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TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 39 4. TÁCTICAS DE NEGOCIACIÓN Las tácticas se definen como los mecanismos de conducta que cada parte utiliza para influir sobre la otra parte y alcanzar una solución satisfactoria en un encuentro conflictivo. Cada parte tiene preparadas las tácticas que utilizará durante la negociación. Las tácticas surgen de iniciativas puntuales, que tienen como objetivo adquirir un resultado inmediato y cuya ejecución es muy breve. Existe un número de movimientos y tácticas que actualmente se utilizan con frecuencia: Tácticas de desarrollo: son aquellas que se limitan a concretar la estrategia elegida sin que supongan un ataque al opositor y no tienen por qué afectar a la relación entre las partes negociadoras. Algunos ejemplos son tomar la iniciativa presentando una propuesta o dejar que sea la otra parte quien tome la iniciativa; hacer la primera concesión o dejar a la otra parte dar el primer paso; informar con toda la precisión posible a la otra parte o tratar de hacer las negociaciones en las propias oficinas, en las de la otra parte o en un lugar neutral. Tácticas de presión: son aquellas que tratan de fortalecer la propia posición debilitando la posición contraria. A diferencia de las tácticas de desarrollo, estas sí pueden deteriorar la relación personal y profesional entre ambas partes. Se trata de tácticas que buscan intimidar y confundir al opositor. Se pueden dividir en 3 grupos: o Tácticas obstructivas: pretenden poner resistencia a las argumentaciones y las presiones de la otra parte. o Tácticas ofensivas: intentan presionar a la otra parte ofreciéndole una salida a través de la propuesta de acuerdo. o Tácticas engañosas: suelen conocerse como “trucos”. Son trampas que pretenden proyectar una visión errónea de las propuestas, concesiones, etc. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 40 Veamos diferentes ejemplos de tácticas de presión: Ataque: con el ataque se busca presionar e intimidar a la otra parte, creando una atmósfera incómoda para perjudicar al oponente. Tácticas engañosas: consisten en informar falsamente a la otra parte, por ejemplo, prometiendo cosas que no se van a cumplir. En otras palabras, es engañar al oponente. Autoridad superior: esta táctica consiste en aparentar que se cuenta con delegación suficiente para cerrar el trato. Una vez se ha alcanzado el acuerdo, se comunica que queda pendiente de la conformidad de los órganos superiores de la empresa. Ultimátum: consiste en presionar a la otra parte sin darle tiempo para que tome una decisión y pueda reflexionar sobre ella. Normalmente, se utiliza para intranquilizar al oponente. Tiempo: esta táctica consiste en jugar con el tiempo en beneficio propio, haciendo que el oponente quede vencido por agotamiento. Lugar de negociación: debe tener lugar en las oficinas de una de las partes. Se trata de que el oponente se sienta infravalorado e incómodo en el lugar de reunión. La sobra (o restante): esta táctica consiste en pedir algún detalle adicional de lo que se está comprando o negociando. Engaño deliberado: esta táctica consiste en despistar al oponente con argumentos falsos para persuadirle y que ceda a nuestras pretensiones. Es muy importante saber utilizar el lenguaje no verbal para que no nos delate. Alardear: consiste en transmitir una imagen de poder que estimule a la otra parte a concretar o a cerrar la negociación. El silencio: esta táctica se utiliza para decir que “no” sin necesidad de contestar a la propuesta del oponente. Cambiar los negociadores: es una táctica que se utiliza constantemente para desestabilizar al opositor y que se encuentre impaciente para acabar con el asunto o la negociación. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 41 El globo sonda: consiste en una serie de comunicaciones informales que permiten confirmar una oferta (si la otra parte la acepta o no critica) o retirarla (si la otra parte la critica). La idea es que el negociador puede enviar a su oponente mensajes que no puede comunicarle en la mesa de negociación, de manera que evita perder la imagen que acompaña a la retirada de una negociación o a que otro le rechace públicamente. Salami: el nombre viene de la forma en que se puede conseguir un salami que los oponentes defienden con empeño: cortando rodajas finas al principio, para que sus dueños no se den cuenta o no les importe mucho. Si se sigue así día a día, el final el salami será nuestro. En la negociación esto se traduce así: el negociador evita el rechazo de un paquete de peticiones importante en conjunto posponiendo algunas peticiones para otro momento. Si la otra parte no sabe que va a presentar más demandas a continuación, puede que en la primera de ellas ceda más de lo que realmente quería, puesto que no era consciente de lo que iba a venir después. Fingimiento: con esta técnica se hace creer a la otra parte de que se posee más información de la que realmente se tiene. Es importante no enredarse mientras se usa, pues es uno de sus mayores riesgos. Retirada suave: consiste en retroceder levemente cuando el negociador no está en una posición favorable o se encuentra insatisfecho con los resultados. El negociador puede ganar tiempo para pensar alternativas mientras distrae al oponente. Retirada aparente: a diferencia de la anterior, el negociador quiere hacer sentir a los oponentes que están en una posición superior y, para ello, aparenta retirarse. La clave consiste en saber jugar con los tiempos y volver a la negociación en el momento oportuno, porque se cumple la máxima de la negociación que dice que el poder de negociar consiste en el que una persona tiene y en el que los demás creen que tiene. Encrucijada: la encrucijada consiste en introducir varios temas para tener más margen de maniobra y hacer concesiones que equilibren las que el otro negociador muestra. En la encrucijada se amplían los temas negociables para que el interlocutor se vea forzado a decidir. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 42 El ancla: se produce en situaciones en las que el oponente intenta negociar sobre aspectos difícilmente objetivables y en los que sus exigencias son muy altas. En estos casos, se intenta que el negociador se ponga a la misma altura. Sin embargo, el ancla permite bajar al extremo la contraoferta para hacer ver al oponente la irrealidad de su petición. El bueno y el malo: en el bueno y el malo, el negociador se presenta primero con una actitud muy dura y agresiva para luego presentar otra más suave, empática y conciliadora (el reparto de papeles puede hacerlo un solo negociador o con otro compañero del equipo negociador). La parte “buena” procurará facilitar una solución, pero gracias a la dura se podrán conseguir más concesiones. Aunque es una de las clásicas y suele dar buenos resultados si se aplica bien, existen algunos riesgos que se deben cuidar, por ejemplo, que el papel del malo resulte más provocador que intimidatorio y rompa la negociación o que el papel del bueno sea interpretado, si aparece demasiado pronto, como debilidad, factor que hará que la parte contraria se sienta más segura y resista a la negociación, en lugar de rendirse. Apuntar al corazón: consiste en apelar a los sentimientos de la otra parte, apuntando a la compasión mediante la articulación del objeto de negociación con posibles consecuencias negativas que podría conllevar. Esta técnica debe usarse con cuidado: se debe conocer bien quién es la otra parte porque solo suele funcionar con determinados tipos de personas. Además, puede influir negativamente en la imagen que proyecta el negociador, dando a entender que solo sabe usar este tipo de técnicas. Como contrapunto a las tácticas de presión, existen otras tácticas que se denominan cooperativas y se refieren, en exclusiva, a las negociacionesintegrativas, es decir, aquellas que buscan un beneficio conjunto. Dentro de este tipo de tácticas, aparecen tres tipos diferentes: - Tácticas distributivas, que son usadas para presionar a la otra parte, conseguir concesiones y alcanzar, a menudo, un escaso beneficio conjunto. - Intercambio de información, principalmente sobre las necesidades y las prioridades de cada una de las partes. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 43 - Método de tanteo, que puede manifestarse de diferentes maneras: cambiando de ofertas con frecuencia, examinando las reacciones de la otra parte ante cada propuesta, haciendo concesiones menos importantes… Como se aprecia, la cuestión central es si hay que hacer concesiones y en qué momento hacerlas. Puesto que es una negociación, es lógico que se hagan si lo que se pretende es avanzar. Sin embargo, el negociador tiene que saber el modo oportuno para hacerlo, de manera que le resulte más beneficioso. Las siguientes propuestas pueden ayudar: Táctica de concesiones mínimas: suele ser la más usada y su elemento central es la actitud poco concesiva e inflexible del negociador, empezando por sus aspiraciones y exigencias, que se mantienen muy altas. En este punto, solo se harán concesiones si el oponente no realiza ninguna. Táctica moderadamente dura: en este caso, se parte de la idea de que, siendo moderadamente flexible, se estimulará a la otra parte a comportarse igual. No obstante, las concesiones deben efectuarse con poca frecuencia, deben tener un carácter menor y siempre deben apuntar a la reciprocidad. Táctica de reducción de tensión: consiste en ofrecer concesiones de forma unilateral para reducir la tensión y generar un ambiente de negociación menos agresivo. Las características que tiene esta técnica son su diseño enfocado a la reducción de tensión; las concesiones que se hacen son anunciadas públicamente; el oponente es invitado a actuar del mismo modo; las iniciativas deben continuar en el tiempo, aunque no haya reciprocidad y estas deben ser claras y verificables. 4.1 TÉCNICAS DE PERSUASIÓN La persuasión es un elemento que ha existido desde el principio de los tiempos: la serpiente en el Paraíso, Eros y Tánatos, el palo y la zanahoria… Ha existido persuasión por el dolor, como las guerras, los castigos, la sanciones… pero también por el lado del placer, como las recompensas, las prebendas o los premios. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 44 Aplicar la persuasión en la negociación implica ser capaces de dar argumentos que mantengan el interés en lo que podemos ofrecer, para poder así lograr lo que buscamos. Es lo que podríamos llamar una especie de seducción. Y para ello, debemos conocer las motivaciones que mueven a las personas. Cuando sepamos qué motivaciones son, podemos poner en marcha dos tipos de estrategias: - La primera consiste en estimular alguna de las motivaciones de la otra parte para darle a entender que lo que le pedimos puede satisfacer su demanda. Esta técnica es ampliamente usada en la negociación de compra y venta. - La segunda consiste en articular un fuerte enlace emocional y personal con un gran deseo de aprobación, por lo que se logrará el comportamiento requerido en la otra parte so pena de no verse rechazado. Esta segunda estrategia es más común en política y negociaciones sociales, puesto que fomenta la pertenencia a un grupo y en el terreno comercial es capaz de fidelizar a los clientes a marcas y productos de forma duradera y firme. ¿Cuáles son estas motivaciones? Existen varias, que describimos a continuación: - Influencia del narcisismo: gran parte de la atracción que sienten las personas se basa en sí mismas, de manera que se puede persuadir promoviendo la compra de imágenes, reales o exageradas, de uno mismo. Lo que se proyecta sobre la propia imagen induce a aceptarlo, como cuando conducir un coche hace sentir libre o llevar una camiseta de una marca hace sentir joven. Conociendo la imagen que tiene el interlocutor sobre sí mismo puede ser de gran ayuda para el negociador que está tratando de conseguir más concesiones. De este modo, sabremos que una personalidad conservadora será más reacia a los cambios, por ejemplo. Cuando se está negociando, las pistas sobre la personalidad de la otra parte pueden encontrarse en el momento que indica a qué se dedica su empresa o cuál es el objetivo de la negociación, etc. - Deseo de seguridad emocional: esta motivación también es muy importante, hasta el punto que a menudo es la principal motivación que hace que un individuo actúe como lo hace, por encima de otras motivaciones. Un ejemplo puede ser la adquisición de una casa en propiedad que implique un gran coste TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 45 hipotecario que impida hacer otra cosa que no sea pagar. En este caso, la seguridad emocional la da el hecho que al final de la compra la casa será de propiedad, por encima de no poder hacer otros gastos diferentes a la hipoteca. En la negociación, esta necesidad puede existir y si se descubre, será de gran ayuda para lograr los objetivos. - Absolución de culpabilidad: en numerosas ocasiones, las personas necesitan que se les aplaque el sentimiento de culpabilidad que puede ocasionar comprarse un objeto que realmente no necesitan. O que algunos alimentos sean light para que no sientan remordimientos después de comer un helado entero. En el caso de la negociación, aunque pueda suponer un buen gasto o incluso un lujo a la otra parte, se debe presentar de tal manera que alivie la culpa del interlocutor. Una de las maneras puede ser ofreciendo facilidades de pago, descuentos, tarifas menores a partir de cierto importe. - Gratificación del ego: de forma continua e intensa, los individuos buscan la gratificación de su ego, por lo que satisfacer (o hacer creer que se satisface) el yo de los demás (en este caso, el yo de la parte contraria), puede ser un gran elemento persuasivo que permita alcanzar el objetivo marcado: el yo bien atendido es más amable y amistoso que si no se cuida o se ofende, por lo que conviene ser cauteloso para no provocar desaires, aunque sean involuntarios, porque existen personas muy susceptibles o con complejo de inferioridad. Tras este punto, la gratificación no debe ser servil ni burda, sino que de forma educada y hábil se pueden ofrecer detalles como invitar a comer o tener algún detalle que muestren la importancia que le damos a nuestro interlocutor. Si estos gestos que no cuestan nada se hacen ante testigos, serán mucho más efectivos porque harán que la otra parte sienta su prestigio ante él y ante los demás. - Deseo de poder: esta motivación es otra de las grandes fuerzas que hacen que los individuos se muevan. El poder no se busca para guardarlo, sino para ejercerlo y mostrarlo ante los demás. En la negociación, se puede persuadir con gran facilidad dando sensación de poder a la otra parte: cuando se negocie, se puede ofrecer algún elemento poderoso, pero que transfiera ese poder a la otra parte, de modo que sienta que tiene el poder. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 46 4.2 FACTORES DE ÉXITO EN LA NEGOCIACIÓN En la negociación existen una serie de factores que suelen ser determinantes para su éxito. En el manual se ha hablado de los factores en cada tema que, a continuación, resumimos: Preparación: es imprescindible preparar la negociación y el tema que se va a tratar, ya que aporta seguridad y transmite confianza para superar los obstáculos que surjan a lo largo de la negociación. Confianza: la confianza es algo imprescindible para que una negociación tenga éxito. Desde el primer momento, hay que tratar de dar confianza a la otra parte y viceversa, de modo que las dos partes se muestren más receptivas al dar información y llegar a un acuerdo. Rigurosidad: es muy importante no dejar nada al azar. Hay que analizary reflexionar sobre todos los temas que sean influyentes en el acuerdo y preguntar, en caso de duda, para evitar malentendidos una vez firmado el acuerdo. También es de suma importancia el respeto hacia la otra parte, ya que es la responsable de satisfacer los intereses de nuestra parte. El respeto puede facilitar llegar a un acuerdo eficazmente, puesto que se habrá creado un espacio de comodidad y confianza. Empatía: es una de las habilidades que permite ponernos en el lugar de la otra persona o parte. Si conocemos los puntos débiles y fuertes (intereses, deseos, temores…), será más sencillo encontrar una solución que satisfaga a las dos partes. Flexibilidad: es importante preparar la negociación para estar completamente informados y no dejar nada al azar, pero puede que haya algún cambio inesperado o de última hora. Hay que ser capaz de adaptarse a las circunstancias para vencer los problemas y poder encontrar una solución o alternativa rápidamente. Creatividad: ser creativo ayuda a superar puntos conflictivos entre las dos partes. Generar nuevas propuestas al margen de las ideas y planteamientos iniciales exige un nivel de creatividad. TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN Página 47 Asertividad: la comunicación entre las partes es el requisito principal para llevar a cabo la negociación y para su fin. En algunas ocasiones es preciso saber decir no. Si no decimos no a tiempo puede que, a la larga, estemos creando un problema. La asertividad permite que no haya malentendidos entre las partes y deja claro lo que cada una quiere negociar y lo que no están dispuestas a renunciar. Paciencia: hay que adaptarse al ritmo de cada parte evitando la presión, puesto que el oponente podría ponerse a la defensiva. La paciencia es una gran virtud y es que cada negociación requiere su tiempo. Por este motivo, es aconsejable que no se precipiten los acontecimientos: toda negociación requiere su tiempo. 4.3 OTROS FACTORES INFLUYENTES EN LA NEGOCIACIÓN Hay una serie de factores que son influyentes en el desarrollo de la negociación: Factores personales: son las características individuales de los negociadores e influyen en el desarrollo de la negociación. Algunas de ellas son la edad, la formación, la ideología, la personalidad, la motivación, etc. El estilo de negociación lo elige el negociador y un buen negociador debe ser capaz de utilizar diferentes estilos a la vez, aunque cada negociador tiende a sentirse más cómodo utilizando un estilo (o varios, pero con características similares). Es importante conocer la estrategia que se va a utilizar para escoger al negociador que se ajuste más al estilo de la negociación y de la estrategia. Factores de función (o de rol): se refiere a las influencias y presiones que recibe el negociador durante la negociación. Los factores de función pueden preceder del resultado que este tiene que conseguir. Factores de situación: se refiere a las condiciones en las que se lleva a cabo la negociación: lugar de negociación o de reunión, temas a tratar, personas que van a intervenir, el desarrollo de la negociación, etc. Factores interactivos: en las negociaciones, la mayor parte de las decisiones que tomamos para conseguir los objetivos deseados no dependen solo de nosotros, sino que dependen de muchas otras decisiones.
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