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precoz de los eritrocitos infectados. Éste sería un claro ejemplo del denominado polimorfismo balan- ceado o ventaja heterocigótica: los individuos hetero- cigóticos se encuentran protegidos frente a la malaria y, al mismo tiempo, no sufren anemia falciforme, mientras que los homocigóticos normales, que no sufren anemia falciforme, son mucho más proclives a padecer malaria. La característica más notable de esta hemoglobina S es su baja solubilidad en estado des- oxigenado (25 veces inferior a la normal). Ello impli- ca la precipitación de la proteína en el interior del eri- trocito, lo que produce la unión de unas moléculas de desoxihemoglobina con otras, formando largas fibras helicoidales, en las que las moléculas se alinean como las perlas de un collar. Estos hechos originan lesiones en la membrana del eritrocito y cambio en su morfología, lo que, a su vez, ocasiona destrucción prematura del eritrocito y problemas en la circula- ción sanguínea, con oclusión de capilares e isquemia. El defecto en la hemoglobina S se produce por la sustitución, en la posición 6 de la cadena β, de un residuo de ácido glutámico cargado por uno de vali- na neutro. Ello implica la desaparición de dos cargas negativas respecto a la hemoglobina A. — Hemoglobina C. En ella, el ácido glutámico de la posición 6 de la cadena β está sustituido por lisina. Aunque la frecuencia de esta mutación es sólo del 25% con respecto a la frecuencia de aparición de Hb S, el número de adultos con Hb C es similar al de los que poseen Hb S, ya que la tasa de supervivencia de los que poseen Hb C es similar a los individuos con hemoglobina normal. Otras hemoglobinas mutadas frecuentes son la Hb B, en la que la glutamina susti- tuye al ácido glutámico, en la posición 121 de la cadena β y la Hb E, en la que la lisina sustituye al ácido glutámico en la posición 26 de la cadena β. En estos casos sólo aparece anemia hemolítica modera- da. — Otro grupo de hemoglobinas anormales es el consti- tuido por las que sufren una alteración en las cercanías del grupo hemo. Ello dificulta la unión del oxígeno. A este grupo pertenecen las denominadas hemoglobinas M (de metahemoglobina, es decir, ferrihemoglobina). Los individuos que padecen esta hemoglobinopatía sufren una cianosis continua, debido a que la hemo- globina es incapaz de fijar oxígeno y cederlo a los teji- dos. Algunos casos corresponden a la sustitución de histidina por tirosina, lo que estabiliza el grupo hemo en forma férrica (hemoglobinas M Boston, Saskatoon, Iwate y Hyde-Park), y en otro caso se sustituye valina por glutámico (M Milwaukee). — Existe otro grupo de hemoglobinas con cadenas de globina con la estructura alterada y una facilidad anormal de sufrir desnaturalización. Se les denomina hemoglobinas inestables y su precipitación en el inte- rior del eritrocito origina los denominados cuerpos de Heinz. Dentro de este grupo, se encuentran hemo- globinas que pierden el grupo hemo como la Hb Hammersmith (Phe sustituida por Ser, en la posición 42 de la cadena β). Otras sufren alteraciones en la estructura secundaria, como en la Hb Bibba (Leu sus- tituida por Pro en α136). En otros casos se altera el contacto entre subunidades, como en la Hb Philly (Phe sustituye a Tyr en α35). En ocasiones, se produ- ce deleción de aminoácidos como en la Hb Gun Hill, en la que se pierden 5 aminoácidos (los de las posi- ciones 91 a 95 de la cadena β). — Otro tipo de hemoglobinas anómalas es el constitui- do por las que tienen la estructura cuaternaria altera- da, lo que suele llevar a una pérdida de propiedades alostéricas y, con ello, a una modificación en la afini- dad por el oxígeno. Así, en la Hb Kempsey, Asn sus- tituye a Asp en la posición β99, desestabilizando la conformación desoxihemoglobina y, por tanto, aumentando la afinidad por el oxígeno. Por el contra- rio, en la Hb Kansas, Thr sustituye a Asn en β102, lo que impide la estabilización del estado oxigenado y, con ello, disminuye la afinidad por el oxígeno. Se han descrito otros muchos tipos de hemoglobinas en las que existen diferentes modificaciones, que no comentaremos dado su gran número y variedad. Talasemias Se denominan así las enfermedades en las que existe un defecto hereditario en la síntesis de algunas de las subunida- des de la hemoglobina, aunque la estructura de las cadenas es normal; esto es lo que diferencia este grupo de alteraciones de las hemoglobinopatías comentadas anteriormente. El tér- mino procede del griego thalassa, que significa mar, indi- cando la alta incidencia de algunas formas de talasemia entre los individuos que viven a orillas del Mediterráneo, región de la que eran originarios los primeros casos descritos. Existen dos grandes grupos de talasemias, las α-talasemias (déficit en cadenas alfa) y las β-talasemias (déficit en cadenas beta). En ambos casos, existe un defecto en la producción de hemo- globina A, lo que determina la aparición de anemia microcí- tica e hipocrómica. En otras ocasiones, las cadenas que que- dan sintetizadas en exceso precipitan sobre la membrana del eritrocito, produciendo hemólisis. Tal como se indicaba en el Capítulo 25, el origen genéti- co de las talasemias puede consistir en: 528 | El nivel molecular en biomedicina 30 Capitulo 30 8/4/05 12:17 Página 528
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