Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD CARRERA DE GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO PARALELO: GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO 3/1 ASIGNATURA: INDICADORES SOCIALES TEMA: EL DESARROLLO TERRITORIAL Y LOS DESAFÍOS DE POLÍTICA AUTOR: Anchundia Salazar Ángel Ramón DOCENTE: Econ. Rene Garzozi Pincay, Mgt. LA LIBERTAD Marzo, 2021 INTRODUCCIÓN ¿QUÉ ENTENDEMOS POR TERRITORIO Y DESARROLLO TERRITORIAL? Desde la perspectiva del enfoque del desarrollo territorial, según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (2007), un territorio es un espacio geográfico caracterizado por: la existencia de una base de recursos naturales específica; una identidad (entendida como historia y cultura locales) particular; relaciones sociales, instituciones y formas de organización propias, conformando un tejido o entramado socioinstitucional (resultado de las diversas interacciones entre los actores e instituciones) característico de ese lugar; y determinadas formas de producción, intercambio y distribución del ingreso. por otro lado, Montañez & Delgado (1998) nos dan la siguiente definición de territorio: “...extensión terrestre delimitada que incluye una relación de poder o posesión por parte de un individuo o un grupo social. Contiene límites de soberanía, propiedad, apropiación, disciplina, vigilancia y jurisdicción, y transmite la idea de cerramiento. (...) está ligado a la idea de poder público, estatal o privado en todas las escalas...” (pag.123-124). El desarrollo territorial se entiende según la CEPAL (2020) como un “proceso de construcción social del entorno, impulsado por la interacción entre las características geofísicas, las iniciativas individuales y colectivas de distintos actores y la operación de las fuerzas económicas, tecnológicas, sociopolíticas, culturales y ambientales en el territorio”. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2018) el desarrollo territorial “consiste en aceptar la incertidumbre, mientras se crea una red sólida de relaciones a través de frecuentes interacciones y de comunicación abierta”. DESARROLLO EL ENFOQUE DEL DESARROLLO TERRITORIAL Y SUS ELEMENTOS FUNDAMENTALES Según el planteamiento del Programa LEADER el enfoque territorial consiste en definir una estrategia de desarrollo a partir de las realidades, puntos fuertes y débiles de un territorio. El fundamento del enfoque territorial se vincula a la toma de conciencia creciente del papel de los recursos endógenos en la búsqueda de un desarrollo duradero, originado en las fuerzas vivas locales y destinado a éstas (Comunidades Europeas, 1999). Es decir, plantea el desarrollo como un proceso endógeno, cuyos ejes centrales son la movilización del potencial de desarrollo del territorio y la capacidad de la comunidad de liderar el proceso (en el sentido de poder decidir sobre, y controlar los cambios que se van produciendo). Contrariamente al enfoque sectorial, la estrategia apunta al territorio considerado como un conjunto socioeconómico integrado por hombres y mujeres, recursos, conocimientos técnicos, etc., en vez de centrarse únicamente en un sector económico-productivo como, por ejemplo, el agropecuario. En otras palabras, el enfoque considera al territorio como un todo interrelacionado e incluye los siguientes elementos fundamentales: La participación social El desarrollo es un proceso de construcción social, por lo que se requiere de la participación de todos los actores locales en la definición de la estrategia como forma de lograr su compromiso en el proceso y la apropiación de éste. La participación de la comunidad es la que permite o favorece el inicio de procesos de desarrollo equitativos y sostenibles en el tiempo (Rozenblum, 2006). La multidimensionalidad Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (2007) el enfoque de desarrollo territorial considera que múltiples dimensiones interactúan en el territorio, delineando las características de esa realidad socioespacial: Dimensión económico-productiva, en donde se apunta a lograr la competitividad en todas las actividades económicas que se llevan a cabo en la localidad, sean productivas o no. Dimensión sociocultural, para la cual lo fundamental es el fortalecimiento de la identidad y del capital social del territorio como camino hacia la equidad en la distribución de recursos. Dimensión ambiental, cuyo objetivo principal es la sustentabilidad, mediante la implementación de un proceso de desarrollo sostenible, que es aquél capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender a sus propias necesidades. Dimensión político-institucional, enfocada hacia el logro de la gobernabilidad, definida como la capacidad de los actores para garantizar una gestión democrática de la sociedad local, asegurando a todos los habitantes del territorio la posibilidad de acceder a los foros de toma de decisiones. La gobernabilidad se encuentra reflejada en la generación de consensos y articulaciones entre los distintos actores sociales de una comunidad. La multisectorialidad Se pretende favorecer una mirada integral del territorio, que para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (2007) implica en: Términos económicos: la complementariedad entre la agricultura y otras ocupaciones no agropecuarias en la generación de ingresos rurales, con fuerte vinculación agricultura - industria - servicios. Las actividades económicas incorporan elementos procedentes de los diferentes sectores y son, por consiguiente, multisectoriales; Términos sociales: la integración de los servicios (salud, educación, empleo, etc.) al desarrollo de los territorios. Es decir, el aseguramiento de la oferta territorial de infraestructura, equipamientos básicos y servicios, para garantizar la permanencia de la población en el medio rural. La visión de una economía de territorio Los procesos de desarrollo territorial persiguen el fortalecimiento de la base económica local, tanto a través de la diversificación de las actividades productivas como del aprovechamiento de las sinergias entre los diversos sectores y de encadenamientos entre actividades productivas y no productivas, con el objetivo de aumentar la competitividad del territorio. Búsqueda de una mayor coincidencia institucional Se expresa a través de una nueva institucionalidad para el desarrollo, que sea abierta, pluralista y democrática. La creación de una institucionalidad para el desarrollo territorial es el resultado del fortalecimiento del capital social y la consiguiente concertación estratégica del conjunto de la sociedad local. Para ello es necesario el fomento de la cooperación público-privada, con la conformación de una red territorial de solidaridad y relaciones entre los diversos actores e instituciones, que logre el compromiso en un proyecto compartido que refleje las diferentes aspiraciones sociales o intereses presentes en el territorio (Rozenblum, 2006). IGUALDAD Y SOSTENIBILIDAD EN EL CENTRO DE LA DEFINICIÓN DE DESARROLLO TERRITORIAL Enfoques de igualdad en el desarrollo territorial Según la Secretaría Técnica Planifica Ecuador (2019) “los enfoques de igualdad territorial tienen la finalidad de superar las desigualdades, eliminar toda forma de discriminación, así como asegurar la vigencia y el ejercicio de los derechos consagrados en la Constitución”; según esta misma institución los principales enfoques son: Enfoque de género: permite visualizar, reconocer y superar la existencia de relaciones de poder jerárquicas y desiguales entre hombres y mujeres, que devienen en la imposibilidad del ejercicio pleno de derechos para las mujeres y personas LGBTI. Enfoque intergeneracional: reconoce la protección integral,por parte del Estado, de los derechos humanos en todas las personas, a lo largo de su vida. Enfoque intercultural y plurinacional: acepta y respeta la diversidad identitaria de comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianas y montubias para establecer relaciones interculturales que superen su exclusión y discriminación. Enfoque de discapacidad: reconoce esta condición desde un enfoque de derechos humanos y autonomía personal para impulsar un entorno que efectivice su plena participación en la sociedad y en igualdad de condiciones con los demás. Movilidad humana: es el derecho de las personas a moverse libremente de un lugar a otro, garantizando el ejercicio de otros derechos y sin atentar contra su dignidad, la de su familia o la de la comunidad de acogimiento. Reconoce los principios superiores para la protección de las personas en situación de movilidad: ninguna persona puede ser calificada como “ilegal”; existe el derecho a la libre circulación y ciudadanía universal. Desarrollo territorial sostenible Para Massiris (2013) el desarrollo territorial sostenible es: “…es un desarrollo integral, en el que las acciones sectoriales y territoriales se estructuran sobre la base del territorio como elementos articuladores, guiado por principios de sostenibilidad ambiental, equidad y cohesión social y territorial y gobernanza democrática. En esta perspectiva el desarrollo se concibe a partir de la integración de tres elementos esenciales: la naturaleza, la sociedad y el territorio que se expresa en dos cualidades: la territorialidad y la cohesión tanto social como territorial de dicho desarrollo. La territorialidad implica la incorporación del territorio en el desarrollo, es decir se trata de un desarrollo territorializado, el cual considera las cualidades esenciales de todo territorio: integralidad, escalaridad, diversidad y temporalidad, las cuales son ampliamente descritas en Massiris (2012: 26-30). La cohesión territorial apunta a la justicia y equidad socio territorial del desarrollo y a la coherencia de las políticas sectoriales que tienen una repercusión territorial, con lo que se lograría la armonización de dichas políticas y potenciar la coordinación y cooperación interadministrativa e integración y estructuración territorial” (pag.5-7). PRINCIPALES DESAFÍOS DEL DESARROLLO TERRITORIAL La integración económica y social En los territorios existen estructuras de concentración de poder político y económico, que se evidencia en la concentración geográfica de las actividades económicas y de la población en unos pocos centros urbanos, derivando en una centralización del sistema político-institucional (es decir, del proceso de toma de decisiones) en aquellos territorios. También existen fisuras sociales y brechas territoriales, como consecuencia de dicha concentración, con disparidades extremas en el nivel de las condiciones de vida entre la población localizada en esas ciudades y la que habita en otros territorios. Por lo tanto, se evidencia la necesidad de generar espacios de participación social y la construcción de una nueva institucionalidad en los territorios que posibilite la equidad en la distribución de recursos y, por ende, en las relaciones entre los distintos actores. Pero también es necesario que las políticas de los niveles nacional y provincial se orienten a revertir los desequilibrios y brechas tanto sociales como territoriales y que sean complementadas y potenciadas con proyectos locales de desarrollo territorial. La cuestión ambiental La articulación de las variables ambientales con las variables económicas y sociales permite construir diferentes escenarios de ordenamiento territorial que reflejen los verdaderos costos y beneficios socioeconómicos respecto a usos alternativos del capital natural (suelo y recursos naturales). La dimensión ambiental cruza de forma horizontal las políticas sectoriales, las cuales deben tener en cuenta las características ambientales específicas de cada territorio. Alburquerque subraya la importancia de esta dimensión en los procesos de desarrollo territorial al afirmar que "…la incorporación y puesta en valor del medio ambiente como un activo importante de desarrollo local ofrece diferentes oportunidades para el despliegue de actividades productivas innovadoras en el medio rural, de forma complementaria a las ocupaciones tradicionales…" (Alburquerque, 2003). De la participación "pasiva" al compromiso Cooperación entre los grupos sociales de los territorios bajo formas de autogestión y auto institución (empoderamiento de la sociedad civil con esquemas contractuales flexibles y promisorios). Dado que existe una clara interdependencia entre las políticas, los recursos y los sectores económico-productivos, es necesaria la introducción de nuevos enfoques de gestión que incorporen el principio de la responsabilidad compartida entre actores públicos y privados. Para ello es preciso trabajar en el mejoramiento del capital humano y del social de manera de fortalecer la sociedad civil y que la misma pueda ser copartícipe en el proceso de desarrollo. De la visión sectorial al enfoque territorial El hecho de sólo ver un territorio de manera parcializada, sectorializada, a verlo como un todo, lleva a la búsqueda de mecanismos que favorezcan una coordinación interinstitucional eficiente de las diferentes políticas, programas e instrumentos de fomento y una gestión de conjunto de éstas, evitando la duplicación de esfuerzos y el despilfarro de recursos y permitiendo divisar las vinculaciones existentes entre las distintas actividades que se realizan en el territorio. Estos desafíos que se le plantean al enfoque resaltan la necesidad de tener en cuenta las diversas acciones que deben integrar una estrategia de desarrollo de un territorio: desde el punto de vista político institucional, se debe apuntar a alcanzar una creciente capacidad por parte del territorio para tomar las decisiones que considere mejores para sus propios habitantes; desde el punto de vista económico- productivo, es crucial lograr la reinversión en el territorio del excedente generado localmente; desde el punto de vista científico tecnológico, resulta importante fortalecer la capacidad del territorio para generar innovaciones que respondan a las necesidades locales y desde el punto de vista sociocultural, las acciones deben enfocarse en la definición conjunta de la identidad del territorio. PLANES Y POLÍTICAS PARA EL DESARROLLO TERRITORIAL Actualmente, una proporción importante de países de América Latina transita, al fin, por aquella senda en la cual podemos constatar que se registra un aumento sostenido de sus ingresos económicos. En este contexto, enfrentamos una nueva realidad referida al desarrollo territorial en aquellas zonas que por tanto tiempo han estado rezagadas, lejos de las riquezas y de las posibilidades de recibir los beneficios que otras regiones de los mismos países sí reciben. Estos retos son diferentes a los de antes, mucho más complejos y con aristas que en el pasado no existían o que quedaban invisibilizados al tratar de resolver las urgencias que se originaban a partir de las severas consecuencias que conllevaba la lucha diaria contra la pobreza y la desigualdad territorial. Según el Centro Latinoamericano para el desarrollo rural (2014) hay tres características imprescindibles y que requieren ser consideradas para los nuevos diseños de política pública en esta nueva etapa de la cual hablamos para el desarrollo territorial: Primero, procesos de profunda y real descentralización. Uno de los más grandes errores que se ha cometido en los países de nuestra región es olvidar que las regiones sí importan y que un verdadero desarrollo territorial no puede llevarse a cabo si las capitales nacionales continúan tomando las decisiones por los territorios no metropolitanos o succionando eternamente sus recursos,con el agravante de no dejar o no devolver nada de la riqueza extraída desde allí. El desafío no es sólo de transferencia de recursos, es sobre todo y más que nada incremento de poder a nivel territorial para tomar decisiones sobre el futuro. En segundo término, si bien los esfuerzos para ir obteniendo soluciones específicas contra la pobreza debe ser el tema primordial, no podemos soslayar que hoy la equidad entre personas y entre territorios también es fundamental. Las brechas de desigualdad que se registran en nuestra región son enormes y trabajar por su reducción constituye no solo una urgencia desde el punto de vista económico, para que los países se desarrollen en forma armónica, sino que también es un deber ético y un imperativo de la justicia social. En tercer lugar, cuando hablamos de aportes reales a estrategias integrales para lograr un desarrollo territorial debemos ocuparnos de que los diseños de acciones deben ser cada vez más complejos. Ya no bastan diseños lineales. Hoy, la coordinación y la complementariedad de políticas e instrumentos es esencial y se transforma en un elemento clave para avanzar en este ámbito. CONCLUSIONES Las políticas de desarrollo territorial se definen y caracterizan en función de la manera en que establecen sus finalidades y diseñan los medios de intervención para conseguirlas. La historia de la región ha recorrido un largo camino, que va desde las políticas regionales, pasando por las políticas de desarrollo local, hasta la orientación actual de políticas territoriales. De la misma manera, aportará elementos para entender la variedad de enfoques y aproximaciones que coexisten, no solamente al comparar países, sino en cada uno de ellos. Se entiende por desarrollo territorial el estado o el proceso a través del cual se hace efectiva tanto la apropiación social del espacio, como la unidad de sus partes, y el debido respeto y ejercicio del derecho a la diversidad de los componentes de un Estado. Se identifican la igualdad y la sostenibilidad como las condiciones o los factores contemporáneos más importantes que, en la región, definen las condiciones de posibilidad del desarrollo territorial. Este desarrollo está sometido a tensiones que se expresan bajo la forma de desigualdades de los individuos en el territorio, entre los territorios y de reconocimiento del derecho a la diversidad y la garantía de la sostenibilidad. La presencia de estas desigualdades trae aparejados costos sociales, económicos y ambientales que justifican la presencia de las políticas de desarrollo territorial. Se proponen las políticas de desarrollo territorial como acciones impulsadas por el Estado, orientadas a reducir la desigualdad, así como a fortalecer las capacidades y los activos de los territorios y sus actores, para enfrentar los desafíos del desarrollo. RECOMENDACIONES El desarrollo territorial debe buscar: la cohesión social que prevalezca la equidad, la solidaridad, la justicia social y el sentido de pertenencia; la cohesión territorial que prevalezca la entidad cultural, política y social. En definitiva, el desarrollo territorial debe buscar mayor equidad social, sustentabilidad ambiental y competitividad sistemática. La participación ciudadana es un factor importante para el desarrollo territorial, pues al ser las personas elementos de riesgo, su participación efectiva aporta insumos que, al ser validados por el investigador, permiten identificar fortalezas y debilidades en las comunidades en relación con su cultura y adaptación al espacio vital. BIBLIOGRAFÍA Alburquerque, F. (2003). Planes de desarrollo sostenible en los Parques Naturales de Andalucía. Aproximación conceptual y metodológica. Instituto de Desarrollo Regional y Fundación Universitaria, Sevilla, 1-58. Centro Latinoamericano para el desarrollo rural. (2014). https://antiguo.rimisp.org. Obtenido de https://antiguo.rimisp.org/noticia/nuevos-desafios-de-las-politicas- publicas-para-el-desarrollo-territorial/ CEPAL. (2020). www.cepal.org. Obtenido de https://www.cepal.org/es/temas/desarrollo- territorial#:~:text=El%20desarrollo%20territorial%20se%20entiende,soci opol%C3%ADticas%2C%20culturales%20y%20ambientales%20en Comunidades Europeas. (1999). La competitividad territorial. Construir una estrategia de desarrollo territorial con base en la experiencia de LEADER. Innovación en el Medio Rural, Cuaderno nº1 6/1, 1-53. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina. (2007). Programa Nacional de Apoyo al Desarrollo de los Territorios. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina: Buenos Aires. Massiris, Á. (2013). Cambios recientes en las políticas de ordenamiento territorial en América Latina . Universidad Nacional Autónoma de México, 1-23. Montañez , G., & Delgado, O. (1998). Espacio, territorio y región: conceptos básicos para un proyecto nacional. Cuadernos de Geografía, 120-134. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. (2018). www.fao.org. Obtenido de http://www.fao.org/in-action/territorios- inteligentes/articulos/opiniones-territoriales/detalle/es/c/1330666/ Rozenblum, C. (2006). El turismo rural como impulso para procesos de desarrollo local. Estudios de caso en la región pampeana argentina . Buenos Aires : Universidad Pedagógica Nacional. Secretaría Técnica Planifica Ecuador. (2019). Plan de desarrollo y ordenamiento territorial. Documento ejecutivo para autoridades provinciales. Quito: Secretaría Técnica Planifica Ecuador.
Compartir