Logo Studenta

Album_Bio_Derecho_Ivan_Cubillan

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Iván José Cubillán Suárez 
Prof. Víctor Pinto 
Ética Aplicada al Derecho 
2014/BI - SAIA A 
 
Barquisimeto, octubre, 2014 
Se parte del principio de que los problemas que afectan a la sociedad 
deben ser decididos por todos los ciudadanos, tras un debate 
suficientemente informado, y no sólo por sectores minoritarios, 
frecuentemente en condiciones de opacidad. Esta exigencia es 
especialmente perentoria cuando las decisiones que deben tomarse 
afectan a toda la sociedad, incluyendo las generaciones presentes y las 
futuras. Como se ha mencionado, los problemas derivados de los 
descubrimientos científicos y de los adelantos biotecnológicos son, 
precisamente, de este carácter, que reclama respuesta tanto de los 
individuos como de la comunidad. 
Los enormes avances científicos han supuesto un cambio en la 
sociedad de carácter cuantitativo y cualitativo de una magnitud tal que 
han obligado a revisar los planteamientos individuales y colectivos en 
torno a numerosas cuestiones que afectan al ser humano. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
El actual progreso de la medicina y la biología suscita 
grandes esperanzas, a la vez que ocasiona dilemas para el 
hombre común y para los especialistas, sean médicos, 
biólogos, científicos, filósofos o juristas. La primera y brutal 
toma de conciencia colectiva de los problemas éticos de la 
medicina data de la Segunda Guerra Mundial con las 
revelaciones de los experimentos médicos del nazismo. 
 
El Código de Nuremberg, de 1947, constituye el primer 
conjunto de reglas internacionales que relaciona ética 
médica y Derechos Humanos. Tras él las Declaraciones de 
la Asociación Médica Mundial en Helsinki (1964), en Tokio 
(1975) y en Manila (1980), incidieron en el principio 
fundamental de que hombres y mujeres no pueden ser un 
simple objeto para la ciencia. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
A partir de los años setenta, las relaciones entre seres 
humanos, ciencias y medicina sufrieron un cambio 
importante ya que, junto a la tradicional tarea curativa, el 
progreso biotecnológico supuso la oportunidad de intervenir 
en los procesos vitales fundamentales. La misma posibilidad 
de realizar un diagnóstico genético de enfermedades que aún 
no se han manifestado o la de aplicar terapias génicas en el 
tratamiento de determinados tipos de cáncer, muestra una 
forma de medicina y de biología radicalmente nueva que 
implica un cambio de tal naturaleza que obliga a poner en 
cuestión los parámetros de valoración tradicionalmente 
utilizados. 
En este contexto surgió la Bioética como una nueva disciplina 
que, desde un enfoque plural, pusiese en relación el 
conocimiento del mundo biológico con la formación de 
actitudes y políticas encaminadas a conseguir el bien social. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
Los problemas de la Bioética deben ser debatidos por la sociedad en su 
conjunto antes de que sean adoptadas soluciones normativas, sobre las que, en 
una sociedad democrática y plural, es preciso lograr consenso. Un consenso 
que, en cuestiones que atañen a los valores individuales y colectivos en forma 
tan especial, resulta difícil conseguir. Por ello, conviene centrar la búsqueda del 
compromiso en la elaboración de unas reglas del juego aceptables para la 
mayoría de los ciudadanos independientemente de sus opciones ideológicas. 
Es el rol de las primeras comisiones y comités de Bioética que surgen en 
diferentes países. Estas comisiones son un magnífico lugar para el debate 
informado y para el encuentro entre los distintos puntos de vista. Además, 
constituyen una ayuda muy valiosa para los poderes públicos en tanto que 
pueden suministrar pautas para la adopción de políticas y de regulaciones 
acordes con las informaciones científicas y el sentir de la sociedad a la que se 
dirigen dichas innovaciones -y que, asimismo, las financia-. Las comisiones de 
ética de diverso alcance -desde las hospitalarias y las de investigación a las 
creadas para cuestiones ad hoc o las nacionales, regionales y de cualquier 
alcance-, deben constituirse en co-laboratorios en los que se pongan en común 
los distintos enfoques y acervos profesionales y culturales para elaborar pautas 
de conducta -temporales y revisables- que permitan abordar los problemas 
comunes. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
Un aspecto de la Bioética está en el reconocimiento de la pluralidad de 
opciones morales que caracteriza a las sociedades actuales y en propugnar la 
necesidad de establecer un mínimo marco de acuerdo por medio del cual 
individuos pertenecientes a comunidades morales diversas puedan 
considerarse ligados por una estructura común que permita la resolución de 
los conflictos con el suficiente grado de acuerdo. 
Las normas jurídicas poseen una evidente relación con las morales, aunque no 
dependan de la ética para su configuración, y a lo largo de los siglos el análisis 
de estas relaciones ha sido una cuestión central del pensamiento filosófico 
jurídico. El planteamiento parte de la constatación del pluralismo moral de la 
sociedad y del hecho de que ese pluralismo no sólo es un hecho sino que es un 
valor constitucionalmente protegido. Pero, al mismo tiempo, estamos en contra 
del escepticismo en los valores, en el sentido de considerar que es posible 
argumentar racionalmente en ética y de que pueden esgrimirse "buenas 
razones" a favor de las opciones que se elijan. Frente a las posturas de 
relativismo extremo, la posición de la que aquí partimos implica la posibilidad 
de dilucidar racionalmente si los juicios morales que sostenemos son correctos. 
Frente a las posturas que preconizan la existencia de verdades absolutas e 
incontrovertibles, se propone que cualquier juicio moral esté sujeto a la 
discusión y a la crítica racional. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
La bioética es, como ya se ha indicado, una disciplina específicamente ética. En 
este sentido, ha señalado Vidal que "la bioética es formalmente una rama o 
subdisciplina del saber ético, del que recibe el estatuto epistemológico básico y 
con el que mantiene una relación de dependencia justificadora y orientadora. 
Los contenidos materiales le son proporcionados a la bioética por la realidad 
del "cuidado de la salud" y por los datos de las "ciencias de la vida", como la 
biología, la medicina. El análisis de los temas, aunque tiene una omnipresente 
referencia a la ética, tiene que ser llevado a cabo mediante una metodología 
interdisciplinar". 
 
Esta realidad ha conducido a algunos autores a cuestionarse, incluso, la 
especificidad de la bioética, considerándola, exclusivamente, como una ética 
profesional o deontología. En este sentido se pregunta González: ¿no será, más 
bien, simplemente ética? Si lo específico de la bioética son cuestiones 
puntuales, problemas nuevos que surgen al compás del desarrollo de las 
ciencias de la vida: "la forma, lo que daría unidad a tal cúmulo de cuestiones 
no sería sino la misma perspectiva ética". Para esta autora, los principios de la 
bioética no son otros que los de la ética; de ahí que, en su opinión, el lugar 
natural de la bioética sea la ética especial y, más en particular, las éticas 
profesionales. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
El desarrollo bioético ha tenido una gran incidencia en el campo del derecho. 
Ciertamente, la determinación de lo tolerable, en relación a las diversas formas 
de intervenir en el fenómeno de la vida, no es una cuestión que afecta sólo a la 
ética, sino también, y cada vez con mayor intensidad, al derecho. Actualmente 
se apela a éste con distintas finalidades. 
 
En ocasiones, se pretende eliminar ciertas trabas y prohibiciones legales 
previas que impiden la investigación, la aplicación o el desarrollo de nuevas 
tecnologías; otras veces, se demanda del derecho exactamente lo contrario: esto 
es, que formule prohibiciones e, incluso, que prevea sanciones querestrinjan el 
acceso a prácticas o técnicas potencialmente lesivas para el ser humano y su 
entorno. 
 
A ello se añade el recurso al orden jurídico, entendido como mecanismo 
resolutivo de conflictos específicos ya producidos. A tal finalidad responden 
los pronunciamientos jurisprudenciales, cada vez más abundantes, y decisivos, 
en esta materia. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
No existe otro ámbito, como el jurídico, en el que las controversias que se 
plantean como bioéticas, presenten tanta derivación e impacto. Aquellas 
cuestiones bioéticas de mayor calado o trascendencia social, se transforman, en 
muchos casos, en problemas jurídicos. Es evidente que la acción humana, -en 
este caso tecnificada-, puNo existe otro ámbito, como el jurídico, en el que las 
controversias que se plantean como bioéticas, presenten tanta derivación e 
impacto. Aquellas cuestiones bioéticas de mayor calado o trascendencia social, 
se transforman, en muchos casos, en problemas jurídicos. Es evidente que la 
acción humana, -en este caso tecnificada-, puede producir daños, incluso 
irreversibles, al medioambiente y a las personas. En consecuencia, la respuesta 
a esta realidad no debe tener, tan sólo, carácter moral, ni reducirse, por tanto, a 
una cuestión privada. Se tratará, en muchas ocasiones, de un asunto público. 
Ciertamente, la cuestión relativa a los límites, conexiones y diferencias entre 
derecho y moral es un problema clásico de la filosofía jurídica. No obstante, la 
complejidad, ya de por sí inherente al tema, se incrementa, en este caso, por la 
concurrencia de diversos factores. Entre ellos, cabría destacar la ausencia de 
estudios sistemáticos que ayuden a delimitar con rigor ambas disciplinas, 
demarcando sus respectivas competencias. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez 
Entendemos por bioderecho, la necesaria vinculación entre las ciencias de la 
vida (biología, medicina, ecología) y la ciencia jurídica. Una simbiosis 
relativamente nueva, pero, estrictamente necesaria en un mundo dinámico, 
cambiante y altamente tecnificado como el nuestro. 
 
Durante siglos, en lo que hace la ciencia jurídica, términos biológicos como 
genoma, células germinales, embrión o ADN, fueron expresiones ajenas a la 
disciplina, hoy sin embargo Derecho y Biología, se ven obligados a cohabitar 
un mismo espacio y a generar reflexiones, si se quiere, bio-jurídicas. Biología y 
Derecho pues, se convierten en un binomio inseparable, el Bioderecho. 
 
Es precisamente en el contexto de esta nueva realidad científica en donde se 
inserta nuestro interés, un hecho es evidente, la biogenética ha avanzado 
rápidamente y a pasos agigantados en las últimas décadas y no así el derecho. 
Como consecuencia de lo anterior la forma de procrear seres humanos ha 
cambiado radicalmente, hoy es posible concebir vida humana por medio de 
diferentes técnicas artificiales así, tanto la inseminación artificial como la 
fecundación in vitro se han convertido en técnicas cada vez más accesibles. 
Iván José Cubillán Suárez 
Iván José Cubillán Suárez

Continuar navegando