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Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores CÁNCER DE MAMA M. Muñoz Mateu, B. Adamo, M. Vidal Losada, A. Prat Aparicio Concepto a 1 de cada 9-11 mujeres según los países, y 1 de cada 100 tumores son diagnosticados en el varón. Se prevé un aumento en la incidencia y una reducción de la mortalidad gracias a los avances en diagnóstico precoz y en tratamiento. Etiología Son muchos los factores relacionados con una mayor incidencia de 10% de las pacientes sufren un cáncer hereditario siendo portadoras de mutaciones patogénicas en línea germinal principalmente en genes BRCA1 y BRCA2, pero también PALB2, PTEN o p53 entre otros. La penetrancia va a depender mucho del gen afecto. Las mutaciones en BRCA1 se relacio- basal-like y cáncer de ovario, mientras que las mutaciones en BRCA2 penetrancia de hasta el 85%. Anatomía patológica y biología tumoral Los tipos histológicos más frecuentes son el carcinoma ductal y el carcinoma lobulillar, y los menos agresivos, el carcinoma papilar, coloi- de o tubular. El carcinoma metaplásico, con componente estromal o sarcomatoso, presenta mayor agresividad. El carcinoma ductal in situ o intraductal, sin capacidad de infiltrar la membrana basal, se considera una enfermedad premaligna, mientras que el lobulillar in situ es únicamente un marcador de riesgo. Son factores de mal pronóstico la alta proliferación (Ki67> 14%) o un grado histológico indiferenciado. La expresión de los receptores de estrógeno (RE) y de progesterona (RP) y la presencia de sobre- expresión del receptor HER2 o la amplificación de su gen HER2 determinarán el tratamiento a administrar y son factores predictivos de respuesta al mismo. Subtipos intrínsecos - nico y biológico, y está causada por la progresiva acumulación de aberraciones genéticas y otras alteraciones moleculares que afectan a procesos fundamentales de la célula. En los últimos 15 años, estudios moleculares que han utilizado plataformas de expresión génica global basal- like y claudin-low (fig. 145-1), que se distinguen según la diferente expresión de sus genes. Eso confiere diferencias notables a nivel clínico y de respuesta al tratamiento. Los tumores luminales A y B son en general tumores hormonosensibles, en mayor medida en los luminales A, que presentan una baja expresión de genes proliferativos y son de mejor pronóstico frente a los tumores luminales B, que presentan una elevada proliferación y menor hormonosensibilidad. Los tumores basal- like presentan una elevada expresión de genes proliferativos y una baja expresión de genes luminales, incluidos los RH. Los tumores HER2-enriquecidos suelen amplificar HER2 siendo esta su principal vía de señalización intracelular. El tratamiento anti- HER2 es altamente eficaz. Finalmente, el subtipo claudin-low es muy infrecuente y está caracterizado por la pérdida de moléculas de adhesión y la elevada expresión de genes relacionados con el estroma. Existe una estrecha relación entre los tumores claudin-low metaplásico. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1101 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Aunque las técnicas de expresión génica son el gold standard para identificar los subtipos intrínsecos y en la actualidad se están imple- mentando paulatinamente en la práctica clínica diaria, se puede utilizar la expresión de RH, HER2 y la cuantificación de Ki67 para estimar el subtipo molecular. Así, los tumores con positividad elevada para los RH, negatividad para HER2 y baja expresión del Ki67 ≤ 14% diremos que son tumores luminal A-like, pero si presentan menor expresión de RH y Ki67 > 14% serán luminal B-like. A los tumores sin expresión de RH ni sobreexpresión de HER2 les llamaremos triple-negativos. Este subtipo es el que mejor correlaciona, hasta un 80%, con el subtipo molecular basal-like. Finalmente, a los tumores HER2+ con RH+ les llamaremos luminal B/HER2+ y simplemente tumores HER2+ a los que expresen el receptor o amplifiquen el gen y no presenten expresión de RH. Pese a esto, la correlación entre subtipos moleculares y patológicos es muy imperfecta, siendo muy necesario disponer de la información molecular en la mayoría de las pacientes para indicar el tratamiento más correcto. Cuadro clínico En la actualidad, la mayoría de los tumores se detectan por mamografía estando la paciente asintomática o por palpación de la propia paciente mujeres de entre 50 y 69 años, y ha conseguido aumentar la supervi- vencia y reducir el tratamiento agresivo gracias a un efectivo diagnóstico precoz. Sin embargo, un cribado mamográfico personalizado quizás dolor mamario, la retracción cutánea o del pezón, la telorragía o la presencia de ganglios en la axila. Exploraciones complementarias. Diagnóstico y diagnóstico diferencial El diagnóstico radiológico se realizará mediante mamografía y ecografía que van a recibir tratamiento neoadyuvante para valoración de respues- ta. El estudio radiológico de extensión muestra metástasis asintomáticas en menos del 10% de las pacientes. Sólo se indicarán otras pruebas como una TC o gammagrafía ósea en pacientes con gran volumen tumoral en la mama o afectación ganglionar o cuando exista sospecha clínica. Las metástasis más frecuentes son óseas, pulmonares y hepáticas y se suelen detectar durante el seguimiento tras el tratamiento inicial. Los tumores HER2+ y triple-negativos son los que presentan una mayor afectación cerebral. El diagnóstico patológico se realiza mediante una biopsia con aguja gruesa (BAG) del tumor mamario y punción con aguja fina (PAAF) o BAG del ganglio en caso de posible afectación. Los marcadores tumorales séricos, CEA y CA15.3, pueden ser útiles en determina- das pacientes, pero sobre todo como monitorización de la enferme- dad metastásica, ya que no suelen elevarse en presencia de enfermedad locorregional. El seguimiento de la paciente tras el tratamiento inicial se realizará con visitas periódicas y con mamografía anual. Se solicitarán otras pruebas radiológicas sólo en caso de sospecha clínica de recaída. Los médicos de atención primaria tienen un papel fundamental en la promoción de la salud en las supervivientes. Pronóstico La supervivencia global a los 5 años es superior al 80%, con diferencias tumoral va a depender de los valores de estas categorías. El pronóstico de la paciente varía según el estadio de la enfermedad y el subtipo intrínseco. Los pacientes con tumores luminales presentan tras 20 años de seguimiento recidivas en un 20% sin afectación gan- glionar, el 30% con 1-3 ganglios positivos o el 50% con cuatro o más ganglios afectos. Las pacientes con tumores triple-negativos presentan índices de recidiva del 30% a los 5 años y las pacientes HER2+ menos del 20%. Estas recaídas suceden sobre todo entre 2 y 3 años tras el tratamiento inicial en las pacientes con tumores triple-negativos y HER2+, y entre 7 y 8 años de seguimiento en tumores luminales. S E C C IÓ N V II I Figura - Identificación de los diferentes subtipos intrínsecos de cáncer de mama. (Figura adaptada de Prat A, Perou CM. Deconstructing the molecular portraits of breast cancer. Mol Pathol 2011;5:5-23) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1102 SECCIÓN VII I Oncología médica Tratamiento locorregional Este tipo de intervención consiste en la extirpación del tumor con un margen de tejido mamario sano manteniendo intactoel resto de la mama. La mastectomía consiste en la extirpación de toda la mama. La biopsia selectiva del ganglio centinela permite identificar el primer gan- glio de la cadena; si está afectado, es necesario realizar una linfadenecto- mía axilar. La radioterapia se realiza siempre en tratamiento conservador y si existe alto riesgo (tumores mayores de 5 cm o afectación ganglionar). Tratamiento sistémico En este apartado se revisa el tratamiento sistémico para las pacientes con cáncer de mama localizado y en estados avanzados. En el cua- dro 145-1 se ofrece un resumen de los fármacos y esquemas más utilizados por su eficacia. Tratamiento de pacientes en estadio inicial en cáncer de mama El tratamiento sistémico en estadios iniciales va dirigido a reducir la probabilidad de recidiva y el riesgo de muerte asociado a la enfermedad y se establece según el subtipo tumoral y el estadio inicial. Podemos administrar tratamiento neoadyuvante, previo a la cirugía, o adyuvante, tras el tratamiento radical. Ambas opciones se consideran equivalentes, pero obtenemos información útil sobre la sensibilidad al tratamiento usando neoadyuvancia. Conseguir una desaparición completa del carcinoma infiltrante, una respuesta completa patológica (RCp), es un subrogado de mejor pronóstico. Tumores luminales/HER2-negativos Un 60%-70% de las pacientes expresan RH sin sobreexpresión de HER2. Las pacientes con tumores luminales A-like, de mejor pronós- tico que los luminales B-like, con mayor hormonosensibilidad, mayor expresión de genes luminales y menor expresión de genes proliferativos, pueden ser tratadas sólo con hormonoterapia (HT) adyuvante. La quimioterapia sólo se administrará en pacientes con mayor volumen de enfermedad y con características de mal pronóstico. Está indicada en estas pacientes, donde se plantea si añadir o no quimioterapia, la reali- zación de plataformas de expresión génica (Prosigna®, OncotypeDX®, ® o Endopredict®), para distinguir a las pacientes de mayor riesgo que recibirán quimioterapia seguida de HT. Los esquemas adecuados para estas pacientes son tratamientos secuenciales de antraci- clinas y taxanos. Los esquemas de quimioterapia «sin antraciclinas» con 4-6 ciclos con docetaxel y ciclofosfamida se administran sobre todo a pacientes de menor riesgo de posible recaída a distancia. Todas las pacientes con tumores hormonosensibles recibirán HT adyuvante. La terapia hormonal a administrar dependerá del estado meno- páusico (v. Tratamiento hormonal, en cap. 144). El tamoxifeno está indicado en premenopáusicas y los inhibidores de la aromatasa (IA) en posmenopáusicas. Los aLHRH pueden ser útiles para conseguir valores de posmenopausia en pacientes jóvenes y administrar después IA, fármacos ligeramente más eficaces que el tamoxifeno. La duración de la HT adyuvante varía entre 5 y 10 años según el riesgo de la paciente. Triple-negativos Un 15% de las pacientes no sobreexpresan ni RH ni HER2. Las pacientes con tumores sin expresión de RH ni sobreexpresión ni amplificación de HER2, con tumores mayores de 5-10 mm, recibirán tratamiento con - vivencia de estas pacientes en los estadios iniciales. Se ha demostrado que añadir carboplatino a antraciclinas y taxanos puede mejorar el beneficio obtenido. Es importante la administración de tratamiento neoadyu- vante, ya que si no se consigue una RCp podemos valorar la opción del tratamiento adyuvante con capecitabina para mejorar la supervivencia. HER2+ El 20% de las pacientes con cáncer de mama sobreexpresa el receptor HER2. Las pacientes HER2+ deben recibir tratamiento combinado neoadyuvante o adyuvante de quimioterapia y fármacos anti-HER2, - tamientos antidiana, en cap. 144). Estudios fase III han mostrado • CUADRO 145-1 Tratamiento sistémico en cáncer de mama Quimioterapia en estadios localizados Adriamicina 50-60 mg/m2 + ciclofosfamida 600 mg/m2 (AC) → docetaxel 100 mg/m2 Epirrubicina 90 mg/m2 + ciclofosfamida 600 mg/m2 → (EC) → docetaxel 100 mg/m2 AC → paclitaxel semanal 80 mg/m2 Docetaxel 75 mg/m2 + adriamicina 50 mg/m2 + ciclofosfamida 600 mg/m2 Docetaxel 75 mg/m2 + ciclofosfamida 600 mg/m2 (Las pacientes HER2+ recibirán de modo concomitante con taxanos, trastuzumab, con o sin pertuzumab. Se aconseja no administrar concomitantemente con antraciclinas) Hormonoterapia en estadios localizados Premenopáusicas Tamoxifeno 20 mg/día × 5-10 años ± aLHRH (triptorelina o goserelina) Exemestano 25 mg/día × 5 años + aLHRH Posmenopáusicas IA no esteroideos: anastrozol 1 mg/día o letrozol 2,5 mg/día × 5-7 años IA esteroideo: exemestano 25 mg/día × 5-7 años (Recibirán tamoxifeno si se presenta intolerancia a IA) Quimioterapia en estadios avanzados Monoterapia Docetaxel 75 mg/m2 cada 21 días Paclitaxel semanal 80 mg/m2 continuo o 3s on y 1s off Nab-Paclitaxel semanal 125 mg/m2 Vinorelbina e.v. 30 mg/m2 días 1 y 8 cada 21 días o vinorelbina oral 60-80 mg/m2 días 1 y 8 cada 21 días Capecitabina 1.250-1.000 mg/m2/12 h × 14 días cada 21 días Eribulina 1,23 mg/m2 días 1 y 8 cada 21 días Carboplatino AUC 2 días 1 y 8 cada 21 días en monoterapia o combinación con paclitaxel semanal Combinaciones La administración de esquemas como AC, EC, CMF (ciclofosfamida 600 mg/m2 + metotrexato 40 mg/m2 + 5-fluorouracilo 600 mg/ m2) cada 21 días o esquemas similares con ciclofosfamida oral también pueden ser beneficiosos Paclitaxel 90 mg/m2 días 1, 8, 15 cada 28 días + bevacizumab 10 mg/kg días 1 y 15 Hormonoterapia en estadios avanzados Fulvestrant 500 mg (250 mg × 2 inyecciones) cada 4 semanas (con dosis extra día +15 tras primera administración) (Tamoxifeno, anastrozole, letrozole, exemestano y aLHRH) Hormonoterapia + fármacos dirigidos en estadios avanzados Palbociclib 125 mg o ribociclib 600 mg 3 s c/4 s + HT Abemaciclib 300 mg/12 h + HT Everolimus 10 mg/día + exemestano 25 mg/día Tratamiento biológico dirigido contra HER2 Taxanos + trastuzumab 6 mg/kg de peso cada 21 días (dosis de carga 8 mg/kg de peso) + pertuzumab 420 mg cada 21 días (dosis de carga: 840 mg). También existe formulación trastuzumab sc con dosis única de 600 mg cada 21 días T-DM1 3,6 mg/kg de peso cada 21 días Lapatinib 1.250 mg/día continuo + capecitabina 1.000 mg/m2/12 h × 14 días cada 21 días Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1103 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. como trastuzumab en combinación con QT evita la mitad de las recaídas y mejora en un 30% la supervivencia global. Pertuzumab en combinación con trastuzumab y quimioterapia aumenta el número de RCp y reduce la recidiva en pacientes con tumores con receptores hormonales negativos y/o afectación ganglionar axilar. Pacientes con receptores hormonales positivos son candidatas también a tratamiento con HT adyuvante en combinación con fármacos anti-HER2. Pacientes con enfermedad metastásica El tratamiento se indica según la biología del tumor, la extensión y localización de las metástasis y el momento evolutivo de la enfermedad. Usaremos diferentes esquemas y tratamientos de forma secuencial, empezando con los más activos. Un esquema de tratamiento en la paciente metastásica se mantiene hasta la progresión de enfermedad o cuando existe una toxicidad inaceptable. A menudo se realizan entre 3-6 o más líneas sucesivas de tratamiento que varían en función del subtipo molecular del tumor, yendo desde HT hasta quimiotera- pia, pasando por diferentes tratamientos biológicos. En cuanto a los diferentes esquemas de quimioterapia, se prefiere el tratamiento en monoterapia, excepto en situaciones de alta agresividad o crisis vis- ceral en que se suelen utilizar combinacionesde diferentes fármacos. Tumores luminales/HER2-negativos En el momento actual, el tratamiento indicado en primera línea en estas pacientes es la combinación de HT y un inhibidor de las quinasas dependientes de ciclinas 4/6 (iCDK4/6). Actualmente se dispone de tres fármacos iCDK4/6 (palbociclib, ribociclib y abemaciclib) que han doblado el tiempo libre a la progresión (1 año frente a 2 años) frente a la administración de HT como único fármaco. Hace poco, la combinación de iCDK + HT, ha demostrado ser capaz de aumentar también la super- vivencia global en pacientes premenopáusicas frente a sólo HT. El uso de aLHRH o castración quirúrgica para la supresión de la función ovárica (SFO) permite a las pacientes premenopáusicas beneficiarse de los mis- mos fármacos útiles en las pacientes posmenopáusicas. Los iCDK, con un perfil de toxicidad favorable, neutropenias afebriles sin repercusión clínica como toxicidad principal, han supuesto un avance importante para el tratamiento de las pacientes metastásicas con tumores luminales. Los iCDK 4/6 también han demostrado beneficio en supervivencia libre de progresión en aquellas pacientes que se hallan en segunda línea de tratamiento tras progresión a una primera línea con hormonoterapia en monoterapia. Aún disponemos de pocos datos sobre la progresión de la enfermedad tras tratamientos con iCDK 4/6. Recientemente se ha publicado un estudio que demostró que las pacientes que presentaban una mutación en la vía de PI3K y que habían progresado a un IA se beneficiaban de la combinación de fulvestrant y taselisib (inhibidor de la vía de PI3K α-específico). Estudios previos habían demostrado que la combinación de everolimus, un inhibidor de mTOR, y exemestano retrasa la progre- sión de enfermedad, por lo que podría ser útil también en este contexto. Tras la progresión a las primeras líneas de tratamiento hormonal e iCDK4/6 las pacientes con tumores luminales recibirán diferentes líneas de tratamiento con hormonoterapia, quimioterapia y fármacos biológi- cos, siempre postergando los tratamientos más tóxicos y menos eficaces. En pacientes luminales con enfermedad metastásica agresiva se debe administrar tratamiento con quimioterapia independientemente de la línea en que nos encontremos e iniciar hormonoterapia cuando exista una remisión importante de la enfermedad y se desee un tratamiento menos tóxico. Esto es especialmente cierto en aquellas pacientes con crisis visceral, en las que la enfermedad metastásica provoca la insufi- ciencia de un órgano vital. La quimioterapia ofrece una respuesta más rápida en estas situaciones y es de elección. Triple-negativos El tratamiento sistémico indicado en estas pacientes es la quimiotera- pia. Aunque se prefiere la administración en general de monoterapia frente a la poliquimioterapia (asociación de dos o más fármacos), la presencia de enfermedad metastásica que comprometa la vida puede llevarnos a indicar tratamientos con poliquimioterapia, ya que consigue mayores respuestas y un control más rápido de la enfermedad. La inmunoterapia es también un tratamiento eficaz en estas pacien- tes. Un estudio de fase III ha demostrado recientemente que la adición de atezolizumab (v. Tratamientos inmunológicos, en cap. 144) a la quimioterapia con taxanos, concretamente nab-paclitaxel, mejora la supervivencia libre de progresión en pacientes triple-negativas con tumores que expresan PDL1 en más del 1% de la celularidad del estroma con un perfil de efectos secundarios tolerable. También en pacientes cuyos tumores presentan alteraciones en la vía PI3K/AKT/mTOR, la adición de ipatasertib (inhibidor de AKT) a quimioterapia estándar (paclitaxel) en primera línea demuestra bene- ficio en supervivencia libre de progresión. Los antiangiogénicos, en concreto el bevacizumab, un anticuerpo anti-VEGF, han demostrado ser capaces de retrasar la progresión de la enfermedad cuando se combinan con quimioterapia estándar, sin impacto en la supervivencia global. En las pacientes con tumores triple-negativos y mutaciones de BRCA1 en línea germinal, la administración de sales de platino puede aportar eficacia. También dos ensayos clínicos han demostrado cómo los inhibidores de PARP, fármacos que inciden en los sistemas de reparación celular, son eficaces en aquellas pacientes con mutaciones germinales en BRCA1 o BRCA2. Tumores HER2+ En primera línea, una combinación de quimioterapia (taxanos) y dos , trastuzumab y pertuzumab (v. Tratamientos anti- diana, en cap. 144), ha demostrado ser capaz de conseguir incrementar la supervivencia global de las pacientes hasta 56 meses. En líneas demostrado ser superior al tratamiento con lapatinib más capecitabina, siendo en la actualidad el tratamiento de elección tras progresión a primera línea con trastuzumab + pertuzumab. En este momento se hallan en desarrollo múltiples fármacos consistentes en conjugados de fármaco y anticuerpo, así como nuevas moléculas que bloquean la vía HER2. Otras situaciones en pacientes con metástasis Bisfosfonatos y denosumab (anti-RANK-L) en metástasis óseas. En pacien- tes con metástasis óseas, los dos fármacos han demostrado reducir y retrasar la aparición de eventos óseos: dolor, necesidad de radioterapia, fracturas e hipercalcemias. Intervención quirúrgica. Se plantea su realización en pacientes con lesiones metastásicas únicas o incluso la resección del tumor primario. Debe individualizarse su indicación. La radioterapia paliativa tiene un papel en comprensión medular, metástasis cerebrales y óseas. Recientemente se ha demostrado el papel de la radioterapia estereotáctica corporal en situaciones de enfermedad. Situaciones terapéuticas especiales: cáncer de mama durante el embarazo Se diagnostica 1 caso de cáncer de mama en cada 1.000 embarazos (hace unos años era 1 caso cada 10.000 gestaciones). A menudo se diagnostican en estadios más avanzados. El tratamiento quirúrgico se puede realizar sin problemas. La quimioterapia, aunque está contraindicada en el primer trimestre, sí puede administrarse en el - noterapia por el riesgo fetal. La radioterapia se debe aplazar hasta el no gestantes. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Cardoso F, Kyriakides S, Ohno S, Penault-Llorca F, Poortmans P, Rubio IT, treatment and follow-up. Ann Oncol 2019;30:1194-220. 2018;10:1758835918786451. Prat A, Pineda E, Adamo B, Galván P, Fernández A, Gaba L, et al. Clinical implications of the intrinsic molecular subtypes of breast cancer. Breast 2015;Suppl 2:S26-35. 321(3):288-300. S E C C IÓ N V II I Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1104 SECCIÓN VII I Oncología médica CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO J. J. Grau de Castro En este apartado se incluyen los tumores de cabeza y cuello (TCC), o mejor de las mucosas de boca, faringe, laringe, fosas nasales y senos paranasales que, desde el punto de vista oncológico, se pueden dividir en seis regiones (fig. 145-2): rinosinusales, nasofaringe, cavidad oral (dos tercios anteriores de boca y lengua), orofaringe, hipofaringe y laringe (glotis y supraglotis). También se abordan los tumores de glán- dulas salivales. La incidencia de los TCC varía del 5% al 50% de las neoplasias, según condicionamientos geográficos y socioeconómicos. Los factores etiológicos fundamentales son el tabaco, el alcohol y virus como el del papiloma humano en tumores de orofaringe o el de Epstein-Barr en tumores de nasofaringe. El 95% son carcinomas de células escamosas. En los últimos años, el diagnóstico de extensión y el tratamiento de los TCC ha evolucionado (AJCC, 8.ª edición, 2018), al tiempo que mejoran las investigaciones con citostáticos y citotóxicos asociados a radioterapia concomitante para tumores inoperables o para preservarórganos. El tratamiento conservador de la voz en tumores extensos mejora con quimioterapia de inducción, seguida de radioterapia más cisplatino o cetuximab, o con microcirugía con bisturí de láser. Diagnóstico de extensión banda estrecha para ver vasos aberrantes submucosos. En orofaringe, es obligatorio determinar la p16 por IHQ u otras técnicas del virus del criterios para la clasificación de los TCC: a) en labio y cavidad oral, orofaringe e hipofaringe, el tamaño del tumor e invasión; b) en naso- faringe y rinofaringe, el número de regiones anatómicas afectadas, y c) en laringe, la división en tres regiones, con atención a la afección de las Estrategia terapéutica La indicación de cirugía, radioterapia y quimioterapia (incluyendo bioterapia) depende de la estructura anatómica afecta y de la invasión local. La cirugía es, en general, el tratamiento de elección. Sin embargo, un 40% de los tumores no metastásicos se consideran inoperables por ser irresecables, al invadir las vértebras, el esófago o las partes blandas, o por su mal pronóstico con cirugía; en ellos la radioterapia y quimioterapia (o cetuximab) concomitante ofrece menos mutilación y mayores tasas de curación. La radioterapia externa asociada a cisplatino o a cetuximab en tumores faringolaríngeos puede preservar la voz con tasas de curación similares a la cirugía. Tratamiento local según su localización Tumores rinosinusales Para su tratamiento se combinan extirpación y radioterapia, según la resecabilidad de cada caso. Nasofaringe Se aplica radioterapia que incluya ambas regiones cervicales, además de la nasofaringe. La radioquimioterapia concomitante con cisplatino incrementa la tasa de curaciones. La quimioterapia de inducción con docetaxel y cisplatino mejora las tasas de curación en estadios T3 y T4. Cavidad oral . Los tumores de pequeño tamaño (T1, T2) pueden curarse tanto con extirpación como con radioterapia. Lo mismo sucede en los localmente avanzados (T3, T4), aunque en estos suele com- pletarse con la disección ganglionar cervical. extirpación como con radioterapia. A partir del T2 está indicada la intervención quirúrgica con reconstrucción. . Se prefiere cirugía para T1 y cirugía más disección ganglionar para T2-4 parcial, según el tamaño tumoral. . Se requiere casi siempre la exéresis ósea. Orofaringe El tratamiento de elección es la radioquimioterapia concomitante, con o sin quimioterapia de inducción y con o sin intervención quirúrgica sobre cadenas ganglionares. Los tumores primarios sólo se tratan con cirugía o radioterapia sola si son T1-T2. Hipofaringe Seno piriforme. En los estadios T1-3 está indicada radioterapia con qui- mioterapia concomitante (cisplatino) o con cetuximab con intención de curar y preservar la laringe; en T3-4 se realizará extirpación (laringec- tomía y disección ganglionar radical) seguida de radioquimioterapia adyuvante, o radioquimioterapia con cisplatino o cetuximab con o sin quimioterapia de inducción seguida de rescate quirúrgico si no hay respuesta completa. Figura - Las seis regiones del cáncer de cabeza y cuello desde el punto de vista oncológico. De delante atrás y de arriba abajo: rinosi- nusales, nasofaringe, boca, orofaringe, laringe e hipofaringe. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1105 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Laringe Supraglotis. Se indica cirugía en todas las categorías de T (laringectomía parcial o total, con o sin disección ganglionar radical, unilateral o bilateral). La intervención quirúrgica con láser puede ser una opción en T1-3. La quimioterapia de inducción con docetaxel, cisplatino y 5-fluo- rouracilo, seguida de radioquimioterapia concomitante con cisplatino o con cetuximab, consigue preservar la laringe y tasas de curación similares a las de la cirugía. Glotis. Los T1-2 curan por medio de radioterapia externa; la exé- resis de la cuerda vocal con microcirugía transoral con láser para preservar la voz resulta igualmente eficaz. Los T3 se pueden someter a laringectomía parcial o total o radioquimioterapia concomitante para preservar la laringe, y los T4, a laringectomía total y faringectomía parcial o total. Esta región no drena a ganglios linfáticos, por lo que en los T1 y T2 no se practica disección ganglionar profiláctica. Sin embargo, en tumores más avanzados existe el riesgo de invasión ganglionar por otras vías y puede estar indicada la adenectomía terapéutica y la profiláctica. Subglotis. Están indicadas la laringectomía total y la disección ganglionar o intervención quirúrgica con láser, según los casos. La radioquimioterapia concomitante para preservar la laringe puede ser otra opción. Glándulas salivales La histopatología suele ser de carcinoma mucoepidermoide, adenoide quístico o mixto. El tratamiento es la resección quirúrgica. La radiote- rapia está indicada cuando no puede realizarse la extirpación o después de esta en caso de resección incompleta. El pronóstico suele ser bueno, aunque depende del tipo histológico, el estadio y las posibilidades terapéuticas. Quimioterapia y nuevos fármacos Puede indicarse en situaciones clínicas distintas: neoadyuvante, adyu- vante o tratamiento para enfermedad avanzada. La quimioterapia neoadyuvante o de inducción consiste en adminis- trar tres ciclos de poliquimioterapia antes de la radioterapia en pacientes previamente no tratados. Se usa cisplatino en dosis de 75 mg/m2, con 5-fluorouracilo 750 mg/día en perfusión continua de 24 h durante 4 o 5 días y docetaxel 75 mg/m2. A continuación, se administra tratamiento local con radioquimioterapia concomitante con cisplatino o cetuximab. Así se aumenta la tasa de resecabilidad, de cirugía conservadora y de supervivencia. La quimioterapia adyuvante consiste en cisplatino concomitante con radioterapia adyuvante durante tres ciclos en los días 1, 22 y 43 de la radioterapia. El tratamiento para enfermedad avanzada con quimioterapia en pacientes con metástasis o con recidiva local no tratable con trata- miento local ha cobrado gran interés, ya que reduce los síntomas, especialmente el dolor, y mejora la calidad de vida y la supervivencia. La asociación de cisplatino (o carboplatino) con 5-FU y cetuximab mejora las respuestas y la calidad de vida, con aumento de la supervivencia cuya mediana ronda los 11 meses. En los últimos años la inmunoterapia ha revolucionado el trata- miento ulterior en pacientes resistentes a platinos. El nivolumab está indicado cuando aparece resistencia a platinos tras quimioterapia paliativa o tras recidiva precoz antes de 6 meses de radioquimiotera- pia curativa. El pembrolizumab tiene similar indicación, pero cuando la expresión del biomarcador PD-L1 por IHQ es superior al 50% en células neoplásicas de la biopsia (total positive score o TPS). El pembroli- zumab también está indicado en primera línea paliativa en monoterapia o asociado a cisplatino-5-fluorouracilo si el CPS (combined positive score) que analiza PD-L1 también en células inmunes del tumor es ≥ 20 y el CPS es ≥ BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Ferris RL, Blumenschein G, Fayette J, Guigay J, Colevas AD, Licitra L, et al. of pembrolizumab (pembro) as first-line therapy for recurrent/metastatic 2019;37(Suppl):6000. CÁNCER DE PULMÓN N. Reguart Aransay, N. Viñolas Segarra Introducción El cáncer de pulmón es el tumor más frecuente a nivel mundial y representa la primera causa de muerte por cáncer, de forma global y en (v. cap. 143, Epidemiología y prevención del cáncer). El abordaje terapéutico del cáncer de pulmón está asociado al pulmonar de célula pequeña y carcinoma pulmonar de célula no pequeña,y a su caracterización molecular. Tratamiento del cáncer de pulmón de célula no pequeña Estadios I y II Aproximadamente son el 25%-30% de los pacientes con cáncer de cirugía mediante lobectomía, aunque en ocasiones es necesaria la reali- zación de una neumonectomía. En relación con la linfadenectomía sigue existiendo controversia acerca del beneficio de la disección ganglionar sistemática (v. Tratamiento quirúrgico, en cap. 86). La Asociación Inter- nacional para el Estudio del Cáncer de Pulmón (IASLC, por sus siglas en inglés) recomienda explorar un mínimo de seis estaciones ganglionares, tres de ellas mediastínicas, incluyendo la estación subcarinal (nivel 7). El 50% de los pacientes intervenidos presentan recidiva de la enfer- medad a nivel sistémico (2/3) y local (1/3). En este sentido, diversos estudios aleatorizados han demostrado el beneficio en supervivencia global de la quimioterapia adyuvante basada en platino, con un benefi- cio absoluto del 5%-15% a los 5 años en pacientes en estadios II y IIIA. en el tratamiento adyuvante. La radioterapia (RT) adyuvante mediastínica no ha demostrado - terapia estereotáctica radical ha demostrado beneficio similar al de la cirugía en términos de supervivencia. Estadio III El estadio III (15% del estadio IIIA, 15% del estadio IIIB) se define como la enfermedad locorregional por extensión del tumor primario de tratamiento multimodal. Estadio IIIA que se evidencia afectación patológica mediastínica nodal tras la resección quirúrgica. También en estos pacientes existe beneficio del tratamiento con quimioterapia (QT) adyuvante (cisplatino- vinorelbina). La radioterapia mediastínica postoperatoria (PORT) también es de elección, ya que disminuye el número de recidivas locales, pero por demostrar si aumenta la supervivencia. - - ño tamaño (no bulky). Varios metaanálisis confirman el beneficio absoluto de la QT de inducción basada en platino previa cirugía en términos de supervivencia global, similar al beneficio obtenido en S E C C IÓ N V II I Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1106 SECCIÓN VII I Oncología médica el tratamiento adyuvante (5% a los 5 años; HR: 0,84). La adición de RT a la QT neoadyuvante consigue un mayor número de res- puestas y downstaging. En la actualidad, no está claro el beneficio del tratamiento trimodal (quimioterapia, radioterapia y cirugía) frente al tratamiento radical con quimioterapia y radioterapia, aunque sí parecen beneficiarse los pacientes tributarios de lobectomía. o localmente avanzado. Estadio IIIB-IIIC En pacientes con estadio IIIA irresecable o estadio IIIB-IIIC, el tra- tamiento de elección está basado en quimioterapia y radioterapia en administración concomitante. El tratamiento multimodal está asociado a una mayor toxicidad, por lo que debe reservarse a pacientes con buen quimioterapia específico, si bien los esquemas que incluyen dosis plenas de cisplatino han obtenido hasta el momento los mejores resultados en supervivencia. En la actualidad no hay evidencia de que el tratamiento con nuevas terapias dirigidas tenga impacto en este grupo de pacientes. En la actualidad, se administra tratamiento con durvalumab en aquellos pacientes sin progresión tras QT-RT y con PDL-1 > 1%. Estadio IV considerablemente en los últimos años con la introducción de la terapia dirigida y la inmunoterapia. La decisión sobre el tipo de tratamiento sistémico inicial y subsecuente varía de acuerdo con tres factores funda- mentales: el estado funcional del paciente (Eastern Cooperative Oncology Group performance status [ECOG PS] o índice Karnofsky [IK]), el subtipo histológico y el perfil molecular del tumor. La presencia o no de alguna alteración molecular o drivers oncogénicos (EGFR, ALK, ROS, BRAF) y la expresión de PD-L1 (programme death ligand 1) predicen la respuesta al tratamiento con terapias dirigidas o inmunoterapia, respectivamente, por lo que se requiere disponer de su información al realizar el diagnóstico para dirigir la mejor estrategia terapéutica (v. Tratamientos antidiana y Tratamientos inmunológicos en cap. 144). CPCNP en estadio IV sin driver oncogénico En pacientes con buen estado general (ECOG PS de 0-1 o IK del 70%- 100%), es primordial conocer el estado de expresión de PD-L1 (tumor proportion score o TPS) para la decisión de tratamiento. En pacientes con PD-L1 y TPS ≥ 50% sin contraindicaciones a inmunoterapia, se recomienda tratamiento con pembrolizumab independientemente de la histología (escamosa o no escamosa). En pacientes no candidatos a inmu- noterapia (PD-L1 con TPS < 50% o desconocido) hasta la actualidad el tratamiento con quimioterapia (platino en combinación con agentes de tercera generación o pemetrexed) se ha considerado el tratamiento de elección, aunque recientemente varios estudios han demostrado el beneficio de administrar tratamiento de combinación con inmunoterapia. En segunda línea, si la condición clínica del paciente es adecuada (ECOG PS de 0-2), debe considerarse tratamiento e individualizar- se según la terapia realizada en primera línea: doblete de platino en pacientes con cualquier histología que hayan realizado inmunoterapia en primera línea e inmunoterapia con anti-PD-1 (nivolumab o pem- brolizumab, este último si PD-L1 ≥ 1%) o anti-PD-L1 (atezolizumab) en aquellos que no la hayan realizado en primera línea. CPCNP en estadio IV con driver oncogénico En adenocarcinoma se han detectado alteraciones genéticas en apro- ximadamente el 60% de los pacientes. La alteración más frecuente es la mutación de K-Ras, de la que no se dispone en la actualidad de terapia dirigida y que se detecta en aproximadamente el 25%, seguida de la mutación de EGFR (15%) y la traslocación de ALK (6%) y, en menor frecuencia (1%-4%), alteraciones en ROS1, RET, MET, NTRK, HER-2 y B-RAF. Mutaciones de EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) Las mutaciones de EGFR se identifican mayoritariamente en los exones 19 (del19) y 21 (L858R). Son más frecuentes en adenocarcinomas, inhibidores del dominio tirosín-cinasa de EGFR, de primera (gefiti- nib, erlotinib), segunda (afatinib, dacomitinib) o tercera generación (osimertinib) han demostrado beneficio en términos de supervivencia libre de progresión, tasa de respuestas, perfil de toxicidad y calidad de vida, por lo que se consideran de elección como tratamiento de primera línea en estos pacientes. Tras el tratamiento con inhibidores de primera o segunda generación, el mecanismo de resistencia más la progresión al inhibidor de EGFR, ya sea en biopsia líquida (sangre, líquido cefalorraquídeo, derrame pericárdico, pleural o ascítico) y/o osimertinib ha demostrado beneficio clínico sobre la quimioterapia y debe considerarse de elección. Traslocación de ALK (cinasa del linfoma anaplásico) y ROS1 La traslocación de ALK produce también una activación oncogénica del receptor que estimula la proliferación celular. Es más frecuente en no fumadores y adenocarcinomas. Diversos inhibidores de ALK (crizotinib, alectinib, ceritinib, brigatinib) han demostrado superio- ridad en supervivencia libre de progresión, tasa de respuestas, mejor tolerancia y calidad de vida. Los reordenamientos de ROS1 también son oncogénicos, aunque de menor incidencia (1%) que ALK. El crizotinib es el único tratamiento dirigido aprobado en la actualidad en pacientes con traslocación de ROS1. Mutaciones BRAF V600E El tratamiento dirigido con dabrafenib y trametinib es de elección en pacientes con mutaciones BRAF V600E en primera o segunda línea de tratamiento. Tratamiento del cáncer de pulmón de célula pequeña El cáncer de pulmón de célula pequeña (CPCP) representa el 15% de todos los cánceres de pulmón y se caracteriza por su altaagresividad (2/3 de los pacientes se diagnostican en estadios avanzados). A pesar de ser un tumor con característica sensibilidad al tratamiento con quimioterapia, la mayoría de los pacientes recaen y se hacen refractarios al tratamiento. Estadio intratorácico El pronóstico de los pacientes con CPCP ha mejorado notablemente en los últimos años debido a la mejor integración de la radioterapia y la quimioterapia. La quimioterapia con cisplatino y etopósido es el están- dar por su eficacia y facilidad de administración con la radioterapia torácica. La radioterapia debe administrarse durante el segundo y tercer ciclo de forma hiperfraccionada 45 Gy o en dosis estándar 50-60 Gy. El tratamiento concomitante consigue supervivencias medianas de 16-20 meses con curaciones a largo plazo en el 20%-25% de los pacientes. En los pacientes con respuesta completa o parcial, la radioterapia holocraneal profiláctica disminuye el índice de recidivas cerebrales y aumenta la supervivencia global. Estadio extendido El tratamiento con quimioterapia paliativa con platino y etopósi- do sigue siendo el tratamiento estándar, aunque se ha demostrado superioridad de esta quimioterapia junto con atezolizumab frente a quimioterapia. La radioterapia craneal profiláctica puede realizarse al completar el tratamiento sistémico en aquellos pacientes sin evidencia de progresión. En la actualidad, no existe ningún tratamiento dirigido que haya demostrado beneficio en este grupo de pacientes. Futuro el paradigma del tratamiento del cáncer de pulmón. La identificación de marcadores predictivos de respuesta a tratamientos dirigidos y la inmunoterapia han conseguido mejorar significativamente los resul- tados en salud en los pacientes con cáncer de pulmón. El futuro es ya un presente y, por primera vez, tenemos un porcentaje relevante de pacientes vivos a los 5 años de tratamiento inmunológico. El desarrollo Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1107 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. de nuevas terapias dirigidas, la identificación de mecanismos de resis- tencia y la mejora de los resultados presentes con nuevas combinaciones de inmunoterapia son algunos de los retos actuales de esta enfermedad. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Bray F, Ferlay J, Soerjomataran I, Siegel RL, Torre LA, Jemal A. Global cancer - wide for 36 cancers in 85 countries. CA Cancer J Clin 2018;68(6):394-424. clinical guidelines for the treatment of non-small cell lung cancer (2018). Clin Transl Oncol 2019;21(1):3-17. CÁNCER DIGESTIVO J. Maurel Santasusana, T. Saurí Nadal Cáncer esofagogástrico Epidemiología, factores de riesgo y estadificación La incidencia y distribución geográfica del carcinoma de esófago (CE), el carcinoma de la unión gastroesofágica (UGE) y el carcinoma gástrico (CG) varía en función de los distintos hábitos dietéticos y de salud y se asocia fundamentalmente al tabaco y el alcohol. La histología más frecuente es de tipo escamoso en la porción cervical y torácica, mientras que en la porción distal la mayoría son adenocarcinomas. La incidencia del CE escamoso ha disminuido en EE. UU. y Europa y se ha incrementado en países asiáticos, especialmente en China, que acumula la mitad de los 500.000 nuevos casos al año. La susceptibilidad genética intrínseca asociada a alteraciones en la función de p53, y no sólo el tabaco y el alcohol, desempeña un importante papel en la elevada incidencia en estos países (16/100.000). El CE de tipo adeno- carcinoma y el de la UGE, sin embargo, han aumentado su incidencia en EE. UU. y Europa con un 58% de los casos, asociado a reflujo gastroesofágico, obesidad y tabaquismo. El esófago de Barrett es una lesión premaligna producida por el reflujo esofagogástrico que consiste en la sustitución del epitelio escamoso normal del esófago inferior por metaplasia intestinal y debe ser controlada con endoscopia cada 3-5 años. Por último, el adenocarcinoma gástrico es un problema de gran magnitud en Asia, donde se contabilizan el 74% de los casos nuevos. Los factores de riesgo son la edad, el sexo masculino y la infección por Helicobacter pylori. Los programas de cribado poblacional implantados en Japón y Corea han conseguido disminuir la mortalidad relacionada con CG en estos países. La endoscopia es la prueba de rutina para confirmar el diagnós- tico. Una vez que se ha establecido el diagnóstico histológico, se recomiendan para la estadificación de CE y CUGE la TC de tórax y abdomen y la ecografía endoscópica (USE). En tumores < 2-3 cm la USE está especialmente indicada, ya que permite distinguir entre T1a (infiltración hasta mucosa), T1b (infiltración hasta submucosa) o ≥ T2 (infiltración muscularis propria), evalúa los ganglios locorre- gionales, y todo ello tiene implicaciones terapéuticas. En el CG la laparoscopia exploradora se recomienda para descartar diseminación peritoneal. En el adenocarcinoma de la UGE o CG la PET-TC juega un papel importante en descartar enfermedad diseminada si se plantea tratamiento neoadyuvante previo a la cirugía del tumor primario. Biología y patogenia El carcinoma escamoso de esófago se asocia a mutaciones de p53 en > 90% de los casos, siendo también frecuentes las mutaciones en CCND1 (33%), NOTCH (22%) y CDKN2 (20%). La mayoría de los carcinomas gástricos son adenocarcinomas que se subdividen en los subtipos intestinal o difuso de la clasificación de Lauren. Los adenocarcinomas de células en anillo de sello (> 50% de las células en anillo de sello) tienen mal pronóstico. Recientemente, se ha propuesto una clasificación molecular que diferencia tres subtipos distintos. Un 20% de los pacientes presentan inestabilidad de microsatélites vía de PI3K/PTEN (44%), p53 (25%), KRAS (23%), ALK (16%), y se asocian a buen pronóstico. Un 17% de los pacientes serían estables κ un peor pronóstico. Por último, en el tercer subgrupo (60% de los pacientes), encontramos los casos con mutaciones de p53 (60%) y amplificación de HER2 (17%). Esta clasificación tiene, por tanto, implicaciones terapéuticas. Tratamiento En todos los pacientes, independientemente del estadio, debe realizarse la evaluación del ECOG o performance status, las comorbilidades, la pérdida de peso y el estado nutricional. En función de estas caracterís- ticas son susceptibles o no de recibir tratamientos activos y la supervi- vencia claramente está influida por estas variables. Enfermedad localizada Estadios precoces (T1) En pacientes con carcinoma escamoso de esófago sólo se recomienda la resección endoscópica en tumores cT1a (mucosos) de < 2 cm y bien diferenciados. En la displasia de alto grado sobre esófago de Barrett y adenocarcinoma cT1a está indicado el tratamiento endoscópico con radiofrecuencia previa mucosectomía de las lesiones visibles. En adenocarcinomas de la UGE o gástricos en cT1 bien diferenciados de subtipo intestinal, de cualquier tamaño y no ulcerados o en cT1 bien diferenciados, de subtipo intestinal y ulcerados si ≤ 3 cm de tamaño, están indicados tratamientos endoscópicos de resección, debido a la baja frecuencia de infiltración ganglionar (2%). En estos casos, cuando el margen patológico está afecto o si el tumor infiltra la submucosa > 200 µ > 500 µm ulcerados > 3 cm, del subtipo intestinal moderada o pobremente diferenciados o de subtipo difuso o en anillo de sello, debido al riesgo elevado de diseminación ganglionar (20%) se recomienda tratamiento quirúrgico (resección transtorácica de Ivor-Lewis o resección trans- hiatal). En Corea y Japón, hasta el 50% de los pacientes son diagnos- ticados en este estadio. Carcinoma de esófago y de la unióngastroesofágica elección es la quimiorradioterapia (QT + RT) neoadyuvante seguida de cirugía (resección transtorácica con anastomosis intratorácica (Ivor- Lewis) o a nivel cervical o resección transhiatal. Diversos estudios que compararon cisplatino y fluorouracilo con radioterapia seguida de cirugía frente a cirugía sola arrojaron resultados contradictorios, pero un reciente estudio de fase III ha evaluado el beneficio de tratamiento con radioterapia y uso concomitante semanal de carboplatino y pacli- taxel seguido de cirugía frente a cirugía. El estudio está bien diseñado, la estadificación es adecuada, la cirugía es óptima en los dos brazos de tratamiento y el estudio confirma un 29% de respuesta patológica com- pleta, con un beneficio a 3 años del 58% frente al 44% y a 5 años del 47% frente al 34%, por lo que la combinación de QT + RT + cirugía se considera el tratamiento estándar en CE y UGEJ (Siewert I-II). Adenocarcinoma gástrico En estadios Tb1 o superiores se recomienda la gastrectomía subtotal evitando la gastrectomía total de rutina. La pancreatectomía distal o la esplenectomía asociadas sólo están indicadas para lograr márgenes libres. La gastrectomía total con resección de los últimos centímetros del esófago distal está indicada también para UGEJ Siewert III. Se recomienda un mínimo de 15 ganglios extirpados para la correcta estadificación (cirugía óptima). La mayor diferencia en CG en comparación con CE o UGE es que la gran mayoría de los ensayos clínicos se han realizado en adyuvancia. La causa principal es que la cirugía gástrica no se limita a los centros de alto volumen (como es el caso de los CE y UGE) y la estrategia neoadyuvante implica una interacción cercana entre el oncólogo y los cirujanos. Un reciente metaanálisis demostró que la quimioterapia adyuvante basada en regímenes de fluorouracilo se asociaba con un 5% de reducción en comparación con la cirugía sola. Deben tenerse en S E C C IÓ N V II I Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1108 SECCIÓN VII I Oncología médica cuenta ciertas limitaciones en este metaanálisis, ya que se incluyeron ensayos realizados desde los años setenta, sin la potencia estadística suficiente y el diseño de los estudios no es óptimo, con un beneficio restringido a los estudios realizados en Asia y en los estudios occiden- tales con resección gástrica subóptima. El estudio del Gastrointestinal Intergroup-0116 evaluó el papel de la quimio-radioterapia adyuvante con FU/LV y se considera el tratamiento de elección en EE. UU. a pesar de sus limitaciones: pobre estadificación, cirugía subóptima debido a la ausencia de información sobre la evaluación de los ganglios linfáticos resecados y pobre supervivencia a los 5 años de los pacientes resecados (< 30%). En Asia, dos estudios han demostrado el beneficio de la adyuvancia con oxaliplatino-capecitabina o S1. A día de hoy y tras el estudio FLOT4/AIO se puede considerar en enfermedad localizada T3-4 con esquema FU/LV, docetaxel y oxaliplatino (FLOT). En el estudio se comparaba la eficacia FLOT frente a la de la epirrubicina, el cis- platino y 5FU/LV (ECF), y FLOT aumentaba las tasas de cirugía curativa, supervivencia libre de progresión y supervivencia global a los 5 años del 45%. Enfermedad avanzada En la enfermedad avanzada, el objetivo del tratamiento es la paliación de síntomas. Los pacientes con buen ECOG performance status (0-2) son candidatos a tratamiento con quimioterapia con esquemas con platino y fluoropirimidinas, y la mediana de supervivencia se encuentra entre 9 y 11 meses. Son factores pronósticos establecidos el ECOG PS y la presencia de ascitis. En los pacientes HER2-positivos por IHC 3+ o FISH-positivo, el trastuzumab asociado a quimioterapia ha demos- trado beneficio en supervivencia (16 meses frente a 11,8 meses) frente a quimioterapia sola. En segunda línea, recientemente la combinación de un inhibidor de la angiogénesis (ramucirumab) asociado a paclitaxel ha demostrado ser superior a paclitaxel (9,6 meses de supervivencia global frente a 7,4 meses). BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Perioperative chemotherapy with fluorouracil plus leucovorin, oxalipla- tin, and docetaxel versus fluorouracil or capecitabine plus cisplatin and epirubicin for locally advanced, resectable gastric or gastro-oesophageal junction adenocarcinoma (FLOT4): a randomised, phase 2/3 trial. Lancet 2019;6736(18):32557-1. trial investigators. Adjuvant capecitabine and oxaliplatin for gastric cancer after D2 gastrectomy (CLASSIC): a phase 3 open-label, randomised con- trolled trial. Lancet 2012;379:315-21. - - Cáncer de páncreas Epidemiología, factores de riesgo y estadificación El cáncer de páncreas es el cuarto cáncer en cuanto a mortalidad. La - maligna que representa el 20%-50% de todas las neoplasias quísticas de páncreas y en función del riesgo de malignización está indicada su exéresis quirúrgica. La estadificación del CF se realizará mediante TC de tórax y abdomen con imágenes idealmente de espesor máximo de 3 mm, con fase pancreática y portal, y valora el grado de invasión vascular o la presencia o no de metástasis. El 15%-20% de los casos son resecables (sin infiltración venosa o arterial o con infiltración de < 180°), un 5% son borderline > 180° o infiltración de tronco celíaco [TC], arteria hepática [AH] o arteria < 180°), el 10% son localmente avanzados > 180°) y entre el 65% y el 70% de los casos son metastásicos. La ecoendoscopia con punción con aguja fina (PAAF) o la ecoendoscopia con biopsia deben realizarse en los estadios borderline resecable, localmente avanzado y enfermedad metastásica y se recomiendan en los pacientes resecables para obtener diagnóstico citohistológico de adenocarcinoma. Bases biológicas El cáncer de páncreas es una enfermedad biológica compleja en la que coexisten mutaciones en genes como KRAS (> 90%) y p53 (> 70%), o represión de proteínas implicadas en la resistencia a tratamientos de quimioterapia y terapias dirigidas (TD). Los tratamientos tanto función de proteínas críticas; por tanto, la biología de este cáncer debe entenderse como un proceso dinámico. Distintos biomarcadores han intentado diferenciar en modelos preclínicos la población de pacientes sensibles de los resistentes a quimioterapia y TD. Recientemente, se ha intentado diferenciar dos subtipos de cáncer de páncreas: el epitelial, mesenquimal, un subtipo más resistente a estos tratamientos asociado a la mutación de p53, práctica clínica distinta sensibilidad a la quimioterapia o las TD. Tratamiento Las expectativas de supervivencia de los pacientes con cáncer de pán- creas localmente avanzado o metastásico son inferiores al 5% a los 5 años, con medianas de supervivencia entre 6 y 11 meses, mientras que en los pacientes resecables y borderline resecables la supervivencia a los 5 años oscila entre el 10% y el 30%. La cirugía es el único tratamiento curativo. Está indicado el tratamiento adyuvante con gemcitabina con una mediana de supervivencia de 24 meses y un 20% de super- folínico, 5-fluoruracilo, irinotecán y oxiplatino) si tienen buen estado general con una mediana de supervivencia de 54,4 meses y el 63,4% de supervivencia a los 3 años. En los pacientes borderline resecables se recomienda realizar tratamiento neoadyuvante (previo a la cirugía), con la intención de obtener márgenes histológicos negativos. Es fundamental al realizar la anamnesis de los pacientes evaluar los requerimientos analgésicos y la intensidad del dolor mediante escalas analógicas, la pérdida de peso en los 6 meses previos al diagnóstico y la evaluación del estado funcional (performance status) con la escala ECOG. En la analítica basal deben evaluarse los niveles dealbúmina y PCR, por su valor pronóstico. La estrategia de tratamiento en enfermedad localmente avanzada es controvertida dada la ausencia de estudios sólidos. Tanto la quimioterapia como la quimioterapia seguida de RT se consideran opciones válidas. Los pacientes con ECOG PS 2 presentan una mediana de super- vivencia que oscila entre 2 y 4 meses y a menudo se excluyen en los o gemcitabina/nab-paclitaxel han demostrado recientemente un bene- ficio frente a gemcitabina y estarían indicados en los pacientes con ECOG PS de 0-1 ≤ 70 años. En los pacientes con ECOG PS de 2 o > 70 años, la gemcitabina en monoterapia puede considerarse el tratamiento de elección, ya que esta población de pacientes no está suficientemente representada en los estudios y los pacientes son más susceptibles de presentar toxicidad. En segunda línea el tratamiento de elección es el citotóxico nal-IRI, tras demostrar incremento de la supervivencia global de 6 meses. El cáncer de páncreas constituye un ejemplo paradigmático de tumor pobremente inmunogénico debido a la alta presencia de estroma y la pobre infiltración linfocitaria. Los inhibidores de PD1 y PD-L1 no han demostrado eficacia en este tipo de cáncer. Las combinaciones de inhibidores de PD1 o PD-L1 asociados a vacunas o las combinaciones de PD1 o PD-L1 asociados a fármacos que deplecionen el estroma y las citocinas que estas producen son estrategias que se desarrollarán en los próximos años. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1109 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL et al.; Groupe Tumeurs Digestives of Unicancer; PRODIGE Intergroup. chemotherapy with gemcitabine vs observation in patients undergoing curative-intent resection of pancreatic cancer: a randomized controlled Increased survival in pancreatic cancer with nab-paclitaxel plus gemcitabine. Wang-Gillam A, Hubner RA, Siveke JT, Von Hoff DD, Belanger B, de Jong pancreatic cancer: Final overall survival analysis and characteristics of long- term survivors. Eur J Cancer 2019;108:78-87. Cáncer de colon y recto Epidemiología El cáncer de colon y recto (CCR) es la tercera neoplasia más frecuente y la segunda causa de mortalidad por cáncer en países desarrollados cuando se combinan ambos sexos. La incidencia de esta enfermedad ha ido disminuyendo de forma paulatina durante las últimas tres décadas debido a la introducción de programas de cribado poblacional (v. cap. 143, Epidemiología y prevención del cáncer). Bases moleculares Los avances en biología molecular han permitido clasificar el CCR en al menos tres subtipos y poner de relieve sus diferencias pronósticas y de respuesta al tratamiento. Estos son: 1) inestabilidad cromosómica, que incluye a los tumores con cariotipos aneuploides caracterizados por pérdidas y ganancias cromosómicas múltiples y que representan aproximadamente el 85% de los CCR; 2) mutadores (o hipermu- tadores), que incluyen tumores con cariotipos estables y diploides, pero con acumulación de miles de mutaciones puntuales tanto en regiones codificantes como en regiones intrónicas, correspondiendo a tumores con alta inestabilidad de microsatélites y que representan el 15% del total, y 3) metiladores, que incluyen tumores con abundancia de hipermetilación en regiones de islas CpG y que se estiman en el 20%. Estos grupos no son mutuamente excluyentes, ya que existe cierto solapamiento entre estos subtipos, fundamentalmente entre los mutadores y los metiladores. Presentación clínica, diagnóstico y estadificación La presentación clínica depende de la localización del tumor pri- mario. La presencia de las heces melénicas es más propia de tumo- res proximales y la rectorragia en los tumores colónicos distales y rectales. Una anemia microcítica hipocrómica obliga a descartar la presencia de neoplasia intestinal mediante colonoscopia, aunque no todos los CCR presentan sangrado. Otras manifestaciones clásicas son los cambios en el ritmo intestinal, la presencia de dolor abdo- minal y el tenesmo en los tumores rectales. La colonoscopia es la técnica de referencia para el diagnóstico y la localización del tumor. Si el CCR se presenta con obstrucción intestinal, la inspección del colon distal al tumor primario es difícil, lo que impide el diagnós- tico de pólipos o tumores sincrónicos, lo cual es una circunstancia frecuente. Esto obliga a repetir la colonoscopia en los primeros 3-6 meses tras la resección quirúrgica del tumor primario o a realizar una colono-TC. El estadiaje completo requiere la obtención de una TC de tórax, abdomen y pelvis con contraste para descartar lesiones metastásicas en el hígado, el pulmón, los ganglios y el peritoneo. La determinación del marcador tumoral sérico CEA (antígeno car- cinoembrionario) es esencial para el seguimiento y la evaluación de posibles recurrencias. Tratamiento Tratamiento de la enfermedad localizada (estadios I-III) El tratamiento inicial es la resección del tumor primario. Existen criterios oncológicos que detallan de forma estricta las características de la cirugía para que pueda ser considerada como óptima incluyendo la disección de un número mínimo de 12 ganglios regionales, así como la inspección detallada de la cavidad y pared abdominal y la obtención de márgenes libres de enfermedad confirmados mediante patología. La cirugía laparoscópica no es inferior a la resección abierta de los CCR en términos de supervivencia, con una tasa de complicaciones comparable y un tiempo de recuperación inferior. Los casos en estadio III tienen indicación de quimioterapia adyuvante: estudios clínicos aleatorizados en fase III han concluido que existe beneficio con la adi- ción de 6 meses de oxaliplatino al clásico 5-FU (esquema FOLFOX). La toxicidad más importante es la neuropatía crónica secundaria al oxaliplatino. Recientemente, el estudio IDEA ha comparado la eficacia de 3 frente a 6 meses en un estudio de no inferioridad, con una diferencia absoluta inferior al 1% y una reducción significativa de neurotoxicidad grave, por lo que la administración de 3 meses de tratamiento adyuvante puede considerarse adecuada. En pacientes mayores de 70 años y sin comorbilidades graves, la administración de una fluoropirimidina oral (capecitabina, ocho ciclos cada 3 semanas) es el tratamiento estándar. Existe debate sobre la indicación de quimioterapia en estadios II de CCR, lo cual ha llevado a la realización de múltiples estudios clínicos, patológicos y de marcadores moleculares. Sólo en los pacientes con alto riesgo de recurrencia con infiltración del peritoneo (T4), presencia de invasión vascular, linfática o perineural, presentación de obstrucción o perforación intestinal, un número de ganglios resecados inferior a 12 y elevación del marcador CEA previo a la cirugía, se deberá discutir la administración de quimioterapia adyuvante con capecitabina o 5-FU. El uso de quimioterapia de combinación (FOLFOX o XELOX, este último capecitabina con oxaliplatino) en estadio II es actualmente muy debatido y no debe recomendarse, tampoco en tumores con alta inestabilidad de microsatélites y estadio II. Tratamiento del cáncer de recto localizado pelvis para poder determinar la infiltración mesorrectal, la distancia del tumor con la fascia mesorrectal, la invasión de esfínteres en los tumores de tercio inferior, la presencia de ganglios linfáticos patológicos y la el resto deben tratarse con quimiorradioterapia preoperatoria con fluorouracilo (5-FU) o capecitabina, ya que disminuye el riesgo de recurrencia local. La resección deberá incluir una disección adecua- da del mesorrecto. Laadministración del tratamiento adyuvante dependerá del estadio patológico post QT + RT, así como de las comorbilidades del paciente. Seguimiento Existen guías clínicas que detallan el seguimiento posterior a la cirugía en estos pacientes y que incluyen el examen físico, los análisis de labo- ratorio, la determinación del CEA y la realización de TC de manera periódica durante un total de 5 años. Asimismo, es importante el seguimiento con colonoscopia de estos pacientes en el primer año tras el diagnóstico y después de forma periódica. Tratamiento de la enfermedad avanzada (estadio IV) En aquellos pacientes con presencia de metástasis a distancia en el momento del diagnóstico, el enfoque terapéutico debe centrarse en el carácter paliativo del tratamiento para la preservación de un nivel de calidad de vida adecuado y la prolongación de supervivencia. La enfer- medad metastásica no es homogénea y existen distintas clasificaciones clínicas que permiten diferenciar subgrupos de pacientes con medianas de supervivencia distintas (tabla 145-1). En casos seleccionados se puede plantear la resección quirúrgica de las metástasis en el contexto oligometastásico (básicamente, presencia de un número limitado de nódulos y enfermedad hepática y pulmonar exclusiva), tras descartar con PET/TC metástasis en otros órganos. El CEA, la LDH y la PCR S E C C IÓ N V II I Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1110 SECCIÓN VII I Oncología médica basales deben ser evaluados por su implicación pronóstica. Por último, en la actualidad es esencial la determinación de marcadores moleculares antes de la iniciación del tratamiento, ya que determinan la estrategia de administración de tratamiento, sobre todo la determinación del estado mutacional de KRAS y NRAS, ya que la presencia de estas muta- la presencia de estas mutaciones activadoras de la vía de señalización descarta su uso. El tratamiento sistémico del CCR implica el uso de quimiote- rapia de combinación basada en el 5-FU administrado en infusión continua y modulado por leucovorín (o capecitabina) y que puede ir acompañado de oxaliplatino (régimen FOLFOX o XELOX) o irinotecán (régimen FOLFIRI). El empleo de FOLFOX o FOLFIRI depende de la discusión entre el médico y el paciente y el perfil de efectos secundarios que se pueden tolerar, ya que ambos regímenes han demostrado eficacia similar en supervivencia (entre 22 y 24 meses) y respuesta (entre el 50% y el 60%). Estos dos regímenes pueden combinarse con agentes biológicos en primera línea (anticuerpos monoclonales) contra el VEGF (bevacizumab) y el EGFR (cetuximab y panitumumab) en aquellos casos sin mutación de KRAS ni NRAS. En segunda línea la eficacia disminuye con respuestas que oscilan entre el 20% y el 25%. La tercera línea presenta respuestas objetivas por debajo del 5%, por lo que el mejor tratamiento de soporte o la posibilidad de inclusión en ensayos clínicos experimentales evaluando nuevos agentes son opciones que deben considerarse. El subgrupo de pacientes con inestabilidad de microsatélites (un 5% de los pacientes metastásicos) se beneficia de tratamiento con inmunoterapia con anti- cuerpos bloqueantes de vías inhibidoras, anti-PD1 (pembrolizumab y nivolumab) y están indicados tras progresión a la primera línea de tratamiento. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL André T, de Gramont A, Vernerey D, Chibaudel B, Bonnetain F, Tijeras-Raba- lland A, et al. Adjuvant Fluorouracil, Leucovorin, and Oxaliplatin in Stage II to III Colon Cancer: Updated 10 Year Survival and Outcomes According J Clin Oncol 2015;33(35):4176-87. 479-507. Collaborative Group. Adjuvant chemotherapy versus observation in patients with colorectal cancer: a randomised study. Lancet 2007;370:2020. Grothey A, Sobrero AF, Shields AF, Yoshino T, Paul J, Taieb J, et al. Duration 2018;378:1177-88. SR, et al. Defective mismatch repair as a predictive marker for lack of efficacy of fluorouracil-based adjuvant therapy in colon cancer. J Clin Oncol 2010;28(20):3219-26. CÁNCER GENITOURINARIO B. Mellado González Cáncer de próstata Concepto y factores de riesgo El cáncer de próstata es el 15% de todos los cánceres y el segundo cáncer más frecuente en hombres. El riesgo aumenta con la edad, en dietas ricas en grasas y obesidad y con antecedentes de familiar de mutaciones germinales en BRCA2. Patogenia El cáncer de próstata es un tumor hormonodependiente. El receptor de andrógenos (RA) está implicado tanto en el desarrollo como en la progresión del de este cáncer. El gen del RA está situado en el cromo- soma Xq11-12 y codifica un factor de transcripción que pertenece a la superfamilia de los receptores esteroideos. La unión a andrógenos activa al RA, lo que tiene como consecuencia la transcripción de genes diana implicados en la progresión tumoral y de PSA (fig. 145-3). La supresión del estímulo androgénico induce la regresión tumoral. Anatomía patológica El 95% son adenocarcinomas, frecuentemente multifocales y heterogé- neos. El grado de agresividad histológica clasifica a los tumores en grupos de riesgo según el índice de Gleason (estudio de la diferenciación en las dos áreas más representativas del tumor, adjudicando a cada uno una pun- tuación de 1, bien diferenciado, a 5, indiferenciado, y sumando ambas). Cuadro clínico y diagnóstico La mayor parte se diagnostica por la elevación del antígeno prostático específico (PSA) en sangre, aunque no es específica y también puede elevarse en patología benigna (adenoma, prostatitis). La sintomatología es inespecífica: disminución, interrupción, dolor, ardor o dificultad para orinar; poliuria, nicturia y urgencia miccional; hematuria, hema- tospermia. Ante la sospecha diagnóstica, debe realizarse tacto rectal, determinación de PSA, ecografía transrectal y resonancia magnética ambos lóbulos. Se indicarán TC abdominal, gammagrafía ósea o PET colina en función del estadio clínico, PSA, Gleason o si existe sospecha de enfermedad a distancia. Tratamiento Cáncer de próstata localizado Se puede clasificar en tres grupos de riesgo, con una evolución clínica muy distinta: bajo riesgo (tumor localizado en próstata, T1-T2, con TABLA 145-1 Clasificaciones clínicas en el cáncer de colon metastásico Clasificación Variables Riesgo bajo Mediana de supervivencia Riesgo intermedio Mediana de supervivencia Riesgo alto Mediana de supervivencia Kohne ECOG-performance status Número de órganos afectos Fosfatasa alcalina Leucocitos 15-14,7 meses 10,7-10,5 meses 6,4-6,1 meses GERCOR ECOG-performance status LDH 29,8-26,8 meses 21,1-19,5 meses 16,5-13,9 meses GEMCAD ECOG-performance status Número de órganos Enfermedad hepática limitada LDH 36 meses 22 meses 12 meses ESMO Tipo de órgano Número de órganos afectos 1 Enfermedad resecable o potencialmente resecable 2 Enfermedad irresecable, pero sintomática 3 Enfermedad irresecable, pero asintomática Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1111 CAPÍTULO 145 Diagnóstico y tratamiento de los principales tumores © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Gleason < 6 y/o PSA < 10), riesgo intermedio (T1-T2 con Gleason de 6-7 y/o PSA de 10-19) y riesgo alto (T1-T2 con Gleason ≥ 8 y/o PSA ≥ 20 o afectación extraprostática, T3-T4). Los tumores de bajo riesgo raramente suponen un riesgo vital, pero un 30%-50% de los pacientes con tumores de alto riesgo recidivan. Existen diferentes opciones terapéuticas. A continuación, se describenlas opciones más validadas: - go de muerte por cáncer de próstata frente a no tratamiento de entrada. Indicada en pacientes con una esperanza de vida > 10 años con tumores de riesgo intermedio. Puede plantearse en casos seleccionados de riesgo alto. aparición de síntomas (actitud expectante) o controlar de forma estricta (vigilancia activa) y tratar ante aumentos de PSA, volumen de enfermedad o índice de Gleason en biopsias de repetición. con expectativa vital inferior a 10 años, riesgo quirúrgico elevado o preferencia del paciente. de elección en tumores de alto riesgo, donde el tratamiento con supresión androgénica es superior a la radioterapia sola. La qui- mioterapia adyuvante (docetaxel), junto con la hormonoterapia y la radioterapia, aumenta la supervivencia en estos pacientes. en la próstata. Recidiva bioquímica Se define como la elevación de PSA tras un tratamiento local en ausencia de enfermedad clínicamente detectable. Si se sospecha la enfermedad local tras intervención quirúrgica, puede recomendarse radioterapia. El aumento rápido de PSA implica elevado riesgo de desa- rrollar metástasis y puede indicarse tratamiento hormonal (castración). En caso de progresión a la castración, en ausencia de enfermedad detectable, los antiandrógenos enzalutamida y apalutamida retrasan de forma muy significativa la aparición de metástasis. Cáncer de próstata metastásico En esta fase evolutiva el cáncer de próstata es incurable, con una expectativa vital aproximada de 5 años. La localización más frecuente de las metástasis es el hueso. La afectación ganglionar o visceral tiene peor pronóstico. El síntoma más frecuente es el dolor óseo con riesgo de fracturas, compresión medular, necesidad de radioterapia o cirugía: El tratamiento de elección es la castración. En aquellos con alto volumen o alto riesgo de enfermedad metastásica la combinación con quimioterapia (docetaxel) o el inhibidor de la síntesis de andrógenos abiraterona ha aumentado de forma muy significativa la supervivencia global y es el tratamiento estándar. La castración puede ser quirúrgica (orquiectomía) o química con análogos de LH-RH (hormona liberadora de la hormona luteinizante), como goserelina, acetato de leuprolide, histrelín y pamoato de triptorelina. Con ella se suprime la producción de andrógenos de origen testicular. Entre los efectos secundarios de la castración se encuentran sofocaciones, ginecomastia, disminución de libido y disfunción eréctil, astenia, pérdida de masa ósea y síndrome metabólico. resistente a la castración (CPRC). La mayoría de los enfermos responden a la castración de forma inicial, pero posteriormente progresan. Hablamos de CPRC por progresión de la enfermedad por elevación de PSA y/o radiológica, con niveles de testos- terona inferiores a 50 ng/mL en sangre. Se han descrito varios mecanismos moleculares implicados en la reactivación del RA en el CPRC: a) la producción de andrógenos suprarrenales o intratumorales; b) mutaciones del RA, que hacen que pueda ser estimulado por otras hormonas esteroideas o antiandrógenos; explicarían las respuestas observadas tras las retiradas del antian- drógeno en el 20%-30% de los casos; c) la amplificación o sobre- expresión de AR, que le confiere mayor sensibilidad a niveles bajos de andrógenos, y d) la activación del RA de una manera independiente a la unión a andrógenos. Diversos tratamientos que han demostrado actividad, mejoría de síntomas y de supervivencia en CPRC son: a) hormonoterapia: acetato de abiraterona, que es un inhibidor de la enzima CYP17, esencial en la producción de andrógenos en testículo, glándula suprarrenal e intratumoral; enzalutamida, antiandrógeno con gran afinidad por el RA, que además inhibe su traslocación nuclear y la actividad transcripcional; b) quimioterapia: los taxanos, docetaxel y cabazitaxel, que, además de su efecto citotóxico, inhiben el paso a núcleo del RA y su actividad transcripcional; c) cloruro de radio-223: sustancia radiactiva que se administra de forma endovenosa y se fija en el hueso, donde ejerce la actividad antitumoral, y d) inmuno- terapia: la vacuna de células dendríticas sipuleucel-T (no aprobada en Europa). BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL - 2011;364:1995-2005. S E C C IÓ N V II I Figura - La testosterona entra en la célula prostática desde el torrente sanguíneo y allí se transforma en dihidrotestosterona (DHT) por medio de la enzima 5-α-reductasa (5α-R). Antes de unirse a DHT, el receptor de andrógenos (RA) está en el citoplasma unido a proteínas de estrés térmico o heat shock proteins (Hsp), que lo mantienen inactivo. Tras unirse a DHT, el RA cambia de conformación, se separa de Hsp y forma homodímeros con otras parejas de DHT-AR. El homodímero es la forma activa del RA capaz de interactuar con secuencias cortas de DNA específicas llamadas elementos de respuesta a andrógenos, que se encuentran en la región promotora de los genes regulados por ellos. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1112 SECCIÓN VII I Oncología médica Prednisone plus cabazitaxel or mitoxantrone for metastatic castration-resis- tant prostate cancer progressing after docetaxel treatment: a randomised open-label trial. Lancet 2010;376:1147-54. Adding abiraterone to androgen deprivation therapy in men with metastatic hormone-sensitive prostate cancer: A systematic review and meta-analysis. Eur J Cancer 2017;84:88-101. - Cáncer de vejiga Concepto, anatomía patológica y cuadro clínico Es más frecuente en hombres de entre 50 y 70 años. El tabaco es el principal factor de riesgo junto con otros factores predisponentes como son la exposición a aminas aromáticas y anilinas, infecciones urinarias de repetición, la infección por Schistosoma haematobium (carcinomas escamosos) y la ingesta crónica de fenacetinas. La forma histopatológica más frecuente es el carcinoma urotelial. El 70% de los tumores son superficiales (limitados al epitelio), con escasa capacidad de infiltración y diseminación, aunque con gran tendencia a la recidiva local. El 30% restante son tumores infiltrantes (invaden la capa muscular) con gran poder de progresión local y a distancia. La manifestación clínica más frecuente es la hematuria o síndrome miccional irritativo crónico, especialmente en los carcinomas in situ difusos. Diagnóstico de extensión y pronóstico Para el diagnóstico y el estudio de extensión se realizará por cistoscopia, TC abdominopélvica u otras en función del estadio. Es imprescindible realizar una resección transuretral (RTU) del tumor para conocer la profundidad de invasión de la pared vesical o estadio local (T), que es el factor pronóstico más importante en el cáncer de vejiga localizado seguido del grado de diferenciación y la afectación linfática. En tumores superficiales la supervivencia a los 5 años es del 80%-100%, mientras que en tumores infiltrantes esta se reduce al 50%. En caso de afectación la supervivencia a 5 años es de un 15%-25%, y sólo de un 5% en los enfermos con metástasis a distancia. Tratamiento Cáncer de vejiga superficial (Ta-T1) El tratamiento de elección es la resección transuretral (RTU). Debido al alto índice de recurrencia local (el 30%-70%, según el estadio y el grado), está indicado realizar terapia endovesical adyuvante en tumores multifocales, recidivados, de alto grado o carcinoma in situ con BCG (Bacillus Calmette-Guérin), que reduce el riesgo de recurrencias. En caso de múltiples recidivas, resistencia a BCG, grado histológico elevado, múltiples áreas de carcinoma in situ (factores asociados a riesgo de desarrollo de tumor infiltrante), estaría indicada la cistectomía radical. La supervivencia a los 5 años es del 80%-100%. Carcinoma vesical infiltrante (T2-T4)
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