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14 LAS RESPONSABILIDADES EN LA PREVENCIËN, PREPARACIËN Y RESPUESTA A LAS EMERGENCIAS QU-MICAS

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LAS RESPONSABILIDADES EN LA PREVENCIÓN, PREPARACIÓN Y RESPUESTA 
A LAS EMERGENCIAS QUÍMICAS 
 
1. Introducción 
La prevención, preparación y respuesta a un accidente químico es responsabilidad de 
todos. La efectividad en el cumplimiento de las funciones de cada institución o nivel 
participante, permitirá que se desarrolle un plan coordinado de respuesta a la 
emergencia, lo que contribuirá a minimizar sus consecuencias. 
Las funciones varían de acuerdo con el alcance geográfico, sea nacional, regional, 
local o internacional, y según el tipo de actividad que desempeñe la institución a la que 
se pertenece, la que puede ser reguladora, asistencial, preventiva, académica, etc. 
Las responsabilidades de cada participante en la prevención, preparación y respuesta a 
un accidente químico, objetivo principal de esta presentación, han sido definidas por el 
PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) a través de su 
Metodología APELL, que define el papel de las autoridades nacionales y locales, de la 
industria y de la comunidad. Por otro lado, la OCDE (Organización de Cooperación y 
Desarrollo Económicos) hace énfasis en el papel de las autoridades públicas, de los 
trabajadores y de la empresa. Asimismo, la OMS (Organización Mundial de la Salud), a 
través del Programa Internacional de Seguridad de Sustancias Químicas (IPCS), 
presenta las funciones del sector salud en sus diferentes instancias. A continuación se 
mencionan las principales funciones descritas por instancia o entidad a la que se 
pertenece. 
2. Responsabilidades y funciones 
2.1 De las autoridades públicas (Fuente: Principios guías de la OCDE para la 
prevención, preparación y respuesta a accidentes químicos) 
• Motivar a todos los sectores de la sociedad sobre la necesidad de las acciones 
de prevención, preparación y respuesta a accidentes químicos. 
• Establecer objetivos de seguridad y garantizar que sean alcanzados. 
• Definir una estructura de control clara y coherente. 
• Monitorear la seguridad en instalaciones peligrosas. 
• Incentivar la investigación y reporte de los accidentes, y generar e implementar 
los instrumentos que los faciliten. 
• Establecer procedimientos apropiados para la evaluación de impacto ambiental 
de instalaciones peligrosas que se proyecten construir. 
• Defender el "derecho a saber de la comunidad" para garantizar al público, 
potencialmente afectado, el acceso a la información apropiada sobre 
instalaciones peligrosas. 
• Crear programas de preparación para las emergencias, incluida la realización de 
simulacros. 
• Propiciar el desarrollo, implementación, prueba y actualización en el lugar y 
fuera del sitio de planes de emergencia, en coordinación y con la participación 
de todos los involucrados, incluidos los administradores de instalaciones 
peligrosas, empleados y comunidades vecinas. 
• Garantizar que los sistemas de alarma de accidentes estén disponibles para 
avisar al público potencialmente afectado. 
• Facilitar y promover la diseminación de información e intercambio de 
experiencias relacionadas con la prevención, preparación y respuesta a 
accidentes. 
Para cumplir estas responsabilidades, las autoridades públicas en el nivel nacional y 
local, deben contar con un equipo técnico debidamente capacitado y recursos 
adecuados. 
Las responsabilidades mencionadas anteriormente competen a todas las autoridades 
públicas, incluidas las de salud en todos los niveles (nacional, regional y local). Sin 
embargo, hay algunas responsabilidades que son específicas de las autoridades 
públicas de salud, como son: 
• Generar planes del sector salud para la respuesta a accidentes, incluidas las 
funciones. 
• Normalizar los elementos básicos del Plan de Respuesta, tales como: 
• Determinar las funciones de todas las partes involucradas en la respuesta 
a accidentes. 
• Identificar posibles situaciones de emergencia. 
• Realizar el inventario de los peligros. 
• Identificar los recursos. 
• Garantizar la disponibilidad y suministro de antídotos. 
• Examinar las necesidades de comunicación. 
• Evaluar las necesidades de información: bibliotecas básicas. 
• Hacer uso de los centros de información toxicológica y centros de 
respuesta química en las emergencias. 
• Identificar los laboratorios toxicológicos 
• Crear un sistema de notificación de casos de emergencias. 
• Proveer locales alternativos para la atención de las víctimas. 
• Desarrollar sistemas para la recepción y el manejo de grandes cantidades 
de pacientes ("triage"). 
• Establecer un sistema de alerta para los profesionales de la salud. 
• Desarrollar e implementar programas de capacitación de los profesionales 
de la salud, incluidos los simulacros. 
• Establecer comunicación con el público. 
• Fomentar la investigación. 
• Crear mecanismos de cooperación internacional. 
• Fomentar los programas de concientización y preparación local, por 
ejemplo, mediante la aplicación del proceso de Concientización y 
Preparación para Emergencias en el Nivel Local (APELL) del PNUMA u 
otras actividades similares. 
2.2 Responsabilidad de los productores de sustancias químicas 
Promover la administración segura de cualquier sustancia peligrosa que produzcan, a 
través del ciclo de vida total de la sustancia, consistente con el principio de 
"acompañamiento del producto". 
2.3 De los administradores de instalaciones peligrosas 
• Función principal: Diseñar, construir y operar una instalación peligrosa en forma 
segura, desarrollar los medios para realizarlo e incorporar la protección a la 
salud y el medio ambiente como parte integral de las actividades económicas de 
la empresa. 
• Aspirar a alcanzar el objetivo: "cero incidentes". 
• Garantizar que los peligros estén identificados y clasificados y que los medios 
para minimizarlos o eliminarlos estén establecidos. 
• Garantizar que los procedimientos de operación seguros estén documentados. 
• Garantizar que todos los empleados, incluidos los temporales, reciban 
capacitación apropiada para desempeñar sus tareas. 
• Poner en práctica medidas de seguridad, tales como evitar o minimizar el uso de 
sustancias potencialmente peligrosas, sustituir sustancias más tóxicas por 
menos tóxicas, simplificar procesos, reducir al mínimo las exposiciones, etc. 
• Asegurar la calidad durante la construcción de la instalación peligrosa. 
• Garantizar la transferencia de información. 
• Garantizar la disponibilidad de equipo de protección personal. 
• Supervisar y garantizar la conveniencia de los almacenes de sustancias 
peligrosas. 
• Monitorear regularmente la seguridad de las instalaciones. 
• Proveer, en coordinación con las autoridades públicas, información apropiada 
sobre las acciones a tomar en caso de accidentes. 
• Desarrollar, implementar, probar y actualizar los planes de emergencia. 
• Identificar y evaluar los accidentes que pueden surgir en la instalación y sus 
posibles consecuencias. 
• Garantizar sistemas en el lugar para la detección rápida de un accidente o 
amenaza de accidente y para la notificación inmediata al personal de respuesta 
a emergencias. 
• Investigar todos los incidentes significativos para identificar las causas y 
emprender acciones para corregir cualquier deficiencia en la tecnología o 
procedimientos. 
2.4 De los empleados 
Llevar a cabo su trabajo de manera segura y contribuir activamente al desarrollo de 
políticas y prácticas de seguridad. 
2.5 De las agencias de ayuda financiera 
• Ayudar a reducir la probabilidad de accidentes con sustancias potencialmente 
peligrosas y ofrecer asistencia técnica, educación y capacitación para desarrollar 
la capacidad e infraestructura institucional. 
• Filtrar las propuestas de ayuda adecuadamente para minimizar la posibilidad de 
que estos proyectos de ayuda puedan contribuir a crear, sostener o aumentar un 
riesgo irracional de un accidenterelacionado con sustancias peligrosas. 
• Monitorear y hacer el seguimiento de los proyectos a fin de garantizar que se 
alcancen los requerimientos de seguridad esenciales. 
• Proveer ayuda financiera para desarrollar políticas y procedimientos que 
minimicen los riesgos de accidentes en instalaciones peligrosas. 
Muchas de las responsabilidades, a pesar de que recaen con mayor fuerza sobre una 
entidad determinada, requieren el trabajo coordinado un buen número de instituciones. 
Algunos ejemplos que justifican esta afirmación pueden ser: 
• La realización de inventarios de peligros. En ese caso se puede solicitar la 
participación de las autoridades locales, los responsables de la protección 
ambiental y de medicina preventiva, cuerpos de policía y bomberos, hospitales, 
centros de control de emergencias, defensa civil y autoridades militares, 
industria, etc. 
• Los programas de concientización y preparación local, por ejemplo, la aplicación 
del proceso de Concientización y Preparación para Emergencias en el Nivel 
Local (APELL) del PNUMA que requiere del trabajo conjunto del gobierno, la 
industria y la comunidad. 
• La capacitación del personal a través de simulacros debe acercarse al máximo a 
la realidad y contar con la participación de todos los sectores involucrados. 
2.6 De los organismos internacionales 
La Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo 
(CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992, adoptó la Agenda 
21. En el capítulo 19, dedicado exclusivamente a las sustancias químicas, se reconoció 
la necesidad de fomentar la cooperación internacional eficiente en relación con la 
prevención, preparación y respuesta ante las emergencias químicas. Asimismo, se 
relevó la necesidad de que los organismos internacionales, incluida la Organización 
Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud, Organización de 
Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Programa de las Naciones Unidas para 
el Medio Ambiente (PNUMA), Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros, 
aúnen esfuerzos a fin de mejorar la preparación de los países para enfrentar los 
accidentes químicos. Para lograrlo, estos esfuerzos están dirigidos a: 
• Proporcionar una base científica internacionalmente evaluada para que los 
países puedan desarrollar sus propias medidas de seguridad química y 
fortalecer su capacidad nacional para la prevención y manejo de los efectos 
dañinos de los productos químicos, y para manejar los aspectos de salud ante 
las emergencias químicas. 
• Desarrollar principios, procedimientos y guías para hacer frente a las 
emergencias químicas. 
• Crear bancos de datos, publicaciones y bibliotecas virtuales que faciliten el 
acceso rápido a la información sobre sustancias químicas y manejo de 
emergencias. 
• Establecer programas de capacitación e instrumentos que faciliten las acciones 
de prevención, preparación y respuesta en todos los niveles. 
• Elaborar directorios de centros de respuesta a emergencias y de profesionales 
con experiencia en el tema. 
• Incentivar la estandarización en la presentación de reportes e investigación de 
accidentes. 
• Estimular el intercambio de información entre los países. 
3. Conclusión 
La mayoría de los accidentes que involucran sustancias químicas pueden prevenirse y 
el éxito que se obtenga en la prevención de tales accidentes depende de la 
coordinación que exista entre los actores involucrados. Por ello, es importante que 
cada participante conozca sus funciones y sepa cómo actuar en cada una de las 
etapas de prevención, preparación y respuesta. 
4. Bibliografía 
• Duncan, Ellison. Organización y responsabilidades en la prevención y 
planificación de emergencias que involucran sustancias químicas. Simposio 
Regional sobre Preparativos para Emergencias y Desastres Químicos: Un Reto 
para el Siglo XXI, México, D.F. 30 oct. - 1 nov. 1996. Washington: OPS;1996. 11 
p. 
• CDE. Guidance concerning health aspects of chemical accidents. Paris: OCDE; 
1996. 62 p. 
• OCDE. Guiding principles for chemical accident prevention, preparedness and 
response. Environment Monograph Nº 51, Paris: OCDE; 1992. 123 p. 
• OCDE. Workshop on the provision of information to the public and the role of 
workers in accident prevention and response. Environment Monographs Nº 29. 
Paris: OCDE; 1990. 81 p. 
• OMS. Proceedings of the African Workshop on Health Sector Management in 
Technological Disasters, Addis Ababa, 26-30 Nov. 1990. Finland: National Public 
Health Institute; 1991. 237 p. 
• PED/OPS. Curso Regional sobre Planificación, Prevención y Respuesta de los 
Accidentes Químicos en América Latina y el Caribe, México, 15-19 nov. 1993. 
México, D.F.: OPS; 1993, 171 p. 
• PNUMA. Un proceso para responder a los accidentes tecnológicos. París: 
PNUMA; 1989. 70 p. 
• PNUMA; OIT; OMS. Programa Internacional de Seguridad sobre Sustancias 
Químicas (PISSQ). Accidentes químicos: aspectos relativos a la salud. Guía 
para la preparación y respuesta. Washington, D.C.: OPS; 1998. 140 p.

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