Logo Studenta

hd_1953_18

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

MADRID NUMERO 18-53 H SE^PTIEMBRE 1953
lOS GUSA NOS DE LAS UVAS
Y DEL RAC IMO
Por JOSE MARIA DEL R1VER0
Ingeniero Agrónou.o de la Estación de Fifopalo-
logía Ag^ícole de Bu^jasot, Valencie li, N. L A t
LOS GUSANOS DE LAS UVAS
Y DEL RACIMO
Con estos nombres se designan las orugas de ^dus especies
cle mariposillas que atacan a las flores y frutos de la vici ^•
qtle, COTl ld "f1loXera", la "altlCa" y la "plral" COnstltttti'ell
las plagas más imp^rtantes del viñedo español.
^'^ientíficalnente se las conuce con los nombres de Pol^^-
clarosis boira^r^ Schiff ( = Ea^iclcuais botr^a^u^a) y Clysi,a ^a^tabi-
^ztell^cr^ Hb. (= Cosachylis ^a-anbi^yzc^ella.), siendo los nombres
comunes que hemos adoptado para ellas en castellano los de
"gusano de las uvas" y"gusatw del racimo", respectiva-
mente,. Los nombres comunes propuestos deben ir ^clesplazando
a las denominaciones vulgares, muy diferentes según las re-
giones, figurando entre otras las siguientes :"hilandero",
"araríuelo", "polilla de las uvas",, "torcedora del racimo",
"barrenilla", "cuc del raim", etc., para la Polycl^rosis; y
``araiíuela", "gusano de la uva", "gusanillo", "polilla del
raciirio", "gusano rojo", "cuc del raim", etc., para la Cly-
sio ( r. ).
Algunos las conocen también con los nombres de Ezckl^^mis
y Co,::hylis, lo que demuestra la influencia de la lectura de
textos franceses que utilizan corrientemente tales vocablos
para la ^designación comíin de estos insectos y que, como se
verá, proceden de los antiguos nombres científicos aplicados
a dic'hos lepidópteros.
E,n España, la más importante de las dos plagas es la
Polyclarosis, cuya presencia se halla reconocida en z2 pro-
( c) Sobre éstas y otras plagas del ciñedo consúlteuse las publicaciones
del Ingeniero Agrónomo D. AuRat.IO Rulz C.^STRO, especialmente el folleto ti-
tulado hw•ectos dc/ viñedo, editado por el Departamento de Publicaciones del
Ministerio de Agricultura (Sección de Capacitación), que con Iig páginas y
numerosas ilustraciones sólo cuesta tres pesetas. Puede pedirse a la Librería
Agrícola, Fernando VI, 2, Madrid.
-3-
vincias españolas, si bien los focos principales son tres : Ga-
licia, Cataluña (Barcelona y Tarragona) y la región sudorien-
tal (Alicante, 1^Iurcia y Almería).
La Clysia tiene su área cle má^ima aclaptación en los
países del centro de Ettropa, mientras que la Poll^ch.t^osis es
un insecto más diftmdido en las comarcas vitícolas meridio-
nales europeas, así como en el Norte de ^frica. En España,
está registrada la Clysi^a o Cotiachlybis en t 1 provincias, sien-
d^ la zona de mavor interés Cataluña.
Vida y costumbres.
L.a biología cle estas "polillaŝ ' es tiiuy parecida y, por
esta razón, se describen en conjttnto, señalando las diferen-
cias más importantes por su interés práctico.
Invernan en estado de crisálida, proteg^ida por un capu-
llo, lo más corrientemente debajo de la corteza de las cepas,
y también en las fisttras de los troncos, en las grietas y htte-
cos de los tutores y hasta, algunas veces, en el suelo.
Al llegar la primavera^cle abril a tnayo, segtííi zonas-
salen los adultos o peqtteiias maripusas ("polillas") escalotta-
damente; las de Clysi^a^ miden unos ocho milímetros de ]argo
y las de .Polychrosis son ligeramente más p^equeñas. Durante
el <íía permanecen en reposo, refugiándose en lugares sotn-
breados, y a la caída de la tarde inician sus vuelos para aco-
plarse y,hacer al poco tiempo la puesta, depositando los h^te-
vos aisladamente. L a Clysi^z desova casi exclusivamente en
los botones florales y en los f rutos, mientras que la Polycrc-
sis depone también los ,httevos en ]os pedímculos de los raci-
mos y, al principio, incluso sobre los sarmientos y las ho jas.
La distribución de los huevos es, por tanto, mucho más lora-
lizada en la Clysia que en la Polychrosis.
De estos huevos nacerán las oruguitas o"gusa^:os" de la
primera generación, que devoran los botones florales y los
frutos recién formados, los cuales envuelven en hilos sedosos
formando una especie de nido, en cuyo interior se refugian e^t
las horas de más calor y donde después crisalidan general-
mente, aunque también lo hacen a veces en la corteza, plie-
gues de las hojas, tutores, ligaduras y hasta en el pie de 1as
-4-
cepas. La oruga de Clysi^a es de color aceitunado, o rosado
vinoso, y mide unos Io-i2 milímetros de longitud cuando está
totalmente desarrollada ; la del gusano de las uvas es verde
ainarillenta y escasamente más pequeña.
De: fines de junio a primeros de julio salen las "polillas"
de la primera g^eneración, un poco más pronto para la Poly-
clarosis y más retrasadas las de Clysiaa, las cuales hacen la
puesta en las partes más abrigadas de los racimos. De estos
huevos saldrán las orugas de la segunda generación que, en
el caso de la Clysi^a, estarán activas hasta finales de agosto,
o prim^eros de septiembre, que es cuando alcanzan su completo
desarrollo y abandonan los racimos para pasar el invierno
en est;^,do de crisálida.
La.s orugas de la segunda g-eneración de la Polychrosis
crisalidan en el tronco y brazos de la cepa e incluso dentro
de los mismos granos de uva, caso frecuente cuando el fruto
está adelantado.
La Polychrosi,s tiene una tercera generación, cuyas oru-
gas proceden de las mariposas o"polillas" que aparecen de
íiltimos de julio a primeros de agosto _y son las que después
invernan en estado de crisálida para dar, en la primavera
sig^uiente, los ádultos o"polillas" de esta tercera generación,
cerrando de esta forma el ciclo biológico de la plaga.
El "gusano de las uvas" tiene, pues, tres generaciones,
^nientras que el "gusano del racimo" íuiicamente dos; sin em-
bargo, en condiciones meteorológicas favorables, el gusano de
las ttvas pued° iniciar una generación más, conlo ocurre algu-
^lĉ^s años en los parrales de Almería, en los que, según el Pro-
íes^r RLTIZ C^sTxo, parte de las crisálidas invernantes evolu-
ĉ ionan en el otoño dando lugar a una cuarta gelleración par-
cial del insecto.
Daños.
I,os "gusanos" de la primera generación de Clysi^a prefie-
ren pa.ra sus depredaciones los capullos florales, pero tam-
bién atacan, corno la Polyclarosis, a los granos recién for-
mados y menos f recuentemente a los pámpanos. Una moda-
lidad de ataque de estas orugas, bastante frecuente y muy
-5-
I_ns polillas de la z^id y sais daf^os.
.^ta^^ur temprano, al racimo en flor, y tarrlío al fnrto. Las figuras ioa, &r ^^ r^u
representan a la "polilla del racimo" rClr.ria nn^rbi^^r.clla^, en estado adulto,
lar^^a v crisálida. T.as figlrras tob, 8G ^^ qb it;uales estados de la "polilla de
las uva^^" o"hilandero" (Polyc:rrosis hotr^nur); 4 ^^ [, ambas mariposillas en
reposo; 3, capullos irn•crnantes, bajo la corteza de la cc•Ira; 6^^ 7, hue^^ecillo;.
(Repro<lucción rle una lámina dc STELLN'AAG.%
-6-
^-ra^e, es la de penetrar en lus pedúnculos de las inflorescen-
cias abriendo galerías en su interior, que originan la deseca-
ción y pérdi^la total de los racimos afectados. Por esta carac-
terística biológica, casi privativa de la Clysia, designamos a
^^ta p^laga como ``gusauo del racimo", para distinguirla de la
L'ulyclirosis, a la que hetnos aplicado el nombre comím de
``gusano de las uvas".
l,cs daños provocados por las orugas de la segunda y ter-
rcra generación son los tnás graves, no sólo por los granos
^^ue clestruyen completamente, penetrando en su interior, sino
tambié,n por la gran cantidad de ttvas que mordisquean y
{lespués son invadiclas por hongos y bacterias que acaban
l^uclriénclolas, sobre todo en los otoños húmedos. lienómeno
asociado a la íiltima generación es también la presencia de
la "negrilla" (Furn^aqo va-g,a^^s ), honguillo que se desarrolla
5ubre el zumo azucarado, salido de los granos lesionados.
En los viñe^cíos no tratados, los daños producidos por la
['olycGrosis oscilan entre el io y el ^o por Ioo de 1a cosecha,
pudiendo llegar en los fuertes ataques hasta más clel ^o pur
ioo. F_n el caso de la Clysla las pérdidas pueden ser también
clevadas, aunque, por coincidir con la Polyclzrosr^sen la zona
cle mavor importancia (Cataluña), los daños que origina n^,
resulte fácil el poderlos valorar en su verdadera niagnitud.
A estas mermas de eosecha hay que agregar las produci-
clas in^lirectamente después de la vendimia, pues el estadu
sanitario del^^^rable de los racitnos atacados se redeja luego
en la obtención de mostos defectuosos en su composición ^^
características organolépticas tiada favorables; y si se trata
cle uvas de mesa hay que vigilar mucho la selección del frutc^
para e^,^itar que se pudra en los envases con pérdida de la
mercancía y el consiguiente quebranto económico y de pres-
tigic^ comercial.
Caracteres diferenciales de las dos plagas.
Se comprende, por todas las razones expuestas, la net;e-
sidad de combatir estos dañinos insectos; pero, dado que las
enstumhres de los gusanos de las uvas y del racimo son muy
parecidas, es conveniente destacar las diferencias más im-
-7-
}^ortantes para que se sepa apreciar cuál de las ^'os hlagas es
la due ataca a los viñedos y en consecuencia se puecían hacer
los tratamientos con la debida oportunidacl. He aquí. pues,
la f^^rn^a de distinguir las dos "polillas" :
(iUS:\\O DL I,AS UVAS.
^ Poh^cJtrosi-s Uott^atr.a.
^iUSANO DEI, kAC^DiO.
^C^l^^si^a atrtbig2z,edlti^.^
Larz^czs (vta^lg^arnt^ctttc "ytts^a^^ttos").
+ >rugas cle color verde amari-
llento. ^^ ^•erde grisáceo.
Oruga de color oliváceo, 0 1-0-
iizo con^o las heces de vino.
.1lnbas especies de orugas se l^ueclen confunclir fácilnlen-
tc^, 1>nr lmrsonas no espertas.
flcltz.ltos
_^la^ anteriore; grisáceas con
^ ^czrias ]nanchas pardo ocrá-
ceas (figs. 5 y Iob de la lá-
nlinal (pág. 5).
o j^olillas.
_^las allteriores pajizas, a^n
tttr,a li^a^nda tr^r.rtsversal bictt
tn^alll ficst^a (figs. 4}^ Io ĉle
la lámina) (Pág^• ,).
Cr^iscí^lidas.
I^.n^.uelta> en un capullo de hi- l^nvueltas en un capullo tejido
1^^^ sedosos excl^sivazneitt^^. r^n catcr^ns extra^ños.
h^da ^^ costrtt^rtUr,es.
í )ru^a de mo^^iv^ientos mu}-
^•1vUS.
"1'res generaci^nes al año.
.l^lariposilla crepuscular.
I't•e fiere tezt2f^enattzr^z elevad^cz
^^ ^arttbi^ente sec^o.
Orttga de nu^r-ill^ientos muy
]cntos.
Dos generaciones en el <^110.
Vlariposilla nocturna.
PrefiPre zyaett,or tetn.fieratrzra
^^ ^tt^7-ti^or ltunieda^l.
Medios de lucha.
Cun^o invernan en estado de crisálicla, envueltas en un
cal^ullo }• protegidas debaio de la corteza, o en resquicios,
-8-
huecos, ttttores, etc., la diversidad de sitios en que habría qu^
tratarlas y la resistencia natural cle esta forma invernante a
los distintos medios de lucha no hacen aconsejables, en est^
caso, los tratamientos durante el invierno; aunque si, por
otras razones, éstos deben darse o se tienen que descorteza^-
las cc^pas^ estas me^íidas indudablemente destruirán cierto ntí-
mero de crisálidas y serán, por consiguiente, beneficiosas tam-
bién en la defensa contra tales insectos nocivos. Los trata-
mientos indicados contra las "polillas" son los de pYivrzaz^er^r
y^r'ano, mediante el espolvoreo; o la pulverización, de in-
secticidas adecuados.
E;l tratamiento de primavera se puede hacer indistinta-
mente en espolvoreo o en pulverización, protegiendo toda la
cepa, pero en los de verano es mejor hacerlo en espolvoreo v
dirigido a los racimos. Ahora bien, es necesario para hacer
un buen espolvoreo que los prociuctos tengan la debida finu-
ra (tamiz núm. aoo), sin la cual su poder de recubrimient^ s
v su adherencia no son suficientes.
Oportunidad de los tratamientos.
Y a se ha clicho que las mariposillas aparecen escalona ĉla-
mente y; por esta razón, es importante tener un criterio par^c
saber en qué momento debe hacerse el tratamiento contra
cada tma de las generaciones. Es evidente que la simple ob-
serva.ción del vuelo nos puede indicar si ya ,hay algunas ma-
riposas; pero, si nos guiamos por esto, correríamos el riesgcr
de tratar al iniciarse los vuelos y que sea después, al cah^ ^
de unos días, cuando realmente aparezcan las "polillas" en
gran cantidad, sin que entonces encuentren las orugas que
nazca.n de los huevos puestos por aquéllas el tóxico suficiente
para exterminarlas, con el consiguiente resultado defectuosu
de los tratamientos.
Convencidos, por tanto, cle la conveniencia de conocer el
momenta oportuno para realizar los espolvoreos o pulveriza-
ciones contra esta plaga, vamos a exponer el método que se
debe seguir. La implantación del mismo, en forma colectiva,
por ^^indicatos, Hermandades o Asociaciones locales, para
!1T'I,Gí7-1' a los agricultores de cuándo deben efectuar los trata-
-^-
tttientos es muy recomendable y anlpliamente utilizado en el
-^xtranjero.
El procedimiento que se aconseja se funda en la atrac-
ción de las mariposas mediante recipientes que conteng^an lí-
dluidos azucarados (ttna parte de tnelaza de azucarería para
i6 de agua). :Para esto se pueden utilizar pequeñas macetas,
barnizadas interiormente, las cuales se colocan en las cepas a
la altura de los racimos y procurando queden algo resguarda-
<las para evitar la excesiva ^,evaporación del líquido, aunque
sin estar demasiado cubiertas por el follaje. No es necesario
que se instalen muchos recipientes porque, entonces, las ope-
raciones de recogida ;y conteo se hacen pesadas ; tampoco es
^tecesario api esar gran níimero de insectos, sino los suficien-
tes para que nos demos cuenta cle la variación relativa del
^^uelo de las mariposas ;a lo largo de los períodos críticos.
Si se trata de la Polychrosi-s los recipientes se colocarán
cn la segttnda quincena de abril para el primer vuelo; a tne-
<liados ^de junio para el segundo, y a íiltimos de julio para el
tercero. En el caso de la Clysi.a se controlará el vuelo a par-
tir del d"ía primero de abril, y para el segundo en los ^ítltimos
clías de junio; si las dos plagas coexisten, se seguirá después
41e1 primer vuelo ^el mismo criterio que para la P^olyc^lat^osis.
Una vez instaladas las vasijas, se hace el conteo de "po-
lilla" cada tres días y se anota la caza ^correspondierite.
(`uando se ve que los conteos disminuyen francamente, se
hace el tratamiento a los ocho-diez días de la fecha de má-
ximo vuelo, es decir, del dia de más caza ( i). Estas opera-
cion:es se repiten en cada una de las épocas señaladas.
La oportunidad en los tratamientos es de la mayor im-
7^ortancia; muchos fracasos que suelen atribuirse al insecti-
ci^da empleado, se deben a no haber tratado en momento opor-
tttnr^.
(i) Si se emplea el D. D. T., como la acción de contacto ^ícl mismo sobre
los adultos puede ser muy interesaute, es aconsejable el efectuar los tratamientos
llacia el momento de máximo vuelo, sin tener que esperar varios días a partir
Qe esa fecha, sobre todo para la segunda generación, por el prolongado efecto
residual de aquel insecticida.
- IO -
Tratamientos químicos en polv^.
Por escasear el agua en la mayoría de las zunas vitícul<t^
^^ }^or^que los prodttctos en polvo penetran mejor en el racinl^^,
lo que es importante, especialmente, en el caso de la >_íltima gc^-
neración de la Polyclzrosis, la aplicación de los insecticid^i,
en espolvoreo ha totnado gran incremento erl el viñe^clo, sien-
du los más aconsejables para la segunda y tercera genera-
ción porque los tratamientos en polvo alcanzan mejor que
los líquidos a los racimos, por estar en esa época las cepa^
ya nluy frondosas.
P'ara aplicar en espolvoreo se recomiendan los siguiente^
prodl.ictos : D. D. T. del 5 por ioo de riqueza, criolit,a del 50
por ^oo, ó flaiosilica-to de Ururio (i) del 5o por ioo.
L,os insecticidas flttorados no se utilizarán en el ílltimt^
tratamiento si entre éste y la vendimia transcurre menos de
>u1 n^^es o mes y medio.
T'ambién se puede emplear en espolvoreo el urse^aiatu d.^^
calcio especialmente preparado para utilizar en polvo (15 Itc'1"
loo de riqueza en As•^O;), pues de lo contrario puede produ-
cir yuemaduras ; pero, como los arsenicales son altamentc
tóxicos, su aplicación debe detenerse civucu^nta dí•as antes cíe
la vendimia y durante su empleo deben tomarse todas las pre-
cauciones recomendadas y queson bien conocidas de los agri-
cultores.
L^os produetos a base de l^e^e^cloroben,ceno (HCH ó ó6fi )
no son aconsejables eii el viñedo por la influencia desfavora-
ble que pueden ejercer sobre el gusto de las uvas y mostos
de el]!as obtenidos. Los rolvos zt,icotin,ados están muy indica-
dos en casos de reinfestaciones v en los tratamientos tardíu^.
por durar su acción residual no más de cuarenta y ocho hora^.
Se ha de espolvorear de forma que los insecticidas-que
deben ser muy finos-recubran bien los racimos ; se evitarán
las horas de mayor insolación y los días de viento, siendo re-
(I) Es muy importante que el fluosilicato de bario, producto clenso, se n^rz-
cle para rebajarlo con materias que tengan una densidad parecida, como r^ c i
sulfato de bario, por ejemplo, pero no con el talco, pues en este caso la mezcla
se puede romper }^ efectuarse un reparto desigual, que comprometería el é^itu
del tratamiento.
- II -
cuniendable hacerlo por la mañana temprano, o a partir de la
nieclia tarde.
Pulverizaciones insecticidas.
Se aconseja el uso del I^. I^. T., debienclu emplearse pru-
cluctos concentrados y a la dosi^ clel o'z5 al 0'5o para un pru-
clucto del 2o por zoo de riqueza en ll. 1^. "1'., u la concentra-
ción corresponcliente si es del ^o pur ioo ^o't pur ioo, ó sea
i oo gramos por hectólitro de agua).
La preparación de los caldos a base cle D. ll. '1'. es muy ini-
portante que se realice siguiendo puntualmente las instruccio-
nes que los fabricantes estampan en los envases, pues de lo
contrario se pueden obtener resultados deficientes.
Otro producto que se puede emplear también es el ^arse-
^ci^to d^ plorr^o del 3o por ioo cle riqueza en AslO,, a la du-
sis cle o'75 por ioo (75o g^ramos en zoo litros).
Al pulverizar se tomará cuidado de mojar periectamente
los racimos y, si los caldos arsenicales no se ad;hierer. bien
se puede mejorar la adherencia añadiendo caseinato de calcio
hasta ioo gramos por ioo litros, según se vea lo que nece-
sita. EI arseniato de plomo, que debe adquirirse de marca
acreditada, no precisa generalmente adición alguna, por te-
ner adherencia suficiente y se prepara ;haciendo primero una
papilla, bien batida, con muy poca agua para que no se for-
men grumos ; después se diluye agregando el resto del agua,
sin dejar d.e agitar.
Una vez preparado el caldo insecticida se aplicará con
aparato provisto de agitador. A1 igual que en los espolvoreos
y por su elevada toxicidad, las pulverizaciones con arseniato
de plomo se detendrán cincuenta días antes de la vendimia
y se tomarán por los obreros las precauciones de rigor.
Si después de tratar tin viñedo se produce, a última hora,
una reinf estación, o si se producen ataques muy tardíos, se
aconseja el aplicar tm caldo insecticida preparado con pro-
ductos comerciales a base de nicotivua, o de sul fato de nico-
ti^^a, en cuyo caso bastará pulverizar ]os racimos exclusi-
^-amente y empleando boquilla con orificio de un milímetro
para reducir el gasto; para lo que se recomienda, además, el
- I2 -
empleo de lanza con interruptor automático. Se utilizarán
dosis que den una concentración de Ioo-I25 gramos de nico-
tina pura por Ioo litros de agua. Un j^zbótz ^zicoti^^^^aa'o co-
mercial con 5 por Ioo de riqueza en nicotina, se aplicará al
2 Ó 2' j pOr I00.
I_a acción remanente de estos productos desaparece. a las
cuarenta y ocho horas, por lo que no hay el menor peligro
de dejar sobre las uvas residuos tó:cicos.
Número de tratamientos.
Contra la primera generación de la Clysi,a, que dura u»
período bastante largo, se recomienda el tratar dos veces, cun
intervalo de unos quince días. Para las orugas de ]a segnncía
generación basta con un tratamiento. El secreto del é^ito
de la lucha contra las "polillas" estriba en tratar a fondo la
primera generación, y, en el caso de la P.olychrosis, también
la segtmda, siendo recomendable contra ésta dar un par <le
tratatnientos, con intervalo de unos quince días.
Gasto de insecticida.
)=?n espolvoreo se pueden cunsutnir de ^} a I2 gratnos p^_,r
cepa y en pulverizaciones se estima el consttmo medio en tmos
300 litros por I.ooo cepas para el primer tratamiento (pri-
mavera) y alrededor de unos Ioo litros por I.ooo cepas par^t
cada uno de los tratamientos de verano, dirigidos exclusiva-
mente a los racimos ( I).
(I) Véase CAÑIZO (J. vEL): Los t^ratarrai^eratoe• del viñedo (Datos prácticos).
Publicación nílmero 30 (Serie fitopatología) del Instituto Nacional de Investiga
ciones Agronómicas, Madrid, Iq4o, y Rulz Cas1'RO (A.) : La ladcha contra l<rs
ylagas del viñeclo, publicación uúmero 217 (S. F.) del mismo Instituto. De
venta en Librería Agrícola, Fernando VI, z, ?4fadri<L.
GRAFII'AS UGUINA - MhLENDEZ vALDES, %- MADRIf;

Continuar navegando

Materiales relacionados

90 pag.
las-hormigas-1949

User badge image

sadithgasco

223 pag.
20 pag.
hd_1957_19

Universidad Nacional Abierta Y A Distancia Unad

User badge image

Dayana Mendoza Osma