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1 Serie Coyotes del rio bravo Atrayendo a un compañero peligroso 1 Anitra Lynn McLeod 2 Sinopsis: Deseos peligrosos... Encontrar a un hombre desnudo, herido, y irresistiblemente sexy en su ganado impulsa la compasión de Marshal Roberts, pero cuando Elliot James afirma que tiene amnesia, la simpatía de Marshal se convierte en sospecha. Los problemas con un representante de la ley homofóbico tienen a Marshal pensando que la situación es una trampa. Decidido a obtener la verdad, Marshal toma a Elliot cautivo. Ser prisionero de Marshal no infunde miedo en Elliot. No cuando su prisión resulta ser la preciosa habitación del ranchero. Decidido a tener a Marshal, Elliot hace todo lo posible para atraer al vaquero sexy para reclamar su inocencia, sin darse cuenta del peligroso que su deseo desata. Impotente para resistir las poderosas fuerzas que tiran de ellos, Marshal reclama a Elliot como su compañero. Pero cuando su unión libera a sus bestias interiores, ¿podrán sus asombrosas transformaciones traer la paz o sólo provocar el caos mortal? 3 Advertencia: Todos los personajes y los acontecimientos en este libro son ficticios. Cualquier parecido con personas reales vivas o muertas es mera coincidencia. Dedicatoria A todos los lectores maravillosos que han tomado el tiempo para escribirme. ¡Gracias! 4 Capítulo 1 Marshal Roberts había visto muchas cosas en las setecientas mil hectáreas del rancho, pero nunca había visto a un hombre desnudo y escondido, dormir en un campo de hierba. Marshal se bajó de su caballo y se acercó al hombre con toda cautela. No parecía ser un peligro, pero nunca se sabía. ¿Qué clase de hombre cuerdo toma una siesta en un campo con cien mil cabezas de ganado corriendo en ella? Un hombre loco. O tal vez uno herido. Maldita sea. Cuanto más se acercaba, más le parecía a Marshal que el hombre -el hombre muy bien formado con cabello rubio sucio- estaba herido. Justo cuando Marshal se arrodilló para inspeccionarlo, el hombre abrió sus ojos. Señor, ten piedad. Nunca en su vida Marshal había visto a un hombre con los ojos ese color. Se clavaron, hipnotizándolo y parecían estar tirando el alma de su cuerpo. Eran de color verde pálido, pero no como cualquier verde con el que estaba familiarizado. No salvia o cazador, o incluso verde intenso. No, este hombre tenía un verde único para él. Un verde de otro mundo que era pálido, pero con un anillo oscuro alrededor del iris. ─¿Estás bien? ─Marshal le ofreció su mano. Los hermosos ojos del hombre se abrieron y él se movió hacia atrás usando sus manos y pies. ─¡Whoa! ¡Hey, yo no voy a hacerte daño. ─Marshal levantó las manos hasta los hombros con las palmas hacia afuera. No fue una reacción totalmente inusual para él. Dado que Marshal era alto y grande, la reacción instintiva de terror del hombre no era la primera que Marshal había encontrado─Estoy tratando de ayudarte. Él dejó de moverse hacia atrás, pero él no parecía menos asustadizo. 5 ─¿Tienes un nombre? El misterioso hombre frunció el ceño como si estuviera pensando muy duro, pero él parecía incapaz de encontrar una respuesta, porque él negó con la cabeza con cara de preocupación. ─¿No te acuerdas? Él simplemente miraba a Marshal con esos ojos muy vivos suyos. ─Está bien. Bueno, ¿por qué no eliges un nombre?─Probablemente no significaría nada, pero el hombre sólo podría elegir su propio nombre y sin saberlo. ─Me gusta el nombre de Elliot. ─Entonces te llamaré Elliot. ─Porque no puedo llamarte " voz sexy ", pero maldita sea, si pudiera, sería totalmente apropiado. Elliot sonrió sin mostrar los dientes, por lo que Marshal le dio ese mismo tipo de sonrisa. Cuanto más imitara al hombre, era más probable que Elliot podría permanecer calmado y dejaría que Marshal le ayudara. A partir de la experiencia de Marshal, sabía que era una técnica que funcionaba con ambos animales y seres humanos. ─¿Te acuerdas de cómo llegaste hasta aquí? Elliot negó con la cabeza mientras miraba alrededor. Se tocó la parte posterior de la cabeza, hizo una mueca y cuando él retiró su mano había sangre. ─Una lesión en la cabeza podría explicar tu condición. ─Marshal se levantó y los ojos de Elliot se agrandaron de nuevo. Marshal se dio cuenta de que estaba a punto de luchar de nuevo, pero se relajó cuando Marshal se dirigió a su caballo. De la alforja sacó un pañuelo verde y una botella de agua. Humedeció el paño, volvió a Elliot y luego se puso en cuclillas, entregándole la botella a Elliot– Bebe un poco de esto, pero poco a poco, ¿de acuerdo? 6 ─Gracias. ─Elliot cogió la botella y bebió. Él dejó escapar un suspiro de alivio ─Tenía la boca tan seca que me dolía. La boca seca podría ser simplemente la deshidratación o los efectos secundarios de drogas, pero Marshal no podía ni siquiera aventurar una respuesta en estos momentos. Los ojos de Elliot parecían claros a su juicio. No estaban enrojecidos o vidriosos, pero eso no significaba que no había estado fumando, comiendo o bebiendo algo la noche antes. Elliot parecía estar en algún lugar de sus primeros veinte años. Esa era aproximadamente la edad en que la mayoría se involucraba en la fiesta. Marshal nunca lo había hecho, pero él era la excepción y no la regla. ─¿Puedo echar un vistazo a tu cabeza? ─Marshal levantó el pañuelo mojado ─Te puedo dar un poco de primeros auxilios. ─Y a ver si fue en una pelea o si fue una de las reses que lo lastimó. Aunque ambos escenarios parecían poco probable. El ganado no era del mismo tamaño, pero la mayoría pesaba alrededor 500 libras 1 . Si uno de ellos había pisado su cabeza, no estaríamos teniendo esta conversación. La única persona con la que Elliot estaría teniendo una discusión era con su creador. Una pelea parecía descabellada también, porque Elliot no tenía contusiones o cortes en los nudillos. Después de manejar un rancho con nada más que los hombres en él, Marshal conocía estrechamente las características de una pelea. Su único otro pensamiento era que los coyotes con los que había estado luchando casi desde siempre habían llegado a él, pero si lo hubieran hecho, no habría mucho de Elliot que quedara por examinar. Así que eso significaba que tenía que haber algo más. Elliot cabeceó y se inclinó hacia delante. Él pareció darse cuenta de repente estaba desnudo porque hundió sus manos hacia abajo para cubrir su genitales. ─Está bien –le aseguró Marshal ─No sé lo que le pasó a tu ropa. Las buscaremos después de que le dé un vistazo a tu cabeza. ¿De acuerdo? ─Está bien. 1 Aproximadamente 227 kg 7 Una palabra y lo que Marshal escuchó fue puro sexo. Tenía que sacar a su mente de ese camino de pensamiento. Ese pobre chico no necesitaba que un célibe ranchero se lanzara sobre él. Además, después de ver las mismas viejas caras días tras día, algunas por más de una década, Marshal estaba hambriento por encontrar un hombre para compartir su vida y su cama. Eso hizo que su reacción ante Elliot no fuera más que rápida. Marshal se acercó y examinó la parte de atrás de la cabeza de Elliot. Había un hilo de sangre que aún fluía, pero la mayor parte estaba cubierta con tierra y briznas de hierba de donde había terminado en el campo. ─Voy a presionar el paño para limpiar un poco del lío. ¿De acuerdo? ─Está bien. Tras quitar un poco de la sangre seca del golpe, Marshal vio un corte considerable en la parte superior de un bulto que se estaba poniendo azul púrpura oscuro, indicando que el golpe había ocurrido hacía poco. Miró el reloj. Eran apenas las diez de la mañana, así que pensó el golpe tuvo que haber sido hecho ayer por la noche alrededor de las diez. ─Manténesto en tu herida. –Marshal levantó la mano de Elliot para que pudiera presionar el paño mojado en la cabeza. Se resistió hasta que Marshal dijo– Yo no voy a mirar tus trastos. Voy a mirar alrededor por tu ropa. –Y huellas de neumáticos o algo para indicar cómo diablos se las arregló para entrar en el centro de mi campo. Elliot dejó de pelear y se apoderó del pañuelo. Marshal se levantó y miró alrededor de la zona. No vio ningún pasto aplanado de las ruedas de automóviles. No vio ninguna ropa. Infiernos, por todo lo que podía decir, era como si Elliot había caído directamente del claro cielo azul. A punto de lanzar algunas preguntas más puntiagudas a Elliot, Marshal vislumbró su trasero en la tierra. Maldita sea, pero tenía un culito perfecto. Agradable y apretado cómo el que a Marshal le gustaba que su compañero tuviera. Como beneficio adicional, el trasero de Elliot estaba 8 liso sin ninguna línea de bronceado. Después de levantar su sombrero de paja, Marshal se rascó la frente para eliminar el sudor y lo reajustó mientras contemplaba cómo estaba Elliot bronceado. Su cuerpo entero estaba del mismo tono bañado por el sol desde la punta de las orejas a los dedos de los pies. Marshall pasaba la mayor parte de su tiempo al aire libre, pero él tenía líneas de bronceado por todas partes y de las diferentes longitudes de las mangas de camisa y el hecho de que nunca iba sin pantalones por lo que su mitad inferior era cegadoramente blanca en comparación con la parte superior del cuerpo. ─¿Ves algo? ─Preguntó Elliot. Veo un culo que me encantaría haber inclinado sobre mi cama conmigo de pie, desnudo detrás de él. Una absolutamente perfecta visión de Marshal contemplando el trasero de Elliot en su habitación iluminada por la luna le aturdió. Fue como si él fuera un clarividente y estaba viendo lo que iba a pasar. Esta visión, o lo que fuera, no era más que una fantasía o un lujurioso pensamiento que se volvió visual. Esto era algo que iba a pasar sin importar lo que Marshal hiciera. Cuando consideró la idea, no podía decidir si estaba predestinado, suerte o algo tan patéticamente triste como una ilusión. Cuando Marshal no respondió de inmediato, Elliot volvió la cabeza y alzó la vista hacia él. Los ojos de otro mundo parecieron ver a través de Marshal de su dura fachada y del núcleo donde el corazón de malvaviscos se escondía. Marshal juró que Elliot vio su anhelo, su soledad, y respondido con de su propios anhelos dolorosos. No hablaron una palabra, pero la verdad parecía brillar entre ellos, que ellos dos eran de la misma especie. Marshal le ofreció su mano. ─Ven conmigo. Te llevaré hasta la casa y haré que Doc te eche un vistazo. 9 ─¿Doc? ─Su nombre es Spencer, pero todo el mundo lo llama Doc. Quiero decir, que es un vaquero, pero también es un médico. Este es un rancho de buen tamaño, así que cada uno tiene una doble función, pero Spencer es un genuino medico y todo. –Marshal retiró su mano cuando se dio cuenta de que Elliot no se estaba agarrando, probablemente porque él estaba balbuceando. Marshal quiso tranquilizar a Elliot de que no lo arrastraba de vuelta a la casa principal para cometer actos desagradables sobre él. Tan pronto como él pensaba eso, sin embargo, vio otra perfecta visión de sí mismo de pie detrás Elliot, mirando a su perfecto culo en su dormitorio. Elliot ladeó la cabeza y sólo consideró a Marshal con una expresión en blanco en su hermoso rostro. Marshal se lanzó a otra explicación. ─Doc “Spencer” está aquí por la misma razón todo el resto de nosotros. –Sus jornaleros eran aproximadamente la colección más loca de inadaptados en el condado. ─¿Y por qué es eso? ─Preguntó Elliot en voz baja. ─Ninguno de nosotros parecía pertenecer en ningún otro sitio. – Marshal se dio cuenta que probablemente le hacía parecer menos fiable en lugar de más. ─A mí me parece que un hombre con un nombre inventado y sin ropa se adapta bien –Elliot ofreció su mano. Sonriendo abiertamente, Marshal agarró la mano de Elliot para levantarlo, lo cual hizo, pero el sentimiento que se lavó a través de él alargó el momento en el tiempo. Elliot se levantó y Marshal comprendió que era de la altura perfecta para él. Con seis pies ocho 2 , a Marshal le gustaban los hombres que eran aproximadamente de seis pies 3 de altura, porque podría 2 Aproximadamente 2.07 m. 3 Aproximadamente 1.80 m. 10 descansar su cabeza sobre suya. Él no tenía ni la menor idea de por qué le gustaba hacer eso, pero lo hacía. Elliot era exactamente seis pies de alto, así que cuando él se adelantó y se pegó contra Marshal, él era capaz de frotar su barbilla sobre el pelo rubio sucio de Elliot. Era suave y cosquilleo en su cuello, haciéndole sonreír. Elliot olía como la luz del sol. Y entonces le pareció a Marshal que también olía a lágrimas. Marshal retrocedió. Tenía miedo que hubiera forzado el abrazo en Elliot de alguna manera, pero no había ningún miedo o lágrimas en sus ojos. Elliot observó a Marshal y sonrió. Todas las paredes que Marshal habían construido para protegerse parecieron explotar en polvo. Elliot tenía la más hermosa sonrisa que había visto alguna vez. Infiernos. Tal vez sólo necesitaba tener sexo. Eso era toda esta atracción potente. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había hundido su polla en un dulce y estrecho culo? Demasiado mucho tiempo. Tenía la impresión de que si podía ver imágenes del futuro tal vez podía oler las cosas, también. Como aquellas lágrimas. La idea de herir a Elliot con su lujuria causó que Marshal se alejara de él. Así sea la última cosa que haga, voy a mantener mis manos lejos de él. Cuando Marshal retrocedió, la sonrisa de Elliot dejó su cara tan rápido que Marshal se sorprendió que no hiciera un soplo en la suciedad cuando golpeó el suelo. –Déjame ver si tengo algo para que uses. ─En lugar de tranquilizarlo, lo que probablemente no funcionaría, Marshall se volvió hacia su caballo. Necesitaba un momento para recoger sus pensamientos. Por lo tanto, abrió su bolsa y buscó a través de ella a pesar de que sabía que no había nada que Elliot podría usar. Marshal se colocó de espaldas, esperando como el infierno que su agudo, repentino y mejor dicho sobresalto de deseo por Elliot disminuyera. Había sido mucho tiempo desde había estado con alguien, pero esto no le daba permiso para tomar ventaja de un inocente. Oh, hombre, pensó Marshal, cerrando sus ojos. Por eso tenía esta atracción conductiva y, al mismo tiempo un convincente miedo. Marshal 11 no sabía si era algo en él que atraía a los vírgenes o algo en él que lo hacía subconscientemente buscarlos. De cualquier manera, más que unos inocentes habían aterrizado en su camino, luego de que los llevó a sus brazos y en última instancia a su cama. Y siempre, sin falta, la relación terminó mal. No importa lo que Marshal dijo o hizo, no parece tener una última conexión. No sabía lo que estaba mal con él o incluso si la culpa recaía en él. Durante la última década se había vuelto determinado a convertir el rancho de su familia en un negocio próspero. La única manera de hacerlo era ignorar sus necesidades y centrarse totalmente en la hacienda. Su intensidad había bombeado las cuentas del rancho del rojo y casi en el negro pero dejado su cama tan vacía que el dolor era casi insoportable. Si no fuera por sus interludios frecuentes con su mano derecha, solo Dios sabía qué tipo de monstruo estresado habría llegado a ser. Ahora que estaba a punto de obtener una medida de seguridad y obtener una ganancia, sería lógico que el universo lanzara un hombre en su camino. Este era el peor momento para tratar de forjar una relación romántica. O una sexual. Infiernos. En el momento actual él estaba dudoso acerca de hacer un nuevo amigo. Dado queMarshal no tenía nada que Elliot podría usar, pensó que le daría su camisa. De esa manera estaría mayormente cubierto. Teniendo en cuenta que Marshal tenía unas buenas ocho pulgadas en él, los faldones de la camisa debería cubrir su culo y se cortó fuera del pensamiento delante de Elliot. Él sólo había mirado lo suficiente como para notar que el hombre estaba desnudo, pero no se había torturado a sí mismo con cualquier detalle más allá de eso. ¿Por qué molestarse cuando mirar no iba a llevar a ninguna parte? ─Yo no tengo nada de ropa extra conmigo, pero te doy mi camisa ─Marshall abrió los ojales y se desabrochó la camisa de chambray 4 polvorienta, tiró de las puntas en sus vaqueros y luego la deslizó de sus 4 Se trata del tejido vaquero en versión más ligera y más suave. 12 hombros. Se dio la vuelta y se la ofreció a Elliot, que tenía la expresión más abandonada en su rostro. Elliot parecía un hombre que había sido desechado tantas veces que sólo esperaba que volviera a ocurrir. En sus ojos se mezclaban tristeza y expectativa de exactamente lo que él estaba haciendo: rechazarlo. La expresión en su cara absolutamente rompió el corazón de Marshal. ─Voy a ayudarte, Elliot. Te lo juro. Elliot asintió, pero no dijo nada mientras deslizaba su brazo tembloroso a través de la manga. Él temblaba tanto que terminó dejando caer la camisa y se estremeció, como si Marshal fuera a golpearlo por dejar que la ropa se cayera. ─Oye, está bien. En serio. Es evidente que has pasado por algo muy, muy traumático. –Acosado en su afán de tranquilizarlo, Marshal se inclinó para coger la camisa maltratada y se encontró con la polla de Elliot prácticamente en su cara. Incapaz de ayudarse, Marshal respiró un suspiro de deseo. La polla de Elliot era larga, gruesa, circuncidada y completamente sin pelo. Cuando Marshal realmente miró la mitad inferior de Elliot, él se dio cuenta de que no tenía ningún pelo en él en ninguna parte, excepto por encima de su nariz. Como Marshal siguió mirando y respirando en él, la polla de Elliot se endureció, lo que sólo hizo que Marshal emitiera un gruñido de anhelo. Desesperado por controlarse a sí mismo y hacer lo honorable, Marshal agarró la camisa y se levantó. ─No puedo evitarlo –dijo Elliot en voz baja ─Eres apuesto. ─Y he estado respirando en tu polla. ─Gracias, capitán Obvio. Claramente avergonzado, Elliot bajó la cabeza ocultando su rostro. Marshal pensaba que necesitaba más café o tal vez una sólida bofetada en la cara para despertarlo de este lugar extraño. Él sacudió el polvo de la camisa. No es que eso sacara todo lo que estaba sucio, pero lo hizo más para darse a sí mismo algo que hacer. Cuando él se movió bruscamente, su caballo relinchó e hizo un pequeño baile de lado hasta que 13 se calmó. ─Deja que te ayude, ¿de acuerdo? ─Marshal levantó la camisa y ayudó a Elliot a deslizar sus brazos en las mangas. Una vez que colgaba a través de sus fuertes hombros, Elliot se dio la vuelta. Mientras Elliot enrolló las excesivamente largas mangas, Marshal comenzó enlazando los botones diminutos, translúcidos que parecía deslizarse contra sus callosos dedos. ─Lo siento. ─Marshal dijo cuando él falló el mismo botón, el justo por encima de la cintura de Elliot, tres veces. Cuando lo agarró, él acarició con un dedo directamente a través de la punta de la polla de Elliot. Como una virgen temblorosa, Marshal brincó atrás tan rápidamente que asustó a su caballo. Pero en lugar de ofenderse, Elliot se rió. ─¿Ha intentado morder? ─¿Qué? –Marshal se rió. Maldita sea, pero su pene estaba tan duro ahora que estaba tratando de subir y golpear en la parte posterior de la hebilla de su cinturón. ─Está bien que no seas gay. ─Elliot se reunió con su mirada y después la desvió ─En serio. Pero no puedo ayudar al hecho de que yo lo soy o el hecho que eres realmente, realmente… ─su mirada en Marshal de nuevo para un milisegundo después mirar al suelo ─guapo. Ya que Marshal estuvo de pie completamente golpeado por la simple pero sentida declaración de Elliot, Elliot terminó de abrochar la camisa. Nadie alguna vez había dicho que Marshal era atractivo, no así, por lo menos. Era encantador, desarmándole y luego recordó que juró que no le haría daño a este hombre. El propio Elliot le dio a Marshal la salida que necesitaba diciendo que creía que Marshal no era gay. Eso le dio a Marshal la cubierta perfecta para evitar involucrarse. Así que en lugar de corregirlo, Marshal asintió con la cabeza, pero se dio cuenta de que Elliot seguía mirando hacia abajo. 14 ─Vamos, vamos a limpiarte y que te chequeen ─Marshal enganchó su pie en el estribo, levantándose balanceó su pierna sobre el cuerpo de su caballo y luego se asentó. La silla tipo ranchero era grande, pesada y tenía un asiento pulido duro para el uso de todo el día. Aunque ahora mismo con su erección ondulada por sus vaqueros el asiento fuera todo menos cómodo. Elliot tuvo que estirar el cuello para mirar a Marshal a los ojos. Como un hombre alto en la cima de un gran caballo, Marshal pensó que debía parecer bastante malditamente intimidante. ─Desliza tu pie en el estribo. Te ayudaré a tirar el resto del camino. Después de morder su labio inferior, Elliot lo hizo según las instrucciones. Con muy poco esfuerzo, Elliot estaba ahora sentado en el regazo de Marshal de modo que él no montaría en el cuerno de la silla de montar. Esto fue bueno para Elliot pero un desastre para Marshal. El culito perfecto de Elliot ahora estaba presionando justo contra polla ya dura de Marshal, por lo que estaba más duro de lo que estuvo alguna vez. ─¿Estás listo? ─Marshal le preguntó, esperando muchísimo que su tensión no se mostrara en su voz. –Sí. Marshal taconeo a su caballo y ellos se pusieron en marcha. ─¿Has estado en un caballo antes? ─No lo sé, pero no lo creo. ¡Oops! Marshal se había olvidado que la memoria de Elliot se estropeó. Con cada paso de su montura, Elliot se frota contra polla de Marshal. Calculando rápidamente, estaba tratando de decidir si él volaría su carga en el momento que llegaron a la casa principal. Si cada sacudida de su cuerpo de lado a lado era considerado un golpe, ¿cuántos movimientos llevaría a hacer que su polla palpitante entrara en erupción? Dividiendo la distancia de tres km por el promedio de pasos su caballo, los dulces bollos 15 de Elliot lo llevarían a un accidente cerebro vascular. ─¿Estás bien? ─Preguntó Elliot. ─Sí. ─Marshal mantuvo la respuesta corta, porque algo más revelaría el grado de su angustia. ─Estás respirando muy duro. ─Yo estoy… ─pensando en todas las maneras en que podría montarte– Estoy corriendo algunos números de matemáticas en mi cabeza. Me hace respirar con fuerza, supongo. ─Oh. ¿Números sobre qué? De ninguna manera iba a decirle la verdad, que estaba tratando de distraerse de sus pensamientos sexuales convirtiéndolos en una ecuación de álgebra, algo que había aprendido en la escuela secundaria. Así que en cambio, Marshal dijo: ─Cada pocos meses rotamos el ganado de una parte del rancho a otro con la hierba más larga y estoy pensando ¿Cuánto tiempo esta parte durará? ─Puesto que sólo se habían trasladado a gran parte del ganado aquí hace un mes, todavía tenían mucho tiempo antes de que se les movieran nuevamente. ─¿Quién habría imaginado había matemáticas involucradas en el funcionamiento un rancho ganadero? ─Es un rancho moderno. Ni siquiera marcamos nuestro ganado. ─¿No? ─No. Utilizamos una etiqueta en la oreja que tiene un microchip. Es menos invasiva y en realidad nos permite ahorrar dinero a largo plazo. ─Cuanto más hablaban, Marshal fue capaz de calmar su respiración y cambiar su enfoque. De repente, se dio cuenta que podía simplemente haber pedido ayuda. Como un ranchomoderno, tenían teléfonos celulares. Pero ya era demasiado tarde. Si él los bajaba a ambos fuera de su montura 16 y pescaba alrededor por su teléfono, Elliot sabría que algo andaba mal. Así que Marshal empujó hacia adelante, tratando de distraerse de la sensación del cuerpo de Elliot perfectamente moldeado contra el suyo. ─¿No podría alguien sólo cortar la etiqueta de oreja? ─Supongo que sí. Pero habría un agujero en la oreja que sería bastante revelador. –Marshal alivió su caballo hacia la carretera que dividía el valle de Rancho Rough River 5 – Además, los ladrones intentarían alterar las marcas también. ─¿Alguna vez ha tenido ladrones por aquí? –Elliot miró a su alrededor lo que movió perfecto culo, reviviendo la polla de Marshal y chupó sus labios fruncidos. ─No…no…uh. –Marshal dejó de hablar cuando él aumentó el ritmo de su montura, con la esperanza de que la velocidad añadida lo llevara a casa antes de que él llenara de crema el trasero inocente de Elliot ─Soy dueño de todo el valle y mis hombres llevan a cabo controles aleatorios, por lo que es muy poco probable que alguien lo intentara. ─¿Eres dueño de todo esto? ─Elliot miró a un lado de la lomas de piedra arenisca a la otra. ─Sí. La tierra de la familia. Transmitida de generación en generación. ─¿Cuántos? ─Elliot se movió un poco y le quitó todo los intentos de Marshal de calcular nada. Por el momento, no era seguro de que podía recordar de su misma edad. Cuando recordó que tenía treinta y cinco años, Marshal trató de deslizarse atrás sin llamar la atención hacia sí, pero todo que hizo fue asentar totalmente a Elliot contra su polla. ¡Joder! Ahora los golpes de atrás y hacia adelante también tenían un poco de los componentes hacia arriba y hacia abajo. Si Marshal cerraba sus ojos, podía fácilmente imaginar que él 5 Se deja el original por ser el nombre del lugar. Pero sería Rancho Rio Áspero. 17 estaba dentro del dulce, inocente y absolutamente fantástico culo de Elliot. Si no paraba, se iba a venir. Solo no había vuelta de hoja. ─¡Whoa! ─Marshal tiró de las riendas. Como el bien entrenado animal que era, el caballo debajo de ellos se detuvo y esperó pacientemente cuando Marshal bajó a Elliot al suelo y luego se bajó él mismo. ─¿Qué pasa? ─Tengo que consultar con alguien. ─Marshal sacó su celular de su alforja. ─El vaquero moderno con un teléfono celular. ─Elliot sonreía y parecía tan bueno con la camisa de Marshal que quería cambiar de vaquero a cavernícola y sólo tirarlo encima de su hombro ─¿Por qué simplemente no lo hiciste mientras cabalgamos? ─Yo no podía llegar a la alforja. ─Eso era la verdad mayormente. El verdadero problema era que para llegar de nuevo tendría que moverse alrededor de Elliot en su vuelta, y Marshal simplemente no podía manejar más presión de la que él había ya recibido de la proximidad de Elliot. Dándose la vuelta Marshal llamó al Doc. Después de un poco de quejas, ya que hoy era el día libre del hombre, Doc escuchó la situación. ─Has encontrado a un hombre en el heno, ¿eh? Sólo tú, Marshal. Sólo tú serías tan afortunado. ─Suerte no es la palabra que usaría. ─Marshal lanzó una mirada a Elliot, pero estaba lo suficientemente lejos que probablemente no podía oír la conversación– Trae tu bolsa para su lesión en la cabeza y trae un par de los pantalones de Dooley. ─¿El niño está desnudo? ─El hombre. El joven está desnudo. Bueno, él estaba desnudo hasta que le di mi camisa. Estamos fuera cerca del pasto recién removido. ─El día de hoy, sus hombres estarían sembrando, pero no habían salido aún. La mirada de Marshal se detuvo en Elliot, y se dio cuenta de la mirada de 18 Elliot estaba clavada a su pecho ─Y me traes otra camisa. Elliot frunció el ceño y se dio la vuelta, obviamente avergonzado por haber sido sorprendido mirando fijamente. Marshal colgó. Él deslizó su teléfono en la alforja. ─Dijiste que me ibas a ayudar. ─La voz de Elliot estaba completamente abatida. ─Lo estoy. Elliot se reunió con su mirada. ─Me estás arrojando a tu médico. ─Hey, no… quiero decir, lo estoy, pero… ─Marshal resistió las ganas de tirar de él a sus brazos ─es sólo que Doc puede arreglarte la cabeza y asegurarse de que no tienes una discusión, me refiero a una conmoción cerebral. Si tienes una, tal vez no deberías estar saltando hacia arriba y hacia abajo sobre un caballo. ─O mi regazo. O mi polla. Pero si te acuesto cuidadosamente hubiera podido tenerte sin lastimarte. Marshal sacudió su cabeza tan bruscamente que casi arrojó su sombrero ─Sólo quiero que Doc te eche un vistazo antes de ir más lejos ─lejos ─hacia la casa. ─¿Pensé que dijiste que estabas consultando con alguien? ─Lo hice. Comprobé con Doc. ─¿Y tú? ─¿Yo? ─¿Qué vas a hacer cuando Doc venga aquí a llevarme de tus manos? Probablemente voy a encontrar un lugar donde pueda darme un final feliz épico mientras fantaseo contigo. Eso fue lo que Marshal pensó, pero lo que dijo era una pizca diferente. ─Tengo que terminar con la línea de la cerca y asegurarme de que el 19 ganado tenga acceso claro al río. Es algo que se tiene que hacer sobre una base regular. ─¿Por qué en el mundo le hizo sentir que tenía que excusarse con Elliot? Si pudiera sólo tener cinco minutos a solas con su mano derecha podría calmarse, dejando caer unas dos docenas de escalones y se acercaría a esta situación con una cabeza mucho más clara. Teniendo en cuenta lo grande y aislado de su tierra y cómo de pronto la excitación podía golpear, Marshal se había masturbado al aire libre más de una vez. Nada se sentía mejor que se inclinarse hacia atrás con la polla en la brisa y encontrar satisfacción. Después de su gran chorro de información, todo lo que Elliot hizo fue asentir. ─Sólo me tengo que asegurar que la cerca es fuerte. Sin ningunas rupturas. No es que toda la tierra está cercada desde que los cerros de arenisca forman una barrera natural para mantener el ganado refrenado… contenido. ─Maldición, estaba balbuceando otra vez. Él siempre comenzaba mezclando las palabras cuando estaba nervioso ─Sólo hay un camino de entrada y salida –en su mente destelló la sensación del culo de Elliot y su deseo de tener su polla entrando y saliendo ─del valle. Una vez más, después de todo eso Elliot se limitó a asentir. Marshal divagó hasta que Doc apareció en la maltratada camioneta Ford azul clara para salvarlo de sí mismo. Alto y delgado, Spencer "Doc" Hall era un hombre estudioso y tímido, pero también tenía un fuerte sentido de humor. La mayor parte de las bromas que se jugaban salían de su cerebro. Doc en realidad no las llevaba a cabo. Conseguía que otros hicieran el trabajo sucio, pero las ideas eran casi siempre de él. ─Entonces, ¿qué tenemos aquí? ─Doc esbozó una sonrisa maliciosa a Marshal luego hizo una mueca cuando dio un buen vistazo a la parte posterior de la cabeza de Elliot ─Pobrecito. Déjame ver lo que te pasó. Con un um, un zumbido y una serie de tsks, Doc toco suavemente con cuidado y pinchó, entonces pronunció que Elliot estaba relativamente bien a pesar de la lesión en la cabeza. Cuando se le preguntó acerca de lo 20 que causó el golpe, Doc se encogió de hombros y dijo que podría ser casi cualquier objeto contundente. ─¿Te duele en cualquier lugar, además de tu cabeza? ─Por la forma en Doc se lo preguntó, Marshal tuvo la idea de que él estaba preguntando si Elliot había sido violado. La sola idea enfureció a Marshal mas allá de lo que él pensaba que era razonable. Sólo la idea de que alguien cualquiera aprovechándose de Elliot empujaba cada botón caliente que Marshal poseía, pero no tenía ni idea de por qué. No era como si fuera el dueño del hombre, ni nada. ─Estoy bien. Quiero decir excepto que no recuerdo la noche pasada. No parezco tener ningunaotra marca en mí en cualquier lugar. ─Elliot miró a Marshal para la confirmación de que el resto de su cuerpo estaba sin tocar. Marshal asintió antes de darse cuenta de que lo que Elliot estaba realmente haciendo, se aseguraba de que Marshal le había estado mirando la espalda mientras él estaba desnudo. El asentimiento de Marshal lo decía todo, pero ahora ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto. ─Es un golpe muy importante. ─Doc regresó a su equipo en su bolsa. ─Así que entonces probablemente debería ir en la camioneta contigo ¿no? ─Marshal asintió enfáticamente con la esperanza de que Doc captara su necesidad de poner cierta distancia entre él y Elliot. ─Pues no. ─Doc se negó a leer la silenciosa señal de Marshal. Lo entendió, pero él simplemente prefirió ignorarlo. Doc arrojó a Marshal una camisa en la que obviamente no cabría ─Él está bien contigo. ─Doc luego le entregó un par de pantalones de Dooley a Elliot. Para que los dos se vistieran, Elliot iba a tener que quitarse la camisa de Marshal. Ver más de su elegante y fuerte cuerpo probablemente lo mataría. Elliot positivamente brilló ante la idea de regresar a caballo con Marshal. ─Yo sugiero, sin embargo, que vayan con una velocidad reducida de 21 nuevo. Sólo para estar en el lado seguro. ─Doc meneó sus cejas. Antes que Marshal pudiera protestar otra vez y sugerir que Elliot montara en la camioneta, Doc se puso al volante y luego se fue. Marshal juró que lo oyó reír. A pesar de sus mejores esfuerzos, Marshal no tuvo más remedio que volver a su caballo y llevar a Elliot en su regazo. 22 Capítulo 2 Elliot podría haber tirado de los pantalones prestados al amparo de la enorme camisa de Marshal, pero ¿por qué debería, cuando se estaba haciendo cada vez más evidente que Marshal se sentía atraído por él? Elliot no podía recordar mucho, pero recordaba el dolor vacío de estar solo. Fijar su mirada en Marshal fue una tarea seria, ya que el hombre parecía un poco peligroso. Él no era malo ni nada, sólo que con su construcción fuerte y su clara renuencia a presionarse contra Elliot... Marshal empujó algo en Elliot para reclamar al hombre. Sólo el hecho de que Marshal parecía decidido a resistirse hizo que el hambre de Elliot creciera cada vez más. Elliot no recordaba nunca rendirse ante un desafío. Él lo deseaba. Simple y llanamente y Elliot iba a hacer todo lo posible para hacer suyo al sexy ranchero. ¿Cómo podría no estar completamente fascinado con su poderosa forma y sus ojos turquesa? Después de sentir la dureza de su tensa polla contra sus vaqueros desteñidos, Elliot decidió que su evaluación apresurada de que Marshal no era gay era un error. Nunca había sido tan feliz de estar equivocado. O al menos no creía que alguna vez había estado tan alegre de estar en un error. Era difícil de decir cuando no podía recordar exactamente las cosas. Todo lo que tenía eran vagas impresiones y un sólido sentido de quién era como persona. Una cosa que sabía con certeza era su orientación. Tan pronto como él había abierto los ojos y vio a Marshal, había sabido que era gay. Marshal era, al menos, de seis pies con ocho y probablemente cerca de 300 libras 6 la mayoría de ellas músculos. Su pelo negro estaba cortado corto, pero en la parte superior tenía un pequeño remolino en el lado derecho, Elliot lo había notado sólo cuando Marshal se quitó su sombrero para reacomodárselo. Sus ojos eran de color azul turquesa que podrían destellar 6 Aproximadamente 138 kg. 23 en una suave comprensión a ricamente sensual en el lapso de un parpadeo. Elliot sintió una conexión profunda con el vaquero que no podía ser explicado por algo ordinario. Elliot intuitivamente sabía que había una razón por la que estaba aquí y una base sólida para su atracción inmediata hacia Marshal. Todo lo que tenía que hacer ahora era capturar el interés de Marshal. Lo cual era probablemente un infierno mucho más fácil decirlo que hacerlo teniendo en cuenta cómo Marshal estaba haciendo todo lo posible para tratar de poner un poco de distancia entre ellos. Elliot no creyó su explicación acerca de llamar al Doc ni por un momento. ─Aquí. Supongo que no necesitaré esto más. ─Elliot lenta y deliberadamente deshizo todos los botones que Marshal había tan cuidadosamente abrochado. Al mantener la cabeza inclinada hacia abajo, Elliot dio la impresión de que él no estaba mirando a Marshal mientras se desnudaba, pero lo estaba. Marshal mantuvo su mirada fija a cada movimiento que Elliot hizo. Cuanto más bajo iban sus manos en los botones, la respiración de Marshal más inestable se hacía. Cuando Elliot llegó al último Marshal se relamió los labios como si estuviera hambriento por la revelación. Para burlarse de él, Elliot se encogió de hombros para quitarse la prenda sin dejarse ver. Una vez que Marshal dio un gruñido frustrado, Elliot dejó que la camisa se separara justo en el centro de su cuerpo. Marshal dejó escapar un suspiro y movió sus caderas. Era sutil pero seguía siendo un claro indicador de su interés. Una vez Elliot había tomado la camisa, se la ofreció a Marshal. ─Te la cambio. Las cejas de Marshal se elevaron tanto que levantaron su sombrero. ─Por la camisa que Doc te dio. Quiero decir, puedes tratar de ponértela, pero estoy bastante seguro de que no cabrás. ─No con el enorme pecho de Marshal. Sus brazos eran más oscuros que el resto de su pecho, pero no por mucho. Su pecho aún estaba muy bronceado y sexy, lleno con todos los músculos. Después de mirar la camisa en la mano como si se hubiera olvidado 24 por completo, Marshal se la entregó y tomó la de Elliot. Cuando sus dedos se tocaron, hubo una descarga de electricidad estática. Utah tenía el aire más seco que Elliot había experimentado nunca. El conocimiento lo sacudió ya que se unía a un recuerdo de otro lugar que estaba húmedo. Rebosante de alegría de que su memoria iba a volver, se le cayó la pequeña camisa. Antes de que Marshal pudiera recogerla, Elliot se agachó para recuperarla y se encontró a sí mismo mirando justo a la entrepierna de Marshal. Sus vaqueros estaban descoloridos casi blancos en algunos lugares. Pero al lado de su bulto, había un pequeño desgarro en la tela que sólo un pequeño tirón ampliaría. Para resistir la tentación de ponerse a trabajar la abertura, Elliot miró al Marshal. Sus miradas se conectaron y se bloquearon. Los ojos azules suave de Marshal se agudizaron y se volvieron humo ya que consideraban la boca de Elliot en relación con su polla. Cuando Elliot se lamió los labios y tragó saliva, Marshal dio otro movimiento rápido revelador con sus poderosas caderas y su nariz llameo. Como perdido en un sueño, Elliot se acercó y acarició con la mano posesivamente contra la polla de Marshal. Eres mío. Él no podía recordar su nombre o lo que le había sucedido, pero Marshal era suyo en términos muy claros, era evidente. Era imposible para Elliot dejarlo. Nunca. El problema era que si él se lo decía a Marshal, las cosas podrían ser muy diferentes. Así que Elliot tendría que ir con cuidado y mantendría su peligrosa atracción para él. La mano del Marshal tapó la de Elliot y pensó que el atractivo ranchero iba a empujar su mano, pero no lo hizo. Marshal dirigió su mano presionándola más duro y arrastrando sus manos intercaladas arriba y abajo de la longitud de su pene. Un largo y bajo suspiro se deslizó entre los labios tensos de Marshal. La boca de Elliot salivó. Dios, quería probar a este gran hombre. Quería tomarle el pelo un poco más antes de complacerlo completamente. Con cuidado, manteniendo su mirada en los ojos de Marshal, Elliot alivió su mano hacia la hebilla oval del cinturón. Un emblema de oro grabado de 25 un hombre sobreun caballo salvaje se unía a un óvalo de plata. No había escritura en la hebilla de cuando y donde Marshal lo había ganado, pero el trofeo estaba tan gastado que la mayor parte del grabado se había ido junto con la mitad de los arabescos de lujo de todo el medallón de plata. Marshal levantó la mano y se desabrochó el cinturón y Elliot abrió la cremallera de sus vaqueros. El peso de la hebilla tiró de la bragueta de sus pantalones a los lados, exponiendo sus calzoncillos blancos. Una mancha de humedad de pre semen oscureció la tela por encima de la punta de su polla. Sin todo el tejido aplastante contra él, su miembro crecía y se extendía hacia el ombligo de Marshal. Antes de que pudiera cambiar de opinión y detenerlo, Elliot se levantó un poco, tiró hacia abajo los calzoncillos de Marshal y chupó la polla en su boca. Marshal dejó escapar un lento ah de placer que le dijo a Elliot exactamente cómo de bien lo estaba haciendo sentir. Elliot cerró los ojos perdido en el dulce sabor del líquido pre seminal de Marshal. Cuanto más él chupaba, más de la ambrosía líquida él producía. Marshal silbó y separó sus piernas, como para estabilizar su postura. Su mano tocó tentativamente la parte superior de la cabeza de Elliot, burlándose a través de los mechones de su cabello. ─Es tan bueno. Tu boca se siente tan jodidamente buena. Hambriento de probar su completo placer, Elliot chupó duro y ahuecó su mano contra las bolas de Marshal. Él quiso drenarlo. Para hacerlo mío para siempre. La fuerza de ese pensamiento sobresaltó a Elliot. En lugar de alejarse, él se adelantó para tomar más de la polla de Marshal en el calor de su boca. Por desgracia, su cambio de posición alteró donde se encontraba la mano de Marshal en su cabeza, haciendo que se deslizara hacia atrás. Elliot sabía que todo había terminado cuando Marshal llegó a los inicios de la protuberancia en la parte posterior de su cabeza. ─¡Whoa! No, no. ─Marshal sacó la polla de la boca de Elliot con un pop ─Yo no debería… Yo no quiero aprovecharme… no estamos haciendo esto. –Rápidamente Marshal se dio la vuelta. Tiró la camisa de 26 chambray, se la abrochó y la metió dentro de los pantalones. Vístete. Elliot consideró decir que no y cruzarse de brazos, desafiante, pero tenía la sensación de que conseguiría que alguien más viniera con un vehículo para recogerlo. Alguien que haría lo que dijo Marshal en lugar de desafiarlo como hizo el Doc. De mala gana, Elliot hizo lo que Marshal quería. Después de subir a sus pies, Elliot se puso los relativamente nuevos pantalones vaqueros y una camisa con botones rígidos. Se dio cuenta de que ambos artículos estaban endurecidos por haberse secado al aire libre. Por alguna razón, eso le hizo sonreír. Una visión de la ropa moviéndose perezosamente en una cuerda con la brisa caliente le gustaba y él no tenía idea de por qué. ─¿Te vestiste? ─Marshal preguntó sin voltearse. Desde la postura de los hombros, parecía claro que no iba a mirar hasta que Elliot estuviera totalmente cubierto. ─A excepción de mi cara. Puedes poner una bolsa en ella si quieres. Marshal giró, cavando el tacón de su bota en la tierra. ─¿Qué coño significa eso? ─Si no quieres mirarme a la cara puedes cubrirla también ─Elliot ofreció tranquilamente contra la pregunta gruñida de Marshal. ─No se trata de me guste verte, o no, o lo que sea. ─Marshal levantó sus manos en señal de frustración ─Esto es sobre llevarte a la casa principal y conseguir que te cuiden para que puedas estar en tu camino. El pensamiento de salir del rancho, de alejarse de Marshal, tenía el corazón de Elliot martilleando en su pecho. ─Por favor no me hagas volver. ─¿Qué? –instantáneamente alerta Marshal preguntó ─¿Donde está el lugar al que no quieres volver? ─No lo sé. ─Y francamente, Elliot no podía recordar los detalles de 27 donde había estado o por qué no quería volver ─Todo lo que sé, es no era en un buen lugar para estar. Me hicieron daño. ─¿Daño… cómo? ¿Fue físico o emocional? ─Todo el fuego murió en el tono de Marshal mientras se acercaba. Atrás quedó el hombre impulsado por la lujuria y en su lugar estaba un hombre que se movía a cuidar a todos aquellos que veía. En su postura y en su mirada, Elliot vio lo protector que era Marshal. ─No me acuerdo. –Elliot estaba tan frustrado ─Pareciera que puedo sentir cosas, pero no recuerdo por qué me siento de esa manera. Frunciendo el ceño Marshal subió en su caballo y ofreció su mano a Elliot, que aceptó. Una vez que se colocó en el regazo de Marshal partieron. La polla de Marshal viajaba por la división del culo de Elliot de nuevo, pero con los pantalones que llevaba puestos, no podía sentirlo tan bien como pudo antes. Lo cual era una lástima, porque se sentía impresionante. ─¿Estás enojado por lo que hice? ─preguntó Elliot. ─No. ─Marshal lo dejó ahí. ─Sabes muy bien. ─Marshal no respondió. Elliot descubrió que Marshal perdió el balbuceo. Este hombre levemente enojado y frustrado sexualmente era desagradable como el infierno. ─Me gustaría que paseáramos así sin pantalones. ─Elliot acurrucó su trasero un poco más apretado contra el regazo de Marshal ─Quiero decir, si fuéramos cuidadosos, podríamos dar unas vueltas contigo enterrado dentro de mí. Desde que las manos del Marshal estaban delante de Elliot, notó cuando el agarre de Marshal en las riendas se apretó. Elliot le dio un momento, pero Marshal no habló y no se relajó. ─Tú no tendrías que empujar. Podríamos sentarnos aquí y disfrutar del suave movimiento hacia atrás y hacia adelante y de lado a lado de tu 28 polla en mi culo. ─Mierda. ─Marshal siseó. ─Si bien, se vería muy extraño para cualquiera que nos viera. ¿Dos chicos en cueros sobre un caballo? Creo que la única razón por la Lady Godiva 7 se salió con la suya fue porque tenía el pelo lo suficientemente largo como para cubrir todas sus partes íntimas. ─Elliot suspiro ─Creo que podrías simplemente bajar tus pantalones vaqueros y tal vez podría cortar un agujero en la parte posterior del mío, así parecería menos evidente, pero no podría desprenderme de la sonrisa de felicidad en mi cara. –Basta. ─¿Qué? Sólo decía… ─¿Acaso Judd Kingsley te envío por aquí? ─¿Quién? ─Oh, cierto. Tú supuestamente perdiste la memoria. ─dijo Marshal sarcásticamente ─Pero recuerdas a Lady Godiva y no tenías ningún problema dando una mamada de primera categoría… ─Marshal cerró su boca tan rápido que Elliot prácticamente oyó que sus dientes hacían clic juntos. ─¿Estás enojado porque te gustó cómo te chupé la polla? ─No estoy molesto. ─Podrías haberme engañado. 7 Lady Godiva fue una dama anglosajona, famosa por su bondad y belleza, quien estuvo casada con leofric, conde de Chester y Mercia y señor de Conventry. Su nombre quiere decir gift of God («regalo de Dios»); Godiva es la versión latina del nombre. Esta dama, compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos, a los que su marido esquilmaba con tributos abusivos, se solidarizó con ellos. Construyó junto con su esposo, cuya buena administración es destacable, el monasterio de Coventry. Cuando la ambición se apoderó de su esposo, ella le pidió que rebajara sus impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady Godiva recorriese Coventry a caballo, sin más vestidura que su largos cabellos. La dama así lo hizo, no sin antes acordar con sus vecinos que éstos se encerrarían en sus casas para no perturbarla en su desnudez. El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, montada en su caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas encerrados y con las ventanas cerradas. 29 Se quedaron en silencio por un tiempo. La tierra alrededor de ellos estaba preparada, pero cuando estaban más cerca de las cimas de los cerros Elliot vio arbustossecos y rocas rojas. Por encima de los cerros, el cielo era del más rico azul que había visto nunca. Por alguna razón, Elliot pensó que era una ciudad viviente. No estaba seguro, pero se sentía bien. Aquí afuera en la noche, él imaginaba que las estrellas parecerían tan brillantes que casi sería capaz de llegar y tocarlas. Tuvo una repentina visión de sí mismo observando las estrellas con Marshal a su lado, No hablarían de nada ya que se sostendrían en manos -patas- y observaron cómo las constelaciones desfilaron a través del cielo. Asustado por las “patas” de palabras susurradas en su mente, Elliot se preguntó cómo en el mundo podrían tener patas. Él negó con la cabeza. Obviamente había algo chiflado con su memoria. ─¿Quién es Judd Kingsley. ─preguntó Elliot. ─Un arrogante, gilipollas homofóbico. ─Marshal escupió en el suelo como para acentuar su punto. ─¿Y tú le admites en tu propiedad? ─Técnicamente, tengo que hacerlo, ya que él es el sheriff del condado de Escorpión. Mi rancho cae bajo su jurisdicción. ─¿Por qué me habría enviado aquí? ─Elliot esperó una respuesta, pero al no estar próxima, se puso en marcha con su lujuriosa historia de cómo podían joder a caballo de nuevo. ─¡Basta! ─Marshal agarró alrededor de las riendas con tanta fuerza que sus puños se pusieron blancos. ─Entonces dime lo que la ley local tiene contra ti. Marshal se inclinó hacia adelante hasta que su boca estaba justo contra de la oreja de Elliot. ─Soy un hombre peligroso. Tienes suerte me siento bien hoy o me 30 habría aprovechado de ti allá atrás. En vez de intimidarlo todo lo que Marshal había logrado hacer fue reforzar la determinación de Elliot de entrar en su cama. Para oír la baja y retumbante voz enviar demandas sucias mientras follaban como animales salvajes, no sería más que un valor añadido a la sensación del fuerte y orgulloso cuerpo de Marshal golpeando en el suyo. ─Grande y malo fuera de la ley, ¿no? ─Elliot miró sobre su hombro y se encontró que Marshal no había movido la cabeza hacia atrás. Sus labios prácticamente se tocaban cuando él dijo ─Tal vez es por eso que estoy aquí. ─¿Por qué? ─Porque yo estoy en la necesidad de un criminal. ─¿Sí? ─Voz Marshal estaba peligrosamente tranquila ─Dime la verdad niño bonito o te juro que nunca vas a dejar este rancho. La amenaza le emocionó, porque Elliot no deseaba irse. Nunca. Contempló que incluso si él recuperaba su memoria no le diría a Marshal. Burlonamente dijo: ─Si quieres saber, tendrás que sacar la verdad fuera de mí. ─¿Quieres jugar rudo y violento con los chicos grandes, ¿no? ─No. ─¿No? ─No quiero jugar con todos los chicos grandes. Sólo quiero jugar con uno. Y mientras que es grande, seguro como el infierno que ya no es un niño. Marshal mantuvo las riendas con una mano y ahuecó la polla de Elliot con la otra. ─Yo… ─Elliot no podía pensar con claridad con la palma grande de 31 Marshal tocándolo y vertiendo de calor contra su polla. ─¿Vuelve tu memoria? ─Marshal puso su boca contra la otra oreja de Elliot. Estaba tan cerca que frotó su mejilla suave afeitada contra el borde de la cara de Elliot. Elliot se dio cuenta de que con el fin de hacer esto Marshal debía haber inclinado su sombrero ─¿Estás comenzando a recordar quién te envió aquí? ─Nadie me ha enviado. ─Elliot se defendió. No podía recordar los detalles, pero sabía que había venido por su propia voluntad. ─¿Así que te acuerdas? ─No me acuerdo, pero se siente totalmente equivocado. ─¿Se siente mal? ¿Pero estás perfectamente bien con el roce de un hombre que no conoces? Ahora él lo consiguió. Elliot volvió la cabeza, llevando sus labios cerca juntos. ─Estoy rozando a un hombre que quiero. ─¿Cómo puedes querer a un hombre que no conoces? Porque de alguna manera yo te conozco. Pero en lugar de decir eso e iniciar otra lluvia de preguntas sospechosas, Elliot devolvió la pregunta a Marshal frotándose en contra de la muy dura polla. ─¿Cómo puedes querer a un hombre que no conoces? ─Cualquier dulce culo apretado moliéndose sobre mí conseguiría mi polla dura. ─¿Sí? ─Elliot no lo creía ni por un momento y no creía que Marshal tampoco lo hiciera– ¿Por qué no traemos a Doc devuelta aquí y probamos tu teoría? Marshal resopló con fuerza, soplando su aliento cálido en el oído de Elliot, que estremeció un rayo de la lujuria directamente la columna 32 vertebral de Elliot. ─Doc es mi amigo. ─¿Y no jodes a tus amigos? ─No. ─Así que sólo jodes a tus enemigos. ─preguntó Elliot sarcásticamente. ─Yo no toco a los hombres que trabajan para mí. Marshal envolvió las riendas alrededor de la cabeza de la silla y luego con fuerza volvió la cabeza de Elliot y la mitad superior de su cuerpo todo lo que podían para poder verse uno al otro. No había empujado hacia atrás el sombrero. Se había ido, probablemente se cayó cuando él se había presionado cerca. ¿Por qué no se detuvo a recogerlo? Elliot no tenía ni idea. Tal vez sólo quería llegar a la casa y conseguir deshacerse de él tan rápido como pudiera. La idea molestó a Elliot intensamente y juró no importaba qué no se iba de este rancho a menos Marshal lo obligara a punta de pistola. ─No sé qué demonios te interesa, o quien te envió, pero no hay nada en contra de la ley pasando aquí. Solo porque a mis hombres les gustan otros hombres, no significa que los violan o fuerzan o cualquier otra cosa por el estilo. ¿Entiendes? Todas las formas de trato fácil de Marshal y divagaciones avergonzadas habían desaparecido. Ahora estaba frío, enfocado y furioso de que alguien estaba amenazando a aquellos que amaba. Tanto miedo como Elliot debía tener de ser el objeto de la ira de Marshal, la defensa de sus hombres en términos muy claros tocó el corazón de Elliot. Le mostró una vez más que en el mismo centro de su ser, Marshal era un protector. Tener un hombre así a su lado sería el regalo más grande que jamás podría desear. Pero eso no consiguió que se acobardara de esa mirada desconcertante. 33 Elliot tragó duro. ─Te lo juro, no recuerdo exactamente lo que estaba haciendo, pero nunca haría algo así. ─No te creo. ─Marshal soltó la barbilla de Elliot, permitiendo que él volteara y mirara hacia adelante. Lanzó su mirada hacia abajo, viendo como Marshal agarró las riendas en sus manos grandes y callosas ─Te sugiero que te agarres fuerte. Elliot apenas tuvo tiempo de tomar una respiración profunda, cuando Marshal hizo un ruido de clic y tomó las riendas haciendo que su caballo corriera. Aterrorizado, Elliot agarró el cuerno de la silla y apretó su cuerpo entero en contra de Marshal. Cuanto más rápido cabalgaban más rápido su culo abofeteaba contra el regazo de Marshal en una imitación del sexo violento. ─Si te burlas de mí otra vez te juro que voy a follarte como esto. ─la voz de Marshal era fuerte contra el golpeteo de los cascos del caballo en el suelo rojo ─Voy a joderte duro, rápido y brutal. Si te atreves a meterte conmigo de nuevo, voy a encontrar mi satisfacción en tu pequeño agujero apretado y luego te botaré fuera en la ciudad cuando yo haya terminado. 34 Capítulo 3 Marshal tenía un impulso repentino y agudo de detener el caballo, arrojar ambos cuerpos al suelo y luego follar la dulce forma de Elliot hasta que ninguno de ellos pudiera ver bien. Pero eso sería abrir totalmente una nueva lata de desastre que Marshal no necesitaba. Sólo había gruñido esa amenaza al oído de Elliot para asustar a la mierda de él. Marshal quería hacer que Elliot se diera cuenta de que despertar a un hombre así era algo arriesgado para hacer. No todos los hombres tenían el autocontrol de Marshal. Un hombre diferente, un hombre peligroso, tomaría lo que Elliot ofrece sin un segundo pensado en lo que podría hacer con él. Pero no Marshal. El iba a mantenerun estricto control sobre sí mismo, pero iba a dejar malditamente claro a Elliot que jugar con fuego era una muy mala idea. ─Mi auto control está presionado hasta el límite absoluto, por lo que mantén tus manos y tus pensamientos sucios para ti mismo, ¿entendido? ─¡S-sí! ─La voz de Elliot se enganchó cuando rebotó. ─No sé de qué se trata esto, pero no vas a ninguna parte hasta que me digas qué diablos está pasando. –Marshal clavó los talones y abofeteando las riendas, urgiendo a su caballo para aumentar el ritmo. Marshal quería llegar a la casa ahora y mantener a Elliot a distancia con un guardia, clandestinamente si era posible, y luego regresar a su trabajo. Sólo cuando estaba inmerso en la construcción, funcionamiento, o la reparación de la finca hacia que sintiera como si estuviera haciendo lo que había que hacer. Siempre que él dejaba de hacer algo por sí mismo, Marshal se sentía culpable. Demonios, incluso cuando se masturbaba se sentía avergonzado. No por lo que estaba haciendo, sino porque él podría estar haciendo algo que podría favorecer el rancho en lugar de darse placer a sí mismo. 35 ─¿Vas a mantenerme prisionero? Marshal lo consideró. En su mente brilló tener a Elliot atado a su cama con sus piernas abiertas. Dada la oportunidad de hacer lo que sea que quisiera, Marshal no estaba seguro de que él podría dejar ir a Elliot. Nunca. Había algo en Elliot que respondía a un hambre profundamente enterrada en Marshal. Por mucho que él quería satisfacer ese antojo, Marshal sabía que si lo hiciera él sólo comenzaría una gran cantidad de nuevos problemas. Pero, maldita sea. ¡Qué bueno sería solo olvidar todas sus responsabilidades por sólo una noche! O dos y Elliot sería un socio perfecto para ayudarle a hacer caso omiso de todas sus obligaciones. Antes de que el pensamiento pudiera instalarse, Marshal escuchó la siempre crítica voz de su padre ya muerto reprenderlo por no poner el rancho primero. En cualquier momento en que no estaba haciendo algo para el rancho, él oyó ese tono áspero reprenderlo. Era por eso que trabajaba desde antes del amanecer hasta mucho después de la puesta del sol. No dejaba de pensar que la voz se desvanecería con el tiempo, pero nunca lo hizo. ─¿Marshal? ─Elliot le preguntó, regresando su atención hacia el aquí y ahora. Puesto que se había relajado, su caballo había disminuido a un trote. ─Quizás te mantenga prisionero. –Marshal frotó sus labios contra el oído de Elliot, inhalando una bocanada de su perfume ─¿Vas a hacerme atarte? Elliot dio la vuelta su cabeza lo suficiente para traer sus labios cerca de nuevo pero no tocándolo. ─Puedes aprisionarme si quieres pero sólo si me atas a tu cama. Una vez más la imagen de Elliot en su cama le vino a la mente, pero esta vez era como la visión anterior que tenía cuando Elliot estaba allí de buena gana. Su parte inferior se levantó alto en presentación para la polla de Marshal. Elliot le estaba pidiendo terminar lo que habían empezado. En 36 su visión, Elliot estaba más que dispuesto. De hecho, en todo caso, era lascivo. ─Voy a hacer lo que quiera contigo. ─Marshal mordisqueó el borde de su oído, provocando que las nalgas de Elliot se tensaran ─¿Tienes un problema con eso?” ─Ranchero forajido malo. ─La boca de Elliot estaba tan tentadoramente cerca que Marshal casi lo besó. Casi. Pero no lo hizo. Él sabía que si lo hacía dejaría el caballo, los llevaría a ambos al suelo y luego tomaría a Elliot en la tierra sin más cuidado en el mundo, simplemente el de satisfacer su lujuria. Más tarde la auto recriminación lo patearía, pero en el calor de ese momento él podría ahogar esa voz. ─Eso es correcto muchacho misterioso. Soy un hombre muy peligroso con el que no debes meterte. ─Tal vez me gusta el peligro. ─Y tal vez no me gustan los mentirosos. ─Marshal levantó la cabeza de la tentadora oreja de Elliot que quería llenar con un sucio comentario tras otro. También se dio cuenta de que tenía que mantener la boca lejos del cuello de Elliot, que Marshal tuvo un loco deseo de morder. No para extraer la sangre. Pero para marcarlo como mío. Las palabras llenaron su cabeza como si él las hubiera gritado en su propia mente. La comprensión de que no tendría la paz un momento hasta que se pusiera lejos de Elliot, Marshal enterró sus talones e impulsó a su caballo a reanudar un paso más rápido. En menos de diez minutos, se detuvieron en el frente del establo. Dooley estaba allí, con las cejas alta mientras miraba a Elliot. Marshal ponderó su expresión y pensó que tal vez Dooley reconoció sus pantalones y su camisa que estaban en un extraño joven que montaba en el regazo de Marshal. ─Ayúdale a bajar. ─dijo Marshal a Dooley quien alcanzó la mano de Elliot y le bajó del caballo. El alivio de no tenerlo contra su polla era tan 37 profundo que suspiró, pero la pérdida del calor de su cuerpo lo hizo sentirse despojado. Y al ver la mano de Elliot en la de Dooley provocó una conmoción de los celos posesivos que estaba completamente fuera de lugar con la situación. Por amor de Dios, le había pedido Dooley que ayudara a Elliot a bajar. Muy bien, no podía darse la vuelta y gruñirle por tocar a su Pareja. Asombrado por la palabra, Marshal se bajó y dio las riendas a Dooley y dijo: ─Ha tenido bastante para un día. Ensíllame el otro. ─Seguro Marshal. Es todo… ─Una mirada aguda cortó a Dooley ─Dame diez minutos. Marshal giró sobre sus talones y se dirigió hacia la casa esperando que Elliot lo siguiera. Cuando no lo hizo, Marshal miró hacia atrás y se encontró a Elliot a paso de ganso a lo largo del camino de grava. Maldito sea al infierno. Se había olvidado de que Elliot no tenía zapatos. Si hubiera estado pensando claramente, él le habría dicho a Doc que le llevara un par. Caminando hacia él, Marshal se inclinó y puso a Elliot arriba sobre su hombro. Su pensamiento de antes acerca de convertirse en un hombre de las cavernas volvió a él. Elliot no luchó ya que Marshal lo llevó hasta los escalones del porche y en la casa los olores de desayuno se quedaron en el aire, pero Marshal no vio a ninguno de sus hombres. Lo más probable es que todos estaban fuera trabajando. Manteniendo un agarre firme en las piernas de Elliot, Marshal subió dos tramos de escaleras, giró a la derecha, y se fueron por el largo pasillo hasta su dormitorio. Él tuvo que agacharse para pasar por la puerta con Elliot en su espalda. Una vez dentro, él pateó la puerta cerrándola y arrojó a Elliot en la cama. Hambre brotó en su interior mientras miraba hacia abajo a la cara sobresaltada de Elliot. De alguna manera, se veía pequeño en su cama king- size, pero no se veía frágil. ¡Oh, no! Elliot parecía que podría tomar toda la pasión dentro de Marshal. Elliot podía manejar su intensidad. Elliot daría la 38 bienvenida a la fuerza de Marshal. Se deleitaría con su poder. Y él le daría de vuelta tan bien como lo tuvo. Marshal se inclinó y arrancó aparte el botón superior de los pantalones de Elliot. Le bajó la cremallera y luego dio un paso atrás. Después agarrando la parte inferior de ambas piernas del pantalón, Marshal se los quitó con un fuerte tirón. Elliot clavó los dedos en las sábanas como si fuera a prepararse a sí mismo para lo que seguía. Su cabello rubio sucio barría por la frente intensificando el verde de otro mundo de sus ojos. ─¿Con cuántos hombres has estado? ─Marshal exigió. ─Ninguno. ─Entonces, ¿te acuerdas? ─Solo lo sé. Marshal asintió y su mirada vagó hasta la polla de Elliot. Su camisa prestada sólo le cubría parcialmente. Como si supiera que Marshal quería examinarle, Elliot levantó la camisa. ─Quítatela. Elliot hizo lo que le ordeno. Se desabrochó la camisa, se la quitó de sus hombros, se la entregó a Marshal y luego se echó hacia atrás con las manos sobre la cabeza. La posiciónsumisa de Elliot provocó un gruñido desde lo más profundo dentro de la misma base de la parte animal de Marshal. Esa era la actitud que su amante -Pareja- debería siempre tomar cuando Marshal estaba en necesidad. Desnudo, extendido, listo y dispuesto. ¿Pareja? La palabra sacó a Marshal de su bruma de lujuria. Fue la segunda vez que había tenido esa palabra penetrando en su mente. ¿Qué demonios estaba pensando? ¿Qué diablos estaba haciendo? Decidido a salvar la cara, agarró los pantalones frente al piso, lo cual causó que estuviera malditamente cerca de encresparse en sus pantalones vaqueros para cortar su pene por la mitad y luego se puso de pie, se cernió sobre 39 Elliot. Mientras giraba la tela en sus manos, examinó a Elliot de la parte superior de la cabeza hasta los dedos de los pies y todas las partes en el medio. Era hermoso. Marshal quería iniciar en sus pies y trabajar su camino hasta su polla y luego pasar una hora lamiendo su agujero, preparándolo, entonces… ─Considérate mi prisionero. Me llevo los pantalones y la camisa de modo no que no vas a tener más remedio que quedarte aquí. ─Marshal recogió algunos pares de pantalones que tenía y se llevó todas sus camisas fuera del armario ─Lo único que queda aquí es mi ropa interior, que eres libre de usar, pero sin ninguna otra cosa o zapatos, no vas a llegar muy lejos. ─Yo no voy a correr. ─La voz de Elliot era suave, casi tranquilizadora. –Bueno, eso puede ser, pero yo voy a asegurarme de que si tienes una idea, no vas a ser capaz de llevarla a cabo. ─Marshal se negó a mirarlo de nuevo, porque sabía que si lo hacía, él vacilaría en su resolución. Se dijo que lo mantenía desnudo para que no corriera, pero la verdad era que Marshal quería a Elliot desnudo por lo que estaría listo para cuando Marshal estuviera necesitado. Negándose a dejarse ir más lejos por ese camino, Marshal abrió la puerta. Él habría asaltado, pero Elliot lo paró en seco con unas palabras. ─Marshal, por favor. Dudando, Marshal no se volvió. ─Por favor, ¿qué? ─No te enojes conmigo por cómo te sientes. Marshal no vaciló esta vez. Pasó a través de la puerta y tiró cerrando sin volverse. Dado que la puerta de su dormitorio fue una vez una salida antes de que la ampliación fuera construida, había un bloqueo en el exterior, que usó Marshal. Ciertamente, Elliot oyó el clic del bloqueo. Marshal vaciló en su determinación. Apoyó la oreja contra la puerta, 40 curioso de si Elliot no diría nada. Cuando no lo hizo, Marshal tomó un respiro profundamente y se dirigió escaleras abajo. ─Hey, Marshal ─Cassidy le saludó mientras bajaba hacia el vestíbulo– Alex está llevando a los hombres a hacer la siembra en el campo arado. Pensé en ir a ayudar, ya he terminado con la cocción hasta la hora de la cena. ─Cambio de planes. ─Marshal metió la ropa que había recogido en los brazos de Cassidy ─Tengo un hombre en mi habitación. La sonrisa lujuriosa de Cassidy fue truncada por el gruñido de Marshal. ─Yo no quiero que él vaya a ninguna parte. La puerta está cerrada desde el exterior, pero eso no quiere decir que él no vaya a intentar salir por la ventana, o algo igualmente absurdo. ─Pero lo que realmente preocupaba a Marshal era que Elliot se hubiera ido antes de que pudiera... tenerlo. Infiernos. Por mucho que odiaba esa idea, tenía que admitir que eso era exactamente lo que estaba pasando. A pesar de que trató de decirse a sí mismo que no iba a tomar ventaja de él, era precisamente lo que Marshal quería hacer. Si y cuando Elliot dejara el Rancho Rough River, seguro como la mierda que no iba a estar llevando su inocencia con él. ─Y tú quieres que yo, ¿qué? ─Preguntó Cassidy ─¿Monte guardia? ─Precisamente ─Marshal consideró cuánto tiempo Elliot había estado en ese campo ─Por favor, hazle algo de comer. Pero yo no te quiero en la habitación. ─¿Así que voy a tener palomas mensajeras volando hacia él? ─¡Maldita sea! No. Simplemente, abre la puerta, ponlo dentro y cierra la puerta. No quiero que nadie hable con él. ─¿Quién es este hombre? ─No sé. Recorría la línea de la cerca en el campo donde nosotros 41 movimos el ganado a… ─Alex y yo recorrimos esa línea antes de que los arreáramos otra vez. ─Cassidy señaló, mientras que fruncía el ceño. ─Lo sé, pero yo estaba comprobando puesto que quería asegurarme que tenía acceso sin restricciones al río… ─Lo que revisamos, también. ─¡Muy bien! ─Marshal levantó la palma de las manos a sus hombros–Soy un fanático del control maldita sea, que apenas tiene que ver todo por sí mismo, así que demándenme. ─Lo siento. ─Cassidy cerró la boca y dejó de señalar que Marshal estaba duplicando los esfuerzos de sus hombres. Era algo de lo que Marshal era consciente que no podía dejar de hacer, no importa lo mucho en que confiaba en los hombres que trabajaban para él. Marshal había encontrado que era una de las únicas maneras de sofocar la voz arenga de su padre. ─Mientras yo estaba allí, lo encontré, desnudo en el campo. Él tiene una lesión en la cabeza. No recuerda quién es ni cómo llegó hasta aquí. ─¿No debería Doc… ─Él ya lo miró. ─Marshal suavizó su tono ─Maldito mi pellejo, pero sólo estoy preocupado por las consecuencias. ─¿Qué consecuencias? ─¿Un hombre herido desnudo en mi tierra después de toda la mierda de Judd Kingsley acerca de los hombres que trabajan para mí? ¿No ves ninguna preocupación por eso? ─Kingsley había dado a entender que los hombres de Marshal no podían controlarse en torno a otros hombres. No era ni remotamente cierto, pero Kingsley no era el único idiota homofóbico en el condado. Había otros que pensaban que todos los hombres homosexuales eran violadores y peor aún pedófilos. Pensaban esto a pesar del hecho de que Marshal no contrataría a cualquiera. 42 ─Está bien. ─Cassidy asintió ─Lo entiendo. ─Él está bien, quiero decir que está sanando bien, pero yo no voy a dejar que el hecho de que él ha sido herido me vuelva suave en sus motivos. –Marshal tenía la misma determinación de no dejar que el hecho de que estaba completamente fascinado con Elliot influyera en él, tampoco. ─Teniendo en cuenta los problemas que hemos tenido con Judd Kingsley... –Cassidy dejó que su voz se apagara. ─Precisamente. ─Marshal había visto lo suficiente de la cara de ese fanfarrón para que le duraran tres vidas. Cassidy juró seguir las instrucciones de Marshal al pie de la letra, pero ambos sabían que Marshal probablemente volvería a comprobar todo una vez que terminara sus tareas. En ese preciso momento, Marshal se dio cuenta de que las tareas que se había propuesto para sí mismo hoy giraban alrededor de la duplicación de los esfuerzos de sus hombres. En lugar de detener lo que estaba haciendo y reflexionar sobre su fracaso personal, Marshal salio fuera de la casa. Cogió otro caballo de Dooley y luego partió. En lugar de considerar que necesitaba relajarse y confiar más en sus hombres, Marshal se vio saltando directamente sobre eso a lo bueno que se había sentido Elliot sentado en su regazo. Mientras empujaba el caballo para volver a donde había encontrado a Elliot, Marshal pensó en la idea de Elliot de cómo podían joder mientras estaban a caballo. La idea lo excitó. Desde que estaba solo esta vez, apoyó sus botas en los estribos y se ajustó a sí mismo por lo que su los pantalones vaqueros no estaban pellizcando su polla. Él acomodó su cuerpo en la silla de montar imaginando a Elliot encima de él. Lo haría rebotar arriba y abajo en su polla, tomando el empuje áspero de buena gana porque todo lo que Elliot quería hacer era complacerlo. Con fuerza Marshal se sacudió la idea. Él encontró su sombrero abandonado junto a la carretera. Después de detener el caballo, lo recuperó desempolvó el ala golpeándolo contra su muslo varias veces, luego lo colocó sobre su cabeza.Lo había dejado secándose afuera en la maltratada 43 paja porque en ese momento él había estado mucho más interesado en empujar a Elliot a su límite para ver qué clase de hombre ─Pareja─ sería. Maldita sea. Ahí estaba otra vez esa palabra. Una vez de vuelta en la silla de montar, Marshal siguió hasta el lugar donde había encontrado a Elliot. Desde el punto de vista de su alta montura, él era capaz de ver un contorno perfecto de donde Elliot había estado. Con el día sin viento, la hierba todavía tenía un contorno casi perfecto de la forma de Elliot. Su deliciosa forma que rogó por las manos del Marshal, de los labios… ─¡Alto! Su caballo soltó un relincho asustado por sus órdenes. ─Lo siento. Eso era para mí, no para ti. ─Acarició el cuello de la criatura tranquilizadoramente. Miró alrededor de la zona. No había ninguna huella de automóviles cerca del lugar donde había encontrado a Elliot. Además, no había ninguna área que pareciera aplastada abajo de un vehículo todo terreno, una motocicleta, un caballo, nada. Realmente parecía que Elliot había caído del cielo y aterrizó en el campo de Marshal. ─Tal vez eso explica todo el asunto. ─dijo Marshal en voz baja a su caballo ─Elliot cayó del cielo para mí. Porque supongo que los alienígenas sabía cómo malditamente solitario estaba. ¿Qué tan dolorosas las noches se convirtieron? ¿Cuánta hambre tengo de más que de un simple compañerismo? ─Los hombres que trabajaban para él, los treinta y cinco de ellos en el último recuento, eran un gran grupo de chicos que él juraba que darían su vida, pero ninguno de ellos podría mitigar su vacío. Ni uno podría llenar ese vacío en su interior. Marshal no estaba seguro cuando el agujero en su corazón se hizo tan condenadamente grande. Lo único que sabía era que había un espacio vacío que clamaba por más contacto, compañía, camaradería. Lo que él necesitaba era a un hombre ─un elegido─ que cumpliría todas sus necesidades, tanto las claras como oscuras. 44 Mientras miraba hacia el otro extremo del valle, vio a una creciente columna de polvo. Un vehículo se dirige hacia aquí. Consideró en donde sus hombres estaban trabajando y lo que estaban haciendo. Marshal tenía un perfecto mapa del rancho en la cabeza y sabía exactamente donde se suponían que estaban sus hombres. No tenía la menor duda de que estaban haciendo exactamente lo que él les había pedido hacer. Ninguno de ellos estaría tan lejos del rancho. Además, sólo un idiota viajaría en esa clase de velocidad corriendo la distancia cuando había ganado. Marshal suspiró. Él Nunca estaba de humor para ver al Sheriff Judd Kingsley, pero él estaba aún menos inclinado a ser cordial hoy. Dado que esquivar al hombre sólo haría al inevitable enfrentamiento más desagradable, Marshal espoleó a su caballo fuera de la carretera principal, así él podría conseguir que el encuentro terminara con la mayor rapidez posible. Tal vez ahora tendría una respuesta a lo que Elliot había estado haciendo por aquí, porque tan seguro como que Dios hizo las pequeñas manzanas verdes, los extraterrestres no habían dejado caer a Elliot del cielo sólo para darle a Marshal un compañero de cama. Kingsley se detuvo en una nueva Ford Explorer brillante. Él se detuvo abruptamente, haciendo que los grandes neumáticos nudosos se deslizaran en la suelta tierra roja de la carretera. Sólo una parte de la entrada principal en el rancho estaba pavimentada y eso fue sólo porque el condado lo pavimento. Todo lo demás era de tierra compactada. Marshal llevo su caballo cerca del lado del conductor del vehículo. Al igual que el pinchazo que habitualmente era, Kingsley no bajo la ventanilla enseguida. Nop. Fingió estar comprobando algo en el portapapeles que estaba situado en el asiento del pasajero. Pero los dos sabían que sólo estaba haciendo a Marshal esperar por ninguna otra razón que él podía imaginar. Él estaba más allá de ser mezquino, pero eso era parte de la naturaleza pomposa de Kingsley. Después de una buena espera de dos minutos, Kingsley bajó la ventanilla. ─Buenos días, Marshal. 45 ─Buenos días, Kingsley. ─Sheriff. ─Así es. ─Marshal hizo un punto de no llamar al hombre por su título. Dos podían jugar el pequeño juego ─¿Qué puedo hacer por ti? ─Estoy en busca de un hombre. Marshal sonrió. ─¿No somos todos? Kingsley hizo una mueca. El hombre era el más increíble pendejo homofóbico que Marshal nunca había tenido la desgracia de conocer. ─Estoy buscando a un hombre buscado. Marshal dejó pasar eso, porque pellizcar a Kingsley sólo haría que se ampliara el tiempo que Marshal tenía que lidiar con él. Cuando Marshal no mordió el anzuelo, Kingsley ofreció un folleto de búsqueda con un bosquejo del hombre que todo el estado estaba buscando. El corazón de Marshal dio un vuelco cuando él miró al hermoso rostro de Elliot. Los ojos no estaban del todo bien y el mentón estaba pasado, pero miraba claramente al hombre que había encontrado durmiendo en el heno anteriormente. ─Se le busca por una serie de robos en todo el área Four Corners 8 . Él fue visto cerca de Escorpión hace dos días. ─¿Qué te hace pensar que está aquí? ─El Rancho Rough River estaba a más de cincuenta kilómetros de la ciudad más cercana. Marshal continuó estudiar el folleto. En su mano tenía la respuesta a su problema. Él podría simplemente llevar a Kingsley a la casa principal y entregarle a Elliot a él. En quince minutos, podía contar con él fuera de su cabeza, de su rancho y fuera para siempre de su vida. Sólo de pensar en ese escenario 8 Se deja en ingles por ser el nombre del lugar 46 hizo a Marshal enfermar del estómago. Elliot no parecía el tipo de robar a nadie y ciertamente no con un AK-47. Infierno, Elliot no se veía como si hubiera incluso sabido qué parte de la pistola era el final de la cosa. ─Yo no creo que esté aquí. Sólo estoy haciendo la debida diligencia y asegurándome de que todos los ganaderos bajo mi jurisdicción saben que está merodeando por estos lares. ─No hay una razón para que asalte un rancho. No tenemos algo excepto vacas. ─¿Estás deliberadamente tratando de ser denso? ─Kingsley soltó una profunda respiración por la nariz, sacando una bola de moco sobre su boca, la que lió con su lengua, y luego escupió por la ventana. El pico de moco aterrizó cerca de las pezuñas de su caballo. Cuando la bestia relinchó, Marshal lo tranquilizó con aire ausente. Hasta ahora no había un caballo en el rancho que parecía gustarle Kingsley no más que a los seres humanos. Fuera de todos los hábitos desagradables de aquel hombre uno tenía que ser el más repugnante. Como para probar la mala evaluación, Kingsley se hurgo en la nariz. Después de examinar la porquería en su dedo, lo limpió en su camisa. Marshal no podía imaginar cómo su esposa trataba con todos sus golpes de mocos– Yo no creo que esté aquí para robarte, idiota. Creo que podría pasar desapercibido en un rancho hasta que el calor se extinga. En realidad, no era una teoría medio mala. Considerando que Kingsley era el mejor policía improvisado, era poco probable que la idea surgiera de él. La noción de un criminal escondiéndose por aquí probablemente procedía de uno de los oficiales de Kingsley. Él solo estaba tomándose el crédito. Algo que probablemente hacía con gran frecuencia. Marshal imaginó a sus subordinados rezando todas las noches para que un infarto masivo golpeara al sheriff pretencioso. ─Si lo ves, me llamas. ─Voy a estar seguro para hacer eso. ─Llámame, Marshal. No al nueve uno-uno o la línea principal. 47 Maldito me llamas, ¿entendido? ─¿Es el procedimiento? ─Marshal vio a Kinsley resollar y resoplar y trabajar su camino a una muerte temprana. ─Es lo que yo estoy diciendo que hagas. ─Lo tengo. –Marshal asintió ─¿Algo más? Kingsley se
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