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© E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X Farmacogenética FARMACOGENÉTICA Y FARMACOGENÓMICA: INTRODUCCIÓN Y CONCEPTO El término farmacogenética fue usado por primera vez en el año 1959 por Friedrich Vogel, quien la definió como la «variación hereditaria de importancia clínica en la respuesta a los fármacos». El mismo Vogel, junto con Motulsky, sentó las bases teóricas de esa nueva dis- ciplina, basándose en la observación de diferencias interindividuales en la actividad de las enzimas metabolizadoras de fármacos que explicaban efectos secundarios a los mismos y que a su vez variaban en diversas poblaciones humanas. Poco tiempo después, en 1962, Werner Kalow sentó las bases de la farmacogenética como ciencia con su monografía Pharmacogenetics: Heredity and Response to Drugs. Sin embargo, la idea de la farmacogenética es bastante anterior. En 1902, Archibald E. Garrod formuló la hipótesis «un gen, una enzima», sentando así las bases de la «medicina molecular» e introdu- ciendo por primera vez el concepto de farmacogenética al postular que variaciones genéticas podrían causar diferencias interindividuales en el metabolismo de los alcaptanos. Garrod se dio cuenta de que existían patrones familiares en la alcaptonuria y que esta debía estar causada por la modificación o fallo de una enzima metabólica responsable de la degradación de los alcaptanos, lo cual causaba el oscurecimiento de la orina característico de esta afección. El polimorfismo de la enzima hepática N-acetil-transferasa y su papel en el metabolismo de los fármacos fueron descubiertos entre los años cuarenta y cincuenta, al observarse diferencias entre individuos en el metabolismo de la isoniazida, utilizada para el tratamiento de la tuberculosis. Estos polimorfismos permitían clasificar a los individuos como acetiladores lentos y rápidos. Los acetiladores lentos tenían un efecto terapéutico más prolongado, pero podían experimentar toxi- cidad cuando tomaban dosis normales del fármaco, mientras que los acetiladores rápidos podían no responder a la isoniazida. Poco tiempo después se comprobó que estas diferencias genéticas eran la causa de la hipersensibilidad a las sulfonamidas, usadas, por lo general, para tratar episodios infecciosos. Posteriormente se describieron reacciones hemolíticas por sen- sibilidad a la primaquina asociadas al déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G-6-PD). La deficiencia de G-6-PD variaba enor- memente en poblaciones humanas, con una incidencia máxima en judíos sefardíes y kurdos, pero también alta en poblaciones medite- rránea, africana y afroamericana. Algún tiempo después se observó que no sólo los antipalúdicos, sino también medicamentos como las sulfamidas, la quinina o el propio AAS, podían provocar anemias hemolíticas graves en pacientes con déficit de G-6-PD. La variación genética heredable de la seudocolinesterasa fue extensamente estudiada en los años cincuenta. La succinilcolina, que es hidrolizada por esta enzima, se emplea como relajante muscular asociado en la anestesia y provoca, en individuos deficientes en esta enzima, una parálisis flácida de los músculos esqueléticos que se puede prolongar durante muchas horas. En el caso del antihipertensivo debrisoquina, se observó que el 10% de los pacientes eran metabolizadores lentos y desarrollaban con frecuencia efectos secundarios. Poco tiempo después se comprobó que la responsable era la variación genética de los citocromos P450 (CYP) y se empezó a vislumbrar su importancia en la respuesta a antipsicóticos y antidepresivos, ya que estos fármacos son, en su práctica totalidad, metabolizados por estas enzimas. Pero la gran revolución vino de la mano del proyecto Genoma Humano. El descubrimiento masivo de polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), el proyecto HapMap y el desarrollo de técnicas de genotipado y de análisis de expresión posibilitaron que se encon- traran numerosísimos ejemplos de genes relacionados con la respuesta a fármacos. Se introdujo entonces el término farmacogenómica para explicar la búsqueda de nuevos biomarcadores de respuesta a fárma- cos con herramientas genómicas y, por ende, la generación de una nueva categoría de medicamentos ya personalizados para subgrupos de individuos. La introducción del término farmacogenómica produjo cierta confusión terminológica y ambos términos, farmacogenética y far- macogenómica, se utilizaron prácticamente como sinónimos hasta que las agencias reguladoras de medicamentos primero, la European Medicament Agency (EMA) en Europa y la Food and Drug Adminis- tration (FDA) estadounidense en América, y después la International Conference on Harmonisation of Technical Requirements for Registration of Pharmaceutical for Human Use (ICH) en 2006, emitieron definiciones muy similares. La EMA define farmacogenética como el estudio de las diferencias interindividuales en el DNA que pueden explicar la respuesta variable a los fármacos. Farmacogenómica, en cambio, es un término más amplio que se define como el estudio de la variabilidad de la expresión de genes individuales en relación con la susceptibilidad a la enfermedad, así como con la respuesta a fármacos en ámbito celular, tisular, individual o poblacional. Este término es aplicable por extensión a la búsqueda de nuevas dianas para fármacos con herra- mientas genómicas y a las fases de su desarrollo que impliquen el uso de la genómica. Importancia de la farmacogenética A pesar de un diagnóstico y un tratamiento supuestamente acertados, algo más de uno de cada tres pacientes no responde adecuadamente a la terapia con fármacos. En unos casos, la terapéutica no es sufi- cientemente eficaz, en otros aparecen efectos adversos y, algunas veces, ambos problemas se dan simultáneamente. Ello se debe a diferencias interindividuales en la respuesta a los fármacos, causadas por la interacción de nuestros genes con diversos factores ambientales (estilo de vida, edad, interacción entre fármacos, función renal y hepática, etc.). La farmacogenética podría permitir que, al menos, la mitad de las reacciones adversas a medicamentos (RAM) fuesen previstas y evitadas. Las RAM son responsables de una parte importante de la morbi- mortalidad en todos los países, así como de un porcentaje nada des- preciable del gasto sanitario. Un estudio en el Reino Unido sugiere que 1 de cada 15 ingresos en hospitales se debe a reacciones adversas a medi- camentos, mientras que un análisis realizado en EE. UU. muestra que unos 2,2 millones de norteamericanos hospitalizados cada año tienen Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1220 SECCIÓN IX Genética médica reacciones adversas a fármacos, aun cuando estos hayan sido prescritos y administrados adecuadamente. Si trasladáramos los resultados de este estudio sobre reacciones adversas a fármacos a pacientes hospitalizados en España, alrededor de 300.000 pacientes hospitalizados sufrirían efectos adversos graves y más de 12.000 de estos morirían anualmente a causa de RAM. Una reducción a la mitad de estas magnitudes sería sin duda enormemente significativa, tanto en términos de calidad de vida como en términos económicos (reducción de estancias hospitalarias, tratamiento de los efectos adversos, etc.). Las variaciones interindividuales en la respuesta a fármacos depen- den de dos factores, uno es la enfermedad en sí misma (en la mayoría de los casos un fenotipo determinado por mecanismos patogénicos diversos), y el otro, el efecto del fármaco en un individuo. Ambos factores son ejemplos de rasgos complejos en los que diversos genes interactúan entre sí y también con el ambiente. Cuando un fármaco se administra,es absorbido y distribuido hasta su lugar de acción, donde interactúa con su sustrato (receptores y enzimas), para posteriormente metabolizarse y excretarse. La existencia de variaciones genéticas en cada una de estas etapas es el resultado de la variación en la acción de estos genes de unos individuos a otros y dentro de una misma población, algo que afecta, en mayor o menor medida, a todos los fármacos. FARMACOLOGÍA Y VARIABILIDAD EN LA RESPUESTA A FÁRMACOS El objetivo último de la farmacología es el de administrar el fármaco adecuado en la dosis apropiada para producir el efecto deseado con la mínima toxicidad. Sin embargo, existe una enorme variabilidad en la respuesta, lo que está influido por factores genéticos y no genéticos, como se puede ver en la tabla 157-1. Las influencias genéticas en la respuesta a fármacos están mediadas a través de procesos farmacoci- néticos y farmacodinámicos. La farmacocinética estudia la absorción, la distribución, el metabolismo y la excreción de los fármacos a través del organismo; en cambio, la farmacodinámica es el estudio de las reacciones entre los fármacos y las estructuras moleculares y tisulares (p. ej., las interacciones fármaco-receptor). Entre las variaciones gené- ticas de importancia en la respuesta a fármacos hay polimorfismos en receptores, enzimas metabolizadoras, proteínas transportadoras y dianas específicas para efectos adversos, como se verá más adelante. Los genes que codifican dianas tienen muchas veces un efecto profundo en la respuesta a fármacos. Un ejemplo es la warfarina, el anticoagulante oral más usado en el mundo actualmente. La enzima vitamina K epóxido reductasa (VKOR) fue ya reconocida como diana para este fármaco hace más de 30 años, aunque más recientemente se identificó la diana específica en el complejo subunidad 1 (VKORC1). Como veremos más adelante, mutaciones en el gen VKORC1 están asociadas con la resistencia a la warfarina. Otro ejemplo es la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), que es una diana para el tratamiento de la hipertensión arterial. Una inserción-deleción (indel) en el gen que codifica la ECA produce una inhibición de la terapia con consecuencias sobre la progresión de la enfermedad. El desarrollo de nuevas estrategias contra el cáncer en las que molé- culas específicas interfieren en eventos moleculares responsables del fenotipo de los tumores ha revolucionado el tratamiento de un cierto número de estas dolencias, y variaciones en las dianas son clave en la respuesta. Así, por ejemplo, en la quimioterapia contra el cáncer de pulmón de células no pequeñas, la mayoría de los pacientes no res- ponden al gefitinib, un inhibidor de tirosín-cinasa que actúa sobre el receptor del factor del crecimiento epidérmico (EGFR). Sin embargo, aproximadamente el 10% de los pacientes tienen una rápida respuesta que parece deberse a mutaciones somáticas en EGFR, de modo que, mediante el análisis de mutaciones en el EGFR, se puede identificar a los pacientes con respuesta al gefitinib. En la actualidad son muy utilizados en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, y, especialmente, en el cáncer colorrectal, anticuer- pos monoclonales, como el cetuximab, para bloquear los EGFR. Sin embargo, en la vía de señalización hacia el núcleo desencadenada por los EGFR participan moléculas intracelulares como KRAS, de modo que mutaciones en KRAS hacen que esta vía de señalización pueda estar permanentemente activada, por lo que los anticuerpos monoclonales frente a EGFR tienen un efecto menor. El análisis de mutaciones en KRAS (que aparecen en un 40% de los pacientes) es esencial para decidir el tratamiento. POLIMORFISMOS EN PROTEÍNAS TRANSPORTADORAS Y ENZIMAS METABOLIZADORAS Son muchas las enzimas metabolizadoras de fase I, fase II y fase III (o transportadoras) que tienen que ver con la farmacocinética del fármaco y que exhiben polimorfismos que condicionan la respuesta. Entre ellas, la enzima de fase I más estudiada es el citocromo P450 (CYP), que actúa en el metabolismo de aproximadamente el 25%-30% de los fármacos (incluida la práctica totalidad de los antidepresivos, los antipsicóticos, los anticonvulsivantes y los anticoagulantes). Los CYP son una superfamilia de enzimas evolutivamente muy conservadas, presentes tanto en animales como en bacterias y plantas. En animales, los CYP se encuentran asociados a la membrana mitocondrial interna y a las membranas del retículo endoplasmático liso (microsomas). En humanos, los CYP se expresan en numerosos tejidos, pero son los presentes en el hígado los más estudiados, debido a que en este órgano tiene lugar una parte importante del metabolismo de sustancias exógenas, entre las que figuran los fármacos. Según la nomenclatura estandarizada, la superfamilia de CYP se divide en familias, cuyos miembros deben compartir más del 40% de sus aminoácidos. Cada familia queda identificada mediante un número tras la palabra CYP. En la actualidad hay 708 familias des- critas, de las cuales 101 pertenecen a animales. Cada familia se divide en subfamilias, que se identifican mediante una letra mayúscula. Las enzimas pertenecientes a la misma subfamilia deben tener al menos un 55% de sus aminoácidos en común. La nomenclatura de los CYP está estandarizada por el Human Cyto- chrome P450 (CYP) Allele Nomenclature Committee, que actualmente ha volcado sus datos dentro del repositorio del Pharmacogene Varia- tion (PharmVar) Consortium que recoge la designación de los alelos y la interpretación de los resultados de las pruebas farmacogenéticas. Utilizando esta nomenclatura, los alelos se identifican mediante un asterisco seguido de un número (p. ej., CYP2D6*2). Los CYP hepáticos más estudiados por su relevancia en el metabolis- mo y aclaramiento de los fármacos son los de las subfamilias 1A, 2D, 2C y 3A, que son responsables del 90% de los fármacos metabolizados por CYP. TABLA 157-1 Factores Efectos Factores genéticos Variables principales: estables y hereditarias Dianas terapéuticas Eficacia (farmacodinámica) Enzimas metabolizadoras Metabolismo (farmacocinética) Proteínas transportadoras Toxicidad (farmacodinámica y farmacocinética) Dianas de reacciones adversas Eficacia y toxicidad Factores ambientales La mayor parte transitorios Sustancias químicas Otros fármacos Tabaco, alcohol y constituyentes de la dieta Eficacia, farmacocinética y toxicidad Factores fisiológicos La mayor parte transitorios Edad, sexo, situación de la enfermedad, embarazo, ejercicio, ritmo circadiano, etc. Eficacia, farmacocinética y toxicidad Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1221 CAPÍTULO 157 Farmacogenética © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X Los CYP son enzimas de baja especificidad, ya que la mayoría actúa sobre múltiples sustratos y en numerosas reacciones. Cumplen numerosas funciones en el organismo, principalmente como detoxi- ficadores de sustancias exógenas (venenos, pesticidas, fármacos), en la degradación de sustancias endógenas derivadas del metabolismo (como vitaminas, hormonas, etc.), pero también en la bioactivación de ciertos compuestos que son inactivos en su forma habitual y son transformados a su principio activo (p. ej., ciertos profármacos). Muchas de las sustancias exógenas son liposolubles, con lo cual pueden atravesar las membranas e interferir en los procesos normales de las células, provocando reacciones farmacológicas o toxicológicas, según la naturaleza de la sustancia. La función de los CYP y de otras enzimas de fase I es oxidar estos compuestos, haciéndolos menos lipófilos y convirtiéndolos en derivados electrofílicos; de ese modo, afectana las concentraciones sanguíneas del principio activo. Si la oxidación ocurriese muy rápidamente el fármaco no causaría efecto, ya que su degradación se vería acelerada y el compuesto terapéu- tico permanecería muy poco tiempo en la sangre. Por el contrario, si el CYP encargado de la oxidación de dicho fármaco tuviese una actividad menor de lo normal, el fármaco permanecería demasiado tiempo en el sistema sin ser eliminado, lo cual haría que se acumulase hasta alcanzar niveles tóxicos que podrían producir reacciones adversas graves. Posteriormente estos derivados electrofílicos, resultantes de las enzimas de fase I, serán convertidos mediante otras enzimas de fase II (acetiltransferasas, glucotransferasas, etc.) a derivados hidrofílicos para su excreción. Las enzimas de fase III, o transportadoras, serán las encargadas del transporte de estos y posibilitarán su absorción, su distribución y su posterior excreción. El hecho de que los CYP metabolicen un número importante de fármacos, pero actúen también sobre otros muchos compuestos, puede provocar consecuencias sobre el metabolismo de un fármaco. Así, por ejemplo, el zumo de pomelo, que inhibe las isoenzimas CYP3A y CYP1A2, puede interferir en fármacos metabolizados por estos CYP, y lo mismo ocurre con otros factores de la dieta. Del mismo modo, la administración de varios fármacos simultáneamente puede producir efectos concomitantes de cara a una competencia por los mismos CYP. La particularidad de los CYP es que se puede predecir la actividad metabólica de un individuo según la combinación de los dos alelos que presente, partiendo del conocimiento de cómo influyen los poli- morfismos que determinan los alelos en la actividad de la enzima. Así, los individuos se pueden clasificar en metabolizadores eficientes (de actividad normal), intermedios (con actividad ligeramente redu- cida), deficientes o metabolizadores pobres (con actividad reducida) y metabolizadores ultrarrápidos (con actividad aumentada). Así, por ejemplo, en el caso de los metabolizadores pobres, la aparición de efectos secundarios para la misma dosis será más frecuente, mientras que en el caso de los metabolizadores ultrarrápidos, el fármaco apenas tendrá efectividad en dosis normales. CYP1A2 El CYP1A2 representa aproximadamente el 15% de los CYP hepáticos. Se ha visto que factores externos modifican de forma importante su actividad, ya que muchos de sus inductores e inhibidores son sus- tancias de uso habitual como, por ejemplo, la cafeína y el tabaco, pero también medicamentos muy utilizados, como el omeprazol, la rifampicina, el ritonavir o la carbamazepina, y antidepresivos como la fluoxetina y la fluvoxamina o los antidepresivos tricíclicos. El CYP1A2 es el responsable de la mayor parte del metabolismo de la clozapina y de la olanzapina. El gen CYP1A2 está situado en el brazo largo del cromosoma 15 (15q24.1) y posee siete exones, el primero de los cuales no es codifi- cante. Al igual que ocurre con el resto de los CYP, el CYP1A2 posee 21 alelos, presentando el alelo *1 21 subtipos. Entre ellos destaca el *1F, que se correlaciona con una mayor actividad metabólica. Los alelos *1C, *1K, *3, *4, *6, *7, *8, *11, *15 y *16 poseen, por el contrario, una actividad enzimática por debajo de lo normal, con lo cual se espera que los pacientes que muestren estos alelos en homocigosis se com- porten como metabolizadores pobres, mostrando efectos secundarios en dosis estándar. CYP2D6, CYP2C9 y CYP2C19 El gen CYP2D6 codifica para la enzima metabolizadora de fármacos más documentada y polimórfica, encontrándose una correlación entre el genotipo y la actividad metabólica de la enzima. Si bien no participa en el metabolismo de tantos fármacos como el CYP3A, sí metaboliza un gran número de ellos de gran importancia: analgésicos opioides, antiarrítmicos, β-bloqueantes, numerosos antidepresivos (amitriptilina, citalopram, fluoxetina o fluvoxamina) y varios antipsicóticos (ris- peridona y aripiprazol, fundamentalmente). El CYP2D6 está situado en el brazo largo del cromosoma 22 (22q13.1) y posee nueve exones. Es un gen altamente polimórfico y, en la actualidad, hay descritos más de 130 alelos, algunos de los cuales poseen múltiples subtipos, como ocurre con CYP2D6*2. Existen más de 20 alelos que codifican para actividades enzimáticas reducidas, entre los que se encuentran especialmente *3, *4, *5, *6 como los alelos más analizados en poblaciones humanas. También hay alelos que codifican para la no función de la enzima, entre los que destaca el *41. Los polimorfismos y los haplotipos de CYP2D6 varían considera- blemente entre poblaciones humanas, lo que podría explicar algunas diferencias poblacionales en la respuesta a fármacos metabolizados por esta enzima. Se estima que el porcentaje de metabolizadores pobres en poblaciones europeas se encuentra entre el 5% y el 12%, siendo en España alrededor del 7%. Sin embargo, el porcentaje de metabolizadores ultra- rrápidos es más alto en España —en torno a un 5%— que en otras partes de Europa, pero más bajo que en algunas regiones africanas, donde puede alcanzar frecuencias del 25%. Hay publicados estudios que calculan el incremento o la disminución de la dosis para diversos fármacos antipsicó- ticos y antidepresivos de acuerdo con el genotipo CYP2D6, y se ha sugeri- do que el análisis de este gen podría ser coste-efectivo en la identificación de pacientes con efectos secundarios a antipsicóticos. Pero la utilidad del CYP2D6 no se limita a psiquiatría, sino que se ha demostrado que su análisis podría haber evitado serias consecuencias por tratamientos con codeína en metabolizadores ultrarrápidos. Los fármacos más importantes metabolizados por CYP2D6 se pueden ver en la tabla 157-2. El CYP2C19 está situado en 10q24 y es también altamente poli- mórfico; en la actualidad existen 35 haplotipos, de los cuales el *2 presenta un total de nueve subtipos. Los haplotipos *2, *3, *4 repre- sentan actividades enzimáticas reducidas, mientras que el haplotipo *17 codifica una actividad enzimática incrementada. Presenta diferen- cias interpoblacionales relativamente marcadas. Los metabolizadores pobres representan el 2%-5% de los caucásicos y el 13%-23% de los asiáticos, alcanzando valores del 38%-79% en las islas de la Polinesia y la Micronesia. El CYP2C19 está implicado en el metabolismo de muchos fármacos de interés, como inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol, lansoprazol, etc.), muy utilizados en gas- troenterología, antidepresivos (clomipramina, citalopram, sertralina, etc.) y antiplaquetarios (clopidogrel), entre otros. Dentro de esta subfamilia, el CYP2C9 es también altamente poli- mórfico con más de 60 variantes polimórficas descritas actualmente. Este gen presenta varios alelos que codifican para función reducida del enzima entre los que destacan el *2 y el *3. Al igual que los genes anteriormente descritos, presenta una gran relevancia en farmacogenética por estar implicado en el metabolismo de anticoagulantes en el hígado (warfarina), como se verá más adelante, y de ciertos antiinflamatorios, entre otros. CYP3A4 y CYP3A5 La familia 3A del complejo de los citocromos P450 está implicada en el metabolismo de un gran porcentaje de medicamentos, desde inmunodepresores hasta bloqueantes de los canales de calcio. Cataliza reacciones de oxidación, peroxidación y reducción. Además, está impli- cada en el metabolismo de sustratos endógenos como los estrógenos. Como ocurre en otros CYP, esta familia presenta variabilidad tanto poblacional como interindividual en cuanto a la expresión. Los genes CYP3A4 y CYP3A5 se encuentran en tándem en el brazo largo del cromosoma 7, en la región 7q21-q22.1. La familia CYP3A es la responsable del metabolismo de dos antipsicóticos atípicos frecuente- mente utilizados en el tratamiento de las psicosis (especialmente en esqui- zofrenia), la quetiapina y la ziprasidona, así como en otros antipsicóticos típicos como el haloperidolo la clorpromazina, o anticonvulsivos como Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1222 SECCIÓN IX Genética médica la carbamazepina. En ambos se han descrito variantes (no frecuentes) que implican un metabolismo más rápido o más lento de los fármacos sobre los que actúan. En el CYP3A4 destacan dos alelos, el *22, asocia- do a una función reducida del enzima, y el *20, que codifica para un enzima no funcional, presentando este último un efecto fundador en población española conforme a otras poblaciones y llegando a alcanzar un porcentaje del 1,2% a nivel nacional, siendo más alto en regiones como Castilla y León y la Comunidad Valenciana, de un 3,8% y un 3%, respectivamente. Quizás la principal importancia de esta familia estriba en que existe un gran porcentaje de fármacos que actúan inhibiendo o induciendo una actividad distinta de estas enzimas. Además de los CYP, se han descrito polimorfismos en otras enzimas metabolizadoras de fase I y fase II, así como en proteínas transportadoras, que veremos en algunas de las aplicaciones que se describen a continuación. APLICACIONES DE LA FARMACOGENÉTICA Farmacogenética en psiquiatría En psiquiatría la farmacogenética posee una gran importancia no sólo por las resistencias al tratamiento en antipsicóticos, sino también por la posible predicción de efectos adversos de antidepresivos y anti- psicóticos, para los cuales es una causa frecuente de interrupción del tratamiento. No sólo el polimorfismo de los CYP que metabolizan la gran mayoría de los fármacos en psiquiatría es, como acabamos de ver, importante; también se conocen polimorfismos en receptores para antipsicóticos y antidepresivos que explican parte de la respuesta al tratamiento (p. ej., polimorfismos en receptores de dopamina y receptores 5-HT). A pesar de que la farmacogenética es el área con más estudios cientí- ficos y que cuenta con los primeros biomarcadores y chips diagnósticos aprobados por las agencias reguladoras de medicamentos, su aplicación es todavía limitada. Ello se debe a diversos factores, entre los que se encuentran la falta de estudios de coste-eficacia que contemplen las realidades del sistema de salud en donde se pretende implementar (la mayoría de los estudios de coste-eficacia se hacen en EE. UU. con las correspondientes diferencias en los sistemas sanitarios, precios, acceso a test, etc.), las dificultades de traslación a la práctica clínica (falta de tradición, desconocimiento de lo que se puede hacer y ausencia de flu- jos establecidos de análisis rápidos) y, en algunos casos, el hecho de que muchos polimorfismos asociados con respuesta son exploratorios y se encuentran todavía en fase de validación. TABLA 157-2 Food and Drug Administration European Medicines Agency * Fármaco Área terapéutica FDA EMA Dronedarona Cardiología — Informativo Metoprolol Cardiología Informativo — Propafenona Cardiología Justificable — Propranolol Cardiología Informativo Informativo Quinidina Cardiología Recomendado Justificable Ranolazina Cardiología — Justificable Timolol Cardiología — Informativo Paracetamol Analgesia/ anestesiología Justificable — Codeína Analgesia/ anestesiología Justificable — Dextrometorfano Analgesia/ anestesiología Recomendado Justificable Tramadol Analgesia/ anestesiología Justificable — Eliglustat Enfermedades genéticas Obligatorio Obligatorio Terbinafina Enfermedades infecciosas Informativo — Tetrabenazina Neurología Obligatorio — Tamoxifeno Oncología Justificable — Darifenazina Urología Justificable Justificable Tolterodina Urología Justificable — Arformoterol EPOC Informativo — Tiotropio EPOC Informativo — Cevimelina Otras Justificable — Fesoterodina Otras Justificable Justificable Quinina Otras Justificable — Fármaco Área terapéutica FDA EMA Amitriptilina Psiquiatría Justificable — Aripiprazol Psiquiatría Justificable Justificable Atomoxetina Psiquiatría Justificable — Citalopram Psiquiatría Justificable — Clomipramina Psiquiatría Justificable — Clozapina Psiquiatría Justificable — Desipramina Psiquiatría Justificable — Doxepina Psiquiatría Justificable — Fluvoxamina Psiquiatría Informativo — Fluoxetina Psiquiatría Informativo — Galantamina Psiquiatría Informativo — Iloperidona Psiquiatría Justificable — Imipramina Psiquiatría Justificable — Modafinilo Psiquiatría Justificable — Nefazodona Psiquiatría Informativo — Nortriptilina Psiquiatría Justificable — Olanzapina Psiquiatría Informativo Informativo Paroxetina Psiquiatría Informativo — Perfenazina Psiquiatría Justificable — Pimozida Psiquiatría Obligatorio — Protriptilina Psiquiatría Justificable — Risperidona Psiquiatría Informativo — Tioridazina Psiquiatría Justificable — Trimipramina Psiquiatría Justificable — Venlafaxina Psiquiatría Justificable — Vortioxetina Psiquiatría Justificable Justificable Carvedilol Cardiología Justificable — *En la tabla se indica el área terapéutica, así como el nivel de recomendación establecido por ambas agencias. EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1223 CAPÍTULO 157 Farmacogenética © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X Farmacogenética y cáncer Sin duda, es en el ámbito de la terapia del cáncer donde la investigación y la aplicación práctica de la farmacogenética están siendo más notables (tabla 157-3). Muchos de los nuevos quimioterápicos están indicados en subgrupos particulares o en entidades clínicas concretas que se diagnostican con herramientas moleculares, lo que puede considerarse una aplicación de la farmacogenética en un sentido amplio. Es el caso, por ejemplo, de los inhibidores de la BRC-ABL-cinasa, como el imatinib, para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica t(9; 22) (q34; q11), en la que, además, ya se han descrito variantes genéticas de resistencia contra las que se están diseñando fármacos específicos. Otros ejemplos los constituyen la tretinoína, diseñada para su uso en la leucemia promielocítica aguda (t15; 17), o la lenalidomida, que está indicada para el tratamiento de pacientes con síndromes mielodis- plásicos asociados a la deleción del 5q. Quizás el ejemplo más claro de aplicación de la farmacogenética a la práctica diaria sea el análisis de la expresión de Her2 para el trata- miento con trastuzumab. Solamente del 20% al 25% de los pacientes con cáncer de mama sobreexpresan Her2 y sólo en ellos está indicado este tratamiento, por lo que es preciso su análisis (para lo que existen productos comerciales autorizados por la FDA) antes de administrarlo. Otros ejemplos que ya hemos visto son el análisis de mutaciones en KRAS en la terapia con anticuerpos monoclonales contra el EGFR y el análisis de expresión del EGFR en personas que reciben tratamiento por inhibidores de tirosín-cinasa del EGFR, como el erlotinib. En otros quimioterápicos, las agencias reguladoras han acordado cambios en la ficha técnica para aconsejar análisis farmacogenéticos antes de su uso. Esto ocurre con la 6-mercaptopurina, el irinotecán, los derivados del fluorouracilo (5-FU) y, más recientemente, el tamoxifeno. La tiopurín-metiltransferasa (TPMT) convierte la 6-mercapto- purina en un metabolito activo denominado metilmercaptopurina. El 90% de los individuos son metabolizadores normales, pero existen un 10% de metabolizadores pobres en los que la toxicidad es alta. El 0,3% de los homocigotos para estas variantestienen un elevadísimo riesgo de mielosupresión. En la ficha técnica del producto se recomienda el uso de la farmacogenética para guiar la dosis. La azatioprina, también metabolizada por la TPMT, se encuentra en la misma situación. Lo mismo ocurre con el irinotecán; los individuos homocigotos para el alelo UGT1A1*28 tienen un riesgo muy elevado de neutropenia, por lo que se considera apropiada una reducción de la dosis inicial en esos casos. La enzima dihidropirimidina deshidrogenasa (DPYD) cataliza la inactivación de 5-FU a dehidrofluoruracilo en el hígado; de este modo, una actividad reducida de DPYD puede dar lugar a un incremento de la semivida plasmática de 5-FU y, por tanto, de su toxicidad. En torno al 5% de los individuos son portadores heterocigotos de variantes alélicas de DPYD asociadas con actividad reducida (alelos *2 y *13) en los que se recomienda una reducción de la dosis inicial. Recientemente ha salido publicado un estudio multicéntrico prospectivo en Holanda, involucrando a 17 centros hospitalarios, en el que se analizaron cua- tro polimorfismos presentes en el gen DPYD (alelos *2, *13, hapB3 y rs67376798) en pacientes con cáncer colorrectal y en tratamiento con terapia anticancerígena basada en fluoropirimidinas (capecitabina o 5-FU y tratamientos concomitantes). En los pacientes se evaluó la incidencia de toxicidad entre portadores de variantes en el gen DPYD con pacientes sin variación en el gen y, además, se realizó un análisis de costes teniendo en cuenta la información aportada por el análisis farmacogenético de DPYD. Los autores concluyeron que el estudio genotípico prospectivo de DPYD fue factible en la práctica clínica rutinaria y que las reducciones de dosis basadas en el genotipo de DPYD mejoraron la seguridad del paciente con el tratamiento con fluoropirimidina. En cuanto al tamoxifeno, este es convertido por el CYP2D6 en endoxifeno, su metabolito activo. Los metabolizadores pobres del CYP2D6 no se beneficiarán de su efecto en dosis habituales. Al mis- mo tiempo, se sabe que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), muy frecuentemente administrados a este tipo de pacientes, pueden inhibir el metabolismo del tamoxifeno bloqueando la acción del CYP2D6. Esto ha llevado a la FDA a incluir estos datos en la ficha técnica. Aunque todavía no está incluido en la ficha técnica, hay varios fármacos en proceso de validación como biomarcadores relacionados con respuesta o efectos secundarios a quimioterápicos. Tal es el caso del gefitinib, utilizado en el tratamiento de cánceres de pulmón de células no pequeñas. Un SNP funcional en el gen ABCG2 está asociado con toxicidad, de forma que las personas con actividad reducida de ABCG2 tienen un riesgo elevado de padecer diarreas graves. En cambio, para gefitinib sí está incluido en ficha técnica el análisis de CYP2D6, donde se recomienda específicamente monitorizar a pacientes metabolizadores lentos para detectar posibles reacciones adversas. Se podrían dar muchos más ejemplos de variación ligada a respuesta a quimioterápicos que no sólo incluyen variantes estructurales, sino también variaciones epigenéticas y de micro-RNA, que se tienen cada vez más en cuenta al investigar las reacciones adversas a fármacos o su falta de actividad. Otros ejemplos de aplicación práctica de la farmacogenética CYP2C9/VKORC1 (warfarina) Otros biomarcadores validados para los que se aconseja analizar en la ficha técnica del medicamento son CYP2C9 y VKORC1 en el tra- tamiento con warfarina. Esta es metabolizada en el hígado por el TABLA 157-3 Food and Drug Administration Biomarcador Fármaco Biomarcador con efectos farmacocinéticos CYP2D6 Tamoxifeno DPYD Capecitabina, fluorouracilo G-6-PD Rasburicasa, dabrafenib TPMT Mercaptopurina, tioguanina, cisplatino UGT1A1 Irinotecán, nilotinib, pazopanib Biomarcador con efectos farmacodinámicos ALK Crizotinib, ceritinib BCR-ABL Imatinib, bosutinib, dasatinib, nilotinib BRAF Trametinib, vemurafenib, dabrafenib EGFR Cetuximab, erlotinib, gefitinib, panitumumab, afatinib ESR1 Tamoxifeno, anastrozol, everolimus, exemestano, letrozol, fulvestrant FIP1L1/PDGFRA Imatinib Her2/neu Lapatinib, trastuzumab, pertuzumab, everolimus, lapatinib KRAS Cetuximab, panitumumab MS4A1 Ibritumomab, tiuxetano, ofatumumab, tositumomab, rituximab PML/RARA Tretinoína, trióxido de arsénico ALK: cinasa de linfoma anaplásico; BCR-ABL: breakpoint cluster region/Abelson; BRAF: v-raf homólogo B1 del oncogén vírico del sarcoma murino; DPYD: dihidropirimidina deshidrogenasa; EGFR: receptor del factor de crecimiento epidérmico; ESR1: receptor de estrógenos 1; FIP1L1/PDGFRA: factor interacting with PAPOLA y CPSF1/factor de crecimiento derivado de las plaquetas; G-6-PD: glucosa-6-fosfato deshidrogenasa; Her2: receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano; KRAS: homólogo del oncogén vírico Kirsten 2 del sarcoma de rata; MS4A1: membrana- spanning 4-dominio, subfamilia A, miembro 1; PML/RARA: leucemia promielocítica/ receptor de ácido retinoico α; TPMT: tiopurina-metiltransferasa; UGT1A1: uridina difosfato glucuroniltransferasa. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1224 SECCIÓN IX Genética médica CYP2C9 y variantes de este gen (CYP2C9*2 y CYP2C9*3) están asociadas con una respuesta anticoagulante exagerada, con efectos adversos graves, ya que los heterocigotos para estas variantes requieren unas dosis entre un 60% y un 75% más bajas que los homocigotos normales. Las frecuencias alélicas del CYP2C9 varían mucho entre poblaciones; en Europa, la frecuencia del CYP2C9*2 es del 12%, y la del CYP2C9*3, del 7%, mientras que en la población española son de alrededor del 15% y del 8%, respectivamente. Las variantes en el gen VKORC1 son responsables de una cuarta parte de las diferencias de respuesta a la warfarina. Sus variantes alélicas y haplotípicas son conocidas y, como en el caso anterior, se ha determinado la dosis que habría que administrar para lograr el mismo efecto en las diferentes variantes. La FDA considera altamente recomendable analizar ambos polimorfismos antes de administrar warfarina. HLA-B*5701 (abacavir) La hipersensibilidad al antirretroviral abacavir ocurre en aproxima- damente el 5% de los pacientes, con síntomas que aparecen en las primeras 2 semanas, produciéndose una afección multiorgánica que puede ser grave y que obliga a la interrupción del tratamiento. El alelo HLA-B*5701 está presente en el 95% de estos casos, en comparación con un 1,5% de los controles, y en combinación haplotípica con un SNP no sinónimo de Hsp70-Hom puede predecir un número aún mayor de casos. La frecuencia del alelo HLA-B*5701 varía considerablemente entre poblaciones, con frecuencias de alrededor del 8% en el Reino Unido, entre el 5% y el 7% en Europa y poblaciones europeas en América y Australia, del 1%-2% en el Mediterráneo y algo superiores al 10% en el sur de Asia. TÉCNICAS DE ANÁLISIS La aplicación de la farmacogenética en la clínica era totalmente impen- sable hace unos años, debido a que el nivel de conocimiento no era suficiente y a que las técnicas disponibles en aquellos momentos no lo permitían. Un test farmacogenético debe estar sustentado en un conocimiento amplio y profundo tanto del tratamiento y su mecanis- mo de acción-eliminación como de los mecanismos moleculares que determinan la variabilidad en la respuesta al mismo. A la revolución en el conocimiento se suma el hecho de que ya disponemos de las técnicas necesarias para efectuar este tipo de pruebas con fiabilidad, alta sensibilidad y especificidad, que permiten realizar un análisis poco costoso en un período de tiempo tal que no supone un retraso excesivo para el iniciodel tratamiento. Entre técnicas de análisis destaca el uso de microarrays, métodos basados en minisecuenciación analizados con formato electroforético (SNaPshot®), con espectrometría de masas (MALDITOF-MS) o con reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real (OpenArray®). FUTURO DE LA FARMACOGENÉTICA: PAPEL DE LAS AGENCIAS REGULADORAS A pesar de la gran información acumulada, la farmacogenética es un campo que está todavía en sus inicios y es una realidad sólo para un número reducido de fármacos. La FDA y la EMA han identificado varias decenas de biomarcadores validados y desarrollado un nivel de recomendación apropiado para cada fármaco, en función de las evidencias previas. De este modo, se clasifican los biomarcadores como obligatorios, recomendables, justificables e informativos. Toda esta información científica está organizada y accesible a través de la página del Pharmacogenetics and Pharmacogenomics Knowledge Database (PharmGKB) donde es posible consultar las fichas técnicas de los medicamentos (www.pharmgkb.org/search/labelList.action), así como recomendaciones de dosis propuestas por ambas agencias. Igualmente, esta página permite consultar de forma sencilla los farmacogenes más importantes (https://www.pharmgkb.org/vips). Se conocen centenares de biomarcadores que posiblemente influyan en la respuesta (llamados biomarcadores exploratorios), pero en pocos casos se ha acumulado una evidencia suficiente, y tanto la búsqueda de nuevos biomarcadores como la necesidad de estudios para validar los existentes abren un campo excitante de investigación para los próximos años, en los que poco a poco se debe producir una incorporación definitiva de la farmacogenética a la práctica clínica. Del mismo modo, las implicaciones económicas de la farmacogenética en el sentido de su coste-eficacia se han estudiado poco y son muy necesarios estudios al respecto. La traslación de la investigación a la clínica es otro de los pro- blemas. Incluso en aquellos casos en los que el uso clínico es obligado o altamente recomendable, la implantación no es completa. Una encuesta reciente (European Pharmacogenetics Task Force) muestra que sólo el 12% de los médicos usan de forma continuada el test TPMT en pacien- tes con leucemia linfática aguda (que mide la actividad metabólica para predecir toxicidad). El uso clínico del test Her2 (en pacientes con cáncer de mama antes del tratamiento con herceptina, para predecir su efectividad) tampoco es completo (sólo un 84% de los encuestados lo usan de forma constante en su praxis), a pesar del impulso de la industria en este ámbito. En la actualidad, no existe un marco regulador que imponga una homogeneidad para los test y parece obvio que un marco legal adecua- do podría promover el desarrollo de la farmacogenética. Para responder a esta necesidad, la EMA y la FDA han comenzado a desarrollar nuevas capacidades relacionadas con la concesión de licencias para la Unión Europea, EE. UU. y otros mercados. Por ejemplo, la EMA estableció en 2002 un grupo de expertos en farmacogenética (el primero creado por una agencia); este grupo incluye a expertos legislativos y de la academia, y proporciona recomendaciones en todas las materias relacionadas directa o indirectamente con la farmacogenética. Estas iniciativas en ambas agencias parecen haber sido incentivadas por las cuestiones planteadas por la industria. Los acuerdos alcanzados recientemente por las agencias reguladoras EMA y FDA prometen dar un nuevo impulso a este campo, ya que han diseñado una estructura conjunta para validar las evidencias científicas en el sector, que serán trasladadas con más eficacia a las fichas técnicas de los medicamentos. Se han establecido consorcios para coordinar la investigación y la traslación a la práctica clínica, como el Consorcio Japonés de Farmacogenómica (iniciado en 2003) y la Pharmacogenetics Research Network (de los National Institutes of Health estadounidenses), creado en 2000, que están proporcionado un gran empuje a la transferencia tecnológica en farmacogenética. Asimismo, el Clinical Pharmacogenetics Implemen- tation Consortium (CPIC) fue creado con la finalidad de abordar la barrera de la implementación clínica de las pruebas farmacogenéticas a través de la creación, revisión y publicación de guías de práctica clínica gen-fármaco basadas en la evidencia y que están disponibles de forma gratuita en su propia página web o en la página del Pharmacogenetics and Pharmacogenomics Knowledge Database. Esfuerzos similares se están comenzando a desarrollar en Europa. A nivel de consorcios, el Dutch Pharmacogenetics Working Group (DPWG), desde 2005, trabaja para desarrollar recomendaciones (dosis) terapéuticas basadas en farmacogenética. A nivel de organizaciones, cabe mencionar por ejem- plo la European Society of Pharmacogenomics and Personalized Therapy (ESPT), destacando en España la creación de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF) como un marco de coordinación de los esfuerzos científicos en este sector. Del mismo modo, cabe destacar, la propuesta que se está haciendo a nivel europeo de proyectos de farmacogenética que pretenden diseñar e implementar estrategias para la traslación de dicha disciplina a la práctica clínica. Por otro lado, y, en aras de una mayor estandarización de las pruebas de farmacogenética, la SEFF lanzó en el año 2018 el primer Proficiency Testing en farmacogenética destinado a todos los laboratorios que hacen pruebas de farmacogenética de manera rutinaria. La idea de este ejerci- cio intercomparativo es servir de control de calidad externo para testar la fiabilidad de las pruebas de farmacogenética, con la finalidad última de estandarizar y emitir recomendaciones en cuanto a cómo informar los resultados obtenidos de una manera sencilla y útil para el clínico. Igualmente, el European Molecular Genetics Quality Network (EMQN), un organismo que se dedica a promover la calidad en las pruebas genéticas estableciendo, armonizando y difundiendo las mejores prácticas, lanza en este año 2019 el primer ejercicio piloto de farmacogenética. Los controles de calidad promovidos por EMQN son Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1225 CAPÍTULO 158 Tratamiento de enfermedades genéticas y modelos de enfermedad rigurosamente puntuados y son altamente exigentes, lo que permite que las diferentes pruebas genéticas se vayan estandarizando y homo- geneizando tanto a nivel de las variantes que se deben analizar por gen como de la manera en que se deben informar los resultados obtenidos. Ambos son dos grandes pasos de cara a la estandarización y pos- terior implementación de la farmacogenética en la práctica clínica. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Dahl ML. Cytochrome p450 phenotyping/genotyping in patients recei- ving antipsychotics: useful aid to prescribing? Clin Pharmacokinet 2002;41:453-70. Ehmann F, Caneva L, Prasad K, Paulmichl M, Maliepaard M, Llerena A, et al. Pharmacogenomic information in drug labels: European Medicines Agency perspective. Pharmacogenomics J 2015;15:201-10. Henricks LM, Lunenburg CA, de Man FM, Meulendijks D, Frederix GWJ, Kienhuis E, et al. DPYD genotype-guided dose individualisation of fluo- ropyrimidine therapy in patients with cancer: a prospective safety analysis. Lancet Oncol 2018;19(11):1459-67. van der Wouden CH, Cambon-Thomsen A, Cecchin E, Cheung KC, Dávi- la-Fajardo CL, Deneer VH, et al. Implementing Pharmacogenomics in Europe: Design and Implementation Strategy of the Ubiquitous Phar- macogenomics Consortium. Clin Pharmacol Ther 2017;101(3):341-58. Wang L, McLeod HL, Weinshilboum RM. Genomics and drug response. N Engl J Med 2011;364:1144-53. https://booksmedicos.orgPush Button0:
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