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642 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedades respiratorias por drogas ilegales y por la inhalación de tóxicos INTRODUCCIÓN En este capítulo no se comentan las enfermedades respiratorias secundarias a la inhalación de polvos orgánicos o inorgáni- cos, al consumo de fármacos o al uso del tabaco, entre otras neumopatías, ya que todos estos trastornos se detallan en los correspondientes capítulos de esta obra. Aquí solo se describen las alteraciones respiratorias debidas al consumo de drogas ilegales y a la inhalación de sustancias y vapores tóxicos. ENFERMEDADES RESPIRATORIAS POR DROGAS ILEGALES Conforme aumenta el número de drogas ilegales y el de con- sumidores, se incrementa el número y la variedad de las com- plicaciones broncopulmonares que se describen (tabla 77.1). Ante cualquier urgencia respiratoria que aparece en un indi- viduo potencialmente adicto a las drogas, debe descartarse el consumo previo o reciente de estas sustancias. También debe descartarse la posibilidad de una infección, como ocurre en los embolismos pulmonares sépticos (consumidores de drogas por vía parenteral, con una tromboflebitis séptica o una endocarditis derecha) o en la neumonía aspirativa (tras un coma inducido por narcóticos). Es frecuente el desarrollo de un edema pulmonar tras una sobredosis de heroína, pero también tras haber tomado cualquier otro fármaco opiáceo. La exploración física del enfermo puede evidenciar una situa- ción de coma, con miosis, depresión del centro respiratorio, cianosis y acidosis mixta secundaria. También se ha señalado la posibilidad de un neumotórax o de un hemoneumotórax como expresión de una complicación secundaria al intento de inyectarse algún compuesto en las venas del cuello. Cocaína. La incidencia de complicaciones pulmonares es mayor cuando se emplea fumada que cuando se consume por vía nasal o intravenosa. Debido a su amplio uso, el precipitado alcalino de cocaína en una base libre (crack) se ha asociado con una gran variedad de manifestaciones pulmonares tóxicas. Tras fumarlo, el crack alcanza la circulación cerebral en 6-8 segundos y produce una euforia casi instantánea. Casi la mitad de los adictos refiere tos, expectoración negruzca, hemoptisis, dolor torácico, disnea o exacerbaciones asmáticas. Su inhala- ción puede producir lesiones térmicas en la vía aérea superior. También se ha referido la posibilidad de una perforación del septo nasal tras el consumo de cocaína o de heroína. Los casos de neumotórax y de neumomediastino encontrados en los adictos al crack se han relacionado con la realización de manio- bras de Valsalva de larga duración. La inhalación de cocaína induce una vasoconstricción coronaria, que se incrementa por el tabaco, así como una depresión miocárdica si se combina con alcohol. Se denomina «pulmón de crack» al síndrome caracterizado por la asociación de una insuficiencia respira- toria aguda con una consolidación pulmonar difusa visible en la radiografía de tórax, que en ocasiones puede tratarse de una hemorragia alveolar difusa. La adicción a la cocaína o la marihuana también produce un descenso persistente en la capacidad de difusión alveolocapilar para el monóxido de carbono (DLCO). Desde un punto de vista histopatológico se han hallado lesiones múltiples, que van desde el daño alveolar difuso o la neumonía eosinofílica hasta la bronquiolitis obli- terante con neumonía organizada. Además, se han reconocido dos patrones histopatológicos de granulomatosis relacionados con la administración intravenosa de drogas que llevan talco: el de localización intraarterial (que se asocia con una hiper- tensión pulmonar) y el intersticial. Marihuana. Su consumo habitual lleva al desarrollo de una bronquitis aguda o crónica. Sus efectos broncodilatadores desaparecen cuando se usa de manera repetida. Además, es muy frecuente que esté contaminada con Aspergillus spp., lo que propicia la aparición de los síndromes pulmonares caracterís- ticos de las infecciones que produce este hongo. 77 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 77 Enfermedades respiratorias por drogas ilegales y por la inhalación de tóxicos 643 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. ENFERMEDADES PULMONARES POR LA INHALACIÓN DE SUSTANCIAS Y VAPORES TÓXICOS La incorporación a los procesos industriales de numerosas sustancias químicas nuevas, sintetizadas por millares cada año, hace que a las causas tradicionales de las enfermedades profe- sionales se agreguen múltiples elementos y compuestos como agentes potenciales de alteraciones laborales u ocupacionales distintos a los ya conocidos hasta la fecha. El reconocimiento e identificación de estas alteraciones suele ser difícil, ya que los agentes mencionados no siempre producen unas manifestacio- nes típicas o fácilmente identificables en atención a los datos clínicos o complementarios que se observan en los enfermos. Aún más, no todos los individuos expuestos se afectan con posterioridad. Por otro lado, la incidencia suele ser tan baja que la enfermedad resultante se confunde con frecuencia con cualquier otro proceso respiratorio. La inhalatoria es una vía de exposición muy habitual como mecanismo de entrada para los compuestos tóxicos de ori- gen laboral o medioambiental. El pulmón se afecta con una intensidad que varía dependiendo no solo de la naturaleza de la sustancia tóxica, sino también de su concentración, de la edad del sujeto y del estado de salud previo existente. Algunos tóxicos lesionan preferentemente el aparato respiratorio. Otros producen efectos sistémicos, como los insecticidas organofos- forados (principalmente el paratión y el malatión, aunque se conocen más de 600 ingredientes activos en los pesticidas), que inhiben la acetilcolinesterasa en las terminaciones nerviosas y dan lugar a un cuadro de hiperestimulación colinérgica. Tam- bién se han referido episodios febriles debidos a la inhalación de los gases metálicos que se emiten durante la soldadura de hierro galvanizado o secundarios a la respiración de las emanaciones de polímeros que se producen con ocasión de la manipulación del teflón. Las vías aéreas, desde la narina hasta los alvéolos, entran en contacto con aproximadamente 14.000 L de aire durante las 35 o 40 horas de una semana laboral normal. El depósito de partículas en los pulmones se realiza principalmente por impactación, sedimentación y difusión. Así, las partículas que TABLA 77.1 Complicaciones respiratorias asociadas con el abuso de drogas ilegales Grupo químico o farmacológico Drogas principales Vía de consumo Complicaciones respiratorias Narcóticos Heroína Metadona Codeína Intravenosa Oral Fumada Esnifada Subcutánea Infecciones (neumonía por aspiración, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, etc.) Obstrucción de las vías aéreas Atelectasias Bronquiectasias Bullas pulmonares Alteración de la difusión alveolocapilar Fibrosis o granulomatosis pulmonares Adenopatías hiliares o mediastínicas Edema pulmonar Depresión respiratoria Neumomediastino Perforación del septo nasal Hipertensión pulmonar Cannabinoides Marihuana Hachís Fumada Oral Broncodilatación (aguda) Broncoconstricción (crónica) Rinitis, faringitis, bronquitis Infección o sensibilización a hongos (Aspergillus, Candida) Alteración de la difusión alveolocapilar Neuroestimulantes Cocaína Anfetaminas Oral Fumada Esnifada Intravenosa Edema pulmonar Hipertensión pulmonar Neumomediastino Bronquiolitis obliterante Neumonitis granulomatosa Síndrome de inmunodeficiencia adquirida Alteración de la difusión alveolocapilar Perforación del septo nasal Tranquilizantes Benzodiacepinas Fenobarbital Intravenosa Oral Depresión respiratoria Neumoníapor aspiración Edema pulmonar Atelectasias Interacciones farmacológicas Hidrocarburos volátiles Cola Disolventes Butano Inhalada Rash nasal Edema pulmonar Laringoespasmo Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IX Patología pleuropulmonar por agentes externos 644 tienen un diámetro entre 15 y 20 µm se acumulan en la nariz y la faringe, mientras que las que están entre 5 y 15 µm lo hacen en el árbol traqueobronquial y las que tienen menos de 5 µm llegan a las vías aéreas periféricas y a los alvéolos (fig. 77.1). La concentración del agente tóxico, la duración de la exposición y las características químicas de la sustancia, particularmente su solubilidad en el agua, también son factores determinantes del patrón de agresividad que sufre el tracto respiratorio. Gases irritantes La exposición leve a compuestos irritantes moderadamente solubles (como el amoníaco, el ácido clorhídrico o el dióxido de azufre) produce estornudos, rinitis, sensación de gusto u olfato desagradable, ronquera e irritación conjuntival. Si esta exposición es breve, los efectos son transitorios y las distintas alteraciones que aparecen mejoran una vez que el individuo se ha retirado, casi siempre de manera inmediata, de la exposición al gas tóxico. Las exposiciones continuadas a concentraciones bajas de gases tóxicos poco irritantes pueden conducir a síntomas persis- tentes, típicamente una tos productiva de aspecto mucoso (bron- quitis industrial), o pueden progresar hacia una obstrucción al flujo aéreo o facilitar el desarrollo de una hiperreactividad bronquial no específica. Las exposiciones accidentales a concen- traciones altas de gases tóxicos inhalados ocasionan lesiones inflamatorias intensas en todo el tracto respiratorio, desde las vías aéreas superiores hasta los alvéolos. Al respecto, existen cinco lugares y patrones de daño resultantes de la exposición a altas concentraciones de un tóxico inhalado. Son los siguientes: ● Rinitis, bien por un mecanismo irritativo, con síntomas caracterizados por quemazón, irritación y congestión, o bien por un mecanismo alérgico, con cefaleas, rinorrea y picor nasal. ● Edema laríngeo, con la posibilidad de que aparezca una obstrucción de la vía aérea superior. ● Síndrome de disfunción reactiva de la vía aérea. ● Bronquiolitis obliterante, con afectación de la pequeña vía aérea. ● Edema pulmonar no cardiogénico, debido a la lesión que se produce en las células alveolares y en los capilares. Gases asfixiantes Los gases asfixiantes (nitrógeno, monóxido de carbono y meta- no) interfieren en la utilización del oxígeno por los tejidos. El metano es un gas inodoro e incoloro, presente en las minas de carbón y en las fosas sépticas, que disminuye la fracción inspirada de oxígeno (FIO 2). El monóxido de carbono es un gas inodoro, que se forma tras la combustión incompleta de materia compuesta por carbono y que es responsable de la mayoría de los fallecimientos que suceden en los incendios. Ocasiona tanto una hipoxia tisular, cuya intensidad se relaciona con la cuantía de carboxihemoglobina que se forma, como una acción citotóxica directa. El tratamiento se basa en la adminis- tración de oxígeno a altas concentraciones y, en su caso, a hiperpresión en una cámara hiperbárica. Venenos La toxicidad pulmonar inducida por un veneno se debe, con frecuencia, a la inhalación de esa sustancia tras una exposición accidental o un intento suicida. La absorción cutánea o diges- tiva es poco frecuente, como también lo es la inyección endo- venosa. Uno de los agentes más comunes es el paraquat, que puede producir la muerte en menos de 24 horas si se ingieren más de 200 mL y que suele originar un síndrome irreversible de dificultad respiratoria del adulto 1 semana después de su inges- tión en cantidades incluso 10 veces menores a las mencionadas. FIGURA 77.1 Lugar de depósito en las vías aéreas de las partículas inhaladas según su tamaño y su solubilidad en el agua. AD, conducto alveolar; AS, saco alveolar; BL, bronquio segmentario; BR, bronquio; RBL, bronquíolo respiratorio; TBL, bronquíolo terminal. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 77 Enfermedades respiratorias por drogas ilegales y por la inhalación de tóxicos 645 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. La mortalidad que conlleva varía entre un 30 y un 55%, por lo que es esencial iniciar el tratamiento en cuanto se pueda, evitando la oxigenoterapia en lo posible. En los niños hasta un 5% de los envenenamientos se origina por la ingestión de hidrocarburos, sobre todo de queroseno. Este envenenamiento cursa con cuadros clínicos más benignos. También se han comunicado casos de aspiración accidental de derivados del petróleo en individuos adultos que se ejercitaban como tragafuegos. Por otra parte, no debe olvidarse la posi- bilidad de una exposición a compuestos orgánicos volátiles tras los naufragios de grandes petroleros, como ocurrió con el hundimiento del buque Prestige en 2002 frente a la costa de Finisterre. Aquello, además de ser un gran desastre ecológico, propició la exposición a tóxicos, por vía inhalatoria y cutánea, de miles de personas que participaron en la limpieza de las zonas contaminadas. En varios estudios de casos y controles se encontró que las personas expuestas tuvieron una mayor pre- valencia de cefalea, dolor de garganta, problemas respiratorios y picor de ojos que las no expuestas. En un ambicioso trabajo puesto en marcha por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) con la denominación de «Proyecto Prestige», se observó que 2 años después del vertido accidental del fuel-oil, las personas participantes en las labores de lim- pieza tenían una prevalencia mayor de síntomas respiratorios persistentes, una concentración más elevada de marcadores de daño respiratorio en el condensado exhalado y diversos tipos de anomalías cromosómicas que la población general no expuesta. En mayo de 1981 se produjo en España la epidemia del denominado síndrome del aceite tóxico, que tuvo lugar por el consumo humano de aceite de colza desnaturalizado con anilina al 2%. El aceite se había importado de Francia para su uso industrial y se refinó posteriormente para su venta ambulante, en garrafas no etiquetadas de plástico de 5 L, como aceite puro de oliva. La cifra oficial de personas afectadas ascendió a 20.000 (cuadro 77.1), de las que 12.000 precisaron una hospitalización y más de 300 murieron durante el primer año de la epidemia. En un 61% de los casos se trataba de muje- res, sobre todo de edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. El período de latencia de la enfermedad fue casi siempre inferior a los 10 días. Los estudios tóxico-epidemiológicos iniciales demostraron la existencia de una clara relación entre la concentración de un derivado anilínico y el riesgo de enfermar. Estudios realizados con técnicas analíticas más recientes han sugerido ahora que el agente responsable pudo haber sido uno de los ésteres del fenilamino-propanediol (PAP) (el 3-N-[- fenilamino]-1,2-propanediol), que es un compuesto similar, desde un punto de vista estructural, a la fenilamino-alanina (PAA) (la 3-[fenilamino]alanina). Esta última sustancia es un contaminante del l-triptófano, que parece ser responsable de un cuadro clínico parecido, el síndrome de mialgias-eosinofilia, que ocurrió en Estados Unidos, en 1989, tras la ingestión de l-triptófano fabricado por una compañía japonesa. La fase clínica inicial (los primeros2 meses) del síndrome del aceite tóxico español se caracterizó por cursar con un edema pulmonar no cardiogénico, que se acompañaba de mialgias, eosinofilia periférica y rash cutáneo. En los siguientes 2 meses se puso de manifiesto que predominaban la neuropatía sen- sorial, las mialgias, la colestasis hepática, la pérdida de peso y los trastornos cutáneos, con un 4% de casos de hipertensión pulmonar. Más de la mitad de los pacientes desarrolló una enfermedad crónica caracterizada por una neuropatía motora periférica (32%), mialgias, temblores, esclerodermia (21%), hepatopatía crónica e hipertensión pulmonar (8%). Bronquiolitis obliterante por la inhalación de gases tóxicos Entre las bronquiolitis obliterantes secundarias a la inhalación de gases tóxicos, las mejor definidas son las producidas por el dióxido de nitrógeno (NO2), un gas poco irritante para las mucosas nasal y ocular. Su inhalación acarrea un riesgo signi- ficativo en múltiples ambientes industriales y agrícolas (silos, industria química, mecánica aeronáutica, soldadura, etc.). No obstante, este gas no es el único responsable de este proceso patológico, ya que se han implicado otros muchos, como el dióxido de azufre, los ácidos clorhídrico, nítrico y sulfúrico, la mostaza gaseosa, etc. Durante un incendio, dependiendo de la sustancia que se esté consumiendo, puede inhalarse un gran número de elementos tóxicos (tabla 77.2), responsables de un mayor número de muertes que las propias quemaduras ocasionadas por las llamas. Cualquiera de esos gases puede producir en la vía aérea y en el parénquima pulmonar tanto una lesión aguda como una crónica. Cuadro 77.1 DEFINICIÓN CLÍNICA DE CASO EN EL SÍNDROME DEL ACEITE TÓXICO Criterios principales: ● Consumo del aceite tóxico antes del principio de la enfermedad o presencia de la enfermedad en el núcleo familiar ● Infiltrados alveolointersticiales o intersticiales difusos en la radiografía de tórax, con o sin derrame pleural ● Mialgias incapacitantes con limitación funcional ● Eosinofilia superior a 500 eosinófilos/mm3 Criterios menores: ● Brote epidémico en la comunidad ● Prurito cutáneo grave ● Edema cutáneo localizado o rash ● Sequedad de boca grave y persistente ● Mialgias leves o moderadas ● Trastorno neurológico ● Dolor abdominal ● Signos clínicos o analíticos propios de una hepatopatía ● Disnea de esfuerzo de inicio reciente ● Hipoxemia de inicio reciente ● Hipertensión pulmonar ● Miocardiopatía ● Trombosis vascular En su momento se señaló que se requerían dos criterios principales y cuatro menores para la definición clínica de un caso. Tomado de la Comisión clínica española del síndrome del aceite tóxico, 1981. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IX Patología pleuropulmonar por agentes externos 646 Las manifestaciones clínicas de todas estas alteraciones dependen de la concentración del gas y de la duración de la exposición. En los individuos expuestos a altas concen- traciones, la muerte suele sobrevenir de manera rápida como resultado de un espasmo laríngeo o bronquiolar, una parada respiratoria refleja o la asfixia. Con exposiciones menores, los sujetos suelen tener quemazón ocular, tos, disnea, cia- nosis, vómitos, somnolencia, cefalea, acidosis metabólica o metahemoglobinemia. La insuficiencia respiratoria aguda puede surgir inmediatamente después o tras un período de latencia de 4 a 6 horas. La radiografía de tórax muestra los cambios típicos del síndrome del distrés respiratorio agudo, consistentes en opacidades difusas de tipo alveolar o en vidrio deslustrado («pulmón blanco»). Los enfermos que sobreviven a esta fase o que han estado menos expuestos pueden desa- rrollar, pasadas 2 o 3 semanas, una obstrucción irreversible al flujo aéreo. Esta fase se caracteriza por la aparición de tos no productiva y disnea, signos de hiperinsuflación pulmonar y múltiples opacidades nodulares discretas visibles en la radio- grafía de tórax. El tratamiento de la etapa obstructiva o fibrótica de la bron- quiolitis obliterante suele ser ineficaz. Las personas que han sufrido una exposición intensa deben vigilarse en un hospital durante 48 horas y luego evaluarse, desde un punto de vista clínico y funcional, cada semana o cada 15 días, durante 2 o 3 meses. Los corticoesteroides son útiles tanto en la fase de edema pulmonar como en las formas fibrótico-obstructivas ulteriores. Una vez prescritos deben continuarse durante un mínimo de 8 semanas, puesto que la retirada prematura suele seguirse de una recaída. Los broncodilatadores son útiles oca- sionalmente y deben emplearse, al menos al principio, en los pacientes sintomáticos. COMPARACIÓN ENTRE ALGUNOS SÍNDROMES RESPIRATORIOS OCUPACIONALES RECIENTES El denominado síndrome Ardystil, ocurrido en los años noventa en la Comunidad Valenciana, fue un brote epidémico que se debió a una exposición ocupacional en el sector de la aerografía textil. Se caracterizó por ser una enfermedad pulmonar de curso agudo o subagudo. En los casos clíni- camente mejor definidos se observó el desarrollo de una bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (BONO). Este cuadro progresó en algunos trabajadores a una fibrosis pulmonar terminal, con fallecimiento de seis de ellos, y en un caso (una trabajadora de la fábrica) obligó a realizar un trasplante bipulmonar. La evidencia epidemiológica sugirió que el origen del síndrome Ardystil estuvo en un cambio en la formulación de uno de los agentes químicos empleados en la aerografía textil: acramín FWR (poliurea) por acramín FWN (poliamidamina). Esta modificación solo se efectuó en dos de las factorías de este sector industrial, en las que se produjeron los casos más graves y mejor catalogados del síndrome. Pese a la supresión de la exposición laboral y la puesta en marcha de un tratamiento corticoesteroideo, un tercio de los individuos expuestos al acramín FWN sufrió un claro deterioro funcional respiratorio. Este deterioro se correlacionó con la evolución radiológica, en concreto hacia un patrón intersticial reticular, cuyo sustrato histopatológico fue el de una fibrosis pulmonar (fig. 77.2). Entre los trabajadores expuestos un 50% llegó a tener, en algún momento, una restricción ventilatoria, frente a solo un 10% de los no expuestos, así como un descenso de la DLCO. El síndrome Ardystil debe considerarse como uno de los más importantes brotes de enfermedad respiratoria de ori- gen ocupacional descritos en los últimos años. Se une así a otros brotes profesionales similares publicados en revistas de impacto y cuyas características fundamentales se expresan en la tabla 77.3. Todos ellos tienen en común su causa laboral, así como el hecho de que los trabajadores estuvieran sometidos a la inhalación de uno o varios agentes tóxicos. Tal ocurrió en el caso del pulmón de los trabajadores con fragmentos del nailon (flock worker’s lung), en el que los enfermos habían estado expuestos a numerosas sustancias «potencialmente tóxicas», en TABLA 77.2 Tóxicos que pueden inhalarse durante un incendio Sustancia en combustión Tóxicos inhalables Madera Monóxido y dióxido de carbono Aldehídos Alcoholes Metano Plásticos Monóxido de carbono Fosgeno Ácido clorhídrico Cianuro Textiles (lana, algodón, nailon) Amoníaco Cianuro FIGURA 77.2 Hallazgos histopatológicos pulmonares encontrados en el estudio necrópsico del paciente cuyo estudio radiológico y tomográfico se muestra en la figura 77.4. El enfermo falleció tres meses después de realizado dicho estudio, como consecuencia de la progresión de la neumopatía pese al tratamiento corticoesteroideo que se había instaurado. Obsérvense las lesiones propias de una neumonía organizada, que se asocian con las típicas de una fibrosis intersticialy un daño alveolar difuso (tinción tricrómica de Masson, 200×). (V. lámina en color al final del libro.) Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 77 Enfermedades respiratorias por drogas ilegales y por la inhalación de tóxicos 647 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. concreto diversos bioaerosoles, fragmentos del nailon, ácido tánico, almidón de patata, sulfato de amonio, etc. (fig. 77.3). En el colapso del World Trade Center (WTC) se produjo una exposición a polvo de cemento, fibra de vidrio, asbesto, plomo, hidrocarburos aromáticos, etc. (tabla 77.4). En el brote del «pulmón de los trabajadores en la elaboración industrial de palomitas de maíz» (popcorn worker’s lung) se detectaron en el aire ambiente, en el lugar de trabajo, más 100 componentes orgánicos volátiles, muchos de ellos tóxicos para el pulmón y otras estructuras del organismo. En todos estos casos, excepto en el del colapso del WTC, el trastorno se atribuyó a una sola sustancia (v. tabla 77.3). En cuanto a la forma de instauración del brote, la caracterís- tica principal fue, en las inhalaciones tóxicas de origen indus- trial, el curso subagudo. Por el contrario, en el colapso del WTC el hecho accidental y trágico del ataque terrorista configuró, como es lógico, el modo de la exposición, que fue aguda e intensa, de los bomberos que acudieron al rescate. El sistema respiratorio fue el más dañado en todos ellos, sobre todo las grandes vías aéreas en los afectados por el colapso del WTC, mientras que en los demás brotes lo fueron las pequeñas vías TABLA 77.3 Principales características diferenciales entre algunos síndromes respiratorios ocupacionales descritos recientemente Bomberos del atentado del World Trace Center (WTC) Pulmón de los trabajadores con fragmentos del nailon (flock worker’s lung) Pulmón de los trabajadores en la elaboración industrial de palomitas de maíz (popcorn worker’s lung) Síndrome Ardystil Población expuesta Bomberos Trabajadores textiles Trabajadores de la industria alimentaria Trabajadores de la aerografía textil Producto tóxico Polvo inorgánico, productos de pirólisis y otros irritantes Fibras de nailon Componentes orgánicos volátiles: diacetilo Acramín poliamidamina Exposición Aguda e intensa Subaguda Subaguda Subaguda Manifestaciones clínicas Tos Disnea de esfuerzo Síntomas de vías altas Reflujo gastroesofágico Tos ++++ Disnea ++++ Pérdida de peso + Artralgias, mialgias + Tos ++++ Disnea ++++ Pérdida de peso +++ Rash, problemas cutáneos ++ Mialgia, fatiga + Tos ++++ Epistaxis ++++ Disnea ++ Dolor torácico ++ Exploración funcional respiratoria Obstrucción Restricción Obstrucción Restricción Hiperreactividad bronquial Sí Sí No Sí Estudios radiológicos Consolidación lobular Atrapamiento aéreo Engrosamiento de las paredes bronquiales Patrón mixto, micronodular, vidrio deslustrado Hiperinsuflación pulmonar Patrón mixto, micronódulos, infiltrados alveolares Hallazgos histopatológicos No documentados Bronquiolitis linfocítica Bronquiolitis obliterante constrictiva Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada Evolución tras el abandono del trabajo No resolución completa No resolución completa No resolución completa No resolución completa FIGURA 77.3 Instalaciones y maquinaria de una fábrica dedicada al reciclaje del nailon. Obsérvense, a la derecha, la máquina trituradora del nailon (a) y, a la izquierda, los cubos en los que se depositan los fragmentos del nailon que pueden ser inhalados luego cuando se manipulan (b). Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IX Patología pleuropulmonar por agentes externos 648 aéreas. La tos, productiva o no, fue el síntoma más prevalente y se acompañó de un grado variable de disnea. Las epistaxis solo se observaron en el síndrome Ardystil. Algunos síntomas generales inespecíficos (pérdida de peso, mialgias, artralgias, etc.) o la irritación cutánea fueron más manifiestos en el popcorn worker’s lung y el reflujo gastroesofágico en los bomberos que actuaron en el WTC. Desde el punto de vista funcional respiratorio estos episo- dios o brotes se clasificaron en dos tipos según predominase la restricción o la obstrucción ventilatorias. En los pacientes que tenían un patrón obstructivo, la respuesta a la prueba broncodilatadora fue negativa en el caso del popcorn worker’s lung y positiva en el de los bomberos del WTC, que fueron los sujetos en los que mejor correlación se encontró entre la exposición a los tóxicos inhalados y la intensidad de la hiper- reactividad bronquial. La hiperrespuesta persistió durante meses, así como la disfunción reactiva de las vías aéreas en los casos en los que el grado de exposición fue más elevado. Desde el punto de vista radiológico, estos enfermos se divi- dieron en dos grupos, según fueran más o menos evidentes las imágenes existentes. De este modo, se distinguieron los dos grupos siguientes: a) el de los pacientes con un patrón intersticial micronodular o reticulonodular, con infiltrados parcheados o en vidrio deslustrado (fig. 77.4), y b) el de los pacientes con anomalías radiológicas más sutiles (hiperinsu- flación pulmonar o «infiltrados neumónicos»), que fueron las lesiones que se apreciaron en algunos de los bomberos del WTC. En atención a lo expuesto, los datos de la exploración funcional respiratoria y los hallazgos radiológicos pueden utilizarse para clasificar los síndromes ocupacionales des- critos. De este modo, en los individuos en los que predomina un trastorno ventilatorio restrictivo es más habitual el que se encuentren cambios significativos en la radiografía o en la TC torácicas (p. ej., en el síndrome Ardystil o en el flock worker’s lung), mientras que en los pacientes en los que se detecta una alteración obstructiva los hallazgos radiológicos son menos habituales y más sutiles, como ocurrió en los bomberos que actuaron en el WTC. Con la salvedad de los enfermos que padecieron un síndro- me Ardystil, en los que pudieron obtenerse muestras pulmo- nares en la mayoría de los casos, en las demás situaciones estas muestras solo se consiguieron en un pequeño porcentaje de los sujetos expuestos. Excepto en los bomberos del WTC, en los otros tres síndromes se evidenciaron las lesiones típicas de una bronquiolitis. En realidad, los patrones histopatológicos más característicos que se hallaron en cada uno de estos tres dis- tintos episodios o brotes ocupacionales fueron muy diferentes. En el síndrome Ardystil lo típico fue la bronquiolitis obliterante con neumonía organizada, mientras que en el flock worker’s lung lo fue la bronquiolitis linfocitaria con folículos linfoides peribroncovasculares (fig. 77.5) y en el popcorn worker’s lung la bronquiolitis constrictiva. TABLA 77.4 Principales sustancias químicas a las que estuvieron expuestos los bomberos que trabajaron en el World Trade Center al inhalar el ambiente pulvígeno surgido tras el atentado terrorista y algunos de los posibles efectos de esas sustancias sobre la salud Sustancias Origen Repercusión sobre el organismo Partículas Silicatos, carbonatos, etc. Materiales de construcción (cemento, aglomerado, azulejos, etc.) Inflamación pulmonar y de las vías aéreas Fibras (asbesto, vidrio, yeso) Materiales de construcción Cortafuegos, etc. Tumores del sistema respiratorio, incluido el mesotelioma Contaminantes orgánicos Hidrocarburos aromáticos policíclicos Combustión incompleta (plásticos, metales, maderas, productossintéticos, etc.) Cáncer de pulmón, de piel y de mama Trastornos reproductivos (parto prematuro) Hidrocarburos (naftalenos, fluoranos, etc.) Fuel Cánceres broncopulmonares y del tracto urogenital Benceno Combustión de plásticos y de aislamientos Depresión del sistema nervioso central, trastornos inmunológicos y hematopoyéticos, inflamación del tracto respiratorio Freón Sistemas de aire acondicionado Irritación ocular y del árbol bronquial Gases Monóxido de carbono Fuegos Asfixia Sulfuro de hidrógeno Materia orgánica en putrefacción Inflamación de la vía aérea superior e inferior Metales pesados Mercurio Luces fluorescentes Trastornos neurológicos, irritación del árbol bronquial Plomo Monitores, pintura antioxidante Irritación de mucosas, trastornos neurológicos Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 77 Enfermedades respiratorias por drogas ilegales y por la inhalación de tóxicos 649 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Bibliografía Banauch GI, Dhala A, Prezant DJ. Pulmonary disease in rescue workers at the World Trade Center site. Curr Opin Pulm Med 2005;11:160-8. Karpell JP, King TE, Hollingsworth H. Overview of pulmonary disea- se in injection drug users. UpToDate. Filadelfia: Wolters Kluwer Health. 2012. Disponible en: www.uptodate.com. Consultado en mayo de 2015. Kern DG, King TE, Hollingsworth H. Nylon flock worker’s lung. UpToDate. Fildelfia: Wolters Kluwer Health. 2012. Disponible en: www.uptodate.com. Consultado en diciembre de 2014. Kern DG, Crausman RS, Durand KT. The natural history of flock wor- ker’s lung. Chest 2014;145:185-6. Kreiss K. 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FIGURA 77.5 Hallazgos histológicos propios de una bronquiolitis folicular en una paciente expuesta a la inhalación de fragmentos de nailon, tras trabajar con una máquina trituradora de este compuesto, en una empresa dedicada al reciclaje de redes de pesca (tinción de hematoxilina-eosina, 50×). (V. lámina en color al final del libro.) Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
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