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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (219)

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A
B
Médula
Posganglionar
Acetilcolina
Preganglionar
NoradrenalinaGanglio
simpático
Ganglio
parasimpático
Posganglionar
Efector
Preganglionar
Acetilcolina
Figura 7-40. Esquema de las vías preganglionares y posganglionares A) de la vía simpática y B) de la vía parasimpática; en azul, las
fibras colinérgicas y en gris, las adrenérgicas.
acetilcolina. Según el tipo de neurotransmisor secretado, las
fibras del sistema nervioso vegetativo se clasifican en dos
tipos. Las fibras adrenérgicas son aquellas en las que
predomina la noradrenalina como transmisor químico, sien-
do de este tipo la mayor parte de las fibras posganglionares
simpáticas, excepto las que van a las glándulas sudoríparas
y a los músculos lisos de las paredes de los vasos sanguí-
neos que riegan los músculos esqueléticos y la piel. Las
fibras colinérgicas son aquellas en las que interviene la
acetilcolina como transmisor químico. Pertenecen a este
grupo todas las fibras preganglionares y posganglionares del
sistema parasimpático y las preganglionares del sistema
simpático (Fig. 7-40).
Cada mediador químico produce en el órgano efector un
tipo de respuesta, que de forma generalizada se puede deno-
minar efecto colinérgico (si proviene del sistema parasimpá-
tico) o efecto adrenérgico (si proviene del sistema simpáti-
co). No obstante, cada uno de estos neurotransmisores, al
actuar sobre el efector, lo puede hacer sobre un tipo de
receptor diferente. Así, la acetilcolina puede actuar sobre
receptores muscarínicos, o sobre receptores nicotínicos y
la noradrenalina a su vez puede estimular receptores a-
adrenérgicos o b-adrenérgicos. Actualmente se conocen
muchos más transmisores, lo que nos permite disponer de
fármacos que pueden actuar activando el sistema simpático
(simpaticomiméticos), como, por ejemplo, las anfetaminas,
o inhibiéndolo (simpaticolíticos), o activando el sistema
parasimpático (parasimpaticomiméticos) o inhibiéndolo (pa-
rasimpaticolíticos). Del conjunto de la actividad de cada una
de estas fibras y de la activación o inhibición de los neuro-
transmisores sobre los receptores, acaba resultando la acti-
vación o inhibición de las funciones de la víscera.
De forma global se puede decir que el sistema simpático
es el sistema de alarma, huida o lucha, ya que cuando
predomina su actividad es en las situaciones de urgencia, en
las que prepara a todas las vísceras del organismo para la
defensa. Actúa dilatando la pupila, adapta el cristalino para
ver de lejos, aumenta la frecuencia cardíaca, la presión
arterial y la frecuencia respiratoria, provoca vasoconstric-
ción en la piel y vasodilatación de los músculos esqueléti-
cos, disminuye el peristaltismo y la secreción de las vísceras
digestivas, mantiene activado el sistema reticular de vigilia
y acelera el metabolismo aumentando la glucemia y los
ácidos grasos libres, para obtener el máximo de energía, ya
que su actividad se produce en situaciones de máximo cata-
bolismo o hipermetabolismo.
Por el contrario, el sistema parasimpático es el sistema
de la meditación o de la digestión, ya que su actividad
tiende a predominar en las situaciones de reposo con el fin
de conseguir un mayor anabolismo, generando y recuperan-
do energía. Sus efectos son los contrarios a los descritos en
el sistema simpático.
Produce miosis, acomoda el cristalino para la visión
cercana, desciende la frecuencia cardíaca, la frecuencia
respiratoria y la tensión arterial, y actúa en especial sobre
el sistema de la digestión activando el peristaltismo y la
secreción de todas las glándulas, facilita la eliminación
(fecal y urinaria) y, finalmente, disminuye la actividad del
sistema reticular reduciendo la vigilia (la situación pos-
prandial es el máximo exponente de la actividad parasim-
pática).
Por todo lo explicado queda demostrado que éste no es
realmente un sistema autónomo, sino que está estrechamen-
te relacionado y controlado por el sistema nervioso central y
que se regula a partir de centros superiores, como la corteza
cerebral y el hipotálamo. Actualmente se sabe que puede ser
controlado con aprendizaje al igual que el sistema somático,
ya que la mayoría de los reflejos neurovegetativos que
dominan ambos sistemas (cardiovasculares, gastrointestina-
les, de excreción o sexuales) pueden ser controlados y regu-
lados por la voluntad debido a sus conexiones con los
centros superiores.
GLOSARIO DE PATOLOGÍA
DEL SISTEMA NERVIOSO
Afasia: alteración del reconocimiento, elaboración o utiliza-
ción del lenguaje. Se denomina motora si predominan los
trastornos motores de expresión, y sensitiva si predomi-
nan los trastornos de comprensión del lenguaje.
Agrafia: pérdida de la capacidad de escribir.
Alexia: pérdida de la capacidad para leer.
200 Estructura y función del cuerpo humano

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