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Unidad 1 Bases biológicas de la ecología 42 “¡Qué raro! —pensó Javier —. ¿A qué se deberá esto? ¿Por qué no nacen helechos y musgos sobre el montón de tierra, pero sí sobre la ladera rocosa? ¿Por qué casi no hay malas hierbas y arbustos en la parte de arriba?” Años después, cuando estudiaba la preparatoria, Javier aprendió que el conjunto de plantas que se van establecien- do en un sitio perturbado depen- de de si hay o no suelo. Como todo en la vida, las condiciones iniciales afectan profundamente los eventos posteriores, así como el resultado final. Figura 3.1 Los deslaves de tierra son comunes en zonas montaño- sas que tienen climas lluviosos. El suelo, al humedecer- se, puede deslizarse hacia las zonas bajas, generando perturbaciones de gran intensidad (tomada de: https:// cepoweronline.sslpowered.com/pacific-geotech.com/ Images/Landslide.jpg). Definición de comunidad ecológica3.2 En la naturaleza ningún organismo vive aislado de otros, y ninguna población, por pequeña o grande que sea, crece en ausencia de poblaciones de otras especies. Esta realidad llevó al reconocimiento de un nivel de organización de mayor complejidad que el poblacional y que corresponde al de las comunidades ecológicas (o comunidades bióticas). Una comunidad ecológica es un conjunto de poblaciones de diferentes especies que conviven en un sitio donde pueden interactuar, al menos po- tencialmente, de diversas formas. Casi en cualquier sitio del planeta coexisten individuos de muchísimas especies y de numerosos grupos biológicos. De acuerdo con la definición de comunidad biótica expresada antes, ésta debería incluir a todos los organismos de todos esos grupos biológicos presentes en un sitio, es decir, la tota- lidad de bacterias, protistas, hongos, plantas y animales que allí viven. Sin embargo, ningún biólogo ha logrado elaborar una lista de la totalidad de especies de alguna comunidad, y lo más probable es que esto nunca suceda, ya que el número de especies que existen en nuestro planeta es formidable, como resultado de millones de años de evolución orgánica en la Tierra. Algunos cálculos señalan que en todo el mundo podría haber entre 30 y 50 millones de especies, cifra que resulta abrumadora, sobre todo si se le compara con los aproximadamente dos millones de especies descritas por los biólogos hasta ahora. Además, y debido precisamente a esta gran diversidad de especies, ningún biólogo puede espe- cializarse en todos los grupos biológicos conocidos, lo cual dificulta aún más el estudio de las comu- nidades ecológicas. Esta circunstancia obliga a los ecólogos a subdividir las comunidades ecológicas en comunidades parciales, o subcomunidades, para su estudio. Entre los criterios utilizados para definir una subcomunidad están el grupo taxonómico (por ejemplo, una comunidad de aves), el hábitat
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