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Viaje_al_fondo_del_mar

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tipo referencia: Papeles
 título: Viaje al fondo del mar
 autor: Godofredo Iommi
 edición: --
 páginas: 10
 imágenes: 10
 formato: 21 x 27,5 cm.
 lugar: París
 fecha: 1937
 colección: Poesía
 fondo: Iommi-Amunátegui
 conjunto: Carpeta Celeste
 número ingreso: 001
 nota edición: Se trata de originales mecanografiados. En la primera página, el título 
está manuscrito acompañado de la fecha: «37 - 38?».
 El poema pertenece al conjunto editado con el título Fuese [Escuela 
de Arquitectura UCV, Viña del Mar 1984].
 clave: Iommi / Poesía / Iommi-Amunátegui / Carpeta Celeste / 
Viaje al fondo del mar / 1937 / 001 /
 código: IOM-POE-IAM-CCE-VIA-937-001
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
001 / Viaje al fondo del mar
p. 1
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 2
001 / Viaje al fondo del mar
p. 3
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 4
001 / Viaje al fondo del mar
p. 5
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 6
001 / Viaje al fondo del mar
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Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
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001 / Viaje al fondo del mar
p. 9
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 10
001 / Viaje al fondo del mar
p. 1
Las poleas serán esclavas de los ejes 
porque existe el aire hendido 
en los toboganes 
y en los cables que desenrollan
Ya la flor que camina 
rodeada de si misma y sin embargo ajena 
sabe que no es posible gozar 
ante la muerte de un pez fuera del agua, 
la marcha de los locos al abismo 
o la inanición de los que sólo pronuncian sus aceros
Por las rodillas también se escapa la vida 
y no siempre queda algún mar que las irga. 
Bien pueden las manos viajar hasta los sueños 
pero siempre regresarán con adioses para aviones condenados
p. 2
Hubo rocío de lanilla en las últimas escenas 
cuando los trenes de cariño para esparcer 
salieron en una misión sin vuelta 
y las astillas de juguetes se cayeron 
por un largo campaneo de naufragio. 
Hasta que descorriendo la noche 
el guardia herido en las troneras 
babeó enzurizado por los ruidos 
“Noventa y nueve divisiones levantan voces 
desde el fondo de aventuras esperadas 
y revueltas, en una sola mancha 
crecen, se afirman y adelantan”
Se encendieron las oscuridades 
y fue permitido ver 
a las ramas arrastradas por las corrientes 
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
y a las hormigas huidizas 
rumbo del polvo barrido.
p. 3
Surgió entonces el trueno licuado 
incesante, rugiente, 
rico en focos extinguidos y cuevas obturadas 
Y enseguida lo combado del mar 
exigió que se abrieran las puertas.
¡Ya nunca podré sentir así mi presencia! –
Con la audacia del bronce, pensé en las grietas. 
- ¿Qué cerco de maestras podría impedirme? 
- ¿Qué verdugo de tranvías subvertidos 
 difundiría el espanto? 
- ¿Qué cruz fúnebre destrozaría el llanto?
Por un espejo besé la frente 
de mi otra imagen derrotada 
mientras los tambores comenzaban 
la ruta de los vientos increíbles.
p. 4
Llanura de manos abiertas 
para sostener muñecas 
y noches con lumbre en invierno 
Lo que zarpa en las tardes amarillas 
repleta de jarcias y fantasmas 
acostado en lo hondo de la medianoche 
Inmersión en las ciénagas profundas
de un volumen de oro. 
Ondas de lianas que singlan los aires 
por huracanes venidos del hierro 
001 / Viaje al fondo del mar
Si. 
Clima de latitud y el miedo en andadores 
perfumador de niebla y de sombras conjuradas 
Pero la riña de los objetos con las sombras 
fue de pie 
entre lenguetazos de espuma 
volcado sobre mi sementera 
como una límpida súplica del mar
p. 5
Mar.
Libre de piel, en la orilla de arena y centella, 
desangrando por las muñecas 
las tardes ejecutadas en las arpas del frío 
y los telegramas echados, sin destino 
Y puesto que nunca pasaría otro tren 
me sumergí vertical 
El agua lavó las venas cubiertas de escarcha 
y la música propagada por las conchas, 
no duró un silencio 
porque los hilos de la referencia no podían subsistir 
Distancia debajo del aire 
aún para la geografía de la vida 
Y los que han vuelto sin pupilas 
afirman que han superado a la muerte 
en el Mar.
Que no guarda engrillado un solo lobo 
que vence a los evónimos 
constituidos en seto 
y prueba mi conversión a la quilla 
y la justa prescindencia de la hélice. Palo. Anunciación.
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 6
Por la bruma del último delfín muriente 
suprimieron los párpados 
pero nunca la sal se alojaría provocando llagas
porque el dolor no era allí el estado 
Sin armas ni mozo de cordel 
ni pozos para emocionar aviadores 
pero sí una niña inmaculada y asida 
a los cabellos infinitos de la aurora.
Mar.
Dos márgenes de heniocos y medusas 
cerraron las aguas a mi espalda 
Los peces son amigos de los niños 
más que los perros o que las madres 
La luz no permite los objetos 
y ha sido desterrada.
p. 7
Sobre la tumba de las sirenas 
y capas de infusorios muertos 
está la hidra milenaria viva, más viva. 
Quedó allí una mano para el diálogo 
y se encendieron las pipas naufragadas. 
Agua que camina 
custodia para cofres de leyenda 
y riego para geranios de amor 
Espadones herrumbados por mil tormentas falsas 
amantes incorruptibles de una lágrima pura. 
¡Y los gestos! 
¡Dios mío, estaban intactos, 
 tal como yo los había rezado! 
Dentro de una selva espléndida y carnosa 
las piernas de lo que no se ignoraba 
001 / Viaje al fondo del mar
preparando la marcha
El pulpo fue amigo, cuando me hice pirata denso. 
Libre espacio sin estandarte 
dominado por la aventura;
arrié las enseñas podridas 
y proferí la sangre de victoria. 
¡Cómo se deben haber estremecido las olas. Cómo!
Mar.
p. 8
Vuelta desde las nieves endurecidas 
donde la lucha cobra su ángulo 
y no se detiene nunca. 
Caudillo de los congrios 
dormí en la roca donde van las novias a hovar 
y partieron montañas para devorar a las lampreas.
Yo. Yo soy el que mandó destruir a los tiburones. Yo.
Vale que me arrepienta; 
tu nombre no vivió porque no se sabía 
y es imposible olvidar ya 
que nunca pasará otro tren. 
Panzas de naves 
ricas en kepis y duelos sostenidos en las plazas, 
a las cuales se puede besar sin que ensucie el aire 
y sin que las quebradas barboten sus vómitos de risa. 
El puño jura por la muerte 
que mi corazón celeste y goloso de agua 
puede modelar estatuas sin usar las manos. 
Pero se ha hecho horrible 
la ausencia de cadáveres 
En lo alto de la parábola 
se torna imperiosa la muerte, 
como una referencia para mitigar la duda; 
yo, que aún estaba desnudo de hojas de yeso.
Fondo Iommi-Amunátegui | Carpeta Celeste
p. 9
Los gritos no vibran y las ideas huyen 
partiendo de los ojos 
Se echan fuerzas encima 
y se deforman los pescados 
La boca abierta no pronuncia 
e inclina el espanto.
Mar.
– Dónde quedan los esqueletos?
– Quién se ha llevado las botas 
 y los huesos arrugados por el viento?
– Por dónde se llega a la yacencia?
La gelatina babeada por los dedos 
y los chorros fríos lanzados imperativamente 
contra las caras aprisionadas por la cera. 
Vidrios diluidos en ácidos 
para las gargantas agónicas. 
Betun y bruma cubriendo la inteligencia. 
Ya betun y bruma. 
Puedo explicar sin que existan 
a las mujeres arrodilladas. 
Y no me condeno por haber 
pensado en la vivencia de la piedra. 
Ya betún y bruma...
p. 10
– Oh reino caído de las algas !
– Oh ausencia de estaciones y de luz !
Pero una vez se encabritó la mar 
No conversemos. No conversemos ya.
Sobre una arena iluminada
el viento quitó lo azul de mis ojos
001 / Viaje al fondo del mar
y las lluvias devoraron la costra de sal.
A mí; el que hubo regresado.
A mí; el que hubo vuelto al cuerpo.
En cambio, tendré los dedos empapados
y las verdes, saladas raíces del fondo del mar.

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