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co; en los catiónicos, que son la arginina, lisina y, en menor grado, la histidina, existe en su cadena lateral un grupo nitro- genado que les confiere una carga positiva y características básicas. En todos los casos, el nombre de estos 20 aminoácidos puede abreviarse con un código de tres letras o todavía más, con sólo una letra (Fig. 7-2). Este último código de una letra se utiliza para las secuencias proteicas depositadas en las principales bases de datos biológicos, donde el tamaño del archivo es un factor de gran importancia por la inmensa can- tidad de información que han de almacenar (GenBank, Swiss Prot, etc.). 7.2.2 Aminoácidos proteicos minoritarios Además de los 20 aminoácidos proteicos descritos, existen en algunas proteínas particulares otros aminoácidos relacio- nados con los anteriores, que contienen modificaciones estructurales que las adaptan para cumplir mejor la función fisiológica que desempeñan en el organismo donde se encuentran. Actualmente, se conoce la existencia de dos casos excepcionales donde la incorporación de esos aminoá- cidos a las proteínas es codificada directamente en el ARN por un codón que en la inmensa mayoría de los casos corres- ponde con un codón de terminación (véase el Cap. 21). Son la selenocisteína (codificada bajo ciertas condiciones por un codón UGA) y la pirrolisina (codificada por el codón UAG en ciertas arqueas). Pero, además de estos 22 aminoácidos, existe en las proteínas una gran cantidad de aminoácidos que no se incorporan a ellas directamente por estar codificados en un triplete del código genético, sino que se forman por modi- ficaciones de los 20 proteicos principales en reacciones pos- traduccionales (véase el Cap. 26). La variedad de estas modificaciones es muy amplia y su función es descrita mejor en los temas dedicados a las proteínas específicas que las tie- nen, pero, las más abundantes, ordenadas por orden alfabéti- co y en función de su naturaleza química, son: Acetilaciones. Se producen sobre el grupo amino. Son fre- cuentes en la cadena lateral de las lisinas existentes en las histonas, formando acetilisina. Carboxilaciones. La más importante da lugar al ácido γ-carbo- xiglutámico, que forma parte de varios factores proteicos de la coagulación sanguínea y de las proteínas del esmalte. Ciclaciones. La más común es la que se produce entre el grupo amino y el carboxilo de la cadena lateral del ácido glutámico, produciendo ácido piroglutámico, presente en el inicio de muchas proteínas con función protectora. Desaminaciones de la cadena lateral de lisina, para dar lugar a lisinal (también llamado al-lisina), que posee un grupo aldehído en la cadena lateral y puede formar enlaces covalentes de entrecruzamiento (véase entrecruzamiento del colágeno, en el Cap. 34). Dimerizaciones. El ejemplo más representativo es la cistina, formada por la unión mediante un puente disulfuro de dos cisteínas, a través de sus grupos tioles. La cistina se forma espontáneamente, tanto en estado libre, como for- mando parte de las proteínas. Los puentes disulfuro son esenciales en cientos de proteínas para el mantenimiento de las estructuras terciaria y cuaternaria. Fosforilaciones. Se producen esterificando con fosfato un hidroxilo de la cadena lateral del aminoácido, lo que da lugar a derivados como fosfoserina, fosfotreonina y fosfo- tirosina. Las fosforilaciones suelen ser reversibles y cons- tituyen uno de los procesos más comunes para regular la actividad de enzimas, factores de crecimiento, receptores celulares, la transcripción de genes, entre otros. Hidroxilaciones. Las más frecuentes son las que se dan en las posiciones 3 y 4 de la prolina, dando lugar a hidroxipro- linas, muy frecuentes en el colágeno. Metilaciones. Se producen sobre el N de cadenas laterales, como es el caso de la 1- y la 3-metilhistidina y las ε-meti- lisinas. Son frecuentes en las proteínas musculares. Hipermodificaciones. En este grupo incluimos cualquier otra modificación. Destacan las hormonas tiroideas (triyodo- tironina y tiroxina, o T3 y T4), que son dímeros yodados de la tirosina, presentes en la tiroglobulina, y la desmo- sina e isodesmosina, que son aminoácidos derivados de la condensación de cuatro moléculas de lisina, encontra- das en la elastina (véase el Cap. 34) y alguna otra proteí- na de las articulaciones y los tendones. 7.2.3 Aminoácidos no proteicos En la naturaleza existe un gran número de aminoácidos que no se incorporan a las proteínas, pero desempeñan otras fun- ciones específicas en el metabolismo celular. Siguiendo con la clasificación en α, β, γ−aminoácidos, etcétera, los princi- pales son: α-aminoácidos. Frecuentemente, relacionados con el metabo- lismo de los proteicos, participando bien en la síntesis o bien, en la degradación de éstos. Suelen contener algún eslabón metileno más en la cadena lateral, es el caso de homoserina y homocisteína, o algún eslabón menos, como la ornitina respecto a la lisina. La ornitina y la citrulina son intermedios del ciclo de la urea (véase el Cap. 16). β-aminoácidos. El más común es la β-alanina, que forma parte de la molécula del ácido pantoténico, una vitamina. γ-aminoácidos. Como el ácido γ-aminobutírico (GABA), existente en el sistema nervioso, donde funciona como neurotransmisor inhibitorio (véase el Cap. 33). Aminoácidos y proteínas | 93 07 Capitulo 07 8/4/05 09:55 Página 93 BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...) CONTENIDO PARTE I: ESTRUCTURA Y METABOLISMO SECCIÓN II: ESTRUCTURAS Y FUNCIONES DE LAS BIOMOLÉCULAS 7. AMINOÁCIDOS Y PROTEÍNAS 7.2 CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DE LOS AMINOÁCIDOS 7.2.2 Aminoácidos proteicos minoritarios 7.2.3 Aminoácidos no proteicos
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