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I. AGENTES ALQUILANTES 1. Concepto Los agentes alquilantes provocan su acción citotóxica mediante la formación de enlaces covalentes entre sus grupos alquilo y diversas moléculas nucleofílicas presen- tes en las células. Las reacciones alquilantes se clasifican en reacciones SN1 (sustitución nucleofílica de primer orden) y SN2 (sustitución nucleofílica de segundo orden) (fig. 62-1). En la reacción SN1 se forma primero un pro- ducto intermedio de gran capacidad reactiva y este inter- medio reacciona con el grupo nucleofílico para originar el producto alquilado. El paso limitante de la velocidad de esta reacción es la formación inicial del reactivo inter- medio. En la reacción SN2 existe un desplazamiento nucleofílico tanto en el agente alquilante como en el grupo nucleofílico, por lo que la velocidad de reacción depende de la concentración de ambos reactivos. Podría esperarse que los compuestos que alquilan a través de un reactivo intermedio fueran menos selectivos que los menos reactivos. Sin embargo, no existe una re- lación simple entre la reactividad química y la acción te- rapéutica. Son clínicamente útiles tanto los fármacos que alquilan mediante un mecanismo SN1, como los que lo ha- cen por el SN2, y los hay que actúan mediante reacciones con características de ambos mecanismos. 2. Clasificación y características químicas 2.1. Mostazas nitrogenadas La actividad biológica reside en la existencia del grupo bis-cloroetilamina (fig. 62-2), unido a un nitrógeno triva- lente. El primero de la serie fue el derivado mecloreta- mina, un compuesto muy inestable, de gran reactividad y poca especificidad, y por ello muy irritante. En una pri- mera etapa, pierde un Cl y el carbono b reacciona con el átomo de nitrógeno nucleofílico para formar la molécula de aziridinio, que es cíclica, cargada positivamente y muy 62 Quimioterapia antineoplásica Agentes alquilantes. Antibiót J. Flórez reactiva (fig. 62-3). La reacción del anillo con un grupo nucleofílico generará el producto alquilante inicial. El otro grupo cloroetilo origina un segundo radical aziridi- nio que ocasiona otra alquilación y, de este modo, se ori- gina un puente cruzado entre dos grupos nucleofílicos alquilados. La sustitución del grupo N-metilo por otros grupos químicos restan nucleofilia, reactividad y citoto- xicidad, pero aumentan la selectividad y mejoran la mane- jabilidad y el índice terapéutico. El melfalán, que tiene L-fenilalanina, y el clorambucilo, que tiene ácido amino- fenilbutírico, poseen actividad alquilante directa y son más selectivos que la mecloretamina; la ciclofosfamida es inerte por sí misma debido al grupo de fosfamida cíclica que sustituye al grupo N-metilo, pero en el organismo es transformada en productos activos; un análogo isomérico de la ciclofosfamida es la ifosfamida. 2.2. Alquilsulfonatos El busulfano presenta cuatro grupos metileno entre dos grupos sulfonato (fig. 62-2). Su reacción de alqui- lación presenta cinética SN2. Reacciona más extensa- mente con grupos tioles de los aminoácidos y proteínas, pero también lo hace con el nitrógeno N7 de la guanina del ADN, como los demás agentes alquilantes (v. más adelante). 2.3. Nitrosoureas Aunque la metilnitrosourea tiene cierta actividad ci- totóxica, ésta aumenta notablemente con sus derivados cloroetilados, como la cloroetilnitrosourea (CNU), la 1039 II. icos. Agentes varios SN1 : RX R+ + X– RY + X– SN2 : RX + Y– [X - R - Y] RY + X– + Y– Fig. 62-1. Tipos de reacciones nucleofílicas. 1040 Farmacología humana carmustina (bis-CNU o BCNU), la lomustina (ciclohexil- CNU o CCNU) y la semustina (metil-CCNU) (fig. 62-2). La estreptozotocina es una nitrosourea natural producida por levaduras del género Streptomyces; derivado suyo se- misintético es la clorozotocina, que posee un grupo clo- roetilo y una molécula de glucosa. Las nitrosoureas se CI–CH2CH2 CI–CH2CH2 N — CH3 Mecloretamina CI–CH2CH2 CI–CH2CH2 N — P Ciclofosfamida CI–CH2CH2 CI–CH2CH2 N — Melfalán O II N O — CH2CH–COOH CI–CH2CH2 CI–CH2CH2 N — Clorambucilo Busulfano — (CH2)3 –COOH H3C–S–O–(CH2)4 –O–S–CH3 O II O II II O II O I NH2 Cl–CH2CH2–N–CH2CH2–Cl Cl–CH2CH2–N+ CH3 I CH3 I + R1 – NH2 R2–N–CH2CH2–N–CH2CH2–N–R1 Cl–CH2CH2–N–CH2CH2–N–R1 + R2 – NH2 H I H I H I CH3 I CH3 I Fig. 62-3. Ejemplo de activación de un agente alquilante (me- cloretamina), con formación de un reactivo intermedio, y al- quilación posterior de dos grupos amino. Fig. 62-2. Estructura d descomponen espontáneamente en varios productos que pueden ser los responsables de la acción citotóxica (v. 9). 2.4. Etileniminas y metilmelaminas El tiotepa es la trietilenetiofosforamida y la altreta- mina o hexametilmelamina es un análogo estructural de TEM que posee tres grupos de metilamina asociados a un anillo triazínico. 2.5. Alquilantes atípicos Son productos que carecen de grupos cloroetilo, pero pueden formar enlaces covalentes con macromoléculas biológicas a través de grupos alquilo, imonio, sulfonio y formadores de epóxidos. Entre ellos destacan la procar- bazina y la dacarbazina, que son inertes por sí mismas, pero que en el organismo se transforman, por reacciones muy complejas, en elementos intermedios reactivos con capacidad alquilante (v. 12). NITROSOUREAS CI–CH2CH2–N–C–NH– R I NO O II Cloroetilnitrosourea Carmustina –CH2CH2–CI Lomustina Semustina R –H CH2–CH2 CH2–CH2 –CH CH2 CH2–CH2 CH2–CH2 –CH CH–CH3 e agentes alquilantes. 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1041 3. Mecanismo general de acción La acción de los agentes alquilantes es relativamente cicloinespecífica, ya que pueden reaccionar con las célu- las incluso en fase G0, pero los polinucleótidos de las cé- lulas son más susceptibles a la alquilación cuando sus estructuras se encuentran en situación de cambio o de desparejamiento durante el proceso de replicación; por lo tanto, la alquilación será más eficaz al final de la fase G1 y en la fase S. Incluso si la alquilación ocurre en cualquier fase del ciclo, la expresión de la toxicidad resultante se aprecia cuando las células entran en la fase de síntesis (S), impidiéndoles avanzar a través de la fase premitótica. Aunque son muchos los componentes celulares que su- fren el proceso de alquilación (ADN, ARN, proteínas y membranas), la hipótesis más aceptada responsabiliza a la interacción con el ADN como el mecanismo más im- portante de la actividad antitumoral. Dentro del ADN, y aunque los grupos fosfato pueden interactuar con los agentes alquilantes, son las bases nitrogenadas las más afectadas. De ellas, la posición más activa en relación, por ejemplo, con la mecloretamina o el metilmetanosulfo- nato, es el nitrógeno 7 (N7) de la guanina. Su alquilación produce importantes cambios en las propiedades quími- cas de la guanina. La carga positiva generada en el ani- llo imidazólico lo hace más lábil, favoreciendo la forma de tautómero enólico. Como consecuencia, la guanina puede mostrar preferencia por emparejarse con la timina en lugar de hacerlo con su pareja natural, que es la cito- sina; puede favorecerse la hidrólisis y sufrir el proceso de despurinación, desestabilizando así localmente el ADN y favoreciendo la escisión de la cadena; finalmente, puede abrirse el anillo imidazólico, lo que también ocasiona la despurinación. Los agentes alquilantes bifuncionales, como la meclo- retamina, presentan la capacidad de reaccionar secuen- cialmente con los grupos N7 de dos residuos diferentes de guanina en el ADN, produciendo una alquilación bi- funcional que se manifiesta en forma de un puente cru- zado, bien dentro de una misma hebra de ADN o entre las dos hebras de la doble hélice. Numerosos datos indi- can que los agentes alquilantes bifuncionales, con algu- nas excepciones, son mucho más eficaces como antitu- morales que los análogos monofuncionales, por lo quese acepta que la bifuncionalidad tiene mayor poder citotó- xico que la monofuncionalidad; ésta, en cambio, parece más responsable de la carcinogenicidad y la mutagenici- dad. Sin embargo, si la alquilación monofuncional es abundante y favorece fracturas del ADN en muchos si- tios, llega a tener también actividad citotóxica. Además de la posición N7 de guanina, algunos agen- tes alquilantes, como las nitrosoureas, pueden alquilar la posición O6 de la guanina, originando productos mutá- genos; también la N3 de la adenina y, en menor grado, N3 de guanina, N1 y N7 de adenina, N3 y O6 de timina, y N3 de citosina pueden comportarse como grupos reac- cionantes. Puede haber también alquilación en bases del ARN, en posiciones similares a las descritas para el ADN. La interacción con enzimas y otras proteínas, tanto por re- acciones alquilantes como por otras reacciones propias de los diversos compuestos, también pueden contribuir a la acción citotóxica. 3.1. Mecanismos de resistencia Uno de los mecanismos responsables de la aparición de resistencias a los agentes alquilantes puede ser el in- cremento en la capacidad celular de reparar el ADN da- ñado, por ejemplo, retirando los nucleótidos alquilados y sustituyéndolos por nucleótidos normales. Este meca- nismo puede explicar también la resistencia cruzada que aparece entre agentes alquilantes de naturaleza distinta. Otros mecanismos propuestos son la disminución de la penetración del fármaco en la célula, el incremento en el contenido intracelular de grupos tiol, capaces de inacti- var al compuesto alquilante, o una facilitación de los me- canismos de degradación. 4. Acciones citotóxicas comunes La toxicidad más frecuente y la que más limita la do- sis que se puede administrar es sobre la médula ósea; pero sus características en cuanto a tipo de células más afec- tadas, iniciación, duración y velocidad de recuperación de la depresión medular, etc., son muy distintas según el agente alquilante que se emplee, como se detallará en cada caso. Producen también con frecuencia atrofia del tejido re- productor, con oligospermia e incluso aplasia germinal en los varones, y amenorrea en las mujeres. Ambas afec- taciones son reversibles (v. tabla 61-2). El riesgo de teratogenia es claro aunque no constante cuando se administran en el primer trimestre del emba- razo e inferior al originado por antimetabolitos del tipo de los análogos del ácido fólico. No hay riesgo durante el segundo y el tercer trimestres. En administraciones prolongadas, los agentes alqui- lantes muestran capacidad carcinógena, tanto más cuanto mayor sea la duración del tratamiento. El cáncer secun- dario más frecuente es la leucemia aguda, pero pueden surgir otros. La terapéutica combinada de varios fárma- cos, o de éstos con radioterapia, puede elevar el riesgo de inducción tumoral (v. tabla 61-2). La toxicidad pulmonar en forma de fibrosis pulmonar puede ser causada por diversos alquilantes; los más peli- grosos en este sentido son las nitrosoureas, sobre todo en dosis altas, pero pueden producirla también el busulfano, la ciclofosfamida, el melfalán y el clorambucilo. Parece que se debe a la citotoxicidad directa del epitelio pulmo- nar, en el que se desarrollan alveolitis y fibrosis. Las náuseas y los vómitos son muy frecuentes, aunque su intensidad y forma de aparición varían mucho según 1042 Farmacología humana los enfermos. En el caso de la ciclofosfamida aparecen de manera diferida. Existen otras reacciones adversas menos frecuentes o más específicas de un producto determinado, que se in- dicarán en cada caso. 5. Ciclofosfamida e ifosfamida Son agentes alquilantes bifuncionales (fig. 62-4). La ifosfamida es un análogo estructural de la ciclofosfamida, de la que difiere en la localización de uno de los grupos cloroetilo, que pasa a asociarse al nitrógeno del anillo oxa- zafosforino. Su espectro de actividad antitumoral es algo diferente. 5.1. Propiedades y características farmacocinéticas Ambas mostazas son profármacos que en el organismo se convierten en productos con actividad citotóxica al- quilante mediante el sistema de oxidasas mixtas P-450-de- pendientes (fig. 62-4). La ciclofosfamida se transforma en 4-hidroxiciclofosfamida (4-OHCF) y aldofosfamida, la cual produce espontáneamente acroleína y deja libre la mostaza fosforamida, que posee alta capacidad alqui- lante. Además, la aldofosfamida produce, por oxidación enzimática, carboxifosfamida y mostaza nornitrógeno. No está clara la contribución relativa de cada metabolito activo, pero parece que la carboxifosfamida y la mostaza nornitrógeno carecen de actividad alquilante en condi- CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — P Ciclofosfamida Acroleína O II N O CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — P Mostaza fosforamida O II NH2 OH CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — 4-Hidroxiciclo CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — P Aldofosfamida O II NH O Oxidación microsómica Oxidación expontánea P-450 CH2 = CH–C O H Fig. 62-4. Metabolismo y act ciones fisiológicas. Los principales efectos alquilantes y citotóxicos se deben a la 4-OHCF y a la mostaza fosfora- mida. En el caso de la ifosfamida, la separación espacial de los dos grupos cloroetilo se ajusta mejor a la distancia en- tre las hebras de ADN para producir puentes de cruza- miento; pero este mismo hecho retrasa la activación oxi- dativa en el anillo de la molécula, que se transforma en 4-hidroxiifosfamida y aldoifosfamida; ésta produce la mostaza isofosforamida y la acroleína. Debido a este re- traso, pueden actuar otras vías metabólicas oxidativas que originan metabolitos alquilantes y cloroacetaldehído con capacidad neurotóxica. La acroleína acumulada en la vejiga urinaria es la res- ponsable de la producción de cistitis hemorrágica no bac- teriana, de gran incidencia sobre todo con la ifosfamida. Se evita mediante la coadministración de compuestos ricos en grupos -SH, entre los que destaca el mercapto- etanosulfonato sódico o mesna, que en la actualidad se administra junto con ifosfamida; el mesna se elimina com- pletamente por la orina. La biodisponibilidad de la ciclofosfamida por vía oral es superior al 75 % y la de la ifosfamida es del 100 %. Ambas se unen muy poco a proteínas plasmáticas y tie- nen una semivida de terminación muy variable, entre 4 y 14 horas, pero como su actividad depende de sus diver- sos metabolitos, reviste mayor importancia la farmacoci- nética de éstos. Menos del 20 % de la ciclofosfamida y la ifosfamida se elimina como tal por el riñón, pero en caso de insuficiencia renal aumenta la semivida de eliminación P fosfamida O II N O OH 2 CH2 CH2 C Oxidación enzimática Oxidación enzimática 4-Cetociclofosfamida H O CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — P Carboxifosfamida CI–CH2 CH2 CI–CH2 CH2 N — H Mostaza nornitrógeno O II NH2 OCH2 CH2 COOH ivación de la ciclofosfamida. 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1043 de ambas, si bien no se aprecia una clara influencia sobre la actividad citotóxica. La ciclofosfamida atraviesa la ba- rrera hematoencefálica mejor que la ifosfamida. Se ha detectado la existencia de polimorfismo gené- tico en la formación de carboxifosfamida; los carboxi- ladores lentos pueden tener una deficiencia en aldehído- oxidasa, producen menos carboxifosfamida y más mos- taza fosforamida. 5.2. Reacciones adversas Ambas producen toxicidad aguda en forma de náuseas y vómitos; la ciclofosfamida puede ocasionar reacciones anafilactoides, borrosidad de visión y confusión; la ifos- famida puede ocasionar nefrotoxicidad (diferente de la cistitis, no controlable con mesna) y acidosis metabólica. Como toxicidad diferida destaca la depresión de médu- la ósea, pero es más fácilmente reversible que con otros agentes alquilantes y afecta en menor grado las plaque- tas; producen cistitis hemorrágicas controlables con mesna, alopecia, disminución de la secreción de hormona antidiurética con retención hídrica e hiponatremia. La ciclofosfamida puede originar infertilidad temporal, te- ratogenia,infiltrados pulmonares y, en administración crónica, cáncer de vejiga. Con la ifosfamida destaca un cuadro encefalopático en forma de somnolencia, aluci- naciones, borrosidad de la visión y coma; es también te- ratógena. 5.3. Aplicaciones terapéuticas Como antineoplásica, la ciclofosfamida es particu- larmente útil por su amplio espectro de acción, la faci- lidad de administración y el rango amplio de dosis que se puede utilizar. De ahí que su empleo sea extenso, princi- palmente en combinación con otros fármacos. Es muy útil en la enfermedad de Hodgkin y otros linfomas, en el lin- foma de Burkitt y en la leucemia linfoblástica aguda de la infancia. En combinación se emplea en otros muchos tipos de cáncer. El régimen de administración es muy va- riado; son dosis pequeñas las dosis de 2-3 mg/kg por vía oral o IV; pueden usarse 4-8 mg/kg IV durante 6 días, seguidos como dosis oral de mantenimiento por 1- 5 mg/kg/día, o bien 3-5 mg/kg IV, 2 veces por semana, o 10-15 mg/kg IV cada 7-10 días. En ocasiones se prefiere una dosis única y muy alta de 30 mg/kg, o una dosis de 40-50 mg/kg IV en infusión durante 2-5 días. Como inmunodepresora, véase capítulo 23. La ifosfamida se emplea sola o asociada con otros fár- macos en diversos tumores sólidos, sarcoma de tejidos blandos, tumores pulmonares, cáncer de ovario y testícu- lo, y cáncer de cuello y de mama. La dosis suele ser de 5-8 g/m2 repetida 3 o 4 veces por semana, inyectando cada dosis en infusión IV diluida en 3 l de solución salina o glucosada a lo largo de 24 horas, o bien en dosis fraccio- nadas de 1,2-2,5 g/m2/día durante 3-5 días. Los cursos de quimioterapia se repiten cada 3-4 semanas. El mesna se administra como bolo IV en una dosis, igual al 20 % de la de ifosfamida, a las 0, 4 y 8 horas de inyectar cada día la ifosfamida; si el mesna se da por vía oral, la dosis ha de ser el 40 % de la de ifosfamida. 6. Clorambucilo Se absorbe bien por vía oral, alcanzándose la Cmáx en 1 hora. Produce un metabolito activo alquilante, la mos- taza fenilacética, cuyo nivel máximo aparece a las 2-4 ho- ras. La t1/2b de ambos productos es de 1,5 y 2,5 horas res- pectivamente. Su acción mielodepresora es moderada, gradual y re- versible. Puede producir atrofia gonadal y es carcinógeno. Su indicación principal es la leucemia linfocítica cró- nica y la macroglobulinemia de Waldenström. Puede ser útil en la enfermedad de Hodgkin y en otros linfomas. La butionina sulfoximina (BSO) depleciona las células de glutatión por inhibir la enzima g-glutamilcisteína-sintetasa. Al ser el glutatión un elemento destoxicante de los agentes alquilantes, la BSO puede sensi- bilizar las células malignas frente a diversos agentes alquilantes para los que se haya desarrollado resistencia por incremento de la síntesis de glutatión. Se está ensayando en el tratamiento con melfalán y cloram- bucilo. Se administra por vía IV, 6 dosis de 1.500-3.000 mg/m2 cada 12 horas; el agente alquilante se administra 1 hora después de la quinta dosis de BSO. Puede producir náuseas y vómitos. 7. Mecloretamina Es la primera mostaza nitrogenada en que se descubrió aplicación antineoplásica. Por su gran reactividad química resulta irritante, por lo que se debe administrar siempre por vía IV. Se transforma con gran ra- pidez en el plasma y en los tejidos. Es fuertemente tóxica; produce náuseas y vómitos, mielodepresión que afecta los leucocitos y las plaquetas, fenómenos de hipersensibili- dad dérmica, alteraciones gonadales, neurotoxicidad con fenómenos de excitación del SNC, fenómenos de irritación vascular y tisular (si hay extravasación, puede ser controlada con tiosulfato sódico). A pesar de su acción irritante, continúa teniendo gran valor en uti- lización combinada en la enfermedad de Hodgkin, otros linfomas, me- duloblastoma, micosis fungoide y neuroblastoma. 8. Melfalán Se absorbe por vía oral, con una biodisponibilidad del 50-80 % y un tmáx muy variable, que puede llegar a ser de 8 horas. En parte se elimina por las heces y en parte por la orina. La semivida es de unas 2 horas. La principal reacción adversa es la mielotoxicidad, principalmente plaquetaria. Puede producir infiltrados y fibrosis pulmonar, y puede ser carcinógeno. Las aplicaciones terapéuticas principales son el mie- loma, en combinación con otros fármacos, y el cáncer de ovario. 9. Nitrosoureas 9.1. Mecanismo de acción Se descomponen espontáneamente en productos que son responsables de la acción citotóxica: iones cloroetil- 1044 Farmacología humana diazonio y cloroetilcarbonio, por un lado, e isocianato, por el otro (fig. 62-5); los primeros tienen capacidad de alquilar grupos cloroetilo sobre unidades de citidilato y guanilato del ADN, y el isocianato también puede car- bamoilar proteínas enzimáticas relacionadas con la du- plicación y reparación del ADN y síntesis del ARN; aun- que esta acción no parece esencial para la actividad antitumoral, ya que la estreptozotocina no la posee, en cambio puede ser causa de efectos tóxicos. 9.2. Características farmacocinéticas Sus características químicas diferenciales se han ex- puesto en 2.3. Destacan por su liposolubilidad, por lo que se absorben bien por vía oral y atraviesan la BHE. La car- mustina, sin embargo, no se administra por vía oral por- que se distribuye y metaboliza con gran rapidez. Se me- tabolizan en abundancia: además de originar los iones activos anteriormente señalados, la carmustina es inacti- vada por desnitrosación, reacción activada por fármacos inductores como el fenobarbital; la lomustina y la se- mustina son hidroxiladas en su anillo ciclohexilo, pero el metabolito hidroxilado mantiene actividad. La cinética de la carmustina por vía IV es biexponencial, con una t1/2a de 6 min y una t1/2b de 68 min. En el LCR se observan concentraciones que son el 15-30 % de las plasmáticas, así como concentraciones elevadas de los metabolitos ac- tivos de la lomustina y la semustina. La estreptozotocina se administra por vía parenteral y presenta una semivida de 15 min. 9.3. Reacciones adversas Todas las nitrosoureas destacan por la mielotoxicidad de tipo diferido que compromete principalmente las pla- quetas y los leucocitos: aparece a las 3-4 semanas de su administración y puede durar 2-3 semanas; la tromboci- topenia puede iniciarse antes y suele ser más intensa que la leucopenia. Cuando se administran con intervalos de 6 semanas, puede ocurrir que la recuperación no sea com- pleta antes de dar la dosis siguiente y que sea preciso re- ducirla. Cl–CH2 CH2–N–C–NH– R O II N I II O Cl–CH2 CH2–N=N–OH O=C=N– R Fracción diazonio Fracción isocianato Fig. 62-5. Activación de las nitrosoureas. Producen también con frecuencia náuseas y vómitos. Pueden originar toxicidad renal, fibrosis pulmonar irre- versible, lesión hepática reversible, irritación local (en in- yección IV) y reacciones neurológicas. La carmustina y la semustina tienen capacidad mutágena y carcinógena. La estreptozotocina difiere radicalmente por su tro- pismo tisular. Afecta de manera específica las células b del páncreas y de ahí deriva su utilización clínica. Ade- más, produce con frecuencia lesiones renales, hepáticas, reacciones locales, náuseas y vómitos; en cambio, afecta escasamente la médula ósea. 9.4. Aplicaciones terapéuticas Se emplean en la enfermedad de Hodgkin, en otros lin- fomas y mielomas, generalmente en combinación con otros productos o como fármacos alternativos; en las leu- cemias meníngeas y en tumores cerebrales primarios o metastásicos, por su capacidad de atravesar la BHE y en otros tumores sólidos, como productos de segunda fila. La carmustina se administra IV a dosis de 100-200 mg/m2 en infusión de 1-2 horas. La dosis habitual de lomustina es de 130 mg/m2 y la de semustina es de 200 mg/m2, am- bas en dosis única por vía oral. No se deben administrar de nuevo hasta pasadas 6 semanas. 10. Busulfano Se caracteriza por su acción específica sobre la médula ósea y, den- tro de ella, por una relativa selectividad por la serie granulocítica. A do- sisaltas afecta también las plaquetas y los leucocitos. Se absorbe bien por vía oral y tiene una t1/2 plasmática de 2-3 horas. Se metaboliza extensamente. Se emplea en la leucemia mielocítica cró- nica, en la fase estable, pero no sirve ni en la mielocítica aguda ni en las fases agudas de la crónica; las dosis varían según la gravedad de la en- fermedad: 2-8 mg/día hasta que remite. Las reacciones adversas más constantes son las derivadas de la mie- lodepresión. Pueden aparecer, además, náuseas, vómitos, infiltración y fibrosis pulmonar, alopecia, azospermia y amenorrea, alteraciones cro- mosómicas y teratogenia. 11. Tiotepa y altretamina El tiotepa actúa como agente alquilante; por su gran lipofilia pene- tra con rapidez en el SNC. Aunque es activo en diversos tipos de tu- mores, su uso en la práctica se limita a la aplicación intracavitaria del cáncer superficial de vejiga, en dosis de 30-60 mg, y en ocasiones en el tratamiento de efusiones malignas. Su principal toxicidad es la mielo- depresión, incluso cuando se aplica intravesicalmente. La altretamina ejerce una acción citotóxica relacionada con algún producto intermedio obtenido a partir de los grupos metilo. Se absorbe de manera muy variable por vía oral y sufre intensa me- tabolización microsómica con formación de productos N-desmetilados poco activos. Su semivida es de 5 a 10 horas. Provoca con frecuencia náuseas y vómitos, y depresión de médula ósea con leucopenia. Produce neurotoxicidad en forma de letargia, de- presión, a veces alucinaciones, además de neuropatía periférica (pa- restesias y pérdida de reflejos propioceptivos); para algunos autores, la neurotoxicidad mejora con piridoxal. Su mayor eficacia se aprecia en el cáncer de ovario, el carcinoma pulmonar de células pequeñas, el cáncer de mama y algunos linfomas. Cuando se utiliza como agente único, la dosis es de 260 mg/m2/día durante 14-21 días, con descanso de una semana, repitiendo varios ci- clos. En asociación, las dosis son menores. 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1045 12. Alquilantes atípicos 12.1. Procarbazina La actividad de la procarbazina se debe a su trans- formación metabólica en productos intermedios con ca- pacidad alquilante y en radicales libres; la transformación se produce en el hígado y requiere el sistema de oxidasas y citocromo P-450 (fig. 62-6 A). Particular importancia en la actividad citotóxica parece que tienen el derivado azo y sus derivados metilazoxi y bencilazoxi. El deriva- do azo aparece pocos minutos después de la administra- ción de procarbazina. Como consecuencia, los productos alteran el ADN y son los responsables de la actividad ci- totóxica, mutágena, carcinógena y teratógena. Es fre- cuente observar translocaciones de cromátidas e inhibi- ción en la síntesis de ADN, ARN y proteínas. CH3–NH–NH–CH2 Proca Derivad CH3–N=N–CH2 CH3 CH3 CH3 CH3 Derivado metilazoxi Dacarbazina CH3–N=N–CH2 C–NH–CH O II O II O N N C–NH2 N=N–N A B Fig. 62-6. Activación de la pr Tras su administración IV, la procarbazina desaparece del plasma con una t1/2 de 7 min. El derivado azo alcanza la Cmáx en 10-20 min, seguido de los isómeros metilo y bencilazoxi; tanto el metabolito azo como sus metaboli- tos aparecen en el cerebro a los 10-30 min. Los fármacos inductores del metabolismo aceleran la transformación de la procarbazina. Sus principales reacciones adversas agudas son náu- seas y vómitos, y depresión del sistema nervioso (confu- sión y somnolencia) cuando se da por vía IV. De forma diferida aparecen depresión de médula ósea, estomatitis y neuropatías periféricas. Produce hemólisis en pacien- tes con déficit de glucosa-6-P-deshidrogenasa (v. cap. 9); es también inhibidora de la MAO, por lo que puede dar reacciones tiramínicas como las descritas en el capítu- lo 32. Son importantes sus acciones esterilizante, mutá- gena, carcinógena y teratógena. O–NH–CH CH3 CH3 CH3 CH3 rbazina o «azo» C–NH–CH C II O II CH3 CH3 Derivado bencilazoxi CH3–N=N–CH2 C–NH–CH O II O Ion metildiazonio O II N N C–NH2 NH2 CH3–N N + + ocarbazina y la dacarbazina. 1046 Farmacología humana En combinación con otros antineoplásicos es uno de los más activos en la enfermedad de Hodgkin, linfomas no hodgkinianos, tumores cerebrales y carcinoma pul- monar de células pequeñas. La dosis por vía oral es de 2- 4 mg/kg/día durante la primera semana, aumentando a 4-6 mg/kg/día hasta conseguir la máxima respuesta o hasta que la toxicidad la hace intolerable. En dosis de mante- nimiento es de 1-2 mg/kg/día. 12.2. Dacarbazina Sintetizada inicialmente como producto que podía in- terferir en la síntesis de bases púricas, su mecanismo de acción resultó seguir otro camino; en el microsoma he- pático y a través de procesos oxidativos, origina produc- tos intermedios que liberan el ion metildiazonio con ac- tividad alquilante de los ácidos nucleicos (fig. 62-6 B). Se absorbe parcialmente por vía oral, pero se admi- nistra normalmente por vía IV. Origina metabolitos ci- totóxicos que se eliminan por riñón en el 30-50 %. Su se- mivida plasmática es de 3-5 horas. Entre las reacciones adversas destacan náuseas y vómitos, diarrea, reaccio- nes anafilácticas, sensación febril o cuadro seudogripal. De forma diferida se produce depresión de la médula ósea, aunque suele ser de intensidad moderada; en oca- siones aparecen alopecia, toxicidad hepática, neurotoxi- cidad y alteraciones dermatológicas. Es alto su índice de carcino-genicidad y teratogenicidad. Se emplea en el tratamiento del melanoma y, en me- nor grado, en la enfermedad de Hodgkin. La dosis es de 3,5 mg/kg/día IV durante 10 días. A veces se recurre a la vía intraarterial: 250 mg/m2/día durante 5 días, en mela- nomas de pelvis o región maxilofacial. Un derivado suyo es la temozolamida que está siendo evaluada para el tratamiento de tumores cerebrales, melanoma y otros tumores. En el organismo se convierte en un metabolito activo, la monometil-triaze- noimidazol-carboxamida. Se administra por vía oral a la dosis 150 a 200 mg/m2/día durante 5 días. Puede desarrollar alteraciones hemato- lógicas, gastrointestinales, alopecia e hiperglucemia. II. CISPLATINO 1. Características químicas El cisplatino es el compuesto inorgánico cis-diami- nodicloroplatino en el que el platino se encuentra en es- tado de oxidación +2, es decir, tiene cuatro enlaces diri- gidos hacia las cuatro esquinas de un cuadrado en cuyo centro se encuentra el átomo metálico, formándose así un complejo planar (fig. 62-7). El platino forma enlaces covalentes, por lo que sus re- acciones se asemejan en cierto modo a las reacciones de sustitución del carbono, especialmente a las reacciones de alquilación. En el ambiente acuoso de la solución del cisplatino, como se encuentra en los líquidos orgánicos, el platino debe formar enlace covalente con el H2O, que sustituye así a un Cl–, formándose un derivado «acuo». En la con- centración de Cl– que existe en el plasma, el cisplatino se puede encontrar en varias formas: dicloro, cloroacuo (clo- rohidroxi) y diacuo (dihidroxi) e incluso se pueden for- mar dipolímeros. Cualquiera de estas formas tienen ca- pacidad para reaccionar con los productos nucleofílicos que se encuentran en las células (fig. 62-7). La reacción directa puede ser importante sólo para los grupos bioló- gicos tio, mientras que los grupos amino reaccionan sólo a través del compuesto acuo. 2. Mecanismo de acción Actúa de manera preferente sobre las bases del ADN, en particular con el N7 de la guanina debido a su gran nu- cleofilia, al igual que lo hacen los agentes alquilantes. Además, se comporta como un agente bifuncional pro- duciendo enlaces o puentes cruzados entre las dos hebras del ADN, lo cual implica una profunda modificación en la estructura y función del ADN; también parece que se forman puentes cruzados entre moléculas de guanina per- tenecientes a la misma hebra e, incluso, entrecruzamien- tos entre moléculas de ADN y proteínas. Como conse- cuencia seproduce una fuerte inhibición en la síntesis de ADN. Pt H3N H3N Cl Cl Pt Pt H3N H3N Cl OH Pt H3N H3N Cl Nu Forma dicloro Forma cloroacuo SN2 + Producto nucleofílico (Nu) SN1 + Producto nucleofílico NH2 H3N OCOCH3 OCOCH3 Cl Cl JM-216 Amifostina NH2 (CH2)3–NH–CH2–CH2–S–PO3H2 Fig. 62-7. Formas activas del cisplatino. 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1047 La tiourea y otros compuestos tioles presentan avidez por el platino y son capaces de desplazarlo de su fijación al ADN, formando complejos estables e irreversibles. De acuerdo con ello parece que se comportan como agentes de «rescate», disminuyendo la acción citotóxica del cis- platino. 3. Características farmacocinéticas El cisplatino se administra por vía IV en solución que debe tener suficiente cloruro sódico para evitar la des- composición del fármaco. Dentro del plasma, la elevada concentración de Cl– impide en gran parte la «acuización» del producto expuesta en la figura 62-7. Asimismo, el cis- platino se une también a proteínas, mediante enlaces co- valentes, lo cual puede significar la pérdida irreversible de la actividad biológica. A las células de los tejidos pa- san las formas dicloro, clorohidroxi y dihidroxi señaladas en el apartado 1. La concentración plasmática disminuye inicialmente con rapidez como consecuencia de su paso a los tejidos y de la excreción renal, con una semivida de 10-40 min. Luego, la concentración plasmática puede aumentar como consecuencia de la creciente unión a proteínas, hasta que vuelve a disminuir lentamente con una larga semivida de 1-5 días, quizá como consecuencia de su in- tensa fijación a los tejidos. Inicialmente, el platino alcanza elevadas concentraciones en el riñón (20-45 %), lo que puede contribuir a la acción nefrotóxica del fármaco; se fija también en piel, hueso y músculo; atraviesa escasa- mente la BHE. Se elimina principalmente por el riñón en las primeras horas (15-60 %), siguiendo después una ex- creción lenta durante varios días. En pequeña proporción es excretado también por bilis y saliva. 4. Reacciones adversas La más llamativa es la acción nefrotóxica, que afecta los túbulos proximales y distales; la lesión se parece en parte a la que produce el Hg. La toxicidad aparece con dosis de 2 mg/kg o 50-75 mg/m2, pero se puede evitar me- diante abundante hidratación del paciente y diuresis os- mótica con manitol. La intensidad de la lesión guarda re- lación con la dosis; a veces puede ser irreversible. Desde el punto de vista funcional se aprecia una disminución del aclaramiento de creatinina (mayor que el que corres- ponde al moderado aumento de BUN y creatinina en plasma), y una marcada pérdida de Mg que puede origi- nar un cuadro agudo de hipomagnesemia que exige su re- posición. Las náuseas y los vómitos que produce durante varias horas son de extraordinaria intensidad y exigen la admi- nistración abundante de poderosos antieméticos, de- biéndose iniciar incluso antes de comenzar la infusión de cisplatino. Aparecen también ototoxicidad, neuropatía periférica, depresión de médula ósea, hemólisis y reac- ciones anafilácticas. 5. Aplicaciones terapéuticas El cisplatino es particularmente útil en el carcinoma de testículo y de ovario, en combinación con otros pro- ductos. Tiene cierta actividad en otros carcinomas, como el de células pequeñas del pulmón, estómago, coriocar- cinoma, vejiga urinaria, mama, corteza suprarrenal, cue- llo uterino, útero, cabeza y cuello, pulmón, linfoma no hodgkiniano y osteosarcoma. Si se da solo, se administra a la dosis de 100 mg/m2; puede hacerse de una vez o re- partido en 5 días, repitiéndose los ciclos cada 3 semanas. Si se da en combinación con otros antineoplásicos, la do- sis puede reducirse a 20-30 mg/m2. 6. Derivados con platino y protectores Se ha realizado un extraordinario esfuerzo por en- contrar nuevos derivados de platino que mejoren el es- pectro del cisplatino, o reduzcan su toxicidad, o venzan la resistencia de novo o adquirida que frecuentemente aparece con este fármaco. Se han obtenido derivados de segunda y tercera generación que difícilmente superan la prueba de la eficacia clínica. Uno que mejora la toxi- cidad del cisplatino es el carboplatino, utilizado ya en la clínica. El carboplatino es el cis-diamino-[1,1-ciclobutano- dicarboxilato]-platino, que sufre hidrólisis inicial para formar un derivado monoacuo y, por lo tanto, una forma monofuncional de reacción con el ADN. Se forman puen- tes de cruzamiento intrahebra e inhibición de la síntesis de ADN. Es muy útil en el carcinoma de ovario y se uti- liza también en el neuroblastoma, leucemias refractarias y cáncer de vejiga, cerebro, mama, testículo, cabeza y cue- llo, endometrio, cuello y laringe. Se elimina sin modificar por orina en el 60-70 % y su t1/2 es de 2,5-6 horas; es preciso reducir la dosis en caso de insuficiencia renal. Presenta menor neurotoxicidad, ototoxicidad y nefro- toxicidad, pero en cambio parece que tiene mayor mie- lotoxicidad diferida, que limita la dosis indicada. Se eli- mina completamente por vía renal. La dosis habitual es de 360 mg/m2 administrada una vez cada 4 semanas; aun- que puede ser útil en pacientes tratados previamente con cisplatino, han aparecido resistencias cruzadas. Han suscitado ciertas esperanzas, aunque aún muy problemáticas, los compuestos platino (IV) ormaplatino, iproplatino, JM-216 y oxa- liplatino. El JM-216 presenta buena absorción oral y parece que vence la resistencia al cisplatino causada por problemas de transporte ce- lular. Su perfil toxicológico es más parecido al del carboplatino. El oxaliplatino carece de toxicidad renal y hematológica y presenta ac- tividad en el cáncer colorrectal; produce neuropatía de carácter sen- sorial. Se ha recurrido también a utilizar fármacos que protejan a los tejidos de la toxicidad del cisplatino. El único aceptado hasta la ac- tualidad para uso clínico es la amifostina, un compuesto sulfhidrilo orgánico. En el organismo es metabolizada y captada como un me- tabolito tiol por los tejidos normales y no por los tumorales. Son va- 1048 Farmacología humana rios los mecanismos que pueden contribuir a su efecto protector: re- ducción de la formación de radicales reactivos de oxígeno, inactiva- ción de radicales por interacción directa y donación de protones al ADN lesionado por causa de estos radicales. Ciertamente prote- ge parcialmente de la nefrotoxicidad, neurotoxicidad y mielotoxi- cidad. Se absorbe parcialmente por vía oral y se metaboliza por completo en el organismo. Ella misma tiene cierta toxicidad: náuseas y vómitos, e hipotensión que requiere una administración muy lenta. La dosis es 910 mg/m2, 30 min antes de iniciar la medicación con un derivado de platino. III. ANTIBIÓTICOS 1. Antraciclinas 1.1. Características químicas El primer antibiótico de esta serie con actividad cito- tóxica fue la daunorrubicina, obtenida del Streptomyces peucetius; su derivado 14-hidroxilado, la doxorrubicina, fue obtenido de una mutante (var peucetius) y mostró ma- yor y más extensa actividad biológica. Posteriormente se han obtenido otros derivados: epirrubicina, idarrubicina, pirarrubicina y zorrubicina. Están constituidos por un compuesto de estructura tetracíclica, de carácter cromó- foro, unido por enlace glucosídico a un aminoazúcar, la daunosamina (fig. 62-8). Las pequeñas diferencias es- tructurales son suficientes para que presenten propieda- des y espectro antitumoral diferentes. La desmetoxila- ción de la idarrubicina incrementa fuertemente su lipofilia y su penetrabilidad en las células, siendo 10 ve- ces más citotóxica. 1.2. Mecanismo de acción Se han descrito múltiples acciones biológicas de las antraciclinas, cuya contribución a las acciones antineo- plásica y citotóxica fundamentales puede ser variable. Destaca su capacidad para intercalarse entre los pares de bases adyacentes de ADN y fijarse con intensidad di- versa. Esta acción modifica las propiedades del ADN, pero por sí misma no essuficiente para ejercer su acción letal. Una de las acciones que actualmente se considera crítica es la inhibición de la topoisomerasa II (topo II). Las antraciclinas se fijan al complejo binario ADN- topo II formando un complejo ternario, de gran estabili- dad, que facilita la rotura irreversible tanto de cadenas sencillas como de cadenas dobles de ADN (v. cap. 61, IV, 1). De hecho, células en las que una mutación pro- voca una alteración de la topo II (at-mdr) se hacen re- sistentes a las antraciclinas (y a otros antineoplásicos, ori- ginando así una de las formas de resistencia múltiple, como después se comentará); por el contrario, células con aumento de los niveles de topo II se vuelven hiper- sensibles a estos antibióticos. Además, las antraciclinas forman radicales libres se- miquinónicos por reducción enzimática; estos radicales libres pueden afectar el ADN por procesos de alquilación o pueden provocar la peroxidación de lípidos celulares no saturados, que represente la lesión de la célula. Esta acción, sin embargo, posiblemente contribuya más a la ac- ción cardiotóxica de las antraciclinas que a la acción an- tineoplásica. Las antraciclinas también pueden alterar la membrana, inhibir la fosforilación oxidativa de las mito- condrias e inhibir diversas enzimas relacionadas con el ADN y el ARN: polimerasas, helicasas y enzimas repa- radoras. 1.3. Características farmacocinéticas La doxorrubicina se absorbe mal por vía oral y atra- viesa mal la barrera hematoencefálica; el 70 % se une a proteínas plasmáticas y se metaboliza extensamente, uno de cuyos metabolitos, el doxorrubinol, es más cardiotó- xico y menos antitumoral que la doxorrubicina. Ambos se eliminan por bilis en el 40-50 % y por la orina en el 5 %. La t1/2 es de 18-30 horas. La farmacocinética de la daunorrubicina es parecida, originando también un metabolito activo, el daunorru- bicinol; por la orina se eliminan entre el 15 y el 25 % y sus t1/2 son de 18-20 y de 25-30 horas, respectivamente. La epirrubicina se absorbe por vía oral en el 20-30 %, se elimina por orina en el 10 % y la t1/2 es de 30-40 ho- ras. La idarrubicina y su metabolito activo, el idarrubi- cinol, atraviesan algo mejor la barrera hematoence- fálica y sus t1/2 son de 13-26 y 38-60 horas, respectiva- mente. 1.4. Reacciones adversas Su toxicidad es parecida. Inicialmente aparecen náu- seas y vómitos, diarrea, signos de irritación local, sobre todo si hay extravasación, estomatitis y alopecia. La mie- lodepresión alcanza su mayor grado durante la segunda semana, afectando en mayor proporción la serie blanca que la roja o las plaquetas. Existe una sinergia o sensibi- lidad entre antraciclinas y radiaciones, incrementando la toxicidad en órganos aunque no hayan sido irradiados di- rectamente. Una toxicidad muy específica afecta el corazón, que se presenta de dos formas: a) la aguda producida por una dosis, con alteraciones ECG caracterizadas por cambios de la onda T y del intervalo ST, y presentación de arrit- mias; pueden llegar a producir también un síndrome de pericarditis-miocarditis aguda con insuficiencia cardíaca congestiva y b) la crónica, que depende de la acumula- ción de dosis sucesivas y que afecta específicamente el miocardio: la lesión miocárdica origina una insuficiencia cardíaca resistente al tratamiento con digitálico. El riesgo de cardiotoxicidad es similar para todos los compuestos; aumenta cuando la dosis total de doxorrubicina y dau- norrubicina supera los 550 mg/m2 y es aún mayor si se 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1049 asocia radioterapia o cuando existe previamente cardio- patía, o en edades extremas (niñez y ancianidad). El riesgo disminuye si se administran las dosis con un ritmo sema- nal, o en infusión continua, o en asociación con el desrazoxano. Se trata de un producto quelante intracelular que impide que el Fe intervenga en la transferencia de un electrón desde la doxorrubicina hasta el oxí- geno molecular para generar radicales libres de oxígeno; con ello dis- minuye la toxicidad cardíaca sin alterar la actividad antitumoral. Se ad- ministra a la dosis de 500 mg/m2 por cada 50 mg/m2 de doxorrubicina, por vía IV 30 min antes del antibiótico. Puede provocar leucopenia li- gera e hipotensión; su t1/2 es de 2-4 horas y se elimina por orina sin mo- dificar el 35-50 %. D C B A O II OII II O OH I I OH O O I CH3O CH2R OH O O NH2 HO 1 2 3 4 12 5 11 6 10 9 8 7 13 14 5' 4' 3' 2' Aglicona Daunosamina Pirarrubicina Daunorrubicina R=H Doxorrubicina (adriamicina) R=OH Idarrubicina 4-Desmetoxi-daunorrubicina Epirrubicina Isómero 4'-epi de doxorrubicina Zorrubicina Cadena lateral en C9 sustituida por C=N–NHCO–C6H5 I CH3 4'-Doxorrubicina I N H NN O NH2 CH3 CH3 N H CONH2 HO OH OH Sar L-Pro D-Val L-Thr O O O L-Meval Sar L-Pro D-Val L-Thr O L-Meval O = C C = O N NH2 CH3 CH3 Bleomicin Bleomicin Dactinomicina Sar = sarcosina Meval = N-metilvalina Fig. 62-8. Estructura de antibióti La forma de antraciclinas en liposomas intenta focalizar el sitio de acción, restringiendo su penetración en las células cardíacas y preser- vándola en otros tejidos (médula ósea, hígado, bazo y ciertos tumores). 1.5. Aplicaciones terapéuticas Las antraciclinas se caracterizan por su amplio espec- tro; con mucho, es la doxorrubicina la más empleada. Su actividad es máxima en leucemias aguda linfocítica y no linfocítica, cáncer de mama, pulmón (células pequeñas), linfomas, mieloma, neuroblastoma, sarcomas de hueso y tejido blando, timoma y tumor de Wilms. Es de segunda N N N O O O O O NH2 NH2 CH3 CH3 CH3 N H N H O H CONH2 O II HO II O H N NH S S O II O II R HO OH OH II NH O O O II O II II O N NH CH2OCNH2 OCH3 H2N H3C Mitomicina Mitoxantrona HO HO NCH2CH2NCH2CH2OH NCH2CH2NCH2CH2OH H H H H a A2: R = –NH–CH2–CH2–CH2–S+ (CH3)2 a B2: R = –NH–CH2–CH2–CH2–CH2–NH–C–NH2 cos con actividad antineoplásica. 1050 Farmacología humana fila en el cáncer de ovario y de testículo, y tiene una acti- vidad marginal en cáncer de vejiga, estómago, cabeza y cuello, tiroides, próstata y pulmón (células no pequeñas). La epirrubicina no presenta ventajas sobre la doxorrubi- cina a dosis equimielotóxicas. La daunorrubicina se re- serva para la leucemia aguda. La doxorrubicina se administra a la dosis de 60-75 mg/m2 en forma de bolo o de infusión a lo largo de 2-4 días, repitiendo cada 3-4 sema- nas; existen también otras pautas. La daunorrubicina se administra a la dosis de inducción de 45 mg/m2/día durante 3 días; en la forma de lipo- somas, 40 mg/m2 cada 2 semanas. La epirrubicina, 90-120 mg/m2 en forma de bolo, repetido cada 3-4 semanas. La idarrubicina (leucemia no linfocítica aguda), 12 mg/m2/día durante 3 días como dosis de in- ducción. 1.6. Resistencia a las antraciclinas Son abundantes los casos en los que, en el curso del tratamiento, surgen resistencias de carácter múltiple que afectan también otros antineoplásicos: dactinomicina, gramicidina D, podofilotoxinas, puromicina, placlitaxel y alcaloides de la Vinca. En muchos de ellos se demuestra la inducción de proteína transportadora P170 (PGP, pro- ducida por el gen mdr-1) en las células resistentes (v. cap. 3, I, C, 4, y cap. 61, I, 4). Es posible que contribuyan a provocar este tipo de resistencia otras proteínas (P150, P190, MPR o multidrug resistance protein, etc.), cuyo pa- pel no se conoce bien todavía. En ocasiones, la resisten- cia se debe a modificaciones o anomalías en la topo II, en los mecanismos de destoxicación relacionados con el glu- tatión. Pueden coincidir varios de estos mecanismos. Se intenta frenar o revertir el desarrollo de resistencia múltiple me- diante fármacos que interfieran en algunos de los mecanismos implica- dos; quizás el más frecuente sea el relacionado con la PGP. Para ello se han ensayado anticuerpos anti-PGP, verapamilo, ciclosporina y un de- rivado suyo no inmunodepresor (PSC833),tamoxifeno, cefoperazona y trifluoperazina. Los resultados son esperanzadores aunque muy va- riables, siendo la ciclosporina (v. cap. 23) la más eficaz por el momento; para estos efectos, la dosis es de 10-18 mg/kg/día en infusión IV durante 3 días o más. 2. Bleomicinas 2.1. Características químicas Forman una familia de glicopéptidos con un peso mo- lecular de 1,5 kD, sintetizados por el hongo Streptomyces verticillis; el preparado clínico es una mezcla de bleomi- cina A2 y B2. Aunque el producto nativo del Streptomy- ces contiene Cu2+ fijado a la bleomicina en forma de com- plejo coordinado, las formas activas contienen Fe2+ for- mando el complejo mediante unión a una serie de N que se encuentran en una porción de la molécula (fig. 62-8). 2.2. Mecanismo de acción La acción fundamental es la de producir roturas en las hebras del ADN de manera específica, y no en otras moléculas como el ARN o las proteínas. Estas roturas se manifiestan en forma de brechas, fragmentaciones y de- leciones del material cromosómico. Para ello, la bleomi- cina se intercala entre dos hebras de ADN; la porción amino de la molécula, que posee un tripéptido con dos anillos tiazólicos y un grupo dimetilsulfonio, se asocia a las bases guanina separándolas de su pareja la citosina; en un segundo paso, los radicales libres formados por la interacción del complejo Fe2+-bleomicina rompen la he- bra de ADN. Este complejo funciona como una oxidasa ferrosa, que cataliza la reducción del oxígeno molecular en radicales superóxido o hidroxilo; en este proceso, el Fe2+ se oxida en el Fe3+, que debe ser regenerado poste- riormente. Como resultado de la rotura de ADN apare- cen fragmentos de ADN, nucleósidos, bases libres. La susceptibilidad a la bleomicina es máxima cuando las células se encuentran en la fase G2 o en mitosis, pero pueden también ser sensibles en la fase G1; de ahí que se prefiera administrar en infusión continua para aprove- char todas las oportunidades de acción celular. 2.3. Características farmacocinéticas Se administran por vía parenteral; en inyección IV pre- senta una t1/2a de 24 min y una t1/2b de 4 horas; en infusión continua, la semivida es de 3-9 horas. En 24 horas se eli- mina por riñón el 45-70 % en forma no metabolizada, por lo que el aclaramiento depende muy estrictamente de la función renal; cuando el aclaramiento de creatinina es bajo, la semivida aumenta hasta las 30 horas. Adminis- trada por vía intracavitaria (intrapleural e intraperito- neal) el 45 % pasa también a la circulación general. La bleomicina puede ser inactivada en los tejidos por hidrolasas; la piel y el pulmón, sin embargo, carecen de dicha enzima, lo que puede explicar el hecho de que el fármaco presenta mayor toxicidad en estos tejidos. 2.4. Reacciones adversas Las más frecuentes aparecen en la piel: el 50 % de los pacientes que reciben dosis convencionales presentan eri- tema, induración, hiperqueratosis, pelado de la piel e, in- cluso, ulceraciones; pueden aparecer hiperpigmentación, alopecia y alteraciones de las uñas. Menos frecuente, pero más grave, es la toxicidad pul- monar, que se manifiesta en formas de neumonitis in- tersticial y se convierte en fibrosis intersticial de curso progresivo hasta alcanzar una grave insuficiencia pulmo- nar. La lesión se inicia en las arteriolas y las vénulas pul- monares y en el tejido alveolar, apreciándose un fuerte aumento en la síntesis de colágeno pulmonar. Las lesio- nes son difícilmente reversibles y los intentos de reducir el cuadro inflamatorio con antiinflamatorios no esteroi- deos o con esteroides no resultan demasiado eficaces. El riesgo se inicia con dosis totales próximas a las 450 U (3-5 %) y aumenta progresivamente con la dosis y la edad. 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1051 A diferencia de otros antineoplásicos presenta escasa mielotoxicidad; puede desencadenar reacciones de hi- persensibilidad, con urticaria, edema y broncospasmo; en casos de linfomas se ha descrito una reacción aguda y grave con fuerte hiperpirexia, hipotensión e insuficiencia cardiorrespiratoria, causados quizá por la liberación del pirógeno endógeno. 2.5. Aplicaciones terapéuticas Es particularmente útil en el carcinoma de testículo, de preferencia asociada a vinblastina o a cisplatino, en la enfermedad de Hodgkin y otros linfomas, y en carci- nomas de células escamosas de cabeza y cuello, piel, pene, cuello uterino y vulva. Es también útil como agente es- clerosante en las efusiones pleurales y epicárdicas, en el sarcoma de Kaposi, sarcomas de tejidos blandos, osteo- sarcoma, melanoma y otros tumores. A pesar de una posible mayor eficacia, no es reco- mendable la administración IV en infusión continua por- que aumenta el índice de toxicidad. Se administra por vía IV o IM en inyecciones de 10-20 U/m2, 1 o 2 veces por se- mana, sin pasar de las 400 U. Se puede administrar en in- fusión intraarterial para ciertos carcinomas o de forma tópica; la dosis intrapleural es de 60 U/m2. 3. Dactinomicina (actinomicina D) 3.1. Características químicas Es un antibiótico producido por una cepa de Strep- tomyces que pertenece a una familia de cromopéptidos formados por un grupo cromóforo común, la actinocina, y dos cadenas laterales de pentapéptidos dispuestas cada una en forma circular y variables según la actinomicina considerada (fig. 62-8). 3.2. Mecanismo de acción La actinomicina D se fija selectivamente a las mo- léculas del ADN, preferentemente por asociación del cromóforo fenoxazona con fracciones secuenciales de- soxiguanilil-3'5'-desoxicitidina, mientras que los anillos polipeptídicos descansan en el surco menor de la doble hélice del ADN. La consecuencia funcional de este pro- ceso es la inhibición de la síntesis de ARN dirigida por ADN, porque falla la capacidad de prolongar adecuada- mente la cadena de ARN y, secundariamente, la inhibi- ción de la síntesis de proteínas. Además, la dactinomicina provoca rotura de cadenas de ADN, posiblemente debida a la inhibición de la topoisomerasa II. 3.3. Características farmacocinéticas No se absorbe bien por vía oral, por lo que hay que ad- ministrarla por vía parenteral, en general IV. El nivel plasmático baja inicialmente de forma rápida por la di- fusión a los tejidos, pero después lo hace lentamente, con una t1/2 de unas 36 horas. Por este motivo, no hay necesi- dad de administrarla durante varios días seguidos, sino una vez a la semana con una dosis suficientemente alta. Se metaboliza en escasa cantidad, siendo excretada en forma activa sobre todo por la bilis (50 %) y la orina (6- 30 %). 3.4. Reacciones adversas Es altamente tóxica. Produce anorexia, náuseas y vó- mitos, irritación tisular, efectos sensibilizantes sobre la acción radioterápica en varios tejidos, alopecia, estoma- titis y otras ulceraciones. De forma diferida provoca de- presión de médula ósea, sobre todo de las series granu- locítica y plaquetaria, que alcanza el máximo entre 7 y 14 días; es altamente inmunodepresora. 3.5. Aplicaciones terapéuticas La dactinomicina es particularmente útil en el corio- carcinoma, el rabdomiosarcoma y el tumor de Wilms; también se aplica en el sarcoma de Ewing, el carcinoma testicular, el de útero, el sarcoma de Kaposi, el melanoma, el osteosarcoma y la leucemia no linfocítica aguda. La do- sis habitual es de 0,25-0,6 mg/m2/día administrados IV, durante 1-5 días; pueden repetirse cursos cada 3 semanas. Otra forma es 1-2 mg/m2 cada 3 semanas. 4. Mitoxantrona Es un producto sintético con estructura antraquinó- nica y, por lo tanto, relacionado estructuralmente con los antibióticos antraciclínicos. Produce enlentecimiento en la progresión del ciclo celular, proporcional a su concen- tración y al tiempo de su exposición y, aunque no se la pueda considerar ciclo-específica, su máxima actividad ci- totóxica se produce en la fase última de la fase S. Actúa fundamentalmente sobre el ADN, provocando roturas de la hebra porque estabiliza el complejo ADN-topoisome- rasa II, al igual que las antraciclinas,y porque produce radicales libres. También puede originar agregación de ADN como consecuencia de entrecruzamiento molecu- lares por fuerzas electrostáticas. Se han desarrollado resistencias por mecanismos múltiples, incluida la mayor capacidad para reparar el ADN. Posee también propie- dades inmunodepresoras y antivíricas. Al igual que las antraciclinas desaparece del plasma con una cinética trifásica de 3-10 min, 0,3-3 horas y hasta 12 días. Se une a las proteínas plasmáticas en el 78 % y tiene un altísimo volumen de distribución (2.248 l/m2), porque se fija fuertemente a los tejidos; es excretada so- bre todo por la bilis (30 %) y en escasa cuantía por la orina (< 10 %). En conjunto es mejor tolerada que las antraciclinas. Su toxicidad aguda consiste en náuseas y vómitos modera- dos, estomatitis y aparición de pigmento verde azulado en orina y esclerótica. La diferida consiste en depresión 1052 Farmacología humana de médula ósea, con granulocitopenia, alopecia y cardio- toxicidad. Como monoterapia IV, la mitoxantrona ha mostrado eficacia en el cáncer de mama, el linfoma no hodgkiniano, la leucemia aguda no linfoblástica y la leucemia mieló- gena crónica. Puede asociarse en regímenes que clási- camente llevan antraciclinas, mejorando en general la tolerancia. En combinación con la citarabina puede em- plearse como tratamiento de inducción en la enfermedad hematológica maligna, en pacientes con mieloma múlti- ple o leucemia linfoblástica aguda; también se ha probado con ciertos resultados positivos en el cáncer de hígado y de ovario. En aplicación regional se ha administrado en efusiones malignas, por vía intraarterial en carcinoma he- pático y mamario, y por vía intraperitoneal en el carci- noma de ovario. La dosis en tumores sólidos es de 14 mg/m2, una vez cada 3 semanas; se debe esperar a que se recupere la mielodepresión y ajustar la dosis en proporción a la de- presión producida. Como monoterapia de leucemias, 12 mg/m2/día durante 5 días; en combinación con cita- rabina, 12 mg/m2/día durante 3 días. En leucemias pe- diátricas, 8 mg/m2/día durante 5 días. 5. Mitomicina C Está producida por el Streptomyces caespitosus. Posee un grupo quinónico unido a un grupo indólico y dos gru- pos laterales muy lábiles, un metoxiformamido y un ani- llo de aziridina (fig. 62-8). En el organismo es activado, bien por reducción de la quinona o por la transformación en productos reactivos intermedios con capacidad alqui- lante. En consecuencia, puede actuar a través de los ra- dicales libres formados o a través de su capacidad alqui- lante sobre moléculas de ADN, donde forma puentes cruzados por asociación a la posición O6 de la guanina. Se absorbe mal por vía oral. Tras administración IV desaparece del plasma en dos fases, la primera de 2-7 min y la segunda de 30-45 min; se distribuye con gran rapidez a los tejidos pero atraviesa mal la BHE. Es bastante tóxica; produce náuseas y vómitos, diarrea, irritación local si hay extravasación, y mielodepresión que aparece entre 5 y 8 días después de la administración, con trombocitopenia y leucopenia. Además, puede producir insuficiencia renal a la dosis de 180 mg; en ocasiones se han descrito infiltrados y fibrosis pulmonares, alopecia y estomatitis. Su utilidad es escasa, máxime si se tiene en cuenta su toxicidad. Puede darse en ciertos carcinomas como el de pulmón de células no pequeñas, los de páncreas, cuello, colon y recto, y en el melanoma. La dosis es de 2 mg/m2/día durante 5 días, o de 10-20 mg/m2 una vez cada 6-8 se- manas. 6. Mitramicina (plicamicina) Véase capítulo 57. IV. OTROS FÁRMACOS 1. L-Asparraginasa Es una enzima que hidroliza la asparragina en ácido aspártico y amoníaco. La L-asparragina es un aminoácido no esencial sintetizado por las células del organismo hu- mano por transaminación del ácido L-aspártico; el grupo amino es aportado por la glutamina, siendo catalizada la reacción por la L-asparragín-sintetasa. Esta enzima abunda en las células que, de este modo, sintetizan su pro- pia asparragina, pero algunas células, como las leucémi- cas linfoblásticas agudas, carecen de asparragín-sintetasa, por lo que su suministro de asparragina depende exclusi- vamente del medio extracelular. En tal caso, la reducción plasmática de L-asparragina provocada por la L-asparra- ginasa significa la interrupción del aporte del aminoácido a dichas células y su consiguiente incapacidad para sinte- tizar proteínas. La citotoxicidad del producto es propor- cional a la inhibición de la síntesis proteica. La L-asparraginasa se obtiene normalmente de Es- cherichia coli, aunque también son posibles otras fuen- tes, como Erwinia carotavora y Serratia marcescens; tiene unos 140 kD, y está compuesta por cuatro subunidades, cada una de las cuales posee un centro activo. Se administra por vía parenteral; presenta una semi- vida plasmática de 14-22 horas. En los pacientes que muestran hipersensibilidad al producto, el aclaramiento plasmático es mucho más rápido. Penetra con dificultad en el LCR, aunque muestra actividad antileucémica en ese espacio. La L-asparraginasa produce frecuentes reacciones de manera inmediata: náuseas y vómitos, escalofríos y fie- bre. Algunas reacciones adversas son consecuencia de la inhibición de la síntesis de ciertas proteínas, como la al- búmina plasmática, la insulina pancreática, los factores de la coagulación (II, V, VII, VIII, IX y X), lipoproteínas séricas y la antitrombina III. Puede producir cuadros neu- rológicos en forma de desorientación, convulsiones y coma. Con frecuencia provoca disfunción hepática y ele- vación del amoníaco en el plasma; puede ocasionar pan- creatitis hemorrágica. Son también frecuentes las reac- ciones de hipersensibilidad: urticaria, broncospasmo e hipotensión. En cambio, afecta muy poco la médula ósea, los epitelios y las mucosas. Es particularmente útil en la leucemia linfoblástica aguda resistente a otras terapéuti- cas, pero la duración de su efecto es bastante grave. La dosis es de 200 U/kg/día durante 28 días. 2. Amsacrina Es una acridina que inhibe la síntesis de ADN por fi- jarse a las bases e intercalarse entre pares de bases; es po- sible que intervengan también otros mecanismos. Las cé- lulas más sensibles se encuentran en fases S y G2. Se fija a proteínas plasmáticas en el 98 %; su desa- parición del plasma es bifásica, con una semivida terminal 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1053 de 5-7 horas. Se elimina por metabolismo y excreción bi- liar y urinaria (22-42 % en forma activa). Produce intensa toxicidad. La aguda consiste en náu- seas y vómitos moderados, diarrea, dolor o flebitis y re- acciones anafilácticas; la diferida se presenta en forma de depresión de la médula ósea, que se recupera a las 3-5 semanas, mucositis, lesión hepática con aumento de enzimas e hiperbilirrubinemia, insuficiencia cardíaca congestiva (menor riesgo que con las antraciclinas), con- vulsiones, alopecia y disfunción renal. Está indicada en la leucemia aguda no linfocítica del adulto y en leucemias pediátricas, en la enfermedad de Hodgkin y en los linfomas no hodgkinianos. Es inactiva en tumo- res sólidos. La dosis es de 90-150 mg/m2/día durante 5 días. 3. Derivados de la vitamina A La tretinoína es el ácido holo-trans-retinoico y la iso- tretinoína, el ácido 13-cis-retinoico. Los ácidos retinoicos forman parte de los retinoides derivados de la vitamina A (v. cap. 59). El ácido retinoico interactúa con receptores nucleares específicos (RAR, clase II) asociados a genes cuya actividad regulan. La ac- tividad del gen requiere la fijación del complejo «ácido retinoico-RAR» seguida de su dimerización con otro complejo receptor llamado RXR, que es el receptor del ácido 9-cis-retinoico. La carencia de retinoides favorece la susceptibilidad a la carcinogénesis y a la indiferenciación celular, mientras que la aplicación de retinoides frena la progresión de cé- lulas premalignas en malignas y estimula intensamente la diferenciación incluso en células malignas.La tretinoína actúa sobre la lesión cromosómica responsable del de- sarrollo de la leucemia promielocítica aguda en un elevado número de pacientes; presentan una traslocación cromosómica, t(15;17), que im- plica de manera específica al gen a del RAR en el cromosoma 17. La tretinoína restablece esta alteración y provoca la remisión de la leuce- mia al desbloquear la maduración y diferenciación de las células pro- mielocíticas. Esta remisión es, sin embargo, temporal. La tretinoína es un metabolito natural del ácido retinoico. Tras su absorción oral se obtienen niveles máximos en 1-4 horas; se metaboliza totalmente y tiene una t1/2 de 40 min. Sufre la inducción enzimática, por lo que sus niveles descienden progresivamente, coincidiendo a menudo con la recaída de la leucemia. Se emplea en la leucemia promielocítica aguda, 45 mg/m2/día du- rante 30 días. Puede producir leucocitosis y frecuentes alteraciones dér- micas: piel seca, exfoliación, erupciones, queilitis; cefaleas, ligeros au- mentos de transaminasas y el «síndrome del ácido retinoico» (10-25 % de los pacientes) que aparece entre los 2 días y las 3 semanas tras ini- ciar el tratamiento: fiebre, distrés respiratorio, infiltrado pulmonar, efu- sión pericárdica/pleural e insuficiencia cardíaca; debe ser tratado con corticoides en cuanto aparece la disnea. Es muy teratógena. La isotretinoína es un isómero de la anterior que se está evaluando como posible fármaco preventivo, para emplearla en síndromes mielo- displásicos, cáncer cutáneo de células escamosas, melanoma, cáncer de cabeza y cuello, linfoma cutáneo de células T y otros. Actúa también sobre los receptores nucleares. Se absorbe por vía oral en el 25 %, se fija intensamente a las pro- teínas plasmáticas, es ampliamente metabolizada en 4-oxoisotretinoína y tiene una t1/2 de 10-20 horas. Aumenta la velocidad de sedimentación, produce molestias gas- trointestinales, abundantes alteraciones dermatológicas (queilitis, piel seca, exfoliación, prurito y fragilidad de la piel), aumento de transami- nasas hepáticas, conjuntivitis y otros problemas oculares, y es marca- damente teratógena. En la leucoplaquia oral se administra a la dosis de 0,5-2 mg/kg por día durante 3 meses o más; en los síndromes mielodisplásicos, 2,5- 4 mg/kg/día durante 8 semanas, o bien 20-125 mg/m2/día durante 6 meses. 4. Porfimer sódico Es un compuesto porfirínico que posee propiedades fotosensibili- zantes; dentro de las células reacciona con la luz láser para producir una reacción fotoquímica capaz de generar radicales libres de oxígeno con propiedades citotóxicas. Se administra por vía IV; se une fuertemente a proteínas, tanto plas- máticas como tisulares, de forma que persiste durante varios días en los tejidos; su t1/2 es de unos 10 días. Puede producir anemia, abundantes molestias gastrointestinales y reacciones dermatológicas de fotosensibilidad; efusión pleural, altera- ciones cardiovasculares, incluida la insuficiencia cardíaca. Se emplea como terapia fotodinámica en el cáncer de esófago, a la dosis de 2 mg/kg 40-50 min antes de someter el órgano diana a la luz lá- ser; se repite la exposición a la luz a las 96-120 horas. 5. Homoharringtonina (cefalotaxina) Es un alcaloide de plantas que inhibe la síntesis de proteínas, ADN y ARN debido a la inhibición de la iniciación de la cadena. Está en es- tudio para el tratamiento de leucemias agudas. Se administra por vía IV, 2-7 mg/m2/día durante 5-8 días en infusión continua. Produce la ya- trogenia habitual, hipotensión a veces intensa y arritmias. 6. Suramina La suramina es un glucosaminoglucano con actividad tripanosomi- cida (v. cap. 73) que muestra también actividad antitumoral en el cán- cer de próstata y posiblemente en el carcinoma suprarrenal. Es capaz de fijarse a una serie de factores de crecimiento: factor de crecimiento derivado de plaquetas, factor de crecimiento epidérmico, factor beta transformante del crecimiento y factor básico de crecimiento fibro- blástico. Puede inhibir también otros sistemas, incluida las ADN-poli- merasas. Su semivida es muy larga, de hasta 50 días. Se administra en infusión IV, 350 mg/m2/día hasta que la concentración de suramina al- canza los 250-300 mg/ml. Los efectos tóxicos más intensos son los neu- rológicos, con parestesias y polirradiculoneuropatía. V. HORMONAS 1. Consideraciones generales Determinadas líneas celulares presentes en algunos tejidos hormono-sensibles muestran una específica de- pendencia hormonal para su crecimiento y desarrollo, como es el caso de la mama, el endometrio y la próstata en relación con las hormonas gonadales. Por el contrario, otras células, como son las del tejido linfoide, son fuerte- mente inhibidas por los glucocorticoides. Estos hechos constituyen el fundamento de la terapéutica hormonal de ciertos tumores denominados hormono-dependientes. Tanto las hormonas gonadales estrógenos, gestáge- nos y andrógenos, como los esteroides corticales tienen 1054 Farmacología humana estructura esteroidea y ejercen la mayor parte de su ac- tividad celular previa interacción con receptores espe- cíficos situados en el citoplasma (v. caps. 52 y 54). Por consiguiente, exigencia indispensable para la acción an- titumoral de estas hormonas ha de ser la existencia de los correspondientes receptores en el tejido en cuestión, pero aunque la presencia de receptores es indispensa- ble, no es suficiente para asegurar el éxito de la tera- péutica. 2. Hormonas y antihormonas gonadales En los capítulos 49 y 50 se exponen ampliamente las características de los diversos productos que actualmente tienen aplicación en numerosos tumores hormono-de- pendientes. Los agonistas de la GnRH (v. cap. 49) por su capaci- dad de inhibir la esteroidogénesis y la secreción de hor- monas sexuales, se emplean en el cáncer de mama y en el carcinoma de próstata. En este último y para evitar las consecuencias de la estimulación inicial sobre la secre- ción de LH y testosterona, se asocia un antiandrógeno (ciproterona o flutamida) o un inhibidor de la síntesis de testosterona (ketoconazol), ya que los análogos de la GnRH no inhiben la secreción suprarrenal de andróge- nos. En cuanto a dosis, véase capítulo 49. La octreótida, análoga de la somatostatina, se emplea en el carcinoide y vipomas (v. cap. 49). Los estrógenos se han utilizado en el cáncer de prós- tata, aunque actualmente han sido relegados por el tra- tamiento descrito en el párrafo anterior. En el cáncer de mama con existencia de receptores es- trogénicos y gestagénicos, los estrógenos han sido útiles, aunque en la actualidad están desplazados por otros ci- tostáticos y los antiestrógenos. Los antiestrógenos, principalmente el tamoxifeno y el toremifeno, se emplean en el cáncer de mama con recep- tores estrogénicos (v. cap. 50). Los inhibidores de la aromatasa (v. cap. 50) bloquean la transformación de andrógenos en estrógenos en los tejidos, con lo que complementan la inhibición de la sín- tesis de éstos producida por otros fármacos; de ahí que se empleen también en el cáncer de mama estrógeno-de- pendiente cuando se desea asegurar la supresión total de estrógenos. Son de naturaleza esteroidea (p. ej., la testo- lactona) y no esteroidea (p. ej., el anastrozol). Los gestágenos son particularmente útiles en el cáncer de endometrio que posea receptores gestagénicos (v. cap. 50); también se han empleado en el cáncer de mama (medroxiprogesterona y megestrol). Los andrógenos se han usado en el cáncer de mama. Más utilidad tienen los antiandrógenos (v. cap. 50) en el carcinoma de próstata, en asociación con agonistas de la GnRH por lo expuesto anteriormente. La flutamida se emplea a la dosis de 250 mg, 3 veces al día; la ciproterona, a razón de 100 mg 2-3 veces al día, y la nilutamida, en do- sis de 100-300 mg/día. Los inhibidores de la 5a-reductasa (v. cap. 50) com- plementan la supresión de la formación de 5-hidroxites- tosterona en el tejido prostático, por lo que se están en- sayando en el cáncer de próstata la finasterida y otros productos. 3. Glucocorticoidese inhibidores de su síntesis Los glucocorticoides poseen la capacidad de modificar las acciones del tejido linfoide en muchas especies, in- cluida la humana (v. cap. 52). Esta propiedad se mani- fiesta de modo particular en la leucemia linfoblástica aguda, en la que provoca una fuerte y frecuente remisión de la enfermedad, pero también puede ser útil en otras leucemias agudas y crónicas, y en los linfomas. La tera- péutica de base en todas estas enfermedades es la com- binación de múltiples fármacos citotóxicos, entre los que con frecuencia se encuentra la prednisona. En la leucemia linfoblástica aguda parece que hay una buena correlación entre la concentración de receptores glucocorticoides de las células leucémicas linfoblásticas y la duración de la remisión completa inicial. No se apre- cia esta correlación, sin embargo, en las otras formas de leucemia y en los linfomas. La dosificación de prednisona es muy variable según la enfermedad, su estadio, su re- sistencia y el régimen de combinación de fármacos que se haya elegido. En cuanto a las complicaciones (inmu- nodepresión, infecciones, supresión de la función supra- rrenal, etc.), véase capítulo 52. Los inhibidores de la síntesis de cortisol (mitotano) se emplean en el carcinoma inoperable adrenocortical (v. cap. 52, III, 1). La aminoglutetimida inhibe además la aro- matasa, por lo que también se ha empleado en el cáncer de mama. 4. Otros inhibidores de tumores hormonales En prolactinomas se emplean los agonistas dopami- nérgicos de acuerdo con las características y pautas indi- cadas en el capítulo 49 (II, C, 4.1). En los tumores secretores de hormona de crecimiento, tiene particular utilidad el péptido análogo de la soma- tostatina, octreótida (v. cap. 49, III, C, 3), la cual es útil en tumores del tejido cromafín y vipomas de diverso con- tenido. VI. MODIFICADORES DE LA RESPUESTA BIOLÓGICA 1. Definición Se denomina con este término al conjunto de com- puestos que poseen la capacidad de modificar las inter- acciones entre un tumor y el organismo en que se aloja, de forma que se aprecia cierta ventaja terapéutica. La ma- yoría de los modificadores de hoy actúan mejorando la 62. Quimioterapia antineoplásica II. Agentes alquilantes. Antibióticos. Agentes varios 1055 respuesta del organismo frente al tumor; no obstante, van surgiendo sustancias capaces de interferir directamente en la regulación del crecimiento del tumor o de influir so- bre el proceso de diferenciación. Como se puede apreciar, la base celular primaria de los modificadores de la respuesta biológica difiere, en principio, de la de los compuestos antineoplásicos estu- diados antes, ya que éstos suelen afectar directamente la síntesis del material nuclear, mientras que los modifica- dores actúan a través de una acción citotóxica sobre las células tumorales o a través de una cascada de efectos que conllevan un incremento en las defensas del organismo en que se alojan. Sin embargo, no se puede excluir la po- sibilidad de que la muerte celular provocada por un mo- dificador de la respuesta biológica se deba a un meca- nismo último similar al del fármaco antineoplásico. En cualquier caso, se trata de que unos y otros actúen de forma sinérgica. En la base de esta estrategia se encuentra la idea ló- gica de que, junto a la realidad de la capacidad multipli- cadora de una célula, coinciden en el fenómeno tumoral otros hechos que permiten su desarrollo, su implantación local y su distribución metastásica. Es decir, no basta con que la célula posea potencialidad tumoral para que se de- sencadene el fenómeno carcinógeno; es preciso que el or- ganismo lo permita. En el grado en que un compuesto ac- tive o modifique los mecanismos por los que la célula tumoral pierde alguno de sus atributos distintivos (p. ej., acelerando su diferenciación) o los mecanismos por los que el organismo reconoce y reacciona contra dicha cé- lula o dificulta su estabilización o su penetración o su ca- pacidad migratoria, se está comportando como un modi- ficador de la respuesta biológica. 2. Agentes inmunomoduladores En la práctica, la mayoría de los compuestos ensaya- dos han tratado de estimular la capacidad inmunogénica del organismo y, por lo tanto, de facilitar la respuesta frente a las células tumorales; éstos son los denominados fármacos inmunoestimuladores o inmunomoduladores. Su acción se ejerce a través de la activación de macrófa- gos y de otras células del sistema inmunitario, cuyas fun- ciones se resumen en el capítulo 23. Pertenecen a tres categorías: 2.1. Productos obtenidos de microorganismos y hongos Destacan los extractos BCG y el obtenido de Coryne- bacterium parvum. Actúan fundamentalmente incre- mentando la actividad de los macrófagos y los linfocitos NK y, en ocasiones, llegan a activar la citotoxicidad de- pendiente de anticuerpos y la actividad de células supre- soras. Su eficacia clínica es inconstante y de intensidad li- mitada; se aprecia en algunos grupos de pacientes que presentan leucemia mieloide aguda, linfoma no hodgki- niano, cáncer de mama y de colon. Puede producir fie- bre, malestar, infección diseminada, hepatotoxicidad o escara dérmica. Otros productos naturales actualmente en estudio son: un preparado obtenido de estreptococos, OK432, capaz de activar linfocitos NK, células T supresoras y macrófa- gas; el N-CWS, obtenido de la pared celular de Nocardia rubra, que activa macrófagos y muestra cierta actividad en el cáncer de pulmón metastático, y el lentinano, que es un estimulante de células T. 2.2. Compuestos sintéticos El levamisol es un producto con actividad antiparasi- taria. Estimula la respuesta inmunitaria por cuanto, en determinados modelos, normaliza la función de linfoci- tos T, fagocitos mononucleares y leucocitos polimorfo- nucleares, si previamente está deprimida. Incrementa la magnitud de la respuesta inmunitaria diferida, mediada por linfocitos T, así como la de ciertas manifestaciones de inmunodeficiencia que se observan en la leucemia mie- loide aguda o en la enfermedad de Hodgkin, pero las me- jorías significativas que produce en términos estadísticos no se traducen en mejorías francas en términos clínicos. La dosis empleada es de 150-750 mg, 3 veces por semana. 2.3. Agentes citostáticos En varios modelos experimentales se ha comprobado que diversos agentes citostáticos pueden influir selecti- vamente sobre poblaciones concretas de células, en de- terminadas condiciones, modulando así la inmunidad del organismo. Esto significa que no se comportan como inmunodepresores inespecíficos y constantes, sin o que pueden modificar el estado inmunitario en otras condi- ciones. 3. Citocinas En términos generales se definen como productos li- berados por una célula que ejerce actividad biológica so- bre otras células o sobre sí misma y son producidos en respuesta a varios estímulos endógenos o exógenos. 3.1. Interferones Su naturaleza y sus propiedades se describen en los ca- pítulos 21, 23 y 71. Entre sus múltiples acciones biológi- cas, además de actividad antivírica, muestran actividad antitumoral, inmunomoduladora y diferenciadora de cé- lulas. Estas acciones son compartidas por los tres tipos de interferones naturales: a, b y g, pero se desconoce la es- pecificidad de cada uno en términos cuantitativos. Dada la diversidad de moléculas existentes en cada familia y el creciente número de variaciones conseguidas con la tec- nología de ADN recombinante, los perfiles de actividad biológica se hacen aún más diversificados. 1056 Farmacología humana El mecanismo de la acción es complejo, ya que resul- ta difícil concretar en qué grado la actividad antitumoral de todos o de algunos de los interferones se debe sobre todo a una acción anticelular directa o a una acción esti- muladora de la diferenciación celular. Por una parte, pue- den estimular la producción de células NK y la produc- ción de linfocinas aumentando la actividad inmunitaria frente al tumor; asimismo, pueden estimular la expre- sión de algunos receptores cuya activación repercuta
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