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J. Valls, I. Méndez Blanco, A. Iglesias, J. Tato 214 Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 Historia clínica psiquiátrica* Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220Caso clínico Javier Valls Iria Méndez Blanco Alicia Iglesias Jordi Tato Hospital psiquiátric Sagrat Cor Martorell Correspondencia: Javier Valls Hospital Psiquiátrico Sagrat Cor Avda. Compte Llobregat, 117 08760 Martorell Historia clínica Datos de filiación – Paciente: Mujer de 41 años (14-01-1963) – Estado civil: Divorciada – Lugar de nacimiento: Badajoz – Lugar de residencia: Barcelona – Estudios: Primarios – Trabajo: Prostitución – Fecha de ingreso: 25/11/04 – Fecha de alta: 22/12/04 Motivo de consulta Paciente mujer de 41 años, politoxicómana de larga evolución, con sintomatología psicótica desde hace tres años, y progresivo deterioro clínico los últimos tres meses. Derivada desde el CAS de Cruz Roja para desintoxicación y compensación clínica. Ingreso pro- gramado en Unidad de Patología Dual. Voluntario. Enfermedad actual Según explica la paciente, desde hace tres años expe- rimenta alucinaciones auditivas en forma de voces, de predominio diurno. Habla de varias voces distintas que dialogan entre sí y comentan su conducta. Las reco- noce como fenómenos extraños, sin repercusiones a nivel emocional ni conductual durante este tiempo. Ha podido mantener una actividad laboral, relaciones sociales y una vida normativa, sin tratamiento. Refiere empeoramiento clínico de 3-4 meses de evo- lución, sin claro desencadenante, salvo una ruptura sentimental hace un año. Explica que las voces han aumentado de intensidad y frecuencia, incapacitán- dola para la vida diaria, con temor a perder el con- trol y elevado nivel de ansiedad. Coincidiendo con el incremento de sintomatología, explica incremento del consumo de cocaína y OH como evasión. Progresivamente, han ido apareciendo miedos inespecíficos, sensación de sentirse vigilada y la con- vicción de que alguien quiere hacerle daño. Explica también episodios aislados de alucinaciones olfativas, perfumes y tabaco, en su domicilio, así como trastornos sensoperceptivos visuales, autolimitados. Hace tres meses solicita ayuda en el CAS de zona e inicia tratamiento de desintoxicación. Tras varios fra- casos ambulatorios, es remitida a nuestra unidad para orientación diagnóstica y tratamiento. Antecedentes Personales Antecedentes somáticos – No alergias medicamentosas conocidas. – No DM, ni DLP, ni HTA. – VIH - VHC +. Posible hepatopatía por OH vs VHC, no sigue tto ni control médico. – TCE a los 5 años. Explica: “coágulo secunda- rio”. No disponemos de informes. – Dx. de epilepsia a los 23ª. Refiere crisis de caí- das al suelo con posible pérdida de conocimien- to; no incontinencia. EEG normal hace 15 años, según explica la paciente. No hay informes. En tto anticomicial, que no conocemos, durante diez años. Actualmente en remisión completa, sin tratamiento. – TAC Craneal sin alteraciones en octubre del 2001. – IQ: Colecistectomía por litiasis biliar a los 39ª. – En tratamiento hormonal anaovulatorio (Neogynona®). – Herpes labial, tto tópico con Aciclovir®. *Sesión clínica de la Societat Catalana de Psiquiatría. Curso 2004-2005 Historia clínica psiquiátrica 215Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 Historia y patrón de consumo de drogas – Fumadora de 20 cigarrillos/día desde los 16ª. – Consumo de OH desde los 16ª. Inicialmente los fines de semana, rápido incremento a consumo diario. Actualmente 180gr/OH/día. Nunca abs- tinencia mantenida. – Consumo de cannabis desde los 16ª. Inicialmente esporádico, actualmente, 6-7 cig/día. – Inicia consumo de heroína a los 19º, v. fuma- da. Varios ttos sin éxito. En septiembre del 2000, inicia tto de mantenimiento con metadona, en pauta descendente. Abstinente desde entonces. Se suspende el tto días antes del ingreso. – Consumo de cocaína diaria, v. fumada, desde los 35ª. 1-2gr/día desde entonces. Último, 12h previas al ingreso. – Niega consumo de otros tóxicos (LSD, GHB, anfetaminas, inhalantes). – Abuso esporádico de benzodiacepinas para dis- minuir el consumo de otros tóxicos. – Vinculada al CAS de zona desde hace 7 años. Seguimiento irregular. Desde hace tres meses en tratamiento con clonazepan sol 2ml/día y bromocriptina 2,5 mg/día, para desintoxicación cocaínica (Tabla 1). Antecedentes psiquiátricos – Niega antecedentes psiquiátricos en la infancia ni en la adolescencia. – En octubre del 2001, 1º y único ingreso psi- quiátrico. Explica sintomatología psicótica de seis meses de evolución, con alucinaciones auditivas en forma de voces e ideación delirante de per- juicio y autoreferencial. Coincide con incremen- to del consumo de cocaína y OH. Ingreso de un mes de duración, con remisión total y crítica completa de los síntomas al alta. Dx de Esquizofrenia Paranoide. Tto: olanzapina 10 mg/ día y haloperidol 10 mg/día. – Desde el alta hospitalaria no sigue tratamiento ni control ambulatorio. Persisten alteraciones de la sensopercepción en forma de voces, niega otros síntomas. Antecedentes familiares – Madre dx de Esquizofrenia. Fallecida a los 50ª por neoplasia intestinal. – Padre dependencia OH. Fallecido a los 60ª por neoplasia de esófago. – Es la 10ª de 14 hermanos, nueve hombres y cinco mujeres. 7 hermanos varones fallecidos, dos por suicidio. Un hermano esquizofrénico. Un hermano dependencia de OH y cocaína, ac- tualmente abstinente. – Una hija de 23 años, dx de Bulimia Nerviosa (Figura 1). Personalidad premórbida Durante las entrevistas se observa una expresividad emocional conservada, con buena capacidad de con- tención y tolerancia a la frustración. Sociable y empática. No se objetivan rasgos de personalidad impulsiva. Autónoma e independiente. Pragmática. Historia Edad Consumo Frecuencia Vía Edad Nº ttos Nº desintox. Nº ingresos Abst. toxicológica inicio actual 1r tto UHD en CT máxima Heroína 19 0 0 V.fumada 34 > 3 0 0 4 años Alcohol 16 180gr/día Diario V.oral 0 0 0 0 0 Cocaína 35 1-2 gr/día Diario V.fumada 41 1 0 0 0 Cannabis 16 6-7 cig/día Diario V.fumada 0 0 0 0 0 Nicotina 16 20 cig /día Diario V.fumada 0 0 - - 0 Tabla 1. Historia y patrón de consumo de drogas Figura 1. Antecedentes familiares J. Valls, I. Méndez Blanco, A. Iglesias, J. Tato 216 Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 Historia biográfica Disponemos de escasa información. No ha sido po- sible contactar con ningún miembro de la familia. La paciente se muestra reacia a tratar temas persona- les. Explica bajo rendimiento escolar. No termina los estudios de EGB. Carece de otra formación. Trabajos esporádicos desde los 13 años. A los 16 años sus padres la introducen en el negocio de la prostitución. Ha seguido trabajando en él des- de entonces. Historia de varios hurtos menores. No antecedentes legales. A la muerte de la madre, se hace cargo del cuidado de su padre y de un hermano esquizofrénico. A los 19 años tiene una hija de relación esporádica. Ha vivido con ella hasta hace 3 años. Mantienen una buena relación. Casada desde los 20ª, se divorcia hace un año. Nueva relación sentimental de un año de duración, ruptura meses antes de la descompensación. Situación social Actualmente vive sola, en una pensión. Su hija la visita con una frecuencia semanal. Sin ingresos fijos. En trámite pensión de invalidez, PNC. Escasa red social de apoyo. Buena vinculación a ser- vicios sociales de zona. Exploración psicopatológica Colaboradora, contacto sintónico. Aspecto general conservado, higiene mantenida. Consciente y orientada en las tres esferas, atención y memoria conservadas. Discurso fluido y coherente, no se aprecian altera- ciones formales del lenguaje, buena comprensión global. Ideación del irante de contenido autoreferencial y de perjuicio. La paciente no re- fiere otros trastornos del contenido del pensamiento (no eco, robo, difusión ni imposición del pensa- miento); niega vivencias de influencia corporal. Explica alucinaciones auditivas en forma de voces que dialogan entresí y comentan su conducta, en ocasiones voces imperativas, insultantes y amenazantes, “me van a matar, me ponen una pis- tola en la cabeza”, “me dicen que compre droga, que nunca dejaré la droga”. La paciente relaciona el contenido de estas voces con episodios reales de su pasado. Refiere también ilusiones visuales en el contexto de consumo de cocaína, niega per- cibirlas al ingreso. Explica situación de aislamiento social durante los últimos meses, coincidiendo con el incremento de su sintomatología. Ánimo disfórico, llanto ocasional. Refiere incremen- to de la ansiedad durante las últimas semanas. Nie- ga ideas de muerte. Apetito conservado. Niega alte- raciones del sueño ni de la líbido. Niega anteceden- tes de auto o heteroagresividad. No se objetivan al- teraciones de la psicomotricidad. Impresiona como nivel de inteligencia medio-alto, pese a bajo nivel educativo. Conciencia parcial de enfermedad. Acepta ingreso voluntario. Pruebas complementarias Analítica al ingreso: – Destaca GGT 0.75 mkat/l(0.08-0.63); VCM 32.8 pg(27-31); vit. B12 y ac fólico dentro de la normalidad. – Serología luética y VIH negativas. – Resto anodino. Evolución Evolución favorable durante el ingreso de 28 días de duración. Se integra con facilidad en la dinámica del grupo, colaboradora y adaptada a las normas. Al sexto día de ingreso, desarrolla síndrome de abs- tinencia de baja intensidad, en forma de insomnio de 1ª y 2ª fase, sueños extraños, inquietud psicomotriz e hiperfagia. Buena respuesta al tratamiento ansiolítico con mejoría clínica en 8 días. Rápida remisión de la ideación delirante durante la primera semana de estancia, con mejoría pro- gresiva a lo largo del ingreso de las alteraciones sensitivas auditivas en intensidad y frecuencia. No Historia clínica psiquiátrica 217Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 se han objetivado otras alteraciones de la senso- percepción. Se observa progresivo deterioro anímico durante su estancia, motivo por el que se inicia tratamiento estabilizante. Se ha trabajado conciencia de enfermedad, necesi- dad de tratamiento y control médico. Ha seguido asesoramiento por la asistenta social durante el in- greso, a petición de la paciente. Expresa su deseo de cambio de trabajo y de domicilio. En el momento del alta, la paciente presenta mejo- ría clínica significativa, con buen funcionamiento glo- bal. Persiste actividad alucinatoria, de baja intensi- dad en estos momentos. Conserva juicio de realidad, atribuyendo los trastornos perceptivos a su patología psiquiátrica. En el momento del ingreso se inicia tratamiento neuroléptico con olanzapina 10 mg/día. Dada la ex- cesiva sedación e hiperfagia, en una persona de ante- cedentes con sobrepeso, se sustituye por risperidona en pauta ascendente (9 mg/día), asociada con biperideno (6 mg/día). Sigue tratamiento sedativo con levomepromazina 75 mg/día y ansiolítico con diazepam 15 mg/día; lorazepan 1 mg más lormetazepan 2 mg como hipnóticos. Se añade al tratamiento valpromida (900 mg/día) como medicación de eutimizante, ac- tualmente en pauta descendente. Sigue tratamiento complementario vitamínico con complejo B1, B6, B12 (Hidroxil®) 2 comprimidos/día. Tratamiento al alta médica: risperidona 9 mg/día, valpromida 900 mg/día, clotiapina 40 mg/noche y biperideno 6 mg/día. No ha presentado efectos se- cundarios reseñables con este tratamiento. Diagnóstico diferencial Tras las primeras entrevistas, una vez completada la historia clínica de esta paciente, nos planteamos como posibles diagnósticos: – Trastornos relacionados con substancias. – Tr de dependencia/abuso. – Intoxicación/abstinencia, con alteraciones perceptivas. – Delirium por intoxicación/abstinencia. – Tr psicótico inducido, con ideas delirantes, de inicio durante la intoxicación/abstinencia. – Trastornos debidos a enfermedad médica. – Esquizofrenia paranoide. Discusión La presencia de sintomatología psicótica en el con- texto de abuso de tóxicos, justifica el ingreso de esta paciente en una unidad de patología dual. De cara a establecer un diagnóstico, dos son los problemas que debemos abordar: en primer lugar la historia de tóxicos, y en segundo, la presencia de sintomatología psicótica productiva y los anteceden- tes de un ingreso psiquiátrico previo. Centrándonos en los antecedentes y patrón de con- sumo de esta paciente, vemos que cumple los crite- rios de inclusión para cinco trastornos de dependen- cia. En el momento del ingreso, la paciente padecía Dependencia de Alcohol, Cocaína y Cannabis, los tres actualmente en remisión precoz, en ambiente controlado. Presentaba también una Dependencia de Opiáceos (Heroína), que se había mantenido en remisión sostenida bajo tratamiento con agonistas (metadona) durante los últimos cuatro años; en es- tos momentos, la paciente se encuentra en remisión precoz sin tratamiento farmacológico substitutivo, en ambiente controlado. Señalar además, la existencia de un Dependencia de nicotina, problema no abor- dado durante el ingreso. El segundo problema señalado, la presencia de sín- tomas psicóticos, nos ha planteado múltiples dudas a la hora de establecer un diagnóstico adecuado. Nuestra paciente habla de alucinaciones auditivas, voces escuchadas en el interior de su cabeza, extra- ñas a ella, que dialogan entre sí, le dan órdenes, la amenazan e insultan. Según explica las ha estado escuchando durante los últimos tres años, de forma continua. Se añaden los últimos meses, ideación delirante paranoide y alteraciones sensoperceptivas en la esfera olfativa y visual. Niega antecedentes afectivos; ánimo disfórico reactivo al ingreso. Pensamos en la posibilidad de un trastorno mental debido a enfermedad médica que explicase esta clínica. Tanto la exploración física como las pruebas complementarias realizadas han resultado anodinas, no reflejando ninguna patología orgánica activa en estos momentos. Señalar la posible existencia de Epilepsia, si bien ésta ha permanecido asintomática durante más de diez años sin tratamiento, con un EEG normal, según informa la paciente. En el momento del ingreso, la paciente se encontraba en tto con bromocriptina 2,5 mg/día. Se ha relaciona- do el uso de agonistas dopaminérgicos con la apari- ción de pesadillas, depresión, manía y psicosis (aluci- naciones visuales y auditivas). Estos efectos aparece- J. Valls, I. Méndez Blanco, A. Iglesias, J. Tato 218 Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 rían a altas dosis (dosis mantenimiento 10-20mg; dosis máxima: 150 mg). Nuestra paciente presentaba sín- tomas antes del inicio del fármaco, actualmente se encontraba a una dosis mínima diaria, y reconocía un mal cumplimiento del tratamiento durante los últimos tres meses, múltiples olvidos de la dosis, y semanas enteras sin tratamiento. Descartaríamos pues la exis- tencia de una toxicidad por fármacos. Durante las sucesivas entrevistas no se ha objetivado patología del eje II. Si bien es cierto que no hemos realizado ningún test psicológico para confirmarlo, descartamos en principio un trastorno de personali- dad, que pudiera haberse descompensado con el consumo de tóxicos. Se han descrito síntomas psicóticos en la intoxica- ción por cocaína, cannabis y alcohol (Tabla 2). Algunos de los síntomas que explica nuestra pacien- te pueden deberse a una intoxicación por substan- cias, con alteraciones perceptivas. Habla de aluci- naciones/ilusiones visuales y olfativas en su domici- lio, los días previos al ingreso, coincidiendo con un incremento en el consumo de cannabis y cocaína; no está claro si con juicio de realidad intacto. La brevedad de estas alteraciones, así como la rápida remisión de la ideación paranoide durante el ingre- so, parecen confirmar una toxicidad por substancias. Sin embargo esto no explicaría la presencia de aluci- naciones auditivas de larga evolución, y que éstas persistan al mes de abstinencia. En ningún momento hemos observado alteraciones del nivel de conciencia, o desorientación, tampoco fluctuaciones de los síntomas durante el ingreso. Descartamosun delirum por intoxicación. No se descarta la presencia de episodios autolimitados en su domicilio, de escasa gravedad, que no requirieron atención médica ni tratamiento. Según explica la paciente, en ningún momento ha habido periodos de abstinencia en su patrón de de- pendencia. La clínica no se explicaría por una alucinosis alcohólica ni por otros trastornos relacio- nados con la abstinencia. En nuestra opinión, nos encontramos ante la reagudización de un trastorno psicótico crónico, de características atípicas. Ahora bien, es difícil esta- blecer si se trata de una esquizofrenia paranoide o de un trastorno psicótico inducido por substancias (Figura 2). Apoyan el diagnóstico de esquizofrenia la presencia de ideas delirantes y alucinaciones, así como la per- sistencia de síntomas de forma continua durante más de seis meses; la ausencia de alteraciones del len- guaje, ni del comportamiento, con expresividad emo- cional conservada, coincidirían con el subtipo de esquizofrenia paranoide. Los antecedentes de esquizofrenia en dos familiares de 1º grado (madre y un hermano) refuerzan la vali- dez del diagnóstico. Depen- Abuso Intoxica- Abstin- Delirium Delirium Demencia Trastornos Trastornos Trastornos Trastornos Disfunción dencia ción encia por intoxi. por abst. amnésicos psicóticos del ánimo de ansiedad Sexual Alcohol X X X X I W P P I / W I / W I / W I Alucinógenos X X X I I I I Anfetaminas X X X X I I I / W I I Cafeína X I Cannabis X X X I I I Cocaína X X X X I I I / W I / W I Fenciclidina X X X I I I I Inhalantes X X X I P I I I Nicotina X X Opioides X X X X I I I I Sedantes X X X X I W P P I / W I / W W I Varias X X sustancias Otros X X X X I W P P I / W I / W I / W I Clave I = Intoxicación; W = Abstinencia; P = Persistente Tabla 2. Historia clínica psiquiátrica 219Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 Como datos en contra, señalar el consumo activo de substancias en el momento de debut de la clínica, así como la escasa disfunción sociolaboral a pesar de síntomas activos y la ausencia de tratamiento neuroléptico, con juicio de realidad conservado y sin alteraciones formales del pensamiento hasta 3-4 meses antes del ingreso. Sorprende también la rápi- da remisión clínica durante los dos ingresos psiquiá- tricos, así como la ausencia de sintomatología nega- tiva (abulia, anhedonia, aplanamiento,…) ni dete- rioro cognitivo. No existen antecedentes de personalidad premórbida patológica, y las pruebas de imagen (TAC cerebral 2000) no hallaron alteraciones. A favor de un diagnóstico de trastorno psicótico in- ducido, con alucinaciones, de inicio durante la in- toxicación, tendríamos que las alucinaciones auditivas aparecen a los tres años de dependencia cocaínica, y que el consumo se ha mantenido desde entonces, pudiendo ser la causa de estas alteraciones perceptivas. Durante un mes de abstinencia a la dro- ga, se observa una progresiva mejoría clínica, que nos hace pensar en la posibilidad de remisión com- pleta si no se producen nuevas recaídas en el consu- mo (Tabla 3). Según algunos autores, en los casos de pacientes duales, apoyaría el diagnóstico de esquizofrenia la presencia de alteraciones formales del pensamiento, y delirios de características bizarras; la ideación autolítica y una historia de abuso de cocaína por vía parenteral o estar incluido en programas de mante- nimiento con metadona serían predictores negati- vos, a favor de una psicosis inducida por substan- cias. También se ha señalado la posibilidad de un incluir estos casos dentro de una nueva categoría, los “tras- tornos esquizoadictivos”. Correspondería a pacientes que mantienen un consumo crónico de abuso de es- timulantes, y que cuando no consumen drogas pre- dominan los síntomas depresivos. El inicio de los síntomas psicóticos estaría provocado por el abuso de estimulantes. Señalan además, una mayor preva- lencia de trastornos afectivos entre los antecedentes familiares. Nuestra paciente presenta un ánimo disfórico, y tiene dos antecedentes de suicidio en la familia, si bien predominan los antecedentes de fa- miliares con adicciones y esquizofrenia. Con todo lo expuesto, en nuestra opinión el diagnós- tico más correcto en estos momentos sería el de trastorno psicótico no especificado, siguiendo los criterios actuales del DSM-IV. Actualmente, la paciente presenta alucinaciones auditivas persistentes en ausencia de otras caracte- rísticas, y no es posible determinar si es un trastorno primario o inducido por sustancias. Posiblemente la evolución clínica de la paciente, si logra mantenerse abstinente, nos permitirá llegar a un diagnóstico más específico en un futuro. Figura 2. J. Valls, I. Méndez Blanco, A. Iglesias, J. Tato 220 Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2005;32(4):214-220 Diagnóstico al alta EJE I: Principal: – F29 Trastorno psicótico no especificado (298.9) Otros: - F10.21 Dependencia de alcohol, en entorno controlado (303.9) - F14.21 Dependencia de cocaína, en entorno controlado (304.2) - F11.21 Dependencia de opiáceos, en entorno controlado (304.0) - F12.21 Dependencia de Cannabis, en entor- no controlado (304.3) - F17.24 Dependencia de nicotina (305.1) EJE II: No hay diagnóstico EJE III: – Hepatopatía no especificada, actualmente asintomática – Epilepsia tónico-clónica generalizada, actualmen- te en remisión sostenida – Infección por VHC, asintomática – Herpes labial EJE IV: – Problemas relativos al ambiente social – Problemas laborales – Problemas de vivienda – Problemas económicos EJE V: – EEAG: 35 (en el ingreso) – EEAG: 60 (en el alta) Bibliografía recomendada Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Texto revisado. DSM-IV-TR. Ed Masson, 2002. Clasificación de los trastornos mentales y del comportamiento. CIE-10. Ed. Médica Panamericana S.A. 2000. Farrell M. y cols. Psychosis and drug dependence: results from a national survey of prisoners. British Journal of Psychiatry 2002; 181:393-8. Kaplan B, Sadock V. Sinopsis de Psiquiatría. Waverly Hispanica, S.A. 2004. Quemada JI. Manual de entrevista psiquiátrica. Ed. ELA. 1994. Rosenthal RN, Miner CR. Differential diagnosis of substance- induced psychosis and schizophrenia in patients with substance use disorders. Schizophr Bull 1997;23:187- 93. Rubio G. y cols. Guía para el tratamiento de los pacientes con Esquizofrenia. Fundación Cerebro y Mente, 2002. Shaner A, Khalsa M, Roberts L. Unrecognized cocaine use among schizophrenic patients. Am J Psychiatry 1993;150:758-62. Vallejo Ruiloba J. Introducción a la psicopatología y la psiquia- tría Ed. Masson, 4ª edición, 1998. Característica Esquizofrenia Psicosis inducida Sexo Varones ++ varones Edad de aparición 14-25 > tardía Comienzo Insiodoso Brusco Primera hospitalización Temprana Tardía Ajuste premórbido A veces, deficiente Aceptable Alteraciones que pueden discriminar estos cuadros Alteraciones del curso del pensamiento Alucinaciones auditivas Antecedentes familiares Trastornos esquizofrénicos Abuso de drogas Antecedentes personales Rasgos esquizoides de personalidad Trastornos de personalidad (antisocial o límite) Tabla 3.
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