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Biología - Eldra Solomon, Linda Berg, Diana Martin - 9 Edición-comprimido-692

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658 Capítulo 31 
terrestre; el capullo protege los delicados gametos y evita que se se-
quen las lombrices jóvenes.
Muchas sanguijuelas son parásitos chupadores de sangre
Las sanguijuelas son miembros de un grupo llamado Hirudinida. La ma-
yoría de las sanguijuelas habitan agua dulce, pero algunas viven en el mar 
o en áreas húmedas sobre tierra. Algunas sanguijuelas son depredadores 
no parásitos que capturan pequeños invertebrados como lombrices de 
tierra y caracoles. Sin embargo, alrededor del 75% de las especies conoci-
das de sanguijuelas son parásitos chupadores de sangre. Las sanguijuelas 
difi eren de otros anélidos en que no tienen ni setas ni parapodios.
Las sanguijuelas tienen ventosas musculares en los extremos anterior 
y posterior de su cuerpo. La mayoría de las sanguijuelas parásitas se ad-
hieren a un huésped vertebrado, muerden a través de la piel y succionan 
una cantidad de sangre, que almacenan en bolsas en el tubo digestivo. La 
hirudina, un anticoagulante segregado por glándulas en el buche, asegura 
a las sanguijuelas una comida completa de sangre. ¡En 31 minutos, una 
sanguijuela puede succionar hasta 10 veces su propio peso en sangre! Al-
gunas sanguijuelas sólo se alimentan aproximadamente dos veces al año, 
porque digieren su alimento de manera lenta a lo largo de varios meses.
Las sanguijuelas se han usado desde épocas remotas para extraer san-
gre de áreas infl amadas por picaduras y mordeduras venenosas. Durante 
el siglo xix, se usaron ampliamente para remover la “mala sangre”, que 
se consideraba era la causa de muchas enfermedades. Las sanguijuelas se 
usan en la medicina moderna para remover el fl uido y la sangre excesivos 
que se acumulan dentro de los tejidos corporales como resultado de le-
siones, enfermedades o cirugía (FIGURA 31-20). La sanguijuela adhiere su 
ventosa cerca del sitio de la lesión, hace una incisión y segrega hirudina, 
la cual evita que la sangre coagule y disuelva los coágulos que ya existen.
Los lofoforados se distinguen por
un anillo ciliado de tentáculos
Con pocas excepciones, los lofoforados son animales marinos adapta-
dos para vivir en el lecho oceánico. Estos celomados se distinguen por su 
lofóforo, un anillo de tentáculos ciliados que rodea la boca. El lofóforo 
es una adaptación para capturar partículas suspendidas en el agua. Los 
lofoforados no tienen una cabeza distintiva.
Los tres grupos de lofoforados son Brachiopoda, Phoronida y 
Bryozoa (también conocido como Ectoprocta). Los braquiópodos son 
animales marinos solitarios que habitan agua fría. Hasta mediados del 
siglo xix, se consideraban como moluscos porque son alimentadores 
por suspensión que superfi cialmente parecen almejas y otros moluscos 
bivalvos. Su cuerpo está encerrado entre dos conchas y tiene un manto y 
cavidad del manto (FIGURA 31-21a). Sin embargo, difi eren de los molus-
cos bivalvos en que las conchas son dorsal y ventral en lugar de laterales; 
cada concha es simétrica en torno a la línea media, y las dos válvulas de 
concha usualmente son de tamaños distintos.
Los braquiópodos se adhieren al sustrato mediante un largo 
pedúncu lo. La acción de los cilios sobre el lofóforo lleva agua con ali-
mento suspendido hacia la concha ligeramente abierta. Aunque ahora 
sólo hay alrededor de 325 especies vivientes, los braquiópodos fueron 
abundantes y se diversifi caron durante la era Paleozoica. Los paleobiólo-
gos han descrito más o menos 12,000 especies fósiles.
Solamente se conocen alrededor de 20 especies vivas de foroní-
deos. Se trata de animales sésiles parecidos a gusanos que se encuentran 
en sedimentos marinos costeros. Los foronídeos adultos segregan tubos 
de quitina en los que viven (FIGURA 31-21b). Extienden sus lofóforos 
desde sus tubos para alimentarse. Los foronídeos varían en longitud de 
transparente segregada por las células de la epidermis. El moco segre-
gado por las células glandulares de la epidermis forma una capa protec-
tora adicional sobre la superfi cie corporal. La pared corporal tiene una 
capa exterior de músculos circulares y una capa interior de músculos 
longitudinales.
Una lombriz de tierra literalmente come su camino a través del 
suelo. ¡Ingiere su propio peso en suelo y nutricia vegetación en descom-
posición cada 24 horas! Las lombrices de tierra aumentan la formación 
y mantenimiento del suelo fértil. Conforme avanzan, voltean y airean el 
suelo y lo enriquecen con desechos nitrogenados.
La lombriz de tierra procesa su comida de suelo en un sistema di-
gestivo complejo. El alimento lo traga a través de la faringe muscular y 
pasa a través del esófago, que está modifi cado para formar un buche de 
pared delgada donde se almacena el alimento, y una molleja muscular 
de pared gruesa. En la molleja el alimento se muele mediante granos de 
arena consumidos junto con la comida. El resto del sistema digestivo 
es un largo intestino recto que digiere químicamente el alimento y 
absor be nutrientes. Los desechos salen del intestino hacia el exterior a 
través del ano.
El efi ciente sistema circulatorio cerrado consiste en dos va sos san-
guíneos principales que se extienden longitudinalmente. El vaso
sanguíneo dorsal, justo arriba del tubo digestivo, recolecta la sangre 
de los vasos en los segmentos, luego se contrae para bombear la san-
gre de manera anterior. En la región del esófago, cinco pares de vasos 
sanguíneos impulsan la sangre desde el vaso sanguíneo dorsal hacia 
el ventral. Ubicado justo abajo del tubo digestivo, el vaso sanguíneo 
ventral lleva la sangre hacia la parte posterior. Pequeños vasos se rami-
fi can a partir de él y llevan la sangre a las diversas estructuras en cada 
segmento, así como hacia la pared corporal. Dentro de dichas estruc-
turas, la sangre fl uye a través de delgados capilares antes de regresar al 
vaso sanguíneo dorsal.
El intercambio de gases tiene lugar a través de la piel húmeda. El oxí-
geno se transporta mediante hemoglobina, un pigmento respiratorio en la 
sangre. El sistema excretor consiste en metanefridios pareados, repetidos 
en casi cada segmento del cuerpo.
El sistema nervioso consiste en un par de ganglios cerebrales (un 
cerebro simple) justo arriba de la faringe y un ganglio subfaríngeo justo 
abajo de la faringe. Un anillo de fi bras nerviosas conecta dichos ganglios. 
A partir del ganglio inferior, un cordón nervioso ventral se extiende por 
abajo del tubo digestivo hacia el extremo posterior del cuerpo. En cada 
segmento, a lo largo del cordón nervioso, hay un par de ganglios fusiona-
dos. Los nervios se extienden lateralmente desde los ganglios hacia los 
músculos y otras estructuras de dicho segmento. Los ganglios coordinan 
las contracciones musculares de la pared corporal, lo que permite al gu-
sano arrastrarse.
Como otros oligoquetos, las lombrices de tierra son hermafrodi-
tas. Durante la copulación, dos lombrices, con la cabeza en direccio-
nes opuestas, presionan sus superfi cies ventrales una con otra. Dichas 
superfi cies quedan pegadas por las gruesas secreciones mucosas de 
cada clitelo de la lombriz, un engrosado anillo de epidermis. Enton-
ces intercambian espermatozoides y se almacenan en los receptáculos 
seminales (pequeños sacos) de la otra lombriz. Pocos días después, 
cada clitelo segrega un capullo membranoso que contiene un fl uido 
pegajoso. Conforme el capullo se desliza hacia adelante, los óvulos se 
depositan en él. Los espermatozoides se agregan conforme el capullo 
pasa sobre las aberturas de los receptáculos seminales. Conforme el 
capullo se libera por la cabeza de la lombriz, su abertura se cierra de 
modo que se forma una cápsula con forma de huso. Los óvulos fecun-
dados se desarrollan hasta convertirse en diminutas lombrices dentro 
de esta cápsula. Este patrón reproductivo es una adaptación a la vida 
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	Parte 5 La diversidad de la vida 
	31 Esponjas, cnidarios, ctenóforos y protóstomos
	31.2 Los lophotrochozoa
	Los anélidosson gusanos segmentados
	Muchas sanguijuelas son parásitos chupadores de sangre
	Los lofoforados se distinguen por un anillo ciliado de tentáculos

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