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El concepto psicoanalítico de sexualida

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IV
El concepto psicoanalítico
de sexualidad
Una introducción
La Medicina, con el auxilio de las Ciencias 
-
cos de las enfermedades. Para el médico, 
conocerlos en detalle es tan esencial como 
comprender las necesidades -
tan los pacientes en la consulta. Percibir lo 
lo que piensa, siente y hace en esa circuns-
tancia requiere del médico entender las mo-
tivaciones que subyacen a sus necesidades, 
la consciente e inconsciente 
que les atribuye, los que 
utiliza para resolverlas, los afectos que las 
-
mano trata de resolver las tensiones que lo 
motivan y de realizar sus posibilidades se 
denomina conducta o comportamiento.
-
se movilizan alrededor de decidir el cómo, 
cuándo y de una consulta médica. Y 
cómo se responde a la consulta y a sus in-
dicaciones. Es reconocido por la Medicina 
que ciertos comportamientos con los que el 
salud. Por eso, comprenderlos y saber mane-
¿qué determina una conducta?
-
mano, la teoría psicoanalítica introdu-
jo hipótesis tales como el determinismo 
-
otro puso de relieve la importancia del 
La opinión popular
de la sexualidad
¿Por qué comenzar con el estudio de la 
sexualidad, en especial la sexualidad infan-
til, para estudiar los funcionamientos men-
la práctica médica? Porque la sexualidad, 
entendida como psicosexualidad, es uno 
de los ingredientes fundamentales de la 
mente humana y esencial para entenderla. 
Pero para eso hay que ampliar el concepto 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛54
de sexualidad de los límites estrechos que le 
El punto de vista popular entiende la 
sexualidad normal o natural como un ins-
tinto
la especie, un comportamiento preformado 
para llevar a cabo con un objeto
 rela-
la infancia, que se inicia en la adolescen-
-
a cada sexo”.1 Por lo tanto, con ese térmi-
placer dependiente del funcionamiento del 
Cualquier desviación de esta sexualidad 
considerada normal
como una anormalidad, una perversión -
-
ra a nivel social la connotación de lo sexual 
como indecente, sucio, prohibido. También 
-
nentes mentales infantiles e inmaduros.
Esta idea corriente o vulgar acerca de 
-
El punto de vista
del Psicoanálisis
sexual posibilita la reproducción de la espe-
cie, el Psicoanálisis sostiene que en el ser 
humano la sexualidad está centrada en 
experiencias de placer siendo el coito y la 
carecemos de orientación acerca de lo que 
los hombres llaman sexual. Para todas las 
necesidades prácticas de la vida cotidiana, 
de placer, a la función de la reproducción y 
al carácter de lo indecoroso que ha de man-
tenerse en secreto”.2 Con sus contribucio-
nes mediante el Psicoanálisis, el concepto 
de sexualidad ha sufrido una verdadera mu-
tación, porque:
-
fantil. 
por primera vez en la adolescencia sino 
desde el comienzo de la vida. No sólo 
-
-
intervención de otras zonas corporales 
no genitales, la boca, el ano, los pechos, 
etcétera, que simbólicamente pueden 
la sexualidad como una fuerza poderosa 
en la mente de los niños y de los adul-
tos”3
libido. Su presencia como deseos en la 
sexualidad infantil y adulta y su trascen-
dencia para la vida de las personas no 
el polo pulsional de la persona.
otro sector: el Yo, el polo defensivo de 
la persona que se enfrenta con las ex-
periencias de la sexualidad infantil y se 
cuando le generan an-
gustia por el mecanismo de la represión. 
En estas condiciones la represión, como 
una fuerza psíquica muy poderosa, las 
1 
2
3 Meltzer, D. 
⎛ 55⎞
-
-
riencias de placer pero su contracara 
es la angustia. Para protegerse de la 
Frente a la actividad defensiva del Yo, 
la sexualidad infantil irá quedando atrás, 
-
pecialmente en 
síntomas neuróticos
Por la represión, lo inconsciente se 
constituirá como un sector escindido 
seguirá siendo vulnerable en todo mo-
mento.
-
nos que no estaban previamente de-
mostró cómo los síntomas neuróticos 
pueden 
-
-
ciente, una de las razones de por qué, 
aunque le hacen sufrir, al Yo le cuesta 
tanto abandonarlos. Señaló la transición 
neurótica, y a ésta como al negativo de 
la perversión.
-
manas como la creación artística, la 
la actividad 
profesional -
za de la pulsión sexual que ha tomado el 
camino de la sublimación (ver Vocación 
.
Es en función de los estados mentales 
que la caracterizan que es necesario ocupar-
se de la sexualidad y no de las actividades 
son las prácticas habitualmente llamadas 
sexuales las que aquí interesan sino la pre-
sencia movilizadora de la sexualidad en los 
procesos mentales y afectivos de todo tipo. 
Desde esta perspectiva,
-
cia en estos capítulos es algo a ser in-
necesariamente de conductas o acti-
habitualmente se la relaciona.
De esta manera, el concepto de sexuali-
dad se ha transformado en y sig-
-
terísticas:
-
zación más amplia, -
-
tación asociados a estímulos corporales o 
-
placentera que requiere ser aliviada.
-
orientan fuertemente al sujeto en su 
Al hablar de placer se incluyen senti-
mientos referidos a sensualidad, a goce, 
deleite, bienestar, gusto, anhelo, deseo, que 
van desde una simple satisfacción hasta la 
voluptuosidad más intensa.
En el ser humano el abanico de sensa-
-
especialmente atento.
IV 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛56
defecación, micción y otras necesidades 
-
mente se independiza de ellas. por 
la excitabilidad de distintas zonas corpo-
constituyen en las llamadas zonas eró-
genas. Es provocada por las incitaciones 
más o menos encubiertas provenientes 
del mundo adulto, en especial por las 
manipulaciones corporales provenientes 
de los cuidados y suministros parenta-
les. Estos cuidados ubican al niño desde 
el comienzo de la vida en el universo 
fantasmático de las aspiraciones y de-
seos de los padres.
organizacio-
nes libidinales oral, anal, uretral, fálica, 
caracterizadas por diferentes componen-
tes o pulsiones parciales, experiencias de 
placer de zonas corporales, relaciones de 
-
tructuradas como fantasías inconscientes. 
Éstas forman el contenido de los procesos 
mentales más primitivos, se relacionan 
le hacen o a los que se 
le hacen -
plo, en torno a la experiencia con la ali-
mentación, el bebé puede experimentar 
que se traga canibalísticamente el pecho 
materno, que puede expulsarlo, sentirse 
atacado por él, etcétera. 
inconscientes son organizaciones menta-
imaginativo.
los componentes parciales de las dis-
alcanza, aproximadamente entre los 3 
y 5 años la culminación de la sexuali-
dad infantil con los padres, el llamado 
 Edipo
período de la-
tencia, para irrumpir en la adolescencia 
-
su sexualidad dos veces, con el período 
de latencia de por medio. Toda esa com-
desarrollo 
.
-
rán estrictamente la elección de objeto 
de amor y la modalidad de la actividad 
sexual en el adulto. Los efectos de la 
sexualidad infantil se harán conocer en 
la vida erótica adulta como deseos, que 
que aspiran a restablecer compulsiva-
mente la satisfacción de las necesidades 
primitivas experiencias de placer de la 
ellas enlazados. Compulsivamente quie-
re decir que las experiencias tenderán 
a repetirse en la modalidad y variedad 
conocidas en el pasado. De esa manera, 
la fuerza del pasado se hará sentir en el 
presente y determinará los fenómenos 
conocidos como transferencia.
represión, 
la sexualidad se asociará a lo sucio, feo, 
. A nivel social se expresará en 
los innumerables tabúes que pesan sobre 
ella, en el disgusto, el rechazo, el pudor 
-
sionadamente los temas vinculados a la 
sexualidad, ni siquiera en Medicina.
 Se sostiene que la actitud social hacia 
la sexualidad ha cambiado últimamen-
te, que se ha liberalizado, siendo más 
franca y más abierta. Debe recordarse, 
de la represión y de sus efectos.
⎛ 57⎞
-
dos como fantasías inconscientes queden 
inevitablemente vinculados a lo prohibi-
do a través de normas y admoniciones 
que provienen de los padres, educadores, 
-
cia parental y social como una estructu-
denomina conciencia moral o Superyó y 
que impondrá al Yo valores e ideales. El 
-
-
formación de las tendenciasoriginarias 
-
placer preliminar -
-
cubierta en los síntomas neuróticos, de 
perversiones o 
en actividades intelectuales o artísticas 
sublimación.
Este cambio conceptual introducido por 
el Psicoanálisis, que ha sido y es fuerte-
mente resistido, permite entender por qué 
la sexualidad está presente como -
do en todas las manifestaciones humanas: 
en los comportamientos, en la salud, en la 
producciones de la cultura, en los fenóme-
nos sociales. Todos los hechos humanos de 
-
desde las pulsiones sexuales y las transfor-
Por otra parte, si bien la sexualidad par-
ticipa en todo aquello que caracteriza a lo 
todo. Siempre hay una otra cosa a la que 
eventualmente puede estar enfrentada.
renunciar a buena parte de las mani-
le demandan transformar sus aspira-
ciones. Esta renuncia resulta reforza-
da por el proceso de educación paren-
-
-
-
Dentro de esta concepción más abarca-
dora de la sexualidad, la Medicina que se 
ocupa de la salud y de la enfermedad y don-
presente, no puede eludir su estudio.
El salto a la humanización: 
del instinto...
-
de comportamiento en los animales, 
-
preservar el individuo o la especie.
-
tiva de esta manera: “Son mecanismos del 
interno y externo, a los cuales responden 
-
IV 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛58
nalidad es contribuir al mantenimiento del 
individuo y la especie”.4 Interesa observar 
en escala animal la relación entre la función 
reproductora necesaria para la sobrevida de 
la especie y las conductas sexuales. El de-
sarrollo de la evolución hace que en los ani-
males superiores, la actividad sexual no esté 
asociada exclusivamente a la reproducción 
sino también forme parte de la tendencia a 
relaciones más permanentes entre los ma-
chos y hembras adultos, esto es, a un cierto 
tipo de vida familiar.5
...a la pulsión
-
mientos como en los animales? La respues-
ta no puede ser unívoca. Cuando en la es-
un salto cualitativo: a diferencia del mundo 
-
cipa la vida mental y vida mental es historia, 
-
tividad, acceso a los lazos sociales. Para ex-
se hace intervenir a la pulsión trieb en ale-
mán, drive -
una fuerza proveniente del interior del 
-
cialmente determinada como el instinto. 
-
-
riados comportamientos humanos.
El concepto de pulsión se descompone 
Empuje es el factor motor de la pulsión, 
como una necesidad perentoria a la que 
percibido como afecto.
fuente de la pulsión es un estado de 
excitación que proviene del interior del 
cuerpo. Es un proceso somático loca-
cuerpo que produce un impulso. En 
de manifestarse en una conducta que lle-
va a suprimir la excitación interna.
 o meta es el acto o acción por el que 
se suprime la excitación y a través del 
que la pulsión se satisface. Es aque-
llo por lo que la fuente se conoce, por 
la boca como fuente para la pulsión de 
alimentación. El chupeteo es la meta de 
-
presado en una fantasía inconsciente de 
objeto de la pulsión es aquello hacia lo 
que la acción apunta y le permite alcan-
zar su meta, el alivio de la tensión inter-
4 . Oxford: Clarendon, 1951.
5
-
con exclusividad al período de celo. Compárese con la sexualidad en el hombre.
⎛ 59⎞
ser una persona total, una parte de ella 
o el propio Yo. Pero siempre se tratará 
sobre todo de los primeros, la madre y 
los otros de su entorno, los que formarán 
niño. El objeto es lo más variable de la 
enlazado a ella como en el instinto sino 
subordinado como consecuencia de su 
adecuación a la búsqueda de la satisfac-
ción. Esto quiere decir que se lo puede 
-
males, en el sujeto humano el objeto es 
inicialmente contingente. Pero sucesi-
-
haber señalado que, a diferencia del ins-
tinto, la pulsión o impulsión en el hombre 
es una fuerza relativamente indeterminada 
-
tisfacción.
carácter poco preciso pero imperioso del 
impulso motivante, la contingencia del 
.6
Dado el proceso de simbolización, al 
los destinos que conoce la pulsión 
un objeto típico o a una determinada mo-
dalidad de satisfacción
-
nativo por el que busca la satisfacción. Es 
el Yo el que, como resultado de su historia, 
-
facción.
El concepto de explica conoci-
-
mano se halla marcado por sus experiencias 
o menos disfrazada a modos de satisfac-
Tiende a la repetición de las experiencias 
desprenderse de ellas.
La energía psíquica
y la investidura
En tanto la pulsión es concebida como una 
-
sario suponer una energía psíquica, que es 
parte de la pulsión o deriva de ella, capaz de 
formulación hipotética pero útil para expli-
car ciertos hechos de la clínica. 
.
Se supone que recuerdos, fantasías o 
inves-
tidos
que proviene de las pulsiones sexuales y 
del que depende la importancia y trascen-
dencia de los mismos para la vida mental 
 o afectivo. 
Cuanto más investidos, tanto mayor es su 
valor. Cuando ocurre lo contrario se habla 
de desinvestidura
no importan.
Para el niño, la madre es un importan-
tendrá 
investidos fuertemente los pensamientos, 
deseos y fantasías asociados con ella. Si el 
-
tos eróticos referidos a ella pueden perder 
-
6 Freud, S. Ibidem, 1917.
IV 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛60
miento consciente. Este mecanismo, cuya 
expresión clínica es el olvido, se denomina 
represión -
nado más arriba.
con ella: el malestar, el dolor, la inca-
-
to al médico.
La pulsión tenderá a adherirse, esto es, a 
y modos de satisfacción a los que les cos-
Edipo implican fuertes investiduras que se 
hace difícil abandonar. Cuanto más intensa-
costará en el futuro investir
forma parte del concepto de .
La pulsión y el Yo
-
no no se halla determinada, lo que la de-
termina en el hombre es lo que proviene de 
la vida mental, de sus experiencias, de sus 
en su histo-
ria. Las pulsiones aportan desde el interior 
como tensión de necesidad de la que no se 
hacerlo. O, por el contrario, de cómo pro-
hibirse hacerlo
pulsión y el Yo.
En la medida en que las demandas pulsio-
estas representaciones asumen de ahora en 
han sido delegados en ellas.
Las necesidades corporales, concebidas 
como factores cuantitativos, pasan a ser 
 en la mente, por lo que pueden 
ser reconocidas y percibidas por las ideas 
que las representan. ¿Qué quiere decir que 
determinados son modelados por las expe-
riencias y la socialización. Experiencias 
que se han inscripto como engramas psí-
 que de ahora en más van a plantear 
en forma de los modos y 
¿Cómo ocurre?
Las primerísimas experiencias son las 
más importantes porque a la vez que son re-
-
nocida como . Es útil con-
siderar esas experiencias tempranas como 
asociadas solidariamente en el que intervie-
primeras necesidades -
el modo de 
ser satisfechas, lo relacionado a la succión, 
asociadas placenteramente a la lactancia; y 
el objeto
hizo posible, el pecho de la madre.
Su inscripción simultánea en forma de 
una triple huella conocida como viven-
cia de satisfacción organiza los prime-
-
forma de archivos de huellas mnémicas que 
pero no nece-
. 
Persiste una fuerte tendencia a reiterarlas 
satisfacción de las necesidades. Eventual-
mente, con el tiempo y si se pudieran poner 
-
⎛ 61⎞
-
momento un placer que deseo reiterar”.
Las experiencias vividas han provocado 
-
rizadas en el espacio de la mente, represen-
taciones de deseo
evoquen a las primeras experiencias de sa-
tisfacción. En tiempo y forma, la ausencia 
del objeto deseado, cuando se lo necesite, 
va poner en marcha el importante proceso 
de simbolización
de-
manda
relación con los demás.
-
nizada, asume la tarea de encontrar respues-
ta a las necesidades pulsionales. Lo corpo-
ral se ha desplazado a sus representantes 
psíquicos, entendiendo por tal una especie 
de delegado que representa los intereses de 
la pulsión en la mente a los que ésta debe 
El conjunto de las primeras huellas de 
-
los núcleos 
-
la tendencia a la 
homeostasis pero estarán de ahora en más 
-
ocurre en el Yo. En tanto psíquicas, pasan 
-
dencia al placer, y a evitar el displacer, a ser 
buscadas por el camino que les marca elde-
displacer. Más tarde deberá tener en cuenta 
-
introducción del principio de realidad per-
provenientes de la realidad. En conclusión, 
-
-
demanda de la pulsión, inicialmente 
humanos sean tan diferentes unos a 
otros.
Pulsiones sexuales 
y de autoconservación
internos, ¿cuántas son y de qué manera cla-
-
diana las pulsiones de autoconservación 
-
era el hambre, su función la alimentación, 
-
tisfacerse, de manera más o menos imperio-
sa. Tal vez en el nivel humano, las pulsiones 
o necesidades de la autoconservación estén 
tan revestidas por las sexuales que se hace 
muy difícil su reconocimiento aislado. En la 
inanición. Es por eso que en el ser humano el 
otro efecto del salto a la humanización.
Y , que pueden en-
tretenerse con la vida de fantasía durante un 
-
nerse activas en la fantasía. En realidad, la 
pulsión sexual es considerada la pulsión por 
excelencia. Aporta ese plus que le da a la 
IV 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛62
vida mental, en más o en menos, esa notoria 
característica de desmesura.
parte de las pulsiones sexuales. El compo-
sadismo ma-
.
El narcisismo
-
ción de las pulsiones fue el descubrimiento 
del narcisismo. Se revelaba en los fenóme-
-
sonas tienen con el propio cuerpo al que 
-
-
mismo. Se expresa en el mito de Narciso. 
Cuando predomina sobre el amor a los de-
egoísmo.
le ocurren a la persona con la enferme-
de su dolencia por encima de todas sus 
-
vuelve a sus intereses cotidianos.7
Pulsiones de vida 
y pulsiones de muerte
pulsional: las pulsiones de vida frente a las 
pulsiones de muerte. Ambas participarían 
-
pulsiones de 
vida incluyen ahora a las sexuales y a las 
enfrentadas, como antes, todas al servicio 
de la vida y de la preservación de la salud. 
Freud incluye entre las pulsiones de vida, o 
como parte de ellas a la “pulsión de sanar, 
a la que debemos nuestras curaciones –uni-
da a nuestros auxilios terapéuticos– quizá 
sea el resto de esta facultad desarrollada de 
-
riores”. La Medicina siempre ha tenido en 
cuenta el poder autocurativo presente en el 
cuerpo.
-
co. Para no sucumbir a ellas, el Yo debe 
necesariamente proyectarlas al exterior 
con el auxilio de las pulsiones de vida. 
Una parte de las pulsiones de muerte sobre 
como agresividad
la fuerza de la pulsión de muerte sobre los 
demás. Pero, ocurre que también tiene otro 
destino: 
-
-
sí mismo, nuevamente sobre el propio 
-
merosas observaciones reconocen en 
este movimiento un punto débil para 
la salud: genera sentimientos de culpa 
-
accidentes o alguna enfermedad grave 
-
laces, el suicidio.
7 Freud S. “Introducción del Narcisismo”, 1914. En: 
 Freud, S. “Nuevas Conferencias de Introducción al Psicoanálisis”, 1933. Conf. 32 En: 
⎛ 63⎞
La pulsión de muerte es un concepto al-
tamente especulativo y rechazado hasta por 
“¡Rara pulsión esa que se dedicaría a des-
9
la distancia porque pertenecen a hechos con 
contextos distintos, el concepto de pulsión 
enfermedades autoinmunitarias, donde en 
ocasiones, por razones que no están claras 
en la actualidad, se desarrolla una respuesta 
inmunitaria de -
lulas de la persona, como en la enfermedad 
-
sistémico, etcétera.
de una década la presencia de procesos de 
sui-
cidan para preservar la vida. Se supone que 
el malfuncionamiento de este mecanismo, 
que se denomina apóptosis -
La importancia 
del concepto de pulsión
Con la utilización del concepto de pulsión se 
introduce un modelo para entender ciertos 
hechos del nivel humano y conviene mante-
nerlo. Como dice Laplanche “la noción de 
pulsión da razón del hecho de que no somos 
causa de nosotros mismos sino que somos 
 La verdadera fuer-
de deseo desde el momento en que éstas que-
dan, en cierto sentido, separadas por haber 
sido reprimidas y por estar ancladas en deter-
La pulsión como concepto ayuda a des-
mantelar al de instinto, a desvincularlo del 
las necesidades internas se mediatizan a 
través de complicadas representaciones de 
deseo o se independizan de ellas dando lu-
desarrollo. Ayuda a entender la sexualidad 
proceso 
, que se inicia en la infancia en 
pero que se autonomiza rápidamente de 
ellas en la medida en que empieza a inter-
venir la búsqueda de placer.
La noción de pulsión sexual rompe en 
el ser humano con el concepto de un orden 
pero también para besar, para hablar; los 
mundo externo necesarias para la sobrevida 
eróticos necesarios para la satisfacción o 
para tragarse
-
-
entenderse de dos maneras: 1. Desde una 
evolución darwiniana de las especies, lo 
-
dualmente desde lo corporal, la pulsión 
engarza al cuerpo en la mente y sus ne-
cesidades mandan. Los animales superio-
hombre resabios de vida instintiva animal. 
2. Desde una concepción más estructura-
lista y hermenéutica se piensa que habría 
-
ca del hombre con su herencia animal. La 
hombre y la clave de su socialización. El 
9 Ibidem, 1933.
 Laplanche, J. 
IV 
Salud Mental en Medicina - Héctor A. Ferrari⎞⎛64
Adelantando la estructura 
tripartita, el Ello
En el capítulo VII se incluirá en detalle el 
punto de vista estructural del aparato psí-
quico. Pero corresponde cerrar éste, que es-
tuvo dedicado al estudio de las pulsiones, 
con una referencia anticipada a lo que se 
conocerá como Ello.
Freud11
Ello al polo pulsional 
de la persona: aquello impersonal que em-
-
rección. No hay idea de un sujeto en el Ello, 
por eso su denominación como pronombre 
-
11
nudo se expresa en términos como: “No sé 
“me sobrepasó”, “me vino no sé de dónde”, 
etcétera. En ese sector, la persona no vive 
sino que siente que es vivida por poderes 
la fuerza de lo desco-
nocido, las pasiones.
En el sector del Ello reinan los represen-
tantes psíquicos inconscientes de las pul-
siones, coexistiendo de manera anárquica, 
sin suprimirse ni excluirse mutuamente. Su 
modo de funcionamiento es el del proceso 
primario . Se supone que 
el Ello está disponible al nacer y que de él 
de la percepción.

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