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C A P Í T U L O13 B O S Q U E J O D E L C A P Í T U L O 13.1 Replicación de DNA 13.2 Replicación de DNA en células bacterianas 13.3 La maquinaria que opera en la horquilla de replicación 13.4 Estructura y funciones de las DNA polimerasas 13.5 Replicación en los virus 13.6 Replicación del DNA en las célu- las eucariotas 13.7 Estructura y replicación de cro- matina 13.8 Reparación del DNA 13.9 Entre la replicación y la repara- ción 13.10 PERSPECTIVA HUMANA: Consecuencias de las deficien- cias de reparación del DNA Replicación y reparación de DNA Fuente: (izquierda) Eamonn M. McCormack/Getty Images, Inc.; (dere- cha) Evan Oto/Science Source Images PRUEBA BRCA1 Y RIESGO DE CÁNCER DE MAMA Cada vez que nuestras células se dividen, necesitan hacer una copia exacta de nuestro genoma. Los errores en la se- cuencia del genoma pueden iniciar a las células por el camino a convertirse en cáncer al mutar los genes que controlan la di- visión celular. Por tanto, es fundamental que nuestro genoma se copie con precisión cuando las células se dividen y se repa- re cualquier daño en el DNA que pueda cambiar la secuencia de nuestro genoma. El daño al DNA puede ocurrir en respues- ta a la luz del sol o la radiación, pero también puede ocurrir al azar sin ninguna causa externa. Sin importar la causa, nuestras células necesitan reparar el daño, y si no pueden, entonces nuestros genomas acumulan mutaciones o reordenamientos cromosómicos que pueden conducir directamente al cáncer. Las mu- jeres con alelos particulares del gen BRCA1 involucrados en la reparación del DNA, tienen un riesgo de tres a siete veces mayor de desarrollar cáncer de mama (la abreviatura “BRCA” significa “cáncer de mama”). Este descubrimiento condujo a pruebas genéti- cas simples para las anomalías BRCA1, que proporcionan un sistema de alerta temprana para el alto riesgo de cáncer de mama. Pero esta prueba crea una situación en la que muchas personas descubren que tienen un riesgo elevado de cáncer de mama aunque en ese momento realmente no lo tengan. ¿Qué puede hacer alguien que descubre que está en riesgo? Un enfoque extre- mo es extirpar ambos senos quirúrgicamente, un método conocido como mastectomía preventiva. Este enfoque quirúrgico efecti- vamente reduce el riesgo de cáncer en 90% para pacientes en riesgo. Una opción menos invasiva es que los pacientes con anomalías genéticas BRCA1 se sometan a exámenes de detección más frecuentes para detectar cualquier tipo de cáncer que pue- da desarrollarse, en una etapa más temprana y más tratable. A nivel de sociedad, todavía estamos aprendiendo la mejor forma de utilizar el diagnóstico genético de riesgo. Es una decisión compleja que cada individuo debe tomar por sí mismo, pero ayuda al pú- blico a comprender los problemas y riesgos. En el caso de las pruebas genéticas BRCA1, el problema fue dramáticamente expues- to al público por la actriz Angelina Jolie, que eligió someterse a una mastectomía preventiva después de descubrir que tenía una anomalía genética BRCA1. Puede leer sobre su decisión en un artículo que escribió para el New York Times: http://www.nytimes. com/2013/05/14/opinion/mymedicalchoice.html? _R = 2&. En este capítulo se discutirá cómo se replica el DNA con un alto nivel de precisión para evitar errores y cómo se reparan los errores o daños en nuestro DNA. 13.1 • Replicación de D N A 51313.1 Replicación de DNA La reproducción es una propiedad fundamental de todos los sis- temas vivos. El proceso de reproducción se puede observar en varios niveles: los organismos se duplican por reproducción asexual o sexual, las células se duplican por división celular y el material genético se duplica por la replicación del DNA. La ma- quinaria que replica el DNA también se llama a la acción en otra capacidad: reparar el material genético después de que ha sufrido daños. Estos dos procesos —la replicación del DNA y su repara- ción— son los temas que se abordan en este capítulo. Se presume que la capacidad de autoduplicación fue una de las primeras propiedades críticas que apareció en la evolución de las primeras formas de vida primitiva. Sin la capacidad de propagarse, cualquier conjunto primitivo de moléculas biológicas estaría destinado al olvido. Los primeros portadores de informa- ción genética eran probablemente moléculas de RNA que podían autorreplicarse. A medida que progresó la evolución y las molé- culas de RNA se reemplazaron por moléculas de DNA como ma- terial genético, el proceso de replicación se hizo más complejo y requirió una gran cantidad de componentes auxiliares. Por tanto, aunque una molécula de DNA contiene la información para su propia duplicación, carece de la capacidad de realizar la actividad en sí misma. Como lo expresó Richard Lewontin, “la imagen co- mún del DNA como una molécula que se autorreplica es casi tan cierta como describir una carta como un documento autorrepli- cante. La carta necesita una fotocopiadora; el DNA necesita una célula”. Se verá entonces cómo la célula lleva a cabo esta actividad. La propuesta de Watson y Crick para la estructura del DNA en 1953 estuvo acompañada por un mecanismo sugerido para su “autoduplicación”. Las dos hebras de doble hélice se mantienen unidas por enlaces de hidrógeno entre las bases. Individualmente, estos enlaces de hidrógeno son débiles y se rompen fácilmente. Watson y Crick previeron que la replicación ocurrió por la sepa- ración gradual de las hebras de doble hélice (véase FIGURA 13-1), muy similar a la separación de dos mitades de una cremallera. Debido a que las dos hebras son complementarias entre sí, cada hebra contiene la información requerida para la construcción de la otra. Por tanto, una vez que las hebras se separan, cada una puede actuar como una plantilla para dirigir la síntesis de la hebra complementaria y restaurar el estado de doble hebra. La propuesta de Watson-Crick mostrada en la figura 13-1 hi- zo ciertas predicciones sobre el comportamiento del DNA du- rante la replicación. De acuerdo con la propuesta, cada hija dú- plex debe consistir en una hebra completa heredada del dúplex parental y una hebra complementaria completa recién sintetiza- da. Se dice que la replicación de este tipo (consúltese FIGURA 13-2, esquema 1) es semiconservativa porque cada hija dúplex con- tiene una hebra de la estructura parental. A falta de información sobre el mecanismo responsable de la replicación, se tuvieron que considerar otros dos tipos de replicación. En la replicación conservativa (véase figura 13-2, esquema 2), las dos hebras origi- nales permanecerían juntas (después de servir como plantillas), al igual que las dos hebras recién sintetizadas. Como resultado, una de las hijas dúplex contendría solo DNA parental, mientras que la otra hija dúplex contendría solo DNA recién sintetizado. En la replicación dispersiva (obsérvese figura 13-2, esquema 3), las hebras parentales se dividirían en fragmentos, y las nuevas he- bras se sintetizarían en segmentos cortos. Luego, los viejos frag- mentos y los nuevos segmentos se unirían para formar una hebra completa. Como resultado, las hijas dúplex contendrían he- bras compuestas por DNA viejo y nuevo. A primera vista, la re- plicación dispersativa podría parecer una solución improbable, pero a Max Delbrück le pareció en ese momento la única forma de evitar la tarea aparentemente imposible de desenrollar dos hebras entrelazadas de un DNA dúplex mientras se replicaba (discutido en la p. 517). Para decidir entre estas tres posibilidades, era necesario dis- tinguir las hebras de DNA recién sintetizadas de las hebras de DNA originales que servían como plantillas. Esto se logró en es- tudios sobre bacterias en 1957 por Matthew Meselson y Franklin Stahl del Instituto de Tecnología de California, quienes usaron isótopos de nitrógeno pesados (15N) y ligeros (14N) para distinguir entre hebras de DNA parentales y recién sintetizadas (véase FIGURA 13-3). Estos investigadores cultivaronbacterias en un me- dio que contenía cloruro de amonio 15N como la única fuente de nitrógeno. En consecuencia, las bases que contienen nitrógeno del DNA de estas células contenían solo el isótopo pesado de ni- trógeno. Los cultivos de bacterias “pesadas” se lavaron del medio antiguo y se incubaron en medio nuevo con compuestos ligeros que contenían 14N, y las muestras se eliminaron a intervalos cre- cientes durante un periodo de varias generaciones. El DNA se extrajo de las muestras de bacterias y se sometió a centrifugación en gradiente de densidad de equilibrio (véase figura 18-38). En este procedimiento, el DNA se mezcla con una solución concen- trada de cloruro de cesio y se centrifuga hasta que las moléculas de DNA bicatenario alcanzan el equilibrio de acuerdo con su den- sidad. En el experimento Meselson-Stahl, la densidad de una molé- cula de DNA es directamente proporcional al porcentaje de áto- mos 15N o 14N que contiene. Si la replicación es semiconservado- ra, cabría esperar que la densidad de las moléculas de DNA disminuya durante el cultivo en el medio que contiene 14N de la manera que se muestra en el conjunto superior de tubos de cen- trífuga de la figura 13-3a). Después de una generación, todas las moléculas de DNA serían híbridos 15N-14N, y su densidad de flo- tación estaría a medio camino entre la esperada para el DNA to- talmente pesado y el totalmente ligero (consúltese figura 13-3a). A medida que la replicación continuó más allá de la primera ge- neración, las hebras recién sintetizadas continuarían contenien- do solo isótopos ligeros, y aparecerían dos tipos de dúplex en los T T A C T T G T T T T G T T T A A A G G T G C G A T G C A T C A C G A Viejo Viejo Viejo ViejoNuevo Nuevo Nuevo Nuevo A C T A A A C G A A C T A A T G C G C G A T C G A C C FIGURA 13-1 Propuesta original de Watson-Crick para la replicación de una molécula de doble hélice de DNA. Durante la replicación, la doble hélice se desenrolla, y cada una de las hebras parentales sirve como plan- tilla para la síntesis de una nueva hebra complementaria. Como se discute en este capítulo, estos principios básicos han sido confirmados. C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 514 gradientes: los que contienen híbridos 15N-14N y los que contie- nen solo 14N. Como el tiempo del crecimiento en el medio ligero continuó, un porcentaje cada vez mayor de las moléculas de DNA presentes, sería ligero. Sin embargo, mientras la replicación con- tinuó de forma semiconservativa, las hebras parentales pesadas originales permanecerían intactas y presentes en moléculas de DNA híbridas que ocupaban un porcentaje cada vez más peque- ño del DNA total (consúltese figura 13-3a). Los resultados de los experimentos de gradiente de densidad obtenidos por Meselson y Stahl se muestran en la figura 13-3b), y demuestran inequívoca- mente que la replicación se produce de manera semiconservativa. Los resultados que se habrían obtenido si la replicación se hubie- ra producido por mecanismos conservativos o dispersivos se in- dican en los dos conjuntos inferiores de tubos de centrífuga de la figura 13-3a).1 Curiosamente, el experimento Meselson-Stahl tuvo éxito de- bido a un artefacto experimental fortuito. Los cultivos celulares utilizados en el experimento fueron asincrónicos, lo que significa que diferentes células comienzan la replicación del DNA en dis- tintos momentos, de modo que cuando se hizo el cambio de me- dio de nitrógeno pesado a ligero, algunas de las células ya habían comenzado a replicar su DNA. El genoma de las células bacteria- nas es una sola molécula de DNA grande. Con comienzo con el DNA que contiene nitrógeno pesado, el DNA genómico replican- te incorporará más y más nitrógeno ligero durante el experimen- to. Solo si el genoma se replica por completo en presencia de ni- trógeno ligero, todo el DNA tendrá exactamente la densidad híbrida. En las células que ya habían comenzado a replicarse cuando se cambió el medio, las partes del genoma que ya se ha- bían replicado seguirían siendo pesadas/pesadas, mientras que solo las partes del genoma que se replicaron después del cambio en el medio alcanzarían la densidad híbrida ligera/pesada. Esto significa que, si se midiera la densidad del genoma completo des- pués de dar tiempo suficiente para replicar el genoma una vez, solo las células que acababan de comenzar la replicación cuando se cambiaba el medio tendrían genomas completamente ligeros/ pesados. El resto tendría densidades intermedias porque parte de su genoma era ligero/pesado y parte pesado/pesado. Esto tam- bién sería cierto durante la siguiente ronda de replicación —el genoma aumentaría gradualmente en su densidad de ligero/pe- sado a ligero/ligero a medida que continúa la replicación del DNA—. Entonces, si Meselson y Stahl hubieran podido medir la densidad del DNA genómico intacto de la célula, lo que habrían visto era una muestra de densidades que comenzaba pesada/pe- sada y luego cambiaba continuamente a densidades cada vez más ligeras hasta que finalmente alcanzaban ligero/ligero. Esto se habría visto exactamente como el resultado predicho para la replicación dispersora (consúltese figura 13-3). Afortunadamente para Meselson y Stahl, estaban inadvertidamente rompiendo su DNA en pedazos pequeños cuando lo cargaban en la cámara de la centrífuga. Incluso si todo el genoma se está replicando gra- dualmente, una pequeña porción del genoma se replica o no, y por tanto sería pesada/pesada o pesada/ligera, lo que daría un aumento gradual de la etapa de limpieza en la densidad que era observada. Esto muestra que incluso los diseños experimentales más brillantes también pueden beneficiarse de un poco de buena suerte. Durante el mismo periodo se demostró que la replicación se produce de forma semiconservativa también en eucariotas, me- diante un enfoque experimental completamente diferente. Los Moléculas de DNA parental Moléculas de DNA de progenie de 1a. generación Moléculas de DNA de progenie de 2a. generación Replicación dispersiva Replicación semiconservadora Moléculas de DNA parental Moléculas de DNA de progenie de 1a. generación Moléculas de DNA de progenie de 2a. generación Replicación conservativa Moléculas de DNA parental Moléculas de DNA de progenie de 1a. generación Moléculas de DNA de progenie de 2a. generación 1 2 3 FIGURA 13-2 Tres esquemas alternativos de replicación. La replicación semiconservativa se representa en el esquema 1, la replicación conservati- va en el esquema 2 y la replicación dispersiva en el 3. En el texto se brin- da una descripción de los tres modos alternativos de replicación. 1 Cualquier persona que busque explorar las circunstancias previas a este anunciado esfuerzo de investigación y examine los giros y vueltas experi- mentales a medida que se desarrollen podría querer leer el libro Meselson, Stahl y la replicación del DNA por Frederick Lawrence Holmes, 2001. Una discusión del experimento también se puede encontrar en PNAS 2004; 101:17889, que está en la web. 13.1 • Replicación de D N A 515 experimentos originales fueron llevados a cabo por J. Herbert Taylor, de la Universidad de Columbia, y de hecho fueron publi- cados más de un año antes de los estudios de Meselson y Stahl. El dibujo y la fotografía de la FIGURA 13-4 muestran los resulta- dos de un experimento más reciente en el que se permitió que las células cultivadas de mamífero experimentaran replicación en bromodesoxiuridina (BrdU, bromodeoxyuridine), un compues- to que se incorpora al DNA en lugar de la timidina. Después de la replicación, un cromosoma está formado por dos cromátidas. Después de una ronda de replicación en BrdU, ambas cromáti- das de cada cromosoma contenían BrdU (obsérvese figura 13- 4a). Después de dos rondas de replicación en BrdU, una cromáti- da de cada cromosoma estaba compuesta por dos hebras que contenían BrdU, mientras que la otra cromátida era un híbrido queconsistía en una hebra conteniendo BrdU y otra conteniendo timidina (obsérvese figura 13-4a, b). La hebra que contiene timi- dina había sido parte de la molécula original de DNA parental antes de la adición de BrdU al cultivo. Es interesante considerar por qué Meselson y Stahl, que citan brevemente a Taylor en su documento emblemático, son tan ampliamente vistos como los primeros en demostrar la replicación semiconservativa a pesar del hecho de que Taylor ya había establecido este resultado un año antes. La razón más probable es que el enfoque de Meselson y Stahl probó la naturaleza molecular del DNA replicado más directamente que el enfoque microscópico de Taylor, y su ponen- cia hizo un mejor trabajo al ubicar los resultados en el contexto de la estructura de doble hélice del DNA. FIGURA 13-3 Experimento que demuestra que la replicación del DNA en bacterias es semiconservativa. El DNA se extrajo de las bacterias en diferen- tes etapas del experimento, se mezcló con una solución concentrada de la sal cloruro de cesio (CsCl, cesium chloride), se colocó en un tubo y se centri- fugó para equilibrar a alta velocidad en una ultracentrífuga. Los iones cesio tienen suficiente masa atómica para que la fuerza centrífuga los afecte, y for- men un gradiente de densidad durante el periodo de centrifugación con la concentración más baja (densidad más baja) de Cs en la parte superior del tubo y la mayor (densidad más alta) en el parte inferior. Durante la centrifugación, los fragmentos de DNA dentro del tubo se localizan en una posición que tiene una densidad igual a su propia densidad, que a su vez depende de la relación de 15N /14N que está presente en sus nucleótidos. Cuanto mayor es el contenido de 14N, más alto en el tubo se encuentra el fragmento de DNA en equilibrio. a) Resultados esperados en este tipo de experimento para cada uno de los tres posibles esquemas de replicación. El único tubo a la izquierda indica la posición del DNA parental y las posiciones a las que ban- dean los fragmentos de DNA totalmente ligeros o híbridos. b) Resultados experimentales obtenidos por Meselson y Stahl. La aparición de una banda hí- brida y la desaparición de la banda pesada después de una generación eliminan la replicación conservadora. La aparición posterior de dos bandas, una ligera y una híbrida, elimina el esquema dispersor. Fuente: b) Tomada de M. Meselson y F. Stahl. Proc Nat9l Acad Sci USA 1958;44:671. Cortesía de Matthew Meselson. I II Generaciones III Parental Transferencia a 14N DNA 14N ligero DNA 14N15N híbrido DNA 15N pesado I II III I II III a) Semiconservadora Conservativa Dispersativa Pe sa do -H íb rid o -L ig er o Generaciones 0 (parental) 0.3 0.7 1.0 1.1 1.5 1.9 2.5 3.0 4.1 b) REPASO 1. La propuesta original de Watson-Crick para la replicación del DNA preveía la síntesis continua de hebras de DNA. ¿Cómo y por qué se ha modificado este concepto a lo largo de los años? 2. ¿Qué significa que la replicación es semiconservativa? ¿Cómo se demostró esta característica de replicación en las células bacterianas?, ¿en las células eucariotas? 3. ¿Por qué no hay bandas pesadas en los tres tubos superiores de la centrífuga de la figura 13-3a)? C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 516 13.2 Replicación de DNA en células bacterianas Esta sección del capítulo se centrará en la replicación en células bacterianas, que se entiende mejor que el proceso correspondien- te en las eucariotas. El progreso temprano en la investigación bacteriana fue impulsado por enfoques genéticos y bioquímicos que incluyen: ●● La disponibilidad de mutantes que no pueden sintetizar una u otra proteína requerida para el proceso de replicación. El aislamiento de mutantes incapaces de replicar su cromosoma puede parecer paradójico: ¿cómo pueden cultivarse las célu- las con un defecto en este proceso vital? Esta paradoja se re- solvió mediante el aislamiento de mutantes sensibles a la temperatura (ts, temperatura-sensitive), en los que la defi- ciencia solo se revela a una temperatura elevada, denomina- da temperatura no permisiva (o restrictiva). Cuando crece a temperatura más baja (permisiva), la proteína mutante puede funcionar suficientemente bien para llevar a cabo su activi- dad requerida, y las células pueden continuar creciendo y dividiéndose. Se han aislado mutantes sensibles a la tempe- ratura que afectan prácticamente a todo tipo de actividad fi- siológica (véase también p. 261), y han sido particularmente importantes en el estudio de la síntesis de DNA como ocurre en la replicación, la reparación del DNA y la recombinación genética. ●● El desarrollo de sistemas in vitro en los que la replicación pue- de estudiarse utilizando componentes celulares purificados. En algunos estudios, la molécula de DNA a ser replicada se incuba con extractos celulares de los que se han eliminado proteínas específicas supuestamente esenciales. En otros es- tudios, el DNA se incuba con una variedad de proteínas puri- ficadas cuya actividad debe probarse. En conjunto, estos enfoques han revelado la actividad de más de 30 proteínas diferentes que se requieren para replicar el cro- mosoma de la E. coli. En las siguientes secciones, se discutirán las actividades de varias de estas proteínas cuyas funciones han sido claramente definidas. La replicación en las bacterias y las eucario- tas ocurre por mecanismos muy similares, y así la mayoría de la información presentada en la discusión de la replicación bacteria- na también se aplica a las células eucariotas. Cromosoma que contiene sólo timidina Réplica en BrdU Cromosoma Ambas cromátidas contienen una hebra con BrdU y una hebra con timidina Replicación continuada en medio que contiene BrdU Una cromátida de cada cromosoma contiene timidina a) Cromátidas Hebra de DNA b) FIGURA 13-4 Demostración experimental de que la replicación del DNA se produce semiconservativamente en células eucarióticas. a) Diagrama es- quemático de los resultados de un experimento en el que las células se transfirieron de un medio que contenía timidina a uno que contenía bromo- desoxiuridina (BrdU) y se les permitió completar dos rondas sucesivas de replicación. Las hebras de DNA que contienen BrdU se muestran en rojo. b) Los resultados de un experimento similar al que se muestra en a). En este experimento, las células de mamífero cultivadas crecieron en BrdU durante dos rondas de replicación antes de que se prepararan los cromosomas mitóticos y se tiñeran mediante un procedimiento que utilizaba tintes fluorescentes y tinción de Giemsa. Con este procedimiento, las cromátidas que contienen timidina dentro de una o ambas hebras se tiñen con tono oscuro, mientras que las cromátidas que contienen solo BrdU se tiñen de manera ligera. La fotografía indica que, después de dos rondas de replicación en BrdU, una cromáti- da de cada cromosoma duplicado contiene solo BrdU, mientras que la otra cromátida contiene una hebra de DNA marcada con timidina. (Algunos de los cromosomas intercambian porciones homólogas entre las cromátidas hermanas. Este proceso de intercambio de cromátidas hermanas es común durante la mitosis, pero no se discute en el texto.) Fuente: b) Cortesía de Sheldon Wolff. 13.2 • Replicación de D N A en células bacterianas 517Horquillas de replicación y replicación bidireccional La replicación comienza en un sitio específico en el cromosoma bacteriano llamado origen. El origen de replicación en el cro- mosoma de la E. coli es una secuencia específica llamada oriC donde se unen varias proteínas para iniciar el proceso de replica- ción.2 Una vez iniciada, la replicación procede hacia afuera desde el origen en ambas direcciones, es decir, bidireccionalmente (con- súltese FIGURA 13-5). Los sitios en la figura 13-5 donde el par de segmentos replicados se juntan y se unen al DNA no replicado se denominan horquillas de replicación. Cada horquilla de repli- cación corresponde a un sitio donde 1) la doblehélice parental experimenta una separación de la hebra y 2) se están incorporan- do nucleótidos en las hebras complementarias recién sintetiza- das. Las dos horquillas de replicación se mueven en direcciones opuestas hasta que se encuentran en un punto a través del círcu- lo desde el origen, donde finaliza la replicación. Los dos dúplex recién replicados se separan unos de otros y finalmente se dirigen a dos células diferentes. Desenrollado del dúplex y separación de las hebras La separación de las hebras de un DNA dúplex circular y helicoi- dal plantea importantes problemas topológicos. Para visualizar las dificultades, se puede considerar brevemente una analogía entre un DNA dúplex y una cuerda helicoidal de dos hebras. Considérese lo que sucedería si se colocara una pieza lineal de esta cuerda en el suelo, se agarrara las dos hebras en un extremo y comenzaran a separarse las hebras justo cuando el DNA se se- para durante la replicación. Es evidente que la separación de las hebras de una doble hélice es también un proceso de desenrollado de la estructura. En el caso de una cuerda, que es libre de girar alrededor de su eje, la separación de las hebras en un extremo estaría acompañada por la rotación de la fibra completa, ya que resistió el desarrollo de la tensión. Ahora, considérese lo que su- cedería si el otro extremo de la cuerda estuviera unido a un gan- cho en una pared (véase FIGURA 13-6a). En estas circunstancias, la separación de las dos hebras en el extremo libre generaría una tensión de torsión creciente en la cuerda y haría que la parte no separada se enrollara más apretadamente. La separación de las dos hebras de una molécula de DNA circular (o una molécula li- neal que no puede rotar libremente, como es el caso en un cro- mosoma eucariótico grande) es análoga a tener un extremo de una molécula lineal unida a una pared; en todos estos casos, la tensión que se desarrolla en la molécula no se puede aliviar me- diante la rotación de la molécula completa. A diferencia de una cuerda, que puede sobreenrollarse fuertemente (como en la figu- ra 13-6a), una molécula de DNA sobreenrollada queda positiva- mente superenrollada (p. 381). En consecuencia, el movimiento 2 El tema del inicio de la replicación se discute en detalle en la página 526, como ocurre en las eucariotas. Horquilla de replicación Horquilla de replicación Hebra parental Hebra hija Origen FIGURA 13-5 Modelo de un cromosoma bacteriano circular sometido a replicación semiconservante bidireccional. Dos horquillas de replicación se mueven en direcciones opuestas desde un solo origen. Cuando las horquillas de replicación se encuentran en el punto opuesto del círculo, la replicación finaliza y las dos dúplex replicadas se separan una de otra. Las nuevas hebras de DNA se muestran en rojo. a) Maquinaria de replicación Punto de unión del DNA b) FIGURA 13-6 El problema del desenrollado. a) Efecto de desenrollar una cuerda de dos hebras que tiene un extremo unido a un gancho. La por- ción no separada se enrolla más apretadamente. b) Cuando se replica una molécula de DNA circular o unida, el DNA que está delante de la maqui- naria de replicación se sobreenrolla y acumula superenrollados positivos. Las células poseen topoisomerasas, como la DNA girasa de la E. coli, que eliminan los superenrollados positivos. Fuente: b) Tomada de J. C. Wang, Nature Reviews Mol Cell Biol 2002;3:434, copyright 2002. Nature Reviews Molecular Cell Biology por Nature Publishing Group. Reproducida con el permiso de Nature Publishing Group en el formato de reutilización en un libro/libro de texto a través de Copyright Clearance Center. C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 518 de la horquilla de replicación genera superenrollamientos positi- vos en la parte no replicada del DNA delante de la horquilla (véa- se figura 13-6b). Cuando se considera que un cromosoma circular completo de la E. coli contiene aproximadamente 400 000 vueltas y se replica por dos horquillas en 40 minutos, la magnitud del problema se vuelve evidente. Se observó en la página 381 que las células contienen enzi- mas, llamadas topoisomerasas, que pueden cambiar el estado de superenrollamiento en una molécula de DNA. Una enzima de este tipo, llamada DNA girasa, una topoisomerasa tipo II, alivia la tensión mecánica que se acumula durante la replicación en la E. coli. Las moléculas de DNA girasa viajan a lo largo del DNA por delante de la horquilla de replicación y eliminan los superenrolla- mientos positivos. La DNA girasa logra esta proeza mediante la división de ambas hebras del DNA dúplex, al pasar un segmento de DNA a través de la ruptura de la doble hebra al otro lado y luego sellar los cortes, un proceso que se impulsa por la energía liberada durante la hidrólisis del ATP (se muestra en detalle en figura 10-14b). Las células eucariotas poseen enzimas similares que llevan a cabo esta función requerida. Las propiedades de las DNA polimerasas Comienza la discusión sobre el mecanismo de la replicación del DNA mediante la descripción de algunas de las propiedades de las DNA polimerasas, las enzimas que sintetizan nuevas hebras de DNA. El estudio de estas enzimas se inició en la década de 1950 por Arthur Kornberg en la Universidad de Washington. En sus experimentos iniciales, Kornberg y sus colegas purificaron una enzima de extractos bacterianos que incorporaban precurso- res de DNA marcados radiactivamente en un polímero insoluble en ácido identificado como DNA. La enzima se denominó DNA polimerasa (y más tarde, después del descubrimiento de enzimas polimerizantes de DNA adicionales, se denominó DNA polimera- sa I). Para que la reacción continuara, la enzima requirió la pre- sencia del DNA y los cuatro desoxirribonucleósidos trifosfato (dTTP, dATP, dCTP y dGTP). El DNA recién sintetizado, marcado radiactivamente tenía la misma composición de base que el DNA original no marcado, lo que sugiere en alto grado que las hebras de DNA originales habían servido como plantillas para la reac- ción de polimerización. A medida que se descubrieron propiedades adicionales de la DNA polimerasa, se hizo evidente que la replicación era más compleja de lo que se pensaba anteriormente. Cuando se proba- ron varios tipos de plantillas del DNA, se descubrió que dicha plantilla del DNA tenía que cumplir ciertos requisitos estructura- les si se quería promover la incorporación de precursores marca- dos (consúltese FIGURA 13-7). Una molécula de DNA intacta, de doble hebra, por ejemplo, no estimulaba la incorporación. Esto no fue sorprendente teniendo en cuenta el requisito de que las hebras de la hélice deben separarse para que ocurra la replica- ción. Era menos obvio por qué una molécula circular de una sola hebra también carecía de actividad; se podría esperar que esta estructura fuera un plantilla ideal para dirigir la fabricación de una hebra complementaria. Por el contrario, la adición de una molécula de DNA parcialmente bicatenaria a la mezcla de reac- ción produjo una incorporación inmediata de nucleótidos. Pronto se descubrió que un DNA circular monocatenario no puede servir como plantilla para la DNA polimerasa porque la enzima no puede iniciar la formación de una hebra de DNA. Por el contrario, solo puede agregar nucleótidos al terminal hidroxilo 39 de una hebra existente. La hebra que proporciona el terminal 39OH necesario se llama primaria. Todas las DNA polimerasas —tanto procariotas como eucariotas— tienen estos dos requisitos básicos (véase figura 13-8a): una plantilla de hebra de DNA para copiar y una hebra primaria a la que se pueden agregar nucleóti- dos. Estos requisitos explican por qué ciertas estructuras de DNA no promueven la síntesis de DNA (véase figura 13-7a). Una doble hélice lineal intacta proporciona el terminal hidroxilo 39 pero ca- rece de una plantilla. Una hebra única circular, por otro lado, proporciona una plantilla, pero carece de un primario. La molé- cula parcialmentebicatenaria (obsérvese figura 13-7b) satisface ambos requisitos y de este modo promueve la incorporación de nucleótidos. El hallazgo de que la DNA polimerasa no puede ini- ciar la síntesis de una hebra de DNA plantea una pregunta impor- tante: ¿Cómo se inicia la síntesis de una nueva hebra en la célula? Se volverá a esta pregunta en breve. La DNA polimerasa purifica- da por Kornberg tenía otra propiedad que era difícil de entender en términos de su presunta función como enzima de replicación: solo sintetizaba DNA en una dirección de 59-a- 39 (escrita 59→ 39). Como Watson y Crick descubrieran, las dos hebras de una hélice de DNA tienen una orientación antiparalela. El diagrama de la replicación del DNA presentado por primera vez por Watson y Crick (véase figura 13-1) describía los eventos como se esperaría que ocurrieran en la horquilla de replicación. El diagrama sugiere que una de las hebras recién sintetizadas se polimeriza en una dirección de 59→ 39, mientras que la otra hebra se polimeriza en una dirección de 39→ 59. ¿Hay alguna otra enzima responsable de la construcción de la hebra 39→ 59? ¿Funciona la enzima de mane- ra diferente en la célula que en condiciones in vitro? Se volverá a esta pregunta también. Durante la década de 1960 hubo indicios de que la “enzima Kornberg” no era la única DNA polimerasa en una célula bacte- riana. En 1969 se aisló una cepa mutante de la E. coli que tenía menos de 1% de la actividad normal de la enzima, pero fue capaz de multiplicarse a la velocidad normal. Otros estudios revelaron que la enzima Kornberg, o DNA polimerasa I, era solo una de va- rias DNA polimerasas distintas presentes en las células bacteria- nas y, de hecho, no era la polimerasa la que replicaba la mayor parte del DNA. En cambio, la principal enzima responsable de la replicación del DNA (es decir, la polimerasa replicativa) es la DNA polimerasa III. Una célula bacteriana típica contiene de 300 a 400 moléculas de DNA polimerasa I pero solo alrededor de 10 copias de DNA polimerasa III. La presencia de DNA polimerasa III se había enmascarado por las cantidades mucho mayores de DNA polimerasa I en la célula. Pero el descubrimiento de otras 3� 5� 3� 5� 5� 3� 5� 3� 5� 3� 3� 5� Nick 5� 5� 3� 3� a) b) FIGURA 13-7 Plantillas y no plantillas para la actividad de la DNA poli- merasa. a) Ejemplos de estructuras de DNA que no estimulan la síntesis de DNA in vitro por DNA polimerasa aislada de la E. coli. b) Ejemplos de estructuras de DNA que estimulan la síntesis de DNA in vitro. En todos los casos, las moléculas en b) contienen una hebra plantilla para copiar y una hebra primaria con un 39OH en el que se agregan nucleótidos. 13.2 • Replicación de D N A en células bacterianas 519 DNA polimerasas no respondió a las dos preguntas básicas plan- teadas anteriormente; ninguna de las enzimas puede iniciar he- bras de DNA, ni pueden construir ninguna de ellas hebras en una dirección de 39→ 59. Replicación semidiscontinua La falta de actividad de polimerización en la dirección de 39→ 59 tiene una explicación sencilla: las hebras de DNA no se pueden sintetizar en esa dirección. Por el contrario, ambas hebras recién sintetizadas se ensamblan en una dirección de 59→ 39. Durante la reacción de polimerización, el grupo —OH en el terminal 39 del primario lleva a cabo un ataque nucleófilo sobre el α-fosfato 59 del nucleósido trifosfato entrante, como se muestra en la figura 13-8b). Las moléculas de polimerasa responsables de la construc- ción de las dos nuevas hebras de DNA se mueven en una direc- ción de 39-a-59 a lo largo de la plantilla, y ambas construyen una hebra que crece mediante la adición de nucleótidos a su terminal 39-OH (consúltese FIGURA 13-8c). En consecuencia, una de las hebras recién sintetizadas crece hacia la horquilla de replicación donde las hebras de DNA parentales se separan, mientras que la otra hebra crece alejada de la horquilla. Aunque esto resuelve el problema relacionado con una enzi- ma que sintetiza una hebra en una sola dirección, crea un dilema aún más complicado. En la figura 13-8c) es evidente que la hebra que crece hacia la horquilla puede construirse mediante la adi- ción continua de nucleótidos a su terminal 39. Pero, ¿cómo se sintetiza la otra? Pronto se recopilaron pruebas para indicar que la hebra que crece alejada de la horquilla de replicación se sinte- tiza de forma discontinua, es decir, como fragmentos (véase figura 13-9). Antes de que se pueda iniciar la síntesis de un fragmento, se debe exponer un tramo de plantilla adecuado mediante el mo- vimiento de la horquilla de replicación. Una vez iniciada, cada fragmento crece alejado de la horquilla de replicación hacia el terminal 59 de un fragmento previamente sintetizado al que pos- teriormente se une. Así, las dos hebras recién sintetizadas de las hijas dúplex se sintetizan mediante procesos muy diferentes. La hebra que se sintetiza de forma continua se denomina hebra adelantada porque su síntesis continúa a medida que avanza la horquilla de replicación. La hebra que se sintetiza de forma dis- continua se denomina hebra retrasada porque la iniciación de cada fragmento debe esperar a que las hebras parentales se sepa- ren y expongan una plantilla adicional (véase FIGURA 13-9). Base O 3� 5� DNA polimerasa Nuevas hebras de DNA en construcción 5' 5� 5� 3� 3� 5� Plantilla O _ Base Base Base Base Base Base Base Base Base Base Base O O CH3 HN T O P O Primario 5� 3� O NH2 Mg2+Mg2+ O- O- O- O- γ β αO OO OH PPP N N N N HO O OO 3� P S P S P S OH 3�5� 5� Hebra DNA creciente Primario DNA plantilla ST C T P P .. A G A P S P S P P a) c)b) OH O O O O O O O O O O O ON A FIGURA 13-8 Actividad de una DNA polimerasa. a) Polimerización de un nucleótido en el terminal 39 de la hebra primaria. La enzima selecciona los nu- cleótidos para su incorporación en función de su capacidad para emparejarse con el nucleótido de la hebra plantilla. b) Modelo simplificado del mecanis- mo de ion de dos metales para la reacción en la que los nucleótidos se incorporan en una hebra de DNA en crecimiento mediante una DNA polimerasa. En este modelo, uno de los iones de magnesio extrae el protón del grupo 39hidroxilo del nucleótido terminal del primario, lo que facilita el ataque nu- cleofílico del átomo de oxígeno 39 cargado negativamente en el α-fosfato del nucleósido trifosfato entrante. El segundo ion de magnesio estabiliza el pi- rofosfato, promoviendo su liberación. Los dos iones metálicos están unidos a la enzima por residuos de ácido aspártico altamente conservados del sitio activo. c) Diagrama esquemático que muestra la dirección de movimiento de cada polimerasa a lo largo de las dos hebras plantillas. 5' 5� 3' 3� 5� 3� 5� 3� Hebra adelantada Hebra plantilla adelantada Horquilla de replicación Hebra plantilla retrasada Hebra retrasada FIGURA 13-9 Las dos hebras de una doble hélice se sintetizan mediante una secuencia diferente de eventos. Las moléculas de DNA polimerasa se mueven a lo largo de una plantilla solo en una dirección de 39→ 59. Como resultado, las dos hebras recién ensambladas crecen en direcciones opuestas, una crece hacia la horquilla de replicación y la otra crece aleján- dose de ella. Una hebra se ensambla de manera continua, la otra como fragmentos que se unen entre sí enzimáticamente. El diagrama que se muestra aquí representa las diferencias en la síntesis de las dos hebras. C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 520 Como se discutió en la página 521, ambas hebras probablemente se sintetizan simultáneamente, de modo que los términos de ade- lanto y retraso pueden no ser tan apropiados como se pensaba cuando se acuñaron por primera vez. Debido a que una hebra se sintetiza continuamente y la otra discontinuamente, se dice que la replicación es semidiscontinua. El descubrimiento de que una hebra estaba sintetizada como pequeños fragmentosfue realizado por Reiji Okazaki de la Universidad de Nagoya, Japón, luego de varios tipos de experi- mentos de marcaje. Okazaki descubrió que si las bacterias se in- cubaban en [3H]timidina durante unos segundos e inmediata- mente se eliminaban, la mayor parte de la radiactividad se podía encontrar como parte de pequeños fragmentos de DNA de 1 000 a 2 000 nucleótidos de longitud. Por el contrario, si las células se incubaban en el precursor de DNA marcado durante uno o dos minutos, la mayor parte de la radiactividad incorporada se con- vertía en parte de moléculas de DNA mucho más grandes (véase FIGURA 13-10). Estos resultados indicaron que una parte del DNA se construyó en segmentos pequeños (más tarde llamados frag- mentos de Okazaki) que se unieron rápidamente a piezas más largas que se habían sintetizado previamente. La enzima que une los fragmentos de Okazaki en una hebra continua se llama DNA ligasa. El descubrimiento de que la hebra retrasada se sintetiza en piezas planteó una nueva serie de preguntas desconcertantes so- bre el inicio de la síntesis de DNA. ¿Cómo comienza la síntesis de cada uno de estos fragmentos cuando ninguna de las DNA poli- merasas es capaz de iniciar la hebra? Otros estudios revelaron que la iniciación no se realiza mediante una DNA polimerasa si- no, más bien, mediante un tipo distinto de RNA polimerasa, lla- mada primasa, que construye un primario corto compuesto de RNA, no de DNA. La hebra adelantada, cuya síntesis comienza en el origen de replicación, también se inicia por una molécula de primasa. Los RNA cortos sintetizados por la primasa en el termi- nal 59 de la hebra adelantada y en el terminal 59 de cada fragmen- to de Okazaki sirven como el primario requerido para la síntesis de DNA por una DNA polimerasa. Los RNA primarios se elimi- nan posteriormente, y los espacios resultantes en la hebra se lle- nan con DNA y luego se sellan mediante DNA ligasa. Estos even- tos se ilustran esquemáticamente en la FIGURA 13-11. La formación de RNA primarios transitorios durante el proceso de replicación del DNA es una actividad curiosa. Se cree que la probabilidad de errores es mayor durante la iniciación que durante el alargamien- to, y el uso de un segmento corto de RNA degradable evita la inclusión de bases desajustadas. 1 2 3 20 40 Velocidad de sedimentación Distancia desde arriba 2 s 7 s 15 s 30 s 60 s 120 s Ra di ac tiv id ad (1 03 c ts /m in p or 0 .1 m L) 60 S FIGURA 13-10 Resultados de un experimento que muestra que parte del DNA se sintetiza en pequeños fragmentos. Perfiles de gradiente de den- sidad de sacarosa de DNA de un cultivo de células de la E. coli infectadas con fago. Las células se marcaron por cantidades de tiempo crecientes, y se determinó la velocidad de sedimentación del DNA marcado. Cuando el DNA se preparó después de pulsos muy cortos, un porcentaje significati- vo de la radiactividad apareció en pedazos muy cortos de DNA (represen- tados por el pico cerca de la parte superior del tubo a la izquierda). Después de periodos de 60-120 segundos, la altura relativa de este pico disminuye a medida que los fragmentos de DNA marcados se unen a los extremos de las moléculas de alto peso molecular. Fuente: Tomada de R. Okazaki, et al. Cold Spring Harbor Symp Quant Biol 1968;33:130. Reproducida con permiso de Cold Spring Harbor Laboratory Press. 5� 3� Síntesis de RNA primario por primasa P OH Elongación por DNA polimerasa III Eliminación del primario y llenado de espacios por DNA polimerasa I Hebras selladas por DNA ligasa 3� 5� Hebra adelantada RNA Hebra retrasada 5� 3� 1 2 3 4 FIGURA 13-11 Uso de fragmentos cortos de RNA como primarios remo- vibles al iniciar la síntesis de cada fragmento de Okazaki de la hebra re- trasada. Los pasos principales se indican en el dibujo y se discuten en el texto. Las funciones de varias proteínas accesorias en estas actividades se indican en las siguientes figuras. 13.3 • La m aquinaria que opera en la horquilla de replicación 521 13.3 La maquinaria que opera en la horquilla de replicación La replicación implica más que la incorporación de nucleótidos. El desenrollado del dúplex y la separación de las hebras requieren la ayuda de dos tipos de proteínas que se unen al DNA, una he- licasa (o enzima de desenrollado del DNA) y proteínas ligantes de DNA de hebra simple (SSB, single-stranded DNA-binding). Las helicasas de DNA desenrollan un DNA dúplex en una reac- ción que usa energía liberada por la hidrólisis de ATP para mover- se a lo largo de una de las hebras del DNA, se rompen los enlaces de hidrógeno que mantienen las dos hebras juntas y se expone la hebra simple de DNA plantilla. La E. coli tiene al menos 12 heli- casas diferentes para su uso en diversos aspectos del metabolismo del DNA (y el RNA). Una de estas helicasas —producto del gen dnaB— funciona como la principal máquina de desenrollar duran- te la replicación. La helicasa DnaB consta de seis subunidades dispuestas para formar una proteína en forma de anillo que rodea una sola hebra del DNA (obsérvese FIGURA 13-12a). El inicio de la replicación comienza en la E. coli cuando las copias múltiples de la proteína DnaA se unen al origen de replicación (oriC) y se- paran (funden) las hebras de DNA en ese sitio. La helicasa DnaB se carga luego en el DNA de hebra simple de la hebra retrasada de oriC, con la ayuda de la proteína DnaC. Luego, la helicasa de DnaB se transloca en una dirección de 59→ 39 a lo largo de la he- bra plantilla retrasada y desenrolla la hélice a medida que avanza (consúltese figura 13-12). El desenrollado del DNA por la helicasa se ve favorecida por la unión de las proteínas SSB a las hebras de DNA separadas (véase figura 13-12). Estas proteínas se unen de manera selectiva al DNA de hebra simple, lo mantienen en un estado extendido y evitan que se vuelva a enrollar o dañe. En las micrografías electrónicas de la figura 13-12b) se ilustra un retrato visual de la acción combinada de una proteína del DNA helicasa y SSB en la estructura de la doble hélice del DNA. Se recuerda que una enzima llamada primasa inicia la síntesis de cada fragmento de Okazaki. En las bacterias, la primasa y la helicasa se asocian de manera transitoria para formar lo que se denomina un “primosoma”. De los dos miembros del primoso- ma, la helicasa se mueve a lo largo de la hebra plantilla retrasada en el proceso (es decir, sin liberarse de la hebra plantilla durante el tiempo de vida de la horquilla de replicación). A medida que la helicasa se “mueve” a lo largo de la hebra plantilla retrasada, abre las hebras del dúplex, la primasa se une de forma periódica a la helicasa, y sintetiza los primarios cor- tos de RNA que comienzan la formación de cada fragmento de Okazaki. Como se indicó con anterioridad, los RNA primarios se extienden posteriormente como DNA mediante una DNA poli- merasa, específicamente la DNA polimerasa III. El cuerpo de evidencias sugiere que la misma molécula de DNA polimerasa III sintetiza fragmentos sucesivos de la hebra retrasada. Para lograr esto, la molécula de polimerasa III se recicla desde el sitio donde acaba de completar un fragmento de Okazaki hasta el siguiente sitio a lo largo de la hebra plantilla retrasada, más cerca del sitio de desenrollado del DNA. Una vez en el nuevo sitio, la polimerasa se une al 39 OH del RNA primario que acaba de establecerse por una primasa y comienza a incorporar desoxirribonucleótidos en el extremo del RNA corto. ¿Cómo se mueve una molécula de la polimerasa III desde un sitio en la hebra plantilla retrasada a otro sitio que está más cerca de la horquilla de replicación? La enzima hace esto “enganchán- dose en el recorrido” con la DNA polimerasa que se mueve en esa dirección a lo largo de la plantilla adelantado. Por tanto, aunque las dos polimerasas se muevan en direcciones opuestas con res- pecto al eje lineal de la molécula del DNA, son, de hecho, parte de un único complejo de proteína(véase FIGURA 13-13). Las dos polimerasas atadas pueden replicar ambas hebras al enlazar el DNA de la hebra plantilla retrasada sobre sí mismo, lo que hace que esta plantilla tenga la misma orientación que la hebra planti- lla adelantada. Ambas polimerasas pueden moverse juntas como REPASO 1. ¿Cómo es posible obtener mutantes cuyos defectos se en- cuentran en los genes que se requieren para una actividad esencial como la replicación del DNA? 2. Describa los eventos que ocurren en un origen de replicación durante el inicio de la replicación en células de levadura. ¿Qué quiere decir que la replicación es bidireccional? 3. ¿Por qué las moléculas de DNA representadas en la figura 13- 7a) no estimulan la polimerización de los nucleótidos por la DNA polimerasa I? ¿Cuáles son las propiedades de una molé- cula de DNA que le permiten servir como plantilla para la in- corporación de nucleótidos por la DNA polimerasa I? 4. Describa el mecanismo de acción de las DNA polimerasas que operan en las dos hebras plantillas y el efecto que esto tiene sobre la síntesis de la hebra retrasada frente a la hebra adelantada. FIGURA 13-12 Funciones de la helicasa de DNA, las proteínas ligantes del DNA de hebra simple y la primasa en la horquilla de replicación. a) La helicasa se mueve a lo largo del DNA, y cataliza el desenrollado del dúplex impulsado por ATP. A medida que se desenrolla el DNA, se evita que las hebras vuelvan a formar el dúplex mediante proteínas tetraméri- cas ligantes a DNA de hebra simple (SSB, single-stranded DNA-binding proteins). La primasa asociada con la helicasa sintetiza los RNA primarios que comienzan cada fragmento de Okazaki. Los RNA primarios, que tie- nen aproximadamente 10 nucleótidos de longitud, se eliminan posterior- mente. b) Una serie de cinco micrografías electrónicas que muestran las moléculas del DNA incubadas con una DNA helicasa viral (antígeno T, p. 528) y proteínas SSB de la E. coli. Las moléculas del DNA se desenrollan de forma progresiva de izquierda a derecha. La helicasa aparece como la partícula redonda en la horquilla, y las proteínas SSB se unen a los extre- mos de hebra simple, dándoles un aspecto engrosado. Fuente: b) De Rainer Wessel, Johannes Schweizer y Hans Stahl, J Virol 1992;66:807. © American Society for Microbiology. 3� 5� Hebra retrasada Hebra adelantada Movimiento de la helicasa DNA helicasa Primasa RNA primario Proteínas ligantes del DNA de hebra simple (SSB) 5� 3� a) b) 200 nmHebra de DNA desenrollada con proteínas SSB DNA helicasa DNA dúplex C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 522 parte de un solo complejo replicativo sin violar la “regla 59→39” para la síntesis de una hebra de DNA (véase figura 13-13). Una vez que la polimerasa que ensambla la hebra retrasada alcanza el extremo 59 del fragmento de Okazaki que se sintetizó durante la ronda anterior, se libera la hebra plantilla retrasada y la polimera- sa comienza a trabajar en el terminal 39 del próximo RNA prima- rio hacia la horquilla. El modelo que se representa en la figura 13-13 a menudo se conoce como el “modelo de trombón” porque el enlace de DNA de forma repetida crece y colapsa repetidamen- te durante la replicación de la hebra retrasada, que evoca el mo- vimiento de “lazo” de un trombón de bronce cuando se toca. Estudios recientes han demostrado que el complejo de replica- ción, o replisoma, contiene tres copias de la DNA polimerasa III en lugar del modelo tradicional de dos copias que se presenta aquí. De acuerdo con este modelo revisado, dos de las tres enzi- mas actúan sobre la hebra retrasada y una actúa sobre la hebra adelantada. Los experimentos con moléculas únicas han encon- trado que la presencia de la polimerasa extra genera que la sínte- sis de la hebra retrasada sea más eficiente, y también ayuda a que todo el replisoma se siga moviendo a lo largo de la plantilla de forma progresiva sin caerse. La manera en que se coordinan las actividades de las dos polimerasas de hebra retrasadas no está clara, pero el mecanismo de síntesis de la hebra retrasada se man- tiene como se discute en esta sección. Hebra plantilla adelantada a) b) DNA polimerasa III 3� 5� 3� 5� 3' 5' 5′ 3� Hebra retrasada Hebra plantilla retrasada DNA original no replicado RNA primario #2 RNA primario #1 Polimerasa liberada de la plantilla Crecimiento de fragmento de Okazaki de la hebra retrasada 5� 3� 5� 5� 5'5� 5� 5� 5' 3� OH 3� 3� 5� 3� 5� 3� El RNA primario #1 para ser reemplazado con DNA por la DNA polimerasa I; muesca sellada por la DNA ligasa Fragmento de Okazaki completo c) Fragmento de Okazaki recién iniciado Antiguo fragmento de Okazaki DNA helicasa SSB Subunidad β Hebra adelantada RNA primario #3 RNA primario #2 RNA primario #3 RNA primario #2 FIGURA 13-13 La replicación de las hebras adelantadas y retrasadas en la E. coli se lleva a cabo mediante dos DNA polimerasas, las cuales trabajan juntas como parte de un único complejo. a) Las dos moléculas de DNA polimerasa III viajan juntas, a pesar de que se mueven hacia los extremos opues- tos de sus respectivas plantillas. Esto se logra al provocar que la hebra plantilla retrasada forme un lazo. b) La polimerasa libera la hebra plantilla retrasa- da cuando encuentra el fragmento de Okazaki previamente sintetizado. c) La polimerasa que estaba involucrada en el ensamblaje del fragmento de Okazaki anterior, ahora se vuelve a unir más rápido a la hebra plantilla retrasada a lo largo de su longitud, y sintetiza DNA en el extremo del RNA primario #3 que ha acabado de construir la primasa. Fuente: a-c) Tomada de D. Voet y J. G. VoeT, Biochemistry. 2a. ed. Copyright© 1995, John Wiley and Sons, Inc. Reimpreso con permiso de John Wiley and Sons, Inc. REPASO 1. Compare las funciones de las DNA polimerasas I y III en la re- plicación bacteriana. 2. ¿Cuál es la consecuencia de tener el DNA de la hebra plantilla retrasada enrollado sobre sí mismo como en la figura 13-13a)? 13.4 • Estructura y funciones de las D N A polim erasas 52313.4 Estructura y funciones de las DNA polimerasas La DNA polimerasa III, la enzima que sintetiza las hebras de DNA durante la replicación en la E. coli, es parte de una gran “máquina de replicación” llamada holoenzima DNA polimerasa III (consúltese FIGURA 13-14). Uno de los componentes no catalíticos de la holoenzima, denominada abrazadera β, mantiene la poli- merasa asociada con el DNA plantilla. Las DNA polimerasas (co- mo las RNA polimerasas) poseen dos propiedades algo contras- tantes: 1) deben permanecer asociadas a la plantilla en tramos largos si van a sintetizar una hebra complementaria continua, y 2) deben estar lo suficientemente sueltas para poder moverse a través de la plantilla desde un nucleótido al siguiente. Estas pro- piedades contrastantes son proporcionadas por la abrazadera β en forma de rosquilla que rodea el DNA (véase FIGURA 13-15a) y se desliza a lo largo de ella. Siempre que esté unido a una “abra- zadera corrediza”, una DNA polimerasa puede moverse de forma progresiva de un nucleótido al siguiente sin dispersarse fuera de la plantilla. La polimerasa en la hebra plantilla adelantada perma- nece unida a una sola abrazadera β durante la replicación. Por el contrario, cuando la polimerasa en la hebra plantilla retrasada completa la síntesis de un fragmento de Okazaki, se desengancha de la abrazadera β y se cicla a una nueva abrazadera β que se ha ensamblado en una unión DNA plantilla-RNA primario ubicada más cerca de la horquilla de replicación (obsérvese figura 13-15b). Pero, ¿cómo se introduce una molécula de DNA altamente elon- gada dentro de una abrazadera en forma de anillo como en la fi- gura 13-15a)? El montaje de la abrazadera β alrededor del DNA requiere un cargador de abrazadera multisubunidad que también es parte de la holoenzima de la DNA polimerasa III (véanse figuras 13-14, 13-15c). En el estado de unión al ATP, el cargador de abra- zadera se une a una unióndel primario-plantilla, mientras se man- tiene la abrazadera β en una conformación abierta como se ilustra en la figura 13-15c). Una vez que el DNA se ha introducido a través de la abertura en la pared de la abrazadera, el ATP unido al cargador de la abrazadera se hidroliza, lo que provoca la libera- ción de la abrazadera, que se cierra alrededor del DNA. La abra- zadera β está lista para unir la polimerasa III como se muestra en la figura 13-15b). La DNA polimerasa I, que consiste en una sola subunidad, participa principalmente en la reparación del DNA, un proceso mediante el cual se corrigen las secciones dañadas del DNA (véa- se sección 13.8). La DNA polimerasa I también elimina los RNA primarios en el extremo 59 de cada fragmento de Okazaki duran- te la replicación y los reemplaza con DNA, como se describe en la figura 13-13b). La capacidad de la enzima para lograr esta ha- zaña se analiza en la siguiente sección. Actividades exonucleasas de las DNA polimerasas Ahora que hemos explicado varias de las desconcertantes propie- dades de la DNA polimerasa I, como la incapacidad de la enzima para iniciar la síntesis de hebras, se pueden considerar otras ob- servaciones curiosas. Kornberg descubrió que las preparaciones de DNA polimerasa I siempre contenían actividades exonucleasa; es decir, fueron capaces de degradar los polímeros de DNA al eli- minar uno o más nucleótidos del extremo de la molécula. Al prin- cipio, Kornberg supuso que esta actividad se debía a una enzima contaminante porque la acción de las exonucleasas es tan radical- mente opuesta a la de la síntesis de DNA. No obstante, la activi- dad exonucleasa no pudo eliminarse de la preparación de la poli- merasa y, de hecho, era una verdadera actividad de la molécula de la polimerasa. Posteriormente se demostró que todas las DNA polimerasas bacterianas poseen actividad exonucleasa. Las exonu- cleasas se pueden dividir en 59→39 y 39→59 exonucleasas, depen- diendo de la dirección en la que se degrada la hebra. La DNA polimerasa I tiene actividades de exonucleasa 39→59 y 59→39, ade- más de su actividad de polimerización (consúltese FIGURA 13-16). Estas tres actividades se encuentran en diferentes dominios del único polipéptido. Por tanto, de manera notable, la DNA polime- rasa I son tres enzimas diferentes en una. Las dos actividades exo- nucleasas tienen funciones totalmente diferentes en la replicación. Consideraremos primero la actividad exonucleasa 59→39. La mayoría de las nucleasas son específicas tanto para el DNA como para el RNA, pero la exonucleasa 59→39 de la DNA polime- rasa I puede degradar cualquier tipo de ácido nucleico. La inicia- ción de los fragmentos de Okazaki por la primasa deja un tramo de RNA en el extremo 59 de cada fragmento (véase el RNA pri- mario #1 de la figura 13-13b), que se elimina mediante la activi- dad exonucleasa de 59→39 de la DNA polimerasa I (obsérvese fi- gura 13-16a). A medida que la enzima elimina los ribonucleóti- dos del primario, su actividad polimerasa llena simultáneamente el espacio resultante con desoxirribonucleótidos. El último des- oxirribonucleótido que se incorpora se une luego covalentemente al extremo 59 del fragmento de DNA sintetizado previamente me- diante DNA ligasa. La función de la actividad de la exonucleasa 39→59 será evidente en la siguiente sección. Garantía de alta fidelidad durante la replicación de DNA La supervivencia de un organismo depende de la duplicación precisa del genoma. Un error cometido en la síntesis de una mo- lécula de RNA mensajero por una RNA polimerasa da como re- sultado la síntesis de proteínas defectuosas, pero una molécula de DNA helicasa τ τ Hebra adelantada γ-cargador de abrazadera Hebra retrasada Polimerasa nuclear β abrazadera (listo para cargar la abrazadera β para el próximo fragmento de Okazaki) FIGURA 13-14 Representación esquemática de la holoenzima de la DNA polimerasa III. La holoenzima contiene 10 subunidades diferentes organi- zadas en varios componentes distintos. Incluido como parte de la holoen- zima están 1) dos polimerasas centrales que replican el DNA, 2) dos o más abrazaderas β, las cuales permiten que la polimerasa permanezca asocia- da con el DNA, y 3) un complejo de carga de abrazadera (), que carga cada abrazadera corrediza en el DNA. El cargador de abrazadera de una horquilla de replicación activa contiene dos subunidades, que retienen las polimerasas centrales en el complejo y también unen la helicasa. Otro tér- mino, el replisoma, se usa a menudo para referirse al complejo completo de proteínas que está activo en la horquilla de replicación, que incluye la holoenzima de la DNA polimerasa III, la helicasa, las SSB y la primasa. (Si el replisoma bacteriano contiene tres moléculas de DNA polimerasa III, co- mo se discutió en la página 522, entonces también contendría tres subu- nidades para contener todas las proteínas en un complejo, como se muestra en Science 2012;335:329). Fuente: Basada en dibujos de M. O’Donnell. C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 524 5� Hebra plantilla adelantada Hebra plantilla retrasada Fragmento de Okazaki previamente sintetizado Polimerasa III Abrazadera β Abrazadera β 3� 5� 3� b)a) c) FIGURA 13-15 Abrazadera corrediza β y cargador de abrazadera. a) Modelo de relleno de espacio que muestra las dos subunidades que forman la abrazadera corrediza con forma de rosquilla en la E. coli. El DNA bicatenario se muestra en azul dentro de la abrazadera. b) Diagrama esquemático del ciclo de la polimerasa en la hebra retrasada. La polimerasa se mantiene en el DNA mediante la abrazadera corrediza a medida que se mueve a lo largo de la hebra plantilla y sintetiza la hebra complementaria. Después de la finalización del fragmento de Okazaki, la enzima se desengancha de su abrazadera β y los cicla hacia una abrazadera ensamblada recientemente “en espera” de una unión corriente arriba RNA primario-DNA plantilla. La abrazadera β original se deja atrás durante un periodo en el fragmento de Okazaki terminado, pero finalmente se desmonta y se reutiliza. c) Un modelo de un complejo entre una abrazadera corrediza y un cargador de abrazadera de un proca- riota arcaico basado en el análisis de imágenes microscópicas electrónicas. El cargador de abraza- dera (que se muestra con las subunidades roja y verde) está unido a la abrazadera corrediza (azul), que se mantiene en una conformación espiral abierta que se asemeja a una arandela de seguridad. El DNA se ha presionado a través del espacio en la abrazadera. La hebra de DNA primario termina dentro del cargador de abrazadera, mientras que la hebra plantilla se extiende a través de una abertura en la parte superior de la proteína. El cargador de abrazadera se ha descrito como un “ta- pón de rosca” que se ajusta al DNA de tal manera que los subdominios de la proteína forman una espiral que puede enroscarse en la estructura del DNA helicoidal. La reacción de carga de abraza- dera se muestra en detalle en Science 2011;334:1675. Fuente: a) Tomada de John Kuriyan, Cell 1992;69:427; con el permiso de Elsevier; b) Tomada de P. T. Stukenberg, J. Turner y M. O9Donnell. Cell 1994;78:878; Cell by Cell Press. Reproducida con permiso de Cell Press en formato de reutilización en un libro/libro de texto a través de Copyright Clearance Center; c) Tomada de T. Miyata, et al. Proc Nat9l Acad Sci USA. 2005;102: 3799, fig. 4c). © 2005 National Academy of Sciences, USA. Imagen proporcionada por cortesía de K. Morikawa, Osaka, Japón. mRNA es solo una plantilla de vida corta entre una gran pobla- ción de tales moléculas; por ello, el error dura poco. Por el con- trario, un error cometido durante la replicación del DNA da co- mo resultado una mutación permanente y la posible eliminación de la progenie de esa célula. En la E. coli, la probabilidad de que un nucleótido incorrecto se incorpore en el DNA durante la repli- cación y permanezca allí es de menos de 10–9, o menos de uno de cada mil millonesde nucleótidos. Debido a que el genoma de la E. coli contiene aproximadamente 4 3 106 pares de nucleótidos, esta tasa de error corresponde a menos de una alteración de nu- cleótido por cada 100 ciclos de replicación. Esto representa la tasa de mutaciones espontáneas en esta bacteria. Se cree que los hu- manos tienen una tasa de mutación espontánea similar para la re- plicación de secuencias de codificación de proteínas. La incorporación de un nucleótido particular en el extremo de una hebra de crecimiento depende de que el nucleósido trifos- fato entrante pueda formar un par de bases aceptables con el nucleótido de la hebra plantilla (véase figura 13-8b). El análisis de las distancias entre los átomos y los ángulos de enlace indica que los pares de bases A-T y G-C tienen una geometría casi idéntica (es decir, tamaño y forma). Cualquier desviación de esos empare- jamientos da como resultado una geometría diferente, como se muestra en la FIGURA 13-17. En cada sitio a lo largo de la plantilla, la DNA polimerasa debe discriminar entre cuatro precursores po- tenciales diferentes a medida que se mueven dentro y fuera del sitio activo. Entre los cuatro posibles trifosfatos de nucleósidos entrantes, solo uno forma un ajuste geométrico adecuado con la plantilla, produciendo un par de bases A-T o G-C que pueden caber en un bolsillo de unión dentro de la enzima. Este es solo el primer paso en el proceso de discriminación. Si la enzima “perci- be” que el nucleótido entrante es correcto, se produce un cambio conformacional en el cual los “dedos” de la polimerasa giran ha- cia la “palma” (véase FIGURA 13-18a), agarrando el nucleótido entrante. Este es un ejemplo de ajuste inducido como se discutió en la página 94. Si el par de bases recién formado exhibe una geometría inadecuada, el sitio activo no puede alcanzar la confor- mación requerida para la catálisis, y el nucleótido incorrecto no se incorpora. Por el contrario, si el par de bases exhibe una geo- metría adecuada, el nucleótido entrante se une covalentemente al extremo de la hebra en crecimiento. En ocasiones, la polimerasa incorpora un nucleótido incorrec- to, lo que da como resultado un par de bases mal apareadas, es decir, un par de bases distinto de A-T o G-C. Se estima que un apareamiento incorrecto de este tipo ocurre una vez por cada 105–106 nucleótidos incorporados, una frecuencia que es 103–104 veces mayor que la tasa de mutación espontánea de aproximada- mente 10–9. ¿Cómo se mantiene la tasa de mutación tan baja? Parte de la respuesta se encuentra en la segunda de las dos acti- 525 13.4 • Estructura y funciones de las D N A polim erasas vidades exonucleasas mencionadas anteriormente, la actividad 39→59 (consúltese figura 13-16b). Cuando se incorpora un nucleó- tido incorrecto por la DNA polimerasa I, la enzima se paraliza y el extremo de la hebra recién sintetizada tiene una tendencia in- crementada a separarse de la plantilla y formar un término 39 terminal de hebra simple. Cuando esto ocurre, el extremo deshi- lachado de la hebra recién sintetizada se dirige al sitio de exonu- cleasa 39→59 (véase figura 13-18), que elimina el nucleótido mal apareado. Este trabajo de “corrección” es una de las actividades enzimáticas más notables e ilustra la sofisticación a la que ha evo- lucionado la maquinaria molecular biológica. La actividad exonu- G T G A T C G A G T C Sitio de hidrólisis de exonucleasa 5� 3� Muesca de hebra simple 5� 3� 3� 5� Sitio de hidrólisis de exonucleasa 3� 5� Bases mal emparejadas 5� 3� 3� a) b) C A A A T C G A T C T C A G G C X G A T G A T G C T C A A C T A G G C T C T T G C 5� FIGURA 13-16 Actividades exonucleasa de la DNA polimerasa I. a) La función exonucleasa de 59 → 39 elimina los nucleótidos del extremo 59 de una hebra simple cortada. Esta actividad también desempeña una función clave en la eliminación de los RNA primarios. b) La función exonucleasa 39→59 elimina los nucleótidos mal apareados del extremo 39 de la hebra de DNA en crecimiento. Esta actividad realiza una función clave en el mantenimiento de la precisión de la síntesis de DNA. Fuente: a-b) Tomada de D. Voet y J. G. Voet. Biochemistry. 2a. ed.; Copyright © 1995, John Wiley and Sons, Inc. Reimpresa con permiso de John Wiley and Sons, Inc. T A C 1� O N O 11.1 50° 51° N H H H H N N C 1� N N T CH3 CH3 C 1� O O N H C G C 1� ON O 10.8 52° 54° N H H H H H N N N C 1� N N G O H H H N N N C 1� N N N C AC 1� N O 10.3 68° 46° N N H H H H N N C 1� N N H N 10.3 69° 42° FIGURA 13-17 Geometría de los pares de bases adecuados (parte supe- rior) y mal emparejados (parte inferior). Fuente: Tomada de Annual Review of Biochemistry. Vol. 60 por Richardson, Charles reproducida con permiso de Annual Reviews, incorporado en el formato Republish en un libro a través de Copyright Clearance Center. FIGURA 13-18 Activación de la exonucleasa 39 → 59de la DNA polimera- sa I. a) Modelo esquemático de una porción de la DNA polimerasa I, co- nocida como fragmento de Klenow, que contiene la polimerasa y los sitios activos de exonucleasa 39→59. La actividad exonucleasa 59→39 está locali- zada en una porción diferente del polipéptido, que no se muestra aquí. Las regiones del fragmento Klenow a menudo se asemejan a la forma de una mano derecha parcialmente abierta, de ahí las porciones etiquetadas como “dedos”, “palma” y “pulgar”. El sitio catalítico para la polimerización se encuentra en el subdominio central “palma”. El extremo 39 de la hebra en crecimiento puede transportarse entre los sitios activos de la polimera- sa y la exonucleasa. La adición de una base mal emparejada al extremo de la hebra en crecimiento produce un extremo 39 deshilachado (de hebra simple) que ingresa al sitio de la exonucleasa, donde se elimina. (Los sitios de polimerasa y exonucleasa de la polimerasa III funcionan de manera si- milar, pero están localizados en diferentes subunidades). b) Modelo mole- cular del fragmento de Klenow en conjunto con DNA. La hebra de DNA plantilla que se copia se muestra en azul, y la hebra primaria a la que se agregarían los siguientes nucleótidos se muestra en rojo. Fuente: a) Por T. A. Baker y S. P. Bell. Cell 1998;92:296, tomada de un dibujo de C. M. Joyce y T. A. Steitz. Cell by Cell Press. Reproducida con permiso de Cell Press en el formato de reutilización en un libro/libro de texto a través de Copyright Clearance Center; b) Cortesía de Thomas A. Steitz, Universidad de Yale. b) Dedos PulgarPalma Hebra plantilla Hebra recién formada Base mal emparejada 3� OH 3� 5� 3� 5� a) Sitio exonucleasa 3� 5� Base mal emparejada para ser eliminada C APÍTU LO 13 • Replicación y reparación de D N A 526 cleasa 39→59 elimina aproximadamente 99 de cada 100 bases des- ajustadas, lo que eleva la fidelidad a aproximadamente 107–108. Además, las bacterias poseen un mecanismo llamado reparación de desapareamientos que opera después de la replicación (p. 534) y corrige casi todos los desajustes que escapan al paso de Repaso. En conjunto, estos procesos reducen la tasa de error global obser- vada a aproximadamente 10–9. Así, la fidelidad de la replicación del DNA se puede remontar a tres actividades distintas: 1) selec- ción precisa de nucleótidos, 2) Repaso inmediata y 3) reparación de apareamiento posterior. Otra característica notable de la replicación bacteriana es su velocidad. La replicación de un cromosoma bacteriano completo en aproximadamente 40 minutos a 37 °C requiere que cada hor- quilla de replicación se mueva aproximadamente 1 000 nucleóti- dos por segundo, lo que es equivalente a la longitud de un frag- mento completo de Okazaki. Por tanto, todo el proceso de síntesis de fragmentos de Okazaki, incluida la formación de un RNA primario, elongación del DNA y corrección simultánea por la DNA polimerasa, escisión del RNA, su reemplazo con DNA y li- gadura de hebras, se produceen pocos segundos. Aunque la E. coli tarda aproximadamente 40 minutos en replicar su DNA, pue- de comenzar una nueva ronda de replicación antes de que se complete la ronda anterior. En consecuencia, cuando estas bacte- rias crecen a su ritmo máximo, duplican su número en aproxima- damente 20 minutos. en Estados Unidos y después de que solo un ensayo clínico de- mostrara ser altamente efectivo para prevenir la muerte por infec- ción del VIH. De hecho, fue tan efectivo que el ensayo finalizó temprano para que el medicamento pudiera aprobarse más rápi- damente. REPASO 1. Describa la función de la DNA helicasa, las SSB, la abrazade- ra, la DNA girasa y la DNA ligasa durante la replicación en bacterias. 2. ¿En qué se diferencian las dos actividades exonucleasas de la DNA polimerasa I? ¿Cuáles son sus respectivas funciones en la replicación? 3. Describa los factores que contribuyen a la alta fidelidad de la replicación del DNA. 13.5 Replicación en los virus A menudo los virus producen su propia maquinaria de replica- ción. El sistema de replicación del bacteriófago T4 desempeñó una función particularmente importante como sistema experi- mental para diseccionar los mecanismos de replicación del DNA. Algunos virus como el VIH tienen genomas basados en RNA, pero como parte de su ciclo de replicación producen una copia de DNA de su genoma utilizando la enzima transcriptasa inversa (RT, reverse transcriptase). Como se discutió en “Perspectiva hu- mana” en el capítulo 3 (véase sección 3.8) la transcriptasa inversa tiene una tasa de error mucho más alta que las DNA polimerasas bacterianas o humanas. Pero debido a que la enzima es menos selectiva en los nucleótidos que incorpora, es capaz de incorporar análogos de nucleótidos en la hebra de DNA recién sintetizada. Uno de tales análogos es la azidotimidina o AZT (azidothymidine). La AZT se parece a la timidina, pero el grupo 39OH se reemplaza por un grupo azida. Si la AZT se incorpora al DNA, crea un blo- queo para una mayor polimerización porque no hay 39OH para extender la hebra. Debido a que la transcriptasa inversa puede incorporar AZT en el DNA, mientras que las polimerasas eucario- tas (véase sección 13.6) no pueden, el fármaco inhibe selectiva- mente la síntesis de DNA mediante la transcriptasa inversa del VIH. El descubrimiento de que la AZT bloquea la transcripción reversa del VIH fue un gran avance, y llegó en un momento en que el rápido crecimiento del VIH/sida, combinado con una falta total de medicamentos para tratarlo, estaba creando una sensa- ción de terror en la comunidad médica. La AZT se aprobó por la FDA en 1987, solo seis años después de que se reconociera el sida REPASO 1. ¿Cómo la bioquímica diferente de la transcriptasa inversa hace que los virus como el VIH sean más vulnerables a los análo- gos de nucleótidos? 13.6 Replicación del DNA en las células eucariotas Como se señaló en el capítulo 10, las letras de nucleótidos de la secuencia del genoma humano llenarían un libro de aproximada- mente un millón de páginas. Si bien cientos de investigadores tardaron varios años en secuenciar inicialmente el genoma huma- no, un núcleo de una sola célula de aproximadamente 10 μm de diámetro puede copiar todo este DNA en unas pocas horas. Dado el hecho de que las células eucarióticas tienen genomas grandes y una estructura cromosómica compleja, nuestra comprensión de la replicación en eucariotas ha quedado retrasada con respecto a la de las bacterias. Este desequilibrio se ha abordado mediante el desarrollo de sistemas experimentales eucariotas que son para- lelos a los utilizados durante décadas para estudiar la replicación bacteriana. Éstos incluyen ●● Aislamiento de levadura mutante y células animales incapa- ces de producir productos genéticos específicos requeridos para varios aspectos de la replicación. ●● Análisis de la estructura y el mecanismo de acción de las pro- teínas de replicación de especies de arqueas (como en la figura 13-15c). La replicación en estos procariotas comienza en múl- tiples orígenes y requiere proteínas que son homólogas a las de las células eucariotas, pero son menos complejas y más fáciles de estudiar. ●● Desarrollo de sistemas in vitro donde la replicación puede ocurrir en extractos celulares o mezclas de proteínas purifica- das. El más valioso de estos sistemas ha utilizado Xenopus, una rana acuática que comienza su vida como un enorme huevo con todas las proteínas necesarias para llevarlo a través de una docena de rondas muy rápidas de división celular. Se pueden preparar extractos de estos huevos de rana que repli- carán cualquier DNA que se le añada, independientemente de la secuencia. Los extractos de huevos de rana también apo- yarán la replicación y la división mitótica de los núcleos de mamíferos, lo que ha hecho que este sea un sistema libre de células particularmente útil. Los anticuerpos pueden usar- se para reducir los extractos de proteínas particulares, y la capacidad de replicación del extracto puede probarse en au- sencia de la proteína afectada. Iniciación de la replicación en células eucariotas La replicación en la E. coli comienza en solo un sitio a lo largo del cromosoma único circular (obsérvese figura 13-5). Las células de organismos superiores pueden tener mil veces más DNA que esta bacteria, pero sus polimerasas incorporan nucleótidos en el DNA a tasas mucho más lentas. Para acomodar estas diferencias, las células eucarióticas replican su genoma en pequeñas porciones, denominadas replicones. Cada replicón tiene su propio origen a partir del cual las horquillas de replicación avanzan hacia afuera en ambas direcciones (véase figura 13-23a). En una célula huma- 13.6 • Replicación del D N A en las células eucariotas 527na, la replicación comienza en aproximadamente 10 000 a 100 000 orígenes de replicación diferentes. La existencia de repli- cones se demostró por primera vez en experimentos autorradio- gráficos en los que se demostró que las moléculas de DNA indi- viduales se replicaban simultáneamente en varios sitios a lo largo de su longitud (véase FIGURA 13-19). Aproximadamente de 10 a 15% de los replicones participan activamente en la replicación en cualquier momento dado durante la fase S del ciclo celular (consúltese figura 14-1). Los replicones localizados muy juntos en un cromosoma dado experimentan re- plicación simultáneamente (como se evidencia en la figura 13-19). Además, aquellos replicones activos en un momento particular durante una ronda de síntesis de DNA tienden a ser activos en un momento comparable en las rondas siguientes. En las células de mamíferos, el momento de la replicación de una región cromosó- mica está aproximadamente correlacionado con la actividad de los genes en la región y/o su estado de compactación. La presencia de histonas acetiladas, que están estrechamente relacionadas con la transcripción génica (p. 497), es un factor probable para determi- nar la replicación temprana de los loci genéticos activos. Las regio- nes más altamente compactadas y menos acetiladas del cromoso- ma están empaquetadas en heterocromatina (consúltese sección 12.4), y son las últimas regiones en ser replicadas. Esta diferencia en el momento de la replicación no está relacionada con la secuen- cia de DNA porque el cromosoma X heterocromático inactivo en las células de mamíferos hembra (p. 469) se replica tarde en la fase S, mientras que el cromosoma X eucromático activo se replica en una etapa anterior. Del mismo modo, el locus β globina se replica temprano durante la fase S en las células eritroides donde se ex- presa el gen, pero mucho más tarde en las células no eritroides donde el gen permanece en silencio. El mecanismo por el cual se inicia la replicación en eucariotas ha sido un foco de investigación en la última década. El mayor progreso en esta área se ha realizado con la levadura en ciernes porque los orígenes de la replicación pueden eliminarse del cro- mosoma de levadura
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