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Práctico Clase 7 Problemas Historia Americana -

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Práctico Clase 7						Problemas Historia Americana
Les dejo la consigna
Cuáles son las diferencias y semejanzas más importantes entre la revuelta de México, los acontecimientos en Nueva granada y los de Buenos Aires a fines del siglo XVIII y principios del XIX?.
Hasta el martes tienen tiempo.
Saludos
Javier
Desarrollo:
En el caso de Nueva España se da una situación de convulsión a partir de 1808 en clara coincidencia con los sucesos en la península luego de la invasión de Napoleón que abren una etapa nueva tanto en el centro del poder monárquico como en lo referente a la relación de ésta con sus territorios dependientes. Tutino hace mención concreta de los conflictos que en diferentes órdenes de la vida la Nueva España se van a suceder a partir de 1808 hasta conducir a un proceso independista abierto en 1821. El proceso mexicano va a evolucionar desde 1808 de diferente modo, incluso en muchos momentos de modo contradictorio, pero enmarcado en un claro momento de crisis monárquico y apertura de situaciones insurreccionales y de corte autonomista.
Para el autor es un proceso claramente revolucionario en muchos aspectos de la vida social el que se inicia en 1808 y perdura hasta 1821 con la independencia de dichos territorios. A pesar de ello, deja claro que en sus orígenes las insurrecciones no tenían características independentistas, sino mas bien un costado autonomista en diferentes aspectos sociales y hasta religiosos de regiones determinadas
Tutino considera que los primeros signos de rebelión fueron la expresión de Hidalgo que se insurrecciona en 1810 conformando una alianza entre sectores de las elites provinciales y pueblos descontentos con la situación general y que son derrotados en 1811 provocando con ello una desconexión entre ambos sectores que continuaron luchando de modo independiente entre sí. La revuelta de Hidalgo mostraba en su seno contradicciones claras entre la dirección que proclamaba su adhesión al rey depuesto y su derecho a ejercer la soberanía en su nombre, y por otro lado los sectores que se oponían a un sistema que privilegiaba la autoridad de los españoles radicados en Nueva España por encima de los pueblos locales. Si bien el intento de Hidalgo fue derrotado en 1811, Tutino considera que dejó huellas en la conciencia de los pueblos que permitieron que los procesos independentistas se aceleren.
En referencia a las semejanzas entre los procesos del Rio de la Plata, de la Nueva España y de Nueva Granada es claro que en todas las regiones se abre un tiempo de cambios y convulsiones autonomistas con la crisis monárquica iniciada en 1808 con la invasión francesa sobre España y su evolución irregular pero que indefectiblemente va a conducir a que los procesos independentistas se consoliden en el tiempo.
Las diferencias en estas regiones son marcadas en muchos aspectos: en la Nueva España existe una complejidad mayor en la formación de las fuerzas que van a “empujar” el proceso autonomista la existir una muy importante clase campesina que tiene una participación determinante en los sucesos de los primeros años del siglo XIX, así como una gran masa de pueblos originarios que inciden claramente en dicho proceso que conducirá a la independencia en 1821. En la región del Rio de la Plata la conformación social tiene características diferentes y el predominio de los grupos urbanos, fundamentalmente de la zona de Buenos Aires va a ser el motor del proceso emancipador en confluencia con sectores cultos portadores de las ideas que van a imponer las nuevas formas que asumirá la región. Di Meglio claramente afirma que los grupos subalternos de la plebe urbana no serán los que dirigirán el proceso independentista, sin embargo, serán una parte fundamental de él y tendrán una gran incidencia en hechos posteriores. La plebe se erigirá como un “nuevo actor” político y social de la mano del proceso revolucionario, aunque siempre bajo la dirección de una elite preocupada por garantizar el avance del proceso y convencida de la necesidad de cooptar a dicos sectores para acumular poder y dirimir diferencias ante enfrentamientos internos o externos. En el caso del Rio de la Plata, el mundo rural no tiene la incidencia ni la determinación al acelerarse un proceso de centralismo en Buenos Aires donde se dirimen las cuestiones centrales de la política, marginando en gran medida a sectores de regiones distanciadas notablemente.

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