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INMUNOGLOBULINAS Y VACUNAS

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PERSPECTIVA HISTÓRICA
LA VACUNACIÓN ESTIMULA EL DESARROLLO 
DE LA MEMORIA INMUNOLÓGICA
ESTRATEGIAS DE INMUNIZACIÓN
 ■ Pasiva
 ■ Activa
TIPOS DE VACUNAS
 ■ Atenuadas vivas
 ■ Inactivadas
 ■ Vacunas de subunidades
 ■ Vacunas de DNA
 ■ Vectores recombinantes
INMUNOGLOBULINAS 
 ■ Estructura
 ■ Clases y funciones de anticuerpos
VACUNAS CONVENCIONALES ESPECÍFICAS RECOMENDADAS 
EN ESTADOS UNIDOS
 ■ Vacunas para bacterias
 ■ Vacunas para virus
INMUNIZACIÓN MATERNA
VACUNAS PARA VIAJAR
 ■ Vacuna contra el virus de la encefalitis japonesa
 ■ Vacuna contra el virus de la fiebre amarilla
 ■ Vacuna contra la fiebre tifoidea 
 ■ Vacuna contra el virus de la rabia
VACUNAS ESPECIALES
 ■ Vacuna contra el ántrax
 ■ Virus vacuna (vacuna antivariólica)
 ■ Otras vacunas para biodefensa y patógenos especiales
VACUNAS INTERNACIONALES
 ■ Vacuna contra el virus del dengue
 ■ Vacuna contra el paludismo
 ■ Vacuna BCG
EL FUTURO DE LA TECNOLOGÍA DE LAS VACUNAS
SEGURIDAD DE LAS VACUNAS: MITOS, VERDADES 
Y CONSECUENCIAS
 ■ Adyuvantes y seguridad de las vacunas
 ■ Las vacunas no causan autismo 
 ■ Los conservantes, incluido tiomersal
 ■ Eventos adversos con vacunas
 ■ Mitos acerca de las vacunas y sus consecuencias para la salud pública
LICENCIAS Y EVALUACIÓN DE LAS VACUNAS
 ■ Correlatos y mecanismos inmunes
 ■ Organismos reguladores y asesores
Perspectiva histórica 
El impacto histórico de las enfermedades infecciosas es evidente en las 
altas tasas de mortalidad en niños pequeños y adultos y la repercusión 
que estas enfermedades han tenido en las sociedades emergentes. El sur-
gimiento de la civilización junto con el empleo de plantas y la domestica-
ción de animales permitió a las personas vivir en comunidades más 
densas entre sí y con sus animales. Dicha proximidad proporcionó un 
caldo de cultivo ideal para los patógenos infecciosos, y su propagación dio 
lugar a epidemias en todo el mundo. A medida que las personas comen-
zaron a cuestionar las causas subyacentes de la enfermedad y la aparente 
protección frente a la reinfección a la que se exponen los sobrevivientes 
de una enfermedad, surgieron ideas de inmunidad y prevención de enfer-
medades, aparentemente ya en el siglo v.
El concepto de inmunidad se remonta al menos al siglo xvii cuando el 
emperador K’ang de China documentó su práctica de variolación o ino-
culación de sus tropas y sus propios hijos con la viruela para conferir pro-
tección contra la enfermedad (Hopkins, 2002). La variolación implicaba 
tomar líquido de una pústula de viruela de un paciente infectado, cortar 
la piel de una persona no infectada y luego introducir el inóculo. Los re-
gistros del siglo xviii señalan que los africanos traídos a Estados Unidos 
como esclavos tenían cicatrices de la variolación de la viruela y estaban 
convencidos de que eran inmunes a la enfermedad. La variolización con-
tra la viruela también fue reportada por Lady Mary Montagu durante su 
estancia en Constantinopla (1716-1718). Lady Montagu, sobreviviente de 
viruela, informó que ciertas mujeres turcas abrían una herida en indivi-
duos sanos e introducían el contenido de una vesícula de viruela con una 
aguja grande, proporcionando así un nivel de protección contra la virue-
la. Alrededor de 2-3% moría después de la variolación, mientras que el 
20-30% moría a causa de una infección natural. Lady Montagu se hizo
variolar a ella misma y a su hijo; y más tarde tuvo una hija variolada con
éxito en Londres bajo los auspicios de los médicos de la Royal Society. A 
pesar de los resultados positivos, el miedo al procedimiento persistió.
Por la misma época, en Boston, Cotton Mather y el Dr. Zabdiel Boyls-
ton comenzaron un programa de variolación contra la viruela. El progra-
ma tuvo éxito general pero muchos médicos se opusieron, temerosos de 
que la inoculación propagara la enfermedad y se preocupaban por las 
muertes después de la inoculación (∼2% de los inoculados). Un líder reli-
gioso puritano, Edmund Massey, predicó contra la inoculación, citando 
del libro de Job (Job 2: 7: “Entonces Satanás salió de la presencia del Se-
ñor y golpeó a Job con llagas dolorosas”) y argumentó que Satanás era el 
principal practicante de la inoculación y que enfermedades como la vi-
ruela eran una prueba necesaria de fe o castigo por los pecados, ante la 
que el temor “es un refrenamiento feliz para muchas personas” (Gross y 
Sepkowitz, 1998). La práctica médica en Boston ha recorrido un largo ca-
mino desde aquellos tiempos.
En 1796, Edward Jenner, quien acuñó el término vacunación, de vacca, 
en latín, “vaca”, ayudó a avanzar en la seguridad de las vacunas. Probó la 
hipótesis de que la protección contra la viruela podría lograrse mediante 
el uso de la viruela bovina, una enfermedad no mortal y autolimitada en 
humanos causada por un virus de la familia Poxviridae que incluye la vi-
ruela del simio y la viruela y que puede transmitirse de las vacas a los 
humanos. Jenner infectó a un niño con pus de viruela de una vaca leche-
ra infectada; el niño se enfermó levemente por la viruela bovina, se recu-
peró y, cuando se le puso en contacto con la viruela recogida de las 
pústulas de un paciente de viruela, no se vio afectado, no mostró sínto-
Capítulo
Inmunoglobulinas y vacunas
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mas y estaba completamente protegido contra la enfermedad. Por tanto, 
fue posible inocular contra una enfermedad utilizando material de una 
enfermedad relacionada pero menos dañina.
Desde principios hasta mediados del siglo xix, la vacunación fue acepta-
da ampliamente, y los gobiernos en Estados Unidos y Europa comenzaron 
a exigir la vacunación de los niños. Como en nuestros tiempos, hubo una 
resistencia organizada de los grupos antivacunación. También había una 
sensación de que la inmunidad disminuía con el tiempo, y se introdujeron 
revacunaciones, lo que produjo una disminución sostenida de la viruela.
El trabajo de Pasteur y Koch estableció un vínculo entre los microorga-
nismos y la enfermedad y proporcionó la comprensión científica para 
desarrollar vacunas más específicas. Los conservantes (el glicerol fue un 
aditivo temprano) y la refrigeración aumentaron la vida útil de las vacu-
nas y permitieron su distribución más amplia. Las células del sistema in-
mune comenzaron a identificarse alrededor de 1890, seguidas por el 
descubrimiento de los anticuerpos y el suero hiperinmune y la demostra-
ción de la eficacia de los adyuvantes (el aluminio fue el primero) para 
aumentar la inmunogenicidad (Marrack et al., 2009). En la década de 
1950, la liofilización se convirtió en una práctica estándar, permitiendo la 
distribución mundial de vacunas purificadas. A través de los esfuerzos de 
coordinación de la WHO, la viruela fue declarada “eliminada” en 1979.
Otros flagelos fueron atacados por la vacunación a mediados del siglo 
xx. Uno era la polio, una enfermedad neurológica incurable que causa des-
gaste muscular, parálisis y muerte si el diafragma se ve afectado. En 1955, 
Jonas Salk lanzó una vacuna contra el poliovirus. La vacuna de Salk, una 
preparación de virus inactivado administrada por inyección, fue seguida 
en 1961 por la vacuna oral Sabin, que emplea un poliovirus atenuado que 
proporciona inmunidad a los tres tipos de poliovirus. Como resultado de 
las vacunas contra la polio, el número anual de casos en Estados Unidos 
cayó a 161 en 1961, de 35 000 en 1955 (Hinman, 1984). La erradicación de 
la polio depende de la interrupción de la transmisión de persona a perso-
na, lo que requiere que un alto porcentaje de la población susceptible sea 
inoculada. La mayoría de los adultos en los países desarrollados son inmu-
nes, pero cuando una fracción significativa de los niños no está vacunada, 
existe la posibilidad de un brote debido a que circulan poliovirus salvajes.
Estas observaciones y experimentos fundamentales allanaron el cami-
no para las vacunas modernas que han reducido las tasas de mortalidady morbilidad de patógenos infecciosos en todo el mundo. Las modernas 
tecnologías de laboratorio han hecho que las vacunas sean seguras y alta-
mente efectivas contra los patógenos infecciosos y los cánceres que trans-
forman los virus y contra los neoantígenos en las células cancerosas. Las 
estrategias de vacunación son un éxito para la salud pública, como lo de-
muestra la completa erradicación mundial de la viruela y la eliminación 
de la poliomielitis en las Américas en 1994, Europa en 2002 y el sudeste 
asiático en 2014, con casos endémicos restantes sólo en Pakistán, Afga-
nistán y Nigeria en 2016 según la WHO. En 2016, la WHO y la Organiza-
ción Panamericana de la Salud (Pan American Health Organization), 
declararon a las Américas libres de sarampión endémico, acreditado por 
las campañas de inmunización. Las recomendaciones actuales para vacu-
nas infantiles se resumen en la tabla 36-1. El tema de no vacunadores se 
analiza más adelante en el capítulo.
La vacunación estimula el desarrollo de la memoria 
inmunológica
Las características de una respuesta inmune a los patógenos son el reco-
nocimiento y la activación de la respuesta inmune innata que limita la 
propagación del patógeno cuando los microbios rompen las barreras pro-
tectoras naturales del huésped, como la piel, el epitelio respiratorio o el 
Abreviaturas
ACIP: (advisory Committee on Immunization Practices) Comité Asesor 
sobre Prácticas de Inmunización
ADCC: (antibody-dependent cell-mediated cytotoxicity) Citotoxicidad 
mediada por células dependiente de anticuerpos
AID: (activation-induced cytidine deaminase) Citidina desaminasa 
inducida por activación
aP: (acellular tosferina) Tosferina acelular
APC: (antigen-presenting cell) Célula presentadora de antígenos
ASD: (autism spectrum disorder) Trastorno del espectro autista
AVA: (anthrax vaccine adsorbed) Vacuna adsorbida contra el ántrax
BCG: (bacille Calmette-Guérin) Bacilo de Calmette-Guérin
BCR: (B cell receptor) Receptor de células B
CDC: (Centers for Disease Control and Prevention) Centros para el 
Control y Prevención de Enfermedades
CoP: (correlate of protection) Correlación de protección
CRM: (cross-reactive material) Material de reacción cruzada
DTaP: (diphtheria and tetanus toxoids and acellular tosferina) Toxoides 
diftérico y tetánico y tosferina acelular 
DTP: (diphtheria and tetanus toxoids and tosferina) Toxoides diftérico y 
tetánico y tosferina
EMA: (european Medicines Agency) Agencia Europea de Medicamentos
Fab: (fragment, antigen-binding) Fragmento de unión a antígeno
Fc: (fragment crystallizable) Fragmento cristalizable
GBS: (guillian-Barré syndrome) Síndrome de Guillian-Barré
H1N1: (hemagglutinin type 1 and neuraminidase type 1) Hemaglutinina 
tipo 1 y neuraminidasa tipo 1
H2N2: (hemagglutinin type 2 and neuraminidase type 2) Hemaglutinina 
tipo 2 y neuraminidasa tipo 2
H3N2: (hemagglutinin type 3 and neuraminidase type 2) Hemaglutinina 
tipo 3 y neuraminidasa tipo 2
HA: (hemagglutinin) Hemaglutinina
HbOC: (haemophilus influenzae type b oligosaccharide conjugate) 
Haemophilus influenzae tipo b conjugado de oligosacárido
Hib: (haemophilus influenzae type b) Haemophilus influenzae tipo b
HIV: (human immunodeficiency virus) Virus de la inmunodeficiencia 
humana
HPV: (human papillomavirus) Virus del papiloma humano
IgG: (immunoglobulin, class G) Inmunoglobulina clase G
IIV: (inactivated influenza vaccine) Vacuna inactivada contra la influenza
IOM: (Institute of Medicine) Instituto de Medicina
IPV: (inactivated poliovirus) (vaccine) Poliovirus inactivado (vacuna)
JE: ( Japanese encephalitis) Encefalitis japonesa
JE-MB: (Japanese encephalitis mouse brain) Encefalitis japonesa obtenida 
del cerebro de ratón
JE-VC: (Japanese encephalitis-Vero cell) Célula vero de encefalitis 
japonesa 
mCoP: (mechanistic correlates of protection) Correlación de protección 
mecánica
MCV4: (meningococcal vaccine 4) Vacuna meningocócica 4
MeV: (measles virus) Virus del sarampión 
MMR: (measles-mumps-rubella) Rubéola-paperas-sarampión
MMRV: (measles-mumps-rubella-varicella) 
Varicela-rubéola-paperas-sarampión 
MVA: (modified vacuna Ankara) Vacuna modificada de Ankara 
NA: (neuraminidase) Neuraminidasa
nCoP: (nonmechanistic correlates of protection) Correlación no mecánica 
de protección
PCV13: (pneumococcal conjugate vaccine 13 valent) Vacuna pneumocócica 
conjugada 13 valente
PRP: (polyribosylribitol phosphate) Polirribosilribitol fosfato
PRP-OMPC: (polyribosylribitol phosphate outer membrane protein 
conjugate) Polirribosilribitol fosfato-proteína de membrana externa 
conjugada
PRP-T: (polyribosylribitol phosphate tetanus) Polirribosilribitol fosfato del 
tétano
RAG:(recombination-activating gene) Gen activador de recombinación
RSV: (respiratory syncytial virus) Virus sincicial respiratorio
SAE: (serious adverse event) Evento adverso grave
SAGE: (Strategic Advisory Group of Experts) Grupo Asesor Estratégico 
de Expertos
SIDS: (sudden infant death syndrome) Síndrome de muerte súbita del 
lactante
TB: (Mycobacterium tuberculosis) Mycobacterium tuberculosis
Td: (tetanus toxoid and reduced diphtheria toxoid) Toxoide tetánico y 
toxoide diftérico reducido
Tdap: (tetanus toxoid, reduced diphtheria toxoid, acellular tosferina) 
Toxoide tetánico, toxoide diftérico reducido, tosferina acelular
VDJ: (variable, diversity, joining) Variable, diversidad, unión
VLP: (virus-like particle) Partícula similar al virus 
VZV: (varicella zoster virus) Virus varicela zóster
WHO: (World Health Organization) Organización Mundial de la Salud
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57Inflamación, inmunomodulación y hematopoyesis SECCIÓN IV
Estas recomendaciones se reimprimen del sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) y se deben leer con las
notas a pie provistas en el sitio web de los CDC: https://www.cdc.gov/vaccines/schedules/. Para aquellos que se retrasen o comiencen tarde, proporcione vacunación de actualización lo más 
pronto posible, como lo indican las barras verdes. Para determinar los intervalos mínimos entre las dosis, consulte el programa de puesta al día en el sitio web de los CDC. La entrada a la 
escuela y los grupos de edad de la vacuna para adolescentes están sombreados en gris.
Vacuna Nacimiento 1 mes 2 ms 4 ms 6 ms 9 ms 12 ms 15 ms 18 ms 19-23 ms 2-3 años 4-6 años 7-10 años 11-12 años 13-15 años 16 años 17-18 años
Hepatitis B (Hep B)
Rotavirus (R) RV1 (serie de 2 
dosis); RV5 (serie de 3 dosis
Difteria, tétanos y tosferina
acelular (DTaP: <7 años)
Haemophilus influenzae tipo b
(Hib)
Neumocócica conjugada
(PCV13)
Poliovirus inactivado 
(IPV: <18 años
Influenza (IIV)
Sarampión, paperas, 
rubéola (MMR)
Varicela (VAR)
Hepatitis A (HepA)
Meningococo (Hib-MenCY 
≥ 6 semanas; MenACWY-
D≥9 mesenACWY-CRM ≥2 ms)
Tétanos, difteria y tosferina 
acelular (Tdap: >7 años
Virus del
papiloma humano (HPV)
Meningocócica B
Polisacárida pneumocócica
(PPSV23)
2da. dosis1a. dosisVéase nota al pie
Véase 
nota al pie
Vacunación anual (IIV) 1 o 2 dosis 
Véase nota al pie
Tdap
Véase 
notas al pie 2da. dosis1a. dosis
4ta. dosis3era. dosis2da. dosis1a. dosis
Serie de 2 dosis, véase nota al pie
4ta. dosis3a. dosis2da. dosis1a. dosis
2da. dosis1era. dosis
3a. o 4ta. dosis
Véase nota al pie 
Véase 
nota al pie 2da. dosis1a. dosis
2da. dosis1era. dosis
5ta. dosis4ta dosis3a. dosis2da. dosis1a. dosis
3ra. dosis2da. dosis
1ra.
dosis
Vacunación anual (IIV)
una dosis solamente 
Véase nota al pie
Véase nota al pie
Sin recomendaciónRango de edades recomendadas
para ciertos grupos de alto riesgo
Rango de edades 
recomendadas para
todos los niños
Rango de edades recomendadas
para la inmunización de 
recuperación 
Rango de edades recomendadas para grupos
de alto riesgo que pueden recibir vacunas, 
sujeto a la toma de decisiones clínicas individuales 
TABLA 36-1 ■ Programa de inmunización recomendado para niños y adolescentes menores de 18 años, Estados Unidos; 2017.
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TABLA 36-2 ■ Inmunoglobulinas disponibles
Inmunoglobulina intravenosa humana
Inmunoglobulina humana subcutánea
Globulina humana hiperinmune
Inmunoglobulina del ántrax, intravenosa
Inmunoglobulina del botulismo, intravenosa
Inmunoglobulina del citomegalovirus, intravenosa
Inmunoglobulina de la hepatitis B, intravenosa
Inmunoglobulina Rho (D), intravenosa
Inmunoglobulina vacuna, intravenosa
Globulina inmune de la varicela zóster, intravenosa
Productos de inmunoglobulina de origen animal
 Equino
  Inmunoglobulina de linfocito, globulina antitimocítica
  Inyección inmunitaria F(ab′)2 de Centruroides (escorpión)
  Inmunoglobulina F(ab′)2 de Crotalidae
  Antiveneno de araña viuda negra
  Antitoxina bivalente tipos A y B del botulismo
  Antitoxina heptavalente (A, B, C, D, E, F, G) del botulismo
 Ovino
  Inmunoglobulina Fab polivalente de Crotalidae
  Inmunoglobulina Fab de digoxina
 Conejo
  Globulina antitimocítica
epitelio gastrointestinal. Si el patógeno no está controlado, el sistema in-
mune innato recluta los brazos humorales (células B secretoras de anti-
cuerpos) y celulares (células T) de la respuesta inmune adaptativa para 
apuntar específicamente y destruir el patógeno invasor. Una vez que el 
microbio se elimina durante esta respuesta primaria, un pequeño núme-
ro de células B y T específicas del patógeno sobreviven a largo plazo, a 
veces durante toda la vida del huésped, como células B y T de memoria. Es-
tas células de memoria confieren protección al huésped contra la reinfec-
ción con el mismo agente patógeno. Durante una segunda respuesta, las 
células de memoria usan sus receptores de antígeno específicos para re-
conocer el patógeno invasor. Esto da como resultado su activación y ex-
pansión para matar directamente a las células infectadas (a través de 
células T) o generar anticuerpos (a través de células B) que neutralizarán 
el patógeno.
La tecnología de vacunación aprovecha este paradigma, como un me-
dio para generar memoria inmunológica, los individuos no infectados 
reciben una infección controlada o se exponen a un antígeno que provo-
ca una respuesta inmune. Cuando estos individuos vacunados se infec-
tan posteriormente con estos patógenos en su entorno, las respuestas de 
sus células T y B de memoria superan a los microbios invasores para neu-
tralizar y prevenir su propagación en una respuesta secundaria mucho 
más rápida y de mayor magnitud.
La expansión clonal de las células B, da como resultado la diferencia-
ción de las células B de memoria de vida larga y la aparición de células 
plasmáticas de vida más corta, que producen anticuerpos. Durante la res-
puesta primaria, después de la vacunación, las células B se someterán a 
este proceso de diferenciación e inicialmente segregarán anticuerpos 
IgM. Los anticuerpos IgM son grandes y proporcionan cierta protección. 
Días después del inicio de la respuesta, las células B se someterán a selec-
ción clonal y producirán IgG, que es un anticuerpo de mayor afinidad 
con una capacidad mejorada de neutralización de patógenos.
Las células plasmáticas diferenciadas también pueden producir otras 
clases de anticuerpos, como IgA, IgD e IgE, que tienen funciones únicas. 
IgD puede expresarse en la superficie de las células B; su función conti-
núa siendo investigada. Los anticuerpos IgA se concentran en las secre-
ciones mucosas, la leche materna y las lágrimas. Los anticuerpos IgE son 
importantes en la eliminación de infecciones parasitarias. Debido a que los 
anticuerpos IgG se han sometido a un proceso de selección que aumenta su afi-
nidad, estos tipos de anticuerpos son el objetivo del diseño de la vacuna. Por 
tanto, las respuestas secundarias después de la vacunación provocan una 
respuesta de células B más rápida y más grande, y estas células B produ-
cen principalmente anticuerpos IgG (Clem, 2011).
La inmunidad celular que involucra a las células T CD4+ y CD8+ tam-
bién es un objetivo del diseño de la vacuna. A diferencia de las células B, 
las células T se dirigen a los patógenos intracelulares que tienen células 
hospedadoras infectadas. Las células T CD4+ o las células T auxiliares es-
timulan las células B para producir anticuerpos. Las células T CD8+ ma-
tan las células infectadas. Al igual que las células B, las células T con 
memoria antigénica sobreviven a largo plazo y brindan protección para 
encuentros futuros con su antígeno específico.
Estrategias de inmunización
La inmunidad puede lograrse a partir de métodos pasivos o activos que 
implican la exposición a una infección natural o mediante antígenos arti-
ficiales hechos por los humanos. Los individuos pueden desarrollar anti-
cuerpos a partir de una infección natural o después de la vacunación.
Pasiva
La inmunidad pasiva implica la transferencia de anticuerpos preformados 
de un individuo inmune a un individuo no inmune para conferir inmuni-
dad temporal. Un ejemplo de inmunidad pasiva natural es la transferencia 
de anticuerpos de la madre al feto durante el embarazo y a través de la 
leche materna y el calostro que consume el bebé. Estos anticuerpos ingre-
san al cuerpo y proporcionan una primera línea de defensa para el feto o 
bebé, que de otro modo no tiene inmunidad contra ningún patógeno.
Un ejemplo de inmunización pasiva artificial es la inyección de anticuer-
pos antídotos. Los animales se inmunizan con antígeno de veneno y su 
suero hiperinmunizado se transfunde al paciente. El antídoto puede ser 
monovalente, efectivo contra un tipo de veneno, o polivalente y efectivo 
contra el veneno de múltiples especies. Un antídoto se une y neutraliza a 
una toxina. La administración temprana después de una lesión es esen-
cial porque el antídoto puede detener, pero no revertir, el daño del vene-
no. Aunque el antídoto es purificado, quedan trazas de proteínas que 
pueden desencadenar la anafilaxis o la enfermedad del suero en los pa-
cientes. La mayoría de los antídotos se administran por vía intravenosa, 
pero también se pueden inyectar por vía intramuscular contra el pez pie-
dra y el veneno de araña de espalda roja. Se han desarrollado antídotos 
contra arañas venenosas, ácaros, insectos, escorpiones, animales mari-
nos y serpientes. La inmunización pasiva se usa para una variedad de 
toxinas e infecciones; una lista de inmunoglobulinas disponibles se 
muestra en la tabla 36-2.
Activa
Una infección natural que estimula la respuesta inmune en individuos no 
infectados puede conducir al desarrollo de la memoria inmunológica y la 
protección contra la reinfección, como en el caso de la infección con el 
MeV. Esto sólo ocurre si el individuo sobrevive a la infección primaria, que 
no siempre es el caso para virus como el sarampión, la influenza o el ébo-
la. La inmunización activa a través de la inyección de antígenos artificiales 
provoca una respuesta inmune controlada que conduce la generación de 
memoria inmunológica. Este tipo de inmunización, en comparación con 
la infección natural, no causa enfermedades infecciosas o compromete la 
vida del individuo. Por tanto, las tecnologías de vacuna a través de la esti-
mulación activa del sistema inmune aseguran que el individuo sobreviva 
y tenga protección contra el patógeno en el ambiente natural.
Tipos de vacunas
Las tecnologías avanzadas se utilizan en la actualidad para generar vacu-
nas que previenen muchas enfermedades infecciosas y para detener a los 
patógenos infecciosos que causan cáncer, como los virus de hepatitis que 
pueden conducir al carcinoma hepatocelular y a los HPV, que pueden 
causar cáncer cervical, anal, vaginal y del pene. Las vacunas efectivas ac-
tivan tanto el sistema inmune innato como el adaptativo. Hay muchos 
tipos diferentes de vacunas, cada una con sus ventajas y desventajas. El 
diseño de la vacuna implica una comprensión de la naturaleza del micro-
bio, el tropismo del patógeno y la necesidad práctica en ciertas regiones 
del mundo. La siguiente sección resume los métodos actuales utilizados 
en el diseño de las vacunas.Para obtener una lista de las vacunas aproba-
das por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Uni-
dos, véase la tabla 36-3.
Atenuadas vivas
Las vacunas atenuadas vivas, utilizan una forma debilitada de un virus 
que contiene antígenos que estimulan de manera apropiada una respues-
ta inmune. Dichos virus se han sometido a pasajes para reducir su viru-
lencia, pero retienen antígenos inmunogénicos que provocan fuertes 
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SECCIÓ
N
 IV
TABLA 36-3 ■ Vacunas aprobadas en Estados Unidos
Toxoides
 Toxoides tetánico y diftérico absorbidos para el uso de adultos
 Toxoide tetánico absorbido
  Toxoide tetánico, toxoide diftérico reducido y vacuna de la 
tosferina acelular, absorbida
Polisacáridos bacterianos
  Vacuna meningocócica polisacárida, grupos A, C, Y y W-135 
combinados
 Vacuna pneumocócica, polivalente
 Vacuna polisacárida tifoidea Vi
Vacunas conjugadas bacterianas
  Vacuna conjugada Haemophilus b (conjugado proteínico 
meningocócico)
 Vacuna conjugada Haemophilus b (conjugado con toxoide tetánico)
  Vacuna conjugada pneumocócica 7 valente (proteína diftérica 
CRM197)
  Vacuna conjugada pneumocócica 13 valente (proteína diftérica 
CRM197)
  Vacuna conjugada meningocócica oligosacárida diftérica CRM197 
(grupos A, C, Y y W-135)
  Grupos meningocócicos C y Y y vacuna conjugada a toxoide 
tetánico Haemophilus b
  Vacuna conjugada meningocócica polisacárida a toxoide diftérico 
(grupos A, C, Y y W-135)
 Vacuna meningocócica grupo B
Bacteriana viva
 Viva BCG
 Vacuna tifoidea viva oral Ty21a
 Vacuna viva oral contra el cólera
Bacteriana inactivada
 Vacuna contra la peste
Viral viva
 Vacuna contra virus de sarampión y paperas, viva
 Vacuna contra virus del sarampión, paperas y rubéola, viva
  Vacuna contra virus del sarampión, paperas, rubéola y varicela, 
viva
 Vacuna contra virus de varicela, viva
 Vacuna contra zóster, viva
 Vacuna contra el rotavirus, viva, oral
 Vacuna contra el rotavirus, viva, oral, pentavalente
  Vacuna contra la influenza, viva, intranasal, (tetravalente, 
tipos A y B)
 Vacuna contra el adenovirus tipo 4 y tipo 7, viva, oral
 Vacuna contra la fiebre amarilla
 Vacuna contra la viruela (vacuna), viva
Viral inactivada o de subunidad
 Vacuna inactivada contra el poliovirus (células diploides humanas)
 Vacuna inactivada contra el poliovirus (células de riñón de mono)
 Vacuna contra la hepatitis A, inactivada
 Vacuna contra la hepatitis B (recombinante)
  Vacuna contra la hepatitis A, inactivada, y contra la hepatitis B 
(recombinante)
 Vacuna monovalente contra la influenza A (H1N1) 2009
  Vacuna contra el virus de la influenza, H5N1 ((para reserva 
nacional)
  Vacuna monovalente contra el virus de la influenza A(H5N1), 
adyuvante
 Vacuna contra el virus de la influenza (trivalente, tipos A y B)
 Vacuna contra el virus de la influenza (tetravalente, tipos A y B)
  Vacuna bivalente contra el papilomavirus humano (tipos 16, 18), 
recombinante
  Vacuna tetravalente contra papilomavirus humano (tipos 6, 11, 16, 
18), recombinante
 Vacuna 9 valente contra papilomavirus humano, recombinante
 Vacuna contra el virus de la encefalitis japonesa, inactivada
  Vacuna contra el virus de la encefalitis japonesa, inactivada, 
absorbida
 Vacuna contra la rabia
 Vacuna absorbida contra la rabia
respuestas humorales y celulares y el desarrollo de células de memoria 
después de una o dos dosis. Un virus, por ejemplo, puede aislarse de hu-
manos y luego utilizarse para infectar células de mono. Después de varios 
pasajes, el virus ya no puede infectar las células humanas, pero conserva 
la capacidad inmunogénica. Estos virus atenuados pueden provocar una 
respuesta inmune intensa porque son similares al patógeno natural.
Existen varios inconvenientes con estas vacunas. Debido a que son vi-
rus vivos, por lo general deben ser refrigerados para retener su actividad. 
En áreas remotas del mundo donde la refrigeración no está disponible, la 
obtención y el almacenamiento de este tipo de vacunas pueden ser limi-
tantes. Debido a que los virus pueden mutar y cambiar en el huésped, es 
posible que los virus vuelvan a ser virulentos y causen enfermedades, 
aunque la frecuencia de reacciones adversas con estas vacunas es muy 
baja. Además, las vacunas atenuadas no pueden utilizarse en individuos 
inmunodeprimidos (p. ej., pacientes con HIV o cáncer). Además, estas 
vacunas generalmente no se administran durante el embarazo. Los virus 
del sarampión, la polio, el rotavirus, la fiebre amarilla y la varicela son 
ejemplos de patógenos para los que se han generado vacunas atenuadas 
vivas. Las vacunas atenuadas para las bacterias son más difíciles de gene-
rar que para los virus porque las bacterias tienen genomas más comple-
jos; sin embargo, la tecnología de DNA recombinante puede utilizarse 
para eliminar la virulencia y retener la inmunogenicidad. Una vacuna 
contra Vibrio cholera se ha generado de esta manera (actualmente no está 
aprobada en Estados Unidos). También se ha desarrollado una vacuna 
atenuada viva para la tuberculosis.
Inactivadas
Los virus de la polio, la influenza y la rabia inactivados y las bacterias ti-
foideas y de la peste se han utilizado para generar vacunas inactivadas. 
La eliminación de patógenos mediante el uso de calor, radiación o pro-
ductos químicos para inactivarlos genera los materiales de partida antigé-
nicos. Los patógenos muertos ya no pueden replicarse o mutar a su 
estado causante de enfermedad y por tanto son seguros. Estos tipos de 
vacunas son útiles porque se pueden liofilizar y transportar sin refrigera-
ción, una consideración importante para tener en cuenta en los países en 
desarrollo. Un inconveniente con las vacunas inactivadas es que inducen 
una respuesta inmune que es mucho más débil que la inducida por la in-
fección natural; por tanto, los pacientes requieren dosis múltiples para 
mantener la inmunidad al patógeno. En regiones donde las personas tie-
nen acceso limitado a la atención médica, garantizar que estas dosis múl-
tiples se entreguen a tiempo puede ser problemático y puede dar como 
resultado una inmunidad reducida al patógeno, como en el caso de la 
enfermedad endémica por poliovirus.
Vacunas de subunidades
Al igual que las vacunas inactivadas, las vacunas de subunidad no con-
tienen patógenos vivos; más bien, las vacunas de subunidades usan un 
componente del microorganismo como un antígeno vacunal para imitar 
la exposición al organismo en sí. Las vacunas de subunidades típicamen-
te contienen polisacáridos o proteínas (proteínas de superficie o toxoides).
En comparación con las vacunas atenuadas vivas, las vacunas de subuni-
dades inducen una respuesta inmune menos intensa. La selección de la 
subunidad antigénica y el diseño y desarrollo de la vacuna pueden ser 
largos y costosos debido a que los antígenos de la subunidad del patóge-
no y su combinación deben probarse minuciosamente para garantizar 
que desencadenen una respuesta inmune efectiva. Los científicos pue-
den identificar los antígenos más inmunogénicos en el laboratorio y fa-
bricar estas moléculas de antígeno a través de la tecnología de DNA 
recombinante, produciendo vacunas de subunidades recombinantes. Por 
ejemplo, la vacuna contra la hepatitis B se genera mediante la inserción 
en la levadura de pan de genes de hepatitis B que codifican antígenos 
seleccionados. Las células de levadura expresan estos antígenos, que lue-
go se purifican y se usan para fabricar una vacuna. Un inconveniente de 
estas vacunas es que a pesar de que provocan una respuesta inmune, la 
inmunidad no está garantizada. Por lo general, las vacunas de subunida-
des se consideran seguras porque no tienen presente un agente patóge-
no vivo.
Polisacáridos. Las vacunas de subunidades de polisacáridos utilizan an-
tígenos de polisacáridos (azúcar) para inducir una respuesta inmune. 
Las paredes de las células bacterianas están compuestas de polisacáridos 
peptidoglucanosque ayudan a los patógenos a evadir el sistema inmune. 
Este mecanismo de evasión es altamente efectivo en bebés y niños pe-
queños, haciéndolos más susceptibles a la infección. Desafortunada-
mente, estos polisacáridos no son muy inmunogénicos. Además, las 
vacunas producidas frente a antígenos de azúcar causan respuestas 
inmunes subóptimas que dan como resultado sólo inmunidad a corto 
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plazo. La infección meningocócica causada por Neisseria meningitidis 
(grupos A, C, W-135 y Y) y la enfermedad pneumocócica son vacunas de 
subunidades de polisacáridos contra patógenos bacterianos. Las vacu-
nas de subunidades conjugadas usan una tecnología para unir polisa-
cáridos de la cápsula bacteriana a una proteína transportadora, a 
menudo toxoide diftérico o tetánico. Este tipo de combinación de antíge-
nos puede inducir protección a largo plazo en niños y adultos. Estas va-
cunas brindan protección contra los agentes patógenos cuando las 
vacunas simples de polisacáridos no funcionan en los bebés y también 
brindan una mayor protección a largo plazo en niños pequeños y adul-
tos. Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y el pneumococo (PCV7 valente, 
PCV10 valente, PCV13 valente) son vacunas de subunidades conjugadas 
recomendadas para niños (véase tabla 36-1). La vacuna meningocócica A 
utilizada en África también es un ejemplo de una vacuna de subunidad 
conjugada.
Vacunas de subunidad proteica superficial. Las vacunas de subunidades 
basadas en proteínas T utilizan proteínas purificadas del patógeno para 
inducir una respuesta inmune. Debido a que estas proteínas pueden no 
presentarse en forma originaria (es decir, como en el patógeno vivo), los 
anticuerpos generados contra estos antígenos pueden no unirse de ma-
nera eficiente al patógeno vivo. Las vacunas de la tosferina acelular(aP) y 
la hepatitis B son ejemplos de vacunas de subunidad basadas en proteí-
nas. La vacuna de la hepatitis B contiene la proteína de la envoltura del 
virus de la hepatitis B producida como un antígeno producido en el culti-
vo de células de levadura.
Toxoides. Las bacterias patógenas como Clostridium tetani y Corynebacte-
rium diphtheria provocan enfermedades (tétanos o difteria, respectiva-
mente) a través de la producción de sus toxinas. Las vacunas contra estas 
toxinas, conocidas como vacunas de toxoide, son eficaces porque provo-
can una respuesta inmune que da como resultado la producción de anti-
cuerpos que pueden unirse a estas toxinas y neutralizarlas, previniendo 
el daño celular en el paciente. Las toxinas inactivadas o eliminadas se 
usan como inmunógeno; sin embargo, debido a que no son altamente 
inmunogénicas, deben ser adsorbidas a adyuvantes (sales de aluminio o 
calcio) para aumentar su capacidad de estimular la respuesta inmune. 
Las vacunas de toxoides son seguras porque no contienen patógenos vi-
vos. Además, son estables en un amplio rango de temperaturas y hume-
dades (Baxter, 2007).
Vacunas de DNA
La secuenciación del genoma de un patógeno proporciona información 
que permite la producción de una vacuna de DNA contra material gené-
tico seleccionado. Los genes antigénicos de un microbio se seleccionan e 
incorporan en DNA sintético. La inyección intramuscular o intradérmica 
libera este DNA modificado a los APC, que captan el DNA y lo transcribe 
y traduce para producir proteínas antigénicas. Estos APC presentan estos 
antígenos a los componentes del sistema inmune humoral y celular para 
generar inmunidad. Este tipo de vacuna no presenta ningún riesgo de 
infección, puede desarrollarse y producirse fácil, es rentable, es estable y 
proporciona protección a largo plazo (Robinson et al., 2000). Las desven-
tajas incluyen su límite para los antígenos proteicos y la posibilidad de 
generar tolerancia a ese antígeno debido a su baja inmunogenicidad, lo 
que hace que la inmunidad sea ineficaz.
Muchas de estas vacunas se encuentran en la actualidad en fases expe-
rimentales, pero ninguna ha sido autorizada en las vacunas de DNA de 
Estados Unidos para el virus de la influenza, herpesvirus, flavivirus como 
el virus Zika, y otras están en las primeras etapas de desarrollo. Una va-
cuna de DNA contra el virus del Nilo Occidental ha sido aprobada para 
uso veterinario. Se están desarrollando plataformas de entrega para me-
jorar la eficacia de las vacunas de DNA (como la electroporación). Tam-
bién existe un campo de investigación emergente para utilizar el RNA 
como plataforma de administración de vacunas.
Vectores recombinantes
Un vector es un virus o bacteria que se usa para administrar genes micro-
bianos heterólogos a células para su expresión en la vacunación para pro-
vocar una respuesta inmune. Una vez que el vector infecta o transduce 
las células anfitrionas, los antígenos seleccionados se presentarán duran-
te la respuesta inmune para generar inmunidad. Tanto los virus como las 
bacterias se están investigando como vectores recombinantes para vacu-
nas candidatas. Los vectores de virus que se han usado en vacunas candi-
datas incluyen muchos poxvirus (virus vacuna, vacuna modificada 
Ankara, poxvirus aviar y otros), una gran cantidad de adenovirus (de 
origen humano y de primates) y otras familias de virus.
Inmunoglobulinas
Estructura
La vacunación da como resultado la expansión y diferenciación de las 
células B en células de memoria de vida larga que proporcionan protec-
ción a largo plazo a la provocación secundaria, y células plasmáticas, que 
son células generadoras de inmunoglobulina (anticuerpo) que producen 
grandes cantidades de estas proteínas. Los anticuerpos en el cuerpo se 
encuentran en dos formas, ya sea en la membrana de las células B como 
en BCR que pueden proporcionar señales para activar e inducir la dife-
renciación de las células B después de la ligadura del antígeno o como 
moléculas efectoras solubles que neutralizan los antígenos en todo el 
cuerpo. Los anticuerpos son proteínas heterodiméricas compuestas por 
dos cadenas, la ligera y la pesada. Tanto las cadenas ligeras como pesadas 
contienen regiones variables en la región N-terminal de la proteína que 
se unen a los antígenos. Las células B vírgenes expresan BCR con baja 
afinidad por el antígeno. Estos BCR se pueden seleccionar a través de la 
recombinación VDJ a través de la actividad de las enzimas RAG. La di-
versidad de anticuerpos se logra mediante la variación de la región del 
sitio de unión al antígeno, la diversidad combinatoria de segmentos gé-
nicos y la combinación de regiones ligeras y pesadas, un programa de 
diversidad global que puede dar como resultado un repertorio de anti-
cuerpos de potencialmente 1016 a 1018 moléculas diferentes, asegurando 
que una célula B única en el cuerpo esté presente para reconocer cual-
quier antígeno extraño. Además de esta diversidad, los anticuerpos tam-
bién pueden experimentar recombinación de cambio de clase en la que 
la región constante de la cadena pesada se puede conmutar, basándose 
en las señales de citocinas por las células T, para adaptar la especificidad 
y la función del anticuerpo. Es esta porción del anticuerpo la que deter-
mina los cinco isotipos principales: IgM, IgD, IgG, IgA e IgE. Estos isoti-
pos difieren en tamaño, unión al receptor Fc, capacidad para fijar el 
complemento e isotipos apropiados para patógenos específicos (Schroe-
der y Cavacini, 2010).
La diversidad de anticuerpos se puede mejorar aún más en el reconoci-
miento de antígenos por las células B y la ayuda de las células T CD4+. Las 
células B pueden fortalecer aún más su afinidad por el anticuerpo al mu-
tar sus regiones variables, y con la estimulación repetitiva del antígeno, la 
afinidad de la unión al antígeno puede aumentar aún más. Este mecanis-
mo explica por qué algunas vacunas, como la de la hepatitis B, son más 
inmunogénicas cuando se administran en tres dosis. Esta estimulación 
repetida del antígeno induce la hipermutación somática de los genes va-
riables del anticuerpopara aumentar la eficacia del anticuerpo. La AID es 
una enzima clave en la mediación de la recombinación de cambio de clase 
y la hipermutación somática. Los pacientes humanos con AID defectuosa 
sufren del síndrome de hiper-IgM y no pueden cambiar sus clases de an-
ticuerpos, lo que los hace más susceptibles a ciertas infecciones.
Los anticuerpos fabricados pueden usarse para la inmunización pasi-
va; para obtener una lista de anticuerpos disponibles, véase la tabla 36-4. 
Dichos anticuerpos monoclonales son productos biológicos que se han 
convertido en algunos de los fármacos más importantes de nuestra era. 
Hasta la fecha, los anticuerpos monoclonales se han implementado de 
manera más eficaz para su uso en la inmunoterapia del cáncer y el trata-
miento de enfermedades autoinmunes. El palivizumab es un anticuerpo 
monoclonal murino humanizado que está autorizado para su uso en be-
bés de alto riesgo para evitar la hospitalización por RSV. A medida que el 
costo de producción de anticuerpos monoclonales continúa disminuyen-
do, es probable que se usen más de estos productos biológicos para la 
profilaxis o el tratamiento de enfermedades infecciosas.
Clases y funciones de anticuerpos
Inmunoglobulina M 
La primera clase de anticuerpos expresada por las células B es IgM. Las 
moléculas de IgM son monómeros unidos a la membrana que se encuen-
tran en las células B maduras circulantes. Cuando las células B maduras 
son estimuladas por antígenos, generan pentámeros IgM que se segre-
gan. Los anticuerpos IgM, también llamados anticuerpos naturales, tie-
nen baja afinidad como monómeros, pero su avidez puede aumentar en 
su estructura pentamérica, lo que mejora la unión de los epítopos a los 
antígenos que se repiten en patógenos. Estos anticuerpos se encuentran 
en las superficies de la mucosa y constituyen el 10% del contenido de an-
ticuerpos del suero. Estos anticuerpos están asociados con una respuesta 
inmune primaria. Las moléculas de IgM funcionan recubriendo su antí-
geno específico para dirigirse al patógeno para su destrucción a través de 
la fagocitosis o para inducir la fijación del complemento para matar al 
patógeno (Schroeder y Cavacini, 2010).
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(continúa)
TABLA 36-4 ■ Anticuerpos monoclonales terapéuticos aprobados en la UE y en Estados Unidos
ANTICUErPo oBjETIVo; tipo Ab Uso TErAPéUTICo
Abciximab GPIIb/IIIa; Fab IgG1 quimérico Prevención de coágulos sanguíneos en angioplastia
Adalimumab TNF;IgG1 humanizado Artritis reumatoide
Ado-trastuzumab emtansina HER2;IgG1 humanizado; immunoconjugado Cáncer de mama
Alemtuzumab CD52;IgG1 humanizado Esclerosis múltiple
Alirocumab PCSK9; IgG1 humano Colesterol bajo
Alirocumaba PD-L1;IgG1 humanizado Cáncer de vejiga
Avelumab PD-L1/ IgG1 humano Carcinoma celular de Merkel
Basiliximab IL-2R;IgG1 quimérico Prevención del rechazo del trasplante de riñón
Belimumab BLyS; IgG1 humano Lupus eritematoso sistémico
Bevacizumab VEGF;IgG1 humanizado Cáncer colorrectal
Bezlotoxumab Toxina B Clostridium difficile/IgG1 humano Infecciones por Clostridium difficile 
Blinatumomab CD19, CD3; murino biespecífico tandem scFv Leucemia linfoblástica aguda
Brentuximab vedotina CD30;IgG1 quimérica; immunoconjugado Linfoma de Hodgkin, linfoma sistémico anaplásico 
de células grandes
Brodalumab IL-17RA/IgG2 humano Psoriasis en placas
Canakinumab IL-1β; IgG1 humano Síndrome de Muckle-Wells 
Catumaxomabb EPCAM/CD3;mAb bioespecífico rata/ratón Ascitis maligna
Certolizumab pegol TNF;Fab humanizado, pegilado Enfermedad de Crohn
Cetuximab EGFR;IgG1 quimérico Cáncer colorrectal
Daclizumab IL-2R;IgG1 humanizado Esclerosis múltiple
Daratumumab CD38;IgG1 humano Mieloma múltiple
Denosumab RANK-L;IgG2 humano Pérdida ósea
Dinutuximab GD2;IgG1 quimérico Neuroblastoma
Dupilumab IL-4Rα/IgG4 humano Eccema
Durvalumab PD-L1/IgG1 humano Carcinoma urotelial
Eculizumab C5;IgG2/4 humanizado Hemoglobinuria nocturna paroxística 
Efalizumab CD11a;IgG1 humanizado Psoriasis
Elotuzumab SLAMF7;IgG1 humanizado Mieloma múltiple
Evolocumab PCSK9;IgG2 humano Colesterol bajo
Gemtuzumab ozogamicina CD33;IgG4 humanizado Leucemia mieloide aguda
Golimumab TNF;IgG1 humano Artritis reumatoide y psoriásica, espondilitis anquilosante
Ibritumomab tiuxetan CD20; IgG1 murino Linfoma no Hodgkin 
Idarucizumab Dabigatrán;Fab humanizado Exceso de dabigatrán (anticoagulación reversible)
Infliximab TNF;IgG1 quimérico Enfermedad de Crohn
Ipilimumab CTLA-4;IgG1 humano Melanoma metastásico
Ixekizumab IL-17a;IgG4 humanizado Psoriasis
Mepolizumab IL-5; hIgG1 Asma grave eosinofílica
Muromonab-CD3 CD3;IgG2a murino Reversión del rechazo de trasplante de riñón 
Natalizumab Integrina a4;IgG4 humanizado Esclerosis múltiple
Necitumumab EGFR;IgG1 humano Cáncer de pulmón de células no pequeñas
Nivolumab PD1;IgG4 humano Melanoma, cáncer de pulmón de células no pequeñas, 
carcinoma de células renales, carcinoma de células no 
pequeñas
Obiltoxaximaba Antígeno protector de exotoxinac de B. Anthra-
cis,IgG1 quimérico
Prevención del ántrax inhalatorio
Obinutuzumab CD20;IgG1 humanizado; elaborado con glicol Leucemia linfocítica crónica
Ocrelizumab CD20/IgG1 humano Esclerosis múltiple
Ofatumumab CD20; IgG1 humano Leucemia linfocítica crónica
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Inmunoglobulina D 
Al igual que las moléculas de IgM, las moléculas de IgD también se expre-
san en células B vírgenes que no han sido activadas por su antígeno espe-
cífico y, por tanto, no se han sometido a hipermutación somática. Se 
expresan como monómeros en la superficie de las células B y también se 
pueden segregar; representan menos de 0.5% del anticuerpo en el suero 
(Schroeder y Cavacini, 2010). La función exacta de este anticuerpo no se 
conoce completamente, pero puede unir proteínas bacterianas a través 
de la región constante (Riesbeck y Nordstrom, 2006).
Inmunoglobulina G 
Los anticuerpos IgG existen como monómeros, representan aproximada-
mente 70% del anticuerpo en circulación y han sido los más estudiados. 
Tienen la t1/2 más larga en suero y se generan con alta afinidad después 
de la maduración de afinidad. La región constante de la cadena pesada 
puede conducir además a la diversidad en la estructura de estos anticuer-
pos para generar cuatro subclases: IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4. Estas subcla-
ses se nombran en función de sus concentraciones en suero, siendo IgG1 
la más abundante e IgG4 la menos. Las subclases IgG1, IgG2 e IgG3 pue-
den activar el complemento para opsonizar patógenos, pero IgG4 no. 
Estos anticuerpos también pueden diferir en su capacidad y afinidad pa-
ra activar los receptores Fc, lo que mejora aún más sus funciones efecto-
ras. Todas las subclases de IgG atraviesan la placenta para proporcionar 
inmunidad pasiva al feto.
Las vacunas inducen predominantemente estos tipos de anticuerpos, 
que se vuelven importantes durante la respuesta inmune secundaria para 
inactivar los patógenos. Se seleccionan diferentes subclases durante la 
respuesta secundaria de anticuerpos. Al diseñar las vacunas, los científicos 
deben determinar qué subclase de anticuerpos proporcionará la respuesta 
óptima. Además del complemento y la opsonización, los anticuerpos IgG 
pueden neutralizar directamente toxinas y virus (Schroeder y Cavacini, 
2010).
Inmunoglobulina A 
La clase de anticuerpos IgA se expresa como monómeros o dímeros y re-
presenta aproximadamente 15% de los anticuerpos en suero, un poco 
más altos que los anticuerpos IgM. Sin embargo, en las superficies de las 
mucosas, la saliva y la leche materna, los anticuerpos IgA se encuentran 
en las concentraciones más altas (Woof y Mestecky, 2005). Al final del 
embarazo y al inicio del periodo postnatal, las glándulas mamarias feme-
ninas producen calostro; más de la mitad del contenido proteínico del 
calostro que consumen los recién nacidos que están siendo amamanta-
dos son anticuerposIgA. La IgA es principalmente un monómero en el 
suero pero un dímero en los sitios de la mucosa.
Los anticuerpos IgA tienen dos subclases, IgA1 e IgA2, que difieren 
sólo ligeramente en sus estructuras. Los anticuerpos IgA1 son más largos 
que los anticuerpos IgA2 y, por tanto, son más sensibles a la degradación. 
IgA2 es más estable y se encuentra principalmente en las secreciones de 
la mucosa, en contraste con IgA1, que predomina en el suero. Los anti-
cuerpos IgA funcionan a través de la neutralización directa de virus, bac-
terias y toxinas para proteger los tejidos de la mucosa. Impiden que el 
antígeno se una a las células del huésped y que las dañe o las infecte. Los 
anticuerpos IgA dentro de las células también pueden prevenir el tropis-
mo de los patógenos. Aunque los anticuerpos IgA no conducen a la fija-
ción del complemento, los neutrófilos pueden tomarlos para mediar en 
ADCC (Schroeder y Cavacini, 2010).
Inmunoglobulina E 
La clase de anticuerpos IgE está presente en la concentración sérica más 
baja, menos de 0.01% de los anticuerpos circulantes, y tiene la t1/2 más 
corta. IgE se une a los receptores de Fcγ con una afinidad muy alta. Las 
células de Langerhans y los mastocitos, los basófilos y los eosinófilos ex-
presan los receptores Fcγ que se unen a los anticuerpos IgE. El compro-
miso del receptor de Fc también da como resultado la regulación positiva 
de FcγR en las células unidas. Estos anticuerpos reconocen antígenos en 
gusanos parásitos cuando están reticulados en granulocitos; las células se 
degranulan para liberar mediadores inflamatorios para destruir el parási-
to. Los anticuerpos IgE también son relevantes en la mediación de reac-
ciones alérgicas mediante el reconocimiento de antígenos inocuos, como 
el veneno de abeja y el antígeno de maní.
Los pacientes que desarrollan reacciones alérgicas, generan células B 
de memoria que producen anticuerpos IgE contra antígenos específicos. 
Los granulocitos se recubren con anticuerpos IgE y en la reexposición a 
antígenos, como la picadura de una abeja o los cacahuates, el antígeno se 
TABLA 36-4 ■ Anticuerpos monoclonales terapéuticos aprobados en la UE y en Estados Unidos (continuación)
ANTICUErPo oBjETIVo; TIPo AB Uso TErAPéUTICo
Olaratumab PDGFR/ IgG1 humano Sarcoma del tejido blando
Omalizumab IgE;IgG1 humanizado Asma
Palivizumab RSV;IgG1 humanizado Prevención de la infección respiratoria del virus sincicial
Panitumumab RSV;IgG1 humanizado Cáncer colorrectal
Pembrolizumab PD1;IgG4 humanizado Melanoma, carcinoma de células no pequeñas
Pertuzumab HER2;IgG1 humanizado Cáncer de mama
Ramucirumab VEGFR2;IgG1 humano Cáncer gástrico
Ranibizumab VEGF;Fab IgG1 humanizado Degeneración macular
Raxibacumaba Antígeno protector de B. anthrasis ; IgG1 humano Prevención del ántrax inhalatorio
Reslizumab IL-5;IgG4 humanizado Asma
Rituximab CD20;IgG1 quimérico Linfoma no Hodgkin
Sarilumab IL-6R/ IgG1 humano Artritis reumatoide
Secukinumab IL-17a;IgG1 humano Psoriasis
Siltuximab IL-6;IgG1 quimérico Enfermedad de Castleman
Tocilizumab IL-6R;IgG1 humanizado Artritis reumatoide
Tositumomab-I131a CD20; IgG2a murino Linfoma no Hodgkin
Trastuzumab HER2; hIgG1 Cáncer de mama
Ustekinumab IL-12/23;IgG1 humano Psoriasis
Vedolizumab Integrina α4β7 ; IgG1 humanizado Colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn
a No aprobado en Estados Unidos.
b No aprobado en Estados Unidos.
c Inhibe la unión del antígeno protector a sus receptores de membrana, lo que impide la entrada intracelular del factor letal de ántrax y el factor de edema, los compo-
nentes enzimáticos de la toxina responsables de los efectos patogénicos de la toxina del ántrax.
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pone en contacto con las IgE, lo que conduce a la desgranulación de los 
granulocitos, que puede provocar un choque anafiláctico. Se están desa-
rrollando terapias para generar y usar anticuerpos contra moléculas de 
IgE solubles para evitar su absorción por los granulocitos. Para obtener 
una lista de anticuerpos monoclonales aprobados, véase la tabla 36-4.
Vacunas convencionales específicas recomendadas 
en Estados Unidos
El CDC establece tablas que enumeran las vacunas actualmente reco-
mendadas para diversas susceptibilidades a lo largo de la vida. A conti-
nuación se presenta un análisis sobre las propiedades y el programa de 
administración de las vacunas recomendadas desde el nacimiento hasta 
la ancianidad. Las vacunas se agrupan por tipo de blanco (bacteria, virus, 
etc.) y después por tipo de vacuna, como se explicó en la sección anterior. 
Véase la tabla 36-1 para conocer los programas de vacunación de bebés y 
niños. Para obtener una lista completa del programa de vacunación reco-
mendado para adultos, véanse las tablas 36-5 y 36-6.
Vacunas para bacterias
Vacunas toxoide bacterianas: difteria y tétanos
Vacuna toxoide antitetánica. El tétanos es una enfermedad caracterizada 
por espasmos prolongados y tetania causada por la toxina segregada por 
la bacteria C. tetani, que ingresa a través de heridas desde fuentes am-
bientales. La toxina tetánica se integra al sistema nervioso y por transpor-
te retrógrado alcanza las interneuronas inhibitorias de la médula espinal, 
donde el fragmento activo se adhiere a la proteína de la vesícula sináptica 
(véanse figuras 8-3 a 8-6), inhibiendo así la exocitosis del neurotransmi-
sor de estas células nerviosas, y dando como resultado la contracción 
desinhibida del músculo esquelético. El toxoide se produce por desactiva-
ción de la toxina aislada de la bacteria usando formaldehído. La inmuni-
zación por lo general comienza alrededor de los 2 meses de edad, con un 
componente de la vacuna combinada DTaP que se administra a los bebés. 
El toxoide tetánico está incluido en varias formulaciones de vacunas com-
binadas. DTaP es la vacuna utilizada en niños menores de 7 años; Tdap y 
Td, administrados en edades posteriores, son vacunas de refuerzo que 
ofrecen protección continua para adolescentes y adultos contra esas en-
fermedades. En estas designaciones, las letras mayúsculas y minúsculas 
representan la cantidad comparativa de antígeno presente. Por tanto, la 
T mayúscula compartida indica que hay aproximadamente la misma can-
tidad de toxoide tetánico en DTaP, Tdap y Td. La D y la P mayúsculas en 
la formulación infantil indican que hay más antígenos de difteria y de 
tosferina en DTaP que en Tdap o Td.
Vacunas toxoides diftéricas. La difteria es una enfermedad causada por 
una toxina segregada de la bacteria aeróbica grampositiva C. diphtheria; 
la producción de toxinas está bajo el control de los sistemas bacterianos, 
pero el gen estructural para la producción de toxinas es contribuido por 
un fago β que infecta todas las cepas patógenas de C. diphtheria. La sub- 
unidad A de la toxina es una ADP-ribosilasa; después de su entrada en 
una célula, ADP ribosila el factor 2 de elongación eucariota (eEF-2) y por 
tanto inhibe la traducción de proteínas en células humanas (Gill et al., 
1973). La garganta de la víctima se hincha y duele durante la infección, y 
la toxina causa daños a las vainas de mielina en el sistema nervioso, lo 
que lleva a la pérdida de la sensibilidad o del control motor. La vacuna, 
que se ha utilizado durante casi 80 años, es un toxoide que se produce al 
tratar la toxina con formalina. El toxoide se usa para inmunizar recién 
nacidos comenzando aproximadamente a los dos meses, típicamente co-
mo parte de la vacuna DTaP combinada. La toxina diftérica también se 
ha destoxificado genéticamente mediante la introducción de mutaciones 
puntuales que derogan la actividad enzimática pero permiten la reten-
ción de la actividad de unión; por ejemplo, la proteína mutante de la to-
xina diftérica CRM197 es el transportador de proteínas para una vacuna 
Hib autorizada.
Vacunas contra la tosferina. La tosferina, o tos ferina, es una enferme-
dad del tracto respiratorio caracterizada por tos paroxística prolongada y,a veces, insuficiencia respiratoria; es causada por el cocobacilo gramne-
gativo Bordetella pertussis. La toxina tosferina segregada tiene una subu-
nidad A que, una vez en el citosol celular, ADP ribosila la subunidad α de 
la proteína Gi que acopla la señalización GPCR inhibitoria a adenilil cicla-
sa para reducir la producción de AMP cíclico. Después de la ribosilación 
de ADP, Giα se vuelve inactiva, y se suprime la reducción mediada por 
GPCR de la producción de AMP cíclico. Se cree que las secuelas fisiológi-
cas de esta acción de la toxina tosferina contribuyen a la combinación de 
los síntomas de la tos ferina. La vacunación de rutina generalmente co-
mienza como parte de la serie de vacunas de combinación DTaP infanti-
les. También es apropiado inmunizar a adultos sanos, adolescentes y 
madres embarazadas ya que la tos ferina ocurre a lo largo de la vida debi-
do a la disminución de la inmunidad. Existen dos vacunas autorizadas 
contra la tosferina, la histórica vacuna de “células enteras” inactivada del 
organismo utilizada en el pasado en Estados Unidos y todavía en muchos 
otros países y una segunda formulación “acelular” que incorpora frag-
mentos de antígenos derivados del organismo. Ambas vacunas son in-
munogénicas y protectoras. La vacuna de células enteras parece inducir 
una inmunidad más duradera, pero la vacuna acelular causa una tasa de 
efectos secundarios aproximadamente 10 veces menor, como fiebre o do-
lor en el sitio de la inyección y eritema. La mayoría de los países desarro-
llados ahora usan la vacuna tosferina acelular para reducir el perfil de 
reactividad, pero muchos otros países continúan utilizando la vacuna de 
células enteras con éxito porque la respuesta es igualmente eficaz y más 
duradera, y la vacuna es económica.
Vacunas polisacáridas bacterianas conjugadas
Vacuna Haemophilus influenzae tipo B. Haemophilus influenzae es una 
causa importante de enfermedades bacterianas infantiles que ponen en 
peligro la vida, incluidas la celulitis bucal, preseptal y orbital, la epigloti-
tis, la bacteriemia con sepsis y la meningitis. La vacunación universal con 
la vacuna Hib casi ha eliminado estas enfermedades en Estados Unidos. 
La vacuna Hib es un conjugado de polisacáridos y proteínas que confiere 
inmunidad a la enfermedad al inducir anticuerpos hacia el polisacárido 
capsular PRP. El polisacárido Hib se ha conjugado con diversas proteínas, 
incluida la proteína mutante de la difteria CRM197 (una vacuna denomi-
nada HbOC); la proteína C de la membrana externa del grupo B menin-
gocócica (una vacuna denominada PRP-OMPC); y tetanospasmina, que 
es un toxoide de la neurotoxina de C. tetani (una vacuna denominada 
PRP-T). Todas las vacunas exhiben un alto nivel de seguridad e inmuno-
genicidad. Curiosamente, la inmunización generalizada no sólo reduce la 
enfermedad en los vacunados, sino que también disminuye el transporte 
nasal de la bacteria, lo que reduce la transmisión incluso a los no vacuna-
dos y proporciona evidencia de la inmunidad colectiva.
Vacunas contra Streptococcus pneumoniae. La bacteria grampositiva en-
capsulada S. pneumoniae causa enfermedades invasivas en bebés y niños 
pequeños, incluyendo meningitis, bacteriemia, sepsis y neumonía. Hay 
miles de tipos de S. pneumoniae, basados en el polisacárido capsular; por 
tanto, se necesitan vacunas polivalentes. Las vacunas confieren inmuni-
dad al inducir anticuerpos antipolisacáridos de tipo específico. Hay dos 
tipos de vacunas disponibles, polisacáridos y vacunas conjugadas. La vacu-
na polisacárida 23 valente contiene cadenas largas de polisacáridos cap-
sulares que se obtienen de bacterias inactivadas. La vacuna polisacárida 
se usa en niños mayores de 2 años y en adultos en riesgo. Se han desarro-
llado PCVs y se han incorporado un número creciente de serotipos a lo 
largo del tiempo. Los 13 serotipos combinados en PCV13 protegen con-
tra la mayoría de las enfermedades invasivas en Estados Unidos. Los be-
bés reciben una serie primaria de PCV13 a las edades de 2, 4 y 6 meses, 
con un refuerzo entre los 12 y 15 meses.
Vacunas de Neisseria meningitidis. Neisseria meningitidis es una causa im-
portante de enfermedad bacteriana invasiva en la infancia, que causa 
sepsis y meningitis. Al igual que con S. pneumoniae, existen diversos tipos 
de polisacáridos; por tanto, los anticuerpos polisacáridos anticapsulares 
de tipo específico median la protección contra la enfermedad invasiva. 
Por tanto, se requieren vacunas multivalentes. Una vacuna de polisacári-
do tetravalente autorizada protege contra cuatro subtipos de meningoco-
co, designados A, C, Y y W-135. La vacuna de polisacáridos sólo funciona 
en niños mayores de 2 años. Una vacuna tetravalente conjugada menin-
gocócica, que también contiene los subtipos A, C, Y y W-135, se usa en 
personas de 9 meses a 55 años de edad. En 2013, la Comisión Europea 
autorizó una vacuna B meningocócica basada en proteínas de cuatro 
componentes (que incorpora las proteínas fHbp, NadA, NHBA y PorA 
P1.4) para prevenir la septicemia y la meningitis.
Vacunas para virus
Vacunas contra poliovirus
La polio se caracteriza por una parálisis flácida aguda, contra la cual la 
WHO y otros están llevando a cabo una campaña mundial de erradica-
ción. Hay dos tipos de vacunas de poliovirus en uso. La primera es una 
vacuna atenuada viva oral en uso desde principios de la década de 1960 (la 
“vacuna Sabin”), que contiene poliovirus atenuados tipos I, II y III, pro-
ducidos en cultivos de células de riñón de mono. La vacuna se replica en 
el intestino e induce la inmunidad sistémica y de la mucosa, pero tam-
bién se elimina en las heces, a veces transmitiéndose a contactos cerca-
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Inmunoglobulinas y vacunas CAPÍTULO 36
Vacuna 19-21 años 22-26 años 27-59 años 60-64 años ≥65 años
Influenza*
Td/Tdap*
MMR*
VAR*
HZV*
HPV–Femenino*
HPV–Masculino*
PCV13*
PPSV23*
HepA*
HepB*
MenACWY o MPSV*
MenB*
Hib*
1 dosis anualmente
1 dosis
1 dosis
1 dosis
3 dosis
3 dosis
Una o dos dosis dependiendo de la indicación
Sustituya Tdap por Td una vez, luego aumente Td cada 10 años
1 o 2 dosis dependiendo de la indicación
2 o 3 dosis dependiendo de la vacuna
3 dosis
2 dosis
1 o 2 dosis dependiendo de la indicación
2 o 3 dosis dependiendo de la vacuna
1 o 3 dosis dependiendo de la indicación
Recomendado para adultos que cumplen 
con los requisitos de edad, carecen de 
documentación de vacunación o carecen 
de evidencia de infección pasada
Recomendado para adultos con 
condiciones médicas adicionales u 
otras indicaciones
Sin recomendación
Nota: Las recomendaciones anteriores se encuentran reimpresas en el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de 
Enfermedades (CDC, Centers for Disease Control and Prevention), y deben leerse junto con las notas a pie de página de este programa
 disponibles en el sitio web de los CDC: https://www.cdc.gov/vaccines/horarios/ 
TABLA 36-5 ■ Programa de inmunización recomendado para adultos mayores de 19 años, Estados Unidos, 2017
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5Inflamación, inmunomodulación y hematopoyesis SECCIÓN IV
Vacuna Embarazo*
Inmunocom-
prometido
(excluyendo 
infección 
por HIV)
Infección por
HIV CD4+
 conteo
(células /μL*)
 
 
 
Asplenia, 
deficiencias 
persistentes del 
complemento*
 
 
Insuficiencia 
renal, 
enfermedad 
renal terminal, 
en hemodiálisis*
Enfermedad 
cardiaca o 
pulmonar, 
alcoholismo 
crónico*
Enfermedad 
hepática 
crónica* Diabetes
Personal 
de salud
Hombres que 
tienen sexo 
con hombres< 200 ≥ 200
Influenza*
Td/Tdap*
 1 dosis Tda 
en cada 
embarazo
MMR*
VAR*
HZV*
HPV–Femenino*
HPV–Masculino*
3 dosis hasta 
los 26 años
PCV13*
PPSV23*
HepA*
HepB*
MenACWY o MPSV4*
MenB*
Hib*
3 dosis sólo
para receptores 
post- HSCT
 
Recomendada para adultos que cumplen
con los requisitos de edad, carecen de 
documentación de vacunación o carecen
de evidencia de infección pasada
 Recomendada para adultos con 
condiciones médicas adicionales 
uotras indicaciones
Contraindicada Sin recomendación
3 dosis
2 o 3 dosis dependiendo de la vacuna
1 dosis
1 dosis
1, 2 o 3 dosis dependiendo de la indicación
2 o 3 dosis dependiendo de la vacuna
1 o más dosis dependiendo de la indicación
3 dosis hasta los 21 años
1 dosis
Contraindicada
Contraindicada
Contraindicada
1 o 2 dosis dependiendo de la indicación
3 dosis hasta los 26 años
2 dosis
3 dosis hasta los 26 años
1 dosis anualmente
Sustituya Tdap por Td una vez, luego aumente Td cada 10 años
*Nota: Las recomendaciones anteriores se encuentran reimpresas en el sitio web de los CDC y deben leerse junto con las notas a pie de página de este programa 
disponibles en el sitio web de los CDC: https://www.cdc.gov/vaccines/horarios/.
TABLA 36-6 ■ Programa de inmunización recomendado para adultos mayores de 19 años por condición médica y otras indicaciones, Estados Unidos; 2017 
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nos. La infección de la mayoría de los contactos cercanos contribuye a la 
inmunidad de la manada en la población humana. En raras ocasiones 
(alrededor de un caso por millón de dosis), se producen virus revertidos 
parciales que causan poliomielitis paralítica asociada a la vacuna en los 
contactos. En muchas partes del mundo, todavía se usa la vacuna contra 
el poliovirus vivo. El último caso conocido de enfermedad de poliovirus 
adquirida naturalmente en Estados Unidos ocurrió en 1979; en Estados 
Unidos se suspendió el uso de la vacuna viva en 2000. La vacuna contra 
el poliovirus vivo está contraindicada en sujetos con inmunodeficiencia 
primaria. Las mujeres embarazadas y los niños con infección por HIV 
sintomática deben recibir la vacuna IPV.
El segundo tipo de vacuna es una preparación de virus muerto llamada 
IPV (la “vacuna Salk”). La vacuna muerta induce principalmente inmuni-
dad humoral pero aún muestra una excelente eficacia contra la enferme-
dad. IPV no transmite virus a los contactos y no causa parálisis asociada 
a la vacuna. Una vacuna de IPV de potencia mejorada ha estado disponi-
ble desde 1998, y esta preparación de IPV ahora es un componente de 
algunas vacunas combinadas.
Vacunas contra el virus del sarampión
La actual vacuna contra el sarampión es una cepa viva atenuada adminis-
trada por vía subcutánea. Una preparación viva, “más atenuada” de la 
cepa del virus Enders-Edmonston (designada cepa “Moraten”) es la vacu-
na MeV actualmente utilizada en Estados Unidos. La vacunación se inicia 
a los 12 a 15 meses de edad en Estados Unidos debido a que los anticuer-
pos maternos adquiridos transplacentariamente inhiben la inmunogeni-
cidad de la vacuna en el primer año de vida.
Vacuna contra el virus de la parotiditis
El virus de las paperas produce una enfermedad febril asociada con la 
inflamación de las parótidas y, a veces, con afecciones más graves, inclui-
da la meningitis aséptica. Una vacuna de virus vivo atenuado se ha utili-
zado exclusivamente desde la década de 1970. La vacuna Jeryl-Lynn (de 
una mezcla de dos cepas) se aisló de la garganta de la hija de Maurice 
Hilleman, un notable desarrollador de vacunas. Por lo general, la vacuna 
se administra como un componente de la combinación de vacuna MMR 
o MMRV a los 12 a 15 meses de edad.
Vacuna contra el virus de la rubéola
El virus de la rubéola, miembro de la familia Togaviridae, se transmite 
por gotas respiratorias y causa una infección leve con viremia. La rubéola 
es dañina sólo para los fetos, y los efectos pueden ser devastadores. Una 
infección por rubéola durante el embarazo puede causar un aborto es-
pontáneo, nacimiento prematuro, muerte fetal o varios defectos de naci-
miento. Los riesgos disminuyen a medida que progresa el embarazo. El 
objetivo principal de la inmunización contra la rubéola es prevenir el sín-
drome de rubéola congénita. La vacuna del virus de la rubéola atenuada 
viva se administra por vía subcutánea, ahora por lo general como un com-
ponente de la vacuna MMR o MMRV, que comienza entre los 12 y 15 
meses de edad. La cepa de vacuna viva del virus de la rubéola RA 27/3 se 
cultiva en cultivo de células diploides humanas. En Estados Unidos, 
la inmunización universal (tanto niños como niñas) se usa para reducir la 
infección en mujeres embarazadas. Como resultado, la rubéola y el sín-
drome de rubéola congénita se han eliminado en Estados Unidos. La va-
cuna contra la rubéola forma parte de las vacunas combinadas MMR o 
MMRV para inmunización universal que comienza a los 12 a 15 meses, 
seguida de una dosis de refuerzo al ingresar a la escuela (∼5 a 6 años).
Vacuna contra el virus Varicella zóster
El virus Varicella zoster es uno de los agentes más infecciosos que afectan 
a los humanos. Se disemina por la ruta respiratoria con pequeñas partí-
culas de aerosol (tos, estornudo, etc.). La infección causa un síndrome 
febril con erupción vesicular, a veces complicada por neumonía o enfer-
medad invasiva bacteriana de la piel. El síndrome de varicela congénita 
puede ocurrir si la infección de varicela ocurre durante el embarazo. La 
vacuna utilizada es la cepa Oka del VZV vivo atenuado por pase secuen-
cial en cultivos de monocapas celulares; se autorizó para inmunización 
universal en Estados Unidos en 1995. El virus en la vacuna de Oka/Merck 
en uso actual en Estados Unidos se sometió a pasajes adicionales en cul-
tivos de células diploides humanas MRC-5. La vacuna a menudo se admi-
nistra como parte de la vacuna combinada MMRV.
Vacunas contra el virus de la hepatitis A
La infección del virus de la hepatitis A provoca una enfermedad hepática 
aguda después de la transmisión por vía fecal-oral. Se recomienda una 
vacuna inactivada para todos los niños, comenzando al primer año de 
edad. Dos vacunas contra la hepatitis A y una vacuna combinada contra 
la hepatitis A/hepatitis B combinada están autorizadas en Estados Uni-
dos. La vacuna se administra como una serie de dos dosis.
Vacunas contra el virus de la hepatitis B 
El virus de la hepatitis B se transmite entre las personas por contacto con 
sangre u otros fluidos corporales, incluso por contacto sexual y transfe-
rencia materna al feto o al bebé. El virus de la hepatitis B puede causar 
una enfermedad hepática potencialmente mortal y algunas veces cróni-
ca. Todos los bebés reciben la vacuna contra la hepatitis B. Cuando la 
madre tiene una infección activa, el neonato se trata con la vacuna y la 
inmunoglobulina contra la hepatitis B. La vacuna es una proteína recom-
binante producida en levadura que es el antígeno protector, el antígeno 
de superficie de la hepatitis B (véase también el capítulo 63).
Vacunas contra el rotavirus 
En todo el mundo, el rotavirus es la causa más común de diarrea deshi-
dratante en los bebés. Cuatro o cinco tipos (basados en las proteínas de 
superficie) causan una enfermedad grave. Una vacuna temprana viva ate-
nuada (Rotashield) fue retirada después de que se asoció con la invagina-
ción intestinal (un colapso segmentario y telescópico del intestino). 
Ahora se usan dos vacunas similares que son seguras e inmunogénicas. 
Una es una vacuna de rotavirus reordenante pentavalente humano-bovi-
no (que contiene cinco rotavirus reordenados desarrollados a partir de 
cepas de rotavirus progenitores bovinos Wistar Calf 3) con licencia por 
primera vez en Estados Unidos en 2006 (RotaTeq). Esta vacuna se admi-
nistra en un programa de tres dosis, a los 2, 4 y 6 meses de edad. Otra 
vacuna de rotavirus vivo atenuado oral con licencia en Estados Unidos se 
basa en una única cepa humana atenuada (Rotarix) que usa un programa 
de dos dosis, comenzando a los 2 meses de edad. Las vacunas de rotavi-
rus se utilizan para la inmunización universal durante la infancia, con 
cuidado de mantener la iniciación de la serie de dos o tres dosis a una 
edad temprana, ya que el raro riesgo de intususcepción asociado a rotavi-
rus con infección parece ser ligeramente mayor a edades más avanzadas.
Vacunas contra el virus de la influenza
El virusde la influenza ortomixovirus es un virus respiratorio que se pro-
paga de persona a persona mediante aerosoles y fómites de partículas 
grandes. El virus circula en humanos en dos serotipos principales (tipos 
A y B); dos subtipos A distintos, designados H1N1 y H3N2, actualmente 
causan enfermedades (“la gripe”) en humanos. Las vacunas actuales 
contra la influenza estacional son trivalentes, incluidos los antígenos A/
H1N1, A/H3N2 y B, o cuadrivalentes con un segundo antígeno de tipo 
B. Las vacunas experimentales se están probando para detectar algunos 
virus de influenza aviar (como A/H5N1 y A/H7N9) que han infectado a 
humanos y tienen potencial pandémico. Durante cada epidemia estacio-
nal anual, se producen mutaciones puntuales en los genes que codifican 
las proteínas hemaglutinina y neuraminidasa, que son los objetivos prin-
cipales de los anticuerpos protectores. Esta deriva antigénica en las ce-
pas circulantes de influenza ha conducido a un proceso en el cual los 
funcionarios reguladores y los fabricantes ajustan los antígenos del virus 
en las vacunas contra la influenza todos los años. Ocasionalmente, el ge-
noma del virus segmentado se reafirma durante la coinfección de un 
animal con un virus humano y uno aviar, surge un nuevo virus (cambio 
antigénico) y se produce una pandemia. Las principales pandemias 
mundiales ocurrieron en 1918 (H1N1), 1957 (H2N2), 1968 (H3N2) y 
2009 (un nuevo H1N1). Se deben realizar ajustes importantes de las va-
cunas en tales casos.
En la actualidad, se han autorizado dos tipos principales de vacunas 
contra la influenza: vacuna inactivada y vacuna con virus vivo atenuado. 
La vacuna inactivada se prepara tratando virus de tipo salvaje preparados 
en huevos o cultivo celular con un agente de inactivación. La vacuna in-
activada a menudo previene más de la mitad de las enfermedades graves 
relacionadas con la influenza cuando los virus elegidos para la vacuna 
estacional coinciden antigénicamente con el virus epidémico eventual. 
La vacuna es más efectiva para prevenir la enfermedad respiratoria grave 
y las hospitalizaciones relacionadas con la influenza.
Todas las personas de 6 meses o más deben ser vacunadas. Los que 
corren el mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave y que más necesi-
tan la vacuna son bebés, niños pequeños, personas mayores de 65 años, 
mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas o inmuno-
deficiencia. Esta vacuna está contraindicada en personas que han tenido 
una reacción alérgica potencialmente mortal después de una dosis de 
vacuna contra la influenza o que tienen una alergia grave a algún compo-
nente de la vacuna, algunos de los cuales contienen una pequeña canti-
dad de proteína de huevo. Algunas personas con un historial de síndrome 
de Guillain-Barré no deben recibir esta vacuna. La vacuna generalmente 
se administra en una sola dosis cada año, aunque los niños de 6 meses a 
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TABLA 36-7 ■ Vacunas que pueden utilizarse en madres, antes, durante o después del embarazoa
VACUNA ANTEs DEL EmBArAzo DUrANTE EL EmBArAzo DEsPUés DEL EmBArAzo TIPo DE VACUNA
Influenza Sí Sí, durante la temporada Sí Inactivada
Tdap Puede ser recomendado; es mejor 
vacunar durante el embarazo 
cuando sea posible
Sí, en cada embarazo Sí, inmediatamente después del 
parto, si nunca ha recibido Tdap; 
es mejor vacunar durante el 
embarazo
Toxoide, 
inactivada
Td Puede ser recomendada Puede ser recomendada, pero es 
preferible Tdap
Puede ser recomendada Toxoide
Hepatitis A Puede ser recomendada Puede ser recomendada Puede ser recomendada Inactivada
Hepatitis B Puede ser recomendada Puede ser recomendada Puede ser recomendada Inactivada
Meningocócica Pueder ser recomendada La decisión basada sobre la base 
riesgo vs. beneficio; información 
inadecuada para recomendación 
específica
Puede ser recomendada Inactivada
Pneumocócica Puede ser recomendada La decisión basada sobre la base 
riesgo vs. beneficio; información 
inadecuada para recomendación 
específica
Puede ser recomendada Inactivada
HPV Puede ser recomendada (hasta 
los 26 años de edad)
No Puede ser recomendada (hasta 
los 26 años de edad)
Inactivada
MMR Puede ser recomendada, una vez 
recibida evitar la concepción 
durante 4 semanas
No Puede ser recomendada Viva
Varicela Puede ser recomendada, una vez 
recibida evitar la concepción 
durante 4 semanas
No Puede ser recomendada Viva
a Adaptado de la guía de los CDC: http://www.cdc.gov/vaccines/pregnancy/downloads/immunizations-preg-chart.pdf
8 años de edad pueden necesitar dos dosis durante una sola temporada 
de influenza. Algunos IIV contienen una pequeña cantidad del conser-
vante tiomersal (véase conservantes, incluido el tiomersal). Aunque se ha 
desmentido cualquier asociación con trastornos del desarrollo, la preocu-
pación pública sobre este tema ha llevado al desarrollo de IIV libres de 
tiomersal.
El segundo tipo principal de vacuna contra la influenza es una vacuna 
trivalente o cuadrivalente de virus vivo atenuado que se administra por 
vía tópica mediante aerosol nasal. Se preparan nuevas vacunas cada año 
para abordar la deriva antigénica mediante la reafirmación de genes que 
codifican los antígenos HA y NA actuales con un fondo genético viral que 
contiene genes virales internos con mutaciones atenuantes bien defini-
das. La vacuna tiene licencia en Estados Unidos para personas de 2 a 49 
años de edad. En algunos estudios pediátricos, la vacuna atenuada viva 
parecía proporcionar un mayor nivel de protección que la vacuna inacti-
vada; sin embargo, los datos de efectividad de la vacuna CDC de las tem-
poradas de influenza en 2013-2016 en Estados Unidos indicaron que la 
vacuna cuadrivalente con virus vivos atenuados no demostró efectividad 
estadísticamente significativa en niños de 2 a 17 años de edad. Por tanto, 
el CDC proporcionó una recomendación provisional de que la vacuna no 
se debe usar en ningún entorno en Estados Unidos para la temporada de 
influenza 2016-2017. Los profesionales deben consultar regularmente las 
pautas actualizadas del CDC sobre este punto.
Vacunas contra el virus del papiloma humano
Los virus del papiloma humano causan casi todos los casos de cáncer cer-
vicouterino y anal y la mayoría de los cánceres orofaríngeos. La mayoría 
de estos cánceres son causados sólo por dos de los muchos serotipos del 
HPV, tipos 16 y 18. Sorprendentemente, aunque el virus no se puede cul-
tivar de manera eficiente en cultivo, se desarrollaron vacunas efectivas 
contra el HPV que utilizan VLP formadas por componentes de la super-
ficie del HPV. Todas las vacunas con licencia de HPV protegen contra al 
menos estos dos tipos y algunas protegen contra cuatro o nueve tipos de 
HPV, con efectividad contra el cáncer vaginal y bulbar en mujeres, así 
como en la mayoría de los casos de cáncer anal y verrugas genitales en 
mujeres y hombres. Las vacunas contra el HPV se recomiendan para to-
dos los niños de 11 y 12 años para proteger contra la infección por HPV, 
y para las mujeres de 13 a 26 años y los hombres de 13 a 21 años que no 
han sido vacunados previamente. La vacuna contra el HPV también se 
recomienda para cualquier hombre que tenga sexo con un hombre. Las 
vacunas se administran en un régimen de tres dosis en un programa de 
0, 1-2 y 6 meses.
Inmunización materna
La inmunización materna durante el embarazo puede mejorar la protec-
ción del recién nacido después del nacimiento al proporcionarle inmuni-
dad pasiva. Inmunizar a las madres embarazadas es seguro y protege al 
niño de patógenos infecciosos letales en una etapa temprana de la vida 
cuando el sistema inmunitario no está completamente desarrollado. Uno 
de los protocolos de inmunización materna más exitoso consiste en la in-
yección de toxoide tetánico para estimular la producción de anticuerpos 
IgG que tienen una alta capacidad de neutralización y pueden atravesar 
la placenta. Las vacunas para Streptococcus

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