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Anitra Lynn McLeod - Serie Coyotes de Rio Bravo 01 - Atrayendo a un compañero peligroso

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Serie Coyotes del rio bravo 
 
Atrayendo a un compañero peligroso 1 
 
 
 
 
 
 
Anitra Lynn McLeod 
 
 
 
 
 
2 
 
Sinopsis: 
 
Deseos peligrosos... 
 
 
 
Encontrar a un hombre desnudo, herido, y irresistiblemente sexy en 
su ganado impulsa la compasión de Marshal Roberts, pero cuando Elliot 
James afirma que tiene amnesia, la simpatía de Marshal se convierte en 
sospecha. Los problemas con un representante de la ley homofóbico tienen 
a Marshal pensando que la situación es una trampa. Decidido a obtener la 
verdad, Marshal toma a Elliot cautivo. 
Ser prisionero de Marshal no infunde miedo en Elliot. No cuando su 
prisión resulta ser la preciosa habitación del ranchero. Decidido a tener a 
Marshal, Elliot hace todo lo posible para atraer al vaquero sexy para 
reclamar su inocencia, sin darse cuenta del peligroso que su deseo desata. 
Impotente para resistir las poderosas fuerzas que tiran de ellos, 
Marshal reclama a Elliot como su compañero. Pero cuando su unión libera 
a sus bestias interiores, ¿podrán sus asombrosas transformaciones traer la 
paz o sólo provocar el caos mortal? 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
 
Advertencia: 
Todos los personajes y los acontecimientos en este libro son ficticios. 
Cualquier parecido con personas reales vivas o muertas es mera 
coincidencia. 
 
 
 
 
 
Dedicatoria 
A todos los lectores maravillosos que han tomado el tiempo para 
escribirme. 
¡Gracias! 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
Capítulo 1 
 
Marshal Roberts había visto muchas cosas en las setecientas mil 
hectáreas del rancho, pero nunca había visto a un hombre desnudo y 
escondido, dormir en un campo de hierba. Marshal se bajó de su caballo y 
se acercó al hombre con toda cautela. No parecía ser un peligro, pero nunca 
se sabía. ¿Qué clase de hombre cuerdo toma una siesta en un campo con 
cien mil cabezas de ganado corriendo en ella? Un hombre loco. O tal vez 
uno herido. Maldita sea. Cuanto más se acercaba, más le parecía a Marshal 
que el hombre -el hombre muy bien formado con cabello rubio sucio- 
estaba herido. 
Justo cuando Marshal se arrodilló para inspeccionarlo, el hombre 
abrió sus ojos. Señor, ten piedad. Nunca en su vida Marshal había visto a 
un hombre con los ojos ese color. Se clavaron, hipnotizándolo y parecían 
estar tirando el alma de su cuerpo. Eran de color verde pálido, pero no 
como cualquier verde con el que estaba familiarizado. No salvia o cazador, 
o incluso verde intenso. No, este hombre tenía un verde único para él. Un 
verde de otro mundo que era pálido, pero con un anillo oscuro alrededor 
del iris. 
─¿Estás bien? ─Marshal le ofreció su mano. Los hermosos ojos del 
hombre se abrieron y él se movió hacia atrás usando sus manos y pies. 
─¡Whoa! ¡Hey, yo no voy a hacerte daño. ─Marshal levantó las 
manos hasta los hombros con las palmas hacia afuera. No fue una reacción 
totalmente inusual para él. Dado que Marshal era alto y grande, la reacción 
instintiva de terror del hombre no era la primera que Marshal había 
encontrado─Estoy tratando de ayudarte. 
Él dejó de moverse hacia atrás, pero él no parecía menos asustadizo. 
 
 
5 
─¿Tienes un nombre? 
El misterioso hombre frunció el ceño como si estuviera pensando 
muy duro, pero él parecía incapaz de encontrar una respuesta, porque él 
negó con la cabeza con cara de preocupación. 
─¿No te acuerdas? 
Él simplemente miraba a Marshal con esos ojos muy vivos suyos. 
─Está bien. Bueno, ¿por qué no eliges un nombre?─Probablemente 
no significaría nada, pero el hombre sólo podría elegir su propio nombre y 
sin saberlo. 
─Me gusta el nombre de Elliot. 
─Entonces te llamaré Elliot. ─Porque no puedo llamarte " voz sexy 
", pero maldita sea, si pudiera, sería totalmente apropiado. 
Elliot sonrió sin mostrar los dientes, por lo que Marshal le dio ese 
mismo tipo de sonrisa. Cuanto más imitara al hombre, era más probable 
que Elliot podría permanecer calmado y dejaría que Marshal le ayudara. A 
partir de la experiencia de Marshal, sabía que era una técnica que 
funcionaba con ambos animales y seres humanos. 
─¿Te acuerdas de cómo llegaste hasta aquí? 
Elliot negó con la cabeza mientras miraba alrededor. Se tocó la parte 
posterior de la cabeza, hizo una mueca y cuando él retiró su mano había 
sangre. 
─Una lesión en la cabeza podría explicar tu condición. ─Marshal se 
levantó y los ojos de Elliot se agrandaron de nuevo. Marshal se dio cuenta 
de que estaba a punto de luchar de nuevo, pero se relajó cuando Marshal se 
dirigió a su caballo. De la alforja sacó un pañuelo verde y una botella de 
agua. Humedeció el paño, volvió a Elliot y luego se puso en cuclillas, 
entregándole la botella a Elliot– Bebe un poco de esto, pero poco a poco, 
¿de acuerdo? 
 
 
6 
─Gracias. ─Elliot cogió la botella y bebió. Él dejó escapar un 
suspiro de alivio ─Tenía la boca tan seca que me dolía. 
La boca seca podría ser simplemente la deshidratación o los efectos 
secundarios de drogas, pero Marshal no podía ni siquiera aventurar una 
respuesta en estos momentos. Los ojos de Elliot parecían claros a su juicio. 
No estaban enrojecidos o vidriosos, pero eso no significaba que no había 
estado fumando, comiendo o bebiendo algo la noche antes. Elliot parecía 
estar en algún lugar de sus primeros veinte años. Esa era aproximadamente 
la edad en que la mayoría se involucraba en la fiesta. Marshal nunca lo 
había hecho, pero él era la excepción y no la regla. 
─¿Puedo echar un vistazo a tu cabeza? ─Marshal levantó el pañuelo 
mojado ─Te puedo dar un poco de primeros auxilios. ─Y a ver si fue en 
una pelea o si fue una de las reses que lo lastimó. Aunque ambos 
escenarios parecían poco probable. El ganado no era del mismo tamaño, 
pero la mayoría pesaba alrededor 500 libras
1
. Si uno de ellos había pisado 
su cabeza, no estaríamos teniendo esta conversación. La única persona con 
la que Elliot estaría teniendo una discusión era con su creador. Una pelea 
parecía descabellada también, porque Elliot no tenía contusiones o cortes 
en los nudillos. Después de manejar un rancho con nada más que los 
hombres en él, Marshal conocía estrechamente las características de una 
pelea. Su único otro pensamiento era que los coyotes con los que había 
estado luchando casi desde siempre habían llegado a él, pero si lo hubieran 
hecho, no habría mucho de Elliot que quedara por examinar. Así que eso 
significaba que tenía que haber algo más. 
Elliot cabeceó y se inclinó hacia delante. Él pareció darse cuenta de 
repente estaba desnudo porque hundió sus manos hacia abajo para cubrir su 
genitales. 
─Está bien –le aseguró Marshal ─No sé lo que le pasó a tu ropa. Las 
buscaremos después de que le dé un vistazo a tu cabeza. ¿De acuerdo? 
─Está bien. 
 
1
 Aproximadamente 227 kg 
 
 
7 
Una palabra y lo que Marshal escuchó fue puro sexo. Tenía que sacar 
a su mente de ese camino de pensamiento. Ese pobre chico no necesitaba 
que un célibe ranchero se lanzara sobre él. Además, después de ver las 
mismas viejas caras días tras día, algunas por más de una década, Marshal 
estaba hambriento por encontrar un hombre para compartir su vida y su 
cama. Eso hizo que su reacción ante Elliot no fuera más que rápida. 
Marshal se acercó y examinó la parte de atrás de la cabeza de Elliot. 
Había un hilo de sangre que aún fluía, pero la mayor parte estaba cubierta 
con tierra y briznas de hierba de donde había terminado en el campo. 
─Voy a presionar el paño para limpiar un poco del lío. ¿De acuerdo? 
─Está bien. 
Tras quitar un poco de la sangre seca del golpe, Marshal vio un corte 
considerable en la parte superior de un bulto que se estaba poniendo azul 
púrpura oscuro, indicando que el golpe había ocurrido hacía poco. Miró el 
reloj. Eran apenas las diez de la mañana, así que pensó el golpe tuvo que 
haber sido hecho ayer por la noche alrededor de las diez. 
─Manténesto en tu herida. –Marshal levantó la mano de Elliot para 
que pudiera presionar el paño mojado en la cabeza. Se resistió hasta que 
Marshal dijo– Yo no voy a mirar tus trastos. Voy a mirar alrededor por tu 
ropa. –Y huellas de neumáticos o algo para indicar cómo diablos se las 
arregló para entrar en el centro de mi campo. 
Elliot dejó de pelear y se apoderó del pañuelo. 
Marshal se levantó y miró alrededor de la zona. No vio ningún pasto 
aplanado de las ruedas de automóviles. No vio ninguna ropa. Infiernos, por 
todo lo que podía decir, era como si Elliot había caído directamente del 
claro cielo azul. 
A punto de lanzar algunas preguntas más puntiagudas a Elliot, 
Marshal vislumbró su trasero en la tierra. Maldita sea, pero tenía un culito 
perfecto. Agradable y apretado cómo el que a Marshal le gustaba que su 
compañero tuviera. Como beneficio adicional, el trasero de Elliot estaba 
 
 
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liso sin ninguna línea de bronceado. 
Después de levantar su sombrero de paja, Marshal se rascó la frente 
para eliminar el sudor y lo reajustó mientras contemplaba cómo estaba 
Elliot bronceado. Su cuerpo entero estaba del mismo tono bañado por el sol 
desde la punta de las orejas a los dedos de los pies. Marshall pasaba la 
mayor parte de su tiempo al aire libre, pero él tenía líneas de bronceado por 
todas partes y de las diferentes longitudes de las mangas de camisa y el 
hecho de que nunca iba sin pantalones por lo que su mitad inferior era 
cegadoramente blanca en comparación con la parte superior del cuerpo. 
─¿Ves algo? ─Preguntó Elliot. 
Veo un culo que me encantaría haber inclinado sobre mi cama 
conmigo de pie, desnudo detrás de él. Una absolutamente perfecta visión 
de Marshal contemplando el trasero de Elliot en su habitación iluminada 
por la luna le aturdió. Fue como si él fuera un clarividente y estaba viendo 
lo que iba a pasar. Esta visión, o lo que fuera, no era más que una fantasía o 
un lujurioso pensamiento que se volvió visual. Esto era algo que iba a pasar 
sin importar lo que Marshal hiciera. Cuando consideró la idea, no podía 
decidir si estaba predestinado, suerte o algo tan patéticamente triste como 
una ilusión. 
Cuando Marshal no respondió de inmediato, Elliot volvió la cabeza y 
alzó la vista hacia él. 
Los ojos de otro mundo parecieron ver a través de Marshal de su 
dura fachada y del núcleo donde el corazón de malvaviscos se escondía. 
Marshal juró que Elliot vio su anhelo, su soledad, y respondido con de su 
propios anhelos dolorosos. No hablaron una palabra, pero la verdad parecía 
brillar entre ellos, que ellos dos eran de la misma especie. 
Marshal le ofreció su mano. 
─Ven conmigo. Te llevaré hasta la casa y haré que Doc te eche un 
vistazo. 
 
 
9 
─¿Doc? 
─Su nombre es Spencer, pero todo el mundo lo llama Doc. Quiero 
decir, que es un vaquero, pero también es un médico. Este es un rancho de 
buen tamaño, así que cada uno tiene una doble función, pero Spencer es un 
genuino medico y todo. –Marshal retiró su mano cuando se dio cuenta de 
que Elliot no se estaba agarrando, probablemente porque él estaba 
balbuceando. Marshal quiso tranquilizar a Elliot de que no lo arrastraba de 
vuelta a la casa principal para cometer actos desagradables sobre él. Tan 
pronto como él pensaba eso, sin embargo, vio otra perfecta visión de sí 
mismo de pie detrás Elliot, mirando a su perfecto culo en su dormitorio. 
Elliot ladeó la cabeza y sólo consideró a Marshal con una expresión 
en blanco en su hermoso rostro. 
Marshal se lanzó a otra explicación. 
─Doc “Spencer” está aquí por la misma razón todo el resto de 
nosotros. –Sus jornaleros eran aproximadamente la colección más loca de 
inadaptados en el condado. 
─¿Y por qué es eso? ─Preguntó Elliot en voz baja. 
─Ninguno de nosotros parecía pertenecer en ningún otro sitio. –
Marshal se dio cuenta que probablemente le hacía parecer menos fiable en 
lugar de más. 
─A mí me parece que un hombre con un nombre inventado y sin 
ropa se adapta bien –Elliot ofreció su mano. 
Sonriendo abiertamente, Marshal agarró la mano de Elliot para 
levantarlo, lo cual hizo, pero el sentimiento que se lavó a través de él alargó 
el momento en el tiempo. Elliot se levantó y Marshal comprendió que era 
de la altura perfecta para él. Con seis pies ocho
2
, a Marshal le gustaban los 
hombres que eran aproximadamente de seis pies
3
 de altura, porque podría 
 
2
 Aproximadamente 2.07 m. 
3
 Aproximadamente 1.80 m. 
 
 
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descansar su cabeza sobre suya. Él no tenía ni la menor idea de por qué le 
gustaba hacer eso, pero lo hacía. Elliot era exactamente seis pies de alto, así 
que cuando él se adelantó y se pegó contra Marshal, él era capaz de frotar 
su barbilla sobre el pelo rubio sucio de Elliot. Era suave y cosquilleo en su 
cuello, haciéndole sonreír. Elliot olía como la luz del sol. Y entonces le 
pareció a Marshal que también olía a lágrimas. 
Marshal retrocedió. Tenía miedo que hubiera forzado el abrazo en 
Elliot de alguna manera, pero no había ningún miedo o lágrimas en sus 
ojos. Elliot observó a Marshal y sonrió. Todas las paredes que Marshal 
habían construido para protegerse parecieron explotar en polvo. Elliot tenía 
la más hermosa sonrisa que había visto alguna vez. Infiernos. Tal vez sólo 
necesitaba tener sexo. Eso era toda esta atracción potente. ¿Cuánto tiempo 
había pasado desde que había hundido su polla en un dulce y estrecho culo? 
Demasiado mucho tiempo. Tenía la impresión de que si podía ver imágenes 
del futuro tal vez podía oler las cosas, también. Como aquellas lágrimas. La 
idea de herir a Elliot con su lujuria causó que Marshal se alejara de él. 
Así sea la última cosa que haga, voy a mantener mis manos lejos de 
él. 
Cuando Marshal retrocedió, la sonrisa de Elliot dejó su cara tan 
rápido que Marshal se sorprendió que no hiciera un soplo en la suciedad 
cuando golpeó el suelo. 
–Déjame ver si tengo algo para que uses. ─En lugar de tranquilizarlo, 
lo que probablemente no funcionaría, Marshall se volvió hacia su caballo. 
Necesitaba un momento para recoger sus pensamientos. Por lo tanto, abrió 
su bolsa y buscó a través de ella a pesar de que sabía que no había nada que 
Elliot podría usar. Marshal se colocó de espaldas, esperando como el 
infierno que su agudo, repentino y mejor dicho sobresalto de deseo por 
Elliot disminuyera. Había sido mucho tiempo desde había estado con 
alguien, pero esto no le daba permiso para tomar ventaja de un inocente. 
Oh, hombre, pensó Marshal, cerrando sus ojos. Por eso tenía esta 
atracción conductiva y, al mismo tiempo un convincente miedo. Marshal 
 
 
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no sabía si era algo en él que atraía a los vírgenes o algo en él que lo hacía 
subconscientemente buscarlos. De cualquier manera, más que unos 
inocentes habían aterrizado en su camino, luego de que los llevó a sus 
brazos y en última instancia a su cama. Y siempre, sin falta, la relación 
terminó mal. 
No importa lo que Marshal dijo o hizo, no parece tener una última 
conexión. No sabía lo que estaba mal con él o incluso si la culpa recaía en 
él. Durante la última década se había vuelto determinado a convertir el 
rancho de su familia en un negocio próspero. La única manera de hacerlo 
era ignorar sus necesidades y centrarse totalmente en la hacienda. Su 
intensidad había bombeado las cuentas del rancho del rojo y casi en el 
negro pero dejado su cama tan vacía que el dolor era casi insoportable. Si 
no fuera por sus interludios frecuentes con su mano derecha, solo Dios 
sabía qué tipo de monstruo estresado habría llegado a ser. 
 Ahora que estaba a punto de obtener una medida de seguridad y 
obtener una ganancia, sería lógico que el universo lanzara un hombre en su 
camino. Este era el peor momento para tratar de forjar una relación 
romántica. O una sexual. Infiernos. En el momento actual él estaba dudoso 
acerca de hacer un nuevo amigo. 
Dado queMarshal no tenía nada que Elliot podría usar, pensó que le 
daría su camisa. De esa manera estaría mayormente cubierto. Teniendo en 
cuenta que Marshal tenía unas buenas ocho pulgadas en él, los faldones de 
la camisa debería cubrir su culo y se cortó fuera del pensamiento delante de 
Elliot. Él sólo había mirado lo suficiente como para notar que el hombre 
estaba desnudo, pero no se había torturado a sí mismo con cualquier detalle 
más allá de eso. ¿Por qué molestarse cuando mirar no iba a llevar a ninguna 
parte? 
─Yo no tengo nada de ropa extra conmigo, pero te doy mi camisa 
─Marshall abrió los ojales y se desabrochó la camisa de chambray
4
 
polvorienta, tiró de las puntas en sus vaqueros y luego la deslizó de sus 
 
4
 Se trata del tejido vaquero en versión más ligera y más suave. 
 
 
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hombros. Se dio la vuelta y se la ofreció a Elliot, que tenía la expresión más 
abandonada en su rostro. 
Elliot parecía un hombre que había sido desechado tantas veces que 
sólo esperaba que volviera a ocurrir. En sus ojos se mezclaban tristeza y 
expectativa de exactamente lo que él estaba haciendo: rechazarlo. La 
expresión en su cara absolutamente rompió el corazón de Marshal. 
─Voy a ayudarte, Elliot. Te lo juro. 
Elliot asintió, pero no dijo nada mientras deslizaba su brazo 
tembloroso a través de la manga. Él temblaba tanto que terminó dejando 
caer la camisa y se estremeció, como si Marshal fuera a golpearlo por dejar 
que la ropa se cayera. 
─Oye, está bien. En serio. Es evidente que has pasado por algo muy, 
muy traumático. –Acosado en su afán de tranquilizarlo, Marshal se inclinó 
para coger la camisa maltratada y se encontró con la polla de Elliot 
prácticamente en su cara. Incapaz de ayudarse, Marshal respiró un suspiro 
de deseo. La polla de Elliot era larga, gruesa, circuncidada y 
completamente sin pelo. Cuando Marshal realmente miró la mitad inferior 
de Elliot, él se dio cuenta de que no tenía ningún pelo en él en ninguna 
parte, excepto por encima de su nariz. Como Marshal siguió mirando y 
respirando en él, la polla de Elliot se endureció, lo que sólo hizo que 
Marshal emitiera un gruñido de anhelo. Desesperado por controlarse a sí 
mismo y hacer lo honorable, Marshal agarró la camisa y se levantó. 
─No puedo evitarlo –dijo Elliot en voz baja ─Eres apuesto. 
─Y he estado respirando en tu polla. ─Gracias, capitán Obvio. 
Claramente avergonzado, Elliot bajó la cabeza ocultando su rostro. 
Marshal pensaba que necesitaba más café o tal vez una sólida 
bofetada en la cara para despertarlo de este lugar extraño. Él sacudió el 
polvo de la camisa. No es que eso sacara todo lo que estaba sucio, pero lo 
hizo más para darse a sí mismo algo que hacer. Cuando él se movió 
bruscamente, su caballo relinchó e hizo un pequeño baile de lado hasta que 
 
 
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se calmó. 
─Deja que te ayude, ¿de acuerdo? ─Marshal levantó la camisa y 
ayudó a Elliot a deslizar sus brazos en las mangas. Una vez que colgaba a 
través de sus fuertes hombros, Elliot se dio la vuelta. Mientras Elliot 
enrolló las excesivamente largas mangas, Marshal comenzó enlazando los 
botones diminutos, translúcidos que parecía deslizarse contra sus callosos 
dedos. 
─Lo siento. ─Marshal dijo cuando él falló el mismo botón, el justo 
por encima de la cintura de Elliot, tres veces. Cuando lo agarró, él acarició 
con un dedo directamente a través de la punta de la polla de Elliot. Como 
una virgen temblorosa, Marshal brincó atrás tan rápidamente que asustó a 
su caballo. 
Pero en lugar de ofenderse, Elliot se rió. 
─¿Ha intentado morder? 
─¿Qué? –Marshal se rió. Maldita sea, pero su pene estaba tan duro 
ahora que estaba tratando de subir y golpear en la parte posterior de la 
hebilla de su cinturón. 
─Está bien que no seas gay. ─Elliot se reunió con su mirada y 
después la desvió ─En serio. Pero no puedo ayudar al hecho de que yo lo 
soy o el hecho que eres realmente, realmente… ─su mirada en Marshal de 
nuevo para un milisegundo después mirar al suelo ─guapo. 
Ya que Marshal estuvo de pie completamente golpeado por la simple 
pero sentida declaración de Elliot, Elliot terminó de abrochar la camisa. 
Nadie alguna vez había dicho que Marshal era atractivo, no así, por lo 
menos. Era encantador, desarmándole y luego recordó que juró que no le 
haría daño a este hombre. El propio Elliot le dio a Marshal la salida que 
necesitaba diciendo que creía que Marshal no era gay. Eso le dio a Marshal 
la cubierta perfecta para evitar involucrarse. Así que en lugar de corregirlo, 
Marshal asintió con la cabeza, pero se dio cuenta de que Elliot seguía 
mirando hacia abajo. 
 
 
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─Vamos, vamos a limpiarte y que te chequeen ─Marshal enganchó 
su pie en el estribo, levantándose balanceó su pierna sobre el cuerpo de su 
caballo y luego se asentó. La silla tipo ranchero era grande, pesada y tenía 
un asiento pulido duro para el uso de todo el día. Aunque ahora mismo con 
su erección ondulada por sus vaqueros el asiento fuera todo menos 
cómodo. 
Elliot tuvo que estirar el cuello para mirar a Marshal a los ojos. 
Como un hombre alto en la cima de un gran caballo, Marshal pensó que 
debía parecer bastante malditamente intimidante. 
─Desliza tu pie en el estribo. Te ayudaré a tirar el resto del camino. 
Después de morder su labio inferior, Elliot lo hizo según las 
instrucciones. Con muy poco esfuerzo, Elliot estaba ahora sentado en el 
regazo de Marshal de modo que él no montaría en el cuerno de la silla de 
montar. Esto fue bueno para Elliot pero un desastre para Marshal. El culito 
perfecto de Elliot ahora estaba presionando justo contra polla ya dura de 
Marshal, por lo que estaba más duro de lo que estuvo alguna vez. 
─¿Estás listo? ─Marshal le preguntó, esperando muchísimo que su 
tensión no se mostrara en su voz. 
–Sí. 
Marshal taconeo a su caballo y ellos se pusieron en marcha. 
─¿Has estado en un caballo antes? 
─No lo sé, pero no lo creo. 
 ¡Oops! Marshal se había olvidado que la memoria de Elliot se 
estropeó. Con cada paso de su montura, Elliot se frota contra polla de 
Marshal. Calculando rápidamente, estaba tratando de decidir si él volaría su 
carga en el momento que llegaron a la casa principal. Si cada sacudida de 
su cuerpo de lado a lado era considerado un golpe, ¿cuántos movimientos 
llevaría a hacer que su polla palpitante entrara en erupción? Dividiendo la 
distancia de tres km por el promedio de pasos su caballo, los dulces bollos 
 
 
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de Elliot lo llevarían a un accidente cerebro vascular. 
─¿Estás bien? ─Preguntó Elliot. 
─Sí. ─Marshal mantuvo la respuesta corta, porque algo más revelaría 
el grado de su angustia. 
─Estás respirando muy duro. 
─Yo estoy… ─pensando en todas las maneras en que podría 
montarte– Estoy corriendo algunos números de matemáticas en mi cabeza. 
Me hace respirar con fuerza, supongo. 
─Oh. ¿Números sobre qué? 
De ninguna manera iba a decirle la verdad, que estaba tratando de 
distraerse de sus pensamientos sexuales convirtiéndolos en una ecuación de 
álgebra, algo que había aprendido en la escuela secundaria. Así que en 
cambio, Marshal dijo: 
─Cada pocos meses rotamos el ganado de una parte del rancho a otro 
con la hierba más larga y estoy pensando ¿Cuánto tiempo esta parte durará? 
─Puesto que sólo se habían trasladado a gran parte del ganado aquí hace un 
mes, todavía tenían mucho tiempo antes de que se les movieran 
nuevamente. 
─¿Quién habría imaginado había matemáticas involucradas en el 
funcionamiento un rancho ganadero? 
─Es un rancho moderno. Ni siquiera marcamos nuestro ganado. 
─¿No? 
─No. Utilizamos una etiqueta en la oreja que tiene un microchip. Es 
menos invasiva y en realidad nos permite ahorrar dinero a largo plazo. 
─Cuanto más hablaban, Marshal fue capaz de calmar su respiración y 
cambiar su enfoque. De repente, se dio cuenta que podía simplemente 
haber pedido ayuda. Como un ranchomoderno, tenían teléfonos celulares. 
Pero ya era demasiado tarde. Si él los bajaba a ambos fuera de su montura 
 
 
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y pescaba alrededor por su teléfono, Elliot sabría que algo andaba mal. Así 
que Marshal empujó hacia adelante, tratando de distraerse de la sensación 
del cuerpo de Elliot perfectamente moldeado contra el suyo. 
─¿No podría alguien sólo cortar la etiqueta de oreja? 
─Supongo que sí. Pero habría un agujero en la oreja que sería 
bastante revelador. –Marshal alivió su caballo hacia la carretera que dividía 
el valle de Rancho Rough River
5
– Además, los ladrones intentarían alterar 
las marcas también. 
─¿Alguna vez ha tenido ladrones por aquí? –Elliot miró a su 
alrededor lo que movió perfecto culo, reviviendo la polla de Marshal y 
chupó sus labios fruncidos. 
─No…no…uh. –Marshal dejó de hablar cuando él aumentó el ritmo 
de su montura, con la esperanza de que la velocidad añadida lo llevara a 
casa antes de que él llenara de crema el trasero inocente de Elliot ─Soy 
dueño de todo el valle y mis hombres llevan a cabo controles aleatorios, 
por lo que es muy poco probable que alguien lo intentara. 
─¿Eres dueño de todo esto? ─Elliot miró a un lado de la lomas de 
piedra arenisca a la otra. 
─Sí. La tierra de la familia. Transmitida de generación en 
generación. 
─¿Cuántos? ─Elliot se movió un poco y le quitó todo los intentos de 
Marshal de calcular nada. Por el momento, no era seguro de que podía 
recordar de su misma edad. 
Cuando recordó que tenía treinta y cinco años, Marshal trató de 
deslizarse atrás sin llamar la atención hacia sí, pero todo que hizo fue 
asentar totalmente a Elliot contra su polla. ¡Joder! Ahora los golpes de atrás 
y hacia adelante también tenían un poco de los componentes hacia arriba y 
hacia abajo. Si Marshal cerraba sus ojos, podía fácilmente imaginar que él 
 
5
 Se deja el original por ser el nombre del lugar. Pero sería Rancho Rio Áspero. 
 
 
17 
estaba dentro del dulce, inocente y absolutamente fantástico culo de Elliot. 
Si no paraba, se iba a venir. Solo no había vuelta de hoja. 
─¡Whoa! ─Marshal tiró de las riendas. Como el bien entrenado 
animal que era, el caballo debajo de ellos se detuvo y esperó pacientemente 
cuando Marshal bajó a Elliot al suelo y luego se bajó él mismo. 
─¿Qué pasa? 
─Tengo que consultar con alguien. ─Marshal sacó su celular de su 
alforja. 
─El vaquero moderno con un teléfono celular. ─Elliot sonreía y 
parecía tan bueno con la camisa de Marshal que quería cambiar de vaquero 
a cavernícola y sólo tirarlo encima de su hombro ─¿Por qué simplemente 
no lo hiciste mientras cabalgamos? 
─Yo no podía llegar a la alforja. ─Eso era la verdad mayormente. El 
verdadero problema era que para llegar de nuevo tendría que moverse 
alrededor de Elliot en su vuelta, y Marshal simplemente no podía manejar 
más presión de la que él había ya recibido de la proximidad de Elliot. 
Dándose la vuelta Marshal llamó al Doc. Después de un poco de 
quejas, ya que hoy era el día libre del hombre, Doc escuchó la situación. 
─Has encontrado a un hombre en el heno, ¿eh? Sólo tú, Marshal. 
Sólo tú serías tan afortunado. 
─Suerte no es la palabra que usaría. ─Marshal lanzó una mirada a 
Elliot, pero estaba lo suficientemente lejos que probablemente no podía oír 
la conversación– Trae tu bolsa para su lesión en la cabeza y trae un par de 
los pantalones de Dooley. 
─¿El niño está desnudo? 
─El hombre. El joven está desnudo. Bueno, él estaba desnudo hasta 
que le di mi camisa. Estamos fuera cerca del pasto recién removido. ─El 
día de hoy, sus hombres estarían sembrando, pero no habían salido aún. La 
mirada de Marshal se detuvo en Elliot, y se dio cuenta de la mirada de 
 
 
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Elliot estaba clavada a su pecho ─Y me traes otra camisa. 
Elliot frunció el ceño y se dio la vuelta, obviamente avergonzado por 
haber sido sorprendido mirando fijamente. 
Marshal colgó. Él deslizó su teléfono en la alforja. 
─Dijiste que me ibas a ayudar. ─La voz de Elliot estaba 
completamente abatida. 
─Lo estoy. 
Elliot se reunió con su mirada. 
─Me estás arrojando a tu médico. 
─Hey, no… quiero decir, lo estoy, pero… ─Marshal resistió las 
ganas de tirar de él a sus brazos ─es sólo que Doc puede arreglarte la 
cabeza y asegurarse de que no tienes una discusión, me refiero a una 
conmoción cerebral. Si tienes una, tal vez no deberías estar saltando hacia 
arriba y hacia abajo sobre un caballo. ─O mi regazo. O mi polla. Pero si te 
acuesto cuidadosamente hubiera podido tenerte sin lastimarte. Marshal 
sacudió su cabeza tan bruscamente que casi arrojó su sombrero ─Sólo 
quiero que Doc te eche un vistazo antes de ir más lejos ─lejos ─hacia la 
casa. 
─¿Pensé que dijiste que estabas consultando con alguien? 
─Lo hice. Comprobé con Doc. 
─¿Y tú? 
─¿Yo? 
─¿Qué vas a hacer cuando Doc venga aquí a llevarme de tus manos? 
Probablemente voy a encontrar un lugar donde pueda darme un 
final feliz épico mientras fantaseo contigo. Eso fue lo que Marshal pensó, 
pero lo que dijo era una pizca diferente. 
─Tengo que terminar con la línea de la cerca y asegurarme de que el 
 
 
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ganado tenga acceso claro al río. Es algo que se tiene que hacer sobre una 
base regular. ─¿Por qué en el mundo le hizo sentir que tenía que excusarse 
con Elliot? Si pudiera sólo tener cinco minutos a solas con su mano derecha 
podría calmarse, dejando caer unas dos docenas de escalones y se acercaría 
a esta situación con una cabeza mucho más clara. Teniendo en cuenta lo 
grande y aislado de su tierra y cómo de pronto la excitación podía golpear, 
Marshal se había masturbado al aire libre más de una vez. Nada se sentía 
mejor que se inclinarse hacia atrás con la polla en la brisa y encontrar 
satisfacción. 
Después de su gran chorro de información, todo lo que Elliot hizo 
fue asentir. 
─Sólo me tengo que asegurar que la cerca es fuerte. Sin ningunas 
rupturas. No es que toda la tierra está cercada desde que los cerros de 
arenisca forman una barrera natural para mantener el ganado refrenado… 
contenido. ─Maldición, estaba balbuceando otra vez. Él siempre 
comenzaba mezclando las palabras cuando estaba nervioso ─Sólo hay un 
camino de entrada y salida –en su mente destelló la sensación del culo de 
Elliot y su deseo de tener su polla entrando y saliendo ─del valle. 
Una vez más, después de todo eso Elliot se limitó a asentir. 
Marshal divagó hasta que Doc apareció en la maltratada camioneta 
Ford azul clara para salvarlo de sí mismo. Alto y delgado, Spencer "Doc" 
Hall era un hombre estudioso y tímido, pero también tenía un fuerte 
sentido de humor. La mayor parte de las bromas que se jugaban salían de 
su cerebro. Doc en realidad no las llevaba a cabo. Conseguía que otros 
hicieran el trabajo sucio, pero las ideas eran casi siempre de él. 
─Entonces, ¿qué tenemos aquí? ─Doc esbozó una sonrisa maliciosa 
a Marshal luego hizo una mueca cuando dio un buen vistazo a la parte 
posterior de la cabeza de Elliot ─Pobrecito. Déjame ver lo que te pasó. 
Con un um, un zumbido y una serie de tsks, Doc toco suavemente 
con cuidado y pinchó, entonces pronunció que Elliot estaba relativamente 
bien a pesar de la lesión en la cabeza. Cuando se le preguntó acerca de lo 
 
 
20 
que causó el golpe, Doc se encogió de hombros y dijo que podría ser casi 
cualquier objeto contundente. 
─¿Te duele en cualquier lugar, además de tu cabeza? ─Por la forma 
en Doc se lo preguntó, Marshal tuvo la idea de que él estaba preguntando si 
Elliot había sido violado. La sola idea enfureció a Marshal mas allá de lo 
que él pensaba que era razonable. Sólo la idea de que alguien cualquiera 
aprovechándose de Elliot empujaba cada botón caliente que Marshal 
poseía, pero no tenía ni idea de por qué. No era como si fuera el dueño del 
hombre, ni nada. 
─Estoy bien. Quiero decir excepto que no recuerdo la noche pasada. 
No parezco tener ningunaotra marca en mí en cualquier lugar. ─Elliot miró 
a Marshal para la confirmación de que el resto de su cuerpo estaba sin 
tocar. Marshal asintió antes de darse cuenta de que lo que Elliot estaba 
realmente haciendo, se aseguraba de que Marshal le había estado mirando 
la espalda mientras él estaba desnudo. El asentimiento de Marshal lo decía 
todo, pero ahora ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto. 
─Es un golpe muy importante. ─Doc regresó a su equipo en su 
bolsa. 
─Así que entonces probablemente debería ir en la camioneta contigo 
¿no? ─Marshal asintió enfáticamente con la esperanza de que Doc captara 
su necesidad de poner cierta distancia entre él y Elliot. 
─Pues no. ─Doc se negó a leer la silenciosa señal de Marshal. Lo 
entendió, pero él simplemente prefirió ignorarlo. Doc arrojó a Marshal una 
camisa en la que obviamente no cabría ─Él está bien contigo. ─Doc luego 
le entregó un par de pantalones de Dooley a Elliot. Para que los dos se 
vistieran, Elliot iba a tener que quitarse la camisa de Marshal. Ver más de 
su elegante y fuerte cuerpo probablemente lo mataría. 
Elliot positivamente brilló ante la idea de regresar a caballo con 
Marshal. 
─Yo sugiero, sin embargo, que vayan con una velocidad reducida de 
 
 
21 
nuevo. Sólo para estar en el lado seguro. ─Doc meneó sus cejas. 
Antes que Marshal pudiera protestar otra vez y sugerir que Elliot 
montara en la camioneta, Doc se puso al volante y luego se fue. Marshal 
juró que lo oyó reír. A pesar de sus mejores esfuerzos, Marshal no tuvo 
más remedio que volver a su caballo y llevar a Elliot en su regazo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
22 
 
Capítulo 2 
 
Elliot podría haber tirado de los pantalones prestados al amparo de la 
enorme camisa de Marshal, pero ¿por qué debería, cuando se estaba 
haciendo cada vez más evidente que Marshal se sentía atraído por él? Elliot 
no podía recordar mucho, pero recordaba el dolor vacío de estar solo. Fijar 
su mirada en Marshal fue una tarea seria, ya que el hombre parecía un poco 
peligroso. Él no era malo ni nada, sólo que con su construcción fuerte y su 
clara renuencia a presionarse contra Elliot... Marshal empujó algo en Elliot 
para reclamar al hombre. Sólo el hecho de que Marshal parecía decidido a 
resistirse hizo que el hambre de Elliot creciera cada vez más. Elliot no 
recordaba nunca rendirse ante un desafío. Él lo deseaba. Simple y 
llanamente y Elliot iba a hacer todo lo posible para hacer suyo al sexy 
ranchero. ¿Cómo podría no estar completamente fascinado con su poderosa 
forma y sus ojos turquesa? 
Después de sentir la dureza de su tensa polla contra sus vaqueros 
desteñidos, Elliot decidió que su evaluación apresurada de que Marshal no 
era gay era un error. Nunca había sido tan feliz de estar equivocado. O al 
menos no creía que alguna vez había estado tan alegre de estar en un error. 
Era difícil de decir cuando no podía recordar exactamente las cosas. Todo 
lo que tenía eran vagas impresiones y un sólido sentido de quién era como 
persona. Una cosa que sabía con certeza era su orientación. Tan pronto 
como él había abierto los ojos y vio a Marshal, había sabido que era gay. 
Marshal era, al menos, de seis pies con ocho y probablemente cerca de 300 
libras
6
 la mayoría de ellas músculos. Su pelo negro estaba cortado corto, 
pero en la parte superior tenía un pequeño remolino en el lado derecho, 
Elliot lo había notado sólo cuando Marshal se quitó su sombrero para 
reacomodárselo. Sus ojos eran de color azul turquesa que podrían destellar 
 
6
 Aproximadamente 138 kg. 
 
 
23 
en una suave comprensión a ricamente sensual en el lapso de un parpadeo. 
Elliot sintió una conexión profunda con el vaquero que no podía ser 
explicado por algo ordinario. Elliot intuitivamente sabía que había una 
razón por la que estaba aquí y una base sólida para su atracción inmediata 
hacia Marshal. Todo lo que tenía que hacer ahora era capturar el interés de 
Marshal. Lo cual era probablemente un infierno mucho más fácil decirlo 
que hacerlo teniendo en cuenta cómo Marshal estaba haciendo todo lo 
posible para tratar de poner un poco de distancia entre ellos. Elliot no creyó 
su explicación acerca de llamar al Doc ni por un momento. 
─Aquí. Supongo que no necesitaré esto más. ─Elliot lenta y 
deliberadamente deshizo todos los botones que Marshal había tan 
cuidadosamente abrochado. Al mantener la cabeza inclinada hacia abajo, 
Elliot dio la impresión de que él no estaba mirando a Marshal mientras se 
desnudaba, pero lo estaba. Marshal mantuvo su mirada fija a cada 
movimiento que Elliot hizo. Cuanto más bajo iban sus manos en los 
botones, la respiración de Marshal más inestable se hacía. Cuando Elliot 
llegó al último Marshal se relamió los labios como si estuviera hambriento 
por la revelación. Para burlarse de él, Elliot se encogió de hombros para 
quitarse la prenda sin dejarse ver. Una vez que Marshal dio un gruñido 
frustrado, Elliot dejó que la camisa se separara justo en el centro de su 
cuerpo. Marshal dejó escapar un suspiro y movió sus caderas. Era sutil pero 
seguía siendo un claro indicador de su interés. 
Una vez Elliot había tomado la camisa, se la ofreció a Marshal. 
─Te la cambio. 
Las cejas de Marshal se elevaron tanto que levantaron su sombrero. 
─Por la camisa que Doc te dio. Quiero decir, puedes tratar de 
ponértela, pero estoy bastante seguro de que no cabrás. ─No con el enorme 
pecho de Marshal. Sus brazos eran más oscuros que el resto de su pecho, 
pero no por mucho. Su pecho aún estaba muy bronceado y sexy, lleno con 
todos los músculos. 
Después de mirar la camisa en la mano como si se hubiera olvidado 
 
 
24 
por completo, Marshal se la entregó y tomó la de Elliot. Cuando sus dedos 
se tocaron, hubo una descarga de electricidad estática. Utah tenía el aire 
más seco que Elliot había experimentado nunca. El conocimiento lo 
sacudió ya que se unía a un recuerdo de otro lugar que estaba húmedo. 
Rebosante de alegría de que su memoria iba a volver, se le cayó la pequeña 
camisa. Antes de que Marshal pudiera recogerla, Elliot se agachó para 
recuperarla y se encontró a sí mismo mirando justo a la entrepierna de 
Marshal. 
Sus vaqueros estaban descoloridos casi blancos en algunos lugares. 
Pero al lado de su bulto, había un pequeño desgarro en la tela que sólo un 
pequeño tirón ampliaría. Para resistir la tentación de ponerse a trabajar la 
abertura, Elliot miró al Marshal. Sus miradas se conectaron y se 
bloquearon. Los ojos azules suave de Marshal se agudizaron y se volvieron 
humo ya que consideraban la boca de Elliot en relación con su polla. 
Cuando Elliot se lamió los labios y tragó saliva, Marshal dio otro 
movimiento rápido revelador con sus poderosas caderas y su nariz llameo. 
Como perdido en un sueño, Elliot se acercó y acarició con la mano 
posesivamente contra la polla de Marshal. Eres mío. Él no podía recordar 
su nombre o lo que le había sucedido, pero Marshal era suyo en términos 
muy claros, era evidente. Era imposible para Elliot dejarlo. Nunca. El 
problema era que si él se lo decía a Marshal, las cosas podrían ser muy 
diferentes. Así que Elliot tendría que ir con cuidado y mantendría su 
peligrosa atracción para él. 
La mano del Marshal tapó la de Elliot y pensó que el atractivo 
ranchero iba a empujar su mano, pero no lo hizo. Marshal dirigió su mano 
presionándola más duro y arrastrando sus manos intercaladas arriba y abajo 
de la longitud de su pene. Un largo y bajo suspiro se deslizó entre los labios 
tensos de Marshal. 
La boca de Elliot salivó. Dios, quería probar a este gran hombre. 
Quería tomarle el pelo un poco más antes de complacerlo completamente. 
Con cuidado, manteniendo su mirada en los ojos de Marshal, Elliot alivió 
su mano hacia la hebilla oval del cinturón. Un emblema de oro grabado de 
 
 
25 
un hombre sobreun caballo salvaje se unía a un óvalo de plata. No había 
escritura en la hebilla de cuando y donde Marshal lo había ganado, pero el 
trofeo estaba tan gastado que la mayor parte del grabado se había ido junto 
con la mitad de los arabescos de lujo de todo el medallón de plata. 
Marshal levantó la mano y se desabrochó el cinturón y Elliot abrió la 
cremallera de sus vaqueros. El peso de la hebilla tiró de la bragueta de sus 
pantalones a los lados, exponiendo sus calzoncillos blancos. Una mancha 
de humedad de pre semen oscureció la tela por encima de la punta de su 
polla. Sin todo el tejido aplastante contra él, su miembro crecía y se 
extendía hacia el ombligo de Marshal. Antes de que pudiera cambiar de 
opinión y detenerlo, Elliot se levantó un poco, tiró hacia abajo los 
calzoncillos de Marshal y chupó la polla en su boca. 
Marshal dejó escapar un lento ah de placer que le dijo a Elliot 
exactamente cómo de bien lo estaba haciendo sentir. 
Elliot cerró los ojos perdido en el dulce sabor del líquido pre seminal 
de Marshal. Cuanto más él chupaba, más de la ambrosía líquida él 
producía. Marshal silbó y separó sus piernas, como para estabilizar su 
postura. Su mano tocó tentativamente la parte superior de la cabeza de 
Elliot, burlándose a través de los mechones de su cabello. 
─Es tan bueno. Tu boca se siente tan jodidamente buena. 
Hambriento de probar su completo placer, Elliot chupó duro y 
ahuecó su mano contra las bolas de Marshal. Él quiso drenarlo. Para 
hacerlo mío para siempre. La fuerza de ese pensamiento sobresaltó a 
Elliot. En lugar de alejarse, él se adelantó para tomar más de la polla de 
Marshal en el calor de su boca. Por desgracia, su cambio de posición alteró 
donde se encontraba la mano de Marshal en su cabeza, haciendo que se 
deslizara hacia atrás. Elliot sabía que todo había terminado cuando Marshal 
llegó a los inicios de la protuberancia en la parte posterior de su cabeza. 
─¡Whoa! No, no. ─Marshal sacó la polla de la boca de Elliot con 
un pop ─Yo no debería… Yo no quiero aprovecharme… no estamos 
haciendo esto. –Rápidamente Marshal se dio la vuelta. Tiró la camisa de 
 
 
26 
chambray, se la abrochó y la metió dentro de los pantalones. Vístete. 
Elliot consideró decir que no y cruzarse de brazos, desafiante, pero 
tenía la sensación de que conseguiría que alguien más viniera con un 
vehículo para recogerlo. Alguien que haría lo que dijo Marshal en lugar de 
desafiarlo como hizo el Doc. De mala gana, Elliot hizo lo que Marshal 
quería. Después de subir a sus pies, Elliot se puso los relativamente nuevos 
pantalones vaqueros y una camisa con botones rígidos. Se dio cuenta de 
que ambos artículos estaban endurecidos por haberse secado al aire libre. 
Por alguna razón, eso le hizo sonreír. Una visión de la ropa moviéndose 
perezosamente en una cuerda con la brisa caliente le gustaba y él no tenía 
idea de por qué. 
─¿Te vestiste? ─Marshal preguntó sin voltearse. Desde la postura de 
los hombros, parecía claro que no iba a mirar hasta que Elliot estuviera 
totalmente cubierto. 
─A excepción de mi cara. Puedes poner una bolsa en ella si quieres. 
Marshal giró, cavando el tacón de su bota en la tierra. 
─¿Qué coño significa eso? 
─Si no quieres mirarme a la cara puedes cubrirla también ─Elliot 
ofreció tranquilamente contra la pregunta gruñida de Marshal. 
─No se trata de me guste verte, o no, o lo que sea. ─Marshal levantó 
sus manos en señal de frustración ─Esto es sobre llevarte a la casa principal 
y conseguir que te cuiden para que puedas estar en tu camino. 
El pensamiento de salir del rancho, de alejarse de Marshal, tenía el 
corazón de Elliot martilleando en su pecho. 
─Por favor no me hagas volver. 
─¿Qué? –instantáneamente alerta Marshal preguntó ─¿Donde está el 
lugar al que no quieres volver? 
─No lo sé. ─Y francamente, Elliot no podía recordar los detalles de 
 
 
27 
donde había estado o por qué no quería volver ─Todo lo que sé, es no era 
en un buen lugar para estar. Me hicieron daño. 
─¿Daño… cómo? ¿Fue físico o emocional? ─Todo el fuego murió 
en el tono de Marshal mientras se acercaba. Atrás quedó el hombre 
impulsado por la lujuria y en su lugar estaba un hombre que se movía a 
cuidar a todos aquellos que veía. En su postura y en su mirada, Elliot vio lo 
protector que era Marshal. 
─No me acuerdo. –Elliot estaba tan frustrado ─Pareciera que puedo 
sentir cosas, pero no recuerdo por qué me siento de esa manera. 
Frunciendo el ceño Marshal subió en su caballo y ofreció su mano a 
Elliot, que aceptó. Una vez que se colocó en el regazo de Marshal 
partieron. La polla de Marshal viajaba por la división del culo de Elliot de 
nuevo, pero con los pantalones que llevaba puestos, no podía sentirlo tan 
bien como pudo antes. Lo cual era una lástima, porque se sentía 
impresionante. 
─¿Estás enojado por lo que hice? ─preguntó Elliot. 
─No. ─Marshal lo dejó ahí. 
─Sabes muy bien. ─Marshal no respondió. Elliot descubrió que 
Marshal perdió el balbuceo. Este hombre levemente enojado y frustrado 
sexualmente era desagradable como el infierno. 
─Me gustaría que paseáramos así sin pantalones. ─Elliot acurrucó su 
trasero un poco más apretado contra el regazo de Marshal ─Quiero decir, si 
fuéramos cuidadosos, podríamos dar unas vueltas contigo enterrado dentro 
de mí. 
Desde que las manos del Marshal estaban delante de Elliot, notó 
cuando el agarre de Marshal en las riendas se apretó. Elliot le dio un 
momento, pero Marshal no habló y no se relajó. 
─Tú no tendrías que empujar. Podríamos sentarnos aquí y disfrutar 
del suave movimiento hacia atrás y hacia adelante y de lado a lado de tu 
 
 
28 
polla en mi culo. 
─Mierda. ─Marshal siseó. 
─Si bien, se vería muy extraño para cualquiera que nos viera. ¿Dos 
chicos en cueros sobre un caballo? Creo que la única razón por la Lady 
Godiva 
7
se salió con la suya fue porque tenía el pelo lo suficientemente 
largo como para cubrir todas sus partes íntimas. ─Elliot suspiro ─Creo que 
podrías simplemente bajar tus pantalones vaqueros y tal vez podría cortar 
un agujero en la parte posterior del mío, así parecería menos evidente, pero 
no podría desprenderme de la sonrisa de felicidad en mi cara. 
–Basta. 
─¿Qué? Sólo decía… 
─¿Acaso Judd Kingsley te envío por aquí? 
─¿Quién? 
─Oh, cierto. Tú supuestamente perdiste la memoria. ─dijo Marshal 
sarcásticamente ─Pero recuerdas a Lady Godiva y no tenías ningún 
problema dando una mamada de primera categoría… ─Marshal cerró su 
boca tan rápido que Elliot prácticamente oyó que sus dientes hacían clic 
juntos. 
─¿Estás enojado porque te gustó cómo te chupé la polla? 
─No estoy molesto. 
─Podrías haberme engañado. 
 
7
 Lady Godiva fue una dama anglosajona, famosa por su bondad y belleza, quien estuvo casada con leofric, 
conde de Chester y Mercia y señor de Conventry. Su nombre quiere decir gift of God («regalo de Dios»); Godiva es la 
versión latina del nombre. Esta dama, compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos, a los que su marido 
esquilmaba con tributos abusivos, se solidarizó con ellos. Construyó junto con su esposo, cuya buena administración 
es destacable, el monasterio de Coventry. Cuando la ambición se apoderó de su esposo, ella le pidió que rebajara sus 
impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady Godiva recorriese Coventry a caballo, sin más 
vestidura que su largos cabellos. La dama así lo hizo, no sin antes acordar con sus vecinos que éstos se encerrarían 
en sus casas para no perturbarla en su desnudez. El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, 
montada en su caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas encerrados y con las 
ventanas cerradas. 
 
 
29 
Se quedaron en silencio por un tiempo. La tierra alrededor de ellos 
estaba preparada, pero cuando estaban más cerca de las cimas de los cerros 
Elliot vio arbustossecos y rocas rojas. Por encima de los cerros, el cielo era 
del más rico azul que había visto nunca. Por alguna razón, Elliot pensó que 
era una ciudad viviente. No estaba seguro, pero se sentía bien. Aquí afuera 
en la noche, él imaginaba que las estrellas parecerían tan brillantes que casi 
sería capaz de llegar y tocarlas. Tuvo una repentina visión de sí mismo 
observando las estrellas con Marshal a su lado, No hablarían de nada ya 
que se sostendrían en manos -patas- y observaron cómo las constelaciones 
desfilaron a través del cielo. 
Asustado por las “patas” de palabras susurradas en su mente, Elliot 
se preguntó cómo en el mundo podrían tener patas. Él negó con la cabeza. 
Obviamente había algo chiflado con su memoria. 
─¿Quién es Judd Kingsley. ─preguntó Elliot. 
─Un arrogante, gilipollas homofóbico. ─Marshal escupió en el suelo 
como para acentuar su punto. 
─¿Y tú le admites en tu propiedad? 
─Técnicamente, tengo que hacerlo, ya que él es el sheriff del 
condado de Escorpión. Mi rancho cae bajo su jurisdicción. 
─¿Por qué me habría enviado aquí? ─Elliot esperó una respuesta, 
pero al no estar próxima, se puso en marcha con su lujuriosa historia de 
cómo podían joder a caballo de nuevo. 
─¡Basta! ─Marshal agarró alrededor de las riendas con tanta fuerza 
que sus puños se pusieron blancos. 
─Entonces dime lo que la ley local tiene contra ti. 
Marshal se inclinó hacia adelante hasta que su boca estaba justo 
contra de la oreja de Elliot. 
─Soy un hombre peligroso. Tienes suerte me siento bien hoy o me 
 
 
30 
habría aprovechado de ti allá atrás. 
En vez de intimidarlo todo lo que Marshal había logrado hacer fue 
reforzar la determinación de Elliot de entrar en su cama. Para oír la baja y 
retumbante voz enviar demandas sucias mientras follaban como animales 
salvajes, no sería más que un valor añadido a la sensación del fuerte y 
orgulloso cuerpo de Marshal golpeando en el suyo. 
─Grande y malo fuera de la ley, ¿no? ─Elliot miró sobre su hombro 
y se encontró que Marshal no había movido la cabeza hacia atrás. Sus 
labios prácticamente se tocaban cuando él dijo ─Tal vez es por eso que 
estoy aquí. 
─¿Por qué? 
─Porque yo estoy en la necesidad de un criminal. 
─¿Sí? ─Voz Marshal estaba peligrosamente tranquila ─Dime la 
verdad niño bonito o te juro que nunca vas a dejar este rancho. 
La amenaza le emocionó, porque Elliot no deseaba irse. Nunca. 
Contempló que incluso si él recuperaba su memoria no le diría a Marshal. 
Burlonamente dijo: 
─Si quieres saber, tendrás que sacar la verdad fuera de mí. 
─¿Quieres jugar rudo y violento con los chicos grandes, ¿no? 
─No. 
─¿No? 
─No quiero jugar con todos los chicos grandes. Sólo quiero jugar 
con uno. Y mientras que es grande, seguro como el infierno que ya no es un 
niño. 
Marshal mantuvo las riendas con una mano y ahuecó la polla de 
Elliot con la otra. 
─Yo… ─Elliot no podía pensar con claridad con la palma grande de 
 
 
31 
Marshal tocándolo y vertiendo de calor contra su polla. 
─¿Vuelve tu memoria? ─Marshal puso su boca contra la otra oreja 
de Elliot. Estaba tan cerca que frotó su mejilla suave afeitada contra el 
borde de la cara de Elliot. Elliot se dio cuenta de que con el fin de hacer 
esto Marshal debía haber inclinado su sombrero ─¿Estás comenzando a 
recordar quién te envió aquí? 
─Nadie me ha enviado. ─Elliot se defendió. No podía recordar los 
detalles, pero sabía que había venido por su propia voluntad. 
─¿Así que te acuerdas? 
─No me acuerdo, pero se siente totalmente equivocado. 
─¿Se siente mal? ¿Pero estás perfectamente bien con el roce de un 
hombre que no conoces? 
Ahora él lo consiguió. Elliot volvió la cabeza, llevando sus labios 
cerca juntos. 
─Estoy rozando a un hombre que quiero. 
─¿Cómo puedes querer a un hombre que no conoces? 
Porque de alguna manera yo te conozco. Pero en lugar de decir eso e 
iniciar otra lluvia de preguntas sospechosas, Elliot devolvió la pregunta a 
Marshal frotándose en contra de la muy dura polla. 
─¿Cómo puedes querer a un hombre que no conoces? 
─Cualquier dulce culo apretado moliéndose sobre mí conseguiría mi 
polla dura. 
─¿Sí? ─Elliot no lo creía ni por un momento y no creía que Marshal 
tampoco lo hiciera– ¿Por qué no traemos a Doc devuelta aquí y probamos 
tu teoría? 
Marshal resopló con fuerza, soplando su aliento cálido en el oído de 
Elliot, que estremeció un rayo de la lujuria directamente la columna 
 
 
32 
vertebral de Elliot. 
─Doc es mi amigo. 
─¿Y no jodes a tus amigos? 
─No. 
─Así que sólo jodes a tus enemigos. ─preguntó Elliot 
sarcásticamente. 
─Yo no toco a los hombres que trabajan para mí. 
Marshal envolvió las riendas alrededor de la cabeza de la silla y 
luego con fuerza volvió la cabeza de Elliot y la mitad superior de su cuerpo 
todo lo que podían para poder verse uno al otro. No había empujado hacia 
atrás el sombrero. Se había ido, probablemente se cayó cuando él se había 
presionado cerca. ¿Por qué no se detuvo a recogerlo? Elliot no tenía ni idea. 
Tal vez sólo quería llegar a la casa y conseguir deshacerse de él tan rápido 
como pudiera. La idea molestó a Elliot intensamente y juró no importaba 
qué no se iba de este rancho a menos Marshal lo obligara a punta de 
pistola. 
─No sé qué demonios te interesa, o quien te envió, pero no hay nada 
en contra de la ley pasando aquí. Solo porque a mis hombres les gustan 
otros hombres, no significa que los violan o fuerzan o cualquier otra cosa 
por el estilo. ¿Entiendes? 
Todas las formas de trato fácil de Marshal y divagaciones 
avergonzadas habían desaparecido. Ahora estaba frío, enfocado y furioso 
de que alguien estaba amenazando a aquellos que amaba. Tanto miedo 
como Elliot debía tener de ser el objeto de la ira de Marshal, la defensa de 
sus hombres en términos muy claros tocó el corazón de Elliot. Le mostró 
una vez más que en el mismo centro de su ser, Marshal era un protector. 
Tener un hombre así a su lado sería el regalo más grande que jamás podría 
desear. Pero eso no consiguió que se acobardara de esa mirada 
desconcertante. 
 
 
33 
Elliot tragó duro. 
─Te lo juro, no recuerdo exactamente lo que estaba haciendo, pero 
nunca haría algo así. 
─No te creo. ─Marshal soltó la barbilla de Elliot, permitiendo que él 
volteara y mirara hacia adelante. Lanzó su mirada hacia abajo, viendo 
como Marshal agarró las riendas en sus manos grandes y callosas ─Te 
sugiero que te agarres fuerte. 
Elliot apenas tuvo tiempo de tomar una respiración profunda, cuando 
Marshal hizo un ruido de clic y tomó las riendas haciendo que su caballo 
corriera. 
Aterrorizado, Elliot agarró el cuerno de la silla y apretó su cuerpo 
entero en contra de Marshal. Cuanto más rápido cabalgaban más rápido su 
culo abofeteaba contra el regazo de Marshal en una imitación del sexo 
violento. 
─Si te burlas de mí otra vez te juro que voy a follarte como esto. ─la 
voz de Marshal era fuerte contra el golpeteo de los cascos del caballo en el 
suelo rojo ─Voy a joderte duro, rápido y brutal. Si te atreves a meterte 
conmigo de nuevo, voy a encontrar mi satisfacción en tu pequeño agujero 
apretado y luego te botaré fuera en la ciudad cuando yo haya terminado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
Capítulo 3 
 
Marshal tenía un impulso repentino y agudo de detener el caballo, 
arrojar ambos cuerpos al suelo y luego follar la dulce forma de Elliot hasta 
que ninguno de ellos pudiera ver bien. Pero eso sería abrir totalmente una 
nueva lata de desastre que Marshal no necesitaba. Sólo había gruñido esa 
amenaza al oído de Elliot para asustar a la mierda de él. Marshal quería 
hacer que Elliot se diera cuenta de que despertar a un hombre así era algo 
arriesgado para hacer. No todos los hombres tenían el autocontrol de 
Marshal. Un hombre diferente, un hombre peligroso, tomaría lo que Elliot 
ofrece sin un segundo pensado en lo que podría hacer con él. Pero no 
Marshal. El iba a mantenerun estricto control sobre sí mismo, pero iba a 
dejar malditamente claro a Elliot que jugar con fuego era una muy mala 
idea. 
─Mi auto control está presionado hasta el límite absoluto, por lo que 
mantén tus manos y tus pensamientos sucios para ti mismo, ¿entendido? 
─¡S-sí! ─La voz de Elliot se enganchó cuando rebotó. 
─No sé de qué se trata esto, pero no vas a ninguna parte hasta que 
me digas qué diablos está pasando. –Marshal clavó los talones y 
abofeteando las riendas, urgiendo a su caballo para aumentar el ritmo. 
Marshal quería llegar a la casa ahora y mantener a Elliot a distancia con un 
guardia, clandestinamente si era posible, y luego regresar a su trabajo. Sólo 
cuando estaba inmerso en la construcción, funcionamiento, o la reparación 
de la finca hacia que sintiera como si estuviera haciendo lo que había que 
hacer. Siempre que él dejaba de hacer algo por sí mismo, Marshal se sentía 
culpable. Demonios, incluso cuando se masturbaba se sentía avergonzado. 
No por lo que estaba haciendo, sino porque él podría estar haciendo algo 
que podría favorecer el rancho en lugar de darse placer a sí mismo. 
 
 
35 
─¿Vas a mantenerme prisionero? 
Marshal lo consideró. En su mente brilló tener a Elliot atado a su 
cama con sus piernas abiertas. Dada la oportunidad de hacer lo que sea que 
quisiera, Marshal no estaba seguro de que él podría dejar ir a Elliot. Nunca. 
Había algo en Elliot que respondía a un hambre profundamente enterrada 
en Marshal. Por mucho que él quería satisfacer ese antojo, Marshal sabía 
que si lo hiciera él sólo comenzaría una gran cantidad de nuevos 
problemas. Pero, maldita sea. ¡Qué bueno sería solo olvidar todas sus 
responsabilidades por sólo una noche! O dos y Elliot sería un socio 
perfecto para ayudarle a hacer caso omiso de todas sus obligaciones. 
Antes de que el pensamiento pudiera instalarse, Marshal escuchó la 
siempre crítica voz de su padre ya muerto reprenderlo por no poner el 
rancho primero. En cualquier momento en que no estaba haciendo algo 
para el rancho, él oyó ese tono áspero reprenderlo. Era por eso que 
trabajaba desde antes del amanecer hasta mucho después de la puesta del 
sol. No dejaba de pensar que la voz se desvanecería con el tiempo, pero 
nunca lo hizo. 
─¿Marshal? ─Elliot le preguntó, regresando su atención hacia el aquí 
y ahora. 
Puesto que se había relajado, su caballo había disminuido a un trote. 
─Quizás te mantenga prisionero. –Marshal frotó sus labios contra el 
oído de Elliot, inhalando una bocanada de su perfume ─¿Vas a hacerme 
atarte? 
Elliot dio la vuelta su cabeza lo suficiente para traer sus labios cerca 
de nuevo pero no tocándolo. 
─Puedes aprisionarme si quieres pero sólo si me atas a tu cama. 
Una vez más la imagen de Elliot en su cama le vino a la mente, pero 
esta vez era como la visión anterior que tenía cuando Elliot estaba allí de 
buena gana. Su parte inferior se levantó alto en presentación para la polla 
de Marshal. Elliot le estaba pidiendo terminar lo que habían empezado. En 
 
 
36 
su visión, Elliot estaba más que dispuesto. De hecho, en todo caso, era 
lascivo. 
─Voy a hacer lo que quiera contigo. ─Marshal mordisqueó el borde 
de su oído, provocando que las nalgas de Elliot se tensaran ─¿Tienes un 
problema con eso?” 
─Ranchero forajido malo. ─La boca de Elliot estaba tan 
tentadoramente cerca que Marshal casi lo besó. Casi. Pero no lo hizo. Él 
sabía que si lo hacía dejaría el caballo, los llevaría a ambos al suelo y luego 
tomaría a Elliot en la tierra sin más cuidado en el mundo, simplemente el 
de satisfacer su lujuria. Más tarde la auto recriminación lo patearía, pero en 
el calor de ese momento él podría ahogar esa voz. 
─Eso es correcto muchacho misterioso. Soy un hombre muy 
peligroso con el que no debes meterte. 
─Tal vez me gusta el peligro. 
─Y tal vez no me gustan los mentirosos. ─Marshal levantó la cabeza 
de la tentadora oreja de Elliot que quería llenar con un sucio comentario 
tras otro. También se dio cuenta de que tenía que mantener la boca lejos del 
cuello de Elliot, que Marshal tuvo un loco deseo de morder. No para 
extraer la sangre. Pero para marcarlo como mío. Las palabras llenaron su 
cabeza como si él las hubiera gritado en su propia mente. 
La comprensión de que no tendría la paz un momento hasta que se 
pusiera lejos de Elliot, Marshal enterró sus talones e impulsó a su caballo a 
reanudar un paso más rápido. En menos de diez minutos, se detuvieron en 
el frente del establo. 
Dooley estaba allí, con las cejas alta mientras miraba a Elliot. 
Marshal ponderó su expresión y pensó que tal vez Dooley reconoció sus 
pantalones y su camisa que estaban en un extraño joven que montaba en el 
regazo de Marshal. 
─Ayúdale a bajar. ─dijo Marshal a Dooley quien alcanzó la mano de 
Elliot y le bajó del caballo. El alivio de no tenerlo contra su polla era tan 
 
 
37 
profundo que suspiró, pero la pérdida del calor de su cuerpo lo hizo sentirse 
despojado. Y al ver la mano de Elliot en la de Dooley provocó una 
conmoción de los celos posesivos que estaba completamente fuera de lugar 
con la situación. Por amor de Dios, le había pedido Dooley que ayudara a 
Elliot a bajar. Muy bien, no podía darse la vuelta y gruñirle por tocar a su 
Pareja. 
Asombrado por la palabra, Marshal se bajó y dio las riendas a 
Dooley y dijo: 
─Ha tenido bastante para un día. Ensíllame el otro. 
─Seguro Marshal. Es todo… ─Una mirada aguda cortó a Dooley 
─Dame diez minutos. 
Marshal giró sobre sus talones y se dirigió hacia la casa esperando 
que Elliot lo siguiera. Cuando no lo hizo, Marshal miró hacia atrás y se 
encontró a Elliot a paso de ganso a lo largo del camino de grava. Maldito 
sea al infierno. Se había olvidado de que Elliot no tenía zapatos. Si hubiera 
estado pensando claramente, él le habría dicho a Doc que le llevara un par. 
Caminando hacia él, Marshal se inclinó y puso a Elliot arriba sobre su 
hombro. Su pensamiento de antes acerca de convertirse en un hombre de 
las cavernas volvió a él. 
Elliot no luchó ya que Marshal lo llevó hasta los escalones del 
porche y en la casa los olores de desayuno se quedaron en el aire, pero 
Marshal no vio a ninguno de sus hombres. Lo más probable es que todos 
estaban fuera trabajando. Manteniendo un agarre firme en las piernas de 
Elliot, Marshal subió dos tramos de escaleras, giró a la derecha, y se fueron 
por el largo pasillo hasta su dormitorio. Él tuvo que agacharse para pasar 
por la puerta con Elliot en su espalda. Una vez dentro, él pateó la puerta 
cerrándola y arrojó a Elliot en la cama. 
Hambre brotó en su interior mientras miraba hacia abajo a la cara 
sobresaltada de Elliot. De alguna manera, se veía pequeño en su cama king-
size, pero no se veía frágil. ¡Oh, no! Elliot parecía que podría tomar toda la 
pasión dentro de Marshal. Elliot podía manejar su intensidad. Elliot daría la 
 
 
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bienvenida a la fuerza de Marshal. Se deleitaría con su poder. Y él le daría 
de vuelta tan bien como lo tuvo. 
Marshal se inclinó y arrancó aparte el botón superior de los 
pantalones de Elliot. Le bajó la cremallera y luego dio un paso atrás. 
Después agarrando la parte inferior de ambas piernas del pantalón, Marshal 
se los quitó con un fuerte tirón. 
Elliot clavó los dedos en las sábanas como si fuera a prepararse a sí 
mismo para lo que seguía. Su cabello rubio sucio barría por la frente 
intensificando el verde de otro mundo de sus ojos. 
─¿Con cuántos hombres has estado? ─Marshal exigió. 
─Ninguno. 
─Entonces, ¿te acuerdas? 
─Solo lo sé. 
Marshal asintió y su mirada vagó hasta la polla de Elliot. Su camisa 
prestada sólo le cubría parcialmente. Como si supiera que Marshal quería 
examinarle, Elliot levantó la camisa. 
─Quítatela. 
Elliot hizo lo que le ordeno. Se desabrochó la camisa, se la quitó de 
sus hombros, se la entregó a Marshal y luego se echó hacia atrás con las 
manos sobre la cabeza. La posiciónsumisa de Elliot provocó un gruñido 
desde lo más profundo dentro de la misma base de la parte animal de 
Marshal. Esa era la actitud que su amante -Pareja- debería siempre tomar 
cuando Marshal estaba en necesidad. Desnudo, extendido, listo y dispuesto. 
¿Pareja? La palabra sacó a Marshal de su bruma de lujuria. Fue la 
segunda vez que había tenido esa palabra penetrando en su mente. ¿Qué 
demonios estaba pensando? ¿Qué diablos estaba haciendo? Decidido a 
salvar la cara, agarró los pantalones frente al piso, lo cual causó que 
estuviera malditamente cerca de encresparse en sus pantalones vaqueros 
para cortar su pene por la mitad y luego se puso de pie, se cernió sobre 
 
 
39 
Elliot. Mientras giraba la tela en sus manos, examinó a Elliot de la parte 
superior de la cabeza hasta los dedos de los pies y todas las partes en el 
medio. Era hermoso. Marshal quería iniciar en sus pies y trabajar su 
camino hasta su polla y luego pasar una hora lamiendo su agujero, 
preparándolo, entonces… 
─Considérate mi prisionero. Me llevo los pantalones y la camisa de 
modo no que no vas a tener más remedio que quedarte aquí. ─Marshal 
recogió algunos pares de pantalones que tenía y se llevó todas sus camisas 
fuera del armario ─Lo único que queda aquí es mi ropa interior, que eres 
libre de usar, pero sin ninguna otra cosa o zapatos, no vas a llegar muy 
lejos. 
─Yo no voy a correr. ─La voz de Elliot era suave, casi 
tranquilizadora. 
–Bueno, eso puede ser, pero yo voy a asegurarme de que si tienes 
una idea, no vas a ser capaz de llevarla a cabo. ─Marshal se negó a mirarlo 
de nuevo, porque sabía que si lo hacía, él vacilaría en su resolución. Se dijo 
que lo mantenía desnudo para que no corriera, pero la verdad era que 
Marshal quería a Elliot desnudo por lo que estaría listo para cuando 
Marshal estuviera necesitado. Negándose a dejarse ir más lejos por ese 
camino, Marshal abrió la puerta. Él habría asaltado, pero Elliot lo paró en 
seco con unas palabras. 
─Marshal, por favor. 
Dudando, Marshal no se volvió. 
─Por favor, ¿qué? 
─No te enojes conmigo por cómo te sientes. 
Marshal no vaciló esta vez. Pasó a través de la puerta y tiró cerrando 
sin volverse. Dado que la puerta de su dormitorio fue una vez una salida 
antes de que la ampliación fuera construida, había un bloqueo en el 
exterior, que usó Marshal. Ciertamente, Elliot oyó el clic del bloqueo. 
Marshal vaciló en su determinación. Apoyó la oreja contra la puerta, 
 
 
40 
curioso de si Elliot no diría nada. Cuando no lo hizo, Marshal tomó un 
respiro profundamente y se dirigió escaleras abajo. 
─Hey, Marshal ─Cassidy le saludó mientras bajaba hacia el 
vestíbulo– Alex está llevando a los hombres a hacer la siembra en el campo 
arado. Pensé en ir a ayudar, ya he terminado con la cocción hasta la hora de 
la cena. 
─Cambio de planes. ─Marshal metió la ropa que había recogido en 
los brazos de Cassidy ─Tengo un hombre en mi habitación. 
La sonrisa lujuriosa de Cassidy fue truncada por el gruñido de 
Marshal. 
─Yo no quiero que él vaya a ninguna parte. La puerta está cerrada 
desde el exterior, pero eso no quiere decir que él no vaya a intentar salir por 
la ventana, o algo igualmente absurdo. ─Pero lo que realmente preocupaba 
a Marshal era que Elliot se hubiera ido antes de que pudiera... tenerlo. 
Infiernos. Por mucho que odiaba esa idea, tenía que admitir que eso era 
exactamente lo que estaba pasando. A pesar de que trató de decirse a sí 
mismo que no iba a tomar ventaja de él, era precisamente lo que Marshal 
quería hacer. Si y cuando Elliot dejara el Rancho Rough River, seguro 
como la mierda que no iba a estar llevando su inocencia con él. 
─Y tú quieres que yo, ¿qué? ─Preguntó Cassidy ─¿Monte guardia? 
─Precisamente ─Marshal consideró cuánto tiempo Elliot había 
estado en ese campo ─Por favor, hazle algo de comer. Pero yo no te quiero 
en la habitación. 
─¿Así que voy a tener palomas mensajeras volando hacia él? 
─¡Maldita sea! No. Simplemente, abre la puerta, ponlo dentro y 
cierra la puerta. No quiero que nadie hable con él. 
─¿Quién es este hombre? 
─No sé. Recorría la línea de la cerca en el campo donde nosotros 
 
 
41 
movimos el ganado a… 
─Alex y yo recorrimos esa línea antes de que los arreáramos otra 
vez. ─Cassidy señaló, mientras que fruncía el ceño. 
─Lo sé, pero yo estaba comprobando puesto que quería asegurarme 
que tenía acceso sin restricciones al río… 
─Lo que revisamos, también. 
─¡Muy bien! ─Marshal levantó la palma de las manos a sus 
hombros–Soy un fanático del control maldita sea, que apenas tiene que ver 
todo por sí mismo, así que demándenme. 
─Lo siento. ─Cassidy cerró la boca y dejó de señalar que Marshal 
estaba duplicando los esfuerzos de sus hombres. Era algo de lo que Marshal 
era consciente que no podía dejar de hacer, no importa lo mucho en que 
confiaba en los hombres que trabajaban para él. Marshal había encontrado 
que era una de las únicas maneras de sofocar la voz arenga de su padre. 
─Mientras yo estaba allí, lo encontré, desnudo en el campo. Él tiene 
una lesión en la cabeza. No recuerda quién es ni cómo llegó hasta aquí. 
─¿No debería Doc… 
─Él ya lo miró. ─Marshal suavizó su tono ─Maldito mi pellejo, pero 
sólo estoy preocupado por las consecuencias. 
─¿Qué consecuencias? 
─¿Un hombre herido desnudo en mi tierra después de toda la mierda 
de Judd Kingsley acerca de los hombres que trabajan para mí? ¿No ves 
ninguna preocupación por eso? ─Kingsley había dado a entender que los 
hombres de Marshal no podían controlarse en torno a otros hombres. No 
era ni remotamente cierto, pero Kingsley no era el único idiota homofóbico 
en el condado. Había otros que pensaban que todos los hombres 
homosexuales eran violadores y peor aún pedófilos. Pensaban esto a pesar 
del hecho de que Marshal no contrataría a cualquiera. 
 
 
42 
─Está bien. ─Cassidy asintió ─Lo entiendo. 
─Él está bien, quiero decir que está sanando bien, pero yo no 
voy a dejar que el hecho de que él ha sido herido me vuelva suave en sus 
motivos. –Marshal tenía la misma determinación de no dejar que el hecho 
de que estaba completamente fascinado con Elliot influyera en él, tampoco. 
─Teniendo en cuenta los problemas que hemos tenido con Judd 
Kingsley... –Cassidy dejó que su voz se apagara. 
─Precisamente. ─Marshal había visto lo suficiente de la cara de ese 
fanfarrón para que le duraran tres vidas. 
Cassidy juró seguir las instrucciones de Marshal al pie de la letra, 
pero ambos sabían que Marshal probablemente volvería a comprobar todo 
una vez que terminara sus tareas. En ese preciso momento, Marshal se dio 
cuenta de que las tareas que se había propuesto para sí mismo hoy giraban 
alrededor de la duplicación de los esfuerzos de sus hombres. En lugar de 
detener lo que estaba haciendo y reflexionar sobre su fracaso personal, 
Marshal salio fuera de la casa. Cogió otro caballo de Dooley y luego 
partió. En lugar de considerar que necesitaba relajarse y confiar más en sus 
hombres, Marshal se vio saltando directamente sobre eso a lo bueno que se 
había sentido Elliot sentado en su regazo. 
Mientras empujaba el caballo para volver a donde había encontrado a 
Elliot, Marshal pensó en la idea de Elliot de cómo podían joder mientras 
estaban a caballo. La idea lo excitó. Desde que estaba solo esta vez, apoyó 
sus botas en los estribos y se ajustó a sí mismo por lo que su los pantalones 
vaqueros no estaban pellizcando su polla. Él acomodó su cuerpo en la silla 
de montar imaginando a Elliot encima de él. Lo haría rebotar arriba y abajo 
en su polla, tomando el empuje áspero de buena gana porque todo lo que 
Elliot quería hacer era complacerlo. 
Con fuerza Marshal se sacudió la idea. Él encontró su sombrero 
abandonado junto a la carretera. Después de detener el caballo, lo recuperó 
desempolvó el ala golpeándolo contra su muslo varias veces, luego lo 
colocó sobre su cabeza.Lo había dejado secándose afuera en la maltratada 
 
 
43 
paja porque en ese momento él había estado mucho más interesado en 
empujar a Elliot a su límite para ver qué clase de hombre ─Pareja─ sería. 
Maldita sea. Ahí estaba otra vez esa palabra. 
Una vez de vuelta en la silla de montar, Marshal siguió hasta el lugar 
donde había encontrado a Elliot. Desde el punto de vista de su alta 
montura, él era capaz de ver un contorno perfecto de donde Elliot había 
estado. Con el día sin viento, la hierba todavía tenía un contorno casi 
perfecto de la forma de Elliot. Su deliciosa forma que rogó por las manos 
del Marshal, de los labios… 
─¡Alto! 
Su caballo soltó un relincho asustado por sus órdenes. 
─Lo siento. Eso era para mí, no para ti. ─Acarició el cuello de la 
criatura tranquilizadoramente. 
Miró alrededor de la zona. No había ninguna huella de automóviles 
cerca del lugar donde había encontrado a Elliot. Además, no había ninguna 
área que pareciera aplastada abajo de un vehículo todo terreno, una 
motocicleta, un caballo, nada. Realmente parecía que Elliot había caído del 
cielo y aterrizó en el campo de Marshal. 
─Tal vez eso explica todo el asunto. ─dijo Marshal en voz baja a su 
caballo ─Elliot cayó del cielo para mí. Porque supongo que los alienígenas 
sabía cómo malditamente solitario estaba. ¿Qué tan dolorosas las noches se 
convirtieron? ¿Cuánta hambre tengo de más que de un simple 
compañerismo? ─Los hombres que trabajaban para él, los treinta y cinco de 
ellos en el último recuento, eran un gran grupo de chicos que él juraba que 
darían su vida, pero ninguno de ellos podría mitigar su vacío. Ni uno podría 
llenar ese vacío en su interior. Marshal no estaba seguro cuando el agujero 
en su corazón se hizo tan condenadamente grande. Lo único que sabía era 
que había un espacio vacío que clamaba por más contacto, compañía, 
camaradería. Lo que él necesitaba era a un hombre ─un elegido─ que 
cumpliría todas sus necesidades, tanto las claras como oscuras. 
 
 
44 
Mientras miraba hacia el otro extremo del valle, vio a una creciente 
columna de polvo. Un vehículo se dirige hacia aquí. Consideró en donde 
sus hombres estaban trabajando y lo que estaban haciendo. Marshal tenía 
un perfecto mapa del rancho en la cabeza y sabía exactamente donde se 
suponían que estaban sus hombres. No tenía la menor duda de que estaban 
haciendo exactamente lo que él les había pedido hacer. Ninguno de ellos 
estaría tan lejos del rancho. Además, sólo un idiota viajaría en esa clase de 
velocidad corriendo la distancia cuando había ganado. Marshal suspiró. Él 
Nunca estaba de humor para ver al Sheriff Judd Kingsley, pero él estaba 
aún menos inclinado a ser cordial hoy. 
Dado que esquivar al hombre sólo haría al inevitable enfrentamiento 
más desagradable, Marshal espoleó a su caballo fuera de la carretera 
principal, así él podría conseguir que el encuentro terminara con la mayor 
rapidez posible. Tal vez ahora tendría una respuesta a lo que Elliot había 
estado haciendo por aquí, porque tan seguro como que Dios hizo las 
pequeñas manzanas verdes, los extraterrestres no habían dejado caer a 
Elliot del cielo sólo para darle a Marshal un compañero de cama. 
Kingsley se detuvo en una nueva Ford Explorer brillante. Él se 
detuvo abruptamente, haciendo que los grandes neumáticos nudosos se 
deslizaran en la suelta tierra roja de la carretera. Sólo una parte de la 
entrada principal en el rancho estaba pavimentada y eso fue sólo porque el 
condado lo pavimento. Todo lo demás era de tierra compactada. 
Marshal llevo su caballo cerca del lado del conductor del vehículo. 
Al igual que el pinchazo que habitualmente era, Kingsley no bajo la 
ventanilla enseguida. Nop. Fingió estar comprobando algo en el 
portapapeles que estaba situado en el asiento del pasajero. Pero los dos 
sabían que sólo estaba haciendo a Marshal esperar por ninguna otra razón 
que él podía imaginar. Él estaba más allá de ser mezquino, pero eso era 
parte de la naturaleza pomposa de Kingsley. Después de una buena espera 
de dos minutos, Kingsley bajó la ventanilla. 
─Buenos días, Marshal. 
 
 
45 
─Buenos días, Kingsley. 
─Sheriff. 
─Así es. ─Marshal hizo un punto de no llamar al hombre por su 
título. Dos podían jugar el pequeño juego ─¿Qué puedo hacer por ti? 
─Estoy en busca de un hombre. 
Marshal sonrió. 
─¿No somos todos? 
Kingsley hizo una mueca. El hombre era el más increíble pendejo 
homofóbico que Marshal nunca había tenido la desgracia de conocer. 
─Estoy buscando a un hombre buscado. 
Marshal dejó pasar eso, porque pellizcar a Kingsley sólo haría que se 
ampliara el tiempo que Marshal tenía que lidiar con él. 
Cuando Marshal no mordió el anzuelo, Kingsley ofreció un folleto 
de búsqueda con un bosquejo del hombre que todo el estado estaba 
buscando. El corazón de Marshal dio un vuelco cuando él miró al hermoso 
rostro de Elliot. Los ojos no estaban del todo bien y el mentón estaba 
pasado, pero miraba claramente al hombre que había encontrado 
durmiendo en el heno anteriormente. 
─Se le busca por una serie de robos en todo el área Four Corners
8
. Él 
fue visto cerca de Escorpión hace dos días. 
─¿Qué te hace pensar que está aquí? ─El Rancho Rough River 
estaba a más de cincuenta kilómetros de la ciudad más cercana. Marshal 
continuó estudiar el folleto. En su mano tenía la respuesta a su problema. Él 
podría simplemente llevar a Kingsley a la casa principal y entregarle a 
Elliot a él. En quince minutos, podía contar con él fuera de su cabeza, de su 
rancho y fuera para siempre de su vida. Sólo de pensar en ese escenario 
 
8
 Se deja en ingles por ser el nombre del lugar 
 
 
46 
hizo a Marshal enfermar del estómago. Elliot no parecía el tipo de robar a 
nadie y ciertamente no con un AK-47. Infierno, Elliot no se veía como si 
hubiera incluso sabido qué parte de la pistola era el final de la cosa. 
─Yo no creo que esté aquí. Sólo estoy haciendo la debida diligencia 
y asegurándome de que todos los ganaderos bajo mi jurisdicción saben que 
está merodeando por estos lares. 
─No hay una razón para que asalte un rancho. No tenemos algo 
excepto vacas. 
─¿Estás deliberadamente tratando de ser denso? ─Kingsley soltó una 
profunda respiración por la nariz, sacando una bola de moco sobre su boca, 
la que lió con su lengua, y luego escupió por la ventana. El pico de moco 
aterrizó cerca de las pezuñas de su caballo. Cuando la bestia relinchó, 
Marshal lo tranquilizó con aire ausente. Hasta ahora no había un caballo en 
el rancho que parecía gustarle Kingsley no más que a los seres humanos. 
Fuera de todos los hábitos desagradables de aquel hombre uno tenía que ser 
el más repugnante. Como para probar la mala evaluación, Kingsley se 
hurgo en la nariz. Después de examinar la porquería en su dedo, lo limpió 
en su camisa. Marshal no podía imaginar cómo su esposa trataba con todos 
sus golpes de mocos– Yo no creo que esté aquí para robarte, idiota. Creo 
que podría pasar desapercibido en un rancho hasta que el calor se extinga. 
En realidad, no era una teoría medio mala. Considerando que 
Kingsley era el mejor policía improvisado, era poco probable que la idea 
surgiera de él. La noción de un criminal escondiéndose por aquí 
probablemente procedía de uno de los oficiales de Kingsley. Él solo estaba 
tomándose el crédito. Algo que probablemente hacía con gran frecuencia. 
Marshal imaginó a sus subordinados rezando todas las noches para que un 
infarto masivo golpeara al sheriff pretencioso. 
─Si lo ves, me llamas. 
─Voy a estar seguro para hacer eso. 
─Llámame, Marshal. No al nueve uno-uno o la línea principal. 
 
 
47 
Maldito me llamas, ¿entendido? 
─¿Es el procedimiento? ─Marshal vio a Kinsley resollar y resoplar y 
trabajar su camino a una muerte temprana. 
─Es lo que yo estoy diciendo que hagas. 
─Lo tengo. –Marshal asintió ─¿Algo más? 
Kingsley se

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