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1799© 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos EPIDEMIOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN POBLACIONES HETEROGÉNEAS, 1799 Enfermedad cardiovascular en grupos raciales y étnicos, 1799 Enfermedad cardiovascular en otros grupos de población, 1800 TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR, 1800 Hipertensión, 1800 Cardiopatía isquémica, 1802 Insuficiencia cardíaca, 1803 POTENCIAL DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EMERGENTE PARA CORREGIR LAS DISPARIDADES EN LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR, 1804 BIBLIOGRAFÍA, 1804 91 Enfermedad cardiovascular en poblaciones heterogéneas MICHELLE A. ALBERT Y MERCEDES R. CARNETHON En una era de avances sin precedentes en la detección y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, se mantienen las disparidades en el riesgo y el pronóstico, en gran parte definidas por la raza, la etnia y el nivel socioeconómico.1 En este capítulo se aporta una visión general de la carga de la enfermedad cardiovascular con el foco centrado en la hipertensión y la diabetes de tipo 2; cuestiones sobre el tratamiento de la enfermedad en la hipertensión, la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardíaca; y en las necesidades actuales de la investigación científica emergente para corregir las disparidades cardiovasculares. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN POBLACIONES HETEROGÉNEAS Enfermedad cardiovascular en grupos raciales y étnicos Según la 2014 National Health Interview Survey (NHIS), la carga de cardiopatías isquémicas (CI) solo varía ligeramente por grupos raciales o étnicos (fig. 91-1A). Las tasas de CI están descendiendo el doble de rápido en hombres de raza blanca (< 6,5%/año) que en los de raza negra (< 3,2%/años); patrones similares son evidentes para mujeres blancas (< 5,2%/año) y de raza negra (< 4%/año).1 Las disparidades son más pronunciadas en cuanto a las tasas de mortalidad; los hombres de raza negra tenían el doble de posibilidades de sufrir una CI mortal que los de raza blanca (hazard ratio [HR], 2,18; intervalo de confianza [IC] al 95%, 1,24-2,56), y las mujeres de raza negra tenían un 63% más de posibilidades de sufrir una CI mortal que las de raza blanca (HR, 1,63; IC al 95%, 1-2,62).2 Las diferencias en la prevalencia e incidencia de los accidentes cerebrovasculares (ACV) son incluso más significativas (fig. 91-1B). Hipertensión (v. también capítulos 46 y 47) Las personas negras presentan tasas más elevadas de hipertensión que otros grupos raciales o étnicos.3 Se han propuesto varios mecanismos que pueden contribuir a esta mayor incidencia entre la población negra (tabla 91-1). En la figura 91-2 se muestra la epidemiología de la prevalencia, la conciencia, el tratamiento y el control de la hipertensión (v. fig. 91-2A a D) en EE. UU. y a nivel global. Aunque las tasas de concienciación entre las personas negras son mayores (v. fig. 91-2C) que en otros grupos y utilizan más medicaciones para su tratamiento, las personas negras muestran un menor índice de control que otros grupos raciales o étnicos (v. fig. 91-2D).4 Los indios americanos/nativos de Alaska (26,4%) también presentan tasas de hipertensión mayores que los adultos de origen hispano o latino (22,9%) o los adultos asiáticos (19,5%).5 Entre los hispanos/latinos, la prevalencia de la hipertensión varía considerablemente por subgrupos. En el Hispanic Community Health Study/Study of Latinos (HCHS/SOL), en el que se midió la presión sanguínea a 16.415 personas hispanas/latinas (pero sin incluir una población no hispana como comparación), las tasas fueron más ele- vados entre los participantes de origen étnico cubano, puertorriqueño y dominicano.6 Los hispanos/latinos del estudio HCHS/SOL tenían menos probabilidades de ser conscientes de su hipertensión y menos probabilidades de recibir tratamiento que las personas de raza blanca no hispánicos.4 Se carece de estimaciones nacionales sobre la prevalencia de la hipertensión en la población asiática americana basadas en la medición de la presión sanguínea. Entre las seis poblaciones mayores asiáticas americanas (indios asiáticos, chinos, filipinos, japoneses, coreanos, vietnamitas), los filipinos presentan tasas particularmente elevadas de hipertensión (53,2-59,9%), con malos índices de concienciación y control.3,7 Los pacientes filipinos de edad avanzada, aquellos con comorbilidades médicas y los no fumadores presentaban un mejor tratamiento de la hipertensión, y los pacientes con seguro médico tenían un mejor control de la presión sanguínea. Estos hallazgos sugieren que se necesita un mejor acceso al sistema sanitario y un abordaje dirigido hacia múltiples factores de riesgo para reducir la prevalencia de la hipertensión y del riesgo entre los filipinos.8 Diabetes de tipo 2 (v. también capítulos 50 y 51) La prevalencia global estandarizada por edad de la diabetes en la pobla- ción estadounidense es del 14,3%, pero los hispanos/latinos, negros, asiáticos e indios americanos/nativos de Alaska (17,5%) presentan una mayor prevalencia que los blancos no hispanos.9,10 La prevalencia de la diabetes en gran medida cursa paralela a la obesidad «epidémica» con aparición de evidencia de diferencias incluso durante la infancia.11 Entre la comunidad hispana/latina, dominicanos, puertorriqueños y mexicanos (17-18%) parecen tener una mayor prevalencia que los sudamericanos y cubanos (10-13%).12 Esta diferencia apreciada concuerda con la investigación genética que describe una mayor prevalencia de diabetes entre los hispanos/latinos con mayor ascendencia africana y nativa americana.13 Sin embargo, la investigación en curso que compara las contribuciones relativas de factores socioeconómicos, medioambientales y psicosociales, además de la ascendencia, a las diferencias en cuanto a diabetes ha indicado que los factores socioeconómicos constituyen el principal grupo de factores mediadores.14 Aunque la prevalencia de la diabetes discurre generalmente en paralelo con la epidemia de obesidad,15 este no es el caso para los asiáticos americanos. Los asiáticos americanos tienen en promedio un menor índice de masa corporal que otros grupos radicales o étnicos, pero incluso así presentan evidencia de resistencia a la insulina.15-17 Los habitantes de islas del Pacífico, del Sudeste asiático y los filipinos presentan tasas de diabetes al menos dos o tres veces mayores que los blancos, y la magnitud de la diferencia es incluso mayor con adultos chinos, japoneses, coreanos y vietnamitas, quienes tienen una menor prevalencia en conjunto de diabetes que los blancos no hispanos.7,17 Los filipinos y las personas del Sudeste asiático tienen tasas más elevadas de tratamiento que los blancos no hispanos.7 Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1800 En fE rm Ed a d c a rd io va sc u la r En p o bl a ci o n Es E sp Ec ia lE s X Enfermedad cardiovascular en otros grupos de población Las personas con problemas psicológicos y las minorías sexuales precisan una mayor atención debido a sus mayores riesgos de patología cardiovascular y a sus efectos sobre las diferencias en salud. Los problemas psicológicos, que incluyen pero no se limitan a ansiedad, trastornos depresivos mayores y enfermedad bipolar, afectan al menos a 43,8 millones de adultos, y numerosos otros los sufren, pero están infradiagnosticados y sin tratamiento.18 Esta epidemia afecta especialmente a poblaciones vulnerables, como personas de niveles socioeconómicos inferiores, gente sin hogar y veteranos de guerra.19 Un riesgo cardiovascular elevado se asocia a comportamientos de riesgo adverso, aislamiento, contacto limitado con el sistema sanitario y movilidad socioeconómica descendente;las medicaciones utilizadas para el control de algunas formas de enfermedad mental pueden conducir a ganancia de peso y/o sedación, factores que contribuyen a disminución de la motivación para la actividad física.20,21 Las personas cuya orientación sexual es lesbiana, gay, bisexual o transgénero (LGBT) no han sido consideradas históricamente como «minorías», pero han surgido como una comunidad social diferenciada de número considerable. La atención a la salud particular en la población LGBT se ha centrado tradicionalmente en la salud sexual y menos habitualmente en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular. Una excepción que refleja la intersección entre salud sexual y cardiovascular está relacionada con el cambio del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) de una enfermedad aguda a una crónica, con sus riesgos cardiovasculares asociados (v. también capítulo 82). Aunque la carga de VIH/sida no está restringida a minorías sexuales, la mayor proporción de individuos afectados son hombres homosexuales activos y mujeres de minorías no blancas.22 Las medicaciones utilizadas para el tratamiento del VIH/sida han funcionado bien para la evitación de los síndromes de emaciación, pero han traído como resultado una mayor carga de sobrepeso y obesidad y los consecuentes trastornos metabólicos, incluidas la hipertensión y la diabetes.23 El estado VIH+ (frente al VIH) se asocia a una reducción de la función cardíaca sistólica y a un aumento de la prevalencia de hiper- trofia ventricular izquierda, incluso tras la realización de ajustes sobre factores metabólicos. Estos cambios cardíacos pueden predisponer a las personas con VIH/sida a insuficiencia cardíaca.24 TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Hipertensión La modificación de los hábitos de vida a través de intervenciones conduc- tuales centradas en pérdida de peso, restricción de la ingesta de sodio, aumento de la actividad física y reducción del consumo de alcohol sigue siendo la clave del tratamiento de la hipertensión. El Systolic Blood Pres- sure Intervention Trial (SPRINT) estudió un tratamiento farmacológico antihipertensivo centrado en la reducción de la presión arterial sistólica (PAS) a menos de 120 mmHg en vez de a menos de 140 mmHg en 9.361 individuos no diabéticos/sin ACV cuya PAS era de 130 a 180 mmHg y quienes presentaban un aumento del riesgo de enfermedad cardiovas- cular (≈2%/año). Los resultados demostraron una tasa un 25% menor de resultados combinados de infarto de miocardio (IM), síndrome coronario agudo sin IM, ACV, insuficiencia cardíaca aguda descompensada o fallecimiento por enfermedad cardiovascular.25 Un análisis estratificado obtuvo resultados similares en personas negras y no negras, con un IC que incluyó un 1 entre los negros. La generalización de la población del SPRINT a la población adulta estadounidense de 50 años o más a través de los datos de la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) demostró que solo el 4-5% de la población hispana y negra en comparación con el 9% de la blanca cumplía criterios de elegibilidad para el estudio.26 No obstante, aproximadamente el 8,5% de las personas negras y el 14,2% de las hispanas con hipertensión en tratamiento cumplían los objetivos de presión sanguínea identificados en el SPRINT, un hallazgo que sugiere que existe un espacio sustancial para la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular relacionada con la hipertensión en estos grupos. La farmacoterapia adaptada por raza o etnia para los pacientes de raza negra favorece los diuréticos tiacídicos y los fármacos bloqueadores de los canales del calcio como tratamientos de primera línea para la mayoría de personas negras de mayor edad que no tengan contraindicaciones (tabla 91-2). Aun así, los datos sobre hispanos y asiáticos son limita- dos.27,28 Barreras actuales para el tratamiento con éxito de la hipertensión en pacientes negros incluyen el fumar cigarrillos mentolados, la ausencia de consultas sanitarias regulares y problemas de aseguración.27,28 Uno de los estudios más extensos que incluyó pacientes hispanos (N = 8.045), el ensayo clínico International Verapamil SR/Trandolapril (INVEST; N = 8.045), demostró la efectividad tanto del verapamilo de liberación sostenida como del atenolol en este grupo étnico.29 Sin embargo, el atenolol se asoció a un aumento de la incidencia de diabetes. Por tanto, algunos arguyen que como la diabetes afecta desproporcionadamente a la población hispana, la utilización de un tratamiento dirigido al sistema renina-angiotensina-aldosterona puede resultar más adecuado en personas hispanas/latinas.30 FIGURA 91-1 A. Prevalencia de la cardiopatía isquémica en EE. UU., 2014. B. Prevalencia del accidente cerebrovascular en EE. UU., 2014. (Tomado de http://ftp.cdc. gov/pub/Health_Statistics/NCHS/NHIS/SHS/2014_SHS_Table_A-1.pdf.) TABLA 91-1 Mecanismos propuestos para el aumento de la incidencia de hipertensión en negros Susceptibilidad genética Situación socioeconómica Control renal y celular de la sal Na/K dietéticos Alteraciones en sistema renina-angiotensina-aldosterona Deficiencia vasodilatadora Aumento de la apnea del sueño Bajo peso al nacer Tomado de Taylor AL, Wright JT, Piña IL. Heart disease in varied populations. In Mann DL Zipes DP, Libby P, et al (editors): Braunwald’s heart disease, 10th edition. Philadelphia, Elsevier, 2015. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1801 En ferm ed ad card io vascu lar en p o b lacio n es h etero g én eas 91 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Las características generales de la hipertensión a través de la heterogénea diáspora asiática parecen similares. Una elevada ingesta de sal, una sensibilidad aumentada a la sal y elevaciones más sostenidas de la presión sanguínea de 24 h contribuyen probablemente a los elevados riesgos de ACV en comparación con la CI entre los asiáticos.31 La Japanese Society of Hypertension recomienda el uso de bloqueadores de los canales del calcio, inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina y de diuréticos como tratamiento de primera línea para los pacientes sin otras indicaciones obligatorias.32 Los diuréticos están recomendados para los pacientes japoneses de edad avanzada sensibles FIGURA 91-2 Epidemiología de los adultos con hipertensión según raza/etnia, EE. UU. (A y B, adaptado de Yoon SS, Carroll MD, Fryar CD. Hypertension prevalence and control among adults, United States, 2011-2014, NCHS Data Brief 2015;220:1-8.) (Continúa) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1802 En fE rm Ed a d c a rd io va sc u la r En p o bl a ci o n Es E sp Ec ia lE s X a la sal. Como las personas negras, los pacientes asiáticos desarrollan hipertensión a una edad más temprana y muestran un daño acelerado de órgano terminal en comparación con las personas blancas. Como se carece de datos de morbilidad y mortalidad entre personas del sur de Asia, los principios del tratamiento son similares a los de la población general, incluyendo el cribado precoz y la utilización de tratamientos combinados.33 Cardiopatía isquémica Se realizan más de 1 millón de intervenciones coronarias percutáneas (ICP) anualmente en EE. UU. por CI. Pacientes negros e hispanos tienen mayores tiempos de espera y menor probabilidad de ser sometidos a ICP que pacientesblancos, independientemente del estado de sus seguros.34 Los datos de un gran registro nacional sobre mejora de la calidad, ACTION Registry-GWTG sobre pacientes con IMEST e IMSEST, demostraron que las tasas de cateterización eran menores en los pacientes con IMSEST y similares para los pacientes con IMEST de raza negra en comparación con los de raza blanca.35 Los pacientes negros también tenían menor probabilidad de ser sometidos a un injerto de derivación arterial coronaria (IDAC). En general, negros e hispanos lograban peores resultados de revascularización, lo que se relacionaba con influencias multidimensionales, incluidos factores individuales, de las aseguradoras, hospitalarios y sociales. Por ejemplo, los peores resultados de los IDAC entre blancos e hispanos se relacionan en parte con la calidad hospitalaria y con factores socioeconómicos, porque los pacientes pobres y de minorías raciales o étnicas reciben atención en hospitales de peor nivel de acuerdo con medidas estandarizadas de calidad.36,37 Hay que resaltar que, aunque se sabe poco sobre el impacto de la reforma del sistema sanitario de EE. UU. sobre la atención cardiovascular, las disparidades raciales y étnicas entre aquellos que fueron sometidos a atención intervencionista cardiovascular persis- FIGURA 91-2 (cont.) (C y D, tomado de la American Heart Association; adaptado de Yoon SS, Gu Q, Nwankwo T, et al. Trends in blood pressure among adults with hypertension: United States, 2003 to 2012, Hypertension 2015;65(1):54-61; y Crim MT, Yoon SS, Ortiz E, et al. National surveillance definitions for hypertension prevalence and control among adults. Circ Cardiovasc Qual Outcomes 2012;5(3):343-51.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1803 En ferm ed ad card io vascu lar en p o b lacio n es h etero g én eas 91 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . tieron tras la entrada en vigor del acta de reforma del sistema sanitario de Massachusetts en 2006.38 El uso de medicaciones de prevención secundaria también varía según raza y etnia; las personas negras tienen un 36% menos de pro- babilidades de cumplimiento del tratamiento médico tras un síndrome coronario agudo.39 Las mujeres negras e hispanas parecen ser las menos cumplidoras de los regímenes medicamentosos 1 año después de un IM, lo que sugiere que hay sustancial espacio para la mejora en la atención post-IM y en la comprensión de las barreras para el tratamiento en estos pacientes.40,41 La interrupción de la medicación se asocia a efectos secundarios y los médicos la desaconsejan; las tasas más elevadas de cumplimiento están relacionadas con tenencia de seguro privado, de ayuda con el pago de los medicamentos y de disponer de consultas de seguimiento planificadas antes del alta hospitalaria. En el contexto de uso de tratamiento antiplaquetario dual tras la implantación de una endoprótesis liberadora de fármacos por un sín- drome coronario agudo, existe limitación de datos específicos sobre grupos raciales y étnicos respecto a la efectividad de los fármacos y de los episodios adversos que pueden producirse, como hemorragias graves. Aunque los datos genéticos y clínicos son escasos, los que existen muestran que las personas negras pueden tener una propensión trombógena mayor que otros grupos, así como una mayor prevalencia de trombosis tanto arterial como venosa.42 Insuficiencia cardíaca Las personas de raza negra presentan una mayor prevalencia de insuficiencia cardíaca y una aparición y presentación más precoces que otros grupos raciales y étnicos. Estudios emergentes sugieren que existen relaciones complejas entre la insuficiencia cardíaca con función sistólica conservada y la raza y etnia; un estudio sobre 13.437 pacientes (≈86% blancos, 8% negros y 6% asiáticos) de cuatro grandes sistemas sanitarios en EE. UU. demostró que aunque las personas negras y asiáti- cas presentaban un menor riesgo de muerte que las blancas, las personas negras sufrían más reingresos hospitalarios que otros grupos raciales y étnicos.43 Los datos del estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) demostraron que la insuficiencia cardíaca con disfunción sistólica podía ser más frecuente en personas negras de edad media, quienes representaban el 73% de los pacientes con insuficiencia cardíaca en esta cohorte observacional. Al contrario que en algunas otras bases de datos, en este subgrupo afroamericano del ARIC, la insuficiencia cardíaca con función sistólica conservada presentaba un mejor pronóstico global que la insuficiencia cardíaca con función sistólica reducida. Los fallecimientos a lo largo de período de seguimiento mediano de casi 14 años fueron el 21% para aquellos sin insuficiencia cardíaca, el 31% para aquellos con insuficiencia cardíaca con función sistólica conservada y del 61% para aquellos con insuficiencia cardíaca con función sistólica reducida.44 La alteración de la función vascular producida por la reducción de la síntesis endotelial de óxido nítrico y la disfunción endotelial resultante parecen desempeñar un papel clave en la fisiopatología de la insuficiencia cardíaca en personas negras.45 El estudio de referencia African-American Heart Failure Trial (A-HeFT) sobre 1.052 pacientes negros con insuficiencia cardíaca de clase III o IV de la New York Heart Association demostró una reducción del 43% en los fallecimientos con tratamiento con dosis fijas de dinitrato de isosorbida e hidralacina frente a placebo sobre un trasfondo de tratamiento estándar de la insuficiencia cardíaca.45 En el subestudio posterior Genetic Risk Assessment of Heart Failure (GRAHF) del A-HeFT (n = 352 pacientes), el genotipo NOS3 Glu298Glu se asoció a mejoría en la escala compuesta libre de episodios de supervivencia, hospitalización y calidad de vida, en pacientes tratados con dinitrato de isosorbida e hidralacina.46 Se carece de datos relativos a la prevalencia de la insuficiencia car- díaca y a la efectividad de las opciones terapéuticas para los hispanos, a pesar de su alta prevalencia de factores de riesgo y de patología cardíaca estructural. Entre las personas de origen hispano/latino del Echocardio- graphic Study of Latinos (ECHO-SOL), la disfunción ventricular izquierda sistólica y diastólica fue del 3,6 y el 50,3%, respectivamente, con más del 90% de la disfunción cardíaca categorizada como subclínica o desapercibida.47 Los originarios de América Central y los cubanos americanos tenían una mayor prevalencia de disfunción diastólica TABLA 91-2 Directrices y recomendaciones sobre la hipertensión: elección inicial de fármacos dirEcTriZ mETodoloGÍa dE rEvisiÓn dE la EvidEncia poblaciÓn adulTa GEnEral poblaciÓn afroamEricana adulTa GEnEral diabETEs mElliTus nEfropaTÍa crÓnica JAMA 2014 Hypertension Guideline Revisión sistemática IECA, ARA, BCC, tiacida Tiacida, BCC IECA, ARA, BB BCC, tiacida IECA, ARA International Society on Hypertension in Blacks (2010) Consenso ND Diurético o BCC, inhibidor del SRA más BCC de elección frente a inhibidor del SRA más tiacida de no existir edema o excesivo volumen IECA, ARA IECA, ARA American College of Cardiology Foundation and American Heart Association (2011) Consenso IECA ARA, BCC, tiacida Tiacida, BCC IECA, ARA, BB, BCC, tiacida IECA, ARA National Institute for Health and Care Excellence (2011) Revisión sistemática ≥ 55: BCC, tiacida Tiacida, BCC IECA, ARA IECA, ARA < 55: IECA, ARA, BB National Kidney Foundation Kidney Disease Outcomes Quality Initiative (2012) Consenso (graduado) ND ND ND IECA o ARA con albuminuria > 30 mg/día European Society of Hypertension and European Societyof Cardiology (2013) Consenso (graduado) IECA, ARA, BB BCC, tiacida, Tiacida, BCC IECA/ARA IECA, ARA American Society of Hypertension and International Society of Hypertension (2014) Consenso < 60: IECA, ARA Tiacida, BCC No afroamericanos: IECA, ARA IECA, ARA ≥ 60: BCC, tiacida Afroamericanos: BCC, tiacida Canadian Hypertension Education Program Consenso IECA, ARA, BB (< 60), BCC, tiacida IECA, ARA, BB (< 60), BCC, tiacida IECA, ARA, BB (< 60), BCC, tiacida — ARA, antagonista del receptor de angiotensina; BB, β-bloqueante; BCC, bloqueante de los canales del calcio; IECA, inhibidor de la enzima conversora de la angiotensina; JAMA, Journal of the American Medical Association; SRA, sistema renina-angiotensina. Adaptado de Still CH, Ferdinand KC, Ogedegbe G, Wright JT Jr. Recognition and management of hypertension in older persons: focus on African Americans. J Am Geriatr Soc 2015;63(10):2130-8. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1804 En fE rm Ed a d c a rd io va sc u la r En p o bl a ci o n Es E sp Ec ia lE s X que los mexicanos-americanos. Las directrices actuales de la American Heart Association/American College of Cardiology (AHA/ACC) no proponen un tratamiento específico para la insuficiencia cardíaca basado en el origen étnico hispano. La información sobre insuficiencia cardíaca entre los asiáticos es escasa. En la figura 91-3 se ilustran las características potenciales de la insuficiencia cardíaca en Asia. En EE. UU., los datos del registro GWTG-HF demostraron que los asiáticos con insuficiencia cardíaca tenían mayor probabilidad de ser hombres jóvenes; padecer hipertensión, diabetes y nefropatía, y no disponer de seguro, en comparación con los blancos.48 POTENCIAL DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EMERGENTE PARA CORREGIR LAS DISPARIDADES EN LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR A pesar de lo que hemos aprendido sobre el origen de las disparidades en las últimas décadas, las diferencias parecen ir en aumento en vez de reducirse. En áreas con datos de ensayos clínicos disponibles sobre terapias que tratan efectivamente la enfermedad cardiovascular en diferentes grupos raciales y étnicos, las prestaciones completas y el cumplimiento suponen retos importantes. Aún más, los esfuerzos para cumplir el potencial de una medicina de «precisión» y «personalizada» deben dirigirse también a las poblaciones que sufren las mayores cargas de disparidades en cuanto a salud para que las necesidades no cubiertas no se vuelvan más pronunciadas. Adicionalmente se necesita información longitudinal sobre poblaciones inmigrantes recientes, incluyendo las procedentes de Asia, donde el riesgo cardiovascular varía grandemente según el país de origen, y aquellas venidas de África, donde existe una epidemia creciente de patología cardiovascular asociada a la urbaniza- ción (v. también capítulo 1).49 Cuestiones específicas para un futuro próximo comprenden la ampliación, la diseminación y la implementación de estrategias efectivas conocidas para la prevención y el tratamiento de la patología cardiovascular en poblaciones heterogéneas de alto riesgo. Agradecimientos Los autores quieren agradecer sus contribuciones a Anne L. Taylor, Jackson T. Wright e Ileana L. Piña, coautores de este capítulo en la edición anterior de Tratado de cardiología. Bibliografía Disparidades raciales y étnicas 1. Rosamond WD, Chambless LE, Heiss G, et al. Twenty-two–year trends in incidence of myocardial infarction, coronary heart disease mortality, and case fatality in 4 US communities 1987-2008 clinical perspective. Circulation. 2012;125(15):1848-1857. 2. Safford MM, Brown TM, Muntner PM, et al. Association of race and sex with risk of incident acute coronary heart disease events. JAMA. 2012;308(17):1768-1774. FIGURA 91-3 Fenotipo de la insuficiencia cardíaca en la diáspora asiática. ICA, insuficiencia cardíaca aguda. (Adaptado de Mentz RJ, Roessig L, Greenberg BH, et al. Heart failure clinical trials in East and Southeast Asia: understanding the importance and defining the next steps. JACC Heart Fail 2016;4(6):419-27.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. 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