Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
797 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria OXIGENOTERAPIA EN LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA AGUDA La hipoxemia y la hipoxia tisular son las indicaciones fun- damentales de la oxigenoterapia en los procesos agudos. Sin embargo, aunque los límites de la hipoxemia que establecen la necesidad de administrar oxígeno son arbitrarios, las principa- les guías clínicas actuales aconsejan recurrir a este tratamiento cuando la presión parcial arterial de oxígeno (PaO 2) es inferior a 60 mm Hg. En los enfermos que no tienen una insuficiencia respiratoria aguda, la oxigenoterapia está indicada cuando se sospecha una hipoxia tisular, bien por la existencia de una anemia grave o bien por un fracaso circulatorio. Finalmente, también puede considerarse su uso en las enfermedades de curso fluctuante, como el asma agudizada, en las que, de mane- ra transitoria, el paciente puede desarrollar una insuficiencia respiratoria. La indicación de la oxigenoterapia en los sujetos con una insuficiencia cardíaca y una cardiopatía isquémica aguda tiene sus propias características. Si bien es cierto que el nivel de hipoxemia que puede provocar una hipoxia tisular es menor en condiciones de bajo gasto cardíaco, también lo es el hecho de que la administración de oxígeno puede aumentar la resis- tencia de la circulación coronaria. Existen varias formas de administrar el oxígeno en los pacientes con una insuficiencia respiratoria aguda. Desde un punto de vista práctico pueden distinguirse las siguientes posibilidades: ● Oxigenoterapia a través de gafas nasales (fig. 94.1). Posible- mente es la forma que más se utiliza para dar oxígeno, una vez que el paciente se ha estabilizado. La ventaja fundamen- tal de esta vía es la comodidad de la administración, pues permite expectorar, comer y realizar un tratamiento bron- codilatador sin tener que interrumpir la oxigenoterapia. Además es, quizás, una forma más estable si el individuo está agitado y es poco colaborador. El problema principal consiste en la imposibilidad de conocer y mantener una fracción inspiratoria de oxígeno (FIO 2) concreta, que ade- más puede ser insuficiente en algunos casos (sobre todo en los que precisan grandes requerimientos, están inestables o tienen una respiración bucal). ● Oxigenoterapia mediante mascarillas con un sistema regu- lable para la FIO2 (fig. 94.2). Se conocen también como mascarillas de tipo Venturi. Se basan en el principio de Bernoulli y sirven para administrar el oxígeno con una FIO2 estable, controlada e inferior al 50%. El flujo de oxígeno en la entrada de la mascarilla provoca un «arrastre» de aire (que penetra en ella por unos orificios regulables). De este modo, en función del caudal de oxígeno y de la apertura de los orificios de entrada del aire, se obtiene una mezcla fija y una FIO 2 estable. Este sistema se conoce también como basado en mascarillas de alto flujo, pues el caudal total que se proporciona (superior a 20 L/minuto) es mayor que el que se ofrece con los demás sistemas de administración de oxígeno. En el mercado existen mascarillas con un sistema fijo o variable de regulación de la FIO2, que son menos fiables cuando la FIO2 que se programa es inferior al 30%. ● Oxigenoterapia mediante mascarillas con reservorio. Estas mascarillas proporcionan una elevada FIO2, pero sin un alto flujo. Su principio fundamental descansa en el uso de una cámara o reservorio que se conecta con la mascarilla. Ahí se recoge la primera parte del aire exhalado (que contiene una FIO 2 más alta, pues es el gas que ocupa el espacio muerto). De esta manera, cuando el individuo inspira el contenido de la mascarilla, recibe inicialmente una FIO2 cercana al 70%. El problema fundamental de estos dispositivos consis- te en que son sistemas de bajo flujo, por lo que pueden ser insuficientes en los sujetos inestables que respiran con un elevado volumen minuto. Y ello es así porque parte de ese volumen es una mezcla de oxígeno y aire que entra por los orificios antirreinhalación. Las nuevas mascarillas con reservorio, sin orificios de salida y con un sistema secuencial de administración de oxígeno, pueden proporcionar una FIO 2 estable superior al 90% si el paciente mantiene un volumen minuto inferior a 10 L. El oxígeno, como cualquier otro fármaco, tiene sus efectos secundarios y sus riesgos. En el enfermo con una insuficiencia respiratoria aguda, el riesgo fundamental reside en el desarrollo 94 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 798 de una hipercapnia. Este hecho parece producirse en un por- centaje reducido de individuos si el oxígeno se aplica con una FIO2 baja, pero no ocurre así si se emplea sin control. A pesar de ser un efecto secundario conocido desde hace muchos años, el mecanismo por el cual se origina no se ha aclarado del todo. Inicialmente esta complicación se atribuyó a la inhibición de la respuesta ventilatoria a la hipoxia que se observa en los pacien- tes que tienen una insuficiencia respiratoria agudizada. Sin embargo, varios estudios posteriores no pudieron comprobar la reducción global de la ventilación y sí la del espacio muerto, responsabilizándose entonces a este fenómeno del aumento de la hipercapnia. Más tarde ha podido evidenciarse que, en situaciones extremas de hiperoxia, la hipercapnia asociada se debe tanto a una hipoventilación global como a cambios en la relación entre la ventilación y la perfusión pulmonares (V/Q) (aumento del espacio muerto e incremento de la perfusión de unidades con un bajo cociente V/Q). Otro mecanismo implicado, a veces olvidado, en el desa- rrollo de la hipercapnia que se asocia con la oxigenoterapia es el efecto Haldane. Dicho efecto consiste en la liberación de protones unidos a radicales carbamato por parte de una hemo- globina mal saturada, que se ve expuesta a una carga brusca de oxígeno. Este mecanismo se pone en marcha, sobre todo, en los pacientes que tienen una hipoxia y una hipercapnia importantes, y se produce de manera casi inmediata tras la administración de oxígeno. Por último, la oxigenoterapia pue- de inducir un daño pulmonar directo —al provocar atelectasias por reabsorción cuando disminuye la presión intraalveolar de nitrógeno— y una lesión pulmonar difusa ocasionada por la liberación de radicales libres. Estas complicaciones son propias de la oxigenoterapia que se prolonga en el tiempo y cuando se utilizan, de manera simultánea, altas concentraciones de oxígeno, por lo que solo suelen aparecer en los sujetos que se ventilan mecánicamente. La técnica y el modo de administrar el oxígeno en un paciente con una insuficiencia respiratoria aguda dependen de la enfermedad de base y de la situación clínica del individuo. De forma esquemática, pueden distinguirse los tres perfiles de enfermos que se describen a continuación: 1. Pacientes que requieren una FIO2 baja y que no tienen riesgo de hipercapnia. Es posible que casi todos los sujetos con una insuficiencia respiratoria aguda deban integrarse en este apartado. Aunque al principio (durante el traslado al hospital) puede ser necesario el uso de una mascarilla, estos pacientes pueden tratarse luego con gafas nasales con flujos bajos. En su monitorización no precisan más que una simple pulsioximetría. 2. Pacientes que requieren una FIO2 alta. Suele tratarse de enfermos que están en el entorno de una unidad de cui- dados intensivos y que casi siempre tienen cortocircuitos pulmonares secundarios a un edema pulmonar o a una neumonía grave. En estos casos han de emplearse mas- carillas capaces de proporcionar una alta FIO 2 y que tengan reservorio y, muchas veces, una presión positiva asociada (ventilación invasivao presión positiva continua en la vía aérea [CPAP]). Es muy importante la vigilancia constante de la saturación percutánea de oxígeno (SpO 2). Un exceso en la FIO2 suministrada puede impedir la que se detecte precozmente el empeoramiento clínico del individuo, dado que con la SpO2 no puede apreciarse esta situación hasta que ya es grave. Por ello, se aconseja realizar gaso- metrías arteriales, en las que se analice la evolución del cociente PaO2/FIO2, dado que este es el índice que mejor valora la gravedad de una insuficiencia respiratoria. 3. Pacientes con el riesgo de que aparezca una hipercapnia en relación con la oxigenoterapia. Se trata de personas que tienen una intensa limitación al flujo aéreo, un síndrome de obesidad e hipoventilación o alguna enfermedad que afecte a la bomba torácica (sistema nervioso, músculos FIGURA 94.1 Gafas nasales y su correcta colocación. FIGURA 94.2 Mascarilla basada en el efecto Venturi. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 94 Oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria 799 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. respiratorios o caja torácica). Como es lógico, el riesgo es mayor cuanto más elevada está la hipercapnia basal. La monitorización de la SpO2, aunque necesaria, puede dar lugar a una falsa sensación de seguridad, ya que que a veces impide que se evidencie el deterioro en la ventilación que se está produciendo. En la figura 94.3 se muestra un esquema simplificado referido a la aplicación de la oxi- genoterapia en estos casos. Si bien es cierto que las gafas nasales proporcionan una FIO2 demasiado inestable y un nivel de corrección de la SpO2 que es, a largo plazo, poco satisfactorio, también lo es el hecho de que las mascarillas de oxígeno se toleran peor y es más difícil que se man- tengan en una posición adecuada durante muchas horas. Cuando el individuo ya ha alcanzado una situación esta- ble, una medida práctica y segura es recurrir al empleo de gafas nasales durante el día y a las mascarillas tipo Venturi durante la noche, pues en el período nocturno es cuando mayor es el riesgo de que aparezca una hipercapnia. No se justifica el empleo de humidificadores fríos cuando se administra oxígeno a una baja FIO 2. Si se emplea una concentración alta o existe una traqueostomía, pueden ser necesarios los humidificadores térmicos o, al menos, los sis- temas intercambiadores o ahorradores de humedad. Ha de tenerse en cuenta, además, que un flujo de oxígeno conside- rado normalmente como bajo (2-4 L/minuto) puede ser una FIO2 muy alta si se da a través de una traqueostomía, con el riesgo que ello conlleva. Si se añade oxígeno a un respirador portátil o a un equipo de CPAP, debe recordarse que una FIO2 máxima rara vez suele superar el 50% y que la saturación de oxígeno que se consigue depende del punto de conexión del oxígeno (menor cuanto más lejos del paciente). Además, esta saturación es directamente proporcional al caudal de oxígeno existente e inversamente proporcional al volumen minuto que se suministra. Por otro lado, debe saberse que en el hospital, para la terapia nebulizada, puede utilizarse el oxígeno como fuente de presión, sin que exista riesgo de hipercapnia (p. ej., en las personas asmáticas jóvenes), pero es esencial recurrir al aire medicinal o a un compresor en los enfermos con hipercapnia o con riesgo de tenerla, aportando oxígeno mediante unas gafas nasales durante la nebulización si fuera necesario. Tras la resolución del proceso agudo, si el individuo tiene una hipoxemia importante y persistente (PaO 2 < 50 mm Hg), es aconsejable prescribir una oxigenoterapia domiciliaria pro- visional, cuya indicación debe revalorarse con posterioridad. En las personas que padecen una cardiopatía o una insuficien- cia cardíaca puede considerarse la posible indicación de una oxigenoterapia domiciliaria con un nivel inferior de hipoxemia (PaO 2 entre 50 y 60 mm Hg) o, incluso, si se comprueba la existencia de desaturaciones nocturnas de oxígeno no atribui- bles a una respiración periódica o a un síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS). Antes del alta ha de verificarse el caudal de oxígeno que resulta más adecuado y hay que FIGURA 94.3 Utilización de la oxigenoterapia en los enfermos con una insuficiencia respiratoria aguda hipercápnica. FIO 2 , fracción inspiratoria de oxígeno; PaCO 2 , presión arterial de anhídrido carbónico; PaO 2 , presión arterial de oxígeno; SaO 2 , saturación arterial de oxígeno. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 800 asegurarse de que la respuesta a la oxigenoterapia nocturna, sobre todo en los sujetos hipercápnicos, es la correcta. OXIGENOTERAPIA EN LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA Las enfermedades respiratorias crónicas evolucionan, con cierta frecuencia, hacia una insuficiencia respiratoria. La hipoxemia suele instaurarse de manera progresiva, lo que permite que el organismo ponga en marcha diferentes mecanismos de compensación, algunos con una importante repercusión sis- témica, cuyo objetivo siempre se dirige a preservar el aporte tisular de oxígeno. De este modo, el transporte del gas res- piratorio y la oxigenación tisular se optimizan a través tanto de incrementar la ventilación alveolar, el gasto cardíaco y la masa eritrocitaria como de disminuir la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno, entre otros mecanismos. El oxígeno empezó a utilizarse con fines terapéuticos a principios del siglo xx, pero no fue hasta los años ochenta, con la publicación de los clásicos trabajos del Nocturnal oxygen therapy trial (NOTT) y del Medical Research Council (MRC), cuando se sentaron las bases de la oxigenoterapia continua domiciliaria (OCD). Tanto el NOTT como el MRC analizaron series de individuos que padecían una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en fase de insuficiencia respira- toria crónica. El NOTT comparó la oxigenoterapia nocturna (12 horas/día) con la continua (media de 17,4 horas/día). El MRC valoró la evolución a largo plazo de los pacientes tratados con o sin oxígeno. Ambos estudios concluyeron que la oxigenoterapia continua aumenta la supervivencia de los pacientes con una EPOC y ambos coincidieron en que esto lo hace tanto más cuantas más horas se emplea cada día (obviamente siempre que el tratamiento con oxígeno esté indicado). Beneficios de la oxigenoterapia La oxigenoterapia mejora las alteraciones hemodinámicas, hematológicas y neuropsíquicas secundarias a la hipoxemia crónica. El oxígeno administrado durante el esfuerzo puede aliviar la disnea e incrementar la tolerancia al ejercicio. Además, parece aumentar la calidad de vida relacionada con la salud y disminuir el número de agudizaciones y de hospitalizaciones. Pero, como se ha comentado antes, el efecto más importante de la OCD estriba en que reduce la mortalidad asociada con la hipoxemia crónica. De hecho, en los individuos que pade- cen una EPOC en situación de insuficiencia respiratoria, es el único tratamiento con el que se ha demostrado que puede prolongarse la supervivencia. Riesgos de la oxigenoterapia Al igual que en la insuficiencia respiratoria aguda, el riesgo más importante aquí es también el desarrollo de una hipercapnia. Algo que es aún más grave e importante durante el sueño y que puede empeorar si, con la intención de corregir esa hipoxemia, se eleva el flujo de oxígeno que se está pautando. En los casos en los que coincide una EPOC con un SAHS, la OCD conflujo bajo puede prolongar la duración de las apneas obstructivas y, en consecuencia, afectar a la calidad y la arquitectura del sueño de estos enfermos (fig. 94.4). Otros efectos adversos que pueden influir, asimismo, en el cumplimiento del tratamiento son la congestión nasal e irritación de la mucosa nasal, las epistaxis, las reacciones alér- gicas al material con el que se hacen las cánulas nasales y los efectos psíquicos y sociales. Tampoco hay que olvidar el riesgo de explosión, las quemaduras (en especial en los sujetos que siguen fumando) o la congelación (en relación con la mani- pulación de fuentes de oxígeno líquido). En general, la OCD con flujos bajos se tolera muy bien durante mucho tiempo. No obstante, cuando se emplea de for- ma continuada, por el motivo que sea, una FIO 2 alta (superior a 0,5), pueden producirse cambios histopatológicos debidos a la toxicidad celular ocasionada por el oxígeno. FIGURA 94.4 Cambio de la presión arterial de anhídrido carbónico (PaCO 2 ) y del pH plasmático durante el sueño con un flujo de oxígeno ajustado cuando el enfermo está en vigilia y tras incrementarlo 1 L/minuto con el paciente durmiendo. Tomado de Samolski et al., 2010. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 94 Oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria 801 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Indicaciones de la oxigenoterapia INDICACIONES CONVENCIONALES La OCD proporciona unos beneficios que solo se han con- firmado, de manera específica, para la EPOC que cursa con una insuficiencia respiratoria crónica. En todo caso, antes de plantear esta posibilidad terapéutica, ha de comprobarse que el tratamiento médico es el mejor posible y que se cumple de modo correcto. Asimismo, tiene que haberse abandonado el consumo de tabaco. La OCD está indicada en el paciente clínicamente estable y después de verificar, al menos en dos ocasiones (con un intervalo mínimo de 1 mes), alguna de las dos situaciones siguientes: 1. Una PaO2 < 55 mm Hg (que se corresponde, aproximada- mente, con una SpO2 < 88%). 2. Una PaO2 entre 55 y 60 mm Hg si se asocia con una hiper- tensión pulmonar o se evidencia, desde un punto de vista clínico, un cor pulmonale, una poliglobulia (índice hemato- crito > 55%) o una insuficiencia cardíaca congestiva, o si existe algún trastorno significativo del ritmo cardíaco. INDICACIONES ESPECIALES Posthospitalización Cuando la OCD se inicia en un paciente con una EPOC que tiene, en ese momento, una agudización, se recomienda revisar la indicación unos 30-90 días después, ya que al menos en el 20% de los casos va a ser posible suspender el tratamiento. Desaturación de oxígeno nocturna Hasta un 45% de los individuos que tienen una EPOC experi- menta desaturaciones de oxígeno nocturnas, es decir, mientras se duerme (definición europea: presencia de una SpO2 < 90% durante, al menos, el 30% del tiempo de sueño), sin que exista insuficiencia respiratoria alguna en vigilia. A pesar de que no está claro que la oxigenoterapia nocturna mejore las variables hemodinámicas ni la supervivencia en estos casos, la OCD puede considerarse cuando se objetiva una SpO 2 media menor del 88% o una PaO2 inferior a 55 mm Hg durante el sueño, coexistiendo con la evidencia de un cor pulmonale, una poliglobulia secundaria o cualquier alteración física o mental atribuible a la desaturación (hipoxia). Es imprescindible haber descartado, previamente, la presencia de un SAHS, comprobar que la SpO 2 se corrige con el oxígeno y que la oxigenoterapia aplicada durante el sueño se tolera sin problemas. Desaturación de oxígeno con el esfuerzo Un porcentaje de los sujetos que tienen una EPOC, pero en los que no hay criterios para establecer la indicación de una OCD, sufre importantes desaturaciones de oxígeno con el esfuerzo. En algunos trabajos se ha sugerido que la existencia de estas desaturaciones puede ser un factor de mal pronóstico, a pesar de que no se ha demostrado que la oxigenoterapia, en estos casos, mejore la disnea ni que aumente la supervivencia, la calidad de vida o la capacidad de ejercicio a largo plazo. No obstante, la OCD debe plantearse en los pacientes que tienen una SpO 2 menor del 88% durante el esfuerzo (prueba de la mar- cha de 6 minutos), siempre que se compruebe que el oxígeno corrige la desaturación (SpO2 > 90%) e incrementa la tolerancia al esfuerzo (alivio de la disnea o mayor distancia recorrida). Además, es imprescindible que el enfermo esté motivado y acepte que debe utilizar el dispositivo suministrador del oxígeno líquido cuando salga a caminar. Otras situaciones clínicas No está claro el beneficio que puede proporcionar la OCD en otras enfermedades que también cursan con hipoxemia. Sin embargo, la OCD puede estar indicada en las siguientes situa- ciones clínicas: neumopatías intersticiales (fibrosis pulmonar), alteraciones de la caja torácica (muchas veces asociadas con un soporte ventilatorio), otras causas de limitación al flujo aéreo, SAHS con desaturaciones nocturnas que no se corrigen con la CPAP, insuficiencia cardíaca, enfermedades cardiopulmonares que cursan con una hipoxemia episódica, hipertensión arterial no debida a una EPOC, cefalea de Horton y tratamiento palia- tivo en los pacientes terminales; en este último caso, siempre que se demuestre la existencia de una insuficiencia respiratoria, ya que, por ejemplo, en los sujetos con un cáncer que no tienen una hipoxemia grave, los opioides son más eficaces que la oxigenoterapia para aliviar la disnea. Ajuste de la oxigenoterapia Una vez establecida la indicación de la OCD, ha de escogerse la fuente de oxígeno y la forma y el tiempo de administración, así como el flujo necesario para corregir la hipoxemia. Además, es muy importante educar al enfermo en el uso y el manejo del tratamiento, ya que la comprensión de ambas cosas favorece mucho el cumplimiento. El flujo de oxígeno, que se ajusta en vigilia, ha de ser sufi- ciente como para mantener una PaO 2 mayor de 60 mm Hg (SpO2 del 92-93%) en reposo. Se aconseja hacer una deter- minación gasométrica tras 30 minutos, al menos, con el flujo de oxígeno que se haya decidido, al objeto de confirmar que la hipoxemia se corrige y para comprobar que no se produce un incremento de la presión arterial de anhídrido carbónico (PaCO 2). Algunas guías internacionales aconsejan aumentar el flujo de oxígeno en 1 L/minuto durante el sueño, ya que, si no se hace así, en bastantes casos (entre un 16 y un 48%) se producen desaturaciones nocturnas. Sin embargo, esta norma puede favorecer una hipoventilación alveolar noc- turna y, como consecuencia, una hipercapnia y una acidosis respiratoria. Por tanto, el incremento del flujo no debería recomendarse de manera sistemática e indiscriminada. Por último, es importante recordar que el oxígeno debe adminis- trarse un tiempo, cada día, que no debe ser inferior a las 16 horas, dado que ese es el tiempo mínimo que consigue, según se ha demostrado, un aumento en la supervivencia de los enfermos. En los casos en los que se sospeche una hipoventilación alveolar nocturna secundaria a la oxigenoterapia, el ajuste del flujo de oxígeno tendría que hacerse con el individuo ingre- sado y previa realización de una pulsioximetría nocturna y una determinación de los gases arteriales al despertar. Una elevación de la PaCO 2 respecto a la diurna en vigilia de más de 10 mm Hg o la presencia de una acidosis respiratoria obliga a reajustar el flujo o, incluso, a plantear una ventilación mecánica domiciliaria. La figura 94.5 muestra un algoritmo de actuación en la indicación de la OCD. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 802 El ajuste de la oxigenoterapia portátil debe llevarse a cabo con una prueba de esfuerzo (caminar durante 6 minutos) respirando aire ambiente, para comprobar cuál es el grado de desaturación que aparece. Posteriormente, la misma prueba ha de repetirse con diferentes flujos de oxígeno, con incrementos progresivos hasta conseguir la corrección de la hipoxemia (SpO2 > 90%). Entre cada prueba es necesario guardar un tiempo de reposo de, al menos, 30 minutos. En todos los casos ha de demostrarse que la desaturación que origina el esfuerzo se corrige o que la tolerancia al ejercicio es mejor que la que existía antes de prescribir la oxigenoterapia portátil. Formas de administración de la oxigenoterapia continua domiciliaria FUENTES DE OXÍGENO Cilindro de alta presión Conserva el oxígeno comprimido en forma gaseosa con una presión elevada. Se dispone de manorreductores que permiten regular el flujo del oxígeno en litros/minuto. Es un sistema que administra oxígeno puro y que es muy silencioso y económico. Sin embargo, se trata de un equipo pesado y que precisa de recambios frecuentes por parte de la empresa suministradora FIGURA 94.5 Algoritmo para el ajuste de la oxigenoterapia continua domiciliaria (OCD). CPAP, presión positiva continua en la vía aérea; HTP, hipertensión pulmonar; PaCO 2 , presión arterial de anhídrido carbónico; PaO 2 , presión arterial de oxígeno; SAHS, síndrome de apneas e hipopneas del sueño; SpO 2 , saturación percutánea de oxígeno; VMK, mascarilla tipo Venturi; VMNI, ventilación mecánica no invasiva. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 94 Oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria 803 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. (cada cilindro tiene una vida media de unos 3-5 días). En la actualidad se emplea, como fuente de rescate, para el caso de un fallo en la red eléctrica o para el traslado de los enfermos (fig. 94.6). Concentrador de oxígeno Es el sistema que más se utiliza. Se compone de un compresor eléctrico, que hace pasar el aire a través de un filtro molecular para conseguir la concentración del oxígeno que proviene del aire ambiente. El equipo puede trasladarse de un sitio a otro, aunque es incómodo, lo que limita su autonomía fuera del domicilio del paciente. Además, depende de una fuente de energía eléctrica y puede ser molesto por el ruido que emite. No es útil cuando se necesitan flujos altos (> 4 L/minuto), dado que entonces disminuye la concentración del oxígeno que se proporciona. Es un sistema que requiere que los fil- tros se cambien cada cierto tiempo y que el concentrador se revise, desde un punto de vista mecánico y eléctrico, con una periodicidad determinada (fig. 94.7). Concentrador portátil De menores dimensiones que el concentrador no portátil, tiene las mismas indicaciones que la bala de oxígeno líquido y es muy útil para el caso de los individuos que tienen varios domicilios o que viajan mucho (fig. 94.8). Es probable que en poco tiempo desplacen del todo al oxígeno líquido y, tal vez, al concentrador convencional. Sin embargo, de momento, al FIGURA 94.6 Fuente de oxígeno: cilindro de alta presión. FIGURA 94.7 Fuente de oxígeno: concentrador de oxígeno. FIGURA 94.8 Fuente de oxígeno: concentrador portátil. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 804 igual que ocurre con este último, no puede proporcionar un flujo de oxígeno elevado. El concentrador con cargador de bombonas portátiles está indicado en las personas que precisan una OCD durante más de 15 horas/día, que tienen una movilidad muy limitada y que rara vez salen a la calle. Oxígeno líquido Con este sistema se consigue almacenar más cantidad de oxígeno en un volumen reducido. Consta de un reservorio «nodriza», con capacidad para suministrar oxígeno durante unos 5-7 días, y de un recipiente portátil o «mochila», que es el que posibilita la movilidad y los desplazamientos del enfermo (fig. 94.9). Es el sistema más caro, pero permite la adminis- tración de flujos altos. Si no se utiliza, llega un momento en el que el reservorio pierde su contenido por evaporación (esto suele suceder cuando el sujeto ingresa en un hospital durante un tiempo y vuelve a su domicilio días o semanas después). SISTEMAS DE ADMINISTRACIÓN AL PACIENTE Cánulas nasales Son el sistema que más se usa en la OCD (al respecto, véanse las formas de administración en el apartado dedicado a la insuficiencia respiratoria aguda). Mascarillas con efecto Venturi Se emplean sobre todo en el ámbito hospitalario (al respecto, véanse las formas de administración en el apartado dedicado a la insuficiencia respiratoria aguda), aunque algunos pacientes con una traqueostomía o con riesgo de una hipoventilación alveolar nocturna las pueden utilizar en su domicilio. Sistemas ahorradores de oxígeno Permiten aumentar la autonomía y la movilidad en los indi- viduos que recurren a fuentes portátiles; también se usan en los enfermos con hipoxemias graves. Pueden distinguirse dos sistemas fundamentales (fig. 94.10): 1. Cánulas con reservorio. Aumentan la FIO2 en la fracción inicial de la inspiración, al acumular parte del oxígeno —aproximadamente 40 mL— rechazado durante el comienzo de la espiración. Cuando la frecuencia respirato- ria es alta disminuye su eficacia. Además, son más molestas y poco estéticas. 2. Sistemas a demanda. Detectan el inicio de la inspiración con un sensor de presión negativa, que permite el paso del oxígeno. Cuando se precisan flujos elevados y la fre- cuencia respiratoria es alta, no tienen tanta eficacia. Antes de considerarse su indicación, debe comprobarse siempre que la corrección de la SpO 2 es la adecuada. FIGURA 94.9 Fuente de oxígeno: oxígeno líquido y mochila. FIGURA 94.10 Sistemas de administración del oxígeno al enfermo: cánulas con reservorio y dispositivos a demanda. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 94 Oxigenoterapia en la insuficiencia respiratoria 805 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Catéteres transtraqueales Se colocan a través de una punción percutánea. Al evitar el espacio muerto de la vía aérea superior, se consigue que la FIO2 sea más alta con flujos de oxígeno más bajos. Se trata de un sistema invasivo, que no pocas veces ocasiona complicaciones locales diversas. Requieren de un elevado grado de entrena- miento y están contraindicados en las estenosis subglóticas, las parálisis de las cuerdas vocales, las coagulopatías graves, la incapacidad para mantener unos mínimos cuidados locales, los estados de hipersecreción bronquial y los trastornos cutáneos que dificultan la cicatrización. La evidencia existente hasta este momento no es suficiente como para justificar la utilización de humidificadores cuando la oxigenoterapia se aplica mediante una cánula nasal con flujos inferiores a 5 L/minuto. La humidificación aumenta el riesgo de las colonizaciones bacterianas y favorece las fugas de oxígeno. Control de la oxigenoterapia Para comprobar los efectos de laOCD, detectar posibles reaccio- nes adversas y asegurarse del cumplimiento terapéutico deben programarse revisiones periódicas, tanto clínicas como gasomé- tricas o de la SpO2. Si la PaO2 está por encima de 80 mm Hg, ha de repetirse la gasometría arterial con el paciente respirando aire ambiente. Si la PaO2 sigue siendo alta (> 60 mm Hg), debe suspenderse la OCD. En los enfermos en los que está indicado el oxígeno portátil también ha de realizarse periódicamente una prueba de la marcha, para reajustar el flujo, dado que con el tiempo pueden variar las condiciones y las necesidades de oxígeno. A pesar de la importancia que tiene la OCD en el tratamien- to de la insuficiencia respiratoria crónica, aún existen algunos aspectos que tienen que aclararse. Por ejemplo, no se conoce bien cuál es el papel de la OCD en enfermedades distintas a la EPOC, sobre todo en los sujetos que también sufren una cardiopatía. Se duda, asimismo, del tiempo que, cada día, debe utilizarse el oxígeno. ¿Ha de mantenerse un mínimo de 16 horas/día o, teniendo en cuenta los nuevos dispositivos de administración existentes, debe recomendarse que la OCD se use de manera continua? Por otro lado, ¿es realmente útil la OCD en los individuos que solo tienen desaturaciones noc- turnas o con el esfuerzo? Aún más, ya que con el aumento de la esperanza de vida la población ha envejecido y sabiendo que, con la edad, se produce una disminución fisiológica de la PaO2, ¿han de emplearse los mismos criterios de indicación de la OCD en la población anciana? ¿Cuál es la importancia de la ventilación mecánica domiciliaria en la EPOC asociada con una insuficiencia respiratoria crónica en la que la oxigenotera- pia no resuelve de modo óptimo dicha insuficiencia? A la vista de todos estos interrogantes, es evidente que deben ponerse en marcha nuevos estudios que permitan responder a estas y a otras importantes preguntas. Bibliografía Ameer F, Carson KV, Usmani ZA, Smith BJ. Ambulatory oxygen for people with chronic obstructive pulmonary disease who are not hypoxaemic at rest. Cochrane Database Syst Rev 2014;6:CD000238. Chiner Vives E, Giner Donaire J. Sistemas de oxigenoterapia. En: Manual Separ de procedimientos. Barcelona: Editorial Respira. 2014;7-142. Criner GJ. Ambulatory home oxygen: what is the evidence for benefit, and who does it help? Respir Care 2013;58:48-64. Hardinge M, Annandale J, Bourne S, Cooper B, Evans A, Freeman D, et al. British Thoracic Society Home Oxygen Guideline Development Group. British Thoracic Society guidelines for home oxygen use in adults. Thorax 2015;70(Suppl 1):i1-43. McCoy RW. Options for home oxygen therapy equipment: storage and metering of oxygen in the home. Respir Care 2013;58:65-85. Medical Research Council Working Party. Long term domiciliary oxygen therapy in chronic hypoxic cor pulmonale complicating chronic bronchitis and emphysema. Lancet 1981;1:681-6. Nocturnal Oxygen Therapy Trial Group. Continuous or nocturnal oxygen therapy in hypoxemic chronic obstructive lung disease: a clinical trial. Ann Intern Med 1980;93:391-8. O’Driscoll BR, Howard LS, Davison AG. BTS guideline for emergency oxygen use in adult patients. Thorax 2008;63:1-68. Ortega Ruiz F, Díez Lobato S, Galdiz Iturri JB, García Río F, Güell Rous R, Morante Vélez F, et al. Oxigenoterapia continua domiciliaria (revisión 2014). En: Normativas Separ. Barcelona: Editorial Res- pira. 2014;2:7-70. Roca O, Riera J, Torres F, Masclans JR. High-flow oxygen therapy in acute respiratory failure. Respir Care 2010;55:408-13. Samolski D, Tarrega J, Antón A, Mayos M, Marti S, Farrero E, et al. Sleep hypoventilation due to increased nocturnal oxygen flow in hypercapnic COPD patients. Respirology 2010;15:283-8. Sánchez Agudo L, Cornudella Mir R, Estopa Miró R, Molinos Martín L, Servera Pieras E. Normativa para la indicación y empleo de la oxigenoterapia continua domiciliaria. Arch Bronconeumol 1998;34:87-94. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
Compartir