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Espacio porta Espacio porta Vena central Figura 10-19. Estructura de los lobulillos hepáticos. Se observa la distribución hexagonal, con los espacios porta en los vértices y la vena centrolobulillar en el centro. La sangre fluye entre estas dos estructuras a través de los sinusoides hepáticos. los capilares hepáticos. Entre el espacio porta y la vena centrolobulillar se sitúan las células hepáticas o hepatoci- tos a lo largo de los capilares o sinusoides hepáticos (Fig. 10-20). La sangre que fluye a lo largo de los sinusoides proporciona a los hepatocitos los nutrientes obtenidos en el tubo digestivo, pero también hay microorganismos que pueden atravesar la barrera intestinal, por lo que existen unas células de defensa, pertenecientes al sistema reticu- loendotelial (células de Kupffer), que son macrófagos mo- dificados. 10.6.4. Anatomía de las vías biliares Los hepatocitos son células de forma cilíndrica con un extremo orientado hacia los sinusoides para captar alimen- tos y el otro dirigido hacia unos canalículos donde los hepatocitos vierten la bilis que ellos mismos secretan. Estos canalículos confluyen en los espacios porta y forman cana- les mayores que recogen la bilis de diferentes lobulillos. El resultado final de la confluencia de todos los canalículos es la formación de los conductos hepáticos derecho e izquier- do, que salen del hígado y confluyen en el conducto hepáti- co común o canal biliar común. La bilis producida por el hígado no se vierte directamente de forma continua en el tubo digestivo, sino que se almacena en una bolsa o depósi- to denominado vesícula biliar (Fig. 10-21). La vesícula bi- liar comunica con el conducto biliar a través del conducto cístico. Desde la desembocadura del cístico, el conducto biliar recibe el nombre de colédoco, el cual desemboca en la segunda porción del duodeno junto con el conducto pan- creático, a nivel de la ampolla de Vater. 10.6.5. La bilis: composición y función La bilis es un líquido fabricado por los hepatocitos y compuesto por agua, sales biliares como el ácido glicocóli- co y el ácido taurocólico, bilirrubina, que es un producto de la degradación de la hemoglobina, y colesterol. Este líquido se almacena y concentra en la vesícula biliar, por reabsor- ción de parte del agua, hasta que es secretado al tubo digestivo. Las sales biliares son sustancias que tienen un efecto detergente sobre las grasas, es decir, permiten la emulsión o fragmentación de las partículas grasas. En el intestino, las grasas se disponen en forma de grandes moléculas hidrófo- bas difícilmente atacables por las lipasas, que sólo actúan en la superficie. Las sales biliares rompen estas moléculas en otras más pequeñas (emulsión) que son más susceptibles a 252 Estructura y función del cuerpo humano
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