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TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 27 3. FASES DE LA NEGOCIACIÓN En todas las negociaciones se pueden encontrar cuatro fases, todas ellas diferentes, pero igual de importantes, aunque a veces el número de las fases de este proceso pueden variar en función de cómo se consideren. Las cuatro fases son las siguientes: - Preparación. - Discusión. - Propuestas y concesiones. - Cierre y acuerdo. Existen, además de las anteriores, otras fases también importantes que formarán parte de la negociación e influirán en su resultado: Los hechos: conocer los hechos que generan la negociación. El problema: averiguar qué es lo que provoca la negociación. Los antecedentes: conocer los antecedentes que generan la negociación para realizar una buena preparación. El contexto: estudiar bien la situación que rodea el problema. El interlocutor: conocer bien a las personas con las que se va a negociar. El diagnóstico: preparar la negociación: punto de partida, límites, estrategias, tácticas, etc. que utilizaremos en el proceso. Los escenarios: para que la negociación sea más llevadera, es aconsejable construir varios escenarios alternativos. El dossier: todos los acuerdos y los procesos de la negociación deben quedar escritos en un dossier que estará a mano del equipo de negociadores o del negociador, por si existen dudas o es necesario hacer algunas consultas. 3.1 PREPARACIÓN DE LA NEGOCIACIÓN Cuando se habla de preparación se refiere al período previo a la negociación X. Por ello, hay que emplear un tiempo para definir nuestra posición e informarnos sobre el tipo de negociación que se va a llevar a cabo. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 28 Si se tiene una buena preparación, la negociación tendrá más posibilidades de ser satisfactoria puesto que, si el negociador llega mal preparado, se permitirá que la suerte intervenga y dejaremos la negociación en manos del azar (cabe destacar que la estadística siempre juega en contra). Un negociador mal preparado no podrá dirigir una negociación de manera continua y desinhibida porque se limitarse a reaccionar ante los acontecimientos. Cuando un negociador no viene preparado demuestra que no sabe de lo que está hablando y, ante esta situación, su opositor se dará cuenta, ganará más confianza y elevará el nivel de la negociación. Todo lo que hagamos antes de sentarnos a negociar se revelará una vez sentados en la mesa, ya que la preparación de la negociación es la clave del éxito para la consecución de los objetivos. Una de las habilidades de los negociadores es llevar el proceso de la negociación bien preparado y previsto desde que empieza hasta que acaba, sin dejar aspectos al azar. Para preparase, se deben realizar una serie de acciones que nos ayudarán a obtener un resultado mejor y más profesional: - Establecer objetivos claros. - Obtener toda la información que sea posible sobre el tema de la negociación. - Elaborar una lista con las posibles concesiones. - Establecer nuestra estrategia y asignar las tareas/roles (si la negociación es llevada en equipo). La fase de la discusión está estrechamente relacionada con la fase de la preparación, puesto que hay que mantener la calma llevando a cabo una discusión sosegada, sin alzar la voz y sin ponerse nervioso: son muestras que transmiten inseguridad y el opositor puede utilizarlas en contra. No debe ser un problema el hecho de mantener la discusión si previamente hemos preparado la negociación. http://www.apuntesgestion.com/herramientas-negociar/ TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 29 3.2 OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN. LA ESCUCHA ACTIVA “Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.” Peter Drucker La comunicación entre las partes es el requisito más importante para llevar a cabo cualquier negociación. El éxito de cada negociación depende un 90% de una buena comunicación. Cada parte debe ser capaz de comunicar cuáles son sus objetivos de manera clara, sin ningún tipo de ambigüedad. Cada parte debe asegurarse de que se ha recibido el mensaje de manera correcta y debe responder todas las dudas que al oponente le surjan para evitar problemas a lo largo de la negociación. Antes de iniciar una negociación se debería obtener la máxima información, para ello debemos ser receptivos y observar de manera atenta cualquier acontecimiento. La buena comunicación exige una escucha activa: consiste en escuchar y concentrarse en lo que nos está diciendo el oponente (o interlocutor), tratando de entender el significado correcto del mensaje. No debemos pensar en lo que vamos a responder mientras el interlocutor expone sus ideas: de este modo nos aseguramos de que después la otra parte escuche nuestras ideas y propuestas activamente. La escucha activa ¿Qué es? Ser consciente de la otra parte. Interrogar y observar. Resumir el contenido (revisar el proceso que ha habido). Palabras claves. Clarificar (aclarar cualquier duda, obtención de información). Mostrar interés. Reflejar (Comunicación no verbal). Razones para escuchar activamente Demostrar confianza y consideración a la otra parte. Creamos sensación de seguridad. Disminuye la tensión entre las partes. Se crea un mayor clima de receptividad. En este cuadro se pueden observar algunas de las razones por las que merece la pena escuchar activamente, ya se trate de una negociación o una situación cotidiana: si TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 30 escuchamos atentos a los demás no se nos pasará ningún detalle y podremos mantenernos más seguros y confiados a la hora de negociar, ya que tendremos toda la información que la otra parte nos ha ofrecido. Frecuentemente, existen algunas barreras que no nos permiten escuchar activamente: - La falta de atención. - La alteración emocional. - El estrés, el cansancio y la fatiga. - La escucha selectiva. - Los prejuicios, las nociones y las suposiciones preconcebidas. - Las preocupaciones. - El egocentrismo. Un buen negociador debe saber identificar estas barreras y esforzarse en superarlas. Los principales consejos para superarlas son: - Procurar que se den las condiciones ambientales necesarias para mantener una comunicación efectiva. Evitar la presencia de ruidos. - La iluminación debe ser buena. - Presentar las condiciones físicas idóneas para poder escuchar activamente. - Apartar de la mente las preocupaciones, los prejuicios, los estereotipos, las suposiciones preconcebidas y las emociones negativas. - Incrementar la capacidad para prestar atención. El lenguaje del cuerpo Además del lenguaje verbal, el cuerpo también emite mensajes que deben conocerse en una negociación: una mala mirada, un gesto de desaprobación, una sonrisa... cualquier gesto que escape al control del negociador puede destapar sus cartas o exponer su estrategia a su interlocutor. Y de la misma manera, saber entender lo que dice el cuerpo de un oponente en una negociación, puede ayudar a lograr los objetivos propuestos. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 31 Observar e interpretar el lenguaje corporal puede ayudar a determinar el status de una persona, sus interrelaciones, sus reacciones ante otros individuos, la veracidad de sus manifestaciones o su estado de ánimo. Existen algunos gestos que son del todo incontrolables: un tic, la dilatación de las pupilas en determinadas situaciones, el rubor en la cara… Conocer estos gestos ayudará a saber si la información que se emite es espontánea o impostada, o si está deliberadamente proyectada por alguna razón: en muchas ocasiones, la desinformación es más efectiva que la información. Los gestos, pues, pueden agruparse en los siguientes grupos: Contacto corporal. Demuestra si existe una intimidad o no entre las personas y puede ser realmente influyente, sobre todo en la persona que sea más pasiva. En general,suele relacionarse con el status de la parte que toma la iniciativa: dar la mano firmemente, poner la mano sobre el hombro, agarrar del brazo al interlocutor… Puede representar cercanía, pero también son gestos que pueden tomarse como ofensivos. En otras ocasiones manifiestan un efecto conciliador. Este tipo de gestos deberían usarse con sumo cuidado, teniendo en cuenta las particularidades del interlocutor o la situación de la negociación: el contacto físico es más común en algunas culturas, mientras que en otras puede ser algo mal visto. Aproximación. Relacionado con el punto anterior, la forma de aproximarse al interlocutor también puede dar pistas de cómo se sitúa el uno frente al otro, su cercanía, status, intenciones… Si una persona entra en un despacho de forma dubitativa estará demostrando que ese no es su lugar y que no se siente cómodo, mientras que alguien que entre sin dudarlo y avance confiado, denotará que se encuentra en su sitio (o que es muy confiado y tiene una actitud que puede ser agresiva o desafiante). En cualquier caso, la aproximación al interlocutor mostrará la relación jerárquica y la distancia que se establece entre ambas personas puede indicar el nivel de confianza o de respeto que se tiene (no hay que olvidar el espacio vital de cada persona, que puede sentirse invadido si uno se acerca demasiado). TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 32 Gestos y posturas. Esta es la parte más activa del lenguaje corporal y puede dar pistas del status del individuo, del estado emocional que tiene, o del tipo de relación que tiene con su o sus interlocutores. Un ejemplo que mostraría el status de un negociador seria realizar un gesto considerado maleducado en una conversación formal, como bostezar o estirarse: en estos casos, la persona que los realiza puede que esté acostumbrada a estar por encima de los demás (o que tenga una estrategia que busque la provocación en su interlocutor). Otro tipo de gestos pueden premiar o castigar al interlocutor, como invitando a proseguir una exposición o interrumpiéndola, o una sonrisa o un ceño fruncido. La expresión facial puede transmitir acuerdo o desacuerdo, atención o dispersión, etc. Respecto a las posiciones, en un cara a cara todo queda más claro, pero pueden encontrarse posiciones de cooperación, cuando los interlocutores se ponen en paralelo, o de confrontación, cuando quedan opuestos. Movimientos de los ojos. Como hemos indicado antes, existen miradas que pueden ser matadoras. En efecto, la mirada es un elemento importante, concretamente el contacto ocular. En una conversación, los interlocutores se miran a los ojos en períodos comprendidos entre 1 y 20 segundos, y las miradas se devuelven. En general, el contacto visual indica que se produce una escucha activa. La persona que habla suele fijarse menos tiempo en la otra, ya que está concentrada en su discurso, pero suele terminar con una mirada fija que sirve tanto para controlar como para demandar una respuesta. Además, lanza miradas tanto a su interlocutor (para controlarle) como al resto de su equipo (si lo tiene), para obtener apoyo moral u orientaciones sobre su acción. En este punto es interesante fijarse en cómo mira al resto del equipo, porque puede quedar manifiesta la relación que tienen. Por otro lado, debe entenderse que la mirada puede suponer aprobación o desaprobación, pero también puede ser un estímulo o desconcertar: en ocasiones, una mirada larga e intensa puede demostrar interés, pero si la persona mirada es tímida, puede intranquilizar, hacer convertir la situación en embarazosa o, incluso, puede ser entendida como un ataque o intrusión a su espacio vital. En general, el contacto visual TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 33 suele evitarse si se quiere mentir u ocultar algún dato o secreto, aunque en personas dominantes, afrontar una mirada directa puede suponer un acicate, incluso en situaciones irregulares. Aspectos no lingüísticos del lenguaje. Existen otros aspectos que también están comunicando cosas: los silencios, la cadencia de la voz, la velocidad de expresión, el tono, sus dudas y titubeos… así, un tono de voz agudo puede denotar nerviosismo, un tono de voz pausado indica tranquilidad, etc. Hay que saber que algunas personas no soportan los silencios y hablan más de la cuenta para romperlos. También hay que saber que existen algunas muletillas que pueden dar pistas sobre la personalidad del interlocutor. Por ejemplo, usar en demasía el pronombre personal yo puede indicar una falta de confianza que pretende compensarse por el abuso del “yo”; concluir cada frase con un “¿verdad?” puede indicar, de nuevo, falta de confianza y necesidad de inclusión en un grupo o, incluso, dudas sobre el propio discurso, etc. En conclusión, se podrá extraer una buena información controlando estos aspectos en el interlocutor y controlando que no se escape nada que no quiera ser expresado en la propia postura. Cualquier información que no se controle puede suponer una ventaja en la negociación, para ambos lados. 3.3 PROPUESTAS Y CONCESIONES La fase de las propuestas y las concesiones aparece cuando ya se ha debatido o discutido el asunto de la negociación y se debe formular la oferta o la petición diferente a la posición inicial. Las propuestas iniciales han surgido en la fase de la discusión y constituyen la respuesta estudiada de un negociador a lo que ha aprendido de su opositor a través de la fase de discusión y de las señales que ha mostrado. Las propuestas iniciales deben ser exploratorias porque si forzamos el ritmo de la negociación, la otra parte puede no querer seguir con la negociación. Es aconsejable que las propuestas iniciales se presenten como propuestas condicionales para no tener problemas en el intercambio. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 34 Ejemplo “Si ustedes están dispuestos a hacer esto, nosotros estamos dispuestos a estudiar la posibilidad de hacer aquello”. La seguridad con que presentamos las propuestas es de gran importancia: aspectos como el tono de voz estimula la resistencia a nuestra propuesta, no haciéndola más aceptable. Una vez presentada la propuesta, se entra en una posición dominante de la negociación. La primera propuesta condicional, pero realista, es la que pone los cimientos del acuerdo final y, además, quita iniciativa a la otra parte y fuerza el ritmo. La fase de las propuestas también hay que entenderla desde el otro punto de vista. Se ha hablado de la formulación de propuestas y ahora se verá cómo se reciben. Algunas de las reglas que se deben tener en cuenta son: No interrumpir la exposición de las propuestas. No al “No” rotundo. El “Sí”. Cuando la otra parte expone sus propuestas, es muy importante no interrumpir en ese momento: en el momento de la interrupción puede ser que dejemos de oír algo que tenía importancia o alguna propuesta de nuestro interlocutor. Normalmente, las interrupciones suelen originar irritación a la otra parte, ya que cada parte dispone de un tiempo para opinar, preguntar, etc. Hay muchas maneras de defender nuestra posición sin tener que molestar a nuestro opositor: Escuchar activamente la propuesta. Hacer preguntas para aclarar las dudas (después de que nuestro opositor acabe). Estudiar la propuesta y/o respuesta inmediata. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 35 Después de estudiar la propuesta, conviene que la respuesta sea detallada ya que una buena respuesta da muchas pistas al opositor respecto a la dirección de la propuesta. Por un lado, se recomienda explicar las partes que más gustan de la proposición, para centrar la negociación en esas partes, y, por el otro, las que no nos interesan, para descartarlas en la negociación. El opositor agradecerá una respuesta bien desarrollada para tener en cuenta las áreas en las que debe centrarse.El “NO” rotundo sin dar ningún tipo de explicación hace que se pueda crear una discusión innecesaria o la ruptura de la negociación entre las dos partes. La palabra “No” no es necesaria en la negociación ya que existen otras alternativas y concesiones. Una de las técnicas más útiles y más utilizadas para tratar las propuestas y las contrapropuestas consiste en realizar un resumen o esquema. Estos ayudan a organizar el tema y sirven para demostrar que durante toda la negociación ha habido escucha activa por parte de las dos partes. Las concesiones son un recurso clave para encaminar la negociación a su final. Algunos negociadores utilizan una o dos concesiones como ayuda para cerrar el trato. Las concesiones menores deben seguir una regla, la del intercambio: “Ustedes deciden esto y nosotros decidimos aquello” Hay que considerar el valor de las concesiones para los dos partes, no basta solo con considerar las propias. Antes de intercambiar una concesión se recomienda plantearse estas preguntas: - ¿Qué valor tiene para mí? - ¿Qué valor tiene la concesión para la otra parte? - ¿Qué quiero a cambio? Todas las concesiones que el opositor hace tienen algún valor, aunque sea mínimo para la otra parte. Es conveniente que sepamos valorar nuestras concesiones desde su punto de vista y no tan solo desde el nuestro. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 36 El intercambio es la parte más intensa del proceso de negociación ya que se trata de obtener lo “deseado” a cambio de renunciar a otra cosa. Es importante valorar las concesiones porque son las responsables de un buen resultado o uno malo. Es indispensable que recordemos que en la fase del intercambio: - Todas las propuestas deben ser condicionales. - Nunca hay que dar algo por nada (gratis). - Primeramente, se presentan las condiciones de las partes. - Mantener los temas relacionados o entrelazados. 3.4 EL CIERRE Y LA CONFIRMACIÓN DEL ACUERDO Cuanto más larga y más tiempo dure la negociación, más se debe intentar sacar el máximo de concesiones posibles a la otra parte, teniendo en cuenta que el opositor hará lo mismo con la nuestra. Para finalizar una negociación no es necesario que las dos partes estén en sus posiciones porque ninguna de las dos partes está segura de cuál es el límite de la otra. Siempre que una parte se encuentre en su posición límite tendrá un gran interés en cerrar el trato, puesto que cualquier movimiento del opositor puede provocar unas concesiones que excedan los límites de una de las partes. Lo ideal sería cerrar el trato cuando se está realmente en la posición límite, pero lo más probable es que se cierre cuando se está cerca del límite. El cierre debe mostrarse con credibilidad para que el opositor reaccione de manera positiva ante la confirmación del acuerdo. La finalidad que tiene el cierre es llegar al acuerdo, por lo que nuestra propuesta de cierre debe satisfacer algunas de las necesidades de la otra parte. Un intento de cierre prematuro puede suponer arriesgar la misma posibilidad de cierre. Muchas veces ocurre que el cierre no se acaba de concretar. Para ello, existen una serie de tácticas que nos ayudarán a llegar a la confirmación del acuerdo: TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 37 Cierre con resumen: es uno de los más frecuentes y consiste en terminar la fase de intercambio resumiendo los acuerdos alcanzados hasta ese momento, destacando las concesiones que la oposición ha logrado por nuestra parte. Es importante remarcar a la otra parte la importancia de llegar a acuerdos sobre los puntos pendientes. Solicitar un descanso (cierre con descanso): es necesario para que los negociadores tengan un tiempo para reflexionar sobre el acuerdo. Imponer un tiempo límite: ejerce presión sobre el negociador, pero puede ser aceptable si el período de tiempo es suficiente. Amenazar con retirarse (cierre con ultimátum): a veces esta medida de presión puede surtir efecto. Es una medida arriesgada que puede llevarnos a una auténtica ruptura de la negociación. Existen casos en los que una parte cree necesario dar un ultimátum a la otra parte utilizando esta medida. Pedir directamente la formalización del acuerdo (cierre disyuntivo): es otra manera de cerrar un acuerdo, pero no se suele utilizar por temor a la negativa. Para concluir, es importante confirmar el acuerdo de manera formal, es decir, reflejar los pactos por escrito y todas las notas que se han ido tomando durante la negociación. Tras la negociación hay una serie de actos que deberíamos realizar para asegurar que el cierre ha sido efectuado correctamente: - Repasar los puntos fuertes y los puntos débiles del acuerdo. - Oportunidades y amenazas que se han presentado o producido. - Revisar el proceso de negociación. - Errores y aciertos del proceso. - Buscar métodos para mejorar la próxima negociación. Es importante seguir estos pasos para progresar en las posteriores negociaciones que se puedan presentar a lo largo del tiempo. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 38 3.5 RECOMENDACIONES EN LAS FASES DE LA NEGOCIACIÓN En este cuadro podemos encontrar algunas de las recomendaciones para cada fase de la negociación; la preparación, el desarrollo y la conclusión del acuerdo. FASES DE LA NEGOCIACIÓN RECOMENDACIONES Preparación Preparar la negociación. Si no ha sido posible preparar la negociación, es preferible aplazarla. Tener previstas alternativas. Conocer los propios objetivos y los límites. Concretar una estrategia. Exponer los argumentos de manera persuasiva. Desarrollo Dominar las técnicas de comunicación (escucha y observación). No confiar ni subestimar al oponente. Respetar la posición de la otra parte. Tener paciencia a la hora de cerrar el acuerdo. Conclusión (acuerdo) Ser lo más flexible posible. No perder los límites de negociación. Reflejar los acuerdos formalmente (por escrito). Comprometerse con el acuerdo.
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