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Resumen de Forense

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UNIDAD I: PSICOLOGIA FORENSE. SUBJETIVIDAD, LEY Y PROCESOS DE 
VULNERABILIZACION 
• Objeto de estudio y ámbitos de aplicación de la Psicología Forense. Psicología Forense. 
Foro. Psicología Jurídica. Fueros. 
• Concepción de sujeto, ley y poder. Control social, derechos humanos, procesos de 
vulnerabilización. 
• Derecho a la palabra, derecho a la vida. Derecho al disenso como bases estructurales de 
la concepción democrática participativa. 
• Estructura del poder y la naturaleza del saber. Universales y multiversales: aceptación 
de la diversidad. 
• Memoria e historia. Mestizaje marginal originario. 
• De la colonización territorial a la dependencia económica. Colonización de la 
subjetividad. 
• El pasaje del control social hordálico a lo individual-acumulativo: caída de la solidaridad. 
• La psicología convergente como estrategia de resistencia contra la dominación de 
espectro completo sobre América Latina: de la fragmentación a la integración de 
identidades comunitarias. 
 
AHUMADA – “EL CUERPO Y LA COMUNIDAD ULTRAHUMANA” 
La intención principal del autor es introducirnos en algunos aspectos de las ontologías indígenas 
americanas. Existen tantas ontologías como pueblos que habitaron y habitan nuestro 
continente. Abundan trabajos en los campos de la antropología, la sociología y la filosofía sobre 
las diferentes naciones nativas y sus historias pasadas y presentes, sus valores, sus luchas, sus 
ideas, relatos y modos de vida. 
Frente a este formidable rizoma cultural, el ejercicio de este estudio filosófico consistirá en 
considerar conceptos que pretenden proponerse como modos de comprensión más o menos 
generales sobre algunas de las cosmovisiones indígenas andinas y mesoamericanas. 
UNA COMUNIDAD NO SE RECONOCE A SÍ MISMA POR FUERA DEL ÁMBITO QUE HABITA. No hay 
exterioridad definitiva, sino una “interioridad proyectada” en la montaña, el valle, el llano y, por 
qué no, también la ciudad. 
El primer rasgo que caracteriza a una geocultura es su capacidad de reconocer en la geografía 
que habita las fuerzas, matices, detalles y movimientos de un modo de existir particular, de una 
manifestación específica de la vida que, en la forma de símbolos, mitos y rituales, adquiere por 
esto el carácter de paisaje. 
Al reconocerse en un espacio mucho más inmenso y antiguo que uno mismo, el sujeto encuentra 
en la dimensión del paisaje la constatación de un orden telúricocósmico. 
ASÍ, LO GEOGRÁFICO, POR INTERPOSICIÓN DE LA CULTURA, DEVIENE PAISAJE DESDE EL ORIGEN. 
El símbolo recubre la piedra, el río, el árbol y el animal, señalando el latir de una existencia 
siempre comunitaria. 
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Anterior al sujeto está siempre el paisaje y la comunidad, su guardiana y propiciadora. LA 
COMUNIDAD ES LA QUE PRESCRIBE LOS MOVIMIENTOS RITUALES NECESARIOS PARA DIALOGAR 
CON EL PAISAJE Y LOGRAR QUE EL MISMO LE SEA FAVORABLE. En otras palabras, se trata de la 
forma propia y colectiva del ser-en-el mundo como estando de una determinada manera y a 
través de una tonalidad existencial particular. 
Esto es posible, según KUSCH (filósofo argentino), por SEMINALIDAD: por la puesta en juego de 
la clave de la mentalidad indígena y popular americana según la cual el mundo es potencia de 
vida, de crecimiento y también de declinación/renovación. Tal potencia se encuentra instalada 
en un presente inmenso que ya está dado y por esto no necesita proyectarse en ninguna 
trascendencia a la manera occidental, sino que se concreta en la cotidianeidad. 
El movimiento de investidura simbólica del paisaje, en tanto decisión geocultural de una 
comunidad, tiene el mismo carácter y pertenece al mismo registro que el depositar la semilla en 
la tierra. Ese movimiento seminal produce el ARRAIGO SIMBÓLICO, la identidad cultural que, 
manteniendo su suelo, crece y se conecta con otras identidades. 
El brujo expresa la decisión de la comunidad de encontrar en las fuerzas de lo real la necesaria 
potencia de sostén de la propia vida y pensamiento. El arrojar la semilla es apuesta a mantener 
el equilibrio del cosmos, tanto para el alimento material, encarnado en la papa, el maíz o el frijol, 
como para el alimento mítico, encarnado en el rito, la copla o el relato. 
Lo americano es víctima doblemente amputada del vegetal y la idea, de la atracción invencible 
del caos del paisaje y de la forma plena y ordenada del pensamiento. Por eso su signo será en 
todo momento mestizo: 
Quetzalcóatl es imagen de la yuxtaposición, nunca de la conciliación, de los opuestos del mundo. 
Esta condición, leída por Kusch como fracaso de la propia integridad en la cultura originaria, será 
la fuerza misma de la fagocitación como modo de resistencia subterránea que mantendrá la 
presencia de las culturas avasalladas más allá de los esfuerzos de borramiento de Occidente. 
La mezcla constituye una fortaleza, una promesa, pero que se encuentra soslayada, depuesta al 
fondo de la conciencia, denegada y desestimada. Nuestras identidades culturales son desde el 
principio alteridades, constituidas por la irrupción de un otro que desencadena una serie 
inmensa de procesos signados por la fusión violenta y llena de contradicciones. ESTOS PROCESOS 
DE MESTIZAJE CONTIENEN UN POTENCIAL DE TRANSFORMACIÓN DEL CONTINENTE, LA 
POSIBILIDAD DE HACER, EN AMÉRICA, EL MUNDO DE VUELTA. 
El crecimiento seminal es condición y resultado de esa autoconciencia geocultural, a diferencia 
de una cultura que, borrando su adherencia a una tierra particular, elabora una linealidad 
espacio-temporal que constriñe toda diferencia en pos de la mismidad de su relato-experiencia, 
lo que la lleva al punto de no retorno en esa experiencia al momento en que ya no puede dar 
más de sí. En las cosmovisiones indígenas los seres no se pertenecen a sí mismos o a un mero 
orden natural, sino a la totalidad sagrada: la hierofanía de la vida misma en sus diversidades. Las 
cosas y seres del mundo no representan a los dioses. Son dioses. Para la mirada indígena el cerro 
o el mar son entidades maravillosas, dignas de la divinidad. 
En los mitos podemos reconocer las vivencias de esta interpenetración, de esta multiformidad 
de lo vivo que es capaz de habitar y tomar las corporalidades de lo humano, lo animal o lo 
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vegetal, y también los rasgos vitales pueden manifestarse en objetos o seres que en Occidente 
pensamos inertes. 
LOSADA habla de una concepción cosmocéntrica de lo que hay, de la totalidad. El cosmos se 
vivencia como un constante flujo, una infinita interacción de reciprocidad de la sociedad con el 
entorno ecológico y natural, el vínculo siempre restablecido de la comunidad humana con las 
fuerzas divinas y sagradas. Desde esta mirada se comprende que un indígena pueda decir “la 
montaña me duele” o volver tras sus pasos si, al emprender un viaje, un zorro se cruza en su 
camino. Se comienza a comprender que tantos relatos folklóricos y míticos abunden en 
transformaciones de seres humanos o divinos en animales, plantas o piedras. 
La metafísica occidental formateó nuestra concepción de manera que sólo tendemos a 
considerar como real un objeto, una cosa que se presenta ante nosotros como distinta, como 
separada, como alteridad absoluta, mientras que en las ontologías americanas encontramos 
más bien interrelación, reciprocidad, opuestos complementarios, metamorfosis sagradas y otras 
manifestaciones de una concepción más plástica e indefinida de los objetos del mundo. 
En las cosmovisiones originarias los pilares del universo son lugares-fuerza, energías que pugnan 
por prevalecer y que no encuentran fácilmente el equilibrio, y en ese enfrentamiento producen 
lo que llamamos tiempo, transcurso de soles, épocas, climas universales signados 
específicamente. Mientras no se encuentra el centro de equilibrio cósmico, no hay fundamento 
posible que inaugure la historia humana, sino una serie de alternancias, ciclos infinitos que son 
quebrados,dislocados por otros ciclos y que producen intentos de humanidad como buscando 
ese centro, ese eje que pueda unificar y sostener el universo entero. 
“El mundo está lleno de dioses”, no hay una disociación entre lo inmanente y lo trascendente, 
sino un panteísmo complejo, desequilibrado y enmarañado que debe ser conjurado, ordenado. 
No se trata de una totalidad neutra, sino múltiplemente cargada, diferenciadamente valorada y 
sopesada en función de las características de cada zona de influencia. El lugar es energía, 
influencia, atracción gravitatoria de calidad diferenciada. Y los seres minerales, vegetales, 
animales y humanos son los que cargan con esas valencias propias de los espacio-tiempos que 
habitan y transitan. 
Atrás no se quedan los árboles, las plantas, las piedras, los insectos y múltiples seres que no se 
consideran inanimados sino todo lo contrario: cada forma del universo participa o encarna de 
alguna manera la vitalidad propia del mismo, es una expresión muy particular de esa fuerza. 
Nos interesa el tema del nahual o energía-presencia-animal en los modos de lo humano. En la 
experiencia de conexión e interpenetración de lo animal y lo humano tal como se vivencia en 
diferentes comunidades originarias de todo el continente. Los investigadores encuentran que la 
relación con la planta es también de vital importancia para la vitalidad indígena. El vegetal es 
símbolo poderoso, alimento, medicina, divinidad que conecta lo terrestre con el inframundo y 
el infinito. El humano en su esencia es vegetal, es maíz. Su materialidad es crecimiento-
declinación, seminalidad, alimento y elevación, y al mismo tiempo es unificación de los planos 
de lo existente. 
Ese crecer-con el vegetal que también somos nosotros, constituye el fundamento no sólo de lo 
humano sino también de la dinámica de todo lo vivo. El árbol-maíz es el axis mundi, la línea de 
sostén, unificación e integridad de la totalidad. 
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La auto-defensa que realizan las comunidades es defensa de y desde la tierra, pero no puede 
comprenderse y acompañar esta lucha si exclusivamente se piensa la tierra socio-políticamente 
como territorio o, a la manera legalista-individualista, como mero terreno/propiedad. Cuando 
las comunidades se defienden, defienden a su madre, su domicilio existencial, su 
espacio/tiempo vivido y querido, su intercorporalidad ultra-humana (biodiversidad), y lo hacen 
desde su desamparo, desde su desaparición-renovación. 
Según REYES, el mundo no es comprendido en las cosmovisiones originarias como un objeto o 
como un horizonte indefinido de sentidos, sino que desde el principio toma el carácter de un ser 
viviente tanto dador como receptor de la vida, que propicia el crecimiento de los seres vivos, 
sean maíz, animal o ser humano, como también los reintegra en la hora de sus muertes, esto es, 
de su paso a ser nuevamente semillas. 
Se trata de un organismo, un animal cósmico, un universo con alma propia que contiene en sí 
las potencias opuestas de renovación y aniquilación que engendran, como una flor o un fruto, 
la vida. Se trata de un mundo mandálico, una textura vital íntimamente dinámica en virtud de 
su constitución polarizada y al mismo tiempo mutuamente inseminada: los opuestos vida-
muerte son semillas que se fecundan recíprocamente, potencias creadoras que dan a luz y 
también devoran. Pachamama, diosa de la vida, también es Coatlicue, “la de la falda de 
serpientes”, la devoradora. 
En el análisis kuscheano se indica que Pacha no expresa un mero concepto sino más bien el 
ámbito vital que atraviesa toda la dinámica humana y de todos los seres. Este ámbito o realidad 
vivida puede ser enseñado y también cambiado, trocado o revuelto, porque la realidad es 
intrínsecamente una relación entre fuerzas que despliegan acontecimientos fastos o nefastos 
para la vida, que deben equilibrarse entre sí. Pacha está vinculado al crecimiento, a la 
comunidad y al domicilio cósmico, a un ordenamiento de lo cotidiano que está enraizado en los 
acontecimientos de un todo más grande y al mismo tiempo cercano, que habita aquí, con 
nosotros, en las cosas nombrables y en la preocupación por el alimento. 
El kay-pacha o “mundo-de-aquí” se sitúa en el centro y como tironeado por los dos extremos 
innombrables de la realidad cósmica; de ahí su fragilidad ontológica que está encarnada 
particularmente en el ser humano, comprendido en el lenguaje indígena como azar, apuesta o 
juego. En la comunidad humana y ultrahumana se juega la posibilidad de mantener ritualmente 
el equilibrio o no de los opuestos que pueden provocar el trueque, vuelco o kuty. 
 
CASTILLA DE PINO – “LA NATURALEZA DEL SABER. EL HUMANISMO “IMPOSIBLE” 
Humanismo y Rebelión: 
El humanismo surge en el Renacimiento como una rebelión frente al pensamiento cristiano 
(pensamiento que incluye la servidumbre del humano frente a un ser divino) dominante en toda 
la Edad Media. 
Todavía en el renacimiento no se consolida un “humanismo ateo”, no se prescinde totalmente 
de la figura de Dios, aunque haya una edificación de un ideal de vida terrenal en el que Dios 
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queda marginado. Dios y el humano son dos polos de una relación: a mayor acentuación en el 
polo divino, menor afirmación en el polo humano y viceversa. 
El humanismo ofrece inicialmente un movimiento de apertura del humano en cuanto ser de 
posibilidades imprevisibles, como un redescubrimiento de la libertad y de las posibilidades que 
el uso de la libertad lleva consigo. El humanismo renacentista es el re-descubrimiento del 
humano en cuanto humano. 
Humanismo como concienciación: 
Esta definición de humanismo como apertura de las posibilidades del humano va adquiriendo 
perfiles más precisos con la aparición del moderno pensamiento científico. 
Con la aparición de la ciencia (y la capacidad de predecir fenómenos de la naturaleza) el humano 
se va desprendiendo paulatinamente de ese sentido de criaturiedad y desvalimiento del 
pensamiento cristiano y, al hacer ciencia, comienza a hacerse dueño virtual del fenómeno que 
comprende y analiza, toma conciencia de su poder sobre la naturaleza y sobre sí mismo, se alza 
ahora con la posibilidad de modificar la naturaleza. 
La ciencia es obra del humano, la ciencia significa para el humano la adquisición de la conciencia 
de su poder. El humanismo como concienciación remite a la conciencia del humano de su poder 
sobre la naturaleza y sobre sí mismo. 
Los cuatro “giros copernicanos” señalan la reafirmación del humano por el humano mismo: el 
original giro copernicano (el descubrimiento de que la tierra es un planeta más y no es el centro 
del universo); la obra de Darwin (el humano es situado como una especie más); la teoría de 
Freud (su concepción del humano como constitutivamente irracional y como negador de esa 
irracionalidad); y la revolución rusa. 
Paradójicamente, los giros copernicanos parecen representar una minusvaloración del humano 
que deja de ser imagen y semejanza de Dios para constituirse en mero ser humano, situando al 
humano dentro de las coordenadas naturales reales desmitificadoras. 
Antihumanismo: 
Frente a este proceso humanista, se alzan diferentes formas de discurso antihumanista: 
- el pensamiento cristiano tradicional; 
- el antihumanismo ateo, representado por HEIDEGGER, quien dice que todo humanismo es 
metafísico, en cuanto presupone la determinación de la esencia del humano al margen de la 
pregunta por lo que es el ser. Para el autor, la existencia humana sería simplemente una 
morada del ser, pero no el ser mismo. 
No está de más que pensemos si determinadas corrientes no son maneras de evadirse de la 
realidad concreta, alegando a la búsqueda de la forma más elevada e inaprehensible de 
abstracción y esencialidad, una suerte de “escapismo por la filosofía” a los problemas reales. 
Es cierto que, como individuos, como humanos aislados, podemos vivir de alguna manera 
negandola realidad. Lo que se denomina pensamiento reaccionario no es otra cosa sino el 
intento para no ver lo que caracteriza el pensamiento de hoy. 
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Humanismo y realismo: 
Ambas formas de pensamiento antihumanista son irrealistas. Lo que es el mérito del 
pensamiento humanista es el de ser un modo de pensar realista. 
El humanismo, en tanto realismo, es un proceso siempre móvil, histórico. El acercamiento del 
humano a la realidad no es algo que sea obtenible de una vez y para siempre, sino algo que se 
va aprehendiendo en sucesivas aproximaciones. 
El humanismo como afirmación del humano en su realidad, de la conciencia de lo que él es para, 
a partir de ella, darse cuenta de las posibilidades que tiene, es de alguna manera progresismo, y 
en la manera de que esto es exclusivo del humano, el humanismo es también ateísmo / 
agnosticismo. 
Como señalan FEUERBACH y MARX, el humano adquiere su real potencia de posibilidades tras 
el desprendimiento de la alienación religiosa. 
El humanismo es la conciencia de la realidad del humano en cuanto tal humano, la conciencia de 
las cosas en cuanto tales cosas, y de las relaciones del humano con otros humanos y con las 
cosas. El humanismo implica la conciencia de lo que el humano, por lo que es, puede hacer 
consigo mismo y con las cosas con las cuales coexiste. 
Humanismo y desalienación: 
El humanismo en sus primeros estadios se presenta como teoría y no como praxis, pero es un 
hecho que la propia teoría del humano como ser natural y solo natural supone una tensión 
dialéctica que se dirige hacia la realidad concreta y única. La realidad deja de constituirse en un 
misterio para tornarse un problema resoluble, abierto a nuevas averiguaciones, posible de ser 
dilucidado. 
Todo pensamiento antihumanista es una forma de alienación (porque limita al humano 
admitiéndolo como un objeto supeditado a razones superiores) y, por el contrario, todo 
pensamiento humanista se ofrece como una instancia desalientante y liberadora. 
Al limitar al humano, merced a la admisión de que no es el humano el único sujeto de razón, 
sino un objeto supeditado a razones superiores, no sólo deja al humano tal cual, sino que le 
insufla una conciencia de su impotencia que la historia misma se encargará de mostrar que es 
en todo punto infundada. 
SI EL PENSAMIENTO ANTIHUMANISTA SE OFRECE COMO ALIENACIÓN, EL PENSAMIENTO 
HUMANISTA ES LIBERACIÓN. 
Miedo a la racionalidad: 
Liberación es ante todo frente a uno mismo. Son curiosas las diversas formas de lo que FROMM 
denominó “miedo a la libertad”. Una de ellas es el “miedo a la racionalidad”, miedo que aparece 
en los pensadores cristianos y no cristianos. La racionalidad es una y otra vez puesta como una 
negadora de la vida misma por diferentes pensadores (por ejemplo, NIETZSCHE). 
CASTILLA dice que todas las formas de irracionalidad son una “falsa conciencia”. La mera 
discusión sobre la verdad o la falsedad de un pensamiento es una discusión meramente 
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escolástica, académica; la verdad o falsedad de lo postulado es en la praxis donde encuentra su 
única y posible verificación (tesis marxista). 
El pensamiento humanista, que en última instancia traduce la confianza del humano en el 
exclusivo empleo de sus capacidades, es el triunfo, al principio en el plano de la teoría y más 
tarde en la praxis, de la realización de la racionalidad. Triunfo que supone la negación y 
superación del humano de toda suerte de alienaciones con pensamientos místicos y 
deshumanizados. 
Concepción del mundo, ideología: 
¿Cuáles son las causas de que amplios sectores siguen motivando la persistencia durante 
milenios de esta forma de alienación del humano que conduce a la minusvaloración del mismo? 
Ello nos llevaría de la mano al desvelamiento de la correlación entre ideología (concepción del 
mundo) y situación personal. 
La ideología es aquí pensada como superestructura que la persona y su grupo adopta como 
mecanismo de defensa frente a la angustia que el conocimiento mismo de la realidad suscita. 
El pensamiento antihumanista ha ido ligado a modos específicos de producción: el pensamiento 
antihumanista se ha dado conjuntamente con el modo de vida adoptado por la clase dirigente y 
por el poder constituido, y mantenido por todos aquellos para quienes convenia que la mayoría 
de los humanos permaneciese en un estado máximo de alienación, que es la no conciencia de la 
propia alienación (la mejor manera de mantener el statu quo, el inmovilismo). 
Humanismo ateo: 
Nuestra época parece caracterizarse por la pérdida casi general del sentido religioso. Nuestra 
época es esencialmente descreída, no cree, simplemente razona. Razona bien o mal, pero está 
dispuesta a prescindir de cualquier otro proceso que no sea la razón. En todo caso si hay alguna 
creencia, queda recluida a un plano más íntimo. Cabe preguntarse si este humanismo, que ha 
sido obtenido mediante la perdida de la dimensión religiosa, es efectivamente el “humanismo 
auténtico”, “humanismo posibilitador”. 
“Posibilitador” es para el humano saberse el único hacedor de sí mismo, aquel único ente con 
quien ha de contar para hacer lo deseable. Pero, contrariamente, el humanismo así conseguido 
no ha deparado de inmediato una situación de auténtica o máxima posibilitación para el 
humano. 
Capitalismo y deshumanización: 
La realidad tiene constantemente una peculiar estructura: la realidad del humano es su medio 
social. 
LA SITUACIÓN DEL HOMBRE VIENE DETERMINADA POR LA ESTRUCTURA DEL MEDIO SOCIAL QUE 
HABITA. 
Vivimos hoy en una estructura de producción (en un medio social) capitalista. EL CAPITALISMO 
ES EL MÁXIMO INDIVIDUALISMO. 
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El capitalismo es una forma viciada de humanismo, pero es humanismo al fin, porque ha retraído 
al humano a la esfera de su propia exclusividad individualista. El humanismo capitalista, por una 
parte, ha desprendido al humano de aquella religación con lo sobrenatural, pero ha contraído al 
humano a un estrecho mundo de intereses materiales, cuya instancia acumulativa es infinita. 
Por otra parte, ha convertido al humano en forzoso enemigo del otro humano, porque el 
capitalismo, bajo formas “civilizadas”, ha perpetuado la “ley de la selva”: vivimos en un mundo 
donde la ley rectora y reguladora es la competencia. 
La realidad es que el modo de producción capitalista nos contrae a todos a un modo de conducta 
competitivo, rivalizador, que impide la realización de otra posibilidad vocacional. Hay que 
sobrevivir al sistema establecido, y para sobrevivir hay que luchar. Y hay que producir, pero 
producir aquello que pueda ser intercambiado en el mercado. 
No podemos negar el progresismo del capitalismo, no podemos negar que el capitalismo ha sido 
capaz de impulsar un desarrollo, pero el modo de producción capitalista tiene un gran carácter 
alienador: el pensamiento de hoy es que hay que consumir porque se produce. Hay que crear 
necesidades de forma que el humano consuma lo que se ha producido o piensa producir. 
Humanismo competitivo: 
¿QUÉ SIGNIFICA EL “ALIENANTE HUMANISMO COMPETITIVO”? LA RETRACCIÓN DEL HUMANO 
A UN YOISMO ANTINATURAL. 
El humano es naturalmente un ser comunitario, para vivir es esencial vivir en comunidad. Pero 
el humano adulto se ve obligado a sumirse en sí, a ensimismarse, a centrarse en sus fines solo; 
LA RETRACCIÓN A UN YOISMO IMPLICA COMPETIR CON OTRO. 
Dado que la forma de supervivencia solo es alcanzable a merced de la competencia, y la 
competencia es con otros, es preciso en algún momento iniciar el aprendizaje de vivir por sí 
mismo, a solas, para sí mismo. Tarde o temprano aprendemos el camino. No sabemos realmente 
qué es la amistad ni el amor por que estas relaciones están contaminadas por la competencia. 
Incomunicación: 
El capitalismo nos desprendió de la alienación sobrenatural, pero produjo una nueva alienación; 
la ALIENACIÓN EGOÍSTA, y el resultado deesto es la INCOMUNICACIÓN. 
Nuestra sociedad parece haber renunciado a la comunicación para quedar inmersos al más 
estricto círculo de la familia. No es que se hayan descubierto los valores de la dedicación a la 
vida familiar. Es una dedicación consecuencia de la decepción que hemos experimentado. Lo 
que subyace es la crisis de fiabilidad al prójimo, la conciencia de que tarde o temprano, si los 
intereses entran en juego y están contrapuestos a los del otro, nos exponemos a ser sacrificados. 
Competencia y destrucción: 
La competencia exige obligatoriamente la destrucción mayor o menor del otro. Nos importa el 
objeto, no los sujetos que aspiran. Para poseer ese objeto es naturalmente frustrar a ese otro. 
 
 
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Condicionamientos de la incomunicación: 
La competencia nos sume en la soledad y en la incomunicación. 
CASTILLA plantea a la in/comunicación desde una dimensión sociológica: dice que no se puede 
plantear como un problema exclusivamente psicológico si las condiciones objetivas para la 
comunicación no existen. 
Cuando sitúa nuestra posición actual como un humanismo imposible, CASTILLA se refiere a esta 
situación en la que nos encontramos. La comunicación interpersonal en su sentido más pleno 
solo puede realizarse si se verifica como un proceso de absoluta espontaneidad. La causa de la 
incomunicación se encuentra por fuera de cada uno. La incomunicación parece ser un rasgo, 
paradójicamente, de convivir con otros. 
Hacia un auténtico humanismo: 
CASTILLA está convencido de que la propia dialéctica histórica no ha de deparar, a partir de la 
insatisfactoria situación en la que nos hallamos, la esperanzadora superación de esta situación. 
No se trata de ser pesimista, sino realista. La propia dialéctica histórica, en la medida en que 
experimentemos la necesidad de ser plenamente humanos y la necesidad de usar de nuestros 
atributos de humanos libres, ha de ser el motor sustancial del cambio, la motivación, de la 
deseable mutación total del sistema. 
 
LOSTALÓ – “DEL FORO A LOS DERECHOS HUMANOS” 
Espacio y tiempo de la Psicología Forense. Origen del foro, base psicosocial de la 
administración de justicia: 
Imaginemos un grupo humano nómade que debe evaluar de algún modo los comportamientos 
o las conductas de sus propios miembros para organizarse en la supervivencia, como resultado 
de haberse sentido en riesgo. Como natural consecuencia de los modelos de organización 
grupal, con escasa discriminación de las subjetividades, ESTO LLEVA A QUE EL GRUPO SE ORDENE 
EN FORMA CIRCULAR: FRENTE A FRENTE, CARA A CARA, ESCUCHANDO Y HABLANDO. 
AQUELLA FORMA CIRCULAR HACE QUE LAS RESOLUCIONES NO SEAN ASUMIDAS PLENAMENTE 
POR UNO SOLO: LA CONDUCTA QUE FUE/IBA A SER LESIVA ES CONSIDERADA Y JUZGADA POR 
EL GRUPO. ESTA ES LA FORMA MÁS PRIMIGENIA DE ACTITUD FORENSE. 
El acto de “juzgamiento de una conducta” consistirá en una persona a ser juzgada y otra persona 
que de algún modo desarrolla las palabras que condenan y pide que los demás participen: todos 
aquellos que están participando, mientras se desarrolla el debate, funcionan como juzgadores. 
Este pacto-acto de juzgar se va desenvolviendo naturalmente, con una definición lógica que va 
a tener quien formule el juicio. Sobre esa forma primigenia que se da en los grupos nómades es 
que deviene el FORO HORDÁLICO. 
En el foro se va generando toda una situación donde aquel que lleva adelante el acto de juzgar 
(quien es designado para aquel acto), puede hacerse una “composición interna”, escuchando el 
relato de lo que parece haber sucedido (nunca se puede reproducir de manera exacta lo 
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sucedido) y de algún modo se permite posteriormente formular algo que es el “juicio”, que 
implica la sanción o no del acusado. 
En el curso de la historia puede observarse la PRIVATIZACIÓN DEL ACTO DE ADMINISTRAR 
JUSTICIA donde, sucesivamente, el Estado va restando participación a los habitantes de la 
comunidad, delegando esa función a un cuerpo especializado que lo reemplaza y que se supone 
munido de un supuesto saber. 
De ese modo las formas comunitarias del enjuiciamiento (como formas de Control Social 
horizontal y participativo) hicieron “mutis por el foro”, es decir, se marcharon sin ser notadas. 
En realidad, las desaparecieron, porque regulaban las formas del ejercicio de poder. 
EL FORO IMPLICA UNA ACCIÓN PÚBLICA, donde todas las personas van haciendo resonar en sí 
las palabras de la gente que acusa, su dolor, y la respuesta que va dando el discurso del acusado, 
más la composición de los que dice cada uno de los que participen en ese acto. 
El EFECTO DE RESONANCIA despierta un grado de PARTICIPACIÓN y un EFECTO DE JURADO 
(todas las personas que participan comparten ese acto de juzgamiento y van a ser sumamente 
exigentes con la persona que va a dar finalmente la sanción). 
EN EL ACTO DEL FORO, EL EPISODIO FUNDANTE DE LA SANCIÓN ES LA ESCUCHA. Quien va a 
hacer la función de juzgamiento escucha y, además, siente en sí el “resonar”, que el saber 
popular llama “conocimiento de piel” y que, psicoanalíticamente, captamos como transferencia. 
Es hacer llegar emociones o sensaciones de uno que condensan la propia historia, en cuyo caso 
ese efecto va a generar contratransferencia. 
¿QUÉ LE PASA A LA PERSONA QUE VA EJERCIENDO EL ACTO DE JUZGAR? Lo básico del psiquismo 
no es más que la capacidad de sintetizar, para lo cual deben recogerse una serie de 
estimulaciones y, a partir de ellas, componer, recurriendo a las huellas mnémicas, algo que se 
represente como acontecimiento. 
Cada cosa que va diciendo cada una de las personas que componen el foro va despertando en 
los otros miembros sensaciones o episodios emocionales que se van integrando con elementos 
analógicos que no vienen de su propio aparato psíquico. 
A mayor capacidad de participación, mayor capacidad de escucha y mayor capacidad de percibir 
el “transfer”, mayor es la posibilidad de decir su propia palabra, palabra que va a estar siempre 
teñida con subjetividad, con su historia. 
NO HAY NINGUNA PERSONA, NI EN EL ACTO JUDICIAL NI EN EL ACTO ANALÍTICO, QUE 
RESPONDAN MÁS ALLÁ DE SU PROPIA SUBJETIVIDAD, DE SU PROPIA HISTORIA, DE SU 
CAPACIDAD DE SÍNTESIS. 
La historia de un sujeto siempre está en el acto de intervenir. Eso determina que FREUD explique 
que la persona que ejerce el psicoanálisis (que realiza una intervención analítica) deba tener su 
propio análisis. 
En el acto de juzgar se decide la suerte y destino de una persona o de un grupo. Todas las catexias 
de quien va a realizar el acto de juzgar están en permanente síntesis conflictiva. 
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El acto del foro era una cuestión publica donde la gente, al exponerse, al verter determinadas 
impresiones y visiones, iba permitiendo hacerle sentir cuál iba a ser el desenlace (que nunca iba 
a dejar satisfecho a todos). 
EL ACTO DEL FORO SUPONE UN TIEMPO: una característica de estos juicios es que eran muy 
largos y se escuchaba mucho, se buscaban múltiples formas de intervención y resolver el conflicto 
del modo más consensuado y lo menos lesivo posible. 
Si bien había diferentes grados de libertad para exponerse, había alguien que tenía que ser un 
excelente captador de esa situación (jefe, cacique, juez), para que lo que le dijera fuera 
reamente acatado y ejecutado. 
Al principio la persona que ejercía la función de juez se fusionaba con otras tareas: era la persona 
que dirigía al pueblo, la zona, la tribu. Tenía que integrar la gente de su comunidad y brindarle 
seguridad. 
Cuando las poblaciones ya se establecieron como sedentarias, las políticas de los grupos más 
dominantes de determinados sectores empiezan a dejar consolidados los grupos de poder: MÁS 
QUE MANTENER INTEGRADA A LA COMUNIDAD Y BRINDARLES SEGURIDAD, LO QUE TRATAN DE 
RETENER ES LA GARANTÍA DE UN ORDEN SOCIAL QUE FAVOREZCA ESA CONSOLIDACIÓN DEL 
PODER, TRATANDO DE BRINDAR SEGURIDAD AL GRUPO EN SÍMÁS QUE A LA COMUNIDAD. SE 
ROMPE LA CIRCULARIDAD. 
CON LA SEDENTARIZACIÓN SE PRODUCE UN DIVORCIO ENTRE LO QUE ES EL ACTO DE JUSTICIA Y 
COMIENZAN LAS PÉRDIDAS DE PROTAGONISMO EN LA ACCIÓN DE JUZGAR COMO ACTO 
COMUNITARIO. 
El acto de juzgar empezó a ser más especializado tendiendo no a equilibrar el conflicto, sino a 
mostrar el poder en acto y darle al mismo un discurso justificatorio aceptablemente racional. 
Orden y seguridad se transformaron en determinar si aquello que se ha hecho en la infracción 
lesiona, o no, el orden político. 
ES NECESARIO REMEMORAR EL MODELO PRIMIGENIO EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA DEL 
FORO HORDÁLICO Y LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA COMO ACTO PÚBLICO COMUNITARIO. 
ALLÍ EL PROTAGONISMO DE LA COMUNIDAD EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS ERA 
FUNDAMENTAL. 
Del Fórum Romano a los Derechos Humanos en el ámbito jurídico para el orden democrático 
A) EL FORUM ROMANO DE LOS PATER-FAMILIAE: 
Los romanos dividen la base del derecho estableciendo dos formas de escuchar el discurso, y la 
LEY es la que sustenta el dogma. 
EL “MODELO ROMANO” SERÍA UN MODELO DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA DONDE EL 
JUZGAMIENTO SE IMPONE MEDIANTE LA “LEY DEL PODER” O “LEY DEL PADRE”. 
El término poder incluye ambos sentidos: 
- “poder” como el que impone la norma como episodio legal, ejerciendo la paternidad según 
el modelo; - “poder” como desplazamiento de la ley de todos, de la ley de la comunidad. 
12 
 
El acto de juzgar realizado en forma comunitaria es soberano, logra una síntesis mayor al ser un 
proceso compartido. En cambio, cuando se impone el juzgamiento mediante la “ley del poder”, 
imperial, en realidad empezamos a construir todo un modelo de concentración, porque los únicos 
que tenían voz y voto en Roma eran los “pater-familiae”, que corresponden a los que tienen 
derecho como ciudadanos, mientras que “los otros” (los que no son ciudadanos) no tienen 
derecho y participan del “derecho de gentes”. 
Vemos así cómo el poder de administrar justicia se fue concentrando a tal punto que se 
establecieron dos tipos de leyes: una para los ciudadanos y otra para la gente común. 
LOS GRUPOS MÁS DOMINANTES DEJAN CONSOLIDADOS GRUPOS DE PODER, NO LES INTERESA 
NI INTEGRAR A LA COMUNIDAD NI BRINDAR SEGURIDAD, SINO QUE BUSCAN RETENER LA 
GARANTÍA DE UN ORDEN QUE LOS FAVOREZCA. 
Lo más importante en este modelo es el mantenimiento del orden del Estado, establecido como 
“Natural”. El acto público de justicia deja de practicarse y se va transfiriendo desde lo público a 
lo privado. Lo único que queda como público es la sanción, que no es más que la muestra de 
poder del Estado. 
El juez pasa a ser entonces un evaluador del grado de incumplimiento a una norma y la forma 
de ajuste de las personas que han cometido desviaciones a dicha normativa y, por ende, al orden 
establecido; evaluador de la forma en que ese orden “establecido” ha sido respetado o no. 
Se va perdiendo la resarcitoria que regulaba las relaciones entre los miembros de la comunidad 
(la capacidad de reconstruir la cuestión social del efecto del conflicto, el cómo afecta a la 
comunidad). 
El juez tenía que ser, en ese orden prototipo, un pater-familiae: “pater” era el hombre blanco, 
nacido en roma, mayor de 19 años, que tenía “propiedades”, entre ellas a su mujer, sus hijos, sus 
esclavos y sus empleados. Todos ellos son propiedad y están bajo la “potestad” del padre. 
“Potestad” allí significaba poder de castigar, vender, mutilar y en algunos casos matar a sus 
“formulus”. “Familia” quiere decir “criados”, servidores del pater, como célula fundante del 
mundo imperial. 
B) DEL IMPERIO ROMANO A LA INQUISICIÓN: 
Se da la fusión del imperio romano con los cristianos, pero el gran salto cualitativo se da cuando 
la iglesia deja de ser cristiana en la normativa y se transforma en católica, apostólica y romana 
frente al mundo. 
EL ORDEN CATÓLICO APOSTÓLICO Y ROMANO INCIDIÓ EN LO JURÍDICO: SE EMPEZÓ A EXALTAR 
UN PROCESO JURÍDICO CADA VEZ MÁS SECRETO, LO ÚNICO QUE QUEDA COMO ACTO PÚBLICO 
ES LA SANCIÓN. 
El catolicismo llevó al más cruel de los episodios al INCORPORAR LA TORTURA EN LA 
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. Ésta era obtenida con un maltrato al cuerpo cuyo objetivo era 
obtener “a cualquier costo” la CONFESIÓN, que en sí mismo no era elemento probatorio de nada. 
El terror consiguiente se propagaba por lo no visto, por lo vivido en privado. Esto sigue hasta 
hoy en día, la policía tortura para obtener la confesión. 
13 
 
La confesión es el principio de conformación de lo que se llama “PROCESO INQUISITORIAL” 
(proceso cruel que solía finalizar con la obtención de la declaración de la culpabilidad). En la 
inquisición tuvimos el máximo de privacidad y de crueldad para consolidar el dogma. 
El acto de justicia fue perdiendo legitimidad comunitaria y el discurso teológico monárquico 
aristocrático se instituyó con una fuerza tal que demolió a todo tipo de disenso o crítica. Se 
llamará “LEGALIDAD” al acatamiento de un dogma organizativo que se establece como un orden 
“natural”. 
El orden teológico desplazaba todo aquella que no fuera universal (universal como proveniente 
en ese momento del modelo romano). Un solo idioma, un solo poder. Todo lo que tenía otra 
forma de familia, otra forma de comerciar, etc., era considerado ilegal en algún grado. Todos 
eran sometidos a esta suerte de ley universal: la ley de Dios, la ley del Padre, pero la ley del Padre 
de Roma. 
El imperio marcó cuales son los ciudadanos que, de algún modo, le pudieran pertenecer y ser 
partícipes, de determinar quiénes estaban afuera o adentro del orden y qué costumbres estaban 
aceptadas o no. Entonces se empezaron a jugar otra serie de normativas también respecto a la 
forma de organizar de la familia y, aun, de la sexualidad. 
C) DE LA IGLESIA DE LA INQUISICIÓN A LAS “CIENCIAS JURÍDICAS”: 
Este proceso inquisitorio tuvo su gran desarrollo desde 1300 a 1700. Nacen los movimientos que 
tienden a romper las estructuras monárquicas y empieza a cambiar el ejercicio del poder. En 
1800 el ejercicio del poder comienza a ser ejecutado por aquellos que no tienen mayor 
vinculación con el linaje. Se trata del triunfo de las clases medias (médicos y abogados) que son 
los que realizan la revolución francesa y la norteamericana. 
Comienza a hablarse de una CIENCIA JURÍDICA: con la ciencia jurídica se deshace aún más el 
modelo primitivo de administración de justicia como forma de fortalecer los sectores que 
pretendían conservar el poder, a pesar de los cambios sociales de la época. 
El orden inquisitorial deviene en realidad en ciencia jurídica, naciendo con todo en el siglo 
pasado. 
EL ACTO JURÍDICO EMPIEZA A SER ESCRITO, DISTANCIÁNDOSE LA PALABRA: ya ni siquiera existe 
la presencia de la persona, sino un ajuste total a la letra. Lo que no se corresponde con la ley hay 
que sancionarlo. La víctima no importa, no tiene reconocimiento en cuanto víctima. 
LA TAREA DE JUZGAR EMPIEZA A SER PROFESIONALIZADA. La ciencia jurídica marca que “hay 
que aprender a juzgar” y así nace la figura del EXPERTO: persona que de algún modo va 
construyendo en saber específico para dar una palabra autorizada. Aun así, LOS EXPERTOS NO 
TIENEN UNA OPINIÓN VINCULANTE, EL JUEZ TIENE PODER DISCRECIONAL SOBRE ESA OPINIÓN, 
le puede dar pelota o no independientemente de los conocimientos y de la calidad de la persona 
que en sí exponga el experto. 
Lo que aparece definiendo como ciencia es aquello que tiene los criterios de las ciencias 
naturales, el método experimental. LA CIENCIA JURÍDICA MARCA EL PRINCIPIO DEL POSITIVISMO 
al tomar como único criterio de valor jurídico aquellos aportes que provienen de las ciencias 
naturales. 
14 
 
Justamente, el orden médico tendrá una palabra escuchada muy cuidadosamente. El acto 
psicológico carece de valor en el plano jurídico salvo como un acto que complementa la función 
médica, pero que puedeser desautorizada por esa misma función médica. 
EL PODER DEL CONOCIMIENTO VIENE CON LA RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y CONTROL SOCIAL: LA 
CIENCIA JURÍDICA TAMPOCO ES PURA, ES UN ELEMENTO MÁS DE CONTROL SOCIAL. 
La última etapa de esta síntesis histórica sobre las formas de administración de justicia es la que 
podríamos dar a llamar “el fin de los privilegios” refiriéndonos a la burguesía dominante. 
Es a partir de 1948 donde la Declaración de los Derechos Humanos y la incipiente Organización 
de las Naciones Unidas empiezan a marcar otros criterios y a rescatar básicamente los derechos. 
En 1970 se incorpora la dimensión psicológica al acto de juzgar. LA PSICOLOGÍA JURÍDICA ES 
AQUELLA QUE, EN EL ACTO DE JUZGAR, COMPLEMENTA COMO “AUXILIAR” DE MANERA 
GENERALMENTE ACRÍTICA. Y esto acrítico no es porque los psicólogos que trabajan en psicología 
jurídica traten de ignorar los multiversales, sino que básicamente parece centrarse en la 
sumisión voluntaria a la acción del Gran Poder del acto jurídico como secreto, privado y 
privativo. 
Históricamente vemos entonces un pasaje entre modelos: 
1. MODELO PRIMITIVO. 
2. MODELO ROMANO. 
3. MODELO CATÓLICO. 
4. MODELO DE LA CIENCIA. 
5. VUELTA AL MODELO PARTICIPATIVO (desde el paradigma de los derechos humanos, 
donde los juicios son orales y públicos y donde el ideal es que sean abiertos a la comunidad). 
Del foro a los derechos humanos: 
VEMOS AL FORO AHORA CONSIDERADO COMO UN DISPOSITIVO LÓGICO constituido por un 
conjunto de elementos heterogéneos, no/discursivos, que produce una forma determinada del 
acto de juzgar. 
Nos referimos, en el caso de los grupos humanos primigenios, a un DISPOSITIVO DE 
PARTICIPACIÓN HORIZONTAL, forma radicalmente distinta de administración de lo normativo, 
diferentes a los dispositivos verticalistas característicos de las sociedades sedentarias. 
FORO COMO “DISPOSITIVO” INTEGRA, SUPRIME Y SUPERA AL FORO COMO “LUGAR” Y COMO 
“FUNCIÓN”. 
En este sentido el foro implica entonces un proceso, con un tiempo en el que el acto de juzgar se 
lleva a cabo. También implica un espacio en donde desplegar una función, es decir, creación de 
un lugar donde poder llevar a cabo un procedimiento de escucha, de síntesis y finalmente, si era 
necesario, de sanción. 
Entendemos al foro como un “dispositivo” que surge en función de una urgencia: evaluar el acto 
realizado por un miembro del grupo cuyo efecto puso en riesgo a toda la comunidad, y en 
15 
 
consecuencia aplicar una sanción con el fin de reparar el daño causado por la repercusión 
(efecto) de dicho acto. 
Pensar al foro como dispositivo posibilita poner en suspenso el grado de legitimidad del modelo 
actual de administración de justicia. A la vez que permite resinificar los modelos de participación 
y por lo tanto de distribución del poder. Desde el paradigma de los derechos humanos se rescata 
el uso de los “dispositivos de participación comunitaria”. 
 
LOSTALÓ – “MESTIZAJE MARGINAL ORIGINARIO” 
Mestizaje marginal originario. Modelos de crianza: 
Solamente en la Argentina existen alrededor de tres millones y medio de menores en condición 
de alto riesgo. Por eso, si llevamos a esta opinión al extremo, deberíamos construir y mantener 
cientos, miles, quizá millones de “depósitos” para menores separados de la sociedad 
simplemente porque ésta no les ha construido un destino. 
Tales instituciones tienen una alta concordancia, son absolutamente coherentes con los 
objetivos para los cuales fueron creadas. ¿Y para qué fueron creadas? Esta primera pregunta es 
la que necesariamente lleva a otras: ¿Quiénes somos? ¿Qué futuro queremos para nuestros 
menores? ¿Qué país vamos a hacer? 
Todas formas de interrogarnos sobre lo que somos: un continente mestizo. 
Este mestizaje tiene cuatro variantes: 
1. una POBLACIÓN INDÍGENA AUTÓCTONA que sobrevive; 
2. un REMANENTE DE POBLACIÓN NEGRA, con muy poca incidencia actual en nuestro país, pero 
mayor en el resto del continente. Esta gente fue traída contra su voluntad, como esclavos, 
brutalmente despegados de sus grupos de pertenencia; 
3. una DOBLE COLONIZACIÓN: la primera fue ibérica, de carácter misionero, catequizador y con 
una idea predominantemente extractiva de los recursos naturales; la posterior se realizó 
sobre la base de la sustracción de las riquezas del continente; nuestros conquistadores eran 
los marginales del fin de medioevo. Ni el hijo del indio ni el del negro fueron respetados en 
cuanto a su condición; 
4. INMIGRANTES EUROPEOS, al compás de un proyecto de modernización cuyo modelo eran los 
países centro y norte-europeos, para “mejorar la raza”, personas marginadas del proceso de 
industrialización europeo, por falta de capacitación laboral (origen rural) o por razones 
políticas (socialistas, anarquistas). Se conforma el “crisol de razas”; crisol que se origina en el 
intento socializador de los descendentes de la parte “culta” de la inmigración española, 
intento de ocultar su origen mestizo. Se marca así la “universalidad civilizadora” por encima 
de la multiversidad real de las culturas de nuestro continente. 
Tanto estas culturas originarias como las de los inmigrantes y los primeros colonizadores tenían 
una característica en común: SE ORGANIZABAN EN GRUPOS FAMILIARES EXTENDIDOS, grupos 
16 
 
de crianza típicos de las comunidades rurales, que desarrollan sus vínculos bajo un modelo de 
grupalidad, con un claro sentimiento de solidaridad. 
Junto con la adquisición de un modelo específico de desarrollo económico aparece la FAMILIA 
NUCLEAR, correlato necesario para las sociedades industriales. Esto produjo una 
TRANSFORMACIÓN DEL NIVEL DE CONTINENCIA, cuando la familia ampliada dio paso al modelo 
de crianza reducido, basado en el hombre productivo y la mujer como infraestructura de crianza. 
Con la posterior incorporación de la mujer al trabajo y las consecuencias necesarias de 
determinado proceso de desarrollo, se va produciendo la disgregación de los nucleamientos que 
marcaron un sentido de transformación muy especial en el concepto de “INTEGRACIÓN 
FAMILIAR”. Por ejemplo, en cualquiera de nuestras villas de emergencia los modelos de grupos 
de crianza son distintos a la “integración” propuesta por el modelo universalizante. 
¿QUÉ ESTAMOS DICIENDO EXACTAMENTE CUANDO HABLAMOS DE INTEGRACIÓN Y 
DESINTEGRACIÓN COMO FORMAS DE CONTENCIÓN DE LOS CONFLICTOS? 
Un efecto de nuestros países al intento de sumarse a este último son sus consecuencias sobre 
los menores y sus grupos de crianza (abandono, deambulación, drogadicción, infracción, etc.). 
Junto con el modelo económico, junto con la familia nuclear, y como parte integrante de esta 
concepción, llega a nuestro país un modo de tratar a los menores no productores: LA 
INSTITUCIÓN TOTAL. 
LA INSTITUCIÓN TOTAL NO APARECE EN TODAS LAS CIVILIZACIONES NI EN TODAS LAS ÉPOCAS; 
SE ORIGINA EN UNA DETERMINADA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE (lo humano como “recurso 
humano”) QUE PREPARA EL ADVENIMIENTO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL ENTRE LOS SIGLOS 
XVI Y XIX. 
EL TRASLADO MECÁNICO DE ESE MODELO A NUESTRA REALIDAD ANIQUILÓ LA ANTERIOR 
CONTINENCIA POR LOS GRUPOS DE CRIANZA VECINOS, común en nuestro medio porque era 
típico de las culturas originarias y de las dos olas “colonizadoras”: criaditos, allegados, 
entenados, modos típicos de nuestra sociedad, que sólo sobrevivieron en zonas rurales. 
Ese modelo hoy: 
Las ciudades, cuya conformación actual también está íntimamente relacionada con el modelo 
de producción económica, presentan síntomas como la exacerbación del individualismo, 
aislamiento, violencia. CASI NO SOBREVIVE EN LA CIUDAD LA FAMILIA AMPLIADA. POR ELLO, EL 
ABANDONO O SEMIABANDONO NO ES CONTENIDO POR GRUPOS DE CRIANZA VECINOS. 
Se dice: “resocialización y readaptar mediante la educación y el trabajo”. Sin embargo, la 
educación es adocenada, formalista, totalmente divorciada de la realidad de los chicos 
abandonados.Y cerca del trabajo existe una suerte de adjudicación de roles específicos: 
pareciera que los chicos “necesariamente” debieran pertenecer a los estratos de servicios. 
Quien estudia o trabaja en el área sabe que la gran mayoría de los técnicos responden a una 
estructura de atención que se encuadra, especialmente, dentro de las características de ejercicio 
profesional liberal. 
Se tiende a creer que los fenómenos que ocurren en las instituciones y en los mismos menores 
son problemas provocados fundamentalmente por malas condiciones de trabajo y de 
17 
 
remuneración para la atención, cayendo en un enfoque individual y clasista del problema. Lo real 
es que, si nuestros países no son capaces de encarar un tipo de desarrollo sin marginación, si no 
se modifican profundamente las formas de producción, y con ello hábitos de consumo y de 
vínculo, no hay solución. 
Además, el personal que está en contacto con los menores generalmente proviene del mismo 
estrato social que ellos y percibe un salario que rara vez alcanza para dedicación plena, es decir, 
que deben complementarlo con otros trabajos. 
Quizás la primera pregunta es: ¿qué queremos para los menores? ¿qué destino aspiramos para 
ellos? 
Prevención es un término engañoso porque implica anticiparnos a algo. ¿A qué queremos 
anticiparnos? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Con qué alternativas? 
Los hogares de ancianos son también una “exquisitez” de ese modelo de desarrollo y 
subproductos de la familia nuclear no continente. 
No podemos olvidar que vivimos en un continente que sufre una desinversión creciente, lo cual 
trae aparejado que las fuentes productivas del modelo tradicional no proliferen demasiado y 
que produzcan un índice de marginación muy alto, situación que afecta principalmente a los 
jóvenes, que no encuentran su “lugar” en un futuro próximo. LA DESINVERSIÓN CRECIENTE TRAE 
UN PROBLEMA PERMANENTE DE AUMENTO DE LA MARGINALIDAD EN AMÉRICA LATINA. 
Si muchos individuos quedan fuera del régimen de producción y de las posibilidades de elección 
por el cierre de fuentes de trabajo y la difícil reapertura de otras que permitan absorber a los 
nuevos miembros de la creciente población, la situación se vuelve explosiva. 
NO SE PUEDE AFIRMAR QUE AUMENTA LA VIOLENCIA JUVENIL PORQUE LA FAMILIA FALLA EN 
SU FUNCIÓN DE CONTROL SOCIAL: FAMILIA Y MENOR SE VEN AFECTADOS POR UN PROCESO 
MÁS ABARCATIVO. 
LA MAGNITUD DEL PROBLEMA PONE EN CUESTIÓN EL ROL DEL ESTADO COMO INSTITUCIÓN 
ORGANIZADORA DE LA SOCIEDAD: estamos hablando de familias y menores en países del 
subdesarrollo industrial, con población y desocupación creciente, y con inversión productiva 
decreciente. 
Debemos salvar a esos menores que UNICEF denomina “en situación de riesgo”, en condiciones 
de pobreza crítica. Para eso se elabora una respuesta: LOS HOGARES ALTERNATIVOS COMO 
ÁMBITO DE CONTINENCIA. 
Uno de los más graves problemas a resolver en los Hogares es el de la ocupación de los menores 
incorporados a ellos. Por ejemplo, en los Hogares se propone como salida laboral el 
cuentapropismo (ser zapatero, plomero, etc.), adiestrando para ingresar al área de servicio, 
variante del mismo modelo de desarrollo adoptado que prevé una incorporación a tareas 
subsidiarias, sin alterar las modalidades del vínculo. 
El término desarrollo está ligado a lo económico y al desarrollo industrial propiamente dicho; a 
nadie se le ocurre expresar que un país que tiene un buen equilibrio ecológico está más 
desarrollado que otro que presenta una gran evolución tecnológica. 
18 
 
LA ADOPCIÓN DEL MODELO DE DESARROLLO NOS LLEVÓ A UNA DESINTEGRACIÓN PROGRESIVA 
DE LOS GRUPOS DE CRIANZA COMO ELEMENTO DE CONTROL DEL CHICO, QUE FUERON 
SUSTITUIDOS POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVA. 
El modelo del televisor es infalible en todos los países de América Latina. Actúa como contención 
de menores. ¿Qué incidencia tiene en el psiquismo del niño? De ese modo se complementa la 
sustitución del referente de la figura de identificación que representaba el padre, ya hecha 
anteriormente en los grupos medios y de altos recursos de la población, con el servicio 
doméstico. 
Modelo de desarrollo al que le son inherentes el INDIVIDUALISMO /CONSUMISMO / 
INSTITUCIONALISMO. 
• El individualismo es un elemento esencial de preparación: hombres que se hacen a sí mismos, 
el sálvese quien pueda, permanentemente exaltados en los personajes de televisión. La 
formación de la gente expuesta tiene mayor intensidad cuanto menor es el espectador, lo 
que se ve termina siendo real. El mundo es así. 
• El consumismo que, a través de los medios de comunicación, alienta una serie de conductas: 
un modo de vivir en el que los logros individuales y la felicidad están asociados a la compra 
de productos o servicios, y otorga prestigio social. 
• El institucionalismo: la institución ha perdido su función y su credibilidad porque ya no se 
ocupa de cuidar al menor, sino que trata de “domesticarlo” a fin de que sirva al trabajo 
programado socialmente. Si no es apto permanece sin egreso, cuando cumple los 18 años 
debe ir afuera. Todos conocemos su destino: la cárcel o una ejecución sin proceso. 
No se considera el aspecto humano, solo discutimos más o menos recursos. Como consecuencia, 
se producirán episodios de violencia cada vez mayores y un proceso de segregación cada vez más 
importante. 
El tipo de ocupación laboral también trae un problema serio. Los Hogares Alternativos, que son 
un buen recurso comunitario, muchas veces tienen una dificultad insuperable: la salida laboral 
de esos jóvenes. ¿Cuántos recursos hacen falta para montar sistemas de capacitación? ¿La 
iniciativa deberá ser comunitaria o será el Estado el que se encargue? ¿Cómo compatibilizamos 
el proyecto estatal con los de los equipos que se encargan de los menores? 
ES NECESARIO CONSTRUIR UN MODELO DE ATENCIÓN PROPIO PARA TRATAR A NUESTROS 
MENORES. Esto es clave para hallar una salida. 
La realidad nos muestra, por el contrario, que ahora estamos construyendo modelos alternativos 
basados en principios poco claros y dependiendo por lo general de subsidios internacionales. 
Es posible montar Hogares Alternativos en base a esos recursos, pero sin perder de vista su 
condición de extrema fragilidad. No se trata de desaprovechar esos recursos, sino más bien de 
usarlos como elementos de transición hacia una propuesta propia en atención de menores. De 
lo contrario no hay salida. 
Esto nos habla de una accesibilidad que luego nos asusta, sobre todo cuando el chico 
abandonado o mendigante nos reclama sus derechos, aunque de tal modo, ya sea a través de 
un asalto, de una violación u otra transgresión. Incapacitados, buscamos entonces la prevención. 
19 
 
¿Qué hacer? ¿Ponemos más patrulleros en la provincia de Buenos Aires y así tenemos un montón 
de controles móviles? Con esto no se quiere decir que debamos dejar de lado ese recurso, pero 
no se construye una prevención real y eficiente de ese modo, sin un proyecto explícito. 
Contamos con mayores recursos para hacer el rescate de recursos humanos. Sin embargo, se 
funciona desarticuladamente y sin la búsqueda de un proyecto común. La solución no es 
solamente política, ¿cuáles son los canales para la participación comunitaria? ¿se tiene acceso 
a los presupuestos? Porque se tiene participación cuando se conoce que se hace con el último 
peso; de lo contrario, existe un ocultamiento disfrazado de formalidad pseudoparticipativa. 
NOS PREGUNTAMOS ACERCA DE LOS MENORES: ¿PELIGROSOS PARA QUÉ Y PARA QUIENES? 
Es cierto que a veces nos perturba su accionar, nos lesiona y hasta nos mata. Pero las condiciones 
de vulnerabilidad para que un chico llegue a ser peligroso fueron creadas por el grupo social y 
por los distintos grupos de crianza, involucrados en su propio desarrollo. 
Si nos referimos a los distintos grupos de crianza, uno se cansa de ver diagnósticos sociales y 
psicológicosque consignan “proviene de familia integrada o desintegrada”. ¿Familias 
des/integradas en base a qué? En base al modelo de familia que, desde aproximadamente 1860, 
se tomó del esquema hispano. 
SOMOS UN PAÍS DEPENDIENTE Y NUESTRA DEPENDENCIA NO ES ÚNICAMENTE ECONÓMICA, 
TAMBIÉN ES CULTURAL (Y HASTA RELIGIOSA). Todos estos son elementos que pertenecen a la 
realidad y que debemos incorporar en nuestros análisis. Debemos partir de ellos para ocuparnos 
del tema de los menores, DEBEMOS CONSTRUIR UN MODELO A PARTIR DE ESAS REALIDADES. 
SI NO PARTIMOS DE ANALIZAR CUÁL ES LA ACCIÓN Y CUÁLES SON LOS MODELOS DE REFERENCIA 
QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA, Y SI NO CONSTRUIMOS NUESTRO PROPIO MODELO 
ARTICULANDO NUESTROS PROPIOS RECURSOS DENTRO DE ESTA PERSPECTIVA, SERÁ MUY 
DIFÍCIL QUE HAYA UNA SALIDA (independientemente de los esfuerzos que hagamos con un 
planteo voluntarista). 
No podemos trabajar sin referencia a un proyecto nacional que se base en una realidad 
específica y tenga en cuenta la diversidad cultural. 
También debemos ponernos en comunicación con otros países de origen y problemáticas 
similares a las del nuestro y recuperar el modelo de los grupos de crianza a rescatar en cada uno 
de ellos. 
SÓLO ASÍ SE EVITARÁN LAS TRANSCULTURACIONES QUE FOMENTA LA CULTURA DEL CONSUMO. 
Así podremos hablar de política de menores, de hogares alternativos, y encarar la política acerca 
de lo sexual, de la drogadicción, de los episodios de violencia, etc. 
Un enfoque similar debemos tener con relación al trabajo institucional con grupos operativos 
dentro del sistema de minoridad. LA INSTITUCIÓN TOTAL NO ES FENÓMENO EXISTENTE DESDE 
EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS. ES UN SUBPRODUCTO DEL MODELO DE DESARROLLO DE LA 
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. Desde este modelo se explica el uso de la Institución Total como forma 
de abordaje de los problemas de minoridad, la vejez, las enfermedades infectocontagiosas, la 
20 
 
delincuencia y la locura. Es un fenómeno que se observa en los albores del industrialismo y 
adquiere desarrollo cuando se inicia el proceso de la Revolución Industrial. 
La institución de este modelo tiene un sentido fundamental por su acción concreta: UNA 
CONCEPCIÓN DE HOMBRE COMO “HOMBRE NORMAL-PRODUCTOR” O DEL MENOR COMO 
“MENOR QUE DEBE ALCANZAR EL ESTATUS DE HOMBRE NORMAL-PRODUCTOR”. 
Se utiliza la institución cerrada para devolver al hombre su condición del hombre productor, 
modelo centroeuropeo del cual, en nuestro país, tomamos el modelo de desarrollo. Su criterio 
básico es que el hombre que produce no debe cargar con más objetos de consumo que aquellos 
que provean el aporte necesario para ese hombre que produce. Tampoco debe cargar con 
personas invalidadas por edad, discapacitadas, o que padecen algún otro tipo de problema. 
Esto marca una diferencia clave con la familia ampliada de las sociedades agrícolas como 
institución continente: las personas con alguna discapacidad y alienados no son segregados, aún 
los miembros de la comunidad con problemas psiquiátricos o con trastornos graves de conducta 
no son denunciados públicamente, para impedir justamente la segregación. 
Las Instituciones Cerradas funcionan fundamentalmente en los lugares que tienen gran 
desarrollo urbano, y cuyo modelo de funcionamiento es el del grupo familiar con roles fijos. 
Ejemplo, la mujer debe proveer: 
• al hombre, de una cantidad de elementos (alimentación y atención del hogar) que le permitan 
a aquel no distraer el tiempo de su trabajo; 
• a la crianza, que permita al Estado desentenderse de las primeras formas de Control Social 
que constituyen el aprendizaje de las pautas culturales mínimas de sumisión, silenciamiento 
e impotencia frente al suceder social: encargarse de la socialización primaria. 
Son los dos elementos que el modelo de la familia de la Revolución Industrial prevé para la 
mujer. El hombre debe producir. Y todas aquellas personas que requieran un tiempo de atención 
real son separadas para su segregación. Se sigue el clásico modelo de la institución cerrada para 
todos los no productores (menores, delincuentes, locos, infectocontagiosos). 
Este fenómeno está enmarcado por el POSITIVISMO; rescata un elemento científico 
fundamental: la biología y la metodología de las ciencias naturales son elementos orientadores 
de todo diagnóstico y de todo pronóstico. El positivismo es el cambio de la predeterminación 
desde un más allá (idealismo) a otra fundada en los componentes biológicos de la persona. 
EL ORDEN SOCIAL NO SE CUESTIONA EN LA ORGANIZACIÓN POSITIVISTA, PORQUE ES EL MÁS 
ALTO GRADO DE DESARROLLO DE LA CIVILIZACIÓN. En consecuencia, todo aquello que se 
produzca de algún modo en cada sujeto como reacción, es consecuencia de su propio interior. 
El menor, el discapacitado, el loco, etc. vienen predeterminados desde adentro. Por lo tanto, las 
instituciones totales funcionan como un lugar en que el “enfermo” permanece, y esta 
permanencia continua hasta que se produzca algún fenómeno externo a la situación. 
EN EL CASO DE LOS MENORES, ESE FENÓMENO ES LA MAYORÍA DE EDAD. Con ésta, se la deriva 
hacia los institutos para adultos que son terminales si se trata de discapacitados, o se produce 
la salida sin rumbo fijo, sin seguimiento posterior. Ahí se acaba el proceso. 
21 
 
Prácticamente se cumplía el postulado de que la institución sirviera de continente ortopédico de 
la familia nuclear (fracturada). La Institución Total nace como sustitución o complemento a la 
continencia de la familia ampliada, la familia de crianza. 
La marginalidad en nuestro país y en América Latina es creciente, con un agravante: LA 
MARGINALIDAD NO ES ABORDABLE DESDE LA INSTITUCIÓN TOTAL. 
ES PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE SUSTENTAR ESTAS INSTITUCIONES PORQUE SE REQUERIRÍA UN 
ALTO GRADO DE DESARROLLO EN MEDIO DE PROCESOS DE DESINVERSIÓN CRECIENTE. 
Si de lo que se trata es de reforzar los grupos de crianza y de pertenencia, entonces el modelo 
de internación debe adecuarse a la necesidad. EL TRABAJO GRUPAL ES UNA POSIBILIDAD DE 
DISPERSIÓN Y ELABORACIÓN DE ANSIEDADES QUE PERMITE ABARCAR Y CONTENER PERSONA, 
QUIENES, COMPARTIENDO ALGUNAS EXPERIENCIAS BÁSICAS, FUNCIONAN OPERATIVAMENTE Y 
DESBLOQUEAN OBSTÁCULOS EPISTEMOLÓGICOS. Eso si se hace con determinada orientación. 
Porque el positivismo también utiliza el trabajo grupal, pero con otro sentido. Lo utiliza en los 
países de desarrollo capitalista y en los socialistas con una técnica conductual, cuya vertiente en 
estos últimos se basa en la concepción reflexológica. 
En nuestro país y en América Latina, la marginación es forzada e involuntaria. En consecuencia, 
la posibilidad de abordaje desde un punto de vista conductual sería simplemente establecer una 
forma de control social tecnificado: la persona debe acatar las disposiciones institucionales, más 
allá de la legitimidad o la lógica de aquellas instancias que de algún modo se lo ordenen. En 
cambio, en el modelo de trabajo grupal de orientación fundamentalmente dinámica (o analítica) 
existe un derecho al disenso expresado en la horizontalidad de los vínculos. De distintos modos, 
tienen participación todas las personas que comparten la institución. En la toma de algunas 
decisiones, que hacen a lo estructura, no siempre es factible porque hay que tener claros 
algunos supuestos fundamentales. Pero la regla que regula el sistema de funcionamiento 
institucional desde estas experiencias es: “a mayor participación, mayor responsabilidad, por lo 
tanto, esa palabra pesa más a la hora de decidir”. 
TRABAJAR GRUPALMENTE TIENE UN PARA QUÉ. La barra, la pandilla, sustituyen al grupo de 
crianza, “perdido” de algún modo, sin el cual es imposible alcanzar la condición humana. 
Fuimos educados con la idea de que el hombre es una entidad biopsicosocial. El orden de los 
términos no es casual: la predeterminación -esencia- es “bio”, lo “psico” es epifenómeno de lo 
bio, y lo “social” es unepifenómeno de un epifenómeno. En realidad, la casuística muestra que 
un chico criado por otras especies no tiene la posibilidad de alcanzar ni los movimientos finos ni 
el habla sino hasta un número escaso de palabras, ni las formas de comunicación que son 
habituales a la condición humana. 
Debemos invertir ese orden positivista. EL HUMANO ES UNA UNIDAD SOCIOBIOPSÍQUICA, 
porque la conformación del aparato psíquico es consecuencia de un desarrollo disposicional 
“bio” en un contexto social determinado. 
Ese contexto social permite observar que, en nuestra marginalidad, el “armado” del aparato 
psíquico apto para no ser víctima del control social presenta serias dificultades: LAS 
SITUACIONES DE MISERIA CREAN CONDICIONES DE CRIANZA TOTALMENTE DESFAVORABLES, EN 
22 
 
EL PLANO DEL CUIDADO MÍNIMO Y LOS AFECTOS, Y EN EL QUE IMPLICA ADQUISICIONES 
MÍNIMAS DESPUÉS DE SANCIONADAS EN SU FALTA. 
Por ejemplo: irritabilidad, frialdad afectiva, acciones impulsivas violentas, etc., que expresan una 
constitución frágil del control social interno. Esto impide una autorregulación de la 
manifestación en bruto de esos sentimientos y sensaciones. Ningún niño puede mostrar una 
afectividad con cierto grado de habilidad comunicacional si su llanto durante meses o años no 
implicó un mensaje apropiado y por ende no recibió respuesta. Si las demandas, mediante el 
llanto, seducción, “monerías”, no fueron satisfechas por una respuesta placentera, ese chico va 
a mostrar posteriormente un alto grado de desafectividad. En este contexto: ¿cómo definimos 
la co-responsabilidad social o la imputabilidad social? 
Nuestro concepto de ZAFFA es exactamente opuesto al tradicional: quienes han tenido mayores 
beneficios sociales en su crianza (en el cumplimiento de sus derechos) e incurren después a en 
acciones contra la organización institucional o social, son evidentemente más peligrosos que 
aquellos a quienes, con carencias en esta etapa (por lo tanto, vulnerados) cometen 
transgresiones. 
Esta concepción da vuelta los conceptos de PELIGROSIDAD e IMPUTABILIDAD tradicionales, 
porque a quienes no les han sido garantizados sus derechos pueden no haber aprehendido una 
norma, o actuar por reacción o resentimiento frente a hechos de manifiesta injusticia social de 
los que han sido víctimas. 
Si tomamos en cuenta que la violación de la normativa constituye (para muchos miembros de 
estos grupos marginados o incluso excluidos) una estrategia de supervivencia por fuera del 
modelo social del consumismo, esa resistencia no puede ser vista de otra manera que como una 
resistencia a dicho modelo y, como tal, es saludable. Es saludable en tanto permite sobrevivir a 
grupos que han sido abandonados a su propia suerte, por la parte integrada y ajustada de la 
sociedad. 
Si esta forma de subsistir, desde la resistencia a la colonización del mercado cultural 
transnacional, es cuestionada, diagnosticada y patologizada, entonces estaremos haciendo un 
Control Social a-crítico, para la domesticación de las formas de comunicación e interacción, 
constitutivas de una modalidad vincular autóctona que ha permitido perdurar a un determinado 
grupo social. 
 
LOSTALÓ – “EL POR QUÉ DE UNA PSICOLOGÍA FORENSE” 
Contexto del siglo XXI para una Psicología Forense: 
Partimos de la existencia de un nuevo marco doctrinario desde el consenso de la comunidad 
internacional expresado en el ámbito de las Naciones Unidas para operar en y desde nuestra 
realidad latinoamericana. Este marco surge de la integración de las visiones más significativas 
acerca del colectivo humano, que tienen una implicancia en distintas ramas del conocimiento 
humano, entre ellas la Psicología Forense. 
Estos “sistemas de ideas compartidas” surgidos formalmente al fin de la Segunda Guerra 
Mundial pretenden dar una aproximación a una interpretación integral y común -aceptando no 
23 
 
estar exentas de matices- de la evolución histórica de las aspiraciones, derechos y deberes de la 
persona humana y de los diferentes pueblos y culturas que conviven en este planeta. 
¿Qué son los Derechos Humanos? 
En la Asamblea de las Naciones Unidas de 1948, surge la “Declaración de los Derechos 
Humanos”, como el reconocimiento en una normativa universal que da amparo de los derechos 
de las personas, que fue y sigue expandiéndose conceptualmente y extendiéndose para ser 
adoptada por todos los Estados. 
LOS DERECHOS HUMANOS APARECEN CON EL PLENO EJERCICIO DE NUESTRA EXISTENCIA 
(derecho a la vida, educación, salud, etc.). 
ES EL ESTADO EL QUE DEBE GARANTIZAR ESTOS DERECHOS, NO EL PSICÓLOGO: nosotros no 
podemos ni debemos garantizar todos los derechos del sujeto, inevitablemente algunos de ellos 
son vulnerados, priorizando otros derechos. 
La seguridad humana, un enfoque desde el corazón de la crisis: 
En 1980, se plantea por primera vez la cuestión del Desarrollo Humano y en los ‘90, la cuestión 
de la Sustentabilidad, entendiendo que el desarrollo económico no sólo no da respuesta de por 
sí a las necesidades integrales del ser humano de una generación, sino también puede 
comprometer la reproducción misma de la vida. 
El Estado ya no aparece como el garante y promesa que -desde cualquier postura ideológica y 
más allá de sus desviaciones- se esgrimía para acabar con el subdesarrollo, el miedo, la 
inseguridad y la impunidad. 
Algunas de las diferentes caras que asume la realidad sin distinción de fronteras, atentando 
contra la seguridad de los pueblos y de los habitantes: la superpoblación, el agotamiento de los 
recursos naturales, el conflicto bélico y el armamentismo estatal o terrorista, el hambre, la 
miseria, el desempleo y la inequidad, el crimen organizado y el narcotráfico, la concentración de 
poder y la despiadada pelea por el control de los mercados de muchas corporaciones y Estados, 
y la falta de regulación y control sobre las nuevas tecnologías. 
En este contexto, América Latina constituye su lugar en el mundo como la mayor experiencia 
inédita de integración y mestizaje de razas que, desde hace tan solo 500 años, continúa 
elaborando un universo étnico, cultural, simbólico y de sentido, en una geografía de peculiar 
riqueza y diversidad, dando lugar a un universo cultural que, aún hoy, no ha terminado de 
adquirir su fisonomía definitiva. 
Tenemos como objetivo llegar a la resignificación de los tres enfoques en una nueva síntesis que, 
a la vez sea operativa y brinde la oportunidad de dar consistencia y desarrollo a un nuevo marco 
doctrinario y metodológico, apto para ser asimilado y reelaborado, a través de la acción y el 
pensamiento cotidianos de los habitantes de América Latina. 
En los ‘90 surge un planteo complementario al de los Derechos Humanos y el Desarrollo Humano 
y Sustentable, cuya consolidación se halla en fase de desarrollo: el de la SEGURIDAD HUMANA, 
que da cuenta de una nueva expansión del reconocimiento de los derechos de las personas. 
24 
 
LA SEGURIDAD HUMANA ALUDE AL DESPLIEGUE DE LA POSIBILIDAD CONCRETA DE ALCANZAR 
EL MAYOR MARGEN DE LIBERTAD AQUÍ, AHORA Y PARA TODOS. 
Comisión de Naciones Unidas de Seguridad Humana - año 2000: “…la seguridad humana conecta 
de manera natural diversos tipos de libertad: la libertad de no tener necesidades, la libertad de 
no tener miedo, así como la libertad y de poder obrar por su propia cuenta”. 
La Seguridad Humana implica llevar adelante de manera consciente y voluntaria, desde la 
PARTICIPACIÓN, un proceso dinámico que reduzca y también apunte a liberarnos de los imperios 
de la necesidad y del miedo. 
Si la seguridad absoluta es imposible, la PARTICIPACIÓN CONCRETA es el único medio de adquirir 
el control de nuestras propias vidas y asumir la responsabilidad de asegurar la supervivencia, 
reduciendo los riesgos potenciales y conjurando las crisis de manera colectiva. 
NO HAY PAZ SIN DESARROLLO Y JUSTICIA. Y NO HAY DESSARROLLO INTEGRAL -O SEA, HUMANO- 
NI JUSTICIAINTEGRAL -SIN IMPUNIDADES- SIN PARTICIPACIÓN DE LOS HABITANTES EN FORMA 
COMUNITARIA. 
SE HABLA ENTONCES DE SEGURIDAD HUMANA, PERO DE LOS HABITANTES, ya que incluye a 
todos, por el hecho de nacer y habitar en un territorio, no sólo a los que son tributarios de la 
comisión jurídica, política o económico-social de ciudadano. 
LA CONDICIÓN DE HABITANTE DE UN TERRITORIO HACE A TODAS LAS PERSONAS SUJETOS DE 
DERECHO, SIN DISCRIMINACIÓN ALGUNA, independientemente de la rémora y el atraso de las 
organizaciones políticas para dar a la formación jurídica de cada Estado la necesaria 
actualización que las ponga a tono con las convenciones internacionales. 
EL CONCEPTO DE SEGURIDAD HUMANA SE DIFERENCIA DE LA SEGURIDAD DE ESTADO, SIN 
ENTRAR NECESARIAMENTE EN CONTRADICCIÓN, ya que concentra su enfoque en las personas, 
considerando que en muchas ocasiones los Estados suelen volverse contra las personas a las 
que representan, vulnerando sus derechos y libertades y amparando situaciones de inequidad 
o impunidad. 
Marco referencial de la Psicología Forense: 
Para Freud el concepto de cultura es sinónimo de civilización. Ésta remite al momento en que el 
ser humano se organiza en ‘comunidad’, poniendo la naturaleza al servicio de satisfacer sus 
necesidades regulando los vínculos recíprocos entre los sujetos. 
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA CULTURA DEPENDEN EN CADA ETAPA HISTÓRICA DE LOS SECTORES 
SOCIALES HEGEMÓNICOS QUE ESTABLECEN UNA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA, POLÍTICA Y 
SOCIAL. Para ello, reglamentan normas que se formalizan jurídicamente y que regulan las 
relaciones entre los miembros de la comunidad, con el objetivo de reproducir las condiciones de 
dominación”. 
LA CUESTIÓN DEL CONTROL SOCIAL -y por consiguiente su aspecto modelador y constitutivo en 
la construcción de subjetividad- NO PUEDE SER ANALIZADA AL MARGEN DE UNA COYUNTURA 
SOCIO-HISTÓRICA DETERMINADA. 
25 
 
Esta justificación de por qué lo forense en lugar de lo jurídico es un requisito sine que non para 
el estudio de la problemática actual del ejercicio de la psicología en América Latina. 
GARCÍA MÉNDEZ dirá que el concepto de CONTROL SOCIAL admite más de una interpretación: 
“se lo considera abstractamente como toda actividad que ayuda a regular las interacciones 
humanas y que puede tomar la forma de la cooperación o del conflicto” o, en forma más 
concreta, como “las medidas tendientes al mantenimiento y reproducción del orden 
socioeconómico y político establecido”. 
BOURDIEU se explaya sobre el concepto de DOMINACIÓN SIMBÓLICA: “la reproducción de un 
orden social, en el reconocimiento y desconocimiento de la arbitrariedad que lo funda”. 
Lo expresado como control social se corresponde con la IDEA JURÍDICA definida como “la 
tendencia favorable al predominio de las formas jurídicas en los asuntos políticos y sociales 
conforme a los intereses del Estado, por sobre los intereses generales de las personas. Estas 
quedan inmersas en las formas del control social dominante de ese momento histórico 
particular”. A partir de allí, la definición de “JURÍDICO” denota aquello que se hace, está y así 
debe estar según la forma legal (o ajustado a derecho). 
TODA PRODUCCIÓN DE SUBJETIVIDAD ES CORPORAL Y SE DA EN EL “INTERIOR” DE UNA 
DETERMINADA ORGANIZACIÓN HISTÓRICO-SOCIAL. 
Toda subjetividad da cuenta de la historia de un sujeto en un sistema de relaciones de 
producción de todo orden. Todo síntoma debe ser entendido desde la singularidad de aquel que 
lo padece, aunque encontremos en él también una manifestación de la cultura y por ende del 
control social de la misma. 
Existe un estudio poco desarrollado en la actualidad en torno a las vinculaciones de la 
subjetividad con los procesos sociales, políticos, etc. Esto se debe a que muchos profesionales 
de las disciplinas sociales tienen una incomprensión respecto de la importancia de la 
subjetividad y del impacto del control social en la constitución de la misma. No poder separar la 
práctica del psicólogo del orden jurídico implica desconocer la autonomía del conocimiento 
psicológico con respecto al orden socio-económico en el que está comprendido y se desarrolla 
su práctica. 
NO EXISTE UNA SUBJETIVIDAD QUE PUEDA AISLARSE DE LA CULTURA Y DE LA VIDA SOCIAL, NI 
TAMPOCO EXISTE UNA CULTURA QUE PUEDA AISLARSE DE LA SUBJETIVIDAD QUE LA SOSTIENE. 
Esta mutua determinación/producción debe ser nuestro punto de arranque ya que la 
subjetividad es cultura singularizada, tanto como la cultura es subjetividad. 
Hablar de una Psicología Jurídica nos coloca en la clásica actitud de reducir los hechos sociales a 
mecanismos psicológicos como forma de soslayar la corresponsabilidad social del Estado en la 
determinación de la vulnerabilidad psicosocial de los habitantes. 
Por ser la subjetividad la síntesis de múltiples determinaciones de compleja articulación, debe 
ser objeto de profundos estudios de todo orden. La investigación de la subjetividad consiste en 
la interrogación de los sentidos, los valores éticos y morales que produce una determinada 
cultura, la forma de apropiación del control social sobre los individuos y la orientación que 
produce sobre sus acciones prácticas. 
26 
 
A propósito de una definición: 
El FORO -forma primigenia en la cultura circular del nomadismo- implica una acción pública. Es 
el espacio donde todas las personas van haciendo resonar en sí las palabras de la gente que 
acusa y su dolor, y la respuesta que va dando el discurso del acusado más la composición que 
surge de lo que dice cada uno de los que participan en ese acto. 
El EFECTO DE RESONANCIA despierta un grado de participación y un efecto de jurado: de algún 
modo todas las personas que han permitido que ese acto se realice conforman una coyuntura, 
comparten ese acto de juzgamiento y van a ser sumamente exigentes con la persona que va a 
dar finalmente la sanción. 
EN EL ACTO DEL FORO, EL EPISODIO FUNDANTE DE LA SANCIÓN ES LA ESCUCHA. Quien va a 
hacer la función de juzgamiento escucha, escucha a las partes, a la gente que va exponiendo, y 
siente en sí el “resonar” de ese sentir tan particular, que el saber popular llama “conocimiento 
de piel” y que, psicoanalíticamente, captamos como transferencia. Ésta última es hacer llegar 
emociones o sensaciones de uno que condensan su propia historia, a través de lo que se escucha 
o se vibra en una situación determinada, en cuyo caso ese efecto por el cual se saca de sí sin 
producir ningún tipo de modificaciones en los observable concreto, va a generar lo que se llama 
contratransferencia (que es lo que les acontece a quienes participan en el foro). 
El foro como dispositivo y base de participación 
Lo básico del psiquismo no es más que la capacidad de sintetizar, para lo cual deben recogerse 
una serie de estimulaciones y, a partir de ellas, componer, recurriendo a las huellas mnémicas, 
algo que se represente como acontecimiento. 
Cada cosa que va diciendo cada una de las personas que componen el foro va despertando en 
los otros miembros sensaciones o episodios emocionales que se van integrando con elementos 
analógicos que no vienen de su propio aparato psíquico. 
A mayor capacidad de participación, de escucha y de percibir el “transfer”, mayor es la 
posibilidad de decir su propia palabra. La propia palabra va a estar siempre teñida con la propia 
subjetividad, con la propia historia. Nadie puede “limpiar” su aparato psíquico para poder captar 
aquello formulado en “estado puro”. 
NO HAY NINGUNA PERSONA, NI EN EL ACTO JUDICIAL NI EN EL ACTO ANALÍTICO, QUE RESPONDA 
MÁS ALLÁ DE SU PROPIA SUBJETIVIDAD, DE SU PROPIA HISTORIA, DE SU CAPACIDAD DE 
SÍNTESIS. 
La historia del sujeto siempre está en el acto de intervenir. Eso es lo que determina que FREUD, 
por ejemplo, explique que la persona que ejerce el psicoanálisis, que realiza una intervención 
analítica, deba tener su propio análisis, para tratar de depurar lo más posible

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