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Métodos diagnósticos DIAGNÓSTICO POR IMAGEN M. Sánchez González Radiografía de tórax y otros estudios radiológicos La exploración inicial y básica en pacientes con síntomas respirato- rios es, en la mayoría de las ocasiones, la radiografía de tórax. Consta siempre que sea posible de las proyecciones posteroanterior y lateral (fig. 79-1). Se realiza con el paciente de pie, en inspiración máxima y con una técnica de alto kilovoltaje. Proporciona información sobre el parénquima pulmonar, la pleura, la pared torácica, la silueta cardíaca y el mediastino. La radiografía lateral es imprescindible para la locali- zación de lesiones y la valoración de zonas ciegas o de difícil valoración en la proyección posteroanterior. En los pacientes en la UCI o que no pueden permanecer en bipedes- tación se realiza una única radiografía en proyección anteroposterior con el paciente en decúbito o semiincorporado, muchas veces realizada con aparatos portátiles con tiempos de exposición más largos. Debido a estos factores existen con frecuencia movimientos respiratorios y una magnificación del corazón y las estructuras mediastínicas; todo esto conlleva que sean radiografías de calidad inferior, lo que condiciona su contribución diagnóstica. Para la correcta valoración del estudio radiológico, este ha de tener una calidad aceptable, ya que una radiografía de mala calidad puede ser causa de múltiples errores. Por ello, siempre se empezará la lectura con una valoración de las características técnicas de la radio- grafía, como la posición del paciente, el centrado y la penetración del haz de rayos. Una radiografía de calidad ha de permitir ver las vértebras y el parénquima pulmonar por detrás del corazón, debe estar inspirada de forma que sean visibles un mínimo de seis espacios intercostales anteriores u ocho espacios intercostales posteriores y centrada con las apófisis espinosas equidistantes de las clavículas. Una vez valorada la calidad de la radiografía se debe valorar, de forma secuencial, el marco óseo y las partes blandas, el mediastino (incluye la silueta cardíaca y los hilios pulmonares) y ambos campos pulmonares. Existen diversos signos radiológicos que se aplican en la lectura de las radiografías, como el broncograma aéreo que se observa en las lesiones alveolares (visualización de bronquios aireados en el interior de una consolidación) o el signo de la silueta, que consiste en la pérdida del plano de separación entre dos estructuras de la misma densidad que están en contacto y que ayudan a la localización de las lesiones. Por ejemplo, una opacidad radiológica que borra el borde derecho de la silueta cardíaca está localizada en el lóbulo medio o el mediastino anterior; si borra el botón aórtico, está localizado en el lóbulo superior izquierdo o el mediastino medio. Existen patrones radiológicos que pueden cursar con disminución o con aumento de la densidad radiológica. La disminución de la densidad puede ser de forma localizada, como en bullas, quistes y lesiones cavitadas, o difusa, como en el enfisema. Los principales patrones que cursan con aumento de la densidad radiológica son el patrón nodular, el patrón alveolar y el patrón intersticial. En el patrón nodular, el nódulo pulmonar se define por lesiones menores de 3 cm y las masas, por lesiones iguales o superiores a 3 cm. El patrón alveolar consiste en la ocupación del espacio aéreo y está ocasionado por edema, hemorragia pulmonar, neumonías y neoplasias, como algunos tipos de adenocarcinoma de pulmón y el linfoma. El patrón intersticial está ocasionado por la ocupación o el engrosamiento del intersticio pulmonar y se manifiesta como opacidades reticulonodu- lillares. Se observa en enfermedades intersticiales difusas del pulmón, enfermedades infecciosas y linfangitis carcinomatosa. En la valoración radiológica de este tipo de patrón es fundamental la TC. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 637 CAPÍTULO 79 Métodos diagnósticos Existen proyecciones especiales con indicaciones concretas, como las radiografías en decúbito lateral para la valoración de la presencia y la movilidad de los derrames pleurales. Las radiografías en inspiración y espiración se utilizan para la valoración del neumotórax. Otras pro- yecciones se realizan cada vez menos por la mayor accesibilidad a los equipos de TC, como son las proyecciones lordóticas. La única indicación actual de la fluoroscopia pulmonar es la valo- ración de la movilidad/disfunción diafragmática por su capacidad de proporcionar una imagen dinámica del tórax. Si existe una parálisis diafragmática, el diafragma afecto se desplazará hacia arriba al practicar una rápida maniobra inspiratoria (sniff test). La misma valoración es posible realizarla mediante ecografía o RM. Tomografía computarizada La TC torácica, la TC con técnica de alta resolución (TCAR) y los estudios de angiografía por TC se han convertido en exploraciones fundamentales para el estudio de las enfermedades torácicas debido a su mayor resolución espacial y de contraste sobre la radiografía con- vencional. Se realizan tras la práctica de una radiografía de tórax, ya sea para estudiar una alteración observada en la misma o por una sospecha clínica con radiografía de tórax normal. Los equipos de TC multicorte actuales son capaces de explorar todo el pulmón y las estructuras mediastínicas con secciones submilimé- tricas, lo que permite reconstrucciones del parénquima pulmonar, vasculares o de la vía aérea de gran calidad, sin artefactos de volumen parcial o movimiento. Permiten realizar estudios dinámicos, en inspira- ción y espiración, y múltiples tipos de reconstrucciones multiplanares en cualquier plano del espacio, tridimensionales y volumétricas. Estos mismos equipos permiten realizar reconstrucciones tridimensionales de la vía aérea y de broncoscopia virtual. La TC permite distinguir diferencias de densidad entre estructuras y evaluar el tamaño exacto de las lesiones. Si se realiza con contraste i.v., permite la perfecta diferenciación entre estructuras vasculares y ade- nopatías o masas. Es la técnica de elección para valorar la presencia de grasa o calcio en los nódulos pulmonares y para la valoración de los hilios pulmonares y el mediastino. Es la técnica idónea para estudiar la relación entre lesiones y las estructuras vecinas. La TCAR se basa en la realización de cortes de 1-2 mm, con aumen- to al máximo del tamaño de la imagen y reconstrucción con un filtro de alta resolución, con lo que se logra identificar con gran detalle estruc- turas del parénquima pulmonar y de la vía aérea, de tal forma que llega a obviar en algunos casos la biopsia quirúrgica, como en el diagnóstico de neumonía intersticial usual con panalización. Ello la convierte en la técnica ideal para el estudio de las bronquiectasias, el enfisema y las enfermedades de las pequeñas vías aéreas. Es la exploración radiológica principal en el estudio de las enfermedades intersticiales difusas del pulmón, en las que existen patrones radiológicos característicos de algunas entidades, como la neumonía intersticial usual, la sarcoidosis, la histiocitosis pulmonar de células de Langerhans y la neumonitis por hipersensibilidad. Las indicaciones de la TC torácica son la estadificación del car- cinoma broncogénico, el estudio de nódulos y masas pulmonares, el diagnóstico de las enfermedades intersticiales difusas del pulmón, el estudio de masas y ensanchamientos mediastínicos, las alteraciones de los hilios pulmonares y el diagnóstico de enfermedades pleurales y de la pared torácica. Las indicaciones en pacientes con radiografía de tórax normal son la detección de metástasis pulmonares, la hemoptisis y el estudio de bronquiectasias, la evaluación del timo en pacientes con miastenia grave, el diagnóstico de enfermedades infecciosas (especial- mente en el paciente inmunodeprimido), la valoración de pacientes con alteraciones paraneoplásicas asociadas con neoplasia de pulmóny la sospecha de enfermedad pulmonar intersticial. Es posible realizar estudios de angiografía por TC con la adminis- tración de contraste i.v. Permite obtener estudios angiográficos de gran calidad y superponibles a la angiografía convencional (fig. 79-2 A). Es la técnica de elección para valorar la aorta, y permite valorar de forma similar a la angiografía los vasos pulmonares y los vasos de pequeño calibre, como pueden ser las arterias bronquiales. Esta exploración tiene gran sensibilidad para el estudio de la enfermedad tromboembólica pulmonar, la valoración de pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica y el estudio de malformaciones vasculares. Otras indicaciones son el diagnóstico de enfermedades de la aorta, el síndrome de la vena cava superior y la valoración de las hemoptisis antes de la embolización terapéutica. La TC puede servir de guía para la práctica procedimientos diagnós- ticos y terapéuticos, como la realización de biopsias transtorácicas de lesiones pulmonares, pleurales o mediastínicas con el fin de obtener muestras para un estudio anatomopatológico o microbiológico. Otros procedimientos guiados por TC incluyen la colocación de drenajes, la ablación tumoral y la localización prequirúrgica de lesiones. Un aspecto importante que se debe tener en cuenta en la reali- zación de una TC es la dosis de radiación, que en una TC torácica puede oscilar entre 4 y 8 mSv. Es importante la realización de TC con baja dosis de radiación (dosis ≤ 1,5 mSv) en casos de exploraciones repetidas del mismo paciente, como en el seguimiento de nódulos pulmonares, en sujetos jóvenes o en los programas de cribado de cáncer de pulmón. Figura - Radiografía de tórax mediante las proyecciones pos- teroanterior (PA) (A) y lateral (B). Existe un nódulo pulmonar de 1 cm de diámetro de difícil visualización en la región retrocardíaca en la proyección PA y claramente delimitado en la proyección lateral (flecha). https://booksmedicos.org 638 SECCIÓN V Neumología El futuro de la imagen, y en especial de la TC, es pasar de una imagen cualitativa a una imagen cuantitativa mediante posproceso de las imágenes asistido por ordenador, que permite cuantificar, entre otros, un enfisema, una fibrosis o una perfusión tumoral (fig. 79-2 B). Este campo de la imagen va a evolucionar hacia la radiómica y los bio- marcadores por imagen con incorporación de la inteligencia artificial, el aprendizaje profundo y la minería de datos. Ecografía La ecografía tiene limitaciones en el tórax, dada la abundancia de estructuras aéreas y óseas que constituyen barreras acústicas. Sin embargo, la ecografía torácica es útil en la valoración de enfermedades del parénquima pulmonar periférico, la pleura, la pared torácica y el diafragma, y también es de gran utilidad como guía de procedi- mientos intervencionistas diagnósticos y terapéuticos. Sus principales ventajas radican en la ausencia de radiaciones ionizantes, la capacidad de explorar en tiempo real y la posibilidad de realizar la exploración en la cabecera del paciente. Es una técnica ideal para la valoración de la pleura y del derrame pleural, y sirve como guía para la punción y el drenaje de los derrames pleurales. Está especialmente indicada para la valoración de derrames pleurales de pequeña cuantía, loculados o difíciles de detectar en la radiografía de tórax. Resonancia magnética En el tórax, la RM está limitada por su menor resolución espacial, los movimientos respiratorios y las deficientes imágenes ocasionadas por la presencia de aire sin protones de hidrógeno. Su principal ventaja es que no utiliza radiaciones ionizantes, por lo que está indicada en niños, personas jóvenes o ante la perspectiva de estudios de seguimiento repetidos. Indicaciones de la RM son tumores del sulcus pulmonar (tumor de Pancoast), mediastínicos, pleurales y de la pared torácica. Angiografía pulmonar La arteriografía pulmonar permite el estudio de la vascularización pulmonar mediante la inyección directa del contraste en la arteria pul- monar, con un catéter introducido a través de una arteria periférica. Es la técnica de referencia para el diagnóstico de la tromboembolia pulmonar crónica y en el estudio de malformaciones vasculares, pero, dado que se trata de una técnica invasiva, está siendo sustituida por la angio-TC, reservando la angiografía para procedimientos terapéuticos. La arteriografía bronquial está indicada en las hemoptisis masivas como intervención diagnóstico-terapéutica con embolización de las arterias bronquiales. La cavografía está indicada para la colocación de prótesis endovasculares en el síndrome de la vena cava superior. Gammagrafía pulmonar La gammagrafía pulmonar de ventilación/perfusión consiste en la administración i.v. de macroagregados de albúmina marcados con 99mTc y, por vía inhalada, de 133Xe. Se utiliza para el diagnóstico de la tromboembolia pulmonar. Su valoración diagnóstica es con criterios de probabilidad (baja, intermedia, alta). La rentabilidad diagnóstica de esta prueba está limitada en pacientes con otras enfermedades pulmo- nares con alteraciones de la ventilación/perfusión. Otra indicación de la gammagrafía por perfusión es la valoración de pacientes con alteración de la función respiratoria y candidatos a cirugía de resección pulmonar para prever la función pulmonar residual posresección. Tomografía de emisión de positrones La PET se basa en la inyección de glucosa marcada con un isótopo, 18F-fluorodesoxiglucosa (18F-FDG), que es captada por las células metabólicamente activas. Actualmente los equipos son híbridos, y combinan una unidad PET y un equipo de TC (PET/TC). La PET/ TC ofrece información metabólica de la PET unida a la resolución anatómica de la TC. Posee mayor sensibilidad y especificidad que la PET o la TC por separado. La PET/TC es una técnica fundamental en la estadificación de la neoplasia de pulmón, por su valoración de la extensión ganglionar mediastínica y la presencia de metástasis a distan- cia. Otras indicaciones de la PET/TC serían la valoración del nódulo pulmonar, de la respuesta neoplásica y de enfermedades infecciosas o inflamatorias como la sarcoidosis. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Fraser RS, Paré P, Colman N, Müller NL. Diagnosis of Diseases of the Chest, 4th ed. Orlando: WB Saunders/HBJ; 1999. Goodman LR. Felson’s Principles of Chest Roentgenology, 4th ed. Philadelphia: Elsevier Saunders; 2014. Walker CM, Chung JH Muller’s Imaging of the Chest: Expert Radiology Series, 2nd ed. Philadelphia: Elsevier; 2018. Webb WR, Higgins CB. Thoracic Imaging. Pulmonary and Cardiovascular Radiology, 3rd ed. Philadelphia: Lippincott/Williams & Wilkins; 2016. Figura - A. Angio-TC pulmonar. Reconstrucción de volumen coronal oblicua de un paciente con enfermedad de Rendu-Osler que muestra el aporte arterial y el drenaje venoso de dos malformaciones arteriovenosas localizadas en la língula y el lóbulo inferior izquierdo (flechas). B. Reconstrucción de una TC asistida por ordenador para cuantificar un enfisema; todos los puntos azules corresponden a vóxeles con densidad inferior a –950 UH que representan las zonas de enfisema. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 639 CAPÍTULO 79 Métodos diagnósticos EXPLORACIÓN DE LA FUNCIÓN RESPIRATORIA J. Roca Torrent, F. Burgos Rincón Las técnicas de exploración de la función pulmonar aportan infor- mación para el diagnóstico y la evaluación del grado de disfunción pulmonar. También tienen un papel en la valoración preoperatoria del riesgo quirúrgico, en particular en la cirugía abdominal alta y torácica. Además, se utilizan en la valoración de la incapacidad laboral en los pacientes con enfermedades pulmonares. Las técnicas de exploración de la función pulmonar (cuadro 79-1) se agrupan, de acuerdo con las funciones básicas del aparato respira- torio, en: a) pruebas de medición de la capacidad ventilatoria y de evaluación de la reactividad del tono bronquial; b) medición del inter- cambiopulmonar de gases, y c) estudio de la circulación pulmonar. Se consideran con entidad propia el análisis del gas exhalado, las pruebas de ejercicio cardiorrespiratorio y el registro de eventos respiratorios asociados al sueño (polisomnografía). La espirometría forzada destaca del resto de técnicas por su impor- tancia en la atención primaria. Es una prueba básica que el médico generalista debe realizar para la orientación diagnóstica de los pacientes con tos y/o disnea. Debe formar parte, junto con la radiografía de tórax, de las primeras pruebas complementarias para la evaluación del paciente neumológico. La calidad de los equipos de medición, así como la estandarización de la prueba, sitúan a la espirometría forzada como una técnica esencial para el diagnóstico y el control de enfermedades pulmonares crónicas muy prevalentes, como el asma bronquial y la EPOC. La reciente incorporación de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el soporte remoto de profesionales no especializados, el control de calidad de la prueba y los análisis de la evolución temporal de los valores espirométricos abre pers- pectivas innovadoras para la realización de la exploración de la función pulmonar en el ámbito de la atención primaria. Cabe señalar que la caracterización de la espirometría forzada de los ciudadanos al final de la adolescencia, o en fases iniciales de la vida adulta, tiene un valor pronóstico bien establecido y podría tener interés para la detección precoz de susceptibilidad para el desarrollo de patología respiratoria crónica en fases avanzadas de la vida. En la atención especializada existe un conjunto de tres pruebas básicas que se utilizan de forma conjunta para establecer el perfil de la función pulmonar. Dichas pruebas son la espirometría forzada con prueba broncodilatadora, la pletismografía corporal y la transferencia de monóxido de carbono (CO) por el método de respiración única (DLCO) y, en algunos casos, la gasometría arterial. Esta última está indicada cuando existe la sospecha clínica de insuficiencia respiratoria. Espirometría forzada con prueba broncodilatadora La espirometría forzada consiste en la realización de una maniobra de espiración con el máximo esfuerzo y rapidez, desde la posición torácica de inspiración máxima (TLC) hasta el volumen residual (RV). Se cuantifica el volumen total espirado o capacidad vital forzada (FVC), el volumen espirado en el primer segundo (FEV1) y el cociente FEV1/ FVC (FEV1/FVC, %). Estas variables espirométricas se describen en la figura 79-3. Es una técnica que mide de forma global los diferentes factores que determinan la capacidad ventilatoria. Permite distinguir entre las alteraciones de la capacidad ventilatoria que cursan con dis- minución del flujo espiratorio máximo, denominadas alteraciones ventilatorias de tipo obstructivo, y las caracterizadas por la reducción del volumen pulmonar, alteraciones ventilatorias de tipo no obstructivo Figura - Registro convencional (volumen-tiempo) de la maniobra de espirometría forzada. En (A) se hallan representados los parámetros FVC y FEV1. En (B) se indica el parámetro FEF25%-75%. t: tiempo; V: volumen. • CUADRO 79-1 Técnicas de exploración de la función pulmonar Capacidad ventilatoria Espirometría forzada Estudio de la hiperreactividad bronquial (prueba broncodilatadora, pruebas de broncoprovocación) Asas de flujo-volumen Medición de los volúmenes pulmonares estáticos Medición de las propiedades mecánicas del pulmón y la caja torácica Intercambio pulmonar de gases Capacidad de transferencia de CO por el método de respiración única (DLCO) Análisis de pO2, pCO2 y pH en la sangre arterial Estudio del óxido nítrico exhalado (FeNO) Técnicas de monitorización (O2 y CO2 en el aire espirado, pulsioximetría) Circulación pulmonar Hemodinámica pulmonar (catéter de Swan-Ganz) Técnicas angiográficas Técnicas radioisotópicas Análisis del gas exhalado Pruebas de esfuerzo Polisomnografía respiratoria Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 640 SECCIÓN V Neumología o restrictivo. En las primeras se observa una disminución del FEV1 y del cociente FEV1/FVC (tabla 79-1). En adultos de entre 25 y 65 años se considera que valores del cociente FEV1/FVC inferiores a 0,70 son indicativos de alteración ventilatoria obstructiva. Si bien el cociente FEV1/FVC sirve para efectuar el diagnóstico de este tipo de alteración ventilatoria, su magnitud se evalúa por el grado de alteración del FEV1 (v. tabla 79-1). La alteración ventilatoria obstructiva se observa en enfermedades que cursan con aumento de la resistencia de las vías aéreas (asma bronquial) o disminución de la elasticidad pulmonar (enfisema). El registro de la curva de flujo-volumen (fig. 79-4) de la espirometría forzada presenta una concavidad característica en la parte media y final de la curva. En la alteración ventilatoria de tipo no obstructivo o restrictivo, el problema básico es la disminución del volumen pulmonar. En este tipo de alteración, el FEV1 disminuye de forma menos acentuada que la FVC. En consecuencia, se observa un aumento del cociente FEV1/ FVC. La morfología de la curva de flujo-volumen se caracteriza por presentar una convexidad en la porción media y final del registro, lo que indicaría la relativa preservación del flujo espiratorio máximo incluso al final de la espiración (v. fig. 79-4). En las alteraciones ventilatorias de tipo mixto se observa la coexistencia de un componente obstruc- tivo y un componente restrictivo. Suele observarse en pacientes con EPOC que presentan una masa pulmonar o después de una exéresis de parénquima pulmonar. En estos casos, el cociente FEV1/FVC puede ser normal. La espirometría forzada es una prueba sencilla y de fácil apli- cabilidad, pero que exige el cumplimiento de las recomendaciones de estandarización para facilitar una correcta evaluación de los resultados. La prueba broncodilatadora se efectúa de forma habitual junto con la espirometría forzada y constituye la exploración funcional de uso más general para el diagnóstico de hiperreactividad del tono muscular bronquial. Consiste en la administración de un broncodilatador de acción rápida, generalmente salbutamol (400 µg), una vez realizada la prueba de espirometría forzada; a los 15 min de administrar el fármaco se repite la espirometría. En el cuadro 79-2 se describen el cálculo de la respuesta broncodilatadora y los límites de significación establecidos en una población de referencia autóctona. El FEV1 es la variable funcional más utilizada para evaluar el resultado de la respuesta broncodilata- dora debido a que presenta una variabilidad intraindividual reducida. Algunos pacientes con asma o EPOC presentan mejoría de la FVC posbroncodilatador debido a los efectos beneficiosos del fármaco sobre el atrapamiento aéreo. La existencia de una respuesta broncodilatado- TABLA 79-1 Patrones de alteración de la espirometría forzada Alteración ventilatoria obstructiva FEV1/FVC < 0,70 FVC Normal o ↓ FEV1 ↓ (< 80% del valor de referencia) Grados de la alteración obstructiva Ligera 65% > FEV1< 80% del valor de referencia Moderada 50% ≤ FEV1< 65% del valor de referencia Grave 30% ≤ FEV1< 50% del valor de referencia Muy grave FEV1 < 30% del valor de referencia Alteración ventilatoria no obstructiva FEV1/FVC > 0,80 FVC ↓↓ (< 80% del valor de referencia) FEV1 ↓ Figura - Morfología de la curva espirométrica (registros de flujo-volumen). A. Individuo sano joven. B. Individuo sano mayor. C. Paciente con alteración ventilatoria de tipo obstructivo. D. Alteración ventilatoria de tipo no obstructivo. Para las abreviaturas, véase el texto. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous Universityof Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 641 CAPÍTULO 79 Métodos diagnósticos ra positiva significativa indica reversibilidad del tono bronquial por la acción del broncodilatador y es diagnóstica de labilidad del tono bronquial, característica del asma bronquial y de otras enfermedades que cursan con hiperreactividad bronquial. La prueba broncodilatadora es sencilla de realizar y no presenta contraindicaciones. Aunque la especificidad de la prueba es elevada, su sensibilidad es baja en relación con las pruebas de provocación bronquial. Es decir, cuando la res- puesta broncodilatadora es positiva, es diagnóstica de hiperreactividad bronquial, pero la falta de respuesta broncodilatadora significativa no excluye el diagnóstico de hiperreactividad bronquial. En algunos casos, la espirometría forzada puede indicar por sí sola la presencia de hiperreactividad bronquial. Eventos como: 1) la tos desencadenada por las maniobras de espirometría forzada; 2) el des- censo progresivo y significativo del FEV1 en las sucesivas maniobras durante la exploración, o 3) la variabilidad muy elevada del FEV1 entre diferentes exploraciones son datos sugestivos de hiperreactividad bronquial. Las pruebas de provocación bronquial están indicadas cuando existe sospecha de asma bronquial con manifestaciones clínicas atípicas y la espirometría forzada con prueba broncodilatadora presenta valores dentro de los límites de referencia. Asas de flujo-volumen Consiste en realizar una maniobra de espirometría forzada seguida de una inspiración máxima con registro gráfico de las curvas de flujo- volumen correspondientes (espiratoria e inspiratoria). Se trata de una maniobra simple que aporta información sobre la existencia de obs- trucciones funcionales y orgánicas en las vías respiratorias centrales. Aunque existen diversos índices numéricos, los resultados se evalúan por medio del análisis de la morfología de las curvas inspiratoria y espiratoria máximas. Los patrones de obstrucción de las vías aéreas centrales son los que se indican en la figura 79-5 y se describen en el apartado Patrones de alteración de la función pulmonar. Volúmenes pulmonares estáticos Con la maniobra de espirometría simple se efectúa una inspiración máxima (a TLC) a partir de la posición torácica de reposo (capacidad residual funcional, FRC), seguida de una espiración hasta el RV. A diferencia de la espirometría forzada, la espirometría simple se lleva a cabo de forma relajada, sin pretender el desarrollo de máximo esfuerzo y rapidez. Esta prueba permite medir algunos volúmenes pulmonares estáticos, como la capacidad inspiratoria (IC) y la capacidad vital (VC), pero no el RV, la TLC o la FRC. Para el cálculo de estos últimos (TLC o FRC) existen tres métodos: a) pletismografía corporal; b) técnicas de dilución de un gas marcador, y c) técnicas radiológicas. La pletismografía corporal es el método de referencia para la medi- ción del volumen de gas torácico a FRC y, por su fácil aplicación, es la técnica de elección. En la misma exploración permite la medición de la resistencia de las vías aéreas (Raw). La disminución de los volú- menes pulmonares estáticos, en especial de la TLC, permite establecer el diagnóstico de alteración ventilatoria restrictiva. El aumento del RV y del cociente RV/TLC facilita el diagnóstico de atrapamiento aéreo. La medición de los volúmenes pulmonares estáticos con pletis- mografía constituye un complemento de la espirometría forzada para precisar el tipo de alteración de la capacidad ventilatoria. Es útil para el diagnóstico de las alteraciones ventilatorias de tipo res- trictivo y resulta de interés para la identificación de las situaciones con alteración ventilatoria de tipo mixto, en las que coexisten ambos tipos de alteración ventilatoria obstructiva y restrictiva en un mismo paciente. La medición de la espirometría simple (VC) con el paciente sentado y en decúbito supino puede resultar de interés en la evaluación de enfermedades de los músculos respiratorios, en especial la parálisis diafragmática. Propiedades mecánicas del pulmón y de la caja torácica La medición de las propiedades mecánicas del pulmón que influyen sobre la capacidad ventilatoria tiene poco interés. Estas propiedades son: a) la resistencia de las vías aéreas; b) la distensibilidad pulmonar estática; c) la presión de retracción elástica del pulmón; d) las presiones inspiratoria máxima (PIM) y espiratoria máxima (PEM), y e) la presión transdiafragmática. Su medición está indicada cuando se ha establecido el perfil funcional básico del paciente y se plantea algún problema de diagnóstico diferencial, o bien cuando se precisa monitorizar alguna de las propiedades mecánicas referidas. Figura - Asas de flujo-volumen. Patrones correspondientes a obstrucciones de las grandes vías. (Mediante la línea de puntos se indica la morfología normal.) A. Obstrucción de carácter variable y localización extratorácica, por encima del manubrio esternal. Obsérvese la disminución de los flujos inspiratorios máximos, sin afectar apenas a la espiración. Las presiones transparietales negativas durante la inspiración determinan el incremento de la obstrucción, en este caso debida a una neoplasia de laringe. B. Obstrucción intratorácica de carácter variable. Se observa la limitación sobre todo en los flujos espiratorios máximos. Corresponde a una lesión traqueal secundaria a intubación prolongada. C. Obstrucción de carácter fijo. La obstrucción no varía con los cambios de presiones transparietales que se producen durante las maniobras de inspiración y espiración. Se observa la limitación de los flujos máximos, tanto inspiratorios como espiratorios. Corresponde a una lesión laríngea neoplásica con gran fibrosis y rigidez. V! : flujo; V: volumen. V˙ • CUADRO 79-2 Prueba broncodilatadora Cálculo de la respuesta broncodilatadora (PBD) FEV PBD(%) FEB FEV 1001 1post-PBD – FEV1pre-PBD 1pre-PBD − = × Límites de significación de la PBD FEV PBD(%) 12%y 200 m1 − ≥ ????? ????? Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 642 SECCIÓN V Neumología Intercambio pulmonar de gases La transferencia de monóxido de carbono por el método de respiración única (DLCO) y la gasometría arterial son las pruebas utilizadas para la evaluación de la eficacia del pulmón como intercambiador de gases. Transferencia de monóxido de carbono La DLCO es una prueba que se utiliza, junto con la espirometría for- zada y la medición de los volúmenes estáticos, para establecer el perfil funcional del paciente con enfermedad respiratoria. Los resultados de la DLCO están modulados por diferentes factores que influyen en el intercambio pulmonar de gases: a) fracción inspiratoria de O2; b) distribución de la ventilación alveolar; c) volumen pulmonar; d) heterogeneidad de las relaciones de ventilación/perfusión (VA/Q! ! ); e) estado funcional de la interfase alveolocapilar; f ) volumen de sangre en el capilar pulmonar; g) concentración de hemoglobina, y h) carac- terísticas de afinidad de la curva de disociación de la hemoglobina. A pesar de la multiplicidad de factores que modulan la DLCO, la interpretación empírica de los resultados resulta muy útil, en especial para el diagnóstico y la monitorización de las enfermedades pulmonares intersticiales. Además, la alteración de la DLCO es indicativa de la magnitud del enfisema en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Gasometría arterial La medición del pH, de la presión parcial de O2 (PaO2) y de la presión parcial de CO2 (PaCO2) en la sangrearterial constituye una técnica esencial para el diagnóstico y el tratamiento de la insuficiencia res- piratoria. Está indicada en: a) pacientes que presentan clínica suges- tiva de insuficiencia respiratoria; b) la evaluación de pacientes con alteración ventilatoria restrictiva grave; c) casos de alteración ventila- toria obstructiva de grave intensidad (FEV1 inferior al 35% del valor de referencia o DLCO inferior al 50% del valor de referencia); d) estudios preoperatorios de cirugía de alto riesgo, y e) la prescripción de oxigenoterapia. En el estudio de las neumopatías intersticiales y de determinados casos de peritaje de incapacidad laboral es útil la realiza- ción de una gasometría arterial de reposo y durante el ejercicio máximo tolerado por el paciente. La muestra de sangre debe obtenerse por punción o a través de un catéter arterial. La arteria radial, en el túnel carpiano, constituye la zona más segura y accesible para la punción arterial. Si dicha arteria no presen- ta una circulación colateral adecuada o su acceso resulta difícil, la segunda alternativa es la punción de la arteria humeral, en la fosa antecubital. La arteria femoral sólo debe puncionarse en casos excepcionales. Durante la punción arterial, el paciente debe permanecer relajado, sentado o semi- incorporado durante unos 10 min. Después de localizar la arteria radial por palpación, se administra anestesia local, a fin de evitar el dolor y la hiperventilación generados por la punción. La PaO2, la PaCO2 y el pH se miden de forma directa mediante electrodos polarográficos. Los demás datos que aporta la gasometría arterial (bicarbonatos, CO2 total y exceso de base) se estiman mediante el nomograma de Sigaard-Andersen. Dado que las mediciones se expresan a la temperatura de 37 °C, en situaciones de hipotermia o hipertermia, los valores obtenidos deben corregirse en función de la temperatura corporal; dicha corrección puede efectuarse según diferentes fórmulas. Una de las más utilizadas es la de Severinghaus. La PaO2, la PaCO2 y el cálculo del gradiente alveoloarterial de O2 (AaPO2) informan sobre el intercambio pulmonar de gases. El pH, la PaCO2 y el exceso de base son variables esenciales para la interpretación del equilibrio acidobásico. Análisis de los gases respiratorios mediante técnicas no invasivas La pulsioximetría permite medir los niveles de oxihemoglobina y es una técnica no invasiva de utilidad para monitorizar la oxigenación de la sangre arterial, pero no para efectuar el diagnóstico y la caracterización de las alteraciones del intercambio pulmonar de gases. Suele utilizarse en las siguientes situaciones: a) control de pacientes con insuficiencia respiratoria una vez que han sido caracterizados mediante gasometría arterial; b) práctica de fibrobroncoscopia; c) protocolos de ejercicio, y d) estudios de detección del síndrome de apneas durante el sueño o control de desaturaciones nocturnas en otras enfermedades. Debemos tener especial atención en las situaciones en las que exista posibilidad de intoxicación por monóxido de carbono CO, dado que la pulsioxime- tría no discrimina entre la combinación del monóxido de carbono (CO), y del oxígeno (O2), con la hemoglobina, COHb y O2Hb, res- pectivamente. El análisis del O2 y CO2 al final de la espiración (end-tidal O2 y CO2) es una técnica no invasiva útil para la monitorización de los pacientes durante la anestesia. Estudio hemodinámico pulmonar La ecografía cardíaca es una técnica no invasiva que permite evaluar el grado de sobrecarga del ventrículo derecho. La inyección intravenosa de suero salino (ecocardiograma de contraste) permite descartar la existencia de comunicaciones arteriovenosas pulmonares y el estudio de enfermedades que cursan con vasodilatación de la circulación pul- monar, como la descrita en el síndrome hepatopulmonar. La colocación de un catéter de Swan-Ganz por punción (técnica de Seldinger) de una vena central y su progresión a través de las cavidades cardíacas derechas hasta la arteria pulmonar permite obtener informa- ción sobre la hemodinámica pulmonar. La medición de la hemodiná- mica pulmonar está indicada para el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión pulmonar. Puede ser útil en algunos casos de insuficiencia respiratoria aguda en situación crítica (síndrome de distrés respiratorio agudo con inestabilidad hemodinámica). Las técnicas de imagen pulmonar (TC y radioisótopos) tienen un papel central en el estudio de las alteraciones de la circulación pulmonar en la clínica. Análisis del gas exhalado El análisis de las características del gas exhalado puede tener potencial para el diagnóstico precoz y la evaluación de algunas enfermedades pulmonares. El estudio del óxido nítrico exhalado, los componen- tes volátiles y el condensado de gas exhalado, y el empleo de narices electrónicas, estas últimas en fase experimental, constituyen diversas modalidades de evaluación para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón y para el estudio no invasivo de la inflamación y del estrés oxidativo. Sólo el estudio del óxido nítrico exhalado se ha incorporado como una prueba clínica convencional para la valoración de algunos casos de asma bronquial y el seguimiento de los niveles de inflamación. Pruebas de ejercicio cardiorrespiratorio Las pruebas de ejercicio cardiorrespiratorio permiten el análisis inte- grado de las respuestas pulmonar, cardíaca y metabólica del organis- mo durante el ejercicio. Existen varias modalidades de protocolos de ejercicio, desde métodos simples (prueba de la marcha de 6 min, prueba de la lanzadera) hasta métodos más complejos (bicicleta ergométrica, tapiz rodante) en los que se controla la carga de trabajo durante la prueba. La modalidad de ejercicio recomendada para el estudio de pacientes neumológicos es la cicloergometría de tipo incremental. Las pruebas de esfuerzo están indicadas en las siguientes situaciones: a) diagnóstico y evaluación de neumopatías intersticiales; b) evaluación del grado de disfunción en pacientes con diagnóstico establecido; c) evaluación preoperatoria de pacientes de alto riesgo con indicación de toracotomía con exéresis de parénquima pulmonar; d) estudio de disnea de origen no establecido, y e) evaluación y seguimiento de rehabilitación cardiopulmonar. Análisis de los resultados de la función pulmonar En la situación más frecuente se dispone de una única exploración del paciente. En estas circunstancias se plantea la decisión de si el valor observado para una variable determinada (FEV1, DLCO) debe considerarse normal o no y, en este último supuesto, establecer el grado de alteración. Dada la dependencia de la mayoría de los índices funcio- nales con respecto al sexo, la talla, la edad y la etnia, la interpretación de los resultados es más adecuada si se reduce la variabilidad interin- dividual mediante la utilización de valores de referencia estimados a V˙A/Q˙ https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 643 CAPÍTULO 79 Métodos diagnósticos partir de ecuaciones de predicción obtenidas a partir de poblaciones de no fumadores sanos. Para un índice funcional determinado, el valor de referencia calculado a partir de la ecuación de predicción correspondiente equivale al valor medio de dicho índice funcional en los individuos de referencia con iguales características de sexo, edad y etnia. Las ecuaciones de predicción para la espirometría forzada, los volúmenes pulmonares estáticos y la DLCO se describen en el Apén- dice. Los resultados obtenidos en el estudio de la función pulmonar suelen expresarse en forma de porcentaje respecto al valor de referencia correspondiente (p. ej., FEV1 observado/FEV1 referencia × 100). Así, se habla de un FEV1 del 80% del valor de referencia o de una FVC del 70%. En general, para el FEV1, la FVC, la DLCO y la TLC se utiliza, de forma arbitraria, el 80% del valor de referencia como límite inferior de la normalidad. En la actualidad se tiende de forma progresiva a com- plementarel porcentaje en relación con el valor de referencia, con otras formas de expresión de los resultados que son conceptualmente más correctas, como el límite inferior de la normalidad (LIN) y el z-score. En este sentido, la expresión del valor observado en forma de dis- persión en relación con el valor de referencia correspondiente resulta una forma más correcta de expresión de los resultados. Dicha dispersión suele normalizarse por la magnitud del intervalo de confianza al 95% (IC al 95%). El IC al 95% equivale al error estándar estimado de la ecuación de predicción correspondiente multiplicado por 1,645. En la situación indicada se evalúa el resultado absoluto y la dispersión en relación con el valor de referencia. Cuando la exploración de la función pulmonar se efectúa para monitorizar la evolución de un paciente durante el curso de la enfermedad o para valorar los efectos del tratamiento, las mediciones previas son el valor de referencia óptimo para evaluar los resultados. Patrones de alteración de la función pulmonar Las pruebas de función pulmonar no aportan información específica que permita, por sí sola, establecer un diagnóstico determinado. Sin embargo, con ellas es posible delimitar una serie de perfiles funcionales que les confiere un gran valor como medio complementario de diagnós- tico. Ante la presencia de alteración ventilatoria de tipo obstructivo, las posibilidades diagnósticas son varias: asma bronquial, EPOC, bronquiectasias y bronquiolitis. La presencia de alteración ventilatoria obstructiva acompañada de reducción de la DLCO y disminución de la elasticidad pulmonar descarta el asma bronquial. La alteración ventilatoria de tipo obstructivo, total o parcialmente reversible con broncodilatadores, y la DLCO dentro de los valores de referencia permiten el diagnóstico de asma bronquial. A su vez, la alteración ventilatoria de tipo restrictivo y la DLCO reducidas son indicativas de enfermedad pulmonar intersticial difusa. Alteración ventilatoria de tipo obstructivo Se distinguen, por una parte, la alteración ventilatoria obstructiva causada por la disminución de la luz en las vías aéreas centrales y, por otra, la debida a enfermedades pulmonares difusas. En este último caso, los exponentes nosológicos más característicos son el asma bronquial y la EPOC. Alteración ventilatoria obstructiva por lesión localizada en las vías aéreas centrales Este patrón funcional se debe a alteraciones funcionales u orgánicas de la laringe, la tráquea o los grandes bronquios. En este tipo de alteracio- nes, el máximo trastorno se produce en el ápice de flujo de las curvas de inspiración o espiración máximas. El análisis de la morfología de las asas de flujo-volumen (v. fig. 79-5) constituye el principal medio diagnóstico de tipo no invasivo. Las asas de flujo-volumen permiten identificar tres subtipos de obstrucción de las vías aéreas centrales: 1) obstrucción de las vías aéreas centrales intratorácica o extratorácica de carácter fijo (v. fig. 79-5 C); 2) obstrucción de las vías aéreas centrales extratorácica de carácter variable (v. fig. 79-5 A), y 3) obstrucción de las vías aéreas centrales intratorácica de carácter variable (v. fig. 79-5 B). Alteración ventilatoria obstructiva por enfermedad pulmonar difusa Se caracteriza por la disminución de los flujos espiratorios máximos en ausencia de un deterioro equivalente del volumen pulmonar. Por esta razón, la disminución del FEV1, del cociente FEV1/FVC y la forma cóncava de la curva de flujo-volumen espiratorio son los datos más característicos (v. fig. 79-5). Se acepta que, en individuos adultos, un cociente FEV1/FVC inferior al 70% define la presencia de alteración ventilatoria de tipo obstructivo. Sin embargo, se aconseja utilizar el límite inferior de referencia (LIN) del FEV1/FVC como criterio para efectuar el diagnóstico de alteración ventilatoria obstructiva. El objetivo es evitar errores diagnósticos en sujetos jóvenes (< 25 años) y en pacientes mayores (> 65 años). Tal como se ha comentado, el grado de disfunción en la alteración ventilatoria obstructiva se evalúa por la magnitud de la alteración del FEV1 (v. tabla 79-1). Alteración ventilatoria de tipo restrictivo Se caracteriza por la disminución del volumen pulmonar, que puede deberse a las siguientes causas: a) enfermedades difusas del parénquima pulmonar; b) alteraciones que cursan con disminución del volumen de la caja torácica (enfermedades pleurales, neuromusculares o deformida- des de la estructura ósea), y c) resecciones quirúrgicas del parénquima pulmonar o lesiones residuales por tuberculosis pulmonar. El diagnóstico de alteración ventilatoria restrictiva se establece por la medición de los volúmenes pulmonares estáticos (TLC inferior al 80% del valor de referencia). La espirometría forzada es sugestiva de este tipo de alteración ventilatoria cuando la reducción de la FVC es superior o paralela a la del FEV1 y de los flujos espiratorios máximos, es decir, cuando el cociente FEV1/FVC es superior al 80%. La morfología de la curva espiratoria de flujo-volumen presenta una convexidad característica (v. fig. 79-5). La DLCO tiene un papel destacado en la evaluación de la alteración ventilatoria de tipo restrictivo. La DLCO y la DLCO corregida por el volumen pulmonar (KCO, cociente DLCO/ VA) se hallan disminuidas en las alteraciones difusas del parénquima pulmonar, mientras que el KCO suele ser siempre normal en las altera- ciones de la caja torácica y en las resecciones del parénquima pulmonar. En el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades pulmonares intersticiales, la DLCO y, probablemente, la gasometría de esfuerzo tienen un papel destacado. En estas enfermedades es característica la disminución de la PaO2 durante el ejercicio. La medición de la capacidad ventilatoria (espirometría forzada y volúmenes pulmonares estáticos) es útil para el seguimiento evolutivo de las afecciones de la caja torácica. En las enfermedades neuromusculares, la medición de la PIM y la PEM constituye una prueba de utilidad para el diagnóstico precoz; en cambio, su papel en el seguimiento evolutivo es limitado, debido a que los valores de PIM y PEM suelen deteriorarse en las fases iniciales de la enfermedad. La alteración ventilatoria de tipo res- trictivo debida a enfermedades de la caja torácica tiende a provocar, en fases avanzadas, insuficiencia respiratoria crónica con hipercapnia y cor pulmonale. La evaluación de la gasometría arterial en reposo debe considerarse una prueba necesaria en estos pacientes. Alteración ventilatoria de tipo mixto Algunas enfermedades tienen un comportamiento funcional que pre- senta, de forma concurrente, las características de la alteración venti- latoria obstructiva (disminución del FEV1 y de los flujos espiratorios máximos) y de la restrictiva (disminución del volumen pulmonar). El resultado puede ser valores normales y discretamente disminuidos del cociente FEV1/FVC. El comportamiento de la DLCO y de la gasometría arterial varía en las diferentes enfermedades. La alteración ventilatoria de tipo mixto es característica de la fibrosis quística, las bronquiectasias, las enfermedades granulomatosas pulmonares y la insuficiencia cardíaca; asimismo, es un hallazgo común en las lesiones fibróticas residuales de la tuberculosis pulmonar. El diagnóstico de esta alteración funcional requiere la medición de la espirometría forzada y de los volúmenes pulmonares estáticos. Alteraciones aisladas de la DLCO La anemia, las hemoglobinopatías y la carboxihemoglobinemia son causas extrapulmonares de disminución de la DLCO por reducción de la captación sanguínea de CO en la maniobra de respiración única. Excluidas estas causas, pueden encontrarse valores bajos de DLCO en las fases iniciales de las neumopatías intersticiales difusas, incluso antes de la aparición de signos radiológicos de la enfermedad. Asimis- mo, la alteración aislada de la DLCO es un hallazgo común en las https://booksmedicos.org644 SECCIÓN V Neumología enfermedades vasculares del pulmón. Por el contrario, el hallazgo de una DLCO anormalmente alta es un buen indicador de la presencia de hemorragia intrapulmonar reciente. La extravasación de hematíes den- tro del alvéolo incrementa la captación pulmonar de CO y determina la sobrevaloración de los resultados de la DLCO. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Agusti A, Noell G, Brugada J, Faner R. Lung function in early adulthood and health in later life: a transgenerational cohort analysis. Lancet Respir Med 2017;5(12):935-45. Burgos F, Disdier C, López de Santamaría E, Galdiz B, Roger N, Rivera ML, et al. Telemedicine enhances quality of forced spirometry in primary care. Eur Respir J 2012;39:1313-8. Burgos F, Melia U, Vallverdú M, Velickovski F, Lluch-Ariet M, Caminal P, et al. Clinical decision support system to enhance quality control of spirometry using information and communication technologies. JMIR Med Inform 2014;2:e29. Cotes JE, Chinn DJ, Miller MR. Lung Function, 6th ed. London: Blackwell Scientific Publications; 2006. Quanjer PH, Stanojevic S, Cole TJ, Baur X, Hall GL, Culver BH, et al. Multi- ethnic reference values for spirometry for the 3-95-yr age range: the global lung function 2012 equations. Eur Respir J 2012;40:1324-43. OTRAS EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS C. Agustí García-Navarro Broncoscopia La broncoscopia es una exploración fundamental en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades respiratorias. Existen dos técnicas para la exploración endoscópica del árbol bronquial: la broncoscopia rígida y la fibrobroncoscopia. Las indicaciones principales de la broncos- copia rígida son la extracción de cuerpos extraños, la aplicación de tratamientos endobronquiales y la colocación de prótesis. Mientras que la broncoscopia rígida debe practicarse con anestesia general, la fibrobroncoscopia no requiere el ingreso hospitalario del paciente y se realiza, en la mayoría de los casos, con anestesia local y sedación consciente. Las indicaciones de la fibrobroncoscopia se pueden clasificar en dos grupos: diagnósticas y terapéuticas (cuadro 79-3). La indicación diag- nóstica más frecuente es el estudio de los tumores broncopulmonares. Permite conocer su situación y su extensión en el árbol bronquial, obte- ner el diagnóstico histológico, y la posible evaluación de la extensión tumoral a las adenopatías mediastínicas. La rentabilidad diagnóstica de la fibrobroncoscopia en los tumores broncopulmonares oscila entre el 30% y el 95%. Es más elevada en los tumores de mayor tamaño y con localización perihiliar. En las neoplasias de situación periférica y pequeño tamaño (nódulo pulmonar solitario) que no son visibles mediante el fibrobroncoscopio es útil realizar la fibrobroncoscopia bajo control fluoroscópico, con el fin de dirigir las pinzas de biopsia al lugar de la lesión. La fibrobroncoscopia es también útil en la estadifi- cación mediastínica del cáncer de pulmón (v. más adelante, Ecografía endobronquial). Ante la presencia de hemoptisis debe practicarse una fibrobroncoscopia, si bien su rentabilidad diagnóstica es muy baja en los casos con TC de tórax normal. En los casos de asma bronquial que no responden al tratamiento (asma atípica), la fibrobroncoscopia puede aportar información y des- cartar neoplasias pulmonares, cuerpos extraños, estenosis traqueales o traqueobroncomalacia, que podrían ser responsables de los sínto- mas asmáticos. En los pacientes con neoplasia de esófago, el examen endoscópico puede determinar si existe invasión neoplásica del árbol traqueobronquial. La fibrobroncoscopia está indicada en los derrames pleurales de etiología desconocida, con el fin de determinar si su causa es una neoplasia broncopulmonar. En las infecciones pulmonares, las principales indicaciones son el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar y otras micobacteriosis en los casos en que el análisis del esputo haya sido negativo, el diagnóstico etiológico de las neumonías que no res- pondan al tratamiento antibiótico y el diagnóstico de los infiltrados pulmonares en pacientes inmunodeprimidos. En las neumonías de resolución lenta y en las neumonías de repetición debe realizarse la fibrobroncoscopia para descartar una obstrucción bronquial neoplásica o de otra etiología (inflamatoria, cuerpos extraños). En los pacientes con parálisis de la cuerda vocal izquierda sin ninguna etiología local, la fibrobroncoscopia debe practicarse para descartar la presencia de cáncer broncopulmonar en la región hiliar izquierda que afecte el nervio recurrente. Otra indicación es la tos persistente sin causa evidente. Algunos pacientes con citología de esputo positiva para células neoplá- sicas presentan radiografía de tórax, TC y fibrobroncoscopia normales (cáncer oculto). Para su diagnóstico se utiliza la fibrobroncoscopia de autofluorescencia, que utiliza la capacidad de células displásicas que, al ser excitadas con radiaciones ultravioleta de determinada longitud de onda, emiten florescencia, lo que permite identificar lesiones pre- malignas o el carcinoma in situ. En los traumatismos de tórax, la presencia de enfisema subcutáneo o hemoptisis puede indicar la existencia de laceración traqueobronquial, que debe descartarse mediante fibrobroncoscopia. En la aspiración pul- monar, la fibrobroncoscopia permite extraer los restos alimentarios del árbol bronquial. En el síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño, la fibrobroncoscopia es útil para valorar las anomalías morfológicas de la vía aérea superior. En algunas enfermedades intersticiales difusas del pulmón, la endoscopia está indicada para la práctica de biopsia transbronquial y lavado broncoalveolar. La fibrobroncoscopia facilita la intubación endotraqueal en pacientes con traumatismos maxilofa- ciales o lesiones de la columna cervical que se someten a intervención quirúrgica. Es aconsejable extubar a los pacientes intervenidos por lesiones traqueales o tiroideas con control fibrobroncoscópico, ya que no es infrecuente que presenten traqueomalacia o estenosis traqueales postoperatorias. En pacientes con estridor o con alteraciones en las asas flujo-volumen (v. Espirometría forzada con prueba broncodilatadora), la fibrobroncoscopia permite descartar estenosis u otras lesiones de la vía aérea superior. Otra indicación es la sospecha de fístulas bronquiales o traqueoesofágicas. Las indicaciones terapéuticas de la fibrobroncoscopia son las siguientes: a) atelectasia por retención de secreciones, frecuente en el • CUADRO 79-3 Indicaciones de la broncoscopia Indicaciones diagnósticas Diagnóstico de tumores broncopulmonares Diagnóstico de infecciones por micobacterias Hemoptisis Diagnóstico bacteriológico de neumonías Derrame pleural de etiología desconocida Diagnóstico de enfermedades intersticiales difusas del pulmón Diagnóstico de infiltrados pulmonares en pacientes inmunodeprimidos Asma atípica Valoración de la extensión traqueobronquial en neoplasias de esófago Absceso pulmonar Neumonías de lenta resolución y de repetición Afonía sin alteraciones morfológicas de las cuerdas vocales Síndrome de la vena cava superior Tos persistente de etiología desconocida Cáncer oculto Traumatismos torácicos Aspiración pulmonar Síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño Intubación y extubación endotraqueales Estridor Alteración de las asas flujo-volumen Fístulas bronquiales Indicaciones terapéuticas Retención de secreciones-atelectasias Extracción de cuerpos extraños Resecciones endobronquiales y traqueales Colocación de prótesis Tratamiento de las fístulas bronquiales Tratamiento endoscópico del enfisema https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 645 CAPÍTULO 79 Métodos diagnósticos postoperatorio de intervenciones quirúrgicas y en pacientes ingresados en la UCI; b) extracción de cuerpos extraños; c) resecciones endobron- quiales y traqueales, cuando existen neoplasias pulmonares inoperables o estenosis o lesiones granulomatosas que obstruyen el árbol bronquial; estas resecciones serealizan mediante láser, crioterapia, electrocauterio, argón-plasma, braquiterapia o terapia fotodinámica combinada con láser; d) colocación de prótesis endobronquiales en pacientes con obs- trucción del árbol traqueobronquial por compresión extrínseca debida a tumores o adenopatías, o por estenosis neoplásicas o inflamatorias; e) tratamiento de las fístulas bronquiales, y f ) tratamiento endoscópico del enfisema o de las fístulas broncopleurales mediante la colocación de válvulas endobronquiales. Las principales complicaciones de la fibrobroncoscopia son: a) broncoespasmo, particularmente en los pacientes con asma bronquial, por lo que, en estos casos, es aconsejable la administración previa de broncodilatadores; b) hipoxemia, en especial en los ancianos y los pacientes con insuficiencia respiratoria; c) arritmias cardíacas en los pacientes ancianos o con cardiopatías; d) hemorragia provocada por la toma de muestras biópsicas; e) fiebre, sobre todo en los pacientes a los que se ha practicado lavado broncoalveolar y que, en ocasiones, se acompaña de bacteriemia transitoria; f ) neumotórax y neumomedias- tino secundarios a la práctica de biopsias transbronquiales o punciones transbronquiales aspirativas, y g) epistaxis secundaria a la introducción del fibrobroncoscopio por vía nasal. La mortalidad asociada a la fibro- broncoscopia es inferior a 1 por cada 10.000 exploraciones y casi siempre se produce en pacientes con estado clínico grave (cuadro 79-4). Apenas existen contraindicaciones absolutas para la fibrobroncos- copia. En los pacientes con insuficiencia respiratoria, arritmias cardía- cas, infarto de miocardio reciente o hipertensión intracraneal deben valorarse las ventajas de la exploración y la posibilidad de aparición de complicaciones. En los pacientes con diátesis hemorrágica puede llevarse a cabo la exploración, pero no la toma de biopsias. Es recomen- dable no obtener muestras biópsicas cuando el recuento de plaquetas es inferior a 50 × 109/L o el tiempo de protrombina es inferior al 50% (v. cuadro 79-4). Biopsia bronquial Sus indicaciones son el diagnóstico del cáncer pulmonar y de otras lesiones de la mucosa traqueobronquial (enfermedades inflamatorias y granulomatosas, neoplasias benignas). Broncoaspirado Consiste en la introducción a través del canal de aspiración del fibro- broncoscopio de 2-3 alícuotas de 5-10 mL de solución salina en el árbol bronquial y en su posterior aspiración. El análisis citológico del broncoaspirado es útil para el diagnóstico del cáncer de pulmón. El análisis microbiológico está indicado en el diagnóstico de las infeccio- nes pulmonares, principalmente de las ocasionadas por micobacterias. Cepillado bronquial Consiste en la introducción de un cepillo a través del canal de aspi- ración del aparato, con el que se fricciona repetidamente la lesión endobronquial concreta con el fin de obtener células descamadas para su análisis citológico. Es un método útil para el diagnóstico del cáncer de pulmón, y su rentabilidad es similar a la del broncoaspirado. Catéter telescopado de doble luz y oclusión distal También denominado catéter protegido, consiste en un cepillo especial- mente diseñado para la obtención de secreciones bronquiales, con lo que se evita la contaminación de la muestra por los gérmenes saprofitos de las vías aéreas superiores. Esta técnica es útil para el diagnóstico de las infecciones bacterianas y fúngicas, aunque ha disminuido su utili- zación, ya que tanto el broncoaspirado como el lavado broncoalveolar poseen una rentabilidad similar. Biopsia transbronquial Consiste en la obtención de muestras biópsicas del parénquima pul- monar a través del fibrobroncoscopio. Puede ser útil en el diagnóstico de diferentes enfermedades pulmonares con afección difusa del parén- quima, como enfermedades intersticiales, eosinofilias pulmonares, neoplasias (linfangitis carcinomatosa, carcinoma broncoalveolar) e infecciones (neumonía por P. jirovecii, citomegalovirus, tuberculosis miliar). Criobiopsia La utilización de una criosonda que, mediante el enfriamiento de óxido nitroso, permite alcanzar temperaturas en su extremo distal del orden de –80 °C es útil para la obtención de muestras de un tamaño muy superior al conseguido con las pinzas de biopsia clásica, y su utilización es cada vez más común en el diagnóstico de enfermedades pulmonares difusas. Punción aspirativa transbronquial Se realiza mediante una aguja protegida por un catéter de teflón, con la cual se obtienen muestras para análisis citológico o histológico. Su indicación primordial es en el diagnóstico de enfermedades que cursan con adenopatías mediastínicas y en especial en la estadificación mediastínica del cáncer de pulmón, lo que se consigue mediante punción a través de la pared bronquial en localizaciones anatómicas preestablecidas. Otras indicaciones son el estudio de las compresiones extrínsecas del árbol bronquial, tumoraciones endobronquiales de aspecto necrótico, en las cuales las muestras biópsicas permiten sólo obtener el material necrótico que rodea a la neoplasia. La punción aspirativa está también indicada en el diagnóstico de tumoraciones situadas en los bronquios apicales de los lóbulos superiores, cuando son inalcanzables con las pinzas de biopsia, y en la punción de nódulos solitarios periféricos. Lavado broncoalveolar Con el fibrobroncoscopio enclavado en un bronquio segmentario, se instila solución salina al 0,9% distribuida en tres alícuotas de 50 mL que se aspiran sucesivamente. El objetivo es obtener una muestra valo- rable del espacio aéreo distal (espacio alveolar). Por lo general se obtiene el 50%-70% del líquido introducido con el que se pueden realizar análisis citológicos, microbiológicos y de otras sustancias (proteínas, enzimas, mediadores inflamatorios, partículas minerales). El lavado broncoalveolar permite analizar las poblaciones celulares alveolares. En sujetos sin enfermedad respiratoria, la fórmula celular está constituida por macrófagos alveolares (80%-90%), linfocitos (< 12%) y neutrófilos (< 3%). La presencia de eosinófilos y mastocitos es rara, y representa menos del 1% de las células. El cociente linfocitos T colaboradores/linfocitos T supresores citotóxicos es 1,6-1,8, aunque en fumadores puede ser algo inferior. El estudio de las alteraciones de la fórmula celular se utiliza en el diagnóstico de las enfermedades intersticiales difusas del pulmón (v. Enfermedades intersticiales difusas del pulmón, en cap. 83). En las eosinofilias pulmonares, el lavado muestra un marcado incremento de eosinófilos, lo cual constituye un dato diagnóstico de interés. En las neoplasias difusas (linfangitis • CUADRO 79-4 Complicaciones y contraindicaciones de la broncoscopia Complicaciones Epistaxis Laringoespasmo Broncoespasmo Arritmias cardíacas Fiebre Hipoxemia Hemorragia (toma de muestras biópsicas) Neumotórax (toma de muestras biópsicas) Exitus (< 1/10.000 exploraciones) Contraindicaciones Insuficiencia respiratoria grave Arritmias cardíacas graves Infarto de miocardio reciente Hipertensión intracraneal Diátesis hemorrágica (toma de muestras biópsicas) https://booksmedicos.org 646 SECCIÓN V Neumología carcinomatosa) y en el cáncer de pulmón periférico (nódulo pulmo- nar solitario), el análisis citológico puede mostrar células atípicas y aumentar el rendimiento diagnóstico de la fibrobroncoscopia. En la neumonía lipoidea, el lavado puede mostrar macrófagos alveolares cargados de grasa, hallazgo que, aunque no es patognomónico, refuerza la sospecha diagnóstica. En los pacientes inmunodeprimidos, el lavado broncoalveolar es la técnica de elección para el diagnóstico etiológico de los infiltrados pulmonares. El rendimiento diagnóstico es elevado en la neumonía por P. jirovecii y en algunas infecciones víricas (citomegalovirus), en las hemorragias pulmonares y en las infecciones por micobacterias. En las hemorragias pulmonares difusas, el aspecto macroscópico del líquido obtenido eshemorrágico, y el porcentaje de hemosiderófagos es superior al 5%. La fiabilidad diagnóstica del lavado broncoalveolar es menor en las infecciones fúngicas. La buena tolerancia y el rendimiento de esta exploración han determinado que la biopsia transbronquial no se utilice de forma habitual en el diagnóstico de los infiltrados pulmonares en estos pacientes. El lavado broncoalveolar puede ser útil para el diagnóstico de las neumonías bacterianas, especialmente si se realiza un análisis semi- cuantitativo de unidades formadoras de colonias. Una modalidad de lavado para el diagnóstico de las infecciones pulmonares es el lavado broncoalveolar protegido, que se practica a través de un catéter, que posee un balón inflable capaz de ocluir un bronquio segmentario, con lo que supuestamente se obtiene una muestra sin contaminación de gérmenes procedentes de las vías aéreas superiores. En la valoración de las enfermedades ocupacionales, el lavado broncoalveolar puede ser útil para la detección de los cuerpos de asbesto (v. Enfermedades pulmonares de origen ocupacional, en cap. 83). El lavado broncoalveolar tiene aplicación terapéutica en la proteinosis alveolar, para extraer el material lipoproteico de los espacios alveolares. Después de la práctica del lavado broncoalveolar, permanece en los espacios alveolares cierta cantidad del líquido administrado, que ocasiona infiltrados radiográficos de características alveolares en el lóbulo lavado, que suelen desaparecer al cabo de 4-12 h. En el 2%-3% de los casos aparece fiebre, casi siempre inferior a 38 °C. Ecografía endobronquial La integración de un transductor en el extremo distal del fibrobron- coscopio permite la visualización ecográfica directa de las diferentes estructuras mediastínicas, incluidos los vasos (efecto Doppler), lo que posibilita el abordaje de tumores y ganglios mediastínicos y pulmonares a través de una punción aspirativa con aguja fina (PAAF). Los buenos resultados conseguidos con la ecografía endobronquial y el hecho de que sea una técnica poco invasiva y sin complicaciones significativas la han convertido en la técnica de elección para el abordaje diagnóstico del mediastino. Broncoscopia virtual La broncoscopia virtual es una técnica de imagen obtenida mediante TC que permite la visualización intraluminal del árbol traqueobron- quial hasta los bronquios segmentarios de cuarto orden. Las imágenes obtenidas son similares a las que se consiguen mediante la broncos- copia convencional. Sus indicaciones son la valoración de las estenosis traqueobronquiales, el estudio de la extensión extrabronquial del cáncer broncopulmonar y la identificación de la etiología de las compresiones extrínsecas del árbol bronquial. Recientemente se ha utilizado con éxito como guía para identificar el recorrido que el broncoscopio ha de seguir a través de los diversos bronquios subsegmentarios para alcanzar lesiones pulmonares periféricas. Navegación electromagnética endobronquial Es una técnica que consiste en un sistema de navegación electromag- nética a través del árbol bronquial que facilita la biopsia de nódulos periféricos y adenopatías mediastínicas, mediante la información de la localización de las lesiones obtenida al llevarse a cabo una TC. Ecografía torácica Se ha convertido en una técnica imprescindible para el manejo diag- nóstico de las enfermedades pulmonares. La rentabilidad diagnós- tica de la ecografía torácica en el neumotórax es incluso superior a la radiografía de tórax. Identifica derrames pleurales y facilita la toracocentesis y la biopsia pleural. La ecografía torácica permite valorar la excursión diafragmática y puede ser una alternativa para el diagnóstico de tumores pleuropulmonares cuando están en contacto con la pared torácica. Toracocentesis y biopsia pleural La toracocentesis está indicada en todos los casos de derrame pleural, con el fin de obtener líquido pleural para análisis bioquímicos, micro- biológicos y citológicos. Siempre se aconseja practicar la toracocentesis bajo control ecográfico. La biopsia pleural a ciegas está indicada en los derrames pleurales que presenten características de exudado y sean de etiología des- conocida. La rentabilidad diagnóstica de la biopsia pleural puede incrementarse de forma significativa cuando se hace bajo control ecográfico. Se suele obtener tejido histológicamente valorable en más del 90% de los casos. En el mesotelioma, el pequeño tamaño de las muestras no suele ser suficiente para obtener el diagnóstico de certeza. La aparición de neumotórax, infecciones del espacio pleural y hemotórax secundario a la laceración de la arteria intercostal es excep- cional. Punción pulmonar transparietal Es una técnica que se realiza bajo control de TC. Permite obtener muestras del parénquima pulmonar para un análisis citohistológico, mediante la aspiración con una aguja a través de la pared torácica. Su principal indicación es el diagnóstico de nódulos y masas pulmonares periféricas en los cuales no se ha podido establecer el diagnóstico mediante fibrobroncoscopia. Las complicaciones son la aparición de neumotórax secundario (el 10%-15% de los casos, la mitad de los cuales requieren un tubo de drenaje para su solución) y la expectoración hemoptoica, que suele ceder de forma espontánea. En los casos en los que la lesión pulmonar contacta con la pleura, la punción se puede realizar con control ecográfico, lo que evita la irradiación del paciente y los operadores. Análisis de esputo El análisis microbiológico del esputo es poco específico para el diag- nóstico de las infecciones bacterianas, debido a la contaminación de las muestras por gérmenes colonizadores presentes en la cavidad orofaríngea. En cambio, es una técnica adecuada para el diagnóstico de las infecciones por micobacterias. El esputo inducido, obtenido después de la inhalación de solución salina hipertónica, posee una alta sensibilidad diagnóstica en el diagnóstico de las infecciones por P. jirovecii y micobacterias, lo cual evita la práctica de exploraciones más invasivas (lavado broncoalveolar). El análisis de células inflamatorias (eosinófilos) y otros mediadores en el esputo inducido es un método útil para el estudio de la inflamación de las vías aéreas en el asma bronquial y en la EPOC. El análisis citológico del esputo está indicado en los pacientes en los que, a causa de su estado clínico, se halla con- traindicada la fibrobroncoscopia. Otras técnicas diagnósticas no quirúrgicas Las pruebas cutáneas tienen interés en el diagnóstico de diversas enfermedades respiratorias. El prick test es de utilidad para el diagnós- tico de enfermedades alérgicas (rinitis alérgica y asma bronquial). Es más sensible y específico que las pruebas intradérmicas. La inyección intradérmica de sustancias antigénicas se utiliza para el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar (prueba de Mantoux), en el diagnóstico de las neumonitis por hipersensibilidad y en la valoración de la inmunidad retardada. La prueba del sudor se emplea para el diagnóstico de la fibrosis quística. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 647 Procedimientos quirúrgicos L. Molins López-Rodó Pleuroscopia (toracoscopia) y videotoracoscopia La pleuroscopia o toracoscopia consiste en la observación de la cavidad pleural y la obtención de muestras biópsicas mediante un toracoscopio conectado a una cámara e introducido a través de un espacio inter- costal. Sus indicaciones son el diagnóstico de los derrames pleurales cuando la toracocentesis y la biopsia pleural a ciegas no han permitido establecer su etiología, el tratamiento de derrames pleurales malignos mediante pleurodesis con talco u otras sustancias sinfisantes y las biopsias de masas intratorácicas pleurales, pulmonares y mediastínicas. Se realiza a través de un solo orificio y puede realizarse bajo anestesia local y sedación. Sus contraindicaciones son la insuficiencia respiratoria grave y las diátesis hemorrágicas. Los procedimientosquirúrgicos asistidos por vídeo (videotoracos- copia o intervención endoscópica), a diferencia de la toracoscopia, son los que se realizan habitualmente a través de tres pequeñas incisiones (una para la cámara y dos para el instrumental) y tienen por objetivo realizar los mismos procedimientos quirúrgicos que se realizan a través de una toracotomía. Se evitan las incisiones quirúrgicas convencionales, por lo que disminuye el dolor postoperatorio y se acorta la estancia hospitalaria. Sus indicaciones son la práctica de biopsias pulmonares en pacientes con enfermedades pulmonares difusas, la resección de nódulos pulmonares periféricos y de bullas enfisematosas, y la estadificación del cáncer de pulmón (valoración de la resecabilidad y biopsia de las estaciones gan- glionares mediastínicas que no estén al alcance de la mediastinoscopia). Se ha utilizado también con éxito en el tratamiento de la hiperhidrosis palmoaxilar primaria, mediante la interrupción de la cadena simpática, en la resección de tumores benignos mediastínicos, en la práctica de ventana pericárdica e incluso en las resecciones pulmonares. Mediastinoscopia Es un procedimiento diagnóstico que requiere anestesia general, aun- que no necesariamente hospitalización, que se realiza con introducción de un mediastinoscopio a través de una pequeña incisión supraesternal hasta alcanzar la parte anterior de la tráquea. Su indicación principal es la obtención de muestras biópsicas de los ganglios linfáticos medias- tínicos con el fin de descartar la infiltración neoplásica en el cáncer de pulmón. También está indicada en el diagnóstico de enfermedades que cursan con adenopatías mediastínicas, como el linfoma o la sarcoidosis. Sus complicaciones son muy infrecuentes, y consisten en hemorragia y parálisis de las cuerdas vocales por lesión del nervio recurrente. Biopsia pulmonar quirúrgica Suele practicarse mediante intervención quirúrgica asistida por vídeo (videotoracoscopia), a no ser que el paciente no tolere la ventilación unipulmonar que requiere esta técnica. Está indicada cuando con otros procedimientos menos invasivos no se ha obtenido el diag- nóstico etiológico de masas o nódulos pulmonares y de infiltrados pulmonares difusos. Su indicación debe establecerse en cada caso en particular, ya que depende tanto del estado clínico del paciente como de la actitud terapéutica que pueda adoptarse en función del diagnóstico obtenido. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Decaluwé H, Dooms C, D’Journo XB, Call S, Sanchez D, Haager B, et al. Mediastinal staging by videomediastinoscopy in clinical N1 non-small cell lung cancer: a prospective multicentre study. Eur Respir J 2017;50(6). pii 1701493. doi 10.1183/13993003.01493-2017. Du Rand IA, Barber PV, Goldring J, Lewis RA, Mandal S, Munawar M. 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