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MANUAL DE INTERVENCIONES COGNITIVO-CONDUCTUALES APLICADAS A ENFERMEDADES CRÓNICAS MANUAL DE INTERVENCIONES COGNITIVO-CONDUCTUALES APLICADAS A ENFERMEDADES CRÓNICAS Nancy Patricia Caballero Suárez Doctora en Psicología y Salud Departamento de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Carmen Lizette Gálvez Hernández Doctorado en Psicología y Salud Catedrática-CONACyT, Instituto Nacional de Cancerología Universidad Nacional Autónoma de México Nos interesa su opinión, comuníquese con nosotros: Editorial El Manual Moderno S.A. de C.V. Av. Sonora 206, Col. Hipodromo, Deleg. Cuauhtémoc. 06100 Ciudad de México, México (52-55) 52-65-11-00 info@manualmoderno.com quejas@manualmoderno.com Manual de intervenciones cognitivo-conductuales aplicadas a enfermedades crónicas D.R. © 2019 por Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V. ISBN: 978-607-448-750-3 versión electrónica Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida sin permiso previo por escrito de la Editorial. Para mayor información sobre Catálogo de producto Novedades Distribuciones y más www.manualmoderno.com Director editorial y de producción: Dr. José Luis Morales Saavedra Editora asociada: Lic. Ericka Ramos Sosa Diseño de portada: DG. María Elena Frausto Sánchez mailto:info@manualmoderno.com mailto:quejas@manuamoderno.com http://www.manualmoderno.com/ PRÓLOGO La investigación aplicada de las últimas cinco décadas en el área que examina la interfaz entre la salud y el comportamiento humano ha documentado de manera sistemática y confiable que el individuo se comporta de formas que propician el desarrollo de enfermedades. Normalmente esos comportamientos van acompañados de historias defectuosas de aprendizaje que producen hábitos de alto riesgo que interactúan con otros factores que afectan la salud. La parte positiva de este contexto es que, en las manos del experto, el comportamiento puede modularse para revertir el peso relativo de dichos riesgos e incluso contribuir a recuperar la salud una vez que se ha perdido. A partir de mediados de la década de los sesenta del siglo pasado ha ido haciéndose cada vez más notorio que la suposición que asignaba a variables predominantemente biológicas y genéticas los orígenes de la enfermedad es una concepción limitada, parcial y cada vez más insostenible a la luz de los hallazgos de la investigación científica que abarca desde las cifras epidemiológicas hasta los resultados de numerosos ensayos clínicos controlados y aleatorizados. En efecto, a la contribución de la genética como antecedente predictor del desarrollo o precipitación de padecimientos se han agregado gradualmente a lo largo de más de setenta años, grupos de factores como la nutrición, el acceso a servicios de atención a la salud y su calidad, así como la calidad física y social del ambiente en que viven los individuos. La inclusión del acceso a los servicios de salud de calidad y la calidad del ambiente fue ocurriendo a partir de iniciativas predominantemente de tipo social o político. En contraste, la inclusión del comportamiento humano simultáneamente como factor de riesgo, pero también como factor protector ha ocurrido a partir de la diseminación de los hallazgos de investigación en comunidades científicas y académicas al principio y posteriormente en las comunidades de servicio tales como hospitales, centros de salud, dispensarios y consultorios públicos y privados. Una de las áreas más prometedoras en esta línea la constituye la Epigenética Conductual. Aquella transición epidemiológica también ha sido congruente con la evolución económica y social de países y regiones. A la fecha prácticamente no hay institución de atención a la salud en el mundo “desarrollado” que no cuente con un servicio o departamento de Psicología de la Salud y Medicina Conductual. En el contexto mundial, la Sociedad Internacional de Medicina Conductual, agrupa a organizaciones interdisciplinarias y expertos en el desarrollo e integración del conocimiento psicosocial, conductual y biomédico relevante a la salud-enfermedad y la aplicación de este conocimiento a la prevención, etiología, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación y es el organismo internacional más significativo en la especialidad. En contraste, en los países “en desarrollo” la inserción profesional del psicólogo de la salud en las instituciones de salud es muy reciente quizá con la excepción del sistema de salud en Cuba. Las principales características que han fomentado la inserción de psicólogos de la salud en las instituciones del sector en México y muy probablemente en toda América Latina son la calidad del entrenamiento de posgrado de los psicólogos y su solidez en la realización y publicación de investigaciones aplicadas (habitualmente “traslacionales”) de alta calidad metodológica. El presente volumen constituye un excelente ejemplo del tipo de trabajo que apoya científica y profesionalmente la formación de los psicólogos de la salud en general y los expertos en Medicina Conductual en particular. Se compilan de manera organizada y articulada diez sistemas de intervención basada en evidencia en los problemas de salud más importantes en nuestros países: diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso, seropositividad al VIH, cáncer, esguince cervical, sobrecarga en cuidadores primarios, dolor y enfermedad renal crónica. El lector conocerá a profundidad y adquirirá, especialmente si se entrena bajo supervisión, las destrezas profesionales y metodológicas que le capacitarán para intervenir en los aspectos psicológicos de los padecimientos médicos y psicológicos y sembrará interrogantes adicionales para abordar en estudios futuros lo cual consolidará el carácter científico de sus hallazgos y su propia formación en los posgrados. Dr. Juan José Sánchez Sosa Profesor Emérito, UNAM. COLABORADORES Brenda Lizeth Acosta Maldonado Instituto Nacional de Cancerología, México CAPÍTULO 6 Christian Oswaldo Acosta Quiroz Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 1 Verónica Cedillo Compean Universidad Nacional Autónoma de México CAPÍTULO 6 Héctor V. Esquivias Zavala Clínica de Obesidad y Control de Peso, Subdirección de Investigación Biomédica, Hospital General Dr. Manuel Gea González CAPÍTULO 3 Raquel García Flores Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 1 Eva González Rodríguez Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE CAPÍTULO 5 Diana Mejía Cruz Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 1 Elizabeth Peña Fernández Universidad de Sonora, Campus Cajeme, Programa de Psicología de la Salud CAPÍTULO 2 Oralia Anahyd Pérez Osuna Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 10 Ivonne Nalliely Pérez Sánchez Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Cátedras. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Departamento de Investigación en Enfermedades Infecciosas CAPÍTULO 8 Asbel Ivan Quijada Ruelas Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 10 Laura Miriam Ramírez Zamora Centro Universitario de los Valles, Universidad de Guadalajara CAPÍTULO 9 Aída Monserrat Reséndiz Barragán Clínica de Obesidad y Control de Peso, Subdirección de Investigación Biomédica, Hospital General Dr. Manuel Gea González CAPÍTULO 3 Gustavo Reyes Terán Departamento de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) CAPÍTULO 4 Liliana Mey Len Rivera Fong Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto Nacional de Cancerología, México CAPÍTULO 6 Angélica Riveros Rosas Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Contaduría y Administración, División de Investigación, Universidad Nacional Autónoma de México CAPÍTULOS 4 y 6 Evelyn Rodríguez Estrada Departamento de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias(INER) CAPÍTULO 4 Edith Rojas Castillo Instituto Nacional de Cancerología, México CAPÍTULO 6 Alberto Seyler Mancilla Universidad Nacional Autónoma de México, Escuela Nacional Preparatoria CAPÍTULO 5 Teresa Iveth Sotelo Quiñónez Instituto Tecnológico de Sonora CAPÍTULO 10 Luis Manuel Valero Saldaña Instituto Nacional de Cancerología, México CAPÍTULO 6 Gustavo Zazueta Tenorio Universidad de Sonora, Campus Cajeme. Programa de Psicología de la Salud CAPÍTULO 2 CONTENIDO PRÓLOGO COLABORADORES INTRODUCCIÓN 1 ADHESIÓN AL TRATAMIENTO EN PACIENTES CON RECIENTE DIAGNÓSTICO DE DIABETES MELLITUS TIPO 2 Raquel García Flores, Christian Oswaldo Acosta Quiroz y Diana Mejía Cruz 2 ADHESIÓN AL TRATAMIENTO MÉDICO EN PACIENTES CON HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA Elizabeth Peña Fernández y Gustavo Zazueta Tenorio 3 INTERVENCIÓN COGNITIVO CONDUCTUAL PARA PACIENTES CON SOBREPESO Y OBESIDAD Héctor V. Esquivias Zavala y Aída Monserrat Reséndiz Barragán 4 REGULACIÓN EMOCIONAL, REVELACIÓN DEL DIAGNÓSTICO Y USO DE CONDÓN EN PERSONAS CON INFECCIÓN POR VIRUS DE INMUNODEFICIENCIA HUMANA Nancy Patricia Caballero Suárez, Evelyn Rodríguez Estrada, Gustavo Reyes Terán, Angélica Riveros Rosas 5 CALIDAD DE VIDA RELACIONADA A LA SALUD EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE TUMOR ÓSEO: MANEJO DE SINTOMATOLOGÍA ANSIOSA, DEPRESIVA Y DOLOR Eva González Rodríguez y Alberto Seyler Mancilla 6 INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PACIENTES SOMETIDOS A TRASPLANTE DE CÉLULAS PROGENITORAS HEMATOPOYÉTICAS Liliana Mey Len Rivera Fong , Angélica Riveros Rosas, Luis Manuel Valero Saldaña, Edith Rojas Castillo, Brenda Lizeth Acosta Maldonado, y Verónica Cedillo Compean 7 ESGUINCE CERVICAL AGUDO: RETROALIMENTACIÓN BIOLÓGICA ASISTIDA CON RELAJACIÓN C. Lizette Gálvez Hernández 8 SÍNDROME DE CARGA EN EL CUIDADOR PRIMARIO INFORMAL DEL PACIENTE CON CÁNCER Ivonne Nalliely Pérez Sánchez 9 MANEJO DEL DOLOR EN NIÑOS CON LEUCEMIA Laura Miriam Ramírez Zamora 10 ADHESIÓN AL TRATAMIENTO MÉDICO EN NIÑOS CON ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA Asbel Ivan Quijada Ruelas, Teresa Iveth Sotelo Quiñónez, y Oralia Anahyd Pérez Osuna kindle:embed:0004?mime=image/jpg INTRODUCCIÓN Las enfermedades crónicas se caracterizan por ser de larga duración y tener una progresión lenta. En 2018, según la Organización Mundial de la Salud1, 41 millones de personas en el mundo murieron debido a estas enfermedades2, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. Particularmente, en el informe sobre la salud de los mexicanos del 2015, se declara que las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, enfermedades cardiacas y cerebrovasculares, cirrosis y cáncer dominan el panorama de la mortalidad, particularmente entre los adultos mayores de 40 años. En contraste, las lesiones externas son las principales causas de muerte en los jóvenes de entre 15 y 19 años, destacando los homicidios, accidentes de tráfico y suicidio. Se ha estimado que en México en 2013, se perdieron 29.9 millones de años de vida saludable debido a estas enfermedades3. Aunque estos indicadores son útiles para medir el impacto humano, social y económico de estas enfermedades, y, para identificar estrategias de prevención e intervención; vale la pena destacar que la importancia del rol de las variables psicológicas se evidencia por los primeros lugares que ocupan como factores de riesgo en el desarrollo, exacerbación y mantenimiento de estas enfermedades. El control de las enfermedades crónicas representa un reto porque implica una serie de cambios conductuales a nivel personal, familiar y social, que no sólo incluye el consumo de los medicamentos; sino aspectos emocionales derivados de recibir un diagnóstico de una enfermedad que no se va a curar, desafíos en la adaptación al mismo y/o a los efectos del tratamiento médico, los cuales, en algún punto, pueden dificultar la adherencia terapéutica y, por tanto, el control del padecimiento. Por lo anterior, resulta indispensable realizar intervenciones psicológicas que favorezcan la aceptación y adaptación al diagnóstico, la incorporación de cambios en los estilos de vida y, la participación activa con el tratamiento médico. Así los psicólogos de la salud, como expertos en la intersección de la salud y el comportamiento, juegan un papel importante en los equipos de salud multidisciplinarios para brindar un tratamiento integral. Las intervenciones que más se utilizan son las basadas en evidencia científica, como la terapia cognitivo conductual que tiene como finalidad que los pacientes adquieran habilidades de afrontamiento adaptativas ante situaciones adversas y puedan tener una óptima calidad de vida, a pesar de los cambios que implica una enfermedad crónica y su tratamiento. La TCC incluye técnicas psicoeducativas, de modificación de cogniciones, comportamientos y de la activación psicofisiológica. Las estrategias psicoeducativas y las técnicas conductuales favorecen la adherencia a tratamientos médicos y tienen un impacto significativo en el control de la enfermedad, sobre todo cuando se conjugan con el desarrollo de habilidades sociales en el paciente para favorecer su relación y comunicación con el equipo de salud. Las técnicas de reestructuración cognitiva se emplean en situaciones donde los pensamientos o creencias equivocadas de los pacientes interfieren con conductas de salud o intensifican emociones negativas, estas técnicas favorecen formas más funcionales y objetivas de interpretar y evaluar situaciones difíciles en el futuro. Las técnicas de relajación disminuyen la activación psicofisiológica y el control del dolor. Debido a la importancia de los aspectos psicológicos, de su intervención en el paciente con enfermedades crónicas, y, de la TCC como intervención con mayor evidencia de efectividad; el objetivo de esta obra es facilitar una herramienta que pueda ser usada como manual de intervenciones cognitivo conductuales, que han probado su eficacia y que su procedimiento es adecuado en pacientes mexicanos, para abordar los problemas psicológicos más frecuentes en enfermedades crónicas, dirigida al personal de salud mental que labora en ámbitos hospitalarios o que atiende este tipo de pacientes. La obra está conformada por dos secciones, la primera incluye intervenciones con pacientes adultos, y la segunda, intervenciones con niños. Cada capítulo tiene una estructura similar que cubre los siguientes apartados: 1) la enfermedad y su relevancia, para lectores no familiarizados con terminología médica; 2) la epidemiología del padecimiento médico y cómo afecta la vida de los pacientes; 3) principales aspectos psicológicos asociados a la enfermedad; 4) intervenciones efectivas para abordar los problemas psicológicos descritos; 5) recomendaciones de instrumentos de evaluación de las variables psicológicas, psicofisiológicas o médicas que se incluyen en la intervención; 6) material descargable*; 7) consejos prácticos para el terapeuta o psicólogo, y 8) materiales adicionales como registros conductuales, guía de entrevistas, entre otros. Notas 1 OMS. (2018). Enfermedades no transmisibles. Tomado de: http://www.who.int/es/news-room/fact- sheets/detail/noncommunicable-diseases 2 Enfermedades no transmisibles 3 Subsecretaria de integración y desarrollo del sector salud. (2015). Informe sobre la salud de los mexicanos. Dirección general del desempeño: Diagnóstico general de la salud poblacional. Tomado de: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/64176/INFORME_LA_SALUD_DE_LOS_MEXICANOS_2015_S.pdf * Disponible en http://www.manualmoderno.com/caballero ADHESIÓN AL TRATAMIENTO EN PACIENTES CON RECIENTE DIAGNÓSTICO DE DIABETES MELLITUS TIPO 2 Raquel García Flores Christian Oswaldo Acosta Quiroz Diana Mejía Cruz INTRODUCCIÓN La diabetes mellitus es una de las enfermedades con mayor prevalencia en el mundo. De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Diabetes realizado por la Organización Mundial de la Salud1 (OMS), el número de personas con diabetes ha aumentadode 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia mundial de la diabetes en adultos fue de 8.5% en 20141. Los casos se han incrementado con mayor rapidez en los países en vías de desarrollo. La diabetes es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, enfermedad cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores. Se estima que en 2012 la diabetes fue la causa directa de 1.5 millones de muertes. Alrededor de la mitad de las muertes atribuibles a la hiperglucemia acontecen antes de los 70 años de edad. Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 20302. La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es la segunda causa de muerte en México. En el año 2015 murieron 98 521 mexicanos como consecuencia de este padecimiento3. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino ENSANUT MC 20164, el 9.4% refirieron tener un diagnóstico médico previo de diabetes. Se estima que la esperanza de vida de las personas con esta enfermedad se reduce entre 5 y 10 años. En México, la edad promedio de las personas que murieron por diabetes en 2010 fue de 66.7 años, lo cual indica una reducción de 10 años.5 Por lo tanto, es de suma relevancia el control de los niveles de glucosa sanguínea para incrementar la calidad y esperanza de vida en este sector de la población. El objetivo del presente capítulo es describir una intervención cognitivo conductual grupal para mejorar la adhesión al tratamiento en adultos con DM2. El presente programa puede aplicarse a aquellos con diagnóstico reciente. DEFINICIÓN La diabetes mellitus es un grupo de alteraciones metabólicas que se caracteriza por hiperglucemia crónica debida a un defecto en la secreción de insulina, en la acción de la misma o a ambas. Además de la hiperglucemia, coexisten trastornos en el metabolismo de las grasas y de las proteínas. La hiperglucemia sostenida en el tiempo se asocia con el daño, insuficiencia y falla de varios órganos y sistemas, en especial riñones, ojos, nervios, corazón y vasos sanguíneos.6 De acuerdo con la American Diabetes Association (ADA),7 existen diferentes tipos: Diabetes mellitus tipo 1 (DM1): se caracteriza por la destrucción autoinmune de las células [[β]] del páncreas, lo cual ocasiona deficiencia absoluta de insulina y tendencia a la cetoacidosis (que consiste en una intoxicación del organismo debido a que se recurre a las grasas como fuente de energía). Tal destrucción en un alto porcentaje es mediada por el sistema inmunitario. Diabetes mellitus tipo 2 (DM2): es la forma más común y con frecuencia se asocia a obesidad o incremento en la grasa visceral. El defecto va desde una resistencia a la insulina, acompañada con una deficiencia de la hormona, hasta un progresivo deterioro en su secreción. Diabetes mellitus gestacional (DMG): agrupa en particular la intolerancia a la glucosa detectada por primera vez durante el embarazo. La hiperglucemia previa a las 24 semanas del embarazo, se considera diabetes preexistente no diagnosticada. DIAGNÓSTICO De acuerdo con la ADA7 existen cuatro formas de diagnosticar la diabetes: a. Glucosa plasmática en ayuno de 8 h mayor o igual a 126 mg/dL. b. Glucosa plasmática mayor o igual a 200 mg/dL 2 h después de haber ingerido 75 g de glucosa anhidra. c. Hemoglobina glucosilada (media ponderada de glucosa sanguínea durante tres meses) mayor o igual a 6.5%. d. Glucosa plasmática igual o mayor a 200 mg/dL en un paciente con síntomas de hiperglucemia. COMPLICACIONES AGUDAS Las complicaciones agudas en la DM2 consisten en alteraciones en los niveles de glucosa sanguínea que requieren atención inmediata y que pueden solucionarse. En el caso de la DM2 las complicaciones más frecuentes son el estado hiperosmolar hiperglucémico y la hipoglucemia. El estado hiperosmolar hiperglucémico se caracteriza por un aumento significativo en los niveles de glucosa, incremento en la orina y deshidratación. En 30 a 40% de los casos constituye la primera manifestación de la diabetes. Los errores en la dosificación de insulina es un factor importante que influye en esta complicación, y entre 34 a 42% de los casos son por una falta de adherencia al tratamiento (alimentación alta en carbohidratos, medicación inadecuada). La hiperglucemia se detecta cuando el paciente presenta más de 250 mg/dL de glucosa sanguínea. Los signos y síntomas se desarrollan en el curso de días o semanas (12 días en promedio) y son la sed intensa, orinar con frecuencia, incremento del apetito, visión borrosa y pérdida de peso. Los trastornos del estado de conciencia son frecuentes; sin embargo, sólo entre 10 a 30% de los pacientes se encuentran en coma.8 La hipoglucemia se diagnostica cuando el paciente presenta un nivel de glucosa menor a 70 mg/dL. Las causas principales son déficit en la ingestión de alimentos o exceso de hipoglucemiantes. Las complicaciones agudas de la diabetes representan cerca de 20 a 30% de los pacientes adultos hospitalizados en los servicios de urgencias de los hospitales de segundo nivel, lo que representa un gasto económico importante y sobre todo prevenible.9Se recomienda que en cuanto el paciente se percate de la existencia de hipoglucemia consuma 20 g de carbohidratos (dos cucharadas soperas de azúcar) de preferencia disueltos en medio vaso de agua para que ingrese con rapidez al torrente sanguíneo. Esta cantidad de glucosa debe repetirse en 20 min si no hay mejoría o si persisten los niveles bajos de glucemia. Debe tenerse en cuenta que la respuesta a la carga oral de glucosa es transitoria (2 h) por lo que debe continuarse la ingestión. En caso de hipoglucemia grave el paciente debe hospitalizarse. COMPLICACIONES CRÓNICAS Las complicaciones crónicas de la DM2 consisten en un deterioro progresivo derivado de un control inadecuado de los niveles de glucosa sanguínea. Las complicaciones crónicas de la DM2 son retinopatía diabética (lesión de los vasos sanguíneos de la retina), nefropatía diabética (lesión de los vasos sanguíneos renales lo que ocasiona trastornos funcionales y estructurales de los riñones), neuropatía diabética (alteraciones en las fibras nerviosas), pie diabético (la neuropatía y cambios vasculares que disminuyen la sensibilidad de los pies y no permiten al paciente advertir de lesiones que pueden progresar hasta generar graves infecciones) y la hipertensión arterial (presión arterial sistólica mayor a 130 mmHg y diastólica mayor a 90mmHg).10 TRATAMIENTO El tratamiento de la diabetes es complejo, ya que requiere que la persona realice distintas actividades para mantener los niveles de glucosa sanguínea lo más cerca posible a 130 mg/dL en ayuno y menos de 180 mg/dL 2 h después de haber ingerido alimentos. A continuación se describe cada aspecto del tratamiento. Alimentación La alimentación es un comportamiento de gran relevancia en el control de la diabetes.11 La información básica que el paciente debe poseer de manera ideal es: Grupos de alimentos. Alimentos comprendidos en cada grupo. Alimentos que incrementan la glucosa sanguínea. Tamaño recomendado de las porciones de alimentos dentro de cada grupo. Contenido de hidratos de carbono dentro de cada grupo. Porciones de alimento en cada comida. Intercambios de alimentos. Horario de las comidas. Síntomas y tratamiento de la hipoglucemia. Toma de medicamentos De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes la metformina es el medicamento inicial para la DM2 si no está contraindicada y si es tolerada. Es importante que los pacientes inicien con un cambio en el estilo de vida y perder por lo menos 7% de su peso corporal. Cuando los cambios en el estilo de vida no se logran, entonces la metformina es el medicamento de inicio, seguro, económico y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se recomienda iniciar el tratamiento con insulina en aquellos con reciente diagnóstico y que presentan síntomas intensos, niveles elevados de glucemia o hemoglobina glucosilada. Automonitoreo Una conducta esencialpara controlar los niveles de glucosa sanguínea es el automonitoreo que consiste en medirlos de forma constante. Esta conducta permite evaluar a los pacientes su respuesta individual al tratamiento y si está alcanzando sus metas glucémicas. También funge como una guía médica de la alimentación prescrita y actividad física, ayuda prevenir la hipoglucemia y ajustar medicamentos (sobre todo las dosis de insulina).12 Actividad física La actividad física, desde una perspectiva fisiológica, es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que den como resultado un gasto energético.13 Las personas con un buen control metabólico con toda seguridad pueden participar en la mayoría de las actividades físicas.14 La ADA (2016) recomienda iniciar con actividad física de 150 min a la semana. Se ha identificado que las técnicas de autorregulación (como la programación de actividades y el control de estímulos) suelen ser útiles para implementar esta conducta en pacientes con DM2.15,16 IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA DIABETES El diagnóstico de una enfermedad crónica suele tener un impacto importante en la vida de las personas, ya que requiere de un ajuste psicológico para enfrentar una nueva situación. El diagnóstico de diabetes en condiciones asintomáticas puede ser estresante en una revisión médica porque el paciente no se siente enfermo y no espera el diagnóstico. Sin embargo, esta reacción suele durar poco tiempo. La ausencia de estrés refleja una inhibición o negación de emociones negativas que son útiles al inicio del diagnóstico, pero obstaculizan la realización de conductas de autocuidado y automanejo.17 Por otro lado, las escalas que evalúan depresión y ansiedad quizás no valoran las preocupaciones específicas relacionadas con la enfermedad, por lo que se recomienda el uso de instrumentos específicos para personas con diabetes. El ajuste psicológico a la diabetes, además de contemplar lo emocional también requiere de esfuerzos cognitivos y conductuales relevantes. Las creencias relacionadas con el nivel de amenaza y control influyen en el estado emocional y en la conducta, por ejemplo, aceptar la amenaza a la salud, reconocer la necesidad de un cambio en la conducta y sentirse capaz de establecer metas y elaborar planes para alcanzar esos cambios.18 En un metaanálisis llevado a cabo por Hasan19 se pudo estimar que una de cada cuatro personas con diabetes de países en desarrollo experimenta síntomas de depresión. Entre 12 y 21% de diabéticos presentan trastornos de ansiedad. Es más frecuente que las mujeres experimenten síntomas de ansiedad y depresión en comparación con los hombres. Por lo que dotar a las personas con DM2 de estrategias para regular las emociones es importante para mejorar la adhesión al tratamiento. TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL Y EDUCACIÓN EN DIABETES La terapia cognitivo conductual ha demostrado efectividad para mejorar el estado emocional de los pacientes con DM2; sin embargo, ha sido menos exitosa en mejorar el control glucémico.20 Por tal motivo las estrategias cognitivas y conductuales que tienen por objetivo mejorar el automanejo de la enfermedad son indispensables para beneficiar a los pacientes. A esto se le denomina educación para el automanejo en diabetes (DSME por sus siglas en inglés). De acuerdo con Funell et al., 21 la educación para el automanejo de la diabetes es el proceso de facilitar el conocimiento, herramientas y habilidades necesarias para el autocuidado. Este proceso incorpora las necesidades, metas y experiencias de vida de los diabéticos y está basada en la evidencia. La educación en diabetes ha demostrado beneficios reduciendo las admisiones hospitalarias, los costos y el riesgo de desarrollar complicaciones. Además de incrementar el bienestar emocional al disminuir los índices de ansiedad y depresión.22 Se ha identificado que los programas conductuales dirigidos a fortalecer las conductas de automanejo (automonitoreo de glucosa, cambio de hábitos alimenticios e implementación de programas de actividad física) suelen resultar efectivos para reducir los niveles de glucosa.23Chrvalaa, Sherrb & Lipmanb24 llevaron a cabo una revisión de las intervenciones educativas para el automanejo de la diabetes. Y pudo identificarse que éstas diferían en cuanto a las características demográficas, clínicas, forma en que se imparte, quién lo imparte, duración y número de horas. Por ejemplo 40% de los estudios fueron individuales, 30% grupales, 20% combinación de individual y grupal y 10% a distancia. El 60% por una persona y 40% por un equipo de trabajo. El promedio de duración fue de seis meses y el número de horas promedio 18. Cabe destacar que 86% de las intervenciones combinadas (sesiones individuales y grupales) informaron una mayor disminución en hemoglobina glucosilada en comparación con las individuales, grupales y a distancia. Los estudios que integraron un equipo de profesionales para impartir la intervención informaron una mayor efectividad en comparación con aquellas impartidas por una persona. Las intervenciones que duraron menos de dos meses y medio fueron más efectivas en comparación con las más largas. Las técnicas cognitivo conductuales que han destacado en el automanejo de la diabetes son: Psicoeducación Este procedimiento consiste en explicar la relación que existe entre los pensamientos, conductas, emociones, reacciones físicas y la diabetes.25 Este elemento es valioso para incrementar la adhesión al tratamiento psicológico. Modelo de solución de problemas El paciente con diabetes se enfrenta a una serie de dificultades en su vida cotidiana que requiere de una estrategia que le permita superarlas. El modelo de solución de problemas es un procedimiento efectivo para encontrar soluciones a estas dificultades. El modelo consta de cinco pasos: definición del problema, generación de alternativas de solución, identificación de ventajas y desventajas de cada una de ellas, puesta en práctica y evaluación de resultados. Estudios corroboran la utilidad de esta estrategia.20,26 Esta estrategia puede ser útil para disminuir el estrés relacionado con el tratamiento.27 Reestructuración cognitiva Los estados de ansiedad y depresión pueden relacionarse con creencias distorsionadas. Por lo que la reestructuración cognitiva es un procedimiento que puede apoyarlos para generar creencias más funcionales y adaptativas que les permitan mejorar la adhesión al tratamiento.28 Control de estímulos Las técnicas de control estimular consisten en modificar el contexto para favorecer o inhibir la aparición de las conductas.29 Pueden consistir en restricción física, presentar estímulos discriminativos para las conductas deseables, eliminar estímulos discriminativos para las conductas indeseables, cambiar el medio social o alterar las condiciones fisiológicas. Aplicando tales procedimientos se han podido llevar a cabo cambios en la conducta alimentaria y ejercicio físico aquellos con enfermedades crónicas.30 Modelamiento Es la adquisición de nuevas conductas a partir de la observación. Para llevarla a cabo se requiere de la exposición a la conducta deseada, reproducción y la ejecución.31 Este procedimiento es útil para emitir conductas nuevas que son necesarias para el manejo de la diabetes. Técnicas de relajación Consiste en procedimientos para disminuir la activación fisiológica para afrontar de manera más adecuada las dificultades. Una de las técnicas más sencillas de utilizar es la de la respiración diafragmática. Esta técnica se ha incluido en diferentes estudios sobre intervenciones cognitivo conductuales en pacientes con DM2.28 ENTREVISTA MOTIVACIONAL Es una intervención breve y centrada para promover conductas de cambio por medio de la resolución de la ambivalencia.32 Esta intervención ha demostrado ser útil para mejorar la adhesión al tratamiento.33 Ekong & Kavookjian34 realizaron un análisis de 14 estudios en los cuales se implementó la entrevista motivacional (EM) en pacientes con DM2. En estosestudios se observó un mayor beneficio en el cambio de hábitos de alimentación. Se sugiere aplicar este procedimiento de manera individual antes de iniciar la intervención psicológica para mejorar la adhesión a la intervención. La práctica de la EM sigue cuatro principios básicos que, en inglés, se pueden recordar con el acrónimo RULE: Resist, Understand, Listen y Empower:5 1. Resistir el reflejo de hacer lo correcto: los profesionistas que brindan servicios de apoyo tienen un deseo poderoso de hacer lo correcto, prevenir el daño y promover el bienestar. Esto se presenta casi de forma automática. Esta conducta puede tener en consecuencia un efecto paradójico y la razón no es que los pacientes se encuentren en la etapa de negación, más bien es la tendencia humana a resistir la persuasión, esto se puede verificar cuando el paciente se encuentra ambivalente respecto al cambio. El ser humano tiende a creer en lo que escucha de sí mismo, entre más verbalice las desventajas del cambio, mayores serán las probabilidades de que permanezca en el status quo. 2. Entender y explorar las motivaciones del paciente: son las razones propias de éste, no las del médico las que incrementan la probabilidad de cambio en la conducta. 3. Escuchar con empatía: consiste en comprender los sentimientos y perspectivas de los pacientes sin juzgar, criticar o culpabilizar. 4. Empoderar al paciente: ayudar a los pacientes a explorar qué es lo que pueden hacer y que marque una diferencia en el cuidado de su salud. Resulta importante apoyarlos en tener esperanzas de que el cambio es posible. Las estrategias motivacionales fundamentales de la EM son las siguientes: 1) Preguntas abiertas: facilitan el diálogo, no se pueden contestar con una sola palabra o frase y no necesitan ninguna respuesta en particular. Son una forma de solicitar información adicional. Por ejemplo, “¿cómo le ha afectado la diabetes en su vida?” 2) Escucha reflexiva: deducir lo que la persona realmente quiere decir en una frase. Por ejemplo: Paciente –Todos los médicos me dicen cómo tengo que vivir mi vida. Estoy harto de eso. Terapeuta –Está usted cansado de que la gente le diga las cosas que debería y no debería hacer. 3) Balance decisional: se identifican los costos y beneficios del cambio y del status quo (figura 1-1). ¿Cuál es la conducta específica que está considerando? Seguir la dieta que me recomendó la nutrióloga Seguir igual Hacer un cambio Beneficios Me gusta: -Sigo comiendo lo que me gusta y disfruto -Me olvido por un rato que tengo diabetes Me gustaría: -Me sentiría bien físicamente -Ya no iría tantas veces al baño -Podría vivir más -Disfrutar a mis nietos Costos No me gusta: -Sube mi glucosa y me siento mal físicamente -Mi familia me regaña -Me puedo morir si se me sube demasiado la glucosa No me gustaría: -Tengo que hacer sacrificios para dejar de comer lo que me gusta -Tengo que hacer dos comidas, una para la familia y otra para mí Figura 1-1. Ejemplo de balance decisional. 4) Evocar la plática de cambio: mientras más hable el paciente sobre el cambio será más probable que lo lleve a cabo.33 Para esto pueden realizarse preguntas abiertas para elicitar la plática de cambio, siguiendo el acrónimo por sus siglas en inglés DARN Desire, Ability, Reasons y Need (deseo, habilidad, razones y necesidad): Para propiciar frases relacionadas con el deseo de cambio: ¿Qué es lo que usted espera de su salud en un futuro? Para evocar la habilidad: ¿Qué puede hacer usted para mejorar el control de la diabetes? Para elicitar las razones del cambio: ¿Cuáles son las tres razones para manejar su diabetes adecuadamente? Para que el paciente exprese la necesidad del cambio: ¿Cuáles son las consecuencias de una diabetes descontrolada? ¿Qué considera que requiere hacer en este punto? ¿Qué tan importante es para usted el cambio en una escala del 1 al 10, donde 0 es nada importante y 10 lo más importante? ¿Y por qué ese número y no un 0? A continuación pueden realizarse otro tipo de preguntas para incrementar el compromiso de cambio: ¿Qué ha realizado hasta ahora para mejorar el control de la diabetes? ¿Cuál podría ser el siguiente paso? ¿Qué considera que podría hacer? Si usted realizara algunos cambios para manejar su diabetes, ¿cómo podría ser su vida en cinco años? ¿Cómo le gustaría que fuera su salud en 5 a 10 años en adelante? ¿Qué piensa que podría hacer para ayudar a que esto suceda? ¿Qué es lo que disfruta de su vida? ¿Cuáles son las mejores razones para estar saludable? Los elementos clave de la entrevista motivacional son: la naturaleza centrada en el paciente para provocar la conversación en torno al cambio (las propias razones individuales y argumentos para el cambio) y la exploración de la ambivalencia sobre el cambio de conducta mientras se examinan las discrepancias entre la conducta actual y los valores o metas personales. La escucha reflexiva es un componente crítico de la entrevista motivacional, ésta permite la clarificación de metas e intereses y obtiene razones para cambiar en palabras del paciente. INSTRUMENTOS RECOMENDADOS PARA EVALUAR AL PACIENTE CON DM2 Entrevista semiestructurada para pacientes con DM2:36 consiste en una serie de preguntas abiertas que exploran las conductas relacionadas con el control de la diabetes, creencias asociadas con la enfermedad y el apoyo familiar. Dicha entrevista logra guiar al psicólogo respecto a los elementos que puede incluir en el tratamiento. Inventario de Ansiedad de Beck (IAB):37 evalúa la intensidad de sintomatología ansiosa presente en un individuo y es un instrumento autoaplicable que consta de 21 preguntas que determinan la gravedad con que se presentan las categorías sintomáticas y conductuales que evalúan. Estas categorías corresponden a los síntomas que por lo general se incluyen para hacer el diagnóstico de algún trastorno de ansiedad. Las normas de calificación del IAB en México son: mínima (0 a 5), leve (6 a 15), moderada (16 a 30) y grave (31 a 63). Los estudios de las propiedades psicométricas de la versión en español del IAB sugieren que se trata de una medida con alta consistencia interna y validez de constructo, divergente y convergente adecuadas. Inventario de Depresión de Beck (IDB):38 es la versión estandarizada y confiabilizada para población mexicana del IDB, el cual se diseñó para evaluar la intensidad de la sintomatología depresiva que presenta un individuo. El instrumento es autoaplicable y consta de 21 reactivos, cada uno con cuatro afirmaciones que describen el espectro de gravedad de la categoría sintomática y conductual elevada. Las normas de calificación del IDB en México son: mínima (0 a 9), leve (10 a 16), moderada (17 a 29) y grave (30 a 63). Los datos de la estandarización del inventario en México muestran una consistencia interna de 0.78, además el instrumento demostró contar con adecuada validez de constructo y discriminante. Inventario de Calidad de Vida en Diabetes:39 es una versión adaptada del Diabetes Quality of Life Measure (DQOL) que permite evaluar la calidad de vida específica en pacientes con este padecimiento (DCCT, 1988). El instrumento consta de 45 reactivos distribuidos en las siguientes subescalas: a) satisfacción con el tratamiento, b) impacto del tratamiento, c) preocupación por aspectos sociales y vocacionales, d) preocupación por efectos futuros de la diabetes. Las preguntas se contestan en una escala tipo Likert de cinco puntos. La dimensión de satisfacción se puntúa desde “muy satisfecho” (1) hasta “muy insatisfecho” (5). Las escalas de impacto y preocupación se califican desde “ningún impacto” o “nunca me preocupo” (1) hasta “siempre me afecta o siempre me preocupa” (5). De acuerdo con el sistema original de calificación una puntuación baja de la escala significa una buena calidad de vida. La escala cuenta con un coeficiente de consistencia interna alfa de .68 a .86 y presenta una validez factorial adecuada y de constructo. El instrumento presenta índices de correlación positivos, moderadosy estadísticamente significativos con los instrumentos de ansiedad (.68) y depresión (.51) de Beck. Autorregistros Los autorregistros son elementos fundamentales en la evaluación del paciente con DM2 y ayudan a reforzar el cambio de conducta. El paciente o un familiar registran en los formatos las conductas de alimentación, ejercicio, niveles de glucosa sanguínea en ayuno y dos horas después de haber ingerido alimento. Los registros pueden ser semanales para identificar los avances en el tratamiento. También es importante registrar la hemoglobina glucosilada dado que es un buen indicador de adhesión al tratamiento; sin embargo, hay que asegurarse de contar además con el registro de glucosa en ayuno (glucemia prepandial) y dos horas después de haber consumido alimentos (glucemia posprandial) para corroborar resultados, ya que existen algunas condiciones físicas, como la anemia, que influyen en la hemoglobina glucosilada.40 MATERIAL DESCARGABLE Disponible en http://www.manualmoderno.com/caballero CONSEJOS PRÁCTICOS Lo ideal es que un nutriólogo o un educador en diabetes certificado elabore un plan de alimentación acorde a las necesidades de cada paciente. En caso de que no se pueda contar con su apoyo existen diferentes procedimientos educativos para entrenar a los pacientes en consumir porciones adecuadas de alimentos. El apoyo del educador en diabetes es valioso por la variedad de estrategias conductuales que pueden implementarse en conjunto. En México se cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Educadores en Diabetes en el cual existe un directorio de educadores en diabetes certificados que pueden apoyar en la educación relacionada con el tratamiento médico. De esta forma el psicólogo puede enfocarse en los trastornos emocionales que presentan los pacientes y que impactan de forma negativa en la adhesión. Se recomienda mantener contacto con el médico tratante para obtener mayor información sobre la eficacia del tratamiento y cambios en el mismo. Se sugiere incluir en el grupo a aquellos con diabetes con distintas edades y tiempo de diagnóstico, esto ayuda a que adquieran otras perspectivas de la enfermedad. Trabajar en conjunto con otros profesionales de la salud (nutriólogo, médico, enfermera, educador físico) suele ser muy útil para resolver dudas específicas del tratamiento. Entrevistar a la familia o cuidador primario del paciente enriquece la información sobre los problemas que presenta éste en el manejo de su enfermedad. En el caso de adultos mayores es importante que el psicólogo aplique los instrumentos psicológicos para asegurarse que existe una comprensión adecuada de los reactivos. APOYO COMPLEMENTARIO Consejo Nacional de Educadores en Diabetes http://coned.org.mx Federación Mexicana de Diabetes http://fmdiabetes.org/ http://coned.org.mx http://fmdiabetes.org/ REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Informe Mundial sobre la Diabetes [Internet]. Organización Mundial de la Salud. 2017 [consultado 2 febrero 2018]. Available from: http://www.who.int/diabetes/global-report/es/ 2. Mathers C, Loncar D. Projections of Global Mortality and Burden of Disease from 2002 to 2030. PLoS Medicine. 2006;3(11):e442. 3. Estadísticas por tema [Internet]. Www3.inegi.org.mx. 2016 [citado 2 Febrero 2018]. 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Así, la salud se refiere a un rango de estados físicos, mentales y sociales positivos, caracterizados por signos de bienestar en los estilos de vida y no sólo por la ausencia de daño o enfermedad.1 Como complemento del modelo biomédico, el modelo biopsicosocial, propone que no sólo el factor biológico influye en la salud, sino que además los factores psicológicos y sociales determinan la salud de las personas en una relación bidireccional. En la actualidad se señala la multicausalidad y la interrelación entre los diversos factores como la explicación etiológica más plausible. Este enfoque que considera de manera simultánea los factores genéticos, ambientales, psicofisiológicos y en especial el peso de la interacción como elemento de predisposición del individuo a padecer una determinada enfermedad, es el centro de atención de la investigación psicológica actual en este campo y es el resultado consecuente de los cambios históricos y sociales.2 Los hábitos de las personas son patrones de comportamiento que pueden influir en la prevención, desarrollo o control de las enfermedades. Por ejemplo, la actividad física, sedentarismo, visitas al médico, tipo de alimentos que consumen, entre otros, podrían representar factores protectores o de riesgo para su salud. Las condiciones que están asociadas con el desarrollo de una enfermedad o daño, son factores de riesgo. Algunos factores de riesgo son biológicos como los antecedentes heredofamiliares; otros son conductuales como consumir alimentos con alto contenido de grasa saturada. Algunos factores de riesgo están asociados con ciertos tipos de enfermedades, pero no necesariamente las causan, al menos no de forma directa.3 Existen también factores protectores o conductas que favorecen una mejora en la salud y que se han asociado con una mayor supervivencia. Éstas son por ejemplo las encaminadas a obtener un diagnóstico oportuno, seguir un tratamiento cuando se enferman, seguir un programa completo para recuperarse de las enfermedades o daños; tener patrones adecuados de sueño, alimentación y actividad física.4 Una de las enfermedades crónicas no transmisibles con mayor impacto en el sector salud de México es la hipertensión arterial sistémica (HAS), debido a los costos sociales, familiares, económicos, psicológicos y personales que genera. Dentro de los trastornos cardiovasculares, la HAS cobra una especial importancia por dos motivos: por ser, en sí mismo, uno de los factores de riesgo más importantes en las enfermedades cardiovasculares en general y por su alta incidencia entre la población. El objetivo del presente capítulo es establecer los procedimientos para el tratamiento y control de la HAS mediante el desarrollo de una intervención psicológica cognitivo-conductual para favorecer la adhesión al tratamiento médico de pacientes con HAS, con base en intervenciones que han mostrado evidencia de su efectividad en la literatura consultada. HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA: DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN De acuerdo al Proyecto de la Norma Oficial Mexicana (PROY-NOM-030-SSA2- 2017) para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la HAS, el término se refiere al aumento de la resistencia vascular debido a la vasoconstricción arteriolar e hipertrofia de la pared vascular que conduce a la elevación de la presión arterial sistémica ([>]] 140/90 mmHg). En concreto, se refiere al padecimiento multifactorial caracterizado por la elevación sostenida de la presión arterial sistólica, la presión arterial diastólica o ambas [[>]]140/90 mmHg.5 En la tabla 2-1, se muestra la clasificación de la presión arterial de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (PROY-NOM-030-SSA2-2017). Tabla 2-1. Clasificación de acuerdo a las cifras de PA en mmHg Categoría Presión arterial sistólica Presión arterial diastólica Presión arterial óptima [[<]] 120 [[<]] 80 Presión arterial subóptima 120 a 129 80 a 84 Presión arterial limítrofe 130 a 139 85 a 89 Hipertensión grado 1 140 a 159 90 a 99 Hipertensión grado 2 160 a 179 100 a 109 Hipertensión grado 3 180 110 En las primeras etapas la HAS rara vez produce síntomas y en muchos casos no se diagnostica. Además, debido a que la HAS es asintomática, disminuye la percepción de gravedad de los pacientes, lo cual puede generar el abandono o postergación del tratamiento, llegando a desarrollar complicaciones graves como otras enfermedades cardiovasculares, problemas renales o cerebrales. EPIDEMIOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son responsables de alrededor de 17 millones de muertes por año en el mundo. Las complicaciones de la hipertensión causan al año 9.4 millones de muertes. La hipertensión es la causa de por lo menos 45% de las muertes por cardiopatías y 51% de las muertes por enfermedad cerebrovascular.6 La HAS afecta de 20 a 40% de los adultos en Latinoamérica y el Caribe, lo que representa alrededor de 250 millones de personas. Al año, alrededor de 1.6 millones de personas mueren por enfermedades cardiovasculares en estos lugares, de ellos, medio millón antes de cumplir los 70 años de edad.6 En México, de acuerdocon la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC, 2016) la prevalencia de hipertensión arterial es de 25.5%, de los cuales 40% desconocía que padecía esta enfermedad, por lo que se encontraban sin recibir tratamiento ni atención médica. De aquellos que conocían su diagnóstico de HAS, sólo 79.3% informó tener tratamiento farmacológico antihipertensivo.7 En hombres la prevalencia de HAS fue de 24.9%, de los cuales 48.6% ya había recibido un diagnóstico médico. En tanto que en las mujeres, la prevalencia fue de 26.1%, de las cuales 70.5% ya había recibido diagnóstico previo. ASPECTOS PSICOLÓGICOS RELACIONADOS CON LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA Diferentes estudios han demostrado evidencia de la relación que existe entre los aspectos psicológicos con el desarrollo y mantenimiento de la hipertensión.8-10 Entre los factores psicológicos modificables que se han asociado con más frecuencia con la HAS destacan: creencias irracionales, niveles elevados y constantes de ansiedad y respuestas emocionales de enojo o ira.11,12 El perfil psicológico de las personas con HAS, se caracteriza por un alto componente de ansiedad como rasgo de personalidad.12 Los individuos con un alto componente de ansiedad tienden a percibir un mayor número de situaciones como amenazantes a diferencia de los sujetos con niveles bajos de ansiedad. En consecuencia, los sujetos con altos niveles de ansiedad como rasgo de personalidad, se verán expuestos con mayor frecuencia a situaciones que les generen estados de ansiedad, lo que en última instancia supondrá una mayor y más frecuente activación fisiológica y por tanto, más probabilidad de desarrollar trastornos psicofisiológicos.13 Tal es el impacto de las variables psicológicas en el control del padecimiento, que en la actualidad en los algoritmos de la Guía de Referencia para el Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Arterial, se sugiere promover y propiciar un estilo de vida saludable con revaloración médica mensual, seguimiento y tratamiento farmacológico.14 PREVENCIÓN, TRATAMIENTO Y CONTROL DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (PROY-NOM-030-SSA2-2017), algunos factores de riesgo de padecer hipertensión que pueden ser modificables son el tipo de dieta, ingestión excesiva de sal, sedentarismo, sobrepeso y obesidad (índice de masa corporal [IMC] mayor de 25, perímetro abdominal mayor de 90 cm en hombres y mayor de 80 cm en mujeres), hipercolesterolemia, dislipidemia, hipertrigliceridemia, diabetes mellitus y consumo de alcohol y tabaco. En cuanto a los factores de riesgo no modificables se encuentra la edad y la historia de enfermedad cardiovascular en familiares de primer grado con inicio antes de los 55 años en hombres y de los 65 años en mujeres.5 Por lo tanto, de acuerdo con la (PROY-NOM-030-SSA2-2017), las acciones encaminadas a la prevención de HAS son: control de peso mediante un plan de alimentación correcta y de ejercicio adecuado, para la población general se recomienda un IMC de 18.5 a 24.9; la práctica del ejercicio físico de manera regular, se debe realizar durante 30 min continuos, por lo menos cinco días de la semana (progresivo hasta llegar a 150 min/semana) o incrementar las actividades físicas en sus actividades diarias (hogar, centros de recreación, entre otros); reducción del consumo de sal (a 6 g/día que equivale a 2.4 g de sodio ), ingestión adecuada de potasio, reducción en el consumo de alcohol.5 En la actualidad en México, tanto en la norma oficial PROY-NOM-030-SSA2-2017 como en las guías de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la HAS, se señala la participación del equipo interdisciplinario formado por nutriólogos, enfermeras, trabajadoras sociales, psicólogos y demás profesionales de la salud, como un elemento de gran importancia para la prevención y tratamiento de esta enfermedad.5 La sensibilización de la población a través del acceso a la información en salud que favorezca la prevención y la detección temprana es clave para el control de la enfermedad. La HAS es un signo de alerta importante que indica la necesidad de cambios urgentes y significativos en el estilo de vida. Las personas deben saber por qué el aumento de la presión arterial es peligroso, y cuáles son los pasos para controlarla. También deben saber que la hipertensión y otras condiciones médicas como la diabetes a menudo son comórbidas. La adhesión al tratamiento médico también es fundamental para el control de la enfermedad y se refiere al grado en el que la conducta del paciente coincide con la prescripción médica. Ésta involucra diversos comportamientos tales como: mantener un programa de tratamiento, asistir a citas de seguimiento, tomar de forma correcta el medicamento prescrito y realizar cambios que sean favorables en el estilo de vida. En estudios recientes, se han identificado algunos predictores de adhesión inadecuada al tratamiento antihipertensivo, los cuales sonla complejidad del esquema, duración del tratamiento, percepción de la gravedad de la enfermedad, relación entre paciente y el proveedor del servicio, apoyo social con el que cuenta el paciente, evitación como estilo de afrontamiento, abuso de sustancias y comprensión de la prescripción médica.15-18 Es importante mencionar que si los pacientes perciben que no pueden dominar la situación, tenderán a soportarla de forma pasiva; si, por el contrario, observan que pueden dominarla, tratarán de llevar a cabo una serie de conductas o procedimientos (conductuales o cognitivos) para reducir el nivel de ansiedad que la situación les produce.19 INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS EN PACIENTES CON HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA La evidencia señala de manera consistente la eficacia del enfoque cognitivo- conductual para fomentar una mayor adhesión al tratamiento médico. El enfoque cognitivo-conductual se centra en identificar y modificar los pensamientos, actitudes, creencias, emociones y conductas por aquellas que favorezcan en mayor medida la adhesión al tratamiento y el cambio en el estilo de vida.16 Las técnicas conductuales cuyo empleo se ha informado útil para favorecer la adhesión son: autorregistros, contadores de píldoras, bitácoras o diarios de medicamentos, monitoreo electrónico e instrumentos de medición de adhesión terapéutica con propiedades psicométricas adecuadas. Además de establecer una adecuada relación terapeuta-paciente, se debe trabajar en psicoeducación, automonitoreo, entrenamiento en control de ansiedad, actividad física, entrenamiento en solución de problemas, movilización de redes de apoyo social (delegar responsabilidades) y planeación de actividades placenteras.11 Diversos estudios han demostrado la efectividad de la psicoeducación, relajación, técnicas dirigidas a solución de problemas, ejercicio físico y automonitoreo en el manejo psicológico del paciente con HAS.10-12,19-25 El programa de intervención que se detalla a continuación está basado en una serie de intervenciones psicológicas que, de acuerdo con la evidencia científica, se respalda su efectividad. Esta intervención ya ha sido aplicada a pacientes diagnosticados con HAS. Se trata de una intervención breve conformada por seis sesiones de alrededor de una hora cada una. Debido a las características variables del contexto hospitalario, se plantea un programa flexible, que pueda ser adecuado en función de las demandas del contexto y de las oportunidades que se tengan para trabajar con el paciente; por lo que el número de sesiones y la duración de las mismas, pueden variar. El objetivo general del programa de intervención psicológica es favorecer la adhesión al tratamiento médico de pacientes con HAS. Se busca que los pacientes con este diagnóstico, ejecuten conductas de autocuidado acordes a lo prescrito por el médico, hasta bajar los niveles de la presión arterial. Para lograr que el paciente aprenda a regular sus niveles de presión arterial, se espera que él aprenda a solucionar problemas de forma sistemática, así comoestrategias de relajación y autocontrol del enojo, además de automonitorear sus niveles de presión arterial. De manera general el programa de intervención está dividido en tres fases que se describen y que se detallan en el material descargable. Fase 1. Evaluación pretratamiento El objetivo de esta fase es evaluar a los pacientes con diagnóstico de HAS para poder identificar los factores cognitivos, conductuales y emocionales que se encuentran involucrados, así como los estímulos bajo los cuales ocurren las conductas que obstaculizan la adhesión al tratamiento médico. En esta fase se establece una línea base para evaluar la efectividad de la intervención. Con este objetivo se propone utilizar los siguientes instrumentos: Entrevista cognitivo-conductual. La entrevista cognitivo-conductual se emplea para recolectar información general sobre las demandas del paciente, así como los aspectos potencialmente relevantes de la situación problemática presentadas por él, en contextos clínicos y de salud. Además proporciona una guía de referencia para recabar información de forma organizada y permitir al terapeuta analizar los datos para tener una mejor comprensión del caso. Se sugiere emplear el Inventario de Ansiedad de Beck para evaluar la ansiedad, existe una versión traducida al español y validada para población mexicana.26 Este inventario también ha sido utilizado de manera específica en pacientes con hipertensión por Riveros, Cortázar-Palapa, Alcázar y Sánchez-Sosa, 2005.25 Es un instrumento integrado por 21 reactivos con cuatro opciones de respuesta en escala tipo Likert, que evalúa síntomas de ansiedad. Toma de presión arterial. La presión se mide con un baumanómetro y el paciente debe registrar sus niveles en un formato de autorregistro. Fase 2. Tratamiento El tratamiento es una intervención breve, focalizada y flexible para poder adecuarse a las necesidades del ambiente hospitalario. Está basado en técnicas empleadas en el enfoque cognitivo-conductual y consiste en sesiones de psicoeducación (sobre la HAS, los factores de riesgo asociados, las complicaciones y los factores protectores); entrenamiento en relajación (respiración diafragmática y relajación muscular progresiva); entrenamiento en solución de problemas y regulación emocional enfocada en el enojo. Fase 3. Evaluación postratamiento La parte final de la intervención consiste en evaluar la efectividad de la misma, comparando los indicadores de adhesión al tratamiento médico que en este caso corresponde a las puntuaciones del inventario de ansiedad de Beck y los datos informados en los autorregistros; así como los cualitativos obtenidos de la entrevista cognitivo-conductual y la respuesta clínica referida por el paciente. Es importante mencionar que es posible emplear otras mediciones adicionales de adhesión terapéutica si se considera pertinente. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 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La asociación entre la obesidad y otras enfermedades metabólicas, también de alto impacto, como la diabetes, hipertensión, dislipidemias, cáncer o problemas respiratorios y articulares hacen que el manejo de la obesidad sea una parte integral del tratamiento. Distintos factores favorecen el desarrollo o mantenimiento del sobrepeso y la obesidad entre éstos las condiciones psicológicas o los síntomas de algunos trastornos mentales como el trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno por déficit de atención que con frecuencia están presentes en esta población y cuyos síntomas generan incremento en el peso, fatiga o pérdida de energía que fomenta el sedentarismo o inatención que genera ayunos prolongados y la consecuente ingestión abundante de alimentos.1 De acuerdo con el enfoque de la terapia cognitivo-conductual (TCC), el paciente con obesidad carece de estructura en sus hábitos de alimentación que conduce a sesgos en la percepción de saciedad y hambre que se manifiesta con atracones, con ingestión emocional o con picar alimentos a lo largo del día.2 Por lo anterior, distintos enfoques terapéuticos han evaluado su impacto sobre la modificación de los hábitos de alimentación y se ha informado que la TCC es la que ha tenido mayores efectos positivos a corto y mediano plazo.3 El objetivo de este capítulo es presentar una intervención grupal con base en la TCC; ésta fue diseñada a partir del método Beck para perder peso,4 se operacionalizó para su aplicación en sesiones grupales y su efecto se comparó con el manejo convencional en una clínica de obesidad y control de peso de la ciudad de México. Los resultados de esta intervención en el grupo piloto fueron positivos, logrando una mayor pérdida de peso a diferencia de la terapia convencional la cual consistió en sesiones de psicoeducación implementando técnicas generales de la terapia cognitivo conductual. El peso grupal perdido posterior a la intervención convencional fue de 0.75 kg y para el grupo que recibió la intervención con base en el método Beck fue de 2.65 kg. Lo anterior, representa una pérdida del peso total inicial de 0.74% para el grupo de intervención convencional y de 2.36% para el grupo que recibió la intervención con base en el método Beck y una pérdida de 0.9% del porcentaje de peso excedido para el grupo de intervención convencional y de 4.18% del porcentaje de peso excedido para el grupo que recibió la intervención con base en el método Beck. Además, se informó también un impacto favorable en los síntomas depresivos y ansiosos y en las conductas asociadas con la alimentación, así como en la calidad de vida de los participantes. A continuación, se describen los factores asociados con la obesidad y el impacto de ésta, su prevalencia en México y el mundo. Se precisan los aspectos psicológicos que se encuentran involucrados en el paciente con obesidad, se proporcionan consejos prácticos para los profesionales que atienden a esta población y por último, se presentan de forma didáctica en el material descargable. SOBREPESO Y OBESIDAD La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial caracterizada por un balance positivo de energía que ocasiona un aumento en los depósitos de grasa corporal y ganancia de peso. En su etiología se encuentran involucrados aspectos genéticos, ambientales y del estilo de vida. La evidencia científica ha identificado que, la ingestión de alimentos con alta densidad energética, de bebidas con azúcares adicionadas y el sedentarismo como factores asociados al peso excesivo.5 Antes se consideraba que la obesidad tenía una asociación directa con un mayor nivel socioeconómico; sin embargo, hoy en día, se ha informado que en el caso de los países menos desarrollados esta relación es inversa; es decir, que los individuos más pobres de estas naciones son los que presentan mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad.6 En México se ha informado una prevalencia más alta de obesidad en las mujeres, lo cual obedece también a otras condiciones de género, debido a que, ellas tienen un menor salario, mayor número de horas laborales y cuentan con menos oportunidades para conseguir un empleo a diferencia de los hombres con obesidad.7 Por otro lado, se ha documentado poco uso de los servicios de salud por esta población derivado del estigma social que generan los prejuicios negativos, los comentarios desagradables de otras personas incluyendo a proveedores de salud y que derivan en la exposición del paciente a situaciones vergonzosas que generan una evitación para asistir a los programas preventivos de padecimientos como el cáncer de mama y el cervicouterino.8 Además de considerarse a la obesidad como el principal factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, dislipidemias y enfermedades osteoarticulares.9,10,11 Distintos autores han documentado que la combinación de estas condiciones sociales y las consecuencias en la salud de los pacientes disminuye la calidad y expectativa de vida.12 Un estudio informó que en los últimos dos siglos se ha detenido el ascenso en la expectativa de vida a nivel global como consecuencia del aumento en la prevalencia de obesidad13 y se ha precisado que por cada 5 kg/m2 por arriba de 25 kg/m2 de índice de masa corporal (IMC) se incrementa el riesgo de mortalidad en 30%.14,15 EPIDEMIOLOGÍA DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD En el mundo, cerca de 1 400 millones de adultos padecen sobrepeso y 500 millones obesidad, siendo México uno de los países más afectados. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 201216 informó que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en personas mayores de 20 años de edad fue de 71.2%, lo cual representa 48.6 millones de personas afectadas. Además, informó una prevalencia mayor para el sobrepeso (38.8%) que para la obesidad (32.4%). Al realizar un análisis retrospectivo de las encuestas previas realizadas en 1998, 1999, 2000, 2006 y 2012, se identificó un incremento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en menores de cinco años, la prevalencia en años anteriores fue de 16.6% y aumentó a 33.6%; en los adolescentes se triplicó, pasó de 11.1 a 35.8% y en las mujeres adultas se duplicó de 34.5 a 70.6%. En niños mexicanos de edad escolar la prevalencia de sobrepeso y obesidad informada fue de 34.4%, lo cual representó a 5 664 870 niños con este problema de salud.1 El panorama no es alentador; la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, realizada
SIN SIGLA
Mauro Olivares Muñoz
UNAM
Principito Naranja
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