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Manual de disecciones Capítulo 1: Cabeza Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva 1. Características de la anatomía de superficie Figura E11. Sección media de la cabeza. Se muestra el contenido de las cavidades craneales, nasales y bucales. (Fuente: Saladin K. Anatomía y fisiología, 6ª ed. México: McGrawHill, 2013:382.) La cabeza está conformada tanto por los huesos del cráneo como por los huesos de la cara, por lo que deben separarse muy bien ambas regiones. El cráneo es una caja ósea que se estructura por la articulación de los diferentes huesos que lo forman: un hueso frontal, dos parietales, dos temporales y un occipital; asimismo, el hueso etmoides y el esfenoides. El cráneo posee una porción externa, también denominada exocráneo, y una porción interna o endocráneo. La bóveda craneana está cubierta por el cuero cabelludo y los huesos que la conforman están unidos mediante articulaciones denominadas suturas. Existen diferentes tipos de cráneos, los cuales son determinados mediante la craneometría. Al observar el cráneo desde arriba se puede determinar con seguridad su tipo: a. Cráneo dolicocéfalo b. Mesocéfalo c. Braquicéfalo Al observar al cráneo de perfil, se puede determinar si es planooccipital (hueso occipital aplanado) o curvooccipital (hueso occipital prominente). También se divide al cráneo en una parte superior (bóveda craneana o calvaria), y una parte inferior o base. 2. Incisiones y técnica de disección Para observar las estructuras contenidas en la bóveda craneal se realizan dos incisiones sobre el cuero cabelludo: la primera, longitudinal, inicia en el nasión y termina en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la bóveda craneal (figura 11a); la segunda, transversal, va del vértice de la bóveda al oído externo (figura 11b). De este modo se obtienen cuatro colgajos cutáneos: dos anteriores y dos posteriores. Figura 11. Incisiones en la superficie del cuero cabelludo: a ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). b ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). A partir del vértice se toman los colgajos anteriores y se deslizan, jalándolos hacia adelante y hacia abajo, hasta el reborde supraorbitario (figura 1 2a), despegándolos de la superficie de la bóveda. En ocasiones pueden requerirse para esta maniobra una pinza de disección y una tijera. Para los colgajos posteriores (figura 12b) se efectúa una maniobra similar, llevándolos hasta la línea nucal superior. Figura 12. Efectuar las incisiones sobre el cuero cabelludo permite que se formen distintos colgajos cutáneos que facilitan el abordaje de la calvaria: a ) Colgajos anteriores. b ) Colgajos posteriores, inserción aponeurótica del músculo temporal (1). 3. Envolturas de la bóveda craneal Una vez hecho el despegamiento, observe los bordes de los colgajos e identifique las distintas capas que conforman el cuero cabelludo (figura 13a). La nemotecnia para las distintas capas es la palabra “scalp” (skin = piel; cellular = tejido celular subcutáneo; aponeurosis; laxo = tejido subcutáneo laxo; periostio). Para facilitar la identificación de las distintas capas, se sugiere realizar el despegamiento plano por plano (figura 13b y 13c). Figura 13. La disección cuidadosa de los colgajos cutáneos permite la identificación de las distintas capas que envuelven a la bóveda craneana. a ) Piel (1), tejido celular (2), aponeurosis (3), tejido laxo (4), periostio (5). b ) Piel (1), tejido celular (2). c ) Aponeurosis (1), impresión de la arteria temporal superficial (2), periostio (3). En cuanto a la aponeurosis, cabe precisar que en la parte anterior se identifica el músculo frontal, en el vértice la aponeurosis epicraneal y en la parte posterior el músculo occipital. 4. Identificación de los huesos de la bóveda El cráneo o esqueleto de la cabeza se divide en neurocráneo y viscerocráneo. El neurocráneo está formado por ocho huesos unidos por suturas. Cuatro de éstos se ubican en la línea media y no son pareados; a saber: frontal, etmoides, esfenoides y occipital. Además hay dos huesos pares a cada lado: temporal y parietal (figura 14a y 14b). Figura 14. La forma del cráneo está determinada por factores étnicos, genéticos, entre otros. Los huesos del cráneo se señalan en a ) y b ): hueso frontal (1), hueso parietal (2), hueso temporal (3), hueso occipital (4), esfenoides (5). Para su estudio, el neurocráneo se divide en un techo (parecido a una cúpula), denominado calvaria o bóveda craneal, y un suelo o base del cráneo. La bóveda se conforma por el hueso frontal, los dos huesos parietales, las porciones escamosas de los huesos temporales y la porción superior de la escama del hueso occipital. Región temporal: músculos y estructuras vasculares Esta región está constituida por dos fosas: la fosa temporal y la fosa infratemporal, denominadas así por tener ubicación superior o inferior al arco cigomático, respectivamente (figura 15a). Figura 15. La región temporal, subdividida por el arco cigomático en dos fosas: a ) fosa temporal (1), fosa infratemporal (2), incisión cutánea (3). b ) Colgajo cutáneo (1), arteria temporal superficial (2), fascia superficial (3). La fosa temporal contiene al músculo temporal y tiene los siguientes límites: superior y posterior por la línea temporal superior; anterior por los huesos frontal y cigomático; inferior por el arco cigomático en la parte superficial y la cresta infratemporal del esfenoides; profunda por las porciones de los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides, y superficial por la fascia temporal. Para realizar la disección de la fosa temporal se recomienda que la cabeza del cadáver sea desprendida del tronco, aunque puede realizarse su disección sin este paso. Luego, la cabeza se coloca de lado, con la región temporal que se va a disecar dirigida hacia arriba. Enseguida se procede a lo siguiente: a. Afeitar la región y marcar tres puntos de la siguiente manera: el primero en la unión de la apófisis temporal del malar con la apófisis cigomática del temporal; el segundo en el asterión, y el tercero a 5 cm del borde superior del pabellón auricular (figura 15a). b. Realizar una incisión curva que una los puntos marcados. A continuación, se diseca la piel y el colgajo semicircular de base inferior se reclina hacia el cuello (figura 15b). c. Identificar el tejido celular subcutáneo y disecar, en su espesor, el paquete vasculonervioso conformado por la arteria y vena temporal superficial y el nervio auriculotemporal. d. En la parte superior, identificar la aponeurosis epicraneal, donde se obtendrá un colgajo como se hizo con la piel. e. Realizado lo anterior, se identificará la aponeurosis temporal, donde se obtendrá otro colgajo similar al de la piel. f. Se identificará el músculo temporal (figura 16a). g. Si se continúa la disección retirando el músculo temporal, se localizarán las arterias y nervios temporales profundos anteriores, medios y posteriores (figura 16b). Figura 16. Una vez disecados los diferentes planos, se visualiza perfectamente el contenido de la fosa temporal. a ) Línea temporal superior (1), músculo temporal (2), aponeurosis temporal (3). b ) Detalle de la fosa temporal: hueso parietal (1), inserción del músculo temporal (2), impresión de la arteria temporal (3), colgajo cutáneo (4). La fosa infratemporal contiene a la arteria maxilar, el nervio mandibular (rama del trigémino), el nervio cuerda del tímpano (rama del facial), el plexo venoso pterigoideo, el ganglio ótico y los músculos pterigoideos y parte del músculo temporal. Este hueco se ubica inferior al arco cigomático y posterior a la rama de la mandíbula y el maxilar. Tiene forma de pirámide, con la base formada por la cara medial de la rama de la mandíbula y el vértice compuesto por la fisura pterigomaxilar. Muestra las siguientes paredes: superior, formada por la parte horizontal del ala mayor del esfenoides; anterior, por la tuberosidad del maxilar, y medial, por la placa lateral dela apófisis pterigoides. Sus límites son: el posterior, dado por la porción timpánica y la apófisis estiloides del temporal, y el inferior, determinado por un plano horizontal a nivel del borde inferior del hueso maxilar. Para identificar el contenido de la fosa infratemporal, se retira la rama de la mandíbula mediante el siguiente procedimiento (se requiere mucho cuidado al cortar hueso): a. Cortar el arco cigomático colocando dos sondas acanaladas por debajo, una anterior a la cabeza de la mandíbula y la otra cerca de la órbita (alejada de la apófisis coronoides de la mandíbula). Se procede a realizar el corte con la sierra (figura 17a). b. Retirar la apófisis coronoides con la inserción del músculo temporal y la rama mandibular conservando el nervio y la arteria alveolares inferiores, pasando la sonda acanalada de anterior a posterior, a nivel del borde inferior de la escotadura de mandíbula. Enseguida se realiza el corte con la sierra (figura 17b). c. Una vez separadas la apófisis coronoides y la cabeza, se traza una línea imaginaria de la corona del tercer molar hacia atrás y se corta la mandíbula. Se retira la porción de hueso y se identifican el nervio y los vasos alveolares inferiores, además del nervio lingual (anterior al nervio alveolar inferior) (figura 18). d. Identificar la arteria maxilar y algunas de sus 15 ramas, así como los músculos pterigoideos. Figura 17. Para observar el contenido de la fosa infratemporal se debe retirar el arco cigomático, en: a ) arco cigomático (1), borde inferior del hueso maxilar (2), arteria carótida externa (3), nervio facial (4). b ) Capa superficial de la región; se visualizan: vena yugular externa (1), nervio auricular mayor (2), músculo masetero (3), nervio facial (4), plexo cervical (5). Figura 18. Se señala el nivel del corte de la apófisis coronoides y de la cabeza de la mandíbula (1); esto permitirá la visualización del músculo pterigoideo lateral (2); se señala la arteria temporal superficial (3), y arco cigomático (4). 5. Interior del cráneo Aquí se encuentran distintas envolturas que separan el sistema nervioso del hueso, denominadas meninges. Estas capas se sitúan en el encéfalo de la siguiente manera: la más externa es la duramadre, que tiene consistencia fibrosa y se une al endostio; enseguida se localiza la aracnoides, que está separada de la duramadre por el espacio subdural; la tercera membrana, separada de la aracnoides por el espacio subaracnoideo, se encuentra adherida al cerebro y se le conoce como piamadre. Meninges craneales, repliegues de la duramadre La duramadre recubre el encéfalo, emite envolturas para los nervios craneales (al momento en que éstos pasan a través de los agujeros y/o hendiduras craneales) y se prolonga con cuatro tabiques que dividen la cavidad del cráneo en espacios comunicados. Se observan las siguientes estructuras (figuras 19 y 110): a. Hoz del cerebro. Es una membrana situada entre los hemisferios cerebrales. Se inserta en la cresta frontal, mientras en la parte posterior se fusiona en la línea media con la superficie superior de la tienda del cerebelo. b. Tienda del cerebelo. Tiene un borde libre externo que se fija a los procesos clinoides posteriores, entre otros elementos anatómicos. Su borde libre interno se fija a los procesos clinoides anteriores. En sus superficies superior e inferior se unen la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo, respectivamente. c. Hoz del cerebelo. Esta membrana se fija a la cresta occipital interna. d. Tienda de la hipófisis. Es la estructura que forma el techo de la silla turca. Figura 19. Dentro de la fosa infratemporal existen distintas estructuras vasculares: arteria carótida externa (1), arteria maxilar (2), arteria temporal superficial (3), arteria lingual (4), ramas maxilares (5). Figura 110. Meninges craneales: a ) duramadre (1), lóbulo frontal (2), lóbulo temporal (3). b ) Base del cráneo con la inserción de la duramadre (1), fosa anterior (2), fosa media (3), fosa posterior (4). c ) Fosa anterior y lóbulo frontal del encéfalo (1), fosa media y lóbulo temporal (2), fosa posterior y lóbulo occipital (3), tallo encefálico (4). d ) Hoz del cerebro (1), encéfalo (2). Senos venosos de la duramadre El seno sagital superior inicia anterior al agujero ciego y se prolonga hasta la protuberancia occipital interna. Se dirige hacia el lado derecho y se continúa con el seno transverso derecho. A nivel de la protuberancia occipital interna, se dilata y forma la confluencia de los senos. El seno sagital inferior toma dirección posterior hasta unirse a la vena cerebral magna, a nivel del margen libre de la tienda del cerebelo, para formar el seno recto, que gira a la izquierda y forma el seno transverso izquierdo. Los senos transversos se desvían inferiormente como senos sigmoideos, pasan por la porción mastoidea del temporal, posterior al antro mastoideo, salen por los agujeros yugulares y continúan como venas yugulares internas. Éstas, a su vez, drenan en las venas braquiocefálicas, que se anastomosan y dan lugar a la vena cava superior (figura 111a). En las preparaciones de cadáveres se debe mantener la inserción de la duramadre y extraer los distintos lóbulos del encéfalo para poder visualizar el sistema venoso del encéfalo (figura 111b y 111c). Figura 111. El drenaje venoso del encéfalo está distribuido en diferentes senos venosos: a ) seno sagital superior (1), seno sagital inferior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4), senos sigmoides (5), vena yugular interna (6). b ) Arterias carótidas internas (1), seno sagital inferior (2), seno transverso (3). c ) Hoz del cerebro y seno sagital superior (1), duramadre (2), seno transverso (3). 6. Separación del encéfalo Para estudiar el encéfalo, se le divide en cerebro y tallo cerebral. Lóbulos cerebrales, surcos (cisuras) y giros (circunvoluciones) Los lóbulos cerebrales son: frontal, temporal, parietal, occipital e insular. Cada uno tiene giros y surcos. Lóbulo frontal. Tiene los giros precentral, frontal superior, frontal medio y frontal inferior, separados por los surcos frontal medio e inferior. El giro frontal inferior se divide en las porciones orbitaria, triangular y opercular. Lóbulo temporal. Tiene los giros temporal superior, medio e inferior, que están separados por los surcos temporal medio e inferior. Lóbulo parietal. Tiene los giros poscentral, lobulillo parietal superior e inferior, que están separados por el surco intraparietal, y además los giros supramarginal y angular (figura 112). Figura 112. Se aprecian distintos surcos y cisuras en el encéfalo, los repliegues de la duramadre separan los hemisferios cerebrales y el cerebelo (1), lóbulo occipital (2), lóbulo parietal (3), lóbulo temporal (4), lóbulo frontal (5). Lóbulo occipital. Incluye los giros occipitales inferior y superior, además del giro llamado arco parietooccipital (figura 113a). Lóbulo insular. Se localiza en la profundidad del surco lateral. Contiene los giros cortos y largos separados por el surco central (figura 113b). Figura 113. a ) Lóbulo occipital: giro occipital superior (1), giro occipital inferior (2), arco parietooccipital (3). b ) Lóbulo temporal (1), surco lateral (2), ínsula (3). En la vista inferior del cerebro se localizan los lóbulos frontales, temporales y occipitales, con giros y surcos (figura 114). Figura 114. Al extraer el encéfalo de la base del cráneo se pueden observar distintas estructuras vasculares y nerviosas: lóbulo frontal (1), nervios olfatorios (2), quiasma óptico (3), lóbulos temporales (4), cerebelo (5), tallo encefálico (6), círculo arterial cerebral (7). Tallo encefálico y cerebelo El tallo encefálico está conformado, de inferior a superior, por la médula oblonga, el puente y el mesencéfalo. Por su cara anterior se localiza el origen aparente de los nervios craneales III a XII, excepto el IV, que tiene origen en el dorso del tallo encefálico (figura 115a y 115b). Figura 115. Estructuras del tallo encefálico: a ) bulbo(1), puente (2), mesencéfalo (3). b ) Distintas proyecciones del tallo encefálico y su relación con el cerebelo: bulbo (1), puente (2), mesencéfalo (3), tubérculos cuadrigéminos (4), cerebelo (5). El cerebelo se localiza en la parte posterior del tallo, a nivel del puente, unido al tallo por los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores (figura 115b). Está conformado por dos hemisferios unidos por el vermis. Cada hemisferio tiene tres lóbulos: anterior, medio y floculonodular. Para separar el encéfalo del cráneo, se procede como se indica a continuación: a. Se realiza una incisión que inicie en el nasión y termine en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la calvaria. Enseguida se realiza un corte bilateral del vértice al oído externo (figura 11). b. A nivel del vértice, con una pinza de disección se sujetan las esquinas y se separa el cuero cabelludo de la calvaria para formar cuatro colgajos. Enseguida se toman los colgajos anteriores y se desprenden estirándolos hacia la parte inferior, hasta el borde supraorbitario. Lo mismo se hace para los colgajos posteriores, hasta la línea nucal superior (figura 12). c. Se coloca una banda de hule a 2 cm del reborde supraorbitario, entre el nasión y la protuberancia occipital externa. La banda servirá de guía para marcar la calvaria y hacer el corte con sierra. Enseguida se retira la calvaria, procurando no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 116). d. Se posiciona el cadáver en decúbito prono, para desinsertar los siguientes músculos de la cabeza: esplenio, semiespinoso, oblicuo superior, recto posterior mayor y recto posterior menor, los cuales deberán desplazarse hacia abajo. Al retirar estos músculos quedará expuesto el hueso occipital y la articulación con las vértebras cervicales, así como estructuras vasculares (figura 117). e. Identificar la membrana atlantooccipital posterior y realizar un corte transversal que inicie en la arteria vertebral derecha y termine en la arteria vertebral izquierda. f. Localizar los bordes laterales del occipital por donde pasó el corte al separar la calvaria y establecer dos líneas imaginarias de ahí a 1 cm a cada lado de la tuberosidad occipital externa. Luego, se corta con sierra sobre dichas líneas imaginarias hasta el agujero occipital (figura 118a). g. Se separa la cuña del hueso occipital y se retira con cuidado para no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 118b). Figura 116. Se ha efectuado un corte transversal de los huesos de la bóveda. a ) Se aprecian las envolturas del encéfalo: duramadre (1), lóbulos frontales (2), arterias cerebrales (3), base del cráneo (4). b ) Lóbulos temporales (1), arterias cerebrales (2), duramadre (3). Figura 117. Para visualizar las estructuras óseas de la región posterior del cuello deben separarse los músculos de la nuca. a ) Atlas (1), axis (2), músculo trapecio (3), músculo esplenio (4), músculo semiespinoso (5), músculo oblicuo superior (6), arterias vertebrales (7). b ) Plano muscular: trapecio (1), esplenio (2), semiespinoso (3), oblicuo superior (4). Figura 118. Al retirar una cuña del hueso occipital se puede observar la confluencia de distintos senos venosos. En el fragmento occipital: a ) borde posterior del agujero magno (1), surco del seno sagital superior (2), surcos de los senos transversos (3), fosas cerebelosas (4), fosas cerebrales (5). b ) Duramadre (1), seno sagital superior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4). Para separar el encéfalo del cráneo a. De forma cuidadosa, se retrae con los dedos un hemisferio lateral y luego el otro. Se identifica la hoz del cerebro y se corta con tijera a nivel de la cresta frontal y de la tienda del cerebelo. b. Usando tijeras, se cortan las venas cerebrales que drenan el seno sagital superior. c. Se sujeta la hoz del cerebro en la cresta frontal y se jala en sentidos superior y posterior. d. Se levanta con cuidado el lóbulo occipital, para localizar la tienda del cerebelo. Ésta se corta con bisturí inmediatamente junto al hueso, en ambos lados. e. Para romper la vena cerebral magna, se jala en sentido posterior a la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo. Enseguida se mueve el encéfalo cuidadosamente para observar los nervios craneales y los vasos sanguíneos ubicados en la superficie inferior. Se separa el bulbo olfatorio de la lámina cribosa del etmoides. Se cortarán las estructuras siguientes: tallo de la hipófisis, nervios craneales, vasos sanguíneos y médula espinal (lo más cerca posible al canal medular). f. Se introduce la mano por la región frontal, para sostener los lóbulos frontales y el tronco encefálico. Luego se levanta hacia arriba y atrás, para extraer el encéfalo en una sola pieza. 7. Base del cráneo El interior del cráneo, en la base, está dividido en las fosas craneales anterior, media y posterior (figura 119). Figura 119. Se observa en la base del cráneo: fosa craneal anterior (A), fosa craneal media (B), fosa craneal posterior (C); apófisis crista galli (1), quiasma óptico (2), agujero magno (3). Fosa craneal anterior, límites y contenido Esta estructura, que contiene los lóbulos frontales del cerebro, está limitada anteriormente por la cara posterior del hueso frontal y posteriormente por el borde posterior de las alas menores del esfenoides. Fosa craneal media, límites y contenido Se encuentra entre los bordes posteriores de las alas menores del esfenoides y el segmento superior de la porción petrosa del temporal. Contiene los lóbulos temporales. Fosa craneal posterior, límites y contenido Este elemento aloja al cerebelo, puente y médula oblonga. Está limitado anteriormente por el borde superior de la porción petrosa del hueso temporal, las apófisis clinoides posteriores y la lámina cuadrilátera del esfenoides. Atrás se halla la pared craneal posterior (hueso occipital). 8. Polígono de Willis (circuito arterial cerebral) En la cara inferior del encéfalo, se procederá a identificar las estructuras que conforman el círculo arterial cerebral (figura 120a): Primero, las arterias vertebrales, que se anastomosan para formar la basilar. Ésta se divide en las cerebrales posteriores, que a su vez se unen con las cerebrales medias por las comunicantes posteriores. Asimismo, las cerebrales anteriores se unen por la comunicante anterior. Las vertebrales dan origen a las arterias cerebelosas posteroinferiores y las espinales anterior y posteriores (figura 120b y 120c). Figura 120. Círculo arterial cerebral. a ) Ubicación de la porción basal del encéfalo. b ) Esquema. c ) Preparación en cadáver. Arterias vertebrales (1), basilar (2), cerebral posterior (3), comunicantes posteriores (4), carótida interna (5), cerebrales anteriores (6). La basilar origina las arterias cerebelosas anteroinferiores, auditivas internas, pontinas, cerebelosas superiores y cerebrales posteriores. 9. Articulación atlantooccipital Es sinovial de tipo elipsoide. Es par y une los cóndilos del hueso occipital con las carillas articulares, cavidad glenoidea, de la primera vértebra cervical o atlas. La cápsula articular fibrosa y las membranas atlantooccipital anterior, posterior y lateral estabilizan esta articulación (figura 121). Figura 121. La articulación atlantooccipital del cuello y la atlantoaxoidea, junto con sus ligamentos, le dan soporte al cuello. En un corte sagital: a ) cuerpo del atlas (1), arco del atlas (2), apófisis odontoides del axis (3), tercera vértebra cervical (4). b ) Vista lateral de la articulación: arco anterior (1), atlas (2), axis (3); la apófisis odontoides (4) permite la rotación de la cabeza (r). c ) Hueso occipital (1), ligamento longitudinal anterior (2), atlas (3), axis (4), proyección de la apófisis odontoides (5). Agradecimientos A Bárbara Márquez Treviño, por las figuras 11, 12, 13, 16, 17, 112, 118 y 121. A Silvia J. Hernández Martínez, por las figuras 113, 116 y 119. Bibliografía Moore K, Dalley A, Agur A. Anatomía con orientación clínica, 6a ed.Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Negrete J. Técnica de disecciones y atlas de anatomía humana, 13a ed. México, DF: Méndez Editores, 1995. Netter F. Atlas de anatomía humana, 5a ed. España: Ed Elsevier, 2011. Pró E. Anatomía clínica. Buenos Aires: Ed Médica Panamericana, 2012. Snell RS. Neuroanatomía clínica, 7a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Tank PW. Grant: Manual de disección, 14a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2011. Testut L, Jacob O, Billet H. Atlas de disección por regiones. México, DF: Masson, 2001. Universidad Mariano Galvez de Guatemala Access Provided by: Downloaded 202315 3:51 P Your IP is 181.33.188.105 Capítulo 1: Cabeza, Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 1 / 24 SoyMedicina.com javascript:; http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/terms.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/privacy http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/notice.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/about/accessibility.html Manual de disecciones Capítulo 1: Cabeza Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva 1. Características de la anatomía de superficie Figura E11. Sección media de la cabeza. Se muestra el contenido de las cavidades craneales, nasales y bucales. (Fuente: Saladin K. Anatomía y fisiología, 6ª ed. México: McGrawHill, 2013:382.) La cabeza está conformada tanto por los huesos del cráneo como por los huesos de la cara, por lo que deben separarse muy bien ambas regiones. El cráneo es una caja ósea que se estructura por la articulación de los diferentes huesos que lo forman: un hueso frontal, dos parietales, dos temporales y un occipital; asimismo, el hueso etmoides y el esfenoides. El cráneo posee una porción externa, también denominada exocráneo, y una porción interna o endocráneo. La bóveda craneana está cubierta por el cuero cabelludo y los huesos que la conforman están unidos mediante articulaciones denominadas suturas. Existen diferentes tipos de cráneos, los cuales son determinados mediante la craneometría. Al observar el cráneo desde arriba se puede determinar con seguridad su tipo: a. Cráneo dolicocéfalo b. Mesocéfalo c. Braquicéfalo Al observar al cráneo de perfil, se puede determinar si es planooccipital (hueso occipital aplanado) o curvooccipital (hueso occipital prominente). También se divide al cráneo en una parte superior (bóveda craneana o calvaria), y una parte inferior o base. 2. Incisiones y técnica de disección Para observar las estructuras contenidas en la bóveda craneal se realizan dos incisiones sobre el cuero cabelludo: la primera, longitudinal, inicia en el nasión y termina en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la bóveda craneal (figura 11a); la segunda, transversal, va del vértice de la bóveda al oído externo (figura 11b). De este modo se obtienen cuatro colgajos cutáneos: dos anteriores y dos posteriores. Figura 11. Incisiones en la superficie del cuero cabelludo: a ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). b ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). A partir del vértice se toman los colgajos anteriores y se deslizan, jalándolos hacia adelante y hacia abajo, hasta el reborde supraorbitario (figura 1 2a), despegándolos de la superficie de la bóveda. En ocasiones pueden requerirse para esta maniobra una pinza de disección y una tijera. Para los colgajos posteriores (figura 12b) se efectúa una maniobra similar, llevándolos hasta la línea nucal superior. Figura 12. Efectuar las incisiones sobre el cuero cabelludo permite que se formen distintos colgajos cutáneos que facilitan el abordaje de la calvaria: a ) Colgajos anteriores. b ) Colgajos posteriores, inserción aponeurótica del músculo temporal (1). 3. Envolturas de la bóveda craneal Una vez hecho el despegamiento, observe los bordes de los colgajos e identifique las distintas capas que conforman el cuero cabelludo (figura 13a). La nemotecnia para las distintas capas es la palabra “scalp” (skin = piel; cellular = tejido celular subcutáneo; aponeurosis; laxo = tejido subcutáneo laxo; periostio). Para facilitar la identificación de las distintas capas, se sugiere realizar el despegamiento plano por plano (figura 13b y 13c). Figura 13. La disección cuidadosa de los colgajos cutáneos permite la identificación de las distintas capas que envuelven a la bóveda craneana. a ) Piel (1), tejido celular (2), aponeurosis (3), tejido laxo (4), periostio (5). b ) Piel (1), tejido celular (2). c ) Aponeurosis (1), impresión de la arteria temporal superficial (2), periostio (3). En cuanto a la aponeurosis, cabe precisar que en la parte anterior se identifica el músculo frontal, en el vértice la aponeurosis epicraneal y en la parte posterior el músculo occipital. 4. Identificación de los huesos de la bóveda El cráneo o esqueleto de la cabeza se divide en neurocráneo y viscerocráneo. El neurocráneo está formado por ocho huesos unidos por suturas. Cuatro de éstos se ubican en la línea media y no son pareados; a saber: frontal, etmoides, esfenoides y occipital. Además hay dos huesos pares a cada lado: temporal y parietal (figura 14a y 14b). Figura 14. La forma del cráneo está determinada por factores étnicos, genéticos, entre otros. Los huesos del cráneo se señalan en a ) y b ): hueso frontal (1), hueso parietal (2), hueso temporal (3), hueso occipital (4), esfenoides (5). Para su estudio, el neurocráneo se divide en un techo (parecido a una cúpula), denominado calvaria o bóveda craneal, y un suelo o base del cráneo. La bóveda se conforma por el hueso frontal, los dos huesos parietales, las porciones escamosas de los huesos temporales y la porción superior de la escama del hueso occipital. Región temporal: músculos y estructuras vasculares Esta región está constituida por dos fosas: la fosa temporal y la fosa infratemporal, denominadas así por tener ubicación superior o inferior al arco cigomático, respectivamente (figura 15a). Figura 15. La región temporal, subdividida por el arco cigomático en dos fosas: a ) fosa temporal (1), fosa infratemporal (2), incisión cutánea (3). b ) Colgajo cutáneo (1), arteria temporal superficial (2), fascia superficial (3). La fosa temporal contiene al músculo temporal y tiene los siguientes límites: superior y posterior por la línea temporal superior; anterior por los huesos frontal y cigomático; inferior por el arco cigomático en la parte superficial y la cresta infratemporal del esfenoides; profunda por las porciones de los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides, y superficial por la fascia temporal. Para realizar la disección de la fosa temporal se recomienda que la cabeza del cadáver sea desprendida del tronco, aunque puede realizarse su disección sin este paso. Luego, la cabeza se coloca de lado, con la región temporal que se va a disecar dirigida hacia arriba. Enseguida se procede a lo siguiente: a. Afeitar la región y marcar tres puntos de la siguiente manera: el primero en la unión de la apófisis temporal del malar con la apófisis cigomática del temporal; el segundo en el asterión, y el tercero a 5 cm del borde superior del pabellón auricular (figura 15a). b. Realizar una incisión curva que una los puntos marcados. A continuación, se diseca la piel y el colgajo semicircular de base inferior se reclina hacia el cuello (figura 15b). c. Identificar el tejido celular subcutáneo y disecar, en su espesor, el paquete vasculonervioso conformado por la arteria y vena temporal superficial y el nervio auriculotemporal. d. En la parte superior, identificar la aponeurosis epicraneal, donde se obtendrá un colgajo como se hizo con la piel. e. Realizado lo anterior, se identificará la aponeurosis temporal, donde se obtendrá otro colgajo similar al de la piel. f. Se identificará el músculo temporal (figura 16a). g. Si se continúa la disección retirando el músculo temporal, selocalizarán las arterias y nervios temporales profundos anteriores, medios y posteriores (figura 16b). Figura 16. Una vez disecados los diferentes planos, se visualiza perfectamente el contenido de la fosa temporal. a ) Línea temporal superior (1), músculo temporal (2), aponeurosis temporal (3). b ) Detalle de la fosa temporal: hueso parietal (1), inserción del músculo temporal (2), impresión de la arteria temporal (3), colgajo cutáneo (4). La fosa infratemporal contiene a la arteria maxilar, el nervio mandibular (rama del trigémino), el nervio cuerda del tímpano (rama del facial), el plexo venoso pterigoideo, el ganglio ótico y los músculos pterigoideos y parte del músculo temporal. Este hueco se ubica inferior al arco cigomático y posterior a la rama de la mandíbula y el maxilar. Tiene forma de pirámide, con la base formada por la cara medial de la rama de la mandíbula y el vértice compuesto por la fisura pterigomaxilar. Muestra las siguientes paredes: superior, formada por la parte horizontal del ala mayor del esfenoides; anterior, por la tuberosidad del maxilar, y medial, por la placa lateral de la apófisis pterigoides. Sus límites son: el posterior, dado por la porción timpánica y la apófisis estiloides del temporal, y el inferior, determinado por un plano horizontal a nivel del borde inferior del hueso maxilar. Para identificar el contenido de la fosa infratemporal, se retira la rama de la mandíbula mediante el siguiente procedimiento (se requiere mucho cuidado al cortar hueso): a. Cortar el arco cigomático colocando dos sondas acanaladas por debajo, una anterior a la cabeza de la mandíbula y la otra cerca de la órbita (alejada de la apófisis coronoides de la mandíbula). Se procede a realizar el corte con la sierra (figura 17a). b. Retirar la apófisis coronoides con la inserción del músculo temporal y la rama mandibular conservando el nervio y la arteria alveolares inferiores, pasando la sonda acanalada de anterior a posterior, a nivel del borde inferior de la escotadura de mandíbula. Enseguida se realiza el corte con la sierra (figura 17b). c. Una vez separadas la apófisis coronoides y la cabeza, se traza una línea imaginaria de la corona del tercer molar hacia atrás y se corta la mandíbula. Se retira la porción de hueso y se identifican el nervio y los vasos alveolares inferiores, además del nervio lingual (anterior al nervio alveolar inferior) (figura 18). d. Identificar la arteria maxilar y algunas de sus 15 ramas, así como los músculos pterigoideos. Figura 17. Para observar el contenido de la fosa infratemporal se debe retirar el arco cigomático, en: a ) arco cigomático (1), borde inferior del hueso maxilar (2), arteria carótida externa (3), nervio facial (4). b ) Capa superficial de la región; se visualizan: vena yugular externa (1), nervio auricular mayor (2), músculo masetero (3), nervio facial (4), plexo cervical (5). Figura 18. Se señala el nivel del corte de la apófisis coronoides y de la cabeza de la mandíbula (1); esto permitirá la visualización del músculo pterigoideo lateral (2); se señala la arteria temporal superficial (3), y arco cigomático (4). 5. Interior del cráneo Aquí se encuentran distintas envolturas que separan el sistema nervioso del hueso, denominadas meninges. Estas capas se sitúan en el encéfalo de la siguiente manera: la más externa es la duramadre, que tiene consistencia fibrosa y se une al endostio; enseguida se localiza la aracnoides, que está separada de la duramadre por el espacio subdural; la tercera membrana, separada de la aracnoides por el espacio subaracnoideo, se encuentra adherida al cerebro y se le conoce como piamadre. Meninges craneales, repliegues de la duramadre La duramadre recubre el encéfalo, emite envolturas para los nervios craneales (al momento en que éstos pasan a través de los agujeros y/o hendiduras craneales) y se prolonga con cuatro tabiques que dividen la cavidad del cráneo en espacios comunicados. Se observan las siguientes estructuras (figuras 19 y 110): a. Hoz del cerebro. Es una membrana situada entre los hemisferios cerebrales. Se inserta en la cresta frontal, mientras en la parte posterior se fusiona en la línea media con la superficie superior de la tienda del cerebelo. b. Tienda del cerebelo. Tiene un borde libre externo que se fija a los procesos clinoides posteriores, entre otros elementos anatómicos. Su borde libre interno se fija a los procesos clinoides anteriores. En sus superficies superior e inferior se unen la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo, respectivamente. c. Hoz del cerebelo. Esta membrana se fija a la cresta occipital interna. d. Tienda de la hipófisis. Es la estructura que forma el techo de la silla turca. Figura 19. Dentro de la fosa infratemporal existen distintas estructuras vasculares: arteria carótida externa (1), arteria maxilar (2), arteria temporal superficial (3), arteria lingual (4), ramas maxilares (5). Figura 110. Meninges craneales: a ) duramadre (1), lóbulo frontal (2), lóbulo temporal (3). b ) Base del cráneo con la inserción de la duramadre (1), fosa anterior (2), fosa media (3), fosa posterior (4). c ) Fosa anterior y lóbulo frontal del encéfalo (1), fosa media y lóbulo temporal (2), fosa posterior y lóbulo occipital (3), tallo encefálico (4). d ) Hoz del cerebro (1), encéfalo (2). Senos venosos de la duramadre El seno sagital superior inicia anterior al agujero ciego y se prolonga hasta la protuberancia occipital interna. Se dirige hacia el lado derecho y se continúa con el seno transverso derecho. A nivel de la protuberancia occipital interna, se dilata y forma la confluencia de los senos. El seno sagital inferior toma dirección posterior hasta unirse a la vena cerebral magna, a nivel del margen libre de la tienda del cerebelo, para formar el seno recto, que gira a la izquierda y forma el seno transverso izquierdo. Los senos transversos se desvían inferiormente como senos sigmoideos, pasan por la porción mastoidea del temporal, posterior al antro mastoideo, salen por los agujeros yugulares y continúan como venas yugulares internas. Éstas, a su vez, drenan en las venas braquiocefálicas, que se anastomosan y dan lugar a la vena cava superior (figura 111a). En las preparaciones de cadáveres se debe mantener la inserción de la duramadre y extraer los distintos lóbulos del encéfalo para poder visualizar el sistema venoso del encéfalo (figura 111b y 111c). Figura 111. El drenaje venoso del encéfalo está distribuido en diferentes senos venosos: a ) seno sagital superior (1), seno sagital inferior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4), senos sigmoides (5), vena yugular interna (6). b ) Arterias carótidas internas (1), seno sagital inferior (2), seno transverso (3). c ) Hoz del cerebro y seno sagital superior (1), duramadre (2), seno transverso (3). 6. Separación del encéfalo Para estudiar el encéfalo, se le divide en cerebro y tallo cerebral. Lóbulos cerebrales, surcos (cisuras) y giros (circunvoluciones) Los lóbulos cerebrales son: frontal, temporal, parietal, occipital e insular. Cada uno tiene giros y surcos. Lóbulo frontal. Tiene los giros precentral, frontal superior, frontal medio y frontal inferior, separados por los surcos frontal medio e inferior. El giro frontal inferior se divide en las porciones orbitaria, triangular y opercular. Lóbulo temporal. Tiene los giros temporal superior, medio e inferior, que están separados por los surcos temporal medio e inferior. Lóbulo parietal. Tiene los giros poscentral, lobulillo parietal superior e inferior, que están separados por el surco intraparietal, y además los giros supramarginal y angular (figura 112). Figura 112. Se aprecian distintos surcos y cisuras en el encéfalo, los repliegues de la duramadre separan los hemisferios cerebrales y el cerebelo (1), lóbulo occipital (2), lóbulo parietal (3), lóbulo temporal (4), lóbulo frontal (5). Lóbulo occipital. Incluye los giros occipitales inferior y superior, además del giro llamado arco parietooccipital (figura113a). Lóbulo insular. Se localiza en la profundidad del surco lateral. Contiene los giros cortos y largos separados por el surco central (figura 113b). Figura 113. a ) Lóbulo occipital: giro occipital superior (1), giro occipital inferior (2), arco parietooccipital (3). b ) Lóbulo temporal (1), surco lateral (2), ínsula (3). En la vista inferior del cerebro se localizan los lóbulos frontales, temporales y occipitales, con giros y surcos (figura 114). Figura 114. Al extraer el encéfalo de la base del cráneo se pueden observar distintas estructuras vasculares y nerviosas: lóbulo frontal (1), nervios olfatorios (2), quiasma óptico (3), lóbulos temporales (4), cerebelo (5), tallo encefálico (6), círculo arterial cerebral (7). Tallo encefálico y cerebelo El tallo encefálico está conformado, de inferior a superior, por la médula oblonga, el puente y el mesencéfalo. Por su cara anterior se localiza el origen aparente de los nervios craneales III a XII, excepto el IV, que tiene origen en el dorso del tallo encefálico (figura 115a y 115b). Figura 115. Estructuras del tallo encefálico: a ) bulbo (1), puente (2), mesencéfalo (3). b ) Distintas proyecciones del tallo encefálico y su relación con el cerebelo: bulbo (1), puente (2), mesencéfalo (3), tubérculos cuadrigéminos (4), cerebelo (5). El cerebelo se localiza en la parte posterior del tallo, a nivel del puente, unido al tallo por los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores (figura 115b). Está conformado por dos hemisferios unidos por el vermis. Cada hemisferio tiene tres lóbulos: anterior, medio y floculonodular. Para separar el encéfalo del cráneo, se procede como se indica a continuación: a. Se realiza una incisión que inicie en el nasión y termine en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la calvaria. Enseguida se realiza un corte bilateral del vértice al oído externo (figura 11). b. A nivel del vértice, con una pinza de disección se sujetan las esquinas y se separa el cuero cabelludo de la calvaria para formar cuatro colgajos. Enseguida se toman los colgajos anteriores y se desprenden estirándolos hacia la parte inferior, hasta el borde supraorbitario. Lo mismo se hace para los colgajos posteriores, hasta la línea nucal superior (figura 12). c. Se coloca una banda de hule a 2 cm del reborde supraorbitario, entre el nasión y la protuberancia occipital externa. La banda servirá de guía para marcar la calvaria y hacer el corte con sierra. Enseguida se retira la calvaria, procurando no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 116). d. Se posiciona el cadáver en decúbito prono, para desinsertar los siguientes músculos de la cabeza: esplenio, semiespinoso, oblicuo superior, recto posterior mayor y recto posterior menor, los cuales deberán desplazarse hacia abajo. Al retirar estos músculos quedará expuesto el hueso occipital y la articulación con las vértebras cervicales, así como estructuras vasculares (figura 117). e. Identificar la membrana atlantooccipital posterior y realizar un corte transversal que inicie en la arteria vertebral derecha y termine en la arteria vertebral izquierda. f. Localizar los bordes laterales del occipital por donde pasó el corte al separar la calvaria y establecer dos líneas imaginarias de ahí a 1 cm a cada lado de la tuberosidad occipital externa. Luego, se corta con sierra sobre dichas líneas imaginarias hasta el agujero occipital (figura 118a). g. Se separa la cuña del hueso occipital y se retira con cuidado para no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 118b). Figura 116. Se ha efectuado un corte transversal de los huesos de la bóveda. a ) Se aprecian las envolturas del encéfalo: duramadre (1), lóbulos frontales (2), arterias cerebrales (3), base del cráneo (4). b ) Lóbulos temporales (1), arterias cerebrales (2), duramadre (3). Figura 117. Para visualizar las estructuras óseas de la región posterior del cuello deben separarse los músculos de la nuca. a ) Atlas (1), axis (2), músculo trapecio (3), músculo esplenio (4), músculo semiespinoso (5), músculo oblicuo superior (6), arterias vertebrales (7). b ) Plano muscular: trapecio (1), esplenio (2), semiespinoso (3), oblicuo superior (4). Figura 118. Al retirar una cuña del hueso occipital se puede observar la confluencia de distintos senos venosos. En el fragmento occipital: a ) borde posterior del agujero magno (1), surco del seno sagital superior (2), surcos de los senos transversos (3), fosas cerebelosas (4), fosas cerebrales (5). b ) Duramadre (1), seno sagital superior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4). Para separar el encéfalo del cráneo a. De forma cuidadosa, se retrae con los dedos un hemisferio lateral y luego el otro. Se identifica la hoz del cerebro y se corta con tijera a nivel de la cresta frontal y de la tienda del cerebelo. b. Usando tijeras, se cortan las venas cerebrales que drenan el seno sagital superior. c. Se sujeta la hoz del cerebro en la cresta frontal y se jala en sentidos superior y posterior. d. Se levanta con cuidado el lóbulo occipital, para localizar la tienda del cerebelo. Ésta se corta con bisturí inmediatamente junto al hueso, en ambos lados. e. Para romper la vena cerebral magna, se jala en sentido posterior a la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo. Enseguida se mueve el encéfalo cuidadosamente para observar los nervios craneales y los vasos sanguíneos ubicados en la superficie inferior. Se separa el bulbo olfatorio de la lámina cribosa del etmoides. Se cortarán las estructuras siguientes: tallo de la hipófisis, nervios craneales, vasos sanguíneos y médula espinal (lo más cerca posible al canal medular). f. Se introduce la mano por la región frontal, para sostener los lóbulos frontales y el tronco encefálico. Luego se levanta hacia arriba y atrás, para extraer el encéfalo en una sola pieza. 7. Base del cráneo El interior del cráneo, en la base, está dividido en las fosas craneales anterior, media y posterior (figura 119). Figura 119. Se observa en la base del cráneo: fosa craneal anterior (A), fosa craneal media (B), fosa craneal posterior (C); apófisis crista galli (1), quiasma óptico (2), agujero magno (3). Fosa craneal anterior, límites y contenido Esta estructura, que contiene los lóbulos frontales del cerebro, está limitada anteriormente por la cara posterior del hueso frontal y posteriormente por el borde posterior de las alas menores del esfenoides. Fosa craneal media, límites y contenido Se encuentra entre los bordes posteriores de las alas menores del esfenoides y el segmento superior de la porción petrosa del temporal. Contiene los lóbulos temporales. Fosa craneal posterior, límites y contenido Este elemento aloja al cerebelo, puente y médula oblonga. Está limitado anteriormente por el borde superior de la porción petrosa del hueso temporal, las apófisis clinoides posteriores y la lámina cuadrilátera del esfenoides. Atrás se halla la pared craneal posterior (hueso occipital). 8. Polígono de Willis (circuito arterial cerebral) En la cara inferior del encéfalo, se procederá a identificar las estructuras que conforman el círculo arterial cerebral (figura 120a): Primero, las arterias vertebrales, que se anastomosan para formar la basilar. Ésta se divide en las cerebrales posteriores, que a su vez se unen con las cerebrales medias por las comunicantes posteriores. Asimismo, las cerebrales anteriores se unen por la comunicante anterior. Las vertebrales dan origen a las arterias cerebelosas posteroinferiores y las espinales anterior y posteriores (figura 120b y 120c). Figura 120. Círculo arterial cerebral. a ) Ubicación de la porción basal del encéfalo. b ) Esquema. c ) Preparación en cadáver. Arterias vertebrales (1), basilar (2), cerebral posterior (3), comunicantes posteriores (4), carótida interna (5), cerebrales anteriores (6). La basilar origina las arterias cerebelosas anteroinferiores, auditivas internas, pontinas, cerebelosas superiores y cerebrales posteriores. 9. Articulaciónatlantooccipital Es sinovial de tipo elipsoide. Es par y une los cóndilos del hueso occipital con las carillas articulares, cavidad glenoidea, de la primera vértebra cervical o atlas. La cápsula articular fibrosa y las membranas atlantooccipital anterior, posterior y lateral estabilizan esta articulación (figura 121). Figura 121. La articulación atlantooccipital del cuello y la atlantoaxoidea, junto con sus ligamentos, le dan soporte al cuello. En un corte sagital: a ) cuerpo del atlas (1), arco del atlas (2), apófisis odontoides del axis (3), tercera vértebra cervical (4). b ) Vista lateral de la articulación: arco anterior (1), atlas (2), axis (3); la apófisis odontoides (4) permite la rotación de la cabeza (r). c ) Hueso occipital (1), ligamento longitudinal anterior (2), atlas (3), axis (4), proyección de la apófisis odontoides (5). Agradecimientos A Bárbara Márquez Treviño, por las figuras 11, 12, 13, 16, 17, 112, 118 y 121. A Silvia J. Hernández Martínez, por las figuras 113, 116 y 119. Bibliografía Moore K, Dalley A, Agur A. Anatomía con orientación clínica, 6a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Negrete J. Técnica de disecciones y atlas de anatomía humana, 13a ed. México, DF: Méndez Editores, 1995. Netter F. Atlas de anatomía humana, 5a ed. España: Ed Elsevier, 2011. Pró E. Anatomía clínica. Buenos Aires: Ed Médica Panamericana, 2012. Snell RS. Neuroanatomía clínica, 7a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Tank PW. Grant: Manual de disección, 14a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2011. Testut L, Jacob O, Billet H. Atlas de disección por regiones. México, DF: Masson, 2001. Universidad Mariano Galvez de Guatemala Access Provided by: Downloaded 202315 3:51 P Your IP is 181.33.188.105 Capítulo 1: Cabeza, Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 2 / 24 SoyMedicina.com javascript:; http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig1 http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig1 http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig2 http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig2 http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/terms.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/privacy http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/notice.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/about/accessibility.html Manual de disecciones Capítulo 1: Cabeza Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva 1. Características de la anatomía de superficie Figura E11. Sección media de la cabeza. Se muestra el contenido de las cavidades craneales, nasales y bucales. (Fuente: Saladin K. Anatomía y fisiología, 6ª ed. México: McGrawHill, 2013:382.) La cabeza está conformada tanto por los huesos del cráneo como por los huesos de la cara, por lo que deben separarse muy bien ambas regiones. El cráneo es una caja ósea que se estructura por la articulación de los diferentes huesos que lo forman: un hueso frontal, dos parietales, dos temporales y un occipital; asimismo, el hueso etmoides y el esfenoides. El cráneo posee una porción externa, también denominada exocráneo, y una porción interna o endocráneo. La bóveda craneana está cubierta por el cuero cabelludo y los huesos que la conforman están unidos mediante articulaciones denominadas suturas. Existen diferentes tipos de cráneos, los cuales son determinados mediante la craneometría. Al observar el cráneo desde arriba se puede determinar con seguridad su tipo: a. Cráneo dolicocéfalo b. Mesocéfalo c. Braquicéfalo Al observar al cráneo de perfil, se puede determinar si es planooccipital (hueso occipital aplanado) o curvooccipital (hueso occipital prominente). También se divide al cráneo en una parte superior (bóveda craneana o calvaria), y una parte inferior o base. 2. Incisiones y técnica de disección Para observar las estructuras contenidas en la bóveda craneal se realizan dos incisiones sobre el cuero cabelludo: la primera, longitudinal, inicia en el nasión y termina en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la bóveda craneal (figura 11a); la segunda, transversal, va del vértice de la bóveda al oído externo (figura 11b). De este modo se obtienen cuatro colgajos cutáneos: dos anteriores y dos posteriores. Figura 11. Incisiones en la superficie del cuero cabelludo: a ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). b ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). A partir del vértice se toman los colgajos anteriores y se deslizan, jalándolos hacia adelante y hacia abajo, hasta el reborde supraorbitario (figura 1 2a), despegándolos de la superficie de la bóveda. En ocasiones pueden requerirse para esta maniobra una pinza de disección y una tijera. Para los colgajos posteriores (figura 12b) se efectúa una maniobra similar, llevándolos hasta la línea nucal superior. Figura 12. Efectuar las incisiones sobre el cuero cabelludo permite que se formen distintos colgajos cutáneos que facilitan el abordaje de la calvaria: a ) Colgajos anteriores. b ) Colgajos posteriores, inserción aponeurótica del músculo temporal (1). 3. Envolturas de la bóveda craneal Una vez hecho el despegamiento, observe los bordes de los colgajos e identifique las distintas capas que conforman el cuero cabelludo (figura 13a). La nemotecnia para las distintas capas es la palabra “scalp” (skin = piel; cellular = tejido celular subcutáneo; aponeurosis; laxo = tejido subcutáneo laxo; periostio). Para facilitar la identificación de las distintas capas, se sugiere realizar el despegamiento plano por plano (figura 13b y 13c). Figura 13. La disección cuidadosa de los colgajos cutáneos permite la identificación de las distintas capas que envuelven a la bóveda craneana. a ) Piel (1), tejido celular (2), aponeurosis (3), tejido laxo (4), periostio (5). b ) Piel (1), tejido celular (2). c ) Aponeurosis (1), impresión de la arteria temporal superficial (2), periostio (3). En cuanto a la aponeurosis, cabe precisar que en la parte anterior se identifica el músculo frontal, en el vértice la aponeurosis epicraneal y en la parte posterior el músculo occipital. 4. Identificación de los huesos de la bóveda El cráneo o esqueleto de la cabeza se divide en neurocráneo y viscerocráneo. El neurocráneo está formado por ocho huesos unidos por suturas. Cuatro de éstos se ubican en la línea media y no son pareados; a saber: frontal, etmoides, esfenoides y occipital. Además hay dos huesos pares a cada lado: temporal y parietal (figura 14a y 14b). Figura 14. La forma del cráneo está determinada por factores étnicos, genéticos, entre otros. Los huesos del cráneo se señalan en a ) y b ): hueso frontal (1), hueso parietal (2), hueso temporal (3), hueso occipital (4), esfenoides (5). Para su estudio, el neurocráneo se divide en un techo (parecido a una cúpula), denominado calvaria o bóveda craneal, y un suelo o base del cráneo. La bóveda se conforma por el hueso frontal, los dos huesos parietales, las porciones escamosas de los huesos temporales y la porción superior de la escama del hueso occipital. Región temporal: músculos y estructuras vasculares Esta región está constituida por dos fosas: la fosa temporal y la fosa infratemporal, denominadas así por tener ubicación superior o inferior al arco cigomático, respectivamente (figura 15a). Figura 15. La región temporal, subdividida por el arco cigomático en dos fosas: a ) fosa temporal (1), fosa infratemporal (2), incisión cutánea (3). b ) Colgajo cutáneo (1), arteria temporal superficial (2), fascia superficial (3). La fosa temporal contiene al músculo temporal y tiene los siguientes límites: superior y posterior por la línea temporal superior; anterior por los huesos frontal y cigomático; inferior por el arco cigomático en la parte superficial y la cresta infratemporal del esfenoides; profunda por las porciones de los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides, y superficial por la fasciatemporal. Para realizar la disección de la fosa temporal se recomienda que la cabeza del cadáver sea desprendida del tronco, aunque puede realizarse su disección sin este paso. Luego, la cabeza se coloca de lado, con la región temporal que se va a disecar dirigida hacia arriba. Enseguida se procede a lo siguiente: a. Afeitar la región y marcar tres puntos de la siguiente manera: el primero en la unión de la apófisis temporal del malar con la apófisis cigomática del temporal; el segundo en el asterión, y el tercero a 5 cm del borde superior del pabellón auricular (figura 15a). b. Realizar una incisión curva que una los puntos marcados. A continuación, se diseca la piel y el colgajo semicircular de base inferior se reclina hacia el cuello (figura 15b). c. Identificar el tejido celular subcutáneo y disecar, en su espesor, el paquete vasculonervioso conformado por la arteria y vena temporal superficial y el nervio auriculotemporal. d. En la parte superior, identificar la aponeurosis epicraneal, donde se obtendrá un colgajo como se hizo con la piel. e. Realizado lo anterior, se identificará la aponeurosis temporal, donde se obtendrá otro colgajo similar al de la piel. f. Se identificará el músculo temporal (figura 16a). g. Si se continúa la disección retirando el músculo temporal, se localizarán las arterias y nervios temporales profundos anteriores, medios y posteriores (figura 16b). Figura 16. Una vez disecados los diferentes planos, se visualiza perfectamente el contenido de la fosa temporal. a ) Línea temporal superior (1), músculo temporal (2), aponeurosis temporal (3). b ) Detalle de la fosa temporal: hueso parietal (1), inserción del músculo temporal (2), impresión de la arteria temporal (3), colgajo cutáneo (4). La fosa infratemporal contiene a la arteria maxilar, el nervio mandibular (rama del trigémino), el nervio cuerda del tímpano (rama del facial), el plexo venoso pterigoideo, el ganglio ótico y los músculos pterigoideos y parte del músculo temporal. Este hueco se ubica inferior al arco cigomático y posterior a la rama de la mandíbula y el maxilar. Tiene forma de pirámide, con la base formada por la cara medial de la rama de la mandíbula y el vértice compuesto por la fisura pterigomaxilar. Muestra las siguientes paredes: superior, formada por la parte horizontal del ala mayor del esfenoides; anterior, por la tuberosidad del maxilar, y medial, por la placa lateral de la apófisis pterigoides. Sus límites son: el posterior, dado por la porción timpánica y la apófisis estiloides del temporal, y el inferior, determinado por un plano horizontal a nivel del borde inferior del hueso maxilar. Para identificar el contenido de la fosa infratemporal, se retira la rama de la mandíbula mediante el siguiente procedimiento (se requiere mucho cuidado al cortar hueso): a. Cortar el arco cigomático colocando dos sondas acanaladas por debajo, una anterior a la cabeza de la mandíbula y la otra cerca de la órbita (alejada de la apófisis coronoides de la mandíbula). Se procede a realizar el corte con la sierra (figura 17a). b. Retirar la apófisis coronoides con la inserción del músculo temporal y la rama mandibular conservando el nervio y la arteria alveolares inferiores, pasando la sonda acanalada de anterior a posterior, a nivel del borde inferior de la escotadura de mandíbula. Enseguida se realiza el corte con la sierra (figura 17b). c. Una vez separadas la apófisis coronoides y la cabeza, se traza una línea imaginaria de la corona del tercer molar hacia atrás y se corta la mandíbula. Se retira la porción de hueso y se identifican el nervio y los vasos alveolares inferiores, además del nervio lingual (anterior al nervio alveolar inferior) (figura 18). d. Identificar la arteria maxilar y algunas de sus 15 ramas, así como los músculos pterigoideos. Figura 17. Para observar el contenido de la fosa infratemporal se debe retirar el arco cigomático, en: a ) arco cigomático (1), borde inferior del hueso maxilar (2), arteria carótida externa (3), nervio facial (4). b ) Capa superficial de la región; se visualizan: vena yugular externa (1), nervio auricular mayor (2), músculo masetero (3), nervio facial (4), plexo cervical (5). Figura 18. Se señala el nivel del corte de la apófisis coronoides y de la cabeza de la mandíbula (1); esto permitirá la visualización del músculo pterigoideo lateral (2); se señala la arteria temporal superficial (3), y arco cigomático (4). 5. Interior del cráneo Aquí se encuentran distintas envolturas que separan el sistema nervioso del hueso, denominadas meninges. Estas capas se sitúan en el encéfalo de la siguiente manera: la más externa es la duramadre, que tiene consistencia fibrosa y se une al endostio; enseguida se localiza la aracnoides, que está separada de la duramadre por el espacio subdural; la tercera membrana, separada de la aracnoides por el espacio subaracnoideo, se encuentra adherida al cerebro y se le conoce como piamadre. Meninges craneales, repliegues de la duramadre La duramadre recubre el encéfalo, emite envolturas para los nervios craneales (al momento en que éstos pasan a través de los agujeros y/o hendiduras craneales) y se prolonga con cuatro tabiques que dividen la cavidad del cráneo en espacios comunicados. Se observan las siguientes estructuras (figuras 19 y 110): a. Hoz del cerebro. Es una membrana situada entre los hemisferios cerebrales. Se inserta en la cresta frontal, mientras en la parte posterior se fusiona en la línea media con la superficie superior de la tienda del cerebelo. b. Tienda del cerebelo. Tiene un borde libre externo que se fija a los procesos clinoides posteriores, entre otros elementos anatómicos. Su borde libre interno se fija a los procesos clinoides anteriores. En sus superficies superior e inferior se unen la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo, respectivamente. c. Hoz del cerebelo. Esta membrana se fija a la cresta occipital interna. d. Tienda de la hipófisis. Es la estructura que forma el techo de la silla turca. Figura 19. Dentro de la fosa infratemporal existen distintas estructuras vasculares: arteria carótida externa (1), arteria maxilar (2), arteria temporal superficial (3), arteria lingual (4), ramas maxilares (5). Figura 110. Meninges craneales: a ) duramadre (1), lóbulo frontal (2), lóbulo temporal (3). b ) Base del cráneo con la inserción de la duramadre (1), fosa anterior (2), fosa media (3), fosa posterior (4). c ) Fosa anterior y lóbulo frontal del encéfalo (1), fosa media y lóbulo temporal (2), fosa posterior y lóbulo occipital (3), tallo encefálico (4). d ) Hoz del cerebro (1), encéfalo (2). Senos venosos de la duramadre El seno sagital superior inicia anterior al agujero ciego y se prolonga hasta la protuberancia occipital interna. Se dirige hacia el lado derecho y se continúa con el seno transverso derecho. A nivel de la protuberancia occipital interna, se dilata y forma la confluencia de los senos. El seno sagital inferior toma dirección posterior hasta unirse a la vena cerebral magna, a nivel del margen libre de la tienda del cerebelo, para formar el seno recto, que gira a la izquierda y forma el seno transverso izquierdo. Los senos transversos se desvían inferiormente como senos sigmoideos, pasan por la porción mastoidea del temporal, posterior al antro mastoideo, salen por los agujeros yugulares y continúan como venas yugulares internas. Éstas, a su vez, drenan en las venas braquiocefálicas, que se anastomosan y dan lugar a la vena cava superior (figura 111a). En las preparaciones de cadáveres se debe mantener la inserción de la duramadre y extraer los distintos lóbulos del encéfalo para poder visualizar el sistema venoso del encéfalo (figura 111b y 111c). Figura 111. El drenaje venoso del encéfalo está distribuido en diferentes senos venosos: a ) seno sagital superior (1), seno sagital inferior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4), senos sigmoides (5), vena yugular interna (6). b ) Arterias carótidas internas (1), seno sagitalinferior (2), seno transverso (3). c ) Hoz del cerebro y seno sagital superior (1), duramadre (2), seno transverso (3). 6. Separación del encéfalo Para estudiar el encéfalo, se le divide en cerebro y tallo cerebral. Lóbulos cerebrales, surcos (cisuras) y giros (circunvoluciones) Los lóbulos cerebrales son: frontal, temporal, parietal, occipital e insular. Cada uno tiene giros y surcos. Lóbulo frontal. Tiene los giros precentral, frontal superior, frontal medio y frontal inferior, separados por los surcos frontal medio e inferior. El giro frontal inferior se divide en las porciones orbitaria, triangular y opercular. Lóbulo temporal. Tiene los giros temporal superior, medio e inferior, que están separados por los surcos temporal medio e inferior. Lóbulo parietal. Tiene los giros poscentral, lobulillo parietal superior e inferior, que están separados por el surco intraparietal, y además los giros supramarginal y angular (figura 112). Figura 112. Se aprecian distintos surcos y cisuras en el encéfalo, los repliegues de la duramadre separan los hemisferios cerebrales y el cerebelo (1), lóbulo occipital (2), lóbulo parietal (3), lóbulo temporal (4), lóbulo frontal (5). Lóbulo occipital. Incluye los giros occipitales inferior y superior, además del giro llamado arco parietooccipital (figura 113a). Lóbulo insular. Se localiza en la profundidad del surco lateral. Contiene los giros cortos y largos separados por el surco central (figura 113b). Figura 113. a ) Lóbulo occipital: giro occipital superior (1), giro occipital inferior (2), arco parietooccipital (3). b ) Lóbulo temporal (1), surco lateral (2), ínsula (3). En la vista inferior del cerebro se localizan los lóbulos frontales, temporales y occipitales, con giros y surcos (figura 114). Figura 114. Al extraer el encéfalo de la base del cráneo se pueden observar distintas estructuras vasculares y nerviosas: lóbulo frontal (1), nervios olfatorios (2), quiasma óptico (3), lóbulos temporales (4), cerebelo (5), tallo encefálico (6), círculo arterial cerebral (7). Tallo encefálico y cerebelo El tallo encefálico está conformado, de inferior a superior, por la médula oblonga, el puente y el mesencéfalo. Por su cara anterior se localiza el origen aparente de los nervios craneales III a XII, excepto el IV, que tiene origen en el dorso del tallo encefálico (figura 115a y 115b). Figura 115. Estructuras del tallo encefálico: a ) bulbo (1), puente (2), mesencéfalo (3). b ) Distintas proyecciones del tallo encefálico y su relación con el cerebelo: bulbo (1), puente (2), mesencéfalo (3), tubérculos cuadrigéminos (4), cerebelo (5). El cerebelo se localiza en la parte posterior del tallo, a nivel del puente, unido al tallo por los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores (figura 115b). Está conformado por dos hemisferios unidos por el vermis. Cada hemisferio tiene tres lóbulos: anterior, medio y floculonodular. Para separar el encéfalo del cráneo, se procede como se indica a continuación: a. Se realiza una incisión que inicie en el nasión y termine en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la calvaria. Enseguida se realiza un corte bilateral del vértice al oído externo (figura 11). b. A nivel del vértice, con una pinza de disección se sujetan las esquinas y se separa el cuero cabelludo de la calvaria para formar cuatro colgajos. Enseguida se toman los colgajos anteriores y se desprenden estirándolos hacia la parte inferior, hasta el borde supraorbitario. Lo mismo se hace para los colgajos posteriores, hasta la línea nucal superior (figura 12). c. Se coloca una banda de hule a 2 cm del reborde supraorbitario, entre el nasión y la protuberancia occipital externa. La banda servirá de guía para marcar la calvaria y hacer el corte con sierra. Enseguida se retira la calvaria, procurando no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 116). d. Se posiciona el cadáver en decúbito prono, para desinsertar los siguientes músculos de la cabeza: esplenio, semiespinoso, oblicuo superior, recto posterior mayor y recto posterior menor, los cuales deberán desplazarse hacia abajo. Al retirar estos músculos quedará expuesto el hueso occipital y la articulación con las vértebras cervicales, así como estructuras vasculares (figura 117). e. Identificar la membrana atlantooccipital posterior y realizar un corte transversal que inicie en la arteria vertebral derecha y termine en la arteria vertebral izquierda. f. Localizar los bordes laterales del occipital por donde pasó el corte al separar la calvaria y establecer dos líneas imaginarias de ahí a 1 cm a cada lado de la tuberosidad occipital externa. Luego, se corta con sierra sobre dichas líneas imaginarias hasta el agujero occipital (figura 118a). g. Se separa la cuña del hueso occipital y se retira con cuidado para no lesionar las meninges ni el encéfalo (figura 118b). Figura 116. Se ha efectuado un corte transversal de los huesos de la bóveda. a ) Se aprecian las envolturas del encéfalo: duramadre (1), lóbulos frontales (2), arterias cerebrales (3), base del cráneo (4). b ) Lóbulos temporales (1), arterias cerebrales (2), duramadre (3). Figura 117. Para visualizar las estructuras óseas de la región posterior del cuello deben separarse los músculos de la nuca. a ) Atlas (1), axis (2), músculo trapecio (3), músculo esplenio (4), músculo semiespinoso (5), músculo oblicuo superior (6), arterias vertebrales (7). b ) Plano muscular: trapecio (1), esplenio (2), semiespinoso (3), oblicuo superior (4). Figura 118. Al retirar una cuña del hueso occipital se puede observar la confluencia de distintos senos venosos. En el fragmento occipital: a ) borde posterior del agujero magno (1), surco del seno sagital superior (2), surcos de los senos transversos (3), fosas cerebelosas (4), fosas cerebrales (5). b ) Duramadre (1), seno sagital superior (2), confluencia de los senos (3), seno transverso (4). Para separar el encéfalo del cráneo a. De forma cuidadosa, se retrae con los dedos un hemisferio lateral y luego el otro. Se identifica la hoz del cerebro y se corta con tijera a nivel de la cresta frontal y de la tienda del cerebelo. b. Usando tijeras, se cortan las venas cerebrales que drenan el seno sagital superior. c. Se sujeta la hoz del cerebro en la cresta frontal y se jala en sentidos superior y posterior. d. Se levanta con cuidado el lóbulo occipital, para localizar la tienda del cerebelo. Ésta se corta con bisturí inmediatamente junto al hueso, en ambos lados. e. Para romper la vena cerebral magna, se jala en sentido posterior a la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo. Enseguida se mueve el encéfalo cuidadosamente para observar los nervios craneales y los vasos sanguíneos ubicados en la superficie inferior. Se separa el bulbo olfatorio de la lámina cribosa del etmoides. Se cortarán las estructuras siguientes: tallo de la hipófisis, nervios craneales, vasos sanguíneos y médula espinal (lo más cerca posible al canal medular). f. Se introduce la mano por la región frontal, para sostener los lóbulos frontales y el tronco encefálico. Luego se levanta hacia arriba y atrás, para extraer el encéfalo en una sola pieza. 7. Base del cráneo El interior del cráneo, en la base, está dividido en las fosas craneales anterior, media y posterior (figura 119). Figura 119. Se observa en la base del cráneo: fosa craneal anterior (A), fosa craneal media (B), fosa craneal posterior (C); apófisis crista galli (1), quiasma óptico (2), agujero magno (3). Fosa craneal anterior, límites y contenido Esta estructura, que contiene los lóbulos frontales del cerebro, está limitada anteriormente por la cara posterior del hueso frontal y posteriormente por el borde posterior de las alas menores del esfenoides. Fosa craneal media, límites y contenido Se encuentra entre los bordes posteriores de las alas menores del esfenoides y el segmento superior de la porción petrosa del temporal. Contiene los lóbulos temporales. Fosa craneal posterior, límites y contenidoEste elemento aloja al cerebelo, puente y médula oblonga. Está limitado anteriormente por el borde superior de la porción petrosa del hueso temporal, las apófisis clinoides posteriores y la lámina cuadrilátera del esfenoides. Atrás se halla la pared craneal posterior (hueso occipital). 8. Polígono de Willis (circuito arterial cerebral) En la cara inferior del encéfalo, se procederá a identificar las estructuras que conforman el círculo arterial cerebral (figura 120a): Primero, las arterias vertebrales, que se anastomosan para formar la basilar. Ésta se divide en las cerebrales posteriores, que a su vez se unen con las cerebrales medias por las comunicantes posteriores. Asimismo, las cerebrales anteriores se unen por la comunicante anterior. Las vertebrales dan origen a las arterias cerebelosas posteroinferiores y las espinales anterior y posteriores (figura 120b y 120c). Figura 120. Círculo arterial cerebral. a ) Ubicación de la porción basal del encéfalo. b ) Esquema. c ) Preparación en cadáver. Arterias vertebrales (1), basilar (2), cerebral posterior (3), comunicantes posteriores (4), carótida interna (5), cerebrales anteriores (6). La basilar origina las arterias cerebelosas anteroinferiores, auditivas internas, pontinas, cerebelosas superiores y cerebrales posteriores. 9. Articulación atlantooccipital Es sinovial de tipo elipsoide. Es par y une los cóndilos del hueso occipital con las carillas articulares, cavidad glenoidea, de la primera vértebra cervical o atlas. La cápsula articular fibrosa y las membranas atlantooccipital anterior, posterior y lateral estabilizan esta articulación (figura 121). Figura 121. La articulación atlantooccipital del cuello y la atlantoaxoidea, junto con sus ligamentos, le dan soporte al cuello. En un corte sagital: a ) cuerpo del atlas (1), arco del atlas (2), apófisis odontoides del axis (3), tercera vértebra cervical (4). b ) Vista lateral de la articulación: arco anterior (1), atlas (2), axis (3); la apófisis odontoides (4) permite la rotación de la cabeza (r). c ) Hueso occipital (1), ligamento longitudinal anterior (2), atlas (3), axis (4), proyección de la apófisis odontoides (5). Agradecimientos A Bárbara Márquez Treviño, por las figuras 11, 12, 13, 16, 17, 112, 118 y 121. A Silvia J. Hernández Martínez, por las figuras 113, 116 y 119. Bibliografía Moore K, Dalley A, Agur A. Anatomía con orientación clínica, 6a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Negrete J. Técnica de disecciones y atlas de anatomía humana, 13a ed. México, DF: Méndez Editores, 1995. Netter F. Atlas de anatomía humana, 5a ed. España: Ed Elsevier, 2011. Pró E. Anatomía clínica. Buenos Aires: Ed Médica Panamericana, 2012. Snell RS. Neuroanatomía clínica, 7a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2010. Tank PW. Grant: Manual de disección, 14a ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins, 2011. Testut L, Jacob O, Billet H. Atlas de disección por regiones. México, DF: Masson, 2001. Universidad Mariano Galvez de Guatemala Access Provided by: Downloaded 202315 3:51 P Your IP is 181.33.188.105 Capítulo 1: Cabeza, Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva ©2023 McGraw Hill. All Rights Reserved. Terms of Use • Privacy Policy • Notice • Accessibility Page 3 / 24 SoyMedicina.com javascript:; http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig3 http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig3 http://accessmedicina.mhmedical.com/#lopez_c01_fig3 http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/terms.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/privacy http://accessmedicina.mhmedical.com/ss/notice.aspx http://accessmedicina.mhmedical.com/about/accessibility.html Manual de disecciones Capítulo 1: Cabeza Ma. Guadalupe Treviño Alanís; Gerardo Francisco Rivera Silva 1. Características de la anatomía de superficie Figura E11. Sección media de la cabeza. Se muestra el contenido de las cavidades craneales, nasales y bucales. (Fuente: Saladin K. Anatomía y fisiología, 6ª ed. México: McGrawHill, 2013:382.) La cabeza está conformada tanto por los huesos del cráneo como por los huesos de la cara, por lo que deben separarse muy bien ambas regiones. El cráneo es una caja ósea que se estructura por la articulación de los diferentes huesos que lo forman: un hueso frontal, dos parietales, dos temporales y un occipital; asimismo, el hueso etmoides y el esfenoides. El cráneo posee una porción externa, también denominada exocráneo, y una porción interna o endocráneo. La bóveda craneana está cubierta por el cuero cabelludo y los huesos que la conforman están unidos mediante articulaciones denominadas suturas. Existen diferentes tipos de cráneos, los cuales son determinados mediante la craneometría. Al observar el cráneo desde arriba se puede determinar con seguridad su tipo: a. Cráneo dolicocéfalo b. Mesocéfalo c. Braquicéfalo Al observar al cráneo de perfil, se puede determinar si es planooccipital (hueso occipital aplanado) o curvooccipital (hueso occipital prominente). También se divide al cráneo en una parte superior (bóveda craneana o calvaria), y una parte inferior o base. 2. Incisiones y técnica de disección Para observar las estructuras contenidas en la bóveda craneal se realizan dos incisiones sobre el cuero cabelludo: la primera, longitudinal, inicia en el nasión y termina en la protuberancia occipital externa, pasando por el vértice de la bóveda craneal (figura 11a); la segunda, transversal, va del vértice de la bóveda al oído externo (figura 11b). De este modo se obtienen cuatro colgajos cutáneos: dos anteriores y dos posteriores. Figura 11. Incisiones en la superficie del cuero cabelludo: a ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). b ) Incisión longitudinal (1), incisión transversal (2). A partir del vértice se toman los colgajos anteriores y se deslizan, jalándolos hacia adelante y hacia abajo, hasta el reborde supraorbitario (figura 1 2a), despegándolos de la superficie de la bóveda. En ocasiones pueden requerirse para esta maniobra una pinza de disección y una tijera. Para los colgajos posteriores (figura 12b) se efectúa una maniobra similar, llevándolos hasta la línea nucal superior. Figura 12. Efectuar las incisiones sobre el cuero cabelludo permite que se formen distintos colgajos cutáneos que facilitan el abordaje de la calvaria: a ) Colgajos anteriores. b ) Colgajos posteriores, inserción aponeurótica del músculo temporal (1). 3. Envolturas de la bóveda craneal Una vez hecho el despegamiento, observe los bordes de los colgajos e identifique las distintas capas que conforman el cuero cabelludo (figura 13a). La nemotecnia para las distintas capas es la palabra “scalp” (skin = piel; cellular = tejido celular subcutáneo; aponeurosis; laxo = tejido subcutáneo laxo; periostio). Para facilitar la identificación de las distintas capas, se sugiere realizar el despegamiento plano por plano (figura 13b y 13c). Figura 13. La disección cuidadosa de los colgajos cutáneos permite la identificación de las distintas capas que envuelven a la bóveda craneana. a ) Piel (1), tejido celular (2), aponeurosis (3), tejido laxo (4), periostio (5). b ) Piel (1), tejido celular (2). c ) Aponeurosis (1), impresión de la arteria temporal superficial (2), periostio (3). En cuanto a la aponeurosis, cabe precisar que en la parte anterior se identifica el músculo frontal, en el vértice la aponeurosis epicraneal y en la parte posterior el músculo occipital. 4. Identificación de los huesos de la bóveda El cráneo o esqueleto de la cabeza se divide en neurocráneo y viscerocráneo. El neurocráneo está formado por ocho huesos unidos por suturas. Cuatro de éstos se ubican en la línea media y no son pareados; a saber: frontal, etmoides, esfenoides y occipital. Además hay dos huesos pares a cada lado: temporal y parietal (figura 14a y 14b). Figura 14. La forma del cráneo está determinada por factores étnicos, genéticos, entre otros. Los huesos del cráneo se señalan en a ) y b ): hueso frontal
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