Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Ministerio del Interior y Seguridad Pública [ 1 ] Consumo pobl infractoraFIN.indd 1 24/7/09 12:06:24 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 2 ] Área Técnica de Tratamiento y Rehabilitación Consumo pobl infractoraFIN.indd 2 24/7/09 12:06:24 [ 3 ] Área Técnica de Tratamiento y Rehabilitación Área Técnica de Tratamiento y Rehabilitación Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes Consumo problemático de drogas Tratamiento en personas que han cometido delitos Consumo pobl infractoraFIN.indd 3 24/7/09 12:06:24 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 4 ] Este documento fue elaborado por el Area Técnica de Tratamiento y Rehabilitación de CONACE, cuyos integrantes agradecen al psicólogo Mario Pacheco León, la colaboración prestada. Área Técnica de Tratamiento y Rehabilitación Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE) Ministerio del Interior Gobierno de Chile Santiago, Chile. 2008 Registro de Propiedad Intelectual Nº 176.102 I.S.B.N.: 978-956-7808-86-1 Diseño: “S” comunicación visual (Verónica Santana) Impresión: Andros Impresores Advertencia de la UNESCO: “Con el fin de evitar la sobrecarga gráfica que supone utilizar en español vocablos tales como o/a, os/as, es/as, para marcar que nos estamos refiriendo tanto a hombres como a mujeres, se ha optado por utilizar el masculino genérico, en el entendido que todas las menciones van dirigidas a ambos, a hombres y a mujeres”. Consumo pobl infractoraFIN.indd 4 24/7/09 12:06:24 [ 5 ] Índice INTRODUCCIÓN 7 capítulo uno 8 CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN INFRACTORA DE LEY • Prevalencia en el país 8 • Población infractora adulta en Chile 10 • Población infractora adulta en otros países 15 • Población infractora juvenil en Chile 18 • Magnitud de la relación entre delito y drogas 23 capítulo dos 25 CONSUMO PROBLEMÁTICO DE DROGAS Y COMISIÓN DE DELITOS • Las hipótesis 26 1. “El consumo de drogas conduce a la comisión de delitos” 26 2. “Los infractores se convierten en consumidores de drogas” 29 3. “El delito y las drogas tienen una etiología común” 30 • Teoría de la exclusión social 34 • Exclusión social y comisión de delitos en Chile 42 • El Programa de tratamiento, rehabilitación y reinserción social 47 capítulo tres 80 TRATAMIENTO DE USUARIOS INFRACTORES • Teorías explicativas de la criminalidad 80 • Hacia una integración en la teoría criminológica 94 • Teoría criminológica basada en el género 98 • Abandono de un estilo de vida infractor 109 Consumo pobl infractoraFIN.indd 5 24/7/09 12:06:24 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 6 ] capítulo cuatro 115 EFECTIVIDAD EN EL TRATAMIENTO • Efectividad de tratamientos penitenciarios 119 • Efectividad del tratamiento en infractores juveniles 127 • Aftercare, post cuidado o seguimiento 131 • Educación y capacitación laboral 134 • Cortes de drogas 136 • Tribunales de tratamiento bajo supervisión judicial 144 capítulo cinco 148 ADHERENCIA AL TRATAMIENTO • Motivación para el cambio 150 • Enfoque transteórico 150 • Experiencia nacional en el reclutamiento de internos 158 • Entrevista motivacional 163 • Entrevista motivacional en el tratamiento 168 capítulo seis 176 TRATAMIENTO EN CONTEXTO OBLIGADO • Aspectos éticos del tratamiento en contexto obligado 177 • Efectividad del tratamiento en contexto obligado 180 • Sugerencias según la fase de motivación para el cambio 190 • Adherencia a tratamiento de usuarios adolescentes 196 capítulo siete 201 PROPUESTAS PARA UN TRATAMIENTO • Diagnóstico de la población infractora 208 • Diagnóstico interdisciplinario 212 • Riesgo de reincidencia y las necesidades de tratamiento 214 • El tratamiento desde una perspectiva de la complejidad 223 • Componentes de un tratamiento biopsicosocial 229 Referencias bibliográficas 250 Consumo pobl infractoraFIN.indd 6 24/7/09 12:06:24 [ 7 ] Introducción La gran mayoría de las personas que presentan consumo problemático de drogas no cometen delitos, pero es real que existe un porcentaje importan- te de la población delictual que tiene problemas de drogas. Es decir, ambos comportamientos tienen causas y consecuencias similares y se encuentran interrelacionados. Por lo tanto, cuando se interviene sobre uno de ellos es altamente probable que el efecto se produzca en ambos: al reducir la proba- bilidad de reincidencia en el consumo, también disminuye la probabilidad de reincidencia en la comisión de delitos y a la inversa. Teniendo en cuenta estos antecedentes, desde el año 2004 el Área técnica en tratamiento y rehabilitación de CONACE, ha estado desarrollando un pro- ceso sistemático de discusión y análisis reflexivo respecto de la asociación existente entre la comisión de delitos y el consumo de drogas, lo cual ha quedado plasmado en el “Programa de tratamiento, rehabilitación y reinser- ción social, para internos/as con consumo problemático de sustancias psico- activas”; el “Programa de tribunales de tratamiento bajo supervisión judicial” y el “Programa de tratamiento del consumo problemático de alcohol y drogas y otros trastornos de salud mental en adolescentes infractores de ley”, todos elaborados en conjunto con el Ministerio de Salud, el Servicio Nacional de Menores, Gendarmería de Chile y el Ministerio Público. El presente documento se plantea como un aporte a los profesionales vin- culados al tratamiento de consumo de drogas en contextos obligados. En este marco, pretende entregar información a través de la revisión exhausti- va de estudios, monografías, hipótesis y teorías existentes tanto en nuestro país como en el extranjero. Su objetivo principal consiste en facilitar el tra- bajo de los equipos ejecutores de programas de tratamiento, en convenio con CONACE, que atienden población adulta y adolescente consumidora problemática de drogas que ha cometido delito, aportando elementos tan- to para el desarrollo de una discusión objetiva, como orientados al mejo- ramiento de las prácticas del quehacer terapéutico, de modo que lleven a resultados exitosos. El documento incluye una propuesta práctica para el tratamiento de la población objeto de este estudio, en un marco coherente con la explicación teórica de la causalidad delito-droga. Consumo pobl infractoraFIN.indd 7 24/7/09 12:06:24 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 8 ] capítulo uno Consumo de drogas en la población infractora de ley Prevalencia en el país El VII Estudio Nacional de Drogas realizado en 20061, representativo de la pobla- ción urbana del país2, indica que el uso de drogas continúa estable en los últimos años, después del aumento sostenido en los años noventa. El estudio reveló la siguiente prevalencia de último año de consumo por tipo de droga: › Pasta base: 0,6% › Clorhidrato de cocaína: 1,2% › Cocaína total (pasta base y/o cocaína): 1,5% › Cocaína total (pasta base y/o cocaína), por grupo de edad: 12 a 18 años: 1,1% 19 a 25 años: 3,3% 26 a 34 años: 2,6% › Marihuana: 7,0% › Marihuana, por grupo de edad: 12 a 18 años: 7,8% 19 a 25 años: 18,8% 26 a 34 años: 9,7% › Marihuana, por sexo: Hombre: 9,9% Mujer: 4,2% › Psicofármacos sin prescripción médica: Tranquilizantes: 3,4% Estimulantes: 0,4% Analgésicos: 0,4% 1 CONACE, 2007 a. 2 Esta encuesta se aplicó a un total de 16.807 personas entre 12 y 64 años de edad, hombres y mujeres de todos los niveles socioeconómicos que habitan en 91 ciudades con población urbana de 30 mil habitantes o más. La muestra es representativa del país y de cada una de sus trece regiones. La muestra representada se aproxima a cerca del 60% de la población de Chile. Consumo pobl infractoraFIN.indd 8 24/7/09 12:06:25 [ 9 ] Consumo de drogas en la población infractorade ley El aumento en la prevalencia del consumo de marihuana (7,0%, comparado con el 5,3% obtenido en el VI Estudio3 se observa mayoritariamente en jóvenes mayo- res de 18 años. La prevalencia de consumo del último año en familias de ingresos superiores al millón de pesos se duplicó en 2006, aumentando de un 9,2% en 2004 a 18,8% en 2006. En cambio, en las familias con los ingresos más bajos la prevalencia de último año aumentó de 4,5% en 2004 a 5,6% en 2006. Aunque la prevalencia de consumo de drogas aumentó en todas las edades, la mayor proporción se encuentra en los grupos de 19-25 años y 26-34 años, donde el consumo de marihuana se ha duplicado en los últimos doce años. El consumo de marihuana en adolescentes ha aumentado solamente de 6,5% en 2004 a 7,8% en 2006, y se ha extendido aceleradamente en la población femenina: en 1994 la relación hombre/mujer era de 1:4, y en 2006 alcanza a 1:2. El VII Estudio muestra una baja significativa en la percepción de riesgo –que actúa como una “barrera subjetiva” para el consumo– la cual se ha deteriorado especial- mente entre los adolescentes y los jóvenes, que de manera creciente consideran el consumo de marihuana como “normal” y socialmente aceptable. Respecto al consumo abusivo de alcohol, éste afecta prioritariamente a la pobla- ción más joven: 17,7% entre los adolescentes, 25,3% en el rango de 19-25 años, descendiendo a 13,6% en el rango de 26-35 años, hasta llegar a un 6,3% en el rango de 45-64 años. La tasa de abuso de alcohol es 5 veces más alta entre los hombres que en las mujeres. En lo que se refiere a los trastornos asociados con el uso de alcohol y drogas ilí- citas, la población de 12 a 64 años que ha sido afectada por detenciones debido al consumo de alcohol o drogas, alcanza al 2,9%, porcentaje que se eleva con- siderablemente entre los consumidores recientes de marihuana, donde el 18% reporta alguna detención por consumo en el último año, cifra que es mayor entre los usuarios de cocaína (24%) y aún más significativa en adolescentes comprome- tidos con el consumo de cocaína (42%). Las declaraciones de despido del trabajo o abandono de estudios a causa del uso de drogas ilícitas o alcohol, por su parte, alcanzan al 0,4%, afectando más intensamente a los consumidores de marihuana y de cocaína: un 13% de ado- lescentes comprometidos en el uso de cocaína ha abandonado sus estudios en el último año. El 0,9% de la población de 12 a 64 años reporta atenciones de urgencia a causa de intoxicaciones por alcohol y drogas ilícitas y por problemas relacionados. Entre los consumidores de marihuana y cocaína los porcentajes suben al 3,4% 3 CONACE, 2005 a. Consumo pobl infractoraFIN.indd 9 24/7/09 12:06:25 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 10 ] y 8,8% respectivamente, llegando a un 14% entre adolescentes consumidores de cocaína. Además, el 1% de la población de 12 a 64 años declara haber sufrido accidentes de tránsito, laborales o domésticos a causa de las drogas ilícitas y alcohol, porcen- taje que asciende hasta 2,7% en jóvenes. De acuerdo a los criterios para dependencia del CIE-10, los consumidores de co- caína muestran una tasa de dependencia del 30%, los de pasta base un 50%, y los de marihuana un 23%. En términos de distribución geográfica, el consumo de drogas ilícitas afecta prin- cipalmente a las regiones del centro y del norte del país. Las mayores prevalencias de último año de consumo de marihuana se registran en las regiones Metropoli- tana y Quinta, que superan el promedio nacional en un 7% con tasas que bordean el 8,5%. Sin embargo, la percepción de gravedad del consumo de drogas conti- núa siendo alta. Población infractora adulta en Chile La prevalencia de consumo declarado de drogas ilícitas en la población infractora presenta un marcado contraste al ser comparada con la de la población general. En el año 2001, CONACE realizó dos estudios sobre la relación entre el consumo de sustancias ilícitas y la comisión de delitos. En el primero4 se analizaron expe- dientes judiciales previamente escogidos de 28 Juzgados del Crimen de Santiago (n = 529 casos) de un universo de 1.200 casos correspondientes a los 36 Juzgados del Crimen de Santiago. Los casos tenían sentencia condenatoria y ya ejecutoriada durante el año 2000, por delitos contra la propiedad y las personas (delitos de mayor connotación so- cial). La información recopilada se obtuvo de cuatro fuentes principales: - declaración indagatoria (del inculpado) - sentencia emitida por el juez - declaración de la(s) victima(s) - declaración de testigos A lo anterior se agregaron informes psicológicos de Gendarmería y del Servicio Médico Legal, considerándose sólo expedientes que presentaban causas vincula- das a delitos contra las personas y la propiedad, y descartándose aquéllos relacio- nados directamente con el consumo de drogas y alcohol. 4 CONACE, 2001. Consumo pobl infractoraFIN.indd 10 24/7/09 12:06:25 [ 11 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley Se construyeron 3 indicadores: › relación general con el alcohol y/o drogas ilícitas: se construyó a partir de la integración de los otros dos y de cualquier información respecto a drogas en el expediente; › relación directa con el alcohol y/o drogas ilícitas, sólo al momento de cometer el acto delictivo; › relación de terceros con el alcohol y/o drogas ilícitas: asociaciones, fre- cuencias y cruces en las relaciones con drogas ilícitas y/o alcohol que realizan terceros para indagar estereotipos o estigmas sociales. Los principales hallazgos de este estudio fueron los siguientes: • El 91% de los condenados eran hombres. • El 33% eran personas entre 18 y 24 años; 38% personas entre 30 y 45 años. Los hombres concentraban el grupo más joven en relación a las mujeres. • El 55% poseía enseñanza básica, el 28% enseñanza media; • 4% corresponde a “sin educación” y “educación superior”. • El 51% de los delitos fueron cometidos fuera de la comuna de residen- cia y el 49% en la de residencia. A menor edad, era mayor la tendencia a cometer los delitos en la comuna de residencia. • La gran mayoría de los procesados tenía actividades laborales de tipo oficio básico. Los tres mayores porcentajes correspondieron a “obrero” (12%), “sin oficio” (10%) y “comerciante ambulante” (9%). • El 44% de los procesados tenía antecedentes penales por delitos an- teriores. Se encontró que a menor el nivel educacional, mayor era la reincidencia. • Los delitos de mayor frecuencia eran: robo con violencia (25%); robo con fuerza (20%), hurto (13%), lesiones (12%), robo por sorpresa (11%). • La tasa de relación general con el alcohol era 20%. • La tasa de relación general con drogas ilícitas era 18%. • La tasa de relación “al momento de delinquir” con el alcohol era 16%. • La tasa de relación “al momento de delinquir” con drogas ilícitas era 7%; alcanzando al 15% para el grupo de edad entre 18 y 24 años. • Los delitos con mayor asociación con “tasa de relación general con el alcohol” eran: lesiones 28% y robo con fuerza 23%. En aquellos delitos de menor recurrencia la asociación con alcohol era 50% en homicidio y daños, y de 25% en “delitos sexuales” de violación y abuso deshonestos. Consumo pobl infractoraFIN.indd 11 24/7/09 12:06:25 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 12 ] • Los delitos con mayor asociación con “tasa de relación general con dro- gas ilícitas” eran robo con violencia 32%, robo con fuerza 23% y homici- dio 31%. En el caso de la tasa de relación con drogas ilícitas “al momento de cometerse el delito” la mayor asociación era con robo con violencia. • Las sustancias con mayor asociación con “tasa de relación general con drogas ilícitas” eran pasta base (37,2%) y marihuana (10,6%). Las sus- tancias con mayor asociación con la tasa de relación “al momento de delinquir” eran pasta base (44,7%) y marihuana(13,2%). Más de la mi- tad de los casos se concentró en el grupo etáreo de 18 a 24 años. • El consumo de pasta base aparece claramente asociado con el robo con violencia y robo con fuerza: al momento de cometer el delito, 1 de cada 2 sujetos estaba bajo el efecto de la pasta base. CONACE, en coordinación con Gendarmería de Chile, realizaron un estudio para determinar la magnitud del consumo de sustancias psicoactivas ilegales en per- sonas recluidas en 9 establecimientos penitenciarios de grandes centros urbanos del país, que habían sido condenadas por el delito de robo con violencia e intimi- dación5. La muestra estuvo constituida por 1.217 reclusos entre 18 y 35 años de edad, condenados judicialmente por los delitos de robo con violencia e intimida- ción. Se seleccionó ese rango de edad y delito a partir de información entregada por Gendarmería de Chile, que indicaba que el 59% de los condenados cumplían con tales características. Uno de los principales objetivos de la investigación fue conocer la magnitud del consumo de drogas de las personas condenadas por delitos de robo con violen- cia durante algún momento de sus vidas, excluyendo el consumo al interior de los recintos penitenciarios.6 El segundo objetivo consistía en detectar la probable asociación entre la comisión de delitos y el uso de drogas, ya fuera por estar bajo el efecto de éstas o que se delinquiera para proveerse de dinero para adquirir drogas. El estudio entregó los siguientes hallazgos: • la población penal masculina y femenina de entre 18 y 35 años que cumplía condena por robo con violencia, presentaba una tasa de con- sumo de drogas ilícitas significativamente superior en comparación con la población general del país; • alrededor del 14% de los reclusos delinquió por primera vez para ob- tener dinero para comprar drogas ilícitas; entre las mujeres tal motiva- ción ascendía al 31%; 5 CONACE, 2002. 6 Dado el hecho que el Reglamento Penitenciario castiga como falta grave el consumo de drogas ilícitas y alcohol en lo recintos penales, era probable que la población falseara la información. Consumo pobl infractoraFIN.indd 12 24/7/09 12:06:26 [ 13 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley • el 56,8% de los reclusos cometió bajo la influencia de alcohol o drogas el delito por el cual cumplía condena al momento del estudio, mientras que ese porcentaje se eleva hasta el 76,1% en el caso de las reclusas; • a mayor cantidad de sentencias condenatorias en los reclusos, mayor era la asociación de la comisión de delitos bajo el efecto de alcohol y/o drogas. Durante el 2002, la Unidad Nacional de Investigación Criminológica de Gendar- mería de Chile (UNICRIM) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, realizaron un estudio sobre el consumo de alcohol y drogas antes de la reclusión y el consumo intra-penitenciario en la población penal de la V Región, con una muestra de 681 entrevistas estratificadas por subsistema penal y sexo, y distribuidos según establecimiento penitenciario7. Respecto al consumo de drogas, el estudio estableció lo siguiente • Consumo de marihuana: el 62,7% del total de la población penal ha- bía consumido marihuana alguna vez en la vida, presentándose una apreciable diferencia entre el consumo de hombres y mujeres (66% y 44,4%, respectivamente). • Consumo de pasta base: el 25% del total de la población penal había con- sumido pasta base alguna vez en la vida, existiendo leve diferencia entre el consumo de hombres y mujeres (24,6% y 27,8%, respectivamente). • Consumo de clorhidrato de cocaína: el 33.8% del total de la población penal había consumido clorhidrato de cocaína alguna vez en la vida, sin que existiera una gran diferencia entre el consumo de hombres y mujeres (34,2% y 31,5%, respectivamente). • Consumo de anfetaminas: el 22.2% del total de la población penal de la V Región había consumido anfetaminas alguna vez en la vida, existien- do escasa diferencia entre el consumo de hombres y mujeres (22.5% y 20.4%, respectivamente). La elevada tasa de consumo de sustancias ilícitas en la población penal no es sólo una característica de las personas que están cumpliendo penas en el medio cerrado, sino que también se encuentra en la población que las cumple bajo el régimen de libertad vigilada del adulto (LVA)8. En el año 2004, el Departamento de medio libre de Gendarmería realizó un es- tudio descriptivo de la situación social, educacional, laboral y de salud mental 7 Universidad de Chile, 2002. 8 Se trata de un beneficio que reemplaza el cumplimiento efectivo de la pena. Consumo pobl infractoraFIN.indd 13 24/7/09 12:06:26 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 14 ] de una muestra de 1.642 personas en LVA en base a los análisis de los informes pre-sentenciales de esos sujetos9. El estudio permitió establecer que: • 32% de los hombres y el 15% de las mujeres tenían antecedentes de abuso de drogas. De ellos, el 61% había detenido el consumo antes de ingresar a la medida, mientras que el 34% ingresó a ésta manteniendo las conductas de abuso; • 90% de las personas con antecedentes de abuso de drogas tenían 35 años o menos; • 56% del total de la muestra tenía antecedentes de abuso de 1 o más sustancias; • 77% reportó problemas legales asociados al abuso de sustancias; • del total de la población estudiada, el 43% cometió el delito por el que se le condenó a LVA estando intoxicado con alcohol y /o drogas; • 70% de los que tenían antecedentes de abuso de alguna sustancia, co- metió el delito estando intoxicado con alcohol y /o drogas. En todos los trabajos mencionados, la información obtenida se basó en el auto- reporte de los individuos y no se usó un instrumento de laboratorio para determi- nar el uso en ese momento de sustancias psicoactivas. En el año 2005, la Fundación Paz Ciudadana publicó un estudio acerca de la rela- ción del consumo de sustancias ilícitas y la comisión de delitos con mayor conno- tación social, en cual se usó una metodología que incluyó una prueba de labora- torio para contrastar la información obtenida de las entrevistas estructuradas10. El trabajo de terreno dio como resultado 633 cuestionarios respondidos y 532 muestras de orina analizadas, correspondientes a personas detenidas en flagran- cia por robo, hurto, homicidio, violación, lesiones (delitos de mayor connotación social, DMCS) e infracciones a la Ley de Drogas (LD), en 15 comisarías del Gran Santiago. En síntesis, los principales hallazgos fueron los siguientes: • el análisis de las muestras de orina de los detenidos por delitos de ma- yor connotación social (DMCS) arrojó 60% de resultados positivos para cocaína/pasta base y 38% para marihuana. En el caso de los aprehendi- dos por Ley de Drogas (LD), los resultados positivos ascendieron a 75% para cocaína/pasta base y 47% para marihuana; • al comparar el auto-reporte de los detenidos con los estudios de la po- blación general respecto del consumo de drogas, los primeros exhiben niveles significativamente mayores de todas las sustancias; 9 Verbal, 2004. 10 Hurtado, 2005. Consumo pobl infractoraFIN.indd 14 24/7/09 12:06:26 [ 15 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley • en relación con las detenciones durante el año previo a la realización del estudio, el 54% de los participantes había sido detenido y el 37% había estado en la cárcel en el mismo período; • el estudio mostró también que quienes habían consumido cocaína/ pasta base según el test de orina, habían sido detenidos anteriormen- te más veces y habían estado en la cárcel en una mayor proporción, comparado con quienes obtuvieron un resultado negativo para esa sustancia. Población infractora adulta en otros países Es frecuente encontrar un porcentaje elevado de consumidores de sustancias ilí- citas en las poblaciones recluidas en sistemas penitenciarios, comparada con la de consumidoresen la población general. En Perú, más del 50% de las personas encarceladas han consumido drogas ilícitas en alguna ocasión (marihuana, 26%; pasta base, 24% y cocaína, 11%)11. Las per- sonas encarceladas han consumido 5 veces más marihuana (población general 5,8%, población penal, 26%) y cocaína (población general, 1,8%; población pe- nal 11%), y 10 veces más pasta base que la población general (población general 2,1%, población penal, 24%). En Panamá, el porcentaje de delitos relacionados con drogas alcanza al 57% (de- litos para obtener dinero para el consumo o delito cometido bajo los efectos de sustancias psicoactivas). En El Salvador, se calcula que existe un consumo dañino y dependencia, especialmente de marihuana y crack, en aproximadamente un 25% de los internos en el sistema penitenciario. En Costa Rica, en el año 2004 la prevalencia de vida para las sustancias ilícitas en la población penal son muy su- periores a las encontradas en la población en general: marihuana, 47,6% (pobla- ción nacional, 5,5%); crack, 35% (nacional, 0,7%); cocaína, 35% (nacional, 1,7%)12. En Estados Unidos, estudios estadísticos recientes indican que hasta un 60% de la población penal de las cárceles federales presentan dependencia a sustancias psicoactivas13, que hasta el 50% de los delitos contra la propiedad se cometen bajo la influencia del alcohol y/o drogas ilegales, o con la intención de obtener drogas con el producto del delito14. 11 Reategui, 2006. 12 CICAD/OEA, 2006. 13 Dolan et al., 2007. 14 Oficina Contra la Droga y el Delito, 2003. Consumo pobl infractoraFIN.indd 15 24/7/09 12:06:26 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 16 ] En la Unión Europea, la proporción de consumidores de drogas al momento de la admisión en prisión encontrada en algunos países seleccionados, años 2002/200315 fue la siguiente: Dinamarca: 4,5%; Inglaterra: 65%; España: 77,2%; Suecia: 60,7%; Finlandia: 46%. En España, un estudio reciente16 con una muestra de 5000 sujetos (4.200 hombres y 800 mujeres) que cumplen condena en esta- blecimientos penales cerrados, investigó el consumo de drogas en la población penal a través de una encuesta, obteniendo los siguientes resultados: Consumo de sustancias alguna vez en la vida: › Alcohol: 88,3% › Cannabis: 64,8% › Cocaína en cualquier forma: 58,9% › Cocaína en polvo: 53,3% › Heroína: 39% Consumo de sustancias, último mes en libertad: › Alcohol: 63% › Cannabis: 42,7% › Cocaína en cualquier forma: 40% › Cocaína en polvo: 31,1% › Heroína: 19,4% Consumo de sustancias, último mes en prisión: › Alcohol: 3,7% › Cannabis: 27,7% › Cocaína en cualquier forma: 5,0% › Cocaína en polvo: 2,9% › Heroína: 4,8% En Australia, los estudios de la prevalencia de consumo de drogas y delitos mues- tran el siguiente panorama17: › alrededor del 39% de los adultos convictos atribuyen su delito al con- sumo de drogas ilícitas o a alcohol; › el 55% de todas las personas recluidas en el estado de Victoria estaban 15 Hillebrand, 2006. 16 Onorboñe y Silvosa, 2007. 17 Pritchard, Mugavin y Swan, 2007. Consumo pobl infractoraFIN.indd 16 24/7/09 12:06:26 [ 17 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley cumpliendo condena debido a delitos relacionados con drogas, y un 48% de los infractores juveniles presentaban una asociación con las drogas o el alcohol en la comisión de sus delitos; En Irlanda, un estudio realizado en 1997 encontró que los consumidores de dro- gas eran responsables del 66% de los delitos detectados, mientras que en 2004 se concluyó que los consumidores de drogas eran responsables sólo del 28% de éstos. Se atribuyó la disminución de los delitos económicamente motivados al aumento de la disponibilidad de trabajo para los consumidores de drogas y a una mayor oferta de tratamiento18. En Inglaterra, estudios realizados en los años 2004 y 2005 mostraron que una pe- queña proporción de infractores era responsable de un monto considerable de los delitos y que el consumo de heroína y crack tendía a aumentar los delitos más allá de las circunstancias que podían predisponer a su comisión. Asimismo, se encontró que los consumidores de drogas tenían un contacto muy elevado con el sistema judicial19. En una investigación con la población arrestada en Inglaterra, la Arrestee Survey a través de la metodología New-ADAM20, detectó que los detenidos eran predo- minantemente blancos (86%) y hombres (84%); el 43% tenía menos de 25 años, el 51% no tenía empleo (porcentaje que ascendió al 90% en los usuarios habitua- les de heroína y crack); el 52% había sido arrestado al menos una vez durante el último año, aunque solamente el 16% había estado en prisión durante el mismo período y el 22% había estado en prisión alguna vez en su vida; 52% de los sujetos reportó haber ingerido alguna droga ilegal en el mes anterior a la entrevista, sien- do la marihuana la droga más usada (41%), mientras que el 13% señaló consumo de heroína y el 11% consumo de crack. La gran mayoría de los consumidores de heroína se consideraban dependientes de la droga (85%), en comparación con el 55% de los consumidores de crack21. Respecto a la prevalencia del consumo de drogas entre los infractores ingleses en prisión22, se señala que el 73% había consumido drogas el año anterior a la encarcelación y un 55% cometido los delitos para comprar drogas, encontrándo- se cifras similares en los prisioneros en Escocia. Asimismo, en el año 1 de cada 5 reclusos declaró haber consumido opiáceos en el establecimiento penitenciario. 18 Connolly, 2006. 19 McSweeney et al., 2008. 20 Similar a la usada en la investigación de Paz Ciudadana en Chile (Hurtado, 2005). 21 Ibid. 22 Ibid. Consumo pobl infractoraFIN.indd 17 24/7/09 12:06:27 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 18 ] En cuanto a los penados bajo el régimen de libertad vigilada, aunque mostraron una menor tasa de consumo antes de ingresar a la pena alternativa, la tasa de consumo en los penados hombres fue de un 63%: un 40% reportó consumo de marihuana, y un 33% consumo de heroína, crack o cocaína23. Población infractora juvenil en Chile El Instituto de Sociología de Universidad Católica publicó en enero de 2007 un estudio realizado con población adolescente infractora de ley que se encontraba en programas ambulatorios y centros privativos de libertad en diversas regiones del país24. Entre los objetivos de ese estudio figuran: › identificar la prevalencia vida, año y mes en la población adolescente infractora de ley que se encuentra en programas ambulatorios y centros privativos de libertad de las regiones I, II, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X y RM; › conocer la frecuencia de consumo de la población adolescente infrac- tora de ley (número de veces de consumo de una persona en un pe- ríodo determinado); intensidad de consumo (número de días en que se ha consumido alguna droga en el último mes); y dependencia, de acuerdo a la clasificación de Internacional de Enfermedades CIE-9 de la Organización Mundial de la Salud; › caracterizar y describir a la población adolescente considerando varia- bles sociodemográficas, individuales, familiares y sociales; distinguien- do posibles diferencias por sexo y edad entre población consumidora problemática (consumo perjudicial y dependiente), población consu- midora de drogas no problemática (consumo experimental, ocasional y habitual) y población no consumidora; › identificar la edad de inicio y trayectoria de consumo de drogas en los adolescentes infractores de ley; › Conocer los niveles de percepción de riesgo (medida subjetiva de per- cepción del daño asociado al uso de una determinada droga)25. Los resultados del estudio permitieron establecer, respecto a las características de la muestra, que el 88,7% de los adolescentes encuestados eran hombres, con un promedio de edadde 16 años, siendo las mujeres levemente más jóvenes. 23 Ibid. 24 Escuela de Sociología, 2007. 25 Ibid. Consumo pobl infractoraFIN.indd 18 24/7/09 12:06:27 [ 19 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley En relación al nivel educacional, el 60% de la muestra se encontraba en el se- gundo ciclo básico (5º y 8º básico), lo cual expresa un retraso pedagógico dada la edad promedio de la muestra; las mujeres se situaban levemente por encima en la categoría ciclo secundario. Un 14% de los jóvenes declaró ser padre (con al menos un hijo) y el 12% de las jóvenes declararon estar embarazadas. El compromiso con el consumo de drogas se mostró muy alto. La prevalencia del uso alguna vez en la vida de marihuana alcanzó a cerca del 80% y en cocaína total (cocaína y pasta-base) bordeó al 50%, mientras que la prevalencia del último año o uso reciente fue cercana al 70% en marihuana y casi 40% en cocaína total; la prevalencia de declaración de consumo en el último mes y uso en el mes anterior a la detención, fue de 42% para marihuana y de 17% para cocaína total26. En cuanto al uso de drogas antes de ser detenido, éste es siempre mayor que al momento de la investigación, aunque las diferencias son marcadamente aprecia- bles en la población privada de libertad. La población con medidas no privativas reduce muy poco sus declaraciones de prevalencia actuales (de 48% a 44% en marihuana, y de 20% a 16% en cocaína). En la población con medidas privativas, el uso de marihuana cae desde 72% a 34% y el de cocaína de 51% a 16%, aunque cerca del 40% de los sujetos con privación de libertad declaró haber usado alguna droga en el último mes. Las trayectorias en el consumo de drogas muestran que el inicio en el consumo de alcohol e inhalentes se inicia alrededor de los 13 años, seguida casi inmedia- tamente de marihuana y escalada hacia el consumo de pasta base y cocaína al- rededor de los 14 años. La precocidad en el consumo es siempre mayor en las poblaciones privativas. Los promedios de edad en el inicio del consumo son los siguientes: › Adolescentes en medidas no privativas de libertad: alcohol (12,9 años), inhalantes (12,7 años), marihuana (13,2 años), pasta base (14,1 años) y cocaína (14,2 años); › Adolescentes con medidas privativas de libertad: alcohol (12,3 años), in- halantes (12,7 años), marihuana (12,3 años), pasta base (13,8 años) y cocaína (13,6 años). Al comparar la edad de inicio de consumo de la población infractora adolescente con la de la población general, puede observarse que la población infractora se ubica en el percentil 5 de la edad de inicio; es decir el 5% de la población. 26 Los autores contrastan estos porcentajes con los del VI Estudio nacional de Drogas en Población Escolar (CONACE, 2005): prevalencia de consumo alguna vez en la vida en el rango de 14-19 años es de 20% para marihuana y 7% para cocaína; respecto al uso actual y uso en el mes anterior, son 7% y 2% respectivamente. Consumo pobl infractoraFIN.indd 19 24/7/09 12:06:27 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 20 ] Alcohol Marihuana Pasta Base Cocaína Percentiles 5 12 13 13 15 50 17 17 19 21 95 29 27 38 36 Fuente: CONACE, 2005. En lo que respecta al abuso de drogas, el de marihuana bordea al 50% de la pobla- ción, alcanzando hasta un 75% de la población en medidas privativas; el de pasta base es de 17%, y puede afectar hasta 33% de los menores con medidas privati- vas. No se observan diferencias según sexo acerca del abuso de drogas. En relación al consumo dependiente de drogas, se encuentra un 24% de uso de- pendiente de marihuana, 14% de cocaína/pasta base; el uso dependiente de una u otra o ambas drogas alcanza al 30% de la población. Entre los adolescentes en régimen privativo de libertad, la dependencia alcanza a casi 50% de la población. En lo que se refiere a la percepción de riesgo, los adolescentes demostraron tener conciencia del riesgo asociado al consumo de cocaína y pasta base (consecuen- cias sobre la salud y deterioro social y personal). Sin embargo, esa percepción no previene el consumo de sustancias. Respecto a la asociación entre la reincidencia en el delito y el consumo de drogas, el 64% de quienes no declaran prevalencias de uso de drogas reconocen solamente la detención actual, mientras que el 60% de los que declaran abuso de cocaína reconocen más de cinco detenciones. Se encuentra esa misma relación cuando se toma como medida de referencia el número de veces que se ha estado en un programa de infractores de ley: el 81% de los adolescentes que no declaran uso de drogas se reconoce como primerizo, mientras que el 48% de los que declaran abuso de cocaína declaran haber estado tres o más veces en un programa de infractores de ley. En cuanto a la asociación entre el delito y el consumo de drogas, el 17% indica haber cometido el delito bajo la influencia de alguna droga y el 20% bajo la influencia del alcohol. La influencia de drogas y alcohol en la comisión del delito está fuer- temente vinculada con la gravedad del delito, medida en términos de fuerza y violencia. En relación a la familia de los sujetos, se observan porcentajes importantes de dis- funcionalidad familiar, en donde es más frecuente la conducta parental desviada en el consumo problemático de droga y comisión de delitos en el padre que en la madre. La población femenina reconoce una mayor participación en conductas Consumo pobl infractoraFIN.indd 20 24/7/09 12:06:28 [ 21 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley delictivas en el padre y en la madre que la población masculina, lo cual podría indicar que en la población femenina los antecedentes familiares son más proble- máticos que en los hombres27. Con respecto a la situación escolar de la población, se advierte una elevada tasa de deserción, la cual aparece asociada al consumo de drogas, aunque también se observa que la comisión de delitos antecede a la deserción escolar. Consultados en relación a sus pares, el 57% reconoce tener al menos uno de sus mejores amigos comprometidos en el consumo de marihuana, cifra que asciende a 67% en el medio privativo de libertad. Respecto al comportamiento delictivo de sus pares, el 53% de los sujetos señala ese comportamiento en alguno de sus mejores amigos, llegando al 62% en el sistema privativo de libertad. En el estudio se construyó un modelo de los factores determinantes del abuso y dependencia de drogas, observándose que la edad (mayor edad) es un predictor fuerte y constante tanto del abuso como de la dependencia de drogas; el sexo (hombre) sólo predice abuso y no dependencia, como ocurre en el caso de las mujeres, lo cual podría estar indicando vulnerabilidad física de las mujeres frente al consumo de drogas28. También el régimen de detención es un predictor impor- tante de abuso y dependencia. La dependencia está fuertemente asociada con trastornos de la salud mental, es- pecialmente ansiedad y daño cognitivo, aunque también depresión y psicosis. Los trastornos de personalidad más significativamente asociados con abuso y dependencia son la disposición al riesgo y la irritabilidad. El Síndrome de Déficit Atencional no predice el consumo abusivo ni la dependencia en la población es- tudiada, ni tampoco la presencia de autoestima disminuida. Los progenitores poco involucrados en la vida de sus hijos y/o los con consumo problemático de alcohol y drogas (no siempre con conductas delictivas) aparecen relacionados con el abuso y dependencia de drogas en sus hijos. La estructura de los hogares no tiene ninguna relación significativa: el hecho de vivir con ambos progenitores no los protege e incluso pareciera que no vivir con ellos puede dis- minuir los riesgos en el uso y abuso de drogas29. La prevalencia de consumo de drogas en la población infractora juvenil contrasta marcadamente con el uso de drogas en la población escolar chilena, según los 27 Véase el Capítulo 2, enlo que respecta a las características de la población infractora adulta en medio cerrado aten- dida en el convenio Gendarmería-CONACE. 28 Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, ONUDD, 2005. 29 Véase el Capítulo 2, características de la población infractora adulta en medio cerrado atendida en el convenio Gendarmería-CONACE. Consumo pobl infractoraFIN.indd 21 24/7/09 12:06:28 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 22 ] hallazgos del VII Estudio Nacional de drogas en población escolar de Chile30. La declaración de consumo de marihuana para el último año alcanza al 15,7%,sien- do mayor el consumo en la población masculina que en la femenina: 16,7% y 14,8%, respectivamente. Respecto al consumo de pasta base, se encontró una prevalencia de 2,5%; y de 3% de cocaína; la prevalencia de cocaína total (pasta base y/o cocaína) alcanzó al 4%. A diferencia de la marihuana, hay una marcada diferencia entre la prevalencia de consumo de pasta base y cocaína para el último año entre los hombres y las mujeres: 5,4% y 2,8% respectivamente. Se observó un sesgo en la prevalencia de consumo de pasta base entre los colegios municipalizados y los privados (3,1% y 1,2%, respectivamente); y en el uso de cocaína éste es de 3,2% y 1,6%, entre los colegios municipalizados y los establecimientos privados. Respecto al alcohol, el consumo en el último mes y el consumo actual y el abuso del alcohol se mantienen estables: 38%; hombres y mujeres con 38,4%, respecti- vamente. Sin embargo, al igual como se determinó en el VII Estudio Nacional de drogas31, se observó una disminución significativa de la percepción de riesgo del consumo de marihuana. En relación a la integración y el rendimiento escolar, se pudo establecer que los estudiantes que asisten descontentos a clases presentan una prevalencia de con- sumo de marihuana hasta 3 veces superior respecto a quienes asisten con agrado. En aquellos alumnos que presentan problemas de adaptación escolar, se identifi- có una mayor prevalencia de consumo de marihuana (46%) y de cocaína (14%). A su vez, los escolares que finalizan el año con nota inferior a 5 presentan tasas de consumo reciente de marihuana cerca de 3 veces más elevadas que los alumnos con rendimiento superior, es decir con promedios de 6 a 7. 30 CONACE, 2008 a. 31 CONACE, 2007 a. Consumo pobl infractoraFIN.indd 22 24/7/09 12:06:28 [ 23 ] Consumo de drogas en la población infractora de ley Magnitud de la relación entre delito y drogas En el año 2007, CONACE y Gendarmería de Chile realizaron un estudio en la po- blación del sistema cerrado para establecer la magnitud de la relación entre el delito y el consumo de drogas en la población penal adulta chilena32. Para ese estudio se usó la metodología del auto-reporte de los internos, en una muestra de 2.645 entrevistados. El estudio mostró una estrecha relación entre la comisión de delitos y el consumo de drogas y evidenció que el 42% de los delitos cometidos por la población adul- ta estaban asociados al consumo de drogas ilegales, alcanzando al 52% cuando se agrega el consumo de alcohol. No obstante, se señala que alrededor del 50% del consumo de drogas y alcohol no está asociado a delitos Un 13% de los delitos estaba asociado a la Ley de Drogas; el 26% a delitos bajo los efectos de consumo de alguna droga y 21% relacionado con delitos contra la propiedad, para adquirir drogas. La distribución de los delitos y el consumo de drogas y/o alcohol fue la siguiente: Respecto a la distribución geográfica, en el norte del país los delitos relacionados con drogas alcanzan al 59%, y 29% en el sur, donde los reportes nacionales de tráfico y consumo de drogas son menores33. El estudio muestra diferencias por sexo: entre las mujeres, el 59% de los delitos han resultado en una condena vinculada con drogas (delito de tráfico de drogas y delitos para adquirir drogas), versus el 41% de los delitos en hombres. En los internos hombres con delitos vinculados a drogas, los jóvenes aparecen asocia- dos con delitos para adquirir drogas, mientras que los internos mayores cumplen condena por tráfico de drogas. 32 CONACE, 2008 b. 33 CONACE, 2007 a. Delitos de drogas y/o dentro del mercado de drogas 13% Último delito para comprar o conseguir drogas 21% Último delito bajo los efectos de una droga 26% Último delito bajo los efectos del alcohol 24% Delitos vinculados con drogas 42% Delitos vinculados con alcohol y drogas 52% Consumo pobl infractoraFIN.indd 23 24/7/09 12:06:28 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 24 ] La vinculación de los delitos con drogas es más marcada en los que van contra la propiedad, mientras que los delitos violentos, los homicidios y las agresiones sexuales tienen mayor relación con el consumo de alcohol. El número de homici- dios con presencia de alcohol y drogas es muy superior a aquéllos en los cuales sólo hubo presencia de drogas (52% y 27%, respectivamente). Respecto a los delitos violentos, (50%) de las víctimas también se encontraba bajo los efectos del consumo de alcohol o de drogas, mientras que ese porcentaje dis- minuye marcadamente en los delitos sexuales, donde sólo el 13% de las víctimas estaba bajo los efectos del alcohol o de drogas. La droga más vinculada al delito fue la pasta base, seguida de marihuana. Alre- dedor del 40% de quienes registran delitos vinculados con drogas habían consu- mido pasta base y el 38% declaró haber usado marihuana, mientras que un 13% declaró haber consumido cocaína al momento de cometer el delito. En lo que se refiere a la población penal que cumple condena por tráfico de dro- gas, ésta alcanza al 12% del total: representa al 26% de la población femenina y al 36% de la población penal que tiene más de 45 años de edad. El 31% de los condenados se encuentra en el norte del país, en comparación con el 3% en la zona sur. El tráfico de drogas es más usual en internos mayores que sólo cometen ese delito, lo que podría implicar que esta actividad ha prolongado sus carreras delictivas (es decir, modificando el tipo de delito) o ha abierto oportunidades de- lictivas a una población adulta que usualmente no cometía delitos. Esto se obser- va en el hecho que el 57% de los internos que han sido condenados por tráfico de drogas no declaran haber cometido un delito distinto, situación que es particu- larmente notorio entre los internos de más de 45 años (78%) y entre la población femenina (72%). El estudio mostró que los traficantes que consumen drogas también cometen delitos como robos simples, mientras que los condenados por tráfico que no con- sumen se dedican sólo al tráfico. Los hallazgos de este estudio son coincidentes con la investigación internacional en la materia, donde la evidencia muestra que el uso y el consumo problemáti- co de drogas en población penal es elevado, muy por encima de los estándares que tiene la población en general y que las drogas contribuyen a la comisión de delitos. Consumo pobl infractoraFIN.indd 24 24/7/09 12:06:28 [ 25 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos capítulo dos Consumo problemático de drogas y comisión de delitos La elevada tasa de prevalencia de consumo problemático de drogas en la pobla- ción infractora de la ley ha suscitado el interés de los investigadores por dilucidar la naturaleza del nexo drogas-criminalidad. Nicholas señala cinco temáticas en relación al tópico de las drogas ilícitas y su relación con el crimen34: › el suministro y el uso de drogas ilícitas, las cuales en si mismas consti- tuyen un delito35; › el desarrollo de organizaciones criminales dedicadas al comercio de drogas ilegales, y la comisión de crímenes como asesinatos, corrupción de la policía, y el uso de la violencia para facilitar las actividades del tráfico ilícito de drogas; › la comisión de delitos bajo la influencia de drogas ilícitas; › la comisiónde delitos para obtener dinero para comprar drogas; y › los delitos cometidos en contra de los consumidores de drogas ilícitas. Asimismo, hay una variedad de investigaciones sobre la correlación entre ciertos patrones del consumo de drogas ilícitas y la comisión de delitos. Aunque tal rela- ción está documentada estadísticamente, aún es preciso profundizar acerca de la relación entre ambas y cuáles son los factores que impactan esa relación. El autor propone adoptar un enfoque cuidadoso al considerar la información acer- ca de la relación entre el uso de drogas ilegales y la comisión de delitos, puesto que no sólo es difícil estudiar los comportamientos ilegales, sino porque además la relación uso de drogas–delito presenta diversas dificultades metodológicas. A ello hay que agregar el hecho que muchas investigaciones se han efectuado con 34 Nicholas, 2001. 35 En aquellos países en los cuales está penalizado el consumo de drogas ilegales. Consumo pobl infractoraFIN.indd 25 24/7/09 12:06:29 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 26 ] consumidores de heroína36, por lo que los hallazgos no son generalizables en re- lación al consumo de otras drogas. Hall, por su parte, propone tres hipótesis principales acerca de la relación entre el consumo de drogas y el delito: 1) el consumo de drogas conduce a la comisión de delitos; 2) la población infractora está más propensa a consumir drogas ilícitas, y 3) el delito y las drogas tienen factores subyacentes comunes37. Las hipótesis 1: “El consumo de drogas conduce a la comisión de delitos” Quien primero propuso un modelo explicativo de esta relación fue Goldstein, quien examinó la relación existente entre las drogas y la violencia, basado en estadísticas estadounidenses que mostraban la elevada incidencia del uso de la heroína en crímenes violentos, particularmente robos con resultado de muerte o de heridas graves en las víctimas38. El autor desarrolla tres modelos explicativos: psicofarmacológico, económico compulsivo y sistémico, señalando que cada modelo debe ser considerado como un tipo ideal, y que pueden superponerse, lo cual no resta el valor heurístico de su marco conceptual tripartito. › Modelo de la violencia psicofarmacológica: este modelo sugiere que al- gunos individuos, como resultado de la ingestión de drogas específicas durante un período breve o extenso, se vuelven más excitables, irracio- nales, pudiendo exhibir comportamientos violentos. El autor indica que las sustancias más relevantes son probablemente el alcohol, los estimulantes, los barbitúricos y el PCP afirmando, respecto al consumo de opiáceos, que es improbable que lleven a la violencia. Señala, sin embargo, que la irritabilidad asociada con el síndrome de abstinencia puede llevar a la violencia39. Este modelo también puede estar presente en el comportamiento del infractor o en el de la víctima. El consumo de drogas puede contribuir a que una persona se comporte en forma violenta, o puede alterar su 36 Como ocurre con la investigación de Goldstein (1985). 37 Nicholas, op.cit. 38 Goldstein,1985. 39 El autor ejemplifica este punto analizando la relación entre el consumo de drogas y la prostitución. Ver Goldstein, 1985. Consumo pobl infractoraFIN.indd 26 24/7/09 12:06:29 [ 27 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos comportamiento exponiéndola a una victimización violenta. La infor- mación señala, por ejemplo, de la existencia de una elevada frecuencia de consumo de alcohol en víctimas de violación o asesinato callejeros. El autor observa que esta violencia psicofarmacológica puede ocurrir tanto en la intimidad del hogar como en la calle, y que es imposible evaluar su incidencia debido a que con frecuencia no es reportada a las autoridades40. › Modelo económico compulsivo: los consumidores de drogas pueden in- volucrarse en crímenes violentos en búsqueda de dinero para costear el consumo de drogas. El autor señala que debido a su alto costo en el mercado, las sustancias más implicadas en este modelo son la heroí- na y la cocaína. Asimismo, que los consumidores no están en principio motivados por impulsos para actuar violentamente, sino que lo que buscan es obtener dinero. La violencia es el resultado de algún factor en el contexto en el cual es perpetrado el delito: nerviosismo del ata- cante, reacción de la víctima, presencia de un arma, irrupción de un testigo u otros. De acuerdo al autor, los resultados demuestran que muchas veces las víctimas de este tipo de violencia son personas que residen en el mis- mo barrio que el infractor, que con frecuencia están comprometidas en actividades ilícitas, cono sería el caso de otros consumidores de drogas, de extraños que acuden al vecindario a comprar drogas, distribuidores y prostitutas. › Modelo de violencia sistémica: Este modelo se refiere a los patrones de interacción agresivos dentro del mismo sistema de distribución y consumo de drogas. Algunos ejemplos de violencia sistémica son los siguientes: a) disputas territoriales entre distribuidores rivales; (b) asal- tos y homicidios para imponer códigos normativos; c) robos a “dealers” y la venganza violenta de aquellos; d) eliminación de informantes; e) castigo por vender drogas adulteradas; f ) peleas por drogas; y g) robos violentos que ocurren en los vecindarios en que se venden drogas y que se supone que no serán informados por las víctimas. De acuerdo al autor, un número importante de consumidores de dro- gas se implican en la distribución de drogas para continuar consumien- do drogas, lo que los expone a convertirse en víctimas de la violencia sistémica. Señala, igualmente, que estos tres modelos de violencia se presentan en forma separada con fines del análisis, ya que puede ocu- rrir que un consumidor de heroína para prepararse para cometer un 40 Por ejemplo, violencia intrafamiliar derivada del consumo problemático de alcohol. Consumo pobl infractoraFIN.indd 27 24/7/09 12:06:29 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 28 ] acto de violencia económica compulsiva, consuma alcohol o un esti- mulante para darse valor, conteniendo de este modo el acto delictivo elementos compulsivo económicos y psicofarmacológicos. Asimismo, si la víctima del robo fuera un distribuidor, se agregaría un elemento sistémico. El autor concluye reflexionando que la violencia sistémica está norma- tivamente incorporada en las redes económicas de los consumidores y de los traficantes de drogas en Nueva York, y correspondería a un estilo de vida. Los individuos atrapados en éste valoran el consumo de dro- gas, reconocen los riesgos involucrados y luchan por sobrevivir en ese ambiente. Estas hipótesis han sido sometidas a diversos análisis y críticas41. En lo que res- pecta al Modelo psicofarmacológico, se señala que hay evidencia que refuta la existencia del vínculo psicofarmacológico con el crimen en el caso de la heroína y la marihuana, argumentándose que la intoxicación o el retiro de la sustancia no ocasionan la actividad delictiva, y sí habría alguna relación entre la intoxicación, el retiro de la droga y el crimen, en lo que se refiere a los barbitúricos y otros tran- quilizantes42. Nicholas indica que la literatura reporta con frecuencia que los infractores esta- ban bajo los efectos de las drogas al momento de cometer el ilícito. Sin embargo, habría que diferenciar entre un individuo intoxicado que comete un delito y la sugerencia que la intoxicación tuvo un impacto significativo en el delito. Aunque en diversos países los estudios muestran que los infractores reportan en una pro- porción variable haber cometido el delito estando bajo los efectos de una droga, Nicholas advierte que esos estudios tienen un problema inherente, por cuanto los infractores que aducen intoxicación al momento de cometer el delito, pueden estar buscando disminuirsu responsabilidad en el hecho. Por ejemplo, en el estudio de Paz Ciudadana realizado en Santiago43 señalado an- teriormente, el que el análisis de orina de personas detenidas haya resultado po- sitivo para drogas, no es indicativo que la intoxicación por estas sustancias haya sido la causa que llevó a la comisión del delito por el cual resultaron detenidas. Por su parte, Nicholas y Raskin y Gorman no niegan que la intoxicación/retirada de la droga juegue algún papel en la dinámica del nexo droga-delito. Si bien un hallazgo correlacional, no prueba necesariamente la vinculación causal44. 41 Nicholas, 2001; Raskin y Gorman, 2000. 42 Raskin y Gorman, 2000. 43 Hurtado, 2005. 44 Nicholas, op.cit.; Raskin y Gorman, op.cit. Consumo pobl infractoraFIN.indd 28 24/7/09 12:06:29 [ 29 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos Acerca del Modelo compulsivo económico, está probado que el número de delitos aumenta en la medida que crece el consumo de heroína, y los delitos disminuyen cuando los usuarios ingresan a un tratamiento de sustitución de droga. Algunos autores han indicado que aunque el consumo de heroína no lleva a la iniciación de los delitos, la adicción es un elemento clave en la aceleración de la actividad criminal. En los individuos que han estado implicados en delitos antes de con- vertirse en consumidores de heroína, la adicción aumenta la actividad criminal45. Según Nicholas, el modelo podría explicar las dinámicas que subyacen a la ace- leración del delito según el grado de la adicción, pero no explican el inicio de la criminalidad. En cuanto al Modelo sistémico, Raskin y Gorman indican que los estudios sugieren que los individuos socialmente desviados son atraídos por la venta de drogas y no a la inversa: no es que la venta de drogas lo que ocasiona que los individuos se conviertan en criminales. De acuerdo a Nicholas los individuos implicados en el modelo sistémico se han involucrado en delitos antes de consumir las drogas que venden46. Raskin y Gorman observan, además, que existe un problema metodológico en los estudios que intentan probar la relación causal del consumo de drogas y la comi- sión de delitos, ya que carecen de uniformidad de criterios para definir los delitos, las drogas y los delitos relacionados con drogas. Otro problema metodológico encontrado en los estudios estadounidenses, es que no consideran las diferen- cias entre diversos grupos étnicos (por ejemplo, chicanos versus portorriqueños), cuando se sabe que muestran patrones distintos respecto a las drogas consumi- das y la comisión de delitos (por ejemplo, blancos anglosajones versus latinos)47. 2: “Los infractores se convierten en consumidores de drogas” Esta hipótesis afirma que es más probable que las personas que cometen delitos se conviertan en consumidores de drogas. Desde esta perspectiva, la persona se ha convertido primero en delincuente y el consumo de drogas es una caracte- rística conductual que proviene de la subcultura del crimen. De acuerdo a esta hipótesis, los individuos que tienden a la comisión de delitos se incorporan/son presionados a participar en situaciones en las que se fomenta el consumo de dro- gas. Asimismo, los ingresos económicos obtenidos en los delitos adquisitivos su- ministran los medios para adquirir drogas ilícitas48. 45 Nicholas, op.cit. 46 Ibid. 47 Raskin y Gorman, op.cit. 48 Nicholas, op.cit. Consumo pobl infractoraFIN.indd 29 24/7/09 12:06:29 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 30 ] Por otra parte, se ha sugerido que algunos aspectos del estilo de vida criminal profesional conducen a beber en exceso y consumir drogas; que cuando el in- fractor comete delitos adquisitivos, acostumbra a participar en fiestas entre una actividad ilícita y otra; que son individuos que no están casados y son geográfi- camente móviles. También afirman que esos individuos pueden consumir drogas para automedicarse o darse una excusa para actuar en una forma desviada. De este modo, los autores señalan que el uso de drogas puede llevar a más compor- tamiento criminal y éste puede llevar a más consumo de drogas49. 3: “El delito y las drogas tienen una etiología común” Es decir, compartirían características personales, múltiples desventajas sociales, o exposición a una subcultura criminal que fomenta el consumo de drogas y los delitos50. Raskin y Gorman argumentan que las personas envueltas en el consumo de dro- gas y la comisión de delitos tienen factores comunes51: Características personales: características genéticas o del temperamento, trastor- no de personalidad antisocial, abuso del alcohol en los padres, o una mala rela- ción con los padres. Se señala, por ejemplo, que los hombres jóvenes muestran una elevada tasa de delitos, en comparación a otros rangos etáreos, a la vez que son bebedores abusivos y consumidores de drogas. Se señala, asimismo, que cier- tas subculturas (pandillas juveniles masculinas) pueden promover la comisión de delitos y el consumo de drogas como una prueba de masculinidad. Factores ambientales: provenir de vecindarios caracterizados por pobreza, desor- ganización, segregación racial, poblaciones ambulatorias o comunidades densa- mente pobladas. La desorganización social y la ausencia de capital social parecen ser mecanismos clave en las características estructurales del crimen. Cruzamiento situacional: los delincuentes y los consumidores de drogas provie- nen de ambientes sociales en los cuales hay una intersección de comportamien- tos desviados. Por ejemplo, ciertos lugares y situaciones generan elevadas tasas de consumo de drogas y delitos, como ocurre en los contextos en los cuales las personas beben (especialmente en los hombres jóvenes, como ocurre en los ba- res y en los estadios, durante la noche y los fines de semana). 49 Raskin y Gorman, op.cit. 50 Nicholas, op.cit. 51 Raskin y Gorman, op.cit. Consumo pobl infractoraFIN.indd 30 24/7/09 12:06:30 [ 31 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos Raskin y Gorman afirman que esta hipótesis no implica que todos los individuos involucrados en el consumo de drogas y en la comisión de delitos posean las mis- mas características, o que todos los individuos que tienen infancias problemáti- cas estarán más propensos a la comisión de delitos y consumo de drogas52. Esos autores señalan algunos hallazgos de las investigaciones para probar la re- lación droga-delito: › los consumidores de drogas, e incluso aquellos que muestran adicción, son heterogéneos en sus niveles de criminalidad y en los tipos de deli- tos que cometen; › los infractores son heterogéneos en sus niveles de consumo de drogas y en su patrón de consumo; › la mayoría de los consumidores de drogas no cometen delitos, con ex- cepción de la posesión o venta de drogas; › la mayoría de los hombres y mujeres infractoras de ley, consumidores de drogas, no se especializan en un sólo tipo de delito; › aunque hay factores comunes causales en el consumo de alcohol y drogas y el comportamiento delincuente, existen diversos subgrupos que evidencian vías causales diferentes; › en la mayoría de los infractores que consumen drogas, el consumo de drogas no es la causa inicial de la implicación en delitos; › el alcohol es la droga asociada más a menudo con los crímenes violen- tos motivados psicofarmacológicamente; › una amplia proporción de crímenes relacionados con drogas es el re- sultado de las fuerzas existentes en el mercado de las drogas; › las condiciones económicas del mercado de drogas, y no el tipo de droga en si misma, son las que parecen influir en la conexión droga- crimen; y › debido a que existen variaciones sustanciales en todos los factores que rodean al consumo de drogas y la comisión de delitos, los estereotipos acerca del consumo de drogas y el crimen son inadecuados. Collins et al53 han señalado que los diversos modelos que intentan explicar la rela- ción entre el consumode drogas ilícitas y la comisión de delitos, no necesitan ser mutuamente excluyentes, y es poco probable que pueda desarrollarse un mode- lo único que explique el nexo drogas-crimen. 52 Raskin y Gorman, op.cit. 53 1985, en Nicholas, op.cit. Consumo pobl infractoraFIN.indd 31 24/7/09 12:06:30 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 32 ] Esos autores proponen que se intensifique la búsqueda de una comprensión más amplia de las dinámicas de los factores implicados. Sin embargo, el esfuerzo rea- lizado para dilucidar el nexo drogas-criminalidad no ha sido en vano, ya que ha significado el surgimiento de un enfoque que busca prevenir el delito a través de la identificación y la creación de ambientes en las cuales sea menos probable la comisión de delitos. Además, si los factores etiológicos asociados con esos dos problemas sociales son similares, se da la oportunidad para desarrollar enfoques nacionales integrados para la prevención de ambos problemas54. Nicholas desarrolló el siguiente modelo acerca de los factores principales de la relación drogas y delitos, el que incluye los factores etiológicos implicados en la probabilidad que el individuo se comprometa en el consumo de drogas ile- gales y el delito; la naturaleza de la interfase entre las drogas y los delitos; las características de los problemas del individuo que pueden tener impacto en su comportamiento delictivo y en el consumo de drogas; y las políticas y respuestas potenciales de la comunidad basadas en la comprensión actual de las dinámicas implicadas55. 54 Nicholas, op.cit. 55 Ibid. Consumo pobl infractoraFIN.indd 32 24/7/09 12:06:30 [ 33 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos Factores principales de la relación delito-drogas56 56 Ibid. Naturaleza de las leyes de drogas Presencia de programas de diversión* Naturaleza de los programas de justicia penal Disponibilidad y adecuación de los programas de tratamientos de drogas Estatus de costo/leyes de las drogas Programas de empleo Naturaleza y grado de nexo de las drogas ilegales y el delito Nivel de dependencia Compromiso con el tratamiento Tipo y frecuencia del consumo de drogas Elasticidad de precio de las drogas Características de los factores de riesgo/de protección individuales Grado y tipo de interacción con las medidas de fuerza legal Peso de los factores protectores Características de la infancia, escuela, eventos vitales, factores de la comunidad y la cultura Prevención temprana ¿Programas en el terreno? Delito Peso de los factores de riesgo Características de la infancia, escuela, eventos vitales, factores de la comunidad y de la cultura Consumo de drogas ilegales * De divert “distraer a una persona de un curso, dirección, para llevarla a otra” (Webster’s New World Dictionary, 1991, New York: Prentice Hall. Medidas de tratamiento distintas a las penales. Figura 1 Consumo pobl infractoraFIN.indd 33 24/7/09 12:06:32 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 34 ] Tal como de observa en la figura, hay factores de riesgo que favorecen que los in- dividuos se involucren en el nexo consumo de drogas-delito. Cuando éstos pesan más que los factores protectores, aumenta la probabilidad que se involucre en el consumo de drogas ilícitas, en el delito, o ambos. Así también, el modelo resalta el potencial de las intervenciones tempranas en los individuos donde los factores de riesgo pesan más que los protectores. El modelo también indica que hay una relación significativa entre el consumo de drogas y la comisión de delitos, pero no implica que uno ocasione al otro. Teoría de la exclusión social En la misma época en que se hizo búsqueda de factores etiológicos en la relación consumo de drogas-crimen, surgió en Gran Bretaña el interés por explorar la rela- ción entre el consumo de drogas, la comisión de delitos y la desventaja social57. De acuerdo a Pearson, donde están implicadas la heroína, el crack y la cocaína, se encuentra la mayor concentración de personas desempleadas, pobreza, barrios decadentes y otras desventajas sociales58. La teoría de la exclusión social afirma que no se puede estudiar la relación de los delitos-drogas sin incorporar el problema de la pobreza y la exclusión social. Este enfoque no niega que el abuso de drogas se encuentra en todas clases sociales (incluso entre los más ricos), pero desde los años 1980 se ha convertido en un problema creciente en los barrios a los que alude Pearson. La exclusión social implica más que la pobreza económica; se refiere a las personas/ comunidades que viven en áreas geográficas en las cuales hay una combinación de desempleo, discriminación, déficit en habilidades, bajos ingresos, viviendas pre- carias, alta tasa de criminalidad, problemas de salud y quiebre en la familia. Esos problemas están ligados entre sí y son mutuamente reforzantes, creando un círculo vicioso que dificulta la integración social de las personas desde su nacimiento59. Otra definición de exclusión social es la citada en el Proyecto Rampses60, según la cual es “el proceso producido por la acumulación y la interacción de diversos fac- tores de riesgos sociales y ambientales, que empujan a los seres humanos (y los afectan) hacia un estado de pobreza. La exclusión es por consiguiente un proceso de empobrecimiento.” 57 Seddon, 2006. 58 Ibid. 59 Rotherham Metropolitan Borough Council’s, 2006. 60 Ver Mastropietro, 2001. Consumo pobl infractoraFIN.indd 34 24/7/09 12:06:32 [ 35 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos Sin embargo, en ese mismo proyecto se indica que la pobreza no se refiere sola- mente los individuos cuyos ingresos están bajo una línea de pobreza dada, sino que personas que revelan al mismo tiempo tener vínculos sociales débiles, una capacidad limitada para tomar decisiones en su vida, se sienten pobres, tienen un estatus social inferior o dependiente, y no pueden participar exitosamente en el desarrollo de la comunidad. En el Proyecto Rampses61 se distinguen 13 factores de riesgos sociales y ambien- tales para la exclusión social, que pueden ser de carácter positivo - principalmen- te asociados con servicios, que implican una menor incidencia de los factores de riesgo - y negativos, relacionados con situaciones que contribuyen a resaltar la incidencia de los riesgos sociales: Hábitat › Viviendas construidas en áreas inapropiadas, como en las riberas de ríos o canales, áreas de riesgo de inundaciones o de derrumbes, etc. › Existencia de áreas sobrepobladas (concentración de edificios de de- partamento de 10 pisos o más) › Viviendas con hacinamiento › Viviendas ruinosas › Drenajes al aire libre › Instalaciones industriales peligrosas y otras formas insalubres de alma- cenamiento de desechos muy cerca de las viviendas › Ruido continuo o excesivo durante muchas horas del día o de la noche › Tráfico a alta velocidad frecuente › Condiciones ambientales negativas (ruidos, contaminación, sustancias tóxicas en el suelo) › Escasa presencia de parques o áreas verdes Salud › Centros de salud ambulatorios, departamentos de salud especializados › Hospitales › Postas de primeros auxilios › Existencia de medicamentos esenciales en los hospitales y las farmacias › Incidencia de SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual › Abortos ilegales › Incidencia de enfermedad mental y discapacidades físicas › Alcoholismo 61 Ibid. Consumo pobl infractoraFIN.indd 35 24/7/09 12:06:32 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 36 ] › Desnutrición › Adicción a drogas Trabajo › Desempleo › Desempleo de los jóvenes › Mucho tiempo sin empleo › Sub-empleo (trabajo mal pagado o el que se desempeña una pocas horas durante la semana) › Situaciones de empleo no protegidas por los sindicatos Inteligencia › Escuelas (diversos niveles escolares, especialmentela de nivel superior) › Servicios educacionales (calidad del servicio) › Infraestructura cultural (cines, teatros, bibliotecas) › Centros de entrenamiento profesional › Tasa de deserción escolar › Dificultad para acceder a centros de entrenamiento profesional debido a la escasez de vacantes disponibles) › Incidencia del desempleo entre las personas que poseen certificados y grados académicos Crimen › Luz en las calles (existencia, mantención) › Presencia policial › Casos de “barras bravas” y vandalismo › Delincuencia juvenil › Matonaje › Casos de crímenes; robos › Usura, intimidación, requerimiento de pago de “protección” ejercido por organizaciones criminales › Acceso a drogas Género › Casos de violación o acoso sexual › Prostitución › Tendencia de las mujeres adultas a permanecer en la casa Consumo pobl infractoraFIN.indd 36 24/7/09 12:06:32 [ 37 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos › Discriminación contra la mujer en el mercado laboral (a no contratar mujeres embarazadas, prioridad en dar empleo a hombre con una cali- ficación similar, etc.) › Prejuicios contra las madres solteras y las mujeres separadas o divorciadas › Prejuicio y discriminación contra el desempeño económico de las mu- jeres (mujeres dueñas de sus propios negocios) › Discriminación contra las mujeres en la esfera política (partidos políti- cos, sindicatos, etc.) Familia › Guarderías y jardines infantiles para los niños en edad preescolar › Centros recreativos y clubes para los adolescentes › Familias separadas debido a divorcio › Casos de violencia en la familia (maltrato) › Familias extensas (seis miembros o más) › Familias uniparentales Comunicación › Red de transporte público (existencia de líneas y frecuencia) › Caminos (existencia y mantención) › Existencia de cafés de internet o puntos de internet › Kioscos de diarios y revistas › Existencia y eficiencia de oficinas de correo Administración pública › Servicios de emergencia (bomberos y otros) › Servicio para la obtención de carné de identidad › Empleados del gobierno local capaces, ágiles y profesionalizados (res- ponsables de la salud, la seguridad social y otros servicios) › Número adecuado de empleados gubernamentales responsables para atender al público Desorden institucional › Discriminación política, étnica y lingüística (en la educación, en el sala- rio y en el acceso a empleos, servicios y cultura) › Abuso de la autoridad ejercido por la policía › Conflicto entre personas de diferentes afiliaciones políticas › Emigración Consumo pobl infractoraFIN.indd 37 24/7/09 12:06:33 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 38 ] › Inmigración ilegal › Conflictos entre los inmigrantes y la población residente › Estigmatización de los beneficiarios de la ayuda social pública (por ejemplo, vivir en hospedajes públicos o en acomodaciones temporales debido a desplazamiento de las viviendas › Existencia de mediadores culturales, traductores o instrucciones en di- versas lenguas en las oficinas públicas Seguridad social › Asistencia social formal para quienes más la necesiten (disponibilidad de los trabajadores sociales, apoyo económico, etc.) › Estructuras de acogida para sectores más vulnerables de la población (personas sin techo, orfanatos, ancianos, niños de la calle) › Empleo en condiciones peligrosas o no saludables › Empleo sin seguro para accidentes laborales y enfermedades Abandono social › Servicios de asistencia social sin fines de lucro › Servicios sin fines de lucro para la prestación de atención de salud en la casa › Centros recreativos para los ancianos y jóvenes › Grupos de auto-ayuda › Personas ancianas que viven solas › Vagancia y personas sin techo › Niños de la calle Consumo (de bienes no esenciales) › Malls, shopping center › Agencias de viaje › Centros de venta de alta tecnología (computadores, teléfonos celula- res, etc.) › Lugares de encuentro (restaurantes, clubes nocturnos, bares, etc.) › Gimnasios y piscinas › Tiendas exclusivas (de ropa, joyerías, etc.) La exclusión social es una situación distinta a la pobreza, la cual fundamental- mente se refiere a carencias materiales y de servicios básicos más indispensables, pudiendo ser relativa o absoluta. La exclusión social dice relación, en cambio, con la carencia de activos sociales (educación, profesión u oficio, contactos, vínculos, Consumo pobl infractoraFIN.indd 38 24/7/09 12:06:33 [ 39 ] Consumo problemático de drogas y comisión de delitos etc.) que posibilitan a las personas acceder al mercado laboral, a la cultura, espar- cimiento, a redes sociales, etc. Por ello, la exclusión social es un fenómeno multidi- mensional en el cual la pobreza es frecuente pero no siempre está involucrada62. Mastropiero indica que una de las características esenciales del proceso de em- pobrecimiento es que afecta a las personas que no lo son, tales como trabajado- res/as a trato, pequeños comerciantes, trabajadores independientes, desemplea- dos temporales, segmentos de la clase media afectados por factores de riesgo social, y también a aquellas personas cuyo estatus social está basado principal- mente en sus ingresos63. El empobrecimiento es una situación que surge de cambios bruscos o profundos en la organización social y económica, a lo cual se añade una disminución de los sistemas de bienestar y apoyo social. El empobrecimiento y la vulnerabilidad aumenta por efecto de enfermedades, un ciclo económico negativo, pérdida del empleo, la discriminación, la falta de oportunidades. Cuando tales circunstancias actúan juntas, existe mayor riesgo de exclusión social, pudiendo el individuo per- der progresivamente sus vínculos sociales y su capacidad para reaccionar ante la adversidad. Desde esta perspectiva, podríamos distinguir entonces entre una exclusión social estructural que es la que afecta a sectores de pobreza y en extrema pobreza; la exclusión social de origen racial y étnico (como ocurre en Estados Unidos y en otros países), y el proceso de exclusión social relacionado con crisis y cambios económicos y/o políticos profundos, que afecta de manera dramática el bienestar de las personas. En su análisis de la relación drogas-delito-exclusión social, Seddon describe del si- guiente modo el contexto social en que se manifiesta el fenómeno en Inglaterra64: Antes de los años 1980: en Gran Bretaña no había problemas con las drogas, lo cual contrasta con los Estados Unidos, en donde el consumo de heroína aparece a fines de 1940. En la Inglaterra de post-guerra, el consumo de heroína se reducía a personas que se habían hecho adictas debido al exceso de la prescripción de recetas médicas de heroína. La heroína en los años 1980: a principios de los años ’80, algunos pueblos y ciuda- des en el norte de Inglaterra y Escocia experimentaron una reestructuración eco- nómica y des-industrialización, que se tradujo en altos niveles de cesantía y tuvo 62 Seddon, op.cit. 63 Mastropiero, op.cit. 64 Seddon, op.cit. Consumo pobl infractoraFIN.indd 39 24/7/09 12:06:33 Consumo problemático de drogas.Tratamiento en personas que han cometido delitos [ 40 ] un gran impacto en las comunidades empobrecidas de la región65. Los nuevos consumidores de heroína fueron jóvenes desempleados que vivían en los vecin- darios más pobres. También surgieron conexiones entre el consumo de drogas y el crimen; de muchos consumidores involucrados con la venta de drogas, la prostitución y especialmente con los delitos para obtener dinero. Los vecindarios afectados por la explosión del consumo de heroína experimentaron dificultades sociales: elevado desempleo, creciente número de crímenes y de venta y uso de heroína, lo cual complicó y exacerbó los problemas de pobreza existentes. Mirado desde una perspectiva de género, se señala los consumidores eran ma- yoritariamente hombres,
Compartir