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Genética de las enfermedades complejas HERENCIA MULTIFACTORIAL El concepto de herencia multifactorial fue introducido a finales del siglo XIX por Galton, quien observó la herencia de características como la altura, el peso, la conducta, etc., que no se dividen en categorías, sino que presentan una gradación, un fenotipo continuo. En 1918, Fisher propuso un modelo en el que estas características se deberían al efecto aditivo de múltiples loci heredados de forma mendeliana y en que cada loci sumaría una pequeña contribución al fenotipo. Además de los factores genéticos (herencia poligénica), en el fenotipo final intervienen también factores ambientales, por lo que se denomina herencia multifactorial. La distribución de la acción del conjunto de genes y factores ambientales que influyen en un fenotipo sigue un patrón normal, en campana de Gauss. Algunas enfermedades presentan una gradación continua en deter- minados caracteres mediante el acúmulo de múltiples factores genéticos o ambientales en un mismo individuo. Se habla de predisposición genético-multifactorial en caso de rasgos comunes, no aparentes clíni- camente en el nacimiento, como osteoporosis, enfermedad coronaria, asma, atopia, psoriasis, diabetes, esclerosis múltiple, epilepsia, migraña, esquizofrenia, trastorno bipolar, cáncer, etc. Por otra parte, también ciertos defectos congénitos pueden expli- carse mediante un modelo multifactorial, aunque el fenotipo sea dis- continuo. En este caso el fenotipo se daría por la presencia de varios factores o alelos de predisposición, que en su conjunto superan los umbrales que separan afección de no afección. Las cardiopatías con- génitas, la displasia de cadera, los defectos del tubo neural, la estenosis pilórica, la fisura palatina y otras malformaciones congénitas encajan en este modelo. Todos estos procesos se consideran enfermedades de rasgos complejos. Análisis de heredabilidad La heredabilidad de un determinado fenotipo complejo se define como el componente de la varianza de dicho fenotipo que se debe a la acción de los genes. Los fenotipos complejos suelen presentar una mayor incidencia en los familiares de los afectos respecto a la población general. Esta mayor incidencia recibe el nombre de agregación familiar. Cuando esto sucede, se puede plantear que el fenotipo tenga una carga genética, aunque el hecho de que exista agregación familiar no implica necesariamente una causa genética, ya que los miembros de la familia suelen compartir también causas ambientales como dieta, exposiciones ambientales, estatus socioeconómico, actividades, etc. Variabilidad en los fenotipos complejos La variación en los fenotipos (F) se debe a la variación en los genotipos (G) y a la variación en el ambiente (A). En términos de varianza, (V): VF = VG + VA. La heredabilidad (h2) de un carácter cuantitativo https://booksmedicos.org 1186 SECCIÓN IX Genética médica continuo se calcula mediante la relación entre la varianza del carácter debida al genotipo respecto a la varianza fenotípica total: h2 = VG/VF. Estudios en gemelos Los estudios en gemelos se pueden utilizar para estimar la heredabilidad en rasgos cuantitativos, comparando la varianza en una serie de gemelos monocigóticos con la de una serie de gemelos dicigóticos. Se considera que los gemelos monocigóticos son genéticamente idénticos y, por tanto, la varianza entre ellos para un carácter determinado equivaldría a la VA. En cambio, los gemelos dicigóticos comparten sólo la mitad de su dotación genética, igual que hermanos no gemelos, por lo que la varianza sería VA + VG/2 (ya que comparten la mitad del genoma). Aun así, hay que considerar que los gemelos monocigóticos pueden diferir en la distribución del DNA mitocondrial, en mutaciones somáticas y en cambios epigenéticos ocurridos en el transcurso del desarrollo embrionario y durante la vida adulta. Por otra parte, las similitudes ambientales entre gemelos monocigóticos son mayores que en gemelos dicigóticos. Estudios en hijos adoptados Los estudios en sujetos adoptados han sido un recurso importante para identificar la contribución de factores genéticos y ambientales a caracteres determinados. Se utilizan dos enfoques: a) los descendientes de individuos afectos que fueron adoptados al nacer en familias no afectadas, que compartirían la carga genética, pero no la ambiental, con los padres biológicos, o b) individuos adoptados por familias en las que se da recurrentemente un fenotipo, en los que se observa si este aparece también en los sujetos adoptados, con quienes compartirían la carga ambiental y no la genética. Predisposición genética En el caso de las enfermedades complejas, las variantes genéticas implicadas pueden conferir riesgos aumentados o disminuidos de presentar la enfermedad. Hablamos así de variantes de predisposición. Por ejemplo, el alelo ε4 del gen APOE presenta una asociación con formas esporádicas o familiares de inicio tardío de la enfermedad de Alzheimer: presentar una o dos copias de este alelo multiplica por 4 o por 12, respectivamente, el riesgo de enfermedad de Alzheimer comparado con el de individuos no portadores de este alelo. En cambio, el alelo ε2 confiere protección. Análisis de ligamiento genético Los estudios de ligamiento genético pretenden identificar loci de sus- ceptibilidad para una característica determinada identificando las regiones compartidas entre múltiples afectos de la misma familia. Los análisis paramétricos del ligamiento requieren la asunción de un determinado modelo de herencia, la frecuencia del alelo asociado a enfermedad y la penetrancia, datos generalmente desconocidos en enfermedades complejas. En algunos casos de trastornos complejos se pueden identificar subgrupos en los que el proceso sigue un patrón de herencia mendeliano, como en formas de aparición temprana de enfermedad de Alzheimer. En el estudio de fenotipos complejos se suelen usar los análisis de ligamiento no paramétricos, especialmente los análisis de identidad por descendencia (IBD, del inglés identity by descent). En estos se observa, en todos los emparejamientos posibles de afectos, el número de veces que comparten alelos heredados «idénticos por descendencia», es decir, procedentes de un antepasado común. Si el dato obtenido es significa- tivamente superior al esperado por la segregación al azar, se concluye que existe ligamiento entre los loci (el marcador y el locus del fenotipo). Este tipo de estudios es relativamente fácil de realizar, pero carecerán de potencia estadística si las variantes genéticas tienen un efecto débil o si hay una gran heterogeneidad. Análisis de asociación El estudio de asociación se basa en comparar la incidencia de una variante determinada en los individuos afectados con su incidencia en un grupo de individuos control adecuado. En contraposición a los estudios de ligamiento, que se hacen en familias, los estudios de asociación se realizan a nivel de poblaciones. Los estudios de asociación pueden identificar variantes directamente implicadas en el desarrollo del fenotipo, pero también pueden estar identificando variantes en desequilibrio del ligamiento con la variante implicada. El desequilibrio del ligamiento se refiere a las asociaciones pobla- cionales entre alelos que ocurren con más frecuencia de la esperada al azar y puede deberse al efecto de migraciones, deriva genética o a presiones selectivas a favor de determinadas asociaciones alélicas, aunque también puede ser simplemente reflejo de una baja tasa de recombinación entre los loci. Estudios globales del genoma y enfermedades complejas Los estudios de asociación se suelen aplicar simultáneamente a cientos de miles de variantes de un solo nucleótido (SNV) distribuidos por todo el genoma (genome-wide association studies [GWAS]). La potencia de estos estudios para detectar una asociación depende del efecto de la variante genética, de su frecuencia y del tamaño de la muestra. Por ello,cada vez se analiza un mayor número de individuos, llegando hasta más de un millón en algunos estudios. En mayo de 2019, la base de datos de resultados de GWAS (GWAS Catalog: www.ebi.ac.uk/ gwas) recogía los resultados de casi 4.000 publicaciones con más de 130.000 SNV significativamente asociados (P < 5 × 10−8) a más de 3.400 fenotipos, entre enfermedades comunes y rasgos complejos. Los estudios de GWAS han permitido identificar loci de susceptibilidad en muchas enfermedades complejas, aunque las asociaciones detectadas suelen mostrar un efecto pequeño en cuanto a susceptibilidad genética y, en global, sólo explican una fracción pequeña de la heredabilidad de los fenotipos estudiados. Estudios de GWAS con más individuos, el análisis de variantes raras y ultrarraras, y los estudios de interacción gen-gen y gen-ambiente permitirán explicar mayores proporciones de la heredabilidad. Variantes de número de copia y enfermedades complejas De forma simultánea a los GWAS se han realizado estudios de varian- tes estructurales del genoma, especialmente variantes de número de copia (CNV) para varias enfermedades complejas. El resultado de tales investigaciones ha sido la identificación de CNV que contienen genes cuya dosis tiene un papel en una mayor o menor predisposición para enfermedades como el lupus eritematoso sistémico, la psoriasis, el síndrome de Tourette, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la obesidad, la pancreatitis crónica y la infección por el HIV-1. A pesar de estas identificaciones, las herramientas moleculares para detectar CNV no han sido tan potentes como las empleadas para el estudio de SNV. Es de esperar que el número de CNV asociadas a enfermedades comunes o complejas crezca con estudios de secuenciación de molécula única, que permitan definir mejor este tipo de variación. Secuenciación del genoma y enfermedades complejas El empleo de técnicas de secuenciación de alta capacidad, que exploran una selección de regiones candidatas, las regiones codificantes de todo el genoma (exomas), el RNA o la totalidad del genoma, ha abierto nuevos horizontes en las estrategias de investigación de las enferme- dades complejas. Las bases de datos ExAC (http://exac.broadinstitute. org/) y gnomAD (https://gnomad.broadinstitute.org/) cuentan con datos de secuenciación del exoma o genoma de más de 120.000 y 15.000 individuos, respectivamente. Los estudios de secuenciación masiva han resultado revolucionarios en el campo de las enfermedades raras, pero su aplicación en las enfermedades complejas está siendo más lenta. Varias iniciativas internacionales pretenden secuenciar más de 100.000 genomas de muestras poblacionales y miles de exomas y genomas de enfermedades raras y complejas. Destacan el proyecto del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra para secuenciar 100.000 pacientes con enfermedades raras (www.genomicsengland.co.uk) o el All of Us Research Program en EE. UU., que propone recoger datos clínicos y genéticos de un millón de voluntarios (https://allofus.nih. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1187 CAPÍTULO 154 Genética de las enfermedades complejas © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X gov/). Algunos estudios exploran además el RNA, las modificaciones del DNA mediante la metilación u otros cambios, o las regiones del genoma que están activas en cada tipo celular. La integración de toda esta información genómica redundará en un profundo conocimiento sobre las bases genéticas y moleculares de enfermedades comunes y rasgos complejos, lo que proporcionará información para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Complejo mayor de histocompatibilidad y enfermedad La región del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) se ha asociado a múltiples enfermedades autoinmunes, neurológicas e infecciosas. De hecho, esta región es responsable de la mayor parte del componente de riesgo genético conocido en varias de estas entidades. Las enfermedades asociadas al MHC incluyen la esclerosis múltiple, la esquizofrenia, las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson, la miastenia grave, la artritis reumatoide, la psoriasis, el lupus eritematoso sistémico o la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras, como se puede ver en la tabla 154-1. La región del MHC es una región de unas 4 Mb, en el brazo corto del cromosoma 6 (6p21.3), en la que se localizan más de 200 genes, en su mayoría codificantes para proteínas relacionadas con el sistema inmunitario: la presentación de antígenos, el sistema del complemento, la regulación de la respuesta inflamatoria y la inmunidad innata y adquirida, que se agrupan en tres subregiones. La subregión más teloméri- ca codifica para las proteínas de tipo I, que corresponden a un componente (cadena pesada de 44 kDa, hipervariable) de antígenos de membrana ampliamente distribuidos en la superficie de células de muchos tejidos, incluyendo los antígenos polialélicos HLA-A, B y C, altamente poli- mórficos y reconocibles por los linfocitos T citotóxicos. La subregión centromérica codifica para las proteínas de tipo II: antígenos de mem- brana de linfocitos B, macrófagos y células epiteliales. Entre sus genes destacan los loci polialélicos DP, DQ y DR, que codifican, cada uno de ellos, para una cadena polipeptídica α (34 kDa) y una β (29 kDa), identificables inmunológicamente. La región central codifica para las proteínas de tipo III, que corresponden a ciertos factores del comple- mento, citocinas y otros genes con función no inmune o desconocida. El MHC se caracteriza, además, por la existencia de un extenso desequilibrio del ligamiento, con haplotipos altamente conservados a lo largo de varios millones de pares de bases. Esto ha facilitado la detección de asociación entre genes y enfermedad, pero paradó- jicamente hace que la identificación de los verdaderos loci de sus- ceptibilidad genética (a diferencia de los marcadores genéticos) sea más difícil. Los estudios de secuenciación masiva de la región ayudarán a identificar los verdaderos genes de susceptibilidad para las distintas enfermedades asociadas al MHC. Para diversas enfermedades, se han descrito situaciones en las que determinados alelos presentan una frecuencia en individuos afectos significativamente distinta a la frecuencia correspondiente a individuos de la población general. La asociación se explica por una de las dos siguientes hipótesis: a) un efecto inmunológico directo debido a la peculiar estructura del antígeno, o b) un desequilibrio de ligamiento: la proximidad de los alelos del MHC con los loci responsables de algunas enfermedades puede dar lugar a la asociación preferente de determinados alelos del MHC con alelos nocivos. Este último mecanismo explicaría la asociación del alelo HLA-A3 con la hemocromatosis, cuyo gen está ligado al MHC de tipo I. La asociación del MHC a distintas entidades puede corresponder a cualquiera de las dos hipótesis. Los alelos del MHC no sirven para diagnosticar una enfermedad porque se encuentran también en población sana. Sin embargo, hay algunas enfermedades para las que determinados alelos tienen un gran valor predictivo: a) la ausencia del alelo B27 en un individuo hace muy improbable que esté presente una espondilitis anquilosante (100 veces menos probable que cuando se detecta), y b) la asociación entre el alelo DR2 y la narcolepsia es tal que todos los individuos con la enferme- dad lo presentan, mientras que sólo se detecta en el 10%-34% de la población general. La ausencia del alelo DR2 en un individuo excluye la enfermedad y su presencia la hace improbable:probabilidades del 0,5% debido a su baja incidencia (0,05%-0,67%). ENFERMEDADES MEDIADAS POR MECANISMOS INMUNOLÓGICOS Las enfermedades inflamatorias autoinmunes son un ejemplo cla- ro de enfermedades con un modo de herencia complejo, en el que intervienen múltiples factores ambientales y genéticos. Varios de los factores genéticos de riesgo son comunes a dos o más enfermedades inflamatorias autoinmunes distintas. Este es el caso, por ejemplo, de los genes del complejo mayor de histocompatibilidad, asociados a casi todas las enfermedades autoinmunes; de PTPN22, que se ha asociado ya a 20 fenotipos distintos; de IL23R, que se ha asociado a enferme- dad inflamatoria del intestino (EII), psoriasis, tiroiditis y espondilitis anquilosante, o de CARD9, asociado a EII y espondilitis anquilosante. Enfermedad inflamatoria del intestino Las EII comprenden la colitis ulcerosa (CU; Online Mendelian Inhe- ritance of Man [OMIM] 191390) y la enfermedad de Crohn (EC; OMIM 266600). Se han descrito más de 200 loci de riesgo para estas TABLA 154-1 * Enfermedad Asociaciones en el MHC Psoriasis HLA-C(*0602) Miastenia grave HLA-C(*0701) HIV/sida HLA-B, HLA-C Espondilitis anquilosante HLA-B27 Malaria HLA-B52 Hipersensibilidad al abacavir HLA-B(*5701) Síndrome del shock de dengue MICB Sialidosis NEU1 Déficit de complemento C2, C4A, C4B Hiperplasia suprarrenal congénita CYP21A2 Síndrome de Ehlers-Danlos TNXB Sarcoidosis BTNL2 Diabetes de tipo 1 HLA-DRB1(*04)-HLA-DQA1(*0301) -HLA-DQB1(*0302), HLA-DRB1(*03)-HLA-DQA1(*0501) -HLA-DQB1(*0201) Artritis reumatoide HLA-DRB1(*0401), HLA-DQA1(*0301) Lupus eritematoso sistémico HLA-DRB1(*0301) Esclerosis múltiple HLA-DRB1(*0501) Pénfigo vulgar HLA-DQB1(*0301) Lepra HLA-DRB1(*0602) Narcolepsia HLA-DRB1, HLA-DQA1 Colitis ulcerosa HLA-DRB1(*1101) Enfermedad de Graves HLA-DRB1(*0301), HLA-DQA1(*0501) Enfermedad celíaca HLA-DRA1(*0501), HLA-DQB1(*0201) Déficit selectivo de IgA HLA-DQB1(*0201) Síndrome del linfocito desnudo TAP1, TAP2, TABP Epilepsia mioclónica juvenil BRD2 *Listado representativo de algunas enfermedades asociadas al locus de los antígenos de histocompatibilidad (HLA). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1188 SECCIÓN IX Genética médica enfermedades, muchos de ellos asociados a ambas, aunque con con- tribuciones distintas. A pesar de que estas enfermedades tienen un claro componente genético, este no es suficiente para causar la enfermedad y son necesarios factores ambientales para desencadenarla, entre los que cada vez cobra más importancia la composición de la microbiota del sistema digestivo. De hecho, se considera que estas enfermedades se deben a una respuesta inmune inapropiada al microbioma intestinal en individuos genéticamente susceptibles. En general, se ha observado que los pacientes con EII muestran una disbiosis o pérdida del equilibrio microbiano intestinal que suele implicar una reducción de la diversidad bacteriana presente. Por ejemplo, el primer gen asociado a la EC, NOD2, participa en la respuesta del sistema inmunitario a la presencia de determinados péptidos de origen bacteriano. Otros genes asociados a las EII también son importantes en la respuesta a patógenos, como IL23R o SC22A5, o en el proceso de autofagia (ATG16L1, IRGM), entre otros. Por otra parte, recientemente se ha destacado también la participación de genes de integrinas, que se han utilizado como dianas terapéuticas. Las contribuciones de los distintos genes al riesgo de cada entidad son variables. De los 201 loci identificados, 137 serían de riesgo para las dos enfermedades (incluyendo IL23R, MST1, NKX2-3, SMAD3, CD48, PTGER4, STAT4, CARD9, etc.), 30 estarían asociados sólo a CU (CARD11, HLA-DQB1, IRF5, ITGAL, etc.) y 40 sólo a EC (NOD2, PTPN22, ATG16L1, HLA-C, LACC1, etc.). Aun así, con la excepción de NOD2 y PTPN22, donde la variante de riesgo para una enfermedad es protectora para la otra, en la mayoría de los casos las variantes muestran una misma dirección del efecto en ambos proce- sos. NOD2 es, además, el factor de riesgo más importante en la EC, siendo el riesgo para un heterocigoto de 2 a 4 veces mayor que el de la población general, y en el caso de un homocigoto, unas 20 veces mayor, mostrando el efecto aditivo de las variantes. Por otra parte, entre las variantes asociadas, la variante R381Q en IL23R es protectora tanto para EC como para CU. A pesar del número de variantes asociadas, en total sólo explican una pequeña parte de la varianza de la enfermedad (el 14% en la EC y menos aún en la CU). Finalmente, es interesante comentar que la mayoría de los loci asociados a las EII se han asociado también a otras enfermedades com- plejas. Hay genes que se asocian a otras enfermedades inmunitarias, 20 a la enfermedad celíaca, otros 20 a la diabetes de tipo 1, 14 a la psoriasis y 11 a la espondilitis anquilosante. También es destacable el número de genes compartidos con inmunodeficiencias primarias y susceptibilidad a micobacterias, especialmente a la lepra (siete de los ocho loci de lepra conocidos están implicados en las EII). Lupus eritematoso sistémico El lupus eritematoso sistémico (LES; OMIM 152700) es el paradigma de las enfermedades autoinmunes sistémicas. Se trata de una enfer- medad compleja caracterizada, en el 95% de los casos, por la presencia de anticuerpos antinucleares (ANA). El LES se desarrolla en indivi- duos con predisposición genética tras estar expuestos a determinados estímulos ambientales. Una de las evidencias de la contribución genética al LES proviene de los estudios de gemelos, con concordancias del 24%- 56% en gemelos monocigóticos frente al 2%-5% en los heterocigóticos. Se estima que la heredabilidad es del 66%. Se han descrito más de 60 loci asociados a LES en estudios globales del genoma. La primera región asociada a LES fue la del antígeno de histocompatibilidad (HLA), que se ha identificado consistentemente en todos los análisis del genoma como el factor de riesgo genético más importante. La contribución del HLA se produce a través de varios efectos distintos: son especialmente importantes las variantes en la región del HLA de clase II (HLA-DRB1 y HLA-DQA2). Se ha observado, además, que el riesgo aumenta en individuos con dos alelos de riesgo y es mayor en los individuos heterocigotos para dos alelos de riesgo distinto respecto a los homocigotos para un alelo de riesgo. Las deficiencias de genes del sistema del complemento, en la región del HLA de clase III, son una de las causas genéticas de LES. Una deficiencia del complejo C1Q, por ejemplo, se asocia a un 93% de riesgo de LES, y deficiencias en C4, C1r, C1s y C2 también son factores de riesgo establecidos con penetrancias menores (75%, 57%, 32% y 10%, respectivamente), pero sólo se dan en el 1%-2% de los casos. Aparte de la región del HLA, se han identificado más de 30 loci asociados a LES, todos ellos de efecto pequeño o moderado (odds ratio [OR]: 1,1 y 2,3), aunque el riesgo global para LES es más alto que en otras enfermedades autoinmunes. Los genes asociados a LES participan tanto en la inmunidad innata como en la adquirida. Entre genes de inmunidad innata, cabe destacar la vía de señalización de NFkB (TNFAIP3, TNIP1, IRAK1/MECP2), la del interferón tipo I o el receptor TLR (IRF5, TYK2, IFIH1, TLR7); entre los genes de inmunidad adquirida, genes implicados en el funcionamiento y la señalización de los linfocitos B (BANK1, IL10, NCF2, PRDM1), los linfocitos T (PTPN22, TNFSF4), o ambos (STAT4, AFF1). Se ha descrito también la asociación de variantes de número de copia en dos genes, FCGR3B y C4, aunque es posible que en este último se deba a un desequilibrio de ligamiento en la región del HLA. En ambos casos,el riesgo de LES se asociaría con la presencia de un menor número de copias del gen. Artritis reumatoide La artritis reumatoide (AR; OMIM 180300) es una enfermedad autoinmune crónica caracterizada por una destrucción progresiva de las articulaciones. El componente genético de la AR queda plasmado en el aumento del riesgo relativo de los familiares de primer grado (OR: 3) y de segundo grado (OR: 2) y en la mayor concordancia en gemelos monocigóticos con respecto a los dicigóticos. La heredabilidad de la AR se estima en alrededor del 60%. El factor de riesgo genético más importante para la AR es la región HLA, en concreto, la tercera región hipervariable de la cadena DRB1, a la que se ha denominado epítopo compartido. Las variantes en el HLA pueden representar entre el 11% y el 37% del componente de riesgo genético de predisposición a la AR. Aparte del HLA, los estudios de GWAS han identificado más de 100 loci de riesgo para AR, entre los que se encuentran PTPN22, TNFAIP3, PADI4, TRAF1/ C5, CD40, STAT4, CTLA4, KIF5A y IL2/IL21. En la mayoría de los casos no se ha identificado el alelo causante y, generalmente, el efecto de las variantes asociadas es pequeño. Los mayores efectos, después del HLA, serían la variante R620W en PTPN22 (OR: 1,92) y algunas variantes en TNFAIP3 (OR: 1,19-1,4). Algunos de los genes asociados a AR también se han identificado en estudios de asociación con otras enfermedades autoinmunes, como es el caso de PTPN22, que, además, muestra efectos distintos según la enfermedad: es de riesgo en la AR y protector frente a la EC. Las frecuencias de las variantes genéticas asociadas y la intensidad de la asociación pueden variar entre poblaciones. Así, la variante R620W es frecuente en la población europea, pero prácticamente no existe en la asiática. Por otra parte, también se ha observado que el riesgo asociado a estas variantes puede verse modificado por factores ambientales; en concreto, se han observado efectos epistásicos entre el tabaquismo y el efecto de las variantes en HLA-DRB1, PTPN22 y PADI4. Finalmente, se ha observado que las variantes están más fuertemente asociadas a la patología en los pacientes con anticuerpos anti-CCP (del inglés anti-cyclic citrullinated peptide) positivos, lo que podría indicar que los pacientes positivos y negativos para anti-CCP son genéticamente distintos. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES Las enfermedades cardiovasculares en general presentan un modo de herencia complejo, en el que influyen la presencia de variantes en uno o varios genes y su interacción con factores de riesgo ambientales, como el sedentarismo, la dieta o el tabaquismo. Aun así, algunos de estos trastornos presentan un modo de herencia mendeliana. Este es el caso de algunas miocardiopatías y arritmias familiares, y de algunos casos de hipercolesterolemia e hipertensión. Miocardiopatía hipertrófica familiar La miocardiopatía hipertrófica familiar (OMIM 192600) afecta apro- ximadamente a 1 de cada 500 personas, sin diferencias importantes entre sexos u origen étnico. En aproximadamente un 50%-60% de los casos familiares y un 30% de los casos sin historia familiar, se Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1189 CAPÍTULO 154 Genética de las enfermedades complejas © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X detectan mutaciones en alguno de los más de 20 genes relacionados con miocardiopatía hipertrófica. La mayoría de estos genes codifican proteínas relacionadas de algún modo con el sarcómero, bien pro- teínas sarcoméricas propiamente dichas, bien proteínas asociadas. La mayor parte de las mutaciones detectadas son variantes raras, identificadas en una sola familia. Se reconocen dos genes principales, cuyas mutaciones suman casi el 80% de las identificadas en los casos familiares: el gen de la proteína C de unión a la miosina (MYBPC3) y el de la cadena pesada de la β-miosina cardíaca (MYH7), que fue, de hecho, el primer gen de miocardiopatía identificado. Las variantes en MYH7 son, en su mayoría, variantes de cambio de sentido en regiones críticas de la proteína, lo que afecta a su función. Las mutaciones en MYBPC3, en cambio, son mayoritariamente mutaciones sin sentido que dan lugar a la ausencia de proteína. Variantes en otros tres genes, el gen de la troponina T cardíaca (TNNT2), el de la α-tropomiosi- na (TPM1) y el de la troponina I cardíaca (TNNI3), causarían en conjunto, un 10% más de casos. Las variantes en los genes de la α-actina cardíaca (ACTC1), las cadenas ligeras de la miosina (MYL2 y MYL3) o la proteína LIM muscular (CSRP3) son poco frecuentes, pero se han identificado en familias grandes. Finalmente, variantes en otros genes, como la troponina C cardíaca (TNNC1), la cadena pesada de la α-miosina cardíaca (MYH6) o la caveolina 3 (CAV3), son aún más raras, habiéndose detectado sólo en casos aislados o en familias pequeñas. Ciertas mutaciones tienen mejor pronóstico que otras en el mis- mo gen, incluso llegando a mostrar fenotipos distintos, por ejemplo, miocardiopatía dilatada o miocardiopatía hipertrófica (tabla 154-2). Las mutaciones causantes de miocardiopatía hipertrófica suelen incrementar la sensibilidad al Ca2+ del miofilamento cardíaco, mientras que las causantes de miocardiopatía dilatada la reducen. Cabe des- tacar el caso de la titina (TTN), uno de los genes de mayor tamaño en humanos, que presenta mutaciones que truncan la proteína en el 25% de los casos de miocardiopatía dilatada, pero raramente en la miocardiopatía hipertrófica. Además, la expresión de la miocardiopatía también se ve modificada por factores ambientales y genes modificadores. Variantes en otros genes pueden modificar el fenotipo de la miocardiopatía, aunque por sí mismas no sean suficientes ni necesarias para causarla. Por ejemplo, una variante de inserción/deleción en el gen de la enzima conversora de angiotensina (ACE) se ha asociado a la magnitud de la hipertrofia del ventrículo izquierdo en los pacientes de miocardiopatía hipertrófica. Por otra parte, un pequeño porcentaje de los casos presenta más de una mutación en los genes identificados, lo que suele estar relacionado con una mayor gravedad. Arritmias primarias familiares Las arritmias que se presentan de forma aislada —y no de forma secun- daria a una miocardiopatía u otra afección cardíaca— se denominan primarias. En estas, la genética juega un papel importante, aunque las variantes en genes conocidos explican diversos porcentajes de los casos dependiendo de la entidad. Así, mientras que en el síndrome de Brugada o el síndrome de QT corto sólo se conoce la causa genética en un 20% de los casos, en el síndrome de QT largo se llega al 75% de los casos. Entre 1995 y 1996 se identificaron los tres genes principales causantes del síndrome de QT largo, SCN5A, KCNH2 y KCNQ1, que codifican para proteínas de los canales de sodio y de potasio. Aunque posteriormente se han identificado hasta 12 genes más, todos relacionados con las corrientes iónicas, la mayor parte de los casos se explican por mutaciones en SCN5A, KCNH2 o KCNQ1. La mayoría de los casos de arritmia hereditaria se heredan de forma autosómica dominante, aunque en ciertos casos algún gen puede presentar muta- ciones en homocigosis y dar lugar a fenotipos distintos, como ocurre en el síndrome de Jervell y Lange-Nielsen, en el que la arritmia (de herencia dominante) va acompañada de sordera (de herencia recesiva). Al igual que en el caso de las miocardiopatías, los genes causantes del síndrome de QT largo también se encuentran mutados en otras canalopatías. Por ejemplo, mutaciones de pérdida de función de SCN5A dan lugar al síndrome de QT largo,y mutaciones de ganan- cia de función, al síndrome de Brugada; en el caso de KCNH2, las mutaciones de pérdida de función provocan el síndrome de QT largo, y las de ganancia, el síndrome de QT corto. Formas comunes de enfermedad cardiovascular La mayor parte de los casos de enfermedad cardiovascular se deben a una combinación de factores de riesgo ambientales y genéticos, en los que participan un elevado número de variantes comunes y raras, la mayor parte de ellas con efectos relativamente pequeños en el riesgo total. En este grupo de patologías se incluyen la enferme- dad arterial coronaria (EAC) y la mayoría de los casos de hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Es interesante destacar que muchos de los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio (IM) tienen una historia familiar de enfermedad cardiovascular, que confiere un riesgo dos veces mayor entre los familiares, aun después de ajustar por los factores de riesgo tradicionales. La identificación de factores genéticos en las enfermedades cardio- vasculares complejas no ha sido posible hasta después de completarse el proyecto Genoma Humano, pero desde entonces se han identificado cientos de regiones cromosómicas asociadas a enfermedades y fenotipos cardiovasculares, gracias a los estudios de asociación del genoma com- pleto. Con el aumento del número de individuos incluidos en estos estudios (llegando hasta el millón de personas), también se ha visto considerablemente aumentado el número de regiones del genoma asociadas a los distintos fenotipos. Así, en un estudio de GWAS para tensión arterial en el que se analizaron siete millones de variantes en más de 700.000 individuos, se identificaron 535 loci nuevos y se replicaron 274 loci conocidos, sumando un total de 901 loci asociados. Igualmente, se han identificado hasta 161 loci asociados a la EAC y casi 400 loci asociados a niveles de lípidos en sangre. A pesar del aumento en el número de variantes asociadas, en total estas permiten explicar aún una proporción pequeña de la varianza observada (5,7% en el caso de la tensión arterial sistólica o un 12% para los niveles de lípidos). Además, es interesante observar que varios de estos loci muestran asociación con más de un fenotipo. Por ejemplo, el gen ADAMTS7 se asocia a hipertensión y a EAC, mientras que los genes PCSK9, ANGPTL4 o APOE se asocian a EAC y metabolismo lipídico. Entre los loci asociados a EAC e IM destaca el locus 9p21. La región no contiene ningún gen codificante para proteínas, los genes más próximos son CDKN2A y CDKN2B, implicados en la apoptosis y la tumorogénesis. En cambio, en la región asociada se sitúa el gen de un RNA largo no codificante (RNAlnc), ANRIL. Se ha observado que un aumento de expresión de ANRIL se correlaciona con la gravedad de la aterosclerosis. La mayoría de las variantes asociadas en estos loci, con la excepción de 9p21, son variantes relativamente poco comunes y muestran efectos pequeños (riesgos relativos de entre 1,1 y 1,3), explicando, cada una por sí sola, menos de un 1% de la varianza en el riesgo de sufrir la enfermedad. Hipercolesterolemia familiar La hipercolesterolemia familiar (HF; OMIM 143890) es la excepción dentro de los factores de riesgo de enfermedad coronaria. Se trata de una enfermedad autosómica dominante que se presenta de dos formas, en función de que las variantes se presenten de forma hetero- u homocigota. La forma homocigota es más grave y de aparición más temprana. La HF es, de hecho, la enfermedad autosómica dominante más frecuente (se estima que 1 de cada 250 personas es portadora heterocigota). La HF se caracteriza por niveles muy altos de coles- terol transportado por lipoproteínas de baja densidad (c-LDL), lo que aumenta el riesgo de IM antes de los 60 años. En la hipercolesterolemia homocigota se observa la presencia de xantomas cutáneos y tendinosos en edades tempranas. La HF puede deberse a mutaciones en varios genes distintos, pero casi el 95% de los casos se deben a mutaciones en gen del receptor de LDL (LDLR). En este se han descrito más de 1.600 mutaciones que modifican la actividad del receptor y la captación de c-LDL. Los otros dos genes principales son el gen de la apolipoproteína B (APOB), que reconoce el c-LDL y permite que se una a su receptor, y el gen PCSK9. En el caso de APOB, la mayoría de los afectos presentan la variante Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1190 SECCIÓN IX Genética médica TABLA 154-2 * Localización Fenotipos Gen Proteína OMIM 1q43 Miocardiopatía hipertrófica con LVNC y sin ella Miocardiopatía dilatada ACTN2 α-actinina 2 102573 1q22 Miocardiopatía dilatada Distrofia muscular del anillo óseo Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth LMNA Lamininas A y C 150330 1p31.1 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada NEXN Nexilina 613121 1p32 Hipercolesterolemia familiar Niveles bajos de c-LDL PCSK9 Proproteína convertasa de tipo subtilisina/kexina 607786 1q32.1 Miocardiopatía hipertrófica LVNC Miocardiopatía dilatada Miocardiopatía restrictiva TNNT2 Troponina T cardíaca 191045 1p36.11 Hipercolesterolemia familiar LDLRAP1 Proteína adaptadora del receptor LDL 605747 2p24 Hipercolesterolemia familiar APOB Apolipoproteína B 107730 2p21 Síndrome de QT largo CALM2 Calmodulina 2 114182 2p21 Sitosterolemia ABCG5 Subfamilia G de proteínas de casete de unión a ATP, miembro 5 605459 2p21 Sitosterolemia ABCG8 Subfamilia G de proteínas de casete de unión a ATP, miembro 8 605460 2q31.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada Distrofia muscular del anillo óseo Miopatía proximal TTN Titina 188840 3p21.31 Miocardiopatía hipertrófica MYL3 Cadena ligera reguladora de la miosina β 160790 3p21.1 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada TNNC Troponina C 191040 3p25.3 Miocardiopatía hipertrófica Síndrome de QT largo Distrofia muscular del anillo óseo Miopatía distal de Tateyama CAV3 Caveolina 3 601253 3p22.2 Síndrome de QT largo Fibrilación ventricular Síndrome de Brugada Fibrilación auricular Miocardiopatía dilatada SCN5A Nav1.5, subunidad α del canal de sodio 600163 4q26 Miocardiopatía hipertrófica MYOZ2 Miozenina 2 605602 4q25-q26 Arritmia cardíaca Síndrome de QT largo ANK2 Anquirina 2 106410 6q22.31 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada PLN Fosfolambán 172405 7q21.2 Síndrome de QT largo AKAP9 Proteína de anclaje de la cinasa A 604001 7q36.1 Síndrome de QT largo Síndrome de QT corto KCNH2 HERG, subunidad α del canal de potasio 152427 7q36.1 Miocardiopatía hipertrófica Síndrome de Wolff-Parkinson-White PRKAG3 Subunidad γ2 de la proteína cinasa activada por AMP 602743 10q21.3 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada Miocardiopatía restrictiva MYPN Miopaladina 608517 10q22.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada VCL Vinculina 193065 10q23.2 Miocardiopatía hipertrófica LVNC Miopatía miofibrilar LDB3 Proteína de unión por dominios LIM 605906 11p15.1 Miocardiopatía hipertrófica CSRP3 Proteína muscular LIM 600824 Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1191 CAPÍTULO 154 Genética de las enfermedades complejas © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X TABLA 154-2 (cont.) Localización Fenotipos Gen Proteína OMIM 11p11.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada LVNC MYBPC3 Proteína C ligada a la miosina 600958 11p15.5-p15.4 Síndrome de QT largo Síndrome de QT corto Síndrome de Jervell y Lange-NielsenFibrilación auricular KCNQ1 KvLQT1, subunidad del canal de potasio Iks 607542 11q23.3 Fibrilación auricular Síndrome de QT largo SCN4B Canal de sodio de tipo 4, subunidad β 608256 11q24.3 Síndrome de QT largo KCNJ5 Canal de potasio, subfamilia J, miembro 5 600734 12p13.33 Síndrome de Timothy Síndrome de Brugada CACNA1C Canal de calcio de tipo L subunidad α1 C 114205 12q24.11 Miocardiopatía hipertrófica MYL2 Cadena ligera esencial de la miosina β 160781 14q11.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada LVNC Miopatía distal de Laing MYH7 Cadena pesada de la miosina β 160760 14q11.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada Defecto del tabique auricular MYH6 Cadena pesada de la miosina α 160710 14q32.11 Síndrome de QT largo Taquicardia ventricular CALM1 Calmodulina 1 114180 15q14 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada Defectos del tabique auricular LVNC ACTC1 Actina cardíaca α 102540 15q22.2 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada LVNC TPM1 Tropomiosina α 191010 17q24.3 Síndrome de Andersen Fibrilación auricular Síndrome de QT corto KCNJ2 Kir2.1, subunidad del canal rectificador del potasio 600681 17q12 Miocardiopatía hipertrófica Distrofia muscular del anillo óseo TCAP Teletonina 604488 19p13.11 Miocardiopatía hipertrófica CALR3 Calreticulina 611414 19p13.2 Hipercolesterolemia familiar LDLR Receptor de lipoproteínas de baja densidad 606945 19q13.42 Miocardiopatía hipertrófica Miocardiopatía dilatada Miocardiopatía restrictiva TNNI3 Troponina I cardíaca 191044 20q11.21 Miocardiopatía hipertrófica MYLK2 Cinasa de la cadena ligera de la miosina 606566 20q13.12 Miocardiopatía hipertrófica JPH2 Junctofilina 605267 20q11.21 Síndrome de QT largo SNTA1 Sintrofina α1 601017 21q22.11 Síndrome de QT largo Fibrilación auricular KCNE2 MiRP1, subunidad β del canal de potasio ISK 603796 21q22.11-q22.12 Síndrome de QT largo Síndrome de Jervell y Lange-Nielsen KCNE1 MINK, subunidad del canal de potasio 603796 LVNC: no compactación del ventrículo izquierdo; OMIM: Online Mendelian Inheritance of Man. *Se indican en negrita las parejas gen-enfermedad para las que se recomienda el test genético de los pacientes. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1192 SECCIÓN IX Genética médica R3500Q, mientras que las variantes de PCSK9 pueden aumentar o disminuir los niveles de c-LDL. Mutaciones de ganancia de función dan lugar a una mayor degradación del receptor de LDL, menor den- sidad de receptor en la superficie celular y niveles más elevados de c-LDL, mientras que mutaciones de pérdida de función en PCSK9 dan lugar a niveles más bajos de c-LDL. Además, los niveles de c-LDL en los portadores de estas variantes dependerán de la variante concreta, pero también de la presencia de otras variantes del genoma que modulen estos niveles, es decir, de un componente poligénico. La hipercolesterolemia homocigota puede darse por homocigosis, heterocigosis compuesta (ambos alelos del mismo gen presentan variantes distintas) o incluso por doble heterocigosis (variantes en heterocigosis en dos genes distintos, uno de ellos generalmente LDLR). Existe también una forma de hipercolesterolemia recesiva, debida a mutaciones en ambos alelos del gen LDLRAP1, que codifica para un adaptador que promueve la internalización del complejo LDLR/ c-LDL. Un fenotipo similar al de la hipercolesterolemia es el producido por la sitosterolemia, debido a mutaciones recesivas en ABCG5 o ABCG8 que aumentan la captación de esteroles vegetales y causan también aumento del c-LDL. ENFERMEDADES MENTALES Los estudios epidemiológicos y de heredabilidad en gemelos destacan la existencia de un componente genético importante en la predisposición a los trastornos psiquiátricos. No sólo hay mayor concordancia en gemelos monocigóticos, sino que el riesgo de desarrollar una enfer- medad psiquiátrica está incrementado si otros miembros en la familia padecen la misma u otras enfermedades psiquiátricas. Un estudio reciente observa que las enfermedades psiquiátricas comparten una buena parte del riesgo debido a variantes genéticas comunes. Esto es especialmente evidente entre esquizofrenia, depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad y déficit de atención/hiperactividad. Esta alta correlación genética podría explicarse si una serie de variantes genéticas confiriesen riesgo de enfermedad psiquiátrica y otros facto- res genéticos o ambientales contribuyesen a la presentación clínica con- creta. También podría estar reflejando solapamiento fenotípico entre los distintos trastornos psiquiátricos o deberse a una combinación de ambos escenarios. Se debería evaluar si estas correlaciones genéticas pueden influenciar la selección y el desarrollo del tratamiento farma- cológico. Trastorno obsesivo-compulsivo El trastorno obsesivo-compulsivo muestra una concordancia en geme- los monocigóticos del 33%-63%. La heredabilidad del comportamien- to obsesivo-compulsivo estaría entre el 40% y el 60%. Para identificar los loci implicados en el trastorno se han realizado múltiples estudios de asociación de genes candidatos, estudios de ligamiento y estudios de asociación global del genoma, aunque los tamaños muestrales son pequeños comparados con los analizados en otros trastornos com- plejos. De los estudios de ligamiento genético en familias se obtienen algunas regiones sugestivas de contener genes candidatos, como la del transportador de glutamato (SLC1A1). Por su parte, los genes más próximos a las regiones más significativas asociadas en los estudios de GWAS son DLGAP1, un miembro del complejo de densidad postsináptica neuronal, FAIM2, PTPRD, que está implicado en el crecimiento de las neuritas, GRIK2 y CDH20. Finalmente, estudios de secuenciación de exomas apuntan a una posible implicación de mutaciones de novo. Trastornos afectivos Depresión mayor La depresión mayor muestra una clara agregación familiar y el riesgo de padecer trastornos afectivos en los familiares de pacientes depre- sivos es muy superior al de la población general. La concordancia para la depresión mayor en los gemelos monocigóticos es del 40%. Los estudios de GWAS iniciales no dieron resultados significativos. Por ello, para ampliar el número de casos, se consideró el fenotipo de depresión autorreportada. Considerando este fenotipo, se han identificado alrededor de 40 loci asociados a depresión, que incluyen, además del MHC, vías de señalización neuronal dependiente de calcio (CACNA1E y CACNA2D1), neurotransmisión dopaminérgica (DRD2) y glutamatérgica (GRIK3, GRIK5, GRM5) o tráfico presináptico de vesículas (PCLO). Finalmente, un estudio reciente implica también cambios en la composición del microbioma intestinal de los pacientes con depresión. Trastorno bipolar El riesgo de los familiares de pacientes con trastorno bipolar es supe- rior al de los familiares de personas sin este trastorno, y la concor- dancia para los gemelos monocigóticos es del 62% frente al 8% en los dicigóticos. Los estudios globales del genoma realizados con más de 50.000 muestras analizadas han identificado unas 30 regiones cromosó- micas asociadas. Estas regiones comprenden, entre otros, los genes ANK3, ODZ4, TRANK1, ADCY2 CACNA1C, SHANK2, GRIN2A y POU3F2, aunque serán necesarios más estudios para confirmar si estos son efectivamente los genes asociados al trastorno. Esquizofrenia Múltiples estudios han demostrado una heredabilidad del 80% para la esquizofrenia y los fenotipos relacionados. La concordancia en gemelos monocigóticos es del 40%-50% frente al 6%-10% en dicigóticos. Los estudios de asociación global del genoma han identificado alrededor de 150 loci asociados a esquizofrenia, con la mayor asociación en el locus del MHC.La mayoría de los loci contienen genes expresa- dos en el cerebro, incluidos genes implicados en la neurotransmisión dopaminérgica y glutamatérgica, y genes con papeles importantes en la inmunidad. Se estima que entre un 30% y un 50% de la varianza genética de la esquizofrenia se podría explicar mediante las variantes comunes analizadas en GWAS. Se han identificado microdeleciones genómicas que contribuyen al desarrollo de la esquizofrenia. Estas regiones también están alteradas en otras situaciones clínicas, como los trastornos del espectro autista o la discapacidad intelectual. Este es el caso de CNV localizadas en las regiones 1q21.1, 2p16.3 (NRXN1), 3q29, 7q36.3 (VIPR2), 15q13.2, 16p11.2 y 22q11.2. En un estudio de más de 11.000 casos y 16.000 controles se ha observado un enriquecimiento de CNV para genes implicados en la neurotransmisión GABAérgica. Autismo Los análisis de segregación estiman un patrón de herencia poligénico para el autismo, con una elevada concordancia en gemelos monoci- góticos (60%-90%) con respecto a dicigóticos (10%-20%), calculán- dose una heredabilidad del 83%. En el caso del autismo, las variantes comunes serían responsables de un 50% del riesgo, aunque con efectos pequeños para cada variante. Por otra parte, mutaciones puntuales o CNV de novo tienen, individualmente, un efecto importante, pero explican menos del 5% del riesgo global. Se han detectado numerosas anomalías cromosómicas en los pacientes con autismo, pero la más común consiste en duplicaciones de 15q11-13, la región crítica de los síndromes de Prader-Willi y Angelman. Los análisis de mutaciones de novo identifican un exceso de mutaciones truncantes en pacientes de autismo y, en concreto, destacan las mutaciones en genes de la sinapsis (NGLN3, NGLN4X, NRXN1, SHANK3), de proteínas implicadas en la regulación de la cromatina (CHD5, CHD8) y de proteínas relacionadas con el síndrome X frágil (PTEN, NGLN1). Variantes de novo en regiones reguladoras podrían también tener una contribución importante, por lo que es importante realizar estudios de secuenciación del genoma en cada paciente con autismo y en sus progenitores. Por otra parte, los estudios de GWAS han detectado cinco loci asociados de forma significativa al autismo, en los cromosomas 1, 7, 8 y 20 (n = 2), y realizando estudios combinando autismo y otros fenotipos psiquiátricos se detectan algunos loci más, como KMT2E, CADPS, NEGR1 o PTBP2. Cabe resaltar una posible arquitectura genética distinta entre los casos de autismo de alto rendimiento y los de autismo acompañado de discapacidad intelectual. Las variantes de novo se observan más Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1193 CAPÍTULO 155 Genes, herencia y cáncer frecuentemente entre los casos de autismo acompañado de discapaci- dad intelectual. En cambio, en el autismo de alto rendimiento se ha detectado una mayor contribución de variantes comunes. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad Se estima que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta al 5% de los niños en edad escolar. A pesar de la alta heredabilidad (70%-80%), los primeros loci significativos de sus- ceptibilidad, con OR alrededor de 1,1, no se publicaron hasta 2019. Entre los genes próximos a los loci identificados, los más relevantes biológicamente incluyen FOXP2, SORCS3, DUSP6 y SEMA6D. Al igual que en otras enfermedades complejas, los loci identificados cap- turan sólo una pequeña fracción del riesgo debido a variantes genéticas comunes. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Brainstorm Consortium, Anttila V, Bulik-Sullivan B, Finucane HK, Walters RK, Bras J, et al. Analysis of shared heritability in common disorders of the brain. Science 2018;360(6395). Cho JH, Feldman M. 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