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cristalización de la proteína y el análisis por cristalografía de rayos X o resonancia magnética nuclear. Por ello, aún no se conoce la estructura de todas las proteínas, sobre todo si éstas presentan problemas para su cristalización, como es el caso de las proteínas de membrana o las glicoproteínas. Los datos conocidos están depositados en varias bases de datos, aunque la más completa es el PDB (banco de datos de proteínas, del ingles, Protein Data Bank), y los progresos de los últimos años son muy espectaculares, aunque una presentación del PDB en detalle excede los límites de este capítulo. Para organizar el estudio estructural de las proteínas, sin una aspiración tan completa como el conocer totalmente las coordenadas y la capacidad de movimiento de todos los áto- mos, se establecen tradicionalmente cuatro niveles estructu- rales, en orden creciente de complejidad, que se llaman estructuras primaria, secundaria, terciaria y cuaternaria de la proteína. Estos niveles están relacionados entre sí y son, en cierta forma, acumulativos en el sentido de que cada uno determina en gran manera a los siguientes. La estructura primaria define el orden de los aminoáci- dos en las cadenas polipeptídicas que forman la proteína, por lo que coincide con la también llamada secuencia de ami- noácidos de las cadenas leídas desde el extremo N- al C-ter- minal. En esta estructura radican las claves que determinan el resto de las estructuras de orden superior, pero no de forma evidente y fácilmente predecible. En esta estructura, las pro- teínas quedan definidas como cadenas lineales formadas por alternancia de grupos peptídicos y Cα, que constituyen un esqueleto análogo para todas. Los grupos laterales de los aminoácidos, unidos a los Cα, se sitúan como ramificaciones de la cadena principal y se llaman también residuos aminoa- cídicos o laterales. La estructura primaria puede predecirse a partir de la secuencia del gen que codifica la proteína, siguiendo el códi- go genético. De hecho, ésta es la forma más común por la cual se conoce la secuencia de todas las proteínas en las espe- cies donde se ha secuenciado el genoma. Pero debe tenerse en cuenta que dicha secuencia es predicha por un método indirecto, y que la secuencia de cualquier proteína es confir- mada totalmente si se realiza por un análisis directo. Para ello, la técnica más utilizada en las últimas dos décadas ha sido la secuenciación de Edman, total o al menos de algún fragmento proteico, generalmente el N-terminal. El proceso se inicia con la separación de las cadenas polipeptí- dicas y el fraccionamiento específico de éstas en péptidos, de una longitud aproximada entre 20 y 50 aminoácidos, que se tratan con fenilisotiocianato (FITC o PITC) (Fig. 7-7). Este reactivo se une al extremo amino terminal del péptido a 100 | Estructuras y funciones de las biomoléculas Figura 7-7. Esquema del procedi- miento simplificado para secuenciar una proteína. A la izquierda, la obten- ción de los fragmentos peptídicos y, a la derecha, un esquema de los ciclos utilizados para determinar la estruc- tura primaria de una proteína por el método de Edman o del isotiocianato, que se basan en la reacción con el reactivo, la hidrólisis del enlace pep- tídico y la separación de la feniltiohi- dantoína correspondiente. Proteína Separación de cadenas Polipéptidos Hidrólisis parcial Fragmentos peptídicos Separación de fragmentos Aa2 Aa4Aa1 Aa3 Aa2 Aa4Aa1 Aa3 FITC FITC Aa2 Aa4Aa1 Aa3 Aa2 Aa4Aa3Aa1 1.o Ciclo FITC Aa2 Aa4Aa3 Aa2 Aa4Aa3 2.o Ciclo Identificación del Aa de la feniltiohidantoína de cada ciclo FITC Hidrólisis suave Hidrólisis suave FITC.... Más ciclos + + Aa3 Fragmento 1 Inicio de la secuenciación del fragmento 1: FITC FITC FITC FITC… 07 Capitulo 07 8/4/05 09:55 Página 100
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