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Características generales del sistema endocrino

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CAPÍTULO 233 Características generales del sistema endocrino
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1925
CONCEPTO DE HORMONA
Para que un óvulo fecundado se transforme en un individuo adulto, 
para que este se desarrolle, se reproduzca, se adapte a los cambios del 
medio y sobreviva a los agresores externos, es preciso que su cuerpo 
cambie y se adapte. Esta adaptación de millones de células, ordenada 
y simultáneamente, la llevan a cabo las hormonas. Las hormonas son 
mensajeros químicos destinados a la comunicación intercelular sis-
temática y organizada. Además del sistema endocrino, el otro gran 
sistema de señalamiento es el nervioso. La misión de este es lograr 
cambios muy rápidos (milisegundos, segundos) y focalizados; puede 
lograr que un músculo dado se contraiga en milisegundos, mientras 
que el resto quedan inmóviles. El sistema endocrino produce cambios 
lentos (minutos, meses) y generalizados; el exceso de glucocorticoides 
produce una miopatía en todos los músculos.
El término endocrino significa secreción interna, es decir, secreción 
de sustancias biológicamente activas hacia el interior del cuerpo. His-
tóricamente, la Endocrinología surgió como el estudio de la secreción 
por glándulas de sustancias que, tras circular en el plasma, activan o 
inhiben otros tejidos a distancia; por esta razón, la Endocrinología 
clínica está muy basada en el estudio de las glándulas endocrinas. Sin 
embargo, hoy día sabemos que muchos otros tejidos no glandulares 
segregan hormonas; así, el tejido adiposo, los músculos, el estómago, 
el intestino y el riñón, entre otros, son capaces de segregar hormonas 
de forma ordenada. También se sabe que no todas las hormonas son 
transportadas a distancia, que algunas son segregadas para regular las 
células vecinas (secreción paracrina), que otras son capaces de actuar 
sobre la propia célula que las libera (secreción autocrina) y que algunas 
son segregadas por neuronas (secreción neuroendocrina), tanto para 
actuar cerca como a distancia de su lugar de secreción.
Estructuralmente, las hormonas suelen ser péptidos o proteínas. Se 
sintetizan en la célula como precursores y ulteriormente son reducidos 
a su forma final antes de su secreción. En el plasma pueden circular 
unidas a proteínas pero, en general, al ser hidrosolubles no necesitan 
transportador. Otra clase de hormonas son esteroideas y liposolubles, 
por lo que circulan unidas a proteínas transportadoras. Un grupo 
especial de hormonas son los análogos de los aminoácidos o las ami-
nas bioactivas que pueden ser segregadas por neuronas en el espacio 
intersináptico para regular otras neuronas (neurotransmisores) o a la 
circulación y ser consideradas neurohormonas, como la dopamina. 
Otras, como la adrenalina y la noradrenalina, son liberadas tras la 
estimulación neuronal de las glándulas que las sintetizan. En ocasiones, 
estos aminoácidos son modificados, forman parte de una proteína y 
después son liberados de esta, como ocurre con las hormonas tiroideas 
y la tiroglobulina. Algunas neuronas liberan hormonas peptídicas 
a la circulación, como ocurre en la neurohipófisis. En definitiva, el 
concepto de hormona no lo otorga la estructura del mensaje ni de la 
célula emisora, sino el modus operandi del compuesto activo.
UNIÓN HORMONARECEPTOR
Tras su secreción y su ulterior circulación, las hormonas tienen que 
unirse selectivamente a sus receptores localizados en las células diana. 
Estos son proteínas de membrana para las hormonas peptídicas o 
nucleares para las esteroideas y tiroideas. Lo que hace específico el 
mensaje es el hecho de que la célula que lo reciba tenga los recepto-
res adecuados. Esto hace que una membrana celular dada responda 
exclusivamente al mensaje para el cual ha sido diseñada con su dotación 
de receptores e indica también que, una vez emitido el mensaje, la 
localización de la glándula secretora es indiferente. La unión de la 
hormona al receptor debe ser altamente específica y de gran afinidad 
para mantener la eficacia del sistema.
Tras la unión de la hormona al receptor, este experimenta un 
cambio conformacional y activa una cadena de señales intracelulares 
(hormonas proteicas) o el genoma (hormonas esteroideas) para desen-
cadenar la acción biológica. Para que tenga lugar una acción hormonal 
se deben mantener en correcto funcionamiento cinco pasos: a) la 
secreción de la hormona; b) su circulación sin alteración estructural 
y sin aclaramiento; c) su unión al receptor específico molecularmente 
intacto; d) el estado intacto del sistema de señalamiento intracelular o 
de activación genómica, y e) la degradación final de la señal para evitar 
una acción mantenida en el tiempo.
REGULACIÓN POR RETROALIMENTACIÓN 
FEEDBACK NEGATIVA
El sistema endocrino intenta mantener estable el funcionamiento 
corporal (homeostasis). Si una hormona se segrega porque una situa-
ción ha perturbado el sistema, la secreción cesa al desaparecer la señal 
perturbadora. Sin embargo, cuando la acción hormonal debe ser man-
tenida, la célula secretora necesita conocer la eficacia de su acción. 
En estas ocasiones, la hormona secretada actúa sobre la célula que la 
ha liberado para regular su propia secreción. Si sus concentraciones 
son insuficientes, la célula aumenta la secreción hormonal, y sucede 
lo contrario si son excesivas. Este mecanismo recibe el nombre de 
feedback negativo o retroalimentación negativa. Cuando la glándula en 
consideración segrega una hormona que libera a su vez otra hormona 
distinta en un tejido periférico, esta hormona final es la encargada de 
la regulación mediante el mecanismo de retroalimentación.
CLASIFICACIÓN DE LAS ENDOCRINOPATÍAS
Clásicamente, la Endocrinología clínica ha sido una disciplina orien-
tada hacia el «nivel de la señal», es decir, hacia el estudio de la produc-
ción hormonal para conocer si esta era excesiva o insuficiente. Con el 
tiempo se ha observado que la concentración de una hormona depende 
también de otros factores como el nivel de reserva de la glándula, 
su aclaramiento metabólico en la circulación periférica y el nivel de 
respuesta del receptor y del señalamiento intracelular. Estos hechos 
deben tenerse en cuenta al elaborar la clasificación clínica de las endo-
crinopatías, que contempla los grupos siguientes: a) enfermedades por 
acción hormonal insuficiente; b) enfermedades por acción hormonal 
excesiva, y c) enfermedades por efecto de la masa glandular o secue-
las. Cabe destacar que muchas enfermedades endocrinas se deben a 
mutaciones genéticas.
Enfermedades por acción hormonal 
insuficiente
Son enfermedades generadas por una producción hormonal deficiente 
por el tejido o la glándula secretores. La situación extrema es la eli-
minación total de la glándula, pero también se pueden producir por 
la secreción insuficiente debida a la existencia de un tejido secretor 
Características generales 
del sistema endocrino
 
Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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1926 SECCIÓN XVI Endocrinología
dañado o por la secreción de hormonas alteradas estructuralmente y 
con menor capacidad de activar el receptor. Una secreción hormonal 
normal puede ver disminuida su intensidad de acción durante la cir-
culación sanguínea, por una eliminación excesiva en el hígado o en el 
riñón o, alternativamente, por interferencias en la propia circulación, 
por ejemplo, por un aumento de las proteínas de transporte o por la 
presencia de anticuerpos antihormona.
Finalmente, defectos en los receptores para la hormona o defectos 
en el sistema de señalamiento intracelular pueden disminuir la acción 
biológica final de la hormona, así como la presencia de anticuerpos 
que bloqueen el receptor o disminuyansu capacidad de unión a la 
hormona. Por tanto, enfermedades por acción hormonal insuficiente 
pueden producirse incluso en presencia de concentraciones normales 
o elevadas de la hormona. Es la disminución en la acción biológica 
final la que caracteriza el trastorno.
Enfermedades por acción hormonal 
excesiva
Son enfermedades provocadas por una producción hormonal excesiva 
por parte de la glándula secretora. Su causa más frecuente es la trans-
formación neoplásica, adenoma o carcinoma, del tejido glandular que 
conlleva la pérdida de su regulación y una hiperproducción hormonal 
no controlada durante períodos prolongados. En ocasiones, el tejido 
secretor es una neoplasia no glandular (tumor ectópico). En estas 
situaciones desaparecen los mecanismos negativos de retroalimenta-
ción. La situación de resistencia puede ser absoluta o relativa. Es poco 
frecuente que, durante su circulación, se produzca una potenciación 
de la acción hormonal, por ejemplo, por reducción en su aclaramiento 
metabólico renal o hepático, pero sí se pueden producir sinergias con 
otros elementos circulantes.
Finalmente, una sensibilidad aumentada del receptor o su activa-
ción constitutiva, o alteraciones en el sistema de señalamiento intra-
celular, pueden generar patología en presencia de concentraciones 
hormonales normales. Existen factores biológicos no hormonales que 
son capaces per se de activar los receptores de una forma no regulada y 
permanente como, por ejemplo, anticuerpos estimulantes del receptor. 
En todas ellas, la enfermedad está caracterizada por la acción hormonal 
aumentada.
Enfermedades por efecto de la masa 
glandular o secuelas de enfermedades 
tratadas previamente
Parte de la patología endocrina aborda enfermedades en las que el pro-
blema reside en un cambio relevante en el volumen de una glándula, 
independientemente de su secreción hormonal. Las alteraciones de 
este tipo más prevalentes son los bocios y los adenomas hipofisarios 
no secretores. Algunos trastornos pueden estar relacionados con 
la existencia de una enfermedad glandular previa y su tratamiento 
(secuelas morfológicas, estructurales o funcionales). Estas secuelas 
pueden requerir tratamiento, a pesar de la normalidad de los valores 
hormonales.
CONCEPTO TEMPORAL DE LAS 
ENDOCRINOPATÍAS. CURACIÓN O CONTROL
Dado que el sistema endocrino está diseñado para un funcionamiento 
en largas secuencias temporales, el factor tiempo es determinante desde 
el punto de vista clínico. Tras el inicio de una alteración endocrinoló-
gica, como el desarrollo de un adenoma hipofisario o la destrucción 
autoinmunitaria del tiroides, se requiere un tiempo prolongado para 
que aparezcan manifestaciones clínicas relacionadas.
En la mayoría de las enfermedades endocrinas, la vigilancia y el 
tratamiento van a durar toda la vida del paciente; por ello, el concep-
to de curación sólo es aplicable en algunos raros casos de resolución 
quirúrgica, y es más adecuado utilizar el concepto de control de la 
enfermedad. El objetivo del tratamiento de las enfermedades endocrinas 
es el control de estas y el mantenimiento de la mejor calidad de vida 
posible para el paciente.
BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
Kronenberg HM, Melmed S, Larsen PR, Polonsky KS. Principles of Endocrino-
logy. Section I: Hormones and Hormone action. En: Melmed S, Polonsky 
KS, Larsen PR, Kronenberg HM, eds. Williams Textbook of Endocrinology. 
13th edition. Philadelphia: Elsevier; 2016. p. 2-11. 
© 2020. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos
Enfermedades del hipotálamo 
y de la adenohipófisis
F. F. CASANUEVA FREIJO, I . BERNABEU MORÓN, 
D. SCHWARZSTEIN 
234
EJES HORMONALES 
HIPOTÁLAMOADENOHIPOFISARIOS
F. F. Casanueva Freijo
La adenohipófisis, a través de tipos celulares específicos, libera a la 
circulación una serie de hormonas determinadas que ejercen sus accio-
nes periféricas de manera difusa sobre varios tejidos o focalmente 
sobre otra glándula. El resultado de la acción hormonal hipofisaria 
puede ser la génesis de una acción biológica, la liberación de una nueva 
hormona, que a su vez originará una acción biológica, o ambas cosas. 
La acción biológica iniciada o la hormona liberada cierran el circuito 
mediante un mecanismo de retroalimentación (feedback) negativa, 
inhibiendo la liberación hipofisaria de la hormona que inició el proceso. 
Las neurohormonas hipotalámicas, o releasing hormones, tienen como 
misión alterar la estabilidad del sistema descrito, es decir, provocar 
una descarga hormonal o una inhibición de la misma ante una tarea 
específica del SNC, así como generar un ritmo o modificar la tasa 
de secreción al cambiar la etapa vital del individuo. Las hormonas 
hipotalámicas que llegan a la adenohipófisis a través de los vasos 
porta hipofisarios tienen acción trófica sobre las células hipofisarias, 
sitúan el nivel de operación o de equilibrio (set point) del sistema y 
son, a su vez, reguladas por la hormona o por la acción biológica 
periférica, que envía información comparativa al hipotálamo y a los 
centros superiores.
Las hormonas hipotalámicas que regulan la función hipofisaria con 
relevancia clínica son las siguientes:
GH-RH (44 aminoácidos) o growth hormone releasing hormone. 
Hormona liberadora de hormona del crecimiento (GH).
CRH (41 aminoácidos) o corticotropin releasing hormone. Hormona 
hipotalámica estimulante de la secreción de adrenocorticotropina 
(ACTH).
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