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321© 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA CARDÍACA Y CORONARIA, 321 Nuevas tecnologías, 322 Optimización de la adquisición de imágenes, 322 Técnicas de sincronización electrocardiográfica, 322 Interpretación de la imagen, 323 Seguridad de los pacientes, 324 CUANTIFICACIÓN DEL CALCIO EN LAS ARTERIAS CORONARIAS, 325 Historia y perspectiva general, 325 Implicaciones pronósticas, 325 Ensayos clínicos y directrices profesionales, 326 ANGIOGRAFÍA CORONARIA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA, 327 Precisión diagnóstica, 327 Implicaciones pronósticas, 329 Relación entre los hallazgos y la isquemia, 331 Utilización en pacientes con dolor torácico agudo, 331 Utilización en pacientes en los que se sospecha enfermedad arterial coronaria estable, 334 Evaluación fisiológica de la enfermedad de arteria coronaria, 336 EVALUACIÓN DE LA ESTRUCTURA Y LA FUNCIÓN CARDIOVASCULARES, 337 Intervenciones por patología cardíaca estructural, 338 BIBLIOGRAFÍA, 340 CRITERIOS DE USO IDÓNEOS, 343 Tomografía computarizada cardíaca JAMES K. MIN 18 Desde que sir Godfrey Hounsfield creara la tomografía computarizada (TC) en 1971, los avances tecnológicos de los sistemas de TC han permitido grandes mejoras en la detección y exclusión de patología anatómica y fisiológica en prácticamente todos los sistemas corporales. Una de esas mejoras fue el equipo de TC con 64 filas de detectores en 2005, con el que se consiguió la necesaria resolución temporal y espacial para la captura de imágenes casi libres de los movimientos del corazón y las arterias coronarias que, cuando se llevan a cabo con la adecuada cobertura volumétrica, reducen los tiempos de apnea de forma que un estudio de TC cardíaca resulta posible en la mayoría de los pacientes. En la última década se han introducido mejoras adicionales de la TC, las cuales permiten una evaluación exhaustiva de la estructura y función coronarias y cardíacas. En este capítulo se muestra una visión general de las aplicaciones de la TC en tales indicaciones. FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA CARDÍACA Y CORONARIA En esencia, la TC es una modalidad de obtención de imágenes relati- vamente sencilla que consiste en un tubo de rayos X que emite fotones direccionalmente hacia el paciente, produciéndose una atenuación de dichos fotones como una función de probabilidad de las densidades diferenciales específicas de órganos dentro del paciente (fig. 18-1) (v. «Bibliografía clásica»: Kalender). Estas diferencias hacen que las densi- dades tisulares mayores produzcan coeficientes de atenuación mayores, mientras que las energías fotónicas mayores tendrán como resultado coeficientes de atenuación más bajos. En resumen, la combinación de densidad de los órganos y la energía de los fotones determina el número de fotones que atraviesa al paciente, la cual puede ser cuantificada por una serie de filas de detectores localizadas en un arco de 180° enfrentado al tubo de rayos X. Una vez alcanzado por los fotones, se produce una reacción de centelleo a nivel del detector que promueve la formación de luz a partir de los rayos X. El patrón de centelleo resultante es digitalizado en forma de una serie de números binarios que puede reconstruirse como imágenes bidimensionales (2D) o tridimensionales (3D) y que se puede visualizar para su uso médico en una estación informática de trabajo. Para permitir las imágenes 3D, los rayos X deben emitirse con una serie de ángulos. Como mínimo se precisa una rotación de 180° del núcleo del equipo (gantry) con la emisión de los rayos X para generar una imagen 3D, un proceso conocido como reconstrucción integral de media rotación. El potencial del tubo del TC, que se mide en kilovoltios pico (kVp), y los recuentos de fotones, medidos en miliamperios (mA) son importantes para una generación óptima de imágenes. Un potencial del tubo (kVp) mayor permite una mayor penetración tisular, mientras que un recuento de fotones (mA) mayor aumenta el número total de fotones que alcanzan finalmente los elementos detectores. Tanto un mayor kVp como un mayor mA aumentan la dosis de radiación asociada a la obtención de imágenes de TC cardíaca. Son necesarios tres elementos para la adquisición de imágenes de TC cardíacas y coronarias de alta calidad: resolución espacial, resolución temporal y volumen de cobertura. Cuando aparecieron, los equipos con 64 filas de detectores de diferentes fabricantes eran similares, con una resolución en plano (direcciones x e y) de 0,5-0,8 mm, una resolución temporal de aproximadamente 160-220 ms para una rotación de 180° del gantry, y 2-3 cm de volumen de cobertura. Esto corresponde a una resolución espacial aproximadamente de dos a cuatro veces menor y a una resolución temporal alrededor de cuatro veces peor que la cineangiografía (v. capítulo 20). Desde la introducción de los equipos de TC con 64 filas de detectores, la resolución espacial, la resolución temporal y el volumen de cobertura han sido mejorados de forma individual por cada fabricante, aunque actualmente no se dispone de ningún equipo de TC que integre los tres avances. La resolución espacial, que depende tanto del tamaño de los elementos detectores como de las propiedades materiales de los mismos, ha sido mejorada a través de estas últimas. El cambio de los materiales detectores tradicionales de TC de oxisulfato de gadolinio por elementos con granate y fósforo, típicamente utilizados en los láseres quirúrgicos y los faros de xenón de los automóviles, mejora la resolución espacial hasta aproximada- mente las 230 µm de resolución en plano. Esto se consigue aprovechando dos ventajas básicas: mejoras en la velocidad primaria de reacción de centelleo y reducción del «brillo posterior» o tiempo de recuperación tras la respuesta de centelleo, lo que reduce los artefactos luminosos. Las mejoras en cuanto a resolución temporal se han logrado al aumentar la velocidad rotacional del gantry, con estudios de TC de doble fuente (TCDF) y mediante soluciones combinadas basadas en las imágenes y las proyecciones para la corrección de los movimientos. Las velocidades rotacionales del gantry aumentadas han dado lugar a una resolución temporal de media rotación de 100 a 140 ms. Además de una rotación más rápida del gantry, los equipos de TCDF permiten actualmente de forma efectiva la adquisición de imágenes al doble de velocidad de los equipos de TC de fuente única. Los equipos de TCDF disponen de dos fuentes de rayos X y de dos conjuntos de detectores situados perpendicularmente entre sí. Mediante este método, solo se necesita un cuarto de rotación del gantry (en vez de la mitad) para generar una imagen 3D, con lo que se consiguen tasas de resolución temporal de hasta 67 ms. Las técnicas de procesamiento informático posterior para la reducción selectiva del movimiento coronario, también conocidas como algoritmos de corrección del movimiento intracíclico, se utilizan para corregir los artefactos por movimiento coronario al valorar los datos de la trayectoria a través del tiempo y realizar un «seguimiento retrospectivo» para crear imágenes libres de movimiento. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 322 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III Las mejoras en el volumen de cobertura, al poder estudiar en imagen longitudes mayores en el eje z o dirección craneocaudal, se han conseguido con el aumento del número de filas de detectores. A esto se le ha denominado estudio volumétrico por TC porque al disponerse de suficientes elementos detectores para cubrir toda su longitud, se puede estudiar el corazón con una sola rotacióndel gantry en menos de 1 s. Actualmente, hay disponibles comercialmente equipos de TC con 320 e incluso 640 filas de detectores. Nuevas tecnologías Además de las mejoras en cuanto a equipos de TC previamente descritas, otros avances han permitido unos parámetros de adquisición y recons- trucción de imágenes de TC más potentes. Se ha introducido la recons- trucción iterativa (RI) como una mejoría sobre los métodos tradicionales de proyección retrógrada filtrada (PRF) utilizados en la TC, utilizando aquella sistemas estadísticos para reconstruir imágenes de alta calidad con reducción del ruido. En comparación con la PRF, un método inverso de reconstrucción de imágenes, los métodos de RI consiguen imágenes mediante pasos anterógrados iterativos, un sistema dependiente de una gran potencia informática.1 La RI mejora la calidad de las imágenes mediante la acentuación de los índices señal-ruido (ISR) y contraste-ruido (ICR) sin aumento de la radiación. Se puede adquirir una imagen por RI con una dosis de radiación mucho menor y aun así alcanzar calidades de imagen similares a las de la reconstrucción por PRF. Las técnicas de TC de energía dual (TCED) también son una introducción reciente para la mejora de la discriminación material. En este método se adquieren de forma simultánea, o casi simultánea, imágenes con kVp alto y bajo.2 La utilización de energías ampliamente diferentes permite el aprovechamiento de dos espectros policromáticos (p. ej., 80 y 140 kVp) para diferenciar entre las densidades materiales de dos materiales básicos al evaluar sus características de atenuación a dos energías de rayos X diferentes. Los métodos de adquisición de TCED han utilizado TCDF (una fila de detectores ofrece un espectro de baja energía y la otra uno de alta energía), intercambios rápidos de kVp (con cambios en microsegundos entre los espectros policromáticos de bajo y alto kVp) y detectores duales dependientes de la energía. En cada uno de estos métodos, los tejidos se pueden reconstruir para cualquier energía monocromática única (en kiloelectrón voltios, keV), lo que puede utilizarse para mejorar la inter- pretación de las imágenes cardíacas y coronarias actuales. Por ejemplo, el uso de una energía monocromática única, como los 40 keV, se encuentra próximo al límite k del contraste yodado, lo que permite alcanzar una mayor señal que no se podría conseguir con las técnicas de imagen por TC de espectro energético policromático único tradicionales, facilitando potencialmente una evaluación más precisa de las estructuras que realzan con contraste (p. ej., las arterias coronarias). Además, dos materiales que presentan diferencias suficientes en sus patrones de atenuación, el yodo y el agua, pueden ser completamente separados para una cuantificación absoluta de sus propiedades materiales, a diferencia de la separación relativa de densidades de atenuación que se consigue con la TC de energía única. La cuantificación absoluta de las densidades materiales permite que cualquier material concreto sea «sustraído» de la imagen. Una aplicación potencial para ello es la perfusión miocárdica, en la que el realce con el contraste del corazón puede mostrar una captación cinética diferente en el miocardio normal, isquémico e infartado. Como la mayoría de tejidos, incluido el miocardio, están constituidos sobre todo por agua, la reconstrucción de imágenes sin ella a partir de la TCED permitirá una cuantificación absoluta del medio de contraste yodado y, en teoría, de la perfusión miocárdica. Optimización de la adquisición de imágenes Antes de la exploración, es esencial una preparación adecuada del paciente para conseguir un estudio de TC cardíaca de alta calidad.3 Con el constante movimiento del corazón y de las arterias coronarias, acoplado a la resolución temporal fija del equipo de TC, una frecuencia cardíaca baja permite una menor contaminación por movimiento de las imágenes, lo que mejora su interpretación diagnóstica. Con gran frecuencia se utilizan agentes β-bloqueantes como metoprolol o atenolol. En nuestra institución administramos metoprolol tanto por vía oral como intravenoso (i.v.). La noche previa a la TC se administra metoprolol por vía oral. Durante el estudio de TC se administra metoprolol i.v. como «res- cate» en individuos con frecuencias cardíacas superiores a los 65 latidos/ min. En mi experiencia, la utilización de otros agentes para la reducción de la frecuencia cardíaca, como los bloqueantes de los canales del calcio, resulta generalmente ineficaz para una reducción adicional de la frecuencia cardíaca en individuos que no reaccionan al metoprolol. Un nuevo agente bloqueante del nodo sinoauricular, la ivabradina, se ha utilizado con moderada eficacia para la disminución de la frecuencia cardíaca.4 También son prudentes las recomendaciones de evitar la cafeína y la nicotina las horas previas a la realización de la TC. Debido a que la opacificación de las arterias coronarias requiere la administración de contraste, hay que analizar cualquier contraindicación al contraste yodado. Entre estas se encuentran la nefropatía crónica, los niveles séricos elevados de creatinina y el aumentado de nefropatía inducida por contrastes (NIC). Incluso entre los individuos que no tienen riesgo de NIC es práctica habitual recomendar una buena hidratación tras la realización de la TC. Otros factores específicos del paciente que pueden degradar la calidad de la imagen incluyen los niveles muy elevados de calcio en arterias coronarias (CAC), que pueden impedir la visualización de dichas arte- rias por artefactos de «florecimiento» o de volumen parcial, efectos que producen las estructuras de mucha atenuación como el calcio. En algunas instituciones no se realiza el estudio de TC cardíaca si se aprecia una elevación muy grande del CAC, aunque con las mejoras mencionadas anteriormente en la tecnología de la TC, este hecho es menos frecuente. Para maximizar la visualización de la luz de las arterias coronarias se administran con frecuencia de 0,4 a 0,8 mg de nitroglicerina sublingual por sus efectos vasodilatadores coronarios durante el estudio de TC. Entre las contraindicaciones para la administración de nitroglicerina están una presión sanguínea baja o el uso de inhibidores de la fosfodiesterasa (p. ej., sildenafilo, tadalafilo) durante las 48 h previas al estudio de TC. Técnicas de sincronización electrocardiográfica Es necesaria la sincronización (gating) con el electrocardiograma (ECG) para los estudios de TC cardíaca con el fin de permitir una evaluación funcional del corazón, así como la adquisición de imágenes en un período libre de movimiento dentro del ciclo cardíaco, lo que optimiza la visualización de las arterias coronarias.5 Tradicionalmente, se han empleado dos técnicas de sincronización electrocardiográfica en la TC cardíaca para la adquisi ción de las imágenes en la fase adecuada del ciclo cardíaco: la sincronización helicoidal retrospectiva y el lanzamiento axial prospectivo (fig. 18-2). La sincronización retrospectiva permite el estudio en imagen redundante de la estructura de interés. Para los estudios de TC cardíaca ofrece dos ventajas. En primer lugar, el solapamiento continuo del muestreo de datos permite la obtención de imágenes sin intervalos. En segundo lugar, como este método se realiza siguiendo una adquisición continua durante el ciclo cardíaco, permite una obtención de imágenes en cuatro dimensiones (4D) para la evaluación volumétrica del movimiento cardíaco con el tiempo. Una desventaja de la sincronización retrospectiva es que precisa un pitch, definido como el desplazamiento de la mesa por rotación del gantry dividido por el volumen de cobertura en el eje z, generalmente bajo, lo cual aumenta la dosis de radiación de la exploración. A diferencia de la sincronización retrospectiva, el lanzamiento prospectivo permite una exposición a la radiación selectiva durante solo un breve período FIGURA18-1 La obtención de imágenes de tomografía computarizada (TC) requiere una fuente de rayos X (A) que dirige los fotones a través de un colimador (B). Los fotones son atenuados por los órganos con un patrón diferencial relacionado con sus densidades materiales. Los fotones no atenuados alcanzan múltiples detectores (C), en los que se produce una reacción de centelleo. En cada detector se genera un flujo de fotones que es producto del número de fotones emitidos por el tubo de rayos X (miliamperios [mA]), la energía de los fotones (kilovoltios [kV]) y las propiedades de los tejidos orgánicos. Estos se calculan para cada elemento detector (D). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 323 To m o g rafía co m p u tarizad a card íaca 18 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . del ciclo cardíaco. En esta técnica se estudia el corazón durante la fase dias- tólica media del ciclo cardíaco, en un punto en el que el movimiento coronario se reduce generalmente al mínimo. En esta modalidad, la adquisición de las imágenes se basa en el intervalo R-R previo para estimar el período diastólico R-R actual para la exploración; por tanto, las imágenes se adquieren cada dos latidos. Históricamente, a esta modalidad se le ha denominado «de avance y disparo» porque se desplaza la mesa del equipo de TC y después se produce la adquisición de la imagen sin solapamiento. La ventaja del lanzamiento prospectivo es una gran reducción de la dosis de radiación, que es un 80% menor a la de los métodos de sincronización retrospectiva. Una desventaja de esta técnica es la pérdida de los datos en 4D. Como dato importante, en los pacientes con frecuencias cardíacas elevadas se evita a menudo el lanzamiento prospectivo, dada la baja frecuencia de quietud coronaria durante el período diastólico. En estos pacientes son más útiles las técnicas de sincronización retrospectiva para la valoración de las arterias coronarias en cada fase del ciclo cardíaco, incluyendo el período sistólico final, otro período habitual de quietud coronaria. Se ha introducido recientemente un tercer método de exploración por TC sincronizada con el ECG, conocido como el estudio helicoidal con pitch rápido (pitch alto) en los equipos de TCDF. Históricamente, el pitch para los estudios cardíacos por TC se encontraba entre 0,15 y 0,3, lo que ocasionaba una dosis de radiación elevada por la adquisición solapada de las imágenes de las estructuras corporales. Por el contrario, la exploración con pitch elevado utiliza un movimiento muy rápido de la mesa, lo que permite el estudio helicoidal en imagen del eje z del corazón (p. ej., en la dirección del movimiento de la mesa) sin solapamiento y, por tanto, con exploración rápida a dosis de radiación muy bajas. El rápido movimiento de la mesa permite el estudio cardíaco de TC en un solo latido. Interpretación de la imagen Una vez adquiridas, las imágenes de TC cardíaca deben ser analizadas e interpretadas de diversas formas, entre las que están los métodos axiales, los métodos oblicuos, los reformateos multiplanares, las proyecciones de intensidad máxima y mínima, y las reconstrucciones volumétricas de superficie (fig. 18-3). Antes de los métodos de reconstrucción 3D, las imágenes de TC se valoraban únicamente en plano axial, visualizándose secuencialmente las imágenes adquiridas en el eje z. En los estudios cardíacos, el corazón no se encuentra típicamente en un plano axial, por lo que se construyen a menudo vistas oblicuas 3D para alinear el corazón para su óptima evaluación. De manera similar, las arterias coronarias son con frecuencia tortuosas y no se alinean con el plano axial. Una técnica para ver las arterias coronarias en detalle es un sistema de reformateo multiplanar que combina los múltiples planos de la arteria coronaria en una vista única para permitir la visualización de toda la arteria en una sola imagen. Esta técnica ayuda a identificar la relación espacial de las FIGURA 18-2 Sincronización (gating) electrocardiográfica (ECG) en la angiografía coronaria por TC (ACTC). A. En la adquisición helicoidal retrospectiva se emite radiación (área sombreada) con una dosis constante durante todo el intervalo R-R. B. En la sin- cronización helicoidal retrospectiva con modulación de la dosis se emite la radiación a lo largo de todo el ciclo cardíaco, pero se reducen las dosis de radiación durante la sístole. C. El lanzamiento prospectivo según el ECG es un método de obtención de imágenes axiales en el que se emite la radiación únicamente durante la diástole, cuando se identifican más a menudo las imágenes coronarias libres de movimiento. D. En el lanzamiento prospectivo según el ECG con una ventana estrecha, se emite la radiación en un único punto durante la diástole. Los métodos de lanzamiento prospectivo según el ECG se asocian a una reducción del 80% de la dosis de radiación en la ACTC. FIGURA 18-3 Técnicas de posprocesamiento de las imágenes habituales en la ACTC. Más allá de las imágenes axiales 2D, la ACTC permite la visualización 3D de las arterias coronarias gracias a varios formatos de posprocesamiento diferentes. A. La imagen cartesiana se puede ver como una presentación de sombreado de superficie con técnica de reconstrucción volumétrica. Se puede visualizar la arteria descendente anterior izquierda en B, una proyección de máxima intensidad (MIP, maximum intensity projection); en C, dos imágenes de reformateos multiplanares curvos con distancia de 180° entre sí para permitir la imagen de todo el vaso, y en D, una imagen de reformateo multiplanar curvo con sección ortogonal al vaso (línea amarilla, recuadro). E. En este paciente se puede ver la arteria circunfleja izquierda en un formato multiplanar curvo, mientras que en F se visualiza la arteria coronaria derecha en una imagen de MIP oblicua. G. El angiograma coronario invasivo correspondiente confirma la estenosis de alto grado visualizada por ACTC (flecha amarilla). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 324 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III estenosis coronarias o de la arterioesclerosis en cualquier vaso dado y resulta particularmente útil en los estudios de TC de coronarias cuando el grado de estenosis no queda claro en las imágenes oblicuas, en la evaluación para endoprótesis coronarias y para segmentos de arterias coronarias muy calcificados. Las imágenes de reconstrucción volumé- trica muestran las estructuras en una vista de sombreado de superficie utilizando datos 3D de forma cartesiana en la que a los valores escalares se les asignan puntos en la imagen espacial. Las imágenes volumétricas se utilizan con menor frecuencia para fines diagnósticos, pero pueden resultar útiles cuando las orientaciones espaciales son importantes, así como para anomalías de arterias coronarias, injertos de derivación arterial coronaria (IDAC) y cardiopatías congénitas complejas. Aunque una alta resolución espacial es valiosa para la detección de estructuras finas como estenosis coronarias en una arteria pequeña, con fre- cuencia resulta tan fina como para no permitir la visualización concurrente de un volumen suficiente de datos de las arterias coronarias como para alcanzar un diagnóstico preciso. Para superar este problema, una técnica frecuente es una vista de proyección de máxima intensidad (MIP, maximum intensity projection) «fina» de 3 a 5 mm. Estatécnica de posprocesamiento se lleva a cabo aumentando el espesor de la imagen observada a través de la combinación de múltiples pixeles 3D, o vóxeles, de datos en un único cubo de mayor tamaño. Dentro de este cubo mayor se proyectará el vóxel con atenuación más intensa o «más brillante» como la atenuación para todo el cubo. Aunque de utilización habitual para la visualización de las arterias coronarias, la técnica MIP puede provocar errores diagnósticos porque puede ocultar materiales de atenuación-densidad menores, como placas de ateroesclerosis no calcificadas en las arterias coronarias. De forma similar a la generación de MIP, se pueden reconstruir cúbicamente los datos en promedio (proyección de intensidad promediada) o como las atenuaciones mínimas (proyección de atenuaciones mínimas [MinIP, minimum attenuations]). Esta última es particularmente útil cuando se tratan de visualizar datos que son menos brillantes que el contraste yodado que se utiliza para la exploración. Por ejemplo, en el estudio en imagen de las válvulas cardíacas la MinIP permite resaltar las estructuras valvulares. Seguridad de los pacientes Una preocupación fundamental de los estudios de TC cardíaca ha sido la dosis efectiva de radiación necesaria.6 El potencial daño de la radiación se puede considerar en función del tipo de riesgos que supone, que pueden ser deterministas o estocásticos. Los riesgos deterministas tienen una medida con un umbral por encima del cual se produce el daño y por debajo del cual no. Un ejemplo de riesgo determinista es una quemadura cutánea, la cual se puede producir con dosis de radiación muy altas. Por el contrario, un riesgo estocástico –una preocupación expresa de la TC cardíaca– es el potencial de la radiación para aumentar el riesgo con cualquier nivel de exposición. El potencial desarrollo futuro de un cáncer mortal o no letal es la primera preocupación del riesgo estocástico de la radiación y los abordajes para reducir dicha radiación hasta donde resulte razonablemente posible (ALARA, as low as reasonably achievable) son considerados de extrema importancia en los estudios de TC cardíaca. Las unidades de medida de la radiación en los estudios de TC cardíaca han variado.6 En cualquier equipo de TC dado, las medidas de la radiación se registran a menudo como producto de dosis-longitud (PDL) o como índice de dosis de la TC (IDTC). Este último es una medida de la dosis de radiación total absorbida por el cuerpo de un paciente y típicamente se describe como grais (Gy) o unidades de dosis de radiación absorbida (rad, radiation absorbed dose). Por el contrario, el PDL representa el IDTC multiplicado por la longitud de la exploración expresada en forma de Gy × cm o rad × cm. En la literatura, la radiación de la TC cardíaca se solía describir como dosis efectiva, medida en sieverts (Sv). Esta unidad representa los efectos biológicos de la radiación impartida valorados en relación con el órgano que está expuesto a la radiación. En los estudios de TC cardíaca, el valor utilizado del órgano se toma a partir de una constante de conversión densidad peso torácica de 0,014, calculándose la radiación de la TC cardíaca según PDL × 0,014. En su introducción, los equipos de TC cardíaca de 64 filas de detectores se asociaban a elevadas dosis de radiación y con una alta variabilidad entre las instituciones. A partir de estudios a gran escala durante el período inicial de la TC cardíaca, las dosis de radiación llegaban incluso hasta 20 milisieverts (mSv).6 Estas dosis contrastaban desfavorablemente con la dosis de radiación ambiental promedio anual que sufre un individuo a nivel del mar, que es aproximadamente de 3 mSv, y que se debe principalmente a la exposición al radón. Desde 2005, avances en la obtención de imágenes de TC cardíaca han reducido significativamente las dosis de radiación,5 entre los que están los siguientes: 1. Modulación de la dosis por el ECG en la exploración helicoidal retros- pectiva, por la cual las dosis completas de radiación se aplican solo durante la diástole, con menores dosis de radiación a lo largo del resto del ciclo cardíaco. 2. Lanzamiento axial prospectivo, con el que se limita la exposición a la radiación a solo el corto período de la diástole y no se aplica radiación adicional durante el resto del ciclo cardíaco. 3. Reducción del «amortiguamiento» en el lanzamiento axial pros- pectivo, por el que el corazón es estudiado solo en un punto de la diástole (en vez de en un rango). 4. Minimización del eje z solo al campo de visión del corazón. 5. Reducción de la intensidad de corriente del tubo para reducir la exposición del número total de fotones de rayos X. 6. Reducción del voltaje del tubo, utilizando kVp menores (p. ej., 100 u 80). 7. Aumento del pitch de adquisición para evitar el solapamiento de las imágenes, como se realiza en las técnicas helicoidales de alto pitch. 8. Aplicación de técnicas de RI para conseguir calidades de imagen similares a los métodos de PRF utilizando menores dosis de radiación. En conjunto, estas técnicas permiten una reducción significativa de las dosis de radiación, y trabajos recientes demuestran la posibilidad de obtención de estudios de TC cardíaca como una radiación inferior a 1 mSv. En la práctica clínica, los estudios rutinarios con estos métodos pueden conseguir fiablemente dosis de radiación inferiores a 3 mSv. La NIC es una complicación grave en los pacientes con patología renal preexistente o en aquellos en riesgo de nefropatía. En dos grandes estudios de centro único, el 0,2 y el 1,75% de los pacientes sufrieron NIC, definida como un aumento superior al 25% de la creatinina sérica. En ambos estudios no hubo necesidad de hemodiálisis.7,8 Además del corazón, los estudios de TC cardíaca también valoran partes de la cavidad torácica, lo que puede permitir la identificación de hallazgos no cardíacos importantes (o potencialmente irrelevantes) (tabla 18-1). Un metaanálisis reciente de 19 estudios que incluían a 12.922 pacientes encontró que la prevalencia acumulada de hallazgos CDV, campo de visión. TABLA 18-1 Prevalencia de los hallazgos extracardíacos clínicamente significativos derivados de la tomografía computarizada (TC) cardíaca (estudios basados en TC multidetector) autOR (aÑO) paciEntES (n) n.° dE cORtES ESpESOR dE cORtE (mm) cdv Edad MEdia HOMBRES (%) FuMadORES (%) HallaZGOS EXtRacaRdÍacOS* (%) HallaZGOS EXtRacaRdÍacOS clÍnicaMEntE SiGniFicativOS (%) paciEntES cOn nódulOS pulMOnaRES (%) paciEntES cOn nódulOS pulMOnaRES clÍnicaMEntE SiGniFicativOS (%) paciEntES cOn cÁncER dE pulMón (%) Kim136 (2010) 11.654 16/64 5 Completo 58 58 56 — — — — 0,3 Johnson137 (2010) 6.920 16/64 5 Completo 54 65 52 24 15 6 3 0,1 Lee138 (2010) 151 16/64 0,75-1,5 Completo 57 70 7 43 22 17 11 0,7 *Se definieron los hallazgos extracardíacos como cualquier hallazgo por fuera del pericardio, como las alteraciones aórticas y de las arterias pulmonares. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 325 To m o g rafía co m p u tarizad a card íaca 18 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . incidentales fue del 13%. Hubo gran variabilidad entre estudios res- pecto a estos hallazgos y no se señalaron consecuencias.9 Que se deban analizar rutinariamente estos hallazgos sigue siendo incierto. Para reducir el número de hallazgos incidentales, en muchas instituciones de TC cardíaca se ha reducido el campo de visión (FOV, field of view) para limitar la valoración solo al corazón y a las estructuras adyacentes. Es importante señalar, sin embargo, que el FOV directo en este caso no esel mismo que el FOV de adquisición, el cual incluye todas las estructuras que se encuentran en el gantry. Por tanto, aunque pueda no reconstruirse el resto de la cavidad torácica con fines de valoración de TC cardíaca, ha sido explorada y se pueden realizar reconstrucciones de ella. Se requieren nuevos estudios para determinar el abordaje óptimo a la reconstrucción de las imágenes y a la descripción de los hallazgos incidentales. CUANTIFICACIÓN DEL CALCIO EN LAS ARTERIAS CORONARIAS Historia y perspectiva general Antes de la aparición de los equipos de TC multidetector (TCMD), los equipos de TC de haz de electrones (TCHE) ofrecían otro método para la valoración cardíaca. Estos equipos de TC conseguían una resolución temporal de 40 ms, velocidades de adquisición similares a las de la cineangiografía y eran significativamente más rápidos que los TCMD actuales. Sin embargo, la resolución temporal de los TCHE era de 2 a 3 mm, con lo que no se podía realizar una adecuada caracterización de las arterias coronarias. Por tanto, los equipos de TCHE han desaparecido en gran medida. En 1990, Agatston y Janowitz utilizaron por primera vez los equipos de TCHE para la cuantificación del calcio en las arterias coronarias, y demostraron la importancia del concepto de CAC en la definición del riesgo de enfermedad arterial coronaria (EAC), como se había apreciado previamente mediante radioscopia con RX (v. «Bibliografía clásica»). Los hallazgos del CAC en la TC cardíaca se han mostrado como un marcador sólido y fiable de ateroesclerosis coronaria. En un estudio de muestras coronarias estudiadas mediante exploración de CAC y sometidas posteriormente a análisis histopatológico, el CAC por TC se correlacionó fuertemente con el área global de placa ateroesclerótica. El CAC representó una quinta parte de la carga de placas global y demostró una correlación lineal elevada con la raíz cuadrada de la suma de las áreas anatomopatológicas de placa (r = 0,9; P < 0,001) (v. «Bibliografía clásica»: Rumberger). En este sentido, se sugiere a menudo que el CAC puede ser un determinante más sensible y específico del hallazgo de EAC que los factores de riesgo de EAC tradicionales los cuales pueden sobre- o infradiagnosticar una ateroesclerosis coronaria manifiesta. El estudio del CAC es una técnica de adquisición de imágenes sin contraste que se realiza durante una única suspensión de la respiración. Las actuales directrices recomiendan una sincronización prospectiva con el ECG desde la bifurcación de la arteria pulmonar principal hasta el ápex cardíaco, con un espesor de corte de 2,5 a 3 mm y con voltaje del tubo de 120 kVp. No se requieren β-bloqueantes y el tiempo de exploración es de 3 a 5 s.10 Tanto los equipos de TCMD como los de TCHE permiten una cuantificación del CAC adecuada, aunque los estudios de CAC por TCMD son el método predominante en la actualidad. Hasta la fecha, casi todos los estudios clínicos a gran escala que han evaluado la utilidad clínica del CAC se han basado en la escala de Agatston, que cuantifica el CAC en función del área superficial de CAC y de su densidad (fig. 18-4). Esta suma ponderada del CAC viene definida por las áreas con arterias coronarias que tiene valores de unidades Hounsfield (UH) superiores a 130 en al menos tres o más píxeles adyacentes. Cada vóxel calcificado es posteriormente multiplicado por un factor de ponderación de 0 a 4 en función de las UH máximas dentro del área calcificada. Se han establecido categorías estandarizadas del CAC en función de estudios previos, y hay consenso general en que una puntuación de CAC de 0 indica ausencia de placas calcificadas y que puntuaciones de 1 a 10, de 11 a 100, de 101 a 400 y por encima de 400 indican un nivel de CAC mínimo, levemente elevado, moderadamente elevado y gravemente elevado, respectivamente. En algunos estudios, una puntuación de CAC de 300 o mayor se ha utilizado como un umbral alternativo para describir un nivel de CAC gravemente elevado. Se han propuesto escalas alter- nativas, como la puntuación de volumen y la puntuación de masa, para reducir la variabilidad entre estudios y equipos, pero carecen de la evi- dencia pronóstica de la puntuación de Agatston para su traslado a la práctica clínica y típicamente no se describen11,12 (v. «Bibliografía clásica»: Callister). Implicaciones pronósticas El valor pronóstico del CAC se ha demostrado consistentemente en muchas cohortes en todo el mundo, más notablemente en el Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis (MESA), un estudio de cohortes prospectivo de base poblacional sobre adultos estadounidenses asintomáticos. El riesgo de episodios adversos incidentales en individuos con una puntuación de CAC de 0 resultó muy bajo, con una tasa de episodios cardiovasculares adversos mayores (ECAM) del 0,5% a lo largo de 4 años. Sin embargo, niveles mayores de CAC demostraron un riesgo correspondiente mayor de ECAM; los pacientes con una puntuación de CAC de 400 o may or sufrie- ron episodios en más del 10% de las ocasiones, una tasa que supera las definiciones tradicionales de «equivalente a EAC».13 Este valor pronós- tico del CAC es incremental con los factores de riesgo clínico de EAC, lo que aumenta la discriminación de futuros episodios clínicos adversos (área bajo la curva de característica operativa del receptor [ROC, receiver operating characteristic] de 0,77 frente a 0,82; P < 0,001).14 El estudio MESA demostró niveles mayores de CAC en caucásicos e hispanos, sexo masculino y edad avanzada y también de forma importante en función de los estándares de referencia de base poblacional con los que las puntuaciones individuales se podían comparar.15 Una puntuación de CAC superior al percentil 75. para la edad, sexo y etnicidad puede considerarse de «alto riesgo» independientemente de la puntuación absoluta; sin embargo, el valor pronóstico de la puntuación absoluta de CAC demuestra uniformidad entre los grupos étnicos y por sexo, y se ha sugerido por tanto la utilización del valor absoluto de CAC más que los percentiles de CAC para la predicción de episodios.13,16 El estudio Heinz-Nixdorf Recall demostró de manera similar en una cohorte de base poblacional de mayor edad que el cuartil superior de CAC tuvo una tasa de episodios 11,1 veces superior a la del cuartil inferior en hombres y 3,2 veces mayor que la del cuartil inferior en mujeres (P < 0,01 para ambos).17 A la hora de evaluar individuos sin signos de CAC evidente, parece existir un «período de garantía» de larga duración. En un estudio unicén- trico, 422 individuos con una puntuación de CAC de base de 0 fueron sometidos a estudio de CAC anualmente durante 5 años consecutivos y después comparados con una cohorte similar de 621 individuos con un CAC de base mayor de 0. En aquellos sin CAC, la conversión a un CAC superior a 0 se produjo en el 25% con un promedio de 4 años, lo que sugería que no existe necesidad para repetir las pruebas de imagen hasta al menos este punto. La evaluación de la cohorte similar con un CAC de base demostró que un CAC superior a 0 era el predictor más potente de progresión de la EAC (hazard ratio [HR], > 12).18 La lenta conversión de una puntuación de 0 a una superior a 0 parece traducir la predictibilidad de los resultados clínicos. En un gran estudio sobre FIGURA 18-4 Ejemplos de imagen del calcio en arterias coronarias (CAC). Los cortes axiales representativos del estudio de CAC por TC demuestran la no evidencia de cal- cio (A), leve presencia de calcio coronario (B) y calcificación coronaria intensa (C). D. Método de cuantificación de la escala de CAC de Agatston, en el que el área de superficie del calcio coronario se multiplica por un factor de conversión de la densidad en unidades Hounsfield (UH): un valor de 1 = 139-199 UH, 2 = 200-299 UH, 3 = 300-399 UH, y 4 = > 400 UH. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12,2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 326 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III 4.864 participantes con un CAC de base de 0, el período de garantía, definido por una mortalidad inferior al 1% anual, se extendió a 15 años para aquellos individuos con riesgo bajo a intermedio para episodios de EAC, según definición de las categoría de riesgo del National Cholesterol Education Program and Adult Treatment Panel III (NCEP/ ATP III), independientemente de la edad y el sexo. Para los individuos considerados de alto riesgo clínico, el período de garantía se extendió únicamente a 5 años, mientras que fue de 14 años para los individuos mayores de 60 años19 (fig. 18-5). Además de mejorar el pronóstico y la discriminación del riesgo, según evaluación por curvas ROC, el CAC mejora la clasificación precisa del riesgo más allá de la exclusiva valoración del riesgo, ya sea mediante escalas de riesgo antiguas, como la Framingham Risk Score (FRS), o más recientes, como la Guideline Pooled Cohorts Equation del American College of Cardiology (ACC) y la American Heart Association (AHA) de 2013.14,20 Más notablemente, en la población de riesgo intermedio, el CAC reclasificó correctamente las estimaciones de riesgo del 52 al 66% con menor impacto sobre los grupos de riesgo alto y bajo.17 En comparación con otros marcadores de riesgo, como la dilatación braquial mediada por el flujo, el espesor íntima-media de la carótida, la proteína C reactiva (CRP) de alta sensibilidad y los antecedentes familiares, el CAC aporta una discriminación y clasificación del riesgo de episodios de EAC superiores.21 Hay que resaltar que el CAC es una medida no solo de la carga ateroesclerótica coronaria, sino también de la carga ateroesclerótica vascular global. A este respecto, el CAC resulta útil en la predicción de episodios de patología cerebrovascular. En el estudio MESA, en los participantes seguidos durante casi 10 años, el CAC resultó un predictor independiente de riesgo cerebrovascular, incluso tras la contabilización de los episodios tradicionales de patología cerebrovascular, y también mejoró la discriminación.22 El CAC también se asocia con otros episodios clínicos adversos futuros, incluyendo la fibrilación auricular, el cáncer, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca congestiva.22-26 Un hallazgo notable del CAC es la relación entre la densidad del CAC y el riesgo incidental. En el análisis MESA de 3.398 pacientes seguidos durante casi 8 años, la puntuación del volumen del CAC normalizada de forma logarítmica resultó altamente predictora de episodios incidentales de EAC. Sin embargo, una densidad de CAC mayor demostró una influencia protectora, estando las puntuaciones de densidad de CAC asociadas a un menor riesgo de EAC. Estos datos actuales sugieren que las mediciones integradas del área de superficie y de la densidad del calcio, como es el caso de la escala de Agatston y cuyos resultados con mayor densidad dan lugar a puntuaciones de CAC mayores, pueden requerir una revaluación en estudios pronósticos.27 Aunque se ha demostrado de manera consistente el valor predictivo negativo de una puntuación de CAC de 0 con la tasa de episodios en pacientes asintomáticos, con una tasa de episodios anualizada del 0,5% a lo largo de 5 años en un metaanálisis reciente, no debe considerarse de manera similar en pacientes sintomáticos.28 Datos recientes del registro multinacional CONFIRM demostraron que el 4% de los pacientes sintomáticos con una puntuación de CAC de 0 presentaban EAC obs- tructiva con estenosis del 50% o más, y que el CAC no ofreció utilidad discriminatoria incremental frente a la angiografía coronaria por TC (ACTC). De manera similar, en el estudio ROMICAT, una puntuación de CAC de 0 en pacientes con dolor torácico agudo no descartó de manera adecuada un síndrome coronario agudo.29,30 No se ha definido bien el papel de los estudios seriados del CAC. Aunque la progresión del CAC se asocia con un aumento del riesgo de futuros episodios de EAC, estudios previos no han demostrado efectos sobre el CAC del tratamiento con estatinas, lo que hace surgir la duda sobre la información que los estudios de seguimiento del CAC podrían ofrecer31 (v. «Bibliografía clásica»: Callister). Además, está pendiente de determinar definitivamente el curso de acción terapéutico adecuado para el CAC visualizado en los estudios de TC no cardíacos. Se aprecia con frecuencia CAC en los estudios de imagen de perfusión miocárdica (IPM) como parte de las imágenes con corrección de la atenuación (v. capítulo 16). Aunque la posibilidad de una IPM isquémica es mayor del 2% con CAC inferior a 100, el riesgo de futuros episodios adversos aumenta cuanto mayor sean las puntuaciones de CAC, y más de un tercio de los pacientes con un CAC mayor de 400 presentan una IPM anormal.32,33 De manera similar, el CAC visualizado en las imágenes de cribado por TC para cáncer de pulmón también suponen pronóstico adverso, aunque en ningún estudio hasta la fecha se ha valorado el efecto del tratamiento de este CAC. Ensayos clínicos y directrices profesionales A día de hoy, no se ha realizado ningún ensayo clínico aleatorizado con potencia suficiente para evaluar los efectos de una estrategia dirigida según el CAC en comparación con otra guiada por factores de riesgo clínico en cuanto a supervivencia libre de episodios. Dos estudios clínicos prospectivos aleatorizados aportan información nueva sobre los efectos potenciales del tratamiento según el CAC. En el St. Francis Heart Study, 1.005 pacientes con un CAC superior al percentil 80 fueron aleatorizados para recibir atorvastatina (20 mg), vitamina C (1 g), y vitamina E (1.000 unidades) diarias en comparación con aquellos que recibieron placebo.34 Tras un seguimiento de 4,3 años, no se apreciaron diferencias en cuanto al punto objetivo compuesto de enfermedad cardiovascular (ECV) (6,9 frente al 9,9%; P = 0,08). De manera relevante, en los pacientes con una puntuación de CAC de base mayor de 400 hubo una tasa de episodios significativamente menor (8,7 frente al 15%; P = 0,046). Los resultados de este estudio, en el contexto de las nuevas directrices sobre colesterol y riesgo de 2013 del ACC/AHA, requieren una actualización con los abordajes de tratamiento más actuales. En el estudio de centro único Early Identification of Subclinical Ath- erosclerosis by Noninvasive Imaging Research (EISNER) sobre 2.137 voluntarios distribuidos aleatoriamente según puntuación para CAC frente a ausencia de tal puntuación, aquellos a quienes se realizó puntuación del CAC experimentaron un cese casi completo de progresión de la PRF en comparación con aquellos a quienes no se les realizó CAC (fig. 18-6). Este cese de la progresión de la PRF se debió a que se lograron menor presión sanguínea sistólica, menores niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL, low-density lipoprotein), del perímetro abdominal y del peso. En un análisis económico, el grupo del CAC experimentó costes y pruebas médicas similares a los que no fueron sometidos a estudio de CAC.35,36 Las directrices sobre colesterol y riesgo de 2013 del ACC/AHA uti- lizando las nuevas ecuaciones sobre cohortes acumuladas aumentaron espectacularmente el número de personas a quienes se recomendó tomar estatinas37 (v. capítulo 45). La realización de la evaluación del CAC tiene una recomendación de clase IIB que está reservada para adultos de entre 40 y 75 años de edad sin patología cardiovascular ateroesclerótica, LDL de 70 a 189 mg/dl, y un riesgo de ECV a 10 años inferior al 7,5%. En esta población, un CAC de 300 o más o un percentil 75. o mayor para la edad, sexo y etnicidad puede considerarse con otros marcadores de riesgo para la determinación de la necesidad de estatinas.38 En los criterios de usoidóneos (CUI) de los métodos de imagen multimodalidad del ACC de 2013 (v. más adelante en este capítulo), la obtención de la puntuación del CAC es considerada inadecuada en pacientes asintomáticos con bajo riesgo global de EAC y puede resultar adecuada en aquellos con un riesgo global de intermedio a alto de EAC.39 La aplicación de estos criterios a cohortes de CAC de base poblacional reveló que entre los pacientes de riesgo intermedio que hubieran sido considerados adecuados para estudio del CAC en el estudio MESA, el 57% tenía un CAC de 0, con una tasa de episodios de ECV ateroesclerótica de 1,5 por 1.000 años-persona. Sin embargo, entre los pacientes a quienes se recomendarían estatinas que no habrían sido FIGURA 18-5 Período de «garantía» de un estudio de calcio en arterias coronarias (CAC) normal. Comparación del período de garantía para individuos con CAC (azul oscuro) y sin CAC (azul claro), definido por una tasa de mortalidad anual < 1% entre 9.715 individuos sometidos a estudio de CAC. INT., intermedio. (Modificado de Valenti V, O’Hartaigh B, Heo R, et al. A 15-year warranty period for asymptomatic individuals without coronary artery calcium: a prospective follow-up of 9,715 individuals. JACC Cardiovasc Imaging 2015;8:900-9.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 327 To m o g rafía co m p u tarizad a card íaca 18 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . considerados adecuados para la evaluación del CAC según las directrices, el 41% tenía un CAC de 0, con solo 5,2 episodios de ECV por 1.000 años- persona, muy por debajo de su estimación de riesgo según las ecuaciones de cohortes acumuladas.24 Entre los adultos con riesgo de ECV inferior al 7,5%, el número que se necesita analizar para identificar un candidato susceptible de estatinas fue de 14,7, superior al de otras medidas de alto riesgo (p. ej., CRP de alta sensibilidad e índice tobillo-brazo).40 De manera similar, entre los pacientes susceptibles de estatinas en el Framingham Heart Study, un CAC = 0 identifica a un tercio de ellos como pacientes de bajo riesgo con una tasa de ECV del 1,6% a lo largo de 9,4 años.41 Son necesarios ensayos aleatorizados controlados (EAC) que utilicen el CAC y estén informados según las actuales directrices y las del CUI, con el fin de determinar la población de pacientes adecuada y la estrategia de seguimiento del tratamiento que podrían ser más beneficiados del cribado del CAC. ANGIOGRAFÍA CORONARIA POR TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA Precisión diagnóstica Desde su introducción, el interés primario del uso clínico de la ACTC ha sido convertirse en una alternativa no invasiva a la angiografía coronaria (fig. 18-7). Un conjunto de estudios unicéntricos y tres multicéntricos evaluaron la fiabilidad diagnóstica de la ACTC comparada primaria- mente con la angiografía coronaria invasiva (ACI) como estándar de referencia (tabla 18-2). De los tres estudios multicéntricos, con una prevalencia de EAC del 25 al 68%, el ensayo clínico Assessment by Coro- nary Computed Tomographic Angiography of Individuals Undergoing Invasive Coronary Angiography (ACCURACY)42 y el estudio de Meijboom et al.43 incluyeron solo pacientes sin EAC conocida, con una sensibilidad del 95 y del 99%, y una especificidad del 83 y el 64%, respectivamente. Por el contrario, el estudio Coronary Artery Evaluation Using 64-Row Multidetector Computed Tomography Angiography (CORE64) incluyó un grupo heterogéneo del pacientes sin y con EAC conocida con una puntuación del CAC inferior a 600, donde apreciaron que la sensibilidad y la especificidad fueron del 85 y el 90%, respectivamente.44 Según estos resultados, se suele indicar que la ACTC es una modalidad de imagen excelente para descartar EAC. Más aún, su especificidad para la detección de estenosis de arterias coronarias es similar o superior a la de los métodos de pruebas de estrés tradicionales, sin o con imágenes (v. capítulos 13, 14 y 16). Con cada mejora de la tecnología de la TC, la fiabilidad diagnóstica de la ACTC ha sido valorada en estudios menores de un único centro de 30-160 pacientes. Se ha observado generalmente que la sensibilidad y especificidad de la ACTC frente a la ACI –en base par-paciente o par-vaso– son superiores a las que se aprecian en la ACTC convencional en equipos de 64 filas de detectores, siendo ambos valores generalmente superiores al 90% (tabla 18-3). Los estudios que comparan directamente ACTC con métodos de pruebas de estrés tradicionales son menos frecuentes, pero han sido evaluados en un único gran ensayo clínico multicéntrico a gran escala. FIGURA 18-6 Resultado primario de los individuos del ensayo clínico aleatorizado de etiqueta abierta EISNER que fueron sometidos a valoración del calcio en arterias coronarias (CAC) frente al de aquellos a los que no se les valoró. Las puntuaciones de riesgo de Framingham para los individuos sometidos a valoración del CAC (izquierda) no cambiaron a lo largo del período de seguimiento de 4 años, mientras que los individuos a quienes no se realizó el estudio del CAC (derecha) experimentaron una progresión de las puntuaciones de riesgo de Framingham. Los estudios del CAC se asociaron a una mejoría en la presión sanguínea sistólica y diastólica (P < 0,001), nivel de lipoproteínas de baja densidad (P < 0,001), y reducción del peso corporal (P < 0,001). (Tomado de Rozanski A, Gransar H, Shaw LJ, et al. Impact of coronary artery calcium scanning on coronary risk factors and downstream testing the EISNER [Early Identification of Subclinical Atherosclerosis by Noninvasive Imaging Research] prospective randomized trial. J Am Coll Cardiol 2011;57:1622-32.) FIGURA 18-7 Imágenes de angiografía coronaria invasiva y de ACTC: en A1-A5 no se aprecia estenosis significativa en las arterias coronarias; en B1 y B2 se observa estenosis moderada de arteria coronaria, y en C1 y C2, estenosis grave de una arteria coronaria. A1 y A2. Los angiogramas coronarios invasivos izquierdo y derecho no demuestran esteno- sis significativa. En la ACTC se aprecia una pequeña placa calcificada no obstructiva en la arteria descendente anterior izquierda (DAI) (A3) (flecha roja) y ausencia de estenosis en la arteria circunfleja izquierda (A4) o la arteria coronaria derecha (A5). En el angiograma invasivo de la DAI (B1) se demuestra una estenosis coronaria moderada en la zona media del vaso, similar a lo visualizado en la ACTC (flechas verdes) (B2). El angiograma de la arteria principal izquierda pone de manifiesto una estenosis de muy alto grado en el ostium (C1), que también se identifica con la ACTC (C2) (flechas amarillas). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 328 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III La evidencia actual de los datos sugiere un valor para la ACTC superior al de los otros métodos de imagen para el diagnóstico de estenosis coronarias de alto grado. En el ensayo clínico multicéntrico prospectivo Evaluation of Integrated Cardiac Imaging in Ischemic Heart Disease (EVINCI) realizado sobre 475 pacientes de varios centros europeos, los pacientes fueron sometidos a ACTC, IPM por TC por emisión de fotón único (SPECT) o tomografía por emisión de positrones (PET) y a análisis del movimiento de la pared del ventrículo izquierdo por ecocardiografía de estrés (EE) o resonancia magnética cardíaca (RMC).45 Se apreció EAC significativa, definidacomo una estenosis luminal superior al 70%, en el 29% de los pacientes. De entre todas las modalidades de imagen, la ACTC demostró la mayor precisión diagnóstica, con una sensibilidad TABLA 18-3 Precisión diagnóstica de la angiografía coronaria por TC con sincronización prospectiva con el ECG basada en modos de avance y disparo, flash y volumen para la detección de estenosis coronarias significativas superiores al 50% basada en el paciente y en el vaso autor año pacientes vasos Equipo Sincronización con EcG (Gating) n.° de cortes pREciSión diaGnóStica, % BaSada En El paciEntE BaSada En El vaSO Sens. Especif. VPP VPN Sens. Especif. VPP VPN Pelliccia139 2013 118 375 Toshiba Volumen 320 98 91 93 98 93 95 92 96 Maffei140 2012 160 637 Siemens Flash 128 100 83 72 100 98 91 61 100 Van Velzen141 2011 106 255 Toshiba Volumen 320 100* 87* 93* 100* 99* 95* 92* 99* Stolzmann142 2011 100 — Siemens AYD 64 100 93 95 100 99 97 95 99 Bamberg143 2011 33 96 Siemens Flash 128 100† 18† 71† 100† 91 69 79 85 Achenbach144 2011 50 200 Siemens Flash 128 100 82 72 100 100 94 74 100 Scheffel145 2010 43 129 Siemens SAS 64 100 93 97 100 96 89 90 95 Nasis146 2010 63 260 Toshiba Volumen 320 94 87 88 93 89 95 82 97 Husmann147 2010 61 244 GE SAS 64 100 86 89 100 93 86 73 97 De Graaf148 2010 64 177 Toshiba Volumen 320 100 88 92 100 94 92 83 97 Carrascosa149 2010 50 210 Philips SAS 64 100 75 81 100 96 94 83 99 Alkadhi150 2010 50 199 Siemens SAS 128 94 91 85 99 97 98 88 99 Alkadhi150 2010 50 245 Siemens Flash 128 94 94 89 97 96 97 83 99 *Se excluyen los segmentos de vasos y los pacientes no diagnósticos. †Estenosis de arterias coronarias hemodinámicamente significativa ≤ 0,75. AYD, avance y disparo; ECG, electrocardiograma; Especif., especificidad; Sens., sensibilidad; VPN, valor predictivo negativo; VPP, valor predictivo positivo. TABLA 18-2 Precisión diagnóstica de la angiografía coronaria por TC en la detección de estenosis coronarias obstructivas basada en el paciente y en el vaso BudOFF42 MillER44 MEiJBOOM43 Nombre del estudio ACCURACY CORE64 — Año de publicación 2008 2008 2008 Diseño del estudio Prospectivo multicéntrico Prospectivo multicéntrico Prospectivo multicéntrico Población ≥ 18 años de edad, dolor torácico típico o atípico. Sin antecedentes conocidos de EAC ≥ 40 años de edad, sospecha de EAC sintomática, CAC ≤ 600 Pacientes con dolor torácico estable o inestable de entre 50 y 70 años de edad Pacientes (n) 230 291 360 Vasos (n) 910 866 1.440 Basada en el paciente ≥ 50% dE EStEnOSiS ≥ 70% dE EStEnOSiS tcMd cuantitativa tcMd viSual Prevalencia de enfermedad (%, ≥ 50% de estenosis) 25 14 52 50 68 Sensibilidad (%) 95 94 85 83 99 Especificidad (%) 83 83 90 91 64 VPP (%) 64 48 91 92 86 VPN (%) 99 99 83 81 97 Basada en el vaso ≥ 50% dE EStEnOSiS ≥ 70% dE EStEnOSiS tcMd cuantitativa tcMd viSual Prevalencia de enfermedad (%, ≥ 50% de estenosis) 10 4 29 28 26 Sensibilidad (%) 84 84 75 75 95 Especificidad (%) 90 92 93 93 77 VPP (%) 51 36 82 83 59 VPN (%) 99 99 89 89 98 ACCURACY, ensayo Assessment by Coronary Computed Tomographic Angiography of Individuals Undergoing Invasive Coronary Angiography; CAC, puntuación de calcio en arterias coronarias; CORE64, ensayo Coronary Artery Evaluation Using 64-Row Multidetector Computed Tomography Angiography; EAC, enfermedad arterial coronaria; TCMD, to mografía computarizada multidetector; VPN, valor predictivo negativo; VPP, valor predictivo positivo. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 329 To m o g rafía co m p u tarizad a card íaca 18 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . y especificidad del 91 y el 92%, respectivamente, y un área bajo la curva ROC de 0,91. Por el contrario, se observó que la IPM tuvo una sensibilidad y especificidad del 74 y el 73%, respectivamente, y una área bajo la curva ROC de 0,74. El análisis del movimiento de la pared por EE o RMC demostró una mayor especificidad, pero menor sensibilidad con niveles del 92 y 49%, respectivamente. Hasta la fecha, no se ha realizado ningún ensayo clínico multicén- trico prospectivo en el que se evalúe la fiabilidad diagnóstica de la ACTC para el estudio en imagen de reestenosis interna de endoprótesis (RID), lo cual puede diferir del estudio de las arterias coronarias nativas debido a los artefactos de florecimiento que producen las endoprótesis metálicas que pueden dificultar la capacidad de evaluar con precisión la presencia o ausencia de RID (fig. 18-8). Es una creencia generalizada que el tamaño de la endoprótesis es el único factor que influye en su visualización por ACTC, pero los parámetros del estudio de TC y el tipo de aleación de la endoprótesis también desempeñan un papel significativo. Comparativamente, las endoprótesis liberadoras de fármacos de la última generación se visualizan mejor que las antiguas fabricadas con diferentes metales. Varios metaanálisis señalan una alta fiabilidad diagnóstica en la evaluación por imagen de endoprótesis mediante ACTC, con sensibilidades y especificidades del 82 al 91% y del 91 al 93%, respectivamente.46-49 Hay que resaltar que las mejoras en la tecnología de las endoprótesis coronarias pueden potenciar la evolución de la ACTC. Mallas vasculares liberadoras de fármacos bioab- sorbibles constituidas por poli-l-láctido y poli-d,l-láctido se adaptan particularmente a la visualización por ACTC con pocos o ausencia de artefactos de florecimiento. Estos métodos de revascularización, si se demuestran efectivos, podrían permitir una evaluación más rutinaria de la permeabilidad por ACTC. De manera similar, no se han realizado nunca ensayos clínicos a gran escala para valorar la fiabilidad diagnóstica de la ACTC para la evaluación de permeabilidad de IDAC (fig. 18-9). Estudios actuales de evaluación de la ACTC han señalado una precisión diagnóstica muy alta tanto para las estenosis como para las oclusiones en los IDAC. En un metaanálisis que combinó la evaluación de los IDAC con estenosis y oclusión, la sensibilidad y la especificidad de la ACTC fueron del 96,1 y del 96,3%, respectivamente.50 En otro estudio que categorizó de forma separada las dos, la ACTC demostró una sensibilidad y especificidad del 99 y el 99%, respectivamente, para oclusión, y del 98 y 98% para estenosis. A pesar de estos buenos resultados para la identificación y descarte de patología de los IDAC, tales pacientes presentan a menudo extensa EAC nativa. Ningún estudio hasta la fecha ha evaluado la precisión de la ACTC en quienes van a ser sometidos a un IDAC siguiendo una base de par-paciente, donde la precisión se evalúa tanto para el IDAC como para las arterias coronarias nativas. Implicaciones pronósticas Numerosas características potenciales de las arterias coronarias y cardíacas observables por ACTC, además de la gravedad de la estenosis luminal ofrecen utilidad pronóstica para la estratificación del riesgo de pacientes con sospecha de EAC. Entre estas características se incluyen la extensión, gravedad y localización de la EAC, así como medidas ateroescleróticas de la composición de la placa, carga de placas, características de alto riesgo de las placas y remodelación arterial. Hasta la fecha, el estudio más extenso que ha evaluado el valor pronóstico de estos hallazgos de EAC es el Coronary CT Angiography Evaluation for Clinical Outcomes: an International Multicenter Registry (CONFIRM)51 (tabla e18-1). En su concepción, este estudio dinámico observacional de cohortes incluyó 27.125 pacientes estables con sospecha de EAC que fueron sometidos a ACTC y fueron analizados sobre mortalidad por todas las causas, infartos de miocardio (IM) no fatalesy otros ECAM. El primer estudio publicado a partir de CONFIRM examinaba las diferencias en cuanto a tasas de mortalidad por todas las causas según los hallazgos de EAC por ACTC, según una estratificación de EAC con afectación de un vaso, dos vasos o tres vasos.52 En un seguimiento de 2,3 años, se observó un aumento de 2,6 veces del riesgo de fallecimiento para los pacientes con cualquier estenosis superior al 70%, así como un aumento en 1,6 veces del riesgo de fallecimiento para aquellos con estenosis más leves (< 50%). Se ha apreciado un aumento del riesgo de mortalidad para los pacientes con mayores FIGURA 18-8 Imágenes de endoprótesis intracoronarias por ACTC: 4 mm (A); 3,5 mm (B); 3 mm (C), y 2,25 mm (D). Obsérvese que el diámetro más pequeño de la endoprótesis de 2,25 mm (D) muestra un artefacto de «florecimiento» que dificulta la visualización de la luz coronaria de la endoprótesis. Reestenosis leve (E), moderada (F) y grave (G) de una endoprótesis (flechas amarillas). En G se aprecia una mala aposición de dos endoprótesis, con una oclusión del 100% de la misma (flecha amarilla, recuadro). FIGURA 18-9 Pacientes con múltiples injertos de derivación de arterias coronarias. A. Se puede apreciar bien la topología de los injertos en una imagen de reconstrucción de superficie. Las vistas reformateadas en curva demuestran permeabilidad del injerto de la arteria mamaria interna izquierda a la arteria descendente anterior izquierda (DAI) (B); permeabilidad del injerto de la vena safena (IVS) a la primera rama diagonal de la DAI (C), y permeabilidad del IVS al injerto de la segunda obtusa marginal de la arteria circunfleja izquierda (D). E. Se puede apreciar la oclusión total del IVS al injerto de la primera rama obtusa marginal en el injerto nativo, así como de la porción del injerto que contiene la endoprótesis. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 330 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III números de territorios de distribución de arterias coronarias implicados para un vaso (HR, 2), dos vasos (HR, 2,92), y tres vasos o EAC principal izquierda (HR, 3,7) (P < 0,01 para todos). Se observó una relación entre sexo y EAC, en la que las mujeres presentaron un mayor riesgo de mortalidad que los hombres para la EAC de tres vasos (HR, 4,21 frente a 3,27). De manera importante, las tasas de incidencia de mortalidad por todas las causas fueron muy bajas en ausencia de EAC por ACTC, con una tasa anual del 0,28%. Estudios posteriores han validado esta tasa muy baja de episodios y sugieren la extensión del período de garantía de la ACTC más allá de los 5 años para los pacientes sin estenosis o arterioesclerosis evidente por ACTC. Estos hallazgos pronósticos de la ACTC han sido posteriormente evaluados dentro del estudio CONFIRM en muchos subgrupos clínicamente importantes tanto para mortalidad por todas las causas como para ECAM, incluyendo mujeres y hombres, pacientes de edad avanzada, aquellos con una puntuación de CAC de 0, los asintomáticos, diabéticos, obesos, pacientes de diferentes razas, individuos sin factores de riesgo para EAC modificables, pacientes con alteración de la función renal, aquellos con riesgo de EAC bajo o alto durante toda la vida, diabéticos asintomáticos, pacientes con alteración de la función sistólica del VI, fumadores, pacientes con dominancia de la coronaria izquierda y aquellos con síndromes metabólicos.53-70 Más allá de las técnicas estadísticas tradicionales, que emplean métodos de regresión logística o lineal, se emplea actualmente un aprendizaje automático para mejorar la capacidad pronóstica de los hallazgos de ACTC en CONFIRM.71 Entre los 10.030 pacientes seguidos tras una ACTC durante 5 años, el método de aprendizaje automático basado en método de incentivación se mostró superior a la evaluación basada en la clínica o la clínica y la imagen aisladamente, y demostró una mayor área bajo la curva ROC de 0,61 y 0,64 y 0,79, respectivamente. Un beneficio potencial de la ACTC es su capacidad para definir estenosis por EAC no obstructiva que pueden estar presentes incluso en el contexto de una carga de placas ateroescleróticas globalmente elevada. Estudios previos han demostrado que la mayoría de los individuos que sufren un primer IM inesperado no presentan, de hecho, EAC con estenosis obstructiva. Esto se demostró por primera vez en un estudio prospectivo de ACTC en dos centros con 2.583 pacientes con sospecha de EAC.72 En el seguimiento a 3,1 años, esta población, limitada únicamente a aquellos con estenosis máxima por paciente inferior al 50%, demostraron pronósticos diferenciados en base al número de territorios de distribución de arterias coronarias epicárdicas con cualquier ateroesclerosis no obs- tructiva, los cuales se asociaban a un aumento al doble del riesgo de mortalidad. Se aprecia un riesgo de mortalidad incrementado casi cinco veces en los individuos con EAC no obstructiva en los tres territorios de distribución de vasos epicárdicos. Una utilidad potencial de la ACTC es la identificación de los individuos en riesgo que no cumplen las definiciones convencionales según la escala de riesgo clínico. En un estudio de seguimiento a 2,3 años de 5.262 pacientes sin EAC conocida que no presentaban ningún factor de riesgo para la edad de modificable (p. ej., tabaquismo, hipertensión, dislipidemia, diabetes), la presencia de cualquier estenosis del 50% o más se asoció a una aumento en 6,64 veces del riesgo de ECAM, un hallazgo independiente del estado sintomático.60 Estos hallazgos persistieron casi 6 años, con tasas de mortalidad aumentadas en individuos con EAC obstructiva de uno o dos vasos (HR, 1,7) y tres vasos de EAC de la principal izquierda (HR, 2,87).73 De manera importante, la presencia aislada de EAC no obstructiva se asoció con un aumento del riesgo de muerte de una manera similar a la EAC obstructiva de uno o dos vasos (HR, 1,73). Incluso entre los individuos sintomáticos con una puntuación de CAC de 0, la ACTC parece ofrecer valor pronóstico incrementado de futura mortalidad, IM no fatal o revascularización coronaria tardía más de 90 días después de la realización de la ACTC.63 Entre los 8.907 pacientes sintomáticos sometidos a ACTC y valoración de CAC, aquellos con una puntuación de CAC de 0, pero con una placa no calcificada que producía una estenosis del 50% o mayor, experimentaron un aumento de más de 5 veces en las tasas de punto final compuesto. Los estudios iniciales sobre hallazgos ateroescleróticos se limitaban a clasificaciones de las placas como no calcificadas, calcificadas y «mixtas». En general, se ha definido históricamente un punto umbral de corte de 130 UH como placa calcificada, interpretándose valores por debajo de este umbral como placa no calcificada. Las categorizaciones de la placa no calcificada pueden representar una mezcla de placas fibrosas, fibrograsas y grasas que, debido a su significativo solapamiento en cuanto a UH por ACTC, se presentan generalmente combinadas en un único grupo. Las placas ateroescleróticas que muestran una densidad en UH menor (p. ej., < 70 UH) tienen a ser placas más lipídicas, mientras que las placas fibrosas se manifiestan con densidades en UH mayores (p. ej., de 70 a 130 UH). Estudios recientes han obtenido algunos marcadores de imagen importantes de ateroesclerosis por ACTC basadas en densidades de UH que se asocian a episodios clínicos adversos e isquemia coronaria.74 Más específicamente, una placa arterioesclerótica con una densidad en UH menor de 30 se ha correlacionado fuertemente mediante ecografía invasiva con placas con centros necróticos cargados de lípidos que se encuentran en las placas «vulnerables».Además de la composición de la placa arterioesclerótica, son cuantifica- bles las medidas de la remodelación de la pared arterial mediante ACTC. De manera similar a los estudios de ecografía intravascular e histopatología, en los que las placas vulnerables muestran tasas elevadas de remodelación arterial positiva en una respuesta compensatoria extrema ante la EAC, el área de la membrana elástica externa en la localización de la placa coronaria es mayor que en una localización de referencia adyacente (v. capítulo 44). Este índice, cuando es mayor de 1,1, se considera generalmente como remodelación positiva. Una característica adicional de la placa ateroescle- rótica en la ACTC evaluada por su valor pronóstico son las «calcificaciones moteadas», definidas como calcificaciones diferenciadas de 3 mm o menos de longitud y circunscritas a un arco de 90° o menos en sección transversal. Este término, tomado de la literatura histopatológica, es considerado como las microcalcificaciones que se presentan a menudo en una arteria coronaria rota. Sin embargo, los equipos de TC de la generación actual no tienen la resolución espacial suficiente para valorar por imagen estas características ateroescleróticas y, por tanto, las calcificaciones moteadas que se ven en la TC son realmente macrocalcificaciones, por lo que la extrapolación de estos hallazgos a las microcalcificaciones confirmadas mediante anatomía patológica debe realizarse con precaución. En el estudio inicial a gran escala que evaluó la utilidad pronós- tica de las características de la placa ateroesclerótica, las placas de baja atenuación de menos de 30 UH y con remodelación arterial positiva fueron analizadas sobre su capacidad para estratificación del riesgo en 1.059 pacientes estables que fueron sometidos a ACTC y seguidos sobre la aparición de síndrome coronario agudo (SCA) durante un seguimiento de 27 meses75 (fig. 18-10). Se categorizó a las placas ateroescleróticas como sin características de alto riesgo, con una característica positiva, o como placas con dos ras- gos positivos. En comparación con los pacientes sin características de alto riesgo, se obtuvieron tasas significativamente mayores de SCA en pacientes con placas con una o dos caracterís- ticas positivas (0,49 frente a 3,7 frente al 22,2%, respectivamente; P < 0,001). En el estudio de seguimiento de 3.158 pacientes, la placa definida de alto riesgo por ACTC resultó un predictor independiente de futuro SCA, incremental a la estenosis de alto grado.76 En este estudio, para los 449 pacientes que fueron sometidos a estudios seriados por ACTC, la progresión de la placa ateroesclerótica también se asocia fuertemente a futuro SCA. Estos hallazgos que apoyan el valor aditivo de la carga de placas ateroescleróticas y de la composición de la placa también se ven en pacientes que se presentan con IM sin elevación del segmento ST (IMSEST). En una evaluación de 312 pacientes, que se presentaron con IMSEST o angina estable, las lesiones responsables de los episodios demostraron patrones de menor atenuación por ACTC en aquellos con IMSEST. FIGURA 18-10 Placa ateroesclerótica que muestra las características adversas de una placa. A. Reformateo multiplanar curvo en el que se aprecia una placa de alto grado en la porción proximal de la arteria descendente anterior izquierda (DAI), junto con placas menores en la zona media de la DAI. B. La imagen magnificada muestra una estenosis con carga alta de placa ateroesclerótica. C. Tres características adversas de la placa son la remodelación arterial positiva (líneas amarillas), las calcificaciones moteadas (flecha roja) y la placa de baja atenuación con < 30 unidades Hounsfield (flecha y círculo verdes). En este caso, el índice de remodelación, o el cociente entre la membrana elástica externa en la zona del diámetro máximo de la estenosis y la membrana elástica externa en un vaso de referencia proximal, es de 1,14. Un índice > 1,1 indica remodelación arterial positiva. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 331 To m o g rafía co m p u tarizad a card íaca 18 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Una cuestión clínica potencialmente importante que surge de un estudio de ACTC normal sin evidencia de estenosis o ateroesclerosis es su naturaleza relativamente benigna. Estudios previos han observado un riesgo muy bajo de mortalidad futura o de ECAM en individuos con ACTC normal. Se han descrito tasas de episodios anualizadas del 0,01 al 0,24%.77 Estos datos subrayan la importancia del valor predictivo negativo de la ACTC no solo para descartar la presencia de EAC, sino también para descartar eficazmente el riesgo de futuros episodios. En la actualidad, un estudio de ACTC normal parece conferir al menos un período de 5 años de garantía. Dados estos hallazgos propicios, estudios anteriores han analizado si la ACTC como prueba de cribado ofrece un papel pronóstico incrementado sobre el CAC en individuos asintomáticos. En un estudio sobre 7.590 pacientes sin síndrome de dolor torácico que fueron seguidos durante 24 meses, la ACTC no añadió valor pronóstico de futuro fallecimiento o de ECAM (estadístico C, 0,75 frente a 0,77), sin reclasificación neta significativa de los pacientes a grupos de mayor o menor riesgo.54 Siendo así, la realización rutinaria de ACTC en personas asintomáticas parece no ofrecer beneficios clínicos tangibles y, según los CUI de las múltiples modalidades de imagen de la ACC actuales, debe evitarse.39 Además de los hallazgos en arterias coronarias nativas, también se ha evaluado la ACTC para otros hallazgos cardiovasculares que pueden ofrecer utilidad pronóstica incremental y que pueden ser visualizados con la ACTC. Entre los factores que se han mostrado útiles en este contexto están la determinación de la función sistólica ventricular izquierda y las anomalías del movimiento de la pared, el tejido adiposo epicárdico y pericárdico, las calcificaciones aórticas y la esteatohepatitis no alcohólica.62,78 Más aún, los hallazgos coronarios incluyen medidas de la placa para la predicción de ausencia de flujo en el momento de la intervención percutánea,79 así como las tasas de episodios adversos futuros tras una cirugía de IDAC.80 Relación entre los hallazgos y la isquemia Una pregunta habitual es hasta qué punto los hallazgos de la ACTC coinciden con la isquemia coronaria o miocárdica. Las decisiones basadas en estudios de imagen tradicionales sobre revascularización coronaria se han fundado, en gran medida, en medidas «fisiológicas» de isquemia y de flujo sanguíneo, y sugieren que los estudios previos de las estrategias de revascularización basadas en la anatomía no afectan a la supervivencia libre de episodios. Se ha comparado la ACTC con el conjunto de pruebas de estrés fisiológicas, incluidas SPECT, PET y reserva fraccional de flujo (RFF) en busca de la correlación de las estenosis anatómicas con los déficits de perfusión miocárdicos (v. capítulos 16, 57, 61 y 62). Estos estudios han sido generalmente peque- ños en cuanto al tamaño de la muestra, de 42 a 110 pacientes.81-83 En el estudio de mayor extensión que comparaba los hallazgos de la ACTC con PET con rubidio-82, la ACTC se asoció con defectos de perfusión miocárdicos, pero solo en un grado moderado. Con el empeoramiento de las estenosis coronarias en la ACTC, definidas como estenosis inferior al 50, del 50 al 70 y superiores al 70%, el valor predictivo positivo (VPP) resultó únicamente del 29, 44 y 77% respectivamente, a nivel por paciente (fig. 18-11). Por el contrario, el valor predictivo negativo (VPN) para descartar isquemia miocárdica resultó
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