Logo Studenta

proyecto manuela

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Impacto del Desplazamiento forzado en los niños y niñas del Catatumbo 
Manuela Rojas Noguera
Quinto España 
Lectores Competentes
Jeiver Davian Gallego 
Lorenzo de Alcantuz 
Autoestima y respeto senderos para la construcción de nuestro mundo
Bogotá D.C
2022
INDICE 
INTRODUCCIÓN	3
1.	PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA	4
1.1 PREGUNTA DE INVESTIGACION	4
2.	JUSTIFICACION	5
3.	OBJETIVOS	6
3.1	Objetivo general	6
3.2	Objetivos específicos	6
4.	MARCO REFERENCIAL	7
4.1	Marco teórico	7
4.2 Marco contextual	8
4.3 Marco conceptual	10
5.	FINALIDAD DEL PROYECTO	12
6.	RESULTADOS	15
6.1	Caracterización de la zona del Catatumbo del Departamento Norte de Santander.	15
6.2	Problemática del desplazamiento forzado y su expresión en Norte de Santander y la Región del Catatumbo.	18
6.3 Impacto del desplazamiento forzado en la niñez en la Región del Catatumbo y los requerimientos para la atención integral de esta población.	21
CONCLUSIONES	29
REFERENCIAS	32
APÉNDICES	36
INTRODUCCIÓN
Colombia ha sido y es un país marcado por la violencia, en el que se reconoce un conflicto interno armado a partir de 1948, lo cual no desconoce la existencia de un país que se ha desarrollado desde la conquista en un contexto de violencia. Un conflicto complejo que lleva más de 60 años de existencia, que ha enfrentado e involucrado a diversos actores estatales y no estatales; que ha dejado como consecuencia millones de víctimas entre muertos, desplazados, desaparecidos, torturados, secuestrados, mutilados, tanto civiles como militares, hombres y mujeres, niños, jóvenes y adultos; además de los 5,5 millones de hectárea despojadas, abandonadas y ocupadas por campesinos desplazados de otras regiones, paramilitares o testaferros.
Por otro lado, el desplazamiento forzado interno es un fenómeno social producto de la violencia, que ha generado miles de víctimas en la Región del Catatumbo Colombiano. Donde se analizan los derechos que le son vulnerados a los niños y niñas y la respuesta institucional frente a los mismos. 
 
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los hechos que ofrece la realidad, la situación de esta población, las consecuencias que ha dejado el desplazamiento en ellos, los requerimientos para su atención integral y encontrar pistas para la prevención de la problemática mencionada. A su vez, evidenciar que la construcción de la paz en Colombia está relacionada con la prevención del desplazamiento forzado y la atención integral de quienes lo padecen. En este sentido, se espera que este trabajo produzca conocimiento académico y a su vez contribuya al mejoramiento de la situación de la infancia desarraigada de la zona del Catatumbo.
1.1 PREGUNTA DE INVESTIGACION
¿Cómo afecta el desplazamiento forzado a los niños y las niñas residentes en la Zona del Catatumbo del departamento de Norte de Santander?
2. JUSTIFICACION
De los 27 millones de refugiados y 30 millones de personas desplazadas que se calcula hay en el mundo, un 80% son mujeres y niños (UNICEF, 2005). Asimismo, a causa de los conflictos armados, más de 9 millones de niños en todo el mundo han muerto asesinados, han sufrido heridas, han quedado huérfanos o han sido separados de sus progenitores (Grajales, 1999). “La problemática de la niñez víctima de la guerra en el mundo entero se ha convertido en una de las prioridades de los Gobiernos”. Esta realidad ha generado que los derechos humanos, el derecho internacional humanitario, el derecho internacional de los refugiados, la convención sobre los derechos de los niños, las normas constitucionales y legales, y sobre todo la conciencia humana, exijan pensar y actuar por los niños en situación de desplazamiento forzado (CODHES UNICEF, 1999).
Este panorama ha tornado urgente la creación de estrategias que permitan la atención integral de los Niños desplazados por la violencia con el fin de mejorar sus vidas, dentro del proceso de reconstrucción del tejido social, teniendo en cuenta que han sido vulnerados y quebrantados en sus derechos y excluidos de los bienes y servicios sociales otorgados por el Estado. (CODHES y UNICEF, 1999).
En tanto, la actual Constitución Política colombiana, por lo menos en el tenor literal de su articulado, ofrece respuestas frente a la crisis humanitaria que padecen los desplazados por el conflicto interno armado y dentro de estos, a los niños, al igual que un sinnúmero de leyes y decretos específicos expedidos para la atención de la población en mención. Al respecto consagra en su artículo 44 como derechos fundamentales de los niños: “la vida, la integridad física, la salud, la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y el amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión” (Constitución política 1991).
Igualmente prescribe “que los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”, y adopta el principio del “interés superior” de los niños como criterio orientador de políticas y comportamientos (Caicedo, 2009; 12).
3. OBJETIVOS
3.1 Objetivo general 
Identificar, analizar, recoger y visibilizar el impacto del desplazamiento forzado en los niños de la zona del Catatumbo en el departamento de Norte de Santander.
3.2 Objetivos específicos
Elaborar una caracterización de la zona del Catatumbo del Departamento Norte de Santander.
Abordar y caracterizar la problemática del desplazamiento forzado y su expresión en Norte de Santander y la Región del Catatumbo. 
Analizar e interpretar el impacto del desplazamiento forzado en la niñez en la Región del Catatumbo y los requerimientos para la atención integral de esta población.
4. MARCO REFERENCIAL
4.1 Marco teórico
Enfoques de paz. En la historia reciente de la humanidad, en forma específica, a partir de la segunda guerra mundial y la preocupación universal en torno de evitar su repetición, surgió la investigación para la paz y una teoría sobre la paz. Se destaca que teoría e investigación para la paz han ido de la mano y se han retroalimentado mutuamente.
La palabra paz registra diversos significados (Fisas, 2000: 19). En esta monografía nos centraremos en tres enfoques de paz: la paz negativa, la paz positiva y la paz imperfecta; y en el enfoque de construcción. Distintos académicos han aportado considerablemente a la teoría de la paz, destacándose dentro de estos: Johan Galtung, Vicenc Fisas, John Lederach, Francisco A. Muñoz, entre otros (Enciclopedia de paz y conflictos, 2003).
La Paz Negativa. Este enfoque de paz constituye el interés de la investigación para la paz durante las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo XX, y encuentra su origen, en un contexto de postguerra mundial, recibiendo la influencia que ello implica (Fisas, 1998).
Este enfoque plantea que la paz es igual a ausencia de guerra y representa uno de los más tradicionales acerca de la paz. Johan Galtung, denomina a este enfoque como “Paz Negativa”, y considera que no expresa todos los significados de la paz, al desconocer otras modalidades de violencia como la estructural y la cultural, al punto que podrían no existir conflictos armados, pero registrarse violencias estructurales como la pobreza, y la injusticia social (Galtung, 1995). Al contrario, la paz vista desde esa óptica, “se circunscribe a la ausencia de conflictos destructivos” (Zapata, 2008). Considera que está visión de paz, está enfocada a terminar las manifestaciones inmediatas de la violencia directa, pero es insuficiente en la exploración de las raíces del conflicto y en proponer soluciones en el largo plazo que contemplen las dinámicas estructurales e institucionales. Adicionalmente esta visión de paz indica lo que debemos evitar, pero no lo que se debe buscar o promover, desconociendo un principio fundamental de la lógica de Aristóteles, según el cual, las definiciones deben ser afirmativas en lugar de negativas (Lynch, 2007:13), es decir, una definición de paz debe indicar lo que es la paz, sus características, componentes, etc.,y no individualizarla con base en la ausencia de algo. No obstante, está concepción de paz, responde a la fase de generaciones de ideas conceptualizaciones propias de la época de las guerras más violentas que han azotado a la humanidad (Muñoz, 2004:5).
La Paz Positiva. Este enfoque es generado por Johan Galtung a comienzos de la década de los sesenta; encontró sus raíces en una investigación en la que el analista consultó las concepciones de la paz en diversas culturas y religiones (Fisas, 1987). Este enfoque define la paz como: “ausencia de toda forma de violencia y justicia social” (Galtung, 1995).
Plantea que la paz está asociada a valores como el amor, la colaboración, y la justicia, a la satisfacción de necesidad esenciales, y al desarrollo.
Francisco A. Muñoz considera que la paz positiva es el “resultado de una construcción consiente de una paz basada en la justicia, generadora de valores positivos y perdurables, capaz de integrar política y socialmente, la satisfacción de las necesidades humanas (…) busca consolidar mundos mejores, siendo entendida la paz positiva como una paz total o perfecta, en donde como un mundo utópico, no habrá violencia manifiesta o conflictos (Muñoz, 2004:4).
La Paz Imperfecta. Enfoque generado por Francisco Muñoz a comienzos de la década de los noventa (Muñoz, 2001). Éste se reconoce como un enfoque o teoría de paz autónoma (Hernández., 2006), y se aparta del enfoque maximalista de la paz positiva, que concibe a la paz como algo perfecto y por ende inalcanzable (Muñoz, 2004:9). En este enfoque, la paz se plantea como inacabada, incompleta, cercana a los seres humanos y su complejidad, realidad que la hace imperfecta. Al respecto se expresa: “en los seres humanos conviven emociones, cultura, deseos y voluntades, egoísmo y filantropía, aspectos positivos y negativos, aciertos y errores”. Dentro del mismo, las personas siempre están inmersas en procesos dinámicos e inacabados, ligados a la incertidumbre de la complejidad del universo. Como lo advierten otros analistas, la especie humana es producto del proceso de selección natural y de selección social que ha heredado una estructura que cimienta las oportunidades y restricciones de cada organismo y su constructo social (Casas., 2007).
Aceptar la condición humana, imperfecta en palabras de Muñoz, que vive continuamente en conflicto por las posibilidades y opciones individuales o sociales ligadas a su condición biológica y cultural, otorgadas por la historia y a su capacidad de imaginar, desear o decidir (Muñoz, 2004:10), son cruciales para entender sus actitudes, sus preferencias y sus maneras de resolver problemas (Casas, 2007). 
 
4.2 Marco contextual 
La región del Catatumbo está conformada por varios municipios: Ocaña, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa de Belén, El Tarra, Tibú y Sardinata; alberga los resguardos Motilón-Barí y Catalaura, donde habita el Pueblo Barí. Ocaña y Tibú funcionan como puertas de entrada a la región y son paso obligado para acceder a los demás municipios (CNMH, 2018). Tiene una extensión de casi 5.000 km, en donde su principal actividad económica es la agricultura y la minería.
Su variedad climática favorece el cultivo de la hoja de coca, convirtiéndose en un territorio apetecido por los grupos al margen de la ley que se disputan este territorio para adelantar cultivos ilícitos (CNMH, 2015). La región del Catatumbo, en su totalidad, ha sido considerada como una de las regiones más olvidadas por el Estado, lo que ha permitido que los grupos armados se apoderen de zonas sin encontrar limitaciones institucionales que obstaculicen el desarrollo de sus intereses. Esto ha puesto a la población civil Catatumbera, a vivir inmersa en una situación de violencia generalizada y a obedecer políticas de guerra diseñadas por quienes tienen el dominio de sus pueblos. La disputa por el territorio ha generado un conflicto interno en dicha región que ha ocasionado el desplazamiento forzado interno de campesinos entre sus municipios; Ocaña es el principal receptor de víctimas del desplazamiento forzado; este municipio se ve obligado a enfrentar las consecuencias socioeconómicas que trae consigo dicha población vulnerable. Además de lo anterior, la erradicación de los cultivos ilícitos ha generado desplazamientos forzados (Sacipa, 2001) ante la alta producción de coca que existe en el Catatumbo. Lo anterior, ha obligado a miles de campesinos a huir de sus hogares, convirtiéndolos en acreedores de una vulneración masiva de derechos, en habitantes sin territorio que buscan un lugar donde se les reconozcan sus derechos fundamentales, los cuales debe garantizar el Estado (Ceballos, 2013). 
Este flagelo social ha tenido unas características especiales en la Región del Catatumbo, ya que estas víctimas se han convertido en desplazados permanentes al deambular dentro de dicha zona cada vez que los efectos del conflicto los alcanza (CNMH, 2015). El desplazamiento forzado en la región del Catatumbo ha generado en el municipio de Ocaña, una situación humanitaria difícil de atender. Las personas que provienen de dicha región se localizan en las zonas más desfavorecidas del municipio, donde la cobertura de los servicios básicos aún no ha sido suplida por las autoridades locales. Esto supone una revictimización de su condición de víctima, ya que, no solo han padecido las inclemencias del desplazamiento, sino que se exponen a otros factores de violencia en su lugar de acogida. Lo anterior demuestra que el fenómeno del desplazamiento forzado interno ha creado en dicha región una situación de vulnerabilidad extrema permanente ante el abandono y la poca eficiencia en la aplicación de los planes de atención diseñados para garantizar sus derechos.
4.3 Marco conceptual
Ayuda: es la acción de una persona hacia otra de manera desinteresada para obtener algún fin.
Consecuencia: la consecuencia son los resultados de los hechos, estos pueden ser positivos o negativos.
Crisis: la crisis son los cambios o consecuencias ante una situación complicada.
Desplazamiento: el desplazamiento es trasladarse de un lugar a otro.
Derechos: es el conjunto de principios y normas que tienen los seres humanos ante una sociedad 
Derechos humanos: los derechos humanos son derechos inherentes sin hacer distinción en el sexo, el origen, la religión, la lengua, o cualquier otra condición.
Forzado: la palabra forzado es todo lo que se hace con incomodidad, o con algún tipo de esfuerzo.
Pobreza: la pobreza son situaciones de personas que tienen carencias sociales como en la salud, alimentación, vivienda, trabajo.
Victima: es la persona que sufre un daño, provocado por una acción ya sea por culpa de otra persona, este daño puede ser psicológico, físico, moral o material.
Violencia: la violencia es el uso de la fuerza o el poder físico con amenazas a personas, a grupos o a comunidades que cause lesiones, muerte, daños psicológicos, o algún tipo de trastorno. 
5. FINALIDAD DEL PROYECTO
	Problema 
	Objetivos 
	Estrategias 
	Los hechos que ofrece la realidad, la situación de esta población, las consecuencias que ha dejado el desplazamiento en ellos, los requerimientos para su atención integral y encontrar pistas para la prevención de la problemática mencionada. A su vez, evidenciar que la construcción de la paz en Colombia está relacionada con la prevención del desplazamiento forzado y la atención integral de quienes lo padecen. En este sentido, se espera que este trabajo produzca conocimiento académico y a su vez contribuya al mejoramiento de la situación de la infancia desarraigada de la zona del Catatumbo.
¿Cómo afecta el desplazamiento forzado a los niños y las niñas residentes en la Zona del Catatumbo del departamento de Norte de Santander?
	Objetivo general 
· Identificar, analizar, recoger y visibilizar el impacto del desplazamiento forzado en los niños de la zona del Catatumbo en el departamento de Norte de Santander.
Objetivos específicos
· Elaborar una caracterización de la zona del Catatumbo delDepartamento Norte de Santander.
· Abordar y caracterizar la problemática del desplazamiento forzado y su expresión en Norte de Santander y la Región del Catatumbo. 
· Analizar e interpretar el impacto del desplazamiento forzado en la niñez en la Región del Catatumbo y los requerimientos para la atención integral de esta población.
	· Recolección de información de libros, revistas y artículos por internet referentes al Desplazamiento forzado en los niños y niñas del Catatumbo
· Entrevista sobre el desplazamiento forzado en los niños y niñas del Catatumbo.
· Presentación de diapositivas.
Finalidad del proyecto: Conocer como afecta el desplazamiento forzado a los niños y niñas del Catatumbo y que hace el estado colombiano para ayudarlos.
Actividades o estrategias: la primera estrategia que se va a utilizar la recopilación de información de libros, revistas, artículos consultados por internet sobre el desplazamiento forzado en los niños y niñas del Catatumbo Norte de Santander.
La segunda actividad es aplicar una encuesta a mi madre Diana Noguera sobre el tema ya que ella vivió en Ocaña Norte de Santander durante unos años pues sus abuelos paternos eran oriundos de esa tierra y ella vivió en carne propia este flagelo que por años está consumiendo el país.
Y la ultima actividad se pretende por medio de diapositivas mostrar a los compañeros de clase la problemática que hay en esta región del país con los niños y niñas desplazados y lo que hace el gobierno para ayudarlos, y mostrar fotografías de esa región olvidada del país.
Beneficios: dar a conocer a los compañeros de clase y a los docentes como el gobierno nacional ayuda a estos niños que sufren este flagelo por parte de La Unidad para las Víctimas se desarrolla la Estrategia de acompañamiento “Construyendo mi Futuro”, la cual tiene como objetivos, crear conciencia en las y los beneficiarios del Fondo acerca de la Reparación Integral, bajar tasas de deserción estudiantil y generar acciones que permitan crear espacios de reconciliación y paz, mediante la formulación y puesta en marcha de proyectos de impacto social, como son alimentación, recolección de ropa para estos niños y medios para ayudar a estos niños.
6. RESULTADOS
6.1 Caracterización de la zona del Catatumbo del Departamento Norte de Santander.
El Catatumbo es una región geológica compuesta por montañas, bosques y selvas tropicales situada en el Norte de Santander, en la República Bolivariana de Venezuela. Está compuesto por 11 distritos de la división: El Tarra, San Calixto, Sardinata, Abrego, El Carmen, Teorama, La Playa, Tibú, Hacarí y Convención (Observatorio de Derechos Humanos, 2005), coordinados en 1.074 localidades y 73 municipios (Red Colombia, 2005). A pesar de ser una localidad característica con los suelos más fructíferos del oriente colombiano, con enormes reservas de carbón y petróleo, y con una enorme presencia de fuentes hídricas que aseguran el abastecimiento de agua potable a algunas divisiones colindantes, la principal fuente de trabajo para la población laboral del espacio proviene del movimiento ilegal de desarrollo de la hoja de coca y su posición emergente (IPC, 2008). De acuerdo con el Censo de 2005, se espera una población de 319.173 ocupantes (DANE, 2005), dispersos entre el Alto Catatumbo y el Bajo Catatumbo5. Es vista como un área de increíble valor geoestratégico (PCS, 2003), por sus delineadas regiones llanas, accidentadas y silvestres alrededor del río Catatumbo, que le da su nombre (Jiménez y Suescún, 2007:190). Las circunstancias señaladas legitiman a medias los elementos de la lucha amueblada hacia adentro presentes en la localidad por las asociaciones transnacionales que alimentan la economía del conflicto (ídem).
El perfeccionamiento del enfrentamiento equipado en Norte de Santander ha estado a un nivel no del todo resuelto por la presencia y unión de bandos guerrilleros en la división desde la década de 1980, y posteriormente durante la década de 1990, de bandos de autoconservación que llegaron a cuestionar la fuerza de este animador equipado en la división (Observatorio de DDHH Vicepresidencia de la República, 2008:2). Su área geográfica en el alto oriente de la nación ha sido involucrada por imprevisibles reuniones equipadas como un pasillo de versatilidad (Ibid.:9). De esta manera, la escritura académica sobre la economía política de la lucha equipada se ha esforzado por dar sentido a la conexión entre los activos normales - "su circunstancia geoestratégica específica, con su línea amplia"- y la lucha equipada (Goebertus, 2009: 157), que se ha inclinado por la presencia de agrupaciones esporádicas equipadas y el perfeccionamiento de organizaciones ilegales, como la piratería, especialmente de hidrocarburos y el tráfico de medicamentos, en sus etapas de desarrollo, manejo y comercialización (Observatorio de DDHH Vicepresidencia de la República, 2008:2).
Según un artículo de CODHES, con el compromiso de la Diócesis de Tibú, la Fundación Progresar y la Asociación Minga, el enfrentamiento interno equipado en el Departamento ha sido descrito por la presencia dominante de las guerrillas del EPL, las FARC y el ELN durante más de 30 años (ACNUR, 2006:4). No obstante, durante la década de 1990, el primer "desembarco paramilitar" se presentó en la división con el objetivo de asumir el control sobre los terrenos útiles de las regiones de Ocaña y Convención. Su objetivo central se concretó en 1995, coordinando desde ese momento la fase inicial del ataque al Catatumbo (Observatorio de DDHH, 2008: 17).
El área de los diferentes grupos armados en el distrito ha estado relacionada con el avance de economías dinámicas relacionadas con la creación de hortalizas, la minería y los ejercicios de venta de medicamentos ilegales (ACNUR, 2006:6). La presencia del ELN ha prevalecido en la división durante los últimos veinte años. La presencia del ELN ha prevalecido en la división durante bastante tiempo y durante el resto de la década de 1990 fue la más pertinente en contraste con otras asociaciones equipadas con presencia en Norte de Santander (Observatorio de DDHH, 2008:4). Las FARC tienen presencia en el Catatumbo a través del frente 33 y su desarrollo ha estado generalmente relacionado con la explosión de las cosechas ilegales y el ciclo del alcaloide, tanto en el Catatumbo como en Arauca (Ibid.:5). En lo que les concierne, las bandas de autodefensa han buscado cuestionar con las guerrillas del ELN y las FARC los colosales activos monetarios que han adquirido al mantener su poder táctico (ACNUR, 2006:7), como lo indica Goebertus (2009:157), con compromisos exactos de Álvarez-Correa et al. (1998:39).
El ataque de las autodefensas en la división se dio a través de cuatro diseños: el primero, denominado Autodefensas del Sur del Cesar (AUSC); el Bloque Catatumbo, el Bloque Norte y el Bloque Central Bolívar (Observatorio de DDHH, 2008:4). A partir de ese momento, las Autodefensas iniciaron su ciclo de desarrollo en toda la región nortesantandereana, contando con más de 30 distritos en el departamento6 (ACNUR, 2006:6). Estas actividades cambiaron ampliamente los elementos de la contienda, ya que los poderes radicales ampliaron su solidaridad en las zonas donde tenían una presencia más notable (Ibid.:6). Esta intensificación del enfrentamiento amueblado, según el informe de la Asociación Minga, produjo un entendimiento de paz implícito entre los animadores equipados en la lucha para que cada uno de ellos pudiera seguir con sus valiosas organizaciones (Ibid.:7). Este acuerdo sólo produjo breves enfrentamientos entre los grupos durante un periodo de tiempo extremadamente breve, ya que cada coalición y frente continuó decidido a mantener mayores extensiones de tierra, causando temor, miseria, peligros, nerviosismo, tormento y diferentes desgracias entre la población no militar (Ibid.). Extrañamente, mientras las agrupaciones extremistas se mantuvieron en las zonas separadas donde se concentró su poder, la reacción institucional a las zonas rústicas de ladivisión fue periférica (Observatorio de DDHH, 2008:5); los poderes militares y policiales descartaron atacar en la zona del Catatumbo (ACNUR, 2006:6).
6.2 Problemática del desplazamiento forzado y su expresión en Norte de Santander y la Región del Catatumbo. 
El desarraigo restringido en Colombia se ha convertido en una peculiaridad muy alucinante. "Sólo años y años antes, este tema no era vital en la exhibición pública" (Forero, 2003:2), "las referencias y exploraciones aludían a los movimientos internos de los años 50 y 60 de los últimos cien años, como un desbordamiento de la variable repetitiva del vicio político bipartidista (Caicedo, 2008:35). A partir de los años 80, la deslocalización en Colombia se convirtió en una gigantesca peculiaridad (Ibid.: 31; Goebertus, 2009:160). "A pesar de que no hay asentamiento en las cifras, Colombia es el segundo país con más desarraigados dentro" (Ibid.). El gobierno público percibe que hay a partir de ahora alrededor de 2,5 millones de desarraigados en Colombia (Acción Social, 2008), sin embargo, las asociaciones públicas no legislativas calibran que la cifra ronda los 4 millones de esta población (CODHES, 2007).
Expresa que las diferencias entre las cifras estatales y las de las entidades no legislativas sobre el tamaño de esta peculiaridad en la nación, son consecuencia de los componentes de medición utilizados, la inscripción, la comprobación y las cualidades específicas que cada organización toma para decidir una persona como desarraigada (Goebertus, (2009:161). De esta manera, siguiendo a Goebertus, como impacto de la expansión en la cantidad de personas efectivamente desarraigadas, se dio la Ley 387 en 1997 (Ibid.:161). Sin embargo, "los resultados fueron inseguros, y en 2004 la Corte Constitucional se pronunció sobre la condición de ilegalidad de lo que ocurre con los desarraigados a través de la sentencia T-025" (Ibid.:161). 
Es más, si bien, desde una perspectiva, los avances en materia de garantías para los desalojados han sido dudosos, también se ha mejorado el establecimiento de reglamentos y normas de protección con el objetivo de dar certificaciones a los privilegios de este pueblo (Guevara, 2003; 82). De hecho, los elementos estatales han dado un sinfín de disposiciones administrativas y la Corte Constitucional ha dado más de diez disposiciones de consistencia que han puesto en marcha actividades por parte de las organizaciones regionales para responder de una manera u otra a las necesidades de la decisión (Ibid.:161). En la actualidad, echando un vistazo a los escritos académicos sobre la peculiaridad del desarraigo forzoso según una perspectiva social, algunos expertos coinciden en señalar que uno de los resultados más eminentes del Conflicto Armado Interno Colombiano es el desarraigo forzoso, que esencialmente prepara a la población ciudadana regular que lo experimenta regiones rústicas a lugares que consideran seguros (Forero, 2003:3; Jiménez y Suescún, 2007:186). 
De esta manera, se expresa que "las poblaciones desalojadas generalmente se reenfocarán en lugares más seguros y estandarizados, dejando enormes extensiones de tierra desiertas para la reconfiguración de ejercicios monetarios y diseños sociopolíticos", a pesar del terror y la violación de las libertades comunes por parte de las agrupaciones ilícitas (Ibid.). A partir de ahora, plantea Forero, coinciden varias causas y modalidades para el gesto de la población no militar como resultado del desalojo forzado en Colombia (Forero, 2003:5). La primera de ellas es la que retrata los elementos de desarraigo hacia el inicio de la lucha interna, que "comprende el desalojo como resultado potencialmente negativo del enfrentamiento entre los animadores amueblados y los poderes públicos, haciendo huir a la población por la ausencia de mínimas certificaciones para el aseguramiento de sus vidas y su integridad" (Ibid.:2).
Últimamente, el desalojo en Colombia como técnica de conflicto se ha convertido, en general, en una forma en la que los animadores amueblados intentan fusionar su control regional para establecer o controlar los ciclos de creación de rendimientos ilícitos y asegurar el tráfico de armas y la sección ilícita de dinero desconocido (Ibid.:4).
En cuanto a las cualidades del desalojo forzoso, diferentes expertos señalan que la reubicación como técnica conlleva un reemplazo de la base social, por lo que la población desalojada es suplantada por los individuos impactados por el desalojo y los recursos, por ejemplo, la tierra y los terrenos que tienen un lugar con la población trabajadora no militar son trasladados a ellos (Jiménez y Suescún 2007:192; Edgar Forero 2003:5). 
Goebertus, refiriéndose a los concentrados de Álvarez-Correa e Ibáñez y Querubín, plantea que a pesar de que el desalojo se convierte en un sistema de conflicto a través de la usurpación de tierras, éste no es el objetivo principal de las concentraciones amuebladas que producen esta particularidad social: "como advierten Ibáñez y Vélez (2008; 661 - 662), el desalojo de individuos como técnica de conflicto significa prevenir la actividad de los agregados, desintegrar las comunidades informales y amenazar y controlar a la población ciudadana regular impidiendo la posibilidad de luchas comunes, tratando de ganarse el respeto a través del terror" (Goebertus, 2009:161). 
Un punto esencial en Colombia, donde se aplica la especulación de Jiménez y Suescún, es la Zona del Catatumbo, una región útil para la lucha amueblada hacia adentro (Jiménez y Suescún, 2007:183). Allí está funcionando otro método de desmoronamiento de los núcleos familiares, teniendo en cuenta que la población ocupante no es generalmente desalojada, a la vez que, corriendo contra la norma, se encuentra atada allí, siendo "constreñida por el particular animador equipado a incorporarse efectivamente a los ciclos útiles ilícitos o como ejército civil de las agrupaciones extremistas", sin tener la posibilidad de alejarse para salvaguardar su vida, honestidad y oportunidad (Forero, 2003:8). 
Fernando Cruz Artunduaga, refiriéndose a Human Rights Watch en un informe de 2003 sobre el enrolamiento de jóvenes menores de edad en las posiciones de las agrupaciones guerrilleras y paramilitares en Colombia, agrega que "más de 11.000 jóvenes y señoritas combaten en los enfrentamientos equipados colombianos, quizás de la mayor cifra del planeta, y algo así como uno de cada cuatro guerreros esporádicos es menor de 18 años, (Cruz A., 2008:33), 2008:33) Patricia Sacipa advierte que una perspectiva más que está comunicando lo intrincado de la lucha interna amueblada en la nación es la reubicación provocada por las estrategias de la autoridad de destrucción constreñida de las cosechas ilícitas (Sacipa, 2001). 
El investigador mencionado anteriormente aporta: "al ser regiones alejadas, encontradas con decisión, las agrupaciones radicales han sabido introducirse bien en general en las cuestiones particulares de los ocupantes del campo abierto, combinando una base de ayuda social global" (Ibid.). La escasez de puestos abiertos, los desafortunados entornos cotidianos, el envilecimiento empresarial y la deslegitimación en desarrollo de las fundaciones, les proporcionaron un nivel específico de autenticidad con respecto a las redes de trabajadores hacia las tertulias de lucha (Ibid.). Como respuesta monetaria a sus problemáticos entornos cotidianos y a la escasez súper duradera del Estado, un sinfín de familias de trabajadores rastrearon un manantial de trabajo en cosechas ilegales y en posiciones emergentes (Ibid.). 
6.3 Impacto del desplazamiento forzado en la niñez en la Región del Catatumbo y los requerimientos para la atención integral de esta población.
En el siglo XX, los niños empezaron a adquirir una importancia extraordinaria en el mundo político y monetario, ya que se celebraron reuniones y se crearon asociaciones para fomentar instrumentos de vigilancia y seguridad de los niños abandonados y maltratados (Caicedo, 2009:17). En 1959, se dio la declaración delas libertades de los niños, que describió los principales períodos largos de los cien años como una estrategia pública de asistencia gubernamental que proporcionaba a los jóvenes comida, bienestar y alojamiento bajo la seguridad de la familia (Ibid.). Sin embargo, con la declaración de los privilegios del niño en 1989, se les da seguridad jurídica, estableciendo otra idea de los jóvenes como una población única con libertades sagradas (Ibid.). Colombia esperaba que esta nueva experiencia creciera alrededor de 1989, apareciendo, como en ocasiones tardías en el conjunto de experiencias de la nación, un amplio aseguramiento de normas, enseñanzas y reglamentos que buscan establecer avances en el aseguramiento y certificaciones de los privilegios de los niños, particularmente de las personas que están en peligro e indefensas, como los jóvenes desalojados (Ibid.:18). (Ibid.:18). En cualquier caso, para algunos expertos y científicos de los privilegios de los jóvenes en circunstancias de peligro consistente, es un hecho bien conocido que la circunstancia específica de la nación en sus miradas de salvajismo, entra en conflicto con este patrón, mostrando que todavía hay bastante camino por recorrer para lograr estos objetivos.
"Expulsados de sus hogares, y recorriendo habitualmente distancias considerables para huir del fuego enemigo, los jóvenes son los supervivientes más habituales de diversos tipos de brutalidad, hambre, infección y paso" (Kastberg, 2006:6). Sin duda, salvaguardando la propuesta planteada por Esperanza Hernández (2003; VII), científica de la armonía pública, al sostener que los jóvenes desarraigados pasan directamente por la vileza subyacente, el salvajismo directo, la brutalidad socio-social, la brutalidad intrafamiliar y la vileza financiera (Hernández, 2003: VII). Según algunos exámenes, muchas veces, el traslado, para inclinarse hacia las existencias de individuos de la familia y del área local, abre a los jóvenes al desprendimiento de sus personas y familias, y a riesgos más graves en los lugares de aparición (UNICEF y CODHES, 1999:52).
Es esencial tener en cuenta que los informes de CODHES expresan que los jóvenes desarraigados o potencialmente adolescentes están especialmente indefensos ante el alistamiento forzoso, el secuestro, el tráfico o el doble juego (Codhes-UNICEF, 1999: 57). Así, como advierte otro experto, existe una conexión prácticamente inmediata entre el alistamiento forzoso y la desintegración de la satisfacción personal (Lamus, 2001:3). Además, "las jóvenes, positivamente, se enfrentan al riesgo de abuso o agresión sexual" (Ibid.). 1985 a 1999, presenta un panorama nada alentador, mostrando que alrededor de "392.000 hogares que albergan a una población de aproximadamente 1.900.000 individuos, han sido desarraigados por el salvajismo inmediato comunicado en la lucha interna equipada, de los cuales 1.100.000 individuos son menores de edad". (Codhes y UNICEF, 1999:78).
Entendiendo la armonía como una realidad incompleta o en proceso, y permaneciendo atento a que es obligación de la construcción de la armonía - tanto la administración y el cambio sereno de las luchas, como el olvido de las formas brutales de comportamiento, y la consideración respecto a las víctimas de la vileza (Lederach, 2007b), la parte actual de la exploración se centra en la cuestión de los jóvenes desarraigados por el salvajismo en la región del Catatumbo, el efecto producido en ellos por esta peculiaridad social, y sus prerrequisitos. Como he expresado hacia el inicio de la monografía, el motivo de dar componentes académicos se suma a la búsqueda de opciones para la anticipación de la reubicación y la consideración exhaustiva de esta población. A partir de las voces y encuentros de estos niños, de sus padres y de las autoridades con las que se habla, se reconocerán las cualidades primarias de la peculiaridad social a la que se hace referencia, y básicamente el efecto que tiene sobre ellos, influyendo en su presente y futuro, y previniendo el fin del patrón de viciosidad.
Los hijos de la Zona del Catatumbo, tal y como se desprende de diferentes exámenes que abordan el efecto de la reubicación forzosa en niños menores de 18 años, "recogen desde una edad temprana la experiencia del tormento compartido, de la tierra desierta, de la miseria metropolitana, del ansia que se convierte en propensión, de las sociedades oscuras, de la sentimentalidad sofocada, de los amigos y la familia asesinados y de los recuerdos que vibran tranquilamente" (CODHES-UNICEF, 1999: 112).
Problemas y miseria. Durante el trabajo práctico, la forma de tratar las voces de los niños desalojados de la región del Catatumbo, procedentes de focos rurales en las comunidades urbanas de Cúcuta y Ocaña, muestra que la peculiaridad del desarraigo forzoso provoca sensaciones de miseria y dolor en estos jóvenes, algunos de ellos desde muy temprano. Así lo afirman diferentes fuentes: "ya que el agravamiento de las carencias y animosidades en el conjunto de sus apariciones, los contacta a diario" (CODHES y UNICEF, 1999; 128).
Los concentrados que abordan el efecto provocado por el enunciado de la lucha interior equipada y el consiguiente desarraigo en los niños han planteado y coinciden fehacientemente con los registros encontrados durante el trabajo de campo, que los jóvenes han visto ocasiones feroces que produjeron su desarraigo (Hernández, 2003, 82): 82); han notado el homicidio de un familiar directo o querido (Lamus, 2001; Hernández, 2003:81 y Goebertus, 2009:161), la invasión a su hogar de hombres amueblados que buscan amenazantemente a un familiar (Lamus, 2001:4 y Hernández, 2003:106). Además, han visto o experimentado animosidades reales por parte de los amueblados ilegales contra sus familiares (Lamus, Ibid.). Todo ello ha producido en ellas "pérdida de tranquilidad "14 (Entrevista con madre desalojada), sensaciones de dolor, temor, tensión, miedo, duda e inquietud por la presencia de racimos amueblados en el clima familiar y social (Hernández, 2003).
Como lo señalan algunos investigadores (Ibid.115), los jóvenes y las jóvenes de la Zona del Catatumbo de la división de Norte de Santander que se presentan a nuevas objeciones escapando de un conflicto que no distingue orientación, edad o religión, igualmente perseveran a través de las severidades de la brutalidad tortuosa o subyacente producida por los lugares de asentamiento. La indigencia y la desesperanza, la ausencia de alimentos y de administraciones esenciales, por ejemplo, el agua, el alojamiento, la instrucción, el alcantarillado, la ausencia de administraciones de bienestar y el "trabajo de los niños para añadir a la ayuda de la familia" son una parte de los nuevos estados de estos jóvenes.
A pesar de las necesidades de los jóvenes desarraigados en el Catatumbo, existe la ausencia de escolarización, que aborda un derecho sagrado de los niños venerado en el capítulo 2 "libertades sociales, financieras y sociales". Algunas investigaciones han revelado que entre la población desarraigada "4 de cada 10 jóvenes de entre 6 y 18 años, de edad esencial u opcional, no van a clase (Unicef y CODHES, 1999:125). También hay que tener en cuenta los daños y las dificultades de variación de la población que se refiere a la interacción educativa (Ibid.:126).
Así, de los 13.381 niños desalojados en edad escolar en la Zona del Catatumbo, 7.003 jóvenes están escolarizados, 5.784 de ellos en formación esencial y 1.219 en instrucción auxiliar. Más allá de estos datos, de los 30 niños desalojados con los que se habló durante el trabajo práctico, 23 jóvenes desalojados, es decir, el 77%, expresaron que se concentraban en sus lugares de inicio situados en los distintos pueblos y barrios de las regiones que componen la zona del Catatumbo16 antes de la ocasión que generó el traslado forzoso. Sin embargo, después del desarraigo, a veces hay una población de sobrevivientes de un desalojo posterior, 16 niños desarraigados expresan que se están concentrando en una u otra escuela esencial u opcional.Estos 16 niños desarraigados representan el 53,3% de los 30 jóvenes con los que se ha hablado. Ante esta respuesta tranquilizadora, pero inadecuada, una madre desarraigada contestó: ... "Es más inteligente enviarlos a repasar, ya que así están preparados para el futuro y en la escuela reciben un bocado por la mañana y el almuerzo" ... (Entrevista con madre desarraigada).
La respuesta es que el arreglo público de comidas matutinas gratuitas, bocadillos y meriendas escolares establecido por el representante principal en curso en marzo de 2008 está satisfaciendo en general su motivación de atraer a los niños a la sala de estudio.
En los ciclos en los que el Estado ha escogido practicar sistemas coercitivos, por ejemplo, la destrucción forzada y los enfoques de fumigación, no ha considerado a los numerosos trabajadores que sienten estas reacciones como hostilidades inmediatas contra ellos (Sacipa, 2001). Como se ha señalado: "tal vez el artilugio del Estado les estaba quitando la principal opción de vida que rastreaban sin siquiera un rastro de otras opciones diferentes" para tener la opción de amueblar a sus hijos con una buena ocupación (Vargas, 1999).
"En 1991, el Congreso refrendó la Ley 12, que confirmó la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas; sus artículos caracterizan las libertades básicas que cada Estado debe asegurar a sus bebés para garantizar un modo de vida que permita su desarrollo vital como personas" (Gallón, 2003:7). La norma 1098 del Código de la Infancia y la Adolescencia de 2006 establece en su artículo 1 que su objetivo es "asegurar a los niños su pleno y agradable desarrollo para que crezcan en el seno de las familias y en el ámbito local en un clima de satisfacción, amor y comprensión" (Juanca y Duque, 2000:1), y la Ley 387 de 1997, establece disposiciones en función de los menores de edad que son víctimas de reubicación forzada (Goebertus, 2009:160). Estos lineamientos, propios de un Estado Social sometido a regulación, como el colombiano, muestran principios de obligatoriedad, sin embargo, como se muestra verdaderamente, su aplicación es restringida.
En Colombia, muchos días, en las noticias cercanas, territoriales y públicas, se escucha hablar de la armonía y del intenso anhelo de todas las redes y ámbitos sociales por conseguirla, como si hubiera una receta encantada para lograrla. Como advierte Goebertus (2009:160), este examen prefiere no perfilarse dentro de las investigaciones que se limitan a distinguir el efecto y a denostar la responsabilidad estatal. En contra de la norma, esta exploración pretende dar señales sobre la acogedora conexión entre la armonía, la anticipación del desalojo y la consideración exhaustiva de la población que lo ha experimentado.
Como se observa en el trabajo práctico, las familias desarraigadas y los niños desalojados de la región del Catatumbo experimentan los efectos nocivos de la brutalidad primaria, ya que se enfrentan a la miseria y la necesidad, a la desafortunada admisión en las administraciones públicas y al menor deseo de acceder a las administraciones de bienestar. Estas carencias se reflejan en el predominio de las enfermedades. En esta parte de la exploración, se puede presumir muy bien que las necesidades fundamentales de los niños desalojados están firmemente conectadas con sus libertades fundamentales, privilegios financieros, libertades sociales y privilegios sociales, demostrados en: el derecho ineludible a una vida noble, la opción de obtener una guía útil, el derecho a que no se restrinjan sus libertades sociales esenciales a la luz de su condición de desplazados, el derecho a la reunificación familiar, la opción de vivir completamente, liberados del hambre, la miseria, el abandono, el abuso y el derecho a un clima protegido (UNICEF y Codhes, 1999).
La circunstancia del desalojo forzoso está constantemente conectada con la infracción de las libertades comunes, por ejemplo, “los bares de comida, las matanzas individuales y agregadas, los peligros de paso o los peligros para sacar a los jóvenes y el tormento se suman a la dinámica de desmoronamiento de la satisfacción personal de las familias, las redes y los niños en el desarraigo” (Baquero y Faillace, 2003:40).
El trabajo infantil es un peligro para los jóvenes (OIT-IPEC, 2005:1), en particular para los niños desarraigados, ya que, a pesar de las quejas experimentadas en su ciclo de desarraigo, tienen que enfrentarse a las traiciones sociales, por ejemplo, el doble juego presente en cuanto a las horas trabajadas y su escasa compensación.
La ausencia de una estrategia pública profunda para la consideración de las personas desalojadas y de los jóvenes desarraigados dentro del Sistema de Salud Subsidiado, a pesar de ser un compromiso del Estado y de ser percibido dentro del Enfoque Diferencial de Derechos, ha estado ausente en un sinfín de familias desalojadas. La congestión de las familias desarraigadas y de los niños desalojados de la Zona del Catatumbo reafirma la carencia de una estrategia pública centrada en el desarrollo del alojamiento social, que permita a los jóvenes desarraigados y a los tutores o a los posibles ancianos tutelados vivir con tranquilidad, tal como lo establece el Estado.
Esta verdad de la reubicación constreñida pone en peligro la vida y la respetabilidad individual de los jóvenes desalojados, les impide vivir su experiencia de crecimiento, participar plenamente de sus libertades, configurarse suficientemente para esperar ser su futuro y comprender positivamente sus rutinas diarias y el mundo en el que viven.
 
CONCLUSIONES
Los resultados de este examen permitieron reconocer que los motivos más notables de la deslocalización son los siguientes. La multiplicación de peligros y sustos contra las existencias de familiares o compañeros potencialmente queridos por el anhelo de conseguir bienes para respaldar a los animadores equipados. El fallecimiento de un familiar cercano como resultado de la lucha amueblada. Cotilleos sobre peligros o alistamiento potencialmente restringido de jóvenes, niños y adultos para proseguir con el conflicto del ridículo. Expulsión y usurpación de tierras en el ataque de los animadores equipados en los pueblos y campos de la región del Catatumbo. Peligros directos de encarcelamiento y ataque de los pueblos para asumir el mando de sus bienes humanos y materiales. Ausencia de puertas abiertas de trabajo lícito por la consistente carencia del Estado y de actividades legítimas por parte de las sustancias administrativas contra los puestos ilícitos con los que innumerables familias de trabajadores adquieren su sustento. La contribución de los tutores y los niños en los ejercicios de desarrollo de la cosecha ilegal.
Asimismo, existe una conexión inmediata entre el desalojo forzoso y la desautorización de los privilegios de los jóvenes y el debilitamiento de su satisfacción personal. Esto se demuestra por:
 Un sólido efecto sobre los jóvenes desarraigados en la región del Catatumbo, en cuanto a la viciosidad subyacente, dadas las circunstancias poco favorables que les proponen los nuevos lugares de asentamiento. O bien, una conexión inquietante entre los jóvenes desarraigados y el trabajo infantil. Un número importante de ellos, en su entusiasmo por sumarse a la ayuda de la familia, participan en: el reparto de carreteras, el trabajo doméstico en las casas de familia y los compañeros de obra. A pesar de que un enorme número de ellos están inscritos como alumnos de escuela esencial u opcional, una considerable cantidad de ellos, en los días en que deberían revisar y hacer las tareas escolares, participan en ejercicios que abordan alguna paga financiera, procurando responsabilidades respecto a las cuales no están genuina o intelectualmente preparados. Además, atraviesan serias áreas de fuerza por una de brutalidad. Es más, pasan por zonas de fuerza para un de salvajismo intrafamiliar en sus hogares. Hay salvajismo físico y mental.
La violación de sus privilegios fundamentales,confirmada de numerosas maneras en la exploración dirigida. Por ejemplo: no todos pueden participar del brillo de un hogar, de la alimentación fundamental para sus medios, de la admisión al bienestar y a la escolarización, y de las administraciones públicas fundamentales. Se han visto expuestos a la crueldad en sus lugares de origen y asentamiento, se aprovechan de ellos y no tienen opciones para lo que viene.
Existe una diferenciación entre el reconocimiento del valor de los niños y sus privilegios a nivel global y público, y la cruel verdad de los jóvenes desalojados en la región del Catatumbo, que aborda la renuncia a estas libertades.
La presencia reiterada de diversos tipos de salvajismo: familiar, social, mental, físico, inmediato y subyacente, alimentan la torsión del desprecio y previenen la recuperación de las lesiones provocadas por el efecto del desalojo forzado.
Hay que tener en cuenta que el alcance de las disposiciones públicas hacia la población desarraigada es excepcionalmente restringido. Hay una extraordinaria ausencia de información sobre estas estrategias entre la población desarraigada; insuficiencia legislativa para cubrir y dar consideración fundamental a los más impactados por el choque interno equipado cerca, los jóvenes.
El enfoque público se ha centrado en las mediaciones de ayuda que no contemplan disposiciones concluyentes ni para contrarrestar el desarraigo ni para la consideración completa de la población que lo experimenta. Por ejemplo, las comidas y meriendas escolares, de las que se ha beneficiado el 53,3% de los niños desarraigados con los que se ha hablado, no sólo les han permitido satisfacer una parte de sus necesidades alimentarias, sino que también los han llevado a revisarlas.
En las zonas mínimas en las que se aplicó el instrumento de selección de información no se registró ningún impulso de armonía por parte de la base social.
REFERENCIAS
ACCIÓN SOCIAL. Observatorio de Derechos Humanos, Dinámica Reciente de la Confrontación Armada en el Catatumbo. |En Línea|, disponible en: http://www.accionsocial.gov.co/contenido/contenido.aspx?catID=127&conID=3021.
ACNUR, Dinámicas del Conflicto Armado, La Crisis Humanitaria y el Desplazamiento Forzado en Norte de Santander |En Línea|, disponible en: http://www.acnur.org/pais/docs/1227.pdf
ACNUR. “El Desplazamiento Interno En Colombia”, (2005); |En Línea|, disponible en: http://www.acnur.org/crisis/colombia/desplazamiento.htm.
Agencia de Prensa IPC, (2008), “De Raspachines a Guerrilleros: así reclutan menores en el Catatumbo” |En Línea| disponible en: http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=111990.
Álvarez-Correa, Miguel, Miguel Moreno, Julieta Calvo, Arturo Socker y Víctor Cock. 1998. Desplazamiento forzoso y reubicación: un estudio de caso. Bogotá: Procuraduría General de la Nación, Universidad de los Andes y Ministerio de Salud.
Ardila Bermúdez. F., (2006) Propuesta de Paz: Solución Práctica al Conflicto Armado de Colombia. Bogotá, s. e.
ARTÍCULOS ACADÉMICOS Y CIENTÍFICOS EN INTERNET
CIFRAS, Norte de Santander (2005). Aspectos Geográficos, Demográficos y Servicios Públicos, Secretaría de Planeación Departamental de Norte de Santander
Coalición contra la vinculación de los niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia, (Comp.) (2007) Informe Conflicto Armado en Colombia, Fronteras: la Infancia en el Límite. Save the Children.
CODHES-UNICEF. (1999). Desplazamiento y Violencia en una Nación Fragmentada
Collazos. Oscar. (2003); Desplazados del Futuro. Bogotá. Editorial Editores
Constitución Política de Colombia (2003), ECO Ediciones, 5ta. Ed.
Consultoría para los DDHH y el desplazamiento (CODHES). 2006. “Codhes informa”. Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, No. 69.
Delgado JM. Gutiérrez J. (Coords.), (1995), Métodos y Técnicas Cualitativa de Investigación en Ciencias Sociales. Madrid: Síntesis.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE- (2005), Censo General 2005 Nivel Nacional. |En Línea|, disponible en: http://www.dane.gov.co/censo/files/libroCenso2005nacional.pdf
Departamento Nacional de Estadística DANE- “Proyecciones de Población” (2005); |En Línea|, disponible en: http://suamox03.dane.gov.co:7778/tic/tifaq01.htm#faq1
Diccionario de la Lengua Española - Vigésima Segunda Edición; |En Línea|, disponible en: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=preliminar
Enciclopedia Concisa de Colombia. (2004), Geografía, Historia, Sociedad y Cultura. Barcelona, España, Grupo Editorial OCEANO
Equipo Nizkor y Derechos Human Rights, “Niños Desplazados por Violencia: Rostros Inocentes de una Tragedia Acumulada” (2004); |En Línea|, disponible en: http://www.derechos.org/nizkor/colombia/desplazados/jov.html
Fisas, VicenÇ. (2002). Cultura de Paz y Gestión de Conflictos: Prólogo de Federico Mayor Zaragoza. Editorial Icaria-Ediciones UNESCO
Galtung J. (1995), Investigaciones teóricas. Sociedad y culturas contemporáneas, Madrid, Editorial Tecnos S.A
Galtung Johan. (1990). Cultural Violence Journal of Peace Research, Vol. 27 (No 3)
Galtung, J. (1995): “Violencia, paz e investigación sobre la paz”, en Investigaciones teóricas. Sociedad y cultura contemporáneas, Madrid, Editorial Tecnos.
Galtung, Johan. (1969). Violence, Peace, and Peace Research. Journal of Peace Research, Vol. 6 (No. 3).
Galtung. Johan. “Violencia, guerra y su impacto sobre los efectos visibles e invisibles de la violencia” |En Línea|, disponible en: http://them.polylog.org/5/fgj-es.htm
Galviz Ortiz, Ligia; “Para que los niños y las niñas puedan vivir en dignidad; Normativa Nacional e Internacional Para La Prevención y Atención del Abuso y La Explotación Sexual en La Niñez” |En Línea|, disponible en: http://www.unicef.org.co/pdf/crecer1.pdf.
Goebertus J (2008), Palma de Aceite y Desplazamiento Forzado en Zona Bananera: “Trayectorias entre recursos naturales y conflictos” en Colombia Internacional Número 68 de la Universidad de los Andes, Pp.: 153-172
Hernández Delgado E. (2009); “John Paul Lederach presentó con la experiencia campesina de la ATCC su último libro: La imaginación moral. El arte y el alma de construir la paz”, |En Línea|, encontrado en: http: //www.iniciativascivilesdepaz.blogspot.com/
Hernández Delgado, E. y Salazar Posada, M. (1999) Con la Esperanza Intacta. Experiencias comunitarias de resistencia civil noviolenta. Bogotá, Editorial Arte y Folito.
Hernández Delgado. E., (2003), Inocencia Silenciada; niñez afectada por el conflicto armado en Santander, Bogotá, Editorial Códice Ltda.
Hernández Delgado. E., (2005); “Actualidad Colombiana”, No 404, 27 abril – 13 de mayo, 2005, Comunidades de Paz: Patrimonio de Resistencia No Violenta, |En Línea|, disponible en: http://indh.pnud.org.co/files/rec/socActualid_Colomb_comunidadespaz.pdf
Muños Muños, Francisco A. (2004), “Paz Imperfecta”, encontrado en: Mario López Martínez (dir.), et al. Enciclopedia de Paz y Conflictos, |En Línea|; http://<www.ugr.es/~fmunoz/documentos/Paz%20imperfecta.html
Muñoz F.A. (Edit.) (2001) La paz imperfecta. Granada, Universidad de Granada
Nasi y Rettberg (2006) “Los Estudios sobre Conflicto Armado y Paz”: Encontrado en: http://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/411/1.php, consultado el día: 14 de Octubre de 2008
OBSERVATORIO SOBRE INFANCIA, (Comp.), (2006), Colombia: en deuda con su infancia. Universidad Nacional de Colombia, Visión Mundial, Plan, Save the Children, Bogotá.
Reseña Sentencia T – 025 de 2004 Corte Constitucional De Colombia |En Línea|, disponible en: http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/2523.pdf
UNICEF “Las Situaciones de Desastre o Emergencia”, (2005); |En Línea|, disponible en: http://www.unicef.org/spanish/ffl/pdf/factsforlife-sp-part14.pdf
Universidad Nacional de Colombia, (2007), “Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, formulados por Francis Deng” en Intensificación De La Promoción y El Fomento de los Derechos Humanos y Las Libertades Fundamentales |En Línea|, encontrado en: http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/0022.pdf.
Valencia, María del P.(2009); “La Decisión de Desplazarse: Un Modelo Teórico a Partir de un Estudio de Caso” en Revista Análisis Político |En Línea|, disponible en: http://www.unal.edu.co/iepri/publica/apol65.pdf.
Vicepresidencia de la República, (2008), Diagnóstico departamental de Norte de Santander.
Zapata Cancelado, María L. (2008), Modulo 4, Memorias Diplomado, “Hacia la Construcción de la Paz: Algunas Definiciones”, Cúcuta, Norte de Santander, s. d.
APÉNDICES
Apéndice A. Evidencias fotográficas

Continuar navegando

Materiales relacionados

205 pag.
225 pag.