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Unidad III

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Unidad III 
 
Estado español y el despotismo ilustrado de los Borbones (siglo XVIII) 
 
MARCO EXTERNO.- 
 
El pensamiento ilustrado como fundamento de los cambios de siglo. 
 
Algunos aspectos de la ilustración: 
El siglo XVIII es el siglo de la ilustración, se desplaza la figura de dios y la fe, y la 
razón pasa a ser el elemento o la herramienta fundamental del hombre. 
El hombre pasa a tener una mejor posición en la medida en que mas sabe, es esta 
ilustración del hombre lo que lo lleva al ascenso y progreso social. 
Aparece la enciclopedia, la idea de que en una obra intelectual esta contenido todo el 
saber. 
Las teorías políticas importante de este pensamiento son producto de dos figuras claves, 
que elaboran dos doctrinas las cuales pasan a ser el fundamento político del 
cuestionamiento de la monarquía imperante y lo que va a ser la teoría revolucionaria: 
Rosseau: 
CONTRATO SOCIAL o CONCEPTO CONTRACTUALISTA DEL HOMBRE: el 
individuo, como ser humano, necesita sacrificar parte de su libertad para generar una 
comunidad. 
De tal modo, se celebra un contrato donde entre todos los hombres se forma la voluntad 
general; cada uno de estos hombres debe sacrificar parte de su libertad para formar una 
comunidad y así manifestar la voluntad general. 
La autoridad o el gobierno es representante de la voluntad general y debe ejercer 
autoridad en cuanto a esta voluntad (Teoría democrática).- 
 
Montesquieu: se refiere a la división tripartita del poder: 
- Legislativo: expresa la voluntad general y su instrumento jurídico es la ley 
- Ejecutivo: ejecuta las leyes 
- Judicial: poder sancionatorio que hace cumplir las leyes 
Ninguno de estos poderes es absoluto ni superior a otro, cada uno controla a otro. 
 
Durante el siglo XVIII, las nuevas ideas, provenientes de Francia, llegaron en compañía 
de la Casa de Borbón, que sucedió a la de Austria en el gobierno imperial. Carlos II “el 
hechizado” murió sin descendencia habiendo dejado testamento, por el que llamaba al 
trono español al duque Felipe de Anjou, poderoso rey de Francia, quien llegó a España 
como Felipe V. La monarquía se vió a poco envuelta en una dolorosa guerra (guerra de 
sucesión), ya que Carlos Archiduque de Austria, se sentía con derechos a la corona 
española. La guerra terminó en 1713 con el tratado de Utrecht y Felipe fue reconocido 
como soberano de España pero debió resignar sus derechos sobre la corona Francesa. 
Felipe V, no demostró condiciones sobresalientes; solo en los últimos años de su 
reinado comenzaron a dictarse medidas tendientes a reorganizar el imperio. 
Fernando VI hijo del anterior abandonó los asuntos de estado en manos del Marqués de 
Ensenada y de José de Carvajal.- 
Carlos III, hermano de Fernando VI, rey de las dos Silicias llegó al trono ante la 
ausencia de descendencia directa y fue el monarca más brillante de la nueva dinastía, 
 
 
representante del despotismo ilustrado y se rodeó de miembros de la ilustración 
decididos a emprender la gran reforma que España necesitaba.- 
Un notable grupo de pensadores intento la adopción en la península de principios ya 
aplicados en otros países del continente. Este conjunto de hombres innovadores, que 
rodeo a los monarcas , constituyo la minoría ilustrada y su pensamiento se conoce como 
el despotismo ilustrado; en razón de que para ellos el poder real debía ser robustecido 
hasta el extremo de posibilitar la aplicación de las sustanciales reformas proyectadas.- 
 
El cambio postulado por el despotismo ilustrado se tradujo en un acentuado centralismo. 
Felipe V creo cuatro secretarias de despacho que formaron el consejo de gabinete: eran 
las de Estado, de asuntos eclesiásticos, de guerra, y de Indias y marina, y hacienda. 
Posteriormente estas secretarias se redujeron a tres. 
 
Pero con el afán de centralización en los Borbones, se produce la eliminación de 
organismos especializados: el Consejo de Indias y la Casa de Contratación; como 
también reformas en la organización de los territorios americanos. En 1717 se creo el 
virreinato de Nueva Granada, y en 1776 se estableció el del Río de la Plata. Además de 
estos nuevos virreinatos, en 1731 se organizo la capitanía general de las provincias de 
Venezuela, que en 1777 se emancipo de Nueva Granada. Cuba se convirtió en capitanía 
general en 1764, y la capitanía general de Guatemala alcanzo autonomía del virreinato 
de Nueva España. 
 
Se implantó en America el régimen de las intendencias con el que se busco gobernar en 
forma más directa los dominios ultramarinos. El cargo de gobernador (titular de 
provincia) se transforma en el de gobernador intendente por que se refuerzan dos 
facultades fundamentales: La de hacienda (recaudación de impuestos) y las funciones de 
guerra (defensa militar).- 
 
En materia religiosa se advirtió un pronunciado desarrollo del regalismo, un afán 
desmedido del rey por controlar la iglesia, por hacerla servir a sus intenciones. 
La religión era considerada instrumento político y por tanto la iglesia fue adecuada a los 
intereses de esa política; los hombres del siglo necesitaban fortalecer la autoridad del 
rey para hacer de ella el instrumento de las grandes reformas. Los Borbones encontraron 
en España una corriente secular en favor del regalismo. 
En cuanto al espíritu religioso en si, el despotismo ilustrado significo un proceso de 
honda crisis.- 
 
El ejército: Carlos III dicto las ordenanzas militares en 1768, que reglaban el gobierno, 
la disciplina y los demás servicios del ejército, dándole una estructura más coherente. 
 
La nobleza fue sometida a una crítica severa y mordaz. Las familias nobles de España 
estaban acostumbradas a preferir el honor a la conveniencia, y a no buscar la fortuna si 
no en la reputación y en la gloria. 
Al lado de la nobleza de sangre, tradicional e inútil, surgiría la aristocracia de las luces, 
de la inteligencia. Esta nueva elite constituyó la minoría ilustrada del siglo XVIII; una 
nueva nobleza surgida de la ilustración que no veía con buenos ojos al pueblo inculto, 
supersticioso, e iletrado. Sin embargo consciente de los deberes de toda aristocracia, 
procuraba enseñarle, ilustrarlo, sacarlo del tradicionalismo inmutable que lo paralizaba. 
 
 
Pero lo que se enseñaba al pueblo no concordaba con lo que reservaba la minoría al 
dialogo erudito entre iniciados. Por eso los conceptos sobre libertades civiles y políticas 
llegados desde Francia, no salían de los círculos académicos ni se difundieron al pueblo, 
al que no se consideraba preparado para conocerlos. 
 
Revoluciones: tres principios básicos de la política moderna: republica, 
federalismo y soberanía popular. 
 
Republica: (Montesquieu) 
Caract.: División de poderes, publicidad de actos de gobierno, responsabilidad de los 
funcionarios 
 
Federalismo: (Indep. de EEUU) hace referencia a un gobierno descentralizado con 
poderes limitados, donde existen estados que son autónomos (tomar decisiones 
gubernativas sin necesidad de consultar al gobierno nacional) , dejándole al gobierno 
nacional los asuntos de interés común (guerra y relaciones exteriores) 
 
Principio de Soberanía Popular: (Rosseau) hace referencia al Contrato social, a una 
voluntad general o voluntad de la mayoría del pueblo que es representada por el 
gobierno o autoridad. 
 
Independencia de EE.UU. 
 
Las colonias inglesas fueron asentamientos de ingleses en America del Norte, los cuales 
no estaban de acuerdo con la religión oficial de Inglaterra (Anglicana) por lo que sufrían 
persecuciones religiosas. Estas colonias se armaron en comunidades religiosas 
vinculadas políticamente y ello dio como producto un gran desarrollo de la comunidad 
local. 
La independencia de las colonias inglesas de America del Norte (4 de Julio de 1776) 
permitieron que por primera vez se estableciera un régimen de gobierno republicano y 
representativo en consonancia con las ideas de Montesquieu y de Rosseau. Estos 
movimientos estaban destinados a ejercer una influencia en las colonias españolas del 
sur, aparte dela analogía que se desprendía de la situación colonial de ambas, el nuevo 
régimen político permitía abrigar la esperanza de modificar sustancialmente el gobierno 
al que se atacaba por ineficaz y corrompido. 
 
La revolución francesa 
 
La revolución estallada en Francia en 1789 contra el régimen monárquico asumió una 
orientación republicana y proclamo “los derechos del hombre y del ciudadano “. Pero la 
violencia y el terror que caracterizaron a buena parte de su realización, así como la 
persecución religiosa, le retrajeron adhesiones, y aunque significo un poderoso llamado 
de atención para tronos europeos, no contó en España y en America con la simpatía que 
inspiraban en si algunos de los principios sustentados. Sin embargo, éstos, en forma 
directa o a través de otros textos legales ejercieron notoria influencia en España y 
America, y fueron preparando el clima adverso al régimen imperante. En esta nutrida 
literatura, los americanos empezaron a encontrar también elementos que permitieran, al 
amparo de la deteriorada situación, elaborar planes de emancipación. Aparecían atraídos 
 
 
por las ideas francesas figuras de tanta gravitación posterior como Manuel Belgrano, 
Juan Martín de Pueyrredón, Gregorio Funes y Mariano Moreno. 
Simultáneamente con esta corriente francesa, operaba una corriente hispánica, que se 
integraba con aquella en el espíritu de los hombres de la época, más interesados en 
hallar los puntos de contacto que en señalar las oposiciones. Mientras principios 
coincidentes los acercaban, como el igualitarismo y los límites al poder absoluto, las 
manifiestas disidencias en el campo religioso procuraban ser zanjadas ya sea 
conciliándolas con la doctrina cristiana o suprimiéndolas. De todas maneras merced al 
fermento Frances cobraron nueva vida las antiguas concepciones españolas sobre 
limitaciones al poder real, advirtiéndose una parcial revaloración de instituciones 
medievales, como las Cortes. 
Según la opinión del profesor titular esta Revolución fue una revolución democrática 
pero unitaria. 
 
Los Fisiócratas 
 
En el régimen monopólico Español lo importante eran las actividades (de oro y plata); 
con la aparición de estas nuevas ideas, en materia de producción, se cambia la 
perspectiva deja de tener tanta importancia la Minería y comienza a tener relevancia la 
naturaleza, la explotación de elementos de la tierra, la agricultura y ganadería. 
 
En lo económico y social, el despotismo ilustrado se multiplico en disposiciones 
tendientes a fomentar las artes útiles, los oficios, las ciencias. El propósito de los 
hombres del siglo era reemplazar una enseñanza basada en la tradición inmutable, por 
una instrucción moderna y racional. 
La agricultura y la industria fueron los dos pilares sobre los cuales se habría de 
reconstruir la decadente España. 
La doctrina de los fisiócratas franceses prendió fácilmente en un país que tenia 
desmantelados sus campos, arruinados sus sembrados y atrasada la técnica de sus 
cultivos. Surgieron en toda España las famosas “Sociedades de amigos del país”, que se 
dedicaron a enseñar las nuevas técnicas y a difundir los conocimientos agrícolas 
necesarios para revitalizar al campo, considerado la única fuente verdadera de riqueza y 
bienestar. 
La influencia francesa era evidente. Quesnay, el creador de la escuela fisiocrática, 
sostenía como base fundamental de su teoría la necesidad de obtener una completa 
libertad de producción y circulación de mercaderías, suprimiendo o disminuyendo los 
impuestos al comercio interior, los privilegios territoriales o personales, construyendo y 
reparando caminos, abriendo nuevas vías navegables, etc. 
La minoría ilustrada española trato de lograr ese libre juego individual, suprimiendo 
privilegios, tratando de unificar en una sola contribución todas las rentas provinciales, 
construyendo caminos, reparando puentes, etc. 
 
El libre comercio 
 
Las consecuencias de la llegada al trono de Felipe V se hicieron sentir de inmediato. 
La guerra de sucesión, obligo a la Corona a recurrir al auxilio de su aliado el rey de 
Francia para atender el comercio con las colonias. Así fue como los barcos franceses 
frecuentaron las costas americanas, emprendiendo un comercio activo y sumamente 
 
 
beneficioso pero al margen de un tráfico legal altamente productivo, se sentaron las 
bases de un no menos provechoso contrabando. 
Lograda la paz de Utrecht, que puso fin a la guerra de sucesión en 1713, las actividades 
francesas tocaron a su término, dando paso a un activo trafico ilegal por parte de los 
comerciantes ingleses. Ello se debió a que Gran Bretaña recibió, como consecuencia de 
las negociaciones de paz, importantes concesiones negreras. El 26 de marzo de 1713 se 
concluyo el tratado de asiento de negros, que otorgaba a esa nación el privilegio de la 
trata de negros con las colonias españolas. El asiento de la compañía en Buenos Aires 
sirvió de centro activo al comercio británico ilegal. 
Estas circunstancias, unidas a la prédica por una nueva concepción económica que 
significara la liberación de trabas y barreras para la circulación de los bienes, 
convencieron a las autoridades de que tan solo el libre comercio entre españoles seria el 
medio de mejorar la aflictiva situación del erario y de competir con los traficantes 
foráneos. 
En 1765 se dio el paso decisivo que habría de concluir con la instauración del libre 
comercio entre España y sus dominios. La prohibición de comerciar productos 
americanos entre las distintas colonias fue suprimida en 1774 para Perú, Nueva España, 
Nueva Granada, Guatemala, y en 1776 también para el Río de la Plata. Tan solo se 
mantuvo la prohibición sobre ciertos productos, en beneficio de la industria 
metropolitana. 
Un nuevo paso significo la real cedula del 2 de febrero de 1778, por la que se extendió 
el sistema de comercio libre de 1765 a Buenos Aires, Chile y Perú. Estas disposiciones 
se promulgaron bajo el nombre de reglamento y aranceles reales para el comercio libre 
de España a Indias. Con este Reglamento quedaron abiertos al comercio indiano los 
puertos españoles de Sevilla, Cádiz, Málaga entre otros. En las Indias se habilitaron los 
puertos de San Juan, Puerto Rico, Santo Domingo, Montevideo, Buenos Aires, entre 
otros. 
De esta manera, se trataba de estimular el desarrollo comercial en sus distintas fases, 
estructurando un concepto de comercio libre que se refería solamente a las operaciones 
mercantiles dentro del imperio, quedando excluido de este sistema el comercio 
extranjero. 
La política comercial española, orientada hacia un régimen de mayor libertad, fue 
completada con nuevas concesiones. El 4 de marzo de 1795, la Corona autorizo a sus 
súbditos y residentes en America a comerciar con las colonias extranjeras. 
Estas disposiciones alentaron la introducción de mercancías extranjeras y dieron motivo 
a toda clase de tratos fraudulentos, que arrojaban sobre los mercados americanos 
enormes cantidades de productos brasileños y mercaderías europeas. Esto desalentaba 
las industrias nativas y perjudicaba a los comerciantes, que veían descender el precio de 
sus mercaderías. De esta manera empezó a solicitarse una reducción en la liberalidad y 
aun la supresión del sistema. 
 
MARCO INTERNO 
 
Dimensión ideológica: 
 
El pensamiento ilustrado del Río de la Plata. Los precursores 
 
Dos elementos institucionales básicos son lo que permiten el ingreso del pensamiento 
ilustrado en el Río de la Plata. 
 
 
 
La Doctrina Escolástica, enseñada por los Jesuitas que exponiendo las ideas de Sto. 
Tomas son reforzadas con las doctrinas del Padre Francisco Suárez. De tal forma 
introducen un esquema de cuestionamiento a los sistemas absolutistas monárquicos. 
A las ordenes religiosas se les dio la responsabilidad de la educación y de estas la mas 
importante en este aspecto fue la de los jesuitas. 
 
Las Universidades, que eran creaciones jesuíticas. Los hombres de la Elite Argentina 
con posibilidades de educarse podían estudiaren las Universidades Americanas 
(Córdoba y Charcas) o estudiar en España en la Universidad de Salamanca donde 
también se enseñaban los pensamientos de ilustración. 
Entonces, ya sea a través de España o America en las universidades se va produciendo 
el conocimiento del nuevo pensamiento del siglo XIII. 
La actividad de los precursores consistió en establecer un acercamiento cultural a las 
ideas de la ilustración y a Inglaterra; ya que toman contacto con las autoridades Inglesas 
y como Inglaterra mantenía una situación de enfrentamiento político con Francia y 
España; desde Inglaterra aparecen las ideas de independencia. 
 
Dimensión político institucional: Las transformaciones institucionales: 
administración centralizada de los asuntos americanos. 
 
Con el advenimiento de la dinastía Borbónica se otorga un carácter distinto a las 
instituciones para America. El acentuado centralismo de los Borbones repercutirá en las 
mismas y la organización de las intendencias, a través de la Real Ordenanza para el 
Virreinato del Plata, se constituirá en la institución más característica del periodo. 
Al advenir los Borbones, España ya había perdido el papel de primera potencia 
indiscutida; desde 1700 hasta 1789 existirá en Europa un predominio austroborbonico y 
a partir de ese año, se dará paso al predominio francés. 
Felipe V trata de reconquistar territorios perdidos (Gibraltar y la isla de Menorca), 
organiza una Liga contra Inglaterra que termina con la destrucción de la flota española. 
Le suceden Fernando VI, Carlos III y Carlos IV, durante cuyos reinados se producen las 
reformas borbónicas. Este sistema de reformas incluyen la creación del Virreinato del 
Río de la Plata, el Reglamento de comercio libre de 1778, la Real Ordenanza de 
intendentes de 1782, las leyes del denominado Nuevo Código y la creación del 
Consulado de Buenos Aires de 1794. Se realiza así, una política de centralización, que 
relega las leyes de Indias y, la acción cada vez más directa del monarca en la 
administración del estado. Las reformas borbónicas influyen de doble manera en el 
espíritu de los patriotas criollos: a través del pensamiento de los ministros liberales, 
imbuidos de espíritu iluminista y del denominado regalismo, propio de los Borbones, 
con notables diferencias con el absolutismo de los Austria (aunque ambos, eran 
absolutistas).- 
En tiempos de la efectivización de las reformas, España había decaído como Estado de 
primer rango; el otro puntal, la Orden jesuítica también sufriría rudo embate con el 
decreto de expulsión. Le tocaría a Fernando VII asistir a las exequias del vasto imperio. 
 
 
 
 
 
El siglo XVIII significo el comienzo de la prosperidad económica del Río de la Plata, 
impulsada por la demanda creciente de su producción pecuaria. El libre comercio fundo 
la prosperidad de esta zona, independizándola de la odiosa tiranía de Lima y Cádiz. 
En efecto la zona del Río de la Plata pronto adquirió relevante importancia económica 
como también política y militar. Buenos Aires se convertía en el mejor punto de 
penetración al interior del continente sudamericano; en un elemento estratégico para 
comerciar con el Pacifico. 
 
La lucha entre España y Portugal: la colonia de Sacramento. 
 
La paz de Paris de 1763, que puso fin a la guerra que mantenía España contra Portugal e 
Inglaterra, dejo mal guarecidos los intereses hispánicos en America del Sur. La Colonia 
de Sacramento debió ser devuelta a los lusitanos, quienes emprendieron una campaña de 
expansión hacia el sur. Pero Carlos III estaba decidido a retener sus dominios 
americanos e impedir el avance portugués. Inglaterra, aliada con Portugal desde 1702, 
constituía otro importante peligro por su creciente interés de las posesiones españolas en 
America. 
Los problemas internacionales se centraron por tanto en esta parte de America, y España 
trato de hacerse fuerte en ella. 
Portugal reforzó sus guarniciones en Brasil e invadió territorio español en varias 
oportunidades, ocupando la costa septentrional del Río Grande. Los invasores, 
alcanzaron en 1776 a dominar San Pedro de Río Grande y se enseñorearon de una vasta 
zona de la Banda Oriental. España reacciono de inmediato, aprovechando que contaba 
con la alianza francesa; mientras Inglaterra en esos momentos se encontraba empeñada 
en las guerras de independencia norteamericana. Carlos III considero oportuno dar un 
golpe maestro, desbaratando de esta forma la tan peligrosa alianza británico-lusitana. 
Con ese propósito preparo una importante expedición militar que confió a don Pedro de 
Cevallos. Este militar conocía muy bien el territorio en cuestión, desarrollando así una 
exitosa campaña contra los portugueses. 
 
 La Creación del Virreinato del Río de la Plata como culminación de un proceso 
histórico. 
 
En junio de 1776 Cevallos presento un informe acerca de las necesidades para un buen 
éxito de la expedición militar. Decía que quien fuese mandado ha de tener, con el 
gobierno y mando militar, el gobierno y mando político; ese mando no solo debía 
limitarse a Buenos Aires y Paraguay, si no extenderse a Tucumán, Potosí, Santa Cruz de 
la Sierra y todo distrito de la audiencia de Charcas. 
El 1 de agosto de 1776 el monarca nombro a Cevallos jefe de la expedición militar, 
virrey, gobernador, y capitán general de las provincias antes mencionadas 
comprendiendo las ciudades de Mendoza y San Juan del Pico dependientes hasta 
entonces de Chile. 
De esta forma quedaba fundado el nuevo virreinato del Río de la Plata, al solo efecto 
militar y aceptando las sugerencias que había efectuado el jefe de las fuerzas armadas 
con que España procuraba alejar el peligro portugués en America. 
La expedición, fue todo un éxito; el primer objetivo, la isla de Santa Catalina. 
El 3 de junio se rendía la Colonia de Sacramento, y cuando Cevallos se dirigía hacia Río 
Grande, recibió órdenes de detener la marcha, pues la Corona había llegado a un 
acuerdo con Portugal. 
 
 
La corte lusitana busco el arreglo pacifico. Portugal había pasado a ser una potencia 
amiga para España, ante el desconcierto de Inglaterra. Carlos III lograba la posesión 
definitiva de la Colonia de Sacramento, y los lusitanos, las provincias de Río Grande y 
Santa Catalina, que poco importaban a los españoles. 
Así nació el virreinato rioplatense. Si bien su causa inmediata fue este problema militar, 
desde varios años antes se buscaba organizarlo. Acevedo, el 12 de enero de 1771 
aconsejo la creación de una nueva audiencia y un nuevo virreinato en America del Sur. 
Decía Acevedo que las constantes disputas entre el Río de la Plata y Lima, la gran 
distancia que separaba estos dos centros, y la importancia creciente de la zona 
rioplatense, aconsejaban la organización de una audiencia y un virreinato en el Río de la 
Plata. 
El rey dispuso, en 1773, que informasen el virrey y la audiencia de Lima y el 
gobernador de Buenos Aires sobre las ventajas e inconvenientes que traería la 
instalación de una nueva audiencia en sus dominios americanos. El virrey peruano 
coincidiendo con Acevedo en la necesidad de un nuevo virreinato proponía que se le 
anexasen los territorios chilenos, ricos en minerales, y que el asiento del nuevo virrey 
fuese establecido en Santiago de Chile. El gobernador de Buenos Aires, don Juan José 
de Vertiz y Salcedo, solo contesto aprobando el temperamento propuesto por Acevedo. 
El cabildo de Santiago, hizo llegar su opinión desfavorable al proyecto. Se fundaba este 
informe en la separación de Cuyo de su jurisdicción para anexarlo al Río de la Plata, 
arruinando con ello el comercio chileno y poniendo en serio peligro esa zona, que 
Buenos Aires no podría defender. Estos eran los antecedentes que obraban en España 
cuando Cevallos pidió el poder político anexado al mando militar de la expedición. 
Puede considerarse a Pedro de Cevallos el verdadero fundador del nuevo ente político. 
Dejando de lado la exitosa gestión de su primer virrey, lo cierto fue que el virreinato 
nacía bajo el signo deguerra y Buenos Aires era a la vez capital virreinal y cabeza de la 
inmediata retaguardia para el sistema defensivo que debía proteger el amenazado frente 
atlántico del imperio español de la amenaza terrestre de Portugal y la marítima de su 
aliada británica. 
Terminada la acción bélica Cevallos solicito al ministro José de Gálvez que se 
trasladase la audiencia de Charcas a Buenos Aires, se crease en esta ciudad un tribunal 
de cuentas y se convirtiera en definitivo el virreinato y el 27 de octubre expidió el titulo 
de nuevo virrey del Río de la Plata a favor de don Juan José de Vertiz, separando de sus 
atribuciones las de hacienda, que habían ido unidas a la persona del virrey en el 
nombramiento de Cevallos. De esta manera quedo confirmado el nuevo virreinato.- 
 
 
La real Ordenanza de Intendentes. 
 
Se estableció en Indias, luego de largos estudios, un nuevo sistema administrativo que 
modifico la estructura tradicional. 
El sistema había sido experimentado en Francia y de allí los Borbones lo transplantaron 
a España. En Indias el sistema comenzó a aplicarse con la Real Ordenanza para el 
establecimiento e instrucción de intendentes de Ejército y Provincia en el Virreinato de 
Buenos Aires dictada el 28 de enero de 1782. 
 
En 1786 se dicto una nueva Ordenanza para Nueva España, que contenía solo algunas 
modificaciones con respecto a la anterior. En 1790 las intendencias estaban implantadas 
en toda la monarquía. 
 
 
La aplicación de este régimen fue apreciado de distinta manera por las autoridades 
indianas. Estas posiciones encontradas motivaron la introducción de algunas reformas 
en la formulación de una nueva Ordenanza, de carácter general para America en 1803. 
 
De acuerdo con el nuevo ordenamiento, el virreinato rioplatense se dividió en ocho 
intendencias: 
1- Buenos Aires, intendencia general de ejército y provincia, que comprendía 
además de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. 
2- Asunción del Paraguay, solo intendencia de provincia. 
3- Córdoba del Tucumán, comprendía las jurisdicciones de Córdoba, La Rioja, 
Mendoza, San Juan, y San Luis. 
4- Salta del Tucumán, que abarcaba Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, 
San Miguel de Tucumán y Catamarca, agregándosele en 1807 Tarija. 
5- Charcas o Chuquisaca 
6- Potosí 
7- Cochabamba 
8- La Paz 
 
 
 El intendente, nombrado por el rey, estaba al frente de cada uno de los nuevos distritos, 
y en asuntos importantes y urgentes podía comunicarse con la Corona por la vía 
reservada. 
 
La Ordenanza decía que ha de continuar el Virrey de Buenos Aires como superior 
autoridad, Gobernador y Capitán General, pero separando las funciones de hacienda, 
que se encomendaban a los nuevos funcionarios. 
 
También se estableció una junta superior de real hacienda, sus funciones eran las de 
coordinar y uniformar la administración fiscal, controlar los bienes de los cabildos y 
conocer en segunda instancia en las causas fiscales falladas por los intendentes. Sus 
resoluciones o fallos eran apelables ante el rey por intermedio de la secretaria de 
despacho universal de Indias. 
 
La Ordenanza otorgaba a los intendentes las siguientes atribuciones, por medio de las 
cuatro funciones o causas. 
a) Causa de policía. Se procuraba el fomento económico y el progreso material. 
Los intendentes debían impulsar la agricultura y la ganadería, proteger la 
industria, la minería y el comercio; entre otros. 
b) Causa de hacienda. Colocaba bajo privativa inspección y conocimiento de los 
intendentes la administración de las rentas reales. 
c) Causa de justicia. En la capital de cada intendencia, la administración de justicia 
civil y criminal era ejercida por un teniente letrado (nombrado por el rey); quien 
además era el asesor en todos los negocios de la intendencia. 
d) Causa de guerra. Se le encomendaba a los intendentes que cuiden de todo lo 
correspondiente a guerra que tenga conexión con mi ‘Real Hacienda’ 
 
La nueva figura de intendente desplazo la de gobernador, pero se dispuso en 1783 que 
los que se hallaban al frente de las provincias ejercieran la intendencia, dándoseles a 
ellos y a sus sucesores el titulo de Gobernadores Intendentes. 
 
 
 
El sistema de los tenientes de gobernador y de corregidores fue modificado, 
estableciéndose subdelegados con dos categorías. En los pueblos de indios, los 
subdelegados ejercían las cuatro causas señaladas, por delegación de los intendentes. 
 
En cambio en las ciudades de población española, los subdelegados solo ejercían las 
atribuciones correspondientes a las causas de hacienda y guerra. 
 
Todos los subdelegados reconocían una subordinación a los gobernadores intendentes. 
Así, los subdelegados de dos causas recibieron de las autoridades superiores algunas 
atribuciones gubernativas y militares, ejerciendo a veces la comandancia de armas. 
 
De esta forma se establecieron gobernaciones político-militares para los distritos de 
Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos, con atribuciones en materia de gobierno, 
justicia y guerra, pero que dependían de los intendentes en lo relativo a la hacienda. 
 
 
 
Dimensión económico-social y cultural: Conflicto entre la sociedad española 
tradicional y la sociedad criolla revolucionaria. 
 
La sociedad española tradicional estaba compuesta por funcionarios y sacerdotes, 
mientras la sociedad criolla revolucionaria se formaba por los criollos y los españoles 
nacidos en America. 
 
En lo Político, el primer conflicto seria el cuestionamiento de la Monarquía. 
El español tradicional era defensor tanto de la monarquía (de los Borbones) y del 
sistema tradicional como de sus intereses y privilegios. 
Los criollos cuestionaban el sistema político, la legitimidad del rey, al cual 
consideraban como producto de un pacto social y NO de origen divino. Peleaban por 
una sociedad democrática. 
Además las ideas generadas por la Revolución Francesa (igualdad, libertad y 
fraternidad) atentaban contra el sistema político estamentario y procuran una sociedad 
de tipo democrática. 
 
En lo Económico (La paradoja del Librecambio) 
Las nuevas ideas de librecambio generan una apertura de la economía fortaleciendo la 
actividad económica de Buenos Aires (ya que permitía la introducción mas barata de 
bienes de mejor calidad). Pero en la medida que crecía el bienestar del puerto de Buenos 
Aires, se producía la caída de la actividad económica del interior. 
La sociedad criolla porteña (mas ilustrada) propugnaba el sistema de librecomercio 
(Mariano Moreno). Sin embargo, los criollos del interior eran más proclives al sistema 
monopólico español, en el sentido de que el NO competir con mercaderías extranjeras 
podía favorecer la actividad económica del interior. 
 
Este conflicto se va introduciendo a través de otros elementos: 
La expulsión de los Jesuitas (que enseñaban en las universidades) 
La Actividad de los precursores. 
 
 
 
Por otra parte; según el libro de Tau Anzoátegui. 
Las antiguas tensiones entre criollos y españoles peninsulares se reavivaron con una 
fuerza desconocida hasta entonces. Mientras para mantener la integridad imperial se 
enunciaba la necesidad de otorgar una autentica representatividad a los criollos en la 
conducción de los negocios comunes, la política aplicada fue radicalmente opuesta a esa 
sugerencia. 
Los criollos fueron así tratados de forma desconsiderada al vedarles en la práctica el 
acceso a los altos cargos de la burocracia indiana. 
Desde fines del siglo XVIII, se promovieron algunos intentos calificados como 
tentativas de independencia, ya bajo la protección inglesa, buscando algún príncipe para 
el reino, o estimulando una reforma que permitiese el ejercicio del gobierno propio a los 
criollos o a los españoles peninsulares arraigos en America. 
Desde fines del siglo XVIII a partir de la batalla de Trafalgar, la integridad del imperio 
fue amenazada al interrumpirse el intercambio comercial y las comunicaciones, debido 
a la destrucción de la marina española y al excluyente dominio marítimo quea partir de 
entonces ejerció Inglaterra, su vencedora. 
La invasión de Napoleón agravo la posición de la península y produjo el aislamiento 
casi total entre las dos partes del imperio. España apenas pudo atender los negocios 
indianos. Los territorios americanos debieron enfrentar sin el auxilio de los 
peninsulares, los graves problemas políticos, militares y la defensa del territorio. Ello 
los llevo a resucitar una autonomía de hecho en sus decisiones y a buscar por si mismos 
los recursos financieros adecuados, dentro de todo, contribuyo a desarrollar una 
personalidad propia e independiente de la Corona. 
La perdida de la fuerza imperial aflojo peligrosamente los resortes gubernamentales, 
provocó el fracaso del centralismo reformador y permitió la exteriorización de las 
protestas que aquella actitud implicaba. 
En estas condiciones se produjo el aislamiento material entre España y America, que 
condujo, a la separación definitiva. 
 
Crisis del monopolio español: la expansión inglesa y el contrabando. 
 
Algunos datos del Profesor titular. 
 
En 1806 y 1807 se produce una invasión inglesa a Buenos Aires. Los ingleses llegan a 
Buenos Aires y en esos meses de intercambio con los criollos entran en contacto con lo 
que se denomino grupo Carlotino (con hombres como Juan José Castelli y Belgrano); 
que buscaban una suerte de alianza con la casa de Portugal (la reina de Portugal era 
hermana de Fernando VII) para tratar de instaurar, en el Río de la Plata, un reino 
independiente de España pero vinculado con un pacto de familia; esto se lo conoce con 
el nombre de Carlotismo. 
Se le denomina Carlotismo, por que la hermana de Fernando VII, Carlota Joaquina, 
estaba casada con el regente de Portugal, Juan de Braganza. Entonces la expansión 
portuguesa pretendía coronarse con este acercamiento entre Inglaterra, Portugal y los 
criollos para poner fin a la dominación Borbónica española tradicional y sustituirla por 
una suerte de alianza política entre ellos. 
 
Según el libro de Tau Anzoátegui. 
 
 
 
En la apertura del puerto de Buenos Aires. El sistema comercial de España e Indias 
había adquirido una liberalidad desconocida aumentando el volumen del intercambio. 
Sin embargo los sucesos ocurridos en Bayona en 1808 precipitaron los acontecimientos, 
produciendo la apertura general del puerto para las naciones amigas y neutrales. 
 
Las autoridades inglesas procuraban obtener nuevos mercados en sus propias colonias y 
en las demás naciones, amigas o no, así como también en los dominios de estas. 
 
Las invasiones inglesas de 1806 y 1807 fueron parte de esos planes; no bien llegados los 
invasores en julio de 1806, Berestord, en su carácter de gobernador de la ciudad, 
termino con el régimen español, abriendo el comercio a todas las naciones, rebajando 
los derechos de exportación y fijando los de importación. 
Las medidas no alcanzaron a tener aplicación, pues el 12 de agosto las fuerzas inglesas 
debieron abandonar la ciudad, manteniéndose solo en Montevideo. Desde allí comenzó 
una activa penetración clandestina de mercaderías inglesas. 
 
Cuando los americanos rechazaron la segunda invasión inglesa en julio de 1807, los 
comerciantes británicos debieron liquidar en breve tiempo sus mercaderías, 
almacenadas en los depósitos de Montevideo, entramándoselas a los comerciantes 
orientales a precios sumamente bajos. Por ello, cuando se alejaron los barcos ingleses, 
dejaron un enemigo mucho más poderoso que ellos mismos, sus mercaderías, contra las 
que habría de luchar la autoridad española para impedir su introducción clandestina. 
 
Los sucesos en Bayona cambiaron la posición anglo-hispana, e Inglaterra se dispuso a 
entrar en negociaciones amistosas con su nueva aliada que también enfrentaba la 
invasión napoleónica. El 14 de enero de 1809 se firmo con la Junta Central de Sevilla el 
tratado de paz, amistad y alianza, que contenía un artículo adicional por el cual las 
partes se comprometían, siempre que en el interin se firmase un amplio tratado de 
comercio, a otorgar facilidades mutuas. 
 
La situación anárquica en que se encontraba España, sin tener una autoridad central 
reconocida por las juntas provinciales, hacia casi imposible obtener un régimen 
uniforme, y por ello los ingleses decidieron concertar acuerdos con cada autoridad local, 
tanto en la península como en America, a fin de obtener la reglamentación a que se 
refería el articulo adicional. 
 
En Buenos Aires, la apertura del puerto al comercio británico y al de toda nación amiga 
o neutral fue fruto de una laboriosa gestión, que dio como resultado el reglamento del 6 
de noviembre de 1809. El 11 de febrero de 1809 la Junta Central de Sevilla había 
designado virrey del Río de la Plata a Baltasar Hidalgo de Cisneros. 
 
Luego del dictamen dubitativo del fiscal Villota y del escrito de don Julián de Leyva, 
que se inclinaba por conceder el permiso, el virrey convoco una junta general 
consultiva, compuesta por las autoridades de mayor importancia de Buenos Aires y los 
representantes de los grupos interesados. Luego de algunas deliberaciones, en su sesión 
del 6 de noviembre de 1809, dicto el decreto de libre comercio, por el cual admitía en el 
puerto de Buenos Aires ‘a cualquier buque amigo, neutral, o nacional procedente de 
puertos extranjeros con cargamentos y frutos de igual procedencia’ bajo determinadas 
reglas. Es decir, la licencia fue ortigada mas allá del pedido originario y abarco no solo 
 
 
los buques ingleses, si no los de toda nación amiga o neutral. Claro que los beneficiados 
del nuevo régimen eran los comerciantes ingleses. 
 
Pronto se hicieron oír las voces de los que se perjudicaban con la legalización del 
comercio extranjero: los comerciantes contrabandistas, los que se encontraban ligados al 
tráfico monopolista y los artesanos e industriales del Río de la Plata. Los comerciantes 
vinculados al comercio gaditano multiplicaron sus voces en demanda de la restitución 
de las antiguas restricciones. Los industriales rioplatenses, que veían aniquilarse sus 
fábricas y perderse sus fortunas ante la competencia inglesa, se opusieron al libre 
comercio pero nada pudieron hacer. 
 
 
El reglamento de Libre Comercio de 1778. El Consulado de Buenos Aires. 
 
El consulado de Buenos Aires. En el Reglamento de libre comercio de 1778 se había 
previsto la creación de consulados en los nuevos puertos abiertos en España. 
La importancia cada vez mayor de la ciudad-puerto, que ya contaba con audiencia y era 
cabeza de un enorme virreinato; y el desenvolvimiento del comercio autorizaban a los 
vecinos de Buenos Aires a dirigirse al Virrey, pidiéndole que intercediera ante el rey 
para obtener la erección del tribunal consular. 
 
Finalmente, el 30 de enero de 1794, el rey dicto la cédula ereccional del consulado de 
Buenos Aires. La cédula contenía las disposiciones generales a que debía ajustar su 
acción el nuevo cuerpo hasta tanto no dictara sus propios estatutos, alcanzando su 
jurisdicción a todo el virreinato del Río de la Plata. El cuerpo estaba compuesto por un 
prior, dos cónsules, nueve conciliarios y un síndico, todos con sus respectivos tenientes, 
un secretario, un contador y un tesorero. 
 
El consulado funcionaba como tribunal judicial en asuntos mercantiles y como junta de 
fomento económico. En cuanto a este último carácter debía procurar el progreso de la 
agricultura y la industria, la introducción de herramientas y el aumento del comercio. 
 
Situación económica. La prosperidad comercial del Río de la Plata fue enorme durante 
esta centuria. El Reglamento de libre comercio de 1778 había confirmado una política 
mas liberal, evidentemente beneficiosa para esta zona. 
 
El comercio de toda America se enriqueció con el nuevo sistema. ‘El auge del comercio, 
supero todas las demás fuentes de riquezas virreinales’, y Buenos Aires distribuyo las 
provisiones que necesitaron tanto los mercados rioplatenses y altoperuanos, como 
también los del Bajo Perú, en atención a la baratura de sus precios.La población aumento de forma notable, tanto la española y la criolla, como la de color, 
frente a la necesidad de mayor numero de brazos y a una situación general auspiciosa. 
 
Se extendieron las áreas de cultivo y explotación ganadera, emprendiendo exitosas 
campañas contra los indios o instalando, establecimientos en la costa Patagónica. 
La producción de cueros aumento en forma importante debido a una demanda cada vez 
mayor. 
 
 
 
Durante esta época se inicio en el Río de la Plata, al amparo de la abundante producción 
pecuaria, la industria del saladero, que adquirió al poco tiempo primordial importancia. 
 
La cría de mulas constituía otra fuente de riqueza en el Río de la Plata. Se utilizaban en 
toda la zona del virreinato y en el transporte hacia el Perú. 
 
La agricultura no tuvo gran auge durante la dominación española en el Río de la Plata. 
En general, las ideas fisiocráticas del siglo XVIII alentaron la preocupación de las 
autoridades por los problemas agrícolas. 
No se posee una descripción completa de los cultivos que se realizaban en el territorio 
del virreinato durante el siglo XVIII, pero existen estudios parciales bastante 
ilustrativos. 
En la región de Salta se cosechaban fanegas de trigo; se lograban caña dulce, arroz, 
cañamo, lino, algodón, añil, vid, papas, fruta y legumbres. En Jujuy se realizaban 
cultivos semejantes a los salteños. En Tucumán, cosechas de arroz como también citrus 
y sandias. En Catamarca se producían cultivos de trigo, maíz, porotos, ají. 
La industria vitivinícola tenía su asiento en Mendoza y en San Juan; y en general en 
toda la región cuyana se lograban vinos de excelente calidad, que se difundían por todo 
el virreinato. 
 
La manufactura rioplatense había alcanzado bastante desarrollo durante el siglo XVII y 
la primera mitad del siglo XVIII. Sobre todo en el interior del Río de la Plata, la 
industria auxiliada por una mano de obra indígena, había alcanzado niveles notables, 
llegando incluso a surtir el comercio exterior. 
 
Las grandes cantidades de productos manufacturados extranjeros que llegaron al Río de 
la Plata por el puerto de Buenos Aires, como consecuencia del régimen de libre 
comercio, se desparramaron por todo el territorio virreinal arruinando las industrias 
locales, ya que les resultaba imposible competir con artículos de excelente calidad y 
bajos precios. 
 
La disparidad de intereses entre las provincias del interior y Buenos Aires se puso de 
manifiesto. El interior, rico en productos naturales y con industrias prosperas, aunque 
modestas, vio afluir hacia Buenos Aires todos sus recursos; en tanto, la capital, centro 
distribuidor de manufacturas extranjeras, ejerció un predominio económico absorbente. 
 
El trabajo en las minas seguía siendo penoso. A la escasez de capitales, obreros y avíos, 
que era común en muchas de las zonas mineras del Río de la Plata, había que agregar 
una confusa legislación, completando de esta forma un panorama bastante desalentador 
en materia minera. 
 
Las nuevas ideas económicas (marco interno). Las ideas fisiocráticas imperantes en 
Europa llegaron también hasta America y en el Río de la Plata prendieron fácilmente, al 
amparo de la decidida protección que les prestaba el despotismo ilustrado español. 
La necesidad del fomento de la agricultura y las artes útiles, así como también la 
exigencia de la libre circulación de los bienes fueron temas corrientes. 
 
Belgrano, desde el Correo de Comercio y sus memorias presentadas en el consulado de 
Buenos Aires; y Vieytes; fueron principales difusores de las nuevas ideas económicas, 
 
 
que habían recibido de las lecturas de L’Encyclopedie, dirigida por D’ Alembert y 
Diderot, donde publico sus primeros artículos el padre de la fisiocracia, FRANCISCO 
QUESNAY. 
También los autores españoles transmitieron las máximas de esta nueva concepción 
económica a los americanos rioplatenses, que conocían los escritos de los italianos 
Genovesi y Galiani; y del ingles Adam Smith. 
 
Fue Manuel Belgrano quien más hizo por difundir la moderna ideología. Su gestión 
como secretario del consulado es bien conocida. Desde su primera memoria, Belgrano 
lanzo un plan general para ‘fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el 
comercio’, por que eran ‘los tres importantes objetos que deben ocupar la atención y el 
cuidado’ del consulado. 
 
 
Descripción de la sociedad Indiana. 
La sociedad española fue una sociedad estamentaria; una sociedad de castas por que se 
nacía y moría en el mismo estatus social. Por su parte estaba dividida étnicamente 
(puros y mestizajes). 
 
Había tres grupos étnicos fundamentales: 
- Blancos. 
- Aborígenes. 
- Negros. 
 
Los blancos (según el concepto de persona) eran considerados personas con plena 
capacidad. Una vez llegada a la mayoría de edad tienen todos sus derechos. Pero dentro 
de este grupo étnico están presentes las divisiones. 
Dentro del estrato superior de los blancos se encontraba: 
- El grupo de los Funcionarios, eran personas que tenían plena capacidad civil y 
política; podían acceder a cargos públicos. 
- El grupo de los Sacerdotes, que tenían plena capacidad civil pero no tenían 
capacidad política. 
En un estrato mas bajo se entraba el grupo de los Segundones (por que en el sistema 
español los títulos de nobleza y posición social se transmiten de padre a hijo mayor, es 
un Sist. Mayoral) 
El grupo de los Segundones no podían acceder a cargos públicos. Se nuclean dentro de 
actividades burguesas muy rentables (aunque no tuvieran posición social) como 
actividades comerciales; van a incrementar los comerciantes ganaderos. 
 
También es importante destacar dentro del grupo de los Blancos, la división clásica 
entre criollos y españoles. 
 
Españoles peninsulares: se refiere a los españoles que nacían en la península y que 
tenían posibilidades de acceder a cargos públicos. 
 
Criollos: se refiere a los blancos (hijos de españoles) nacidos en America, que tenían 
plena capacidad civil pero no política. Ya que los cargos políticos eran asignados a los 
españoles (en su mayoría los funcionarios) 
 
 
 
Otro de los grupos étnicos mencionados eran los Aborígenes. 
Los aborígenes son considerados personas, tienen capacidad de derecho, pero tienen una 
incapacidad de hecho; no pueden tomar decisiones por si mismos, necesitan el 
consentimiento de el llamado encomendero. El encomendero era un español a quien se 
le asignaba la tutoría de algunos aborígenes. 
 
Había tres modos de trabajo en el cual eran protagonistas los aborígenes: 
 
La mita (era un sistema de trabajo por turnos) 
El Yanaconazgo: que provocó una situación de enfrentamiento entre los blancos e 
indios; asimilado mas al Sist. de esclavitud que al de encomienda; estos sistemas de 
tributos fueron dejados de lado en la Asamblea de año XIII. 
La encomienda: este sistema generó todo el esquema de explotación social de los 
aborígenes. Es un tipo de pacto de vasallaje; por disposición del rey se le asignaba a un 
blanco los indios en encomienda. El encomendero era responsable por la seguridad y 
defensa de los indios encomendados, pero a cambio de esto los indios debían rendirle 
tributos al mismo. 
 
Finalmente el último grupo étnico eran los Negros 
Los negros no son considerados personas (son cosas animadas). No tienen capacidad 
alguna, son objetos de derecho, y NO sujetos de derecho. No tienen ningún tipo de 
decisión, el amo tiene el derecho de vida o muerto. 
En la población esclava de Argentina (por su tipo de economía y por el tipo de 
especificidad social); el poder de los amos fue mas atenuado que en el Caribe o Brasil, 
ya que la mayoría de las explotaciones eran agrícolas y la función de los esclavos fue de 
servicio domestico (de mano de obra para la agricultura) que era un trabajo menos 
pesado que el de las minas. 
En fin, en el siglo XVIII, se celebro un tratado de asiento para negros que estimulo 
bastante la comercialización de esclavos en la Argentina actual.

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