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la era cenozoica

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
Área de Energía, las Industrias y los Recursos Naturales No Renovables
Ingeniería en Geología Ambiental y Ordenamiento Territorial
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
ÁREA DE LA ENERGÍA, LAS INDUSTRIAS Y LOS RECURSOS NATURALES NO RENOVABLES
CARRERA DE INGENIERÍA EN GEOLOGÍA AMBIENTAL Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL
MÓDULO VIII
UNIDAD DE PALEONTOLOGÍA
	
	TEMA:	
LA ERA CENOZOICA
	RESPONSABLE:	
			Nataly Serrano Ochoa
DOCENTE:
Ing. Carlomagno Chamba
PARALELO:
“A”
Loja- Ecuador
 2014
LA ERA CENOZOICA
La Era Cenozoica se divide, un tanto arbitrariamente, en dos partes: La Era Terciaria y la "Era Cuaternaria"; esta última comprende aproximadamente los dos últimos millones de años, y el principal interés en estudiarla por separado, radica en la gran extensión que cubren sus sedimentos, aunque sean poco potentes.
Figura 1. La era cenozoica.
Sudoración es comparable a la de un par de zonas de Ammonites en el Jurásico. En cambio, la Era Terciaria, que precede a la Cuaternaria, tiene una duración de unos 70 millones de años; el Cenozoico, en conjunto, puede considerarse como la "Era de los Mamíferos". La crisis sufrida por los seres vivos mesozoicos, al final del Cretácico, ya fue considerada en el Capítulo anterior, así como los problemas que plantea esta crisis; nos queda ahora por estudiar el desarrollo de la vida subsiguiente, en el Cenozoico.
Uno de los fenómenos más característicos del Cenozoico, es el apreciable, si bien desigual, descenso de la temperatura, en el transcurso de esta Era. La explicación de este fenómeno, por ahora, no se conoce en forma adecuada, pero es algo que se puede observar repetidamente, en los diferentes estudios llevados a cabo en el Cenozoico, y que culmina con las glaciaciones del Cuaternario.
Información aportada por los invertebrados y las plantas del terciario
Después de la extinción de los Ammonites y Belemnites, los únicos Cefalópodos que continúan habitando el mar, durante el Cenozoico, a parte de los últimos representantes de los Nautiloideos, son los Dibranquides (Calamares, Sepias, Pulpos, etc.), en cierto modo descendiente de los Belemnites. Sin duda, estos Cefalópodos nos habrían proporcionado un interesante ejemplo de desarrollo evolutivo, pero la tendencia a la reducción de la concha, es tan pronunciada, que su registro fósil es muy escaso, comparado con el de otros Moluscos. 
Es tal la abundancia de Pelecípodos y Gasterópodos, que cabría preguntarse si no debería llamarse con propiedad, el Cenozoico, la "Era de los Pelecípodos y Gasterópodos". Se conocen más de 120.000 especies de estos Moluscos (actuales y fósiles), en su mayoría cenozoicos, en comparación con sólo unas 60.000 especies de Vertebrados. 
Sólo los Insectos y las plantas, los exceden en número de especies: aproximadamente se conocen unas 250.000 especies de plantas y 800.000 especies de Insectos, y constantemente se están describiendo nuevas especies.
La evolución de los Pelecípodos y Gasterópodos, se puede seguir bien en los fósiles, aunque resulte difícil apreciar una tendencia evolutiva general dentro de estos grupos. Los Rudistas se extinguieron al final del Mesozoico, pero en tamaño con estos bivalvos, rivalizan las Tridacnas gigantes, que pueden llegar a tener 1 m. de largo y pesar más de 100 Kg. (incluyendo las partes blandas). 
Figura 2. Pelecípodos
Los Artrópodos aparecen ocasionalmente fósiles con sus variadas formas; los Crustáceos (cangrejos y langostas), se encuentran en sedimentos marinos, mientras los Insectos son a veces frecuentes en los sedimentos continentales.
Los Ostrácodos, pequeños Crustáceos con caparazón bivalvo, son muy numerosos e importantes en los sedimentos, tanto marinos como continentales, y son muy útiles para los micropaleontólogos, como fósiles guía, tanto en estratigrafía como en ecología. 
En ciertos aspectos, pueden suplir con ventaja a los Foraminíferos, seres unicelulares que, pese a la simplicidad de su organización, pueden segregar caparazones de ornamentación y forma muy variadas, pudiendo llegar a sobrepasar los 12 cm. De diámetro, algunas formas gigantes como los Nummulites. Las pirámides de Egipto, están construidas principalmente con calizas terciarias ricas en Nummulites, que pueden verse a simple vista; Herodoto, en el siglo v antes de Cristo, ya hace notar su presencia. Las recientes investigaciones en Micropaleontología, se han ocupado del estudio del llamado "nannoplancton", formado por los restos fósiles de ciertos microorganismos planctónicos, que con frecuencia aportan valiosos datos estratigráficos, si bien han de ser estudiados mediante técnicas especiales y con auxilio de un potente microscopio.
Además de este enfriamiento progresivo experimentado por el clima, tuvo lugar otro importante acontecimiento, durante la Era Terciaria: la desaparición del Mar de Tethys y la formación de cadenas montañosas llamadas "alpinas". Este mar, se extendía, durante el Mesozoico, desde lo que ahora es Indonesia, por las regiones del Himalaya, el Cáucaso y los Alpes, hasta el Atlántico, con una parte adicional, correspondiente a Centroamérica. El actual Mediterráneo, es un pequeño resto de este gran océano, y es curioso comprobar, que estas cadenas montañosas, que comprenden las cimas más altas del mundo, están formadas en parte, por materiales que, por la fauna fósil que contienen, se puede demostrar que han estado bajo el nivel del mar hace relativamente poco tiempo. 
Figura 3. Formación de las cadenas montañosas alpinas 
Por ejemplo, en los Alpes, en la región del Mont Blanc, donde concurren las fronteras entre Francia, Italia y Suiza, el estudio de los fósiles contenidos en los estratos, nos ha llevado a las siguientes conclusiones:
1) Las rocas sedimentarias que forman los Alpes, presentan con frecuencia, clara evidencia de haberse formado en el mar, a bastantes metros de profundidad.
2) La edad geológica de los sedimentos que formaron estas rocas, abarca desde los comienzos del Mesozoico, hasta mediados de la Era Terciaria.
3) Los movimientos orogénicos, responsables de las estructuras alpinas, parece que alcanzaron su máxima intensidad ya en el Cenozoico.
4) Gran parte de estas montañas "alpinas", están formadas por conjuntos de rocas sedimentarias que, una vez levantadas por los movimientos orogénicos, se han deslizado "por gravedad", como si se tratase de grandes "balsas", en ocasiones, de muchos kilómetros cúbicos.
BIBLIOGRAFÍA:
James Scott, (1975), Introducción a la PALEONTOLOGÍA
http://mexico.cnn.com/tecnologia/2011/02/26/un-cactus-andante-podria-ser-el-antepasado-mas-antiguo-de-las-aranas.
http://encina.pntic.mec.es/~nmeb0000/invertebrados/moluscos/gruposmoluscos/cefalopodos.html.

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