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ras diferenciadas a partir del óvulo fecundado. Su actividad queda a menudo restringida al período de desarrollo embrio- nario y, en la mayoría de los casos, sus productos génicos no están presentes en el organismo adulto. El organismo superior mejor conocido desde el punto de vista de la genética del desarrollo es sin duda la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster. Por ello, la siguiente expo- sición se refiere sobre todo al control del desarrollo en este insecto, pero los principios generales parecen aplicables al resto de los organismos. 27.4.1 Influencia de los genes maternos en el desarrollo embrionario En Drosophila, el huevo fecundado contiene los dos núcleos parentales, que, en los primeros estadios del embrión, se dividen sin separarse en células individualizadas, formando una estructura sincitial o plurinucleada. Tras la novena divi- sión, los núcleos migran a la periferia del huevo, y se rodean de una membrana formando una capa celular carente de organización (Fig. 27-7). Así, los núcleos procedentes de las primeras divisiones están inmersos en el citoplasma del ooci- to, que contiene proteínas sintetizadas de acuerdo con la información genética materna. Ello posibilita que las prime- ras etapas del desarrollo se controlen por genes maternos, expresados en el óvulo, incluso antes de la fecundación. Las proteínas codificadas por estos genes son factores de trans- cripción, que regulan específicamente la expresión de un segundo grupo de genes reguladores del desarrollo. La distribución de los factores de transcripción maternos en el interior del oocito es asimétrica. Estos factores se dis- tribuyen formando gradientes de concentración, que definen los ejes anteroposterior y dorsoventral. Debido a esta asime- tría, los núcleos de la etapa embrionaria sincitial están regu- lados de forma distinta, dependiendo de su posición, y expre- san proteínas diferentes. Estos núcleos comienzan a expresar de forma específica nuevos factores de transcripción, deno- minados morfógenos, ya que su presencia en una determina- da región dirige la diferenciación de las células presentes en esa zona hasta dar lugar a una determinada estructura corpo- ral. Cuando se alcanza el estadio de blastodermo celular, los genes maternos pierden importancia, y el desarrollo se rige, a partir de entonces, por productos génicos de los núcleos hijos. Estos nuevos morfógenos varían de una zona a otra del embrión, como consecuencia de la distribución asimétrica original de morfógenos maternos, y definen regiones progre- sivamente más concretas del organismo. Así, mientras que los morfógenos maternos apenas determinan los dos ejes del cuerpo, los factores de transcrip- ción activados por éstos dirigen la formación de segmentos que darán lugar, posteriormente, a las estructuras definitivas del adulto. Una vez que estos segmentos comienzan a for- marse en un primer estadio de diferenciación, interacciones específicas entre las células ligeramente distintas presentes en cada segmento contribuyen a refinar y profundizar su diferenciación, mediante mecanismos de comunicación intercelular análogos a los descritos en otros capítulos. 27.4.2 Genes homeóticos En Drosophila, los segmentos blastodérmicos individuales no poseen un destino final totalmente determinado, y mutaciones en una familia de genes, los genes homeóticos, pueden trans- formar parte o la totalidad de un segmento, haciendo, por ejemplo, que se forme una antena en lugar de una pata, o que los élitros se desarrollen como alas verdaderas. Los genes homeóticos se agrupan en grandes complejos, y su modo de acción parece semejante al de otros genes reguladores del desa- rrollo. Cada segmento blastodérmico expresa distintos genes homeóticos, de acuerdo con la posición del segmento en el embrión, y de los genes homeóticos en su complejo. Los pro- ductos de los genes homeóticos son, una vez más, factores de transcripción, capaces de unirse al ADN y dirigir la expresión de nuevos factores reguladores o de proteínas estructurales. La unión al ADN se produce a través de zonas específicas de Aspectos moleculares del crecimiento y la di ferenciación celular | 475 Figura 27-7. Control genético del desarrollo de Drosophila. 1. Durante las primeras divisiones, los núcleos se encuentran en el citoplasma del oocito formando una estructura sincitial, y están regulados de forma diferente debido a los gradientes de concentración de factores de transcripción maternos. 2. Tras varias divisiones, los núcleos migran a la periferia formando células independientes. 3. Factores de transcripción producidos por estas células dirigen el desarrollo de los distintos segmentos. 4. Los segmentos expresan distintos genes homeóticos que deter- minan su diferenciación final. Ésta se refina por el intercambio de mensajeros químicos paracrinos entre segmentos adyacen- tes. Ni el número de núcleos hijos ni el de segmentos de la figu- ra se corresponden con los reales. 1 2 3 4 DROSOPHILA MADURA 27 Capitulo 27 8/4/05 11:58 Página 475 BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...) CONTENIDO PARTE II: BIOLOGÍA Y PATOLOGÍA MOLECULAR SECCIÓN VI BIOLOGÍA MOLECULAR Y CELULAR 27 CRECIMIENTO Y LA DIFERENCIACIÓN CELULAR 27.4 CONTROL GENÉTICO DEL DESARROLLO 27.4.1 Influencia de los genes maternos en el (...) 27.4.2 Genes homeóticos
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