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Parte flácida Parte tensa Mango del martillo Ombligo Figura 8-10. Esquema del tímpano. un grosor de 0.1 mm y su eje vertical (9 a 10 mm) es mayor que el transversal (8 a 9 mm). Está insertado mediante tejido fibroso en el marco óseo del CAE. Su cara externa (que se visualiza mirando con un otoscopio y tiene un color gris transparente) se orienta hacia delante, hacia fuera y hacia bajo y en el centro tiene una depresión llamada om- bligo (Fig. 8-10). Por su cara interna se encuentra unido al mango del martillo, precisamente por el ombligo. La mem- brana timpánica está formada por tejido conjuntivo con fibras colágenas y elásticas que se irradian desde el rodete de inserción hasta el mango del martillo. La distribución de estas fibras lo divide en una parte superior, que denomina- mos porción flácida, y una inferior o porción tensa. La pared interna de la cavidad timpánica, que es muy irregular, limita con el oído interno y separa el oído medio del laberinto y el caracol. Adyacente al hueso del estribo se encuentra una fosa perforada que da entrada al caracol y que por su forma se denomina ventana oval. Por debajo hay otra fosa, la ventana redonda. La pared superior, que forma el techo del tímpano, se relaciona con el periostio del peñasco (del hueso temporal) y con la duramadre (si con ocasión de una otitis se perfora esta pared, se puede producir una meningitis). La pared inferior forma el suelo de la caja timpánica. Está elevada por la fosa yugular del peñasco y se relaciona por tanto con la vena yugular interna. La pared anterior presenta un relieve que corresponde al conducto carotídeo, por lo que se relaciona con la arteria carótida. Por encima de este relieve se abre un agujero que dará salida a la trompa de Eustaquio. La pared posterior está situada en la porción más pro- funda del peñasco. Presenta un orificio, denominado antro mastoideo, que comunica el oído medio con las celdas que perforan la apófisis mastoidea (del peñasco). Estas celdas mastoideas están llenas de aire, y se relacionan también con uno de los conductos semicirculares. 8.3.2.2. Huesos de la caja del tímpano Son los huesos que conectan la membrana timpánica con la ventana oval. Son tres: el martillo, el yunque y el estribo. El martillo recibe este nombre por la forma que tiene. Es el más externo de los tres, y consta de cabeza, cuello y mango. El mango se articula con la cara interna del tímpano por el ombligo, y la cabeza con el cuerpo del yunque (forma una enartrosis). Este hueso se fija a la caja del tímpano por cuatro ligamentos y un músculo (el tensor del tímpano), cuya función es tensar la membrana timpánica. El yunque es el más grande de los tres huesos. Se en- cuentra a continuación del martillo, su forma recuerda a una muela y posee un cuerpo y dos ramas. El cuerpo tiene una cara cóncava donde se articula la cabeza del martillo. La rama posterior se apoya en la cara posterior de la caja timpánica, mientras que la rama anterior acaba en la apófi- sis lenticular, que se articula con el estribo. Sólo se fija por dos ligamentos a la caja y no tiene ningún músculo. El estribo es el más pequeño de los tres y su forma recuerda a un estribo de montar. Consta de cabeza, dos ramas y una base. La cabeza es cúbica y se articula con la apófisis lenticular. Las ramas sujetan la base o platina, que cierra o abre la ventana oval. Dispone de ligamentos que permiten el movimiento sobre la ventana oval y de un músculo cuya misión es tensar la cadena de huesos y el tímpano. 8.3.2.3. Trompa faringotimpánica o de Eustaquio Está formada por un conducto de 4 cm de longitud que comunica el oído medio con la faringe. Su porción interna es ósea y las dos terceras partes restantes son cartilaginosas. Nace en la pared anterior de la caja timpánica y sigue una dirección descendente hacia dentro y hacia delante para buscar la pared lateral de la rinofaringe. Su interior está tapizado de mucosa con glándulas secretoras de moco y nódulos linfáticos, cuya función es evitar las infecciones del oído medio. Otra función muy importante de la trompa de Eustaquio consiste en renovar el aire del oído medio e igualar la presión en su interior con la atmosférica y con la del oído externo. Con ello se evita que haya una presión excesiva sobre el tímpano, que lo podría lesionar. El aire penetra y se renueva durante la deglución o con el bostezo desde la faringe hasta la caja timpánica. 8.3.3. Oído interno Es la porción más interna del aparato auditivo. Está en- clavado en el espesor del peñasco del hueso temporal. Por sus irregularidades y su forma complicada también recibe el nombre de laberinto. Consta de dos porciones: el laberinto óseo, que a su vez se divide en vestíbulo, conductos semi- circulares y caracol, y el laberinto membranoso, que se encuentra dentro del laberinto óseo (formando como un molde interno) y que a su vez se compone del utrículo y el sáculo (en el vestíbulo), los conductos semicirculares mem- branosos (dentro de los óseos) y el conducto coclear (en el caracol) (Fig. 8-11). 8.3.3.1. Vestíbulo El vestíbulo óseo es una cavidad pequeña situada en la parte central del laberinto. Está relacionado con la cara interna de la caja timpánica, donde se encuentran la ventana oval y la ventana redonda. Ambas ventanas forman con sus relieves la fosa oval y la fosa redonda del vestíbulo óseo. Por encima de la fosa oval hay un conducto, que asciende hacia arriba y hacia atrás, denominado acueducto del vestí- bulo. En su interior se encuentra el conducto endolinfático. En la pared posterior desemboca el conducto semicircular posterior, mientras que los conductos semicirculares supe- Parte II. Sistemas de relación 211
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