sus organizaciones ba-ses sigan las pautas dictadas por las organizacio- nes nacionales, dependerá de la estructura queel movimiento se ha ya dado, de la rapidez de lascomunicaciones, de la existencia de las institucio-nes paralelas, etc. 4. Políticas y Legislación del Trabajo a NivelNacional Aun cuando las políticas y normas relativas almercado de trabajo, seguridad social y sindica-lismo pbdrían considerarse dentro de 'lo laboral", existe un cúmulo de políticas, leyes, reglamen-tos, procedimientos y rutinas, que junto con lasinstituciones encargadas de aplicarlas y controlar- las, se refieren a las relaciones entre trabajadoresy empleadores. Por lo obvio de la influencia, demás está expandirnos sobre los efectos que ellastienen sobre las empresas. 5. Otras Variables Externas Aun cuando aspectos como la situación eco-nómica general, los problemas habitacionales, el REVISTA TRABAJO SOCIAL cambio tecnológico y cientifico, las características sociales de la población, la competencia interna y externa, etc., conforman también el ámbito dentro del cual se desenvuelve una empresa en particular y por tanto la afectan, incluyendo a su personal, hay algunos que aparentemente tie- nen un mayor impacto que otros sobre la gene- ración de problemas del trabajo. Entre ellos, es- pecial mención merecen la variable ideología po- lítica y la acción concreta de los partidos políticos, ya que según sea el grupo que en un momento determinado esté en el poder, podrían variar, entre otras, las políticas, las normas y las estrategias relativas al mercado laboral, al sistema de segu- ridad social, al movimiento sindical y a la polí- tica económica. Igualmente, la variable ideolo- gía política influirá directamente el comporta- miento individual o de grupo al nivel de las em- presas. 13. DESCRIPCION DE LAS VARIABLES INTERNAS Comúnmente hay muchos que señalan que "to- do" lo que ocurre dýntro de una empresa influye sobre el comportamiento de las personas que la- boran en una empresa. Sin embargo, es preciso discriminar entre aquellas que más contribuyen al surgimiento de problemas laborales y las que lo hacen en forma indirecta o aportan un mínimo a la explicación de la existencia de dichos pro- blemas. Las características de las variables que se men- cionan más adelante son similares para la gran mayoría de las empresas en Chile. De aquí que C.T.I. no se escape, en términos generales, a este patrón. Las variables a que se ha hecho referencia Son las siguientes: 1. El Comportamiento de Ejecutivos y Jefe Obviamente, según sea el comportamiento de un jefe será la conducta de sus subordinados. Sin embargo, el comportamiento de las jefaturas depende en gran medida de: a) La estructura de la organización formal y lo que ella implica, es decir, la existencia y claridad de los organigramas, de las líneas de dependencia jerárquica y funcional, de la asigna- ción de funciones y atribuciones (autoridad para t:,mar decisiones) y de los canales de comunica- ción. Lo anterior no sólo significa tener el grá- fico de la organización, sino fundamentalmente el llamado Manual de Organización, todo lo cual deberá mantenerse constantemente al día, a fin de que cumpla con sus funciones. La carencia de organigramas y manuales aumen- ta la posibilidad de que surja una estructura or- gánica informal, como, asimismo, canales infor- males de comunicación. Si bien es cierto que las estructuras organizacionales y las comunicaciones informales existen en todas las organizaciones, no es menos cierto que ellas entraban, en la gran mayoría de los casos, la eficiencia del proceso ad- ministratvo. De aquí que la necesidad de con- tar con "1o formal"es vital para toda organiza- ción. Un jefe que no sabe claramente lo que se espera de él o cuáles son sus responsabilidades o su grado de autoridad para tomar determinadas decisiones sin consulta previa, puede optar por no decidir nada temiendo invadir funciones de otros, dejándose de hacer, por lo tanto, cosas que quizás sean vitales para la organización. Por el contrario, alguien podría autoasignarse funciones v atribuciones, con lo cual no sólo estarían pro- duciéndose duplicaciones, sino que habría una al- ta probabilidad de que surgieran conflictos inter- departamentales o seccionalel. En situaciones co- mo las mencionadas, habría que esperar, además, que las respectivas jefaturas, sobre todo en el pri- mer caso, perdieran imagen y el respeto de sus subordinados. b) Estilos de Dirección y Supervisión Podría decirse que éste es el elemento más "personal" que aporta un jefe respecto a las re- laciones con sus subordinados, sin dejar de con- siderar que ello también impacta a sus relaciones con otros jefes del mismo nivel y con los supe- riores jerárquicos. En otras palabras, podría de- cirse que los estilos de dirección implican una for- ma o manera de tratar a los subordinados, comil- nicarse con ellos, transmitirles órdenes e instlruc- ciones, incentivarlos y motivarlos, escucharlos, sancionarlos y amonestarlos, aplicar una serie de normas de personal y, en general, de relacionarse con ellos. Hablar de estilos de dirección implica referirse a tipos de líderes o de liderazgo organi- zacional con los cuales los anteriores se confun- den. Por ello es posible referirse al estilo de direc- ción o liderazgo participativo o democrático, pa- ternalista, autocrático o de laissez-faire, cada uno de los cuales tiene sus propias características y un impacto diferente sobre el comportamiento de los subordinados. Por razones de tipo teórico y de re- sultados prácticos, el estilo de dirección o del li- derazgo participativo tiene notorias ventajas so- bre los otros. Tanto es así que aquellos que op- tan por el estilo participativo de dirección son A. ARMSTRONC / RELACIONES INDUSTRIALES llamados "líderes", para contrarrestarlos con los "jefes", que son los que hacen uso de los otros estilos nombrados. Se trata, por tanto, de trans- formar a los "jefes" en "líderes". Los jefes serían aquellos que motivan utilizando el miedo, crean- do inseguridad y amenazando; son los que frente a dudas sobre la acción más conveniente a se- guir se encierran en sí mismos, evitan la discusión y se concentran en hacer resaltar que "ellos son los que mandan", reflejando de esta manera su propia inseguridad tanto en relación a decisiones de tipo técnico como de personal. Los líderes, en cambio, motivan aumentando la satisfacción en el trabajo; consultan, explican ydan razones; están permanentemente capacitando y logran tener autoridad sobre sus subordinados en la medida en que los subordinados le reconoz- can su capacidad técnica, calidad humana, equi- dad y justicia. En otras palabras, no sólo reciben su autoridad desde "arriba" o por intermedio de fa estructura formal, sino además, desde "abajo". Obviamente es mucho más difícil ser "líder" que 'jefe", ya que para ser lo primero se requiere poseer tres destrezas fundamentales (destreza del liderazgo): la destreza conceptual, la destreza téc- nica y la destreza humana. La primera significa habilidad para trabajar con elementos abstractos, modelos, sistemas, relaciones y distinguir con cla- ridad lo importante de lo no importante y lo general y lo particular. La segunda implica poseer la habilidad para aplicar conocimientos técnicos y profesionales teóricos a situaciones prácticas y re- solver adecuadamente los problemas que a este nivel se presenten. La destreza conceptual au- menta a medida que se sube en la escala jerár- quica de una organización, disminuyéndose en la misma medida la necesidad de destreza técnica. Del mismo modo, y a medida que se baje en laa escala jerárquica, disminuye la necesidad de des- treza conceptual y aumentan los requerimientos de destreza técnica. No puede decirse lo mismo de la necesidad de destreza humana, ya que requieren de ella, y en igual grado, tanto el gerente general como el jefe (líder) de un taller. La destreza humana se refiere a la habilidad de una persona para rela- cionarse y comunicarse con otras, para tomarcontacto con ellas, comprenderlas, aconsejarlas, escucharlas, motivarlas, reconocerles lo bueno y tener el tacto necesario para comunicarles lo ne- gativo. Implica también la capacidad de una per- sona para formar equipos de trabajo y dar obje- tivos, tanto a los grupos, a las personas indivi- dualmente consideradas, a los trabajadores espe- cíficos y a ls procedimientos y rutinas. En otras palabras, es la facilidad para dar una "razón de ser" a las cosas, siempre que pueda justificaise y sea lógico. Con trabajo y tiempo y a través de la capacita- ción y la asesoría permanente, se puede transfor- mar a un jefe en líder, entregándole conocimien- tos y ayudándolo a que adquiera las destrezas que necesita. Es posible, por tanto, formar líderes por lo menos a nivel de las organizaciones. Cabe, finalmente, preguntarse si C.T.I. cuenta con suficiente liderazgo ejecutivo a distintos ni- veles, de acuerdo a la forma en que se le ha de- finido. e) Trama Normativa Interna Todo ejecutivo o jefatura toma normalmente dos tipos de decisiones: las técnicas o funcionales, y las de personal. Las primeras varían según la función o la responsabilidad que una persona tenga en la organización (financieras, de abaste- cimiento, de ventas, de ingeniería, de producción, etc.), mas no hay jefatura que se escape a la ne- cesidad de tomar decisiones de personal. Para ello requiere no sólo de políticas, sino de normas con- cretas y procedimientos que le sirvan de guía o pauta para sus decisiones. De otra manera caerá, consciente o inconscientemente, en cambios de cri- terio frente a sucesivos casos sobre los cuales deba decidir. Ello impide que el trabajador pueda eva- luar anticipadamente el comportamiento, la re- acción o la decisión de su jefe. Mientras menos normas existen o sean poco claras, mayor será la posibilidad de que las jefaturas varíen sus deci- siones. Debido a lo anterior, es preciso que cuen- ten con un cuerpo de normas claras que les se- ñalen qué hacer frente a cada caso que se les presente. 2. Políticas y Normas de Trabajo (Trama Normativa Interna) El cuerpo de políticas y normas de personal no sólo afecta indirectamente al trabajador (a través de la influencia que tiene sobre el com- portamiento de las jefaturas), sino que, además, lo hace en forma directa. Las políticas y normas de trabajo le señalan lo que los administradores de la empresa esperan de él. En otras palabras, le in- dican las obligaciones que tiene para con la orga- nización. No obstante lo anterior, las normas señalan tam- bién sus derechos, siendo éstos los que le permi- ten satisfacer una amplia gama de necesidades que como ser humano tiene. Entre los muchos aspectos que debieran con- templarse dentro de la trama normativa interna REVISTA TRABAJO SOCIAL podrían nombrarse, a modo de ejemplo, los si- guientes: - Selección interna y externa -Reclutamiento y selección de personal (políti- cas y procedimientos) -Promociones y ascensos -Traslados y suplencias Calificaciones de mérito -Permisos y licencias -Reclamos y quejas - Horarios, turnos - Vacaciones pagadas -Trabajo en determinadas fechas -Prevención de riesgos y enfermedades profe- sionales -Disciplina y sanciones -Remuneraciones: nivel, composición y estruc- tura. Evaluación de cargos y escalas de rentas -Asignaciones o beneficios: de antigüedad, na- talidad, matrimonio, defunción, Fiestas Patrias, Pascua, vacaciones, etc. - Incentivos, premios y tratos - Beneficios de salud - Deportes - Casino; derecho q colación - Horas extras - Trabajos en festivos, de emergencia, nocturnos - Prevención de riesgos - Beneficios para accidentados - Situación enfermedades profesionales - Sanciones frentea acciones temerarias y no uso de elementos de seguridad - Aporte de dinero a actividades especiales - Indemnización por años de servicios - Participación en las utilidades y gratificaciones - Sistema de participación de los trabajadores: nivel, intensidad, materias. Tipo de participa- ción: informal o formal; directa o indirecta. Requisitos para la participación - Sistema de comunicaciones e informaciones: obligación de comunicar, qué, cómo y cuándo comunicar - Etc. En relación a los tipos de normas recientemente enumeradas es preciso distinguir tres aspectog fundamentales: a) la naturaleza de la norma, b) su interpretación, y c) su aplicación. Mirados estos aspectos desde el punto de vista del grupo al cual se le aplican las normas, es decir, de los trabajadores, pueden surgir des- acuerdos respecto a todos ellos. En efecto, el trabajador puede considerar que la naturaleza de la norma es injusta, que su interpretación no co- rresponde al espíritu y que su aplicación es inade- cuada. Para resolver el primer problema no existe, apa- rentemente, ningún mecanismo que no sea la par- ticipación de los trabajadores en el proceso de generación de las normas; participación que po- dría incluso tener una intensidad de codecisión. Las normas de trabajo que imperan actualmente provienen: a) -de la legislación general del tra- bajo; b) de la negociación colectiva (que im- plica codecisión) y cuyo producto final son los contratos colectivos de trabajo, actas de aveni- miento o convenios colectivos; c) de los regla- mentos internos, y d) de la costumbre y la tra- dición. La legislación del trabajo es, en la gran mayoría de los casos, de una generalidad tal que no resuelve o da pautas para solucionar proble- mas específicos. Los contratos colectivos son, en general, incompletos, limitándose casi, o exclusiva- mente, a entregar normas sobre nivel y compo- sición de las remuneraciones y beneficios adicio- nales. Por su parte, los reglamentos internos se generan y aprueban a través de mecanismos que no permiten el diálogo directo entre aquellos que fijan y aplican las normas. Normalmente contem- plan una repetición de normas generales de la propia legislación del trabajo y en muy pocos ca- sos se encuentran al día. Los problemas generados por las distintas in- terpretaciones de las reglas tienden a resolver, en la medida en que las normas sean claras, que se utilice un lenguaje simple que todos entiendan, y que exista alguna persona u organismo imparcial; podría ser un árbitro para decidir estas diferen- cias en forma definitiva. Los problemas de aplicación de las normas hay que entenderlos como situaciones normales, ya que tanto los que aplican las normas como aquellos a los cuales se les aplican son seres humanos, que difieren entre sí en cuanto a criterio, expe- riencia, conocimientos, etc. Para los casos de pro- blemas que surgen de la aplicación de las nor- mas de trabajo, es también necesaria la existencia de terceras personas (árbitros) que los resuelvan en forma definitiva, constituyendo tales decisio- nes precedentes sobre los cuales basar la solución a casos similares que se presenten con posterio- ridad. En la actualidad son los organismos del tra- bajo, concretamente la Dirección y las Inspeccio- nes del Trabajo, y los Tribunales del Trabajo, los encargados de resolver tanto los problemas de interpretación como de aplicación de las normas de trabajo existentes. Lamentablemente, la exce- siva formalidad y la demora que existe para llegar a decisiones generan problemas a nivel de las empresas. A. ARMSTRONG / RELACIONES INDUSTRIALES 3. Desarrollo y Capacitación del Personal La tercera variable que a nuestro juicio influye sobre la generación de problemas del trabajo en una organización es la falta de capacitación. Una persona sin los conocimientos y experiencia ade- cuados para cumplir con las funciones de un de- terminado cargo no podrá trabajar con el mismo grado de eficiencia con que lo hace una persona capacitada. Esta ineficiencia podría implicar, a la larga, no sólo su traslado a otro cargo de menor jerarquía, sino que incluso su retiro de la em- presa. Esta situación, que obviamente es captada por el trabajador, hace surgir en él una sensa- ción de inseguridad que lo podría llevar a tomar un comportamiento de "defensa", generalmente conflictivo. La misma falta de capacitación o, en este ca- so, de desarrollo (que significa capacitar a una persona para que opte a cargos de mayor jerar- quía), contribuye a crear problemas laborales, porque obstaculiza el ascenso. En efecto, no tiene resultado positivo alguno tener normas sobre pro- mociones y ascensos si ello no va acompañado con programas de capacitación, ya que normalmente constituye una condición el poseer mayores cono- cimientos, dado que se parte del supuesto que el ascenso es a un cargo de mayor jerarquía, de mayor responsabilidad y más difícil. En tales circunstancias, la existencia de sistemas o proce- dimientos de ascensos constituiría una mera bur- la y, obviamente, su consecuencia sería la frus- tración y un estado conflictivo. El diseño de programas de capacitación y de- sarrollo de personal implica contestar las siguien- tes interrogantes: ¿En qué, a quién, cuándo y có- mo capacitar? Las primeras dos interrogantes sólo pueden encontrar una respuesta adecuada a tra-vés de estudios sobre necesidades de capacitación. La tercera es producto de prioridades internas, de la existencia de profesores, salas y otros elementos, partiéndose de la base de que no se puede capaci- tar a todos al mismo tiempo. La respuesta a la cuarta y última interrogante responde a un pro- blema técnico de métodos de enseñanza, que va- rían según la materia que se debe enseñar (en qué capacitar), de las características del grupo. nivel, conocimientos previos, cargo que desem- peña, y los elementos didácticos con que se cuente. 4. Tipo de Trabajo El trabajo que desempeña una determinada persona es obviamente producto del cargo que desempeña. Dentro de cualquier empresa hay tan. tos cargos interesantes y variados con condiciones ambientales agradables, como monótonos, rutina- rios, sucios y desagradables. En la gran mayoría de los casos, los primeros no presentan mayor- mente problemas. Son los segundos los que con- centran las situaciones conflictivas. Lamentablemente, es poco o nada lo que se puede hacer para cambiar una serie de condicio- nes imperantes, ya que ellas emanan del tipo de artículo que una organización produzca, de la tec- nología y procesos productivos existentes y de las rutinas administrativas. Es así como el trabajo en una fundición es sucio; el que trabaja en un fri- gorífico lo estará haciendo normalmente a tempe- raturas bajo cero, y el que está en un horno de esmaltación estará siempre expuesto a altas tem- peraturas, por mucho que se le entreguen los elementos de protección adecuados. Del mismo modo, quien deba limpiar desagües estará ha- ciendo un trabajo desagradable y quien deba contabilizar facturas estará haciendo un trabajo monótono. La única forma de paliar en parte las situacio- nes mencionadas, es la implantación de algún sis- tema de rotación o compensar económicamente tales trabajos. En este último caso se estaría"comprando" desagrado. 5. Sistema de Comunicaciones e Informaciones Si bien la necesidad de comunicaciones e in- formaciones quedó implícita cuando se hizo refe- rencia a la estructura formal de la organización como uno de los elementos que influyen el com- portamiento de los ejecutivos y jefes, es preciso comentar un poco más en este aspecto desde el punto de vista de su impacto sobre la gran masa de trabajadores. Al respecto, es necesario señalar que es un error suponer, como muchos lo afirman, que los tra- bajadores operativos en una empresa no tienen otro interés que no sea el nivel de sus remune- raciones y la cuantía de los beneficios a que tie- nen derecho. Aseverar lo anterior implica des- conocer la existencia de una serie de necesida- des que, además de lo económico, tiene el ser hu. mano.En todo caso, aun cuando los trabajadores sólo tuvieran interés en el nivel de sus remunera- ciones, saben que ello dependerá de la salud económica de la empresa en que trabajan. En general están, a mi juicio, interesados en saber las proyecciones y los planes de la empresa, los problemas que enfrenta, su situación financiera y de producción, los nuevos productos, los cam- bios de diseño, la situación de ventas, las nuevas REVISTA TRABAJO SOCIAL contrataciones y una cantidad bastante aprecia- ble de detalles. Para los efectos de comunicar lo anterior a la gran masa de trabajadores existe evidentemente el canal sindical. No obstante, comprobado está el hecho tradicional de lo que se ha venido a llamar la "apatía sindical", es decir, la baja participación de las bases en los asuntos sindicales normales. Cifras existentes muestran una alta asistencia sólo a aquellas asambleas en que se tratan los avances y resultados de las negociaciones colectivas o cuando se deban renovar las directivas. En las otras oportunidades en que se llama a asamblea para aprobar cuestiones de rutina o recibir infor- maciones, el número de asambleístas baja a por- centajes que fluctúan alrededor del 20%. Además de las asambleas quedan, obviamente, los contac- tos individuales y la información escrita como medios de comunicación con las bases. El pri- mero, sobre todo cuando se trata de grandes gru- pos, es prácticamente imposible, y si bien el se- gundo parecería superior a las asambleas, se en- frenta normalmente al problema de los recursos para publicar dicha información. Por último, y mirado lo anterior desde un punto de vista de los administradores de.una organización, es altamente probable que, consciente o inconscientemente, la información no llegue a las personas que se desea tal como ella fue emitida; en otras palabras, que llegue distorsionada. Aparentemente, la solución no estaría tampoco en que la administración de la empresa, en for- ma independiente, implante sus propios canales de comunicación, dado que se puede producir un problema de credulidad, sobre todo en la ac- tualidad, en que todavía se mantiene la idea de que cuando la empresa informa, o hace algo en beneficio de los trabajadores, es porque quiere algo a cambio o trae algo "bajo el poncho". Para que los trabajadores tengan confianza en la ad- ministración de la empresa se requieren tiempo y hechos concretos. La confianza hay que ganarla y para ello no basta mostrar solamente buenas intenciones. Sea cual fuere el mecanismo, es evidente que se requiere que un cúmulo de informaciones lle- guen no sólo a los ejecutivos y las jefaturas, sino también a la gran masa de los trabajadores operativos. 6. Estructura y Funciones de la Unidad de Relaciones Industriales Aparentemente sería muy difícil que se actuara sobre las variables internas mencionadas si una organización productiva no cuenta con una uní- dad especializada de relaciones industriales, que cumpla una serie de funciones encaminadas justa- mente a proceder sobre tales variables. Para ello es imprescindible que se cuente con personal ca- pacitado y que la unidad en referencia se es- tructure de acuerdo con las necesidades de la organización. - Entre el sinúmero de definiciones que existen de la unidad de relaciofnes industriales, la siguiente aparece como la más conveniente a nuestros fi- nes: relaciones industriales es la unidad encargada de planificar, organizar, dirigir y controlar (todo lo anterior perfectamente coordinado) las fto- ciones operativas de obtención, progreso y man- tención del personal, teniendo presentes los objeti- vos de la organización, del personal mismo y de la comunidad en general. La planificación, organización, dirección, con- trol y la coordinación constituyen los elementos básicos de todo proceso administrativo, en tanto que la obtención implica reclutar y seleccionar al mejor personal posible. Por su parte, el progreso significa capacitación y desarrollo del personal, y la mantención, que surge como una consecuen- cia obvia de las otras dos funciones operativas, implica que una organización, luego que ha se- leccionado y contratado al personal más califi- cado del mercado laboral y lo ha capacitado, no puede darse el lujo de perderlo. Finalmente, dar una adecuada consideración a los objetivos orga- nizacionales, del personal y la comunidad, im- plica la existencia de una escala de prioridades, en ese mismo orden, aun cuando también puede contemplarse la necesidad de un equilibrio entre ellos. Más específicamente, y desde otro punto de vista, podría señalarse que las funciones de una unidad de relaciones industriales son las siguien- tes: a) Proponer, previo estudio y consulta o apro- bación por parte de la línea ejecutiva y los re- presentantes de los trabajadores, las políticas de personal que se estimen necesarias, como asimismo las normas y procedimientos que permitan lle- var tales políticas a la práctica; b) Asesorar a la línea ejecutiva respecto de la correcta interpretación y aplicación de las po- líticas y normas; e) Evaluar, sobre la base de antecedentes e informaciones recolectados científicamente, los resultados prácticos de las políticas y proponer los cambios que se estimen convenientes (implica repetir el punto a) ); d) Ejecuta en forma exclusiva una serie de labores, como la administración de los servicios de casino, de salud, de estudios, de salas cunas y jardines infantiles y de los contratos colectivos de r ýíiAACIOI, J -PROCESOS DE PRODUCCION -TECNOLOGIA.r -ELEMENTOS FINANC., ETC. (ELEMENT. NO RELACIONADOS DE> CoCOIONIACTO DEL PUEDENT HUMANO EN LA RAIC. PED SI[NICAT -- AFECTA 3INFLU.ENCIADOVARIAMNTO LAESRILERS ¡-------------------------- PJSiL'IVO CONTRIBUYE A LA EFECTIVIDAD Y EFIC, ORGANIZAC. NEGATIVO CONSTITUYE UN OBSTACULO A LA EFECT. Y EFICIENCIA OBGANIZAC. .ES.E COMPORTAMIlENTO IMPLICARIA, LA EXISTENCIA DE PROBLEMAS O CONFLICTOS LABORALES POR N LS TABAJDIDESSOPERATIVOS. LAS PRINCIPALES 1 ¡ CAUSALES DE ESTOS (CONFLICTOS SERIAN. COMPTAMIlENTO QUE DEPENDE DE 0 ESTA INFLUENCIADO POR -Jz ESTRUCTURA DE L>A ORGANIZAC. CLARIDAD DE: *ESTRUCTURA OPCANIZACIONAL FORMAL NIVELES JERARQUICOS -ASIGNACION: FUNCION, RESPONSABILIDAD Y AUTOR IDA~D 4 ESTILOS DE ¡-PATLRNALISTA¡ ¡-PARTICIPATIvOI -LAIEZ -AIBRJ f~ - ___________________________________________________________ 1~ 1 CAAIAION IN QE APACITAR, A QUIEN, CUANDO Y COM TIPOS D)E TRA BAJOS ~'oTRABAJOS. 1* DESAGRADABLES N MONOTONíAS -C CONDICIONES A AMBIIENTALES 1- B IESGOS 1 lo I EADE¡OMUNICACIONES¡ E oINFORMACIONES MERCAD)O LABORAL - LOCALIZACION GEOGRAFICA - EDAD) - CALIDAD DE LA FUERZA DE TRABAJO: NIVEL DE CAPACITA( ION. I'IOFESIO- \ ALIZA(:ION. ESPECIALIDAD -N IVEL. Y ESTRUCTUCRA DI,- LAS REMUNERACIONES RIABLES EXTrERNAS ESTRlUC[U RA. POLITIC: S Y ESTRATEGIAS DEIL MOVIMIENTO SIND)ICAL NAC - CONSIIIERAR (:ONEXION C:ON ORGANIZACIONES SINICALES EXISTENCIA DE UNIDAD DE BR. li. ii. QUE ESTE BIEN ESTIIU(TFURADO Y CUMPLA CON TODJDAS SUS FUNCIONES POLITI(:AS Y NORMAS GUBERNAMENTALES RELATI"VS A- - EMPLEO, C'APAC:ITA- ClON PRIOFESIONAL MERICADO LABORAL. REMI U NERACION ES - ORGANIZACIONES SINDICALES - RELACION EMPRE- SA TRBIAJAD)ORES - PARTICIP. NEGOCIAC. COLECTIV. - RELACIONES INDIV. DE TRABAJO - SISTEMA NACIONAL DE SEC. SOC.: SERMIENA. SNS. MUTUALES, PEN. SIONES, MONTE- PíOS, ETC. ~~1 OTROS' FACTORES: -IDEOLO(;I(OS, P'O- LíTICOS -SISTEMA ECONO- MICO IIELT'AíS -C(AIIS TECNO- LOGICOS. ETC. AMPLITUD Y CLARIDAD DE LAS POLITICAS Y NORMAS DE TRABIAJO EN LA ORGANIZACION OII1TENCION D)EL PERSONAL: *RECLUTAMIENTO: INTERNO Y EXT. *SELECCION *UBICACION EN LA EMPRESA Y EN EL CARGO MANTENCION * RI4MUNERACIONES: ASIGNACION, NIVEL Y* ESTRUCTURA, ASIGNACIONES D)IVERISAS *EVALUACION DE CARGOS ANAL Y I)ESC. DE CAIIG. *ASCENSOS, TRASLADOS Y PRBOM. 11lORARlOS, DISCIPLI NA, VACAC. *SERIC~IIOS AL PERSONAL *SE(;UIIAI INDUST[RIAL Y ROP'A Y ELEXIENIOS DE TRIABAJO *SISTEMA DE QUEJAS R ECHEACION, CULTURA Y* DEPORT. *RETIROS CRAI)O DE l'AITICIPACION DE LOS TRABIAJAD)ORESEN LA CENERACION DE POLíTICAS Y NORMAS A. ARMSTRONG / RELACIONES INDUSTRIALES trabajo. Igualmente, debe preocuparse por aten- der las quejas y reclamos de los trabajadores y los contactos con las directivas sindicales. En otros casos comparte la labor con otros, es- pecíficamente con la línea ejecutiva y las jefa- turas, en cuanto a selección de personal, capa- citación, comunicaciones, prevención de riesgos, mantención de disciplina interna, etc. Además de las labores mencionadas y que son desarrolladas exclusivamente por la Unidad de Relaciones Industriales hay otras que, para los efectos de ordenamiento, podrían clasificarse en tres grupos: 1) aquellas que deben ser ejecu- tadas para cumplir con obligaciones legales, tales como la mantención al día de los contratos indi- viduales de trabajo, control de vacaciones pro- gresivas, registro de asistencia, cargas familiares, c)ntrol de los préstamos habitacionales cargados al impuesto pertinente, informes periódicos de diversa índole a las Inspecciones del Trabajo, etc.; 2) actividades destinadas a fomentar la cultura, el arte y el deporte entre el personal (grupos artísticos y teatrales, cursos y charlas sobre te- mas de cultura general, organización de compe- tencias deportivas internas, manejo y cuidado de canchas y locales destinados a estas actividades, etc.), y 3) labores que podrían denominarse "servicios al personal", cuyo fin es ayudar a los trabajadores a resolver sus problemas, muchos de los cuales no están necesariamente ligados a o han sido generados dentro de la empresa. Respecto a esto último, hay muchos que opi- nan que tales labores responden a un criterio paternalista de las empresas. Sin embargo, y aun cuando ello fuera cierto, es necesario reconocer que si estos servicios no existieran, las empresas estarían obligadas a otorgar los permisos respec- tivos, ya que en la gran mayoría de los casos tales beneficios constituyen derechos entregados a los trabajadores en virtud de leyes del trabajo. Bas- taría quizás contabilizar la inversión de tiempo en permisos de esta índole y comparar su costo con aquel que implica mantener este tipo de servicio para transformar el criterio paternalista en uno netamente económico. Lo expuesto resumidamente en las líneas pre- cedentes constituye lo fundamental en cuanto a los aspectos teóricos del campo de las relaciones industriales al nivel de las empresas y a las labo- res o actividades que deberían desarrollarse en ellas, y específicamente por la unidad de perso- nal, o de relaciones industriales. Todas estas ac- ciones pueden visualizarse desde varios puntos de vista y con distinto criterio, pero seal cual fuere es menester reconocer que todas ellas, consciente o inconscientemente, influyen sobre la magnitud e intensidad de los problemas laborales que exis- tan, sobre el grado en que las necesidades de los trabajadores sean satisfechas, sobre el grado de la integración del personal de la empresa, sobre su rendimiento y eficiencia, etc. Por otra parte, será posible emprender tales actividades y ver resultados concretos en la me- dida en que las más altas autoridades de las em- presas y las directivas sindicales las apoyen con vigor, sin recelo y en forma persistente, ya que por la naturaleza y complejidad de los proble- mas laborales y de sus soluciones constituye un error esperar que los resultados sean visibles en el corto plazo.
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