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El tesoro de la amistad Marcos y Gabriel, eran unos niños recién llegados a la guardería de la gran ciudad, sus padres que por tanto trabajo tenían que dejarlos allí desde muy temprano hasta la tarde, hay siempre jugaban y se llevaban muy bien, ¡qué extraño! exclamo la graciosa niñera, los únicos niños que no pelean son Marcos y Gabriel, se preguntaba mientras les daba los jugos Gerber, se nota que hasta el chupón lo comparten. En la tarde la niñera les recordaba a sus padres que tenían que llevarles los pañales y el talco mennen que ya se le estaba agotando, eran unos niños llenos de mucha salud, claro no les faltaba su leche Kilm y las sopas Heinz. Tiempo después a los niños los inscribieron en la misma escuela, los fines de semana Marcos le pedía a su padre que lo llevara con su amigo Gabriel para comer helados de chocolate cubiertos de ovomaltima, en las noches el padre de Marcos le leía una historia de un espía con su pistola Wijandote Toys, que tanto le justaba. Una mañana las niñeras llevaban a los niños al parque con sus triciclos Northern, estaban bien pendientes de ellos y claro también pendiente de que no se les escapara ningún chisme mientras tomaban la Coca cola o la Pepsi cola, Gabriel acostumbraba a cepillarse con la crema dental Colgate sabor a frambuesa y con el cepillo dental Tek, ya que la mamá siempre le repetía que dejara de comer tanto los chocolates savoy y los caramelos la Suiza porque se le dañaría los dientes. Los dos grandes amigos empezaron la primaria con mucho entusiasmo llevando sus útiles escolares bien organizados, el lápiz mongol, los cuadernos castle, los creyones prismacolor, la goma de borrar cagle, la goma de pegar lepage, la tijera de plástico, la regla de madera, el compás de mental y otros útiles más. Fueron creciendo los grandes amigos y pasan a la secundaria, donde Marcos se enamora de una chica, a la cual le regalaba las galletas maría, el tiempo siguió pasando y llegan a la universidad, los dos deciden estudiar la misma carrera (doctor cirujano), pero a Marcos también le gustaba la literatura, al seguir con su maravillosa carrera, en los tiempos libres Marcos escribían un libro, que tiempo después lo presento con el título de “El tesoro de la juventud” donde relataba la gran amistad con su amigo Gabriel y no olvidando a su amor de la secundaria Marisa. Una tarde de verano quedo con su amigo Gabriel a ir a tomar unas cervezas polar al muy mencionado bar el gallo de oro, y siempre reírse de sus travesuras de niños y los gratos recuerdos, como cuando hicieron la primera comunión en aquella casa religiosa y la medalla que les regalaron sus padres de san Juan Bautista de la Salle, sin dejar de mencionar los regalos de la abuela de Gabriel, a uno le dio un juego de pesas weider y al otro los calzoncillos Jockey. Marcos decide invitar a Marisa a cenar, empieza a sacar de su closet los zapatos Williams, los pantalones bluejeans, las medias interwoven y el traje wilcon, coloca en su bolsillo la medalla de la virgen de dieciocho kilates la cual le regala a Marisa y desde ahí empiezan las frecuentaciones de Marisa. Llega el día de la graduación y Gabriel dice, amigo hay que arreglarnos las corbatas para el retrato de graduación realizo por estudio Dana encargados de las mejores fotografías, al irse a compartir con la familia, la abuela de Gabriel le regala el reloj despertador y a Marcos le da el reloj cronómetro, Gabriel le da a Marcos la colección de obras clásicas de la literatura y marcos le da a Gabriel el maletín de cuero de foca. A los días Marco fue a la tacita de oro a comprar el anillo de compromiso para Marisa, y en una elegante cena que hicieron sus padres Marcos le propuso matrimonio a Marisa, la cual acepto impactada. Gabriel conoció a una chica que trabajaba en los laboratorios meszaros y se casó con ella, Marco decide comprar un Mercedes 300 y Gabriel el colchón sweetdream que tanto soñó, una noche lluviosa Marcos el gran cirujano y escritor sufrió un accidente al dirigirse a su hogar, impacto su Mercedes en una valla de publicidad de traje de baño jantzen, lo llevaron al centro médico donde el laboraba, al enterarse Gabriel de tan dolorosa noticia, rápido se dirigió a la clínica, al llegar y ver a su amigo en aquella cama reclinable plioebus knoll, familiares alrededor con llanto inevitable, Gabriel sintió un gran sentimiento de dolor , Marcos se encontraba con muchas fracturas meritaba las placas radiográficas kodak, Gabriel lo tomó de la mano, y en ese momento marcos abrió los ojos y le dijo, amigo recuerdo que nuestra amistad fue como el tesoro de la amistad, cuida de mi familia, adiós, soltó la mano de Gabriel, sabía que hasta ahí le había llegado la vida, fue un momento muy desgarrador para la familia. En aquella capilla de la voluntad de dios, en la urna se hallaba el cuerpo de Marcos rodeado de flores, que vacío sentía Gabriel en su corazón, en su lapida se hallaba una placa de marmolería roversi que decía “Para un amigo leal cuya historia que vivimos al paso del tiempo de un reloj de diecisiete rubíes”, Gabriel al final dice, hasta pronto amigo mío Marcos Pérez. Realizado por: José Manuel Santiago Perdomo
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