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Resumen de Traumatología - Santojanni

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Resumen de Traumatología y Ortopedia
SANTOJANNI 2023
Traumatología - Santojanni | 1
Índice
Generalidades y boludeces	2
Fracturas	2
FRACTURAS ESPECIALES	3
Tratamientos básicos	3
TORNILLOS	3
PLACAS	4
Artritis y artrosis	4
ARTRITIS	5
ARTROSIS	5
Tumores	5
LESIONES PSEUDOTUMORALES	7
Osteonecrosis	7
Columna vertebral	8
FRACTURAS TORACOCERVICALES	8
ESCOLIOSIS	9
ESPONDILOLISIS	10
LUMBOCIATALGIAS	11
Pierna, tobillo y pie	11
ANATOMÍA	11
LESIONES DE TOBILLO	11
PIE	12
Cadera	13
FRACTURAS DEL CUELLO DEL FÉMUR	14
LUXACIÓN DE CADERA	15
PATOLOGÍAS DEGENERATIVAS	15
Rodilla	16
RUPTURA DE LIGAMENTOS	16
MENISCOS	17
RUPTURAS TENDINOSAS	17
FRACTURAS	18
PATOLOGÍA ORTOPÉDICA	18
ALTERACIONES DEL EJE	19
Traumatología infantil	19
PATOLOGÍAS CONGÉNITAS	19
PIE BOT	20
PATOLOGÍAS ADQUIRIDAS NO TRAUMÁTICAS	20
PATOLOGÍA TRAUMÁTICA	21
Fracturas expuestas	21
Traumatismos de partes blandas	23
DIRECTAS	23
INDIRECTAS	23
MICROTRAUMÁTICAS	24
Miembro superior	24
CINTURA ESCAPULAR	24
HOMBRO Y BRAZO	25
CODO Y ANTEBRAZO	26
MUÑECA Y MANO	27
FRACTURAS SUPRACONDÍLEAS EN NIÑES	28
Fractura de pelvis	28
Síndromes compresivos	30
SÍNDROME COMPARTIMENTAL	30
 
Fuentes: Clases, Traumatología y Ortopedia Ramos-Vertiz (2° ed)
Generalidades y boludeces
	La ortopedia (del griego: ortho, "enderezar" y pedia, “niños”) es una especialidad que se encarga de la patología ósea no traumática. La traumatología se ocupa de todas las lesiones musculoesqueléticas.
	Obviamente se basa en la anamnesis. En la inspección se evalúan:
· Características de la piel: hematomas, equimosis, excoriaciones, heridas, cicatrices, fístulas, flicténulas.
· Actitud: Fisiológica, antálgica, postural, compensadora, estructura, malformaciones y deformaciones.
· Eje de los miembros: Aducción, abducción, rotación interna o externa, varo (aducción + rotación interna) o valgo (abducción + rotación externa).
· Eje del raquis: Cifosis, lordosis o escoliosis.
· Relieves óseos
	La palpación permite reconocer elementos anatómicos, puntos dolorosos, temperatura local, tono y trofismo muscular. Se evalúa la movilidad articular (activa, pasiva, límites antálgicos), la fuerza muscular (test de Kendall), y se realizan maniobras especiales según sea necesario.
Fracturas
	Las fracturas es una solución de continuidad de un hueso. Una fisura es el trazo completo o incompleto que no altera la morfología del hueso.
	Las fracturas sangran, y forman un hematoma fracturario, que luego se coagula y fibrosa. Se forma un callo fibroso, que con el tiempo se calcifica y termina formando un callo óseo. La consolidación ósea se ve afectada por:
	Estimulada
	Inhibida
	Hormona de crecimiento, T3, calcitonina, insulina, vitamina A, vitamina D, condroitín sulfato, hialuronidasa, campos eléctricos, ejercicio, carga controlada, ultrasonido
	Diabetes, corticoides, anemia, malnutrición, infección, denervación, anticoagulantes, indometacina, manipulación tardía, osteonecrosis, interposición de tejidos blandos, pérdida del hematoma fracturario (fracturas expuestas).
	La consolidación tarda 8-12 semanas. Un retardo en la consolidación puede durar hasta 6 meses. Cuando la consolidación no se logra en 6 meses, se considera una pseudoartrosis: el hueso queda con movilidad donde no hay una articulación, y debe tratarse quirúrgicamente.
	El trazo de la fractura puede ser transversal, oblicuo (corto, si mide <2 veces el ancho de la diáfisis; o largo si es >2), espiroideo, conminuta o con 3° fragmento (“en alas de mariposa”). También puede haber pérdida de sustancia si la fractura es expuesta.
Las fracturas pueden tener diferentes desplazamientos de los fragmentos óseos:
· Angulares: Aducción, abducción, antecurvatum o retrocurvatum.
· Rotación: interna o externa.
· Cabalgadas: Dos fragmentos quedan superpuestos.
· Decaladas: Desplazadas hacia adentro, pero no superpuestas.
· Impactadas: un fragmento se impacta en el otro.
Las fracturas traumáticas son aquellas que se producen secundarias a un traumatismo. Pueden ser:
	Cerradas o expuestas
	Complicadas o no
	Aisladas o combinadas
	Articulares o extraarticulares
	Foco único o múltiple
	Reducidas o desplazadas
Las fracturas patológicas no son por traumatismos.	El estrés óseo es el resultado de la carga que un hueso tiene sobre su superficie. Las fracturas por estrés ocurren por sobrecarga de una estructura ósea por sobre su capacidad de resistencia, y se forma un callo óseo cortical sobre una fractura no visible.
FRACTURAS ESPECIALES
· En tallo verde: En niñes. Se produce una ruptura del hueso sin ruptura del periostio.
· Epifisiolisis: Ruptura del cartílago de crecimiento.
· Arrancamiento: Por contracciones musculares violentas, se arranca la porción del hueso de la inserción muscular.
· Periprotésicas: Alrededor de la prótesis. Un quilombo.
· Con ruptura de material: Ruptura de material insertado junto con el hueso. Un re quilombo.
Tratamientos básicos
	El tratamiento de las fracturas puede ser conservador (médico, ortopédico o kinésico) o quirúrgico. Todas las fracturas requieren reducción, inmovilización y rehabilitación.
	La reducción puede ser lenta (tracción esquelética o de partes blandas) o extemporánea (cerrada o quirúrgica).
	La inmovilización favorece la consolidación del hueso, pero también la atrofia muscular y la rigidez articular (especialmente de la articulación distal). Se hace mediante yesos (cubren la articulación proximal y distal de la fractura), ortesis (botas de plástico), o inmovilizadores. 
	La inmovilización quirúrgica se puede hacer con fijadores externos o internos:
· Fijadores externos: Con barras, clavijas, y barras que inmovilizan la articulación. Puede ser tubular multiplanar (en al menos 2 planos), monoplanar o circular (con clavijas finas que atraviesan el hueso y se montan en un aro).
· Fijación interna (RAFI): 
· Osteodesis con clavijas: Alambres percutáneos que atraviesan los fragmentos de la fractura y los inmovilizan. Los absorbe-tracción son clavijas que se colocan para contrarrestar la tracción muscular.
· Osteosíntesis estable: Con tornillos o placas que se dejan por lo menos 1 año.
TORNILLOS
Los tornillos se colocan dependiendo del trazo de la fractura y de la superficie del hueso.
· Tornillo de cortical: Se colocan en la cortical del hueso, y tienen un enroscado en toda la superficie (standard= 4.5 mm), que es el más adecuado para enroscar en el tejido cortical y proveer estabilidad
· Tornillo esponjoso: Tienen una zona lisa sin rosca, por lo que enroscan solo en el hueso esponjoso, y la zona sin rosca comprime el hueso.
PLACAS
	Las placas rectas se aplican en los sectores planos de la diáfisis, las curvas son para metáfisis abultadas, y las regionales (en T o en Y) son para epífisis que requieran tornillos en el mismo plano horizontal. Las placas especiales se construyen para cada caso determinado, con diferente forma, tamaño, o disposición de los agujeros:
· Placas de neutralización: Se colocan sobre fracturas conminutas, y transmiten las fuerzas de incurvación, torsión y carga axial.
· Placas de compresión dinámica (DSP): Permiten comprimir los fragmentos de hueso fijados. Un tornillo se desliza, lo que provee fijación y permite la compresión con la carga de peso.
· Placa bloqueada: Permite enroscar el tornillo en la placa, además de en el hueso, para una mayor estabilidad. Sirven para hueso de mala calidad, y se utilizan como fijadores externos, colocados debajo de la piel.
· Clavo-placa de Müller: Placa con forma de L, que se enclava en el hueso a martillazos :).
· Placas de cuchilla canulada con bloqueo (LCB): Tienen una superficie ondulada que minimiza el contacto de la placa con el hueso.
· Clavo-placa de Jewett: Para fracturas de cadera. Es una placa con una placa redondeada a 130°.
· Placa-tubo con tornillo deslizante: Es una placa con un orificio para un tornillo, que se afirma en la cabeza del fémur y comprime la fractura de forma dinámica.
	Los enclavados intramedulares son clavos endomedulares que no dan fijación estable, pero son rápidos de colocar, requieren poca intervención, y no sangran mucho. Puedenser flexibles o rígidos:
· Enclavado elástico de Ender: Clavo largo endomedular que se enclava en la cabeza del fémur.
· Enclavado elástico de Rush: Lo mismo pero para la tibia.
· Enclavados rígidos: Tienen un orificio dinámico para compactar con el peso, y orificios estáticos para atravesar tornillos, y evitar que el tubo gire. Es más usado en el fémur o la tibia.
· Clavo gamma: Para fracturas de cadera. Es un clavo endomedular con un tornillo cefálico deslizante, y un orificio de fijación distal ovoide, que permite compresión dinámica.
Artritis y artrosis
	Artritis
	Artrosis
	Dolor que aumenta con el reposo
Afectación bilateral y simétrica
Rigidez matutina prolongada
Cualquier edad
Inflamación articular
Afecta la membrana sinovial
Más frecuente en muñeca, mano y pie
	Dolor que aumenta con el movimiento
Afectación asimétrica
Rigidez matutina durante 15-30 minutos
Más frecuente en edades avanzadas
Rigidez y chasquido articular
Afecta el cartílago
Más frecuente en rodilla, cadera y columna
ARTRITIS
	La artritis es la inflamación de la articulación. Puede ser congénita (artritis idiopática juvenil, psoriasica) o adquirida (traumática, infecciosa, neoplásica, degenerativa, vascular, autoinmune, por gota o diabetes).
	La artritis séptica es de origen infeccioso. Es una urgencia traumatológica, porque produce daño irreversible en la articulación. Es más frecuente en la rodilla. Los patógenos pueden llegar a las articulaciones por vía hematógena, por contigüidad o por inoculación directa. Puede ser:
· No gonocócicas: Por S. aureus, Streptococcus, bacilos gram negativos, virus o micobacterias.
· Gonocócica: Por Neisseria gonorrhoeae.
	Cursa con dolor articular, flogosis (edema y eritema), pérdida de la flexibilidad, limitación funcional, fiebre y derrame articular (se manifiesta con el choque rotuliano).
	El diagnóstico es clínico. En el laboratorio se pueden ver signos de infección (leucocitosis, aumento de la PCR y VSG), y en las imágenes se pueden llegar a ver colecciones, erosiones u osteomielitis. Siempre se debe confirmar con una artrocentesis, donde se ve líquido turbio, con leucocitosis a predominio PMN, aumento de las proteínas, disminución de la glucosa (<40 mg/dl), y se toman muestras para Gram y cultivos.
	El tratamiento es quirúrgico urgente (artroscopia o artrotomía), y antibioticoterapia empírica (cefalosporinas de 3° + vancomicina) hasta los resultados del cultivo.
	La artritis reumatoide es una enfermedad crónica autoinmune que cursa con dolor articular, rigidez que empeora por la mañana y con la inactividad y fatiga. Es más frecuente en pequeñas articulaciones, especialmente en manos.
	El diagnóstico es por clínica y laboratorio (anticuerpos reumatoideos y péptidos cíclicos citrulinados). El tratamiento es con inmunosupresores, corticoides y AINEs.
	La artritis psoriásica se presenta en <16 años, y dura generalmente menos de 6 semanas. Cursa con artritis, dactilitis, y piqueteado ungueal, generalmente asociado a brotes psoriásicos. Suele haber edema en los dedos de la mano (dedos en salchicha), entesitis, lumbalgia, uveítis y fragilidad ungueal.
ARTROSIS
	La artrosis es la degeneración del cartílago, lo que produce dolor mecánico (aumenta con la actividad) y rigidez articular crónica. Es más frecuente en >60 años. Cursa con limitación funcional, crepitación ósea, tumefacción, sinovitis y deformidad articular. Puede ser:
· Primaria
· Secundaria: Traumatismos, depósitos de cristales, corticoides, drogas, diabetes, talasemia (anemia del mediterraneo), enfermedad del buzo.
	El diagnóstico es clínico, y en las radiografías se ve pérdida simétrica del espacio articular, por deterioro del cartílago, esclerosis subcondral, osteofitos, geodas (cavidades), deformidad articular y alteración del eje.
	El tratamiento es disminución de peso, AINEs, rehabilitación y reemplazo articular.
Tumores
	Los tumores óseos más frecuentes son las metástasis. En adultos, el maligno más frecuente es el osteosarcoma, y en niñes es el sarcoma de Ewing.
	Los criterios de malignidad son: dolor, tumefacción, disminución del rango de movilidad, alteraciones de la marcha, debilidad, ubicación en la metáfisis, reacción perióstica discontinua o mal definida. Hay signos radiológicos característicos, como “catáfilas de cebolla”, “sol radiante”, o “triángulo de Codman” (sombra triangular entre la cortical y el periostio, con los extremos elevados).
	Osteoma osteoide
Tumor benigno formador de hueso, <1 cm, más frecuente entre los 5-30 años en la diáfisis de los huesos largos. Se manifiesta con dolor progresivo nocturno, que mejora con AAS.
Rx: Lesiones redondeadas con nido central escleroso (“signo de la escarapela”)
	
	Osteoblastoma
Similar al anterior, pero de mayor tamaño (>1,5 cm) y duele de forma permanente. Puede exceder los límites del hueso, y es de crecimiento progresivo. Es más frecuente en la columna vertebral.
	
	Osteosarcoma
Tumor primario óseo maligno más frecuente. Se localiza en la metáfisis (más frecuente en fémur distal, tibia proximal y húmero distal). Tiene un doble pico de incidencia: 10-25 años y 60 años.
Produce dolor y deformidad, y suele causar fracturas patológicas y metástasis.
Rx: Destrucción ósea activa, con imagen en sol naciente, triángulo de Codman, en catáfila de cebolla o en estallido de granada.
Tto: Quimioterapia, resección quirúrgica. NO RADIOTERAPIA.
	
	Encondroma
Tumor benigno formador de cartílago, más frecuente 20-50 años en manos y pies (es el tumor más frecuente de manos). Son asintomáticos pero pueden causar fracturas patológicas.
	
	Osteocondroma
Tumor benigno formador de hueso y cartílago más frecuente, especialmente en la metáfisis de los huesos largos. Hay neoformación de cartílago que no sobrepasa la cortical, en la superficie externa del hueso.
	
	Condrosarcoma
2° tumor óseo maligno, más frecuente en >50 años en la unión metafisodiafisaria. Es de evolución lenta y alta sobrevida.
Rx: Calcificación punteada (“en pochoclo”).
	
	Células gigantes
Tumor benigno localmente agresivo, más frecuente en 20-40 años, en el fémur distal, tibia proximal, radio distal o húmero proximal. Se localiza en las epífisis.
Rx: lesión osteolítica multiloculada, con bordes mal definidos.
Tto: Legrado agresivo (raspado) + injertos o cementación. En casos avanzados se resecciona el hueso y se hace radioterapia.
	
	Sarcoma de Ewing
2° tumor primario maligno, más frecuente en 5-30 años. Se localiza en la unión metafisodiafisaria, en fémur, tibia, húmero, peroné o pelvis. Tiene baja sobrevida.
Rx: Imágen osteolítica que se extiende a lo largo del hueso.
	
LESIONES PSEUDOTUMORALES
	El quiste óseo simple es una cavidad unilocular llena de líquido revestido por membranas. Es más frecuente a los 10-20 años, en la metáfisis proximal del húmero o fémur. Surge de shunts, obstrucciones venosas o falla de la formación en el hueso medular. Suele causar fracturas patológicas.
En la radiografía se ve una imágen radiolúcida con trabéculas y pseudotabiques (“signo de la hoja caída”). Es autolimitado, pero el tratamiento es con metilprednisona, curetaje y relleno.
El quiste óseo aneurismático es más frecuente en <20 años, en la metáfisis de los huesos largos (especialmente fémur y tibia proximal). Produce dolor e inflamación. En la radiografía se ve una lesión multilocular con ligera reacción perióstica (“en panal de abejas”). El tratamiento es con curetaje y relleno, y embolización.
Osteonecrosis
	La osteonecrosis o necrosis ósea avascular es la muerte del tejido óseo por falta de irrigación sanguínea. Puede ser traumática (por fracturas por estrés de hueso osteopénico) o vascular, por fallas intravasculares (microembolia grasa, coagulopatías, lupus, artritis reumatoidea, poliarteritis nodosa), o extravasculares (hemorragias, Gaucher, pancreatitis o alcoholismo).
	La falta de vascularización causa una interrupción de la neoformación ósea, con persistencia de la reabsorción y muerte de osteocitos. El hueso queda débil, y si se somete a cargas, colapsa y se deforma. Principalmente afecta el cóndilofemoral medial, la cabeza femoral o la cabeza humeral. 
La osteonecrosis primaria es más frecuente en >60 años, y se asocia a genu varo, obesidad y osteoporosis. Cursa con dolor de comienzo abrupto, que se intensifica por la noche, con limitación funcional. Suele ser autolimitado.
El diagnóstico es por imágenes. Se divide en cuatro grados:
	
	1° grado: No se ve en radiografías, en resonancias se ven lesiones hipointensas necróticas.
	
	2° grado: En radiografías y resonancias se ven lesiones hipointensas que conservan la línea articular.
	
	3° grado: Borramiento del reborde articular (lesión en sacabocados), con edema óseo.
	
	4° grado: Secuelas (gonartrosis secundaria).
	La centellografía es de alta sensibilidad pero poca especificidad. Se ve hipocaptación en la etapa necrótica pero hipercaptación en la etapa de revascularización.
	El tratamiento es reposo (importante que no cargue peso), analgésicos, rehabilitación. El tratamiento quirúrgico consiste en estimular el sangrado del hueso para favorecer su reformación, con desbridado o perforaciones. En casos graves se hacen osteotomías o artroplastias.
La osteonecrosis secundaria puede ser secundaria al uso de corticoides, alcoholismo o artritis inflamatoria. Cursa con dolor gradual, que no es autolimitado, y generalmente es bilateral y de amplia afectación.
El tratamiento consiste en descompresión del núcleo, injertos óseo o artroplastias.
Columna vertebral
	Para evaluar la columna cervical, lo habitual es pedir radiografías de frente y perfil. Siempre se deben contar las vértebras, y se debe evaluar la alineación de los diferentes elementos de la columna.
En el frente se ven los cuerpos vertebrales, y a sus laterales las facetas articulares. Se deben revisar las apófisis unciformes, que de estar afectadas pueden comprimir las raíces nerviosas.
En el perfil se ven tres “columnas”, de anterior a posterior: los cuerpos vertebrales, las facetas articulares, y las apófisis espinosas. Es importante ver el contacto entre los cuerpos C2 y C3, y evaluar el espacio entre el atlas y el axis.
El atlas y el axis se evalúan mejor por radiografía transoral.
Las radiografías funcionales muestran la estabilidad dinámica, con máxima extensión y flexión. Las resonancias son mucho más chetas y tienen más definición. :)
Para el sector dorsolumbar en general se piden de perfil.
FRACTURAS TORACOCERVICALES
	Las fracturas toracocervicales son causadas por: accidentes vehiculares, violencia, deportes, caídas u otros. Son más frecuentes en el sexo masculino, a los 30 años, y en verano (la gente hace más boludeces). La compresión de la médula lleva a isquemia, que produce apoptosis y trastornos neurológicos.
	Producen dolor intenso espontáneo en la zona, o a la presión sobre las apófisis espinosas. Se deben sospechar si hay priapismo, falta de reflejo cremasteriano, bulbocavernoso o anal. Se debe inmovilizar la zona lesionada inmediatamente. Se clasifican según AO/Magerl:
	Por compresión (A)
Lesiones de los elementos óseos sin compromiso de la banda de tensión.
	
	Por distracción (B)
Lesiones de la banda de tensión anterior o posterior.
	A1: Impactación o fracturas en cuña. Se afecta un solo platillo sin afectar la pared posterior ni el canal vertebral. 
	
	
	B1: Lesión ligamentaria posterior.
	
	A2: División. Se afectan ambos platillos, sin afectar la pared posterior.
	
	
	B2: Lesión del arco vertebral posterior.
	
	A3: Estallido. Compromete la pared posterior y el canal medular.
	
	
	B3: Lesión del disco intervertebral.
	
	Por traslación (C)
Traslación o rotación de los cuerpos vertebrales. Se fracturan las apófisis transversas.
	
	
	C1: Hiperextensión de la columna, con ruptura del disco o vértebra.
	
	
	
	C2: Ruptura del hueso, disco y ligamento, con traslación en cualquier plano, y generalmente rotado.
	
	
	
	C3: Estallido rotacional. Se separa completamente la columna en cualquier plano.
	
	
	
ESCOLIOSIS
	La escoliosis es una deformidad de tres ejes del raquis: frontal, sagital y rotación vertebral; causado por una rotación de las vértebras, con desviación lateral de la columna, con. 85% es idiopática, y el resto es de origen neurofibromatosis, congénito, por traumatismos graves o tumores.
	La escoliosis idiopática del adolescente es indolora, y es más frecuente en el sexo femenino, y tiene un componente genético con penetrancia incompleta y expresibilidad variable. Comienza generalmente entre los 10-12 años, con una incurvación lateral y pérdida de la flexibilidad.
	Se puede evidenciar mediante la maniobra de Addams: se le pide que incline el tronco hacia adelante sin doblar las rodillas, y se ve una giba dorsal costal del lado de la convexidad. 
	Para evaluar la evolución de la patología, se debe determinar la capacidad de crecimiento y medir las curvas.
	Las curvas se miden mediante el método de Cobb: se traza una línea en los platillos vertebrales, y se considera el límite de la curva a las vértebras cuyas líneas apuntan al centro de la concavidad, lo que permite medir el ángulo de la curvatura.
	Para evaluar la capacidad de crecimiento se puede determinar la aparición de caracteres sexuales secundarios, o evaluar la maduración esquelética: se evalúan los cartílagos de crecimiento en la falange distal del meñique, o la presencia de huesos sesamoideos en el pulgar (indican madurez ósea). 
También se puede utilizar el signo de Risser, que evalúa la osificación del cartílago de crecimiento en las crestas ilíacas (crece desde afuera hacia adentro), y se constata de 0 (sin osificación) a 5 (osificación completa).
El tratamiento depende de la gravedad:
· Casos leves (<20°): Control periodico.
· Casos moderados (20-40°): Corsé de Milwaukee, que guía el crecimiento, y disminuye la desviación hasta que termina el desarrollo.
· Casos graves (>40°), progresivos o con afectación psicológica: Cirugía. Idealmente no se hace antes de los 12 años por riesgo de recidivas.
ESPONDILOLISIS
	La espondilolisis es una solución de continuidad en el istmo de la vértebra (parte interarticular), que causa que el arco posterior quede suelto, mientras que las apófisis articulares descendientes y las apófisis espinosas permanecen fijadas a la vértebra inferior. 
La espondilolistesis es el deslizamiento de una vértebra sobre otra. Se dividen en grados según el nivel de desplazamiento: 
	Grado 1:
0-25%
	Grado 2:
25-50%
	Grado 3:
50-75%
	Grado 4:
75-100%
	Espondiloptosis:
Sin relación con el cuerpo vertebral.
Pueden ser de origen:
· Displásico: Por malformaciones congénitas que llevan al desplazamiento vertebral.
· Ístmico: Lesión de la pars interarticularis. Puede ser por estrés, por fisuras o por fracturas agudas.
· Degenerativo: En adultos mayores, con deslizamiento <30% del cuerpo vertebral.
· Traumático: Por fracturas en el arco posterior.
· Patológico: Por enfermedad de Paget o tumores.
· Iatrogénico.
	La de tipo ístmico es más frecuente en deportistas, especialmente en casos de sobrecarga o hiperextensión en etapa de crecimiento. Esto produce fracturas atípicas por estrés, en la parte posterior de la vértebra. Causa dolor lumbar que empeora con la extensión y puede irradiarse a miembros inferiores, y acortamiento de isquiotibiales.
	El diagnóstico es por imágenes. Las radiografías de perfil permiten ver las alteraciones del deslizamiento y la hendidura en el arco posterior. La radiografía oblicua permite ver los istmos desplegados. La Tc es más sensible, permite evaluar la gravedad e intentos de reparación óseos. El centellograma hipercaptante indica la capacidad de formar un callo óseo.
	Si las lesiones tienen bordes escleróticos, hay mucha distancia d e deslizamiento, son lesiones antiguas o bilaterales o el centellograma es hipocaptante, hay menor probabilidad de que pueda formar un callo óseo.
	El tratamiento es reposo, corsé (no suelen formar callos óseos, pero la mayoría dejan de tener dolor), o cirugía. La cirugía consiste en reparación del istmo (se usa para listesis pura sin discopatías y mínimo desplazamiento), o artrodesis.
LUMBOCIATALGIAS
	Las lumbalgiasson dolor localizado en la región lumbar.
	Las lumbociatalgias son dolor lumbar con irradiación en relación a un territorio metamérico. Generalmente se refiere hacia la parte posterior del muslo y partes variables de la pierna y pie. Se deben evaluar los pulsos periféricos para distinguir origen vascular de neurogénico.
Puede ser de diferentes orígenes:
· Hernia discal: Suele haber episodios dolorosos, y que alguna vez quede “trabado” en semiflexión.
· Intrarraquídeo: Se exacerba por tos o estornudos.
· Patología inflamatoria reumática: Persiste en reposo.
	La maniobra de Lassegue se hace con el paciente en decúbito supino, se le pide que eleve un miembro en extensión, y se ve a qué grados se produce dolor (por elongación de las raíces lumbares). Es positivo si el dolor aparece antes de los 45°.
	La maniobra de Wasserman se hace en decúbito prono, con la rodilla flexionada 90 grados y extendiendo la cadera. Es positivo si se experimenta dolor a lo largo de las cara anterior del muslo y es indicativo de irritación del nervio femoral o crural.
Pierna, tobillo y pie
>> Apuntes de Cami Mesa
ANATOMÍA
LESIONES DE TOBILLO
	El esguince de tobillo es una lesión completa o parcial de los ligamentos externos o internos. El tratamiento es inmovilización, con bota o yeso. El tratamiento quirúrgico sólo se utiliza para deportistas de alto rendimiento. En agudo, se hacen suturas directas del ligamento. En crónico, se puede transponer un tendón.
	La fractura del tobillo es la fractura del peroné y la tibia distal. Siempre es por mecanismos indirectos, por palanca del astrágalo sobre la tibia y el peroné. Puede ser uni, bi o trimaleolar. También puede no romperse el maléolo tibial, pero si el ligamento deltoideo (interno). Se clasifican de acuerdo a la clasificación de Weber, según en qué lugar del peroné está la fractura:
	
	
	
	Weber A: Infrasindesmal
	Weber B: Transindesmal
	Weber C: Suprasindesmal
La clasificación de Ashurst-Brömer organiza las fracturas según el mecanismo de producción:
	
	Pronación: Es la más frecuente. Por valgo forzado. Se produce una fractura suprasindesmal del peroné, y se fractura la tibia transversalmente, porque tracciona el ligamento deltoideo, que arranca el maléolo (avulsión del maléolo). 
	
	Rotación externa: produce lesiones oblicuas o espiroideas del peroné, avulsión del maléolo tibial (o ruptura del deltoideo), y fractura del maléolo posterior. 
	
	Supinación: Produce avulsión del peroné infrasindesmal, y fractura vertical del maléolo tibial.
	
	Compresión vertical: Fracturas del pilón tibial por mecanismo directo (caída de altura o accidentes automovilísticos). No suele lesionar la sindesmosis, pero los fragmentos óseos pueden necrosarse y causar artrosis secundarias.
El tratamiento es reducción y osteosíntesis (con tornillos con o sin placas) para las lesiones óseas. El ligamento deltoideo se puede reparar directamente o anclar con arpón.
PIE
Las fracturas de los huesos del tarso más frecuentes son:
· Fractura del astrágalo: es poco frecuente, y puede afectar el cuerpo o el cuello del hueso. Se asocia con luxación o subluxación del tobillo, y suelen dejar secuelas (pie cavo).
· Tto: reducción y osteosíntesis. Las fracturas no desplazadas se pueden inmovilizar con yeso.
· Fractura del calcáneo: por caídas en altura. Compromete la articulación calcáneo-astragalina. Puede dejar secuelas como la artrodesis subastragalina.
· Tto: Osteosíntesis con clavos, clavijas, tornillos y placas.
· Fractura-luxación de Lisfranc: fractura y luxación de la articulación tarso-metatarsiana. Pueden ocurrir por aplastamiento o por giro violento del pie fijado al piso. Afecta el ligamento transmetatarsiano, y suelen tener dolor con la movilización pasiva, en la base de los metatarsianos, y equimosis plantar.
· Diagnóstico: maniobra de estrés: Se somete la articulación a estrés, y se ve que se abre la articulación.
· Tto: Inmovilización sin carga, u osteosíntesis para las más avanzadas.
	El hallux valgus es la desviación en valgo del hallux. Causa una prominencia en la parte interna de la cabeza del 1° metatarsiano (“juanete”), y puede haber una bursitis dolorosa de la 1° articulación metatarsofalángica. Es más frecuente en el sexo femenino por el uso de calzado estrecho y puntiagudo. Altera la función mecánica y estática del pie.
	El tratamiento es con plantillas, uso de calzado amplio, separadores y kinesiología. El tratamiento quirúrgico se realiza cuando sigue habiendo dolor luego del tratamiento conservador. Se puede hacer:
· Osteotomía: resección de la base de la primera falange.
· Artrodesis cúneo-metatarsiana: Si se sospecha inestabilidad de la articulación cúneo-metatarsiana.
· Artrodesis metatarsofalángica: Si hay artrosis severa de la articulación, o en pacientes muy activos.
	El juanetillo de sastre es una prominencia de la cabeza del 5to metatarsiano. El tratamiento es por exostectomía u osteotomía oblicua.
	El hallux rigidus es una limitación de la movilidad dorsal de la primera articulación metatarsofalángica, generalmente por artrosis con osteofitosis dorsal. Se diagnostica por radiografía, donde se ve pinzamiento articular, osteofitos, geodas, y esclerosis subcondral, que suelen estar acompañadas de luxación o pseudoluxación de la articulación. El tratamiento es artrodesis o osteotomía.
	La ruptura del tendón de aquiles se produce por mecanismos indirectos, generalmente asociado a fibrosis o enfermedades del colágeno. El pie queda a 90°, sin capacidad de extenderlo. El diagnóstico se hace con la maniobra de Thomson: Se aprietan los gemelos, y se ve que el pie no se mueve. 
	El tratamiento siempre es quirúrgico. Se hacen suturas con hilos de reabsorción retardada e inmovilización.
	El síndrome del túnel tarsiano es una neuropatía por compresión del nervio tibial posterior a nivel del tarso. Produce parestesias plantares y dolor en el talón (retro y submaleolar). El tratamiento es neurolisis o fasciotomía.
Cadera
Para evaluar la cadera se piden radiografías en cuatro proyecciones:
· Frente: con el paciente en decúbito dorsal, con rotación interna de los miembros, para poder evaluar el fémur de frente. Los agujeros obturadores deben ser simétricos, y la línea medio-pubiana debe coincidir con el cóccix y el sacro.
· Pseudoperfil (Lowenstein): En decúbito dorsal, y con las piernas flexionadas en “en patas de rana”. Permite ver desplegado el cuello femoral y la línea articular.
· Falso perfil de Lequesne: Paciente en posición de pie con la pelvis rotada 65°.
· Lateral pura: Decúbito supino con la cadera no afectada en flexión de 90 grados y la cadera afectada en extensión.
	Después de sacar una imágen, los traumatólogos sacan sus escuadras y empiezan a hacer líneas:
	
	
	
	
	
	Ángulo cérvico-diafisario: 128-135°
	Ángulo de Sharps: 35-45°
	Ángulo de Wiberg: (A-C) 25-45°
	Anteversión del cuello femoral: 15°
	Anteversión acetabular: 10°
FRACTURAS DEL CUELLO DEL FÉMUR
	Las fracturas del cuello del fémur aparecen principalmente en adultos mayores. Indican mal estado general, generalmente asociadas a osteoporosis.
	Las fracturas mediales ocurren por arriba de la línea intertrocantérea. En general se producen por caídas. Comprometen vasos de la cabeza femoral, lo que puede llevar a necrosis de la cabeza. Cursan con dolor inguinal (puede irradiar hasta la rodilla), limitación funcional (las incompletas pueden caminar), con el miembro en rotación externa y ligero acortamiento del miembro. Se clasifican según la clasificación de Garden:
	
	
	
	
	Tipo I
Incompleta, encajada en valgo.
	Tipo II
Completa, no desplazada.
	Tipo III
Completa, parcialmente desplazada.
	Tipo IV
Completa, con pérdida del contacto de los fragmentos.
	El tratamiento puede ser con reposo, o reducción y osteosíntesis (en pacientes jóvenes), pero en general se hace artroplastia. 
	Las complicaciones son retardos en la consolidación, pseudoartrosis del cuello del fémur y osteonecrosis.
	Las fracturas laterales son por debajo de la línea intertrocantérea. La circulación sigue indemne, por lo que se puedeconservar la cabeza del fémur. Cursan con dolor intenso, con equimosis extensa, impotencia funcional, y marcada rotación externa y acortamiento del miembro, con mal estado general. 
Si se conserva el trocánter menor (pared posteromedial), son estables, ya que al aplicar peso no va a haber rotación externa ni desplazamiento en varo; pero si lo compromete son inestables. 
Las fracturas de trazo oblicuo a la línea trocantérica siempre son inestables. Se clasifican según su capacidad de consolidar luego de la reducción, en la clasificación de Evans:
	Estable
	Inestable
	Tipo Ia
	Tipo Ib
	Tipo IIa
	Tipo IIb
	Tipo III
	
	
	
	
	
	2 partes, no desplazada
	2 partes, desplazada
	3 partes, afecta el trocánter mayor
	3 partes, afecta el trocánter menor
	4 partes, o fractura oblicua
El tratamiento es reducción y osteosíntesis (con placa tubo con tornillo deslizante o clavos endomedulares proximales). La tracción esquelética transitoria disminuye el dolor hasta que se hace la cirugía.
	Las complicaciones son hemorragias internas, y consolidación con acortamiento y rotación interna.
	Las fracturas subtrocantéricas ocurren por debajo de los trocánteres (hasta 5 cm por debajo del trocánter menor). Tienden a la pseudoartrosis y a fatiga del material una vez tratadas. Se dividen según Russel-Taylor:
	Sin compromiso de la fosa piramidal
	Con compromiso de la fosa piramidal
	
	
	
	
	Distal al trocánter menor
	Con compromiso del trocánter menor
	Sin compromiso del trocánter menor
	Con compromiso del trocánter menor
	Tto: Placas endomedulares proximales
	Tto: Placas tubo con tornillo deslizante
LUXACIÓN DE CADERA
	Las luxaciones se asocian a traumatismos de alta energía, y son más frecuentes en las prótesis. Se dividen en:
· Posterior: Se ve rotación interna, aducción y extensión de la rodilla. Pueden causar lesión del ciático, fractura de la ceja posterior, o necrosis de la cabeza femoral.
· Medial: Rara. Se asocia a prótesis, osteoporosis o infecciones.
· Anterior: Por abducción forzada o golpes posteriores. Se ve rotación externa y flexión de la rodilla. Puede comprometer vasos femorales.
	Las luxaciones pueden romper el acetábulo o la cabeza del fémur. Estas fracturas se clasifican según la clasificación de Pipkin:
	
	
	
	
	Tipo I
Por debajo del ligamento redondo
	Tipo II
Por encima del ligamento redondo
	Tipo III
Tipo I o II con fractura del cuello
	Tipo IV
Con fractura del acetábulo
El tratamiento es reducción temprana.
PATOLOGÍAS DEGENERATIVAS
	La artrosis de cadera puede ser primaria (idiopática, generalmente bilateral, en >65 años), o secundaria (por alteraciones congénitas o adquiridas). 
Produce dolor referido a la cadera, columna y rodilla, con limitación en la movilidad, disminución de la fuerza, claudicación de la marcha, y acortamiento del miembro, con rotación externa. Suele causar insuficiencia del glúteo medio, que da una marcha basculante (signo de Trendelenburg).
	Se debe evaluar la motilidad activa y pasiva, con la maniobra de Thomas: En decúbito dorsal, se coloca una mano bajo la zona lumbar y se flexiona las piernas del paciente. Es positivo si compensa el movimiento con la espalda.
 	Se puede evaluar radiográficamente mediante la escala de Tönnis:
	Grado 0:
	Sin signos de osteoartritis.
	Grado 1:
	Aumento de la esclerosis de las caras articulares, o disminución del espacio articular.
	Grado 2:
	Disminución del espacio articular marcada, con quistes en la cabeza femoral o acetábulo, o pérdida de la esfericidad de la cabeza femoral.
	Grado 3
	Obliteración del espacio articular, deformidad severa de la cabeza femoral, necrosis avascular, o quistes grandes en la cabeza femoral o acetábulo.
	El diagnóstico es por imágenes. Se piden radiografías de frente y perfil de Lauenstein, y la TC puede evaluar la presencia de osteofitos y el capital óseo.
	El tratamiento médico son analgésicos, antiartrósicos, rehabilitación, descarga con bastón y bajar de peso. El quirúrgico es artroplastia total de cadera.
	El síndrome de fricción femoroacetabular es un estado preartrósico en la que se produce un roce (pinzamiento) entre la cabeza del fémur y el acetábulo. Hay dos tipos:
· Tipo CAM: Por un sobrecrecimiento entre la cabeza y el cuello del fémur, que causa que la cabeza no sea perfectamente redonda.
· Tipo PINCER: Por sobrecrecimiento del borde del acetábulo, que pinza el labrum.
· Mixto: un poco de ambas.
	La artritis reumatoide de cadera es una enfermedad inflamatoria autoinmune que produce destrucción del cartílago. Comienza en el tejido sinovial y migra hacia la cabeza. Produce dolor que aumenta con el reposo y con AINEs.
	
Rodilla
RUPTURA DE LIGAMENTOS
	La ruptura del ligamento colateral medial se da por traumatismos en la cara lateral. Generalmente se desprende desde proximal, y puede tener fragmentos óseos. Cursa con dolor, hematoma, aumento del volumen con borramiento de los relieves, e inestabilidad en el plano frontal hacia medial. La inestabilidad se evalúa con la maniobra del bostezo externo (movimiento de la tibia hacia lateral).
Si la inestabilidad es tanto en flexión como en extensión, indica lesión ligamentaria completa. Puede acompañarse de lesión de meniscos, de los ligamentos cruzados, o fractura del platillo tibial lateral.
El tratamiento es con una férula en extensión durante 4-5 semanas, a menos que esté asociada a otras lesiones.
La ruptura del ligamento colateral lateral es menos frecuente que la medial, y generalmente se asocia a lesiones del compartimento posterior externo. Puede desprenderse desde distal, y arrancar o aducir la cabeza del peroné, lo que produce lesión del ciático poplíteo externo, con marcha en Steppage.
Cursa con dolor, hematoma, aumento del volumen e inestabilidad frontal hacia lateral, que se evalúa con la maniobra del bostezo interno (movimiento de la tibia hacia medial). Se asocia a lesión de los ligamentos cruzados.
El tratamiento es quirúrgico porque se suele asociar a otras lesiones.
La ruptura del ligamento cruzado anterior produce dolor intenso, sensación de ruptura y desplazamiento de la rodilla que le impide seguir la actividad. La cavidad articular se llena de sangre muy rápidamente, y causa un gran aumento de volumen. 
Se evalúa por el test de Lachman: Se flexiona la rodilla y se evalúa la motilidad anteroposterior de la pierna. Es positivo cuando hay falta de resistencia anterior. También se puede usar la maniobra del cajón (deslizamiento de la tibia debajo del fémur).
La ruptura del ligamento cruzado posterior es menos frecuente, generalmente por traumatismos de gran energía en la cara anterior de la rodilla. Se evalúa por la maniobra del cajón posterior o por la maniobra de Godfrey (en decúbito dorsal, se levantan ambas piernas y se ve que la tibia afectada está desplazada hacia posterior).
El diagnóstico de ambas es por resonancia. El tratamiento es quirúrgico, los ligamentos cruzados no cicatrizan y deben ser reemplazados, generalmente con autoinjertos:
· Patelar: Se usa un pedazo de rótula, tendón patelar y tibia.
· Isquiotibial: Se usa tendón del bíceps crural.
MENISCOS
	Los meniscos adaptan, amortiguan y distribuyen la carga de las superficies óseas. El externo tiene forma de O, mientras que el interno tiene forma de C y es más grande.
En pacientes jóvenes, la ruptura de meniscos está asociada a grandes traumatismos, pero en pacientes mayores pierden hidratación, y se pueden romper con traumatismos menores. Las rupturas se dividen en:
	
	● Lesión longitudinal: Son las más frecuentes. Producen mucho dolor. Con el tiempo, se agrandan y toman aspecto “en asa de balde”, que causa contacto de las superficies óseas y produce bloqueos de rodilla.
	
	● Lesión radial: Puede formar un colgajo, que puede provocar bloqueos intermitentes.
	
	● Lesión horizontal: “en hoja de libro”.
	El diagnóstico es por RM. El tratamiento es quirúrgico. La zona periférica de los meniscos tiene mucha vascularización, mientras que la interna no, por lo que las lesiones periféricas pueden cicatrizar (sutura meniscal), pero las internas se tratancon menisectomía.
RUPTURAS TENDINOSAS
	La ruptura del tendón rotuliano produce pérdida de la extensión activa, con elevación de la rótula. 
La ruptura del cuadricipital es mucho más rara, más frecuente en pacientes diabéticos. Se pierde la extensión activa de la rodilla, y la rótula desciende.
El tratamiento de ambos es quirúrgico, por artroscopia con arpones :).
FRACTURAS
Las fracturas de rótula pueden ser transversales, longitudinales o conminutas. Pueden ser:
· No desplazadas: Pueden no operarse.
· Desplazadas: si hay ruptura de los alerones rotulianos. El tratamiento es osteosíntesis con clavijas absorbe-tracción, o anclaje (para fracturas conminutas).
Las fracturas de los cóndilos femorales pueden ser:
· Extraarticulares: Supracondílea. Se trata con osteosíntesis con placas con tornillos.
· Intraarticulares: Supraintercondíleas, se tratan con clavos con placa deslizante.
Las fracturas de los platillos tibiales pueden causar:
· Avulsión de las espinas tibiales: Se rompen las espinas tibiales y el ligamento cruzado se lleva un pedazo de hueso. Es más frecuente en niñes. 
· Tto: Anclaje de la espina tibial.
· Fractura de los platillos tibiales: Se clasifican según la clasificación de Schatzker:
	
	
	
	
	
	
	
	Tto:
	Osteosíntesis simple
	Sustituto óseo y osteosíntesis
	Placa con tornillos
	2 Placas con tornillos
PATOLOGÍA ORTOPÉDICA
	La gonartrosis o artrosis de rodilla es la disminución del espacio articular, con esclerosis de las superficies articulares, que puede estar asociada a osteofitos. Es más frecuente en el sexo femenino, y se asocia a sobrepeso y alteraciones del eje. Cursa con mucho dolor, ejes alterados, y limitación funcional.
	Puede ser primaria (idiopática, más frecuente en >65 años, bilateral) o secundaria (sin relación con la edad, uni o bilateral).
	El diagnóstico es por imágenes. El tratamiento es artroplastia parcial o total; o artrodesis (ya no se hace mucho).
La osteonecrosis del cóndilo femoral medial puede ser:
· Primaria: Asociada a fracturas por estrés o infarto óseo. Es más frecuente en el sexo femenino, >65 años, y personas con genu varo. La radiografía inicialmente es negativa, pero las resonancias permiten detectarlo tempranamente.
· Secundaria: Asociada al uso de corticoides y alcohol. Suelen ser más extensas. 
	Si comprometen <45% del cóndilo, suelen remitir espontáneamente, así que el tratamiento es reposo, kinesiología. Si comprometen >50%, se hace artroplastia, curetaje por artroscopia u osteotomía.
ALTERACIONES DEL EJE
	El valgo fisiológico es de 5-15°. En la rodilla normal, el cóndilo medial carga el 60% del peso, pero si hay alteraciones constitucionales o adquiridas, uno de los cóndilos se sobrecarga, lo que comprime el cartílago y desgasta el hueso subcondral.
	El genu varo es la disminución de la altura del compartimento medial, con aducción de la pierna. Esto eventualmente lleva a artrosis y deterioro articular. Con el tiempo produce rodilla flexa, con mucho dolor y compromiso de la rótula, y en estadíos tardíos puede haber luxación de la articulación.
	El tratamiento es osteotomías, que pueden ser sustractivas (se saca hueso del lado contrario al afectado), o aditivas (se agrega sustituto óseo con placas de Pudú al lado afectado). Se utilizan en <60 años, con <10° de variación, y motilidad >90°, pero hay riesgos de sobrecorrección y recidivas. 
También se pueden hacer artroplastias parciales o totales.
El genu valgo ocurre por colapso del compartimento lateral, generalmente por compromiso del cóndilo femoral lateral. Es más tolerado que el genu varo. El tratamiento es artroplastia.
Traumatología infantil
PATOLOGÍAS CONGÉNITAS
	La luxación congénita de cadera es la malformación congénita más frecuente. Es más frecuente en el sexo femenino, en el lado izquierdo, aunque puede ser bilateral. Se asocia a factores genéticos, hiperflexión de la cadera en el parto, pie talo, bot, aducto, tortícolis, primíparas, y a otras malformaciones. La evaluación depende de la edad:
	<3 meses
	4-12 meses
	>12 meses
	● Maniobra de Ortolani: con el neonato en decúbito dorsal se flexionan las caderas y rodillas, y se siente un click por la reentrada de la cabeza del fémur en el acetábulo.
● Maniobra de Barlow: es la inversa, cuando se unen las rodillas se percibe el deslizamiento de la cabeza del fémur fuera del acetábulo.
	● Asimetría de pliegues inguinales y glúteos
● Limitación de la flexoabducción de la cadera, por contracturas musculares.
	● Retrasos de la marcha, e insuficiencia glútea media, con marcha basculante (signo de Trendelemburg).
	El diagnóstico es por imágenes. La ecografía permite valorar la profundidad acetabular, si hay luxaciones o es luxable, y si se reduce con interposiciones. 
	En las radiografías se traza una línea horizontal por el borde inferior del acetábulo (línea de Hilgenreiner), y una tangencial al borde del acetábulo, lo que permite medir el índice acetabular. También se traza una perpendicular, lo que permite dividir la articulación en cuatro cuadrantes (cuadrantes de Ombredanne).
	En las luxaciones congénitas se ve la Tríada de Putti: hipoplasia del núcleo de osificación de la cabeza del fémur, ángulo acetabular >30° y desplazamiento superior-externo de la cabeza del fémur (normalmente está en el cuadrante inferior interno).
	El tratamiento médico es con un arnés de Pavlik, que posiciona la cabeza del fémur en el acetábulo y estimula su desarrollo. El quirúrgico es reducción de la luxación.
PIE BOT
	El pie bot o pie varo equino congénito (PVE) es una malformación congénita del pie, que obliga a una posición de flexión plantar, con inversión del pie y aducción del pie y pierna. Es la segunda malformación congénita más frecuente, y se cree que es de etiología multifactorial. Es más frecuente el bilateral que el unilateral. Tiene tres componentes:
· Varo: Aducción del pie sobre la pierna y sobre sí mismo, sumado a supinación del pie.
· Equinismo: Deformidad del retropié que obliga a la flexión plantar.
· Torsión tibial: Rotación interna del eje de la tibia.
	El diagnóstico es clínico. Las radiografías se utilizan para el seguimiento post-tratamiento.
	El tratamiento es corrección de la postura con maniobras manuales, vendaje corrector, e inmovilizaciones (férulas, botas ortopédicas, yesos, etc.) desde el 5° día de vida, que se cambian cada semana. Todos los casos se vigilan hasta los 4 años, para detectar recidivas.
	Si la intervención no se hace antes de los 6 meses, es conveniente la cirugía, que consiste en suprimir la tensión de las estructuras plantares y posteriores (piel, aponeurosis plantar, ligamento deltoideo, y alargamiento de tendones). 
PATOLOGÍAS ADQUIRIDAS NO TRAUMÁTICAS
	La sinovitis transitoria de la cadera es una inflamación del tejido sinovial de causa desconocida que aparece entre los 3-6 años, con dolor en el muslo y la rodilla, limitación funcional y claudicación en la marcha. Produce una marcha típica, con la cadera rígida en flexión y aducción.
	El diagnóstico es por radiografías, donde se ve el signo de Waldenstroem (aumento del espesor del espacio articular), por derrame intraarticular.
	El tratamiento es reposo, analgesia (ibuprofeno) y control. Es una afección benigna, autolimitada (2-3 semanas) que no suele dejar secuelas, pero puede predisponer al Perthes o a la displasia acetabular.
	La enfermedad de Perthes es una osteocondrosis deformante juvenil por una necrosis aséptica de la cabeza femoral. Aparece en niñes de 3-12 años, más frecuente en el sexo masculino, unilateral (puede ser bilateral en el 10% de los casos).
	Hay dolor, con una marcada limitación funcional (especialmente en la abducción) e hipotrofia del cuádriceps. Puede haber desigualdad de la longitud de los miembros, y signo de Trendelemburg por acortamiento del glúteo medio.
El diagnóstico es clínico, y se confirma con radiografías, en donde hay cuatro etapas:
1. Necrosis: Signo de Waldenstroem (aumento del espacio articular), con pérdida de la esfericidad y aumento de la densidad de la cabeza femoral.
2. Fragmentación: La cabezafemoral se fragmenta en islotes óseos, que dan una imagen heterogénea. Hay pérdida de la función mecánica.
3. Regeneración: Disminución de la densidad de la cabeza femoral, y aumento de la densidad del cuello.
4. Deformación: Como secuela, queda una cabeza femoral ancha y plana.
Se dividen en 4 grados radiológicos (grados de Catterall):
	
	
	
	
	<50% de compromiso
	>50% de compromiso
	100% de compromiso
	El tratamiento busca preservar la forma de la cabeza, prevenir la deformidad y la artrosis. Se utiliza una ortesis de descarga, que contiene la cabeza femoral dentro del acetábulo. 
	La coxa vara congénita es la disminución del ángulo de la cabeza femoral, de origen congénito, que se manifesta una vez que empieza la osificación. Produce marcha basculante (signo de Trendelenburg). El diagnóstico es por radiografías, donde se ve marcada coxa vara y un triángulo metafisario anormal.
	Si es relativamente horizontal, se controla, ya que tiende a enderezarse espontáneamente. Si es más oblicuo que la línea de crecimiento del lado opuesto, el tratamiento es osteotomía, generalmente a partir de los 8 años.
PATOLOGÍA TRAUMÁTICA
	Las fracturas de miembros inferiores tienen mejor pronóstico cuanto menor sea el paciente, y suelen tener rápidas recuperaciones, excepto en casos de rotación interna o externa.
	Las fracturas epifisarias se dividen en 5 tipos (Salter y Harris):
	
	
	
	
	
	Tipo 1
	Tipo 2
	Tipo 3
	Tipo 4
	Tipo 5
	Desprendimiento de la epífisis
	Desprendimiento con metáfisis
	Desprendimiento parcial de la epífisis
	Desprendimiento parcial de la epífisis + metáfisis
	Compresión de la placa de crecimiento
	
El tratamiento es osteodesis (epifisiodesis), que consiste en la fijación del cartílago de crecimiento al resto del hueso, con un enclavijado.
Fracturas expuestas
>> Apuntes de Cote 
	Las fracturas expuestas son las fracturas en las que el hematoma fracturario está en comunicación con el exterior, por una herida en la piel y los tejidos subyacentes. Son una urgencia traumatológica, ya que mal tratadas generan osteomielitis crónica, y no tratadas pueden infectarse, causar gangrena gaseosa y la muerte.
	La pérdida de la circulación lleva a la desvitalización ósea, que disminuye la capacidad de cicatrización y aumenta la susceptibilidad a infecciones. La pérdida del hematoma hacia el exterior inhibe la capacidad de consolidar el foco fracturario, que puede curar con pseudoartrosis. 
Además, el contacto con el exterior puede causar contaminación con gérmenes ambientales, lo que produce una infección. Las infecciones se previenen con desbridamiento (con solución fisiológica) y antibioticoterapia empírica.
Las fracturas expuestas se clasifican según la clasificación de Gustillo-Anderson:
	Tipo 1:
<1 cm, sin lesión muscular, con baja contaminación. Generalmente por traumatismos de baja energía. Ej: fracturas de muñeca.
	
	Tipo 2:
1-10 cm, con lesión muscular y daño moderado de partes blandas. Por traumatismos de alta energía.
	
	Tipo 3:
>10 cm, con lesiones penetrantes, con extensa lesión muscular.
Ej: proyectiles, accidente vehicular a alta velocidad, ambientes muy contaminados.
· A: Traumatismo de alta energía, con buena cobertura cutánea contaminada.
· B: Traumatismo de alta energía, con lesión extensa de partes blandas, contaminación masiva, y que requiere un injerto para cubrir el hueso.
· C: Amputación traumática, o que requiere reparación de lesión vascular.
	
	
	
	El tratamiento busca prevenir la infección, curar los tejidos blandos, lograr la consolidación ósea y una rápida rehabilitación. Se inspecciona la piel y las características de la herida, la circulación (relleno capilar y pulsos periféricos) y la sensibilidad.
		NO palpar ni retirar vendajes bien realizados (aumenta la contaminación), NO hacer anestesias locales o regionales (dificultan evaluación neurológica), NO clampear vasos sangrantes (se puede realizar compresión local), NO reducir luxaciones ni reintroducir fragmentos óseos.
	La amputación está indicada cuando hay lesiones vasculares no reparables, isquemia >8 horas, daño muy extenso, sin tejido viable para la revascularización (o cuando una prótesis da mejores resultados), lesiones graves en pacientes con condiciones previas desfavorables, o en caso de riesgo de vida por absorción de residuos necróticos.
	NO llevar a cirugía si hay inestabilidad hemodinámica, hipertensión endocraneana, coagulopatía, hipotermia o hipoxemia persistente.
· Tratamiento inicial: Retirar cuerpos extraños, desbridar con solución fisiológica, cubrir con compresas estériles, profilaxis antibiótica y antitetánica. Se pueden corregir los ejes suavemente e inmovilizar con férulas.
· Resección: Se resecciona todo el tejido desvitalizado (no sangra), hasta 1 mm de la herida, y se recomienda tomar muestras para cultivo.
· Reducción y estabilización: Con yeso, tracción (temporal), fijación interna (fracturas tipo 1 o 2, o intraarticulares) o externa (<3 semanas por la contaminación) o combinación. 
· Cierre de la herida: 
· Cierre primario: Sutura o injerto de piel, evitando la tensión. Sólo se puede hacer si la herida fue correctamente desbridada, si la circulación y condición nerviosa es normal, y la condición general del paciente es satisfactoria. Generalmente en heridas tipo 1.
· Cierre primario diferido o cierre secundario: La herida se deja abierta para evitar el riesgo de gangrena gaseosa. La cápsula articular se cierra, y los huesos, tendones e implantes se cubren con colgajos musculares para que no se necrosen. Las de tipo III siempre se dejan abiertas.
· Post-quirúrgico: Mantener la extremidad elevada (para evitar edema que dificulta el cierre de la herida), y administrar profilaxis antibiótica empírica hasta tener resultados del cultivo:
· Tipo 1 y 2: Cefazolina 1 g IV x 3 días.
· Tipo 3: Se agrega gentamicina 2 mg/kg.
Traumatismos de partes blandas
>> Apuntes de Lu Osorio
	Las patologías traumáticas de partes blandas curan con cicatrización de fibras musculares, tendinosas y ligamentarias, por colágeno de tipo 1 y fibroblastos. La cicatrización lleva a una remodelación que restablece la función pero no la anatomía.
DIRECTAS
	Las contusiones son consecuencias de traumatismos directos sobre una región, sin ruptura de la piel. Si es leve, solo hay tumefacción por edema, pero si se rompen vasos aparecen las equimosis o los hematomas. 
Los hematomas pueden reabsorberse, supurar, o puede organizarse o calcificarse (especialmente si está cercano al hueso), formando una miositis osificante, una adherencia de los músculos a planos profundos con osificación y disminución funcional articular.
	Los hematomas se drenan si se infectan, si traen complicaciones por compresión, aumentan de tamaño, si afectan la articulación, o si se sospecha la osificación como complicación.
Luego de una contusión en la cara anterior del muslo, se produce un hematoma entre los haces musculares del cuádriceps. Si no se inmoviliza por varios meses, el hematoma se calcifica, y luego de varios meses forma un osteoma, que limita la flexión de la rodilla. También se puede drenar el hematoma quirúrgicamente.
INDIRECTAS
	Los esguinces son una distensión ligamentaria de una articulación por un movimiento brusco, que hace sobrepasar sus límites normales de movilidad. Se asocia a un fallo de los mecanismos de defensa, por fatiga (en el deporte), por alteraciones biomecánicas, o emocionales. Es indirecto porque la fuerza se ejerce a una distancia de la articulación. 
Es más frecuente en tobillo y rodilla. Produce dolor que aumenta con la palpación y la movilidad, tumefacción (borramiento de los relieves óseos), equimosis y derrames, con limitación de la funcionalidad antálgica. Puede haber hematomas, pero generalmente no afectan los sectores articulares.
Las rupturas ligamentarias son la pérdida de fibras ligamentarias por lesiones que sobrepasan los límites de la movilidad articular. Además de los síntomas de un esguince, se manifiestan con inestabilidad articular, que se pueden evaluar mediante maniobras semiológicas (diástasiso bostezo).
El diagnóstico es clínico. Siempre se hacen radiografías para descartar fracturas, y la RM puede ayudar en dudas diagnósticas.
El tratamiento es motilidad protegida (vendajes elásticos), AINEs, hielo y kinesiología.
Los desgarros musculotendinosos pueden ocurrir por contracciones violentas o asinérgicas de un músculo, o por elongación súbita del tendón con el músculo contraído. Producen dolor agudo incapacitante, que aumenta con la palpación y la contracción, con tumefacción e imposibilidad de movimiento activo. Las rupturas musculares tienen mayores hematomas que las tendinosas.
El diagnóstico es clínico, pero se confirma con ecografías o RM. 
Para prevenirlo se recomienda el calentamiento antes del ejercicio. El tratamiento es reposo (vendaje inicial), elongación precoz (para evitar acortamientos musculares), o cirugía (sutura con puntos de colchonero, sólo se hace si no se puede compensar el movimiento).
La ruptura del tendón de aquiles produce dolor incapacitante, que impide la posición de pie. Se evalúa por la flexión plantar resistida y contrariada: con el paciente acostado se le pide que flexione la planta contra resistencia. Si no es tratada produce debilidad en el despegue del paso y menor estabilidad articular. El tratamiento es sutura tendinosa.
MICROTRAUMÁTICAS
	Las lesiones microtraumáticas pueden ocurrir por sobreuso (exigencia muy frecuente), por sobrecarga (exigencia superior a la capacidad), o por una mezcla de ambas. El uso indebido produce adaptación muscular, con inflamación (miositis) que se manifiesta como contracturas, con dolor agudo que limita el movimiento, tumefacción, relieves musculares anormales, y puede haber crepitantes.
	Además, el movimiento repetido produce microrupturas tendinosas, que cicatrizan, pero con menos estabilidad que el tejido original. 
	Se clasifican según el dolor:
· 1° grado: Dolor agudo post actividad.
· 2° grado: Dolor al comienzo de la actividad, desaparece en reposo.
· 3° grado: Dolor constante.
El tratamiento es reposo. NO administrar corticoides.
Miembro superior
CINTURA ESCAPULAR
	La articulación esternocostoclavicular articula el miembro superior con el tórax. Infrecuentemente puede luxarse o subluxarse, lo que se trata con inmovilización, aunque pueden quedar secuelas estéticas. No se operan por la cercanía con grandes vasos.
	La fractura de clavícula es muy común, especialmente en niñes, y puede ser de cualquier tipo, pero las conminutas son raras. El tratamiento es inmovilización, con yeso o con vendaje en 8. No suelen requerir reducción anatómica para recuperar la funcionalidad. Se puede hacer osteosíntesis con placas con tornillos.
	La luxación acromio-clavicular depende de la ruptura de los ligamentos intrínsecos y de los coracoclaviculares (conoide y trapezoide). Se clasifican en:
· Tipo 1: Esguince acromioclavicular, sin lesión ligamentaria.
· Tipo 2: Subluxación. Pérdida parcial del contacto de las superficies óseas, asociado a lesión ligamentaria. Si se presiona la clavícula, ésta baja (signo de la tecla).
· Tipo 3: Luxación. Pérdida total del contacto de las superficies articulares, con lesión ligamentaria total.
Las fracturas de la articulación acromio-clavicular se tratan con clavijas endomedulares. 
HOMBRO Y BRAZO
	Las fracturas del acromion son raras, en general aparecen combinadas con otra lesión.
		
	La escápula se fractura por traumatismos de alta energía (politraumatismos), o contracciones musculares intensas y bruscas. El cuerpo de la escápula es muy fino, y de difícil abordaje quirúrgico (no se pueden utilizar placas de osteosíntesis), así que las fracturas se tratan con inmovilización y conducta expectante.
	La cavidad glenoidea puede fracturarse en dos puntos:
· Cuello del omóplato: Puede ocurrir como fractura única en traumatismos laterales, y si está asociada a compromiso de la clavícula o de la articulación acromio-clavicular, se hunde la cavidad glenoidea en el cuerpo del omóplato (hacia abajo, adelante y adentro). Produce dolor en el fondo de la axila.
· Tto: Reducción bajo anestesia con tracción contínua.
· Fractura de la cavidad: Generalmente entre la hora 3 y 6 (cuarto anteroinferior), lo que produce luxación del húmero hacia anterior.
	Las fracturas del húmero proximal ocurren más frecuentemente en personas añosas, pueden o no estar asociadas a una luxación, y se clasifican según la clasificación de Neer, que los divide en 4 fragmentos:
	Troquiter (tuberosidad mayor): Compromete la inserción del supraespinoso, infraespinoso y redondo menor.
	Troquín (tuberosidad menor): Compromete la inserción del subescapular.
	Superficie articular (disco cefálico)
	Diáfisis del húmero
	Cuantos más fragmentos desplazados (>1 cm o >45°) tenga, mayor será la probabilidad de necrosis y complicaciones.
· Grupo I: Desplazamiento mínimo de fracturas de cualquier fragmento (<1 cm, <45°).
· Grupo II: Fractura del cuello anatómico, con desplazamiento de la superficie articular. Puede llevar a la necrosis de la cabeza del húmero, y a la pseudoartrosis. Es rara, pero es la más grave.
· Grupo III: Fracturas del cuello quirúrgico desplazadas, con ruptura de la diáfisis.
· Grupo IV: Fracturas de troquíter desplazadas, lo que arranca las inserciones tendinosas. La más frecuente es por arrancamiento de la inserción del supraespinoso, lo que limita el movimiento.
· Grupo V: Fracturas del troquín desplazadas. Pueden ser a dos, tres o cuatro fragmentos.
· Grupo VI: Fracturas de los grupos III, IV o V + luxación de hombro.
El tratamiento en general es osteosíntesis con placa (Philos) y tornillos.
	El manguito rotador está formado por el supraespinoso, bíceps, subescapular, infraespinoso y redondo menor. Además, la articulación glenohumeral tiene los ligamentos glenohumerales superior, medio e inferior, lo que en conjunto le da estabilidad a la articulación con el brazo péndulo. Con el brazo levantado, los ligamentos rotan, y el único elemento de protección es el ligamento glenohumeral inferior.
La luxación del húmero proximal puede ser traumática (especialmente en pacientes jóvenes, generalmente asociado a otras fracturas), o degenerativa (en pacientes mayores, pueden ser lesiones únicas. Cursa con dolor, limitación de la movilidad y dolor nocturno.
La luxación anterior es la más frecuente, por caídas con el brazo en elevación, o traumatismos posteriores con el brazo levantado. Produce el signo de la chatarrera: la cabeza humeral sobresale hacia anterior del reborde acromial, con fijación dolorosa del brazo en abducción. Siempre se debe evaluar la anestesia del deltoides, por parálisis del circunflejo.
El tratamiento consiste en reducción con maniobras. Se puede utilizar inducción anestésica para relajar la contracción muscular. Se controla la posición con radiografías.
· Maniobra de la sábana enrollada: Se coloca una sábana debajo de la axila que se tracciona hacia arriba, mientras otra persona tira del brazo hacia abajo, con el codo en leve flexión, con un suave vaivén de rotación.
· Maniobra de codo al cenit: Se anestesia al paciente, y en decúbito dorsal se toma el codo y se flexiona hasta los 90°, con presión manual sobre la cabeza humeral.
	La luxación posterior generalmente es causada por contracciones musculares bruscas.
	La luxación inferior es similar a la anterior, pero la cabeza femoral queda inferior a la cavidad glenoidea.
	La luxación invertida o erecta es rara. El húmero queda hacia arriba, completamente invertido.
	Cuando el hombro se luxa puede causar dos lesiones típicas. La lesión de Bankart es el desprendimiento del rodete glenoideo entre las horas 3 y 6 (cuarto anteroinferior) de la cavidad glenoidea, que generalmente ocurre en el primer episodio.
	Además, se puede producir un desgarro de los ligamentos glenohumerales, lo que causa la distensión y debilitamiento del manguito rotador (especialmente en la zona subescapular), con la formación de un bolsillo de despegamiento osteo-periostio, que predispone a lesiones recidivantes.
	En luxaciones recidivantes puede aparecer la lesión de Hill-Sachs,en donde la parte posterior de la cabeza humeral golpea la parte anterior de la cavidad glenoidea, y se produce un defecto óseo posteroexterno de la cabeza femoral.
	El tratamiento de las luxaciones recidivantes es reposición quirúrgica con arpones que tensan el bolsillo de despegamiento. También se puede usar la técnica de Mangusson-Stach, que consiste en desinsertar el subescapular y bajar la inserción 2 cm
	Las fracturas de la diáfisis humeral pueden ser de cualquier tipo, pero lo importante es que pueden causar lesiones del nervio radial, que se manifiestan con parálisis: neuropraxia (lesión del nervio), axonotmesis (lesión axonal) o neurotmesis (lesión nerviosa y axonal).
CODO Y ANTEBRAZO
La paleta humeral se puede fracturar de cuatro formas:
· Supracondílea: Se trata con dos placas.
· Supraintercondilea: Se trata con tres placas.
· Epitroclear: Fractura por tracción de los grupos musculares. Es grave si se asocia a luxación del codo, porque la epitróclea se puede interponer en la articulación del codo. Se divide según el desplazamiento:
· Tipo I: Sin desplazamiento.
· Tipo II: Con desplazamiento <2 mm.
· Tipo III: Con desplazamiento >2 mm.
· Tipo IV: Desplazamiento con inclusión de la epitróclea en la articulación del codo.
· Del cóndilo humeral: Fractura de Hans-Sthental:
· Tipo 1: Se arranca todo el cóndilo. Tto: reducción y osteosíntesis.
· Tipo 2: Se arranca una “cáscara” del cartílago del cóndilo.
	La fractura del cúbito proximal generalmente es una fractura por arrancado de la inserción del tríceps, en el olécranon. Suelen estar desplazadas. Tto: Reducción con absorbe-tracción.
	La cúpula radial interviene en la pronunciación, por lo que las fracturas se manifiestan con una limitación funcional. Si no tiene desplazamiento se realiza movimiento discreto hasta que se cura sola, pero si está desplazada se evalúa la afectación de la movilidad, y el tratamiento es con fijación con tornillos o placas con tornillos.
	Las fracturas de la diáfisis del antebrazo de cualquiera de los dos huesos afectan a la membrana interósea, lo que disminuye la motilidad global del antebrazo y la pronosupinación. Tto: Reducción y estabilización con placa y tornillo.
	La fractura-luxación de Monteggia es la fractura del ⅓ superior del cúbito con una luxación del radio superior. Se clasifica según la clasificación de Bado:
· Tipo 1: Más frecuente. Fractura de cúbito anterior y luxación de la cabeza radial.
· Tipo 2: Fractura del cúbito posterior, con luxación externa de la cabeza radial.
· Tipo 3: Fractura de la metáfisis cubital, más luxación externa de la cabeza radial.
· Tipo 4: Fractura de ambos huesos con luxación de la cabeza radial.
El tratamiento es osteosíntesis cubital temprana.
	La fractura-luxación de Galeazzi es la fractura del radio en la unión del ⅓ medio con el ⅓ distal, y luxación radio-cubital distal. El tratamiento es reducción y estabilización del radio, que suelen ser suficientes para resolver la luxación radio-cubital distal.
MUÑECA Y MANO
	La fractura de muñeca suele ser del radio (el cúbito es muy duro, como mucho se produce una avulsión de la estiloides distal). Son muy frecuentes, por caidas conde se golpea el talón de la mano, especialmente en personas de sexo femenino añosas. Se fractura desde el dorso, con alteración del ángulo de la articulación. 
El signo de Laugier es cuando la estiloides del radio es más corta que la estiloides del cúbito, lo que deja a la muñeca con una desviación radial.
El tratamiento busca restituir la longitud del estiloides y la orientación de la cara articular radial. Es quirúrgico, a menos que sea sin desplazamiento.
Las fracturas del escafoides tienen baja probabilidad de consolidación, porque la circulación es inversa, y pueden curar con pseudoartrosis u osteonecrosis. Pueden ser:
· Polo proximal: Más pequeñas, más graves por el poco aporte vascular.
· Cuerpo: Más frecuentes.
· Base distal: Menos graves, porque suelen desplazarse menos, y tienen más aporte vascular.
Tratamiento: Inmovilización con yeso (incluye el pulgar) por tres meses, con desviación radial. También se puede hacer osteosíntesis con tornillo de Herbert.
	Las fracturas del carpo que alteran el anillo ligamentario del carpo pueden causar una artrosis radio-cúbito-carpiana. Las luxaciones pueden ser:
· Luxación perilunar: Se luxa todo el carpo hacia atrás, menos el semilunar.
· Luxación trans-escafo-perilunar: Por fracturas del escafoides, el semilunar y un pedazo del escafoides quedan en su lugar, mientras que el resto del carpo se luxa.
Tratamiento: Reducción y estabilización quirúrgica.
	Los metacarpianos se comportan como huesos largos. Pueden fracturarse de cualquier forma, pero si no se trata rápidamente aparecen acortamientos o rotaciones, que determinan clinodactilia (al cerrar la mano se le superponen los dedos). 
· Fractura de Bennet es la fractura oblicua del 1° metacarpiano, en donde un pedazo queda unido al carpo, y el resto se desplaza. 
· Fractura de Rolando es una fractura conminuta de la base del 1° metacarpiano, que puede o no comprometer la articulación.
El tratamiento es reducción con maniobras, e inmovilización con clavijas y yeso.
Las falanges se fracturan igual que los metacarpianos. Dijo que no las suelen tomar.
· Fractura de Jersey: Avulsión del flexor profundo de los dedos en la inserción de la falange distal. Común en rugbiers.
· Dedo de Mallet: Ruptura del extensor profundo del dedo que produce una deformidad en la flexión.
FRACTURAS SUPRACONDÍLEAS EN NIÑES
Por algún motivo esto es un tema aparte. Pueden ser:
· Por extensión: Más frecuente, más grave. Son urgencias, se rompe la diáfisis humeral, lo que deja una espícula que puede romper elementos vasculares (arteria humeral) y nerviosos (división interósea posterior del radial). Suele haber rotación del segmento distal.
· Se debe evaluar pidiéndole que flexione las dos primeras interfalanges (👌), y se deja en observación durante 24 hs para descartar síndrome compartimental.
· La mayor complicación es la contractura isquémica de Volkmann, donde hay deformidad irreversible de la mano, dedos y muñeca por isquemia y necrosis de músculos.
· Tratamiento: Reducción con dos clavijas e inmovilización con yeso. Debe corregirse la rotación humeral.
· Por flexión: Similar a la anterior, pero con menos probabilidad de lesión de partes blandas. Rara vez puede afectar el nervio cubital.
Fractura de pelvis
	Las fracturas de pelvis se asocian con hemorragia profusa y lesiones intraabdominales. Puede concurrir por impacto, aplastamiento, contragolpe (vísceras proyectadas contra los huesos), explosiones o desaceleración (accidentes de tránsito). 
Tienen una alta morbimortalidad (10-60%), especialmente si comprometen recto o vías urinarias. También pueden comprometer trayectos nerviosos (plexo sacro) o arteriales importantes (corona mortis, una anastomosis de las arterias obturatrices con las pudendas), lo que causa una intensa hemorragia retroperitoneal. 
Se clasifican según la clasificación de Marvin-Tile:
	Tipo A: Estables
	
	Tipo B: Inestabilidad rotacional, con estabilidad vertical
	A1: Avulsión de la espina anteroinferior o de la tuberosidad isquiática, sin compromiso del anillo pelviano
	
	
	B1: “En libro abierto”, lesión unilateral con rotación externa.
	
	A2: Fractura del ala ilíaca, o compromiso del anillo pélvico, sin desplazamiento ni inestabilidad.
	
	
	B2: Compromiso lateral, con rotación interna.
	
	A3: Fractura del sacro-cóccix, sin compromiso del anillo pelviano.
	
	
	B3: Compromiso bilateral.
	
	Tipo C: Inestabilidad rotacional y vertical
	
	
	
	C: Ruptura y luxación sacroilíaca. La hemipelvis puede estar abierta y ascendida.
	
	
	
	
	El diagnóstico es por imágenes (radiografía de frente, inlet, outlet y TC). La radiografía inlet permite ver la línea sacro-glútea (arcuata), que está alterada si hay alteración de la articulación sacroilíaca. La radiografía de outlet muestra la sínfisis pubiana superpuesta con el sacro, y permite ver bien las articulaciones sacroilíacas y las crestas ilíacas.El tratamiento es quirúrgico, con gran aumento de la mortalidad a las 4 horas. La infección contribuye a la mortalidad tardía. La fijación externa es la más útil para controlar la hemorragia, pero tiene alta incidencia de infecciones. Siempre se debe hacer tacto rectal y vaginal para evaluar el sangrado.
	Las complicaciones son shock hipovolémico, infecciones, lesiones urogenitales (uretrorragia, imposibilidad miccional, lesión de la uretra membranosa o lesión vesical), septicemia, sepsis y muerte.
Los arrancamientos tuebrositarios siempre son de tipo A1, y pueden ser:
· Avulsión de la espina ilíaca anteroinferior: Por el recto anterior del cuádriceps. Más frecuente en deportistas, por contracción muscular brusca.
· Avulsión del isquion: Por los isquiotibiales.
· Avulsión de la espina anterosuperior: Por el sartorio. Poco frecuente.
· Avulsión de la espina ilíaca: Por los abdominales.
Las fracturas sacrococcígeas ocurren por traumatismos directos, y son muy dolorosas. Pueden complicarse con anestesia en silla de montar o trastornos de continencia urinaria o rectal (por compromiso del plexo sacro). El tratamiento es sintomático, o resección del cóccix en casos de coccigodinia recidivante.
	La fractura del acetábulo puede ser:
· Ceja posterior: Por traumatismos en la cara anterior de la rodilla con la cadera en flexión. Produce dolor y actitud púdica.
· Fondo: Columna anterior, posterior o transversal del acetábulo. Se asocia a lesiones con la cadera en abducción, donde la cabeza femoral se introduce en la pelvis.
· Ceja anterior: Suele estar asociado a luxaciones de cadera.
	La luxación pura de cadera ocurre cuando la cadera está en aducción al momento del traumatismo.
Síndromes compresivos
	Los síndromes compresivos o entrampamientos son la compresión de nervios por su paso por conductos, canales, o por síndrome compartimental.
	El más frecuente es el síndrome del túnel carpiano, que puede ser causado por tenosinovitis de los flexores del carpo, depósitos amiloides, traumatismos, artrosis, calcificaciones, gota, alteraciones endocrinas, diabetes, o mil otras causas. Es más frecuente en el sexo femenino por retención de líquido.
	Se produce aumento del grosor del ligamento anterior transverso del carpo, lo que comprime al nervio mediano, y causa parestesias y dolor en el territorio nervioso. La flexión de los dedos y de la muñeca lo agrava.
El tratamiento es inmovilización, corticoides, o sección del ligamento anterior del carpo.
La neurodocitis del cubital es el segundo entrampamiento en frecuencia. Es causado por la compresión del nervio cubital por la inflamación del conducto cubital, especialmente luego de luxaciones de codo, o si “le gusta apoyar los codos cuando se sienta”. Produce parestesias y dolor en el 5° y mitad del 4° dedo.
El tratamiento es kinesiología, y transposición del nervio hacia adelante.
SÍNDROME COMPARTIMENTAL
	El síndrome compartimental es el aumento de la presión en un compartimento cerrado, que reduce la perfusión tisular y causa daño isquémico y nervioso. Puede ser por compresión externa (vendajes, yesos, aplastamiento), incorrecto cierre de fascias, quemaduras/congelaciones o aumento del contenido, que puede ser por:
· Hemorragia intracompartimental: Por daño vascular, fracturas, alteraciones de la coagulación o cirugías.
· Aumento de la permeabilidad (edema): Traumatismos, obstrucción venosa o linfática, isquemia-reperfusión, extravasación de suero, o síndrome nefrótico.
	La disminución del gradiente arteriovenoso (por estasis venosa o colapso de capilares) lleva a isquemia, daño tisular, edema, necrosis y pérdida de función. 
	● 30 min: Parestesias
	● 2 horas: Daño tisular, con pérdida de la conducción nerviosa.
	● 4 horas: Lesiones musculares, neuropraxia
	● 8 horas: Daño mioneural irreversible
	● 12 horas: Necrosis masiva.
	
	Produce 5 Ps: Dolor (Pain) extremo de inicio súbito, desmedido, que aumenta con la movilización, Parestesias, Presión aumentada, Parálisis y Pulsos ausentes o disminuidos.
	El diagnóstico es clínico, con presión intracompartimental >30 mmHg. El tratamiento es fasciotomía amplia, de todo el compartimento, que se deja abierta hasta resolver el proceso subyacente. Se puede elevar el miembro afectado, drenar el hematoma y tratar las causas de base.
	Las complicaciones son daño nervioso (parálisis), daño muscular (contractura), infección, amputación y crush syndrome (rabdomiólisis, mioglobinuria e IRA). También puede causar contractura isquémica de Volkmann.
	El síndrome compartimental crónico es el aumento de la presión secundaria al ejercicio, que disminuye con el reposo. Generalmente se da en pacientes jóvenes y deportistas, o personas que están de pie durante largos periodos. Produce dolor al inicio del ejercicio que disminuye con el reposo.
	El tratamiento es hielo, reposo, o fasciotomías pequeñas.
Traumatología 
-
 
Santojanni 
| 
1
 
Resumen de Traumatología y Ortopedia
 
SANTOJANNI 2023
Índice
 
Generalidades y boludeces
 
2
 
Fracturas
 
2
 
FRACTURAS ESPECIALES
 
3
 
Tratamientos básicos
 
3
 
TORNILLOS
 
3
 
PLACAS
 
4
 
Artritis y artrosis
 
4
 
ARTRITIS
 
5
 
ARTROSIS
 
5
 
Tumores
 
5
 
LESIONES PSEUDOTUMORALES
 
7
 
Osteonecrosis
 
7
 
Columna vertebral
 
8
 
FRACTURAS TORACOCERVICALES
 
8
 
ESCOLIOSIS
 
9
 
ESPONDILOLISIS
 
10
 
LUMBOCIATALGIAS
 
11
 
Pierna, tobillo y pie
 
11
 
ANATOMÍA
 
11
 
LESIONES DE TOBILLO
 
11
 
PIE
 
12
 
Cadera
 
13
 
FRACTURAS DEL CUELLO DEL FÉMUR
 
14
 
LUXACIÓN DE CADERA
 
15
 
PATOLOGÍAS DEGENERATIVAS
 
15
 
Rodilla
 
16
 
RUPTURA DE LIGAMENTOS
 
16
 
MENISCOS
 
17
 
RUPTURAS TENDINOSAS
 
17
 
FRACTURAS
 
18
 
PATOLOGÍA ORTOPÉDICA
 
18
 
ALTERACIONES DEL EJE
 
19
 
Traumatología infantil
 
19
 
PATOLOGÍAS CONGÉNITAS
 
19
 
PIE BOT
 
20
 
PATOLOGÍAS ADQUIRIDAS NO 
TRAUMÁTICAS
 
20
 
PATOLOGÍA TRAUMÁTICA
 
21
 
Fracturas expuestas
 
21
 
Traumatismos de partes blandas
 
23
 
DIRECTAS
 
23
 
INDIRECTAS
 
23
 
MICROTRAUMÁTICAS
 
24
 
Miembro superior
 
24
 
CINTURA ESCAPULAR
 
24
 
HOMBRO Y BRAZO
 
25
 
CODO Y ANTEBRAZO
 
26
 
MUÑECA Y MANO
 
27
 
FRACTURAS SUPRACONDÍLEAS EN NIÑES
 
28
 
Fractura de pelvis
 
28
 
Síndromes compresivos
 
30
 
SÍNDROME COMPARTIMENTAL
 
30
 
 
 
Traumatología - Santojanni | 1 
Resumen de Traumatología y Ortopedia 
SANTOJANNI 2023
Índice 
Generalidades y boludeces 2 
Fracturas 2 
FRACTURAS ESPECIALES 3 
Tratamientos básicos 3 
TORNILLOS 3 
PLACAS 4 
Artritis y artrosis 4 
ARTRITIS 5 
ARTROSIS 5 
Tumores 5 
LESIONES PSEUDOTUMORALES 7 
Osteonecrosis 7 
Columna vertebral 8 
FRACTURAS TORACOCERVICALES 8 
ESCOLIOSIS 9 
ESPONDILOLISIS 10 
LUMBOCIATALGIAS 11 
Pierna, tobillo y pie 11 
ANATOMÍA 11 
LESIONES DE TOBILLO 11 
PIE 12 
Cadera 13 
FRACTURAS DEL CUELLO DEL FÉMUR 14 
LUXACIÓN DE CADERA 15 
PATOLOGÍAS DEGENERATIVAS 15 
Rodilla 16 
RUPTURA DE LIGAMENTOS 16 
MENISCOS 17 
RUPTURAS TENDINOSAS 17 
FRACTURAS 18 
PATOLOGÍA ORTOPÉDICA 18 
ALTERACIONES DEL EJE 19 
Traumatología infantil 19 
PATOLOGÍAS CONGÉNITAS 19 
PIE BOT 20 
PATOLOGÍAS ADQUIRIDAS NO 
TRAUMÁTICAS 20 
PATOLOGÍA TRAUMÁTICA 21 
Fracturas expuestas 21 
Traumatismos de partes blandas 23 
DIRECTAS 23 
INDIRECTAS 23 
MICROTRAUMÁTICAS 24 
Miembro superior 24 
CINTURA ESCAPULAR 24 
HOMBRO Y BRAZO 25 
CODO Y ANTEBRAZO 26 
MUÑECA Y MANO 27 
FRACTURAS SUPRACONDÍLEAS EN NIÑES
 28 
Fractura de pelvis 28 
Síndromes compresivos 30 
SÍNDROME COMPARTIMENTAL 30

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