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Biología - Eldra Solomon, Linda Berg, Diana Martin - 9 Edición-comprimido-1281

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Diversidad biológica y biología de la conservación 1247
1985 o 1986. Desde entonces, el pequeño mejillón de agua dulce, que 
se agrupa en densidades extraordinarias, se ha acumulado en los cascos 
de botes, muelles, boyas, sistemas de toma de agua y, lo más dañino de 
todo, sobre las conchas de almejas y mejillones nativos. El voraz apetito 
del mejillón cebra por algas, fi toplancton y zooplancton también está 
recortando el abastecimiento de comida de peces, mejillones y almejas 
nativos, amenazando su sobrevivencia. El mejillón cebra se encuentra 
actualmente a lo largo de todo el río Mississippi y sus afl uentes. Según 
la Guardia Costera de Estados Unidos, este país gasta aproximada-
mente 5 mil millones de dólares cada año para controlar la dispersión 
del mejillón cebra y para reparar los daños ocasionados, como las tube-
rías obstruidas (FIGURA 57-7).
Las islas son particularmente sensibles a la introducción de espe-
cies invasoras. En Hawai, la introducción de ovejas ha puesto en peli-
gro al árbol mamane (porque las ovejas se lo comen) y a una especie de 
mielero, un ave endémica que depende del árbol para alimentarse. Las 
queda mucho por aprender sobre la manera precisa en que la fragmen-
tación del hábitat afecta poblaciones, especies y ecosistemas específi cos.
Las actividades humanas que producen lluvia ácida y otras formas 
de contaminación modifi can de manera indirecta los hábitats que aún 
están sin perturbar y en su estado natural. La lluvia ácida ha contri-
buido a la disminución de grandes zonas boscosas y a la muerte bio-
lógica de muchos lagos de agua dulce; por ejemplo, en las montañas 
Adirondack y en Nueva Escocia. Otros tipos de contaminantes, como 
productos químicos industriales y agrícolas, contaminantes orgáni-
cos de las aguas residuales, desechos ácidos de fi ltraciones de minas 
y contaminación térmica de las aguas residuales calientes producidas 
por las plantas industriales, también afectan de manera adversa a los 
organismos.
Para salvar las especies nativas, es necesario 
controlar las intromisiones de especies invasoras
La contaminación biótica, la introducción de especies extrañas en una 
zona donde no son nativas, a menudo trastorna el equilibrio entre los or-
ganismos que viven en esa zona e interfi ere con el funcionamiento nor-
mal de los ecosistemas. A diferencia de otras formas de contaminación, 
que es posible limpiar, la contaminación biótica suele ser permanente. 
Las especies extrañas pueden cazar especies nativas o competir con 
ellas por comida o hábitat. Si las especies extrañas ocasionan daño eco-
nómico o ambiental, se denominan especies invasoras. Por lo general, 
un competidor o depredador extraño daña a los organismos locales más 
que los competidores o depredadores nativos. La mayoría de las especies 
invasoras carecen de agentes naturales (como parásitos, depredadores 
y competidores) que en otro caso los controlarían. Asimismo, sin una 
historia evolutiva compartida, la mayoría de las especies nativas suelen 
estar menos equipadas para afrontar a las especies invasoras. Aunque las 
especies extrañas algunas veces se dispersan en nuevas zonas por sí mis-
mas, los humanos suelen ser los responsables de estas intromisiones, ya 
sea con conocimiento de causa o en forma accidental.
Una de las mayores amenazas biológicas en Norteamérica es el 
mejillón cebra, nativo del mar Caspio. Probablemente fue introducido 
por un barco extranjero que descargó lastre en los Grandes Lagos en 
FIGURA 57-5 Animada Destrucción de hábitat
Esta pequeña isla está en el canal de Panamá. Alguna vez fue la cima de una 
colina en un bosque que fue inundado cuando se construyó el canal. 
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La
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E X P E R I M E N TO C L AV E
PREGUNTA: ¿Cómo afecta la fragmentación del hábitat la depre-
dación de vieiras jóvenes en el ambiente marino?
HIPÓTESIS: La depredación de vieiras jóvenes es mayor en áreas 
irregulares de pastos marinos que en prados con pastos marinos sin 
perturbar.
EXPERIMENTO: Las tasas de depredación de vieiras jóvenes fue-
ron medidas a lo largo de un período de 4 semanas en tres ambientes 
de pastos marinos: continuo, irregular y muy irregular.
0
40
80
100
30
70
20
60
10
50
90
Muy irregular Irregular
Ambiente de pastos marinos
Continuo
P
or
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nt
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pe
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RESULTADOS Y CONCLUSIÓN: La tasa de depredación más 
baja (52%) ocurrió en el prado de pastos marinos continuo y la 
más alta (92%) ocurrió en el ambiente muy irregular. Las zonas 
irregulares (fragmentadas) dieron a los depredadores un mejor 
acceso a las vieiras. Fue más difícil para los depredadores entro-
meterse desde las áreas circundantes hacia el prado de pastos 
marinos continuo.
Fuente: Irlandi, E. A., W. G. Ambrose y B. A. Orando. “Landscape Ecology and the Ma-
rine Environment: How Spatial Confi guration of Seagrass Habitat Infl uences Growth 
and Survival of the Bay Scallop”. Oikos, vol. 72, 1995.
FIGURA 57-6 Efectos de la fragmentación del hábitat 
en un ambiente marino poco profundo
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	Parte 8 Las interacciones de la vida: Ecología 
	57 Diversidad biológica y biología de la conservación
	57.1 La crisis de la biodiversiddad
	Las actividades humanas contribuyen a la disminución de la diversidad biológica
	Para salvar las especies nativas, es necesario controlar las intromisiones de especies invasoras

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