Logo Studenta

Bailey Bradford - Serie Manchas de Leopardo 01 - Levi

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

2 
 
 
 
 
 
Manchas de Leopardo 
Libro 1 
LEVI 
 
Bailey Bradford 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
 
 
Resumen 
 
 
Una carrera por el bosque se convirtió en cualquier cosa, 
menos típica cuando Levi encontró la única cosa que no esperaba 
encontrar, a su pareja. 
Después de pasar una semana en el infierno de reunión 
familiar, Levi Travis está más que listo para un pequeño descanso. 
Pero, ¿quién sabía que convertirse en leopardo de las nieves y 
galopar alrededor del bosque podría convertirse en un evento tan 
sexual? 
Cuando Levi se encuentra con un cambiaforma puma en el 
bosque, la atracción es tan caliente que amenaza con echar chispas. 
Levi ha fantaseado con tener un hombre más fuerte de lo que quiere, 
y está seguro de que el puma es sólo un hombre. Esta es la razón por 
la que Levi se deja atrapar, y la intensidad de su apareamiento es 
sólo comparable con la confusión de Levi cuando el hombre se 
convierte de nuevo en un puma, luego gira la cola y corre. 
Lyndon Hines ha estado huyendo durante meses. Perseguido, 
cazado, no sabía qué hacer, hasta que conoció a un hombre que lo 
hizo darse cuenta de que algunas cosas valen la pena luchar. Dos 
cambiaformas, cada uno de razas diferentes, sin saber mucho acerca 
de su herencia, Levi y Lyndon se unen y encuentran la fuerza para 
hacer frente al hombre loco que está ahí para acabar con la vida de 
Lyndon. 
 
 
 
 
 
 
 4 
 
 
Capítulo 1 
 
Levi Travis se despidió de su hermana Jenny y su esposo Mark. 
Fue bueno verlos y al resto de su numerosa familia. Una vez al año se 
realizaba una reunión celebrada en el rancho de Travis. No era 
realmente un rancho, sin embargo, eso es exactamente lo que todo el 
mundo lo llamaba. Tenían algunos caballos, pero la tierra misma era 
en su mayoría fresca e inmaculada. 
Las extensas hectáreas, enclavadas entre las montañas del 
noroeste de Colorado, era el lugar perfecto para un grupo del tamaño 
de la familia de Leví en el que podían reunirse juntos. No era como 
que podrían tener una fiesta en la playa. El denso bosque, lleno de 
álamos, pinos y abetos era el lugar perfecto para para correr y cazar 
para los cambiaformas de leopardo de las nieves, aunque el verano 
era un poco caluroso. Era mejor que tener la reunión en invierno, 
cuando los ánimos podrían ser muy susceptibles. Cómo los 
leopardos de las nieves se aparean de enero a marzo, también lo 
hacían los cambiaformas felinos, aunque no estaban obligados con 
sus hormonas. Simplemente estaban... más calientes, las hembras 
más exigentes y los machos más posesivos. 
El resultado era una gran cantidad de gente malhumorada y 
gruñona, y ¿cuándo cambiaban? Bueno, Levi nunca lo había visto, 
pero había oído a la abuela Marybeth hablar de la única vez que la 
familia se había reunido en los años en torno a febrero. Al parecer, 
 
 
 
 
 
 
 5 
 
se había producido una gran cantidad de sexo felino, que era algo 
que Levi nunca, incluso no quería pensar sobre eso, al respecta de su 
familia. Era mejor evitar posibles ciclos de apareamiento temprano, 
cuando todo el grupo se reunía. 
- Estoy tan feliz porque la reunión terminó. – Su hermano 
Oscar murmuró. Levi lo miró, no se sorprendió al ver a Oscar con el 
ceño fruncido. Oscar tendía a fruncir el ceño mucho. – Por favor. Es 
bueno ver a todos, a todos los 62 de ellos o cuántos sean ahora, pero 
maldita sea, también es bueno ver que todos se han ido. 
Levi resopló, aunque estaba un poco de acuerdo con Oscar. – 
Sabes que te has divertido luchando con los primos. 
Oscar sacudió la cabeza. – Sí, claro. Soy sólo un salvaje y loco 
fanático de la lucha libre. – Levantó su mano derecha, moviendo los 
dos dedos que habían sido capturados en una trampa hace unos 
años. El medio fue cortado en la articulación superior y el otro por 
poco tan bien. – Y estos son mis armas secretas. Hacen a mis 
enemigos gritar de horror cada vez que amenazo con empujarlos. 
- Basta, Oz. – Levi regañó, mirando a su hermano menor. No 
era como si sus dedos hubieran sido mutilados horriblemente. De 
hecho, la diferencia en las longitudes de los dedos era casi 
imperceptible en la opinión de Levi. Además, dudaba seriamente 
que muchas personas miraran la mano de Oscar una vez que lo 
vieran a él. Oscar era increíblemente atractivo de una manera 
andrógina que Levi rara vez había visto y siempre envidió. 
Con el cabello rubio y ojos azules pálidos, Oscar era delicado y 
lindo, mientras que Levi era alto y voluminoso, su cabello un 
 
 
 
 
 
 
 6 
 
desastre castaño oscuro y sus ojos de un sordo gris verdoso. Oscar 
era, no había otra manera en la que Levi podría describirlo, 
hermoso. Tal vez hace años, justo después del accidente de la 
trampa, habían sido unos años difíciles, incluso cuando Levi y el 
resto de la familia tuvo que esforzarse para no mirar los dedos de los 
Oscar, pero eso era porque todos recordaban la sangre y los gritos, el 
chasquido de la trampa que se llevó los dedos de Oscar. 
Pero todos lo olvidaron. Incluso Oscar, pensó, pero tal vez no. 
Hubo un momento en que Oscar había sido más joven, y el chico de 
vez en cuando en la escuela había sido un idiota, pero según lo que 
Levi sabía, se había detenido cuando Oscar lo ignoró. ¿No lo había 
hecho? Levi tenía que preguntar, porque Oscar no parecía que olvidó 
el incidente de la trampa como Levi creía. 
- Te haces sonar como una especie de monstruo y no lo eres, 
siempre y cuando consigas tu cafeína. – Bromeó Levi, a pesar de que 
un Oscar sin cafeína no era agradable a su lado. Por otra parte, Levi 
no era tan luminoso y acogedor sin una o dos tazas de café cada 
mañana. 
Oscar resopló, como si no creyera una palabra de lo que Levi 
dijo, pero el rubor rosado extendiéndose por las mejillas de Oscar le 
dijo a Levi que su hermano al menos lo había escuchado. 
Levi miró hacia sus cabañas. – ¿Quieres ayuda para limpiar tu 
casa? – Además de la casa principal, una extensa de estilo rancho 
que tenía cinco habitaciones, había cinco cabañas pequeñas 
repartidas por toda la propiedad, una para cada uno de los 
hermanos. 
 
 
 
 
 
 
 7 
 
Como es habitual, sin embargo, durante la semana de la 
reunión familiar, todos ellos compartieron sus cabañas con cualquier 
miembro de la familia quería dormir en las cabañas. Hubo varios de 
sus primos acampando en el suelo de Levi. Había sido divertido pero 
agotador y desordenado. Quizás sólo necesitaba una retroexcavadora 
para limpiar el lugar. 
- Nop. No tuve muchas personas quedándose en mi casa. 
Algunos de los niños más pequeños. – Oscar sonrió, luciendo más 
feliz de lo que Levi lo había visto en mucho tiempo. –Apuesto que 
ellos no se acercaron a hacer el desastre que los chicos hicieron en tu 
cabaña. 
- No me digas. – Se quejó Levi. – Creo que hay bastantes latas 
de cerveza para iniciar mi propio centro de reciclaje. Y ni siquiera he 
comenzado con el cuarto de baño. – Se estremeció, no fingiendo del 
todo. Su cuarto de baño era una maldita pesadilla, estaba muy sucio. 
Algunos de sus primos eran patanes en extremo. El próximo año, 
podrían dormir afuera, porque desde luego no estaban 
domesticados, al menos no para los estándares de Levi. 
Oscar levantó una ceja. 
Levi podía ver que estaba pensando y movió la cabeza antes de 
que Oscar lo ofreciera. – 
No, mi culpa por no haber hecho a los idiotas limpiar. Me ocuparé 
después de tener una carrera. 
- ¿Quieres compañía? – Preguntó Oscar. – Iba a ir a leer un 
rato, pero si quieres, podría ir. 
 
 
 
 
 
 
 8 
 
- No, está bien. Después de todo el compañerismo de la 
semana pasada, probablemente podría utilizar un poco de tiempo a 
solas. – A pesar del hecho de que los leopardos de las nieves, el tipo 
de no cambiaformas, eran criaturas solitarias, la familia de Levi era 
cercana, a menudo dejándose caer juntos para cazar o simplemente 
correr. Había otra razónpor la que Levi lo rechazó también. – 
Además, sé que particularmente no disfrutas del cambio. 
Oscar hizo un ruido grosero, no fue realmente una palabra, 
pero si lo hubiera sido, Levi estaba seguro que habría sido peor que 
la palabra M1. – ¡Es doloroso! Sé que si lo hiciera más, tal vez todos 
mis ligamentos y huesos y demás se acostumbrarían a ello o algo así, 
pero... – Oscar miró su mano lesionada. – ¿Realmente tengo que 
cambiar? ¿Cuál es el punto de convertirme en un leopardo de las 
nieves? No tengo que hacerlo. 
Levi permaneció en silencio en desacuerdo. Creía que sus 
leopardos tenían que ser liberados, o... o algo podría suceder, no 
sabía qué y no le importaba saber. Sin embargo, Oscar cambiaría si 
Levi molestaba lo suficiente, lo que haría en un día o dos. 
Comprendía la aversión de Oscar de estar en su forma de leopardo, 
teniendo en cuenta la trampa de acero en la que resultó herido 
cuando era un cachorro curioso. Simplemente creía que Oscar 
necesitaba superar el trauma causado por el incidente, pero no en 
este instante. – Aun es doloroso cuando estás acostumbrado a ello, 
Oz, pero no insoportable. Y se siente muy, muy bien dejarse llevar y 
 
1
 Mierda, Joder, Chingados (para los mexicanos) 
 
 
 
 
 
 
 9 
 
simplemente correr, dejar que el leopardo tome mi mente, más o 
menos. 
- Tú lo haces, entonces. – Dijo Oscar. No dijo nada más, se 
quedó al lado de Levi cuando el sol comenzó a caer. Levi se sentía 
extrañamente nervioso, insatisfecho, como si su piel picara desde la 
cabeza hasta los pies. Era una sensación extraña y que no había visto 
antes. Los álamos y pinos lo llamaban, prometiendo alivio bajo su 
sombra, en el suelo bajo sus pies. 
Levi sacudió sus tristes pensamientos y sonrió a Oscar. – Estoy 
de un humor extraño de todos modos. ¿Quieres dejarle saber a todos 
que me voy? 
- Por supuesto. – Oscar lo miró durante unos segundos más. – 
Cuídate. – Se volvió y echó a andar por el camino de grava a la casa. 
Levi suspiró y se frotó el cuello, observando los colores rosa y 
naranja desapareciendo en el cielo cuando el sol empezó a hundirse 
aún más detrás de una montaña en la distancia. 
Si era honesto consigo mismo, pensó que podría estar 
sintiendo un poco de celos de algunos de sus primos. Escuchó como 
se habló de novios y novias, incluso compañeros casuales de 
folladas, pero eran los que tenían a alguien especial, o posiblemente 
alguien especial de los que Levi estaba celoso. Una emoción 
mezquina de la que no estaba orgulloso, pero quería tanta felicidad 
para sí mismo. 
Tal vez si salgo más, si voy a grandes ciudades... Holton era la 
ciudad más cercana, y llamarla ciudad era caridad. Había una 
solitaria luz intermitente y un restaurante que parecía decrépito, 
 
 
 
 
 
 
 10 
 
pero servía la mejor comida mexicana. Un par de estaciones de 
servicio, las cualidades propias de una ciudad, de verdad, y no 
mucho más. No había ni siquiera una escuela. Los pocos niños de 
Holton eran trasladados en autobuses o llevados a la ciudad más 
cercana, Blankenship, donde se reunían con otros niños de las 
pequeñas ciudades en el condado. Sin embargo, no estaba mal. Los 
habitantes de Holton eran generalmente buenos y amigables. Era 
justo solitariamente para un hombre gay en esta área. 
Necesito dejar esta maldita lástima ahora. Levi fue a través de 
una bolsa atada a un árbol de pino. Se desnudó, luego metió su ropa 
en la bolsa antes de caer de rodillas. El sol comenzó su último adiós 
al día, y Levi presionó las palmas sobre la fría tierra, entregándose al 
cambio. El cambio no fue instantáneo o sin dolor, pero la libertad 
que tenía en su forma felina valía cualquier precio. 
Su gemido se convirtió en un maullido cuando los huesos 
reventaron y los músculos se reorganizaron. Su mandíbula dolía, la 
cabeza entera palpitaba, entonces el dolor desapareció como el 
estallido de una burbuja. Euforia sustituyó a la agonía y Levi cambió, 
el sonido relajante cosquilleó en su nariz cuando exhalaba. Arqueó la 
espalda y su cola se movió, luego gruñó juguetonamente y corrió 
hacia el bosque. 
Eligió el camino que quería tomar a pesar de la oscuridad aún 
más visible por el follaje pesado. En cuestión de minutos estaba 
profundamente en el bosque siguiendo un olor prometedor para la 
cena. El conejo era rápido, pero no lo suficiente y Levi se abalanzó, 
haciendo la muerte rápida e indolora como fue posible. Una vez que 
 
 
 
 
 
 
 11 
 
su estómago estaba lleno y sus patas limpias con lamidas, 
permaneció en el suelo por un tiempo, absorbiendo la paz que 
siempre encontraba aquí. Si él no estaba muy en paz, como de 
costumbre, seguía siendo bueno. Levi sabía que no era un idiota. Era 
feliz por sus primos, y tal vez, si tenía suerte, encontraría a su propio 
hombre especial. Claro, el hombre tendría que ser muy especial, lo 
suficientemente especial como para no mirar a Levi y juzgarlo por su 
apariencia como lo hicieron otros tantos. 
Levi era grande con su 1.90 mts, un poco más de 90 kgs, y 
tenía rasgos toscos. Le habían dicho algunas veces que su altura y 
constitución, junto con sus ojos le daban un aspecto más masculino 
que el hombre promedio. Mirabas y todo lo demás era engañoso, sin 
embargo. Nada de esto significaba que fuera un gran bruto idiota 
que quería empujar a los hombres más pequeños y follarlos hasta 
que gritaran. 
Por el contario, Levi quería ser el chico empujado, quería un 
poco de pelea y batalla antes de tener la fuerza de otro hombre 
abrazándolo. No era que quería nada de violencia, forzar o violación 
o algo por el estilo. A veces era una confusión en su mente, pero lo 
que quería era a alguien lo suficientemente fuerte como para 
dominarlo, pero lo suficientemente suave para no hacerlo si Levi no 
quería ser dominado. Pensó que le gustaría, pero teniendo en cuenta 
que siempre estaba arriba, con la excepción de un desastroso intento 
de ser pasivo hace un año, Levi sospechaba que su fantasía sería 
mejor mantenerla como sólo una fantasía. 
 
 
 
 
 
 
 12 
 
Sin embargo, incluso en su forma de leopardo, la idea de ser 
tomado era emocionante. Imaginó un cuerpo fuerte sobre él, una 
gruesa polla en celo en él, su hombre sin nombre, sin rostro, 
misterioso, sujetándolo y empujando a Levi contra el suelo cada vez 
que embestía. Levi maulló y apretó los músculos que rodean el 
centro pulsante bajo su cola. Dios, ¡estaba cachondo esta noche! Si 
no lo supiera, pensaría que estaba en celo, algo que definitivamente 
no ocurría con los machos de su especie. Ellos eran receptivos a sus 
hembras, si fueran rectos2, por supuesto, pero… bueno, no sabía lo 
que estaba mal con él esta noche. Estaba fuera de forma. 
Claro, que probablemente tenía más que ver con su mano 
derecha, siendo su mejor amiga durante el año pasado. Levi resopló 
bajo y rodó sobre su vientre. Contempló cambiar nuevamente sólo 
para meneársela y aliviar la presión en sus bolas, pero estaba 
disfrutando de su leopardo. Y, además, la expectativa era a veces una 
cosa muy buena. Podía incluso hacer su clímax, cuando finalmente 
se masturbara, uno de esos raros derrite cerebros explosivos de 
fusión. Así que decidió abstenerse del placer durante algún tiempo, 
permitió que los flujos de la luz de la luna que se filtraban a través de 
las frondosas ramas lo bañaran y calmaran en una ligera siesta. Era 
contrario a su naturaleza, por lo menos como un leopardo de las 
nieves, pero la brisa de la noche era fría, y estaba relajado, por lo que 
Levi estaba con ello, envolvió su cola alrededor de su cuerpo y metió 
la cabeza entre sus patas. 
 
 
2
 Heterosexual 
 
 
 
 
 
 
 13 
 
Capítulo 2 
 
Después de semanas de hacer su camino desde Pennsylvania, 
Lyndon Hines estaba listo para una carrera libre. Había bordeado lapequeña localidad de Holton, Colorado, y llegó a la orilla de un 
bosque que pensaba que era probablemente parte de un parque 
estatal. Si no, alguien tenía suerte, porque la tierra era hermosa. 
Había habido un tirón en su intestino cuando miró por la ventana 
hacia la exuberante vegetación, una vibración extraña de añoranza 
había rugido en él, y Lyndon había necesitado salir inmediatamente. 
El conductor del camión que le había dado un aventón lo había 
dejado a un lado de la carretera, cuando Lyndon lo pidió. Ahora 
estaba loco por cambiar y dejar salir a su puma. 
Por primera vez en meses, no se sentía perseguido, aún no de 
todos modos. Algo sobre esta zona se sentía bien, al menos por 
ahora. Si quería creer que se sentía un poco más correcto que 
algunos de los otros lugares que había encontrado en su deambular 
sin rumbo, bueno, no había nada malo en la esperanza. Lyndon 
sentía como si hubiera estado tratando de encontrar un lugar donde 
debía estar toda su vida. Pensar que nunca lo encontraría lo llevaba 
al borde de la desesperación que no podía imaginar. No si quería 
sobrevivir. Casi todos los días lo hizo, o lo hizo su puma. 
A veces Lyndon se preguntaba cuál era el punto de hacerlo. 
Entonces se enojaba consigo mismo por ser un idiota lloriqueando. 
Odiaba esos momentos de duda, cuando se sentía tan perdido y solo. 
 
 
 
 
 
 
 14 
 
No había lugar para tales pensamientos en su vida. Socavaban su 
confianza y Lyndon lo sabía. Hizo todo lo posible para mantenerlos 
alejados y pensar en lo que quería en la vida. 
Paz. Amor. Aceptación. Eran lo que Lyndon quería, lo que 
pensaba que necesitaba. Y tenían que ser, de lo contrario no podía 
entender el sentido de la vida. Así que Lyndon levantó su pulgar y 
arrastró sus pocas pertenencias que tenía con la esperanza de 
encontrar un lugar especial, personas especiales, o simplemente una 
persona muy singular que pudiera amarlo. 
Ese había sido su modelo desde que salió de Texas. Primero 
huyó al sur de Texas, perseguido por su padre, al que no le 
importaba lo suficiente el lado humano de ellos para compartir su 
territorio. Lyndon se preguntó cuántos otros hermanos podrían 
haber vagado, buscando un hogar propio. Tal vez vinieron a través 
de una mejor adaptación, sin embargo. Después de todo, Lyndon 
aún podría hacer algo con su vida, encontrar un trabajo diferente en 
marketing o incluso, en una tienda de conveniencia y tratar más 
duro de vivir como un ser humano normal. 
Simplemente no hubiera cabido en ese molde. Lo intentó, lo 
intentó durante años, pero Lyndon finalmente entró un día en su 
apartamento y no sólo miró, lo vio por primera vez. No había nada 
en él que lo hacía sentir como en casa. Las paredes eran blancas, 
desnudas, el mobiliario escaso y mal acompañado de una manera 
poco atractiva. Pero fue más que el aspecto del lugar, lo que podría 
haber corregido. Era pura alienación que sentía en ese momento, 
 
 
 
 
 
 
 15 
 
como si estuviera viviendo la vida de otra persona y que era tres 
tallas más pequeñas. 
Eso no había sido el empujón que lo había enviado correr, sin 
embargo. No, este impulso se produjo poco después, cuando salía 
del trabajo, cansado de un día particularmente podrido con clientes 
insatisfechos y jefes descontentos. Todo lo que quería hacer era 
colapsar en su cama, pero fue interrumpido por el olor acre de su 
apartamento. Prácticamente todo lo que poseía olía a otro puma 
marcando su territorio. Lyndon se había asustado, al no reconocer el 
olor de advertencia dejado atrás. Sabía lo que era, pero no quién lo 
había dejado. No había sido su padre, quien lo había hecho huir la 
última vez. Su intento de hacer un hogar para sí mismo ya había sido 
un fracaso, pero la invasión lo agravaba y hacía que quedarse fuera 
algo insoportable para Lyndon. 
Lyndon dejó su trabajo en la empresa de publicidad para la 
que había trabajado en Dallas, no se molestó en dar aviso una vez 
que su irritable jefe le dijo que no era necesario. Luego empezó a 
vender todo lo que no podía llevar con él en una mochila, que era 
más de lo que tenía. La sensación general de ser observado era 
inquietante, y Lyndon había comenzado a sentir que su tiempo se 
estaba acabando. 
No le importaba lo suficiente como para quedarse y pelear, 
¿pelear contra quién y para qué? Así que en cambio, Lyndon lo había 
dejado. Desde entonces, estaba buscando, no sabía qué, pero 
esperando reconocerlo cuando lo encontrara, y tratando de escapar 
de la sensación de ser examinado. 
 
 
 
 
 
 
 16 
 
Esa sensación de calor y hormigueo cosquilleante en su 
columna vertebral le hizo pensar que quizás, esta vez, había huido 
cuando miraba a los magníficos árboles. Después de mirar a su 
alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca para verlo, 
Lyndon despejó una valla, entonces se topó con el denso follaje. Se 
quedó allí durante unos minutos, observando, oliendo, escuchando. 
Una vez que se aseguró que era seguro, Lyndon se desnudó y 
puso sus ropas y mochila en un racimo de ramas. Luego se extendió 
en el áspero y frío piso, tomando el olor de la tierra. Eventualmente 
cambió y vio el bosque con ojos más agudos, olía a través de una 
nariz más sensible. Sus orejas se movieron con los sonidos de la 
presa deslizándose en la distancia. 
Lyndon gruño suavemente, las vibraciones del ruido bajando 
por su pecho. Sacudió su cola considerando que presa cazar. 
Necesitaba un desafío, a pesar del dolor en su vientre. Inclinando la 
cabeza, aspiró los aromas profundamente en sus pulmones. Ciervos, 
su gato maulló y Lyndon estuvo de acuerdo. Como un puma, siguió 
el deseo animal a un punto, y un ciervo proporcionaría un festín por 
el momento y más comida para después, si nadie más desenterraba 
los restos que Lyndon enterraría. Esta era la forma del puma, y 
Lyndon aceptó esa parte de sí mismo el día que había salido de 
Dallas. Lo había hecho a fin de sobrevivir. No había espacio para un 
estómago revuelto en su estilo de vida actual. 
El rastro dejado por el ciervo fue complicado, y Lyndon 
consideró seriamente ir tras un conejo en su lugar, o cualquier 
comida disponible. Hacía dos días que no había comido nada más 
 
 
 
 
 
 
 17 
 
sustancial que una barra de energía, y su vientre estaba haciéndole 
saber cuan descontento estaba. 
Lyndon finalmente vio al ciervo, una cierva encantadora. Tenía 
una estructura sana y Lyndon estaba contemplando su buena cena 
cuando la cabeza de la hembra se elevó y dio un sonido de asombro. 
Echó a correr, huyendo en pánico. Lyndon comenzó a seguirla hasta 
que se le ocurrió que algo había asustado a los ciervos, y no era él. Él 
había estado en silencio como la muerte acechando a su presa, y fue 
cuidadoso de mantenerse a favor del viento. ¿Qué había asustado al 
relleno de su cena? 
La respuesta llegó en la brisa, el olor penetrante del gato, 
distinto del suyo. No es un puma entonces, ¿pero qué diablos más 
podría estar aquí? Lyndon se devanó los sesos hasta que una 
variación sutil en el olor se hizo detectable. Hombre y bestia, 
combinados, y el olor fue directamente a la ingle de Lyndon tan 
rápido que le robó el aliento. Lyndon resopló y se sentó sobre sus 
patas traseras, aturdido por esta nueva ocurrencia. Creía que había 
otros cambiaformas, ¿por qué los pumas serían el único tipo? Pero 
nunca había encontrado otro antes. 
No era como si hubiera un lugar secreto de encuentro para 
cambiaformas o lo que sea. Bueno, tal vez lo había, y él no sabía 
nada, porque... era secreto y todo. Probablemente habría un apretón 
de manos secreto necesario para entrar, también, y mentalmente 
estaba balbuceando, algo que solía hacer de vez en cuando, cuando 
sus nervios amenazaban con amotinarse. La curiosidad y el miedo 
 
 
 
 
 
 
 18 
 
luchaban contra el deseo y la naturaleza territorial de su puma latía 
contra su cráneo, instándolea atacar al intruso. 
Afortunadamente, Lyndon no era sólo un puma. Podría 
racionalizar y calmar esa parte de él que a veces no era razonable. 
Otra respiración profunda calmó a su bestia más eficaz de lo que 
podría hacer él, sin embargo. Este olor tentador se hundió en él, se 
envolvió alrededor de sus entrañas y empujó a sus patas delanteras 
en el sigilo. 
Lyndon no estaba exactamente en calma, sin embargo. Estaba 
hirviendo con una necesidad que no había sentido antes, y su pene 
estaba tan duro que dolía cuando sobresalía de la vaina. Lyndon 
podía oler su excitación, era tanto divertido como conmocionado por 
esto, pero más que cualquiera de éstos, estaba ansioso por encontrar 
al macho cambiaforma que provocaba tal reacción. 
Cuanto más profundo se introducía en el bosque, el fuerte y 
más numeroso olor de otro gato cambiaforma llegó. Debe haber una 
manada o algo así, un felino aquí y estoy probablemente en su 
territorio. Probablemente habría sido mejor dar la vuelta y salir del 
bosque, pero Lyndon no podía dejarlo, no cuando había un olor 
específico, la refrescante esencia de un hombre y gato tirando de sus 
intestinos. Era como tratar de resistirse a perseguir una bola de lana, 
simplemente no podía hacerlo, no cuando estaba en su forma felina. 
Parches de luz de luna salpicaban el suelo del bosque en 
parches, proyectando un resplandor blanco plateado en el suelo. La 
tierra estaba en silencio a su alrededor como si las criaturas 
contuvieran la respiración esperando que pasara. El olor se hizo más 
 
 
 
 
 
 
 19 
 
fuerte y Lyndon aminoró el enfoque, aunque su cuerpo le gritaba que 
se diera prisa. Finalmente, oyó un suave sonido de resoplido de otros 
felinos. Se dejó caer sobre su vientre y se arrastró hacia adelante 
hasta que miró a través de un grupo de arbustos fragantes. 
Lo que vio lo dejó sin aliento e hizo sentir sus articulaciones 
sueltas y flexibles, incluso como palpitaba su polla y bolas. En un 
pequeño claro circular, rodando en el suelo sobre su espalda, con sus 
grandes patas arriba en el aire y su gruesa cola agitando el polvo, 
ramas y hojas, estaba el más hermoso gato que Lyndon había visto 
en su vida. 
La gruesa capa de color grisáceo del cambiaforma estaba 
cubierta de rosetas negras, marcándolo como un leopardo. La piel en 
el vientre era más larga, pálida y parecía tan suave que Lyndon 
quería tocarla. Diablos, ¡quería frotarse contra todo el gato! Casi 
tanto como quería frotarse contra el hombre. Lyndon se mantuvo 
quieto, apenas moviéndose en absoluto, mientras observaba al 
leopardo deleitándose en la noche. 
No fue sino hasta que el otro cambiaforma se dejó caer sobre 
su vientre y arqueó la espalda, empujando su culo hacía arriba y 
golpeando la cola de lado a lado, que Lyndon hizo un sonido. No 
pudo evitarlo, la necesidad lo mordía como un dolor físico, 
haciéndolo quemarse. 
Fue sólo un sonido suave, no una explosión amenazante que 
Lyndon no pudo contener, pero el leopardo maulló y saltó, girando y 
retrocediendo al mismo tiempo. Los ojos eran de un verde tan pálido 
que eran casi grises se ampliaron cuando encontraron a Lyndon 
 
 
 
 
 
 
 20 
 
escondido entre los matorrales. Lyndon estaba asombrado con el 
color de ojos del cambiaforma. Por alguna razón pensó que el gato 
tendría el mismo color de ojos dorados como el suyo. 
El leopardo permaneció inmóvil, la cabeza baja, sin pestañear, 
mirando a Lyndon. Todos los pumas eran territoriales y agresivos, 
su gato no sentía nada de eso. El impulso de aparearse estaba en él, 
abrumando los otros instintos que generalmente sentía el puma. 
Lyndon nunca había experimentado nada como esto, nunca sintió 
que tenía que tener a alguien o bien explotar por la intensidad de la 
necesidad. No entendía y se preguntó si se trataba de algo que habría 
sentido por cualquier cambiaformas o el magnífico leopardo frente a 
él era especial. 
Lyndon condenó su falta de conocimiento, incluso sobre su 
mismo tipo de cambiaformas. Deseaba saber qué hacer, escuchar ese 
instinto de aparearse, o escuchar al humano en él que le estaba 
instando a usar el máximo cuidado aquí. 
Entonces, el leopardo hizo la única cosa que Lyndon no pudo 
resistir, no en su forma de puma y probablemente pensó, no en su 
forma humana. El hermoso gato manchado entrecerró los ojos y 
gruñó bajo y profundo. No una amenaza, exactamente. Para el puma 
de Lyndon sonó como la promesa de una recompensa, y el leopardo 
se volvió y echó a correr, disparando a Lyndon una ardiente mirada, 
una vez que estaba en movimiento, que era todo el incentivo que 
Lyndon necesitaba, sobre todo cuando el olor de la excitación del 
cambiaformas era tan fuerte que Lyndon estaba saturado. Su rugido 
 
 
 
 
 
 
 21 
 
mucho más áspero y lleno de un voto en el retorno del leopardo, 
Lyndon salió disparado de los arbustos para atrapar a su presa.... 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 22 
 
 
Capítulo 3 
 
No era miedo lo que propulsó a Levi lejos del puma, pero si el 
potencial de su fantasía hecha realidad. La cabeza de Levi se 
arremolinaba. Había tantos pensamientos, y no era el primero el 
hecho de que había otras razas de cambiaformas. Cuestionó la 
instantánea reacción de su cuerpo a otro macho, como un infierno 
estalló en su interior. Levi nunca se vio estimulado de esta manera, 
no sexualmente de todos modos. Era extraño y caliente al mismo 
tiempo. 
Y él estaba latiendo, oh mi Dios, su polla y culo y cada nervio 
de su cuerpo palpitaba, aumentando la fuerza de su necesidad. 
Amenazó con consumirlo y llevarlo a la suma total de sus 
necesidades básicas, y todo instinto animal y arañando, mordiendo, 
un apareamiento violento. 
Levi giró hacia el oeste a través del follaje creando un nuevo 
camino. No se había perdido completamente en su lujuria y no 
quería tener a alguien que posiblemente era una amenaza cerca de 
su familia. No sabía cómo iba a jugar, pero podía oler la emoción de 
un macho desconocido, tan seguro como que podía oler, así que 
estaba bastante seguro de que el atacante no tenía la intención de 
matarlo. Y con suerte, vamos a cambiar... 
El solo pensamiento causó un paso en falso en Levi, el puma se 
acercó más, tanto así que Levi sintió su cálido aliento húmedo 
 
 
 
 
 
 
 23 
 
volando en su piel. Una punzante mordida en su cola envió a Levi a 
alta velocidad incluso cuando hizo a su polla llorar con anticipación. 
La chispa del dolor de la mordida recorrió desde su columna 
vertebral hasta la punta de su nariz en un tiempo récord y Levi 
gruñó mientras meneaba la cola. 
El puma respondió golpeando sus garras, su profundo rugido 
sordo fue la única advertencia antes que Levi tuviera un peso pesado 
estrellándose contra él, sobre él. Colmillos afilados perforaron su 
cuello, lo suficiente como para picar, pero no desgarrar y Levi cayó 
con fuerza, atascado debajo del puma. 
El estruendo del sonido de su atacante hizo rodar a Levi, 
empezando por el cuello y enviando su corazón a toda marcha. Él 
maulló su consentimiento, superado por el olfato y el tacto, la 
respiración del puma flotando alrededor de su cabeza y llenando sus 
pulmones. Un estremecimiento atormentó la forma encima de él, 
entonces el cuerpo cambió, cada vez más largo, más fuerte, como un 
bulto insistente pinchando en su espalda. 
- Cambia. – El hombre gruñó con voz ronca como la de su gato. 
Sujetó la cabeza de Levi, hundiendo sus dedos en su piel y apretando 
el puño. – ¡Ahora! 
Levi estaba impresionado e intimidado por la velocidad de 
transformación de extraño. Vaciló y consideró tirarlo y huir, pero la 
posibilidad de tener una experiencia que tanto había deseado era 
una atracción irresistible. Levi maulló mezclado con un gemido de 
dolor cuando se levantó y cambió, su cuerpo dolorido cuando el 
hombre levantó su peso ligeramente,manteniendo con un brazo. 
 
 
 
 
 
 
 24 
 
Nunca abandonó el cabello de Levi, y cuando Levi parpadeó alejando 
el ardor en sus ojos e intentó darse la vuelta y mirar hacia otro lado, 
su captor gruñó de nuevo y mordió el mismo lugar que había 
marcado. 
Levi se resistió y arqueó su espalda, agitó los brazos, en busca 
de algo para sujetar. El hombre cayó sobre su espalda nuevamente, 
sacando el aire de los pulmones de Levi. Una pesada y dura polla 
pinchaba su culo y las muñecas de Levi fueron sujetadas, primera la 
izquierda luego la derecha. Luego, ambas fueron atrapadas por 
encima de su cabeza. 
Podría haberse liberado del asimiento, Levi no lo dudó, pero 
todo esto se sentía irreal y demasiado perfecto para arriesgarse a 
detenerlo. Apretó los puños en el agarre, sin embargo, y fue 
recompensado con un agarre firme y algo más fuerte, un pinchazo 
alarmante de un glande contra su agujero. 
- ¿Quieres que te deje ir? – Le preguntaron a Levi cuando se 
frotaron de nuevo contra su pliegue. 
Levi trató de negar con la cabeza, pero su agarre en sus 
muñecas era implacable. – No. – Dijo con voz ronca, con la garganta 
casi tan apretada como el agarre que el hombre tenía sobre él. – Por 
favor. – Levi sólo podía llorar si se acaba allí, dejándolo insatisfecho. 
La polla de Levi nunca había estado tan dura en su vida, y su piel se 
sentía súper sensible, cada rama y grano de tierra, cada lugar de su 
cuerpo que el puma estaba tocando chispeaba y se retorcía con la 
necesidad de atarlo en un nudo en su interior. – Por favor. – Dijo de 
 
 
 
 
 
 
 25 
 
nuevo, cerrando los ojos mientras rodaba un poco sus caderas como 
podía. – ¡Necesito… algo! ¡Lo que sea, sólo tienes que entrar! 
La risa estridente le recordó a Levi el sonido del resoplido que 
los leopardos de la nieve hacían y alivió un poco la tensión que 
amenazaba con romperlo en millones de piezas. Silbó suavemente 
cuando su cabello fue retirado, la repentina falta de presión hacían 
escocer a su cuero y la sensación de un hormigueo era casi 
enloquecedora. 
Antes que Levi pudiera atrapar un vistazo de los dientes 
blancos y cabello dorado, el hombre en la parte superior de él 
presionó su mejilla contra la de Levi. Sus alientos se mezclaron 
cuando el culo de Levi fue extendido. Caliente y pesada, su polla se 
deslizó en el pliegue de Leví, disparando chispas de necesidad del 
culo de Levi. 
- Maldita sea. – Fue el susurró en su oído, y luego Levi no 
podía oír nada más que su pulso y sus gruñidos y el sonido de la piel 
siendo abofeteada. 
La polla de Levi estaba incómodamente atrapada entre él y la 
tierra, pero de alguna manera el cambiaforma puma logró meter la 
mano por debajo de Levi y apoderarse de su longitud dolorida. Cada 
empuje entre sus nalgas sacudió las caderas de Levi en el suelo y su 
polla en la mano frotando su eje. 
Levi gimió, maldijo y rogó cuando su agujero se apretó, 
ansioso por ser llenado, pero el extraño no presionó dentro, 
manteniendo su apareamiento en cortos y duros empujes, que 
ardían en la grieta de Levi. 
 
 
 
 
 
 
 26 
 
- En mí. – Levi exigió, pero el hombre no se dejó llevar, 
simplemente gimiendo y mordiendo la mandíbula de Levi en 
respuesta. Levi quería gritar de frustración, lo quería todo, aunque 
sabía, sabía mejor que el sexo sin condón y algún tipo de lubricante. 
Escupir en caso de apuro, pero eso lo dejaría sufrir bastante. A pesar 
de que no lo haría querer ser follado menos. 
Entonces el hombre presionó la polla de Levi con fuerza 
suficiente para hacerlo ver las estrellas, y se hundió en su ranura. 
Levi olvidó su necesitado culo y gritó cuando brotó esperma de su 
polla. Tembló todo el camino hasta los dedos de los pies y echó la 
cabeza hacia atrás como si tirara de una cuerda. El cambiaforma 
rodó fuera de él y se volcó sobre Levi, mientras Levi jadeaba y su 
visión estaba borrosa. Un peso en caliente y pesado establecido en su 
cintura y Levi parpadeó despejando su visión borrosa a tiempo de 
ver la luz de la luna acariciando los músculos y el pelo dorado. Los 
ojos del mismo color que el pelo le guiñó un ojo, y luego un grito 
astilló el aire y semen golpeó la mandíbula de Levi. 
Levi sabía que tenía que tener la boca abierta como un idiota, 
pero se sorprendió. No esperaba ser marcado, cubierto por el olor de 
otro hombre. Parecía salvaje y posesivo y estaba leyendo demasiado 
en él. Trató de alejar esos pensamientos ridículos de su cabeza 
mientras miraba el próximo chorro de la gruesa polla que el hombre 
estaba sacudiendo con golpes duros y ásperos. Los abdominales se 
ondulaban con cada chorro de esperma rociado. El cuarto chorro 
salpicó el estómago de Levi, y todo lo que podía oler, lo único que 
 
 
 
 
 
 
 27 
 
podía ver era al hombre encima de él, ahora ronroneando mientras 
frotaba lentamente su polla. 
Entonces se detuvo, y Levi se tensó, sabiendo que su fantasía 
estaba llegando a su fin. Esos ojos dorados se estrecharon en él 
mientras Levi absorbía todos los detalles de la cara de su amante 
temporal. Tenía mejillas angulosas y una mandíbula firmemente 
obstinada, ojos brillantes y labios delgados, y era el hombre más 
sexy que Levi había visto en su vida. Mayor que él, más fuerte, 
probablemente. Y a punto de irse. 
- ¿Esta es tu tierra? – Le preguntó a Levi. 
Levi se mostró reacio a contestar, pero mentir no lo llevaría a 
ninguna parte. Seguramente el puma podía oler una mentira justo 
como Levi podía hacerlo normalmente. – Sí. – Respondió, y luego 
soltó sin pensar. – Y mi nombre es Levi, en caso de que te importe 
una mierda las presentaciones. – Se sorprendió cuando rápidamente 
se encontró solo en el suelo, incluso antes de terminar de hablar. 
Levi sabía que había roto alguna regla no escrita de una sola vez. 
- Me gustó nuestra presentación, justo correcta como fue, pero 
una cosa: los pumas no son conocidos por compartir, Levi. – El 
hombre dijo, y luego más rápido de lo que Levi había creído posible, 
él se ha ido. 
Levi se quedó solo para averiguar lo que su hombre misterioso 
había querido decir y qué demonios había pasado más allá de lo 
obvio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 28 
 
 
Capítulo 4 
 
 
¿Qué Diablos? Lyndon corrió, olvidando su necesidad de 
alimentos. Ahora tenía que averiguar por qué había casi atacado al 
adorable cambiaforma leopardo. Levi. Dios, ¡incluso su nombre es 
sexy! Tan hermoso como el gato había sido, el hombre lo era aún 
más. Rudo, de mandíbula amplia, con músculos fuertes, firmes, no 
había habido nada débil o pequeño en él. Su polla en la mano de 
Lyndon se sentía enorme, y cuando Lyndon había rodado sobre Levi, 
incluso el pene suavizado de Levi era un espectáculo impresionante. 
¡Y había dado por sentado la fuerza de Levi! Lyndon no se 
hacía ilusiones al respecto. Si bien podía haber sido un poco más 
grande y más musculoso que Levi, probablemente eran iguales. Si 
Levi hubiera querido, podría haber arrojado a Lyndon y tratado de 
sacar la mierda fuera de él. Tal vez incluso con éxito, teniendo en 
cuenta la manera en la que Lyndon estaba tan atraído por él. Pero 
Leví no había hecho ninguna de esas cosas, en lugar estuvo tranquilo 
y obediente bajo Lyndon e incluso rogando a Lyndon que lo follara. 
Lyndon había querido, ¡Dios lo quería! Pero dos cosas se 
habían infiltrado en su cerebro lleno de lujuria, ayudándolo a 
encontrar la afirmación que había estado buscando 
desesperadamente. La primera, fueron los minutos que le tomó a 
Levi cambiar. Lyndon había pensado que quizás lo había mordido 
 
 
 
 
 
 
 29 
 
muy fuerte cuando atrapó al leopardo, aunque no había hundido sus 
dientes en el músculo, sólo la piel. Una vez que la transformación fue 
completa, sin embargo, sus sentidos le habían dicho que lo único 
malo con el hombre era que estaba tan excitado que incluso le dolía 
a él. 
La segunda cosa fue la falta de material suficiente,lubricante y 
condones, añadidos a la necesidad de Lyndon, que era demasiada 
para delicadezas o el tiempo que le habría tomado preparar el culo 
del hombre para la penetración. Había requerido cada trozo del 
autocontrol de Lyndon para evitar embestir su polla en el agujero de 
Levi y follarlo hasta la inconsciencia, lo que probablemente habría 
sucedido pronto debido al dolor que había causado la entrada. 
Así que Lyndon había tomado lo ofrecido, pero no 
completamente, no es como que realmente hubiera querido hacerlo. 
Aún así, sintiendo esas mejillas firmes apretar su longitud casi había 
derretido su cerebro. Había sido sólo el instinto y el deseo de oír y 
oler a Levi venirse lo que le había dado a Lyndon suficiente sentido 
común para tocar su polla. 
Y Levi había sido hermoso en su liberación, los sonidos que 
había hecho, la forma en que su cuerpo se tensó, los músculos 
ondulantes cuando su columna vertebral se alargó y estiró. Lyndon 
nunca había experimentado un encuentro sexual tan intenso, tan 
profundo. ¿Cómo evitaría dominar a Levi de nuevo? ¿Por qué 
debería molestarse en contenerse? 
No sabía si podría hacerlo. 
 
 
 
 
 
 
 30 
 
Lyndon alcanzó su ropa y su bolso, su mente se quedó en Levi. 
Su estómago gruñó, recordándole que lo había descuidado durante 
demasiado tiempo. En lugar de dar marcha atrás y rastrear la cena, 
cambió y se vistió, manteniendo una oreja al acecho para cualquier 
animal que se acerca. Casi esperaba que Levi lo hubiera seguido y no 
pudo enterrar por completo su decepción cuando salió de la línea de 
árboles sin esa sensación de hormigueo provocada por ser vigilado. 
Bueno, era su propia culpa. Podría haberse quedado y hablado 
con Levi. ¿Por qué no lo había hecho? ¿Qué había estado pensando 
al lanzar toda esa mierda acerca de que los pumas no comparten? No 
lo hacían, no sus territorios, por lo menos. Sin embargo, Lyndon no 
estaba seguro de que era lo que quería decir. De alguna manera, en 
ese encuentro breve y eléctrico, había hecho suyo a Levi en su mente. 
Estúpido, considerándolo. ¿Qué tenía Lyndon para ofrecer? Meses 
de vagar por el país mientras se compadecía a sí mismo por no 
pertenecer a ninguna parte y huía de un retorcido acosador que no 
podía identificar. 
Que idiota había sido. Como un niño asustado, huyendo, 
siempre huyendo, justo como lo hizo cuando su padre, Cole Tavares, 
fue tras él. Cuando realmente pensaba sobre eso, Lyndon sabía que 
no era del todo un hombre, sin importar cuan masculino parecía. Un 
hombre mantendría su territorio. Lyndon ya no tenía e inició el 
patrón de huir cuando conoció a su padre por primera vez. 
Lyndon había dejado que sus sentimientos humanos superaran 
su naturaleza puma en lo que respecta a su padre. Lo había 
lastimado que su padre lo alejara. Lyndon aún no entendía por qué 
 
 
 
 
 
 
 31 
 
el hombre era así, despreciaba a su naturaleza humana a pesar de 
que era un hombre de éxito en el mundo humano. Quería la riqueza 
y la gloria que eso significaba, pero ninguna de las emociones que un 
humano tenía. En su lugar, trató a Lyndon como un invasor en su 
vida. Lyndon había sido criado por su madre, un humano que no 
sabía lo que era su padre, al menos no al principio. No fue sino hasta 
después de que Cole la embarazara que supo que el niño que llevaba 
no era exactamente humano. Entonces el hijo de puta había dejado 
un poco de dinero en una cuenta bancaria y se fue. La madre de 
Lyndon le contó la historia varias veces, y aunque su madre no 
siempre se había mantenido estable, nunca había sido una 
mentirosa. 
No fue hasta después de su muerte que su padre se dignó a 
hacer acto de presencia y presentarse, y aún así fue sólo para 
amenazar a Lyndon y obligarlo a salir de su hogar en San Antonio. 
Lyndon había tenido poca opción de aceptar el dinero que su padre 
le había dado, junto con la verdad acerca de lo que eran, bestias de 
corazones fríos destinados a estar solos. Para probar su punto, su 
padre había cambiado y lo atacó. Lyndon había aprendido a cambiar 
rápidamente entonces, pero nunca se había encontrado con otro 
puma cambiaforma o cualquier otro cambiaforma para el caso, y no 
tenía idea de cómo luchar. Tenía las cicatrices del primer y único 
encuentro con su padre en la actualidad. 
Si él realmente no hubiera encontrado a otro cambiaforma 
puma, uno malditamente mucho más humano en naturaleza que su 
padre, Lyndon estaría probablemente muerto. Grady Marks había 
 
 
 
 
 
 
 32 
 
tomado a Lyndon después de encontrarlo desgarrado y herido, 
abandonado en una zona llena de arbustos al sur de San Antonio. 
Era amable, un buen hombre y cambiaforma, y enseñó a Lyndon 
algunas cosas acerca de lo que era. Grady no sabía mucho acerca de 
lo que eran, profesaba ser un solitario y le gusta de esa manera. Sin 
embargo, había sido más que paciente con Lyndon. Incluso le dio 
seguridad a Lyndon sobre algunas cosas, hizo algo de sí mismo, al 
menos por un tiempo. Grady le preguntó a Lyndon qué quería, y fue 
fácil responder en este momento. Quería ser un niño normal, como 
todos los que no eran un jodido cambiaforma. El colegio había sido 
la opción obvia, y por un tiempo Lyndon fue casi feliz. Entonces 
Grady había muerto y nada parecía bien. Grady se había ido por un 
tiempo ahora, y Lyndon supo que la muerte del hombre fue el 
catalizador que lo había enviado a huir, o buscar, no estaba seguro 
de lo que era ya. En realidad, su cabeza era un maldito lío, ¿no? 
¿Qué hombre racional habría dejado un trabajo bien pagado, aunque 
lo odiaba? Especializado hoy día en jodida economía. 
Lyndon se encogió de hombros. Al menos todavía tenía algo de 
dinero en el banco. Utilizó lo que su padre le había dado para 
conseguir su título en negocios, pero siempre metió una pequeña 
parte de su cheque en ahorros. Después de pagar por el funeral de 
Grady, el ahorro de Lyndon casi había desaparecido. Una vez que 
manejó la mayoría de los viajes con pedir aventones y dormía al aire 
libre siempre que fuera posible, que era la mayoría de las veces, 
teniendo en cuenta que podría cambiar con mayor facilidad, Lyndon 
no había tocado gran parte del dinero que le quedaba. 
 
 
 
 
 
 
 33 
 
Pero pensó que podía hacerlo esta noche. Hacía mucho tiempo 
que no había dormido en una cama y tomado un baño largo y 
caliente. Bañarse en ríos podía ser un asco, y había pagado por la 
ducha ocasional en las paradas de camiones, pero a menudo 
simplemente no había tiempo entre visitas para disfrutar de un 
baño. Además, si se llenaba de gente, no pagaba para cabrear a los 
otros hombres que estaban esperando allí, no si esperaba gorronear 
un aventón de alguno de ellos. Esta mañana, recibió una ducha 
caliente en una parada fuera de Jenkins, pero después del ejercicio 
de hoy… 
Lyndon olfateó y cerró los ojos mientras el olor almizclado del 
semen golpeó su nariz. Vio a Leví nuevamente, resignación 
mostrándose en esos pálidos ojos, el semen de Lyndon salpicó por 
encima de su cuerpo. Dios, quería pasar las manos sobre esa carne 
caliente, cubrirlo en su esperma tan profundo que el cambiaforma de 
leopardo nunca conseguiría sacarse el olor. Sí, tuvo sexo con él, lo 
marcó desde el interior, Lyndon resopló. 
¿Qué diablos le pasaba? No es como si nunca tuviera sexo. Lo 
tenía, como es lógico, un gran número de calientes chicos en el 
mundo. Muchos de ellos fueron transportistas deseosos de extender 
las mejillas de sus culos para Lyndon. Pensó que podría tener más 
que ver con su aspecto, era como si los humanos pudieran detectar el 
poder de la bestia en su interior. 
Fueron varios kilómetros dentro de Holton. Lyndon caminó la 
distancia en la oscuridad y no vio un solo vehículo en el camino. Era 
tarde, casi medianoche cuando llegó al único hotel en la ciudad. El 
 
 
 
 
 
 
 34 
 
lugar parecía estar en buen estado, lo que significaba queLyndon 
esperaba un montón de agua caliente. Miró su reflejo en la ventana 
antes de entrar y se alisó el pelo. Al menos tenía una camisa y unos 
jeans decentes, y había conseguido afeitarse esa mañana, por lo que 
no se veía como el vagabundo que era. 
En el interior, el vestíbulo olía a limpio, un poco como al 
limpiador de pino artificial, pero era mejor que muchas alternativas. 
Lyndon se acercó al mostrador y vio un letrero informando a los 
clientes tocar la campana en caso de necesitar ayuda. Un toque de su 
dedo hizo a la cosa sonar extremadamente molesto, pero menos de 
treinta segundos más tarde, una alegre joven salió de lo que podría 
haber sido una oficina. Sus ojos azules redondeados mientras 
barrían su mirada sobre su rostro y torso. Lyndon deseó haber usado 
algo más que una camiseta ajustada y de manga larga. 
- ¿Puedo ayudarte? – Toda ella ronroneó, pero de una manera 
que no hizo absolutamente nada para él. 
 De todos modos plasmó una sonrisa que probablemente se 
veía tan falsa como se sentía y extrajo su billetera de su bolsillo 
trasero. 
- Necesito una habitación. No estoy seguro por cuánto tiempo, 
¿tal vez o... no, tres días? Al menos. – Quién sabía si estaría tanto 
tiempo, pero tal vez lo haría. No tenía nada que ver con el hombre al 
que había conocido, Lyndon se dijo a sí mismo. Estaba cansado de 
moverse y quería tiempo para descansar y no preocuparse por dónde 
iba. Esto último era cierto, pero Lyndon sabía que la primera parte 
de su razonamiento no lo era. Levi lo intrigó, y Lyndon sentía como 
 
 
 
 
 
 
 35 
 
si hubiera sido atrapado en una trampa sensual de la que no estaba 
seguro de querer ser liberado. 
- Esta será 1-10. – La mujer, su placa la proclamaba como 
Dahlia D, apoyó un codo en el mostrador y se inclinó hacia delante. 
- Eso es bueno. ¿Efectivo está bien? 
Ella lo miró por un largo momento, luego sacudió la cabeza. – 
Por lo general se requiere una tarjeta de crédito, pero puedo hacer 
una excepción. 
Lyndon casualmente dio un paso atrás para evitar el contacto 
con los grandes pechos de Dahlia D, tomó su licencia y la mayor 
parte del dinero que llevaba y se lo dio. Cuando Dahlia D se encargó 
de registrarlo, entonces, obtuvo su recibo y la tarjeta, Lyndon 
debatió la conveniencia de usar su tarjeta de crédito para acceder al 
resto de sus ahorros. Después de asegurarle a Dahlia D que le dejaría 
saber si necesitaba "cualquier cosa", Lyndon se dirigió a su 
habitación. Era pequeña, pero limpia, el colchón firme y cómodo 
cuando se desparramó sobre él. Su estómago gruñó apretado, y 
Lyndon se sentó frotándose la barriga. Le dio al resto de la 
habitación una rápida inspección, paredes de color beige, 
empapelado con estampados, un espantoso paisaje que parecía ser 
un requisito para este tipo de hoteles, así como muebles de aspecto 
barato. 
El armario tenía una televisión de tamaño decente y algunos 
cajones para sus escasas pertenencias. La mesita de madera de 
cerezo a juego contenía dos libros religiosos en el cajón y una 
lámpara y un reloj despertador en la parte superior. Un pequeño 
 
 
 
 
 
 
 36 
 
escritorio, que también servía como mesa ocupaba una esquina y 
una silla con estampados impresos el otro rincón. La alfombra era de 
un tono de azul más horrible, pero limpio. 
Lyndon se acercó y miró en el cuarto de baño, gruñendo por el 
tamaño de la bañera. Demasiada pequeña para él, prefería las 
duchas de todos modos. Necesitaría comprar champú y, se inclinó lo 
suficiente para comprobar su aspecto en el espejo del baño, tal vez 
incluso acondicionador. Había sido mucho tiempo desde que se 
molestó en tratar de domar su cabello. No había ninguna razón para 
tratar de mentirse a sí mismo acerca de sus razones para 
preocuparse por ello ahora. Si ocurriera que se encontraba con 
Levi... Bueno, quería lucir lo mejor posible. Probablemente había 
algo instintivo, una necesidad subconsciente de parecer capaz y 
atractivo y todo tipo de cosas que la gente ha estado haciendo para 
atraer a su pareja desde el principio de los tiempos. 
Lyndon no quiso detenerse en estas complejidades ahora. No 
era particularmente capaz, y en cuanto a lo atractivo estaba bien. No 
era un atractivo modelo, pero tampoco era un tipo que se vería 
mejor con una bolsa en la cabeza. Y su cuerpo era demasiado 
malditamente apretado. No es que fuera vanidoso, o al menos no 
habitualmente. Ahora no era el momento para comenzar. Lyndon 
dio la espalda al espejo. Terminaría deprimiéndose si seguía 
analizándose, todo cabello obscuro enmarañado y cansancio 
alrededor de los ojos. Parecía que los restos de su juventud se fueron 
muy lejos, y la madurez era una especie de apariencia espeluznante 
para él. 
 
 
 
 
 
 
 37 
 
Recordando la tienda de conveniencia que había visto en su 
camino hacia el hotel, Lyndon decidió ir a buscar lo que necesitaba, 
incluyendo algún tipo de alimentos y bebidas. Tenía alrededor de 
cuarenta dólares, pensó. No mucho, pero si era frugal podría 
hacerlos durar al menos unos días. Usar el cajero automático era 
algo que trató de evitar, ya que no estaba seguro de que sus 
movimientos no eran vigilados de esa manera, pero parecía que iba a 
tener que correr el riesgo. Incluso si encontraba un trabajo, sería un 
rato antes de que se le pagara. 
¿Y por qué diablos estoy pensando en conseguir un trabajo 
aquí? Lyndon no había permanecido en cualquier lugar el tiempo 
suficiente para conseguir un trabajo, no desde que dejo Dallas. 
Haciendo una lista mental de lo que necesitaba, se aseguró de que la 
puerta del hotel estaba cerrada con llave. Fue un breve trote 
atravesando el estacionamiento y una manzana, y después estaba 
caminando en la tienda iluminada. Algunos ancianos sentados en 
cabinas construidas para dos. Lyndon miró el reloj por encima de la 
caja registradora, sorprendido al descubrir que era la una de la 
mañana. Se encogió de hombros internamente. Tal vez si vivía hasta 
ser anciano pasaría tiempo en algún lugar como este en la noche, a 
menos que tuviera a alguien caliente para dormir. 
Recuerdos de Levi, hombre y bestia, y la extraña fusión de 
ambos revolotearon por la mente de Lyndon. Tenía un 
presentimiento de que iba a tener que acostumbrarse a pensar en él. 
Lyndon hizo una mueca cuando recogió el acondicionador más 
barato del estante. Era una marca de mala calidad y caro para dos 
 
 
 
 
 
 
 38 
 
dólares, pero no había forma que las cosas en el hotel serían 
suficiente. Odiaba comprar artículos de primera necesidad en 
lugares como este, donde todo tenía una tendencia al alza de los 
precios que debería considerarse un robo. Lyndon miró la botella de 
nuevo y se preguntó nuevamente qué estaba haciendo. ¿Debería ir 
tras Levi? Pero, ¿qué tenía que ofrecer? 
Nada, realmente, es lo que regresaba. Pero si se quedaba aquí, 
tal vez encontraría trabajo y volvería a ser un miembro productivo 
de la sociedad, entonces no sería una mala apuesta. Y esta era una 
ciudad pequeña, así que había muchas posibilidades de que se 
encontrara con Levi tarde o temprano. 
La sola idea de volver a ver Levi envió el pulso de Lyndon a 
vibrar de una manera que habría sido vergonzoso si alguien lo 
descubría. Empujó el acondicionador bajo el brazo y tomó un 
champú y jabón. Pasta dentífrica, terriblemente cara y algunas otras 
cosas para sí mismo, junto con un paquete de seis de refrescos y 
botanas, y Lyndon estaba buscando un poco más de treinta dólares 
en productos que podría haber conseguido más baratos en una 
tienda real. 
El empleado tronó la bomba de chicle y le tendió la mano. – 
Eso serán treinta y dos con veintitrés. 
Lyndon miró al hombre, Craig decía su placa. Parecía joven, 
pero no mucho más joven que Levi, tal vez. ¿Qué le preguntaría 
Lyndon? Y ¿Levi estuvo aquí? Lyndon puso treinta y tres dólares en 
la mano de Craig y casi gritó de sorpresa cuando Craigle hizo 
cosquillas en la palma. 
 
 
 
 
 
 
 39 
 
Craig le guiñó un ojo y le dio una mirada lasciva a su 
entrepierna. Lyndon se debatía entre sentirse halagado o sentirse 
sucio. Se enfocó en recoger su bolsa y salir huyendo de la tienda. 
Craig podría hacer lo que sea con su cambio. 
No fue hasta que estuvo de vuelta en su habitación, lavando a 
regañadientes el olor del esperma de Levi, que Lyndon pensó que 
podría haber sobre reaccionado al avance de Craig. El empleado era 
lindo de una manera tipo duendecillo, pero el estómago de Lyndon 
se había vuelo al revés por el toque de Craig. Extraño, considerando 
que había follado a hombres mucho menos atractivos antes, pero la 
verdad de su reacción fue aún más extraña, y un poco atemorizante. 
Craig lo había tocado, y la mente y el cuerpo de Lyndon se 
revelaron, incluso su gato se había revelado. No quería ser tocado 
por nadie más que Levi. Era la verdad, y no estaba seguro de que iba 
a hacer al respecto.... 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 40 
 
 
Capítulo 5 
 
Levi pasó una hora o más en el suelo, tratando de dar sentido a 
lo que había sucedido. Finalmente, se obligó a levantarse y debatir si 
debía cambiar nuevamente, pero no tenía energía. Cediendo a la 
necesidad empujándolo, siguió el rastro del cambiaforma puma, 
capaz de identificar hojas trituradas y ramas rotas, el puñado de 
huellas en el suelo donde el otro gato había huido fuera de la 
propiedad. Sus sentidos no eran tan fuertes como cuando estaba en 
la forma de leopardo de las nieves, pero eran lo suficientemente 
buenos que Levi encontró el lugar donde el olor del hombre, todavía 
algo fresco, se dirigía a Holton. Levi fue tentado a seguirlo, pero, 
¿cuál sería el punto? Él había sido dejado atrás, después de todo, y 
Levi tenía su orgullo. 
El viaje de regreso a su cabaña dejó a Levi en tremenda 
confusión. Una parte de él todavía quería seguir al puma 
cambiaforma, por otra parte, la parte más insistente, quería volver a 
casa y disfrutar del recuerdo de lo que había ocurrido entre ellos, 
incluso cuando Levi maldijo al hombre por escapar. Eso fue lo que 
había hecho, escondió la cola y arrastró su culo de gatito cuando Levi 
se había convertido en un león o lo que sea que podría comerse a un 
puma. Y ¿Qué fue lo que dijo? 
Levi aún tenía que pensar en ello. Los pumas no son conocidos 
por compartir. Levi resopló mientras abría la puerta de su cabaña, 
 
 
 
 
 
 
 41 
 
olvidando que el lugar era un desastre, hasta que entró y no fue así. 
– ¿Qué… 
Oscar salió del baño usando guantes de goma largos y 
sosteniendo una escobetilla. Miró a Levi y arrugó la nariz. – Mi libro 
fue más allá de lo aburrido. Hueles a semen. – Él olfateó y sus ojos 
se desorbitaron agitando el mojado cepillo en Levi. – ¡Y no es tu 
semen, no sólo, de todos modos! ¿Qué demonios pasó? – Se acercó 
más, agitando el desagradable cepillo. 
Levi dio un paso atrás y se apretó contra la puerta. – ¿Qué 
haces aquí tan tarde? Tiene que ser después de la medianoche. ¿Y 
podrías no salpicarme con lo que sea que gotea de eso? Preferiría no 
añadir olor de mierda a mí ya nocivo, al menos para ti, olor. 
Oscar parpadeó y luego miró a la escobilla como si no tuviera 
idea de cómo acabó en su mano. Arrugó la nariz de nuevo y 
murmuró algo sobre " desagradables paganos groseros" y "sus 
excéntricas entrañas y lamentable puntería para mear” mientras 
caminaba hacia el cuarto de baño, su gracia habitual faltando. Levi 
oyó un ruido sordo de plástico sobre porcelana y el silbido del guante 
siendo retirado, luego avanzó de nuevo Oscar, un determinado brillo 
en sus ojos. 
- Te dije que estaba aburrido, por eso vine aquí. Siéntate y 
escúpelo. – Oscar señaló el sofá, que ahora era reconocible como 
algo más que un montón de envoltorios de comida y latas vacías. 
Levi puso una mano en el respaldo del sofá y saltó sobre él, 
aterrizando en su culo y empujando los resortes debajo de los 
cojines. Estiró el cuello y le sonrió a Oscar, quien sólo rodó sus ojos 
 
 
 
 
 
 
 42 
 
antes de hacer lo mismo y aterrizó al lado de Levi, excepto que Oscar 
se movió con gracia personificada mientras lo hacía. Oscar se mordió 
el labio inferior cuando se enfrentó a Levi expectante. 
Levi suspiró y apoyó la cabeza contra la parte superior de la 
camilla. La mordida en el cuello picó y silbó. Lo siguiente que supo, 
Oscar estaba prácticamente trepando sobre él, empujando fuera la 
parte trasera de la camisa de Levi. 
- ¡Santa mierda! – Oscar tiró un poco más hasta que Levi 
finalmente cedió y cayó hacia adelante. Presionó la marca de la 
mordida, provocando un gemido en Levi. – Wow, ¿qué has hecho… 
te hicieron? 
Los ojos de Oscar eran tan grandes que Levi no sabía por qué 
no salían disparados fuera de sus órbitas. 
- Oh Dios mío. – Oscar jadeó, golpeando su mano en el pecho. 
– ¿Lo hiciste, tú sabes, en forma de leopardo? ¿Tuviste sexo con un 
gato salvaje? 
No podía decidir si Oscar estaba horrorizado y emocionado 
con la idea y no tenía la energía para adivinarlo. La verdad es que 
Levi se había venido abajo después de que su hombre de fantasía 
había huido. Más pruebas de que todo realmente ocurrió, en caso 
de dudarlo. ¡El final apestaba! Levi tenía una agitación mental y le 
dio un codazo al brazo de Oscar hasta que su hermano se sentó a su 
lado sin insistir. 
Oscar escuchó con atención embelesada a Levi el recuento de 
su carrera, aunque el encuentro sexual fue acortado a un “y él se 
frotó contra mí después de que me vine", en un intento de Levi por 
 
 
 
 
 
 
 43 
 
silenciar la fuerza de la experiencia en su mente. Además, era más de 
lo que quería compartir sobre su vida sexual, mientras hablaba con 
su hermano menor. 
- ¿Qué aspecto tiene? 
Levi fue confundido por la pregunta de Oscar, porque 
simplemente no había suficientes palabras, no las correctas que Levi 
pudiera encontrar, por lo menos. Se estableció en dar lo que pensó 
que era una respuesta cursi a Oscar. – Era dorado, Oz. Magnífico, 
grande, dorado, incluso bajo la luz de la luna. 
- Wow. 
Sí, eso casi lo cubre. Levi vio rodar algo por la mente de Oscar. 
Casi temía averiguar lo que era, pero sabía que no tenía otra opción. 
Levi siempre escuchaba a Oscar, aunque a veces no le gustaba lo que 
decía su hermano. Esta vez no fue tan malo, sin embargo, y era algo 
que Levi estaba pensando, también. 
- Así que hay cambiaformas. – Oscar reflexionó. – Tiene 
sentido, sin embargo. Pero ¿Cuánto de su naturaleza animal 
mantienen? 
Levi se preguntaba lo mismo. – Dijo que los pumas no son 
grandes en compartir. 
Oscar mordisqueó sus labios, amortiguando su voz 
ligeramente cuando habló. – ¿Me pregunto si él estaba hablando 
sobre ti? 
- Claro, por eso salió corriendo como un gato cuya cola fue 
pisoteada. – Admitirlo fue casi tan humillante como fue en la 
realidad. 
 
 
 
 
 
 
 44 
 
- Ouch. – Oscar hizo una mueca, bajando su mano para frotar 
la parte trasera. – No me lo recuerdes. Pero piensa en ello. No somos 
criaturas solitarias como los leopardos de la nieve. Tenemos nuestra 
propia manada, incluso si todos son familia. Somos así debido a lo 
que somos, o ¿a pesar de ello? 
A veces Oscar podía atar cabos con palabras, pero Levi que 
captó la esencia de lo que decía su hermano. – La abuela Marybeth 
dijo que a diferencia de los leopardos de nieve de pura sangre, ella 
era parte de una familia de cambiaformas, una especie de pueblo o 
clan cerca de los Himalayas. Me hace pensar que somos más 
humanos, y sólo tenemos algo extra, tal vez, en lugar de una bestia 
salvaje aderezada con un poco de humanidad. – Levi se encogió de 
hombros. 
- Ojalá supiéramos más sobre lo que somos. – Oscar murmuró. 
– Todo lo que sabemos es lo que la abuela Marybeth nos dice. 
Levi, también lo deseaba, pero ya que la abuela Marybeth era 
el único vínculo que tenían consu historia, y ella había sido más que 
una niña pequeña cuando su clan de cambiaformas había sido 
perseguido y asesinado por sus pieles y partes, ella no sabía mucho 
sobre su historia de cambiaformas tampoco. Ellos sabían que la 
habilidad de cambiar provenía de la línea materna, transmitiéndose 
de madre a hijos. Incluso los cambiaformas machos no pudieron 
ayudar a poblar sus especies. Esto tendía a hacerlo sentir superfluo, 
pero la realidad sin duda fue que hizo más fácil la aceptación de su 
familia el ser gay. Lo que era bueno, considerando que parecía que 
 
 
 
 
 
 
 45 
 
unos cuantos de sus primos también eran gays. Y estaba el tío Victor 
y su compañero Clement… 
- Toma una ducha. – Oscar ordenó, sacando a Levi de sus 
pensamientos. – No olvides visitar tu sitio de Internet para los 
nuevos pedidos antes de irte a la cama. 
Levi se levantó del sofá con Oscar tirando del otro extremo 
para ayudarle, o más probablemente, sólo para molestarlo, lo que 
implicaba que Levi necesitaba ayuda en primer lugar. Si es así, no 
funcionó. Levi no estaba siendo sarcástico. – Gracias por limpiar el 
lugar. Te lo agradezco. – Extendió la mano y le revolvió el cabello a 
Oscar, algo que su hermanito sólo lo tolerado de él, pero 
generalmente no por mucho tiempo. 
Oscar golpeó la mano de Levi y lo esquivó. – Te dije, que me 
aburría. Nos vemos en la mañana. 
Levi se detuvo en la puerta del baño y se volvió a mirar a 
Oscar, quien lo miraba con una expresión extraña en su rostro. – 
¿Puedes… no decirle a nadie más sobre esto? No me importa 
compartir mi vida sexual con la familia. Es muy raro. – Y quería 
mantener el recuerdo de esta noche para sí mismo. No tuvo más 
remedio que explicarle a Oscar que ya estaba aquí y Levi olía a 
semen. 
Oscar asintió con la cabeza después de varios segundos pero 
parecía un gesto renuente. – No diré nada… por ahora. Si el puma 
aparece de nuevo o te hace daño, sin embargo, me aseguraré de que 
todos en esta familia vayan tras él. 
 
 
 
 
 
 
 46 
 
Levi pensó que eso era todo lo que realmente podía pedir. – 
Gracias. – Le guiñó un ojo a Oscar antes de girar y entrar al baño. 
Puesto que ya no estaba destrozado su cuarto de baño y el baño 
estaba lo bastante limpio como para que brillara la taza de 
porcelana, Levi casi sintió que iba a ensuciar la ordenada habitación. 
Casi, pero no del todo. Claro, estaba cubierto de suciedad y ramas e 
incluso probablemente algunas garrapatas, pero también llevaba el 
olor y la semilla de su misterioso cambiaforma. 
Desnudo, Levi se puso delante del espejo sobre el lavabo y giró 
alrededor hasta que pudo ver la marca de la mordida como había 
estado deseando hacer. No era profunda, apenas había roto la piel en 
un par de lugares, pero era de un rojo púrpura profundo que le 
recordó a Levi la gruesa polla del otro hombre mientras bombeaba, 
vaciando su carga sobre la piel de Levi. 
La polla de Levi saltó por completo, calor acumulándose bajo 
en sus entrañas, picándolo a través de la ingle y apretando todo 
desde su vientre a sus pantorrillas. Hizo lo posible por ignorar su 
excitación hasta que abrió la ducha. Su polla se balanceaba contra su 
estómago, dejando manchas pegajosas en el pelo oscuro que 
salpicaba la parte delantera de su torso. Deseó tener más fuerza de 
voluntad, al menos la suficiente para lavar el semen de él primero, 
pero Levi no la tenía. 
Apoyó su trasero sobre la encimera y abrió sus piernas, se 
contoneó hasta que sus mejillas estaban separadas también. Levi 
cerró los ojos y deslizó su mano sobre su mandíbula, lamentando 
 
 
 
 
 
 
 47 
 
haber lavado ya el semen de su piel allí. Trazó los lugares donde la 
esencia cremosa del extraño casi había chamuscado su piel. 
Estos puntos se sentían más calientes, más sensibles, y si era 
sólo su imaginación, a Levi no le importaba. Pensó que podía venirse 
sólo rozándolos una y otra vez. 
No es que fuera a hacerlo. 
Levi jadeó cuando empuñó su polla en un firme apretón. La 
mordedura del dolor lo empujó más cerca del borde. Levi llegó 
detrás de sí mismo, utilizó la otra mano y tiró de su culo. Siguió la 
ruta frotada anteriormente por una polla gruesa. Su piel allí era 
tierna, casi cruda, y sintió restos de seco y escamoso pre-semen bajo 
su toque. Levi gimió, suavemente al principio y más fuerte cuando 
tiró de su polla sin piedad. 
Sus bolas estaban ya apretados, altas en su saco. Sus muslos 
temblaron y olas de calor rodaron desde su ingle hasta el culo, de su 
vientre a sus pezones. Cada golpe en su polla resonaba en puntos de 
placer que no sabía que tenía, poniendo su cuerpo en un frenesí de 
necesidad caótica. Levi dejó que las imágenes vinieran… cabello 
dorado, ojos dorados, piel dorada, el gruñido y sonido que había 
oído cuando había sido montado. 
Mierda, pero deseo... – Levi no consiguió expresar su deseo 
antes de que el éxtasis estallara de sus bolas, bañando todo su ser en 
una sensación tan intensa que rivalizaba con el encuentro anterior 
en el bosque. Levi bombeó su polla, manteniendo los movimientos 
de su mano incluso después de que el último chorro de semen había 
sido drenado. 
 
 
 
 
 
 
 48 
 
No fue suficiente, su polla seguía tierna y dolorida por su rudo 
trato contra el suelo del bosque hace unas horas. A pesar de que 
dudaba que se endureciera de nuevo durante horas, Levi no estuvo 
saciado. No entendía y seguro que no le gustó sentir que fue 
controlado por algo fuera de su control. Cuanto más pensaba Levi al 
respecto, más enojado se sentía. 
Al menos eso es mejor que fantasear sobre alguna extraña y 
caliente follada. Yo puedo guiar mi destino, o lo que sea. O bien, 
puedo actuar como un hombre y juntar mi mierda antes de 
convertirme en un bobalicón metrosexual, o, Dios no lo quiera, un 
alma sensible. 
Eso fue suficiente para sacar a Levi de su extraño temor. Frotó 
su cuerpo limpio, negándose a lamentar la pérdida del olor del otro 
hombre y se dijo que no pensaría de nuevo en el cambiaforma puma. 
No era una resolución que podía mantener, ni incluso por 
algunos minutos después de pensarla. Levi soñaba con su amante 
misterioso y despertó tan excitado que quería gritar. Masturbarse no 
era suficiente. Ansiaba un toque que no era el suyo, un toque de un 
hombre en específico. 
Levi esperaba que la necesidad disminuyera con el paso del 
tiempo, pero tenía un mal presentimiento de que no lo haría. Nadie 
vino a él con tanta intensidad, y temía que tendría un momento 
difícil sacudir los pensamientos de su sexy intruso. No le 
sorprendería si terminaba pensando en el hombre dorado todos los 
días y continuaba soñando con él por las noches, sin importar 
cuánto trató de olvidar. 
 
 
 
 
 
 
 49 
 
Levi se burló de sus ridículas reflexiones. ¿Qué era, algún tonto 
del culo irremediablemente romántico? ¿Esperaría a ver si su 
verdadero amor regresaba? Sarcástico o no, la idea le dio una 
sensación cálida, temblorosa en su estómago. También envió a su 
polla a toda marcha, llevándola a erguirse completamente en 
segundos. 
Levi lo ignoró. Tenía que aprender cierta moderación, sobre 
todo porque no tenía ninguna intención de tratar de cazar a alguien 
que no pudo alejarse de él lo suficientemente rápido. Estaba 
malditamente bien tratando de superar su obsesión creciente, y 
empezaría por mantenerse tan ocupado que no tendría tiempo para 
pensar en otra cosa que no fuera su trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 50 
 
Capítulo 6 
 
Casi una semana después del encuentro sexual más caliente 
que Lyndon había tenido, aún permanecía en Holton. Tuvo que ir a 
un par de ciudades con el fin de retirar más dinero de su cuenta, 
esperando que la distancia entre Holton y Jeffers alejara a quien 
había estado en su rastro durante meses. Pero a los pocos días, una 
sensación familiar de hormigueó comenzó a erizar el vellode su 
nuca. 
Se encendía y lo hacía sentir perseguido, vigilado, aunque no 
podía localizar de donde venía la sensación o qué la causaba. Era 
alguien, fue lo que sabía. Generalmente huía cuando era consciente 
de ser cazado, pero esta vez decidió permanecer firme. Estaba 
cansado de este juego, y eventualmente sería capturado por quién lo 
perseguía. Holton parecía un lugar tan bueno como cualquier otro 
para este enfrentamiento. 
Mientras tanto, tenía que comer. No tenía mucho dinero, y lo 
que tenía no se mantendría por mucho tiempo. Lyndon había estado 
buscando trabajo en la pequeña ciudad. Hasta ahora no había tenido 
suerte, pero no estaba dispuesto a darse por vencido. Los recuerdos 
de Levi constantemente llenaban su mente. 
Lyndon tenía la esperanza de verlo, pero en la semana que 
había estaba en la ciudad, no había cogido ni una bocanada de Levi. 
Lyndon empujó el deseo de volver a la zona boscosa donde lo 
conoció por varias razones, no la menos importante era el temor por 
 
 
 
 
 
 
 51 
 
su propia vida. No conocía todos los otros olores que había captado 
mientras estaba todavía en forma de puma. Había otros leopardos 
en estos bosques, o había habido. Lyndon dudaba que ellos serían 
tan agradables como lo había sido su leopardo de las nieves. 
Y Lyndon seguía pensando en Levi como suyo, lo que era 
extraño, pero no pudo detenerlo y renunció a tratar de hacerlo hace 
un par de días atrás. Había encontrado a que raza de leopardo 
pertenecía Levi, gracias a la pequeña biblioteca a pocas cuadras de 
su hotel. Se preguntó qué hacía un leopardo de las Nieves, varios 
leopardos de las nieves, en Colorado, a medio mundo lejos de donde 
se originaron. Hubo muchas preguntas que Lyndon tenía, pero lo 
que realmente quería era tocar a Levi nuevamente, olerlo y sentir ese 
cuerpo poderoso debajo de él. 
La intensidad de la sensación de ser observado aumentó 
repentinamente. Fue tan fuerte que su columna casi vibraba. Entró 
en Jambree, la cafetería, tratando de convencer al propietario de 
contratarlo para limpiar mesas o la cocina, todo lo que podía 
conseguir. Lyndon comenzaba a desesperarse, y los empleos en una 
ciudad de este tamaño eran escasos. 
Su cuello picaba y Lyndon se abstuvo de rascarse. Empezó a 
tener dudas sobre su estancia aquí, no porque tenía miedo, sino 
porque traía el peligro a esta ciudad. Tal vez sólo sería peligroso para 
sí mismo… nadie más a su alrededor hasta el momento había sido 
herido, no que él supiera. ¿Por qué tenía que preocuparse ahora, de 
todos modos? Dudaba que Levi quisiera conocerlo. 
 
 
 
 
 
 
 52 
 
Había sido una estupidez pensarlo, esperarlo. Realmente, 
debería haberlo sabido mejor, especialmente después de la forma en 
que trató al chico, dejándolo tirado en el suelo cubierto de esperma. 
Sí, Lyndon era un buen partido. Levi probablemente se lavó el 
esperma de Lyndon y no le daría a Lyndon otro pensamiento. 
Pero alguien tenía que pensar en él, podía sentir la intensidad 
de la mirada oculta que acariciaba su espalda. Lyndon saludó al Sr. 
Hernández cuando el hombre siguió quejándose de la economía. 
Como si Lyndon no fuera consciente de ello. Sus ahorros se agotaban 
rápidamente. No ayudó que había estado comprando alimentos en 
lugar de cazarlos y pagar por la habitación del hotel, pero recordó el 
olor de otros cambiaformas en el bosque y pensó que después de lo 
que le había hecho Levi, sería más prudente permanecer lejos de esa 
zona a menos que Lyndon quisiera correr el riesgo de ser colgado o 
fusilado. Pero pensó que si se veían en la ciudad, como hombres, 
pudieran hablar… o Lyndon podría humillarse. 
Lyndon agradeció al Sr. Hernández por su tiempo y salió de la 
cafetería con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta ligera 
para ocultar la forma en que los había empuñado. Estaba cansado de 
sentirse perseguido, cansado de tratar de averiguar por qué estaba 
siendo cazado. Sabiendo cuan territorial podría ser un puma, lo 
entendía en estado salvaje, pero quien lo estaba persiguiendo no era 
simplemente un puma. Eran seres humanos, también, capaces de 
tener lógica, emociones y razón, aunque tal vez su acosador no tenía 
nada de ello. 
 
 
 
 
 
 
 53 
 
En el exterior, Lyndon miró a su alrededor con disimulo. No 
vio a nadie fuera de lugar en su primer barrido visual, y se estaba 
familiarizando con la ciudad en la semana pasada. Lyndon era 
observador, tenía que serlo para sobrevivir, así que el hecho de que 
no pudo encontrar a quién lo estaba observando era una patada a su 
orgullo. Por mucho que le gustaría creer que estaba siendo 
paranoico, no podía, no cuando se había despertado en una bonita 
zona arbolada de Pennsylvania, sólo para encontrar excremento de 
otro puma no muy lejos de donde descansaba. Por si acaso podría 
haber perdido esa señal, el otro puma había arañado tantos árboles 
como fue posible, y dejó el cadáver en descomposición de un ciervo 
en el lugar exacto en el que Lyndon había entrado en la zona. 
El cambiaforma pudo haberlo atacado, pudo haber terminado 
este escalofriante juego del gato y el ratón. Eso le había dicho a 
Lyndon que el tipo era realmente un enfermo bastardo que 
disfrutaba de la caza, disfrutada jugando con él. Bueno, él no estaba 
disfrutando ni un poquito, y lo terminaría. Si eso implicaba su 
muerte o la del otro cambiaforma estaba por verse. 
Lyndon estaba tan perdido en sus pensamientos que casi se 
perdió al lindo hombrecito rubio saliendo de una gran camioneta 
negra. Descuido que podría costarle a Lyndon la vida. Por supuesto, 
a veces pensaba que podría no preocuparse así, pero esos momentos 
bajos generalmente pasaban rápidamente. Mejor poner su cabeza en 
su sitio y estar más alerta si quería alguna posibilidad con Levi. No 
vayas por ahí. Él puede no quererme, no ahora. 
 
 
 
 
 
 
 54 
 
Lyndon se deslizó hasta el borde de la acera cuando el rubio 
siguió su camino. Miró a los ojos azul pálido del joven hombre y fue 
golpeado por descubrirlo mirándolo fijamente, pero giró a la derecha 
del camino de Lyndon… y no parecía que se detendría. Algo aliviado 
en su pecho, un nudo de la preocupación por que hubiera sido 
encontrado. Quién fuera este extraño, Lyndon no podía creer que 
fuera el mismo hombre que lo cazaba. ¿Era esto por lo que se sentía 
observado? Lyndon pensó que debía ser, con la forma en que esos 
ojos azules nunca lo abandonaron. Se preguntó qué había hecho 
para atraer la atención de este hombre. 
Por alguna razón, parecía decidido a ponerse en el camino de 
Lyndon. Lyndon estaba curioso y lo suficientemente irritado como 
para dejarlo. Esto puede ser divertido. Lyndon arqueó una ceja hacía 
el chico, luego se dirigió hacía un pequeño callejón entre la 
minúscula tienda de segunda mano y una ferretería. Estaría 
sorprendido si el tipo tuviera las bolas… 
- Eres un idiota, ¿lo sabes? 
Bueno, sin duda tenía más pelotas que sentido común. Lyndon 
pensó que era una buena cosa que fuera media mañana, de lo 
contrario la multitud de almuerzo, ya que así era, estaría fuera de 
casa, y esta confrontación en puerta sería presenciada cuando 
preferiría que no lo fuera. Lyndon se giró a medio camino entre la 
estructura de madera de los edificios y le dio una mirada hirviente. 
No pareció molestar al hombre-niño. Parecía muy joven, un poco. 
El rubio caminó hacia él y empujó un dedo en la cara de 
Lyndon. Lyndon no podía dejar de notar que faltaban un par de sus 
 
 
 
 
 
 
 55 
 
dígitos. Se encogió antes de que pudiera enredarse a sí mismo y vio 
su reacción registrarse cuando la expresión del otro hombre se 
ensombreció. 
- Tú eres el hijo de puta dorado que estaba en nuestra 
propiedad hace una semana. – El hombre más joven gruñó. 
Lyndon se mantuvo muy quieto cuando el olor del hombre 
finalmente lo alcanzó. Si hubiera estado en forma de puma, se habría 
dado cuenta mucho antes.

Continuar navegando